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El descubrimiento de las ruinas del Monasterio Draco, tallado en lo alto de una desolada montaña en el valle de los dragones, ha despertado un gran interés por todo el Digimundo. Principalmente porque según los tallados de la pared exterior dentro de las ruinas se encuentra un obre mágico que contiene en su interior la data y poder del treceavo Royal Kinght, la cual sera dada a quien reclame dicho objeto. Según la historia grabada en los murales, el obre fue dejado allí por el mismo Royal Kinght en caso de que su poder sea necesario para derrotar al mal que se alce en el futuro...por desgracia semejante premio también a llamado la atención de quienes usarían el poder para sus propias metas egoístas. Por lo que esta aventura ahora se a vuelto una carrera por ver quien consigue el gran premio.
6 meses despues de la ultima carrera, un BanchoLeomon reune al viejo equipo de organizacion para dar un nuevo espectaculo, pero en esta carrera, el misterioso patrocinador ha enviado a un "Aspirante a Campeon" con un extraño y unico Digivice. ¿Que es lo que sucedera a lo largo del evento y como funciona este nuevo digivice?.
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Mensaje por Aoba Kousaku Miér Sep 05, 2018 3:03 am

-Nombre: Aoba Kousaku

-Sexo: Masculino

-Edad: 25 años

-Digivice: D-Scanner negro

-Apariencia:
Aoba es lo que normalmente los japoneses llaman “ikemen”. De alta estatura, alcanzando los 182 cms, superando la media nipona. Su contextura es bastante atlética, prueba de ello son sus músculos marcados.
Su cabello es de color negro, llevándolo largo hasta finales de su cuello, algo ondulado. Se le puede considerar indomable, ya que desde siempre a Aoba le ha costado un mundo tenerlo en su lugar, por lo que normalmente se lo toma en un medio moño, para que se vea un poco más ordenado.
Un hombre atractivo, de rasgos hermosos pero sin llegar a ser afeminados. Su rostro es maduro, aparentando algunos años más de los que posee, destacando su nariz algo grande y su barbilla triangular siempre rasurada, aunque ya de por sí, es bastante lampiño como varios asiáticos.  Su piel, de color níveo no posee ninguna imperfección.
Sus ojos son de un color verde azulado brillante, rasgados y  alargados, con unas pestañas increíblemente largas, y la compañía de cejas algo finas, aunque un poco cortas en cuanto su largo. Cabe mencionar, que durante bastante tiempo, Aoba uso anteojos debido a que desde niño padeció hipermetropía. Ya de adulto prefiere llevar lentes de contacto. Curiosamente las personas que lo conocieron en su época de estudiante, no suelen reconocerlo ya que dicen que se veía bastante diferente cuando usaba gafas.  Normalmente Aoba solo se ríe de aquellos comentarios.
Otro aspecto que destaca de Aoba son sus manos, ya que posee dedos increíblemente largos, algo común referente a un pianista.
Sobre cómo se viste, Aoba es un hombre con buen gusto en cuanto a ropa se refiere. Su estilo es formal pero a la vez algo jovial, dando un aspecto de hombre maduro y elegante pero a la vez relajado, teniendo preferencias por los colores oscuros y el blanco.

Spoiler:

-Personalidad:La primera impresión que Aoba suele dar es de un hombre de buenos modales, amable, encantador y carismático. Mantiene una sonrisa que demuestra seguridad, y un poco de coquetería para alguna que otra señorita. Su voz grave pero suave, que se manifiesta de manera calmada, capaz de dejar la piel de gallina con solo abrir la boca. Apasionado por la música clásica y el jazz, aun luchando en el sueño de transformarse en un pianista famoso, le da cierto aire de romanticismo. Junto a una actitud madura y relajada, lo convierte en un hombre increíblemente seductor.
Sin embargo, entrar al círculo de confianza de Aoba no es fácil, aunque parezca tratarse de una persona sociable y simpática.
Sus compañeros de secundaria recuerdan lo frío que era en aquella época, lo soberbio y aquella lengua tan afilada, que causaba impaciencia y odio de parte de otros. En las reuniones de ex alumnos no pueden creerse todo lo que cambió con los años, y algunos teorizan que se trata del mismo imbécil pero con una máscara hipócrita que muestra a todos.
Ese es el verdadero Aoba Kousaku.
Un hombre inteligente, y quizás hasta podríamos llamarlo “genio”, pero que vive dentro de su burbuja de egoísmo y narcisismo. Tan encerrado en su egocentrismo, siendo incapaz de velar por el bien ajeno, centrándose en sus propios objetivos. Si cambio su actitud frente a los demás, es porque se dio cuenta que insultando a diestra siniestra no podría ganar influencia dentro del mundo de la música. Por eso mismo se vio arrinconado en crear una máscara falsa, que realmente detesta. Lo único verdadero de lo que es capaz de profesar Aoba en su máscara, en su amor hacia la música, amor a lo que considera libertad, y su deseo de ser pianista. Desde que era niño, sintió el piano como un hogar, como una libertad placentera, como el único centro de su vida. Peleó mucho para conseguir seguir sus sueños, por lo que no dejara escapar el piano fácilmente.


-Historia:

Nacido en Sendai, Japón. Su padre Shuichi Kousaku era un médico prestigioso, quién poseía su propia clínica. Su madre Kumiko era una dueña de casa, estricta pero increíblemente hermosa. Aoba fue el tercer hijo de la pareja, el cual desde que nació se esperó que fuera una razón para que sus padres inflen el pecho, tal como sus hermanos mayores Itsuki y Haruto lo seguían haciendo.
Ya desde antes de comenzar la primaria, ya sus padres lo habían metido a diversas clases de todo tipo. Siempre con la exigencia de que debía ser el mejor, sea lo que fuera. El mejor de su clase de karate, el número uno de caligrafía, un prodigio en el kendo, un genio de la natación… Aoba simplemente bajaba la cabeza y daba lo mejor que podía por sus padres, y para ser como sus hermanos. Sin embargo, como niño realmente odiaba estar tan presionado, odiaba todo lo que sus padres le hacían hacer, y cuando empezó su primer año escolar… Aumentaban las responsabilidades, aumentaba la presión y aumentaba el estrés. Probablemente sino hubiera encontrado un escape, hubiera enloquecido.
Cuando tenía ocho años, la madre decidió cambiar las clases de kendo por clases de piano. Le parecía más elegante y sofisticado que andar con un winai mientras se grita “kote”. Cuando el pequeño tocó las teclas por primera vez, surgió amor a primera vista. Cada nota parecía romper las piedras que el pequeño cargaba en sus hombros. Cada nota lo motivaba a seguir tocando y mejorando. Por fin había encontrado algo que en su pequeño corazón apasionaba.
Los años pasaron, y como la exigencia de la escuela iba en aumento, Aoba tuvo que abandonar varias actividades, quedándose en las que destacaba más: la natación y obviamente el piano. En ambas disciplinas ganó numerosos premios, además de mantener notas más que decentes, dejando a sus padres conformes, aun poseyendo un hijo con pésimas habilidades sociales, el cual normalmente era detestado por sus compañeros por su actitud soberbia, como si fuera superior a ellos.
A los quince años, entró a la escuela secundaria con una triste noticia: cuando se graduara, debía focalizarse solamente en estudiar medicina como sus hermanos mayores lo habían hecho. Como era de esperarse, sus padres habían decidido que su futuro sería volverse doctor y trabajar en la clínica familiar. Eso hizo que Aoba comenzara a cuestionarse si realmente debía seguir aquel camino decidido desde que nació, o si debía comenzar de cero. Por primera vez en su vida, ansió desobedecer a sus padres y decidir por sí solo, tener la libertad de seguir un camino creado por sí mismo.
Fue en ese momento, que Aoba comenzó a tener sueños extraños.
La historia de un ¿dragón? No, era un ser que aunque tuviera características de un reptil, era difícil de describir para el muchacho. Lo que sí, es que por su aspecto, recordaba a un samurái, aunque su actitud rompía con el bushido… Aquel ser, -que luego Aoba se enteraría que su nombre era Shiorimaru- hacia lo que le daba la gana. Algunas veces se limitaba a viajar con algún que otro acompañante, otras veces a combatir sin razón alguna, y de vez en cuanto, holgazanear todo el día. Aoba simplemente en sus sueños se limitaba a mirar, y admirarlo por tener un estilo de vida libre. Shiorimaru se volvió su inspiración, tanto que llegó a componer una canción exclusivamente de los sentimientos que le causaban el protagonista de sus sueños.
Shiorimaru se volvió el centro de la motivación de Aoba.
Dentro de los estudios, dentro de la música, dentro de la natación… cada vez que Aoba necesitaba un empujo, su mente colocaba las escenas de aquel fiero ser luchando contra sus enemigos. Incluso busco el winai viejo que uso alguna vez cuando practicaba kendo, e intentaba imitar los movimientos que había visto en Shiorimaru. Su mayor fantasía era poder ser como aquel ser de sus sueños. Alguien libre, alguien que vive para sí mismo sin interesarse en los pensamientos ajenos.
Sin embargo, todo tiene su final, incluso los héroes.
En un sueño, Shiorimaru seguía su periplo, hasta encontrarse con un enemigo. No tenía ganas de pelear aquel día, por lo que simplemente le pidió que se fuera, pero el enemigo se negó. Lucharon, pero la victoria se la llevó aquel oponente, dejaron a Shiorimaru debilitado en el suelo, dando sus últimos respiros de vida. Aoba se mordió el labio al ver la escena. Su héroe había caído. Pronunció el nombre débilmente de la criatura, cuando notó que Shiorimaru parecía mirarlo.
—Tú… ¿eres lo que llaman humano?
Aoba siempre había seguido las aventuras de su héroe, pero este nunca lo pudo ver. Nunca pudieron interactuar ni hablar, hasta aquella escena.
—Humano… ¿me harías un favor? No me gusta depender de nadie, pero puedo sentir que son mis últimos minutos… ¿Puedes esconder mis dos espadas kikurin? Es lo único que tengo, así que por mi orgullo, no me gustaría que nadie más las llevara.
El muchacho accedió a la petición. Shiorimaru sonrió levemente, antes de cerrar los ojos. Fue en ese instante, que una intensa luz oscura apareció ante los dos seres. La luz levemente se transformó en un aparato tecnológico que Aoba jamás había visto en su vida. Shiorimaru se volvió datos que se introdujeron dentro del aparato hasta que no quedó nada de su ser.
Bueno, solamente las espadas kikurin.
Como el peso de las espadas, era demasiado para que Aoba pueda moverlas. Su decisión fue intentar esconderlas colocando diferentes objetos livianos que encontraba a su alrededor. Sabía que no serviría mucho, pero quería respetar el último deseo de aquel ser que tanto admiraba.
Al despertar de su sueño, Aoba simplemente comenzó a llorar, mientras tocaba el piano que tenía en su habitación. Un final injusto para el ser que más admiró.
Quizás eso fue lo que terminó impulsando al muchacho a cambiar el rumbo de su vida.
Habló con su padre, confesándole su deseo de dedicarse al piano de manera profesional. Obviamente Shuichi Kousaku se opuso, diciéndole que solamente le pagaría la universidad si estudiaba medicina, por lo que Aoba tuvo que buscar una segunda opción…
La natación fue lo que le dio una oportunidad.
Si conseguía una beca deportiva en una universidad donde enseñaran música, podía quizás evitar pedirle dinero a su padre.
Durante su último año de secundaria, Aoba se centró en dar todo de sí en el torneo de natación, llegando a tercer lugar en las nacionales de 100 mts en nado de espalda. Gracias a ello, una universidad de Tokio demostró interés en darle la beca que buscaba. Claro, aquella universidad dejaba mucho que desear comparada a escuelas dedicadas exclusivamente a la música, pero fue la mejor opción que pudo aspirar. Después de hablar y –rogar- bastante con sus hermanos mayores, estos accedieron a ayudarle a pagar un departamento cerca de la universidad, con la condición de no dejarles todos los gastos a ellos. Por lo que vida universitaria de Aoba fue una locura total.
Entre mantenerse en el equipo de natación para mantener su beca, su trabajo en tiempo parcial en una tienda de ropa, además de asistir a clases y practicar piano… Sintió que llegaría al límite en cualquier instante, pero igualmente decidió esforzarse. Dentro de la natación se mantuvo bien a nivel nacional. No era el más espectacular de su equipo, pero igualmente podía desempeñarse bien dentro de las competencias. En su trabajo aprendió a colocarse una máscara amable, lo que le sumó puntos con la jefa y los clientes. Mientras que en sus clases, siempre intentó ser el primer lugar.
Después de graduarse de la universidad, Aoba está intentando poder ganar fama dentro de concursos de música. Además que para poder pagar sus deudas –el compromiso con sus hermanos era hasta que terminara de estudiar-, enseña a niños a tocar el piano, además de vez en cuanto, a entrenar hijos de padres que piensan que solo por su pasado con la natación, sabría enseñar a nadar a los pequeños. Por lo menos hasta ahora, no se le ha ahogado nadie.

—Oh, humano. Ha pasado tiempo…
Shiorimaru… Hace mucho que no soñaba contigo.
Sí. Estoy agradecido que respetadas mi último deseo pero, alguien robo mis espadas. No sé quién habrá sido y su intención detrás de aquello… pero, ¿puedes recuperarlas? Eres al único que le puedo pedir algo así, humano.
¡Espera! ¿Cómo quieres que las busque?
Estoy seguro que lograrás hacerlo de alguna forma. Porque estamos conectados. Tu y yo…

Y en el momento de despertar. Aoba Kousaku de 25 años se encontró con aquel mismo aparato negro de diez años atrás a su lado. Como una prueba de que Shiorimaru no era un simple sueño…



DigiSpirit

-Tipo de DigiSpirit: Guardromon "Shiorimaru"
Linea:Hagurumon - Guardromon - Rizegreymon - Dukemon - Gaioumon
-Elemento: Acero (Libertad)

-Apariencia:
Aoba Kousaku ID  FMKtDVk
Personalidad: Shiorimaru fue un alma libre. Un ser indomable, que vivía en torno al "carpe diem", vivir el día a día. De carácter honesto y directo, sin pelos en la lengua y sin miedo de ganarse enemigos. Para algunos digimon, era un salvaje, para otros, un loco, pero para cierto grupo y para el humano que lo admiró, él era un héroe más que admirable. Durante toda su vida, Shiorimaru no se ató a nada, pero nunca conspiró contra ninguna organización. Más bien, no le interesaba nada más que él mismo y sus propios intereses. ¿Podríamos considerarlo hedonista por perseguir sin cesar una vida basada exclusivamente en su propio disfrute? Quizás, pero eso para Aoba sería simplificar demasiado a lo que él admiró de Shiorimaru. Aquel carácter temerario, pero a la vez sabio, orgulloso, poderoso y absolutamente sincero. Después de su muerte, Shiorimaru siguió marcando vidas. Sea de quienes lo admiraron, o quiénes lo detestaron. Porque un alma que vive libremente es solitaria, y lamentablemente, por vivir diferente muchos ganan enemigos.
Historia:
Puede que para Aoba, esta es la historia de un héroe, pero para Shiorimaru, esto no es nada especial.
Un digimon que nació en el bosque del inicio. Su vida fue increíblemente simple, hasta llega a su etapa adulta. Después de todo, se basó simplemente en subir de nivel. Volviendo a su lugar natal por casualidad, vio un Elecmon que se dedicaba a cuidar digitama's, por lo que en un intento de cambiar su estilo de vida, Shiorimaru (en ese tiempo un Guardromon), decidió ayudarlo.
Sin embargo, aquella vida resultó ser demasiado aburrida. Shiorimaru decidió partir en busca de algo diferente. Y cuando Elecmon le preguntó porque se iba, la respuesta fue...

Este estilo de vida no es lo mío, por lo que creo que iré a buscar mi propósito en otro lado.

Desde su etapa de niñez, Shiorimaru se había sentido incompleto. Como si le faltara algo, como si necesitara algo para su vida. Como si él hubiera nacido para ser algo mas.
Al evolucionar a Rizegreymon, se dedicó a la guerra. Luchaba con otros digimon hasta acabar con ellos, para tomar sus datos. Peleó sin cesar, hasta aburrirse. Claro, enfrentar enemigos poderosos era una sensación increíble pero... una vida tan agitada terminaba por volverse monótona, por lo que volvió a viajar en busca de algo que le provocara nuevamente una sensación de alegría.
Un día, conoció a un extraño par. Un digimon de poco nivel, con alguien único ante los ojos de Shiorimaru: un humano que se hacía llamar tamer. Él mismo Shiorimaru comenzó a pensar que su vida cambiaría si conocía a un humano que se hiciera cargo de él, pero en la espera, nadie vino, y se terminó aburriendo igualmente.
Fue en ese momento, que Shiorimaru decidió cambiar su búsqueda. Ya asumía que no encontraría ese sentido de la vida que tanto anhelaba, sino quizás lo único que necesitaba era ser feliz antes de anochecer. Dedicó su día a día, a complacer los deseos que aparecían apenas despertaba. Shiorimaru comenzó a sentirse aliviado, se quitó aquella filosofía que le había generado tantas piedras en su espalda. Hacía lo que le diera la gana, y se ganó cierta fama, logrando tener un grupo de seguidores.
Cuando Shiorimaru evolucionó a Gaioumon, era otro ser. Ya no le importaba nada más que disfrutar de las cosas pequeñas de la vida. Ni notó que aquel tamer que esperó por mucho tiempo, había comenzado a verlo en sueños. Vivió feliz, pleno y a su manera.
Sin embargo, el ciclo de vida de un digimon es inevitable. Si un digimon mas poderoso aparece y te derrota... hasta ahí queda tu vida.
Y eso fue lo que sucedió. Un digimon desconocido, -o que por lo menos Shiorimaru no se acordaba de haberlo conocido- lo atacó, y ganó el combate. Ni siquiera tomó sus datos, y simplemente se retiró dejando a Shiorimaru agonizando.
Fue en ese momento, en él que pudo ver al humano que tanto tiempo lo había observado. Mantuvieron una conversación, y el humano le prometió esconder sus espadas.
El último pensamiento que tuvo Shiorimaru fue que quizás debía regalarle las espadas a aquel humano. Pero se convirtió en datos, quedando en manos del humano testigo de todas sus grandes hazañas.


Última edición por Aoba Kousaku el Jue Sep 06, 2018 9:51 am, editado 2 veces
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Mensaje por Aoba Kousaku Jue Sep 06, 2018 8:27 am

Ficha terminada
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Aoba Kousaku ID  Empty Re: Aoba Kousaku ID

Mensaje por Alanna Tale Jue Sep 06, 2018 8:57 am

Buenas!

La ficha es correcta, solo hay algunos fallos menores de acentos olvidados. Pero te falta añadir la personalidad y la historia de tu digimon.

Cuando lo tengas deja un mensaje y la ficha será aceptada.
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Mensaje por Aoba Kousaku Jue Sep 06, 2018 9:42 am

Listo. Lamento las molestias.
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Mensaje por Alanna Tale Jue Sep 06, 2018 10:17 am

FICHA ACEPTADA
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