Daiki Nakagawa - Criminal Reports

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Daiki es un joven de mediana estatura de pelo negro, casi púrpura que le llega hasta el cuello, y ojos azules brillantes. A menudo se le ve vestido con una camiseta y pantalones de chándal y un viejo pañuelo blanco alrededor de su cuello. Además de eso, lleva botas de color marrón que le cubren hasta un poco antes de la rodilla. Sin embargo, esa no es su única vestimenta, ya que también se le ve llevar una capa roja y una corona de oro, y se ve a menudo con un abanico de color rosa. En ocasiones especiales, Daiki ata su cabello formando una pequeña cola de caballo y viste un Yukata completamente negro.
No importa la vestimenta que lleve Daiki, este siempre portará una larga katana plateada con el mango envuelto en vendajes blancos, con los vendajes extendiéndose libremente alrededor de la hoja.


Daiki es un joven bastante elocuente al que le gusta poner a las personas en una situación caótica para después ver su reacción. Tiene un gran conocimiento del comportamiento humano y las tendencias del humano mismo, siendo así capaz de determinar los pensamientos de las personas y las reacciones con gran precisión.
Tiene una personalidad muy alegre, hablando informalmente con la mayoría de la gente como si fueran grandes amigos. Aunque ama las batallas o conflictos, el prefiere no participar y quedarse observando para ver las actitudes de las personas en la lucha. Pero cuando lo provocan inmediatamente pone al oponente a su lugar, sin llegar a los golpes y demostrando su superioridad.
Como un conocido informante del bajo mundo, el posee mucho conocimiento sobre lo que se dice y se piensa en las calles, además de tener grandes instintos de supervivencia. Se podría decir que él no ayuda a nadie si no hay una ganancia de cualquier tipo esperándole, sin embargo, de vez en cuando puede mostrarse caritativo con las demás personas.

Todo comenzó con el nacimiento de un niño varón en la familia Nakagawa, una familia adinerada muy influyente. El chico, de nombre Daiki, mantuvo una infancia poco consentida y rigurosa, lo educaban y agobiaban con estudios, clases y demás para que en el futuro llegara a ser la cabeza de la familia, entre las asignaturas que le enseñaban se encontraban física, química, matemática, literatura, historia, psicología, modales de la alta sociedad y algunos idiomas entre otros. Había veces que Daiki reaccionaba bien ante aquello, otras que no. Pues el agobio era constante, por ello agarró golpes depresivos. Un día simplemente decidió darse a la fuga a la edad de 12 años, la presión era demasiada para él poder soportarla. No tenía a donde ni a quién acudir así que se vio en la obligación de quedarse a dormir en un pequeño callejón, era húmedo y oscuro, no era la clase de lugar en la que Daiki hubiese estado alguna vez pero no tenía otras opciones. A lo largo de la noche se podía oír una gran variedad de sonidos, pero los que más destacaban eran las voces que provenían de un gran almacén que parecía abandonado. El pequeño Nakagawa sentía curiosidad por lo que estaba ocurriendo dentro de aquella edificación. Entró sin pensarlo dos veces y se escondió detrás de unos contenedores de basura que estaba cerca de él, las voces eran de unos hombres armados que se encontraban mezclando sustancias químicas varias.
-Deténganse!!- grito el pequeño, mientras estudiaba química aprendió de algunas mezclas que no debían realizarse debido a su alta peligrosidad e inestabilidad. Los hombres armados no reaccionaron bien ante la presencia del joven Nakagawa en su territorio, algunos se separaron del grupo y se le acercaron de manera un tanto brusca. –Quien eres tú y que haces aquí, mocoso!?- El pequeño Daiki se encontraba pálido en ese momento, no sabía qué hacer ni cómo tratar a ese tipo de gente, de un momento a otro, se escuchó un disparo. –Dejen en paz al chico de una vez!. Mocoso, que querias decir?- Un hombre grande y un poco mayor vestido en un traje blanco se les acercó con pistola en mano. –J-Jefe!- Se les veía un poco asustados a los hombres cuando el señor mayor se les acercó, Daiki agarró todo el valor que pudo y dijo lo que tenía que decir. –Y-Yo… Yo solo quería decir que no deberían mezclar esos químicos de esa manera si no quieren que este lugar vuele por los aires!- El señor mayor, algo impresionado puso su mano sobre la cabeza del joven Nakagawa y exclamó con una gran sonrisa en el rostro. –Me agradas chico, evitaste la muerte de todos nosotros aquí, y por eso te estamos agradecidos. Como muestra de mi agradecimiento me gustaría pedirte que te quedaras con nosotros, es evidente que un chico de tu edad se ha fugado de casa si estás a estas horas aquí fuera- Daiki aceptó sin dudarlo dos veces, era estar con ellos o dormir en un sucio callejón.
Durante su estancia con los Yakuzas, aprendió a manejar Katanas y algunas otras disciplinas marciales varias que le ayudaron a forjar una reputación y a cometer una larga lista de crímenes, exceptuando el asesinato. Pasaron algunos años y Daiki ya se había adaptado a su nuevo estilo de vida Yakuza, sin embargo, no había olvidado todo lo aprendido en su antiguo hogar ya que después de todo, la caballerosidad no estaba demás.  Su vida dio un giro inesperado cuando una gran corporación llamada Digital Inc. se le acercó para reclutarlo, Daiki tuvo que abandonar a las personas que lo criaron gran parte de su vida para poder unirse al Digital Inc., pero era un precio que debía pagar si quería progresar de alguna manera. Lo primero que hicieron fue llevar al joven Nakagawa a conocer al jefe y dueño del Digital Inc. para que lo nombrara personalmente nuevo recluta, este le entregó una especie de teléfono celular morado y le explicó que se trataba de un ‘’Dark Digivice’’, el cual servía para controlar a los ‘’Digimon’’. Cuando Daiki tocó el Dark Digivice la pantalla de este comenzó a emitir un brillo que al parecer solo él era capaz de ver, no le dio la más mínima importancia y siguió a los trabajadores que lo guiaban por las instalaciones, al final del recorrido lo llevaron a una especie de cámara o bóveda que abrieron, dentro de esta se encontraba una especie de criatura blanca con rayas púrpuras en un trance. –Este pequeño de aquí  se llama Gabumon, a partir de ahora será tu compañero, cuídalo bien ya que es muy importante para nosotros en Digital Inc.- Gabumon abrió los ojos y una luz que provenía del Digivice nos envolvió. –Te he estado esperando, Daiki. Mi nombre es Gabumon y nací con el único propósito de conocerte. Debes de tener muchas preguntas y estaré dispuesto a responderlas, pero ahora no es el momento, más importante, debemos escapar de Digital Inc. cuanto antes..- La luz desapareció y nadie la había notado por alguna razón, pero las palabras que dijo Psychemon condujeron a Daiki a huir junto a él.
Unas pocas semanas después de haber huido de Digital Inc. junto a Gabumon, el joven Nakagawa le hechó un vistazo a su Dark Digivice y vió que había cambiado su forma completamente, ya no parecía tan… peligroso ni dañino, en ese momento la pantalla se volvió a iluminar y un extraño texto apareció en el que se podía leer ‘’Quieres entrar al mundo digital?’’…

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