Conectarse
Últimos temas
Click en los botones para ir a los respectivos temas
El descubrimiento de las ruinas del Monasterio Draco, tallado en lo alto de una desolada montaña en el valle de los dragones, ha despertado un gran interés por todo el Digimundo. Principalmente porque según los tallados de la pared exterior dentro de las ruinas se encuentra un obre mágico que contiene en su interior la data y poder del treceavo Royal Kinght, la cual sera dada a quien reclame dicho objeto. Según la historia grabada en los murales, el obre fue dejado allí por el mismo Royal Kinght en caso de que su poder sea necesario para derrotar al mal que se alce en el futuro...por desgracia semejante premio también a llamado la atención de quienes usarían el poder para sus propias metas egoístas. Por lo que esta aventura ahora se a vuelto una carrera por ver quien consigue el gran premio.
6 meses despues de la ultima carrera, un BanchoLeomon reune al viejo equipo de organizacion para dar un nuevo espectaculo, pero en esta carrera, el misterioso patrocinador ha enviado a un "Aspirante a Campeon" con un extraño y unico Digivice. ¿Que es lo que sucedera a lo largo del evento y como funciona este nuevo digivice?.
¿Quién está en línea?
En total hay 533 usuarios en línea: 0 Registrados, 0 Ocultos y 533 Invitados :: 1 Motor de búsquedaNinguno
El record de usuarios en línea fue de 553 durante el Jue Nov 21, 2024 1:55 pm
Staff
Los posteadores más activos del mes
No hay usuarios |
Mejores posteadores
Scott Desaster (2239) | ||||
cadejo (2039) | ||||
Roku Ginshô (1249) | ||||
Fuji Raikomaru (1033) | ||||
Sigrun Vinter (1013) | ||||
Kurai (909) | ||||
Diana S. Bennet (844) | ||||
Ed Elric (640) | ||||
Ralian (621) | ||||
Luna Kobayashi (589) |
Creditos
-Skin hecho por Hardrock de The Captain Knows Best.
-Imagenes realizadas por Runari Wildy
y Sigrun Vinter
-Imagenes realizadas por Runari Wildy
y Sigrun Vinter
Keiko
Digimon Adventure Rol :: Personajes :: Ficha :: Tamer
Página 1 de 1. • Comparte
Keiko
Tamer
- Nombre: Aaron Salazar
- Apodo: Keiko
- Edad: 17 Años
- Digivice: D-Scanner rojo vivo con los botones azúl neón con un Led blanco instalado por el propio Keiko que no deja de brillar.
- Apariencia:
Keiko es un chico que, para que engañarse, es atractivo físicamente. El cabello voluminoso, corto, de color castaño oscuro, bien peinado hacia abajo y con la raya a un lado. Los ojos grandes, del mismo tono castaño que su pelo y poco rasgados debido a su ascendencia española. La nariz ligeramente respingona y una tez pálida y pecosa, pero todos estos datos no servirían para reconocerlo si le ves por la calle ¿Por qué? Sencillo. Keiko siempre va tapado de pies a cabeza.
Con una estatura media-baja, Keiko alcanza los 1'67 metros sin esfuerzo. Vistiendo unos vaqueros ajustados o "pitillo", como es la moda actual, negros o, en su defecto, gris oscuro. Usa unas zapatillas, negras, como otras cualquiera, salvo que los cordones son de un fuerte color fucsia neón y la suela de estas brillan en diferentes colores al patear con fuerza el suelo.
Las camisetas que utiliza pueden variar, pero la gran mayoría son de color negro, añil o gris oscuro y tienen serigrafiados distintos dibujos en colores vivos. Actualmente su camiseta favorita tiene un símbolo de "Peligro biológico" en verde chillón que brilla en la oscuridad.
Como complementos, suele llevar unos guantes de goma tan verdes como el símbolo de su camiseta, un respirador (O máscara para pintura) naranja eléctrico y varios cinturones donde engancha botes de spray y pinceles de distinto grosor.
La parte más importante de su vestuario no es otra que su chaqueta con capucha. Esta es, como no, de color negro, pero la parte interna es, al igual que sus cordones, fucsia neón. Por si no fuese bastante chillona ya, Keiko le ha añadido unos led's (Bombillitas) UV (Luz Ultravioleta) por todo el reborde interno, los cuales puede apagar o encender con un pequeño mando a distancia que tiene en el bolsillo.
La descripción de su chaqueta no acaba aquí. La capucha que tiene cubre con facilidad la mitad de su rostro y tiene dos agujeros donde se han añadido cristales graduados bordeados de más led's color naranja eléctrico, además de contar con dos "orejitas" de tela verdes con el símbolo de "radiactividad" en amarillo y... Si, habéis adivinado: También tienen un led cada una, color verde.
- Personalidad:
Por las pintas, cualquier persona diría que Keiko es una persona extravagante, rara, que le gusta llamar la atención o que simplemente le falta más de un tornillo, pero nada más lejos de la realidad. Keiko es un chico bastante tranquilo respecto a sus sentimientos, algunos hasta dirían que le falta sangre en las venas, porque es muy bueno manteniendo sus emociones bajo control, aunque esto no significa que sea serio o aburrido, la verdad es que le encanta divertirse y, como a cualquier otro chico de su edad, hacer locuras con sus amigos. Algunas veces incluso llegando a ser un poco temerario, porque no tiene mucho respeto por las leyes, pero shh, si la policía no le pilla, no es ilegal.
Hay pocas cosas que le hagan ponerse serio, prefiere afrontar los problemas desde el punto de vista optimista y alegre o, mejor dicho, desde el punto "colorido" de la vida.
Keiko, a pesar de sus pintas de loco, es alguien amistoso que sabe que no debe juzgar por las primeras impresiones. Es de los que prefiere hacer mil amigos, aunque estos no sean precisamente simpáticos, a tener un solo enemigo.
Una de las maneras más comunes que tiene de demostrar su carácter amigable es haciendo chistes y juegos de palabras (generalmente horribles, ya lo veréis) normalmente haciendo referencia a luces y colores, aunque puede hacerlo sobre cualquier tema si se lo dejan a tiro.
Él tiene un tipo de moral un tanto ambigua. No le importa romper un par de normas o promesas si cree fervientemente que lo que está haciendo es lo correcto. Si luego le critican por lo hecho o toma una mala decisión que acaba en desastre puede llegar a disculparse, pero en el fondo sabe que volvería a repetirlo, así que... si, se puede decir que Keiko no es una persona muy de fiar, ya que cosas como el honor o justicia le importan poco o nada. Si él cree que lo contrario a lo "justo" es lo correcto es lo que hará.
Esto último, más que un rasgo de la personalidad, lo consideraría manía, y es que Keiko suele usar algunas muletillas y palabras sueltas del inglés debido a que se crió en América y es básicamente su lengua materna. Aún tratando de no abusar del inglés, con facilidad se le escapa algunas veces.
- Historia:
Keiko nació en España, aunque no tiene grandes recuerdos de allí, por que a los pocos meses de nacer sus padres decidieron mudarse a América por los motivos típicos de "hay más trabajo" y "pagan mejor" y, claro, con un niño pequeño, eran conscientes de que necesitaban una casa un poco más grande, así que, América fue.
Su familia no era pobre y tampoco era lo que se podía decir multimillonaria, pero al ser hijo único ya se sabe lo que pasa; los padres le tenían un poquito mimado de más. Ya no hablando del ámbito económico, sino del personal, sus padres estaban genuinamente interesados en la vida de su hijo. Así que se podría decir perfectamente que Keiko tenia una familia feliz que le adoraba.
Desde pequeño ya fue matriculado en el colegio público más cercano y, bueno, Keiko no era idiota, pero su interés por los estudios era casi nulo, como en la mayoría de los niños, a quién pretendemos engañar. El problema surgió cerca de cumplir los cinco años. Tanto su profesora como sus padres se dieron cuenta de que algo fallaba con el niño.
El pequeño caminaba por los pasillos de la escuela pegando la mano a las paredes y lo mismo ocurría en su casa o en la de sus amigos. Cuando salían a cenar fuera, Keiko no soltaba la mano de sus padres y a la hora de contarle sus historias de dormir, el niño parecía incapaz de de fijar la vista en un punto concreto.
Al principio lo dejaron pasar, pensando que serían manías o etapas de la edad, pero con el paso del tiempo sus padres terminaron pensando que podía deberse a algún tipo de autismo y, preocupados, lo llevaron al hospital.
¿Que suspense, eh? seguro que la mayoría ya esta pensando que Keiko está mal de la cabeza, pero no, resultó que su problema era físico.
Keiko sufría de una fuerte miopía, esto quiere decir que sin gafas no veía más allá de sus narices, pero aparte de ello también padecía lo que se conoce como nictalopía o "ceguera nocturna". Y diréis "¿Y eso que demonios es? Ni que y fuese médico." Bien, explico: La nictalopía es cuando una persona no puede ver cuando hay relativa poca luz, para poneros un ejemplo, imaginad una habitación a oscuras, como no vemos nada, encendemos un candelabro. Para la mayoría de las personas esto sería suficiente para poder ubicarse dentro de la habitación... Bien, para Keiko da igual si enciendes uno, dos o tres candelabros, la luz no es suficiente fuerte para él, así que lo ve todo absolutamente negro.
¿Ahora tiene mucho más sentido esas pintas de loco que lleva, verdad? Pero bueno, continuamos con su historia.
Obviamente, le pusieron unas gafas de cristal grueso para que el niño no fuese chocándose contra las cosas, pero para la ceguera nocturna no hubo más remedio que acostumbrar al pequeño a ir siempre con una linterna en el bolsillo.
Con el paso de los años Keiko se dio cuenta de que lo que el pacedía no era común y, por ende, los médicos y la tecnología no estaban interesados en gastar tiempo, dinero y recursos en buscar como facilitarle la vida a los que padecían esta enfermedad, así que decidió ayudarse a sí mismo.
Aprovechándose del trabajo de su padre, que se dedicaba a la electrónica, aprendió vagamente sobre instalación de luces y utilización de cables. Nada fuera de lo común, ya que eran instalaciones sencillas y, por mucho que Keiko quisiera ser un foco andante, estudiar seguía siendo algo aburrido para él, por lo que aprendió lo básico para fabricar su chaqueta con led's y poco más.
En cambio, del trabajo de su madre si sacó más ganas de aprender, ya que ella se dedicaba a pintar retratos y paisajes. Aunque su madre no era una artista famosa, si lograba hacer cuadros y vendérselos a sus vecinos y amigos. En principio, lo que llamó la atención de Keiko no era el dibujo en sí, sino los colores que utilizaba. Como su madre con los lienzos, él quería ver así el mundo que le rodeaba y por ello quizá escogió una rama del arte que está un poco infravalorada: El grafitti.
Si, os lo imagináis bien, Keiko se volvió un poco macarra pintando por toda la ciudad. Igual daba si era un lugar público o privado, él no veía mal lo que estaba haciendo, el contrario, solo estaba haciendo más bonito el mundo. Esto le llevo a tener varias broncas, tanto con la policía local como de sus padres, pero nunca llegó a nada más serio, por lo que esta parte vamos a dejarla un poco de lado.
Una vez terminó la secundaria decidió, como no, seguir sus estudios como artista. En un comienzo, iba a seguir en América con sus padres hasta terminar sus estudios y después de eso encontrar un trabajo e independizarse. Ese era el plan inicial, pero todo se fue al garete cuando Keiko vió un programa en la Televisión. El canal no era para nada extraño, simplemente eran las noticias de la noche. Había habido un accidente en Tokio, Japón y... la verdad, no puso mucho interés en la noticia en sí, sino en la ciudad que estaban grabando: De fondo se podía ver la famosa calle de Sibuya, de noche, la gente caminado, el cielo oscuro y muchos edificios enormes; edificios enormes llenos de carteles iluminados y luces de neón. Podía perfectamente comprarse con una discoteca. Esa noticia hizo que Keiko sintiese la necesidad de ir a Japón.
Obviamente, en principio sus padres se negaron, pero tras la larga (Y pesada, muy, muy pesada) insistencia por parte de Keiko terminaron dejándole ir solo a Japón.
Así fue como Keiko llegó a Tokio. Allí se instaló en un pequeño apartamento para 1, que no era más que una habitación, un baño, una sala de estar y un balconcito que daba directo a la calle. Se podía decir que Keiko malvivía, por que, quitando que el único "lujo" que tenía ahora era su ordenador y varios focos de luces que se había llevado, Keiko no vivía demasiado bien. Con el dinero que le mandaban sus padres apenas tenía para pagar el piso, comer y llegar a fin de mes y, con las pintas que tenía más su nuevo horario de clase, le era complicado encontrar trabajo, pero ciertamente eso poco le importaba.
Llevado por su amor a el arte callejero, no tardó mucho en toparse con más de un pandillero. Su aspecto extraño y sus grandes dibujos le valieron poder unirse a ellos con el apodo de "Fluorescente" o "Keiko" en japonés. Esto no solo le proporcionó compañeros con los que compartía gustos y risas, sino que, también hacía pequeños trabajitos para ellos, ya fuese como decorar skates, motos y coches como ayudar con la iluminación de bajos para los pandilleros que tenían grupos musicales. Con sus trabajillos, más la paga que le mandaban sus padres, sus problemas económicos se esfumaron con rapidez.
Hasta aquí todo bien. Keiko hacía malabares con las clases, trabajos varios y su escaso tiempo libre. Una noche como otra cualquiera, él y sus colegas se habían colado en una de las fábricas de la ciudad para pintar en grande un mural que dijese: "You are free", con letras coloridas de más de dos metros de tamaño. Todo iba perfecto, hasta que algún chivato o quizá fuese que las luces de Keiko eran demasiado llamativas esa noche, pero los guardias de la fábrica terminaron topándose con ellos. Como una bandada de palomas, salieron huyendo, desperdigándose por el camino con la intención de que pillasen al menor número de miembros de la pandilla.
Keiko no fue diferente, con los sprays enganchados al cínturón y con la ayuda de las luces de sus gafas-capucha para ver el camino, salió corriendo, teniendo al final que entrar dentro de la propia fábrica para poder ocultarse. Allí fue donde pisó algo. Actualmente no sabe lo que es. Un aparatito, rojo, botones azules... Dada la situación en la que lo encontró, habría ignorado directamente aquel cachibache, pero al pisarlo este comenzó a brillar y ya sabemos que Keiko más luces igual a amor verdadero.
Finalmente terminó escabuyéndose del guardia y llegó a casa, donde examinó detenidamente aquel aparato. Pero nada nuevo sucedía con él. Intentó pulsar los botones, encenderlo, apagarlo, buscar la batería... nada, como si estuviese roto, ese trato inútil ya no brillaba. Pero los colores chillones que tenía le gustaban, por lo que, no solo lo conservó, sino que lo lleva siempre encima como si fuese otro de sus locos accesorios.
- Gustos:
- Como es obvio, los colores chillones, fluorescentes, neones y todo aquello que provoque color y/o luz fuerte ha estado presente dentro de su vida diaria. La falta de estos hace que el mundo a su alrededor se "apague".
- Uno de sus mayores hobbies es pintar. No en un lienzo o un papel, sino en las paredes. El graffiti, ya sea dedicándole tiempo para hacer un buen dibujo o directamente una linea recta que llegue hasta que se acabe el spray o la pared, es algo que adora. No por el acabado final, sino porque, para él, es llenar el mundo con un poquito más de luz.
- Apartándonos un poco de su obsesión por lo que brilla, tenemos un gusto bastante común: La música. A pesar de que el no sepa tocar ningún instrumento ni tenga una buena voz para cantar, la música es algo que desde joven le ha encantado. En especial las canciones de rock, dubstep o "nightcore", siendo estas últimas sus favoritas.
- La gente amable. Vale, si, a lo mejor suena un poco obvio, pero que le den las gracias por algo le hace sentirse útil y apreciado ¿Y a quién no le gusta eso? Por este motivo Keikö también trata de decir palabras amables de vez en cuando. Como reza el dicho: Es de bien nacido ser agradecido.
- Disgustos:
- La oscuridad, la falta de luz y el color negro, por motivos obvios; y diréis: "¡Pero si la mitad de su ropa es negra!" Y tenéis razón, no os lo niego, pero desde su punto de vista esto es algo divertido, ya que el color negro con relativa poca luz no la ve, es decir... Cuando apaga las luces Led de sus gafas el no ve su cuerpo, pero si las luces de sus zapatillas, sus guantes y los dibujos de sus camisetas... ¿Conocéis a Rayman? Sin luz en sus gafas él se ve como si fuese Rayman y eso mola mucho.
- No le gusta que le miren raro por su forma de vestir o con lástima por su enfermedad. Esto es algo con lo que ha tenido que convivir siempre, pero aún no ha llegado a acostumbrarse. Sinceramente, prefiere mil veces que le miren por vestir raro a que le compadezcan, por eso no suele comentar su enfermedad.
- Aquí entramos en algo un poco absurdo, y es que Keiko odia, odia con toda su alma mojarse. Quitando que pueden darle calambrazos las bombillas que lleva encima, siempre ha sentido que el agua es para seres como las focas o los peces. Que un humano esté a gusto en el agua, para él, es muy antinatural.
Digispirit
- Tipo de Digispirit: Wizardmon
- Elemento: Luz
- Apariencia:
- Nombre: Aaron Salazar
- Apodo: Keiko
- Edad: 17 Años
- Digivice: D-Scanner rojo vivo con los botones azúl neón con un Led blanco instalado por el propio Keiko que no deja de brillar.
- Apariencia:
Keiko es un chico que, para que engañarse, es atractivo físicamente. El cabello voluminoso, corto, de color castaño oscuro, bien peinado hacia abajo y con la raya a un lado. Los ojos grandes, del mismo tono castaño que su pelo y poco rasgados debido a su ascendencia española. La nariz ligeramente respingona y una tez pálida y pecosa, pero todos estos datos no servirían para reconocerlo si le ves por la calle ¿Por qué? Sencillo. Keiko siempre va tapado de pies a cabeza.
Con una estatura media-baja, Keiko alcanza los 1'67 metros sin esfuerzo. Vistiendo unos vaqueros ajustados o "pitillo", como es la moda actual, negros o, en su defecto, gris oscuro. Usa unas zapatillas, negras, como otras cualquiera, salvo que los cordones son de un fuerte color fucsia neón y la suela de estas brillan en diferentes colores al patear con fuerza el suelo.
Las camisetas que utiliza pueden variar, pero la gran mayoría son de color negro, añil o gris oscuro y tienen serigrafiados distintos dibujos en colores vivos. Actualmente su camiseta favorita tiene un símbolo de "Peligro biológico" en verde chillón que brilla en la oscuridad.
Como complementos, suele llevar unos guantes de goma tan verdes como el símbolo de su camiseta, un respirador (O máscara para pintura) naranja eléctrico y varios cinturones donde engancha botes de spray y pinceles de distinto grosor.
La parte más importante de su vestuario no es otra que su chaqueta con capucha. Esta es, como no, de color negro, pero la parte interna es, al igual que sus cordones, fucsia neón. Por si no fuese bastante chillona ya, Keiko le ha añadido unos led's (Bombillitas) UV (Luz Ultravioleta) por todo el reborde interno, los cuales puede apagar o encender con un pequeño mando a distancia que tiene en el bolsillo.
La descripción de su chaqueta no acaba aquí. La capucha que tiene cubre con facilidad la mitad de su rostro y tiene dos agujeros donde se han añadido cristales graduados bordeados de más led's color naranja eléctrico, además de contar con dos "orejitas" de tela verdes con el símbolo de "radiactividad" en amarillo y... Si, habéis adivinado: También tienen un led cada una, color verde.
- Spoiler:
- Personalidad:
Por las pintas, cualquier persona diría que Keiko es una persona extravagante, rara, que le gusta llamar la atención o que simplemente le falta más de un tornillo, pero nada más lejos de la realidad. Keiko es un chico bastante tranquilo respecto a sus sentimientos, algunos hasta dirían que le falta sangre en las venas, porque es muy bueno manteniendo sus emociones bajo control, aunque esto no significa que sea serio o aburrido, la verdad es que le encanta divertirse y, como a cualquier otro chico de su edad, hacer locuras con sus amigos. Algunas veces incluso llegando a ser un poco temerario, porque no tiene mucho respeto por las leyes, pero shh, si la policía no le pilla, no es ilegal.
Hay pocas cosas que le hagan ponerse serio, prefiere afrontar los problemas desde el punto de vista optimista y alegre o, mejor dicho, desde el punto "colorido" de la vida.
Keiko, a pesar de sus pintas de loco, es alguien amistoso que sabe que no debe juzgar por las primeras impresiones. Es de los que prefiere hacer mil amigos, aunque estos no sean precisamente simpáticos, a tener un solo enemigo.
Una de las maneras más comunes que tiene de demostrar su carácter amigable es haciendo chistes y juegos de palabras (generalmente horribles, ya lo veréis) normalmente haciendo referencia a luces y colores, aunque puede hacerlo sobre cualquier tema si se lo dejan a tiro.
Él tiene un tipo de moral un tanto ambigua. No le importa romper un par de normas o promesas si cree fervientemente que lo que está haciendo es lo correcto. Si luego le critican por lo hecho o toma una mala decisión que acaba en desastre puede llegar a disculparse, pero en el fondo sabe que volvería a repetirlo, así que... si, se puede decir que Keiko no es una persona muy de fiar, ya que cosas como el honor o justicia le importan poco o nada. Si él cree que lo contrario a lo "justo" es lo correcto es lo que hará.
Esto último, más que un rasgo de la personalidad, lo consideraría manía, y es que Keiko suele usar algunas muletillas y palabras sueltas del inglés debido a que se crió en América y es básicamente su lengua materna. Aún tratando de no abusar del inglés, con facilidad se le escapa algunas veces.
- Historia:
Keiko nació en España, aunque no tiene grandes recuerdos de allí, por que a los pocos meses de nacer sus padres decidieron mudarse a América por los motivos típicos de "hay más trabajo" y "pagan mejor" y, claro, con un niño pequeño, eran conscientes de que necesitaban una casa un poco más grande, así que, América fue.
Su familia no era pobre y tampoco era lo que se podía decir multimillonaria, pero al ser hijo único ya se sabe lo que pasa; los padres le tenían un poquito mimado de más. Ya no hablando del ámbito económico, sino del personal, sus padres estaban genuinamente interesados en la vida de su hijo. Así que se podría decir perfectamente que Keiko tenia una familia feliz que le adoraba.
Desde pequeño ya fue matriculado en el colegio público más cercano y, bueno, Keiko no era idiota, pero su interés por los estudios era casi nulo, como en la mayoría de los niños, a quién pretendemos engañar. El problema surgió cerca de cumplir los cinco años. Tanto su profesora como sus padres se dieron cuenta de que algo fallaba con el niño.
El pequeño caminaba por los pasillos de la escuela pegando la mano a las paredes y lo mismo ocurría en su casa o en la de sus amigos. Cuando salían a cenar fuera, Keiko no soltaba la mano de sus padres y a la hora de contarle sus historias de dormir, el niño parecía incapaz de de fijar la vista en un punto concreto.
Al principio lo dejaron pasar, pensando que serían manías o etapas de la edad, pero con el paso del tiempo sus padres terminaron pensando que podía deberse a algún tipo de autismo y, preocupados, lo llevaron al hospital.
¿Que suspense, eh? seguro que la mayoría ya esta pensando que Keiko está mal de la cabeza, pero no, resultó que su problema era físico.
Keiko sufría de una fuerte miopía, esto quiere decir que sin gafas no veía más allá de sus narices, pero aparte de ello también padecía lo que se conoce como nictalopía o "ceguera nocturna". Y diréis "¿Y eso que demonios es? Ni que y fuese médico." Bien, explico: La nictalopía es cuando una persona no puede ver cuando hay relativa poca luz, para poneros un ejemplo, imaginad una habitación a oscuras, como no vemos nada, encendemos un candelabro. Para la mayoría de las personas esto sería suficiente para poder ubicarse dentro de la habitación... Bien, para Keiko da igual si enciendes uno, dos o tres candelabros, la luz no es suficiente fuerte para él, así que lo ve todo absolutamente negro.
¿Ahora tiene mucho más sentido esas pintas de loco que lleva, verdad? Pero bueno, continuamos con su historia.
Obviamente, le pusieron unas gafas de cristal grueso para que el niño no fuese chocándose contra las cosas, pero para la ceguera nocturna no hubo más remedio que acostumbrar al pequeño a ir siempre con una linterna en el bolsillo.
Con el paso de los años Keiko se dio cuenta de que lo que el pacedía no era común y, por ende, los médicos y la tecnología no estaban interesados en gastar tiempo, dinero y recursos en buscar como facilitarle la vida a los que padecían esta enfermedad, así que decidió ayudarse a sí mismo.
Aprovechándose del trabajo de su padre, que se dedicaba a la electrónica, aprendió vagamente sobre instalación de luces y utilización de cables. Nada fuera de lo común, ya que eran instalaciones sencillas y, por mucho que Keiko quisiera ser un foco andante, estudiar seguía siendo algo aburrido para él, por lo que aprendió lo básico para fabricar su chaqueta con led's y poco más.
En cambio, del trabajo de su madre si sacó más ganas de aprender, ya que ella se dedicaba a pintar retratos y paisajes. Aunque su madre no era una artista famosa, si lograba hacer cuadros y vendérselos a sus vecinos y amigos. En principio, lo que llamó la atención de Keiko no era el dibujo en sí, sino los colores que utilizaba. Como su madre con los lienzos, él quería ver así el mundo que le rodeaba y por ello quizá escogió una rama del arte que está un poco infravalorada: El grafitti.
Si, os lo imagináis bien, Keiko se volvió un poco macarra pintando por toda la ciudad. Igual daba si era un lugar público o privado, él no veía mal lo que estaba haciendo, el contrario, solo estaba haciendo más bonito el mundo. Esto le llevo a tener varias broncas, tanto con la policía local como de sus padres, pero nunca llegó a nada más serio, por lo que esta parte vamos a dejarla un poco de lado.
Una vez terminó la secundaria decidió, como no, seguir sus estudios como artista. En un comienzo, iba a seguir en América con sus padres hasta terminar sus estudios y después de eso encontrar un trabajo e independizarse. Ese era el plan inicial, pero todo se fue al garete cuando Keiko vió un programa en la Televisión. El canal no era para nada extraño, simplemente eran las noticias de la noche. Había habido un accidente en Tokio, Japón y... la verdad, no puso mucho interés en la noticia en sí, sino en la ciudad que estaban grabando: De fondo se podía ver la famosa calle de Sibuya, de noche, la gente caminado, el cielo oscuro y muchos edificios enormes; edificios enormes llenos de carteles iluminados y luces de neón. Podía perfectamente comprarse con una discoteca. Esa noticia hizo que Keiko sintiese la necesidad de ir a Japón.
Obviamente, en principio sus padres se negaron, pero tras la larga (Y pesada, muy, muy pesada) insistencia por parte de Keiko terminaron dejándole ir solo a Japón.
Así fue como Keiko llegó a Tokio. Allí se instaló en un pequeño apartamento para 1, que no era más que una habitación, un baño, una sala de estar y un balconcito que daba directo a la calle. Se podía decir que Keiko malvivía, por que, quitando que el único "lujo" que tenía ahora era su ordenador y varios focos de luces que se había llevado, Keiko no vivía demasiado bien. Con el dinero que le mandaban sus padres apenas tenía para pagar el piso, comer y llegar a fin de mes y, con las pintas que tenía más su nuevo horario de clase, le era complicado encontrar trabajo, pero ciertamente eso poco le importaba.
Llevado por su amor a el arte callejero, no tardó mucho en toparse con más de un pandillero. Su aspecto extraño y sus grandes dibujos le valieron poder unirse a ellos con el apodo de "Fluorescente" o "Keiko" en japonés. Esto no solo le proporcionó compañeros con los que compartía gustos y risas, sino que, también hacía pequeños trabajitos para ellos, ya fuese como decorar skates, motos y coches como ayudar con la iluminación de bajos para los pandilleros que tenían grupos musicales. Con sus trabajillos, más la paga que le mandaban sus padres, sus problemas económicos se esfumaron con rapidez.
Hasta aquí todo bien. Keiko hacía malabares con las clases, trabajos varios y su escaso tiempo libre. Una noche como otra cualquiera, él y sus colegas se habían colado en una de las fábricas de la ciudad para pintar en grande un mural que dijese: "You are free", con letras coloridas de más de dos metros de tamaño. Todo iba perfecto, hasta que algún chivato o quizá fuese que las luces de Keiko eran demasiado llamativas esa noche, pero los guardias de la fábrica terminaron topándose con ellos. Como una bandada de palomas, salieron huyendo, desperdigándose por el camino con la intención de que pillasen al menor número de miembros de la pandilla.
Keiko no fue diferente, con los sprays enganchados al cínturón y con la ayuda de las luces de sus gafas-capucha para ver el camino, salió corriendo, teniendo al final que entrar dentro de la propia fábrica para poder ocultarse. Allí fue donde pisó algo. Actualmente no sabe lo que es. Un aparatito, rojo, botones azules... Dada la situación en la que lo encontró, habría ignorado directamente aquel cachibache, pero al pisarlo este comenzó a brillar y ya sabemos que Keiko más luces igual a amor verdadero.
Finalmente terminó escabuyéndose del guardia y llegó a casa, donde examinó detenidamente aquel aparato. Pero nada nuevo sucedía con él. Intentó pulsar los botones, encenderlo, apagarlo, buscar la batería... nada, como si estuviese roto, ese trato inútil ya no brillaba. Pero los colores chillones que tenía le gustaban, por lo que, no solo lo conservó, sino que lo lleva siempre encima como si fuese otro de sus locos accesorios.
- Gustos:
- Como es obvio, los colores chillones, fluorescentes, neones y todo aquello que provoque color y/o luz fuerte ha estado presente dentro de su vida diaria. La falta de estos hace que el mundo a su alrededor se "apague".
- Uno de sus mayores hobbies es pintar. No en un lienzo o un papel, sino en las paredes. El graffiti, ya sea dedicándole tiempo para hacer un buen dibujo o directamente una linea recta que llegue hasta que se acabe el spray o la pared, es algo que adora. No por el acabado final, sino porque, para él, es llenar el mundo con un poquito más de luz.
- Apartándonos un poco de su obsesión por lo que brilla, tenemos un gusto bastante común: La música. A pesar de que el no sepa tocar ningún instrumento ni tenga una buena voz para cantar, la música es algo que desde joven le ha encantado. En especial las canciones de rock, dubstep o "nightcore", siendo estas últimas sus favoritas.
- La gente amable. Vale, si, a lo mejor suena un poco obvio, pero que le den las gracias por algo le hace sentirse útil y apreciado ¿Y a quién no le gusta eso? Por este motivo Keikö también trata de decir palabras amables de vez en cuando. Como reza el dicho: Es de bien nacido ser agradecido.
- Disgustos:
- La oscuridad, la falta de luz y el color negro, por motivos obvios; y diréis: "¡Pero si la mitad de su ropa es negra!" Y tenéis razón, no os lo niego, pero desde su punto de vista esto es algo divertido, ya que el color negro con relativa poca luz no la ve, es decir... Cuando apaga las luces Led de sus gafas el no ve su cuerpo, pero si las luces de sus zapatillas, sus guantes y los dibujos de sus camisetas... ¿Conocéis a Rayman? Sin luz en sus gafas él se ve como si fuese Rayman y eso mola mucho.
- No le gusta que le miren raro por su forma de vestir o con lástima por su enfermedad. Esto es algo con lo que ha tenido que convivir siempre, pero aún no ha llegado a acostumbrarse. Sinceramente, prefiere mil veces que le miren por vestir raro a que le compadezcan, por eso no suele comentar su enfermedad.
- Aquí entramos en algo un poco absurdo, y es que Keiko odia, odia con toda su alma mojarse. Quitando que pueden darle calambrazos las bombillas que lleva encima, siempre ha sentido que el agua es para seres como las focas o los peces. Que un humano esté a gusto en el agua, para él, es muy antinatural.
Digispirit
- Tipo de Digispirit: Wizardmon
- Elemento: Luz
- Apariencia:
- Spoiler:
Re: Keiko
Ficha aprobada
Cumple los mínimos, justifica los elementos y la narración es adecuada (atendiendo a los elementos de humor). Las faltas existentes no suponen ningún impedimento.
Y por ello, solo queda registrar el físico, añadir al perfil la información sobre esta ficha y la linea evolutiva, y a rolear.
- Tamer
- Faltas :Una por cada double.Prueba de Rol :ADigi Puntos :1060Ficha :NPCs :Nivel On Rol :Ancient spiritNivel On Rol de los Digi Aliados :Sven-Hyper SpiritIcono :Rango y Unidad :Roku Ginshô (Adam Odysseum)
Rango: Holy General
División: Four Holy Beast
Unidad/Sub-division: North Shield TurtleRango y Unidad Digi Aliado :Sven
Rango: Teniente
División: Four Holy Beast
Unidad/Sub-division: North Shield TurtleInventario :
Roku Ginshô
Digimon Adventure Rol :: Personajes :: Ficha :: Tamer
Página 1 de 1.
Permisos de este foro:
No puedes responder a temas en este foro.
Lun Nov 27, 2023 2:03 am por Garrod Ran
» [Gazimon/ Plutomon]
Dom Feb 24, 2019 2:25 pm por Pancho"Gaito"
» Introduccion
Vie Dic 14, 2018 11:32 pm por Milespinas
» [Candlemon/Wizardmon/Mystimon]
Sáb Nov 24, 2018 9:54 pm por Scott Desaster
» La aventura del Apócrifo comienza
Miér Nov 07, 2018 11:12 pm por Guillem Telast
» Danger? (priv. Roku)
Mar Nov 06, 2018 2:48 am por Yuri Matsuoka
» ATLAS DE LOCALIZACIONES REALES DE DIGIMON
Mar Oct 23, 2018 5:35 pm por Pieddark
» Petición de Lineas Evolutivas
Dom Sep 30, 2018 11:59 am por Scott Desaster
» Cuenta Alternativa! [Registro]
Jue Sep 27, 2018 10:57 pm por Koh