Aquello que cambió una vida para siempre [Prueba Shintaro]

por Ed Elric Mar Jun 24, 2014 5:22 pm

Plaza Central - Mundo Real

Ya había pasado cierto tiempo desde que el cielo, teñido de naranja, se hubiera oscurecido hasta su punto máximo que, en compañía de oscuras nubes que incluso tapaban la luz de la Luna, le daban la bienvenida a la noche. Después de una tarde como cualquier otra, algo calurosa, la gente que una vez había poblado en gran parte la conocida Plaza Central, comenzaba a retirarse. Familias, parejas e incluso personas en soledad, usaban aquel día de fin de semana para distenderse, relajarse y pasar un buen momento, ameno y propicio para el descanso. Pero había también aquellos que piensan que la noche también es parte del día y que por más que el Sol se haya ocultado tras la fina línea del horizonte, no significaba sí o sí, el final de algo. Para la minoría, era apenas el principio.
Eran algunos los grupos de jóvenes que usaban la velada como tiempo propio, los faroles que alumbraban hasta cierto punto el entorno, creaban una atmósfera extraña pero conocida, como así también especial, que los hacía sentir como si eso fuera algo propio, algo de lo que de verdad eran dueños.
Para el infortunio de todos, aquel momento no duraría mucho, puesto que así como ellos comenzaron a aparecer con el transcurso del tiempo, las ya mencionadas nubes, también lo hacían con más rapidez de lo que se podía imaginar. Aquellas colosales olas, que parecían devorar el cielo con abstracta figura, en poco tiempo cubrieron la ciudad en su totalidad, y con ello, las gruesas gotas que comenzaban a caer y hacían su característico sonido al chocar contra el suelo. Así que poco a poco, estas pequeñas culpables, frustraron de un momento a otro, a todos los presentes que no tenían ni la más mínima intención de regresar a casa a estas horas, esto incluía también a Shintaro, un joven que buscaba de una forma u otra mantenerse alejado de aquello que trataba de evitar.
La lluvia, que se hacía clara e inminente, le hizo pensar que, aunque no lo quisiera, debería volver al lugar del que vino, aunque eso no implicara que debía hacerlo rápidamente. Una vez que logró convencerse de aquello, dispuso su camino de regreso. Aprovechando que la infraestructura de la zona lo permitía, y que esta estaba poblada de densos árboles, decidió usarlos como un refugio provisorio para el agua que no paraba de caer, pero que al mismo tiempo, no evitaban por completo que tanto su cabello como su chaqueta, quedaran exentos de mojarse.
Ya a menos de una cuadra de su hogar, algo que hasta ese momento no había hecho acto de presencia, apareció. Y no fue menos que un rayo que cayó del cielo a gran velocidad el que le llamó la atención, y ni hablar del estruendo venidero, sino de que el lugar en donde impactó aquella ráfaga de electricidad, no fue otro que en la habitación del muchacho, atravesando y destruyendo el cristal de la ventana por completo y desperdigando los pequeños trozos de vidrio doquier.
Las preguntas que surgían podrían ser muchas desde su punto de vista, pero es seguro de que no averiguaría las respuestas si no se asomaba estando dispuesto a descubrirlas.

Off: Bueno, esta es la introducción para tu prueba de rol. Creo que me dijiste que la terminarías en una sola respuesta, así que tómate el tiempo que necesites para hacer el post lo mejor posible. También recuerda que cualquier cosa que necesites o dudas que tengas, me puedes preguntar.
Creo que por ahora eso es todo y espero que la disfrutes.

por Kuroha Vie Jun 27, 2014 4:12 am

°Época actual.
°1 Cuadra para que Shintaro llegue a su hogar en el centro.
°9:30 PM / Clima lluvioso
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—Demonios fue un día largo...

El susurró se mezclaba con las gotas que caían del infinito hasta el suelo. La lluvia no cesaba ni un instante en la gran capital japonesa, mientras Shintaro trotaba con un periódico sostenido por su mano para cubrirse del agua, el cual no le servía del todo, la lluvia le había cubierto ya por completo su elegante chaqueta roja que portaba.

Faltaban algunas cuadras para poder obtener ese baño con agua caliente y reposar de las 8 horas de trabajo que sostuvo en el día con mucha presión por parte de su jefe, ya que había sido fin de mes y todo debía calcularse debidamente antes de registrarse en el sistema de la laptop y enviarse a los gerentes regionales, el empleo de Ingeniero en sistemas no era del todo lo que había soñado pero le mantenía con un nivel de vida superior a la media y con grandes esperanzas de un puesto jerárquico importante.

—Si el jefe hubiera hecho lo que se organizó, ahora ya estaría tomando un relajante baño de sauna, pero siempre quiere desacreditar mis proyectos de mejora al sistema, un día él será mi empleado, no mejor aun mi mandadero- rió dentro de sí...

Shintaro seguía trotando bajo la lluvia, como algunas personas también lo hacían en el mismo lugar, de pronto y por accidente, el joven resbaló propinándose un golpe en la espalda que resintió con un fuerte gemido, por lo que se quedó breves segundos sin movilizarse, hasta que recobró el aliento con un gran suspiro e intentó levantarse, a las demás personas parecía no importarle lo sucedido y nadie se dignó a ayudarle, pero en Tokio era lógico de la gente preocuparse por sí misma y nada más. Finalmente se levantó de manera tambaleante.

Un poste fue el apoyo para quedar en pie y otro gran suspiro su aliado para empezar su caminar pero ahora de manera lenta y sin periódico que le ayudara a tapar algunas gotas, no era un buen día para el joven Shintaro.

Una cuadra tras otra siguió su caminar pausado, solo le faltaba una para llegar a su ansiado hogar el cual cabe mencionar que era lujoso y con todos los servicios a la alcance de la mano. Shintaro continuó y a media cuadra bajo la lluvia dentro de un callejón un tanto oscuro vio una gran luz que se divisaba hermosa y con tonalidades rosadas y moradas, lo que le hizo tomar toda su atención, parecía que todo a su alrededor desaparecía solo centrando a la luz y al joven de 19 años, incluso la lluvia parecía ya no afectar ni molestarlo, pasaron algunos segundos de esa manera, pero después reaccionó sacudiendo la cabeza y siguió su camino, aunque un tanto extrañado por lo que había visto.

Shintaro por fin llegó a su casa abrió la llave del agua para que el jacuzzi estuviera listo, se dirigió a la cocina tomó una copa de vino tinto y después una fruta para calmar un poco el hambre, prendió la tele y se sentó por breve tiempo, después se metió en el agua de la cual salía vapor, recostó la cabeza en una toalla al borde de la hermosa tina y se quedó pensando en lo antes visto, mientras escuchaba e resonar de la lluvia que estampaba las ventanas, entrando así en un pequeño trance relajado, todas las preocupaciones parecían disolverse en ese momento, pero la imagen y sensación antes sentidos le mantenían con un toque de insatisfacción...

A la media hora salió del agua tomó una toalla y después ya seco se iba a vestir de ropa para dormir, pero antes de descansar la curiosidad hizo que fuera a echar un vistazo a su ventana y esta estaba rota, pero la sorpresa la denotó con su rostro que se desfiguró en demasía pues al mirar sobre aquella ventana rota y el piso mojado por las gotas de agua por la intensa lluvia, al parecer el rayo que vio con anterioridad había aterrizado en su habitación sin permiso alguno.

Shintaro cerró los ojos y entrelazo los brazos en una reacción de pensamiento mientras este pensaba porque había hecho tan poco daño

—Pero qué, es ésto...—La computadora estaba actuando muy raro, esta emanaba una luz que aluzaba toda la habitación y sin mas un huevo salio de la computadora. El huevo se abrió y de este salio una bola morada que podía hablar que decía llamarse Kiimon y que era un Digimon, al lado del Kiimon había una especie de aparato de color rojo con negro (Digivice). El joven Shintaro tomo todo con calma aunque por dentro estaba un poco impactado de como había salido de su computadora.

—Así que te llamas Kiimon eh, pues bienvenido seas, y si quieres puedes quedarte aquí ya que esta lloviendo muy fuerte.—El pequeño Digimon Purpura asintió y de un brinco salto a los brazos de Shintaro y este sonrió. De repente el pequeño Kiimon empezo a brillar y al terminar se pudo notar que ya no era el mismo, era un poco mas grande y dijo que su nombre ahora era Yaamon. Estos bajaban a la parte inferior para descansar.

por Ed Elric Vie Jun 27, 2014 5:37 am

Prueba de rol: Aprobada.

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