Plaga en la aldea de Elecmon [libre]

El portal nos llevo a salir justo entre unos arbustos del digimundo, utilice mis manos para evitar que las ramas alcanzaran mi rostro, frente a mi los elecmons esperaban sin ningun problema, claro que esto era debido a su pequeño tamaño, frente a nosotros una ladera empinada se formaba hacia arriba - Asi que cayeron por aqui - el digimon en mis brazos asintio

- El pueblo esta subiendo esta pendiente, a muchos metros mas al fondo, aunque sera un poco dificil subirla, siendo sinceros nunca nos habiamos alejado tanto - pude ver por la conformacion del terreno que tenia razon, aquella extension de tierra estaba realmente fragil, puse un pie en la orilla haciendo que resbalaran algunas piedras, tal parecia que subir por ahi no era una opcion viable, saque el digivice bajando al elecmon y pasando mi mano sobre el dispositivo, transformandome nuevamente en darcmon, sin decir mas emprendi vuelo saliendo de entre el espeso follaje de los arboles que nos rodeaban, y dejando una lluvia de hojas abajo cuando Johan aparecio con su digimon

Una vez estuve fuera pude ver bien la geografia del area, la ladera se extendia hacia ambos extremos, aunque caminando a la derecha, como a 200 metros aproximadamente habia un pequeño arbol que formaba un puente, si teniamos suerte seria lo suficientemente resistente para subir, vole rapido hacia él, parandome por un momento en el tronco, estaba hundida casi la mitad de su estructura, supuse que la ladera se habia formado por deslaves ocasionados por la lluvia, enterrando el tronco y afianzandolo a ella, despues de todo si serviria para cruzar, volvi a emprender vuelo dando un ultimo vistazo a la zona

Mas adelante a la distancia podia ver la aldea de la cual hablaban, estaba rodeada por arboles, formando un circulo, protegiendola en cierta medida de otros digimons, no podia distinguir movimiento alguno en ella desde esta distancia, unos metros mas al fondo un pequeño lago se escondia entre mas arboles, y muy a lo lejos el bosque se terminaba dando paso a una pradera, habiendo localizado todo esto era hora de regresar, volvi por el mismo agujero que habia dejado en las copas de los arboles que nos cubrian, aterrizando al lado de los elecmons

- Tenemos que caminar hacia allá - saque la espada y señale a nuestra derecha cortando parte de los arbustos que nos estorbaban, camine al pendiente de que todos se encontraran cerca, dando pequeños vistazos de vez en cuando, el elecmon herido ya caminaba con normalidad, aunque supuse que estaba resistiendo por sus compañeros, llegamos en cuestion de minutos al tronco que habia visto, extendi mi mano dandoles a entender que podian pasar

- Yo cuidare por si alguno se cae - levante el vuelo solo a unos centimetros del suelo, posicionandome cerca de la mitad del arbol y esperando que cruzaran, los elecmons atravesaron el tronco sin dificultades, aunque el verdadero problema seria si aguantaria al tamer con su digimon

- Tu turno Johan - le avise al tamer, puesto que cargaba con gigimon en brazos

Y de un momento para otro se encontraba en otro sitio completamente distinto al de la plaza. Sostuvo con un brazo solo a su Gigimon para correr de forma brusca las ramas que podrían molestar a la visión. Una vez dejado atrás las hojas, el terreno se elevaba un poco hacia arriba, formando una empinada algo difícil de subir.
-¿Este es tu mundo? –preguntó Johan mientras caminaba por la tierra manteniéndose a la distancia del grupo de Elecmon y Yuuki, no era una ilusión lo que veían sus ojos, sus otros sentidos podían captar la esencia del sitio como si fuera muy real, lo era y desafiaba toda lógica, no le quedaba otra que aceptar lo que sucedía a su alrededor, aceptar el mundo del que provenía Gigimon.
-Así es pero yo provengo de otro sitio, no este –respondió el pequeño rojo que poco a poco iba recobrándose de la pelea ganada, ya había dejado de respirar de forma agitada. Vio como Yuuki se transformo nuevamente a la forma anterior que intervino en la pelea, elevándose con sus alas y dejando un rastro de hojas que cayeron sobre el Tamer. -Que sutil… -comentó en voz baja al ver como las hojas se quedaban en su saco, uso una mano para quitarlas de allí. Johan suspiro y miró de reojo al grupo de Elecmon que al parecer murmuraban entre ellos, mientras que Gigimon miraba a su alrededor con cierta alegría, se sentía bien de volver a su mundo después de estar en el de su Tamer por un tiempo. Yuuki transformada en Digimon volvió al cabo de unos minutos, parece que había inspeccionado el área cercana, pues hacia buen uso de sus alas.

Dicho donde debían avanzar, Johan y Gigimon siguieron a los otros a través de los arbustos cortados por la espada que llevaba la Digimon humana. Caminaron hasta un árbol que hacía de puente hacia el otro extremo. -¿No hay otro camino? Tsk… -se quejo Johan, no veía seguro aquel trozo de madera, a pesar de que Yuuki dijera que ayudaría se cayera alguno, eso no calmaba al Tamer. Gigimon se bajo de los brazos de Johan y atravesó el árbol sin mucha dificultad, claro su peso era menor que el del humano. Johan piso con su pie izquierdo para comprobar que pudiera soportar su peso, se meció levemente el árbol y eso no convenció mucho al joven. De pronto Gigimon comenzó a gruñir y se acercó a su tamer, este se dio la vuelta para mirar atrás, un nuevo Digimon se apareció entre los arbustos. –Ese es un Dokugumon –dijo alertado la criatura roja pequeña, este nuevo Digimon era grande y con forma de araña, esta se movió y lanzó una tela de araña a ambos, por suerte pudieron correrse a un lado para esquivar eso.
-¿Estás bien…? –Gigimon no pudo terminar de preguntar, tomado por Johan y este se movió para evitar la pisada del Dokugamon. En brazos de su Tamer otra vez volvieron a una zona menos comprometedora, lejana del árbol, intentando esconderse de la araña gigante que los perseguía.

El gigimon de Johan habia cruzado exitosamente, pero no duro mucho en el lado de arriba, ya que pronto bajo gruñendo hacia su tamer, pude ver como un Dokugumon lo atacaba, vaya que ese chico tenia mala suerte, aunque no habiamos visto a ese digimon, probablemente estaba escondido esperando una presa facil, ambos salieron corriendo despues de esquivar el ataque de telaraña

saque ambas espadas - ¡Ey, tú! - le grite a Dokugumon captando solo un poco su atencion, se movio cerca de donde habian ido Johan con gigimon, vole hasta estar detras de la araña -La Pucelle - hice un ataque cruzado con ambas espadas en lo que conformaba la parte superior del cuerpo de la araña

- Te estoy hablando - el digimon aracnido grito de dolor girando su cuerpo, observandome con mirada furiosa

- Arachno Batoto - ataco lanzandome una red, la cual corte en dos con la espada, tenia suerte de haber tratado con mas digimons del mismo tipo anteriormente, siguio lanzando telarañas que seguia partiendo justo a la mitad con una de mis espadas

- Tendras que hacer algo mejor que eso - empece a volar alrededor de él atacandolo mientras esquivaba sus ataques de telarañas

- ¡Te acabare! - grito enfadado el gran aracnido

- ¡Si van a cruzar haganlo ahora! - grite a los cuatro vientos refiriendome a johan y gigimon, segui distrayendo aquel enemigo haciendolo voltearse al lado contrario de donde se encontraba el tronco

me deje caer en picada, volando debajo de su cuerpo -Baptême d'Amour - realice otra tecnica con las espadas, impactando en cada una de sus patas a gran velocidad, al salir la araña cayo en ese lugar, me apresure a cruzar a donde estaban los otros, alcanzando a johan a medio camino, sin pensarlo dos veces lo tome por debajo de los brazos con cuidado de que gigimon no cayera y los lleve volando el tramo que les faltaba, al estar arriba los apresure a avanzar un poco, ya que cuando la araña se recuperara nos estaria buscando

- Es una suerte que esta ladera haga de barrera ante ellos - mencione cuando ya estabamos fuera del alcance de Dokugumon, camine detras de todos para mantener los alrededores vigilados mientras quitaba los restos de telaraña de una de mis espadas

- ¿Estan bien ambos? - le pregunte a Johan y a su gigimon, con las prisas no sabia lo que podia haberles pasado cuando no los veia

Tras la paliza en la casa de verano de mi madre y la bronca de ésta. Me sentía fatal tanto fisica como mentalmente, estaba muy decaída... Por lo que mi amiga Kayla accedió a llevarme a su pueblo natal para reponerme. Nos alojamos en una chocita en medio de una aldea situada en medio de una vasta pradera, puesto que, como Kayla era una Indramon, las chozas pertenecían a diversos digimon equinos como unimons, centarumons, pegasusmon y algunos sagitarimons más violentos que realizaban batallas a las afueras de la aldea.

-No debiste provocarlos tanto... aun sabiendo que eran más fuertes que tú.-decía Kayla mientras me pasaba una bolsa con hielo sobre la cabeza para sanar mis heridas, mientras yo reposaba en una cama, con mi largo pelo rubio suelto, un camisón y mi d-tector en la mesita.

-Eso no me importa, Kayla. De la maldita niñata con el gatomon y de ese scott, ya he jurado vengarme, les derrotare sin miramientos en cuanto sea más fuerte. Lo que me preocupa es que haya decepcionado a Lilithmon...-dije apesadumbrada.

-Oh! Es eso... bueno quizá cuando seas más fuerte puedes demostrárselo y t vuelvas a ganar su confianza.

-No se Kayla... se que eres tú la que prácticamente me has criado y he estado contigo mas que con ella siempre debido a que siempre tenía negocios y asuntos que resolver, pero... ella me adoptó y me acogió en su casa.... cuando... cuando murió mi madre biológica.-dije intentando disimular las lágrimas al acordarme de ese trágico suceso.

-No te apures, Mirtha. Lilithmon volverá a confiar en ti, ella te quiere estoy segura de que algún día te perdonara.-intentaba tranquilizarme pero ambas sabíamos que debido al caracter de mi madre adoptiva era bastante improbable que ella perdonara lo que le hice a nuestro hogar, así como así.

Estuvimos unos instantes en silencio después de eso mientras ella seguía curándome, hasta que oímos una batalla cerca, quizá algunos visitantes cayeran en las redes de dokugumon que servían de frontera con la aldea equina pero yo crei que eran los sagitarimon otra vez a la gresca, yo me sobresalté puesto que  me dolía mucho la cabeza.

-Descansa, Mirtha. Iré a echar un vistazo...seguro que esos sagitarimon están otra vez con sus batallitas...-dijo la indramon al verme echarme las manos a la cabeza por el ruido.

Kayla caminó hacia las afueras de la aldea pero no vio a los sagitarimon, se fijó mejor y vio que estaban emborrachándose en la taberna de la aldea asiq ellos no podían ser por lo que decidió salir a investigar y para su sorpresa vio a una chica seguida de un muchacho con un gigimon.

-¡Hola! Puedo ayudaros en algo? Mi aldea está cerca si quereis descansar...-se ofreció Kayla, la indramon. Normalmente era un digimon sociable y amigable mientras no estuviera en alguna zona oscura, donde denotaba una gran devoción a Lilithmon y obedecía todas sus órdenes aunque fuera pisotear a los visitantes. Por suerte para los visitantes, en ese momento no estaba en ninguna zona oscura.

El objetivo de Johan era evitar tener una confrontación con ese tal Dokugumon, ya había demostrado que podía ser más de un problema y dejaría que se encargara de la araña gigante Yuuki, tomando fuertemente a su Gigimon entre sus brazos se dispuso a cruzar el arbol caido que servía como puente hacia el otro extremo, dejando a un lado si era seguro o no, ir hacia atrás y toparse con el Dokugumon era peor todavía.
Pudo escuchar algún que otro ruido que seguramente era de la pelea que libraba Yuuki con la araña gigante, no podía hacer de mucha ayuda, los Elecmon apuraban al Tamer con el rojo pequeño para cruzar mientras observaban impotentes el combate.
-¿Qué crees que estoy haciendo? –fue la contestación brusca que le dio Johan a Yuuki que le dijo que cruzará de una buena vez. Sintió que sus pies eran elevados y cuando alzó un poco la vista vio que era la muchacha que los ayudaba a cruzar el tramo faltante del puente improvisado. –Sí, ¡gracias! –contestó el Gigimon ante la pregunta hecha por Yuuki, que Johan no se molesto en responder, pues veía innecesario la acción de ayuda por parte de ella. Ahora había que ir hasta la dichosa aldea de los Elecmon, mientras avanzaban Johan se preguntaba que hacía con ellos, el único propósito de todo esto era un combate para que su Digimon se volviera más fuerte.

En eso otra criatura de gran porte se aparece, tanto que sorprendió al grupo de Elecmon que retrocedieron al verlo, era grande y fuerte, lo primero que dijo dio a entender que quería ayudar y tenía buenas intenciones, ofreciendo un sitio para poder descansar. –Muchas gracias por el ofrecimiento pero queremos recuperar nuestra aldea –comentó uno de los Elecmon con un tono amable al nuevo Digimon. Las hojas de los arboles cayeron nuevamente sobre Johan, le resulto extraño ya que Yuuki se encontraba con ellos en el suelo, al alzar la vista vio de que se trataba. -Pueden hablar después de resolver eso –dijo el joven con cierto sarcasmo y señaló hacia arriba, seis Dokugumon bajaban por los troncos de los arboles, rodeando al grupo. –Lastimaron a nuestro compañero, ahora pagarán por su osadía –comentó uno de ellos, Johan suspiro maldiciendo su suerte.

Despues de aquellos sucesos anteriores en los que junto a Yuuki ambos obtuvimos nuestro digispirit del tipo bestia (junto a la habilidad de combinar este con el de tipo humano para así adoptar una nueva forma digimon) me había mantenido alejado del digimundo debido a la gran carga que resulto ser controlar el instinto salvaje de aquella alma contenida en el. La carga que senti en mi cuerpo al transformarme en pegasusmon  fue demasiado pesada, por lo que tuve que descansar tanto del trabajo como de aquellas visitas hacia aquel mundo.

Nuevamente y tras la larga pausa el espíritu aventurero me solicitaba, dentro de mis muchos viajes por el mundo digital había echo una gran cantidad de amigos entre los digimon que fueron curados por mis manos; entre ellos los elecmon de una pequeña villa hacia donde me dirigía.

-Creo que lo mas rápido sera volar...- dije tomando mi digivice y convirtiéndome en angemon, usando mi habilidad innata para el vuelo agregado a la velocidad que podía alcanzar en el aire con ese forma rápidamente acorte el camino entre mi ubicación y la aldea, ya casi podía verla a la distancia tan solo unos cuantos metros mas y podría llegar hasta allí.

-¡¡¿?!!- de pronto y mientras escaneaba la zona en busca de un lugar donde aterrizar pude notar un extraño movimiento al nivel del piso, mas que nada era un grupo de dokugumon que se preparaban para atacar a unos viajeros conformado por un humano y algunos digimon, mi primera impresión era que se trataba de una pelea normal; pero al ver que algunos de los presentes eran los elecmon de la aldea inmediatamente supe que algo malo ocurría. Conocia muy bien a los habitantes de aquella aldea y para nada eran del tipo de criaturas que empezarían una pelea sin motivo alguno.  

Rápidamente me coloque sobre sus cabezas en una posición donde ninguno pudiera notar mi presencia y comencé a acumular energía en mi mano -Heaven's Knuckle!!!-  lance el golpe en dirección a los dokugumon impactando a uno de ellos y de esta forma rompiendo la especie de circulo que adoptaron para cortarle el paso a los otros.

-¿Estan bien?- pregunte descendiendo hasta posar mis pies en la tierra junto al humano y los otros digimon -espero no les moleste un poco ¿de ayuda?- comente al mismo momento que en mi mano izquierda aparecia mi baculo sagrado listo para proteger y atacar a los enemigos.

El unico que contesto mi pregunta fue gigimon, aunque eso me basto para entender que ambos estaban bien - prueba a ser mas como tu digimon - pense suspirando, continuamos avanzando algunos metros antes de ser interceptados por un Indramon, puse mi mano en mi espada por reflejo viendo como los elecmons tambien se ponian a la defensiva, aunque todo esto acabo en el momento en que nos ofrecio amablemente su aldea para descansar, por lo visto era inofensivo

Un elecmon contesto por todo el grupo, no teniamos tiempo para ver otras aldeas si queriamos recuperar la de los elecmon, estaba a punto de hacer que el grupo avanzara de nuevo cuando escuche las palabras de Johan, girando a ver en la direccion que habia apuntado, seis arañas mas descendian desde los arboles, formando un circulo a nuestro alrededor, parecia que tambien buscaban venganza por lo que habiamos hecho a su compañero

- Empiezo a pensar seriamente que tú controlas a estas cosas - le comente a johan de manera burlona, no habia tenido tantos problemas en un buen tiempo, al menos no tan seguidos, saque ambas espadas dispuesta a atacar a algun dokugumon para centrar su atencion en mi, pero un ataque vino desde arriba derribando a una de las 6 arañas momentaneamente, logrando que las otras se movieran de su lugar y deshaciendo un poco el circulo donde nos tenian acorralados

De las alturas bajo un digimon angel, ofreciendo su ayuda amablemente - No nos vendria mal - le comente antes de lanzarme a atacar a otro dokugumon, el que habia recibido el impacto habia quedado mal herido pero no iba a detenerse, asi que debiamos dañar a los demas mientras podiamos

Con ayuda de mi vuelo y velocidad logre posicionarme momentaneamente en la espalda de un dokugumon - La pucelle - ataque esa zona con una onda de energia haciendo que la araña cayera tambien unos momentos, aunque otras se encontraban atacando al grupo, volvi a reunirme con ellos para defenderlos

dos de ellas estaban lanzando arañas mas pequeñas -Spider Machine Gun - por lo menos 6 de estos enemigos aparecieron sumandose al ejercito aracnido, me concentre en detener los ataques de telarañas por el lugar mientras los elecmon se encargaban de los kodokugumon con suma efectividad, combinaban sus ataques electricos formando una barrera que evitaba que cruzaran a nuestro circulo, segui lanzando ondas de energia hacia las arañas y sus ataques, y provocando rafagas de viento que contrarrestaban sus tecnicas venenosas dirigiendolas lejos de nuestro grupo, si esto seguia asi teniamos algo de probabilidad de ganar

-¡Por Yggdrasil! ¡Qué molestas son estas dokugumon!¡PAO PEI!-Indramon sopló en su concha y en un momento dejó medio groggys a una buena parte de las dokugumon, lo malo que el sonido de su concha es tan fuerte que podría también ensordecer momentaneamente a cualquiera que ande cerca ya se amigo o enemigo.

Tras escuchar el soplido de la caracola, Mirtha salió de su cama y se asomó a la ventana de la caseta pero no pudo ver gran cosa solo una silueta a lo lejos, quizá su amiga Kayla, y movimientos de combate. Extrañada por si su amiga estaba en peligro se vistió con un corsé beige ajustado y pantalones negros también ajustados embutidos en unas botas oscuras con algo de tacón y salió de la cabaña con su melena rubio platino suelta ondeándose en el viento.

-Y decirme pequeños Elecmon, ¿qué ocurre en vuestra aldea, por qué queréis recuperarla?-se interesó Kayla.

Mirtha se acercó con cautela no le apetecía que su amiga, la indramon, la viera puesto que si la veía por allí la enviaría de vuelta a la cama, aun se encontraba algo débil pero le frustraba la idea de quedarse quieta sin hacer nada. Cuando estuvo lo bastante cerca se ocultó tras un árbol para ver que pasaba y se sorprendió al ver tanta gente allí reunida y lo que más le impactó fue ver 2 ángeles digimon allí."¿Angeles digimon? No será que mi padre me pide que vaya a verle...Humm tengo que investigar, que trae por aqui a dos angeles digimon pero con Kayla en medio...."-pensó

Sin embargo mientras pensaba en alguna forma de acercarse a los ángeles digimon sin que la indramon la viera una dokugumon empezó a deslizarse muy despacio sobre su tela bajando sobre la cabeza de Mirtha sin que ella se diera cuenta...

PD: sorry por la brevedad, no pensé que me quedaría tan corto u_ub

Rodeados por arañas gigantes, era pero que en el mundo real, o mejor dicho, era más peligroso, pocos minutos en el mundo digital y ya se había metido en un problema, sin mencionar el porqué Johan estaba involucrado en ayudar a los Elecmon, eso le pasaba por querer hacer algo bueno, aunque la razón de seguir al grupo de pequeños junto con Yuuki era para poder ver el Digimundo. Los Dokugumon parecían listos, sus colmillos al lado de su rostro se movían y generaban un sonido algo extraño a los oídos del joven. Aun así pudo escuchar el comentario que hizo Yuuki.

-Deberías concentrarte en lo que tienes enfrente –comentó como si fuera una especie de reto a lo que dijo sobre los Dokugumon y con cierta molestia también, las arañas gigantes se preparaban para atacar cuando un haz de luz golpeó a un Dokugumon y rompió con el circulo que habían formado, ya que se alteraron y se sorprendieron al mismo tiempo. Alguien más había llegado a la escena y por aquella acción demostraba no estar del lado de las arañas, que comenzaba con su ataque. No había mucho para hacer, y aunque le costará admitirlo, su Gigimon en brazos poco y nada podía hacer contra tantos Dokugumon, dejaría que los más fuertes se encargaran de eso, mientras que él y su Digimon evitaban tener una confrontación, alejándose un poco de la batalla que se desarrollaba.

Por unos momentos fueron ensordecidos por el sonido que el Digimon generaba con su caracola, hasta los Elecmon combatían, claro ellos eran más…mientras Johan miraba a sus alrededores, pudo divisar a una muchacha rubia que intentaba esconceder su presencia detrás de un árbol, Johan no sabía si se percató que la miraba o no pero un Dokugumon se deslizaba sobre su telaraña por encima de ella. El joven de cabellera rojiza suspiro, no le gustaba ser el héroe pero no quedaba otra, cargar con que pudo ayudar a alguien era más molesto todavía para él. –Ve Gigimon, atácalo –ordenó el Tamer aunque no creía que le fuera a hacer mucho daño, al menos daría una alerta a la joven. Y de pronto, una luz comenzó a salir del aparato que tenía guardado en uno de los bolsillos de su pantalón. La luz era tan fuerte que no solo brillaba donde estaba sino que sobresalía de alguna manera atravesando la tela costosa. Pero eso no era todo, Gigimon comenzó a sufrir un cambió, su apariencia cambió radicalmente, volviéndose más grande, con forma de dinosaurio, de color negro y líneas rojas.
–Así qué es eso… -dijo en voz baja, era de lo que tanto había hablado Gigimon hasta el cansancio y la razón por la que era importante pelear, alcanzar una forma más poderosa.-¡Fire Granade! –dijo en voz alta el nombre del ataque el nuevo Digimon, abriendo sus fauces y liberando una poderosa llama que estalló en la cara del Dokugumon, provocando que perdiera el equilibrio y cayendo a un lado de la joven. -¡Muévete de ahí! –mencionó Johan desde su distancia, no pensaba ayudarla una segunda vez por culpa de su inutilidad.

Aquellos dokugumon no eran difíciles en mi nivel actual, pero al parecer se iban reproduciendo en aquel sitio aumentando su cantidad significativamente,  en esta situación todos parecían batallar valientemente contra el peligro salvo aquel chico y su gigimon cosa un tanto comprensible si se consideraba el poder que poseía su digimon en aquel estado tan prematuro. Los elecmon pese a ser superados en numero estaban dando una gran pelea manteniendo a raya a todo aquel que se acercara hostilmente contra ellos, aunque no impidiendo salir lastimados con ello.

Pude notar como aquel chico del cual desconocía su nombre, volteo en otra dirección pero debido a que no podía prestarle la suficiente atención mientras luchaba no supe cual fue el motivo de esto, tan solo lo note cuando sus propias palabras me lo dieron a entender; había alguien mas juntos a nosotros y no se trataba de un enemigo.  –¡¡God Typhoon!!- con un rápido movimiento cree un tornado para crear una abertura que me permitiera observar aquella situación. Al voltear en la dirección donde aquel chico había atacado note a una muchacha la cual a su lado tenía un Dokugumon que comenzaba a recuperarse después de perder el equilibrio. Debía actuar rápido si no quería que ella resultara lastimada.

Rápidamente deshice mi transformación volviendo a mi forma humana, para unos segundos después y combinando tanto mi digispirit humano como la bestia adopte la forma de holy angemon –¡¡Excalibur!!- la espada sagrada se extendió en mi brazo y con un rápido aleteo en donde se encontraba aquella muchacha junto con el dokugumon, tan solo un rápido movimiento de mi espada basto para partil a aquel digimon enemigo en dos ; -¿te encuentras bien? – le pregunte a aquella muchacha y ubicándome frente a ella de manera de escudo comente a los otros que continuaban luchando –Yo me encargo de protegerla, además de prestarle suporte; así que ustedes solo concéntrense en atacar-  gracias a que mi nueva forma tenia unas interesantes habilidades podía servir de protector al tiempo que prestaba ayuda a otros.

-¡¡Heaven´s Heal!!- con aquel ataque cure a los elecmon heridos, aunque no sabia hasta que punto estos se recuperaron parecía ser que todo el daño visible se había esfumado, al mismo tiempo que mi espada destruía a otro dokugumon el cual se acercaba amenazantemente a mi posición.

- hemos sido desalojados de nuestra aldea, un gran grupo de gazimon nos atacaron - respondio uno de los elecmon a la pregunta de Indramon, el sonido los habia aturdido a todos, en mayor o menor medida, aun asi sentia la responsabilidad de contestarle a aquel digimon que los estaba ayudando

Aproveche la situacion para lanzarme contra el dokugumon que habia golpeado el angemon, lo ataque multiples veces rematandolo con un -Baptême d'Amour - en su espalda, logrando hacer que la araña desapareciera en una nube de datos, para cuando gire mi vista el pequeño digimon de johan habia cambiado de forma y habia atacado en otra direccion, desvie mi atencion hasta el punto de impacto y pude ver a otra chica escondida entre los arboles, johan le grito aunque debido a que el ataque de su digimon era de nivel bajo dudaba que pudiera salir rapidamente sin ser atacada, el dokugumon solo perdio el equilibrio unos instantes

Estuve a punto de ir con ella para ponerla a salvo pero aquel angemon se me adelando envolviendose en una luz y cambiando solo por segundos a su forma humana, me contuve de gritar su nombre por la sorpresa, concentrandome en las arañas que se estaban recuperando de una a una, volvi al centro, quedaban 5 de nuestro lado y la situacion sinceramente me estaba desesperando, el holy angemon se habia encargado de una de las arañas, a lo que otra habia tratado de confrontarlo - con esto quedan 4 - solo esperaba que no hubiera mas escondidas, suspire de fastidio, volviendo a mi forma humana, no iba a arriesgarme a ser atacados por mas enemigos, por suerte el soporte de nuestro compañero era de mucha utilidad

Igualmente en cuestion de segundos pase a mi forma de angewomon, no queria utilizarla de no ser necesario debido a la cantidad de energia que consumia, pero no es que hubiera muchas opciones para quitar del camino a esas arañas, levante vuelo nuevamente - Heaven's Charm - dije formando una cruz en el aire que lance directamente contra 2 de los dokugumon que estaban cerca uno del otro, con ese ataque basto para verlos desaparecer, sonrei complacida con el poder de esta forma

- Holy arrow - sin darles tiempo forme un arco de luz disparando una de mis flechas sagradas al abdomen de otra araña, repeti el ataque antes de que fuera destruido

- solo una - me dije a mi misma - Angel wing - lance una lluvia de plumas que fueron directamente hacia el dokugumon restante, hiriendolo miltiples veces, me tire en picada hacia él - Holy Dash - envolvi mi cuerpo en energia sagrada arremetiendo contra el digimon aracnido, debido a mi impulso logre estamparlo contra el piso creando un pequeño hueco, con un grito se esfumo al igual que sus compañeros, los elecmon tambien habian acabado con los kodokugumon restantes, camine a donde estaban ellos junto a johan y su digimon volviendo a mi forma humana

- ¿Estan todos bien? - les pregunte a lo que los elecmon asintieron con ganas, por fortuna aquel ataque de holy angemon los habia ayudado a recuperarse - gracias por la distraccion, indramon - de no ser por aquel digimon las cosas hubieran sido un poco mas complicadas, nos habia dado algo de ventaja con aquella accion, por ultimo observe a los ultimos dos acompañantes

- Igualmente gracias por la ayuda, Vlad - le dije agitando levemente mi mano en forma de saludo - ¿Tambien esta bien ella? - por lo que habia visto, habian actuado antes de que la atacaran, pero estando concentrada en exterminar a las arañas cercanas no les habia prestado mas atención, aunque pensandolo mejor ¿Que hacia una humana espiandonos en ese lugar? con esa duda en la cabeza camine a donde estaban ambos - ¿Como te llamas? - le pregunte amablemente tratando de obtener algo de informacion, quiza estaba perdida o desorientada, algo relativamente común en el digimundo

De pronto encima de Mirtha comenzaron a llegar digimons y ataques sorprendiéndola, pues no se había dado cuenta de que tenía un dokugumon encima de la cabeza.

-¡Mirtha-chan!-Indramon se lanzó sobre ella y la echó a un lado en cuanto fue advertido por el chico del Gigimon de la presencia de la joven.

-¡Ay!-se quejó Mirtha al notar encima de ella la fuerza de la digimon caballo.

-Aquí la unica que puede protegerla soy yo! Ella está a mi cuidado!-se encaró la indramon al chico que se transformaba en Angemon.

-¡Apártate de mi, Kayla! Estoy bien...-Mirtha se incorporó apartando de su lado a la indramon, sin embargo al poco después sintió un desvanecimiento. Kayla la sostuvo para que no cayera al suelo.

-Aun no te has recuperado de las heridas sufridas en tu batalla anterior, Mirtha-chan... deberías descansar...-dijo Indramon sujetándola.

-Eso no fue nada... no puedo estarme sin hacer nada postrada en una cama, Kayla. Estaré bien, márchate!-ordenó ella

-De eso nada, señorita! Tu madre me encomendó tu cuidado y no puedo dejarte asi como asi con unos desconocidos y con esa maldita plaga de dokugumon por ahi suelta, volvamos a la cabaña...-insistió Kayla.

-Es que no te das cuenta que esos dos son ángeles? Sabes lo que eso significa?-dijo a la indramon de tal forma que solo ella lo oyera

-Oh, ya entiendo! Pero no te sobreesfuerces aun estás débil.-le dijo Kayla antes de volver a la cabaña.

-Por favor, Kayla! Si voy donde mi padre él me curará y estaré estupenda antes de que termine el dia-le dijo a la indramon.

-Como quieras pero vuelve a la cabaña antes de la noche o si no yo misma iré a buscarte, está claro?-dijo Kayla antes de marcharse

-Qué si, pesada! Que ya te oí! Déjame ya!-le reprochó Mirtha apoyando su agotado cuerpo en un árbol asegurándose bien de que no había dokugumon cerca mirando a todos lados.

Poco después la joven que hasta hace nada era una angewomon se acercó a Mirtha de manera cordial preguntándole su nombre:

-Gracias por la ayuda, me pilló con la guardia baja sino yo misma me habría cargado a esa dokugu...-se detuvo al notar de nuevo el aturdimiento y el dolor de sus extremidades, pero pudo mantenerse en pie.-Disculparme... no salí bien parada en mi última batalla... Me llamo Mirtha Blacksmith y bueno... antes de mi fallido intento por defender mi territorio... era considerada la emperatriz de la zona oscura, pero ahora ya todo da igual... He observado que ambos sois ángeles digimon, acaso os envía LordHolyAngemon en mi busca?-preguntó ella.-Quizá él pueda devolverme la salud y el poder que perdí en esa batalla, además del coraje de poder volver a mirar a mi madre a la cara.

Algo antes Mirtha recordó que uno de los elecmon del grupillo, dijo que su aldea fue atacada por un grupo de gazimons y se le ocurrió una idea.

-Decís que os atacó un grupo de gazimons? Oye, por qué no me lleváis a vuestra aldea? Quizá yo pueda ocuparme de que esos digimon no os vuelvan a molestar jeje-se ofreció Mirtha mientras cavilaba una forma de volver a ganarse el amor y el respeto de Lilithmon.