El Pasado (Solo los inscritos en la trama)

Eh aquí una historia que ocurrió hace ya un tiempo, 8 años para ser precisos, cuando las computadoras comenzaban a expandirse por todo el mundo y la tecnología avanzaba dando lugar a una nueva era que cambiaría a la humanidad para siempre, pues abría puertas hacia nuevas posibilidades, hacia objetivos nunca antes imaginados, permitiendo al hombre tener sueños nunca antes soñados y que jamas se llegarían a soñar. Por desgracia, así como brindaba nuevas oportunidades y mejorar la vida, también tenia su lado oscuro al igual que todo lo demás, pues no solo abría puertas al buen destino, sino también a la destrucción ocasionada por la misma ambición del ser humano. En la búsqueda de poder y superar los limites que no se debían superar, una nueva dimensión fue creada, amenazando con destruir toda existencia en el planeta o incluso en el universo. Por fortuna no todos los humanos eran ambiciosos, pues los bebes no nacen con maldad y un claro ejemplo de esto es la inocencia de los niños, que incluso con el tiempo se ah corrompido a la mayoría, aun quedan aquellos inocentes que serán quienes salven el planeta, enseñándole a adultos lo que jamas debieron olvidar, esta es su historia:

Yusuke Yokune:

- Mama mama! ¿Me compras un helado? - dije al ver el señor que siempre andaba vendiendo helados con su carrito, los cuales siempre han sido mis favoritos, mas que por su sabor, por la calidez que brindaba aquel amable abuelito, pues siempre tenia dibujado en su rostro una sonrisa que decía mil palabras de felicidad, sin siquiera hablar. Aquel día era momento de celebrar, pues había sido el ultimo día escolar y de las vacaciones había que disfrutar, aun que yo no tuviera muchos juguetes, se bien que siempre podría tener amigos y alguien con quien jugar, si no hay mas niños, entonces siempre podría pasar un momento agradable con aquel abuelito. - Lo siento, ahora no tengo dinero - respondió mi madre ante mi petición, seguro que cualquier otro niño se hubiera echado a llorar, pero la verdad es que yo no tenia motivos para hacerlo, pues me habían enseñado que cuando algo no se puede tener, simplemente se debe de aceptar, aparte que la respuesta me la esperaba, dado que era lo usual.

Ahora pues, si no podía comprar un helado, bien podría ir a conversar un poco, pues eso no tenia precio y era para mi lo mejor que puede existir - Entonces, ¿puedo ir con el? - cambie mi petición a una que sabia que si podía obtener - Claro hijo, solo no te metas en problemas pues tu nos harás muy ricos - a mi madre le agradaba que conversara con el sabio abuelito, pues me daba consejos sobre la vida y como yo era el mayor, era quien llevaba la responsabilidad de levantar a la familia de la situación en la que estaba. Sin mas que esperar, fui hacia aquel abuelito que seguro me esperaba al cual con gran alegría y una enorme sonrisa salude como era de costumbre - Paleta! - le decía así dado que su barba siempre me pareció una paleta boca abajo - Gatito! - me decía así por que mis ojos parecían como los de un felino, incluso aunque tenia heterocromia ambos eran felinos o eso el decía. - ¿Que es lo que estas haciendo? - se que es una pregunta algo tonta pues es obvio lo que hacia - Estoy vendiendo una de estas - metió su mano a su carrito y me extendió tres paletas Si adivinas cual es el nuevo sabor, te la regalo - una difícil pregunta, pero ahora que lo pienso, nunca antes había visto que vendiera paletas amarillas - Es esa - le dije señalandola, al parecer acerté, pues me la extendió volviendo a guardar las otras dos y yo apresuradamente descubrí la paleta empezando a comérmela.

Entonces el viejito me miro con ternura y volteo al cielo Tienes un buen corazón, en tus ojos se te nota, pero esos ojos son señal de un don especial que pronto usaras - su tono sonaba algo triste y lo que me había dicho me había dejado un poco confundido - ¿Un don? ¿A que te refieres? - pero no recibí respuesta ante esto, el solo se quedaba mirando hacia el cielo mientras yo me le quedaba viendo - Algo esta por ocurrir - esto me dejo aun mas confundido, pero pronto pude sentir como el viento comenzaba a acelerar, lo cual me hizo voltear a ver hacia la misma dirección que el abuelito a lo que pude notar que el cielo se transformaba, tapando el sol y oscureciendo el día. La ultima frase del abuelo no fue una predicción, sino una suposición, algo iba a suceder. La gente en el parque pronto comenzó a entrar en pánico y a correr, pero yo en cambio me quede observando y empece a caminar al centro del parque mirando el cielo atentamente, cualquiera diría que es una tormenta, pero por alguna razón me daba curiosidad y sentía la necesidad de averiguar lo que realmente es.

NOTA:

Reina Ryuugu:

Hoy era un día muy especial pues seria mi ultimo día en preescolar, pronto pasaría a la primaria donde conocería nuevos amigos con los que se que me llevare estupendo, aunque.. se me es un poco triste el dejar a mis antiguos compañeros atrás.. realmente yo los quería mucho.. aunque había veces en que me hacían enojar! pero siempre hubo momentos de risa que fueron los que mas predominaron, y la maestra... ahh.. también la extrañare mucho pues ella era muy gentil y amable conmigo, bueno.. estoy segura de que era amable con todos, pero al contrario de a los demás a mi me tenia un apodo ''Princesa'' por mi nombre mas que nada, pero como sigo siendo muy chiquita yo aun no soy una Reina si no una Princesa, me agradaba mucho estar en preescolar.. me pregunto si en la primaria también me la pasare bien..-Wahhh.. tengo sueño.. ¿A donde vamos? ¿Podemos ir a la casa? Tengo sueño!!-me quejaba en el auto, haciendo uno de mis típicos berrinches pero yo no los veía así pues había sido malacostumbrada.

- Iremos a la casa después..-intento decirme mi mama pero rápido yo capte eso como algo que no me gustaría-Noo!!! yo quiero ir a la casa ahora!!-volví a quejarme furiosa a lo que mi mama hizo un gesto de obvio estrés por lo que mi papa la ayudo-Reina, ya vas a ir a la primaria, debes dejar esos berrinches ya, vas a ser una niña grande-por alguna razón no me gusto para nada eso, yo aun no quiero ser una niña grande, he visto muchas niñas grandes y son demasiado superficiales y arrogantes.. ¡Yo no quiero ser así!-No!! no quiero!!-volví a hacer berrinche, cruzándome de brazos y volteando a ver hacia otro lado-Pues aunque no quieras, debemos ser realistas-replico mi papá pero yo no le conteste, seguí mirando hacia otro lado como si los estuviera ignorando, pronto mi mamá se relajo y procedió a decirme-Entonces.. ¿Prefieres ir ahorita a la casa o quieres ir al parque?-¿¡Eh!? ¿El parque?-¡¡Sii, yo quiero ir al parque, quiero ir, quiero ir, vamos, vamos!! ¿Siii?-pregunte emocionada a lo que mi mamá no pudo evitar reírse de esa forma que ella acostumbra, una forma que yo veo muy elegante-Esta bien, vamos-mi padre suspiró al escuchar la orden de mi mamá pues el sabía que este tipo de cosas me malcriarían mas pero a el no le gustaba contradecir a mi mamá, el es un muy buen novio.. o esposo? ay.. no recuerdo como se decía cuando se esta casado, bueno no importa.

No tardamos en llegar al parque, pues tampoco es que estuviera demasiado lejos, así que me quite el cinturón de seguridad y abrí la puerta aun antes de que mi padre terminara de estacionarse-Espera Reina!!-me grito mi papá pero en ese momento yo lo vi mas bien como si esto se tratara de una carrera a ver quien llega primero al.. al puesto de helados! y el que me diga eso no servirá de nada contra mi, seria trampa-Olvídalo papá, yo te ganaré!-me burlé y salí corriendo al puesto escuchando solamente que mi papá gritara ''No!!'' eso significa que esta perdiendo jijiji~

Pronto avisté el puesto de helados pero me detuve en seco al ver que en el se encontraban dos niños, uno permaneció ahí mientras que el otro se alejo un poco, pero aun así..-Me.. me da pena..-no soy muy buena socializando con extraños al principio y me da un arranque de timidez cuando tengo que acercarme a unos extraños, comencé a jugar con mi falda con mis manos, obvia señal de mis nervios-C..creo que esperaré a que se vayan para pedir un helado..-me dije a mi misma cuando pronto sentí como mi boina, una que formaba parte de mi antiguo uniforme, salió volando por los aires por culpa de una ráfaga de viento-¿Huh?-el gentío que había por la zona empezó también a correr despavoridos por todo el lugar, como si tuvieran miedo de algo, lo mas probable era por la tormenta que se estaba avecinando; voltee a ver hacia el cielo-Ehhh..? El cielo se ve bastante raro..-comenté con una mirada curiosa-Creo que mejor me voy donde mis papás..-caminé hacia donde según yo recordaba se encontraba el auto pero para mi desgracia no estaba ahí-Ta..tal vez era por otro camino-seguí buscando pero tampoco lo encontré lo que hizo que pronto entrara en pánico-N..no.. no están..-era tarde, el pánico me había invadido, así que empece a correr también por los lugares, no tanto por la tormenta, si no porque estaba perdida-Papá!! Mamá!! ¿¡Donde estaaan!?-gritaba sin respuesta viéndome sucumbida al llanto, el estar corriendo solamente me perdía mas pues ni siquiera veía la dirección en que corría, todas las personas me ignoraban pues estaban mas preocupadas en ellas que en los demás; al parecer terminé llegando al centro del parque donde sin querer me tropecé con una roca cayendo de rodillas y por consecuente hacerme una leve herida en cada una-Wahhh!! ¿¡Donde están!?-cubrí mis ojos húmedos con ambas manos mientras me sentaba en el suelo a llorar sin saber ya que poder hacer.

Soul- 8años

Spoiler:

Alfin el ultimo día de clases, estaba muy emocionado ya que ya no tenia que ir ala escuela por entraban las vacaciones, mi casa no quedaba muy lejos de la escuela así que por eso yo me iba caminando solo asta mi casa, entre a mi casa pero me dio un antojo de comer un helado, así que le pedí dinero a mi madre para ir al parque a donde estaba el Heladero-Gracias, ahora me voy adiós!- le dije a mi madre mientras salia ala calle en camino del parque, ya llegando al parque vi un poco de gente corriendo y me dije ¿A caso sera uno de esos eventos que hacen en el parque? pero no le di mucha importancia, lo que me aprecio algo extraño era la cantidad de viento que hacia en el parque, era muy fuerte que asta me tiro al suelo pero me volví a levantar ya vi la heladería, y como vi gente solo pensé Aff hay fila que aburrido mi helado tardará, pero vi que todos actuaban algo extraño y que un chico miraba al cielo así que me acerque a ellos y les pregunte que miraban, al no recibir respuesta procedí a mirar yo también y note que el cielo estaba muy raro, por un momento me asusto, pero luego solo me quede mirando y mirando y lo único en lo que pía pensar es... Pero que estará pasando?.. El viento no se tenenía casi que me llevara arrastrado por la fuerza que tenia, luego escuche como un llanto de una niña, logre ver a una niña que corría hacia todos lados llorando así que procedí a correr hacia donde ella se encontraba para preguntarle que le ocurría, no era muy bueno en esto ya que siempre fui un niño algo solo pero igual no la podía dejar allí llorando.

Mi padre es Duke Devlin un empresario del mercado de los juegos y esa mañana había decidido tomarse el día entero para pasarla conmigo, su hijo primogénito, Vick Devlin. No había nada en el mundo que me hiciera más feliz que estar junto a mi padre. Organizó para llevarme a la plaza como lo hacia cada vez que podíamos ya que nuestro ideal favorito es jugar eternas partidas de ajedrez en el sector de mesas que habían en un lugar de la plaza central destinado a tal fin. Lo más curioso es que seguramente yo era el único niño de 11 años que se encontraba entre todos los adultos jugando al ajedrez con su padre. La mayoría de los niños de mi edad prefieren jugar a las escondidas o en el sector de hamacas, toboganes y demás estructuras didácticas o con la pelota. Pero yo era feliz entre los grandes y anciano, conociendo estrategias y movimientos únicos de cada uno de los contrincantes.

Me encontraba en ese momento en una partida con mi padre, ambos totalmente concentrados, pero la clara ventaja la tenía él. -¡Jaque mate!- me dijo después de capturar una de mis torres con uno de sus peones para acorralar a mi Rey. –Nunca me dejas oportunidades…- le comenté algo indignado. –Hijo que un verdadero adversario nunca muestra debilidades… recuerda que ambos comenzamos con la misma cantidad de piezas… ninguno tiene ventajas sobre el otro mas allá de la experiencia que uno posea lo importante es nuestra capacidad interna y como la usamos cuando la situación la requiera…- me explicó con una voz seria pero cálida yo solo baje la mirada.

-¿Quieres descansar un rato? ¿Que te parece ir por una paleta helada?- interrumpió su propio razonamiento preguntándome con un tono de voz más suave y tranquilo. -¡Esta bien!- le respondí con una marcada alegría en mi rostro. Guardamos las piezas de ajedrez que estaban hechas de madera dentro de una pequeña caja del mismo material donde también guardaba mis cartas del juego de digimons que mi padre me había regalado hace un par de semanas y que aun estaba aprendiendo a jugarlo. Cargue la cajita de madera bajo mi brazo y mi padre me abrazo pasando su brazo por mi cuello y fuimos hasta el puesto de helados. En ese instante comenzó a sonar el teléfono celular de mi padre a lo que no pudo contenerse y atenderlo, quizás se trataba de alguna llamada de urgencia laboral. -¡Toma el dinero, adelántate y resérvame una paleta de vainilla!- me dijo mientras ubicaba su dispositivo móvil en su oído derecho para comenzar a escuchar a la persona que la había llamado. Una sensación rara me invadió en todo mi ser. Por un instante creía que seria la última vez que vería a mi padre y me causaba un poco de miedo esta separación.

De la nada el viento comenzó a acelerarse, miré hacia arriba y el cielo se oscurecía a enorme velocidad, las nubes oscuras parecían anunciar una especie de tormenta de la nada. La gente en el parque empezó a correr hacia todos lados, yo me encontraba tranquilo y no entre en pánico por mas que al voltear no encontré a mi padre cerca, en cambio me quede observando todo lo que ocurría a mi alrededor y empecé a caminar hacia el centro del parque mirando el cielo atentamente, El tiempo parecía transcurrir rápido ya que cualquiera diría que se vino la noche de pronto, pero por alguna razón me daba curiosidad y sentía la necesidad de averiguar lo que realmente ocurría. Al parecer no era el único que sentía inquietud por el extraño acontecimiento que se estaba generando, otros niños también quedaron como hipnotizados por las transformaciones que sufría el firmamento. Noté que una niña chiquita se tropezó y lloraba desconsolada tocándose las rodillas que se había rasponeado con la caída, por ese momento me recordó a mi hermanita menor. Quise acercarme para asistirla y ayudarla a levantarse mientras seguía prestando atención a todo lo que ocurría a mi alrededor pero ya un niño de menor edad a la mia de cabello blanco se me adelanto y la ayudó. De todas formas procedí a acercarme a ellos -¡No te preocupes ya todo se calmará!- le dije para tranquilizar a la pequeña mientras la abrazaba como si ella fuera mi hermana Tamara.

Mientras yo lloraba desconsolada en el suelo con un dolor en mis rodillas pero mas que nada el dolor que me invadía el miedo que sentía de estar sola, completamente sola en este lugar, me hacia perder la esperanza de consolarme ¿Como podre encontrar a mis papas en un lugar tan lleno de gente corriendo y gritando por todos lados? Ademas, según vi en el cielo, se acerca una tormenta muy fuerte-Donde están.. ¿Porque me dejaron? ¿No me quieren..?-empece a preguntarme mientras, sentada, abrazaba mis piernas y ocultaba mi rostro en ellas para luego escuchar la voz de un chico que me pregunto que ocurría, no sabia si contestarle o no, estaba tan decaída en ese momento que no tenia ganas de hablar pues el estar gritando hace unos momentos hacia que ahora me doliese la garganta ademas de que aun sigo hundida en el llanto, pero bueno.. si alguien se ha molestado en preocuparse por mi no voy a ser tan maleducada como para ignorarlo-Estoy.. perdida..-intente decir pues me dolía la garganta como si estuviese enferma pero se que era algo temporal, intente limpiarme las lagrimas que resbalaban de mis ojos pero por mas que las limpiaba mas lagrimas seguían resbalando; pronto sentí como otra persona llego, era un chico un poco mas mayor que el que estaba ahora a mi lado, el intento calmarme con unas palabras reconfortantes seguido de un cálido abrazo, como si fuese un abrazo familiar, fraternal, yo al ser hija única jamas he recibido un abrazo así pero debo decir que me ayuda mucho en estos momentos en donde siento que estoy sola pero aun así esto incrementaba mi emoción e hizo que no parara de llorar-Wahh!! Mamá!! Papá!!-correspondí el abrazo del chico de alguna manera aferrándome a su brazo y ocultando mi rostro en el pues no quería que me viesen llorar, algo que no pasaba tan desapercibido por culpa de mi llanto.

Pronto escuche una nueva voz, esta no era de ningún niño o niña, era de un señor mayor, deje de ocultar mi rostro en el chico y voltee a ver tímidamente al señor que hablaba con nosotros pero al conocer la regla de ''no hablar con desconocidos'' hizo que ese señor me diera desconfianza y temblando me oculte en los dos chicos que habían venido a ayudarme ignorando por completo sus palabras, pronto note que el no estaba solo pues otros dos chicos lo acompañaban a el también-¿Es.. alguna clase de secuestrador de niños?-pensé aterrada para luego notar que uno de los niños que tenía el consigo se acerco a mi y me ofreció una paleta helada amarilla, algo derretida, pero eso no era lo que importaba en estos momentos, si no que me quería dar su paleta para consolarme, aun así no me sentía en confianza por lo tanto baje la mirada apenada y di unos pasos hacia atrás ocultándome nuevamente en los dos chicos que me estaban acompañando hasta escuchar el cumplido de aquel niño del helado, me había dicho que era bonita, eso hizo que dejara de ocultarme un momento y levantara la mirada mostrando mi atención en aquel niño-¿Enserio lo crees..?-mis ojos se llenaron de brillo después de haber estado llorando tanto para luego sentir como el otro chico que acompañaba al niño del helado y al anciano me tomaba del brazo y me jalaba como si quisiese que lo siguiera, inmediatamente yo me resistí y jale mi brazo para que no me llevara-¡Suéltame, me lastimas!-le grite con enojo pero que se notaba mi miedo y desconfianza en el llegando a soltarme y salir huyendo; no corrí demasiado pues me tope con otro señor que tenia pinta de ser doctor aunque su mirada me causo un tremendo miedo e hizo que después de que me invadiera el escalofrío diera unos pasos hacia atrás regresandome hacia el grupo de antes.

Pronto un estruendoso sonido se provoco en el cielo gris iluminándolo por un segundo y llamando la atención de los presentes, el cielo no estaba normal.. se veía bastante alterado-¿Que le esta ocurriendo a nuestro cielo?-pregunte temerosa viendo la escena; un sentimiento de preocupación me invadió al ver que las nubes grises que predominaban en el cielo se empezaron a agrietar como si de un huevo se tratase y cuando llego a un cierto punto exploto en una luz extraña que hizo que entre mas sonidos feroces empezaran a llover miles de criaturas diferentes, de distintos colores y tamaños, algunas muy tiernas y otras realmente aterradoras-¿Que es eso? ¿Son alienigenas?-me oculte detrás del chico mayor, aquel que me había abrazado como si fuese una clase de hermano mayor hasta que una voz chillona se metió entre nosotros apunto de explicarnos algo, al voltear a ver de donde provenía esa voz me di cuenta que venia del mismo señor con el que había chocado hace unos instantes, el no me causaba para nada confianza, al contrario.. me daba un cierto aire que me provocaba temor-¿Quien es el..?-su explicación tampoco fue algo bueno en mi opinión pues parecía ser, mas que un doctor, un científico loco que era el inventor de estas criaturas ''digimon''. Después de su explicación el invoco a un monstruo aun mas grande y feo que llevaba una boca justo abajo de su cuerpo y tenia 1.. 2.. 7 patas gigantes con filosas garras-¡Un monstruo.. Wahhh!!-el miedo hizo que volviera a llorar, incluso llegue a pensar que ese momento moriríamos a manos de ese feo monstruo malo, pero al parecer ese monstruo era una mascota del científico y a ordenes del mismo la mascota dio un gran salto desapareciendo de nuestra vista, haciendo que me calmara un poco-No entiendo nada..-voltee a ver a nuestros alrededores viendo como aquellos ''digimon'' que nos rodeaban peleaban entre si, se comían entre ellos mismos y crecían como si de una transformación se tratase.

De la nada apareció otro señor, este mucho mas joven que el anterior, y que no mostraba ningún tipo de locura en su mirada pero que aun así no debía confiarme mucho, por sus palabras el parecía estar en contra del científico loco y dijo que necesitaba la ayuda de nosotros para detenerlo-¿Nuestra ayuda? Pero.. ¿Como podríamos detenerlos nosotros? No lo entiendo..-pensé, no había esperanzas para nosotros, esa criatura.. la mascota del científico era enorme y nosotros siendo tan chiquitos no podríamos contra ella en un millón de años; el primero en contestar fue el chico de la paleta que acepto por una noble causa, el segundo fue el chico que jalo de mi brazo aceptando pero parecía que lo hacia solo porque parecía divertido-Yo.. yo también.. ayudare..-conteste insegura-¡Yo.. no quiero que el se salga con la suya, es un científico malo y debe ir a la cárcel!-dije con inocencia pero con determinación aunque en mi interior seguía teniendo miedo y me sentía insegura de mi decisión.

Después de ir a ayudarle ala niña mas chicos aparecieron para ayudarle, ella parecía muy tímida y callada, de pronto un tipo apareció de la nada despues de que una extraña bola en el cielo estallara y calleran muchos bichos raros que a mi me parecían algo tiernos pero al ver que se estaban comiendo entre ellos y creciendo, no pude evitar cerrar los ojos al ver algo que ami parecer era muy feo, luego ese doctor raro dijo unas palabras las cuales no entendí muy bien lo único que entendí fue que esas criaturas tenían el nombre de Digimons, después de eso fuimos donde el viejo de los helados después de que el tipo ese extraño se avía ido apareció otro que nos dio una explicación y que según lo que entendí el estaba contra el todo tipo que al parecer era como el malo, luego ese tipo que también portaba una bata de doctor nos dijo que si le queríamos ayudar a combatir al otro doctor y al ver que todos estaban aceptando y a mi parecer era una causa que lo merecía yo también al igual que ellos acepte, el tipo dijo otras palabras sobre artefactos y cartas y otras cosas que la verdad no entendí con exactitud a lo que se refería, luego de eso me volví y vi al cielo y la bola que tiro esos extraños bichos que como mencione al parecer llevaban el nombre de digimons ya no estaba y el cielo se estaba volviendo ala normalidad, pero esas criaturas aun seguían aquí, pero era muy extraño ya que no avía rastro de personas al rededor ni siquiera se escuchaban a los automóviles pasar, era como si no u viese nadie en el planeta ademas de nosotros era algo muy raro que me tenia muy asustado.

Termino la escuela llegue a mi casa me cambien, mientras estaba en mi casa digo a mi madre si puedo salir a jugar con mis amigo, en ese mmento mi madre muy exigente pero cariñosa me dice, claro adelante no ahi problema, no olvides venir para la cena, luego mientras estaba jugando la pelota con mis amigo, era el portero siempre atento a los reflejos, el señor que cuidaba el campo siempre nos observava, desde lejos, y siempre me decia que tendria una gran futuro como persona, yo le decia -por que no como jugador?-, el seños callado me miraba con una sonrisa, y me respondio, - no confies mucho en lo que haces, las cosas pueden cambiar dependiendo de como te comportes, recuerda no solo te fies de lo que te gusta sino de las posibilidades que ahi el destino es grande, lucha por lo que quieres no dejes nada, aunque sea por la mas minima moneda lucha por ella.-

Yo con la diciendole - prometo hacerlo seños nunca dejare de luchar-, el señor dijo - vas perdiendo eeh, recuerda lo que te dije lucha por tu victoria, lucha por quienes amas y quieres-, entrando a la cancha confiado y lleno de valor, empieso a jugar asta que en un momento determinado del partido, vamos empatados, mientras jugamos veo como el sol desaparece, y en ese momento metimos gol, mis compañeros gritando, luego veo, que mis compañeros empeisan a correr, miro al cielo y veo una tormenta, pero era distinto, asi que cuando iva a avisar al señor de que estavamos en peligro, encuentro ina nota diciendo, confio en ti se que puedes hacerlo con valos, en ese momento, veo un camio climatologico en la tormenta y decico hacercarme, desde lejos veo a dos niños, veo que tampoco tienen miedo me hacerco a ellos, y miro al cielo sorprendido, empieso a ver que algo esta pasando, con el cambio climatologico, en ese moemnto me junto con los niños, y esperamos a ver lo que pasa, sin preguntar nombres ni nada. al ver lo que decia el docutor nombarl en comparacion con el doctor loco, veo el esenario y no me gusta en ese momento decdo ayudar a salvar el mundo y mientras empieso a interactuar con los demas

¡Era algo espectacular! Lo que ocurria en medio de la plaza se podía resumir en una sola palabra: Inverosímil. Creerán que es una palabra grande para mi vocabulario pero no se dejen engañar por mi corta edad, mi padre paga maestros particulares para que tenga enseñanzas a parte del colegio. Si, es algo triste de escuchar porque obviamente esto me quita tiempo para criarme como un niño de mi edad pero yo sé que es una decisión acertada la que toma mi padre por mantener una gran preocupación por mi educación ya que estoy destinado a heredar su compañía y llevarla al auge máximo. Igualmente en este momento eso no va al caso.

La cosa es que el cielo totalmente oscurecido, como si fuera de noche pero sin luna ni estrellas, comenzó a llenarse agujeros donde se filtraban haces de luz y de ellos comenzaron a descender criaturas fantásticas de todo tipo. Era un espectáculo totalmente increíble que solo unos pocos niños estuvimos presenciando por unos minutos hasta que fuimos interrumpidos por la presencia de unas personas adultas vestidas de bata blanca como si fueran doctores o alguna clase de científicos, uno de ellos me hizo acordar a mi profesor de ciencias. El primero en aparecer parecía estar fuera de sus casillas y hablaba con un tono de voz muy chillante que sonaba muy molesto al momento de escucharlo. Explicó que lo que sucedía era una especie de creación realizada por él y que las criaturas que descendían del cielo eran nombradas como monstruos digitales, con las que pensaba conquistar el mundo. Yo simplemente me limite a escuchar atentamente lo que nos comentaba este tipo de gafas que comenzaba a sonar como todo un científico chiflado. Lo miraba con tremenda seriedad y mordiéndome fuertemente los dientes temía que hiciera algo que pudiera lastimar a algún niño presente, la necesidad de actuar y hacer algo correcto se estaba encendiendo en mi interior. Yo era obviamente el mayor de aquellos niños en el centro de la plaza y sentía la obligación de mantener a salvo al resto del grupo.

El científico que se presentaba como loco de remate convocó a una de esas criaturas se montó sobre ella y desapareció rápidamente volviendo a ascender junto a la criatura hacia el cielo, luego se cerró el firmamento. Como les comenté anteriormente apareció un segundo hombre vestido de bata blanca que parecía algo más serio que el anterior. Nos solicitó nuestra ayuda y todos aquellos otros niños que estaban ahí presentes aceptaron su propuesta, por mi parte dudé un rato pero luego sin titubearlo también acepté aferrándome fuertemente a la caja de madera que traía bajo el brazo y suspirando sutilmente.

Vi como todos hiban a ayudar esto seria algo genial pues queria un digimon,guarde el objeto que me dio el profesor y sali de la cueva,camine por todo el parque pero no encontre uno que me gustara....de pronto vi como una hoja se incendiaba era peligroso podria destruir toda la vegetacion hasta todo el parque,corri hacia aya pero no era una hoja quemandose....era un digimon muy pequeño,rojo,con una flamita en su cabeza era grandioso se veia fuerte jaja todos se ven a asi pero este digimon estaba con hambre me acerque a el un poco mas y el se voltio repentinamente,mirandome algo confuso-...A quien miras?-Sonrei un poco y me sente en el suelo alfrente de el -Hmmm te burlas de mi ?-vi como el digimon se ponia ala ofensiva no queria eso saque un chocolate de mi bolsillo me comi un pedazo y le deje uno al digimon-No me burlo de ti quiero que seas mi amigo...me llamo kenji y tu?-Vi como el digimon se comio el chocolate y se acerco a mi saltando a mis brazos-Me llamo Sunmon!,un gusto concerte y perdona mi actitud anterior,sere tu digimon....- al escuchar esas palabras solte una gran sonrisa tome al digimon y lo coloque en mi hombro mientras que me volvi a unir con el grupo y les dijeTengo el mio ahora que?

Uno a uno los demás niños que nos acompañaban también estuvieron aceptando, creo que era obvio que todos queríamos hacerle un bien a nuestro planeta y detener lo que estaba sucediendo justamente frente a nosotros.. esos animalitos.. se están matando los unos a los otros y puede que incluso lleguen a atacarnos a nosotros también.. ¡Tenemos que hacer algo para detener toda esta masacre!-Yo no soporto mas ver esto..-murmure algo asustada pero frustrada porque mi idea de que no podía hacer nada seguía en pie, ¿Que podríamos hacer unos niños como nosotros contra esas criaturas que están creciendo conforme van matando otras? Al parecer la solución era mas que sencilla, según las palabras del doctor o científico que estaba dispuesto a ayudarnos teníamos que aliarnos con los llamados ''Digimon'' para poder vencer-Co..conseguir un digimon..?-no me agradaba mucho la idea, pues voltee a ver a las criaturas que se estaban haciendo añicos y aquellas que parecían ser lindos e indefensos pronto cambiaban de forma a una que indicaba todo lo contrario, lo que hacia estremecerme-N-no! no quiero!-me negué temblando, dando unos pasos hacia atrás hasta topar con las piernas de la señora que nos había estado explicando con palabras fáciles lo que eran los digimon.

A todos los demás les entregaron un aparato que al parecer servia para capturar a un digimon, o algo así, yo por el contrario no recibí nada por el simple echo de que no quería tener una de esas cosas a lado mio pues.. ¿Quien sabe? en un descuido el digimon puede ponerse en contra mía y hacerme desaparecer como hace desaparecer a los otros-¿No vas a conseguir tu digimon?-me pregunto la señorita que noto rápidamente mi miedo-N-no! son feos y malos! no quiero juntarme con ninguno de ellos-dije volteando a ver a las feas criaturas, notando a la ves que dos de los niños ya se habían apresurado a ir por sus digimon-¿Ellos no tienen miedo..? o son muy imprudentes o.. son realmente valientes..-baje la mirada-..quisiera también poder ser mas valiente.. ¡Pero no puedo..!-suspire fastidiada por mi forma de ser.

La chica se me quedo mirando pensante, como si estuviera buscando algo que hacer conmigo, hasta que finalmente me pregunto-Entonces.. ¿Tu no quieres tener ningún compañero digimon, cierto?-a su pregunta, sin pensarlo dos veces, negué con la cabeza una y otra vez pues no les tenia confianza a esas criaturas-..Bueno.. el doctor y yo hemos estado trabajando en un dispositivo un poco mas especial, similar a los que tienen ahora tus amigos, pero con otra característica que lo predomina-ladee la cabeza al escuchar eso.. ¿que es predominar?-¿Todavía quieres ayudar?-por alguna razón sentí que este era mi momento de seguir con esto o poder irme de aquí pero.. no se si quiera irme.. debo admitir que se me hace una idea emocionante el ir a combatir a ese digimon feo y al científico loco pero.. ¿Estaré lista..?-Si no lo intento jamas lo sabre..-pensé apretando mis puños con determinación-¡Si, si quiero!-finalmente respondí con una mirada decida a mi respuesta, a lo que la señora sonrió y saco de su bolsillo un dispositivo diferente al que le habían dado a los demás chicos, este era mas grande y tenia una figura muy diferente-¿Que hace esto?-voltee a verla con curiosidad empezando a aplanar los botones-No tienes que hacer nada para prenderlo, este dispositivo se activara solo cuando encuentres a tu digimon-un momento.. ¿¡No que yo no tendría compañero!?-¡¡Oiga.. usted es una mentirosa!!-hice un puchero enfadada por haber sido engañada a lo que la chica se rió-No te estoy mintiendo, ya veras de lo que estoy hablando, ahora ve y elige a tu digimon-dijo señalando hacia donde se encontraban las criaturas.

Estaba bastante enfadada pero bueno.. dije que quería ayudar y eso era verdad así que aun con esa expresión enfadada en el rostro me aproxime hacia donde se encontraban los digimon, poco a poco mi expresión comenzó a tornarse asustada al pasar por los digimon peleando con ataques especiales y físicos que hacían que me asustara por miedo de que sin querer me llegara a dar uno a mi-No se.. que digimon escogeré..-pensé aun temblando, sintiendo como mis manos se tornaban frías por el miedo, pero en ningún momento solté aquel dispositivo cuando de pronto vi un digimon rosado y gordito que me llamo la atención-¿Huh?-me acerque a el-¿Hola? Mi.. mi nombre es Reina Ryuugu.. ¿Como te llamas?-creo que empece a superar mi miedo cuando el digimon volteo, tenia una cara bastante simpática y linda-Yo soy Tokomon-en ese momento abrio su boca grande-¡Holaaa..!-su boca estaba repleta de colmillos que hicieron ponerme la ''carne de gallina''-AHHHH!!-salí corriendo lejos de el asustada deteniéndome cuando frente a mi se encontraban mas digimon peleando-AHHH!!-me di la vuelta y seguí corriendo, encontrándome nuevamente con otra pelea, creo que estaba a punto de desfallecer pero por suerte encontré un árbol en el que pude recargarme de espaldas esperando a calmarme un poco-..Definitivamente.. ¡No quiero ningún compañero digimon!-me deje resbalar por el tronco del árbol cayendo sentada en el suelo, cubriéndome con ambas manos el rostro-¿Porque estas así? ¿Tienes miedo?-me pregunto la voz de lo que parecía ser una chica, o al menos así sonaba la voz, no era la doctora porque era muy diferente el tono de voz y.. que yo recuerde este lugar estaba solo refiriéndonos a adultos ¿Quien sera aquella voz?-No!-respondí de berrinche sin dejar de cubrirme el rostro-Si no tienes miedo.. ¿Porque estas temblando?-por alguna razón esa pregunta me molesto mas-¡No estoy temblando, déjame sola!-deje de cubrirme los ojos y voltear a ver con quien sea que estaba hablando, notando que efectivamente no era un adulto si no una mujer zorro, o al menos así se veía-..¡Un monstruo!-intente escapar pero ella se coloco frente a mi como si se hubiese teletransportado, o mas bien.. se movió bastante rápido-Así que.. ¿No tienes miedo?-me volvió a preguntar, creo que ahora era bastante obvia mi mentira-No.. no me vas a hacer daño ¿Cierto?

- Aunque eso quisiera no podría-no entendí su respuesta.. ¿Osea que si me hará daño? ¿O no? ¡No usen frases raras conmigo!-Yo soy Renamon-se arrodillo frente a mi mostrando su respeto-..a sus ordenes..-bajó la mirada como esperando aceptación-¿Eh? ¿Renamon? Es un nombre bastante raro.

- Es un nombre bastante común considerando que soy un digimon-Eh.. ¿Es un digimon?-¡A mi no me agradan los digimon, déjame sola!-le grite con obvia furia pero ella no se inmuto en ningún segundo-No puedo irme, sigo el resplandor del digivice que portas en tus manos, y que ahora esta ligado a tu espíritu-¿De nuevo con frases raras?-Si lo que te mantiene aquí es este aparatito, entonces quedatelo, yo no lo quiero!-se lo lance pero extrañamente la atravesó como si ese digimon fuera un fantasma-¿Eh?

- No deberías hacerle ese daño al digivice, es un dispositivo muy frágil y a la ves muy especial-no entendí lo que dijo, pero.. ya van dos veces que me dicen que ese aparato era especial.. creo que tiene razón y no debería tirarlo ni maltratarlo, así que me acerque a este y lo volví a tomar limpiándolo de la tierra que había tomado con la caída-¿Que es lo que quieres?-le pregunté después de terminar de limpiarlo-No quiero nada, mas que pelear junto a ti-¿Uh? ¿Quiere decir..?-¿Quieres ser mi compañero digimon?-ladee la cabeza esperando su respuesta-..Algo así-¿Algo así? Oh bueno.. creo que ya tengo mi compañero-Excelente, ¿dices que no me puedes hacer ningún daño verdad? Entonces vamos-dicho esto me levante del suelo y me dirigí alegremente hacia donde se encontraban los demás niños-¡Ya encontré mi digimon! ¡Ya tengo mi digimon!-exclame feliz al llegar con ellos-..Reina, ellos no me pueden ver..-intento decirme pero estaba tan feliz que no le preste atención.