Mi Ficha

regulus l

[size=12][justify]Descripción Psicológica {es muy inteligente, sino no habría llegado donde ha llegado. Tremendamente observador, por tanto, suele acertar en las primeras impresiones sobre las personas. Le atrae el peligro. Mucho. Sentir la adrenalina es sus venas le hace sentir vivo. Nunca miente. Tiene la enfermedad de decir siempre la verdad, así que a veces puede parecer borde. Otra cosa es que para no decir la verdad entera, la diga sólo a partes y tergiverse un poco los hechos. Pero eso él no lo considera mentir. Así que para que te diga la verdad sobre algo que él es reticente a decir, tienes que hacerle preguntas muy concretas. En general, se aburre con mucha facilidad. Le gustan los retos, por ende, cree que si un juego está ganado desde el principio no vale la pena malgastar el tiempo jugando. Por mucho que alguna vez parezca incoherente, es muy lógico. Cabeza alta y sangre fría, al menos la mayor parte del tiempo.


Descripción Física: {largo cabello marron. Siempre lo lleva impecablemente limpio y perfectamente alisado, con unos mechones sobre la frente a los que le gusta dar la sensación de rebeldes. Sus ojos son grandes y muy azules, tanto que parecen dos pedazos del cielo más limpio y puro insertados en ellos.

Es de contextura delgada, con un cuerpo perfectamente moldeado, sus músculos resaltan por encima de su ropa con formas suaves pero firmes y llenas de energía. Sus manos son delicadas y finas, con largos y ágiles dedos, ideales para manejar la baraja de naipes. Siempre lleva la manicura hecha.

Viste ropa de la mejor calidad, eligiendo la combinación de colores de forma que siempre hagan realzar sus ojos y la blancura de su piel.}


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Historia: {Caminaba por una de las más transitadas calles de mi ciudad, tras salir del colegio. La gente me ignoraba. Mientras yo intentaba seguir mi camino, interrumpido por el trayecto de los demás que no dudaban en arrollarme si era necesario. Tras muchos empujones, conseguí salir a un pequeño callejón que atajaría hacia mi casa. La oscuridad era notable en aquel atajo. El bullicio de la calle anterior apenas se oía en un murmullo. Seguía andando por aquel camino que tantas veces había tomado. Unos pasos. Sentí que me estaban siguiendo y aceleré el ritmo de mis pies. Los pasos que me perseguían iban más rápidos. Corrí hacia la puerta de una vieja casa. Tras llamar con los nudillos, insistentemente, mi madre me abrió la puerta y me lancé hacia dentro cerrando la puerta detrás de mí, justo cuando vi una sombra aterradora. Mi madre, asustada por mi cara de pánico, me preguntaba: "¿Qué te pasa?" una y otra vez, mientras yo me dirigía a mi cuarto sin contestar con una cara de haber visto a la muerte. Me tiré a la cama intentando olvidar todo. Mi cuerpo cansado por la experiencia descansó sin rechistar. A la noche, un extraño pitido me despertó. Mi ordenador se había encendido y el monitor mostraba una pantalla totalmente en blanco pero demasiado iluminada. A duras penas, me levante y me dirigí a apagarlo. Cuando me acerqué, lo vi. Un extraño monstruo me miraba a través de la iluminada pantalla Desperte en el mundo digital Donde conoci a kudamon