Llegando a Japón y ¡A comprar! [privado Fuji Raikomaru]

por Levy McGarden Jue Jul 18, 2013 5:12 am

Había pasado poco menos de una semana desde que había llegado a Japón, los ahorros de toda mi vida se habían venido conmigo, con eso sobreviviría por unos meses, después de haber ordenado todas las cosas del hogar debía ir de compras al centro comercial más cercano, no, realmente no necesitaba nada en específico, deje mi sombrero en un perchero antes de salir de casa, me miré en un espejo y me acomodé el pelo, pasé el lápiz labial ligeramente sobre mis labios, me fijé por última vez en el espejo y me destiné hacia la puerta de salida de mi departamento, por alguna extraña razón miré atrás de mi, ahí estaba mi portátil, el mensaje de abrir la puerta al mundo digital aparecía en la pantalla cada 3 minutos después de cerrarlo, ya había perdido la cuenta cuantas veces había rechazado ese anuncio, no pensaba sucumbir ante un simple anuncio barato, tomé el portátil y lo guarde en una mochila, debía arreglar este aparato lo más rápido posible, salí de mi apartamento y bajé las escaleras del edificio, el día estaba nublado, pero, algunos rayos de sol traspasaban las nubes haciendo el que el día se viera hermoso, caminé pocas calles hasta llegar a un centro comercial de buen tamaño, entré y me quede deslumbrada con los grandes aparadores y los maniquies portando elegantes vestidos y las mejores ropas, avanzaba sin ni siquiera mirar hacia adelante, mientras seguía atontada sobre la hermosa y cara ropa que veía, mire por primera vez el camino, pero ya era demasiado tarde, había chocado con un chico al cual, por el impacto, no alcancé a distinguir
-De verdad lo siento... este, yo no...realmente lo siento no veía por donde venía, discúlpame, ¿no te he herido verdad?, por cierto mi nombre es Bonney.- me había puesto nerviosa, era la primera persona, aparte del casero, a quién Bonney le había dirigido la palabra, esperaba una respuesta gentil ya que indirectamente juzgaría a la gente de la ciudad dependiendo de la respuesta recibida.

por Fuji Raikomaru Jue Jul 18, 2013 6:25 am

Posiblemente intentando aprovechar que últimamente debía estar mas tiempo de lo normal en el mundo humano, por estar oficialmente “muerto” en el digimundo según las noticias, se encontraba viendo vidrieras en busca de ropa para poder llenar o por lo menos abastecer su armario que cuenta solamente con puros trajes. – debería comprar algo de invierno, u otoño… ¿en que estación estamos? –se cruzó de brazos pensativo puesto ni siquiera sabía en que mes estaban, su secretaría solía encargarse de todo el papeleo y el solo debía poner la firma al final. Acomodó su sombrero, acercándose a una vidriera sorprendiéndose por el precio de bufandas equiparándose a tapados, o de sombreros tan caros como zapatos ¿Por qué los humanos hacían que los precios fuesen exuberantes cuando existían problemas mayores que la marca de ropa?. – Nunca entenderé a las personas, supongo que tampoco me entenderé a mi… -parecía que hablaba solo, pero sus palabras estaban dirigidas hacia la digimon que se ocultaba en las sombras mostrando sus ojos rojos al prestar total atención a su maestro.

De pronto, fue distraído por el impacto repentino aunque leve por parte de una persona que consiguió empujarlo unos centímetros sin derribarlo. - ¡oh! –dejó escapar una expresión involuntaria, sorprendido tras trastabillar, dirigiendo su mirada hacia la mujer que había colisionado contra el alto caballero de sombrero mientras escuchaba con atención su disculpa para después dejar escapar una risa tranquila. – no tiene por que disculparse señorita, yo estaba igual de distraído y un caballero no debe distraerse mirando bufandas… por lo menos no con esos precios –bromeó respecto a la tienda que estaba evaluando con la mirada, y realizó una reverencia tranquila, para después tomar la mano derecha de la dama y besar con suma delicadeza el dorso de esta en un signo de galantería. – mi nombre es Fuji Raikomaru, pero puede llamarme simplemente Fuji, es todo un placer conocerla –se presentó sonriente, haciéndole un gesto con la mano desocupada a LadyDevimon para que no ataque a la dama pensando que estaba agrediendo a su jefe. Tras soltar con cuidado la mano de la dama, se quitó el sombrero unos segundos para acomodar su cabello y volver a ponérselo observándola. – me atreveré a ser indiscreto y preguntar si viene acompañada, y en caso de no hacerlo, ¿me permitiría invitarle una bebida? -preguntó con cierta humildad, o falsa timidez, agregando después para que la dama no se negase al instante. - Para disculparme por el atropello de hace unos momentos, es lo mínimo que podría hacer –culminó su oración, entregándole una de sus famosas “sonrisas brillantes como diamantes” de las que se jactaba entre sus colegas, esperando convencer a la dama de acompañarlo puesto verdaderamente se sentía muy solo en el mundo humano, ya que cada día ahí le recordaba que mientras el estaba en el digimundo su familia había perecido trágicamente.

por Levy McGarden Vie Jul 19, 2013 5:52 am

El chico con el que había chocado era 15 centímetros mas grande que yo aproximadamente, tal vez un poco más, cabello de color verde, lucía un traje elegante y un sombrero que le hacían ver un tipo de refinada educación y de clase alta, escuche la broma sobre las bufandas, no pude evitar soltar una leve risa, noté cuando tomó mi mano, y no pude evitar sonrojarme al ver que la besaba, subí mi mano a mi mejilla izquierda como si fuese un reflejo, escuché su nombre y apellidos, Fuji Raikomaru, debía recordar ese nombre para un futuro, me invito a tomar algo, en un principio pensé en decirle que no, tan solo para hacerme del rogar, pero supo usar la excusa de nuestro pequeño incidente, de tal modo que no podía rechazarle.

-Esta bien, al parecer sería totalmente descortés el rechazarle una invitación a tomar algo, entonces, lo haré, pero solo con una condición, yo invito.- dije mientras sonreía.

-Entonces, ¿aceptas o no?.- dije mientras levantaba mis manos a media altura con las palmas hacia arriba en señal de duda, mientras hacía eso noté una ligera vibración en mi mochila, señal que en mi portátil había aparecido de nuevo el mensaje del mundo digital, decidí ignorarlo y seguir con mi conversación con Fuji.-¿Y bien?.-

por Fuji Raikomaru Vie Jul 19, 2013 6:17 am

Para fingir que dudaba respecto a la propuesta, o mejor dicho la contra-oferta de la dama, Fuji llevó su mano derecha hacia su mentón haciendo tal expresión que parecía pensativo al respecto. – mmm… ¿así que esta es la famosa igualdad de genero de la que tanto han hablado? –tras esa pregunta con cierto tono infantil, cerró los ojos sonriendo de manera tranquila mientras acomodando su sombrero dejaba escapar una pequeña risa. – creo que aceptaré ya que conozco una hermosa cafetería con toques europeos que tiene unos hermosos precios, pero eso sí, la próxima vez invitaré yo –haciendo gala de lo que desde su perspectiva era justicia, pero en realidad se trataba de su típica personalidad de joven malcriado, el peliverde deliberadamente decretó que habría una próxima vez posiblemente sin darse cuenta.

Caminó unos pasos, señalando una parte de aquella sección por la que parecía haber menos trafico de gente. – pocos saben esto, pero debido a que las tiendas en esa sección no suelen tener rebajas casi siempre es mas fácil pasar por esa parte que en contra de la corriente de compradores compulsivos –lo cual en español, sería traducido como un “vayamos por allí” por parte del sonriente tamer, quien con la mirada realizó una seña a la digimon sombría que vigilaba en las sombras para que se aproximase a la cafetería, de esa manera podrían evitarse el encontrar digimon salvajes, aunque por esa época era raro que cruzasen al mundo humano. – dime Bonney ¿buscas algo en particular por aquí? mi empresa tiene ciertos tratos con varias tiendas de este lugar, por lo que te podría conseguir un buen descuento –sin intención de hacer gran alarde al respecto, se vio en la necesidad de ofrecer la ayuda que nunca venia mal, en especial a una dama que parecía atraer su atención. Tras unos segundos notando que empezaba a congestionar el paso de las personas, decidió hacerle un gesto a la dama para que lo siguiese mientras emprendía camino hacia la modesta cafetería.

por Levy McGarden Vie Jul 19, 2013 8:53 am

Al parecer, el pálido y peliverde chico conocía una cafetería con un "toque europeo", realmente nunca había ido a una cafetería y menos aún a una con un "toque europeo", pero me encantaba la idea, no había venido a Japón a hacer lo mismo que solía hacer en casa, venía para tener una vida diferente, para ser libre, noté que Fuji había dicho que él pagaría la próxima vez, eso indicaba que habría una próxima vez, lo cual, era bueno, significaba que nos volveríamos a ver de nuevo.

Tomé su mano para ir a su lado, solía hacerlo con mis amigos en el puerto, más aún así, no sabía si en Japón se necesitaba más confianza para hacerlo, pero en el momento me dio igual, Fuji habló sobre su empresa, la cuál al parecer tenía contactos en el centro comercial.

-Gracias por la oferta Fuji, pero, aún con un noventa y nueve por ciento de descuento dudó que tenga el dinero suficiente para comprar en esas tiendas.- dije con un leve tono de broma.

-Entonces, platícame sobre tu empresa, es tuya, de tus padres, algún familiar cercano o ¿A qué se dedica?.- dije mientras trataba de sacar un tema de conversación mientras íbamos de camino al café -Aunque si no quieres hablar de negocios podríamos hablar sobre otra cosa.- dije al darme cuenta de la indiscreción que había cometido.

por Fuji Raikomaru Vie Jul 19, 2013 9:27 am

Al poco andar, pudo sentir el roce de una mano mas pequeña y delicada que la suya siendo claramente la de su acompañante; dicho gesto generó una mínima reacción de sorpresa en el joven quien consideró una inteligente idea para no separarse, o que la dama se extraviase. – teniendo en cuenta tus palabras, lamento advertirte que pagaré yo jovencita –comentó jocoso haciendo énfasis en la ultima con una mirada comprensiva, pero claramente en un tono burlesco, para después parpadear divertido ante la broma de la joven. - ¿tan apretada económica estás? Supongo que todos debemos empezar de algún lado, no sabría decirte si conozco contactos que necesite empleados actualmente… de todas formas todos mis contactos son viejos, estirados, decrépitos y aterradores –sobreactuó su tono de voz al mencionar a sus conocidos para bromear al respecto e intentar demostrar el temor que los ancianos millonarios podían producir recordando cuentos de terror como drácula, puesto solían ser sus socios en el conglomerado de empresas o los consejeros que lo ayudaban a tomar decisiones importantes que por su poca experiencia laboral, prácticamente desconocía.

Con atención pensó como responderle a la dama, para no parecer una persona sumamente aburrida que, por lo menos en el mundo humano, era. – mmm… la empresa le pertenecía a mis padres, cuando fallecieron al ser hijo único terminé heredándola aunque se podría decir que tan solo un 75% me pertenece puerto la he unido con varias empresas mas pequeñas, asociándome con varios empresarios –explicó intentando no complicar la terminología para que una persona ajena al ambiente pudiese entenderle, mientras planeaba continuar tras tomar aire. – al principio era una pequeña distribuidora de aparatos electrónicos, ahora importa, y exporta mercancías a otros países además de abastecer a los comercios con diferentes maquinas –mientras el viento intentaba mover sus cabellos, pero su siempre presente sombrero impedía que estos pudiesen ondearse, comentaba casi sin emoción en sus palabras, hasta que un recuerdo vino a su cabeza, abriendo sus ojos de par en par. – ¡Oh! y hace poco, he empezado a expandir el ámbito de investigación informático –al hablar de su nuevo proyecto su rostro se iluminó como el de un joven niño con un juguete nuevo.- de esa manera, podemos investigar mas usando los recursos del mundo d… de las computadoras… lamento si hablo de mas, suelo emocionarme cuando hablo de estos temas, ¿a que te dedicas Bonney? No recuerdo haberte visto por aquí antes –dejó escapar una risita al excusarse, tras casi equivocarse hablando del mundo digital por la emoción misma, procurando callarse su bocaza antes de cometer un error. Al llegar al lugar en cuestión, abrió con la mano izquierda la puerta, sosteniéndola para que Bonney pudiese pasar, mientras les proporcionaba una sonrisa a los dueños de la cafetería sin notar la presencia de la digimon que había enviado anteriormente, lo cual era una buena señal puesto posiblemente estaba oculta.

por Levy McGarden Vie Jul 19, 2013 11:12 am

No pude evitar sonreír cuando Fuji dijo que pagaría, no había otra opción, acababa de revelar que estaba algo corta de dinero, si bien dicen "Entre broma y broma la verdad se asoma", Fuji me había dicho sobre sus contactos y sus carentes vacantes a lo que respondí amablemente.

-No pasa nada, tranquilo, puedo sobrevivir las siguientes dos semanas sin preocuparme mucho sobre los gastos.- dije mientras trataba de tranquilizarlo.

Me quedé embobada escuchando sobre su empresa, realmente era interesante el saber como alguien tan joven tenía prácticamente el control de una empresa, ahora que me fijaba no había preguntado su edad, probablemente era de mi edad, o tal vez podría ser de esos viejos que logran conservarse mágicamente quien sabe como o uno de esos jóvenes que aparentan tener mayor edad.

Me quedé tan interesada en la plática de Fuji que no reacciones rápido cuando me pregunto mi vocación, tardé 5 segundos por lo menos para asimilar la pregunta y contestar.

-Pues, realmente me dedico más a cuestiones que tengan que ver con el mar, como la pesca, la compra-venta de mariscos y cosas así, pero también tengo experiencia atendiendo negocios como restaurantes y demás, respecto a lo de verme por aquí, es algo obvio, acabo de llegar a Japón hace menos de una semana, realmente con la única persona con la que me he relacionado ha sido con el casero, así que te darás cuenta que el haberte conocido es algo especial para mi.- dije mientras inclinaba un poco mi cabeza hacia la izquierda, ponía mi mano derecha en el centro del pecho y sonreía levemente.

Cuando llegamos al café Fuji me abrió la puerta como todo un caballero y eso tenía se le tenía que reconocer. -Muchas gracias, caballero.- dije mientras entraba al establecimiento y me quitaba la chaqueta. -Y bien ¿Dónde le gustaría sentarse adorable caballero? .- dije esperando una respuesta de mi acompañanate.

por Fuji Raikomaru Vie Jul 19, 2013 12:28 pm

Se sorprendió gratamente ante lo que le comentaba la dama, puesto a diferencia de el que usualmente viviría dentro de una oficina, ella si emprendía travesías interesantes en el mar mismo, como los piratas de los que leía en los cuentos cuando era pequeño. - ¿eres una marinera? eso es genial, no se compara en nada a mi aburrida vida detrás de un escritorio, con la misma monótona rutina –comentó algo molesto tras depositar la puerta de nuevo en su marco, sonriendo con algo de timidez por el halago por parte de la dama puesto no acostumbraba en nada a recibirlos. Asintió con una mirada tranquila, y el rostro ya mostrando su despreocupada sonrisa habitual, mientras buscaba con la mirada una mesa cercana puesto consideraba que para el era todo lo mismo.

Se rascó el mentón, para después dirigir su mirada a la dama. – esta ciudad es bastante tranquila usualmente, suelen haber un par de fenómenos a los que nadie ha hallado explicación pero no son nada alarmante, posiblemente solo sean sucesos meteorológicos o algo así de aburrido –no podía decirle “ de vez en cuando se escapan digimon del digimundo y destruyen parte de la ciudad, hasta que algún tamer los detiene” por lo que se limitó a dar su explicación genérica para toda cosa extraña que sucediese. ¿Ataque de un digimon? Fenómeno inexplicable, ¿virus informático masivo? Fenómeno inexplicable y ¿un fenómeno verdaderamente inexplicable? Lo mismo. El peliverde no solía buscar excusas rebuscadas puesto, mientras mas simple fuese una explicación mejor la actuaría.

Tomó sin consultarle el abrigo de la dama, para colocarlo en el respaldo de una silla cercana, la cual separó de la mesa para que su acompañante pudiese tomar asiento. - ¿de casualidad planeas quedarte mucho tiempo en esta modesta ciudad, Bonney? –preguntó curioso, de pie junto a la silla esperando que la dama se colocase en tal posición, que acercando la silla a la mesa pudiese tomar asiento tranquilamente.

por Levy McGarden Sáb Ago 03, 2013 10:55 pm

Noté la cara de sorpresa de mi acompañante, esperaba no haber dicho algo que le recordase algún momento malo o algo parecido, o eso era hasta que oí que lo que le pasaba es que su vida era totalmente diferente a la mía, después de oír eso no pude evitar hablar.

-Bueno, entonces un día de estos tomaremos a tu aburrida vida para dar un largo paseo en bote con la capitana Jewelry Bonney,¿Qué te parece?- dije mientras sonreía e hacía referencia a nuestro posible segundo encuentro.

Escuche sobre los dichosos fenómenos que solían suceder en la ciudad, para ser sincera, prefería los tranquilos sucesos meteorológicos que la tranquilidad que solía tener en mi hogar, esa era una de las cosas que me llevó a tomar la decisión de venir a Japón: el despertar cada día sin saber lo que pueda ocurrir.

Noté como tomaba mi abrigo para colocarlo en una silla cercana, la cual separó en otro de sus actos de caballerosidad, me senté no sin antes dar las gracias, esperé para que mi acompañante tomará asiento para contestar a su pregunta. En cuanto lo hizo no dude en responder velozmente.

-Pues tengo planeado quedarme de por vida, aunque realmente el seguir los planes al pie de la letra no es para nada lo mio, por lo cual me resulta difícil contestar con exactitud esa interrogante, aunque si la gente aquí es tan atenta como tú lo eres, no tendría ningún inconveniente para quedarme de por vida- dije mientras sonreía al decir la última oración.

por Fuji Raikomaru Dom Ago 04, 2013 1:30 am

Tras ver como Bonney tomaba asiento tras decir algunas palabras de halago ante el peliverde, este se limitó a sonreír con modestia ladeando su sombrero en señal de gratitud, mientras se preparaba para responder con atención sus palabras. - ¿la capitana Bonney, llevará a este marinero de agua dulce en un viaje? No puedo esperar, estoy seguro de que será una experiencia interesante –aflojó el nudo de su corbata, y abrió los botones de su saco para quitárselo. Tarareó una corta melodía mientras colgaba el abrigo que anteriormente tenia puesto, sobre el respaldo de su asiento, acomodando los gemelos de plata que se ubicaban en las mangas de su camisa y observó la hora en el reloj de bolsillo, que colgaba en el bolsillo superior de su chaleco negro. – espero que te sientas cómoda en este lugar, suelo estar viajando en lugares… particulares, así que al volver suelo aburrirme un poco… o tal vez demasiado –se corrigió recargando su espalda contra el asiento, mientras suspiraba sin perder la apariencia despreocupada y la siempre presente sonrisa en su rostro.

Observó por unos segundos una ventana cercana hasta que una camarera llamó su atención preguntando amablemente que tomarían. – por mi parte deseo una taza de té negro, el mejor que tengan, y un par de scones salados... si no es tanta molestia claro –le entregó una sonrisa amable tras finalizar su orden, desviando ahora su mirada hacia su curiosa acompañante. – no seas tímida a la hora de pedir, siéntete libre de pedir lo que se te antoje –aclaró, mientras suspiraba quitándose el sombrero y levantándose unos segundos para colgarlo de un perchero en la pared. No solía quitarse nunca en publico aquel objeto representante de su persona, pero parecía descortés no hacerlo en medio de una situación como esa y se le había enseñado que no se debían usar objetos que tapen el rostro, o modifiquen su forma de verse, en lugares cerrados.

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