Liam Zuzunaga [Expediente]

DESCRIPCIÓN FÍSICA

Como alguien dijo una vez: "Los ojos son el espejo del alma" ¡y nunca mejor dicho! aunque en el caso de Liam, su condición física deja que desear para un chico de su edad por la vida sedentaria que ha estado llevando desde principios de la adolescencia. Mide 172 centímetros y no alcanza a rebasar los 58 kilogramos en peso. Es de complexión delgada y poco atlética. Se cansa con bastante facilidad con cualquier esfuerzo inusual. Por tanto, lo más probable es que se quede sin aliento en cuestión de segundos a la mínima de cambios aunque eso jamás le impedirá actuar "guay" delante de la gente para quedar bien a pesar que dejará al descubierto su ridícula fuerza. De piel pálida, ojos castaños prácticamente opacos y cabello azabache; alborotado y recortado hasta la nuca. Las bolsas que caen bajo sus inexpresivos párpados son claros indicios de que se pasa noches enteras pegado al monitor de su ordenador distraído con cualquier MMO.

En cuanto a la vestimenta, no se complica demasiado y suele optar por un conjunto clásico y cómodo para ir a todos lados que consiste en lo siguiente: una camiseta negra corta, una sudadera roja con una línea blanca horizontal a lo largo de cada manga, pantalones marrones y deportivas rojas. Usa calcetines negros con las pantuflas de andar por casa cuando pretende estar encerrado en su cuarto. Ajeno al uniforme de la universidad, el repertorio sigue siendo prácticamente el mismo cambiando, si eso, la sudadera por otra encapuchada donde su eje principal se parte entre blanco y rojo en cada mitad y otra camiseta con el número siete en rojo decorando el centro. Si algo le pasara a sus pantalones, los cambiaría inmediatamente por otros de chándal color negro.

DESCRIPCIÓN PSICOLÓGICA

”Ser muy inteligente puede convertirse en una maldición”. Liam se trata de una persona apática y paradójica por naturaleza a causa de su alto coeficiente intelectual. Recibe tanta información que muchas veces le cuesta enfocarse en una sola idea y se despista y se aburre con las cosas obvias. También le es difícil dar una opinión subjetiva de los hechos por su forma de pensar tan concreta, madura y analítica. Por tanto puede mostrarse muchas veces inseguro con respecto a la hora de tomar una decisión importante con tantas opciones en su cabeza, lo que lo hace sentirse infeliz, agobiado e incomprendido por el resto del mundo ¿cómo decirlo? vive en una tensión imaginaria constante que lo impulsa a querer encontrar respuestas lógicas a los fenómenos de su alrededor. Todo por no dejar cabos sueltos que le puedan perjudicar de cara al futuro.

Posee una actitud pasiva la mayor parte del tiempo. No habla mucho, rara vez se enoja (aunque se irrita a menudo) y tampoco suele expresar mucho sus emociones porque casi nunca encuentra un momento de tranquilidad. Cuando parece que quiere gastar la menor energía posible, se involucra más de lo que debería en los asuntos de las personas que le importan y acaba comiéndose sus propias palabras; Es más se esfuerza tanto que sobrepasa sus propios límites y puede caer exhausto si nadie lo vigila de cerca por la gran creatividad que ejerce en los proyectos que son de su atención. Esto se debe a que aprecia los halagos y tiene tendencia a trabajar más de lo que normalmente haría cuando recibe una respuesta positiva.

Le resulta más fácil identificar los sentimientos de los demás que comprenderlos, por lo que le es imposible no sentir empatía y amabilidad para ayudarlos en lo que pueda. Sin embargo se pone extremadamente nervioso cuando se da cuenta que una chica le está tirando los tejos ¡hasta como algo tan simple como socializar! de hecho es un poco vergonzoso y cobarde en general. Niega cosas que ha dicho o hecho por el bien de otros y que más tarde se arrepiente por cuestiones de orgullo. Incluso cuando presiente que le han pillado una mentira y finge como el que no sabe a lo que se están refiriendo mientras evita mirar a los ojos. Una vez que hace amigos, teme tanto perderlos que haría cualquier cosa por ellos. Hasta entonces seguirá desconfiando de los extraños y actuará como si fuera Mr. Perfecto para no delatar, en la medida de lo posible, lo débil que es por dentro.

HISTORIA

Nació en Madrid bajo el seno de una familia conformada por un inspector de la Policía Nacional y una psicóloga. Ambos eran amigos desde la facultad pero no fue hasta que coincidieron en el mismo departamento cuando empezaron a interesarse el uno por el otro. En aquel entonces ninguno de los dos planeaba tener descendencia alguna. Estuvieron un tiempo como familia de acogida hasta que finalmente decidieron dar el paso y tuvieron a su primer hijo. Pensaron que con uno tendrían más que suficiente pero al ver lo sencillo que fue criar a Liam, decidieron ir a por un segundo y acabaron engendrando una niña a los pocos años después. De ser el miembro más joven del hogar, pasó a convertirse en el hermano mayor de una "intrusa" que se adueñó de su antigua cuna y el compañero de habitaciones de un conejo que se cagaba en todas partes.

Al principio le costó aceptar la situación. Incluso estuvo celoso de la pequeña cuando se percató que sus padres no le hacían el mismo caso que antes. Por fortuna de todos, los accidentes intencionados y los berrinches acabaron pronto en cuanto los adultos le iban enseñando hacer "cosas de mayores" como lo era dar el biberón, cambiar pañales o bañarla. Conforme dominaba una enseñanza, quería saber la siguiente y así sucesivamente hasta que a lo tonto desde tan joven ya se sabía defender con las tareas domésticas; desde lavar la ropa hasta ponerla a secar, hacer la cama, barrer, planchar, cocinar y un largo etcétera. Esto le vino de lujo a los tutores puesto que se pasaban la mayor parte de los días trabajando y volviendo a la hora de la cena. De esta forma se hizo a cargo de la casa con tan solo diez años junto a una canguro. Como a la larga supuso un gasto prolongado y costoso, los dos infantes se fueron a vivir con su tía por parte de madre tras estar una temporada acudiendo al domicilio por razones obvias.

A los 12 años, Liam ingresó al instituto y sufrió acoso por parte de sus compañeros de clase por ser demasiado hábil en los estudios. Estúpido aunque cierto. Cada día vivía un martirio constante. Si bien nadie se atrevía hacerle frente de forma directa porque no dudaba en regresar la puñalada a golpes, pasaba los recreos atrincherado en la biblioteca o solo en algún rincón del patio. Llegó un momento en su etapa escolar en la que estaba decidido sacar malas notas a conciencia para no encontrarse con los mismos imbéciles el año siguiente. No obstante, le fue imposible ignorar la abrumadora presencia de una inesperada alumna extranjera que aceptó el programa de intercambio en Inglaterra. Parecía no hablar del todo bien el español por lo que se limitaba a responder lo justo y lo necesario con una sonrisa aun sin entender muchas de las cosas que le decían. El joven tras observar varias veces a la exhausta y asustada chica siendo rodeada por un barullo cada vez más grande de gente que no paraba de hacerle preguntas, se animó a perfeccionar su inglés (tanto en casa como en el colegio) y a la mañana siguiente, se presentó a ella con total normalidad. Aquel acto le pareció tan tierno a la muchacha que estuvo siguiéndolo allá a donde iba a pesar de que éste rechazaba su compañía. Sin embargo, fue tan cansina que acabó rindiéndose a su insistencia y se hicieron amigos. Los únicos amigos.

Desde entonces todo parecía mejor que antes. Para empezar, confiaba y quería a otra persona que no era de su familia y acabó finalizando la ESO con matrícula de honor. Increíble, ¿cierto? pero lo extraordinario fue que tras realizar un diagnóstico descubrió que poseía un coeficiente intelectual de 168. En otras palabras: era un superdotado. El siguiente reto consistía en terminar Bachillerato para aspirar como futuro productor musical o cualquier otra carrera que encajara con su gusto por la música y la informática. Para su desgracia a tan solo un mes de acabar su último año, aquella chica fue incapaz de tolerar por mucho más tiempo su situación familiar y se suicidó saltando desde la terraza del instituto. Cuando Liam fue a darse cuenta que estaba actuando de forma extraña, ya fue demasiado tarde y entró en una profunda depresión que lo llevó a encerrarse en casa; tratando de comprender los sentimientos de su amiga que la llevó a tomar esa fatídica decisión.

No quería salir a la calle. Incluso se despreocupó de sus obligaciones dentro del hogar. Se pasaba todos los días encerrado en su habitación enganchado al ordenador sin querer sabe nada de la otra gente; manteniéndose aislado del mundo exterior y consumiendo todo el anime y el manga posible. Vamos: que desarrolló una adicción seria al Internet y a los videojuegos. Ambas aficiones lo llevaron a crearse un canal de nightcore en Youtube donde sube sus propias creaciones y ser de los jugadores con mayor ratio de victorias y puntuación en el Counter Strike, OSU y Hearthstone.

El día que conoció a su compañero fue el mismo en el que recibió un extraño correo anónimo en el que venía adjunto con el siguiente mensaje:

"Me llamo Kyaromon y soy una alma en pena como tú. Te he estado observando desde antes de que ocurriera el incidente. Fue una verdadera pena ver cómo caía sin que pudieras hacer nada para evitarlo. ¿Sigues desinteresado por la realidad? ¿y si te contara que existe otra alternativa más divertida que la soledad? Yo puedo ayudarte. A partir de ahora trabajaremos juntos te guste o no ¡ah! y vete olvidando de intentar borrarme. Soy demasiado adorable para ti".

Liam no creyó ni una sola palabra y pensó que se trataba de una broma de mal gusto o una publicidad engañosa de algún juego online. Sin embargo cuando estuvo a punto de eliminar la notificación, aquel simpático ser con aspecto de... ¿Zorro? ocupó toda la pantalla y le gritó con un fuerte: ¡PÁRA, PÁRA! Me vas a matar, asesino. Cosa que le sorprendió tanto que lo hizo caerse de su asiento. Nah, es broma. Solo quería verte la cara. No tuvo ningún desperdicio. Tras reincorporarse a toda velocidad, le faltó ojos para creerse lo que estaba sucediendo. Y así de tonto fue cómo no pudo resistirse a los encantos de su nuevo asistente-mascota virtual que lo empujó a querer saber más cosas sobre él y el Mundo Digital. Cuento contigo.

DIGIMON

Kyaromon es un Digimon arrogante y presumido que le gusta estar coqueto en todo momento. Por consecuencia detesta tanto la suciedad como los comportamientos que podrían poner en riesgo su "fabuloso aspecto". Le resulta irrelevante lo que los demás piensen de él y da la falsa impresión de que solo se preocupa por sí mismo. Sin embargo, no tolera los insultos ni las provocaciones hacia su persona aun siendo de naturaleza tranquila. Detesta emplear la violencia de manera ilógica pero al ser tan irascible, estallará progresivamente en cólera antes de darse cuenta. Hasta cuando lo cabrean de verdad puede llegar a ser sumamente cruel al menos que Liam le pida que se detenga. Es astuto y finge tan bien como miente. Los nervios no suelen intervenir en su forma de obrar, salvo cuando le preocupa algo muy importante que lo hace moverse extrañamente distraído. Incluso deprimido en el peor de los casos al sentirse impotente.

Responsable, estricto, valiente y con un gran sentido de la justicia. Siempre cumple las promesas que jura. Hasta sus refinados modales hacen que se vea elegante, educado e incluso caballeroso cuando está sereno y se comporta con amabilidad. Cabe añadir que se trata de alguien leal hasta el punto de sacrificar su vida por aquellos que verdaderamente les importa. Nunca llega a confiar plenamente en alguien al primero, segundo ni al tercer encuentro, por lo que siempre está atento a su alrededor y cuesta ganarse su amistad. Es muy cotilla y disfruta tentando al contrario para seguir analizándolo en todos los aspectos posibles. También es atrevido, honesto y adora que lo cepillen. Le aterra el sentimiento de abandono y teme tener que separarse de sus seres queridos más vulnerables porque piensa que los perderá durante su ausencia.