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El descubrimiento de las ruinas del Monasterio Draco, tallado en lo alto de una desolada montaña en el valle de los dragones, ha despertado un gran interés por todo el Digimundo. Principalmente porque según los tallados de la pared exterior dentro de las ruinas se encuentra un obre mágico que contiene en su interior la data y poder del treceavo Royal Kinght, la cual sera dada a quien reclame dicho objeto. Según la historia grabada en los murales, el obre fue dejado allí por el mismo Royal Kinght en caso de que su poder sea necesario para derrotar al mal que se alce en el futuro...por desgracia semejante premio también a llamado la atención de quienes usarían el poder para sus propias metas egoístas. Por lo que esta aventura ahora se a vuelto una carrera por ver quien consigue el gran premio.
6 meses despues de la ultima carrera, un BanchoLeomon reune al viejo equipo de organizacion para dar un nuevo espectaculo, pero en esta carrera, el misterioso patrocinador ha enviado a un "Aspirante a Campeon" con un extraño y unico Digivice. ¿Que es lo que sucedera a lo largo del evento y como funciona este nuevo digivice?.
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-Skin hecho por Hardrock de The Captain Knows Best.
-Imagenes realizadas por Runari Wildy
y Sigrun Vinter
-Imagenes realizadas por Runari Wildy
y Sigrun Vinter
Aquellos extraños sospechosos [Privado Vickthor y Jiro Kozakura]
Página 1 de 1. • Comparte
Aquellos extraños sospechosos [Privado Vickthor y Jiro Kozakura]
-Con mi peón capturo tu torre y… ¡Jaque mate! ¡Volví a ganarte!-
-No es justo papá, tú me ganas porque soy chiquito.-
-Verás hijo, con el tiempo aprenderás que aun el ser más pequeño, encierra un gran poder y puede hacerle frente a las situaciones más difíciles. Ten presente siempre eso, pequeño Vick…-
-Vick… Vick… Vick… despierta Vick… ya es de mañana…- Exclamaba Caprimon sobre mi pecho mientras lamia mi rostro para que yo abriera mis ojos. Como no tenia donde pasar la noche, me había quedado dormido sobre un mohoso y viejo sofá que se encontraba cerca del contenedor de basura en un callejón en la cuadra frente a Devlin Corp. Miré la hora en el “digivice” y luego alce mi vista hacia el ahumado edificio de enfrente que una vez fue la empresa de mi padre y que ahora estaba completamente destruido.
Me incorporé y estiré mis musculos. -¡No podemos perder tiempo Caprimon!- dije con mucha seguridad presionando mi puño derecho con fuerza. Podría ir con las autoridades para realizar la denuncia, pero es sabido que la policía nunca se toma nada en serio y no creo que se tragarían toda mi historia. Estoy solo en este mundo, mi única compañía es mi digimon. -¡Tengo que encontrar a los responsables de todas estas desventuras que me suceden y recuperar a mi familia… sé que están convida en algún lugar!- Ni bien finalice mi comentario, de mi entrañas se escuchó un peculiar sonido que me exigía alimento.
Para mi suerte traía algo de dinero en los bolsillos, sin pensarlo dos veces entré a la primera cafetería que vi. Muy elegante el lugar estaba lleno, los clientes eran atendidos por chicas muy lindas y simpáticas que iban y venían en patines, llenas de vida. Pero no pude ni dar dos pasos cuando fui detenido por un tipo que llevaba una corbata de moño y que funcionaba como recepcionista del lugar. -No se permite el ingreso de mascotas.- me dijo de mala manera con voz grave. No pude resistirme de mirarlo de reojo, tragar un poco de saliva y respirar profundamente. -Disculpame… pero no ves que es un juguete de peluche… que acabo de comprar en la tienda de la otra esquina, es un regalo para una amiga.- improvisé rápidamente y con mucha confianza. -Mira… lo aprieto un poco y responde…- Presioné suavemente la cola de Caprimon, rogando mentalmente que el “bicho” entendiera mi gesto. -¡Te quiero mucho…!- Emitió el supuesto peluche con una simpática voz. Por suerte me tocó como compañero un digimon bastante lucido. -¿Ves?- le dije con un tono marcadamente irónico al tipo. -¿Me podes preparar una mesa por favor, que tengo ganas de desayunar?- el recepcionista se tuvo que tragar su orgullo y obedecer a mi pedido.
Una de las camareras se acerco a la mesa para tomarme el pedido y le solicité una taza de chocolate caliente y unos panecillos dulce. Puse a Caprimon sobre la mesa y le indiqué que tratara de permanecer lo mas quieto posible. Me llamó mucho la antención lo rápido que ahí atienden ya que al minuto siguiente la camarera había vuelto con mi desayuno en su bandeja -Aquí tiene señor, que lo disfrute.- dijo serenamente y siguió su labor.
Saqué una libreta y un bolígrafo de mi chaqueta y mientras desayunaba comencé a realizar todas las anotaciones que me fueron posibles. Anoté las características que pude recordar de las personas que me asaltaron en mi casa y también apunté para no olvidarlo ese extraño momento que pasé anoche mientras observaba como la compañía de mi padre ardía en llamas. Me pareció que por un momento tres singulares espectadores, fijaron su atención a Caprimon. Uno de ellos, bastante alto, como 1.90cm grande de cuerpo, parecía una especie de agente secreto. Otro más bajo de 1.70cm y complexión normal, su vestuario era muy normal, deportivas blancas, pantalones de tirantes marrones y una camiseta de manga corta gris. La ultima pero no menos importante, iba delante de estos, su altura cerca de los 1.55cm, llevaba un uniforme escolar, su mirada era muy fría. -¿Quiénes eran esas personas?- me pregunté en voz baja. Sin dudas tienen algo que ver con todo lo que me ocurría e incluso puedo asegurar que tienen conocimiento sobre Caprimon.
-No es justo papá, tú me ganas porque soy chiquito.-
-Verás hijo, con el tiempo aprenderás que aun el ser más pequeño, encierra un gran poder y puede hacerle frente a las situaciones más difíciles. Ten presente siempre eso, pequeño Vick…-
-Vick… Vick… Vick… despierta Vick… ya es de mañana…- Exclamaba Caprimon sobre mi pecho mientras lamia mi rostro para que yo abriera mis ojos. Como no tenia donde pasar la noche, me había quedado dormido sobre un mohoso y viejo sofá que se encontraba cerca del contenedor de basura en un callejón en la cuadra frente a Devlin Corp. Miré la hora en el “digivice” y luego alce mi vista hacia el ahumado edificio de enfrente que una vez fue la empresa de mi padre y que ahora estaba completamente destruido.
Me incorporé y estiré mis musculos. -¡No podemos perder tiempo Caprimon!- dije con mucha seguridad presionando mi puño derecho con fuerza. Podría ir con las autoridades para realizar la denuncia, pero es sabido que la policía nunca se toma nada en serio y no creo que se tragarían toda mi historia. Estoy solo en este mundo, mi única compañía es mi digimon. -¡Tengo que encontrar a los responsables de todas estas desventuras que me suceden y recuperar a mi familia… sé que están convida en algún lugar!- Ni bien finalice mi comentario, de mi entrañas se escuchó un peculiar sonido que me exigía alimento.
Para mi suerte traía algo de dinero en los bolsillos, sin pensarlo dos veces entré a la primera cafetería que vi. Muy elegante el lugar estaba lleno, los clientes eran atendidos por chicas muy lindas y simpáticas que iban y venían en patines, llenas de vida. Pero no pude ni dar dos pasos cuando fui detenido por un tipo que llevaba una corbata de moño y que funcionaba como recepcionista del lugar. -No se permite el ingreso de mascotas.- me dijo de mala manera con voz grave. No pude resistirme de mirarlo de reojo, tragar un poco de saliva y respirar profundamente. -Disculpame… pero no ves que es un juguete de peluche… que acabo de comprar en la tienda de la otra esquina, es un regalo para una amiga.- improvisé rápidamente y con mucha confianza. -Mira… lo aprieto un poco y responde…- Presioné suavemente la cola de Caprimon, rogando mentalmente que el “bicho” entendiera mi gesto. -¡Te quiero mucho…!- Emitió el supuesto peluche con una simpática voz. Por suerte me tocó como compañero un digimon bastante lucido. -¿Ves?- le dije con un tono marcadamente irónico al tipo. -¿Me podes preparar una mesa por favor, que tengo ganas de desayunar?- el recepcionista se tuvo que tragar su orgullo y obedecer a mi pedido.
Una de las camareras se acerco a la mesa para tomarme el pedido y le solicité una taza de chocolate caliente y unos panecillos dulce. Puse a Caprimon sobre la mesa y le indiqué que tratara de permanecer lo mas quieto posible. Me llamó mucho la antención lo rápido que ahí atienden ya que al minuto siguiente la camarera había vuelto con mi desayuno en su bandeja -Aquí tiene señor, que lo disfrute.- dijo serenamente y siguió su labor.
Saqué una libreta y un bolígrafo de mi chaqueta y mientras desayunaba comencé a realizar todas las anotaciones que me fueron posibles. Anoté las características que pude recordar de las personas que me asaltaron en mi casa y también apunté para no olvidarlo ese extraño momento que pasé anoche mientras observaba como la compañía de mi padre ardía en llamas. Me pareció que por un momento tres singulares espectadores, fijaron su atención a Caprimon. Uno de ellos, bastante alto, como 1.90cm grande de cuerpo, parecía una especie de agente secreto. Otro más bajo de 1.70cm y complexión normal, su vestuario era muy normal, deportivas blancas, pantalones de tirantes marrones y una camiseta de manga corta gris. La ultima pero no menos importante, iba delante de estos, su altura cerca de los 1.55cm, llevaba un uniforme escolar, su mirada era muy fría. -¿Quiénes eran esas personas?- me pregunté en voz baja. Sin dudas tienen algo que ver con todo lo que me ocurría e incluso puedo asegurar que tienen conocimiento sobre Caprimon.
Última edición por Vickthor el Lun Jun 04, 2012 2:28 am, editado 3 veces
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Re: Aquellos extraños sospechosos [Privado Vickthor y Jiro Kozakura]
Jiro, JIRO emmmm ¡Despierta! Una gran cantidad de luz entro de golpe a mi habitacion haciendo que saltese de la cama hacia atras callendome de esta. Pero que... Jiro mira esto Espera, ¿quien, que....? Intente ponerme depie, pero estaba un muy aturdido por toda la luz que entraba, la voz me parecia familiar, pero no podia siquiera saber donde estaba, poco a poco pude empezar a desvelarme, pero eso fue cuando de golpe volvi a cerrar la ventana. Pero ¡no te vuelvas a dormir! Ya, ya Pasados otros segundos pude porfin entender lo que pasaba a mi alrededor, estaba en mi habitacion que aunque desordenada siempre estaba limpia incluso contando donde vivia, y aunque nunca limpiaba yo siempre estaba asi, seguramente porque el jefe tenia contratada a alguna persona para que limpiese el lugar. Ha Orimura, ¿que pasa? Orimura, un chaval de 14 años y 1.63cm y 42Kg con la mente de uno de 25, aunque con el comportamiento de alguien de 12. Mira esto Mire lo que me enseño que era la portada de un periodico, el periodico de hoy mas bien, y en este una inusual noticia, el edificio Devlin Corp habia sido destruido por la noche, cosa que me hacia asegurar que era el escandalo que se habia formado toda la noche y que me habia hecho dormir bastante mal. ¿Sabes lo que esto significa? Mire a Orimura y deje el periodico sobre la cama. Si demasiado bien, creo que hoy tendras bastante trabajo Si, yo y todos Orimura es extrañamente un fanatico de las telecomunicaciones, y por ello se encontraba dentro de la banda, era muy util tenerlo como informador, aunque a muchos esto no les agradaba, incluso no le agradaba al jefe de estre grupo, que siempre lo dejaba apartado, aunque esta no fuera una de estas ocasiones, al menos eso parecia.
Me prepare rapidamente y sali por la puerta mirando a Orimura. Todos tendremos que dar nuestro mejor esfuero hoy Si, posiblemente los antibandas aparezcan denuevo hoy Todo aquello era muy normal, la zona al rededor de Devlin Corp habia sido zona neutral de bandas desde que el edificio se construllo, pero ahora que habia sido destruido, esto estaba roto, quizas algunos quedran mantener esto asi, como nosotros, pero otros seguramente intentarian cojer la zona para si mismos y expandirse, cosa que seria mala para la reputacion de todas las demas bandas. Cuando estube a punto de salir a la calle Orimura quien me estaba siguiendo me comento que ya llegaba tarde y que hacia un buen rato que todos los demas que estaban disponibles habian salido para alla, hacia como 2 horas. Dos horas, pues si que he dormido hoy Gracias por el aviso Denada
Tras un rato corriendo lo mas rapido que podia por las calles de la ciudad al fin llege alli, a una gran calle desde donde se podia ver incluso aun el gran edificio Devlin Corp, seguir por los callejones asta que llege a lo que parecia una zona en obras, pero en esta no habia nadie, o almenos eso pensaba. Cuando me hacerque pude ver lo que parecia como una pesadilla viviente, mucha gente, tirada de cualquier manera por todos lados, se encontraban dentro del lugar, parecia como si ubiese habido una gran pelea en aquel lugar, pero, habia como 50 personas y todas patinadoras, ademas pocas parecian ser del mismo grupo, pero como si todos ubiesen luchado contra todos, independientemente del grupo o si eran aliados. Que deminios...... que esto... ¿que esta pasando? El silencio se hizo patente en el lugar, y cuando fuy a dar un paso una voz se pudo escuchar en el lugar. Jefa, tenemos otro tipo extraño. Y, ocupaos de el Pero solo es uno, no creo que tengamos que perder mas tiempo Aquello era muy extraño y angustiante, habian incluso personas de mi grupo alli tiradas, pero, ¿de donde venian esas voces? aunque era aun un poco temprado, muchas partes del lugar se encontraban en sombras. Pues que se encarge Rodney ¿Porque yo?, solo es uno Pues por eso, ademas, es una orden Vale, vale. Cuando acabes ve rapido, ya sabemos la localizacion del objetivo, tenemos que actuar cuanto antes mejor ¡Como siempre!
Aquello ultimo sono tanto al uni sono que casi pude notar una pequeña presion en el lugar, y tras unos instantes un tipo bastante alto, y con complejo de alguien importante aparecio desde las sombras. Siempre me tocan las sobras Antes de que me diera siquiera tiempo a decir nada esta saco una pistola y pego un disparo hacia donde estaba, rapidamente casi por acto reflejo me posicione detras de uno de los pilares del lugar, pero dos cosas hicieron que me preguntese muchas cosas, primero, porque no habia causado casi ningun sonido el arma, si me habia fijado bien, no llevaba silenciador y era una pistola en toda regla, la otra era el porque me esta disparando asi de repente. Pero estas loco o que, que te hecho yo Me asome un poco por donde estaba posicionado hacia donde deberia estar el tipo, pero esta ya no estaba alli, en cambio pude notar una fuerte presion en la nuca como si de algo metalico me toquese alli. Pensaba que ibas a ser mas rapido, que decepcion ¿Pero como?..... Las siguiente palabras de aquel tipo fueron lo unico que se escucho en el lugar a continuacion. Jefa, ¿que quiere que haga con el, lo incapacito como los demas? Por alguna razon pasaron uno segundos sin respuesta, pero a continuacion este solo solto un. Has tenido suerte Y un golpe seco seguramente un golpe con la culata de su pistola hizo que todo me diese vueltas, y callese noqueado al suelo.
Me prepare rapidamente y sali por la puerta mirando a Orimura. Todos tendremos que dar nuestro mejor esfuero hoy Si, posiblemente los antibandas aparezcan denuevo hoy Todo aquello era muy normal, la zona al rededor de Devlin Corp habia sido zona neutral de bandas desde que el edificio se construllo, pero ahora que habia sido destruido, esto estaba roto, quizas algunos quedran mantener esto asi, como nosotros, pero otros seguramente intentarian cojer la zona para si mismos y expandirse, cosa que seria mala para la reputacion de todas las demas bandas. Cuando estube a punto de salir a la calle Orimura quien me estaba siguiendo me comento que ya llegaba tarde y que hacia un buen rato que todos los demas que estaban disponibles habian salido para alla, hacia como 2 horas. Dos horas, pues si que he dormido hoy Gracias por el aviso Denada
Tras un rato corriendo lo mas rapido que podia por las calles de la ciudad al fin llege alli, a una gran calle desde donde se podia ver incluso aun el gran edificio Devlin Corp, seguir por los callejones asta que llege a lo que parecia una zona en obras, pero en esta no habia nadie, o almenos eso pensaba. Cuando me hacerque pude ver lo que parecia como una pesadilla viviente, mucha gente, tirada de cualquier manera por todos lados, se encontraban dentro del lugar, parecia como si ubiese habido una gran pelea en aquel lugar, pero, habia como 50 personas y todas patinadoras, ademas pocas parecian ser del mismo grupo, pero como si todos ubiesen luchado contra todos, independientemente del grupo o si eran aliados. Que deminios...... que esto... ¿que esta pasando? El silencio se hizo patente en el lugar, y cuando fuy a dar un paso una voz se pudo escuchar en el lugar. Jefa, tenemos otro tipo extraño. Y, ocupaos de el Pero solo es uno, no creo que tengamos que perder mas tiempo Aquello era muy extraño y angustiante, habian incluso personas de mi grupo alli tiradas, pero, ¿de donde venian esas voces? aunque era aun un poco temprado, muchas partes del lugar se encontraban en sombras. Pues que se encarge Rodney ¿Porque yo?, solo es uno Pues por eso, ademas, es una orden Vale, vale. Cuando acabes ve rapido, ya sabemos la localizacion del objetivo, tenemos que actuar cuanto antes mejor ¡Como siempre!
Aquello ultimo sono tanto al uni sono que casi pude notar una pequeña presion en el lugar, y tras unos instantes un tipo bastante alto, y con complejo de alguien importante aparecio desde las sombras. Siempre me tocan las sobras Antes de que me diera siquiera tiempo a decir nada esta saco una pistola y pego un disparo hacia donde estaba, rapidamente casi por acto reflejo me posicione detras de uno de los pilares del lugar, pero dos cosas hicieron que me preguntese muchas cosas, primero, porque no habia causado casi ningun sonido el arma, si me habia fijado bien, no llevaba silenciador y era una pistola en toda regla, la otra era el porque me esta disparando asi de repente. Pero estas loco o que, que te hecho yo Me asome un poco por donde estaba posicionado hacia donde deberia estar el tipo, pero esta ya no estaba alli, en cambio pude notar una fuerte presion en la nuca como si de algo metalico me toquese alli. Pensaba que ibas a ser mas rapido, que decepcion ¿Pero como?..... Las siguiente palabras de aquel tipo fueron lo unico que se escucho en el lugar a continuacion. Jefa, ¿que quiere que haga con el, lo incapacito como los demas? Por alguna razon pasaron uno segundos sin respuesta, pero a continuacion este solo solto un. Has tenido suerte Y un golpe seco seguramente un golpe con la culata de su pistola hizo que todo me diese vueltas, y callese noqueado al suelo.
- Invitado
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Re: Aquellos extraños sospechosos [Privado Vickthor y Jiro Kozakura]
Había terminado de desayunar gustosamente, me guarde el resto de los panecillos en uno de mis bolsillos para luego convidárselos a Caprimon. Llamé a la camarera y le pregunté cuanto era la cuenta -$20 dolares, es todo.- me dijo siempre con una destacada y amigable sonrisa en su rostro. Le pase un billete y cuando quiso otorgarme el cambio le hice un gesto con la mano para que comprendiera que se podía quedar con el vuelto como propina. -¡Gracias señor muy amable, lo esperamos nuevamente, vuelva pronto!- volvió a hablarme dulcemente la joven muchacha. Me despedí cortésmente de la mesera y también sin ser irónico, simplemente porque soy educado, me despedí del recepcionista.
Ya fuera de la cafetería y con Caprimon en brazos me dispuse a caminar. Al cruzar la esquina de la cuadra pasé cerca de un puesto de periódicos, me aproximé a él para poder ver si el incidente de anoche se nombraba en alguno de ellos. En la portada de uno local se podía leer nombrar el edificio de mi padre y el incendio de anoche, y más adelante algo sobre la desaparición de un empresario y su familia. Pude haber leído un poco más acerca de esa inusual noticia, si no fuera porque el vendedor del puesto de revistas interrumpió mi lectura
-¡Esto no es una biblioteca!- me dijo amarga y roncamente. -¡Cómpralo o lárgate!- finalizó. No sé que le sucede a la gente de la capital, ¿será la agitada vida urbana que llevan lo que los convierte en personas tan desdichadas y malhumoradas? Pensé. Miré al hombre y sin omitir comentario alguno continué mi andar como si nada, ya no consideraba necesario seguirles el juego a estas infelices personas de la gran urbe.
Como primer plan de acción me surgió la idea de inspeccionar las ahumadas ruinas de la torre Devlin para comenzar mi investigación y buscar pistas ahí. Lamentaba haber huido de la mansión tan apresurada y cobardemente, ya que si hubiera tenido tiempo de pensar habría pasado por la cochera de casa para así huir con la moto. Pero ni modos, no podía perder tiempo en lamentos y además eso no tenía nada que ver con mi búsqueda. Crucé la calle y me encontré frente a una edificación en construcción. Cuando me aproximé al lugar pude ver mucha gente, tirada al suelo por todos lados, parecía como si momentos antes a mi llegada ese lugar hubiera sido el escenario de una pelea entre pandilleros. Pude percibir que alguien se acercaba y de manera ágil me escondí detrás de unos contenedores de basura. Aunque faltase mucho para que se extinga por completo la luz natural, muchas zonas del lugar se encontraban en penumbras y uno podría creer que por esa falta de claridad seria un horario vespertino.
La figura era la de un chico pelirrojo con ropas color verde oliva, de más o menos mi edad y con aspecto de pandillero. No parecía ser una persona amenazadora, sin embargo me propuse a no abandonar mi escondite y observarlo detenidamente. Dijo algo que por la distancia que manteníamos no lo llegue a escuchar correctamente. -Rayos, no llego a escucharlo claramente.- musité por lo bajo. -¡Yo si lo comprendí!- se expresó Caprimon. -Como soy corto de vista, el casco que llevo no es solo ornamental, los cuernos funcionan como antenas que me ayudan a captar mejor todo tipo de frecuencias para poder guiarme sobre todo en la noche.- explicó el digimon a lo que me mostré muy asombrado por la utilidad de mi compañero. -Dice que no comprende que está sucediendo.- me aclaró.
De pronto se oyeron un par de voces, conversación que tampoco pude escuchar del todo bien y tuve que pedirle ayuda a mi camarada. –Es la charla entre una mujer y un hombre que le piden a un tercero llamado Rodney que se encargue de alguien.- interpretó Caprimon. -Hablan a través de intercomunicadores.- Añadió. De la nada vi como un hombre que me parecía familiar se acerca a nuestro amigo pelirrojo y le dispara, por suerte el muchacho con buenos reflejos se oculta detrás de un pilar. -¿Pero estás loco o qué? ¿Qué te hecho yo?- se quejó el pelirrojo con marcado tono de rabia. El atacante se movió de su sitio y volvió a las sombras, saliendo de mi rango de visión. -¿Escuchas algo, Caprimon?- le consulté desesperadamente a mi compañero digimon. -¡Sí!- me afirmó, respuesta que calmó mi excitación. –El hombre, localizó al chico y le dice que lo ha decepcionado, le pregunta por medio del transmisor a la mujer sobre el destino del muchacho…- narraba pausadamente. -¿Algo más?- insistí lleno de ansiedad. –Disculpame Vick pero algo interfirió con la señal… no escucho nada más.- Decidí salir del escondite para ayudarlo me acerqué detrás del pilar, pero ya no había nadie solo un par de huellas sobre el polvoriento suelo y el rastro de algo que fue arrastrado.
Ya fuera de la cafetería y con Caprimon en brazos me dispuse a caminar. Al cruzar la esquina de la cuadra pasé cerca de un puesto de periódicos, me aproximé a él para poder ver si el incidente de anoche se nombraba en alguno de ellos. En la portada de uno local se podía leer nombrar el edificio de mi padre y el incendio de anoche, y más adelante algo sobre la desaparición de un empresario y su familia. Pude haber leído un poco más acerca de esa inusual noticia, si no fuera porque el vendedor del puesto de revistas interrumpió mi lectura
-¡Esto no es una biblioteca!- me dijo amarga y roncamente. -¡Cómpralo o lárgate!- finalizó. No sé que le sucede a la gente de la capital, ¿será la agitada vida urbana que llevan lo que los convierte en personas tan desdichadas y malhumoradas? Pensé. Miré al hombre y sin omitir comentario alguno continué mi andar como si nada, ya no consideraba necesario seguirles el juego a estas infelices personas de la gran urbe.
Como primer plan de acción me surgió la idea de inspeccionar las ahumadas ruinas de la torre Devlin para comenzar mi investigación y buscar pistas ahí. Lamentaba haber huido de la mansión tan apresurada y cobardemente, ya que si hubiera tenido tiempo de pensar habría pasado por la cochera de casa para así huir con la moto. Pero ni modos, no podía perder tiempo en lamentos y además eso no tenía nada que ver con mi búsqueda. Crucé la calle y me encontré frente a una edificación en construcción. Cuando me aproximé al lugar pude ver mucha gente, tirada al suelo por todos lados, parecía como si momentos antes a mi llegada ese lugar hubiera sido el escenario de una pelea entre pandilleros. Pude percibir que alguien se acercaba y de manera ágil me escondí detrás de unos contenedores de basura. Aunque faltase mucho para que se extinga por completo la luz natural, muchas zonas del lugar se encontraban en penumbras y uno podría creer que por esa falta de claridad seria un horario vespertino.
La figura era la de un chico pelirrojo con ropas color verde oliva, de más o menos mi edad y con aspecto de pandillero. No parecía ser una persona amenazadora, sin embargo me propuse a no abandonar mi escondite y observarlo detenidamente. Dijo algo que por la distancia que manteníamos no lo llegue a escuchar correctamente. -Rayos, no llego a escucharlo claramente.- musité por lo bajo. -¡Yo si lo comprendí!- se expresó Caprimon. -Como soy corto de vista, el casco que llevo no es solo ornamental, los cuernos funcionan como antenas que me ayudan a captar mejor todo tipo de frecuencias para poder guiarme sobre todo en la noche.- explicó el digimon a lo que me mostré muy asombrado por la utilidad de mi compañero. -Dice que no comprende que está sucediendo.- me aclaró.
De pronto se oyeron un par de voces, conversación que tampoco pude escuchar del todo bien y tuve que pedirle ayuda a mi camarada. –Es la charla entre una mujer y un hombre que le piden a un tercero llamado Rodney que se encargue de alguien.- interpretó Caprimon. -Hablan a través de intercomunicadores.- Añadió. De la nada vi como un hombre que me parecía familiar se acerca a nuestro amigo pelirrojo y le dispara, por suerte el muchacho con buenos reflejos se oculta detrás de un pilar. -¿Pero estás loco o qué? ¿Qué te hecho yo?- se quejó el pelirrojo con marcado tono de rabia. El atacante se movió de su sitio y volvió a las sombras, saliendo de mi rango de visión. -¿Escuchas algo, Caprimon?- le consulté desesperadamente a mi compañero digimon. -¡Sí!- me afirmó, respuesta que calmó mi excitación. –El hombre, localizó al chico y le dice que lo ha decepcionado, le pregunta por medio del transmisor a la mujer sobre el destino del muchacho…- narraba pausadamente. -¿Algo más?- insistí lleno de ansiedad. –Disculpame Vick pero algo interfirió con la señal… no escucho nada más.- Decidí salir del escondite para ayudarlo me acerqué detrás del pilar, pero ya no había nadie solo un par de huellas sobre el polvoriento suelo y el rastro de algo que fue arrastrado.
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Re: Aquellos extraños sospechosos [Privado Vickthor y Jiro Kozakura]
Los siguientes sucesos fueron bastante extraños, no podia ver nada, pero si escuchar, y por alguna razon notaba como estaba siendo arrastrado por alguien o algo, pero que era todo eso, ¿quien eran esos tipos? y ¿como habian conseguido tumbar a tantos patinadores? muchos de lo que alli habian tirados eran expertos luchadores cuerpo a cuerpo, algo que cada vez me extrañaba mas. Cuando al fin deje de notar como era arrastrado puede escuchar como esta vez mas claramente incluso en mi estado a aquellas voces, seguramente ahora los tres tipos aquellos estaban cerca, muy cerca, intente abrir los ojos pero no pude. ¿Que vamos a hacer con este tipo jefa? No lo se, pero puedo ver que no es un humano corriente, ha estado en mayor o menor medida en contacto con digimon ¡Enserio! nadie lo diria viendolo asi Ya sabes que las apariencias engañan, deberias saberlo muy bien Perdon jejejeje
Que clase de combersacion era aquella, yo, que estaba tirado en el duro suelo sin poder hacer otra cosa que moverme, y ellos de chachara, pero, por alguna razon podia notar que el tercer tipo aun no habia hablado, pero estaba casi seguro que estaban los tres alli, y asi fue, pero no como esperaba, puesto que el tercer tipo vino corriendo. Valla, tengo bastante fastidiado el sexto sentido. Jefa, he localizado al objetivo se encuentra en la obra donde Rodney...... o valla ya has terminado. Pues claro, ha sido muy facil Ya callate Rodney, ¿que decias Aran? Pues que nuestro objetivo esta en la construccion aquella aun ¿Seguro? Bueno puede que se alla movido, pero almenos lo he visto por ultima vez alli Agggg, vale, tu y Rodney ir ha ver si aun esta alli, yo me quedare aqui para ver que puedo sacar en claro de este sujeto ¡Vale! Otra vez aquella extraña sincronia, estaba claro que aquellos tipos no eran normales, sabian cosas de los digimon, y al parecer son extrañamente muy fuertes, o al menos eso parecia, puesto que posiblemte ellos 3 solitos ubiesen acabado con todos los demas, y 3 contra mas de 50. Aparte, parecian bastante organizados. Realmente ¿quien es esta gente? Bueno, no se si estas consciente, pero creo que tendras que responder cuantiosas preguntas cuando despiertes.
Mientras tanto en la obra, tras la llegada de los dos sujetos aquellos al lugar.
Tio ¿crees que aun seguira aqui? Ni idea, pero espero que si, sino la jefa.... bueno ya sabes. Demasiado bien Aquellos dos tipos parecian buscar a alguien por las mediaciones, pero, ¿ha quien?, y ¿porque?. Las preguntas estaban en el aire, muchas cosas podian suceder en aquel lugar pero entonces una sirena y un grupo de cinco policias llegaron al lugar montando un gran alboroto mientras uno de los agentes se hacercaba a los dos tipos. ¿¡Que es esto!? Vosotros, identificaos, aveis hecho esto vosotros dos. ¿Esta de broma? ¿Nos ve pinta de poder vencer a todos estos tipos sin ayuda? No, pero eso no es de mi incumbencia, estais aqui y sois como minimo testigos, y realmente me da igual que no ayais visto nada os venis a comisaria, y ya veremos La situacion empezaba a calentarse, y mientras los otros cuatro agentes reconocian el lugar el quinto seguia hablando con aquellos dos tipos.
Que clase de combersacion era aquella, yo, que estaba tirado en el duro suelo sin poder hacer otra cosa que moverme, y ellos de chachara, pero, por alguna razon podia notar que el tercer tipo aun no habia hablado, pero estaba casi seguro que estaban los tres alli, y asi fue, pero no como esperaba, puesto que el tercer tipo vino corriendo. Valla, tengo bastante fastidiado el sexto sentido. Jefa, he localizado al objetivo se encuentra en la obra donde Rodney...... o valla ya has terminado. Pues claro, ha sido muy facil Ya callate Rodney, ¿que decias Aran? Pues que nuestro objetivo esta en la construccion aquella aun ¿Seguro? Bueno puede que se alla movido, pero almenos lo he visto por ultima vez alli Agggg, vale, tu y Rodney ir ha ver si aun esta alli, yo me quedare aqui para ver que puedo sacar en claro de este sujeto ¡Vale! Otra vez aquella extraña sincronia, estaba claro que aquellos tipos no eran normales, sabian cosas de los digimon, y al parecer son extrañamente muy fuertes, o al menos eso parecia, puesto que posiblemte ellos 3 solitos ubiesen acabado con todos los demas, y 3 contra mas de 50. Aparte, parecian bastante organizados. Realmente ¿quien es esta gente? Bueno, no se si estas consciente, pero creo que tendras que responder cuantiosas preguntas cuando despiertes.
Mientras tanto en la obra, tras la llegada de los dos sujetos aquellos al lugar.
Tio ¿crees que aun seguira aqui? Ni idea, pero espero que si, sino la jefa.... bueno ya sabes. Demasiado bien Aquellos dos tipos parecian buscar a alguien por las mediaciones, pero, ¿ha quien?, y ¿porque?. Las preguntas estaban en el aire, muchas cosas podian suceder en aquel lugar pero entonces una sirena y un grupo de cinco policias llegaron al lugar montando un gran alboroto mientras uno de los agentes se hacercaba a los dos tipos. ¿¡Que es esto!? Vosotros, identificaos, aveis hecho esto vosotros dos. ¿Esta de broma? ¿Nos ve pinta de poder vencer a todos estos tipos sin ayuda? No, pero eso no es de mi incumbencia, estais aqui y sois como minimo testigos, y realmente me da igual que no ayais visto nada os venis a comisaria, y ya veremos La situacion empezaba a calentarse, y mientras los otros cuatro agentes reconocian el lugar el quinto seguia hablando con aquellos dos tipos.
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Re: Aquellos extraños sospechosos [Privado Vickthor y Jiro Kozakura]
Lamentablemente era tarde. Al parecer el muchacho en cuestión habría sido noqueado y arrastrado lejos de aquí, traté de seguir las huellas pero finalizaban en unos cinco metros.
-¡Rayos!- vociferé por lo bajo. -Tanto el muchacho pelirrojo como el hombre armado hubieran sido buenas piezas para encajar en este rompecabezas y ahora les perdí la pista.- dije en voz baja mientras inspeccionaba un poco el lugar donde me encontraba. Todos los que se hallaban tirados en el suelo de la zona estaban completamente noqueados, algunos parecían tratar de recuperar la conciencia y se regocijaban del dolor. -Escucho el sonido de unas sirenas, aproximarse.- me informó Caprimon. -¡Policias!- exclamé para nosotros dos. -Debemos alejarnos de este sitio cuanto antes.- dije mientras me puse en marcha y esquivaba los bultos para escapar de ahí.
El cielo se presentaba en un tono oscuro y tanto la luna como algunas estrellas se hacían presentes en el firmamento. Di vueltas de aquí para allá, pensando, encajando piezas en este misterio. Debería tomar un descanso, además Caprimon se volvió a dormir. ¡Como duerme este digimon! Pensé. Lo bueno es que no presentaba la otra necesidad básica de todo bebé… por el momento… Revisé uno de los bolsillos de mi chaqueta y encontré mi tarjeta de crédito. La suerte estaba conmigo. Caminé un rato más en el centro de la ciudad para encontrar un buen lugar para alquilar una habitación y hospedarme para pasar la noche. Al doblar una esquina por un momento me pareció que alguien me seguía, lo supuse porque mi perseguidor no tuvo la delicadeza de mantenerse a una buena distancia como para que yo no notara su presencia. Me di vuelta para encarar a esa persona que parecía mi sombra pero para mi sorpresa ya no estaba detrás de mí. Lo único que pude notar es que era de aspecto femenino, llevaba un sobretodo y gafas oscuras.
Aceleré los pasos y di con un lugar de muy buen aspecto como para pasar la noche, era un albergue muy moderno. Ingresé y el encargado detrás del mostrador se presento amablemente. -¿Acepta tarjeta de crédito?- pregunté. -¡Claro, firme aquí!- respondió el obeso hombre de ojos pequeños que traía un gran bigote. Tomó mi tarjeta de crédito y la deslizó por la ranura del lector de su computadora. Hecho que de manera automática me hizo recordar el juego de digicartas.
-¡Aquí tiene la tarjeta de acceso, habitación sesenta y siete, tercer piso, puede usar el ascensor!- me informó amablemente sin percatarse de que traía a Caprimon debajo del brazo. Pensé en el buen trato que también había recibido por parte de la camarera de esta mañana, quizás no todo el mundo de la gran ciudad es amarga. Caminé hacia donde se encontraba el ascensor, oprimí el botón para llamarlo y miré hacia el mostrador donde estaba el encargado. Éste me miró y me guiño el ojo, cosa que me inquieto sumamente antes de subir al elevador.
Llegué a la puerta de mi habitación y pasé la tarjeta de acceso por la ranura, acción que nuevamente me recordó a las digicartas y al digivice. -Bienvenido.- dijo una voz computarizada invitándome a acceder al cuarto. Cuando me encontraba dentro me quité mi chaqueta y la coloqué sobre el respaldo de una silla. Puse a Caprimon sobre la cama, saqué el digivice de mi bolsillo y analicé la ranura que se hallaba en uno de sus costados. Con la otra mano saqué las digicartas y también las examiné, lo hice también con la tarjeta de acceso del hotel y mi tarjeta de crédito. Decididamente tomé a tarjeta de acceso y de manera lenta la deslicé sin esperarme nada por la ranura del digivice. Mi dispositivo comenzó a vibrar y emitir unos sonidos cortos como los que hace una calculadora cuando uno presiona sus botones. La tarjeta de acceso empezó a brillar y cambiar de color. Una vez que terminé de pasarla por la ranura del aparato la tarjeta había cambiado en su totalidad, ahora era azul y en una de sus caras tenía el símbolo de la letra “d” amarilla con el dibujito de un digimon de tipo dinosaurio saliendo de esta. -¡La carta azul de mi sueño!- exclamé con sorpresa. -¿Cómo es posible?- me pregunté. -¡Yo te diré como es posible!- me contestó la voz de un extraño ser que se asomaba por la ventana de la habitación. -¡Night of fire!- gritó aquella criatura una vez dentro del cuarto mientras lanzaba una saeta de fuego negro hacia donde yo estaba. Con una buena reacción esquive su ataque y el digivice en mi mano emitió una vibración y un holograma en miniatura de mi atacante mientras que me informaba con voz computarizada lo que parecían ser los datos de ese digimon. -Impmon es un digimon del tipo virus en etapa de novato, tiene la forma de un pequeño diablillo de color morado con un pañuelo rojo amarrado al cuello. Su técnica especial es “Night of fire” con la cual lanza bolas de fuego oscuro al enemigo.-
En ese momento Caprimon despertó de su siesta y se reincorporó rápidamente al escuchar el alboroto. Se lanzó decididamente hacia Impmon para defenderme. Pero el diablillo alcanzó a golpearlo con un revés y lanzarlo lejos de él. -¡Caprimon!- grité preocupado. -¡Eres un maldito, es solo un bebé!- le dije muy enfurecido al pequeño digimon morado y le arrojé un almohadazo con mucha fuerza. -¡Como te atreves! esto no termina acá.- rugió Impmon a la vez que se incorporaba nuevamente. -¡Volveré!- dijo antes de salir huyendo por la ventana. Me apresuré a asomarme por la ventana pero lo perdí de vista. Regresé con Caprimon para chequear que estuviera bien, por suerte estaba solo algo mareado por el golpe recibido. Comprendí que mi pequeña mascota no era el único digimon que existía y que además de averiguar quién raptó a mi familia también tenía que encargarme de develar el misterio de los digimons y saber por qué motivo me había atacado ese otro digimon.
-¡Rayos!- vociferé por lo bajo. -Tanto el muchacho pelirrojo como el hombre armado hubieran sido buenas piezas para encajar en este rompecabezas y ahora les perdí la pista.- dije en voz baja mientras inspeccionaba un poco el lugar donde me encontraba. Todos los que se hallaban tirados en el suelo de la zona estaban completamente noqueados, algunos parecían tratar de recuperar la conciencia y se regocijaban del dolor. -Escucho el sonido de unas sirenas, aproximarse.- me informó Caprimon. -¡Policias!- exclamé para nosotros dos. -Debemos alejarnos de este sitio cuanto antes.- dije mientras me puse en marcha y esquivaba los bultos para escapar de ahí.
El cielo se presentaba en un tono oscuro y tanto la luna como algunas estrellas se hacían presentes en el firmamento. Di vueltas de aquí para allá, pensando, encajando piezas en este misterio. Debería tomar un descanso, además Caprimon se volvió a dormir. ¡Como duerme este digimon! Pensé. Lo bueno es que no presentaba la otra necesidad básica de todo bebé… por el momento… Revisé uno de los bolsillos de mi chaqueta y encontré mi tarjeta de crédito. La suerte estaba conmigo. Caminé un rato más en el centro de la ciudad para encontrar un buen lugar para alquilar una habitación y hospedarme para pasar la noche. Al doblar una esquina por un momento me pareció que alguien me seguía, lo supuse porque mi perseguidor no tuvo la delicadeza de mantenerse a una buena distancia como para que yo no notara su presencia. Me di vuelta para encarar a esa persona que parecía mi sombra pero para mi sorpresa ya no estaba detrás de mí. Lo único que pude notar es que era de aspecto femenino, llevaba un sobretodo y gafas oscuras.
Aceleré los pasos y di con un lugar de muy buen aspecto como para pasar la noche, era un albergue muy moderno. Ingresé y el encargado detrás del mostrador se presento amablemente. -¿Acepta tarjeta de crédito?- pregunté. -¡Claro, firme aquí!- respondió el obeso hombre de ojos pequeños que traía un gran bigote. Tomó mi tarjeta de crédito y la deslizó por la ranura del lector de su computadora. Hecho que de manera automática me hizo recordar el juego de digicartas.
-¡Aquí tiene la tarjeta de acceso, habitación sesenta y siete, tercer piso, puede usar el ascensor!- me informó amablemente sin percatarse de que traía a Caprimon debajo del brazo. Pensé en el buen trato que también había recibido por parte de la camarera de esta mañana, quizás no todo el mundo de la gran ciudad es amarga. Caminé hacia donde se encontraba el ascensor, oprimí el botón para llamarlo y miré hacia el mostrador donde estaba el encargado. Éste me miró y me guiño el ojo, cosa que me inquieto sumamente antes de subir al elevador.
Llegué a la puerta de mi habitación y pasé la tarjeta de acceso por la ranura, acción que nuevamente me recordó a las digicartas y al digivice. -Bienvenido.- dijo una voz computarizada invitándome a acceder al cuarto. Cuando me encontraba dentro me quité mi chaqueta y la coloqué sobre el respaldo de una silla. Puse a Caprimon sobre la cama, saqué el digivice de mi bolsillo y analicé la ranura que se hallaba en uno de sus costados. Con la otra mano saqué las digicartas y también las examiné, lo hice también con la tarjeta de acceso del hotel y mi tarjeta de crédito. Decididamente tomé a tarjeta de acceso y de manera lenta la deslicé sin esperarme nada por la ranura del digivice. Mi dispositivo comenzó a vibrar y emitir unos sonidos cortos como los que hace una calculadora cuando uno presiona sus botones. La tarjeta de acceso empezó a brillar y cambiar de color. Una vez que terminé de pasarla por la ranura del aparato la tarjeta había cambiado en su totalidad, ahora era azul y en una de sus caras tenía el símbolo de la letra “d” amarilla con el dibujito de un digimon de tipo dinosaurio saliendo de esta. -¡La carta azul de mi sueño!- exclamé con sorpresa. -¿Cómo es posible?- me pregunté. -¡Yo te diré como es posible!- me contestó la voz de un extraño ser que se asomaba por la ventana de la habitación. -¡Night of fire!- gritó aquella criatura una vez dentro del cuarto mientras lanzaba una saeta de fuego negro hacia donde yo estaba. Con una buena reacción esquive su ataque y el digivice en mi mano emitió una vibración y un holograma en miniatura de mi atacante mientras que me informaba con voz computarizada lo que parecían ser los datos de ese digimon. -Impmon es un digimon del tipo virus en etapa de novato, tiene la forma de un pequeño diablillo de color morado con un pañuelo rojo amarrado al cuello. Su técnica especial es “Night of fire” con la cual lanza bolas de fuego oscuro al enemigo.-
En ese momento Caprimon despertó de su siesta y se reincorporó rápidamente al escuchar el alboroto. Se lanzó decididamente hacia Impmon para defenderme. Pero el diablillo alcanzó a golpearlo con un revés y lanzarlo lejos de él. -¡Caprimon!- grité preocupado. -¡Eres un maldito, es solo un bebé!- le dije muy enfurecido al pequeño digimon morado y le arrojé un almohadazo con mucha fuerza. -¡Como te atreves! esto no termina acá.- rugió Impmon a la vez que se incorporaba nuevamente. -¡Volveré!- dijo antes de salir huyendo por la ventana. Me apresuré a asomarme por la ventana pero lo perdí de vista. Regresé con Caprimon para chequear que estuviera bien, por suerte estaba solo algo mareado por el golpe recibido. Comprendí que mi pequeña mascota no era el único digimon que existía y que además de averiguar quién raptó a mi familia también tenía que encargarme de develar el misterio de los digimons y saber por qué motivo me había atacado ese otro digimon.
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Re: Aquellos extraños sospechosos [Privado Vickthor y Jiro Kozakura]
Ya habia pasado un buen rato desde que aquellos tipos habian contactado por ultima vez con aquella chica, algo que me dio una oportunidad para escapar, aunque era, obviamente una estupidez, asi, nada mas intente levantarme la tipa aquella se movio tan deprisa que ni lo vi venir y se puso delante mia sin mas, mirandome. ¿¡Pero como!? Ya veo que te has dignado a levantarte porfin, no se cuanto mas tendria que esperar para aguantar tu penosa actuacion Estaba sumamente sorprendido, era imposible que alguien pudiera moverse asi, aunque, bueno tampoco era tan raro con algunas cosas que habia visto asta ahora. Bueno, ¿te vas a quedar asi, no tienes nada que decir? Si, tengo que decir que esto es secuestro, aunque, no estoy atado, pero si bajo amenaza y he sido agredido por tu compañero rinoceronte, igualmente, ¿ha que te referias con que tendria que responder muchas cosas? La cara de aquella chica cambio a una muy comica cuando dije lo de rinoceronte, seguramente le hizo gracia, aunque no parecia ser muy expresiba, aunque almenos si con la cara. Esa a sido buena, tengo que apuntarla, pero, a lo de las preguntas, me referia con esto, ¿que sabes de los digimon? La pregunta aquella fue como dijo ella, un conjunto enorme de preguntas en una sola, puesto que no podia parar de pensar como era posible que ella supiera de los digimon, como sabia que yo podia saber algo, y varias cosas mas.
Pasaron los segundos y el ambiente se hizo un poco mas pesado. Emmmm, ¿digimon? no se que es eso La chica aquella hizo una mueca y se hacerco lentamente asta donde yo estaba pegandose muy cerca, tanto que ahora tenia que mirar hacia arriba para mirarme a la cara. No te hagas el tonto conmigo Jiro Kozakura, se.... sabemos muy bien quien eres Ahora si que estaba asustando de verdad, ella sabia mi nombre, pero ¿como? era claro que no podia mentirle facilmente, asique solo quedaba decir la verdad. Malditasea, bien, si que se sobre los digimon, no mucho pero algo se Muy bien, solo necesitaba saber eso, no hace falta que sigas diciendo nada mas, solo, puedo pedirte un favor Un favor, ¿para que queria ella un favor mio? y porque pensaba que iba ha aceptar, bueno, seguramente sabia de mi actitud, y que iba a cerder si la peticion no era con fines "malignos" Segun de lo que sea Je, sabia que podia contar contigo, por eso te eligio Aran.... bueno, y el favor es simple, necesitamos que contactes con mis dos camaradas cuando estos encuentren a su objetivo, no hagas nada, solo asegurate de que no se les van las manos, son muy brutos cuando yo no los vigilo, pero ten encuenta esto, que no les vigile a ellos, no significa que no lo haga contigo Bueno, solo voy a aceptar porque quiero saber que os traeis entre manos, pero, como intenteis algo extraño no me contendre Eso espero Aquella chica al decir aquello empezo a andar por el pasillo dejandome alli solo, sin realmente saber que hacer, ¿deberia ir a la obra? no lo sabia pero me puse rapidamente en marcha, y al llegar al lugar tube que reaccionar rapido subiendome a una posicion elevada para evitar a la policia, que casi me vio en el ultimo segundo.
La situacion era mas que curiosa, fijandome bien pude ver a dos tipos discutiendo con un policia, y uno de ellos era el que me habia noqueado. ¿Que estara pasando? Tras un rato este policia dejo de presionarlos, y estos se fueron, mientras tanto el lugar estaba lleno por los alrededores de gente curiosa, y muchas ambulancias, parecia que iban a tener mucha gente en el hospital este mes, aunque mas de uno parecia que no le pasese nada realmente. Vale ahora a segirlos de cerca Un rato despues de segirlos paso algo muy curioso, y no era que ya se estaba haciendo bastante tarde, sino que estos se pusieron ha hablar parados en medio de la calle, me acerque lo mas cuidadosamente posible, asta que les pude escuchar bien, lo mejor que podia por el ruido ciudadano la verdad. Oye acaba de pasarme Margaret esto. ¿No es una direccion? Si, de un hotel al parecer, ummm habitación sesenta y siete, tercer piso. Bueno al parecer podremos acabar este trabajo hoy. Si ya estoy arto de andar sin rumbo todo el dia Eso era muy curioso, aunque no habian comentando el nombre del hotel, si habian dicho algo sobre acabar un trabajo, ¿que quedrian decir?
Cuando los prosegui con mi seguimiento un poco mas pude ver como estos dos sujetos llegaban a una especie de hotel, bastante caro al parecer, aunque, parecia mas un hotel de 3 o 4 estrellas. Me quede en la entrada apoyado en la pared exterior del lugar, mirando de reojo hacia dentro, los dos tipos aquellos parecian estar discutiendo con el encargado del lugar y con otros dos tipos mas, aunque fue durante poco, ya que llegaron rapidamente a las manos, el grandullon le solto un fuerte puñetazo al que parecia recibir a los clientes, y el otro dio un golpe a uno en la cabeza con aquella cosa tan curiosa que llevaba, mientras que daba una patada a la rodilla del otro y luego con el otro extremo le golpeaba en el cuello, ya en el suelo. Como era obvio las demas personas que alli se encontraban en el recibidor salieron disparadas del lugar, cosa que aproveche para entrar, pero, cuando lo hice los tipos ya no estaban alli, corri hacia los ascensores, pero parecia que el unico que estaba en esta planta subia. Maldita sea, no puedo esperar tanto a que bajen los otros. Corri rapidamente y al ver las escaleras subi todo lo deprisa que podia o me dejaban los patines, al llegar a la tercera planta, pude verlo alli, dalante de un puerta mirando esta pasmados, pero, mas que pasmados estaban esperando algo, aunque, ha ¿saber que? Perfecto, cuando se mueban aunque sea un poco actuare, no debo dejar pasar el factor sorpresa
Pasaron los segundos y el ambiente se hizo un poco mas pesado. Emmmm, ¿digimon? no se que es eso La chica aquella hizo una mueca y se hacerco lentamente asta donde yo estaba pegandose muy cerca, tanto que ahora tenia que mirar hacia arriba para mirarme a la cara. No te hagas el tonto conmigo Jiro Kozakura, se.... sabemos muy bien quien eres Ahora si que estaba asustando de verdad, ella sabia mi nombre, pero ¿como? era claro que no podia mentirle facilmente, asique solo quedaba decir la verdad. Malditasea, bien, si que se sobre los digimon, no mucho pero algo se Muy bien, solo necesitaba saber eso, no hace falta que sigas diciendo nada mas, solo, puedo pedirte un favor Un favor, ¿para que queria ella un favor mio? y porque pensaba que iba ha aceptar, bueno, seguramente sabia de mi actitud, y que iba a cerder si la peticion no era con fines "malignos" Segun de lo que sea Je, sabia que podia contar contigo, por eso te eligio Aran.... bueno, y el favor es simple, necesitamos que contactes con mis dos camaradas cuando estos encuentren a su objetivo, no hagas nada, solo asegurate de que no se les van las manos, son muy brutos cuando yo no los vigilo, pero ten encuenta esto, que no les vigile a ellos, no significa que no lo haga contigo Bueno, solo voy a aceptar porque quiero saber que os traeis entre manos, pero, como intenteis algo extraño no me contendre Eso espero Aquella chica al decir aquello empezo a andar por el pasillo dejandome alli solo, sin realmente saber que hacer, ¿deberia ir a la obra? no lo sabia pero me puse rapidamente en marcha, y al llegar al lugar tube que reaccionar rapido subiendome a una posicion elevada para evitar a la policia, que casi me vio en el ultimo segundo.
La situacion era mas que curiosa, fijandome bien pude ver a dos tipos discutiendo con un policia, y uno de ellos era el que me habia noqueado. ¿Que estara pasando? Tras un rato este policia dejo de presionarlos, y estos se fueron, mientras tanto el lugar estaba lleno por los alrededores de gente curiosa, y muchas ambulancias, parecia que iban a tener mucha gente en el hospital este mes, aunque mas de uno parecia que no le pasese nada realmente. Vale ahora a segirlos de cerca Un rato despues de segirlos paso algo muy curioso, y no era que ya se estaba haciendo bastante tarde, sino que estos se pusieron ha hablar parados en medio de la calle, me acerque lo mas cuidadosamente posible, asta que les pude escuchar bien, lo mejor que podia por el ruido ciudadano la verdad. Oye acaba de pasarme Margaret esto. ¿No es una direccion? Si, de un hotel al parecer, ummm habitación sesenta y siete, tercer piso. Bueno al parecer podremos acabar este trabajo hoy. Si ya estoy arto de andar sin rumbo todo el dia Eso era muy curioso, aunque no habian comentando el nombre del hotel, si habian dicho algo sobre acabar un trabajo, ¿que quedrian decir?
Cuando los prosegui con mi seguimiento un poco mas pude ver como estos dos sujetos llegaban a una especie de hotel, bastante caro al parecer, aunque, parecia mas un hotel de 3 o 4 estrellas. Me quede en la entrada apoyado en la pared exterior del lugar, mirando de reojo hacia dentro, los dos tipos aquellos parecian estar discutiendo con el encargado del lugar y con otros dos tipos mas, aunque fue durante poco, ya que llegaron rapidamente a las manos, el grandullon le solto un fuerte puñetazo al que parecia recibir a los clientes, y el otro dio un golpe a uno en la cabeza con aquella cosa tan curiosa que llevaba, mientras que daba una patada a la rodilla del otro y luego con el otro extremo le golpeaba en el cuello, ya en el suelo. Como era obvio las demas personas que alli se encontraban en el recibidor salieron disparadas del lugar, cosa que aproveche para entrar, pero, cuando lo hice los tipos ya no estaban alli, corri hacia los ascensores, pero parecia que el unico que estaba en esta planta subia. Maldita sea, no puedo esperar tanto a que bajen los otros. Corri rapidamente y al ver las escaleras subi todo lo deprisa que podia o me dejaban los patines, al llegar a la tercera planta, pude verlo alli, dalante de un puerta mirando esta pasmados, pero, mas que pasmados estaban esperando algo, aunque, ha ¿saber que? Perfecto, cuando se mueban aunque sea un poco actuare, no debo dejar pasar el factor sorpresa
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Re: Aquellos extraños sospechosos [Privado Vickthor y Jiro Kozakura]
En medio de un lugar completamente sombrío un pequeño digimon se arrodillaba ante una siniestra y oscura imagen. -Mi señor… el objetivo se encuentra descansando en una habitación del tercer piso de un hotel en el centro de la ciudad… no pude conseguir llevar a cabo la misión que me encomendó… le suplico que me perdone… por favor…- se lamentaba tristemente un Impmon inclinado y con las manos tocando el suelo frente a una oscura figura. -No te preocupes… pero si vuelve a pasar nuevamente… te volverás la comida de mi Dobermon… te lo aseguro.- dijo la oscura figura con una voz muy tiránica y potente, a la vez que de entre las sombras y detrás de este se asomaba un digimon con aspecto de perro de la raza doberman y una mano físicamente humana proveniente del señor oscuro le daba unas suaves palmadas al fiero digimon canino. Impmon se estremeció con solo ver la imagen del can relamiéndose seria y gustosamente.
¿Cómo se relaciona todo esto? ¿Qué nexo tienen los digimons con el juego de cartas? ¿Cuál es la función del misterioso digivice? ¿Por qué todo quien me rodea actúa de manera rara? Solamente incógnitas orbitaban en el interior de mi mente. Por fortuna me encontraba descansando recostado tomando un caliente baño de inmersión en el cuarto sesenta y siete del hotel Luxor de cuatro estrellas, el mejor de la ciudad según dicen. Caprimon… nuevamente durmiendo sobre la cama. Después del percance con el digimon con aspecto de diablillo, lo bañé, lo alimenté y lo dejé que descansara mientras miraba un campeonato de duelo de cartas que pasaba por televisión que al parecer lo hizo quedar dormido. Terminé mi baño de relajación y me sentí automáticamente renovado. Salí de la bañera con la bata de baño y me dispuse a vestirme. Delante del enorme espejo de la habitación, me até nuevamente en la frente mi preciada vincha roja, obsequio de mi padre, y me pase las manos por el pelo para peinármelo desprolijamente como me gusta llevarlo. Me senté al borde de la cama y mientras miraba el televisor con una mirada perdida pensaba en todo lo que me estaba sucediendo últimamente.
Comencé a extrañar… las clases en la universidad… las salidas nocturnas y los paseos en mi motocicleta... Las eternas horas de jugar calabozos y dragones con los muchachos… los cortos y ocurrentes mensajes de texto de Mina, mi compañera de clases… Me gustaría volver nuevamente el tiempo atrás para poder vivir aunque sea solo unos segundos esos lindos momentos. En ese instante fue cuando irrumpieron forzadamente en mi habitación dos hombres ingresando por la puerta. -¡Quédate quieto, no te haremos daño alguno si cooperas con nosotros!- exclamó rápidamente uno de ellos mientras trataban de rodearme para reducirme en espacio y fuerzas. Caprimon, como perro guardián, despertó muy alerta por los ruidos emitidos y se lanzó desde la cama hacia el rostro de unos de los agresores. El hombre perdió el equilibrio y al caer se golpeó con el borde de un mueble fuertemente la nuca quedando fuera de combate. El otro atacante sin dudarlo sacó un revólver de la parte interna de su chaleco para luego amenazar apuntando a mi camarada. –Detén ahora mismo a tu digimon o despídete de él, soy como un experto cirujano cuando de dar en el blanco se trata, no te arriesgues.- me dijo seriamente el hombre. Su comentario me impactó inmediatamente ya que pude comprender que esa persona tiene conocimientos acerca de los digimons. Caprimon saltó a mis brazos mientras el otro tipo estaba tirado al suelo completamente inconsciente y al parecer a su compañero que estaba parado a un lado de éste no parecía importarle mucho ya que en ningún momento lo asistió, tal vez para no perder concentración en mi o mi digimon. -Como te indicó mi compañero… no tenemos intención alguna de hacerte daño… pero tengo entendido que los digimons son criaturas netamente salvajes aparentemente con escaso uso de la razón que se manejan exclusivamente con sus emociones e impulsos… es por eso que no me puedo arriesgar estando uno presente… ¿Comprendes?- continuó informándome el hombre armado. Una especie de alborotado sonido como de platos o cubiertos metálicos que caían al suelo proveniente desde el pasillo del hotel fuera de la habitación llamó momentáneamente la atención de nuestro agresor y Caprimon como un rayo se liberó de mis brazos y se lanzó hacia aquel hombre con mucha fiereza.
Cuando el tipo del revolver reaccionó a la inesperada acción de mi digimon que se le venía encima, el hombre disparó su arma como respuesta. Yo quedé helado del temor por el sonido del disparo pero como toda situación extrema el tiempo sucedió lento, o la adrenalina que uno siente al momento lo hace reaccionar más rápido. No importa el motivo pero en ese instante mis reflejos que volvieron increíblemente rápidos y efectivos mientras mi camarada digimon se encontraba en el aire dirigiéndose hacia nuestro adversario, tanto mi digivice como la carta azul en mis manos emitieron una incandescente iluminación. Un fugaz pensamiento invadió mi cabeza. Recordé la frase que me había dicho mi padre al momento de otorgarme las digicartas aquella vez. -… son Monstruos Digitales que van evolucionando y adquiriendo más poder de acuerdo a como vayas combinando tus cartas…- Algo en mi interior me indicaba como debía de reaccionar. Sin desesperarme y con mucho estilo, en una grácil maniobra con la mano derecha arrojé el dispositivo hacia arriba mientras que en mi mano izquierda formaba un abanico con mis digicartas, seleccioné y sujeté con mis dedos índice y mayor de mi mano derecha la carta azul que se encontraba en medio del abanico y el resto de ellas volví a meterlas rápidamente en el bolsillo cuadrado de la pierna de mi pantalón. Luego en el momento en que el digivice se encontraba aún en el aire pero ya descendiendo lo capturé con mucha firmeza con mi mano libre (la zurda). -¡ACTIVO LA CARTA!- grité con mucha euforia mientras recordaba brevemente la época de mi niñez cuando usaba estas mismas cartas para jugar contra mi hermana o amigos. Deslicé la carta azul por el lector del dispositivo y todo a mi alcance dentro de la habitación se llenó de una luminosidad extremadamente agresiva a la vista proveniente de mi digimon, mi respuesta automática fue cubrirme el rostro con ambos brazos para evitar cegarme.
Cuando la emisión de luz cesó finalmente, mi vista volvía aclarecer la escena. Caprimon había desaparecido de la habitación y frente a mí estaba parado lo que supuse un digimon de color blanco, de estatura pequeña que se encontraba en posición defensiva con un escudo circular delante con el cual se puede presumir que se defendió del disparo ya que impregnado en este estaba la bala que aun humeaba levemente. Y enfrentado al Digimon se encontraba parado nuestro adversario aun algo cegado. Cuando pude distinguir con mayor claridad me di cuenta que la carta azul habia desaparecido y en mi mano, mi digivice comenzó a informar los datos del digimon como lo habia hecho anteriormente. -PawnChessmon es un digimon de nivel novato del tipo guerrero marioneta, que tiene la forma de un peón de ajedrez, armado con una lanza y un escudo.- El pequeño guerrero blanco de estilo caballero medieval arremetió con todas sus fuerzas golpeando a su contrincante potentemente con su escudo. El hombre quedo fuera de combate y yo aproveche para llamar a Pawnchessmon y escapar de la situación y de la habitación por la escalera de emergencia a la cual se accedía saliendo por la ventana. -¡Vamos por aquí!- le señale. Saltamos a un callejón oscuro y nos dimos a la fuga velozmente.
¿Cómo se relaciona todo esto? ¿Qué nexo tienen los digimons con el juego de cartas? ¿Cuál es la función del misterioso digivice? ¿Por qué todo quien me rodea actúa de manera rara? Solamente incógnitas orbitaban en el interior de mi mente. Por fortuna me encontraba descansando recostado tomando un caliente baño de inmersión en el cuarto sesenta y siete del hotel Luxor de cuatro estrellas, el mejor de la ciudad según dicen. Caprimon… nuevamente durmiendo sobre la cama. Después del percance con el digimon con aspecto de diablillo, lo bañé, lo alimenté y lo dejé que descansara mientras miraba un campeonato de duelo de cartas que pasaba por televisión que al parecer lo hizo quedar dormido. Terminé mi baño de relajación y me sentí automáticamente renovado. Salí de la bañera con la bata de baño y me dispuse a vestirme. Delante del enorme espejo de la habitación, me até nuevamente en la frente mi preciada vincha roja, obsequio de mi padre, y me pase las manos por el pelo para peinármelo desprolijamente como me gusta llevarlo. Me senté al borde de la cama y mientras miraba el televisor con una mirada perdida pensaba en todo lo que me estaba sucediendo últimamente.
Comencé a extrañar… las clases en la universidad… las salidas nocturnas y los paseos en mi motocicleta... Las eternas horas de jugar calabozos y dragones con los muchachos… los cortos y ocurrentes mensajes de texto de Mina, mi compañera de clases… Me gustaría volver nuevamente el tiempo atrás para poder vivir aunque sea solo unos segundos esos lindos momentos. En ese instante fue cuando irrumpieron forzadamente en mi habitación dos hombres ingresando por la puerta. -¡Quédate quieto, no te haremos daño alguno si cooperas con nosotros!- exclamó rápidamente uno de ellos mientras trataban de rodearme para reducirme en espacio y fuerzas. Caprimon, como perro guardián, despertó muy alerta por los ruidos emitidos y se lanzó desde la cama hacia el rostro de unos de los agresores. El hombre perdió el equilibrio y al caer se golpeó con el borde de un mueble fuertemente la nuca quedando fuera de combate. El otro atacante sin dudarlo sacó un revólver de la parte interna de su chaleco para luego amenazar apuntando a mi camarada. –Detén ahora mismo a tu digimon o despídete de él, soy como un experto cirujano cuando de dar en el blanco se trata, no te arriesgues.- me dijo seriamente el hombre. Su comentario me impactó inmediatamente ya que pude comprender que esa persona tiene conocimientos acerca de los digimons. Caprimon saltó a mis brazos mientras el otro tipo estaba tirado al suelo completamente inconsciente y al parecer a su compañero que estaba parado a un lado de éste no parecía importarle mucho ya que en ningún momento lo asistió, tal vez para no perder concentración en mi o mi digimon. -Como te indicó mi compañero… no tenemos intención alguna de hacerte daño… pero tengo entendido que los digimons son criaturas netamente salvajes aparentemente con escaso uso de la razón que se manejan exclusivamente con sus emociones e impulsos… es por eso que no me puedo arriesgar estando uno presente… ¿Comprendes?- continuó informándome el hombre armado. Una especie de alborotado sonido como de platos o cubiertos metálicos que caían al suelo proveniente desde el pasillo del hotel fuera de la habitación llamó momentáneamente la atención de nuestro agresor y Caprimon como un rayo se liberó de mis brazos y se lanzó hacia aquel hombre con mucha fiereza.
Cuando el tipo del revolver reaccionó a la inesperada acción de mi digimon que se le venía encima, el hombre disparó su arma como respuesta. Yo quedé helado del temor por el sonido del disparo pero como toda situación extrema el tiempo sucedió lento, o la adrenalina que uno siente al momento lo hace reaccionar más rápido. No importa el motivo pero en ese instante mis reflejos que volvieron increíblemente rápidos y efectivos mientras mi camarada digimon se encontraba en el aire dirigiéndose hacia nuestro adversario, tanto mi digivice como la carta azul en mis manos emitieron una incandescente iluminación. Un fugaz pensamiento invadió mi cabeza. Recordé la frase que me había dicho mi padre al momento de otorgarme las digicartas aquella vez. -… son Monstruos Digitales que van evolucionando y adquiriendo más poder de acuerdo a como vayas combinando tus cartas…- Algo en mi interior me indicaba como debía de reaccionar. Sin desesperarme y con mucho estilo, en una grácil maniobra con la mano derecha arrojé el dispositivo hacia arriba mientras que en mi mano izquierda formaba un abanico con mis digicartas, seleccioné y sujeté con mis dedos índice y mayor de mi mano derecha la carta azul que se encontraba en medio del abanico y el resto de ellas volví a meterlas rápidamente en el bolsillo cuadrado de la pierna de mi pantalón. Luego en el momento en que el digivice se encontraba aún en el aire pero ya descendiendo lo capturé con mucha firmeza con mi mano libre (la zurda). -¡ACTIVO LA CARTA!- grité con mucha euforia mientras recordaba brevemente la época de mi niñez cuando usaba estas mismas cartas para jugar contra mi hermana o amigos. Deslicé la carta azul por el lector del dispositivo y todo a mi alcance dentro de la habitación se llenó de una luminosidad extremadamente agresiva a la vista proveniente de mi digimon, mi respuesta automática fue cubrirme el rostro con ambos brazos para evitar cegarme.
Cuando la emisión de luz cesó finalmente, mi vista volvía aclarecer la escena. Caprimon había desaparecido de la habitación y frente a mí estaba parado lo que supuse un digimon de color blanco, de estatura pequeña que se encontraba en posición defensiva con un escudo circular delante con el cual se puede presumir que se defendió del disparo ya que impregnado en este estaba la bala que aun humeaba levemente. Y enfrentado al Digimon se encontraba parado nuestro adversario aun algo cegado. Cuando pude distinguir con mayor claridad me di cuenta que la carta azul habia desaparecido y en mi mano, mi digivice comenzó a informar los datos del digimon como lo habia hecho anteriormente. -PawnChessmon es un digimon de nivel novato del tipo guerrero marioneta, que tiene la forma de un peón de ajedrez, armado con una lanza y un escudo.- El pequeño guerrero blanco de estilo caballero medieval arremetió con todas sus fuerzas golpeando a su contrincante potentemente con su escudo. El hombre quedo fuera de combate y yo aproveche para llamar a Pawnchessmon y escapar de la situación y de la habitación por la escalera de emergencia a la cual se accedía saliendo por la ventana. -¡Vamos por aquí!- le señale. Saltamos a un callejón oscuro y nos dimos a la fuga velozmente.
- Off topic:
creo que es mejor que de ahora en más no nos crucemos para dejar la ilusión del encuentro en la trama de los digielegidos. Sigamos posteando paralelamente.
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