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El descubrimiento de las ruinas del Monasterio Draco, tallado en lo alto de una desolada montaña en el valle de los dragones, ha despertado un gran interés por todo el Digimundo. Principalmente porque según los tallados de la pared exterior dentro de las ruinas se encuentra un obre mágico que contiene en su interior la data y poder del treceavo Royal Kinght, la cual sera dada a quien reclame dicho objeto. Según la historia grabada en los murales, el obre fue dejado allí por el mismo Royal Kinght en caso de que su poder sea necesario para derrotar al mal que se alce en el futuro...por desgracia semejante premio también a llamado la atención de quienes usarían el poder para sus propias metas egoístas. Por lo que esta aventura ahora se a vuelto una carrera por ver quien consigue el gran premio.
6 meses despues de la ultima carrera, un BanchoLeomon reune al viejo equipo de organizacion para dar un nuevo espectaculo, pero en esta carrera, el misterioso patrocinador ha enviado a un "Aspirante a Campeon" con un extraño y unico Digivice. ¿Que es lo que sucedera a lo largo del evento y como funciona este nuevo digivice?.
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-Skin hecho por Hardrock de The Captain Knows Best.
-Imagenes realizadas por Runari Wildy
y Sigrun Vinter
-Imagenes realizadas por Runari Wildy
y Sigrun Vinter
Laderas peligrosas[Misión Ingrid]
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Laderas peligrosas[Misión Ingrid]
Las tierras prehistóricas te dieron la bienvenida extendiéndose ante ti, salvajes, llenas de rugidos lejanos de digimon dinosaurios: desde luego, no era el lugar más agradable del digimundo. El calor parecía ser el aliento que respiraba aquella tierra llena de piedrecitas, que temblaban de vez en cuanto al paso de algún digimon dinosaurio muy grande.
A lo lejos, sobre os acantilados podías apreciar grupo de Tyranomons, rugiendo al sol del atardecer. Estabas cerca de tu destino, de lo que te había llevado hasta aquel lugar tan inhóspito.
Al parecer, los Drimogemon estaban muy nerviosos según tus informaciones, y tú debías descubrir el porqué. Te preguntabas en qué se basaban para saber eso, puesto que según los que te encomendaron la misión "ni siquiera querían ver a nadie".
Seguiste caminando. Estabas cerca del lugar donde esos digimons vivían. La ladera del acantilado, apareció ante ti, llena de rocas afiladas, en la cual se encontraba la entrada a los túneles que estos digimon cavaban. Pero no pudiste evitar sorprenderte al ver que había tantísimos agujeros hechos en la roca que eso parecía ser incapaz de sostenerse, había más vacío que tierra, y no había que saber mucho de túneles para adivinar que de seguir con esa excavación compulsiva, se formaría un gran desprendimiento. Aquello era un trabajo de titanes, y te parecía imposible que un Drimogemon en su sano juicio pudiera excavar tanto en tan poco tiempo.
Oíste un ruido. Te llegaba el sonido de alguien arrrastrando a algo, jadeante...
¿Te quedarías allí, o te esconderías?
Objetivo:Destruir qué les ocurre a los Drimogemon de la zona.
A lo lejos, sobre os acantilados podías apreciar grupo de Tyranomons, rugiendo al sol del atardecer. Estabas cerca de tu destino, de lo que te había llevado hasta aquel lugar tan inhóspito.
Al parecer, los Drimogemon estaban muy nerviosos según tus informaciones, y tú debías descubrir el porqué. Te preguntabas en qué se basaban para saber eso, puesto que según los que te encomendaron la misión "ni siquiera querían ver a nadie".
Seguiste caminando. Estabas cerca del lugar donde esos digimons vivían. La ladera del acantilado, apareció ante ti, llena de rocas afiladas, en la cual se encontraba la entrada a los túneles que estos digimon cavaban. Pero no pudiste evitar sorprenderte al ver que había tantísimos agujeros hechos en la roca que eso parecía ser incapaz de sostenerse, había más vacío que tierra, y no había que saber mucho de túneles para adivinar que de seguir con esa excavación compulsiva, se formaría un gran desprendimiento. Aquello era un trabajo de titanes, y te parecía imposible que un Drimogemon en su sano juicio pudiera excavar tanto en tan poco tiempo.
Oíste un ruido. Te llegaba el sonido de alguien arrrastrando a algo, jadeante...
¿Te quedarías allí, o te esconderías?
Objetivo:Destruir qué les ocurre a los Drimogemon de la zona.
- Prueba de Rol :ADigi Puntos :183Nivel On Rol :Beast SpiritInventario :
Yatterwa
Re: Laderas peligrosas[Misión Ingrid]
Laderas Peligrosas
Luego de conocer a ese raro pero agradable chico en la Zona D, decidí hacer caso a Mushroomon de hacer una misión. No fue difícil pedir la misión, y de inmediato nos dieron una ubicación y objetivo. El lugar a donde teníamos que ir era la Zona Prehistórica. Esta zona era algo parecido a un desierto rocoso donde habitaban Digimons parecidos a dinosaurios. Ya con saber que era parecido a un desierto no me gustaba la idea, pero decidí ir de todas formas. Mushroomon parecía estar emocionado, o eso me decía su expresión en la cara. Tomamos un trailmon para llegar más rápido en vez de caminar. Ahora que aprendí sobre los "digi-trenes", como les digo yo, no caminaré mucho.
Llegamos a la estación de la Zona Prehistórica. Pensaba que iba a hacer más calor, pero lo podía soportar. Cuando bajamos del tren lo primero que vi fue una manada de Digimons similares a Triceratops. Era magnífico ver a esos Digimons, pero no quería perder mucho tiempo por lo que los ignoré. Era maravilloso y a la misma vez algo escalofriante ver a esos Digimons. Cada muy poco podía ver un Digimon de aspecto enorme pasando relajadamente, como por ejemplo un Spinomon, Tuskmon, etc.
Ya era el crepúsculo, a lo lejos se veía otra manada de Digimons, pero esta ves de unos Tyranomons. Rugían mientras observaban como el sol se iba ocultando. Estabamos algo cansados pero decidimos continuar. Nos acercamos un poco más a los Tyranomons para verlos más de cerca. Era grandioso, pero tuvimos que salir corriendo por que uno pareció que se ofendió. Mushroomon, como siempre, quería pelear pero lo tome del brazo sin dejarle hacer movimiento alguno. Obviamente él se enfado conmigo, pero yo le contesté:
-No vinimos acá para pelear, venimos hacer una misión- -¡Yo decido lo que yo quiero!- dijo Mushroomon. No quería discutir por lo que me quedé callada y continuamos caminando.
La ladera era gigantesca y en ella había rocas puntiagudas más miles de agujeros. Sentía algo de vértigo ver que teníamos que luchar ahí. No obstante escuché un ruido de alguien arrastrándose detrás nuestro. Rápidamente giré para ver quien o que era.
Llegamos a la estación de la Zona Prehistórica. Pensaba que iba a hacer más calor, pero lo podía soportar. Cuando bajamos del tren lo primero que vi fue una manada de Digimons similares a Triceratops. Era magnífico ver a esos Digimons, pero no quería perder mucho tiempo por lo que los ignoré. Era maravilloso y a la misma vez algo escalofriante ver a esos Digimons. Cada muy poco podía ver un Digimon de aspecto enorme pasando relajadamente, como por ejemplo un Spinomon, Tuskmon, etc.
Ya era el crepúsculo, a lo lejos se veía otra manada de Digimons, pero esta ves de unos Tyranomons. Rugían mientras observaban como el sol se iba ocultando. Estabamos algo cansados pero decidimos continuar. Nos acercamos un poco más a los Tyranomons para verlos más de cerca. Era grandioso, pero tuvimos que salir corriendo por que uno pareció que se ofendió. Mushroomon, como siempre, quería pelear pero lo tome del brazo sin dejarle hacer movimiento alguno. Obviamente él se enfado conmigo, pero yo le contesté:
-No vinimos acá para pelear, venimos hacer una misión- -¡Yo decido lo que yo quiero!- dijo Mushroomon. No quería discutir por lo que me quedé callada y continuamos caminando.
La ladera era gigantesca y en ella había rocas puntiagudas más miles de agujeros. Sentía algo de vértigo ver que teníamos que luchar ahí. No obstante escuché un ruido de alguien arrastrándose detrás nuestro. Rápidamente giré para ver quien o que era.
Alaka'i Kahanamoku
Re: Laderas peligrosas[Misión Ingrid]
Al girarte viste cómo algo salía de uno de los agujeros.
Cuando salieron al exterior, pudiste ver que eran dos Drimogemon, uno llevando a otro casi a rastras, puesto que estaba desfallecido; jadeaba, y tenía la mirada perdida, al parecer las fuerzas que le quedaban eran tan pocas que ni siquiera podía andar por sí mismo.
- Sólo estás algo cansado... - su compañero, a pesar de decir esto, tampoco parecía estar mucho mejor; aunque no tuviera la mirada perdida sus ojeras eran considerables y caminaba como un robot de juguete, automático y sin vida. Dejó a su compañero en el suelo con delicadeza y le dijo, mientras le daba una palmadita en el lomo-Descansa un poco. Pero vuelve pronto: es razonable pero... - se interrumpió a sí mismo al ver que el exhausto digimon asentía.
Entonces se percató de vuestra presencia. No os atacó, pero si mirada os decía que no le gustaba veros por ahí.
-¿Quienes sois y qué hacéis aquí? Bah, como sea, largaos. Estamos muy ocupados.
Cuando salieron al exterior, pudiste ver que eran dos Drimogemon, uno llevando a otro casi a rastras, puesto que estaba desfallecido; jadeaba, y tenía la mirada perdida, al parecer las fuerzas que le quedaban eran tan pocas que ni siquiera podía andar por sí mismo.
- Sólo estás algo cansado... - su compañero, a pesar de decir esto, tampoco parecía estar mucho mejor; aunque no tuviera la mirada perdida sus ojeras eran considerables y caminaba como un robot de juguete, automático y sin vida. Dejó a su compañero en el suelo con delicadeza y le dijo, mientras le daba una palmadita en el lomo-Descansa un poco. Pero vuelve pronto: es razonable pero... - se interrumpió a sí mismo al ver que el exhausto digimon asentía.
Entonces se percató de vuestra presencia. No os atacó, pero si mirada os decía que no le gustaba veros por ahí.
-¿Quienes sois y qué hacéis aquí? Bah, como sea, largaos. Estamos muy ocupados.
- Prueba de Rol :ADigi Puntos :183Nivel On Rol :Beast SpiritInventario :
Yatterwa
Re: Laderas peligrosas[Misión Ingrid]
Cada vez había más oscuridad. El clima comenzaba a ponerse frío y violento. Era raro, ya que hacía instantes era cálido. Ya se podía distinguir claramente la luna y se veía un par de estrellas solas. Aún tenía puestos mis anteojos ya que el viento levantaba mucha arena, aunque parecía ser que eso sólo ami me pasaba porque Mushroomon veía genial. Ya no se veían muchos Digimons alrededor como antes. Estábamos casi en la cornisa de la ladera, pero estábamos bien. Una brisa fría tocó todo mi cuerpo. Me agarro escalofrío, más por que estaba vestida para un día caluroso que por un día fresco. No había calculado la hora cuando salimos. Parecía una loca: Vestido y pantalones cortos y anteojos de sol en plena noche fría, nada más me faltaba el gorro de paja.
Esos ruidos de arrastre que se escuchaban a espaldas nuestras eran dos Drimogemon. Ambos mal heridos pero uno peor que otro. Estos Digimons eran grandes, de color violeta en la parte superior y blanca en la parte inferior con un gran cuerno entre los ojos. Sus iris eran azules y brillosos. Caminaban en dos patas y eran peludos. Cuando el Drimogemon que podía caminar apoyó a su compañero en el suelo le dedicó unas palabras. Luego nos miró de manera nada linda y se puso agresivo. Temía que Mushroomon respondiese de la misma manera. Pero no, en cambio respondió amablemente tratando de ayudar a los Digimons heridos
-¿Qué sucedió? ¿Quién lo hizo?- Estaba sorprendida ya que podía notar la tristeza y furia de Mushroomon, era la primera vez que lo veía así. Él quería enserio solucionar ese problema, y eso me gustaba.
-Queremos ayudar, de verdad- dije mientras sacaba mi Digivice y se los mostraba a los Drimogemon –Somos un equipo. Nos hemos enterado de que algo sucedia con ustedes. Nos enviaron desde la Zona D para solucionarlo-.
OFF: Lo siento si es corto, estoy mal de imaginación :|
Esos ruidos de arrastre que se escuchaban a espaldas nuestras eran dos Drimogemon. Ambos mal heridos pero uno peor que otro. Estos Digimons eran grandes, de color violeta en la parte superior y blanca en la parte inferior con un gran cuerno entre los ojos. Sus iris eran azules y brillosos. Caminaban en dos patas y eran peludos. Cuando el Drimogemon que podía caminar apoyó a su compañero en el suelo le dedicó unas palabras. Luego nos miró de manera nada linda y se puso agresivo. Temía que Mushroomon respondiese de la misma manera. Pero no, en cambio respondió amablemente tratando de ayudar a los Digimons heridos
-¿Qué sucedió? ¿Quién lo hizo?- Estaba sorprendida ya que podía notar la tristeza y furia de Mushroomon, era la primera vez que lo veía así. Él quería enserio solucionar ese problema, y eso me gustaba.
-Queremos ayudar, de verdad- dije mientras sacaba mi Digivice y se los mostraba a los Drimogemon –Somos un equipo. Nos hemos enterado de que algo sucedia con ustedes. Nos enviaron desde la Zona D para solucionarlo-.
OFF: Lo siento si es corto, estoy mal de imaginación :|
Alaka'i Kahanamoku
Re: Laderas peligrosas[Misión Ingrid]
-¡Nadie puede ayudarnos! ¡Así que volveos a vuestros asuntos, y alejad las narices de esto! ¡Tenemos suficiente con los nuestro!
Por lo hostil que sonó y la posición que adoptó, parecía dispuesto a luchar. Sin embargo, su amigo lo miró, entre rogándole y regañándole, así que se limitó a cruzarse de brazos y quedarse callado, con gesto contrariado.
-Disculpadle. Está algo tenso - arrastraba el tono de voz, y a pesar de estar magullado y cansado, sus ojitos azulados brillaban ante la idea de que alguien venía a ayudarles-¿De...veras intentaréis ayudarnos?¡Muchas gracias!-hizo lo posible por sonar alegre a pesar del cansancio.
Se reincorporó con la ayuda del otro, temblando. Consiguió sentarse, aunque se bamboleaba tanto como el péndulo de un reloj, sin duda, por no ser capaz de mantener el equilibrio; sin duda, parecía estar disfrutando de los rayos de la luna y la brisa fresca, incluso fría de la noche.
-Llevamos excavando tanto tiempo sin parar... no sabemos para qué y es... horrible. Excavamos, excavamos, y excavamos; hacía días que no podía recordar cómo era estar al aire fresco.
Su compañero le dio una palmada, instándole a que se tranquilizase, volviendo hacia la ladera, que, en mitad de la noche parecía un monstruo de mil ojos oscuros y cenagosos.
¿Cuánto tiempo habían pasado así?Tenía que ser mucho, si unos digimon cuyo hábitat eran los túneles extrañaban el aire fresco.
-Era de esperar que la ladera quedase así. Podría producirse un desprendimiento en cualquier momento, y el derrumbe de una ladera tan grande podría arrastrar a la tierra que sujeta - explicó el más rudo de ellos con gesto preocupado. Te fijaste que en lo alto de la ladera, se extendía un gran trozo de tierra, como una colina cortada por la mitad, y que su base, que era la ladera estaba tan poco firme como una estatua de hielo al sol. A ese paso, un desprendimiento en cadena sería inevitable- Si entrais, evitad que os vean. Si le subestimáis como hizo el otro... sí, ese pobre Agumon habrá acabado en la celda junto con los que se negaron a colaborar, incluyendo al capataz.
El otro Drimogemon dormía profundamente. El que al principio os miraba tan enfadado, añadió:
-Si os atrapan, yo no os he visto, ¿vale? Aunque... os pido por favor que nos ayudeis.Yo no sé cuánto más aguantaré. Ni yo ni ninguno de los que están en el túnel
Por lo hostil que sonó y la posición que adoptó, parecía dispuesto a luchar. Sin embargo, su amigo lo miró, entre rogándole y regañándole, así que se limitó a cruzarse de brazos y quedarse callado, con gesto contrariado.
-Disculpadle. Está algo tenso - arrastraba el tono de voz, y a pesar de estar magullado y cansado, sus ojitos azulados brillaban ante la idea de que alguien venía a ayudarles-¿De...veras intentaréis ayudarnos?¡Muchas gracias!-hizo lo posible por sonar alegre a pesar del cansancio.
Se reincorporó con la ayuda del otro, temblando. Consiguió sentarse, aunque se bamboleaba tanto como el péndulo de un reloj, sin duda, por no ser capaz de mantener el equilibrio; sin duda, parecía estar disfrutando de los rayos de la luna y la brisa fresca, incluso fría de la noche.
-Llevamos excavando tanto tiempo sin parar... no sabemos para qué y es... horrible. Excavamos, excavamos, y excavamos; hacía días que no podía recordar cómo era estar al aire fresco.
Su compañero le dio una palmada, instándole a que se tranquilizase, volviendo hacia la ladera, que, en mitad de la noche parecía un monstruo de mil ojos oscuros y cenagosos.
¿Cuánto tiempo habían pasado así?Tenía que ser mucho, si unos digimon cuyo hábitat eran los túneles extrañaban el aire fresco.
-Era de esperar que la ladera quedase así. Podría producirse un desprendimiento en cualquier momento, y el derrumbe de una ladera tan grande podría arrastrar a la tierra que sujeta - explicó el más rudo de ellos con gesto preocupado. Te fijaste que en lo alto de la ladera, se extendía un gran trozo de tierra, como una colina cortada por la mitad, y que su base, que era la ladera estaba tan poco firme como una estatua de hielo al sol. A ese paso, un desprendimiento en cadena sería inevitable- Si entrais, evitad que os vean. Si le subestimáis como hizo el otro... sí, ese pobre Agumon habrá acabado en la celda junto con los que se negaron a colaborar, incluyendo al capataz.
El otro Drimogemon dormía profundamente. El que al principio os miraba tan enfadado, añadió:
-Si os atrapan, yo no os he visto, ¿vale? Aunque... os pido por favor que nos ayudeis.Yo no sé cuánto más aguantaré. Ni yo ni ninguno de los que están en el túnel
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Yatterwa
Re: Laderas peligrosas[Misión Ingrid]
Nuevamente el Drimogemon reaccionó agresivamente. No tenía miedo de atacarnos y matarnos. Podía sentir su furia y cansancio, y algo me dice que esta misión no va a ser fácil. Mushroomon, aunque no tenía ganas de pelear, sé que estaba dispuesto a defenderme. Pero el otro Drimogemon lo interrumpió: Lo estaba tranquilizando. Sus ojos se iluminaron de esperanza, algo que me emocionó. Para estar seguro pregunto si de verdad íbamos a ayudarlo, y yo asentí con la cabeza. Nos agradeció lo más agradable que pudo ya que estaba muy cansado. No me quiero imaginar lo que pasan estos Digimons si ni siquiera puedan hacer una sonrisa. Se sentó en el suelo con la mayor ayuda posible pero se quedo mirando la luz lunar. Luego nos dijo algo: Que llevaban mucho tiempo excavando mas no saben para que es; Dicen que es horrible y que llevan muchos días excavando consecutivamente. Luego el otro Digimon le hizo unas palmaditas al que estaba hablando para tranquilizarlo. Observé que miraba hacia la ladera. Tenia forma parecida a la cara de una araña mutante gigante de muchos ojos. Era escalofriante. Luego nos dio unos consejos para cuando entremos: No tenemos que ser vistos. Y luego mencionó a un Agumon que había sido atrapado. “Si os atrapan, yo no os he visto, ¿vale? Aunque... os pido por favor que nos ayudeis.Yo no sé cuánto más aguantaré. Ni yo ni ninguno de los que están en el túnel” fue su última oración antes de alejarnos un poco de ellos.
Estábamos decididos a salvar a los Drimogemon, a que ninguno de estos Digimons vuelva a sufrir. Nos quedamos afuera un rato intermedio para ver si salía algún Digimon más, pero no. Suspiramos y comenzamos a entrar a una de las cuevas o túneles. El principio era chico, no podía estar parada, pero a medida que iba bajando se agrandaban cada vez más. Eran redondos y bien simétricos, además de oscuros. Iba alumbrando con mi Digivice, aunque su luz era pequeña. Unos ruidos de mi imaginación hacía ese lugar más tenebroso.
-Mejor déjame ir a mí primero- dijo Mushroomon y yo asentí con la cabeza, dejándole algo de espacio para que pase por al lado mío.
Ver varias películas de terror me hicieron mal en la cabeza ya que sentía voces que me llamaban, pero sé que solamente es mi imaginación por que en mi casa también sucede. Solo hay una diferencia, en mi casa está mi hermano para consolarme o sufrir conmigo, y en cambio acá no. Mushroomon a veces remplazaba un poco a mi hermano, y esta vez me agarraba de la mano cada tanto para saber que él me protegerá, algo que me aliviaba bastante.
Estábamos decididos a salvar a los Drimogemon, a que ninguno de estos Digimons vuelva a sufrir. Nos quedamos afuera un rato intermedio para ver si salía algún Digimon más, pero no. Suspiramos y comenzamos a entrar a una de las cuevas o túneles. El principio era chico, no podía estar parada, pero a medida que iba bajando se agrandaban cada vez más. Eran redondos y bien simétricos, además de oscuros. Iba alumbrando con mi Digivice, aunque su luz era pequeña. Unos ruidos de mi imaginación hacía ese lugar más tenebroso.
-Mejor déjame ir a mí primero- dijo Mushroomon y yo asentí con la cabeza, dejándole algo de espacio para que pase por al lado mío.
Ver varias películas de terror me hicieron mal en la cabeza ya que sentía voces que me llamaban, pero sé que solamente es mi imaginación por que en mi casa también sucede. Solo hay una diferencia, en mi casa está mi hermano para consolarme o sufrir conmigo, y en cambio acá no. Mushroomon a veces remplazaba un poco a mi hermano, y esta vez me agarraba de la mano cada tanto para saber que él me protegerá, algo que me aliviaba bastante.
Alaka'i Kahanamoku
Re: Laderas peligrosas[Misión Ingrid]
Caminaste, iluminando los oscuros túneles con tu digivice, bajando pendientes y galerías de roca, que se agrandaban y perfilaban cada vez con una forma circular más perfecta, como si hubiera sido trabajado con mucho mimo. Llegado un punto, pudiste ver pequeños focos de luz a lo largo de los túneles, que provenían de una especie de hongos fluorescentes que dejaban la estancia en una semi penumbra, casi agradable si exceptuabas el hecho de que no se oía otra cosa que un ruido tremendamente típico de las películas de miedo, que se mezclaron con las voces que te llamaban. Era, el arrastrar muy lejano de cadenas y no, no era imaginación tuya; lejos, muy distante, pero se arrastraba como una serpiente hasta vuestros oídos.
De todas formas, te sería imposible comprobarlo de momento. Notaste que las galerías y túneles, comenzaban a alternarse con pequeñas estancias lisas, como una zona de descanso entre túnel y túnel. El calor que emanaba del suelo de ellas te ayudaba a combatir el frío cada vez más acusado que sentías en las galerías, y probablemente los Drimogemon lo usaban con el mismo fin. Y aunque la gente imaginase que las entrañas de la tierra eran ardientes, éstas al menos, eran tan frías como la noche en los desiertos. La polifreración de estas setitas luminosas era mayor cuanto más bajabas, así que la oscuridad total no te envolvía.
Esta vez el ruido te abofeteó en la cara. Una voz chillona de mujer te llegó a los oídos y si te asomases a la escena, podrías ver que en una de las descritas zonas de descanso, una BlackGatomon, con el rostro adornado con una sonrisa cruel estaba rodeada de unos Demidevimon. Sus patas oprimían las alas de una Biyomon, a la que habían obligado a ponerse de rodillas. Observaste que ya comenzaba a haber distintos túneles, en este caso tres; uno al norte, otro al este y otro al oeste. Sin embargo, aquella compaña te cortaba el camino.
-...una intrusa. No nos gustan los intrusos. Y menos los que se comportan como tú. Es una verdadera desgracia que te hayas cruzado conmigo, mi jefe simplemente te metería en el calabozo pero yo, voy a matarte-estaba diciendo la BlackGatomon.
-¡No me da miedo nadie que abusa de otros digimon así!-exclamó la Biyomon desafiante.
-Así que tenemos a una rebelde, ¿eh? No importa, pajarito, me dedicaré a desplumarte, lenta y dolorosamente... y aunque mi jefe no lo aprobaría y me castigaría por ello, no se enterará- la garra del BlackGatomon comenzó a bajar por el cuello de Piyomon, y luego se acercó para susurrarle- No lo hará porque me voy a encargar de que no quede rastro de ti.
La Piyomon permaneció impasible y esto enojó a su enemiga, que la abofeteó con fuerza. Si no estuviera sujetada y de rodillas, la habría tirado al suelo. Tras esto, la BlackGatomon se perdió por el túnel norte, no sin antes dar la sentencia: ¡Matadla!
Los siguientes hechos se produjeron con tal rapidez que te sorprendieron. Piyomon, se zafó de aquellos que la sujetaban fácilmente y emprendió vuelo, con intención de seguir a la gata. Pero los Demidevimon, también alzaron vuelo, y comenzaron a rodearla golpeándola con sus cuerpos y arañándola con sus garras en una horrible espiral; el batir de sus alas era ttan intenso que ahogaban los gritos horroroizados de la Piyomon que eran escalofriantes por el dolor y el miedo. Varias plumas rosas cayeron al suelo, y otras se quedaban en las garras de los Demidevimon con trozos de piel. El castigo no duró más de cinco segundos que se hicieron eternos por la brutalidad del momento para ella a juzgar de los griuutos mezclados con sollozos.
Luego la Piyomon cayó al suelo con un golpe sordo sin ser capaz de moverse; su aspecto era horrible puesto que había zonas de su cuerpo de las cuales sólo se veían piel, plumas rotas y marcas de profundos arañazos.
Los Demidevimon siguieron en aquel huracán, como si estuvieran atontados, puesto que se golpeaban entre sí y se arañaban sin ser conscientes que su objetivo estaba ya en el suelo, intentando arrastrarse. En un intento de sacar fuerzas de la flaqueza, la Piyomon se puso de pie; si no escapaba en ese instante, probablemente la mantarían.
Grave error. Teniendo el cuenta el estado atontado de los Demidevimon si seguían así se acabarían matando entre sí. Pero al levantarse su objetivo, se percataron de dónde tenían que atacar, y ahora, todos se giraron, para volver a infligir aquel huracán que esta vez sería mortal. Lo bueno -si es que había algo en esta situación- era que, tenías el camino despejadfo si querías tomar el túnel de lado este sin que se percataran, puesto que estarían demasiado ocupados convirtiendo a la Piyomon en un cadáver.
Aunque eran una docena de ellos, algunos estaban heridos por aquella locura. Podías considerar enfrentante a ellos, sin embargo, seguían siendo doce, aunque actuasen en una actitud de bandada, y sería un reto. Quizás podrías aprovechar su comportamiento para equilibrar la balanza a tu favor.
De todas formas, te sería imposible comprobarlo de momento. Notaste que las galerías y túneles, comenzaban a alternarse con pequeñas estancias lisas, como una zona de descanso entre túnel y túnel. El calor que emanaba del suelo de ellas te ayudaba a combatir el frío cada vez más acusado que sentías en las galerías, y probablemente los Drimogemon lo usaban con el mismo fin. Y aunque la gente imaginase que las entrañas de la tierra eran ardientes, éstas al menos, eran tan frías como la noche en los desiertos. La polifreración de estas setitas luminosas era mayor cuanto más bajabas, así que la oscuridad total no te envolvía.
Esta vez el ruido te abofeteó en la cara. Una voz chillona de mujer te llegó a los oídos y si te asomases a la escena, podrías ver que en una de las descritas zonas de descanso, una BlackGatomon, con el rostro adornado con una sonrisa cruel estaba rodeada de unos Demidevimon. Sus patas oprimían las alas de una Biyomon, a la que habían obligado a ponerse de rodillas. Observaste que ya comenzaba a haber distintos túneles, en este caso tres; uno al norte, otro al este y otro al oeste. Sin embargo, aquella compaña te cortaba el camino.
-...una intrusa. No nos gustan los intrusos. Y menos los que se comportan como tú. Es una verdadera desgracia que te hayas cruzado conmigo, mi jefe simplemente te metería en el calabozo pero yo, voy a matarte-estaba diciendo la BlackGatomon.
-¡No me da miedo nadie que abusa de otros digimon así!-exclamó la Biyomon desafiante.
-Así que tenemos a una rebelde, ¿eh? No importa, pajarito, me dedicaré a desplumarte, lenta y dolorosamente... y aunque mi jefe no lo aprobaría y me castigaría por ello, no se enterará- la garra del BlackGatomon comenzó a bajar por el cuello de Piyomon, y luego se acercó para susurrarle- No lo hará porque me voy a encargar de que no quede rastro de ti.
La Piyomon permaneció impasible y esto enojó a su enemiga, que la abofeteó con fuerza. Si no estuviera sujetada y de rodillas, la habría tirado al suelo. Tras esto, la BlackGatomon se perdió por el túnel norte, no sin antes dar la sentencia: ¡Matadla!
Los siguientes hechos se produjeron con tal rapidez que te sorprendieron. Piyomon, se zafó de aquellos que la sujetaban fácilmente y emprendió vuelo, con intención de seguir a la gata. Pero los Demidevimon, también alzaron vuelo, y comenzaron a rodearla golpeándola con sus cuerpos y arañándola con sus garras en una horrible espiral; el batir de sus alas era ttan intenso que ahogaban los gritos horroroizados de la Piyomon que eran escalofriantes por el dolor y el miedo. Varias plumas rosas cayeron al suelo, y otras se quedaban en las garras de los Demidevimon con trozos de piel. El castigo no duró más de cinco segundos que se hicieron eternos por la brutalidad del momento para ella a juzgar de los griuutos mezclados con sollozos.
Luego la Piyomon cayó al suelo con un golpe sordo sin ser capaz de moverse; su aspecto era horrible puesto que había zonas de su cuerpo de las cuales sólo se veían piel, plumas rotas y marcas de profundos arañazos.
Los Demidevimon siguieron en aquel huracán, como si estuvieran atontados, puesto que se golpeaban entre sí y se arañaban sin ser conscientes que su objetivo estaba ya en el suelo, intentando arrastrarse. En un intento de sacar fuerzas de la flaqueza, la Piyomon se puso de pie; si no escapaba en ese instante, probablemente la mantarían.
Grave error. Teniendo el cuenta el estado atontado de los Demidevimon si seguían así se acabarían matando entre sí. Pero al levantarse su objetivo, se percataron de dónde tenían que atacar, y ahora, todos se giraron, para volver a infligir aquel huracán que esta vez sería mortal. Lo bueno -si es que había algo en esta situación- era que, tenías el camino despejadfo si querías tomar el túnel de lado este sin que se percataran, puesto que estarían demasiado ocupados convirtiendo a la Piyomon en un cadáver.
Aunque eran una docena de ellos, algunos estaban heridos por aquella locura. Podías considerar enfrentante a ellos, sin embargo, seguían siendo doce, aunque actuasen en una actitud de bandada, y sería un reto. Quizás podrías aprovechar su comportamiento para equilibrar la balanza a tu favor.
- Prueba de Rol :ADigi Puntos :183Nivel On Rol :Beast SpiritInventario :
Yatterwa
Re: Laderas peligrosas[Misión Ingrid]
Cada vez era más escalofriante aquel túnel. Me he hecho varios raspones, algunos me dolían, otros los aguantaba y otros ni sabía que tenía. Cada vez que me iba más del exterior sostenía que esos ruidos ya no eran de mi imaginación. Eso me asustaba. Pero decidí tomar coraje y valentía -Vamos In, lo estás haciendo por los Drimogemon- me repetía constantemente para no caer en la angustia y el miedo que me daba ese lugar. Mushroomon no sentía ningún efecto por la oscuridad: Ni miedo, ni angustia, ¡ni frio!, que yo me estaba congelando, sólo nada. En este tipo de ocasiones me gustaría ser como él, así de valiente.
Luego de unos minutos algo de alegría obtuvo mi rostro. A lo lejos se veía focos de luz encendidos, iluminando todo el pasillo. Rápidamente, haciendo a un lado a Mushroomon, corrí hacia donde no había más oscuridad. Mi camarada cayó al suelo, pero sin decir nada y con cara de disgustado se acercó hacia mi. Fue de repente que un ruido de cadenas nos sorprendiera a ambos. Lo primero que se me vino a la mente fue que algunos Digimons estaban arrastrando piedras, o un Drimogemon estaba siendo arrastrado. No sentía demasiado miedo -aunque había un poco- ya que estaba bajo luz y podía ver si alguien se acercaba. Decidimos seguir caminando aunque el escalofriante ruido nos mantenía alerta. Llegamos a un punto que se podía observar a un costado unas estancias bien iluminadas. Nos acercamos a la primera que vimos para tomar algo de calor, más que nada por mí, y luego continuar. No entré dentro de la estancia, pero me quedé sentada en un balcón bajo una luz amarilla cálida. No paso demasiado tiempo cuando me levanté y volví a emprender viaje con Mushroomon. A medida que bajábamos más luz provenía de las estancias.
¡PAM!. Luego de ir más profundo, una voz aguda femenina se escuchó proveniente de una de las estancias. Estábamos algo lejos, pero se podía escuchar y ver bien y además nos encontrábamos fuera de su rango de visión. La voz era de un pequeño gato negro con detalles violetas. Mushroomon rápidamente la nombró, pero supongo que por que conoce a lo de su especie y no a específicamente ese individuo. Tenía una sonrisa malvada y estaba rodeado de pequeños murciélagos de cuerpo redondo. El gato hablaba con un mediano pájaro rosa que estaba de rodillas, como si la hubiesen obligado. Por lo que escuchamos, el BlackGatomon quería matar al Biyomon pero no sé los motivos. Sinceramente no sabía si entrometerme o seguir de largo ya que hay tres caminos. Mushroomon ya quería saltar a pelear, pero le dije que esperemos a ver que sucede y luego reaccionamos. Él, enojado y con rabia por que probablemente un Digimon que no pueda defenderse morirá, se quedó callado. Hubo un intercambio de diálogos, donde BlackGatomon quería torturar a Biyomon hasta matarlo. Pero el Biyomon no hizo nada, no tuvo ninguna expresión de dolor ni hizo algún movimiento de escape. Eso enojó al gato negro que luego abofeteó al pájaro rosa y se marchó ordenando a sus murciélagos a acabar con la prisionera. Inmediatamente, Biyomon emprendió vuelo en pocos segundos tras BlackGatomon, pero los murciélagos llamados DemiDevimon también lo hicieron. Los DemiDevimon golpearon varias veces a Biyomon, y este hizo un gran gemido. Rápidamente Mushroomon se levantó, pero yo rápidamente lo agache: Aún no era el momento. Aquel ataque fue brutal, y un golpe más y Biyomon moriría.
-¡Vamos!- le susurré a Mushroomon, y él no dudo un segundo. Rápidamente, Mushroomon crea un hongo mientras se acerca a los murciélagos. Cuando ya terminó de crearlo estaba a metros de los DemiDevimon, por lo qué saltó y lanzó el hongo. -Destructive Mushroom Bomb- Dijo apenas envió el hongo, y cuando llegó a los DemiDevimon, explotó. Luego de esta explosión, Mushroomon cayó al suelo, apoyando una rodilla en el suelo en el contacto con la tierra. Luego se paró y golpeo sus manos.
-Demasiado tiempo pasó desde que no mato a un Digimon. Hoy tendré un banquete-. Luego de decir eso, comenzó a correr hacia un par de DemiDevimons y comenzó a darle simples golpes, no muy fuertes para que sufran y después acabar con ellos.
Luego de unos minutos algo de alegría obtuvo mi rostro. A lo lejos se veía focos de luz encendidos, iluminando todo el pasillo. Rápidamente, haciendo a un lado a Mushroomon, corrí hacia donde no había más oscuridad. Mi camarada cayó al suelo, pero sin decir nada y con cara de disgustado se acercó hacia mi. Fue de repente que un ruido de cadenas nos sorprendiera a ambos. Lo primero que se me vino a la mente fue que algunos Digimons estaban arrastrando piedras, o un Drimogemon estaba siendo arrastrado. No sentía demasiado miedo -aunque había un poco- ya que estaba bajo luz y podía ver si alguien se acercaba. Decidimos seguir caminando aunque el escalofriante ruido nos mantenía alerta. Llegamos a un punto que se podía observar a un costado unas estancias bien iluminadas. Nos acercamos a la primera que vimos para tomar algo de calor, más que nada por mí, y luego continuar. No entré dentro de la estancia, pero me quedé sentada en un balcón bajo una luz amarilla cálida. No paso demasiado tiempo cuando me levanté y volví a emprender viaje con Mushroomon. A medida que bajábamos más luz provenía de las estancias.
¡PAM!. Luego de ir más profundo, una voz aguda femenina se escuchó proveniente de una de las estancias. Estábamos algo lejos, pero se podía escuchar y ver bien y además nos encontrábamos fuera de su rango de visión. La voz era de un pequeño gato negro con detalles violetas. Mushroomon rápidamente la nombró, pero supongo que por que conoce a lo de su especie y no a específicamente ese individuo. Tenía una sonrisa malvada y estaba rodeado de pequeños murciélagos de cuerpo redondo. El gato hablaba con un mediano pájaro rosa que estaba de rodillas, como si la hubiesen obligado. Por lo que escuchamos, el BlackGatomon quería matar al Biyomon pero no sé los motivos. Sinceramente no sabía si entrometerme o seguir de largo ya que hay tres caminos. Mushroomon ya quería saltar a pelear, pero le dije que esperemos a ver que sucede y luego reaccionamos. Él, enojado y con rabia por que probablemente un Digimon que no pueda defenderse morirá, se quedó callado. Hubo un intercambio de diálogos, donde BlackGatomon quería torturar a Biyomon hasta matarlo. Pero el Biyomon no hizo nada, no tuvo ninguna expresión de dolor ni hizo algún movimiento de escape. Eso enojó al gato negro que luego abofeteó al pájaro rosa y se marchó ordenando a sus murciélagos a acabar con la prisionera. Inmediatamente, Biyomon emprendió vuelo en pocos segundos tras BlackGatomon, pero los murciélagos llamados DemiDevimon también lo hicieron. Los DemiDevimon golpearon varias veces a Biyomon, y este hizo un gran gemido. Rápidamente Mushroomon se levantó, pero yo rápidamente lo agache: Aún no era el momento. Aquel ataque fue brutal, y un golpe más y Biyomon moriría.
-¡Vamos!- le susurré a Mushroomon, y él no dudo un segundo. Rápidamente, Mushroomon crea un hongo mientras se acerca a los murciélagos. Cuando ya terminó de crearlo estaba a metros de los DemiDevimon, por lo qué saltó y lanzó el hongo. -Destructive Mushroom Bomb- Dijo apenas envió el hongo, y cuando llegó a los DemiDevimon, explotó. Luego de esta explosión, Mushroomon cayó al suelo, apoyando una rodilla en el suelo en el contacto con la tierra. Luego se paró y golpeo sus manos.
-Demasiado tiempo pasó desde que no mato a un Digimon. Hoy tendré un banquete-. Luego de decir eso, comenzó a correr hacia un par de DemiDevimons y comenzó a darle simples golpes, no muy fuertes para que sufran y después acabar con ellos.
Alaka'i Kahanamoku
Re: Laderas peligrosas[Misión Ingrid]
Los Demidevimon, completamente confusos por la bomba de Mushroomon, fueron incapaces de defenderse de los golpes del digimon. Sabiendo que no podrían ganar, comenzaron a huir hacia los diversos túneles, no sabías si para esconderse o avisar a la BlackGatomon. Fuera como fuese, Biyomon agarró a Mushroomon del brazo, tirando y dijo:
- ¡No hay tiempo para seguirles...!
La Biyomon miró a Ingrid, con los ojos brillantes y expresión asustada... a pesar de que aún temblaba por el horripilante ataque, estaba visiblemente nerviosa.
- S...sé que...- parecía muy tímida, y su vocecita era tenue y suave - sé que ya habéis hecho mucho por mi salvándome de ellos y os estoy muy agradecida pero... pero... ¡tienen rehenes! Él vino para tratar de arreglarlo pero le capturaron. Yo... no sé si llegaré a las celdas yo sola... ¡por favor! ¡Debemos apresurarnos podrían... ejecutarle!
Otra duda que cabía preguntarse era si ese digimon que podías suponer que era Agumon era el único encerrado en las celdas.
- ¡No hay tiempo para seguirles...!
La Biyomon miró a Ingrid, con los ojos brillantes y expresión asustada... a pesar de que aún temblaba por el horripilante ataque, estaba visiblemente nerviosa.
- S...sé que...- parecía muy tímida, y su vocecita era tenue y suave - sé que ya habéis hecho mucho por mi salvándome de ellos y os estoy muy agradecida pero... pero... ¡tienen rehenes! Él vino para tratar de arreglarlo pero le capturaron. Yo... no sé si llegaré a las celdas yo sola... ¡por favor! ¡Debemos apresurarnos podrían... ejecutarle!
Otra duda que cabía preguntarse era si ese digimon que podías suponer que era Agumon era el único encerrado en las celdas.
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Yatterwa
Re: Laderas peligrosas[Misión Ingrid]
Los DemiDevimon caían luego de recibir los golpes de Mushroomon, pero sorprendentemente volvieron a volar antes de tocar el suelo. Luego huyeron. Sí, huyeron. No son de esos Digimons que luchan hasta que su objetivo se cumpla sin importar su estado. No. Eran simple Digimons cobardes. Al ver que los DemiDevimon se alejaban, Mushroomon soltó una carcajada breve. Ambos hicimos un movimiento que indicaba que íbamos a perseguirlo, pero Biyomon tomó del brazo a Mushroomon y le impidió seguir. Yo, que estaba varios metros atrás de Mushroomon, capté tarde de que Mushromon había frenado, por lo que quedé un par de metros adelante.
-¿Qué sucede?- pregunto inmediatamente después de frenar. El Biyomon dice que no hay tiempo para perseguirlos.
El pájaro rosa me miro. Temblaba bastante, no sé si era de nervios o del ataque que había recibido recientemente. Me acerco más a Biyomon. Este comienza a hablar: Dice que tienen rehenes, que necesita nuestra ayuda para salvarlos ya que ella no puede salvarlos. Y en eso no se equivoca, más en el estado que está. Luego agrega que debemos darnos prisa, que quizá ejecutaran a los rehenes.
-¿Qué más estamos esperando?- dice Mushroomon, luego me mira -¿Puedes cargarla, Ingrid?-. Yo asiento con la cabeza, tomó a Biyomon y me la coloco sobre el hombro, con su cabeza mirando a mis espaldas.
No perdemos más tiempo. Rápidamente comenzamos a seguir el camino, todo recto. Ignoramos los otros dos pasadizos, aunque... ¿Quien sabe?, quizá por el que vayamos sea el incorrecto. Lo único que se escucha son nuestros pasos, acelerados. Parecía una película de terror, pero no corríamos por que alguien nos perseguía.
-¿Qué sucede?- pregunto inmediatamente después de frenar. El Biyomon dice que no hay tiempo para perseguirlos.
El pájaro rosa me miro. Temblaba bastante, no sé si era de nervios o del ataque que había recibido recientemente. Me acerco más a Biyomon. Este comienza a hablar: Dice que tienen rehenes, que necesita nuestra ayuda para salvarlos ya que ella no puede salvarlos. Y en eso no se equivoca, más en el estado que está. Luego agrega que debemos darnos prisa, que quizá ejecutaran a los rehenes.
-¿Qué más estamos esperando?- dice Mushroomon, luego me mira -¿Puedes cargarla, Ingrid?-. Yo asiento con la cabeza, tomó a Biyomon y me la coloco sobre el hombro, con su cabeza mirando a mis espaldas.
No perdemos más tiempo. Rápidamente comenzamos a seguir el camino, todo recto. Ignoramos los otros dos pasadizos, aunque... ¿Quien sabe?, quizá por el que vayamos sea el incorrecto. Lo único que se escucha son nuestros pasos, acelerados. Parecía una película de terror, pero no corríamos por que alguien nos perseguía.
Alaka'i Kahanamoku
Re: Laderas peligrosas[Misión Ingrid]
-Gra...gracias de nuevo-dijo la Biyomon, frotando la cabeza contra tu espalda. No volvió a hablar, no sabías si es que estaba demasiado preocupada o se había quedado dormida.
Caminaste por el pasadizo durante casi media hora y notabas que éste pasadizo bajaba aún más hacia la tierra. Las cadenas se oían más cerca, y entonces los viste. Eran Drimogemon sacando más y más piedra en estado prácticamente zombie, no sabías si como el primer caso que te cruzaste era de puro cansancio o simplemente algo los mantenía en aquel hechizo. No había látigos, pero trabajaban a una velocidad de vértigo. ¿Qué pretendían cavando así?
Entonces lo viste. Era un Gaomon el que miraba desde un rincón apoyado en la pared, que sólo llevaba, además de la usual banda roja y los guantes de boxeo, un cinturón con un bolsillo para guardar algo. A pesar de su semblante serio, no tenía la misma sonrisa sádica que el BlackGatomon y dirías que tenía ojos de persona atormentada pero aún así, se limitaba a mirar cómo trabajaban los Drimogemon así que debía estar metido en aquello.
- ¿Hemos... llegado? - preguntó Biyomon. Gracias al sonido débil de su voz, el Gaomon no pareció oírlo.
Antes de que pudieras hacer nada, algo interesante pasó. Un Kotemon, se acercó a Gaomon.
-BlackGatomon va a ejecutar a todos los prisioneros, jefe - Gaomon abrió mucho los ojos, y lanzó una maldición al aire.
-¿¡Por qué demonios no acata mis órdenes!?- salió corriendo hacia uno de los túneles, estabas segura de que te llevaría a las celdas.
-¿Qué...qué hacemos? - a pesar de que el digimon pájaro preguntó aquello, tú estabas segura de lo que ella opinaba. ¿Seguirías a Gaomon o intentarías sacar de su estado hipnótico a los Drimogemon? Fuera como fuera, tenía que ser rápido, las cosas para los prisioneros parecían ser inciertas, a pesar del anómalo comportamiento de Gaomon.
Caminaste por el pasadizo durante casi media hora y notabas que éste pasadizo bajaba aún más hacia la tierra. Las cadenas se oían más cerca, y entonces los viste. Eran Drimogemon sacando más y más piedra en estado prácticamente zombie, no sabías si como el primer caso que te cruzaste era de puro cansancio o simplemente algo los mantenía en aquel hechizo. No había látigos, pero trabajaban a una velocidad de vértigo. ¿Qué pretendían cavando así?
Entonces lo viste. Era un Gaomon el que miraba desde un rincón apoyado en la pared, que sólo llevaba, además de la usual banda roja y los guantes de boxeo, un cinturón con un bolsillo para guardar algo. A pesar de su semblante serio, no tenía la misma sonrisa sádica que el BlackGatomon y dirías que tenía ojos de persona atormentada pero aún así, se limitaba a mirar cómo trabajaban los Drimogemon así que debía estar metido en aquello.
- ¿Hemos... llegado? - preguntó Biyomon. Gracias al sonido débil de su voz, el Gaomon no pareció oírlo.
Antes de que pudieras hacer nada, algo interesante pasó. Un Kotemon, se acercó a Gaomon.
-BlackGatomon va a ejecutar a todos los prisioneros, jefe - Gaomon abrió mucho los ojos, y lanzó una maldición al aire.
-¿¡Por qué demonios no acata mis órdenes!?- salió corriendo hacia uno de los túneles, estabas segura de que te llevaría a las celdas.
-¿Qué...qué hacemos? - a pesar de que el digimon pájaro preguntó aquello, tú estabas segura de lo que ella opinaba. ¿Seguirías a Gaomon o intentarías sacar de su estado hipnótico a los Drimogemon? Fuera como fuera, tenía que ser rápido, las cosas para los prisioneros parecían ser inciertas, a pesar del anómalo comportamiento de Gaomon.
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Yatterwa
Re: Laderas peligrosas[Misión Ingrid]
El cansancio nos ganaba. No obstante sentía que iba rapidísimo, me sentía como el superhéroe Flash. Saltaba pequeños obstáculos que se habían caído de algunos carros. Fue rápido, no me dí cuenta. Cuando quería pensar lo sucedido estaba en el suelo con una herida y el suelo con sangre. Me hice un pequeño corte en la pierna, nada severo. Biyomon cayó antes que yo, pero por suerte no tuvo ningún daño y además no se dio cuenta: Estaba dormida. Era raro eso, yo si me hubiese caído dormida me despertaría en menos de un segundo. Pero era mejor que no se haya dado cuenta y de que no esté lastimada. La tomé nuevamente y la apoyé sobre mi hombro, con la misma posición que antes. Yo cojeaba un poco, pero podía caminar a pesar de recibir a cambio un poco de dolor.
El ruido de las cadenas nos indicaban por donde teníamos que seguir. Aunque era escalofriante, nos servía como referencia. Seguimos caminando mas ya habíamos llegado. Exploramos un poco el lugar, donde había Drimogemons-zombies trabajando sin parar. Un pequeño gato azul, de panza blanca, guantes de boxeo en las manos y una vincha roja en la frente, llamó mi atención, la de Moosh y la del pájaro. Pero él parecía no estar enterado de nuestra visita. El ruido de las rocas que están siendo cargadas por los Drimogemon tapaba nuestros pasos en un suelo de metal. No había tanta luz como más atrás. El pequeño pájaro preguntó si habíamos llegado, y no tuve tiempo de asentir con la cabeza que una voz nos interrumpió. Las palabras que salieron de la boca de un pequeño Digimon estilo samurai me retumbaban en la cabeza: "BlackGatomon va a ejecutar a todos los prisioneros, jefe". Genial. No podemos salvar a los Drimogemon y a la misma vez a los rehenes. Luego, el Gaomon (así me dijeron que se llama) dijo unas palabras, pero no llegué a oírlas.
Biyomon me preguntó que hacemos. Yo estaba esperando que ella me diera una orden, pero no. Se ve que están esperando una orden mía. Comienzo a temblar de nervios. ¿Y si elijo algo mal?, si no salvo a los rehenes, Biyomon se enojará y ¿quién sabe? quizás me mate. Y si no salvo a los Drimogemon, los Digimons excavadores que me encontré arriba estarán muy decepcionados. Miro a Mushroomon y le susurro al oído una orden. El asiente con la cabeza y parece que le gustó. Rápidamente tomo a Biyomon y comienzo a alejarme de mi camarada, hacia donde están los rehenes.
¡BOOOM! se escucha una pequeña explosión. Mushroomon comienza a romper algunas piedras grandes al mayor ruido que puede.
-¡Donde están murcielagos!- gritaba repetidamente.
Si, el plan era hacer distracción. Luego, Mushroomon se encargaba de defender a los Drimogemon, y mientras perdían guardia salvamos a los rehenes. Un truco viejo, pero quizás funcione. Me coloco junto a Biyomon detrás de una roca, a pasos de la celda de los rehenes. Había distintos Digimons, pero no encontraba el Agumon. Observé detenidamente una por una cada celda.
El ruido de las cadenas nos indicaban por donde teníamos que seguir. Aunque era escalofriante, nos servía como referencia. Seguimos caminando mas ya habíamos llegado. Exploramos un poco el lugar, donde había Drimogemons-zombies trabajando sin parar. Un pequeño gato azul, de panza blanca, guantes de boxeo en las manos y una vincha roja en la frente, llamó mi atención, la de Moosh y la del pájaro. Pero él parecía no estar enterado de nuestra visita. El ruido de las rocas que están siendo cargadas por los Drimogemon tapaba nuestros pasos en un suelo de metal. No había tanta luz como más atrás. El pequeño pájaro preguntó si habíamos llegado, y no tuve tiempo de asentir con la cabeza que una voz nos interrumpió. Las palabras que salieron de la boca de un pequeño Digimon estilo samurai me retumbaban en la cabeza: "BlackGatomon va a ejecutar a todos los prisioneros, jefe". Genial. No podemos salvar a los Drimogemon y a la misma vez a los rehenes. Luego, el Gaomon (así me dijeron que se llama) dijo unas palabras, pero no llegué a oírlas.
Biyomon me preguntó que hacemos. Yo estaba esperando que ella me diera una orden, pero no. Se ve que están esperando una orden mía. Comienzo a temblar de nervios. ¿Y si elijo algo mal?, si no salvo a los rehenes, Biyomon se enojará y ¿quién sabe? quizás me mate. Y si no salvo a los Drimogemon, los Digimons excavadores que me encontré arriba estarán muy decepcionados. Miro a Mushroomon y le susurro al oído una orden. El asiente con la cabeza y parece que le gustó. Rápidamente tomo a Biyomon y comienzo a alejarme de mi camarada, hacia donde están los rehenes.
¡BOOOM! se escucha una pequeña explosión. Mushroomon comienza a romper algunas piedras grandes al mayor ruido que puede.
-¡Donde están murcielagos!- gritaba repetidamente.
Si, el plan era hacer distracción. Luego, Mushroomon se encargaba de defender a los Drimogemon, y mientras perdían guardia salvamos a los rehenes. Un truco viejo, pero quizás funcione. Me coloco junto a Biyomon detrás de una roca, a pasos de la celda de los rehenes. Había distintos Digimons, pero no encontraba el Agumon. Observé detenidamente una por una cada celda.
Alaka'i Kahanamoku
Re: Laderas peligrosas[Misión Ingrid]
Seguiste a Gaomon hasta el túnel, y presenciaste como la BlackGatomon hundía su zarpa en el cuerpo de un Drimogemon anciano, que se revolvió dentro de sus cadenas. En ese instante se convirtió en datos que volaron y pasaron a mejor vida. Creíste ver un brillo de rabia descontrolada en el rostro de Gaomon, que suspiró serenándose y caminó lentamente hacia BlackGatomon que ahora estaba ante un Drimogemon que parecía pequeño. El resto de prisioneros estaban puesto formando una fila india. Parecía pensar hacer aquello con todos.
El niño estaba llorando y musitando las palabras; "Abuelo, abuelo..." pero dejó de hacerlo cuando vio las garras de la BlackGatomon delante de su cuello y gritó.
Gaomon estaba a pocos pasos de la BlackGatomon.
-¿¡Qué es lo que haces, estúpida!?
-¡Estos no sirven para trabajar, son prescindibles!
-Te ordené que no les hicieras daño...¡y has matado a uno de ellos! -te sorprendió que a pesar de la calma que parecía tener aquel digimon, ahora estaba iracundo.
Entonces le asestó un puñetazo a la BlackGatomon, tan fuerte que la tiró al suelo. Los prisioneros desde aquella fila india reprimieron una exclamación de asombro. Entonces uno de ellos, un Agumon, se fijó en vosotras e hizo un pequeño gesto a Biyomon, que sonrió.
-Para ser un mercernario, te ablandas muy rápido - dijo BlackGatomon con una sonrisa cruel.
-¡No cuestiones mis métodos! - bramó Gaomon.
Sin embargo la cosa no acabó sólo con gritos. BlackGatomon se levantó y le intentó dar un arañazo, pero el Gaomon la agarró de la muñeca y le dio otro puñetazo. Desde el suelo el BlackGatomon musitó que sólo era tan valiente porque llevaba eso consigo y que de otra manera los Drimogemon lo habrían destrozado.
Gaomon se limitó a ordenarle a Kotemon que condujera a los prisioneros a sus celdas; te fijaste que eran digimon que en su mayoría, no podían trabajar. El Agumon al pasar le susurró al Gaomon:
-Sigues aislado de todos.
-Los prisioneros no hablan. Porque si hablan tienen el riesgo de que les corten la lengua.
Entonces, viste que Gaomon se llevaba la mano al cinturón, concretamente al bolsillo y lo miraba. Entonces dijo que algo había ocurrido en los túneles superiores, y BlackGatomon fue a ocuparse junto con el Kotemon. Antes de irse dijo:
-Parece que se te está yendo de las manos, "jefe".
Gaomon se había quedado a solas en la sala de celdas. Agumon aprovechó para preguntar tras los barrotes por qué hacía aquello, pero no le respondió nada y se limitó a cerrar los ojos.
Biyomon te miró; parecía más tranquila y dispuesta a seguir tus órdenes.
***
El sonido de la explosión sacó del trance a los Drimogemon que empezaron a preguntar: ¿Eh?, ¿Qué ocurre? y cosas así. Parecían muy desorientados, como si hubieran despertado de un largo sueño, pero el desprendimiento les asustó e hizo que comenzasen a correr fuera de los túneles, hacia el exterior, sin reparar en Mushroomon.
En ese momento llegó BlackGatomon junto con un Kotemon. En el gesto de ella se dibujó un rictus de molestia.
- ¿Quién eres tú? Bah, como sea, estoy de mal humor como para esto.
Kotemon saltó hacia Mushroomon envolviendo su espada de bambú en fuego e intentando asestar una cuchillada contra Mushroomon.
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Yatterwa
Re: Laderas peligrosas[Misión Ingrid]
Estábamos en la búsqueda de Agumon. Aunque no lo encontramos, no pudimos seguir la búsqueda debido a que Gaomon nos interrumpió. No habíamos visto a BlackGatomon que estaba junto a dos Drimogemon. Inmediatamente, BlackGatomon atravesó a un Drimogemon que a juzgar por su aspecto era anciano. El Digimon luego de gritar de dolor explotó transformándose en simple datos. Otro Drimogemon, que estaba al lado comenzó a sollozar.
BlackGatomon no lo dudó. Lo tomó del cuello. Pero Gaomon la interrumpió insuntandola. BlackGatomon repondió que estos Drimogemon no sirven para nada. Esas últimas palabras de BlackGatomon nos llenó de rabia. Queríamos salir y destruirla sin piedad. No necesitaba imaginar el dolor y la furía que pasaban estos Drimogemon porque ya lo sentía. Biyomon, sin darse cuenta, dio un movimiento para atacar, pero yo la retuve de inmediato.
-Lo siento- Dijo Biyomon luego de darse cuenta de su reacción. Yo le respondí con una sonrisa, remplazando las palabras.
Nos sorprendió mucho Gaomon. Su furia era inexplicable, algo como la nuestra. ¡Tanta furia tenia el gato azul que golpeó a BlackGatomon!, yo haría lo mismo. Pero esa situación era confusa: No sabíamos si considerar a Gaomon como aliado o como enemigo. Sólo los DemiDevimon, BlackGatomon y Kotemon están confirmados de que los tenemos que destruir, y el único aliado que tenemos es Biyomon... cierto, Agumon también. ¡AGUMON!. Pudimos ver a Agumon, y aunque no me conocía me tomaba como aliado. Nos guiño un ojo y pude ver que a Biyomon casi se le cae una lágrima. Se escucharon varias exclamaciones que provenían de los Drimogemon. Me imagino la vergüenza del gatito negro, la vergüenza de ser derrotado por un Digimon de nivel inferior. BlackGatomon le suelta una burla a Gaomon, y este parece no haberle caído muy bien. BlackGatomon no iba a permitir esa humillación, por lo que se levantó y trató de golpear a Gaomon, pero este esquivo el ataque y contraatacó.
"Eres valiente por que solamente llevas ese objeto contigo, de otra manera los Drimogemon lo habían roto". Fue lo último que dijo BlackGatomon en aquel momento. Biyomon y yo no entendíamos. Gaomon ordenó al Kotemon a llevar a los prisioneros a las celdas. Agumon pasó por al lado del gato azul y le susurró algo, pero obviamente no pudimos escucharlo. Gaomon saca algo de una especie de bolsillos y lo mira constantemente, pero no podemos verlo ya que está de espalda. Kotemon y BlackGatomon se fueron a donde estaba Mushroomon.
Al fin decidí. Consideraré a Gaomon como un enemigo. Y este es el momento perfecto. Le explique a Biyomon que es lo que quería hacer y ella se ofreció para atacarlo. Pese a su estado de salud la dejé, ella quiere vengarse por lo que le hiso a Agumon y si no le dejo sería un grave error para mí. Biyomon aprobecha la piedra con la que nos cubrimos para saltar hacia el aire.
-Piyorin Attack- grita Biyomon transformandose en un pájaro en llamas y dirigiéndose a toda velocidad hacia Gaomon.
Aprovecho el momento para ir hacia las celdas e intentar abrirlas, pero no puedo. Agumon, que estaba de casualidad en la misma celda que intentaba abrir, se ofreció para ayudarlas a abrirlas. El contorno de su boca comenzó a cubrirse de una luz roja. Suponía lo que venía en camino, por lo que me corrí a un costado. Agumon lanza una bola de fuego hacia la puerta de la celda y la rompe de inmediato. En menos de 1 minuto teníamos a todos los rehenes libres. Les pedí que hagan túneles hacia el exterior y que no vayan por la puerta principal. Hubo quejas y le dije una mentira, que la puerta principal estaba bloqueada. Tardaron un poco en creerme, pero luego accedieron. Agumon no quizo ir con ellos ya que apenas quería ayudar en esto. Aún no comprendo como no vio a Biyomon peleando, pero me siguió hacia donde estaba Mushroomon.
Justo la pelea había comenzado. Kotemon se había lanzado hacia Mushroomon, pero él esquivo el ataque tranquilamente. Luego, envió un golpe hacia Kotemon. Y allí estaba, BlackGatomon observando la batalla. Nadie se había dado cuenta de nuestra llegada, por lo que le dije a Agumon que era el momento para atacarla. Él accedió y comenzó a correr a toda velocidad hacia el gato negro.
-Mach Jab Combo- gritó Agumon. Ahí fue cuando nos dimos al descubierto, pero nadie tuvo tiempo a reaccionar.
BlackGatomon no lo dudó. Lo tomó del cuello. Pero Gaomon la interrumpió insuntandola. BlackGatomon repondió que estos Drimogemon no sirven para nada. Esas últimas palabras de BlackGatomon nos llenó de rabia. Queríamos salir y destruirla sin piedad. No necesitaba imaginar el dolor y la furía que pasaban estos Drimogemon porque ya lo sentía. Biyomon, sin darse cuenta, dio un movimiento para atacar, pero yo la retuve de inmediato.
-Lo siento- Dijo Biyomon luego de darse cuenta de su reacción. Yo le respondí con una sonrisa, remplazando las palabras.
Nos sorprendió mucho Gaomon. Su furia era inexplicable, algo como la nuestra. ¡Tanta furia tenia el gato azul que golpeó a BlackGatomon!, yo haría lo mismo. Pero esa situación era confusa: No sabíamos si considerar a Gaomon como aliado o como enemigo. Sólo los DemiDevimon, BlackGatomon y Kotemon están confirmados de que los tenemos que destruir, y el único aliado que tenemos es Biyomon... cierto, Agumon también. ¡AGUMON!. Pudimos ver a Agumon, y aunque no me conocía me tomaba como aliado. Nos guiño un ojo y pude ver que a Biyomon casi se le cae una lágrima. Se escucharon varias exclamaciones que provenían de los Drimogemon. Me imagino la vergüenza del gatito negro, la vergüenza de ser derrotado por un Digimon de nivel inferior. BlackGatomon le suelta una burla a Gaomon, y este parece no haberle caído muy bien. BlackGatomon no iba a permitir esa humillación, por lo que se levantó y trató de golpear a Gaomon, pero este esquivo el ataque y contraatacó.
"Eres valiente por que solamente llevas ese objeto contigo, de otra manera los Drimogemon lo habían roto". Fue lo último que dijo BlackGatomon en aquel momento. Biyomon y yo no entendíamos. Gaomon ordenó al Kotemon a llevar a los prisioneros a las celdas. Agumon pasó por al lado del gato azul y le susurró algo, pero obviamente no pudimos escucharlo. Gaomon saca algo de una especie de bolsillos y lo mira constantemente, pero no podemos verlo ya que está de espalda. Kotemon y BlackGatomon se fueron a donde estaba Mushroomon.
Al fin decidí. Consideraré a Gaomon como un enemigo. Y este es el momento perfecto. Le explique a Biyomon que es lo que quería hacer y ella se ofreció para atacarlo. Pese a su estado de salud la dejé, ella quiere vengarse por lo que le hiso a Agumon y si no le dejo sería un grave error para mí. Biyomon aprobecha la piedra con la que nos cubrimos para saltar hacia el aire.
-Piyorin Attack- grita Biyomon transformandose en un pájaro en llamas y dirigiéndose a toda velocidad hacia Gaomon.
Aprovecho el momento para ir hacia las celdas e intentar abrirlas, pero no puedo. Agumon, que estaba de casualidad en la misma celda que intentaba abrir, se ofreció para ayudarlas a abrirlas. El contorno de su boca comenzó a cubrirse de una luz roja. Suponía lo que venía en camino, por lo que me corrí a un costado. Agumon lanza una bola de fuego hacia la puerta de la celda y la rompe de inmediato. En menos de 1 minuto teníamos a todos los rehenes libres. Les pedí que hagan túneles hacia el exterior y que no vayan por la puerta principal. Hubo quejas y le dije una mentira, que la puerta principal estaba bloqueada. Tardaron un poco en creerme, pero luego accedieron. Agumon no quizo ir con ellos ya que apenas quería ayudar en esto. Aún no comprendo como no vio a Biyomon peleando, pero me siguió hacia donde estaba Mushroomon.
Justo la pelea había comenzado. Kotemon se había lanzado hacia Mushroomon, pero él esquivo el ataque tranquilamente. Luego, envió un golpe hacia Kotemon. Y allí estaba, BlackGatomon observando la batalla. Nadie se había dado cuenta de nuestra llegada, por lo que le dije a Agumon que era el momento para atacarla. Él accedió y comenzó a correr a toda velocidad hacia el gato negro.
-Mach Jab Combo- gritó Agumon. Ahí fue cuando nos dimos al descubierto, pero nadie tuvo tiempo a reaccionar.
Alaka'i Kahanamoku
Re: Laderas peligrosas[Misión Ingrid]
Gaomon fue golpeado por el cuerpo incandescente de Biyomon, que volvió a atacar con unas espirales de fuego verdoso. Gaomon se apartó, pero en su pelaje quedó parte quemada. Biyomon voló alto para evitar que Gaomon pudiera alacanzarla con los puños, y se abalanzó hacia él para darle picotazos.
Gaomon, giró sobre sí mismo, formando una especie de tornado, y golpeando a Biyomon, que reculó y se refugió en las alturas.
-Eso no cambiará el resultado-Gaomon seguía serio. Se agachó y sus piernas fueron rodeadas una luz proveniente del objeto que llevaba oculto en el cinto. La parte del pelaje quemada, comenzó a regenerarse, poco a poco.
Gaomon dio un salto lo suficientemente alto como para alcanzar a Biyomon, que se quedó completamente sorprendida. ¡Nadie normal podría haber llegado a esa altura saltando! La embistió con el cuerpo, y cayó al suelo. Gaomon rodó para evitar sufrir daños en la caída.
Luego se acercó poco a poco a Biyomon. Su mirada era fría.
-Terminemos con el jueguecito -dijo Gaomon, dándole un puñetazo a Biyomon a la altura del estómago. Cayó inconsciente hacia delante y Gaomon se la cargó en los hombros. Caminó con ella por los túneles.
***
Kotemon emitió un gruñido al caer hacia atrás, al ser golpeado por Mushroomon. La BlackGatomon hizo un rictus de furia, gritándole "¡Inútil!" al digimon caído. El ataque sorpresa de Agumon le hizo poner un gesto de enfado, pero parecía preparada. Sus ojos brillaron, y se quedó fijamente mirando a Agumon, acababa de utilizar su ataque ojos de gato. Repentinamente, Agumon estaba ciego de ira, probablemente bajo los efectos del ataque.
-¡Triple Flama Bebé! - tres bolas de fuego se dirigieron hacia delante, justo hacia Keramon y Mushroomon. BlackGatomon rodó para evitar que alguna de las tres bolas la alcanzasen, pero las bolas de fuego amenazaban tanto a Keramon y Mushroomon.
- Prueba de Rol :ADigi Puntos :183Nivel On Rol :Beast SpiritInventario :
Yatterwa
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