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El descubrimiento de las ruinas del Monasterio Draco, tallado en lo alto de una desolada montaña en el valle de los dragones, ha despertado un gran interés por todo el Digimundo. Principalmente porque según los tallados de la pared exterior dentro de las ruinas se encuentra un obre mágico que contiene en su interior la data y poder del treceavo Royal Kinght, la cual sera dada a quien reclame dicho objeto. Según la historia grabada en los murales, el obre fue dejado allí por el mismo Royal Kinght en caso de que su poder sea necesario para derrotar al mal que se alce en el futuro...por desgracia semejante premio también a llamado la atención de quienes usarían el poder para sus propias metas egoístas. Por lo que esta aventura ahora se a vuelto una carrera por ver quien consigue el gran premio.
6 meses despues de la ultima carrera, un BanchoLeomon reune al viejo equipo de organizacion para dar un nuevo espectaculo, pero en esta carrera, el misterioso patrocinador ha enviado a un "Aspirante a Campeon" con un extraño y unico Digivice. ¿Que es lo que sucedera a lo largo del evento y como funciona este nuevo digivice?.
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-Skin hecho por Hardrock de The Captain Knows Best.
-Imagenes realizadas por Runari Wildy
y Sigrun Vinter
-Imagenes realizadas por Runari Wildy
y Sigrun Vinter
¿Agua? ¿Dónde? [Prueba Yoru & Houtarou]
Página 1 de 1. • Comparte
¿Agua? ¿Dónde? [Prueba Yoru & Houtarou]
Desierto - Digimundo
-Este calor me esta matando-
En ese instante caí de cara al suelo. Arena, por todos lados arena, ni un solo rastro de vida. Solo mi amigo morado que no compartía mi sufrimiento, ya que yo era el tenía que caminar por él.
-Vamos levántate Ed, tenemos que encontrar agua-
-¿Tenemos? Ve tu a buscar agua, yo te espero aquí tomando una siesta-
-Vamos a morir calcinados busquemos aunque sea una sombra para poder des... ¡Mira! Hay algo por ahí, parece una persona-
-¿Dijiste persona? ¿Donde?-
Levante la cabeza mientras me salia arena por la boca y mire hacia adelante, Hopmon tenía razón, ahí había algo. No sabía con exactitud si era real o un simple espejismo. Pero no había otra forma de saberlo que acercándonos. En ese momento me puse de pie y me acerque por detrás de esa persona. A medida que acortaba distancia, la teoría del espejismo iba desapareciendo. Es más, esa figura parecía la de una mujer.
-Mira Ed, es una muchacha-
-¿Muchacha? Parece más bien una vieja-
Creo que levanté un poco la voz en ese momento... pero no había vuelta atrás, ahí estaba dando hurtadillas y Hopmon dando pequeños saltos acechando a la mujer.
Última edición por Ed Elric el Dom Jul 01, 2012 3:11 am, editado 1 vez
- Tamer & Digimon
- Prueba de Rol :ADigi Puntos :253Nivel On Rol :UltimateInventario :
Ed Elric
Re: ¿Agua? ¿Dónde? [Prueba Yoru & Houtarou]
Juraría oír los chillidos de gaviotas, sus sombras al pasar por encima mio, los golpes de las olas contra la arena ¿estaba en la playa? Si, de seguro se trataba de eso.
- Ugh…- solté un quejido pesado y casi sin aliento - … que calor. –
El sol me golpeaba en la cara con violencia, pero mi cuerpo se negaba a obedecerme, no podía abrir los ojos. Era una pesadez inexplicable. ¿Cuánto tiempo había pasado ahí tirada bajo el sol? Esa costumbre playera ni siquiera me gustaba, la detestaba, mi piel no soportaba los rayos del sol, se quemaba con facilidad.
Haciendo un esfuerzo sobrenatural logre girar hacia un costado para luego quedar boca abajo. Estire los brazos y me levante, obligando a mi cuerpo a tomar una posición de sentado. Podía sentir la arena raspándome por todos lados, la boca seca, el calor asfixiante que generaba mi exceso de abrigo y… sobre todo, la nube que había en mi visión.
¿Qué es este lugar?
Para mi desgracia no se trataba de una playa, no había agua en ningún lado sino interminables kilómetros de dunas y arena donde quiera que mirara. De seguro las gaviotas eran un delirio de mi mente ante tanto calor. Me limpie el sudor de la frente con la parte de atrás de la mano.
– Juraría que pasaron volando por aquí…–
Mire hacia el cielo completamente celeste, entrecerrando un poco los ojos al recibir tanta luz de repente. Me lastimaba, como si hubiera pasado demasiado tiempo en la oscuridad. Me obligué a ponerme de pie, tambaleándome un poco pero logrando mantener el equilibrio. Mire alrededor con desconfianza, algo no estaba bien, podía sentirlo.
De repente algo pasó a gran velocidad detrás mio, me había rozado el pelo. Sin pensarlo dos veces, gire bruscamente pero me encontré con nada. Frunciendo el ceño, di unos pasos hacia atrás, no estaba loca, había sentido algo. Volví a girar y en ese momento me tope con una extraña lagartija que me miraba con grandes ojos. El cara a cara fue tan repentino que solté un chillido, claramente no me esperaba eso. Mis piernas, aun débiles, cedieron y caí al piso, salpicando arena por todos lados. Se trataba de un digimon que nunca había visto. Era todo amarillo con algunas marcas de colores y llamativos ojos verdes. Levitaba, puesto que veía que tuviera alas. No se había ni inmutado por mi reacción, permanecía ahí mirándome mientras que yo le devolvía el gesto. Ninguno de los dos se movía.
– Uwah~ - soltó finalmente, ladeando la cabezota – un humano aquí ¡jamás creí que me toparía con uno! – Dio una rápida vuelta a mi alrededor mientras que yo permanecí quieta, siguiéndolo con la mirada – te ves tan frágil ~ –
– Maldita lagartija ¿te estás burlando de mí? – lo desafié sin la mas mínima intención de levantarme. Se rió a los gritos, parecía entretenerle mi estado. Yo, por mi parte, me encontraba cada vez mas cabreada, y de seguro la mayor parte de la culpa se lo llevaba el maldito calor. – ¿Qué quieres? –
– Nada en realidad… – se me acercó para poder mirarme más de cerca, automáticamente me eché hacia atrás, tratando de conservar el mayor espacio personal posible – hace rato que estabas ahí tirada, pensé que ibas a morir ~ –
Me mordí el labio con bronca – pues al parecer te equivocaste amiguito, – su canturreo me irritaba aún más.
– Aw… ¿qué pasa con la data de los humanos cuando mueren? –
Alce una ceja, parecía de verdad intrigado por la pregunta pero ni yo sabía la respuesta ni quería contestarle. Me puse de pie una vez más a punto de retrucarle cuando algo me llamo la atención. Eran otras voces que al parecer el digimon flotador también había oído. – ¿Traes compañía? – le pregunté, mirando en dirección al sonido. No podía distinguir muy bien, ni siquiera entrecerrando los ojos.
Kyokyomon negó con la cabeza, – siento la presencia de un digimon –
Gruñí y me dirigí hacia ellos, pisando con fuerza y mostrando los dientes cual perro. Kyokyomon me seguía de cerca, observando con curiosidad. Me detuve a unos pasos de ellos, claramente se trataba de un digimon y de una persona. – Oh, Sorpresa, – los miré desde arriba y sonreí maliciosamente, – entreguen todo lo que traigan con ustedes si no quieren que los entierre de cabeza. –
- Ugh…- solté un quejido pesado y casi sin aliento - … que calor. –
El sol me golpeaba en la cara con violencia, pero mi cuerpo se negaba a obedecerme, no podía abrir los ojos. Era una pesadez inexplicable. ¿Cuánto tiempo había pasado ahí tirada bajo el sol? Esa costumbre playera ni siquiera me gustaba, la detestaba, mi piel no soportaba los rayos del sol, se quemaba con facilidad.
Haciendo un esfuerzo sobrenatural logre girar hacia un costado para luego quedar boca abajo. Estire los brazos y me levante, obligando a mi cuerpo a tomar una posición de sentado. Podía sentir la arena raspándome por todos lados, la boca seca, el calor asfixiante que generaba mi exceso de abrigo y… sobre todo, la nube que había en mi visión.
¿Qué es este lugar?
Para mi desgracia no se trataba de una playa, no había agua en ningún lado sino interminables kilómetros de dunas y arena donde quiera que mirara. De seguro las gaviotas eran un delirio de mi mente ante tanto calor. Me limpie el sudor de la frente con la parte de atrás de la mano.
– Juraría que pasaron volando por aquí…–
Mire hacia el cielo completamente celeste, entrecerrando un poco los ojos al recibir tanta luz de repente. Me lastimaba, como si hubiera pasado demasiado tiempo en la oscuridad. Me obligué a ponerme de pie, tambaleándome un poco pero logrando mantener el equilibrio. Mire alrededor con desconfianza, algo no estaba bien, podía sentirlo.
De repente algo pasó a gran velocidad detrás mio, me había rozado el pelo. Sin pensarlo dos veces, gire bruscamente pero me encontré con nada. Frunciendo el ceño, di unos pasos hacia atrás, no estaba loca, había sentido algo. Volví a girar y en ese momento me tope con una extraña lagartija que me miraba con grandes ojos. El cara a cara fue tan repentino que solté un chillido, claramente no me esperaba eso. Mis piernas, aun débiles, cedieron y caí al piso, salpicando arena por todos lados. Se trataba de un digimon que nunca había visto. Era todo amarillo con algunas marcas de colores y llamativos ojos verdes. Levitaba, puesto que veía que tuviera alas. No se había ni inmutado por mi reacción, permanecía ahí mirándome mientras que yo le devolvía el gesto. Ninguno de los dos se movía.
– Uwah~ - soltó finalmente, ladeando la cabezota – un humano aquí ¡jamás creí que me toparía con uno! – Dio una rápida vuelta a mi alrededor mientras que yo permanecí quieta, siguiéndolo con la mirada – te ves tan frágil ~ –
– Maldita lagartija ¿te estás burlando de mí? – lo desafié sin la mas mínima intención de levantarme. Se rió a los gritos, parecía entretenerle mi estado. Yo, por mi parte, me encontraba cada vez mas cabreada, y de seguro la mayor parte de la culpa se lo llevaba el maldito calor. – ¿Qué quieres? –
– Nada en realidad… – se me acercó para poder mirarme más de cerca, automáticamente me eché hacia atrás, tratando de conservar el mayor espacio personal posible – hace rato que estabas ahí tirada, pensé que ibas a morir ~ –
Me mordí el labio con bronca – pues al parecer te equivocaste amiguito, – su canturreo me irritaba aún más.
– Aw… ¿qué pasa con la data de los humanos cuando mueren? –
Alce una ceja, parecía de verdad intrigado por la pregunta pero ni yo sabía la respuesta ni quería contestarle. Me puse de pie una vez más a punto de retrucarle cuando algo me llamo la atención. Eran otras voces que al parecer el digimon flotador también había oído. – ¿Traes compañía? – le pregunté, mirando en dirección al sonido. No podía distinguir muy bien, ni siquiera entrecerrando los ojos.
Kyokyomon negó con la cabeza, – siento la presencia de un digimon –
Gruñí y me dirigí hacia ellos, pisando con fuerza y mostrando los dientes cual perro. Kyokyomon me seguía de cerca, observando con curiosidad. Me detuve a unos pasos de ellos, claramente se trataba de un digimon y de una persona. – Oh, Sorpresa, – los miré desde arriba y sonreí maliciosamente, – entreguen todo lo que traigan con ustedes si no quieren que los entierre de cabeza. –
- Tamer & Digimon
- Digi Puntos :155
Yoru Kobayashi
Re: ¿Agua? ¿Dónde? [Prueba Yoru & Houtarou]
Quedarnos quietos, fue lo primero que se nos cruzó por la mente. En esos segundos pensaba: "Se una estatua, se una estatua". Seguramente mi amigo estaba pasando por la misma situación, al mirarle a sus pequeños-grandes ojos negros lo confirme. Rápidamente volví a mirar hacía la vieja. Su rostro parecía inmutable.
-Lo de vieja, lo dijo él-
Las palabras salieron de mi boca como si alguien más lo estuviera haciendo por mí, inmediatamente señale a Hopmon para quedar impune ante las amenazas de esa... de esa mujer. Aún no podía saber con seguridad la edad aproximada por la cegadora luz que se reflejaba en la calurosa y dorada arena.
-Ed, no seas mala con la señorita. Mi nombre es Hopmon y como de seguro que escuchaste, el es mi compañero Ed-
Afortunadamente me ahorró nuestra presentación.
-Mira no traemos nada valioso, ni siquiera agua. Y me harías un favor al enterrarme, al menos esta más fresco bajo tierra. ¿Y quién es ese que te acompaña, tu amigo? ¿Sabes que digimon es, mi fiel y morado amigo?-
-Emm, creo que es un Kyokyomon. Que raro, ellos no suelen vivir por estas zonas. Seguramente fue atraído hasta aquí por la presencia de su tamer-
Al terminar su explicación, volví a mirar a la chica, esta vez me puse la mano sobre la frente para ver mejor. Tendría entre unos 15 a 17 años, no más.
-¿Con que eres nueva en esto eh?- ^^
-Lo de vieja, lo dijo él-
Las palabras salieron de mi boca como si alguien más lo estuviera haciendo por mí, inmediatamente señale a Hopmon para quedar impune ante las amenazas de esa... de esa mujer. Aún no podía saber con seguridad la edad aproximada por la cegadora luz que se reflejaba en la calurosa y dorada arena.
-Ed, no seas mala con la señorita. Mi nombre es Hopmon y como de seguro que escuchaste, el es mi compañero Ed-
Afortunadamente me ahorró nuestra presentación.
-Mira no traemos nada valioso, ni siquiera agua. Y me harías un favor al enterrarme, al menos esta más fresco bajo tierra. ¿Y quién es ese que te acompaña, tu amigo? ¿Sabes que digimon es, mi fiel y morado amigo?-
-Emm, creo que es un Kyokyomon. Que raro, ellos no suelen vivir por estas zonas. Seguramente fue atraído hasta aquí por la presencia de su tamer-
Al terminar su explicación, volví a mirar a la chica, esta vez me puse la mano sobre la frente para ver mejor. Tendría entre unos 15 a 17 años, no más.
-¿Con que eres nueva en esto eh?- ^^
- Tamer & Digimon
- Prueba de Rol :ADigi Puntos :253Nivel On Rol :UltimateInventario :
Ed Elric
Re: ¿Agua? ¿Dónde? [Prueba Yoru & Houtarou]
Los miré por unos segundos, sin relajar en absoluto ninguno de los músculos de mi cara. El supuesto insulto no me afectaba tanto como el hecho que los dos nuevos personajes no trajeran nada con ellos, ni siquiera agua. Chisté de mala gana y llevé la vista hacia un costado, los brazos a la cadera, – si no hiciera este calor infernal, créeme que con gusto te fundiría la cabeza al suelo. – Se suponía que era una presentación pero no se me antojaba decirle mi nombre.
Kyokyomon miraba el intercambio de palabras con gran interés. Movido puramente por la curiosidad, levitó hacia Ed y Hopmon, dandoles una vuelta alrededor antes de detenerse junto a mí.
– ¿Amigo? – Solté una carcajada forzada y algo burlona – no tengo idea de donde salió esta lagartija, qué es lo que quiere o cómo se llama siquiera – me crucé de brazos y pasé el peso de una pierna hacia a la otra – mi compañero digimon es otro – concluí sin pensar mucho lo que decía. Fue al repasar mentalmente mis palabras que me di cuenta de lo que había dicho. No, no se suponía que tuviera un compañero, no recordaba a ningún compañero.
Kyokyomon notó ese trastabilleo en mi discurso por lo que se me acercó exageradamente (una vez más) a la cara. – Oh~ Genial ¿Cómo se llama? ¿Dónde está? –
Ya no podía distinguir si se estaba burlando o de verdad quería saber. El hecho era que sabía que no tenía un compañero pero al mismo tiempo algo me decía que si, pero por alguna razón no podía recordarlo, todo era una laguna y cuanto más intentara buscar una respuesta peor era.
– Parece que su memoria se ha dañado ~ – dijo alejándose un poco y mirando a los otros dos, – ¿los humanos también pierden data? Interesante ~–
– Ya calla animalejo, – tire un manotazo al aire, intentado golpearlo pero sin éxito – estoy algo aturdida, me golpeé la cabeza, eso es todo – podía sentir una migraña aunque no estaba segura si se debía o no a un golpe. – Necesito agua – me pasé las manos por la cara y le di otra ojeada a los alrededores esperando encontrar algo más que arena.
– Hay un oasis cerca de aquí~ –
– ¡¿Dónde?! –
– No lo recuerdo bien – cerró un ojo mientras que con el otro nos miraba, como si planeara algo, – deberían ayudarme a refrescar mi memoria ~ –
– Maldito oportunista... – gruñí por lo bajo – bien sabes que no traemos nada, aunque te puedes quedar con el rubio a cabio de agua... y guarda el cambio – dije señalando a Ed, lo usaría como mercancía de trueque de ser necesario. Mientras tanto tanteaba los bolsillos de mi ropa, busqué en uno de ellos y saqué una barra de chocolate bastante demacrada y derretida, pero para mi suerte seguía envuelta en su papel sin ensuciar nada. – Es lo único que tengo –
Kyokyomon se acerco hacia mi mano extendida, olfateo un par de veces el paquetito amorfo e intentó quitármelo de una mordida, pero mi mano fue más rápida. Le alejé el chocolate mientras que le negaba con el dedo índice de la otra mano. – Ah, ah. Primero muéstranos el camino y después podrás quedarte con el chocolate. –
El digimon dio una vuelta en el aire y asintió – si así se manejan ustedes ~ Espero cumplas ~ – dio media vuelta y se puso en marcha, sin esperar a que lo siguieran.
Puesto que no tenía una mejor idea, di unos pasos tras Kyokyomon para detenerme unos secundos y mirar a Ed y Hopmon – ¿van a venir o se van a quedar ahí comiendo arena? – no sabía si Kyokyomon decía la verdad pero era la única oportunidad que tenía de sobrevivir ahí... y siempre podía usar a los otros dos de escudo como plan de emergencia.
Kyokyomon miraba el intercambio de palabras con gran interés. Movido puramente por la curiosidad, levitó hacia Ed y Hopmon, dandoles una vuelta alrededor antes de detenerse junto a mí.
– ¿Amigo? – Solté una carcajada forzada y algo burlona – no tengo idea de donde salió esta lagartija, qué es lo que quiere o cómo se llama siquiera – me crucé de brazos y pasé el peso de una pierna hacia a la otra – mi compañero digimon es otro – concluí sin pensar mucho lo que decía. Fue al repasar mentalmente mis palabras que me di cuenta de lo que había dicho. No, no se suponía que tuviera un compañero, no recordaba a ningún compañero.
Kyokyomon notó ese trastabilleo en mi discurso por lo que se me acercó exageradamente (una vez más) a la cara. – Oh~ Genial ¿Cómo se llama? ¿Dónde está? –
Ya no podía distinguir si se estaba burlando o de verdad quería saber. El hecho era que sabía que no tenía un compañero pero al mismo tiempo algo me decía que si, pero por alguna razón no podía recordarlo, todo era una laguna y cuanto más intentara buscar una respuesta peor era.
– Parece que su memoria se ha dañado ~ – dijo alejándose un poco y mirando a los otros dos, – ¿los humanos también pierden data? Interesante ~–
– Ya calla animalejo, – tire un manotazo al aire, intentado golpearlo pero sin éxito – estoy algo aturdida, me golpeé la cabeza, eso es todo – podía sentir una migraña aunque no estaba segura si se debía o no a un golpe. – Necesito agua – me pasé las manos por la cara y le di otra ojeada a los alrededores esperando encontrar algo más que arena.
– Hay un oasis cerca de aquí~ –
– ¡¿Dónde?! –
– No lo recuerdo bien – cerró un ojo mientras que con el otro nos miraba, como si planeara algo, – deberían ayudarme a refrescar mi memoria ~ –
– Maldito oportunista... – gruñí por lo bajo – bien sabes que no traemos nada, aunque te puedes quedar con el rubio a cabio de agua... y guarda el cambio – dije señalando a Ed, lo usaría como mercancía de trueque de ser necesario. Mientras tanto tanteaba los bolsillos de mi ropa, busqué en uno de ellos y saqué una barra de chocolate bastante demacrada y derretida, pero para mi suerte seguía envuelta en su papel sin ensuciar nada. – Es lo único que tengo –
Kyokyomon se acerco hacia mi mano extendida, olfateo un par de veces el paquetito amorfo e intentó quitármelo de una mordida, pero mi mano fue más rápida. Le alejé el chocolate mientras que le negaba con el dedo índice de la otra mano. – Ah, ah. Primero muéstranos el camino y después podrás quedarte con el chocolate. –
El digimon dio una vuelta en el aire y asintió – si así se manejan ustedes ~ Espero cumplas ~ – dio media vuelta y se puso en marcha, sin esperar a que lo siguieran.
Puesto que no tenía una mejor idea, di unos pasos tras Kyokyomon para detenerme unos secundos y mirar a Ed y Hopmon – ¿van a venir o se van a quedar ahí comiendo arena? – no sabía si Kyokyomon decía la verdad pero era la única oportunidad que tenía de sobrevivir ahí... y siempre podía usar a los otros dos de escudo como plan de emergencia.
- Tamer & Digimon
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Yoru Kobayashi
Re: ¿Agua? ¿Dónde? [Prueba Yoru & Houtarou]
Al parecer, ella todavía estaba en esa etapa, esa etapa en la que uno sabe algo pero no lo recuerda. Síntomas comunes de una primera visita al digimundo. Esto era evidente, sabía que debía encontrarse con su digimon, pero su memoria llegaba hasta ahí.
-Ed, ella me da miedo-
-Que mal carácter, espero que sea el calor, la sed o algo. Ojala se le pase pronto-
Entablamos esta pequeña conversación con Hopmon mientras ella nos daba la espalda y seguía a lo que suponíamos, era su digimon.
No pude contener la risa, al verla desde atrás me dí cuenta de que su piel, en la parte de adelante de su cuerpo se había quemado por los rayos del sol.
-Parece un chocolate de dos capas-
-Jajaja, siempre con tus bromas-
Al secarme las pequeñas lagrimas de los ojos, levanté a mi amigo con una mano y les seguí el paso. Supongo que no había más remedio que el pequeño Kyokyomon nos guiase , ya que nos encontrábamos en una situación poco agradable.
Mi compañero dijo:
¿Tu crees que sea la persona que estamos buscando? No parece muy amigable-
-Estoy seguro, ¿quién más viene a parar en el medio del desierto?-
-Recuerda que los portales son completamente aleatorios-
-Tienes razón, pero el digivice nos guió hasta aquí-
Empecé a caminar un poco más deprisa, mientras tanto me iba sacando mi sobretodo, al ponerme a la par de la chica, lo extendí y lo levante para cubrirla del sol. En ese entonces la miré...
-Ten cuidado, te puedes insolar, si es que aún no lo estas. Por cierto, no me dijiste tu nombre-
-Ed, ella me da miedo-
-Que mal carácter, espero que sea el calor, la sed o algo. Ojala se le pase pronto-
Entablamos esta pequeña conversación con Hopmon mientras ella nos daba la espalda y seguía a lo que suponíamos, era su digimon.
No pude contener la risa, al verla desde atrás me dí cuenta de que su piel, en la parte de adelante de su cuerpo se había quemado por los rayos del sol.
-Parece un chocolate de dos capas-
-Jajaja, siempre con tus bromas-
Al secarme las pequeñas lagrimas de los ojos, levanté a mi amigo con una mano y les seguí el paso. Supongo que no había más remedio que el pequeño Kyokyomon nos guiase , ya que nos encontrábamos en una situación poco agradable.
Mi compañero dijo:
¿Tu crees que sea la persona que estamos buscando? No parece muy amigable-
-Estoy seguro, ¿quién más viene a parar en el medio del desierto?-
-Recuerda que los portales son completamente aleatorios-
-Tienes razón, pero el digivice nos guió hasta aquí-
Empecé a caminar un poco más deprisa, mientras tanto me iba sacando mi sobretodo, al ponerme a la par de la chica, lo extendí y lo levante para cubrirla del sol. En ese entonces la miré...
-Ten cuidado, te puedes insolar, si es que aún no lo estas. Por cierto, no me dijiste tu nombre-
- Tamer & Digimon
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Ed Elric
Re: ¿Agua? ¿Dónde? [Prueba Yoru & Houtarou]
El calor abrumante de un lugar desconocido era emanado contantemente por los espantosos rayos del cruel y abundante sol, ¿dónde estaba aquel sujeto? El cual por cierto, sen encontraba tirado en el suelo de frente a la arena, mientras que la poca saliva que tenía al rededor de sus labios era consumida y tragada por la arena que parecía estar comiendo a cada segundo que pasaba en esa posición. Un ligero golpe hizo que de inmediato aquel chico no mayor a los 17 años se despertara de inmediato, sin saber mucho de en que lugar se encontraba. Sus pies temblaban y a penas y podía levantarse, sin embargo y con un gran esfuerzo pudo hacerlo, aunque al parecer no por mucho tiempo, no podía mantenerse en pie, por lo que volvió a caer repentinamente al suelo creando una pequeña cortina de polvo a su al rededor. - ¡Houtarou! - Una pequeña y suave voz despertó sus sentidos y alertó sus oídos. - Al fin despiertas. - Fue lo siguiente que logró escuchar, mientras que a duras penas lograba abrir sus ojos, la inmensa luz le impedía una visualización del todo clara. Al cabo de un par de segundos de tallar una y otra vez ambos ojos con sus manos y quitarse la poca arena que tenía rodeando sus labios, logró distinguir la figura de la cual provenía aquella voz conocida. Redonda tal y como un balón de soccer, largas orejas terminadas en punta y un color morado llamativo que era visto a simple vista con el sol hizo despertar al fin al joven que respondía al nombre de Houtarou. - ¿Yaa ... ? ... - Dijo cortándose radicalmente. - ¿Yaamon? - Pronuncio por fin tras darse cuenta de lo reseca que estaba su boca, no sabía realmente cuanto tiempo había pasado en aquel estado de sueño. - ¿Dónde estamos? - Fue lo siguiente que pronunció mientras trataba de mojar su boca con la poca saliva que aún le quedaba. - Estamos en un desierto .... Houtarou .... Creo que .... Esto es ..... El digimundo .... - Fue lo siguiente que pronunció aquella bola morada que asemejaba a un tierno peluche. - ¿Cómo ... ? .... No logro recordar como llegamos aquí .... - Dijo en voz baja para si mismo mientras su cerebro comenzaba a trabajar intentando recordar que había pasado ....
- ¿Podrías dejar las tonterías por una vez? - Decía na voz que a simple vista mostraba un grado de enojó, era aquel chico que levantaba con mucho cuidado varios vidrios del frío y limpio suelo, a pesar de que su voz mostraba un sentimiento su rostro no parecía del todo molesto, al parecer, aquel chico estaba acostumbrado a eso. - P-perdóname ... - Decía una voz chillona al parecer de un niño de 4 años. Era aquel extraño animal antes hablado de color morado que se encontraba escondido detrás de una de las patas de una mesa que funcionaba como adorno. En su rostro llevaba una expresión de miedo y tristeza que asemejaba a un niño pequeño que había sido regañado por su mamá o papá. - Perdóname perdóname, es lo único que sabes decir siempre. - Decía refunfuñando, mientras levantaba las últimas piezas de vidrio regadas por el suelo. - Nunca aprenderás ... Yaamon. - Pronunció por último tras terminar de recoger hasta la más pequeña pieza de vidrio esparcida en la casa. Mientras tanto la pequeña criatura con .... En realidad era todo cabeza por lo que mantenía su mirada en el suelo, continuaba "escondida" en el mismo lugar. - Bien, ya he terminado ... Ypor favor, ten más cuidado, podrías lastimarte .... - Dijo mientras tiraba los pequeños trozos de aquel material a un bote de basura cercano. - ¿Quieres comer? - Volteo de nuevo su mirada hacia abajo buscando con su vista al animal. - S-si. - Dijó aquella criatura volviendo una expresión de felicidad en si mientras daba unos brincos atravez de las cosas hasta llegar a la cima de la mesa, de inmediato dio un brinco lanzándose sobre el chico, el cual extendió sus manos cargándolo de manera rápida, camino hasta la mesa y sentó a la pequeña criatura sobre la mesa misma echa completamente de lo que parecía ser una madera resistente.
Al cabo de una hora de cocinar, Houtarou había terminado de hacer el platillo de aquel día, acercó el sartén a un plato de vidrio que se encontraba frente a su compañero, Yaamon y le sirvió una pequeña ración. Después se acercó hasta otro plato que se encontraba frente a una silla bacía y sirvió el resto. Dejó el sartén sobre la estufa y se sentó dispuesto a comer su platillo. Después de unos minutos de disfrute de aquel platillo ambos terminaron con su comida, Houtarou se levantó de su asiento y camino hasta Yaamon, el cual dio un salto repentino hacía Houtarou, el cual sin muchos problemas le cargó y lo llevó hasta su cuarto, el lugar en donde dormían. Había una sola cama, a su lado una ventana con la cortina cerrada, y en una de las paredes un escritorio el cual sostenía una computadora. Houtarou la encendió mientras que Yaamon jugaba y saltaba felizmente en la cama. Pasaron un par de minutos más, en los que ya no encontraba que hacer, Yaamon se encontraba a su lado simplemente mirándolo, Houtarou, cerró un poco sus ojos pensando en que podría hacer sin darse cuenta de lo que estaba pasando en realidad, aquel aparato que había llegado hace tiempo junto con Yaamon el cual se encontraba sobre una de las repisas cercanas a la computadora, comenzó a brillar con mucha intensidad, mientras tanto, la computadora se ponía totalmente en blanco, Houtarou, abrió con lentitud sus ojos al darse cuenta de aquella cegadora luz, mientras que Yaamon se ocultaba entre sus brazos. - ¿Q-qué pasa ... ? ... - Dijo confundido al darse cuenta, tomo aquel extraño aparato y lo examinó, la pantalla brillaba intensamente, quizá era una avería en el objeto, depronto, las luces por alguna extraña razón se juntaron, Houtarou cerró sus ojos y desapareció de su habitación sosteniendo con fuerza aquel objeto y a Yaamon con su otra mano disponible.
Recuerdo/Flash Back|Hace tres horas|Residencia Oreki
- ¿Podrías dejar las tonterías por una vez? - Decía na voz que a simple vista mostraba un grado de enojó, era aquel chico que levantaba con mucho cuidado varios vidrios del frío y limpio suelo, a pesar de que su voz mostraba un sentimiento su rostro no parecía del todo molesto, al parecer, aquel chico estaba acostumbrado a eso. - P-perdóname ... - Decía una voz chillona al parecer de un niño de 4 años. Era aquel extraño animal antes hablado de color morado que se encontraba escondido detrás de una de las patas de una mesa que funcionaba como adorno. En su rostro llevaba una expresión de miedo y tristeza que asemejaba a un niño pequeño que había sido regañado por su mamá o papá. - Perdóname perdóname, es lo único que sabes decir siempre. - Decía refunfuñando, mientras levantaba las últimas piezas de vidrio regadas por el suelo. - Nunca aprenderás ... Yaamon. - Pronunció por último tras terminar de recoger hasta la más pequeña pieza de vidrio esparcida en la casa. Mientras tanto la pequeña criatura con .... En realidad era todo cabeza por lo que mantenía su mirada en el suelo, continuaba "escondida" en el mismo lugar. - Bien, ya he terminado ... Ypor favor, ten más cuidado, podrías lastimarte .... - Dijo mientras tiraba los pequeños trozos de aquel material a un bote de basura cercano. - ¿Quieres comer? - Volteo de nuevo su mirada hacia abajo buscando con su vista al animal. - S-si. - Dijó aquella criatura volviendo una expresión de felicidad en si mientras daba unos brincos atravez de las cosas hasta llegar a la cima de la mesa, de inmediato dio un brinco lanzándose sobre el chico, el cual extendió sus manos cargándolo de manera rápida, camino hasta la mesa y sentó a la pequeña criatura sobre la mesa misma echa completamente de lo que parecía ser una madera resistente.
Al cabo de una hora de cocinar, Houtarou había terminado de hacer el platillo de aquel día, acercó el sartén a un plato de vidrio que se encontraba frente a su compañero, Yaamon y le sirvió una pequeña ración. Después se acercó hasta otro plato que se encontraba frente a una silla bacía y sirvió el resto. Dejó el sartén sobre la estufa y se sentó dispuesto a comer su platillo. Después de unos minutos de disfrute de aquel platillo ambos terminaron con su comida, Houtarou se levantó de su asiento y camino hasta Yaamon, el cual dio un salto repentino hacía Houtarou, el cual sin muchos problemas le cargó y lo llevó hasta su cuarto, el lugar en donde dormían. Había una sola cama, a su lado una ventana con la cortina cerrada, y en una de las paredes un escritorio el cual sostenía una computadora. Houtarou la encendió mientras que Yaamon jugaba y saltaba felizmente en la cama. Pasaron un par de minutos más, en los que ya no encontraba que hacer, Yaamon se encontraba a su lado simplemente mirándolo, Houtarou, cerró un poco sus ojos pensando en que podría hacer sin darse cuenta de lo que estaba pasando en realidad, aquel aparato que había llegado hace tiempo junto con Yaamon el cual se encontraba sobre una de las repisas cercanas a la computadora, comenzó a brillar con mucha intensidad, mientras tanto, la computadora se ponía totalmente en blanco, Houtarou, abrió con lentitud sus ojos al darse cuenta de aquella cegadora luz, mientras que Yaamon se ocultaba entre sus brazos. - ¿Q-qué pasa ... ? ... - Dijo confundido al darse cuenta, tomo aquel extraño aparato y lo examinó, la pantalla brillaba intensamente, quizá era una avería en el objeto, depronto, las luces por alguna extraña razón se juntaron, Houtarou cerró sus ojos y desapareció de su habitación sosteniendo con fuerza aquel objeto y a Yaamon con su otra mano disponible.
Fin del Recuerdo/Flash Back|Tres horas después|Digimundo: Desierto.
- ¡Houtarou! ..... ¡Houtarou! - Decía preocupadamente Yaamon, Houtarou giró un poco su cabeza en su dirección y se percató de que le llamaba desde hace tiempo. - Perdón .... Trataba de recordar que había pasado ... Supongo que de alguna forma logramos .... teletransportarnos a este lugar .... ¿Dijiste que se llamaba .... ? ..... ¿Digimundo cierto? ..... - El digimon acento con su cabeza y Houtarou volvió a mirar al suelo, alzó un poco su mano y se dio cuenta de que aquel extraño aparato aún seguía en su mano, lo examinaba por todos lados buscando que era aquella extraña cosa, después de todo no le había prestado atención incluso desde el día en que Yaamon había llegado a su vida. Houtarou se levantó después de permanecer sentado un corto tiempo y haber recuperado casi todas sus fuerzas. Al levantarse se pudo dar cuenta de que llevaba la misma ropa de cuando había sido tragado por la pantalla de computadora, constaba de su atuendo de escuela, una playera blanca la cual estaba cubierta por el polvo de la arena, sobre está una chamarra de color negro desabotonada, debajo de la camisa una camiseta de color verde y para finalizar su pantalón de color azul fuerte, conformaban el uniforme de la escuela a la cual asistía Houtarou. Miró un momento a Yaamon llevando su mano hasta su cabello jugando con este mismo. - Creo que deberíamos buscar a alguien que nos ayude a averiguar como regresar a casa ... Yaamon .... - Yaamon saltó sobre Houtarou dejándose caer sobre sus brazos, al parecer ambos estaban muy acostumbrados a convivir de está manera puesto que siempre se le veía hacer lo mismo al pequeño Yaamon mientras que a Houtarou no parecía molestarle en lo absoluto. Al cabo de un par de minutos de caminar sin rumbo alguno, Houtarou se encontraba ya muy cansado, al punto de necesitar urgentemente agua, llevaba en su cabeza aquella chaqueta de color negro cubriendo su cuerpo y el de su digiacompañante del asfixiante sol y calor que abundaba, realmente ya no sabía que hacer, los espejismos se hacían presentes cada segundo que caminaba, sin embargo no prestaba del todo atención, podía ver errores de sombras los cuales hacían perder la credibilidad a aquellas ilusiones. - ¡Houtarou! Hay digimon cerca .... - Dijo mientras buscaba con su mirada en todas direcciones. - ¡Mira! - Indicó en dirección hacia el frente, podían verse por lo menos cuatro sombras las cuales caminaban con rapidez. - ¿Personas ... ? ... ¿Digimon ... ? ... No sé que sean pero debemos seguirlos, quizá puedan ayudarnos .... - Houtarou corrió en aquella dirección apresuradamente sin soltar a Yaamon entre sus brazos, quizá aquellas personas podrían ayudarle o darle un poco de agua, estaba sediento y no sabía cuanto más podría aguantar aquel estado.
- Invitado
Invitado
Re: ¿Agua? ¿Dónde? [Prueba Yoru & Houtarou]
Seguía caminando tras Kyokyomon quien no se molestaba en voltear, simplemente seguía ondeando en el aire en lo que a mi parecer era una dirección aleatoria ya que no había ABSOLUTAMENTE nada en quién sabe cuántos kilómetros a la redonda. Cada duna que sobrepasábamos empeoraba mi humor, esperaba encontrar ese oasis pero lo único que había era arena y más arena. Suspiré pesadamente, la ligera caminata emporaba el calor, ya no quería caminar, con cada paso el cuerpo se me hacía más pesado. Abrí la boca para gritarle algo al digimon guía pero me detuve al sentir como algo suave caía sobre mí. Mi primera reacción fue saltar hacia un costado, quitármelo de encima y fulminar a Ed con la mirada. – ¿Qué demonios?... – llevé mis ojos con desconfianza al tapado rojo en mis manos mientras oía las palabras del chico. Parecía realmente preocupado por el asunto pero la paranoia y el orgullo eran más fuertes. Inflé los cachetes con el ceño fruncido, como un niño caprichoso –Cla... claro, ya lo sabía, no tienes que preocuparte tanto por un extraño. Mejor cuida de tu propia espalda. – Aún diciendo esto no le devolví el abrigo. Atenuaba un poco el calor por sobre mi cabeza pero al no ser de un color demasiado oscuro, no atraía tanto los rayos del sol. Era mejor así que estar directamente expuesta. – Amm… mi nombre no es importante, de verdad – dije modulando muy poco, por algún motivo no me sentía cómoda hablando del tema, quizás por el simple hecho de que no podía recordar absolutamente nada, ni siquiera mi nombre.
Kyokyomon seguía felizmente adelante, es mas, parecía estar hasta tarareando una canción muy bajita. Se detuvo y giró, finalmente percatándose que de a poco nos íbamos quedando atrás. – ¡Ara! – Gritó animado, como si el calor y el sol no le molestasen para absolutamente nada – ya falta poquito, no mueran todavía ~– con estas supuestas palabras de aliento, siguió adelante. Se detuvo de nuevo unos metros más adelante, justo antes del inicio de una inmensa duna, algo había captado la atención del pequeño digimon. Se desvió del camino, hacia un costado y descendió hacia el suelo. Haciendo arena hacia los lados con las “aletas”, desenterró lo que parecía un pequeño aparato. – Oh~ – lo tomó con la boca y al momento de volver, percibió con el rabillo del ojo como otra cosa brillaba no mucho más lejos de ahí. Se acercó y repitió la maniobra sólo que esta vez, al tener el hocico(?) ccupado, no pudo hace más que desenterrarlo. Era un bolso escolar, todo sucio, el cuero seco y bastante roto, parecía llevar ya un tiempo ahí enterrado.
A diferencia del pequeño dragón, no tenía ni las ganas ni la fuerza para ir a explorar hacia un costado – ¡Oi! ¡No te distraigas! Puedes mirar porquerías des… pués – terminé esa última palabra con lentitud, Kyokyomon había volteado la cabeza hacia mí que le hablaba, así pude notar lo que cargaba en la boca. Era un dispositivo que conocía muy bien. Digivice. La palabra cruzó por mi cabeza como una flecha, como si la información hubiese entrado de repente y con violencia. Entrecerré un ojo, y me llevé una palma hacia la sien, me había dolido, a pesar de haber sido una simple asociación imagen –palabra. – Eso… – me obligue a trotar hasta el digimon, quitándole el digivice de la boca – esto es mío… – lo inspeccioné por cada uno de sus lados. Se veía muy maltratado, había perdido un poco el color violeta del anillo del frente y en la pantalla se distinguían algunos rayones dependiendo de cómo le diera la luz. Ya no debe ni funcionar. Llevada por una fuerza, instinto capaz, lo apunté hacia Kyokyomon, el digimon que más cerca tenía, esperando una respuesta de parte del aparatejo. Como por arte de magia este desplego una pantallita holográfica con los datos del dragón frente a mí. – Si funciona… – hablé al aire, completamente sorprendida. Cerré el puño, con el digivice en medio, y lo apreté un poco como si esperara que se deshiciera de mi mano. Kyokyomon ahora se entretenía sacando cosas del bolso que había encontrado, cuadernos, lápices y demás útiles escolares volaron por la arena. Yo lo observaba completamente atónita, no entendía nada, el enojo había desaparecido por completo, ya ni yo sabía lo que sentía.
– Kobayashi Yoru~ – canturreó Kyokyomon de la nada. Parecía querer acotar algo más cuando otra cosa tomó por completo su atención. Su vista ya no estaba en mí sino que seguía por sobre mi hombro, más atrás, pasando de largo a Ed y Hopmon. –Otro humano ~ – había distinguido a una tercera persona, a pesar de estar algo lejos – ¡hum! ¡Nunca había visto tantos!
Kyokyomon seguía felizmente adelante, es mas, parecía estar hasta tarareando una canción muy bajita. Se detuvo y giró, finalmente percatándose que de a poco nos íbamos quedando atrás. – ¡Ara! – Gritó animado, como si el calor y el sol no le molestasen para absolutamente nada – ya falta poquito, no mueran todavía ~– con estas supuestas palabras de aliento, siguió adelante. Se detuvo de nuevo unos metros más adelante, justo antes del inicio de una inmensa duna, algo había captado la atención del pequeño digimon. Se desvió del camino, hacia un costado y descendió hacia el suelo. Haciendo arena hacia los lados con las “aletas”, desenterró lo que parecía un pequeño aparato. – Oh~ – lo tomó con la boca y al momento de volver, percibió con el rabillo del ojo como otra cosa brillaba no mucho más lejos de ahí. Se acercó y repitió la maniobra sólo que esta vez, al tener el hocico(?) ccupado, no pudo hace más que desenterrarlo. Era un bolso escolar, todo sucio, el cuero seco y bastante roto, parecía llevar ya un tiempo ahí enterrado.
A diferencia del pequeño dragón, no tenía ni las ganas ni la fuerza para ir a explorar hacia un costado – ¡Oi! ¡No te distraigas! Puedes mirar porquerías des… pués – terminé esa última palabra con lentitud, Kyokyomon había volteado la cabeza hacia mí que le hablaba, así pude notar lo que cargaba en la boca. Era un dispositivo que conocía muy bien. Digivice. La palabra cruzó por mi cabeza como una flecha, como si la información hubiese entrado de repente y con violencia. Entrecerré un ojo, y me llevé una palma hacia la sien, me había dolido, a pesar de haber sido una simple asociación imagen –palabra. – Eso… – me obligue a trotar hasta el digimon, quitándole el digivice de la boca – esto es mío… – lo inspeccioné por cada uno de sus lados. Se veía muy maltratado, había perdido un poco el color violeta del anillo del frente y en la pantalla se distinguían algunos rayones dependiendo de cómo le diera la luz. Ya no debe ni funcionar. Llevada por una fuerza, instinto capaz, lo apunté hacia Kyokyomon, el digimon que más cerca tenía, esperando una respuesta de parte del aparatejo. Como por arte de magia este desplego una pantallita holográfica con los datos del dragón frente a mí. – Si funciona… – hablé al aire, completamente sorprendida. Cerré el puño, con el digivice en medio, y lo apreté un poco como si esperara que se deshiciera de mi mano. Kyokyomon ahora se entretenía sacando cosas del bolso que había encontrado, cuadernos, lápices y demás útiles escolares volaron por la arena. Yo lo observaba completamente atónita, no entendía nada, el enojo había desaparecido por completo, ya ni yo sabía lo que sentía.
– Kobayashi Yoru~ – canturreó Kyokyomon de la nada. Parecía querer acotar algo más cuando otra cosa tomó por completo su atención. Su vista ya no estaba en mí sino que seguía por sobre mi hombro, más atrás, pasando de largo a Ed y Hopmon. –Otro humano ~ – había distinguido a una tercera persona, a pesar de estar algo lejos – ¡hum! ¡Nunca había visto tantos!
- Tamer & Digimon
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Yoru Kobayashi
Re: ¿Agua? ¿Dónde? [Prueba Yoru & Houtarou]
Acepto la protección del sol con mala gana, pero eso era de esperarse. A continuación se negó a decirme su nombre, suponía que seguía bajo los efectos del calor, aunque tarde o temprano debía decírmelo, necesitaba saber su nombre para descubrir si era la persona a la cual estaba buscando. Me quedé callado.
Caminamos un tramo más, hasta que Kyokyomon nos anticipo que el oasis estaba cerca con unas palabras difíciles de digerir. Al ver que él se desviaba del camino para desenterrar un digivice, me sorprendí...
-¿No tenías el digivice contigo? ¿Y ese bolso es tuyo?-
Instantaneamente ella fue y le arrebato el dispositivo de la boca a su digimon, lo poco que pude ver que estaba muy maltratado, un D-arc en muy mal estado, como si hubiera pasado años enterrado ahí. Lo cual me pareció tan extraño, normalmente al entrar al digimundo ya lo tenemos con nosotros. Este era un caso aislado aparentemente.
Un brillo llamó mi atención, era mi digivice, me fije y otro punto apareció en el mapa.
-¿Otro humano?-
-Al parecer sí, y no muy lejos de aquí-
Subí hasta una duna, la más alta cerca mio y mire hacia donde el punto me indicaba. Claramente, un humano y un digimon en sus brazos se acercaban hacía nosotros.
-Hopmon, prepárate, no sabemos con que intención se acerca-
-Siempre estoy preparado Ed-
Caminamos un tramo más, hasta que Kyokyomon nos anticipo que el oasis estaba cerca con unas palabras difíciles de digerir. Al ver que él se desviaba del camino para desenterrar un digivice, me sorprendí...
-¿No tenías el digivice contigo? ¿Y ese bolso es tuyo?-
Instantaneamente ella fue y le arrebato el dispositivo de la boca a su digimon, lo poco que pude ver que estaba muy maltratado, un D-arc en muy mal estado, como si hubiera pasado años enterrado ahí. Lo cual me pareció tan extraño, normalmente al entrar al digimundo ya lo tenemos con nosotros. Este era un caso aislado aparentemente.
Un brillo llamó mi atención, era mi digivice, me fije y otro punto apareció en el mapa.
-¿Otro humano?-
-Al parecer sí, y no muy lejos de aquí-
Subí hasta una duna, la más alta cerca mio y mire hacia donde el punto me indicaba. Claramente, un humano y un digimon en sus brazos se acercaban hacía nosotros.
-Hopmon, prepárate, no sabemos con que intención se acerca-
-Siempre estoy preparado Ed-
- Tamer & Digimon
- Prueba de Rol :ADigi Puntos :253Nivel On Rol :UltimateInventario :
Ed Elric
Re: ¿Agua? ¿Dónde? [Prueba Yoru & Houtarou]
El calor era obviamente insoportable, Houtarou no sabía exactamente de donde había sacado fuerzas para continuar en dirección hacia aquella personas que si quiera sabía de donde provenían, quienes eran o porque se encontraban en ese lugar, sin embargo sabía perfectamente que le podían ayudar a averiguar como salir de aquel lugar que según su amigo, Yaamon, era el Digimundo. Houtarou continuo en esa dirección, cuando de pronto, un sonido sumamente peculiar invadió su sentido del oído. - ¿Que .... Es eso ....? - Se preguntó internamente mientras buscaba con la mirada el origen de aquel extraño y peculiar sonido parecido al de una alarma. Continuo buscando con el puro oído tratando de encontrar la procedencia del sonido, tras un par de segundos se percató de que venía de su bolsillo, con una sola mano mientras que con la otra sostenía a su digimon en sus manos llevó tres de sus dedos alcanzando con estos aquel aparato tan extraño que realmente no sabía que era, lo sacó de su bolsillo y observó con detenimiento la pantalla, percatándose de que al parecer el objeto marcaba dos puntos en la diminuta pantalla. - ¿Qué es esto ... ? ... Yaamon. - Le preguntó con curiosidad, nunca antes había echo ese sonido o mostrado una figura, nunca antes se había si quiera encendido a pesar de que había buscado alguna clase de interruptor. - No lo sé, Houtarou. - Decía el joven Digimon mientras observaba con detenimiento el pequeño monitor. - Hay algo curioso con este objeto .... Los dos puntos que indica están en dirección a aquellas dos personas ... ¿Acaso esto .... .... Localiza humanos .... ? .... No espera, quizá localice mas digimon. Si, eso debe de hacer. - Pensaba con detenimiento, olvidando por completo su entorno ... - Houtarou .... ¡Houtarou! - Gritó su pequeño acompañante. De inmediato Houtarou volteo en dirección a Yaamon. - ¿Si? - Preguntó mientras volvía a observar la pantalla. - ¿Te encuentras bien? Debemos darnos prisa y alcanzarlos ... - Mencionó. - Oh, ¡es cierto! - Dijo con rapidez mientras guardaba el aparato en su bolsillo y tomaba con ambas manos a Yaamon, con las pocas energías que aún tenía comenzó a correr nuevamente tratando de alcanzar a los desconocidos que se encontraban en aquella dirección la cual indicaba su Digivice, realmente Houtarou no sabía que era lo que indicaba ni mucho menos porque tan de pronto se había encendido.
Tras un par de segundos de correr podía darse cuenta a lo lejos que aquellas cuatro siluetas se habían detenido un momento, ¿acaso le habían visto? Houtarou no podía desaprovechar la oportunidad y tratar de alcanzarlos, continuó corriendo mientras podía darse cuenta de que ,as cuatros siluetas al parecer dos de ellas tenían la forma de humanos, tal y como él, mientras que las otras dos nunca antes había visto algo parecido, y entre mas se acercaba mas podía distinguirlas con facilidad. Después de una larga travesía al fin se encontraba tan solo a un par de metros de ellos, se detuvo ya muy cansado y asfixiado por el calor con Yaamon aún en sus brazos y caminó con tranquilidad acercándose poco a poco a los cuatro, tal y como lo había visto antes dos de ellos eran humanos, uno de ellos era una chica y el otro un chico, mientras que los otros dos parecían ser digimon, podía saberlo por aquella extraña figura y colores que portaban que nunca antes había visto y que al parecer se asemejaban a su digimon. - Buenas tardes .... - Musitó en cuanto se encontraba a una distancia razonable de ellos, tampoco se iba a acercar mucho a ellos, no les conocía y podían tratar de hacerle algo, atacarlo o algo por el estilo, en ese momento muchas cosas extrañas pasaban por la cabeza del joven Houtarou, mientras que Yaamon miraba a los cuatro desconocidos con aquella típica sonrisa que siempre portaba en su rostro. - Mi nombre es Oreki Houtarou ... Y me preguntaba .... ¿N-no tienen un poco d-de agua ... ? .... L-llevo varios minutos tratando de encontrar alguna señal de vida .... - Dijo tímidamente, no estaba acostumbrado a pedir cosas a desconocidos, sin embargo su situación no era la mas conveniente como para dejar pasar un oportunidad como esa. Yaamon mientras tanto se limitaba a quedarse en los brazos de Houtarou sin pronunciar ni una sola palabra simplemente sonriendo y esperando la respuesta de aquellos desconocidos.
Tras un par de segundos de correr podía darse cuenta a lo lejos que aquellas cuatro siluetas se habían detenido un momento, ¿acaso le habían visto? Houtarou no podía desaprovechar la oportunidad y tratar de alcanzarlos, continuó corriendo mientras podía darse cuenta de que ,as cuatros siluetas al parecer dos de ellas tenían la forma de humanos, tal y como él, mientras que las otras dos nunca antes había visto algo parecido, y entre mas se acercaba mas podía distinguirlas con facilidad. Después de una larga travesía al fin se encontraba tan solo a un par de metros de ellos, se detuvo ya muy cansado y asfixiado por el calor con Yaamon aún en sus brazos y caminó con tranquilidad acercándose poco a poco a los cuatro, tal y como lo había visto antes dos de ellos eran humanos, uno de ellos era una chica y el otro un chico, mientras que los otros dos parecían ser digimon, podía saberlo por aquella extraña figura y colores que portaban que nunca antes había visto y que al parecer se asemejaban a su digimon. - Buenas tardes .... - Musitó en cuanto se encontraba a una distancia razonable de ellos, tampoco se iba a acercar mucho a ellos, no les conocía y podían tratar de hacerle algo, atacarlo o algo por el estilo, en ese momento muchas cosas extrañas pasaban por la cabeza del joven Houtarou, mientras que Yaamon miraba a los cuatro desconocidos con aquella típica sonrisa que siempre portaba en su rostro. - Mi nombre es Oreki Houtarou ... Y me preguntaba .... ¿N-no tienen un poco d-de agua ... ? .... L-llevo varios minutos tratando de encontrar alguna señal de vida .... - Dijo tímidamente, no estaba acostumbrado a pedir cosas a desconocidos, sin embargo su situación no era la mas conveniente como para dejar pasar un oportunidad como esa. Yaamon mientras tanto se limitaba a quedarse en los brazos de Houtarou sin pronunciar ni una sola palabra simplemente sonriendo y esperando la respuesta de aquellos desconocidos.
- Invitado
Invitado
Re: ¿Agua? ¿Dónde? [Prueba Yoru & Houtarou]
Me quedé en ese lugar sin voltear a ver por quienes Kyokyomon comenzaba a exaltarse nuevamente. El digivice y el bolso me habían agarrado por completa sorpresa. – Si, son míos – respondí de la nada, en voz baja casi inaudible. Me agaché rápidamente para hurgar en el mini maletín mientras que Kyokyomon se volvía a alejar. Me detuve al ver la tarjetita que previamente había sacado el dragón digimon, era una credencial… con mi foto y mi nombre. Según ella pertenecía al club de arte del instituto al que supuestamente asistía. Podía sentir un tic en una de las cejas al seguir leyendo sobre una supuesta vida que por más que quisiera no podía recordar. La tiré hacia un lado, al igual que los libros que molestaban. Me di por vencida y tire la educación a un lado, sujeté el bolso marrón y lo di vuelta sin mucha gracia. Lo sacudí varias veces, con bronca, asegurándome que quedara totalmente vacío. Entre varios artículos escolares se destacaba un pequeño recipiente cuadrado - ¡Lo sabia! – canté victoria y lo abrí, sin importarme absolutamente nada. Ni Kyokyomon que se había alejado para saludar a los extraños ni los extraños mismos que se venian en nuestra dirección. Había encontrado comida y junto a ella el pequeño termo que siempre acompañaba. Lo abrí sin intenciones de compartir pero la decepción me cayó como una roca en la nuca, estaba lleno si… pero de arena. Ni una gota de agua ni ni un grano de arroz. Tire todo al diablo y me lleve las manos a la cabeza dramáticamente – ¿Buenas tardes? – repetí a los gritos - ¿Qué tienen de buenas? ¡Vamos a morir! –
Kyokyomon soltó una risita antes de detenerse frente a Houtarou, intercambio una mirada con Yaamon y dio una vuelta alrededor de ambos mirando a Houtarou con especial interés – Hay agua ~ más adelante ~ - se quedó callado unos segundos como si pensara como seguir la oración. - ¿Qué me darás si te llevo hasta el oasis? – le iba acercando la trompa cada vez más a la cara a medida que iba sumando palabras, se detuvo a meros centímetros de rozarle la nariz al chico.
Una mano surgió desde atrás del digimon. Lo tomé por la cabeza, habiéndomele acercado con total sigilo. Como si se tratara de un trapo lo arroje hacia atrás, lejos de Houtarou y en dirección a donde supuestamente estábamos avanzando en un principio. El digimon dio un par de volteretas en el aire, impulsado por la fuerza de mi brazo pero ni se inmuto, sino que parecía hasta divertido. Apreté un puño, el que no sostenía e D-arc – ¡Lagartija! Ya tenemos un trato nosotros, llévanos de una vez a ese maldito oasis… - le gruñí, fulminando a Houtarou con la mirada, simplemente por el hecho de estar parado cerca (xD), después a Ed y finalmente a mi supuesto compañero digimon. Cada vez éramos más y menos podíamos hacer por salir de ahí. Me enojaba de sobremanera que mi única posibilidad de sobrevivir estuviera en las garritas de un insignificante digimon que disfrutaba torturarnos mentalmente. Me lancé en una desquiciada corrida tras él, tratando de de atraparlo, me había olvidado del cansancio, el calor, las quemaduras, el dolor de cabeza, de todo. -Ya vas a ver… te voy a agarrar- murmuré con los dientes apretados mientras seguía a un huidizo pero jocoso Kyokyomon.
Lo perseguí un par de dunas, sin fijarme si los otro cuatro venían tras mío o no, mi mente estaba ocupada en masacrar al lagarto amarillo que huía frente a mí. Cuando logré rozar la punta de su cola con los dedos, me encontré con que los pies no me respondían. Algo se había interpuesto en mi camino, haciéndome tropezar y caer de cara hacia el suelo. Me di vuelta molesta y mire a mis pies, una especie de planta se había enredado en ellos. Me quede helada. Verde, vida, plantas… ese sonido… - ¡agua! – no hacía falta que volteara a mirarla, sabía que estaba ahí. Podía oírla, sentirla, el ambiente no era el mismo, las palmeras daban algo de sombra y esto hacia que el ambiente se refrescara mil veces más. Pateé a la pobre planta que aun me sujetaba por las botas y corrí hasta la orilla, derrapando de rodillas cerca del borde circular de agua. Metí ambas manos en ella y junte una cantidad grande de agua que luego me lleve a los labios con desesperación. No me importaba el no poder respirar y prácticamente estarme ahogando, lo único que quería era ingerir liquido, el cuerpo me lo pedía a gritos. Algo ya mas apaciguada mi sed, tomé otro montón de agua y me lo tire por sobre la cabeza, mojando el tapado rojo – esta fría… - suspiré algo más tranquila. No me había percatado de lo sobrecalentada que tenía la cabeza… quizás por eso me costaba tanto trabajo recordar algunas cosas.
Kyokyomon descendió despacio hacia la arena a mi derecha, mirándome con grandes ojos, curioso y con una sonrisa de satisfacción pero sin malicia. No sabía a qué se debía pero no quería saber, no ahora, estaba demasiado feliz con mi pequeño charco de agua como para ocuparme de la lagartija.
Kyokyomon soltó una risita antes de detenerse frente a Houtarou, intercambio una mirada con Yaamon y dio una vuelta alrededor de ambos mirando a Houtarou con especial interés – Hay agua ~ más adelante ~ - se quedó callado unos segundos como si pensara como seguir la oración. - ¿Qué me darás si te llevo hasta el oasis? – le iba acercando la trompa cada vez más a la cara a medida que iba sumando palabras, se detuvo a meros centímetros de rozarle la nariz al chico.
Una mano surgió desde atrás del digimon. Lo tomé por la cabeza, habiéndomele acercado con total sigilo. Como si se tratara de un trapo lo arroje hacia atrás, lejos de Houtarou y en dirección a donde supuestamente estábamos avanzando en un principio. El digimon dio un par de volteretas en el aire, impulsado por la fuerza de mi brazo pero ni se inmuto, sino que parecía hasta divertido. Apreté un puño, el que no sostenía e D-arc – ¡Lagartija! Ya tenemos un trato nosotros, llévanos de una vez a ese maldito oasis… - le gruñí, fulminando a Houtarou con la mirada, simplemente por el hecho de estar parado cerca (xD), después a Ed y finalmente a mi supuesto compañero digimon. Cada vez éramos más y menos podíamos hacer por salir de ahí. Me enojaba de sobremanera que mi única posibilidad de sobrevivir estuviera en las garritas de un insignificante digimon que disfrutaba torturarnos mentalmente. Me lancé en una desquiciada corrida tras él, tratando de de atraparlo, me había olvidado del cansancio, el calor, las quemaduras, el dolor de cabeza, de todo. -Ya vas a ver… te voy a agarrar- murmuré con los dientes apretados mientras seguía a un huidizo pero jocoso Kyokyomon.
Lo perseguí un par de dunas, sin fijarme si los otro cuatro venían tras mío o no, mi mente estaba ocupada en masacrar al lagarto amarillo que huía frente a mí. Cuando logré rozar la punta de su cola con los dedos, me encontré con que los pies no me respondían. Algo se había interpuesto en mi camino, haciéndome tropezar y caer de cara hacia el suelo. Me di vuelta molesta y mire a mis pies, una especie de planta se había enredado en ellos. Me quede helada. Verde, vida, plantas… ese sonido… - ¡agua! – no hacía falta que volteara a mirarla, sabía que estaba ahí. Podía oírla, sentirla, el ambiente no era el mismo, las palmeras daban algo de sombra y esto hacia que el ambiente se refrescara mil veces más. Pateé a la pobre planta que aun me sujetaba por las botas y corrí hasta la orilla, derrapando de rodillas cerca del borde circular de agua. Metí ambas manos en ella y junte una cantidad grande de agua que luego me lleve a los labios con desesperación. No me importaba el no poder respirar y prácticamente estarme ahogando, lo único que quería era ingerir liquido, el cuerpo me lo pedía a gritos. Algo ya mas apaciguada mi sed, tomé otro montón de agua y me lo tire por sobre la cabeza, mojando el tapado rojo – esta fría… - suspiré algo más tranquila. No me había percatado de lo sobrecalentada que tenía la cabeza… quizás por eso me costaba tanto trabajo recordar algunas cosas.
Kyokyomon descendió despacio hacia la arena a mi derecha, mirándome con grandes ojos, curioso y con una sonrisa de satisfacción pero sin malicia. No sabía a qué se debía pero no quería saber, no ahora, estaba demasiado feliz con mi pequeño charco de agua como para ocuparme de la lagartija.
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Yoru Kobayashi
Re: ¿Agua? ¿Dónde? [Prueba Yoru & Houtarou]
El otro humano que se acercaba corriendo hacía nosotros nos mantenía en estado de alerta, por lo menos a los dos digimon y a mi, a nuestra dama compañera al parecer no le molestaba absolutamente nada, o por lo menos no parecía haberse percatado de su presencia. Estaba como en un estado de shock, atónita, tal vez recuerdos surcaban en ese momento por su mente, ya que su digimon había desenterrado cosas que claramente eran de ella. Sea como sea debíamos, Hopmon y yo, tratar de defender a todos si es que algún tipo de problema se presentase al enfrentarnos al tamer que se aproximaba cada vez más. Pero de pronto... se detuvo casi por completo, a unos cuantos metros cerca de nosotros. Se notaba en su expresión los signos del cansancio, la fatiga y el desgaste producido por el calor más la falta de agua. ¿Se encontraría en la misma o en una peor situación que nosotros? Eso parecía y no había que observar mucho para deducirlo. Eso nos hizo bajar un poco la guardia, pero no del todo.
Instantaneamente, se oyó su voz...
-¿Buenas? ¿qué tienen de buenas?-
-Al parecer es amigable, deberíamos charlar con él-
-Tu lo dijiste, al parecer-
Mi sentido común me dictaba que sea hospitalario, pero aún así no podía dejar las sospechas a un lado. A continuación, pasó a presentarse y pregunto si teníamos algo de agua, siempre desde una distancia un tanto prudente, tal vez desconfiaba al igual que nosotros.
-Mi nombre es Edward Elric-
-Y yo soy Hopmon, su amigo y compañero-
-Lamentablemente no tenemos agua, al igual que tú, estamos en busca de ella-
De repente capté unos movimientos fuera de lo común con mi vista periférica, al girar la cabeza me dí cuenta, era la joven señorita que al parecer tenía otra confrontación entre ella y su digimon. En realidad ella siempre estaba un tanto irritable y no soportaba mucho el humor de Kyokyomon.
Como si estuviera leyendo mis pensamientos, me miro con esos incandescentes ojos rojos, peligrosos y a la vez cautivantes.
De repente, comenzó una persecución, como el de las películas, pero sin tanta acción, más bien decepción.
-Aquí vamos de nuevo- suspiré
Tras perseguir un rato más a su compañero, se sintió un ruido raro seguido de una nube de arena que se disipaba lentamente.
-¿Estará bien?-
Hopmon estaba un poco preocupado...
-Vayamos a ver-
Apresuré el paso para llegar al lugar a donde ella se encontraba, a medida que me acercaba pensaba y rogaba que un digimon malvado no la haya atrapado...
Me detuve súbitamente, ella estaba al parecer a salvo, arrodillada a la orilla del oasis, mientras ella tomaba desesperadamente agua y se moja...
Un rayo de esperanza partió a la mitad mi espíritu...
*¿Oasis? ¿Agua? ¿Moja... ba? ¿Rayo? ...Un momento eso no tiene nada que ver. En fin ¿Agua?*
-Digo, ¡Aguaaaaa!-
Sujete con fuerza a Monodramon y corrí como nunca en mi vida mientras él gritaba.
-Despacio Ed, vas a morir en el intento. Que importa Ed ahora. ¡AGUA!-
Al llegar a espaldas de la chica salté lo más alto que pude, tomamos una gran bocanada de aire y me metí con mi amigo de lleno en el agua, no importaba la ropa mojada, si salpicaba a alguien o no. Aunque pensándolo bien, estaba la señorita en la orilla y se podía molestar si la mojaba. Pero no importaba ahora podía morir tranquilo.
Abrí la boca bajo el agua y deje que el preciado liquido entrase a mi estomago como si fuera un sumidero, una aspiradora o algo así.
Al llegar a la superficie recuperamos el aire perdido hace un momento.
-Oye chico nuevo, aquí hay agua, ¡y mucha!- Le grité a Jotaro o como se llamara
El sol escondiéndose en el horizonte, daban la imagen perfecta y esa frase...
-Esto me hace acordar a la frase que dice: Después de un día con mucha sed viene el agua y te la sacia-
-Ed, esa frase la acabas de inventar-
-Eso es mentira, la leí en un libro-
O eso creí...
-Deberíamos descansar un rato, el sol se esta poniendo...-
-Y luego armar un refugio para pasar la noche-
Hopmon ayudando a completar mi idea.
-¿Qué dicen al respecto?-
Instantaneamente, se oyó su voz...
-¿Buenas? ¿qué tienen de buenas?-
-Al parecer es amigable, deberíamos charlar con él-
-Tu lo dijiste, al parecer-
Mi sentido común me dictaba que sea hospitalario, pero aún así no podía dejar las sospechas a un lado. A continuación, pasó a presentarse y pregunto si teníamos algo de agua, siempre desde una distancia un tanto prudente, tal vez desconfiaba al igual que nosotros.
-Mi nombre es Edward Elric-
-Y yo soy Hopmon, su amigo y compañero-
-Lamentablemente no tenemos agua, al igual que tú, estamos en busca de ella-
De repente capté unos movimientos fuera de lo común con mi vista periférica, al girar la cabeza me dí cuenta, era la joven señorita que al parecer tenía otra confrontación entre ella y su digimon. En realidad ella siempre estaba un tanto irritable y no soportaba mucho el humor de Kyokyomon.
Como si estuviera leyendo mis pensamientos, me miro con esos incandescentes ojos rojos, peligrosos y a la vez cautivantes.
De repente, comenzó una persecución, como el de las películas, pero sin tanta acción, más bien decepción.
-Aquí vamos de nuevo- suspiré
Tras perseguir un rato más a su compañero, se sintió un ruido raro seguido de una nube de arena que se disipaba lentamente.
-¿Estará bien?-
Hopmon estaba un poco preocupado...
-Vayamos a ver-
Apresuré el paso para llegar al lugar a donde ella se encontraba, a medida que me acercaba pensaba y rogaba que un digimon malvado no la haya atrapado...
Me detuve súbitamente, ella estaba al parecer a salvo, arrodillada a la orilla del oasis, mientras ella tomaba desesperadamente agua y se moja...
Un rayo de esperanza partió a la mitad mi espíritu...
*¿Oasis? ¿Agua? ¿Moja... ba? ¿Rayo? ...Un momento eso no tiene nada que ver. En fin ¿Agua?*
-Digo, ¡Aguaaaaa!-
Sujete con fuerza a Monodramon y corrí como nunca en mi vida mientras él gritaba.
-Despacio Ed, vas a morir en el intento. Que importa Ed ahora. ¡AGUA!-
Al llegar a espaldas de la chica salté lo más alto que pude, tomamos una gran bocanada de aire y me metí con mi amigo de lleno en el agua, no importaba la ropa mojada, si salpicaba a alguien o no. Aunque pensándolo bien, estaba la señorita en la orilla y se podía molestar si la mojaba. Pero no importaba ahora podía morir tranquilo.
Abrí la boca bajo el agua y deje que el preciado liquido entrase a mi estomago como si fuera un sumidero, una aspiradora o algo así.
Al llegar a la superficie recuperamos el aire perdido hace un momento.
-Oye chico nuevo, aquí hay agua, ¡y mucha!- Le grité a Jotaro o como se llamara
El sol escondiéndose en el horizonte, daban la imagen perfecta y esa frase...
-Esto me hace acordar a la frase que dice: Después de un día con mucha sed viene el agua y te la sacia-
-Ed, esa frase la acabas de inventar-
-Eso es mentira, la leí en un libro-
O eso creí...
-Deberíamos descansar un rato, el sol se esta poniendo...-
-Y luego armar un refugio para pasar la noche-
Hopmon ayudando a completar mi idea.
-¿Qué dicen al respecto?-
- Tamer & Digimon
- Prueba de Rol :ADigi Puntos :253Nivel On Rol :UltimateInventario :
Ed Elric
Re: ¿Agua? ¿Dónde? [Prueba Yoru & Houtarou]
Al parecer aquellas personas no tenían lo que buscaban, y de echo, al parecer una de ellas se encontraba abrumada por el intenso calor que no paraba de aquel desierto que parecía no tener fin, tal era el punto que la chica comenzó a pelear con el que al parecer era su digimon, o al menos era lo que parecía, Yaamon mostraba aquella sonrisa "sádica" como de costumbre al verlos "jugar" y correr olvidando por completo aquella sensación de cansancio que de se guro también tenían igual que el. - ¿Hm? - Se preguntó curioso mientras seguía a los siguientes dos que realmente no había puesto atención en sus nombres, la situación le hacía perder la cordura y el razonamiento. Caminó con Yaamon en sus brazos siguiendo de cerca al chico de cabellera rubia y al otro digimon que era obviamente más grande que Yaamon y el compañero de aquella chica. - No tienen cansancio esos dos, ¿cierto Houtarou? - Dijo sonriente mientras giraba un poco su cabeza hacia arriba observando el rostro y las pequeñas gotas de sudor recorrer el rostro de Houtarou. - Hmp. Eso creo ... - Dijo con seriedad, realmente no sabía porque los seguía a aquellas personas tan extrañas ... O quizá eran solo muy animadas, pero no tenía a nadie más, no sabía como salir ni nada por el estilo, solo le quedaba apegarse y formar momentáneas amistades con aquellos únicos chicos que al parecer había en varios kilómetros a la redonda. Realmente sus piernas ya no podían avanzar más, no sabía de donde sacaba aquellas fuerzas que aún le permitían seguir, quizá la única esperanza guardada en aquel digimon pequeño, quizá ...
Tras una larga caminata, o al menos así lo había sentido su cuerpo, el chico rubio corría desesperadamente en dirección a un lugar que se encontraba en lo bajo. - ¿Habrá pasado algo? ... - Pensó mientras continuaba caminando con ya las pocas fuerzas que le quedaban. Al encontrarse en lo alto, logró escuchar la voz de aquel chico, un grito que podía agradarle. - ¿A ... A-agua .... ? - Dijo en voz baja mientras pasaba su lengua por sus labios olvidando completamente de que no le quedaba si quiera saliva para mojarlos. Miró un momento en la dirección en la que se encontraban los cuatro chicos que apenas y conocía, no lo podía creer, había agua en aquel lugar desértico. - ¿U-un espejismo ... ? - Decía. - ¡Houtarou! ... ¡Despierta! ... No, no es un espejismo. - Houtarou corrió hasta aquel lugar dejando a Yaamon a un lado, ambos bebieron un momento de aquel líquido tan ansiado, tan vital que ya necesitaban. Después de varios minutos de beber y llenar sus estómagos de agua, Houtarou se percató de que al parecer no faltaba mucho para que oscureciera, sin embargo no podía evitar pensar, ¿acaso aquel desierto era igual al del mundo real? Si era así, era obvio que habría varios peligros en aquel lugar, y teniendo en cuenta la forma de aquellos extraños digimon, era más que obvio que serían mucho mas peligrosos que los propios animales de un desierto normal. Sin emabrgo, al parecer Houtarou no era el único que pensaba en el echo del peligro, al aprecer el chico de cabellos rubios. - ¿Cuál era su nombre ... ? ... E ... E .... ¡Ed! - Pensó en un momento. El chico Ed que parecía tener más experiencia que cualquiera de los otros cuatro, sabía que hacer y después de todo no era mala idea el acampar, aunque de igual manera no sería mucha la diferencia que abría de estar expuestos a cualquier peligro, sin embargo no había otra alternativa. - Me parece buena idea. - Dijo con aquella cara de seriedad que volvía a su rostro tras haber refrescado sus ideas. - A mi también. - Concluyo Yaamon sonriente, tal y como era típico de él.
Tras una larga caminata, o al menos así lo había sentido su cuerpo, el chico rubio corría desesperadamente en dirección a un lugar que se encontraba en lo bajo. - ¿Habrá pasado algo? ... - Pensó mientras continuaba caminando con ya las pocas fuerzas que le quedaban. Al encontrarse en lo alto, logró escuchar la voz de aquel chico, un grito que podía agradarle. - ¿A ... A-agua .... ? - Dijo en voz baja mientras pasaba su lengua por sus labios olvidando completamente de que no le quedaba si quiera saliva para mojarlos. Miró un momento en la dirección en la que se encontraban los cuatro chicos que apenas y conocía, no lo podía creer, había agua en aquel lugar desértico. - ¿U-un espejismo ... ? - Decía. - ¡Houtarou! ... ¡Despierta! ... No, no es un espejismo. - Houtarou corrió hasta aquel lugar dejando a Yaamon a un lado, ambos bebieron un momento de aquel líquido tan ansiado, tan vital que ya necesitaban. Después de varios minutos de beber y llenar sus estómagos de agua, Houtarou se percató de que al parecer no faltaba mucho para que oscureciera, sin embargo no podía evitar pensar, ¿acaso aquel desierto era igual al del mundo real? Si era así, era obvio que habría varios peligros en aquel lugar, y teniendo en cuenta la forma de aquellos extraños digimon, era más que obvio que serían mucho mas peligrosos que los propios animales de un desierto normal. Sin emabrgo, al parecer Houtarou no era el único que pensaba en el echo del peligro, al aprecer el chico de cabellos rubios. - ¿Cuál era su nombre ... ? ... E ... E .... ¡Ed! - Pensó en un momento. El chico Ed que parecía tener más experiencia que cualquiera de los otros cuatro, sabía que hacer y después de todo no era mala idea el acampar, aunque de igual manera no sería mucha la diferencia que abría de estar expuestos a cualquier peligro, sin embargo no había otra alternativa. - Me parece buena idea. - Dijo con aquella cara de seriedad que volvía a su rostro tras haber refrescado sus ideas. - A mi también. - Concluyo Yaamon sonriente, tal y como era típico de él.
- Invitado
Invitado
Re: ¿Agua? ¿Dónde? [Prueba Yoru & Houtarou]
Estaba tan preocupada por mi pequeño gran hallazgo que no me percate de que el chico este, Ed, me había saltado por encima hasta que lo vi caer al agua. Como era de esperarse levantó una ola de agua que me empapo de lleno. Como era de esperarse Kyokyomon había logrado evitar la salpicada haciendo una maniobra un tanto rebuscada hacia un costado. Se rió al ver mi cara de póker, ahora escurriendo agua. De seguro que él iba y venía de este oasis, era la única explicación que le encontraba a su falta de sed y fatiga…. Aunque quizás levitando como lo hacía no se cansara tanto, pero quien sabe.
- O- OI ED, - gruñí a los gritos –te voy a matar – esa amenaza salió como algo natural. La verdad era que de por sí ya estaba mojada, yo misma me había tirado agua encima, pero el peliamarillo no tenía permiso de salpicarme, claro que no, nunca. Tomé una de las piedras que había hacia un costado y se la tiré, errándole obviamente. Viendo que mi puntería no era de envidiar, me metí al lago, caminando a pesar que el agua trataba de entorpecer mis movimientos. Me acerqué lo suficiente como para poder juntar agua con las manos y tirársela a Ed de lleno en la cara – Touché – decían que la venganza se servía fría, bueno, el agua no estaba helada pero sí bastante fría, era algo.
- Kyokyomon los trajo al oasis ~ Se ven felices ~
Se me acercó de nuevo, evitando el agua. No hacía falta que me dijera nada, sabía muy bien lo que quería este digimon interesado. Suspiré, simulando derrota y dejé caer los hombros –está bien, está bien – cerré un ojo mientras miraba al digimon expectante con el otro. Lleve la mano hacia el bolsillo de mi abrigo y, cuando supuse que Kyokyomon había bajado la guardia, rápidamente hundí la otra mano en el agua que no me llegaba mucho más arriba de las rodillas y la tiré en su dirección. Para mi desgracia, el digimon era astuto, logró evitar el salpicón sin que siquiera le tocase una sola gota. Mirando con un poco mas de atención, mi ataque había ido directo hacia Houtarou y Yaamon que se encontraban un poco más atrás – Ups... –
Kyokyomon seguía divertido con la escena mientras se alejaba, nuevamente hacia tierra, bajo la sombra de una de las palmeras. Se acostó ahí, espalda contra el troco mientras que con las patas le quitaba la envoltura al chocolate que había prometido darle si no llevaba hasta allí.
Parpadeé completamente perdida - ¿Cuándo… cuando me lo quito? – aun sin creer lo sigiloso del digimon, me tanteé los bolsillos. Efectivamente, me había robado el chocolate sin que yo me diese cuenta. Negué con la cabeza, quizás lo estaba subestimando. Volví mi atención a los otros que planteaban qué hacer ahora. Era verdad, habíamos encontrado agua pero ahí no se solucionaba nada. Seguíamos en medio de la nada, no podíamos quedarnos a vivir ahí, eso era claro. También era muy probable que como nosotros, otro digimons se acercasen por agua y quien sabe cómo reaccionarían al vernos. – El refugio no suena mal, pero desde ya les comunico que no tengo idea de cómo hacer uno – me lleve los brazos hacia atrás de la cabeza – y no creo que nos sirva de mucho si es que otros digimons vienen. – Giré la cabeza hacia Kyokyomon quien se devoraba la barrita de chocolate como si se tratara de su última comida. – Oi… ¡Kyokyomon! ¿Es seguro quedarnos aquí? – Esperé la respuesta aunque nunca llegó, el digimon parecía haber perdido toda conexión con la realidad – Che… bueno, no se le ve preocupado – mire a mis otros dos compañeros humanos dejando que ellos decidan.
- O- OI ED, - gruñí a los gritos –te voy a matar – esa amenaza salió como algo natural. La verdad era que de por sí ya estaba mojada, yo misma me había tirado agua encima, pero el peliamarillo no tenía permiso de salpicarme, claro que no, nunca. Tomé una de las piedras que había hacia un costado y se la tiré, errándole obviamente. Viendo que mi puntería no era de envidiar, me metí al lago, caminando a pesar que el agua trataba de entorpecer mis movimientos. Me acerqué lo suficiente como para poder juntar agua con las manos y tirársela a Ed de lleno en la cara – Touché – decían que la venganza se servía fría, bueno, el agua no estaba helada pero sí bastante fría, era algo.
- Kyokyomon los trajo al oasis ~ Se ven felices ~
Se me acercó de nuevo, evitando el agua. No hacía falta que me dijera nada, sabía muy bien lo que quería este digimon interesado. Suspiré, simulando derrota y dejé caer los hombros –está bien, está bien – cerré un ojo mientras miraba al digimon expectante con el otro. Lleve la mano hacia el bolsillo de mi abrigo y, cuando supuse que Kyokyomon había bajado la guardia, rápidamente hundí la otra mano en el agua que no me llegaba mucho más arriba de las rodillas y la tiré en su dirección. Para mi desgracia, el digimon era astuto, logró evitar el salpicón sin que siquiera le tocase una sola gota. Mirando con un poco mas de atención, mi ataque había ido directo hacia Houtarou y Yaamon que se encontraban un poco más atrás – Ups... –
Kyokyomon seguía divertido con la escena mientras se alejaba, nuevamente hacia tierra, bajo la sombra de una de las palmeras. Se acostó ahí, espalda contra el troco mientras que con las patas le quitaba la envoltura al chocolate que había prometido darle si no llevaba hasta allí.
Parpadeé completamente perdida - ¿Cuándo… cuando me lo quito? – aun sin creer lo sigiloso del digimon, me tanteé los bolsillos. Efectivamente, me había robado el chocolate sin que yo me diese cuenta. Negué con la cabeza, quizás lo estaba subestimando. Volví mi atención a los otros que planteaban qué hacer ahora. Era verdad, habíamos encontrado agua pero ahí no se solucionaba nada. Seguíamos en medio de la nada, no podíamos quedarnos a vivir ahí, eso era claro. También era muy probable que como nosotros, otro digimons se acercasen por agua y quien sabe cómo reaccionarían al vernos. – El refugio no suena mal, pero desde ya les comunico que no tengo idea de cómo hacer uno – me lleve los brazos hacia atrás de la cabeza – y no creo que nos sirva de mucho si es que otros digimons vienen. – Giré la cabeza hacia Kyokyomon quien se devoraba la barrita de chocolate como si se tratara de su última comida. – Oi… ¡Kyokyomon! ¿Es seguro quedarnos aquí? – Esperé la respuesta aunque nunca llegó, el digimon parecía haber perdido toda conexión con la realidad – Che… bueno, no se le ve preocupado – mire a mis otros dos compañeros humanos dejando que ellos decidan.
- Tamer & Digimon
- Digi Puntos :155
Yoru Kobayashi
Re: ¿Agua? ¿Dónde? [Prueba Yoru & Houtarou]
Sus amenazas, ya fueran en broma o no, no me importaban mucho, solo quería disfrutar el momento y refrescar mi cuerpo y mis pensamientos. Al estar flotando boca arriba sobre el agua sentí como algo había caído en el agua, tal vez la muchacha me quería hundir cual barco por haberla mojado. Por suerte su puntería no se acercaba siquiera a "respetable".
Pero con eso no le alcanzó, tuvo que usar el bajo recurso de acercarse y tirarme agua en la cara, desafortunadamente me entró en los ojos, en la nariz y en la boca, ya que no me lo esperaba. Mis movimientos producidos por la desesperación y el ahogo hicieron que Hopmon, que se encontraba sobre mi pecho cayera nuevamente al agua. Por suerte sabe flotar y sus pequeñas aletas le ayudan, ahora que lo pienso bien se parece a un pez.
-¡Hey! No tengo la culpa de que haga tan buenas bombas al agua, pero supongo que me lo merecía. Con respecto al refugio lo primero que necesitamos son algunas hojas de palmeras, eso creo que será algo fácil de conseguir para Kyokyomon, podríamos lanzárlo arriba de un árbol y que las corte. También necesitaremos alguna especie de soga.
Luego, el fuego, para no pasar frío en la noche deberíamos buscar vegetación muerta y seca. Agua ya tenemos. Y de cenar, me gustaría comerte a ti-
Mire con cara de picardia a la señorita, esperaba que no se lo tomara en serio...
-Me gustan tus ideas Ed, también pensaba en lo mismo, ella sería muy buena cena-
-¿Y que piensas si le ponemos un poco de salsa de sésamo?-
-Que delicia, no tengo idea de lo que es, pero se oye rico-
¿Y bien? Que les parece si tu, emm, Houtarou y Yaamon buscan algo similar a una soga, pueden usar los cordones de sus zapatos, unir las raíces de algunas plantas o cosas así. Ella, que aún no me dijo el nombre *tos* Maleducada *tos* y Kyokyomon sacan hojas de las palmeras. Mientras tanto yo y Hopmon trataremos de buscar leña y haremos el fuego.
-Si tuviera manos las levantaría para mostrar que estoy de acuerdo al plan. No nos quedan más de 3 horas de luz. Si están de acuerdo ¡empecemos a trabajar!-
Pero con eso no le alcanzó, tuvo que usar el bajo recurso de acercarse y tirarme agua en la cara, desafortunadamente me entró en los ojos, en la nariz y en la boca, ya que no me lo esperaba. Mis movimientos producidos por la desesperación y el ahogo hicieron que Hopmon, que se encontraba sobre mi pecho cayera nuevamente al agua. Por suerte sabe flotar y sus pequeñas aletas le ayudan, ahora que lo pienso bien se parece a un pez.
-¡Hey! No tengo la culpa de que haga tan buenas bombas al agua, pero supongo que me lo merecía. Con respecto al refugio lo primero que necesitamos son algunas hojas de palmeras, eso creo que será algo fácil de conseguir para Kyokyomon, podríamos lanzárlo arriba de un árbol y que las corte. También necesitaremos alguna especie de soga.
Luego, el fuego, para no pasar frío en la noche deberíamos buscar vegetación muerta y seca. Agua ya tenemos. Y de cenar, me gustaría comerte a ti-
Mire con cara de picardia a la señorita, esperaba que no se lo tomara en serio...
-Me gustan tus ideas Ed, también pensaba en lo mismo, ella sería muy buena cena-
-¿Y que piensas si le ponemos un poco de salsa de sésamo?-
-Que delicia, no tengo idea de lo que es, pero se oye rico-
¿Y bien? Que les parece si tu, emm, Houtarou y Yaamon buscan algo similar a una soga, pueden usar los cordones de sus zapatos, unir las raíces de algunas plantas o cosas así. Ella, que aún no me dijo el nombre *tos* Maleducada *tos* y Kyokyomon sacan hojas de las palmeras. Mientras tanto yo y Hopmon trataremos de buscar leña y haremos el fuego.
-Si tuviera manos las levantaría para mostrar que estoy de acuerdo al plan. No nos quedan más de 3 horas de luz. Si están de acuerdo ¡empecemos a trabajar!-
- Tamer & Digimon
- Prueba de Rol :ADigi Puntos :253Nivel On Rol :UltimateInventario :
Ed Elric
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