Re: 不敬 (Profano) [Privado: Fuji Raikomaru]

por Roku Ginshô Sáb Jul 29, 2017 4:35 pm

Adentrando un pie en la marea fecal, el propio Roku alzó una ceja para comprobar que este se suspendía en la superficie, ondeando. La parte insecto de aquella forma debia de disponer de la misma facultad que los zapateros, las pulgas de agua y otras tantas especies. Ya le habían dicho que el hábitat de estos guerreros eran los pantanos, así que disponer de este talento no debería sorprenderle. De este modo, avanzó con el caballero y la dama, hasta que un sonido peculiar empezó a retumbar por el túnel. Podían discernir una melodía, y a medida que avanzaban se iba esclareciendo el sonido, captando la letra, una balada de amor un tanto... Peculiar, pues decía algo como “Y si te parece que yo esoy vinculado tuyo, eso es un invento intuyo, no des créditos a murmullos, porque casi nunca hablo, para decirte “amo”, y más de una vez lo hice a un tamer equivocado”. Curiosa letra, pero más sorprendente fue la apariencia de la banda.

Un grupo de numemons, dispuestos con sus instrumentos en pleno concierto, mientras otros tantos de su misma especie martilleaban las paredes del lugar con picos y martillos, llenando carretas con las rocas y trasportándola a las profundidades invisibles de la gruta. Los músicos percataron de la presencia de estos viajeros, y dejando de tocar, uno de ellos, el vocalista, se dirigió, abriendo mucho los ojos, a conversar con los recién llegados.

-¡Ché, flacos! ¿Qué hacen acá?

por Fuji Raikomaru Sáb Jul 29, 2017 6:02 pm

Música, rock. Me palmeé nuevamente el casco en frustración ante los estúpidos ecos de la melodía a través de esas paredes oscuras de concreto, poco a poco nos acercábamos a la fuente y cuando noté la presencia de los Numemon frente a mí solamente suspiré con cierta pesadez. Pensé que Lilithmon los asesinase, pero no era la forma de tratar a digimon de aquel clan que durante tanto tiempo defendí, solo por resultarme irritantes en este contexto, inclusive yo tenia ciertos principios morales. — Exigimos que se hagan un lado si no desean sufrir la muerte mas rápida, detengan su música sin sentido hasta que hayamos avanzado —Desenfundé mi Berserker Sword, apuntando al vocalista de aquella banda.

Lily también mostró sus garras, haciendo saber que poco había de mentira en mis palabras. Personalmente me gusta mas la música clásica, y en caso de tener que elegir un genero moderno, sería el Jazz. Sin embargo no pediría que me dediquen una función, debía hacerlos a un lado, avanzar, cumplir mi objetivo y poder irme de ese templo del demonio.

por Roku Ginshô Sáb Jul 29, 2017 9:01 pm

-¡No lo copo, al pibe! -decía, incrédulo- ¡No estamos en medio, vosotros lo estáis! ¡¡Quietos!!

Todos quedaron quietos, examinando con sus ojos, de forma nerviosa la superficie del agua, buscando ondas, sombras y otras cosas. Por un momento, tuvieron más miedo de esto que de aquel tío, pero una vez aseguradas las aguas, atendieron a estos.

-No hay problema con apartarnos, carnal, el problema es la serpiente -indicó silencio con su tentáculo en los labios-. Si somos obedientes no nos hace nada, pero si se pone nerviosa... ¡Repelotudo bajar aquí con los cacharros! Los que flotan vale, no drama...

La armadura andante era la mayor fuente de ruido ahí presente, y con gestos el Numemon manó traer una carreta, la cual oscilaba sobre unos raíles que luchaban por permanecer a flote. Con este primitivo sistema, sustraían materiales de aquella mina para llevarlos a algún lugar. Agitando sus tentáculos, indicaba que subieran, de un modo cada vez más frenético.

-Rápido, suban, es un modo de ir por acá de tapado y...-pudo notar que se acercaba-¡¡Ya está aquí!!-una imponente sierpe abría sus fauces, amenazando con engullirlos de un bocado -Chicos, ¡como hemos ensayado! “Y es que me da igual, pero siempre acabo viendo a Numemon CA...”

Y todos hicieron, presa del miedo, dicha acción.

por Fuji Raikomaru Sáb Jul 29, 2017 9:37 pm

Por un momento suspiré, sin verme visiblemente afectado por la acción de los atemorizados mineros ¿Qué se podía esperar de un Numemon más que una cagada? Mi espada se interpuso entre las fauces de la bestia que los mantenía prisioneros del miedo, y ellos. La diferencia de poderes era notoria, estaba en desventaja en aquella forma acorazada. Una evolución slide me volvió más esbelto, con un sable menor pero capaz de repeler la moderdura de la bestia desviando su dirección. Como Duftmon extendí mis alas, apuntando nuevamente a la criatura que en parte yacía subacuatica entre los deshechos.

— ¡S.M.G-chwert! —Exclamé, y tan rápido como un subfusil de guerra, ametrallé a la criatura con potentes, y punzantes estocadas de mi "Hakai no Tsurugi" la espada de la destrucción, pareciendo imperceptibles piquetes que solo el ojo mas entrenado podría notar. Lilithmon por su parte liberó el mismo gas del infortunio que había utilizado en el exterior, cubriendo las aguas pútridas de aquella niebla oscura para traer infortunio a la bestia.

por Roku Ginshô Sáb Jul 29, 2017 10:04 pm

Los fluidos ponzoñosos de la sierpe empezaron a manar, bañando las ya contaminadas aguas, y al igual que Orochi cuando fue cercenada, empezó a colorear de un mortecino color vino ese río insalubre. Su cuerpo, retorciéndose, se enrolló antes de permanecer, como un ovillo, en la superficie, desmenuzándose muy poco a poco. No eran las únicas luces, pues otros tantos orbes empezaban a aparecer, como lumbres para aquel pasaje. A pares, demostraban ser cabezas de otras tantas víboras, que no tardaron en manifestar estertores y amontonarse, como cadáveres, en la que acabó siendo una pira funeraria.

Habiendo acabado con el atacante, los Numemon, instentando permanecer adheridos a la roca y no al agua, ahora más infestada que nunca, aplaudieron. La suma de miedo ante acabar siendo comida, los trabajos forzados y clandestinos, y la felicidad tras aquel exterminio, quedaba claro que eran prisioneros. Atendiendo al sistema de raíles que usaban, podían aprovecharlos para no caminar a ciegas, y así lo hizo notar Roku.

-Disculpen, estimados prisioneros -su dedo apuntó a la vagoneta-, pero deduzco que esto conecta la red subterránea de todo este terreno. ¿Podrían hacer de guía para que acabaramos ya con este yugo? O, al menos, causar suficiente caos para permitir su huída. Porque, si no es indiscrección, ¿para qué les retienen aquí, qué materia prima extraen?

por Fuji Raikomaru Dom Jul 30, 2017 2:58 am

Observé con cierta sorpresa la pira funeraria, antes de retornar a mi forma Human Spirit, envainando mi Berserker Sword con la atención ahora fija en los Numemon. — ¿Entonces no acabarás con sus vidas? Por mi bien, mientras cumplan alguna utilidad que haga valer la pena éste contratiempo —Caminé hacia la carretilla, revisando la firmeza de la misma, dudaba que pudiese cargarme en la forma de Knightmon.

Lilithmon me observó por unos momentos, una voz resonó en mi cabeza. Llevé la diestra a mi sien, asintiendo con la cabeza, debía recordar cual era mi misión allí. — Sea cual sea el caso, necesitamos una forma de llegar a "La barrera", o para ser mas prácticos, con quienes son los culpables detrás de la serie de sucesos aquí acontecidos —Aclaré a los Numemon, caminando nuevamente hacia ellos.

por Roku Ginshô Dom Jul 30, 2017 6:40 pm

-Primero, deberíamos saber el alcance de esta red de transporte y los puntos de recogida. Esta información se les puede haber negado por su condición de esclavos -asentían con los ojos al no tener cuello-. Sí que puede haber algún mapa o instrucciones de guía para que no pierdan trabajadores en los túneles y, bueno, no se acaben escapando usando estos. Por ello, las serpientes los vigilan. En segundo lugar, saber en qué lugar nos conviene bajarnos -pausó unos segundos-, será inevitable un enfrentamiento llegados a esta parte, no creo que ninguna de las salidas o entradas, según se vea, estén sin vigilar. Y ya como tercer punto, el acceder a la meta y finalizar esto de una buena vez.

Subiéndose a la vagoneta, apartando algunos cascotes, decidió coger y examinar uno. La luz no ayudaba a identificar aquella mena, así que recubrió su mano de fuego, uno que no quemaba. La habilidad defensiva de Musyamon se manifestaba de ese modo, y aunque solo los dedos se recubrían de este poder, bastaba para ayudar a ver. Raspó parte de las impurezas, simple tierra, y ya detectó el brillo del metal que sustraían. Lo estuvo mirando unos segundos, y el patrón de este, su coloración, denotaba su procedencia. En el mundo humano, ningún material tiene líneas rectas en él, y menos tan organizadas.

-Este mineral no es de aquí -señaló-, solo Yggdrassil perfilaría de una forma tan exacta algo tan mundano. La duda que surge es: ¿cómo esto ha acabado aquí?

Y ladeando los ojos, el Numemon que presidía la vagoneta, en compañía de su grupo, dijo:

por Fuji Raikomaru Dom Jul 30, 2017 8:06 pm

— Nosotros estábamos en el digimundo, pero la bardearon feo y de pronto la mina donde trabajamos viajó acá con nosotros... —Explicó el Numemon, antes de dirigir su mirada bizca a mí, expectante para que subiese al carro. Tras unos segundos de silencio, añadió. — Chabon, vos solamente subite y vas a llegar adonde quieras —Dijo uno de los Numemon moviendo sus ojos hacia adentro, y afuera de su cuerpo como un caracol. Los otros cuatro asentían con los ojos, y yo clavé mi mirada por unos momentos en el molusco. Desconfiaba ciertamente, pero mi compañero había determinado que subirse era la opción mas simple, y para ser honestos, la única factible mejor que caminar a ciegas cuesta abajo.

— Trasladar sectores del mundo digital, al análogo, no es algo simple... Pero tampoco imposible, requiere de un gran dominio de configuración de datos, la invocación es un arte que pocos dominan, más aún, el traslado de zonas a este mundo es altamente ilegal, y un sacrilegio —Expliqué antes de subirme con esfuerzo debido a mi tosca complexión a la carreta en cuestión. De no ser ligeramente mas pequeño que el resto de Knightmon, hubiese sido imposible. — No he venido aqui por eso, pero es un factor que se añade a mis motivos —Finalicé.

— Ustedes quieren ir con los capanga —Dijo el vocero de los viscosos digimon, ante mi mirada perpleja corrigió. — Con los que manejan la movida, los jefes —Asentí, pero el no dijo nada mas. Esperaba que no se cagase, al menos no cerca mío. — Los podemos liberar antes de llegar a ellos, se resguardan, nos encargamos y los devolvemos al Mundo Digital sin tener que ejecutarlos... ¿Que les parece? —De mala gana sugerí.

por Roku Ginshô Dom Jul 30, 2017 8:25 pm

Viajando sobre los raíles, el bamboleante oscile de este simulaba más un paseo en barca que en vagoneta. Por desgracia, el vaivén era el menor de los problemas, y es que aquello, definitivamente, no olía a mar. Cubriendo su boca y nariz con la mano, Roku intentaba aplacar el agresivo olor, filtrando por poco que fuera la fragancia fecal. Al no poder saber cuánto duraría el trayecto, era mejor prevenir que curar. Prevenir la náusea se estaba haciendo primordial. El chirriar de los metales demostraba el óxido, nacido sin duda de una prevención inexistente a las condiciones de la mina, y suponía una molestia al oído. Se sumaba la oscuridad natural, que al opacar la vista agudizaba el resto de sentidos, reiterando la incomodidad de aquel improvisado lecho de rocas. Se había pensado que viajar aprovechando el vehículo era la mejor idea, pero quizás una zambullida habría sido más agradable y, quizás, hasta más rápida.

-¿Cuánto tiempo hace que estáis en este sitio? -aunque al no poder divisar el sol, quizás no sabían calcular el tiempo estimado- ¿Os han dicho alguna pretensión o interés, o simplemente os trajeron aquí y ya?-intentaba usar frases cortas, hablar lo mínimo, y esperando la respuesta, el Numemon explicó...

por Fuji Raikomaru Dom Jul 30, 2017 8:35 pm

Con sus intentos de manos se encogió de cuerpo, al no tener hombros. — No tengo idea, los días acá son cualquier cosa, es todo un quilombo para nosotros... Solamente trabajamos, y la serpiente no nos comía, era un buen plan ¡Esto con el Metal Empire no pasaba! —Anunció el bélico jefe descontento por su situación laboral. Cada segundo allí me aburría, la pestilencia no era nada comparado a estar viajando en un carro de minero con un desconocido cercano a las cloacas, no era la situación mas digna, pero yo debía poner la nobleza en cada situación. — Imagino que no tenian buenas remuneraciones, los esclavos no suelen tener planes sociales muy prometedores —Dije con cierto sarcasmo, cuando uno de ellos accionó una palanca en el carro para que este poco a poco fuese mermando su velocidad. Las criptas iban expandiendo su anchura, el angosto y oscuro camino se iluminaba cuando el olor a azufre se hacía mas presente.

— Estamos llegando, esta vez no les cobramos, pero no se hagan los boludos y sáquenos de acá... Bueno, si no los matan, está jodida la cosa pero viendo como hicieron boleta a la víbora seguramente les vaya bien —Expresó el Numemon, quien se aplastó en sí mismo igual que sus compañeros, escondiéndose de todo tipo de vista al volverse un charco viscoso que tocaba mis pies en armadura. Me levanté, y liberaron unos quejidos cuando los pisaba, pero nada mas que eso. Salté sobre el suelo, viendo como los túneles de la mina parecían llegar a una serie de pasadizos hacia una explanada mas abierta. — No nos dejaban acércanos hasta acá, si venias, pum, te hacían pelota... Seguramente por allá este al que quieren cagar a trompadas —Finalizó señalando con sus ojos la ubicación, antes de amalgamarse nuevamente en el charco verdoso.

por Roku Ginshô Dom Jul 30, 2017 8:59 pm

Bajando del transporte, parece que pronto volverían a la superficie, lo que suponía aire fresco. Con él, podría despejarse y estructurar sus ideas de nuevo. El mero hecho de imaginarlo ya ayudaba, empezando a meditar sobre lo que hasta ahora había visto. Un digimon que declaraba haber evolucionado hace poco, una trampa ilusoria esperando hacerles perder el tiempo, la facultad de transportar una mina entera del digimundo... Pero para él tuvieron que mandar un escuadrón para traerlo hasta allí. ¿Por qué?

¿Y de qué les servía tener en cautividad a esas babosas? ¿Para qué servía todo aquello? Atendiendo a los miedos inspeccionados, y las emociones leídas con sus otras formas, disponía de algunas piezas del puzzle. Aquello era un clan, un grupo organizado, y al parecer, disponían de bastantes recursos y tropas, unidos por una especia de credo. Sus esfuerzos iban destinados a acabar con “amenazas”, aunque entendidas estas desde su fervor religioso. Él era una, y probablemente, el preso que vio en aquella barrera, otro.

Puede que para este, destinaran todos sus esfuerzos, arrastrando con él su guarida, aquella cueva, y siendo los Numemons un daño colateral. Sin embargo, los sellos fallaban, la cárcel era cada vez más inestable, y desesperadamente buscaban una alternativa. ¿Querían cazarlo, encerrarlo con ese dragón, y que se mataran mutuamente? Bueno, no pensaba sacrificarse, pero podía entender que vieran eso como única solución para su modo de vida. Andando con parsimonia, pensando en esto, vio que desde atrás le llegaba una piedra, una última advertencia o aviso, con inscripciones talladas por aquellos mineros. Lo burdo del talle, sumado al digimoji, le hizo dirigirse a Raikomaru:

-¿Entendéis vos esta escritura?

por Fuji Raikomaru Dom Jul 30, 2017 10:07 pm

Digimoji, me acerqué a los símbolos para contemplarlos mejor. Posé mi diestra sobre los tallados, rozándolos lentamente para tener una mejor distinción de lo escrito. Finalmente, asentí con la cabeza. — Parece que la barrera tiene guardianes, y motivos de ser, espero que estés listo para enfrentar lo que sea nos espere... No será simple, un dragón mítico, un kaiser resguardado para su propia protección, y no para protegernos de él, ni a este mundo... Es un reposo, una suerte de incubadora —Llevé mi mirada al ajeno, llevé la diestra a la empuñadura de mi Berserker Sword con ciertos pensamientos intrusivos rondando mi mente. Finalmente, asentí contemplando el final de nuestro camino antes de la prueba de fuego.

— Estoy preparado —Repliqué cuando Lilithmon se posicionó a mi espalda, pero no era para el contrario, me lo decía a mi mismo. A veces a quien mas costaba persuadir era a mi mismo, llené mi pecho de orgullo al respirar profundamente y me adentré hacia lo desconocido. Pude sentir que habíamos penetrado una de las barreras al ingresar por la única zona descubierta de la misma, no había retorno.

por Roku Ginshô Mar Ago 01, 2017 12:02 pm

Ascendiendo, la mina dio lugar a una escalinata, y esta, a su vez, al interior de una casucha sencilla. Vagonetas exponiendo la mena extraída, hornos para fundir los metales, moldes y herramientas para tratar esos materiales y confeccionar armamento a partir de las riquezas naturales. Roku se detuvo, unos segundos, preguntándose para qué querrían los invasores de otro mundo estas armas, cuando ya disponían de otros medios con los que defenderse.

Examinando lo disponible, sus cavilaciones fueron interrumpidas por un zorro compuesto de fuego, que tranquilamente, mientras crepitaban sus crines, movió su zorro, indicando que lo siguieran. Sus pequeñas zarpas no dejaban huella ni en los tablones, ni en el césped del exterior, y la Luna llena solo le dotaba de un aspecto más esplendoroso. Siguió, guiando y esperando al grupo, hasta el templo principal. Este hecho era deducible por las dimensiones de este, pantacruélico en comparación a los otros. Su interior, un pasillo, presentaba columnas que sostenían vigas, decoradas como arcos Tori, en los cuales varios amuletos y talismanes estaban tallados directamente.

Al mismo tiempo, diferentes pinturas se enmarcaban en los muros laterales. En ellas se plasmaban la efigie de diversos demonios, y a su vera, estatuas de diferentes animales que en sus cabezas sostenían velas: zorros, mapaches, cuervos, perros, todos guardianes de la naturaleza y la prosperidad humana en el shintoísmo, todos ellos protectores.

Finalmente, una enorme sala, una enorme galería, con un trono digno de un monarca, a los pies de una gigantesca escultura de la deidad hindú Alcalanata, cuya espada ensartaba a un dragón. Sí, se podía entender el mensaje: “nosotros los cazamos”. Y aunque empleaba a animales entrenados, todos se movían a su voluntad, a la del hombre. Por fin lo conocían, un anciano, vestido de monje, a cuya vera se encontraban un perro y una mujer vestida de doncella miko. Con un gesto, ambos cobraron una nueva apariencia: una suerte de yokai, híbrido de hombre, lobo y ave, y una mujer con la armadura de un zorro dorada. No había lugar ya para las palabras.

Se avecinaba el principio del fin.

por Fuji Raikomaru Jue Ago 03, 2017 2:29 am

Mi mirada se posó sobre las tres figuras que aguardaban al final de la odisea, pero sabía que no serían el último obstaculo a superar antes de retornar a la relajación del descanso. Retorné a mi forma humana, y entonces extendi mi centelleante zurda, para leer con el dispositivo los códigos fractales. — Hyper Spirit Evolution —Nuevamente una cálida lúz mecanica bañó mi cuerpo, como un velo de plata, antes de romper la calma con la dorada lanza de justas que exponía la forma que había adoptado. Blanco como la nieve, de mi pecho liberé dos cubos resplandecientes, negro y dorado. Se introdujeron el dorado en Gram, y el negro en Aegis, dotándolos de un tenue resplandor que aseveraba el uso del mítico chrome digizoid en ellos.

No tuve tiempo de preguntar, no se trataba de cortesías. Observé al mas cercano a mí, la sacerdotisa en dorada armadura que aguardaba junto a su maestro. Era suficiente para mí. Me moví raudo en zig-zag para flanquear su lado izquierdo, flotando a aproximadamente diez metros de distancia del grupo. — ¡Saber Shot! —Exclamé estocando al cielo con mi lanza, para liberar una potente onda de choque en dirección al enemigo, consciente de que la posibilidad de herir al humano existía, y aun mas, deseando hacerlo..

por Roku Ginshô Jue Ago 03, 2017 9:30 am

Aporreando el suelo con el báculo, la doncella pasó de una, a dos, como si de un pálido reflejo se tratara. Un segundo golpe, tintineando una vez más los adornos de aquel bastón, y una barrera se interpuso entre las damas y el caballero. Una tercera vez, resonando con más fuerza, y en torno a su enemigo aparecieron, rodeándole, diez zorros llameantes, habiendo sido convocados no por una, sino por las dos. Cuarto tintineo, y con esta señal, se abalanzaron sobre él.

En cuanto al ataque de este, colisionó con el escudo, iniciando su destrucción, presentando quebraduras en su pulida superficie. Extendiendo la palma, con un hexágono tatuado en esta, el anciano hizo que de la nada surgiera esta figura, reforzando la barrera, aguantando el impacto. Se levantó, y sus dos acompañantes se colocaron a su vera, esperando el siguiente movimiento.

Mientras, el can alado mostró su zarpa, con el mismo dibujo, y una pirámide encerró a Roku. Iluminándose, dos fauces comenzaron a surgir del suelo, amenazando con devorarlo. Sin perder el tiempo, se rodeó de fuego, pasando a Samudramon, y preparando su arco, disparó una única flecha, la cual quebró la barrera y siguió su trayectoria, evitando el digimon este lance. La pared fue también destruida, y un sonido, de cristal roto, enmudeció a todos.

-¿Una barrera detrás de la sala principal? -preguntó el arquero- ¿No entendéis que esas no funcionan conmigo?
-No es para ti, bestia egocéntrica -ladró-, aunque no tardaréis en estar en ella, demonios.

Evadiendo las mandíbulas convocadas, saltó hacia el perro, pasando de arco a espadas, e intentando acabar con él de un único tajo descendente.

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