Parando a observar un rato (Privado: Digielegidos)

Hace poco fue cuando halle la forma de viajar desde el digimundo hacia la Tierra, jamas me había llegado a imaginar que para eso teníamos que subirnos a un tren digimon llamado Trailmon, la verdad no son muy tiernos que digamos.. algunos tienen formas muy extrañas como de peces, topos, o simplemente el hecho de que sean trenes con cara me dan un poco de cosa pues no estoy muy acostumbrada a ver cosas así, ademas cuando entre al vagón del tren sentí como si me hubiese comido.. no me pregunten porque solamente me la pase imaginando todo el transcurrido desde la Estación D hacia un lugar llamado DigiCentral, el cual realmente jamas había visto en mi vida, y lo mas curioso es que se encontraba justamente en la ciudad donde yo vivía ¿No es gracioso?

Aproveche mi regreso a la Tierra para ir a visitar a mis padres, los cuales al parecer estaban muy preocupados por mi, pues todo el tiempo que estuve fuera del casa se la pasaron colocando anuncios y carteles preguntando a la gente si me habían visto y si era así me llevaran a mi casa-No me sorprendería que ahora toda la ciudad me conozca..-pensé un poco graciosa. También, como sabía que aunque quisiera no me quedaría a vivir toda mi vida nuevamente en esta casa, decidí decirle a mis padres la verdad; les conté todo lo que había vivido durante mi ''desaparición'' al principio se notaba en sus caras que no me creían ni una sola palabra, incluso creo que si no tuviese pruebas me hubieran llevado de nuevo al psiquiatra, pero por suerte mía tenia mi digivice conmigo y al transformarme en los dos DigiSpirit que tengo por el momento hice que mis padres se tragaran todas sus dudas, algo que para mi fue muy satisfactorio.

Pues nada, también les tuve que decir que no estaba dispuesta a seguir viviendo toda mi vida en esta casa, ahora tenia un segundo hogar en el cual por tantos meses ya me había encariñado un poco: el digimundo. Ellos no aceptaron esto pero a mi no me importa, siento que he cambiado un poco desde aquel día de mi cumpleaños a hasta ahora, y estoy segura de mi decisión, no dejare que las opiniones de mis padres me dejen encarcelada en un lugar donde se que no quiero estar.

Sin permiso de mis padres, salí de mi casa a caminar un poco pues me había encariñado al aire fresco, aunque ciertamente era muy muy distinto el aire de la ciudad comparado con el digimundo.. este lo noto un tanto mas.. ¿Contaminado? No es algo del que sorprenderse.. con tantos avances que el ser humano a hecho para ''vivir mejor'' no me sorprende que la Tierra esté pagando sus consecuencias, no creo que en el digimundo suceda lo mismo.. ¿O si..? ....Nah, no se ni en que estoy pensando.

Después de un momento caminando decidí pararme a descansar un momento en la Plaza Central, pues era el lugar mas cercano en el que me encontraba ahora, ademas de que hace mucho que no venia a jugar aquí.. igual no vine a jugar pues preferí sentarme en una de las bancas a observar a algunos niños jugar con sus mascotas, también habían algunas parejas paseándose por la plaza agarradas de las manos y mirándose a los ojos, una escena muy romántica en mi opinión que me hacia sonreír-Creo que.. extrañaba la ciudad-cerré los ojos recostando mi cabeza en el respaldo de la banca dejando al fino viento acariciar mi rostro.

La verdad, aquel dia un poco de calor por la calle. Llevaba todo el dio de arriba a bajo por la ciudad ocupandome de un par de recados que me habian pedido algunos de mis compañeros, componentes para los patines en su mayoria, pero tambien cosas como un palo de madera de 2 metros de largo, o un desodorante, ¿un desodorante?, bueno daba un poco igual, ya que en el momento actual estaba libre, fuera de cualquier recado. Creo que me merezco un descanso. Entre en mi habitacion, fijandome en las escasas cosas que alli habia, un armario, una mesita de noche, una cama desecha y un escritorio era todo lo que habia en ese lugar, sin contar la cantidad de herramientas y piezas sueltas de patines que habia a un lado y el perchero que estaba justo detras de la puerta, encima de la mesita, el dispositivo digital, algo que no habia tocado desde hacia un tiempo, desde que senti como el lazo entre Monodramon y yo se deshacía, al igual que el color del dispositivo, que ahora era completamente blanco. ¡Chisss! Solo pude hacer ese sonido con la boca mientras me sentaba en la cama mirando fijamente al suelo, quizas, ya era tiempo de pasar pagina o quizas simplemente no podia seguir esperando aquella voz, la voz de Monodramon.

Me quite los patines y con las herramientas saque las ruedas, dejando solo la parte que tenia apariencia de zapatilla, asi, como unas zapatillas de plastico. Cogi una pequeña caja del armario, y saque unos nuevos patines, un regalo que me habia hecho hacia un mes un viejo amigo. Por lo que sabia era un nuevo modelo, pero habia buscado la manera de conseguirme unos iguales a los que siempre usaba, sin perder las mejoras. Con un poco de esfuerzo consegui montar las ruedas de los viejos patines en los nuevos, y envolvi los viejos en una tela y despues los meti en una bolsa de plastico. Al ponerme los nuevos patines pude notar cuales eran las mejoras rapidamente, pesaban menos, pero tenian la misma dureza que los otros, ademas, por dentro eran mas acolchados que los otros, alto util para hacer presion, luego simplemente con la bolsa de plastico hice un nudo en esta, y la colgué en la percha de la puerta, asi, seria un vello recuerdo para mi, un amuleto que me recordaria que solo habia futuro, y que el presente no podia volver, cogi el dispositivo digital y sali de la habitacion rumbo a las calles.

Un poco mas tarde empecé a probar los patines, a los que me acomode rapidamente, pero era extraño, cada vez iba mas rapido, podia frenar perfectamente, pero esa velocidad no era posible coger con unos patines normales, ¿quizas era una de las mejoras de este ultimo modelo? Impresionante, es casi como correr por la pared y volar. Asi sin darme cuenta me quede sin edificios, habia llegado al parque y senti la necesidad de dar una vuelta por este, pero, podia llenar de arena los patines y extropearlos, asique me puse a quitar los componentes necesarios para evitar un desastre cuando me di cuenta de que tenia un pequeño boton, como integrado a la parte metalica donde se sujetaban las ruedas, toque esto y el patin se desizo dejando caer las ruedas y todo componente metalico de los patines, pero aun montados entre si. Quizas, ¿sea un dispositivo para cambiar entre patines y zapatillas rapidamente? Lo comprobé y tras afirmar mi teoria, guarde las piezas en mi bolsillo antes de entrar al parque.

En este lugar corria una suave brisa, y los ires y venires de los niños era agradable, se respiraba paz en ese lugar, aunque no era lo unico que se respiraba, la polucion era visible tambien en ese lugar, aunque, quizas solo en este lugar, puesto que por la calles aquel olor era normal, no mezclado con aire puro. Y asi, es como la humanidad da gracias a la naturaleza Ande un poco mas asta que vi un banco vacio cerca de una gran fuente. Descansare un rato aqui, ademas, en esta parte hay mas pureza que en las otras, quizas sea por el agua. Al sentarme tras unos segundos saque mi dispositivo y me quede pensando que haria con el a partir de ahora, no podia tirarlo sin mas.

De entre todos los lugares, la plaza era el lugar que mas me llenaba de nostalgia y el último lugar en el que quisiera encontrarme. Me trae muchísimos recuerdos de mi infancia y de mi padre cuando aprovechando la más mínima oportunidad en que no estuviera trabajando en algún proyecto para su compañía, me traía por las tardes a la plaza central para tomar aire y jugar eternas partidas de ajedrez en las mesas para tal fin. Pero hoy tenía que dejar mis añoranzas de lado, no le podía negar a Caprimon un paseo por ella, el cariño que le tomé a este “bicho” me puede más que cualquier melancolía. El clima estaba amigable, además sería una buena forma de despejar mi mente, para ayudarme a unir las piezas de este rompecabezas, si no estoy equivocado mi familia aun está convida. La ultima pista que tengo es que la compañía de mi padre se encontraba ultimando detalles en un proyecto de alta confidencialidad con cierta poderosa empresa vanguardista en tecnología y electrónica. Mientras caminaba con mi digimon en brazos, dirigí mi mirada hacia el sudeste por donde se alzaba la imponente torre Digital Inc. El edificio más alto de la capital. Empresa que arrasa los mercados tecnológicos, en su rubro es la más poderosa de la ciudad y podría decirse del país. Pero por algún extraño motivo, mirar ese edificio no me generaba nada bueno. ¿Sería esa empresa la próxima pieza de mi rompecabeza? Pensé.

-¡Mirá, mamá! ¡Un Digimon!-* Exclamó entusiasmado un niño de seis años, que paseaba de la mano de su madre apuntando con su pequeño dedo la criatura que se hallaba en mis brazos. -¡Vamos Kevin, solo es un juguete, estamos retrasados, camina!- Lo regaño la señora, mientras cruzaban a mi lado.

Fui hasta un lugar apartado de la plaza que parecía un mini-bosque por la cantidad de árboles y plantas y la poca intervención urbana. Me senté a la sombra de un árbol cerca de una pequeña fuente natural de agua. Lugar ideal para descansar y sumergirse en pensamientos. Caprimon impacientemente saltó de mis brazos y comenzó a distraerse con lo que encontraba a mano, un colchón de hojas secas, una fila de hormigas, o un pequeño grupo de palomas. No temía que llamara la atención ya que en ese lugar había muy poca gente la mayoria, "parejitas" ocupadas "mimandose" mutuamente.

El ambiente era de lo más agradable pero sin lugar a duda, tenía el presentimiento que algo se avecinaba.

*:

Dormía tranquilamente en mi habitación, hasta que un golpe seco me despertó, abrí lentamente los ojos y me senté en la cama, para mirar de donde procedía el ruido- ... Tsumemon -Dije con voz queda, mirando algo enfadado a mi compañero, que había caído al suelo mientras reia y jugueteaba con uno de mis libros, destrozándolo con sus garras, como si fuese un peluche.
Al oírme, mi compañero se detuvo al instante y agacho las orejas- lo siento, no queria despertarte... -Dijo con voz tierna mientras escalaba las sabanas y se acurrucaba en mi regazo ronroneando.

Mas que un digimon, pareces un gato silvestre -Me levante ignorándolo y haciendo que Tsumemon cayese encima de la cama de manera brusca. Estaba tan acostumbrado a queme destrozase las cosas, que ni me molestaba en limpiarlo, asi que cogí lo primero que vi en el armario y me puse los auriculares. Ven, voy a darte un paseo antes de que destroces mi cuarto por completo -Lo cogí y lo coloque encima de mi hombro mientras el presionaba suavemente con sus garras.- ¡Vale! -Encendí el MP4 y puse el aparato a todo volumen.

No pude evitar soltar un suspiro de resignación al abrir la puerta de la calle y encontrarme con uno de esos días soleados, en los que los ruidosos niños correteaban sin control por todos lados y conseguía oír de todo menos mi música.
El sol me molestaba, así que me puse la capucha, para que no me diese mucho, ocultando a Tsumemon entre las sombras, quedando al lado de mi oreja.

Comencé a caminar hacia la plaza central, no me gustaba mucho aquel lugar, normalmente abarrotado de parejitas y niños, pero supuse que a Tsumemon le agradaría, ademas de que no llamaríamos mucho la atención.
- Me lo imaginaba -pensé amargado al ver cuanta gente había en la plaza, ya tenia pensado volver y dejar que Tsumemon destrozase mis cosas cuando mi compañero de asomó un poco.- ¿Eso de allí no es un digimon? -susurró en mi oido a la vez que volvia a esconderse en mi capucha, mire donde me había señalado y me fijé en una pequeña criatura que curioseaba con todo lo que había a su alrededor.- Me pregunto si estará solo -me acerqué al pequeño animalito, quitándome la capucha nada mas tocar sombra- Hola pequeño-Dije sonriendo como yo sabia.

- Ahh.. esto es realmente relajante..-me acomode en la banca donde yacía situada al mismo tiempo que recostaba mi cabeza en el respaldo, pues tenia la intencion incluso de quedarme dormida, supongo que estar tanto tiempo en el digimundo afectaba mi sentido común puesto que en ese mundo podía dormir en donde quisiera cuando quisiera siempre que quisiera, claro esta, y esto me hacia olvidar que al menos aquí en la vida real eso se vería muy extraño.. al menos claro que sea algún tipo de vagabunda pero mis ropas no me hacían parecer una, o al menos yo no opino eso-Ah.. pues que mas da..-levante la cabeza del respaldo pues sabia que si me quedaba de la otra manera era muy posible que me quede dormida en solo cuestión de minutos-Estar sentada mucho tiempo esta llegando aburrirme..-opine viendo como todos, o al menos la mayoría de los que se encontraban en la plaza, se la pasaban caminando y recorriendo el lugar-..creo que yo también debo hacer lo mismo-sonrei y me levante, me acomode la falda y empece mi recorrido por la gran plaza.

- Bueno, creo que esta caminata me sienta bien, se me estaban empezando a dormir las piernas después de estar tanto tiempo sentada..-aunque la verdad no se si había estado mucho tiempo sentada..-Pero en fin, al menos me estoy entreteniendo.... aunque sea un poco-pensé aceptando que aun estaba aburrida y que la verdad no sabia como divertirme. Habían muchos niños en la plaza jugando, y la verdad es que me daban ganas de acompañarlos, pero como eran niños que al menos físicamente mostraban la edad de 5 o 6 años, ademas de que no muy lejos de ellos se encontraban sus padres vigilando que no se escaparan o lastimaran, pues.. no creo que jugar con ellos sea algo a lo que me atreva a mi edad pues pareciera mas como si fuera a abusar de ellos como si fuera una buscapleitos-No quisiera revivir la historia..-suspire resignada a mi decisión.

Seguí caminando con la mirada perdida en el piso sin voltear a ver a mi alrededor pero poco a poco la fui subiendo, mas que nada para ver que no fuera a chocar con alguien, y al hacerlo vi a un chico de cabello oscuro y de ropas del mismo color mirando hacia un lado en particular, pero no era eso lo que había llamado mi atención realmente, si no que dentro de su capucha sobresalían un tipo de antenas lo cual hizo que ladeara la cabeza-Uh.. ¿que sera eso..?-force mi vista intentando ver mejor pero por mas que la forzase era imposible captar lo que había dentro, después de todo estaba escondido y al menos que tuviera visión de rayos X se me era imposible hacer mas-Jum..-bufé resignada, a lo mejor eran unos auriculares, supongo que estoy siendo un poco paranoica. Voltee mi mirada hacia donde estaba observando el chico y vi a un digimon, si.. estoy segura de que era un digimon, tenia la forma de uno de esos que se encuentran en etapa bebe, ademas de que se encontraba jugando con un par de palomas las cuales volaban cuando el se acercaba-Que lindo se ve, es muy tierno~-pensé sin quitarle la mirada, cuando vi que el chico de ropas oscuras se acerco al digimon algo en mi me dijo peligro-¡E..espera! No se cual sera su reacción al saber sobre los digimon.. ¿Y si le hace daño..? ademas.. su forma de vestir no me da buena espina..-cambie mi mirada a una determinada y me acerque hacia donde se había juntado el chico con el digimon-Hola, ¿interrumpo algo?-dije viendo al chico para después voltear a ver al digimon y tomarlo dándole un abrazo, era hora de disimular-Aww~ que lindo peluche.. ¿Quien lo habría dejado tirado por aquí?-pregunte en voz alta buscando con la mirada a alguien que respondiera por el, así supondría que ese alguien fuera su Tamer.

No podia encontrar una explicacion, o quizas simplemente no era capaz de comprenderlo, pero algo si sabia, las respuestas nunca venian solas, y quedarse alli quieto era como entregarse directamente al abandono. Bueno, si solo hay una posivilidad de encontrar a Monodramon, o ha otro digimon que toque mi espiritu vale la pena intentarlo. Pero, ¿por donde podia empezar? tenia que buscar alguna forma de ir al mundo digital, normalmente llegaba por suerte entrando por los portales que hacian los demas digimon o tamers con esta facultad. Esto sera dificil Empeze ha andar por el parque mirando por todos lados de reojo por si veia algo curioso, pero, como esque podia ser tan tonto, obvio que alguien o algo no iba a crear un portal asi como asi en medio del parque, por lo que me dirigi a la zona mas apartada del lugar para probar suerte, realmente no esperaba encontrar nada, pero por hoy no estaba de mas buscar por el frescor del lugar, para descansar y trabajar a la vez.

Asi andando y andando llege a una seccion del parque que no habia visto nunca. Que raro, esta parte no la recuerdo, quizas, esto es mas grande de lo que parece. Bueno, pues perfecto, aqui no parece haber mucha gente, solo algun que otro caminante atravesandolo de lado a lado, o al menos eso creia, puesto que note, cuando ya estaba bastante adentro de aquel lugar, como algo peligroso se hacercaba a gran velocidad. Cuando mire hacia su direccion el tiempo se relentizo en gran medida, posiblemente por la adrenalina liberada cuando vi lo que venia justo hacia mi cabeza. ¡Una flecha! Intente apartarme de su trayectoria, pero esta me rozo la mejilla derecha haciendome un pequeño corte sangrante, por lo demas la flecha se detuvo en un arbol que habia justo dentras mia a escasamente dos metros. Pero que demonios, eso a sido muy peligroso. MALDITO, ¡MUESTRATE! El silencio se hizo pausible en aquel lugar, y tras unos segundos, simplemente deje mi postura defensiba y pude notar un olor que no habia notado antes, pero que si reconocia. ¡Flores!

En efecto cuando llege al lugar donde se encontraba el olor pude ver un estenso campo de flores, en medio de un circulo de arboles. Vale esto cada vez es mas extraño, no pude ser tan grande este lugar, y encima, quien habra puesto este lugar en medio de este pequeño bosque Aunque tampoco sabia como de grande era, y otra cosa rara era que no habia visto a nadie desde hacia escasamente unos segundos antes de aquella flecha, una flecha que tenia que haber cogido para almenos ver de que clase se trataba, porque algo sabia sobre arqueria, almenos a reconocer los tipos de flecha, aunque eran conocimientos bastante basicos. Quizas no me di cuenta asta que fue grabe, pero en ese momento todo me empezo a dar vueltas, quizas eran las flores, o.... quizas aquella flecha llevaba veneno que posiblemente era lo mas normal. Malditasea, porque me pasa esto siempre que quiero tener un dia normal Intente alejarme del lugar pero otra flecha me rozo la pierna izquierda al intentar moverme, quizas fue suerte porque parecia ir hacia mi pierna, pero tal vez lo que fuera que me estaba atacando fallo a propisito. Agggggg, otra vez no. Asi, simplemente empeze a correr por el lugar en zig-zag, no esque fuera un acto cobarde, sino que mas bien era una forma de conseguir sacar de su cobertura a aquel tirador. Asi porfin sali del sitio pero como estaba mirando de reojo hacia atras de vez en cuando me coche contra alguien o algo, callendo al suelo, cuando mire pude ver que se trataba de una persona que vestia muy curiosamente, pero igual no me dio tiempo a ver mas, como una television antigua perdi la visibilidad y me desmaye seguramente por el efecto de aquellas flechas, o quizas por las flores, pero no tenia sentido que fueran las flores si ya estaba muy lejos de ellas.

Spoiler:

La escena era muy hermosa, una familia se encontraba reunida a la sombra de un árbol realizando un picnic en medio de la plaza central. -¡Mamá, mi hermano hace trampas con las cartas!- dijo la péqueña niña. -¡No es cierto!- se quejó el varón. -Chicos… por favor no peleen y disfruten de los bocadillos que preparó la Sra. Gretha.- Interrumpió la discusión, la señora Devlin que se hallaba sentada sobre el verde césped, leyendo un libro. Los niños accedieron y comenzaron a degustar las golosinas preparadas por la criada alemana. Mientras saboreaba un wagashi al muchacho le había surgido una pregunta: -¿Dónde está papá…?- dijo volteando su cabeza hacia atrás para ubicar con su vista a su madre. Pero para su sorpresa la figura de su madre ya no se encontraba detrás de él. -¿Mamá…?- se desesperó el niño. -¿Tammy…?- rápidamente dijo cuando volvió su miraba hacia su hermana que también no se encontraba en su lugar. Los arboles, el mantel, la canasta de picnic y la luz del día fueron desvaneciéndose, todo comenzó a desaparecer progresivamente -¿Dónde se fueron? ¿Donde están?- el niño de vincha roja mostraba un gesto de marcado sufrimiento en su rostro. Todo se volvió oscuro y el muchacho se acurruco sobre sí mismo tomando sus piernas con sus brazos y ahí nomas comenzó a llorar desesperadamente.

Para mi suerte, desperté y pude comprender que todo era simplemente una pesadilla. Mi despertar fue bruzco ya que una bellota madura se desprendió del árbol del cual yo aprovechaba su sombra y en su caída me golpeó fuertemente la cabeza. -¡Auch!... Fruta de m…- me quejé en voz baja. Estire los brazos un poco ya que sentí que los tenía algo acalambrados por la postura en la que me quedé dormido y bostecé ligeramente. Caprimon seguía embobado con sus amigas las palomas. -¡Quedate cerca, donde yo pueda verte, Caprimon!- Le adverti, con una voz algo paternal, que por un momento me recordé a mi padre. Caprimon se detuvo un momento, me miró, asintió y siguió jugando con sus plumíferas amistades.

Estaba tratando de explicarme a mí mismo, como fue que me quedé dormido en un lapso tan corto de tiempo, quizás fue por el cansancio que traigo encima. Ya pasaron varios dias desde que raptaron a mi familia y desde ese día no había descansado ni un segundo. Miré la hora en el “digivice” y pude deducir que me había quedado dormido durante quince minutos y por lo visto fue una siesta muy profunda ya que me siento como nuevo. Levanté la mirada al cielo y no pude dejar de observar la figura de la altísima torre de la compañia Digital Inc. Un edificio muy moderno con vidrios polarizados que desencajaba con el resto de la arquitectura urbana de la ciudad. Comencé a realizar la actividad mental que más me gusta, pensar, ir de idea en idea para poder retomar el ultimo pensamiento que se me cruzó por la cabeza antes de quedarme dormido. Pero por más que me esforzara no podía concebirlo y así estuve por un buen tiempo hasta que me di por vencido. Frustrado por eso, opté por distraerme con mis digicartas, al sacarlas de mi bolsillo noté que faltaban algunas en mi mazo. –Rayos, de seguro por tanto andar de aquí para allá, perdí la mayoría de mis cartas.- me lamenté. Pasaba mis cartas de una mano a otra, leyendo las descripciones de cada una. -Afro: “Ridiculiza a tu adversario haciendo que le aparezca esta peluca sobre la cabeza…”- leído esto, esboce una pequeña sonrisa y continué leyendo las demás cartas.

Mi digivice comenzó a vibrar y brillar, lo que me hizo notar la ausencia de mi digimon. Me desesperé al no verlo cerca. El corazón se me subió a la garganta. Miré hacia todos lados para poderlo localizar y al no hallarlo dentro del radio de mi visión, sin dudarlo me puse de pie. -Aww~ que lindo peluche… ¿Quién lo habría dejado tirado por aquí?- fueron las palabras que mis oídos alertamente pudieron captar. Con desesperación me di vuelta para ver de dónde provenía esa pregunta. A unos pocos metros pude distinguir que se encontraba parada una hermosa joven como de mi edad pero con facciones aniñadas que aprisionaba en sus brazos a Caprimon y hablaba con un muchacho, también de mi edad y que vestía prendas oscuras y llevaba una capucha. Me acerqué a ellos para reclamar a mi mascota. Pero en ese momento apareció corriendo otro chico, presumo, también de mi edad que se estrelló con el muchacho de ojeras y apariencia pálida. El impacto provocó que ambos se desestabilizaran y cayeran al suelo. El que inició el choque se desmayó en el instante y en la caída la capucha del otro chico se hizo para atrás descubriendo no solo los auriculares y la parte posterior de la cabeza de nuestro amigo sino también un pequeño “monstruito” azul.

En mi mano el digivice, vibró nuevamente y tanto la muchacha como el chico de negro que se encontraba en el suelo y yo fijamos nuestra atención al “aparato” que emitió un holograma donde podía verse la imagen del monstruito con forma de garra girar en tres dimensiones. -"Tsumemon... es un digimon del tipo virus en etapa de entrenamiento, ha desarrollado garras que actúan como tentáculos dándole una apariencia de una mano… Su técnica especial consiste en aferrarse a su enemigo para lastimarlo con sus garras."- informó con una voz computarizada el dispositivo y luego se volvió a apagar. Los tres quedamos estupefactos mirándonos unos a otros, en un segundo el ambiente se tornó agitado, el cielo se nubló de la nada y el viento comenzó a soplar más fuerte.

No había podido fijarme bien en el digimon, pues una muchacha apareció de la nada a mi lado y lo aprisiono con los brazos, exclamando que era un peluche monisimo. Observe aquella chica de arriba abajo. Me quite los auriculares y me dispuse a saludarla, pero me interrumpí cuando de detrás de un árbol apareció otro chico, seguramente para recuperar "su peluche".- Venga ya... - suspire exasperado, mirando a los dos chiquillos, y esperando sacar algo en limpio del dueño de la mascota.-¿Ese animalito es tuyo? -Logre preguntar antes de notar un golpe en mi espalda y caer de bruces contra el suelo, haciendo que se me cayese la capucha, dejando a la vista a Tsumemon. Me gire al instante para ver que me había empujado y vi un muchacho pelirrojo caído en la hierba y sin sentido.

Tampoco me dio tiempo a levantarme, pues escuche una voz computarizada, dirigí mi mirada hacia el muchacho que se encontraba de pie, con un extraño aparato en las manos. No pude evitar llevar las mías a mi digivice, asegurándome que aun lo tenia enganchado al cinturón, allí estaba.
Del digivice del chaval, salio un holograma de Tsumemon, soltando información de mi compañero de la nada. Tsumemon se aferro a mi hombro con fuerza, intentando ocultarse lo mejor posible entre mi cabello y la capucha. Mire al chico, hasta que el digivice se apago por completo y me levanté, ignorando al pelirrojo inconsciente. Me sacudí los pantalones, quitando pequeñas ramitas y hojas y me puse de nuevo la capucha.- Vale, quiero que alguien me explique todo esto -Dije mirando con odio a través de la capucha al castaño. No me gustaba que la gente supiese mucho de mi digimon, menos si no lo conocía. Pero lo que mas me interesaba era saber de donde saco tanta información de Tsumemon y sin que yo me enterase.

No paraba de observar hacia mis alrededores, estaba esperando ver a alguien que dijera ''Ese peluche es mio'' o algo similar que lo reclame como su propiedad pero nada.. este lugar estaba demasiado solo por lo cual comencé a sospechar que quizás este digimon sea uno salvaje y que de alguna forma se las había arreglado para venir aquí al mundo humano-Aunque..-vi unos momentos al digimon, a decir verdad no se veía en lo absoluto como un digimon malvado u oscuro, y hace unos momentos estaba jugando con las palomas.. no creo que deba ser de esos digimon a los que tienes que derrotar para que no hagan daño así que, si este digimon no tiene Tamer, yo no lo asesinare.. pero tampoco dejaría que se quedara aquí, creo que seria muy peligroso si no tiene con quien quedarse-Que voy a hacer..?-suspire dudosa hasta que llegue a captar con la vista como se acercaba hacia nosotros un joven de apariencia mayor, al menos como unos 20 años mas o menos podría calcularle, por un momento paso por mi mente un pensamiento fugaz diciendo-¿El sera el Tamer de este digimon?-voltee a ver al digimon que yacía en mis manos quien volteo a ver al chico y comenzó a mover su cola de un lado a otro con notable alegría lo que me hizo sonreír-Pues así parece.. aunque..-volví mi mirada hacia al chico, frunciendo el ceño-Que despreocupado es, ¿Como se le ocurre dejar a su digimon a su suerte aquí en la plaza? ¿Que hubiera pasado si hubiera venido alguien que no tenga digimon y se le hubiese llevado?-al pensar esto voltee a ver al chico que yacía a mi lado, el que vestía de ropas oscuras-Aunque ahora que lo pienso.. eso estaba a punto de pasar si no fuera por mi.. ¡Soy una heroína!-me elogie yo misma con una sonrisa superior ante mis pensamientos cuando de pronto escucho como alguien se acercaba a gran velocidad, y sin darme cuenta hasta después, se impacto contra el chico de ropas oscuras haciendo que ambos cayesen al suelo en direcciones contrarias y mostrando que, dentro de la capucha del joven, saliera un pequeño digimon con antenas, un enorme ojo rojo, y que tenia la forma de una mano-¿¡Eh, un digimon!?-voltee a ver a todos en general un poco confusa hasta sacar una conclusión-..al final este chico si tenia algo dentro de su capucha.. lo sabia..-hice un puchero para luego recordar al chico que se había estrellado por lo que me dirigí rápido hacia el-Oye, ¿Te encuentras bien? ¿Te rompiste algo?-ahora que lo pienso.. no se sean cosas mías pero.. creo que a este chico yo ya lo había visto antes*1

Algo pronto llamo mi atención pues a mi izquierda, donde se encontraban todos reunidos, una luz destello mostrando desde un aparato que yacía en las manos del chico mayor un tipo de holograma mostrando las características del que parecía ser el digimon del chico de ropas oscuras-Uh.. ese aparato me resulta familiar, se parece mucho al digivice de Yusuke-pensé dando uso a mis escasos recuerdos*2

Al ver y escuchar la reacción que tuvo el chico de ropas oscuras cuando vio el holograma con la imagen de su digimon supuse que tenia que intervenir de alguna forma puesto que ese chico parecía un tanto molesto-Tranquilo, tranquilo..-me dirigí hacia ambos-No hay que ser adivino para saber que al parecer todos aquí tenemos algo en común, ¿No es así?-después de eso me acerque hacia el chico de cabello marrón y le devolví su digimon-Todos sabemos de estas criaturas ''digimon''-dije mi obvia conclusión para después voltear a ver al chico desmayado al cual no le podía notar nada extraño en particular, no creo que el tenga un digimon.. ¿o si?-O al parecer no todos, creo..-murmure en lo bajo para después volver mi mirada hacia al frente y con una amable sonrisa presentarme-Yo soy Rena Ryuugu, mucho gusto, ¿Se podría saber quienes son ustedes?

Spoiler:

Tras unos largos instantes, que se me hicieron realmente cortos pude volver en mi, se ve que fuese lo que fuese lo que me habia afectado empezaba a desvanecerse, pero esto solo condujo a otra curiosa situacion, ahora estaba rodeado, mas o menos, por tres personas, que se daban un aire de como la misma edad que yo, aunque bueno, uno nunca podia fijarse de las apariencias, no suele ser muy inteligente. ¿Vale ahora es cuando yo me quedo quieto asta que se van? La verdad esque no me hacia gracia tener que moverme asi de repente, sobre todo por el hecho de que casi era de cajon que me habia chocado con uno de ellos, aunque, bueno solo habia podido ver al impactado durante una milesima de segundo, pero casi seguro que no era la chica. Ba, que mas dara, igual estoy un poco incomodo en esta posicion.

Rapidamente me incorpore en el sitio y me quite las gafas, por alguna razon se habian manchado un poco, quizas de tierra, o barro, no lo sabia, pero era casi seguro que ahora no se veia igual con ellas, asique simplemente las limpie un poco por encima con la camiseta y listo. Pero eso era un poco sin sentido, ¿que habia pasado con eso que tiraba flechas alli dentro?, ¿porque habia perdido la consciencia, aunque fuera levemente durante poquisimo tiempo?, era algo que realmente aunque no me podia sacar de la cabeza no venia al caso. Creo que deberia disculparme rapidamente Perdon gente, estooooo, si, siento de veras el atropello de antes, bueno, almenos lo siento para quien alla sido jejejejeje ¿¡Pero que estaba haciendo!? por alguna razon empece a sentirme muy estupido al pronunciar aquellas palabras, y aunque normalmente solia ser mas directo, por alguna razon me habia salido una frase un tanto, por decirlo de alguna manera, descolocada. Pero habia mas, cuando acabe de decir aquello pude fijarme en la aura extraña o como se quisiese definir lo que parecia salir del tipo casi gotico que alli se encontraba, y no entendia porque, pero me daban ganas de hacer una pequeña peleita coneste, quizas, por su aspecto, ademas con aquella postura parecia estar como atravesando al otro tipo, de aspecto mas alegre que alli habia, y como olvidarse de la chica que alli habia, aunque, comparado con el de la capucha la verdad los otro dos eran mas normalitos. ¿Y de donde sale esta gente? esta ciudad cada dia sorprende mas, es como si cada persona fuese unica, aunque la verdad, cada una lo es

La situación en el medio de la plaza se volvió muy confusa y la verdad, ya estaba lleno de confusiones en mi interior con lo que me pasaba como para añadir más drama. Comencé a desconfiar de todos aquellos que me rodeaban en ese instante. El muchacho con estilo gótico rápido se incorporó, empezó a emitir una vibra muy negativa y adquirió una actitud muy agresiva y se dirigió hacia mí con una mirada muy desafiante como si yo fuera la piedra en su zapato. No comprendí el porqué de su enfado. Miré a la muchacha que muy decidida y con mucha simpatía se presentó y trataba de remediar verbalmente la escena mientras me devolvía a Caprimon. Le eché un vistazo al muchacho que segundos anteriores se encontraba en su totalidad inconsciente y que parecía tratar de volver en sí, extrañamente me pareció muy familiar.

-En este momento les pido disculpas… pero no tengo tiempo que perder… y este enredo realmente me está generando mucha impaciencia…- me excusé muy indiferente y decidido mirando directamente los ojos de la niña, que notándola de cerca comprendí que tenía menos años de lo que aparentaba por su altura. Pero la ternura que se reflejaba en el brillo de sus ojos me sensibilizo rápidamente. -Lo siento… mi nombres es Vickthor Devlin y el es Caprimon… no sé que es este aparato, solo lo llevo conmigo…- dije mirando al chico de ropas negras que seguía con actitud indiferente hacia mí.

Mis disculpas se vieron interrumpidas porque el chico pelirrojo se puso de pie y comenzó a desvariar muy graciosamente. Un pensamiento en mi interior me recordó que el tiempo corría y yo tenía asuntos mucho más importantes que reñirme con desconocidos en medio de un lugar público. También recordé aquella situación que viví en la mansión Devlin con los maleantes que quisieron secuestrarme, momento en que Caprimon me rescató emitiendo una especie de ataque de ondas de altas frecuencias que paralizaron a los secuestradores. Podría salir de esta situación de la misma manera si llegase a complicarse. Ademas mi digimon en mis brazos ya estaba tomando una postura defensivo-ofensiva gruñiendo con los pelos erizados como perro guardián, pero yo lo contenía fuertemente para que no se apresure en sus acciones.

La muchacha intento tranquilizar la situación diciendo que todos estábamos aquí por alguna razón- ...En plan secta o elegidos, ¿en serio? -Pensé en tono burlesco mirando como la muchacha devolvía el digimon.- ...Soy Takeru Mikami -me presente algo molesto, mas que nada por educación cuando la muchacha pregunto por los nombres de los presentes, pase directamente de escuchar el nombre de la chica, me interesaba el del muchacho que tenia tanta información sobre mi compañero.- Vickthor Devlin... ¿eh? -susurre para mi, ese nombre no se me iba a olvidar facilmente.

Mire a la chica- Vaya, alguien que sabe de la existencia de los digimon y no tiene ninguno -comente al fijarme que ningún digimon la acompañaba- ¿Como es eso, le has dejado en casa? -creo que esa pregunta paso inadvertida ya que el castaño había comenzado a excusarse de manera... bastante triste a mi parecer.- Con escusas baratas no te vas a escapar, me he quedado con tu cara. -Tsumemon se oculto mas aun cuando el digimon del castaño comenzó a gruñirme.

Chasqueé la lengua al ver como el pelirrojo se levantaba como si nada y se disculpaba de manera cómica mientras limpiaba unas enormes lentes que le cubran la mitad del rostro. Por alguna razón, este chico en concreto me cayo fatal, parecía una de estas personas a las que las tienes que repetir algo mil veces... y aun así no lo entienden. Me lleve una mano al cuello buscando mi colgante, necesitaba entretenerme con algo, estas personas me estaban poniendo enfermo con tanta tonteria. Mire al pelirrojo de arriba abajo mientras jugueteaba con el colgante.-Este tampoco tiene digimon... -Tenia que centrarme en el castaño, de momento es el que mas sabe.

Ante mi pregunta casi de forma instantánea respondió el chico de ropas oscuras con el nombre de Takeru Mikami, es un bonito nombre a mi parecer, pero sin embargo el tono con el cual se presento me parecio algo molesto.. me pregunto si es de los chicos que nunca sonrien o solamente es de los cerrados con extraños, no lo se.. yo creo que es lo primero. Voltee mi mirada hacia el chico de cabellos castaños y con una amable sonrisa la pregunte-¿Y el tuyo?-refiriendome al nombre a lo que el me respondio excusandose para poder irse de aqui, dijo que no tenia tiempo que perder, por lo que lo mire curiosa y a la vez un tanto desilusionada-Uh.. ¿Tanta prisa tiene? Entonces me supongo que enserio tiene algo muy importante que hacer..-opine sin dejar esa mirada de lado viendo como aquel chico me observaba a los ojos de manera firme, una manera que poco a poco se fue suavizando hasta relajarse. El chico se disculpó y se presento con su nombre: Vickthor Devlin; también presento a su pequeño compañero el cual se llamaba Caprimon-Pues mucho gusto-respondí a ambos por haberse presentado de forma tan educada como un tipo de agradecimiento a la vez que posaba mi mano por la cabeza de Caprimon tocando con suavidad su casco metálico, un casco muy frío debo decir, pero rápidamente deje de hacerlo por temor a que no le gustase que lo tocaran.

Pronto Takeru, eh.. si.. así se llamaba, se refirió hacia mi con algo que yo tome como burla o sarcasmo lo cual internamente me molesto un poco pero no lo deje ver en exterior solo me quede observándolo con una mirada curiosa y algo seria ya que su comentario no me había causado mucha gracia que digamos, aun así antes de contestarle reí un poco solamente para no verme muy seria pues odiaba verme así-Pues no, no lo he dejado en casa, porque tienes razón.. yo no tengo ningún digimon-respondí con una sonrisa no exagerada pero tampoco muy pequeña, simplemente una sonrisa que reflejaba como me sentía en esos instantes-Pero es porque yo no necesito ningún compañero que me proteja-respondí de una forma que se podría considerar presumo pero no lo hice ver así, solamente comentaba lo que pensaba al respecto, ¿Para que necesitaría yo un compañero digimon si puedo transformarme en uno? Bueno.. de todos modos ellos no tienen porque enterarse de eso ahora ¿O si? Si no me gastara tanta energía la digievolucion no me importaría transformarme para mis propios beneficios pero esto de andar digievolucionando es bastante agotador y fatigante así que paso, al menos claro que enserio lo necesite.

Pudimos notar que el chico de lentes extraños, el que me parecía extrañamente conocido por alguna razón, se levanto del suelo un poco mareado ¿Y porque no estarlo? Eso de desmayarse hace que pierdas el conocimiento y cuando regresas en ti es un tanto tardado. Se quito sus extrañas gafas y las comenzó a limpiar con su camiseta hasta dejarlas limpias, o algo así, y se las volvió a colocar empezando a disculparse por haber chocado con Takeru, aunque al parecer el no sabia con quien exactamente se había estampado-Eh.. supongo que no importa..-respondí un tanto insegura ya que después de todo yo no había sido la ''victima'' de su estrello pero igual creo que lo mejor era decirle que no se preocupara o se sentiría bastante nervioso, sobre todo porque Takeru no dijo ni una sola palabra para tranquilizarlo.. el era el que debía hacerlo, no yo!-¿Te encuentras bien? ¿Porque te desmayaste de esa forma?-pregunte curiosa, varias veces me he chocado con alguien pero al menos yo al estrellarme no quedo inconsciente.. también podía haber la posibilidad de que Takeru tenga una espalda bastante dura como muro y no seria tan extraño entonces lo ocurrido.. aunque creo ya de si esa probabilidad es demasiado extraña así que la descarto.

La situacion parecia un poco inflexible, la gente que se encontraba delante mia no parecia ser de muchas palabras, si nos de expresiones, por lo menos los dos chicos, porque la chica aquella dijo unas palabras, algo tranquilizadoras, aunque, bueno imagino que ese era el plan, pero eso me dio a entender que no habia sido con ella, con quien me habia golpeado, no creo que nadie pudiese decir eso despues de se arrollado derepente. Bueno, almenos no son todos mudos aqui. Pero entonces vi algo muy curioso, el tipo que no iba a lo gotico llevaba algo entre los brazos, un peluche...... no, ¡un digimon! quede bastante sorprendido por esto, y por algun motivo al mirarle mejor me recordo a algo, pero no sabia muy bien a que, parecia recordarlo de algun lugar, pero, quizas de hace tiempo. Pero eso no importaba ahora, si ese tenia un digimon no significaba que los otros supiesen de estos, quizas pensaban que era un peluche. Vale, el siguiente movimiento es critico.

Lo mejor que podia hacer era hablar un poco apartado de los demas con aquel sujeto, pero cuando fuy a moverme la chica pregunto sobre mi estado y como habia acabado noqueado, la verdad esque era confuso, pero, lo mejor era ser sincero, si no decia nada a lo mejor alguno de ellos podia acabar igual, o peor. Emmmm si estoy bien gracias, pero, no entiendo muy bien lo que ha pasado, estaba dando una vuelta por alla dentro, y derepente algun psicopata me ha lanzado una flecha, luego he llegado a una especie de pequeño campo de flores y he sido recibido con otra flecha, creo que llevaban algun agente paralizante, porque bueno ya sabes como a acabado la cosa, yo en el suelo y alguien con un golpe, aunque, ahora que lo pienso puede que las flores fueran el causante de todo esto, pero no seria muy logico. Realmente estaba intentando explicar de la mejor manera posible todo lo sucedido, pero, ya esplicado debia pasar con el punto fuerte, me hacerque al tipo del "peluche" y pude notar como este, el digimon se ponia muy defensivo, era algo normal, por su forma parecia un digimon es su etapa anterior a rookie, pero no podia confirmarlo completamente, asique para no alterarlo mas simplemente pase por el lado del tipo y de espaldas a este pero no mucho. Oye, ¿puedo hablar un momento contigo a solas? No era por ser maleducado, pero no podia ponerme ha hablar con susurros delante de los otros dos, ademas, quizas ellos si sabian sobre los digimon, pero como ya habia dicho, no podia arriesgarme.

Eramos cuatro personas de aproximadamente la misma edad, mirándonos unos a otros con suma desconfianza en medio de la plaza central, completamente desconocidas pero con conexión alguna aparentemente. Todos parecíamos contener algún tipo de conocimiento acerca de las criaturas conocidas como monstruos digitales o mejor dicho digimons. Se disparó dentro de mi mente mi excéntrica capacidad analítica para poder describir por sus aspectos de primera impresión que me causaban a aquellos me rodeaban. Jiro Kozakura en primera instancia un chico pelirrojo de estilo pandillero y buscapleitos, el último en incorporarse al grupo y presentarse sin compañía notable de digimon alguno. Takeru Mikami, de apariencia gotica y oscura, que por alguna razón ajena a mi comprensión se mantenía distante y con actitud soberbia. Su digimon, Tsunemon se presenta de manera tímida al verse rodeado de extraños. Y por ultimo y no menos importante la señorita del grupo, Rena Ryuugu. Aunque no sea creíble me parece la de personalidad más enigmática, se mostró sutilmente enfadada cuando Takeru le advirtió que no posee camarada digimon. Se puede resumir que es una chica que oculta algo debajo de tanta ternura.

Después de que Jiro se presentará se mostró muy amigable conmigo y me invitó a hablar en privado. Este chico yo lo conozco de algún lugar, Pensé. fue justo en ese momento cuando Caprimon ya mucho mas calmado hizo de las suyas. -¡Rena… Rena… amiga de Caprimon..!- Pronunció alegre e inquietamente y con mucha confianza el sinvergüenza saltó de mis brazos para posarse en el regazo de la muchacha. Todos quedaron asombrados, ya que efectivamente con ese acto se podía confirmar que los digimons existen y están entre nosotros.