Expediente Kotori Minami

por **Kotori Minami** Jue Jun 21, 2018 7:58 am

♦FICHA DE IDENTIFICACIÓN♦

NOMBRE: Kotori Minami
EDAD: 18 años
SEXO: Femenino
DIGIVICE: D-Scanner (Rosa/Cafe)

♦APARIENCIA♦

Habitualmente es de pelo castaño, aunque algunas veces se le puede ver mas claro o tenue de lo normal, todo depende del exterior y la cantidad de luz que refleje en este. Posee un flequillo que cubre su frente dejando caer a cada costado de su rostro dos cabellos largos; por lo general lo leva suelto agarrado en la parte superior derecha de una pequeña coleta, la cual, acompaña con algún moño, broche o ligas. El iris de sus ojos tienen un color miel, son grandes y expresivos; es de mediana estatura, 1.65 metros, por decir una medida. Su piel es blanca y tersa, de rosadas mejillas y sin ninguna imperfección visible en su exterior, no posee lunares ni marcas de nacimiento.

Su vestimenta puede llegar a ser variada en la mayor parte de las ocasiones, ya que por lo general realiza la mayoría de sus actividades diarias probando diferentes vestuarios confeccionando cada día uno nuevo. Su tiempo esta completamente distribuido sin pausas ni huecos, esto logra hacerle una variedad de cambios de vestuarios dependiendo su estado de ánimo y el clima. Se le puede ver con su casual uniforme escolar que consta de una camisa de color azul con botones cafés y acompañada de un lienzo rojo vino en forma de moño que se amarra a nivel de su cuello; utiliza medias largas de color negro que llegan un poco mas debajo de sus rodillas, unos zapatos cafés de agujetas y una falta de tablones color azul por arriba de las rodillas.

En algunas ocasiones, fuera de actividades de costura y confección, se le puede ver vistiendo ropa casual, como blusas de tirantes, faldas, vestidos y otro tipo de vestimentas mas cómodas para su vida diaria y personal, cuando no se encuentra ocupada con sus actividades de rutina.

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♦PERSONALIDAD♦

Se muestra alegre y siempre con una cálida sonrisa que explica que se encuentra disfrutando de la vida. Se trata de una persona muy apasionada de las actividades que ama realizar, como son el modelaje y la confección de vestuarios.

Es conocida por ser una buena trabajadora, inteligente y capaz. Kotori esta muy centrada en los propósitos que tiene cada ser que existe en el mundo, como si cada persona, planta o animal fuera hecho para algo en especial. Esta es su principal inspiración para crear un vestuario.

Kotori cree que en algún momento ella encontrara su propio propósito en la vida, a pesar de que tenga que pasar por alguna adversidad, siempre ve su vida como una aventura que debe plasmar en un lienzo en blanco, ella cree que el futuro no esta completamente plasmado en un pergamino, si no, que en cualquier momento este puede ser borrado y cambiado completamente dependiendo de los pasos que escojas para seguir con tu camino. Es por ello que siempre piensa muy bien las cosas antes de tomar una decisión.

Kotori esta representada como una persona amable y noble, con un profundo apego a la vida. También a menudo demuestra tener un grabo noble, sobre todo cuando se trata de ayudar a los demás, en dado caso que la necesiten o que en sus manos este la posibilidad de ayudar a alguien.

Es muy apegada a sus seres queridos, amigos y seres vivos. Respeta la vida y la naturaleza que el planeta le brinda. Es una chica comprensiva, amorosa y respetuosa. Tiene sus emociones al máximo, por lo que podría estar riendo por algún suceso gracioso, a como se podría encontrar derramando lagrimas por desgracias ajenas.

Tiende a ponerse en los zapatos de otras personas, puesto que no le agrada juzgar a los demás por la simple apariencia, es por ello que fácilmente se logran enamorar de la personalidad de Kotori.

♦HISTORIA♦

Quizá deba comenzar por el inicio de mi llegada a este mundo. Un 14 de Abril, cuando el cielo pintaba una hermosa mañana, un brillante azul sin nubes que atormentaran los rayos del cálido sol. Los arboles meneaban sus finas ramas produciendo un sonido relajante al frotar sus verdosas hojas con el baile de una fresca brisa matutina.

Eran alrededor de las 10:30 am (Según cuentan mis padres). Cuando había llegado el momento de que me recibieran en sus brazos. Una pequeña niña de ojos dorados, idénticos a los de su madre, mejillas rosadas y una piel tan suave como un fino algodón (decía mi padre). Era un día lleno de felicidad, armonía y mucho regocijo, ya que había sido la primera hija. Fue por ello, que todos se encontraban presentes en el hospital. Mi abuela quien había traído cobijas tejidas a mano, de una fina hebra de algodón color rosado. Mi abuelo, había traído consigo una canasta con animalitos de peluche, que encantadores lucían esos pequeños (según mi madre).

Todos los conocidos llegaban a ver a mi mamá y poder conocerme. Se sentían las personas más bendecidas de este mundo por mi llegada. Mi abuela cuenta, que cuando se asomó a la ventana, para acomodar un arreglo de flores, pudo apreciar un enorme arcoíris que se formaba justo encima del hospital. Ella decía que era una especie de señal, la cual significaba que sería una niña muy especial y tan solo quizá… Tenía razón…

♦ ♦ ♦ ♦ ♦

No tuve conciencia ni percepción de lo que era mi vida hasta los 5 años de edad. Cuando comenzábamos a empacar, todas las cosas se encontraban en cajas, muchas de ellas decían ´´frágil’’. Mi madre era una persona muy cuidadosa, responsable y cariñosa. Le gustaba cuidar de mi así como sus cosas materiales, ella decía que con amor y paciencia se podía lograr todo lo que quisiéramos conseguir, esas palabras quedaron impregnadas en mi mente de infante por muchos años mas. Era dueña de una pequeña sastrería en donde solía pasearme mientras jugaba con las telas y me asombraba con la variedad de colores. Es aquí donde comenzó a crecer mi interés en la costura y confección.

Por otro lado, mi padre era un joven empresario que trabajaba arduamente en una oficina de diseño gráfico para computadoras. Muchos de sus trabajos fueron videojuegos, plataformas de redes sociales, plataformas para empresas grandes que necesitaban enviar información de compañía a compañía y otras cosas tecnológicas mas. Pero lo que mas le apasionaba, era el crear juegos de monstruos digitales llamados ‘’Digimon’’.

En mi cumpleaños numero 8. Mi padre había estado fabricando por un largo periodo de tiempo un nuevo prototipo de videojuego llamado ‘’Digimon Land’’. Este videojuego había sido fabricado y puesto en marcha especialmente para que fuera la única copia la que estuviera en mis manos. Constaba de una pequeña consola que se conectaba al internet y a una computadora de escritorio. Pasaba horas jugando el videojuego, era uno de los regalos mas bonitos que había recibido durante toda mi infancia.

El juego era simple, constaba de una aldea Digimon y explorar la diversidad de monstruos digitales que en el habitaban. Un juego muy entretenido, en el cual pasaba horas y horas, después del colegio. Así fue durante un par de años. Los Digimon, ya eran criaturas muy famosas y conocidas, muchos juegos se trataban de ellos. Cartas, juegos de video y demás, eran unas cuantas plataformas para conocer a estos increíbles seres.

Al cumplir los 10 años de edad, deje de jugar con aquel videojuego. Mi madre, había decidido inscribirme en una escuela la cual promoviera el arte y las actividades manuales, le resultaba muy buena idea en fomentarme la creatividad y así conocer en lo que era buena. Mi madre siempre había soñado en que su pequeña hija se convirtiera en alguien importante y reconocida. El único requisito que existía para poder entrar en dicho colegio, era el tener un don especial y que en la audición para entrar, impresionara a los directivos.

Mis padres estaban muy seguros de que sería pan comido para una chica como yo. Mi voz había sido entrenada por mi madre durante la infancia. Ella se encargó de que la música fuera parte de mi vida; mientras tocaba el piano, yo tenía que acompañarla con baladas suaves. Al poco tiempo era una excelente cantante, aunque nunca había hecho una presentación pública a terceras personas. Las únicas personas que eran testigos era mi pequeña familia. Pero el canto y la música no era lo que mas me apasionaba. Desde pequeña, viendo a mi madre trabajar, me dispuse a seguir sus pasos en la costura. Realizaba diferentes vestidos y prendas para mis muñecas con los retazos de tela que quedaban de sus confecciones para la tienda, este sentía que era mi principal don.

Luego de la audición, los directivos habían quedado encantados con mi melodiosa voz, haciéndome la primera de la lista en aceptados. Mi madre estaba consiente de que mi felicidad por entrar en la escuela no era suficiente, simplemente me daba lo mismo. Ella sabía que igual me gustaba la costura, pero no estaba segura de que eso me dejara algo con lo que sustentarme mas tarde, ya que a ella le había costado mucho esfuerzo y tiempo acomodarse en el mercado de la ropa. Fue entonces, donde me consiguió un pequeño pasatiempo en la sastrería ayudando con las telas y aprendiendo solo un poco el oficio.

Al poco tiempo y al cumplir los 15 años de edad, me había vuelto una experta en vocalización. Pero no resultaba ser la única de mis compañeras en tener una hermosa voz. Los directivos del colegio se fijaron en unas cuantas estudiantes para formar una especie de ''coro'' que representaría el salón de música de la escuela. Se armaban pequeñas presentaciones en el salón de teatro donde nos presentábamos una que otra vez en el auditorio a cantar alguna canción.

Por otro lado, en la sastrería de mamá. Aprendí a costurar, hacer vestidos y toda clase de traje con diferentes telas, pero solo se trataban de pequeñas pruebas de ropa que nunca salieron a la venta, era un pequeño pasatiempo entre mi madre y yo. Mi dominio de la máquina para coser asombró a mi propia madre, puesto que el experimento de poner uno de los vestidos que había logrado hacer se puso en venta resultó siendo un gran éxito mercantil, puesto que las clientas mas habituales habían pedido diferentes colores y tallas.

Mi rutina resultaba ser la siguiente. Por las mañanas, asistía a la clase de canto en la escuela, donde el coro se reunía. Normalmente éramos 10 chicas las que participábamos aportando nuestra voz. Pero de vez en cuando, el director de escena, se encargaba de darnos números propios como solistas a cada una de nosotras para darnos a conocer. El primer concierto que brinde, fue muy vergonzoso, era la primera vez que me paraba sobre un escenario frente a mucho público; pero al ver a mis padres sentados en la primera fila, me hizo darme mas confianza y motivación para no defraudarlos.

Esa era mi vida. La rutina era parte de mi y todo el tiempo estaba ocupada diseñando dibujos de nuevos estilos de ropa o armando una coreografía para mis canciones. Algo en esas dos actividades me hizo relacionarlas, dando me la idea de hacer uniformes para todas las chicas del coro, un uniforme orinal que fuera usado para eventos u ocasiones especiales. La idea parecía haberle gustado a mi madre, por lo que ahora tenía un nuevo pasatiempo, diseñar vestuarios para las chicas del coro, algo que me resultaba mas pleno que cantar.

Ciertamente, era una niña con muchas actividades por delante. Mis padres se encontraban orgullosos de fomentar mis mejores habilidades. Pero había cierto vació en mi corazón. Algo que no se llenaba por mas fama y admiradores que tenía, simplemente faltaba algo…

♦ ♦ ♦ ♦ ♦

Al cumplir los 18 años de edad. Mi nombre Kotori Minami era reconocido por diferentes clientelas de mi madre en la sastrería, puesto que al ver el éxito de un primer prototipo mio subir en ventas, comenzó lentamente a meter pequeños diseños que hacía en mis tiempos libres, los cuales se vendían como pan caliente y gustaban a los clientes. También, era conocida por dar conciertos en el colegio y diseñar los vestuarios de las participantes, el cual recaudaba fondos con las entradas para diferentes asociaciones y ayuda civil.

Mi vida llegaba a ser cansada, si tenía tiempo libre me tiraba sobre la cama de mi habitación, para dormir unas cuantas horas. Por las mañanas estudiaba en el colegio, por las tardes diseñaba nuevos estilos y confeccionaba prendas para la sastrería, finalmente en las noches durante fechas especiales, daba conciertos junto con mis compañeras de coro en el colegio, recaudando fondos monetarios.

Mi madre, había estado hablando con mi padre durante unos cuantos días. Notaron que era cansado las actividades y el trabajo que tenía que hacer. Ciertamente era agotador, pero disfrutaba hacerlo, después de todo me agradaba cuando hacia vestidos o cantaba para un público. Decidieron que era tiempo de unas merecidas vacaciones. Por desgracia, a mi padre no le daban vacaciones por lo que esto se redujo a simplemente pasar tiempo en casa sin hacer nada.

Durante un tiempo todo fue normal, aunque un poco aburrido. Estaba acostumbrada a realizar mis actividades rutinarias, pero ahora al tener todo el día libre, decidí husmear las cosas que había en mi cuarto y poner un poco de orden. Comencé por el closet, una puerta corrediza de madera, la cual daba a un enorme departamento con innumerables vestidos y ropa. Detrás de la ropa se encontraba una repisa donde colocaba cosas importantes, muy arriba, sobre unas cuantas cajas polvorientas, se encontraba el paquete de aquel viejo videojuego que solía jugar de pequeña.

Sin pensarlo, lo tome en mis manos y retire el polvo de este. La cubierta tenía dibujado un lindo Agumon de color amarillo. Un sentimiento de nostalgia llego a mi, por lo que supuse que sería buena idea probar si aun servía. Lo conecte a mi computador y de inmediato comenzó aquella canción de introducción. Muchos recuerdos vinieron a mi mente, las horas que pasaba divirtiéndome con esos Digimon.

Algo pintaba extraño, en la pantalla salía un pequeño Digimon acostado en el suelo. Recordaba muy bien que la zona era un césped muy verdoso y brillante, arboles llenos de hojas, arbustos bastos rebosando de vida y un cielo azul. Todo esto había cambiado, ahora el suelo parecía ser un cráter o camino hacia una montaña rocosa, los arboles solo eran troncos secos con ramas y toda la vida natural que existía en ese lugar ya no estaba. Quede impresionada, pero algo mas llamo mi atención. El pequeño Digimon que se encontraba tirado en ese desolado lugar, no lo conocía o no lo recordaba de mi infancia, me preocupe un poco y con una tenue voz baja dije –¿Te encuentras bien? – De inmediato, el Digimon pareció haber escuchado mi voz detrás de la pantalla del computador, este se levantó con cierta dificultad. Un enorme rayo de luz baño toda mi habitación y cada rincón.

Habiendo perdido la vista por unos cuantos segundos, pude ver que el pequeño Digimon se encontraba frente a mi, parado sobre el teclado del computador. El silenció se apodero del lugar, cuando de pronto escuche las primeras palabras del ser Digital –Hola, mi nombre es Lopmon – Di un enorme salto y grite tan fuerte que el pequeño Digimon reacciono de la misma manera –Tranquila por favor, no temas – El pequeño intentaba controlar mi impresión –P…P…Pero estas aquí frente a mi, no deberías ser real, no eres un holograma ¿Acaso es una broma? Debo estar volviéndome loca – Sinnúmero de tartamudeos salían de mis labios.

Al poco tiempo, tocaron a mi puerta, lo que me puso aun mas nerviosa. Mi madre me había escuchado gritar. Tenía que resolver esto, no podía ver a un Digimon en mi habitación o se volvería loca como yo reaccione. Tome un enorme buche de aire y me tranquilice, saliendo al pasillo para hablar con mi madre. Afortunadamente logre convencerla de que se trataba de un feo insecto que había entrado por la ventana… Al irse, me quede parada un momento frente a mi puerta, pensando en lo que estaba sucediendo, no era un sueño, un Digimon real estaba en mi habitación, aunque no sabía cómo sucedió.

Tome valor para enfrentar lo que sucedía abriendo de jalón el picaporte de la puerta –Necesito respuestas ahora – El pequeño Digimon se había movido a mi cama y se encontraba sentado muy tranquilo –Claro que si, te responderé todas tus preguntas – El Digimon dio un pequeño salto al suelo, pero al parecer estaba un poco lastimado, por lo que no pudo sostenerse en pie y se arrodillo –Lo siento, debes disculparme, no estoy en muy buen estado – Inmediatamente cerré la puerta y corrí a su lado para apoyarle –Estas herido – … Ese fue el comienzo de una extraña visita.

♦ ♦ ♦ ♦ ♦

Pasaron largos días, afortunadamente estaba de vacaciones, no tenía pendientes ni trabajo que hacer. Decidí dejar las preguntas para después de que Lopmon se sintiera mejor. Cuide de el hasta que su cuerpo se recuperara por casi completo. Mantuve también en secreto su estadía en mi habitación, afortunadamente mis padres nunca abrían la puerta de mi habitación sin tocar antes, por lo que fue fácil pedirle a Lopmon que se escondiera cada vez que mis padres entraban.

Había llegado el día en que todas mis preguntas se resolverían por parte del Digimon. Nos encontrábamos en el suelo, sentados uno a cada lado de la alfombra redonda que decoraba el piso central de mi habitación. Lopmon me miro directamente a los ojos y soltó un gran suspiro para después sonreír –Como ya has de saber, vengo de un mundo digital muy diferente a tu mundo. Desde hace mucho tiempo, cuando apenas comenzabas a jugar aquel videojuego que conectaba mi mundo con el tuyo; puse mis ojos sobre ti. Tu corazón irradiaba una bondad y sinceridad que muy pocas personas tienen hasta ahora. La maldad corrompe los corazones de los seres humanos, al igual que algunos Digimon. En el Digimundo, buscamos una heredera al trono, soy la protectora de un gran poder, que solo un humano con pureza en su corazón liberara –

Todas las palabras de aquel Digimon parecían sacas de un cuento de fantasía. Pero al mirar sus ojos y su fe en mi persona, me daba la impresión de que todo era cierto. Pero que tal si yo no era la indicada, no estaba muy segura de ser una heredera capaz. Todo se torno confuso en ese momento. Lopmon lo había notado, así que camino un par de pasos hasta legar a mi y nuevamente confortarme con sus palabras –Tranquila princesa, creo que es algo que debes procesar, pero estoy segura que eres la indicada. Solo queda que tomes una decisión. Yo esperare pacientemente su respuesta – Finalmente el Digimon hizo una pequeña reverencia.

♦ ♦ ♦ ♦ ♦

Al paso de los días, las palabras de Lopmon resonaban en mi cabeza sin cesar. Hoy era un día especial, presentaba la última colección que había confeccionado con ayuda de mi madre, para unos clientes especiales de la sastrería. El cual resulto ser lo bastante llamativo para todos y un buen prototipo de ventas para mi madre. El evento se llevaría en la sastrería, la cual había crecido un poco con las ganancias, construyendo una pequeña sala que modelaba los nuevos juegos de vestuarios.

Antes de irme al evento, Lopmon me tomo de la mano dándome su bendición, pero debía darle una respuesta cuanto antes, puesto que tenía mucho tiempo en mi mundo y ahora debía retomar sus responsabilidades en el Digimundo. Acepte con una sonrisa y me dispuse a tomar una decisión.

El evento había sido un éxito y después de todo lo realizado, estaba muy contenta con el resultado. Los clientes habían quedado satisfechos con el trabajo de mi madre y mio, eramos un buen equipo después de todo. Pero últimamente todo se tornaba rutinario, quizá y era momento de un cambio, hacer algo diferente y quizá conocer nuevos mundos.

Al llegar a casa, me encontraba muy feliz y corrí con mi padre. Mi madre estaba muy orgullosa y sus palabras fueron lo que me empujo a finalmente decidir ir con Lopmon al Digimundo ‘’Con amor y dedicación lograras lo que te propongas, estoy segura de que estas lista para seguir tus sueños’’. Después de cenar y contarle a mi padre todo lo relacionado con el evento, subí a mi habitación decidida y con la frente en alto.

Al ver a Lopmon le obsequie una gran sonrisa y simplemente dije –Vallamos al Digimundo – Fue así como partí junto a Lopmon por aquella vieja computadora que abría una especie de portal digital...

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♦CURIOSIDADES♦

♦Siempre lleva consigo un pequeño estuche de confección que consta de pequeños carretes de hilos de diferentes colores, aguja y tijeras.
♦Lleva consigo una pequeña libreta donde hace trazos de nuevos diseños de vestidos cuando ve algo que la inspire.
♦Es la modelo principal de su propia marca de ropa.
♦En sus tiempos libres, le dedica a la música, su instrumento favorito es el piano y el violín.
♦Su color favorito es el cafe y el rosa.
♦Es muy enamoradiza.
♦No tolera las discusiones sin justificación

♦DIGISPIRIT♦

TIPO: D'arcmon Spirit
ELEMENTO: Luz
APARIENCIA:
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Spoiler:

por Roku Ginshô Miér Jul 04, 2018 2:49 am

Ficha aprobada

Generalmente pongo los enlaces de los pasos a seguir ahora, pero hoy estoy cansado. En sí, en tu perfil ingresa enlaces a esta ficha y tu línea evolutiva. Registra tu físico para que nadie te pueda quitar la apariencia y... Creo que eso es todo.

De momento.

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