Todo tiene un fin[priv. Vlad]

Las cosas en las ultimas semanas después de cerrar aquel trato iban siempre a mejor de forma hasta casi increíble, había regresado a mi hogar como parte del acuerdo y la hermana pequeña de Vlad estaba en la misma escuela a la que yo asistia, claro que en el primer nivel, ya que aunque sus resultados eran sorprendentes aun no dominaba al 100% el idioma japonés para colocarla en alguno superior a la edad que le correspondia, veía a los dos hermanos casi a diario, mas siempre era un simple saludo lo que podía dedicarles ya que a diferencia de ellos que se retiraban a pie, me iban a recoger en auto al instituto por ordenes de mi padre, aquella niña por extraño que parezca había dejado un poco de lado su actitud tan hosca para conmigo, claro que fue un poco gracias a la ayuda de mi amiga Yui la cual le hablaba con total familiaridad desde el principio y me arrastraba a sus charlas para presentarle la escuela y algunos tips para los maestros, parecía soportarme mucho mas y de vez en cuando los lograba ver en mi casa por cuestiones monetarias o de trabajo y teniamos charlas mas amenas entre los tres donde aquel comportamiento cambiaba a uno mucho mas amable aun estando presente su hermano

Inclusive las tardes tediosas donde tenia que acudir junto a mi padre a ver sus compañías para aprender la forma en que trabajaban todos se había vuelto un poco mas ameno para mi, mi padre también parecía complacido con aquellos dos hermanos y conmigo de cierta forma extraña, como si se alegrara de verme rodeada de mas personas o de tenerme de regreso en su negocio, mi madre seguía algo distante, aunque lo típico en ella, deje de prestarle atención y mi padre igual cuando sacaba temas incomodos para ambos, ya que sabíamos que ni Vlad ni Ekaterina eran malas personas

Como dirían algunos las cosas parecían ir viento en popa, los hermanos parecían felices con su “nueva vida”, mi amiga estaba mas que contenta de tener mas amistades y nos llevaba a paseos con frecuencia siempre que el trabajo nos lo permitia, alegando que como eran de otro lugar debían conocer lo mas lindo de Japon en nuestra compañía, además de que el ambiente en mi casa había mejorado, aunque claro, también dicen que nada dura para siempre…

- ¿Estas bromeando cierto? – pregunte completamente incrédula y molesta, si esto era una broma era una de muy mal gusto

- Hija, desearía poder decirte que si –

- Esto no puede ser verdad, no pienso tragarme un cuento como este – avente los papeles que tenia en la mano directamente en el escritorio de mi padre, estaba hablando con él en su estudio después de ser llamada por un asunto urgente, crei que se trataría de algo de trabajo como generalmente pasaba pero esto era completamente diferente

- Desafortunadamente hay pruebas, yo no me hubiera enterado de no haber contactado con aquella mujer, no hay ningún error – él me había mencionado que debia contactar a su abuela para informarles de que sus nietos se encontraban bien y que se quedarían una temporada mas en nuestro país, ya inclusive había aceptado que si así lo demandaba se irían con ella, después de todo no perderíamos el contacto y siempre podíamos vernos en el digimundo, pero los planes parecían cambiar de forma drastica

- ¿Y quién ha sido la mente maestra detrás de todo este teatro? – hablaba enfurecida, no podían hacerles eso

- No tenemos el derecho de entrometernos en sus planes – apreté mis puños antes de casi gritarle

- ¡¿Fue ella? ¿En que mente cabe hacer algo tan macabro como eso?! –

- Hija, tranquilízate… -

- Ekaterina tampoco lo aceptara, es su hermano – mi padre suspiro dando esto por hecho

- Su verdadero hermano ya viene en camino, estará aquí mañana mismo y quiero hablar con los tres al finalizar sus clases – sus palabras solo me hicieron rabiar mas, quitarle su titulo después de que él la estuvo protegiendo por tanto tiempo, no podía soportarlo, mas me contuve para hacer una pregunta

- ¿Vlad lo sabe? –

- Solo he podido decírtelo a ti –

- Y quieres que yo los traiga ¿cierto? – asintio a mis palabras mientras agachaba la cabeza intentando entender algo de esto… después de unos segundos me levante de mi lugar – No me interesa quien sea él, yo solo conozco a un Vladimir – dije antes de cerrar la puerta de golpe, haciendo que por el aire producido una foto de un joven casi idéntico a Vlad cayera del escritorio, mi padre suspiro antes de recoger aquella foto y guardar ese archivo en su lugar.

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Esa noche poco pude dormir, intentando encontrar una manera de decírselos, cosa que deseche al darme cuenta que seria incapaz de contarles tales acusaciones y cosas, al día siguiente preste casi nula atención a las clases impartidas haciendo que Yui se preocupara y mas de una vez me preguntase que era lo que me pasaba, trate de explicarle que no me sentía bien y después de hacerme comer casi a la fuerza y acompañarme entre clases me dejo irme a mi casa con la promesa de que descansaría, poco sabia ella que esa tarde no iba a descansar, aunque le tendría que contar lo acontecido luego, por ahora era un asunto donde ella no podía opinar, pero sabia de sobra lo que diría, estaría de acuerdo conmigo en que no podían hacer lo que sea que tenían propuesto hacer, esta de mas decir que se llevaba de maravillas con ambos hermanos, tanto que a veces los llegaba a acompañar un tramo hacia su casa solo por platicar con Ekaterina o con Vlad, había aprendido a tolerar sus ratos mas extravagantes y disfrutaban su compañía…

Me apresure a la entrada encontrándome con Vlad el cual esperaba a su hermana, lo salude de forma timida, tratando de no revelar nada de lo acontecido la noche anterior, no tardo ni 5 minutos en aparecer Ekaterina y les pedi a ambos que me acompañaran a mi casa por un asunto de suma importancia, logre convencerlos creo que mas por mis gestos de preocupación que no podía ocultar que por lo que les decía, dije mil cosas para que subieran al carro rápidamente de las cuales poco puedo recordar, el viaje como no pasaba en un buen tiempo fue en completo silencio, el ambiente que se sentía en el camino era pesado, inclusive el simpatico chofer que siempre nos hacia platica las escasas veces que aquel par tenia que acompañarnos se limito a bajarnos en la entrada de la casa, donde fuimos guiados directamente a una sala que servia como estudio en la planta baja de la casa, en esta había 3 sofas para 3 personas cada uno, rodeando 3 lados de una mesa cuadrada, además de un escritorio y librerías en diferentes sitios, todo bien iluminado y pintado de color celeste y blanco, era un lugar relajante y probablemente mi padre nos mando ahí para suavizar de alguna forma la noticia, me sente junto a ellos incapaz de ponerme del lado donde seguramente se encontraría mi padre y aquel joven, frente a nosotros una mesa baja nos separaba del sillón de enfrente donde actualmente no había nadie, hice que Vlad tomara asiento entre ambas y trate de tranquilizarme un poco sin saber que mirar o hacer

- Gustan.. ¿algo de tomar? – pregunte sin tener idea de que mas decir, ellos sabían que si querían algo había sirvientes que nos lo traerían de inmediato, trate de buscar algún otro tema pero no consegui que viniera nada a mi cabeza, así que me aventure con la verdad – Creo que ha pasado algo malo… - me atrevi a ver a los ojos a aquel par de hermanos un momento – Solo quiero que sepan que no sabia nada hasta ayer, y que ayudare a ambos con lo que sea si es necesario pienso sacar a ese jo… -

- Yuuki-chan, veo que han llegado – la puerta se abrió de golpe interrumpiéndome y dejando entrar a mi padre el cual los recibió como siempre lo hacia – Ekaterina, tan hermosa como siempre, y… Vlad, mi mejor socio – les sonrió a ambos, haciendo una ligera pausa antes de mencionar su nombre y darles una pequeña reverencia haciendo señas con sus manos para que no se levantaran, impresionándome como podía tratarlos como si nada pasara, por un leve momento crei que todo esto era un mal sueño del cual había despertado por fin, pero sus palabras no pararon ahí para mi desgracia – Mi hija los ha citado aquí para un asunto muy importante – tomo asiento frente a nosotros antes de verlos seriamente– Por favor, necesito que aclaremos un par de cosas, mi apoyo a ambos no disminuirá en ninguna medida, una promesa es una promesa y en lo que a mi concierne los dos se han ganado mi respeto y confianza – hizo una pausa como pensando en lo que haría, soltando un suspiro antes de agregar, rogué que no hubiera llegado o que simplemente pasaramos a otro tema – ¡Vladimir, puedes pasar! – grito hacia la puerta invitando a entrar a su acompañante mientras yo de forma inconsciente me aferre de la chaqueta del Vlad que yo conocía, debia mantener mi compostura, pero no iba a permitir que nadie le quitara su familia a aquel chico, fuera o no fuera el hermano de Ekaterina se había vuelto mi amigo y el hacer una cosa así no podría permitírmelo

- Vlad – susurre mientras levantaba mi vista levemente para no faltarle al respeto al nuevo llegado, no me importaba que sus archivos tuvieran otro nombre, por mas que mi padre insistiera no pensaba llamarlo de otra manera, menos aun pensaba soltarlo…

Todo el asunto inicio con una pequeña carta sin remitente la cual le fue entregada hace unos cuantos días. Al principio dudo si realmente lo que allí estaba detallado era cierto o simplemente una tonta broma puesto que si esto llegaba a resultar verídico su mundo tendría un cambio realmente drástico por no decir radical. Antes de tomar cualquier decisión vlad pensó si era corrector consultar con su abuela puesto que esa mujer debía tener noción de esto  y podría confirmar todo el asunto de forma inmediata.

Aunque como ceo de una gran compañía poseía muchas obligaciones vlad se podía permitir un tiempo para atender sus asuntos personales siempre y cuando se encontrara en su oficina, este era un cuarto ubicado en la planta más alta de la empresa, no era un lugar demasiado ostentoso puesto que aparte de un escritorio y algunos indumentos típicos de un lugar así nada más se encontraba adornando el sitio, era tal el grado de simpleza del sitio que cualquier persona que entrara y le preguntaran cual era el atractivo simplemente contestaría que sus grandes ventanales los cuales dejaban ver un fantástico paisaje; una mezcla entre el bosque y las montañas.

Vlad una vez se hubo desocupado de todo simplemente recostó su espalda sobre el respaldo de su silla tomo el teléfono de oficina y comenzó a marcar rápidamente los números *tip!!...tapp!!...tapp!!...tipp!!...tap...* el sonido del tecleo pronto fue precedido por el de la línea intentando conectarse lo cual duro tan solo unos cuantos segundos luego de que una voz masculina un tanto avejentada contestara.

-Residencia de los Kuznetsov, ¿con quién tengo el gusto de hablar?- aunque le fuera imposible ver la cara de aquella voz para vlad no fue difícil entender que esta pertenecía al mayordomo principal Pietro Strogonoff.

Luego de un corto intercambio de palabras al intentar que lo comunicara con su abuela Pietro le informo que esta no se encontraba; había salido de viaje hace unos pocos días a un lugar desconocido por lo tanto comunicarse con ella sería imposible. Al oír aquella respuesta vlad no pudo evitar fruncir el ceño mientras su mano libre masajeaba su frente, las salidas de su abuela a esos lugares solo ocurrían siempre que él necesitaba algo de ella por lo que con el tiempo vlad se dio cuenta de que simplemente tendría noticias de ella cuando fuera necesario; no quedándole otra cosa más que suspirar le agradeció al mayordomo por la información terminando la llamada no sin antes despedirse de este.

Pese a que ese mismo día había una junta importante, vlad decidió que era mejor dejárselo a su socio y más grande amigo el cual muy a su pesar decidió aceptar encargarse como de costumbre de todos los asuntos tediosos para Vladimir. Ya con todo resuelto simplemente tuvo que hacer un viaje rápido a su casa para preparar todas sus cosas y en esa misma noche se dirigió al aeropuerto para tomar un vuelo hacia Japón.

Daban las doce de la noche cuando llego a la zona de  abordaje casi al mismo tiempo una voz femenina sonaba por el alto parlante anunciaba que el vuelo estaría próximo a salir rumbo a su destino por lo que no hizo falta esperar casi nada tan solo entregar su equipaje y sentarse en su asiento asignado, además de soportar unas cuantas horas de vuelo; las cuales entre las entretenciones del avión así como unos momentos de sueño le ayudaron a olvidarse de aquello llegando sin problemas a su destino. La primera parte se había cumplido aunque aún había mucho tiempo antes de la cita indicada en la carta el cual usaría para recorrer el lugar y familiarizarse con el entorno.

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No era la primera vez  que los hermanos visitaban la casa de su amiga, ni tampoco era la primera vez que Yuuki los invitaba pero en esta ocasión algo se sentía diferente; una sensación extraña se podía notar en sus palabras por lo que el mayor de los hermanos dudo uno segundos antes de  aceptar no por creer que ella tuviera malas intenciones sino que un presentimiento le decía que si la acompañaba algo malo pasaría, sin embargo no escucho a su instinto y acepto ir subiéndose al vehículo ante el apuro de Yuuki. El viaje rumbo a la mansión se realizó en silencio, un aire tenso el cual junto a otros factores crearon una sensación de incomodidad casi hasta el punto de querer abandonar aquel transporte aunque fuera saltando de este en plena marcha pero esto no ocurrió. Los hermanos simplemente permanecieron inmóviles hasta que por fin pudieron descender del coche llegando así a la mansión.

Ambos se dejaron guiar al interior de la mansión, donde negaron desear algo quizás si se encontraran bebiendo en el momento en que su amiga comento que algo malo sucedía habrían desparramado todo el contenido de este sobre el suelo. El hermano mayor en ese mismo momento deseaba preguntar con que se refería diciendo que algo malo acontecía, pero no tuvo que caer en la necesidad de hacerlo puesto que la misma Yuuki continuo hablando excusándose de no saber sobre aquello hasta el día de ayer ¿pero que era aquello? En el momento justo que más información estaba a punto de ser revelada su padre llego interrumpiendo.

-Buenos días señor Etsu- dijo el mayor sin poder levantarse para así no rechazar la oferta del padre de Yuuki.

En cambio Ekaterina no gesticulo palabra alguna tan solo se limitó a sonreír ante las palabras halagadoras de Etsu hacia ella.

El ambiente se había relajado un poco desde la llegada a la mansión pero las siguientes palabras de Etsu cambiaron todo para por lo menos uno de los hermanos puesto que el mayor de estos parecía sospechar  cual era el motivo detrás de esta situación incluso antes de que el padre de su amiga terminara de hablar. Todo se derrumbó cuando aquel nombre fue mencionado no para llamar al hermano de Ekaterina sino para un tercer sujeto el cual al parecer estaba detrás de la puerta esperando el llamado para ingresar.

Vlad simplemente ingreso con paso firme a la habitación mirando a los presentes, frente a él se hallaban tres personas más sin contar obviamente a Etsu; eran dos chicas y un chico de apariencia casi similar a la suya. Cualquier persona en su lugar estaría conmocionado ante tal vista, eso se podía notar al ver la cara de la chica al lado del que se parecía a él. Ella pese a intentar mantenerse en calma no podía ocultar la expresión de desconcierto presente en su rostro.

Mi padre al ver el desconcierto y las muchas preguntas en la mirada de los ahi presentes volvio a emitir un pequeño suspiro previo a sus palabras

- Debido a lo rapido en que se presentaron las cosas solo tuve tiempo de hablar con mi hija acerca de esto, lo lamento por ambos - menciono dirigiendose a los hermanos a mi lado, después volteo a ver a su invitado

- Vladimir, te presento a Ekaterina – abrió su mano señalando a la chica – Y a mi hija Yuuki – omiti cualquier comentario recibiendo una mirada severa de mi padre, aunque no podía obligarme a hacer nada, solo me mantuve observando a aquel extraño con mirada retadora, sin importarme que ese joven entendiera el mensaje de que no lo quería ahí

- Pero toma asiento, hay algunas cosas que debo explicarles, cosas que seguramente tu abuela ya te habrá informado – chasqueo los dedos mientras se sentaba e inmediatamente un mayordomo que estaba fuera de la habitación paso con los mismos papeles que me habían presentado a mi – Aquí esta toda la información que me fue entregada por la señora Kuznetsov, en la cual explica las identidades de ambos – abrió dos carpetas en la mesa frente a nosotros, frente a una había una foto de… bueno, de Vlad y en la otra estaba la foto de aquel otro chico, ambas con extraordinaria similitud, aunque a mi no me sorprendio en absoluto debido a la charla previa que habíamos tenido, la unica diferencia eran los nombres registrados en cada una

- Lamento que todo esto sea tan abrupto para ambos, Ekaterina, Vladimir, creo que el único que estaba consciente realmente de esta situación era este joven, aunque no tenia permitido decir la verdad ¿Cierto Hei? – le pregunto usando el nombre que según los papeles era el verdadero, haciendo que apretara un poco mas la tela entre mis manos, no pude contenerme un momento mas

- Vlad no tiene la culpa de nada, y en todo caso él se ha mantenido al lado de Ekaterina por prácticamente toda su vida, no hay ningún derecho… –

- Yuuki, dejemos que los aquí presentes decidan, por favor guarda silencio a menos que quieras salir de la habitación – su tono de voz era autoritario, como pocas veces empleaba conmigo y en parte tenia un punto, mi comentario aquí estaba de mas ya que el asunto solo me concernia por ser amiga de aquellos dos chicos, no tendría porque estar ahí de no ser porque el contacto entre ambos era mi propio padre, me trague mis palabras y me mantuve sentada sin soltar a Vlad, mi padre al ver que me había tranquilizado prosiguio

- Pueden ver estos archivos, y siéntanse en libertad de preguntar cualquier cosa, responderé con gusto sus dudas mientras pueda, aunque los motivos para que esto se llevara a cabo los desconozco, son asuntos de su familia con los cuales los Kimura no podemos interferir – hizo hincapié en lo ultimo para recordarme que no podía entrar en la discusión que seguramente empezaría en un instante, me quede observando a Ekaterina y a Vladimir de reojo, mas a la primera para verificar que se encontrara bien, se veía sumamente desconcertada por todo esto

-Encantado de conocerlas- saludo Vladimir con una leve reverencia y una ligera sonrisa la cual no poseía ninguna intención oculta, tan solo quería demostrar que le agradaba a conocer a las personas que se encontraban ahí. Pese a conocer a su hermana por primera vez decidió no mostrar ningún gesto excesivo, el entendía lo incómodo y raro de la situación.

Ekaterina por simple costumbre se inclinó suavemente correspondiendo el saludo pero sin gesticular palabra alguna. Había que elogiar el gesto de la muchacha que aunque no lograra poner una cara de póker su semblante no parecía estar perturbado a menos que la viera alguien que la conociera realmente.

-Gracias por la oferta señor Etsu- comento vlad sentándose de tal forma que quedara un poco más alejado del resto. Aquellos informes mostrados por aquel hombre contenían mucha información con respecto a su pasado; el accidente ocurrido durante su infancia; los datos de aquel muchacho cuya similitud con el casi podría considerarse como terrorífica pero por sobre todo aquellas fotos comparativas. Todo esto era completamente nuevo para el puesto que su abuela nunca le revelaba información más que la necesaria aunque en este caso ella simplemente escapo sin revelar nada de nada.

Ekaterina por su parte no podía creerlo, a pesar de toda una pequeña luz de esperanza se había mantenido alumbrando su camino la cual fue apagada por esta oscura y tajante información. Todo lo que ella conocía era mentira; el hermano con el que tanto tiempo vivió y conoció no era realmente nada de ella, en cambio aquel que resultaba ser su hermano simplemente era un completo extraño. En su estado no sabía si reír o llorar, en su mente estas ideas luchaban por obtener la victoria y mostrarse en su rostro pero ninguna logro ser lo suficientemente fuerte como para alterar su expresión.

Hei al escuchar las palaras del padre de Yuuki trago saliva*glup* y fue incapaz de responder aquella interrogativa, pero nadie podría culparlo puesto que pese a tener pleno conocimiento sobre la situación tan solo se había enterado de ello hace unos pocos días sino es que semanas. Él también era una víctima del plan de aquella anciana. Además como podría decirle a alguien que no conociera que era un digimon sobre su verdadera fuente de información sobre el tema –“me lo conto un espíritu con forma de ángel el cual tengo oculto en un aparato llamado digivice con el que me transformo en el”- sin duda el mismo notaba que decir eso sonaría completamente loco, nadie sería capaz de creer tales palabras siempre y cuando no conocieran a los digimons.

Aquella muchacha llamada Yuuki objeto ante las palabras de su padre llamando al impostor vlad, cosa que al verdadero le molesto un poco no porque odiara al otro tipo llamado Hei, más bien el sentir que otro tenía su nombre y había vivido por en tiempo siendo el  causaba en su interior un cierto desagrado pero en vez de objetar cualquier cosa decidió que lo mejor sería permanecer quieto mientras ambos terminaban de parlotear.

Vlad medito unos pocos minutos sobre la situación y pese a tener muchas preguntas sobre aquel asunto había algo más importante que deseaba saber en estos momentos. Sin temor a reprimendas simplemente miro a Etsu y dijo aquella pregunta –Señor Etsu se agradece toda su ayuda en el tema pero podría decirme en que se beneficia de esto- era cierto que no podía negar lo útil que aquel señor resultaba  pero no entendía que ganaba el organizando todo esto. Según su conocimiento aquel tipo tenía una alianza financiare con aquel impostor  la cual era completamente inválida ahora que todo esto era revelado, Vladimir entendía que si el tal Etsu quería mantener aquella alianza ganarse su confianza era lo indicado, pero  por otra parte reconocía que aquel sujeto no buscaba algo así. –Además si no es mucha molestia… me gustaría que nos dejara hablar a solas, claro su hija puede quedarse si ella así lo desea- aquellas palabras no eran por simpatía hacia ella. Vlad sabia sobre los digimons por una extraña carta en la cual se detallaban los nombres de cuatro personas entre ellas figuraban su hermana, el llamado Hei, una muchacha que no conocía y Yuuki como se llamaba la  hija de Etsu.

Al escucharlo hablar quedo marcada otra diferencia, sus tonos de voces eran distintos, si fueran iguales terminaria siendo realmente algo que me daria miedo, se dirigio a mi padre cuestionando sus ganancias de ayudarnos de esta forma, lo cual me resulto un poco molesto de su parte, mas por quien era que por lo que preguntaba, ya que siendo razonables era un cuestionamiento obvio al estar en nuestro tipo de vida

- Si no te molesta planeo ser yo quien conteste esa pregunta - me adelante a contestar en nombre de mi padre, el cual sonrio un poco mas complacido al ver que mi actitud habia cambiado un poco

- Como gustes Vladimir-kun, y dejare que mi hija hable en mi nombre, por favor sientanse libres de pedir lo que deseen, dejare un mayordomo en la puerta de la habitacion en caso de que se les antoje algo - anuncio antes de levantarse y dirigirse a la salida - Estare en mi estudio un momento, agradeceria que me avisen cuando terminen su charla - asenti a sus palabras antes de oir la puerta cerrarse con un pequeño click

suspire antes de hablar, ya que me habia prestado a eso - El unico beneficio que tiene mi padre al prestarles su ayuda es... - me aventure a contarselo a todos, sabia que Vlad lo sabia, lo habian discutido la primera vez que se habian encontrado - Mi propio beneficio, ademas de una promesa hecha por los miembros de mi familia a aquella señora, aunque mayormente lo hace por mi y la relacion que mantengo con ellos - realmente sonaba inclusive algo patetico el estar diciendo todo esto, pero era la verdad, asi que si el chico creia que ayudaba en algo a nuestra familia por su posicion le dejaria en claro que no era cierto

- No parece algo realmente creible, y tampoco me interesa que lo comprendas, pero actualmente les debo mucho a ambos, no busco ninguna recompensa ni alianza contigo, si es que lo estas pensando, ni siquiera queria traerlos aqui para ser sincera - le hable con la verdad sin importarme realmente como esto afectaria cualquier posible relacion entre ambos, no me interesaba

- Me han explicado tu situacion previamente, y lamento lo que te has perdido, pero no permitire que lastimes a mis seres queridos aunque eso me traiga problemas a futuro, tanto Ekaterina como Vlad son parte de mi familia y no estoy de acuerdo con esta manera de hacer las cosas - puse un poco de enfasis al mencionar el nombre de mi amigo sin moverme de mi lugar - Podras ser su hermano biologico pero el unico que ha velado realmente por ella estos años esta sentado a mi lado y no planeo dejar que alguien desconocido intente separarlos - amenace a aquel chico directamente como queria hacerlo desde el momento en que lo vi, esperando que ninguno de los dos me detuviera, sabia que estaba siendo impulsiva pero esto era realmente algo muy rapido para todos - Asi que... Vladimir - tarde en pronunciar su nombre, sintiendo una extraña sensacion al salir de mi boca - ¿Quien te ha dicho todo esto? dudo que mi padre te haya hablado mucho antes, dado que no lo conoces en absoluto, y por tu mirada de sorpresa ni siquiera esa mujer tuvo el valor de confesar sus atrocidades ¿que te motivo a venir a Japon sin tener nada mas que una leve pista? una llamada de un extraño no es algo convincente - comence a cuestionarlo sin creer esta absurda historia, aunque habia algo que me carcomia lo cual trajo otra duda a mi mente

- ¿Esto es real? - le pregunte a Vlad girando a verlo directamente e ignorando un poco a nuestro invitado - ¿Sabias de esto?... todo... ahora mismo todo es una pesadilla, dime que no tenias nada que ver con este engaño - aun no salia del shock, y mis emociones se estaban entremezclando, no sabia como sentirme, quiza porque mi mente no terminaba de asimilarlo - No entiendo nada de esto - le sonrei sin saber que mas hacer o decir, todo razonamiento logico parecia haber desaparecido, baje mi vista hacia mis piernas perdiendome en mis pensamientos por un instante, aunque me quede en esa posicion incapaz de agregar algo mas a nuestra conversacion, solo espere a que alguien me diera alguna respuesta, por primera vez en mucho tiempo no sabia como actuar

Aquella muchacha parecía sentirse atacada por la pregunta de Vladimir, al parecer eso había llegado hasta un fibra sensible. Su discurso sobre la situación que los llevo a ello era algo indiferente no esperaba ni deseaba  escuchar la historia de su vida su único interés real era  conocer las intenciones de los presentes. Aquella plática se extendió por unos cuantos minutos Antes de que Vladimir tuviera la oportunidad de hablar.

Sin embargo fue Hei el primero en responder ante las palabras de su amiga, cual se notaba un tanto desesperada por toda la situación que ocurría en aquel momento. El intento hablar pero era una vana combinación entre gesticulación y movimientos de manos los cuales parecían demostrar mucho pero en realidad nada se podía escuchar de una boca que no emitía sonido alguno. Solo fueron uno pocos segundos los que se tardó en rectificar su actitud, a tiempo para sincronizar sus ideas con sus movimientos  permitiéndole así darle una explicación decente a su amiga.

-A decir verdad…- en su garganta podía sentir un nudo apretando su interior el cual le otorgaba una pequeña molestia al hablar –hace tan solo unas pocas semanas, tres para ser preciso he estado teniendo algunas pesadillas así como también una voz un tanto familiar me decía que ya era la hora -  aquel ser que transmitía ese mensaje no era otro más que el digispirit con el cual había hecho hace algún tiempo atrás una especie de semi-contrato, cuya duración había terminado con la llegada de su verdadero dueño. –Aunque fue hace tan solo una semana atrás que recibí una carta en donde se detallaba todo lo ocurrido hasta este momento- Si bien era plausible decir que él no poseía culpa en el asunto  esto era fácilmente refutable. El tener un conocimiento temprano sobre aquella situación agregados al hecho de ocultar lo de la carta a su “hermana” pese a que su motivo fuera el no querer creerlo le daban cierta responsabilidad culpable. Una disculpa estaba a punto de salir de sus labios pero esta fue interrumpida por aquel que sin emitir ningún gesto o protesta se mantuvo estoico ante la conversación de ambos.

-No es mi intención interrumpir este momento- hablo Vladimir en un tono de disculpa por destrozar aquella atmosfera -pero permítame aclararle ciertas cosas señorita (refiriéndose a Yuuki) – antes de continuar la posición en la que se encontraba vlad cambio a una un poco más cómoda casi como relajada pero  sin embargo su tono de voz se volvió un poco más duro.-Si como tú dices te han explicado la situación deberías darte cuenta que me es imposible para mi velar por alguien cuya existencia solo se me dio a conocer hace unos pocos días o acaso piensas que es posible viajar en el tiempo y recuperar lo perdido para no afectar a los que tu llamas como familia?- lentamente la mirada en su rostro comenzó a cambiar volviéndose más seria de lo que era hace tan solo unos momento. –No tengo obligación alguna de revelar mis motivos para venir a este lugar…-  hubo una breve pausa que fue cubierta por un silencio, aun pensativo vlad pensaba si era correcto contar todo a personas que no conocía ni en las que tampoco confiaba aunque no perdía mucho revelando secretos sabiendo el los de aquellos tres frente a él. –Tengo mis propios motivos para hacerlo y quien escribió la carta la verdad no debe tener mucha importancia en este momento- más que no tener importancia estaba el hecho de desconocer  la fuente de aquel papel.-En esa carta no solo detallaba este asunto, también había cierta información sobre ustedes cuatro, es decir los tres aquí presentes y alguien más- Vladimir termino todo lo que tenía que decir con aquella frase sin revelar mayores detalles sobre los datos, puesto que nunca era bueno usar todas las cartas en un lugar donde no se podía asegurar tener la ventaja.

Me mantuve en mi posición agachada hasta oír la voz de uno de ellos, por suerte el primero en hablar fue el chico que yo conocía, provocando que volteara a verlo levemente, el Vlad que era mi amigo hablo con cierta extrañeza en su voz, mencionando que había tenido unos peculiares sueños donde alguien o algo le anunciaba el fin de un suceso, aunque no sabía a quien se refería, podía ser alguien de su pasado, por un momento también pensé en su digispirit pero ya que no conocía mucho de sus relaciones no podía estar realmente segura, eso si, atribuí aquellos sueños a un comportamiento algo mas cerrado de parte de mi amigo

Paso a mencionar algo acerca de una carta que le había llegado, en la cual se detallaba todo este asunto, en ese momento no sabia si sentirme decepcionada o enojada porque no había sido lo suficientemente sincero para compartir eso conmigo, aunque a la vez no entendia porque me sentía de esa forma para con Vlad, si después de todo no era realmente de mi incumbencia, de cualquier forma no pude evitar que algunas palabras salieran de mi boca

- ¿Por qué no me dijiste? – una parte de mi realmente necesitaba respuestas y que confiara lo suficiente en que lo ayudaría como lo había hecho hasta el momento, mas antes de continuar con nuestra platica fuimos interrumpidos por aquel otro chico quien se había mantenido callado hasta el momento, hablo de forma algo agresiva respondiendo a mis acusaciones, y dándome a entender lo obvio, mi actuar era meramente sentimental y lo sabia, pero no podía reprimir el querer sacar cuanto antes de mi casa a ese extraño que prácticamente había venido a arrebatarle algo a dos personas importantes, me tuve que tragar mis palabras, era cierto que no existía forma de volver en el tiempo o recomponerlo todo y aun así no le daba derecho a reclamar, al menos así pensaba

Contesto mis preguntas de forma infantil, dejando en claro que no pensaba decirnos nada acerca de lo que el sabia, y que no le interesaba nada mas que confirmar lo que alguien le había dicho de igual manera a través de una carta, pero lo que me desconcertó realmente fue lo ultimo que dijo, parecía que entre lo contenido en aquella carta había cierta información que nos incluia a los presentes además de otro allegado a nosotros, pensé por un momento sin saber a que se referia exactamente, debido a mi desconfianza para aquel chico lo único que pude pensar es que nos estaba tendiendo algún tipo de trampa en la cual caeríamos entregando mas información acerca de nosotros, me sente de forma firme y con una mirada y tono severo respondi a aquello

- No se a que te refieres, y con esa escaza información no planeo ser yo la que continúe con ese tema, si quieres saber algo haz preguntas más concisas – ese niño no se iba a salir con la suya después de actuar de esa forma, aunque fuera en respuesta a mi forma de actuar el entablar amistad con aquel sujeto estaba fuera de la discusión

-  Si alguien te ha dado datos de mi familia quizá deberíamos investigar la fuente, no podemos permitir que algún desconocido divulgue cosas personales – me trague mi orgullo un momento con tal de que pudiera colaborar algo mas, había una pequeña posibilidad de que supiera algún dato acerca de los Kimura y ese tipo de información podía ser usada para chantaje posterior contra las empresas de mi padre, suspire hondamente antes de continuar hablando con un tono de voz mucho mas tranquilo comparado con el de antes

- Te agradecería que nos dijeras acerca de que hablaba exactamente la carta, si es algún truco barato te aseguro que no funcionara, pero si la información afecta a alguno de los que estamos aquí creo que estaras de acuerdo en que será mejor encontrar al culpable, no puedo arriesgar a tu… - hice una pausa por lo que estaba a punto de decir, rectificando mis palabras – No correré el riesgo de que alguien como Ekaterina tenga que lidiar con rumores o falsas acusaciones – en ese instante repare en que la mencionada no había dicho ninguna palabra ante nuestra leve platica y nuevamente mi atención se desvio por completo de lo que inicialmente estaba buscando

- Ekaterina-chan – le hable con voz delicada, probablemente estaba en shock debido a la noticia – Si gustas podemos salir a tomar algo de aire fresco, o te pueden traer algo de tomar si lo prefieres – con algo de esfuerzo solte la chaqueta de Vlad y sin esperar su respuesta me dirigi a la puerta, una vez ahí pedi una bebida con azúcar para ella, ya que no quería que decayera, volvi a mi sitio después de indicarle al mayordomo que tocara antes de pasar cuando estuviera lista, camine hacia la pequeña hermana y me detuve frente a ella

- Dime algo por favor – le pedi con un nudo en la garganta, desde que la había conocido en aquel incidente en el digimundo jamas la había visto de esta manera, parecía estar pensando en alguna cosa, con su mente en algún lado fuera de aquí, como negándose a aceptar la realidad que se le presentaba, la comprendia un poco, esa noche había estado de la misma forma, intentando darle algo de sentido a todo esto – No puedo decir que te comprendo pero creo que me es tan difícil de asimilar como a ti – quizá a mi no me estaban quitando alguien tan cercano como un hermano pero la relación entre los dos hermanos conmigo era algo que no había sentido desde hacia demasiado tiempo, si bien no eran mi familia relamente era lo mas parecido a una que podía tener, pare mis pensamientos en ese instante, si seguía ahondando me rompería y no podía permitirme eso ahora, había muchas cosas que aclarar antes de que el día terminara

-Perdón si lo mantuve en silencio, pero tenía mis razones- Tal vez si tan solo hubiera revelado todo esto a su amiga las cosas podrían haber sido diferente, en su mente esta idea parecía aferrarse firmemente en el fondo de este pero la realidad era lo bastante clara. Nada podría cambiar el hecho actual ni acallar la verdad que se había presentado en la casa de ella.

-N…n…no fue por desconfianza- a Hei le sorprendió un poco su propio tartamudeo ante su disculpa dirigida a su amiga Yuuki –ni yo mismo entendía muy bien los sucesos de las últimas semanas – todo había ocurrido de forma un tanto apresurada y el simple acto de intentar asimilar todo lo acontecido le tomo demasiado tiempo como para darse cuenta que eso mismo era lo que no tenía para gastar.

-No es necesario…-  Fue la respuesta de la joven Ekaterina ante sugerencia de Yuuki sobre abandonar la habitación. Su cara está completamente inexpresiva y aquellas palabras parecían ser carentes de sentimientos como si fuera algo pregrabado. Aunque su postura era de perfecta calma, su cuerpo erguido y en posición correcta no evitaba el pequeño temblor en este mismo.

-Muchas gracias- su garganta estaba seca pero no era debido a la sed o al calor, era más debido a la incómoda sensación de sentir la necesidad de decir algo pero no tener las palabras adecuadas o la fuerza de voluntad para revelar los pensamientos ante todos los presentes. –Solo dejemos que esto continúe…- fue lo que al fin pudo pronunciar en un tono tan bajo que solo Yuuki sería capaz de escuchar aquellas palabras. Ekaterina aún estaba convencida que el muchacho a su lado era su único hermano, pero ciertas imágenes de su infancia se habían presentado dándole a conocer situaciones que su subconsciente mantenía resguardado en lo más profundo de ella.

Al parecer la costumbre de la conversación seria que vlad hablaría al final de todos ellos, puesto que no era la primera vez de lo que llevaban de plática no le molestaba en absoluto. Incluso se podría decir que agradecía el tiempo que tenía para pensar sus respuestas.

-Tu familia no me es tan importante como para querer divulgar información de ella – aquella actitud de la chica realmente le molesto a Vladimir, a él no le agradaba que la gente cambiara su actitud solo por miedo o inseguridad sobre ciertos asuntos –Pero para que te sientas aliviada...- comento no demostrando actitud hostil puesto que simplemente era un tono para comunicar algo. –En la carta no hay dato alguno de tu familia (refiriéndose a los kimura), a las cuatro personas que me refiero son ustedes tres y una cuarta llamada Yui- ya que había revelado aquello no pensaba contenerse con sus palabras.

Cerciorándose que los tres se encontraban prestándole atención vlad continúo con su plática –Les dejare algo muy en claro, yo no vengo a quitarle nada a nadie- aquellas palabras sonaban muy relajantes pero eran ciertas en gran parte –para empezar y puede que sea algo cruel pero, Ekaterina nunca fue la hermana de “el”- intento enfatizar la referencia a Hei con un tono despectivo. No sentía odio por aquel muchacho puesto que en su interior comprendía que solo era una víctima de la situación orquestada por su abuela, pero al pensar en todo lo perdido –y si aún quieres saber lo que decía la carta y mi segundo motivo por venir hasta aquí lo diré.-  Vlad tomo de uno de los bolsillos en su vestimenta un pequeño sobre el cual poseía un sello roto y en cuyo interior se podía apreciar un pedazo de papel.

-Ten…- le dijo entregándole la carta a Yuuki no muy seguro de si ella sería capaz o no de entender la letra ahí escrita, no la conocía y por ende tampoco sabía cuál era su dominio del ruso. Vlad para no complicar las cosas hizo un pequeño resumen –en la carta se detallan muchas cosas, pero lo más importante es que habla sobre unas criaturas llamadas digimon- ahí en el papel estaba detallada toda la información básica de estos, así como de los digispirit y el aparato usado por los llamados tamer –también está escrito que ustedes cuatros son los poseedores del  llamado digivice y lo que me lleva a mi segundo motivo- un pequeño silencio incomodo invadió el ambiente pero este solo duro una centésima de segundo. –El digivice que tiene al que tú llamas vlad en realidad me pertenece a mí y he venido a reclamarlo – es fue una declaración bastante importante no solo Hei estaba en una posición donde podría perder a su hermana si no que tambien perdería todo contacto con el digimundo y la herramienta que le permitia entrar en este.

Al escuchar las palabras tan débiles de Ekaterina no pude evitar sentirme peor, en verdad todo esto le estaba afectando de mas, y su supuesto hermano biológico no tenia nada de consideración con su estado, coloque una mano en uno de sus hombros y asentí ante su petición, quizá era lo mas inteligente, solo ver hasta donde esto avanzaba, aunque no permitiría tal ultraje hacia mi amigo, después de esto me quede de pie al lado de ella, esperando que Vladimir continuara su historia

Aquel chico volvio a hablar de manera un tanto despectiva de mi familia, su actitud me molestaba de mas, pero no me dio mucho tiempo para reclamarle dado que en sus siguientes palabras había un nombre clave acerca del tema de la carta, menciono a mi amiga Yui, haciendo que mi mente terminara de atar cabos, lo único que nos conectaba a nosotros 4 ademas de nuestra extraña amistad eran nuestros digivices y la conexión con el mundo digital

Con sus siguientes palabras solo me hizo querer golpearlo y sacarlo de la casa inmediatamente, la forma en la que se refirió al Vlad que yo conocía fue la gota que derramo el vaso, estaba dispuesta a acercarme a él y a comenzar una pelea si era necesario, pero continuo hablando entregándome un papel… admitia que mis conocimientos acerca de su idioma no eran los necesarios para leer esa carta, había pedido a Vlad que me ayudara impartiéndome clases cuando teníamos la oportunidad de vernos, pero las ocasiones no eran muchas y aunque sabia ciertas palabras de escritura había avanzado muy poco realmente, tomando la carta puse atención a lo que decía, menciono las palabras que me temía, digimon, digivice, tamers, me quede atónita por el hecho de saber que alguien había descubierto y enviado esta información, ¿pero quien? Intente resolverlo en mi cabeza, pero nuevamente antes de poder procesarlo por completo ese joven nos dio otro golpe con esa noticia

- ¿Angemon es tuyo? – sonreí de forma burlona – Debes estar bromeando – en verdad sonaba como una verdadera estupidez, no conforme con querer quitarle a su hermana ahora quería arrebatarle el contacto del mundo que ambos habíamos explorado, los digispirits que habíamos conseguido, porque si, los digimons parecían estar ligados a los mismos lugares, algo que no terminaba de entender

- Es la verdad – una voz resonó dentro de mi cabeza, la misma voz de aquel templo, no, no era posible que esos digimons me estuvieran hablando, quizá uno de ellos había tomado el control ¿pero de eso a hablar en mi cabeza? observe a los presentes por si alguno mas había escuchado aquella voz – No encontraras la respuesta en ellos –
-¿Qué… - esta pasando… no pude articular la pregunta completa

- Lamento no haberlo explicado antes, pero no había necesidad de interponernos en tus pensamientos – la digimon continuo intentando convencerme, coloque una mano en un costado de mi cabeza como tratando de hacer que eso se acabara – Sus almas son parecidas, mas el legitimo dueño siempre ha sido… -

- Ese digimon le corresponde a él – señale a Vlad sin saber si se lo decía a aquella voz o a aquel que había dicho tales tonterías – Ni siquiera los digispirits van a cambiar ese hecho –

- Yuuki, no puedes interferir con esto, Angemon tiene que estar con su dueño real – aquell digispirit seguía insistiendo e interponiéndose entre mis ideas

Hasta cierto punto la situación comenzaba a volverse un tanto risible para Vladimir, puesto que ahí se encontraba el frente  a unos desconocidos pese a ser uno de ellos su hermana de sangre revelando detalles mientras que la chica al parecer demasiada apegada al otro chico negaba una y otra vez sus palabras. Eso era algo que rayaba en lo absurdo ya que ¿realmente había un motivo para inventar tantas cosas? Claro hasta cierto punto era factible creer que una persona cualquiera podría aparecer dando datos un tanto correctos sobre ellos para intentar apoderarse de la fortuna ostentada por la familia de aquellos muchachos. En esta situación el caso no era así Vladimir solo venia por dos cosas: su hermana y el digivice; además de los digispirit que este albergaba.

-¿Acaso sigues dudando de mis palabras?- en todo lo dicho por él no había ni rastro de dudas en las cuales inferir que mintiera o estuviera tratando de engañar a los otros. –Es que piensas siquiera que vendría desde una distancia tan larga para solo soltar una gran cantidad de falacias- sin duda ya era demasiado el dudar sobre el mas la cara que la chica puso en aquel momento no termino de agradarle aunque no sabía el motivo de ello. Pese a lo que se pudiera pensar de la actitud tomada por una persona enojada vlad simplemente se relajó e intentando sonar lo más tranquilo posible continuo hablando –no creo que haya persona en el mundo capaz de realizar una travesía tan larga solo para incordiar a otros ¿o sí?- debía dejar las cosas claras puesto que en ningún momento tenía planeado forzar a las personas a aceptar, tan solo buscaba que sus palabras quedaran como ciertas y si acaso su hermana se negaba a querer estar con el simplemente dejaría la situación como estaba ya que por el momento solo se conformaba con saber de su existencia.

Las siguientes palabras salieron de boca de la persona menos esperada y esta fue Ekaterina. –S…s…si todo esto es tan cierto como dices entonces ¿qué harás si me niego a creerlo?- aunque con voz tímida y temblorosa aquellas palabras tenían imbuidas la determinación de aquella joven muchacha.

Todo estaba dentro de lo esperado, aunque claro de todos los presentes era de la que menos imaginaba recibir aquella pregunta. –Simplemente aceptare tu decisión, pero para que quede claro no me iré del país y los digispirit me deberán ser entregados si o si- respondió encogiéndose de hombros –si quieres aun puedes vivir con aquel muchacho – comento señalando a Hei puesto que era difícil hacerle cambiar sus pensamientos de un día para otro sobre quien era su verdadero hermano.

Hei hasta el momento había de encontrarse hundido en sus pensamientos aceptando y meditando la situación transcurrida hasta ahora, pese a albergar dudas muy en el fondo ya había aceptado todo lo ocurrido sin siquiera oponerse, pero no iba a entregar todo de manera tan sencilla. –Yuuki ¿hay algún lugar vacío en esta casa que se pueda usar como cuarto de combate?- pregunto a su amiga sorprendiendo a los presentes, para luego volver a centrar su atención sobre Vladimir  -si eres capaz de ganarme y demostrarse que estas calificado para proteger a Ekaterina con gusto la cederé en caso contrario espero que abandones este lugar lo más pronto posible- pese a lo duro que sonaran las palabras tan solo buscaba lo mejor para aquella chica que era su hermana.

Por otro lado Vladimir recuperándose de su asombro acepto aquel desafío –Si eso es lo que quieres aceptare con gusto, pero no esperes que tenga compasión de ti – comento totalmente convencido.
no.

Aquel chico hablo aun enfadado por mi manera de responderle, aunque poco me importaba realmente, lo escuche intentando acallar esa voz en mi cabeza que me decia que esto tenia que pasar tarde o temprano, deje de poner atencion mientras esa voz continuaba tratando de hacerme entender

- Angemon y Holy angemon estan ligados a Vladimir, debes entenderlo Yuuki, no es por nada que ambos nos encontrasemos en los mismos lugares del digimundo, entiendo que hayas desarrollado esa amistad con el portador debido a la conexion, pero de haberlo tenido su dueño real hubiera sucedido lo mismo - esas palabras seguian repitiendose en mi mente, como si todos los problemas en los que nos metimos no hubieran servido de nada

volvi a centrar mi atencion en los 3 en cuanto Vlad se refirio a mi preguntandome acerca de donde podia pelear

- ¿Combate? - lo observe incredula mientras terminaba de decir los terminos dispuesto a entregarle todo si le ganaba, el otro chico hablo confiado despues de recuperarse de aquellas palabras, me mantuve viendo a vlad por unos segundos como pidiendole explicaciones por esta desicion, pero sacudi levemente mi cabeza, si no se me habia informado de nada poco podia hacer por aquel par de hermanos, sin responder me dirigi a la puerta, sentia una especie de nudo en mi garganta, tanto por aquella poca confianza mostrada por Vlad como por aquella ridicula prueba para entregarle a su hermana, abri la puerta sin voltear a verlos, y al dar un paso fuera pronuncie un - Siganme - que se escucho apenas

- Volveremos enseguida, le informare a mi padre yo misma cuando terminemos - le dije al mayordomo que se encontraba vigilando nuestro cuarto

- Kimura-san, se nos han dado instrucciones especifi... -

- Es una orden, no nos interrumpan hasta regresar - le hable de forma tajante, nunca me habia referido a nadie de la casa con es tono de voz, sorprendiendolo se limito a asentir mientras cruzabamos el pasillo principal de la casa y saliamos por una puerta trasera, evite los lugares donde sabia que habia otras personas en la casa, y pronto estuvimos frente a una puerta que tenia acceso tanto por dentro de la casa como por el patio, la cual contaba con una pequeña caja con botones, requiriendo una clave para abrir, por suerte la conocia, asi que teclee rapido y abri la puerta

Frente a nosotros una habitacion grande se encontraba, en esta habia algunos aparatos para hacer ejercicio, el piso era en parte concreto y una pequeña zona estaba acojinada, una de las paredes estaba cubierta con espejos grandes que la cubrian por completo, y debido a lo amplio del cuarto habia suficiente espacio para lo que se proponian

- Pueden pasar, es un gimnasio personal de mi padre, no se molestara si lo usan por algunos minutos - hable desganada y me quede esperando que pasaran todos, al ingresar suspire un tanto cansada por todo esto

- La puerta se abre sin problemas desde adentro, si me disculpan estare esperandolos afuera - sali de la habitacion sin mirar a ninguno de los presentes, lo ultimo que queria era ver una pelea entre ambos, me termine sentando en el suelo, recargada en la pared de la casa, intentando encontrarle un sentido a todo esto, saque mi digivice y observe detenidamente aquella pantalla

- Tantos problemas para nada - dije en voz baja agachando la mirada, solo era cuestion de esperar

Entonces como las cosas fueron definidas hasta llegar a aquel punto solo faltaba seguir a Yuuki hasta el lugar del encuentro. Como un grupo perdido en un bosque el cual avanza detrás del líder Hei, vlad y Ekaterina siguieron a la muchacha  cuya voz se escuchaba demasiado seria.  Así fue como avanzaron por la mansión evitando todo lo posible encontrarse con otras personas hasta que al cabo de unos minutos se encontraban frente a lo que según sus propias palabras parecía ser el gimnasio personal de su padre.

-Muchas gracias Yuuki y perdón por todas las molestias- sus palabras sonaban completamente sinceras, además junto a la leve inclinación que realizo con estas Hei estaba demostrando el cariño y la gratitud que sentía por ella, pero quizás fuera el ambiente o el momento que en su tono denotaba otra cosa hasta casi parecer más una despedida. Era cierto que él se encontraba completamente preparado para desaparecer en caso de que perdiera eso lo había asumido desde que pronuncio aquel reto.

Por su parte Ekaterina parecía haber cambiado su actitud aunque seguía un poco confundida y nerviosa por todo lo transcurrido, ahora en su mente otra idea comenzaba a flotar lentamente –“acaso debería golpear a ambos”- sin duda entendía el motivo de que se llevara a cabo la pelea pero eso no quitaba el hecho de sentirse tratada como un simple objeto del cual pudieran disponer a su gusto, inconscientemente su mano se apretó formando un puño el cual rápidamente fue deshecho.

En cambio vlad no pronuncio palabra alguna mientras ingresaban al interior del gimnasio, no había necesidad de que el como un desconocido pudiera tener algo que aportar u objetar tan solo se limitó a ser el primero en entrar después de que las puertas fueran abiertas.

Una vez que todos los actores principales se ubicaron dentro de aquel sitio la puerta fue cerrada inmediatamente después poco a poco las luces comenzaron a iluminar el lugar. Frente a ellos se podían ver algunas máquinas de ejercicios pero lo más importante era que había suficiente espacio para poder luchar sin temer a los obstáculos o la intervención de otras personas, claro si se asumía que Ekaterina no pensaba interrumpirlos.

-Entonces como realizaremos entre “encuentro”- comento vlad haciendo con sus dedos la expresión de las comillas – ¿habrá alguna clase de reglas o condiciones o tan solo nos golpearemos hasta que el otro no pueda continuar?- sin duda ya que Vladimir manejaba algunos estilos de lucha podría parecer una pelea realmente sencilla pero no conociendo a su oponente un se mantendría en guardia y junto con esa duda también estaba el hecho de no querer mostrar nada desagradable frente a su hermana, el no deseaba generar ninguna opinión adversa –“supongo que no habrá alguna diferencia de como termine la situación, tal parece que ella no tiene una idea positiva de mi”- luego de reflexionarlo por unos segundos llego a esa conclusión causando que sus hombros cayeran en señal de derrota al notar que de todas formas perdería aunque obtuviera la victoria o no.

Hei simplemente levanto y estiro un poco los brazos hacia los lados para restarle importancia al asunto –no es como si fuera una competencia o algo por el estilo, tan solo golpearemos hasta que uno no pueda más- sin lugar a dudas se podía notar como este buscaba verse como el malo de alguna especie de película, puede que entendiera que pese a no querer separarse de Ekaterina lo mejor era entregársela a su hermano.

Vlad inmediatamente comprendió la actitud que este estaba mostrando y en vez de quedarse callado lo increpo –Si quieres hacerte el buen samaritano comportándote como villano para que Ekaterina te odio estás haciendo lo incorrecto, no creo que ella quiera esto así como tampoco es recomendable ustedes terminen en malos términos- ante los ojos de otras personas sin duda vlad sería el tipo malo cuyo único objetivo era destruir la familia ya formaba por Hei y Ekaterina pero la realidad estaba demasiado alejada su única prioridad era conocer a su hermana e intentarse llevar bien con ella de una forma u otra.

Tanto Vladimir como Hei se pararon frente a frente en medio del gimnasio no sin antes mantenerse a una distancia lo bastante prudente para estudiar los movimientos del otro y prepararse para contratacar en caso de que alguno de los dos hiciera el primer movimiento. Ekaterina por su parte busco una esquina apartada en la cual simplemente se sentó con las piernas retraídas y sus brazos afirmándolas  apoyando así su cabeza sobre estos teniendo una clara vista de todo lo que sucedería a continuación, mientras que en silencio una plegaria salía de su corazón implorando que ninguno de los dos resultara lastimado.

El primer golpe fue realizado por ambos al mismo tiempo, como si de una imagen reflejada en un espejo se movieron al mismo instante dando un rápido paso hacia delante moviendo cada uno su brazo contrario impactando sus puños entre sí. El asunto no quedo solo en un puñetazo, le siguieron una serie de patas acompañadas de algunas fintas pero todos estos movimientos fueron repelidos una y otra vez dejándolos en una situación de empate casi perturbadora.

En el aire una especie de electricidad circulaba hasta tal punto que fácilmente con una chispa se podría iniciar un gran incendio, Vladimir suspiro para quitarse el cansancio mientras lentamente volvía a acomodarse a unos cuantos pasos de distancia de su oponente  cuando su ritmo se hubo recuperado rápidamente y con movimientos fluidos se adentró traspasando la defensa de Hei propinándole un fuerte golpe en el pecho el cual le fue rápidamente respondido con un gancho al mentón  -“tch!! Sin duda es bueno”- pensó Vladimir mientras volvía a mantener la distancia entre ambos para limpiarse la sangre de su boca. Debía intentar no precipitarse ya que un mínimo fallo tendría como posible resultado una aplastante derrota y aunque en un principio esperaba ganar contra su oponente desgastándolo lentamente lo mejor sería apostar por la oportunidad de asestar algún golpe un tanto devastador.

Ekaterina como la observadora que era no pudo evitar sobresaltarse al ver aquellos golpes impactar más aun viendo al que se suponía ser su hermano sangrando  -espero que este bien…- comento en voz baja mientras sus brazos apretaban con firmeza sus piernas. Obviamente ella quería permanecer al lado de aquel cuyo últimos meses había reconocido como su hermano ya que era este el cual la había encontrado y protegido cuando estuvo extraviada en el digimundo junto a su compañero digimon, pero ello luego de meditarlo un tiempo decidió que por lo menos intentaría comprender las razones que poseía el recién llegado.

El combate rápidamente se reanudo convirtiéndose en una batalla de desgaste en la cual se abandonó completamente la defensa centrándose solamente en el ataque y fue así como en el momento de mayor intensidad dos golpes volaron en direcciones diferentes provocando el mismo resultado un doble knockout. El golpe de Vladimir impacto cerca de la cien de Hei, mientras el golpe de este término conectando en el mentón de su adversario, sus cuerpos perdiendo todo el control de ellos mismos y como si la fuerza de gravedad se intensificara cayeron sobre la superficie fría del gimnasio.

Ekaterina se levantó de su ubicación a toda prisa en dirección a los caídos suspirando con alivio al notar que simplemente sus conciencias abandonaron sus cuerpos, corriendo hacia la puerta se acercó lo más cerca que pudo y llamo a Yuuki pidiéndole ayuda.

Los minutos pasaron en silencio afuera, ya que debido a la construccion de aquel gimnasio poco o nada se podia escuchar, y agradecia eso para no tener que oir aquella pelea y lo que se dijeran entre ella, Ekaterina tambien estaba adentro, eso me tenia algo sorprendida, como podia soportar toda esa informacion nueva y mantenerse mas tranquila de lo que debia, aunque conociendola se estaba guardando todo dentro como lo habia hecho desde que la conocia, quitando el desagrado que sentia por mi al recien conocernos, pero ahora mismo nuestra amistad era un poco mas fuerte y ya no habia ese celo por su hermano mayor... y quiza ya no lo habria mas... eso me hizo soltar otro suspiro, las cosas cambiarian para mal desde este punto

estaba tan perdida en mis pensamientos que al escuchar la voz de Ekaterina pidiendo ayuda di un respingo asustada, gire a verla y me levante de mi lugar sin decir palabra, entrando detras de ella al gimnasio, el primer cuadro que vi fue a esos dos tontos tirados en el suelo inconscientes, me acerque a ellos con cautela y despues de comprobar que se encontraban solo con algunos golpes debido a la pelea me aleje unos pasos

- Estan bien, solo deja que se recuperen - dije sin muchas ganas sentandome en una de las sillas encontradas en ese lugar - Supongo que tendran que tomar su decision de otra manera, esto fue algo inutil como suponia - sin prestarles mas atencion concentre mi mirada en alguna otra cosa, ahora habia que esperar a que ambos se levantaran y se limpiaran antes de volver a la sala, donde tendriamos que explicar a que se debio la pelea, pero supuse que ese seria el menor de nuestros problemas

- ¿Estas de acuerdo con su idea? - le pregunte a Ekaterina sabien que estabamos practicamente solas - Para mi es injusto arrebatarle todo a... a Hei - senti un nudo en la garganta al pronunciar ese nombre, mi mirada se dirigio a su cara que se encontraba con algo de sangre al igual que la de aquel otro chico  - Mas aun que se peleen por ti sin consultartelo, como si fuera un tema de poca importancia, hablamos de toda una vida y una familia - suspire nuevamente desviando mi vista al piso sin poder decir nada mas

Aquellos dos aún seguían inconscientes  lo que resultó ser una suerte cuando Yuuki pregunto a la pequeña Ekaterina sobre el asunto en sí y esto era afortunado porque sin que ellos la pudieran llegar a oír podía responder con total sinceridad ante la interrogativa de la muchacha que consideraba como una amiga más de las pocas que poseía. Sin duda ella estaba llena de sentimientos superponiéndose entre sí intentando cada uno ser el que predominara y convertirse en el causante de la erupción de emociones contenidas en su interior.

Ekaterina suspiro intentando relajarse y ordenar sus pensamientos, limpio un poco sus ropas del polvo ambiental aunque a simple vista se notaban completamente pulcras y se sentó sobre sus rodillas puesto que no tenía confianza que al dejar salir sus palabras sus fuerzas no le fallaran haciéndola caer  -Yuuki…- comenzó con un tono un tanto vacilante cuya firmeza se fue acentuando a medida que cada frase era dicha –entiendo que crees que esto no es lo correcto, ya que al igual que tu mis pensamientos son los mismos pero esto es completamente necesario, ambos no quieren ceder a sus emociones pero a la vez no desean que esto realmente se lleve a cabo- pese a solo conocer a uno de ellos el suficiente tiempo para saber lo necesario de él y siendo el otro un completo extraño algo en el interior de Ekaterina le daba a entender la situación tan claramente como si ella misma ideara aquello –he estado pensando en todo esto mientras ellos se golpeaban sin descanso, meditando y refutando mis propias ideas de lo que debería estar bien o mal. ¿Acaso debería detenerlos?  ¿Está bien que todo esto suceda? o ¿todo esto es un sueño y todavía sigo atrapada en el digimundo? Sabes…- dijo con su voz debilitándose hasta el punto de las lágrimas –nadie puede negar los sucesos que han ocurrido así como nadie quitara lo que vla…digo Hei ha hecho por mí y a pesar de todo siempre lo considerare como mi hermano pase lo que pase, pero si tan solo está la oportunidad quiero conocer a aquel que dice ser mi hermano o ¿tengo prohibido estar con mi familia? y aunque me encantaría estar con los dos entiendo perfectamente que eso es imposible, una mera ilusión y una idea infantil-  aquellas palabras cargadas con todo lo que podía soportar y reprimir alguien de su edad terminaron con sus lágrimas rodando lentamente por sus mejillas hasta terminar mojando sus ropas con estas.

Desde uno de los dos tirados en el piso se comenzó a escuchar un leve gemido de dolor  este provenía de Hei que aunque se había despertado al mismo tiempo que vlad fue el primero en moverse sintiendo la ola de dolor de la cual no fue el único en tener el placer de sentirla ya que su contraparte también intentado ponerse de pie realizo tan descuidada acción sintiendo como todo su cuerpo gritaba que se detuviera pero aun así no desistieron de su idea y con un esfuerzo de algunos tantos minutos lograron levantar y erguir sus tambaleantes cuerpos cuyo único lugar parecía realmente lastimado era su rostro debido a la sangre brotando por los cortes  producidos por sus puños  -¿supongo que esto se considera un empate o mejor dicho una derrota doble?- pregunto Hei usando sus ropas para limpiar la sangre de su rostro quedando solo unos cuantos manchones en los lugares donde esta estaba coagulada en forma de costra –creo que con esto podremos hablar de forma más calmada – agrego arreglando sus ropas y con una sonrisa de satisfacción la cual no quedaba con el estado de su rostro.

-eh… si supongo que no queda nada más que hablar de lo que pasara ahora en adelante- ya que no había un claro vencedor del encuentro no quedaba más que intentar llegar a un acuerdo de la mejor manera posible pero antes de todo debían limpiar sus rostros de la sangre aun presente en ellos y por supuesto disculparse con Yuuki y Ekaterina por todo lo ocurrido. Ambos alineándose un poco con dificultad hicieron una leve reverencia y pidieron de todo corazón ser perdonados por un acto tan estúpido y egoísta.

-Creo que ya es momento de volver a la habitación anterior- sugirió Hei –aunque si fueras tan amable de facilitarnos un lugar donde lavar nuestros rostros estaría más que agradecido por ello- le dijo a Yuuki con su tono alegre y cortés.

Al escuchar la confesión de Ekaterina no pude evitar sentirme un poco culpable por mi manera de pensar acerca de ellos dos, después de todo era la que mas estaba siendo afectada en ese momento, a pesar de verla llorar lo único que pude hacer fue colocar mi mano sobre uno de sus hombros intentando reconfortarla, pero sabia que los únicos que podrían hacer eso serán aquellos dos chicos, así que la deje desahogarse por algunos minutos

Cuando por fin se levantaron las cosas se habían calmado, los observe todo el tiempo mientras parecían hacer un esfuerzo por ponerse de pie, el primero en intentarlo fue Hei para ser seguido por Vlad, mencionaron algo de un empate y de hablar un poco mas tranquilamente

"¿No pudieron intentar hacer eso desde un principio?" Pensé algo molesta, sabia de sobra que era una perdida de tiempo, aun así me dedique a escuchar sus disculpas y sus demás palabras excusándose por lo que habían hecho
- No importa – fue todo lo que pude agregar sin verlos a la cara, al menos hasta que Hei hablo en tono despreocupado sobre regresar no sin antes buscar un lugar donde lavarse, lo observe fijamente a los ojos mientras mi cabeza decía un “no lo hagas mas difícil”, el tenerlo ahí tan despreocupado como si nada pasara realmente era insoportable, aparte mi vista al no poder decirle nada y un suspiro salió de mi boca, intente mencionar que los baños del gimnasio estaban al fondo pero ahora mismo las palabras no salían

Así que en lugar de hablar tome de manera rápida la mano de Hei y sin decir mas lo jale hacia la zona de regaderas, su hermana también había decidido, observe levemente a Vlad mientras pasábamos por su lado intentando decirle que me siguiera de igual manera, al entrar coloque a mi amigo frente al lavabo, lo solte y abriendo un pequeño botiquín que había en la pared saque algo de alcohol y unas gasas, cuando Vlad entro solo pronuncie un

- Puedes usar lo que quieras – las regaderas estaban al fondo y los baños un tanto mas cerca, no crei necesario indicarle nada, sin prestarle mas atención comencé a limpiar las heridas de Hei con cuidado, eran pocas por fortuna, pase también la gasa con alcohol por su manga para quitar un poco la sangre impregnada en esta y al terminar solte nuevamente otro suspiro, tomándolo ahora de la manga con un poco mas de delicadeza lo saque de aquel lugar dejando a Vlad solo, al salir mire a Ekaterina

- si gustas puedes pasar a ayudarlo, tengo que hablar algunas cosas con… - no supe como llamarlo en ese momento, disculpándome con la mirada segui guiando a Hei hacia afuera, seguramente esos hermanos querrían aunque sea un momento a solas, al atravesar la puerta principal volvi a soltar a mi compañero y cerre con ambas manos, dejándolas apoyadas levemente en la entrada, agache mi cabeza, ahora sabia en que terminaría todo esto, y creo que Hei también lo supo desde un principio, tomando aire me atrevi a girarme y verlo nuevamente a los ojos

- Ya sabes que esta la opcion de, conservar el trabajo que mi padre te ha dado, él mismo lo ha dicho, no tienes que cambiarte de vivienda, Ekaterina podría estar con ambos mientras se adapta – hablaba de manera rápida, sin saber como decirle que se quedara, mientras mis ojos se posaban en los de él a momentos ya que debido a mi nerviosismo no podía mantener mi vista fija

- Entiendo lo del digispirit, puedo aceptar eso pero… - lo sujete levemente de su chaqueta – Vlad…  - dije aquel nombre con nostalgia, haciendo una leve pausa, que fue interrumpida por alguien mas

- Yuuki-chan,¿Qué ha sucedido aquí? – mi padre se había dado cuenta de nuestra ausencia, soltando la chaqueta de Hei me controle y colocando una cara mas seria le hable a mi padre

- Una pequeña disputa entre chicos, nada grave –

- ¿Vlad esta… -

- En un momento saldrá, Ekaterina se encuentra con él –

- Bien, eso es bueno, vamos adelantándonos a la sala, espero que todo se haya arreglado – comenzó a caminar de regreso a la entrada principal de la casa a paso lento esperando que nos pusiéramos en marcha, sujete mi brazo izquierdo con mi mano derecha y lo segui con la mirada perdida, en el pasto y el camino de piedra que conducia a la entrada