Capitulo 1: Un nuevo mundo, una nueva historia... [LIBRE]

La gata humanoide advirtió a Vali que no tocase los datos. No pensaba hacerlo, no le interesaba en lo más absoluto. No pasó mucho tiempo hasta que la gata comenzó a bailar, contoneando su lujurioso y extraño cuerpo, mientras que un aura roja que provenía de Bastemon, rodeó completamente a los Minotarumon que quedaban. Los Minotarumon pequeños, quienes se encontraban en estado Champion, fueron masacrados con rapidez.

Por otro lado, el Minotarumon Perfect se encontraba mejor que sus camaradas... Aunque no mucho más... El Digimon con cornamenta se encontraba clavando una de sus rodillas, intentando reincorporarse, sin lograrlo. Vali observó la escena, fijándose en los sensuales movimientos de Bastemon y el efecto que éste tenía sobre sus enemigos. Angemon, colocó su bastón dorado encima de su hombro.

¡Ataque de Halo!- el ángel extendió su mano derecha hacia arriba, levantando el dedo índice y dibujando un halo invisible que, mas tarde, se hizo realidad. El halo, al principio de un tamaño pequeño, se iba haciendo más grande a medida que se acercaba a su víctima. La función de ese ataque era, basicamente, la misma que la de un chakram- ¡Mano del Destino!- el nuevo ataque de Angemon fue mucho más poderoso. Sujetando con ambas manos el extenso bastón dorado, éste comenzó a iluminarse con un fulgor blanquecino. El bastón desapareció sin más al mismo tiempo que la mano de Vali se hacía con un brillo anaranjado. El ataque sagrado que lanzó de nuevo el Digimon con tres pares de alas a sus espaldas, fue muchísimo más brillanre, poderoso y rápido a la hora de perforar al ya moribundo Minotarumon. En condiciones normales, sin la ayuda de Bastemon, ese Minotarumon Perfect no habría caído tan fácilmente... Vali tan solo lo había rematado.

No se si lo que dijo la gata era por subirme los ánimos o simplemente para dejarme aun mas acabado de lo que ya estaba. Rápidamente la gata salto a la posición centrar de los Minotauros, al estar en medio de todos, empezó a bailar haciendo que los Minotauromons, en mi opinión, bailaba bien, pero por alguna razón que desconocía, los Minotauromons, estaban decayendo uno a uno a excepción del mas grande, que a diferencia de los demás, simplemente se apoyaba en su rodilla, mientras que la digimon Demonio se fue. Sin dejarle ni respirar un momento, el otro digimon ángel acabo con la vida del otro digimon. Era un mundo de locos, mataban sin compasión solo por matar.

-"Cuanta matanza..."-Pensé. Me empecé a acercar a aquellos dos digimons-Por cierto... llevo mucho en este mundo y aun no se para que funciona este cacharro, ademas, ¿Donde esta mi móvil?-saque el digiviece de mi bolsillo

Es cierto, desde que había llegado, se me olvido por completo que ya no tenia móvil, y, que en su lugar, tenia este aparato que solo sabia que podría convertirme en un digimon, pero aun no se había activado ni nada por el estilo, solo se activo una vez y parecía indicarme una señal de peligro, pero desde aquel entonces, no ha vuelto a hacer nada. Por mas que lo miraba o lo toqueteaba, seguía sin hacer nada. Pulse uno de los botones y, sin saber que hacía, absorbió los datos de los digimons que acababan de derrotar los dos digimons.

-Anda... así que para eso era ese botón... je...je...-dije en un tono asustadizo mientras retrocedía de aquellos digimons por miedo a que me matasen.

Aun recordaba las palabras de esa gata diciendo que si tocábamos sus datas, nos aniquilaría, y creo que... Justamente había echo lo que no tenia que hacer. No tenia miedo a morir, pero ahora que en secreto, me empezaba a interesar este mundo no quería terminar aquí. Seguí alejándome de ellos poco a poco, pensando que hacer si la gata me empezaba a atacar o el ángel quería matarme como hizo con el Minotauro.

Este poder... Es... Asombroso...- dijo el chico, refiriendose a Albion, mientras contemplaba su puño derecho que aún despedía destellos dorados tras haber lanzado esa corriente energética, que había freído a aquél Minotarumon moribundo, junto con el anterior.

Eso es tan sólo un adelanto de lo que te espera, niño. Ni siquiera dispones del 50% de mi poder.- bufó Albion, devolviendo al originalmente peligris a la vida real, asegurando que la fuerza de Angemon no era nada comparado con lo que le esperaba... Vali no podía sino esperar ansioso su siguiente nivel evolutivo.

Cuando volvió su vista al combate, parte de la energía que había desprendido con su último ataque se volvió a formar en su mano, generando un nuevo báculo dorado. Al ver al peliverde, pudo comprobar que se encontraba en perfectas condiciones. Ya no le necesitaba para nada, había descubierto él solito cómo volver a su forma humana... Pero, la verdad, le caía bien.

Aunque la vida de éste corrió peligro cuando capturó la data que habían dejado los Minotarumon, pues Bastemon se enfadó muchísimo ya que había advertido tanto a Vali como a él que no recogieran la data caída... Las represalias llegaron después, cuando la gata humanoide agarró el cuello se aquél muchacho, con intención de matarlo. Vali ni se inmutó. Sí, le caía bien, al igual que Lilithmon y Bastemon. Pero no se arriesgaría a pelear con dos Digimons que le llevaban dos y un nivel evolutivo de ventaja... Como mínimo. Y mucho menos si se encontraba en inferioridad numérica. Además, que no sacaba provecho de ayudar al muchacho en ese momento.

Cuando Bastemon, sorprendentemente, lo soltó y, enfadada, tras decir unas palabras se marchó, siguiendo a Lilithmon, Vali se acercó al muchacho, intentando ayudarle a incorporarse. ¿Quién sabe? Si se hacía su amigo, puede que algún día le sirviese de ayuda... Vali no era de esos que forjaban lazos de amistad como tal, sino más bien lazos de negocios.

Siento que hayas tenido que ver este espectáculo... Pero los Digimons muchas veces solucionamos nuestros problemas así... Y siento no haberte salvado de Bastemon. Me caes bien, pero no me iba a lanzar a una muerte segura. Tengo mi orgullo, pero no soy un suicida- dijo disculpándose, intentando parecer arrepentido, aunque realmente no lo estuviese. Ciertamente, parte de lo que le estaba contando al chico era verdad: no quería morir estúpidamente.

Siguiendo a las féminas, llegaron a una torre. Lilithmon se encontraba frente a la torre, observando un fenómeno extraño: desde el exterior se podría apreciar unos destellos que salían desde dentro hacia fuera. Bastemln y Lilithmon querían ir a investigar, pero dijeron que no querían ser las niñeras ni de Vali ni del otro chico... Cosa totalmente lógica.

No os preocupéis. Si estáis más seguras de esta manera, vosotras dos podéis entrar ahí dentro, mientras que nosotros nos quedsmos aquí fuera, asegurándonos de que no entre ni salga nadid.- el ángel, posando su bastón sobre uno de sus hombros se quedó mirando cómo la luz desaparecía, cesando los ruidos del interior de la torre- En fin, vosotras decidís, sois las jefas.

La gata se me acerco hacia a mi y me puso sus garras en el cuello, aunque pensaba que era mi final, la gata se echo atrás y quito las garras de mi, aun así, consiguió hacerme un pequeño arañazo en el cuello, al menos seguía vivo. El digimon ángel se disculpo conmigo por no ayudarme y excusándose con que no se la jugaría para salvarme contra alguien superior a su nivel. En cierta parte lo entiendo, aunque, yo, hubiese ayudado aun dejándome la vida en el intento.

-"Sigo siendo alguien tan débil... Incluso el simple roce de sus garras han conseguido arañarme... Este mundo... es demasiado peligroso para mi..."-pensé

La gata tiro hacia adelante y le siguió el ángel no muy lejos, mientras se alejaban, me di cuenta que mis piernas no reaccionaban, supongo que el miedo a la muerte por aquella gata me había paralizado el cuerpo. Me empecé a tranquilizar y seguí el mismo camino que ellos. La verdad, no tenia muchas ganas de seguirles, cada vez que les seguía, mas peligros venían. A lo lejos, de las torres se veían luces parpadear que cesaron en seguida.

-"¿De verdad? Mas problemas... esto es un no parar..."-llegué hasta donde estaban todos

No sabía que les había dicho el ángel, pero parecía que las dos iban a subir a la torre y ambos nos quedaríamos protegiendo la entrada. Bueno, mas bien el protegería y yo seria la carnaza para los digimons. Peor bueno, mucho mas no podía hacer por el momento, hasta que no descubriese el funcionamiento del digiviece y como desbloquear las transformaciones de las que hablaban.

El viento golpeaba la cara de Vali. El ángel humanoide se encontraba apoyado en la pared más próxima a la puerta mientras descansaba su bastón dorado en su brazo derecho mientras observaba cómo ElDoradimon, llamada Wiseria, llegaba a la Ciudad Central mientras el fin de la gran arboleda iba acercándose progresivamente, a cada paso del enorme Digimon reptiliano.

Bueno, novato. Bienvenido a la Ciudad Central, la ciudad más grande e importante de todo el Mundo Digimon. ¿Qué te parece?- sonrió el Angemon mientras miraba al chaval que se encontraba a su lado.

Al poco tiempo, el gigantesco Digimon comenzó a introducir su enorme cuerpo en la tierra, justo en el límite del bosque. Por otro lado, la Digimon con ropajes tradicionales entegó tanto a Vali como al otro chico dos tarjetas blancas con el símbolo de la rosa, para después despedirse de ellos y entrar junto a la gata dentro de la torre. Angemon guardó la tarjeta en sus ropajes mientras se dirigía hacia la Ciudad Central, no sin antes girarse hacia el chico.

¿Vienes? Tengo unas cosas que hacer en la Ciudad y de paso puedes visitar la Ciudad. Seguramente haya otros Humanos.- sonrió al peliverde, mientras seguía caminando hacia la enorme ciudad.

El viento cada vez era mas débil, era como si... Como si ElDoradimon se estuviese parando. Mientras pensaba en eso, todo empezó a temblar y mirando al frente, se podía ver como ElDoradimon se estaba volviendo a ocultar entre el bosque dejándonos a poca distancia de una ciudad. El ángel decidió ir a la ciudad y me ofreció la posibilidad de ir con el, mientras tanto, la gata y la chica-demonio entraron en la torre, antes a eso, la chica-demonio nos dio a ambos una tarjeta blanca con una rosa en ella. La guarde en el bolsillo sin dignarme a abrirla.

-¿Y que mas opciones tengo aparte de no ir?-dije mientras me acercaba al ángel y seguía andando con él.

Eche un vistazo hacia atrás mirando al bosque y a todo lo que había pasado, sinceramente, se me habían vuelto a quitar las ganas de seguir en ese mundo. Saqué el digiviece y lo mire. Seguía pensando el método de desbloquear la evolución que me dijeron, pero aun así, no había conseguido descubrir el modo de usarlo. Volví a guardármelo y seguí mi camino junto al ángel hacia la ciudad central.

-Mas humanos... ¿eh?-pensé