Cómo empaquetar toda una vida [Prueba Ashely]

El primer paso es realizar una mudanza. Empaquetar por empaquetar, no es algo muy lógico en casos normales. Tú, te mudabas a Estados Unidos, así que tenías la mudanza y de momento, no tenías problemas con las sencillas instrucciones de cómo empaquetar todo. Cuando llegaste, te quedaste mirando por unos instantes tu nuevo hogar.

El segundo paso es tener alguien que lleve esos paquetes, con preferencia, alguien ajeno a ti si eres de esas personas que empaquetan todo o que simplemente, querían una vida nueva en un lugar diferente. Ahora, que ya casi eran las doce del mediodía, el bufido continuo del motor del camión de mudanzas contratados para esta tarea, se entremezclaba con los sonidos metropolitanos habituales y como si fuera una sinfonía, se entremezclaban y juntaban. Por ahora, es fácil, ¿cierto? Algo cansado esperar tanto, pero fácil; al fin, tras horas y horas de descargar cajas, el servicio de mudanzas había terminado con su cometido.

-Señorita Shirley, ¿puede firmarme aquí, por favor?-te pidió el encargado de la mudanza, puesto que te encontrabas sola en tu nueva casa en esos momentos. Tras una rápida firma porque la mudanza había sido larga tanto para ti como para los trabajadores, pudiste ver que había una expresión de relajación en sus facciones, probablemente aquel día ya no tenían más entregas-Que tenga un buen día, y gracias por utilizar nuestros servicios.

El camión se alejó. Ahora te quedaba el tercer paso, que era sin duda el más problemático y cansado; desempaquetar todo. Esto no era tan fácil. De hecho lo único que habías desempaquetado era tu computadora, la cual te miraba, apagada y con ésa especie de cola preparada para tomar corriente y funcionar, si es que te decidías a arrancarla, puesto que tenías mucho que desempaquetar. Toda la estancia estaba llena de cajas con tus pertenencias, pertenencias de todos unos quince años aproximadamente las cuales te sorprendías de haber sabido empaquetar y ése era el cuarto paso, escoger qué llevar y qué no.

Usaste una de las cajas como taburete, y te dejaste caer sobre ella tomándote un leve respiro, tras una ajetreada mañana.


Off:Como ves, he dejado detalles en el aire (si tu casa es un bloque de apartamentos o una casa de dos pisos, lo que pensabas, y otras cosas más) para que los completes a tu gusto. ¡No pienses en la extensión y diviértete!

Me quedé dormida, no se por cuanto tiempo, estaba molida eso de cargar con tantas cajas y yo sola era agotador.

- ¡Ashely! ¡Todavía así! ¡Despierta vamos!- gritaba mi madre mientras me zarandeaba
- Pero.. ¿Cuándo has llegado?-pregunto desconcertada pues mi madre se pasa el dia atendiendo el Dojo familiar y enseñando a todo aquel que quiera aprender a luchar.
- Hace media hora, bastante tarde como ves, y encima ni se te ocurrió ir a por tu hermano al colegio, ¡A Dios gracias que me llamó al móvil!¡No se que voy a hacer contigo, Ashely!- la cantinela hambrienta de mi hermanito Jack, se oía desde mi habitación "¡Mamá!¿Qué hay de cena? ¡Tengo hambre! ¿Cuándo comemos?"
- Lo siento mamá, me quedé dormida...-respondo apenada
- ¡Jack ahora voy! ¡Calla!-grita a mi hermano.- En fin... no debí dejarte sola con todo, recoge lo que puedas, intenta adecentar un poco tu cuarto, en un rato cenaremos
- De acuerdo-respondo mientras mi madre cierra la puerta de mi cuarto y baja a callar al pesado de mi hermano.
Enchufo el ordenador y empiezo a abrir las cajas y a ir disponiendo cada cosa en su nuevo lugar. Al sacar mi viejo juego de cartas de digimon me entró la nostalgia... ¿Cuánto tiempo hacía que no me echaba una partidita? ya ni lo recuerdo, pero algo no estaba allí como debiera, saqué el lector de cartas pero ya no era el mismo, había cambiado lo recordaba, pero aun no sabía si funcionaba o tan si quiera por qué llegó a cambiar, sólo se que era como un digivice con los remates morados. ¿Por qué?
De pronto el ordenador se inició sin haberlo si quiera encendido. Una persona estaba al otro lado, la imagen estaba distorsionada y me resultaba familiar...
¡Ashely! ¡Ashely!- me llamaba, miré de nuevo... ¡No podía ser!
- ¡PAPÁ!- grito sorprendida y corro hacia la pantalla-- ¿¡Papá, eres tú!? ¿Pero qué...?
¡Ashely! ¡Ayúdame!-dijo justo antes de apagarse la pantalla
- ¡No! ¡Papá! ¿Dónde estás?- las lágrimas brotan sin querer de mis ojos, ¡Mi padre estaba vivo!
El Digivice sobre mi cama volvió a brillar, como cuando se transformó. Ahora que recordaba... ¿Estaría de nuevo aquella extraña imagen acosándome en el PC? Quiza esa seria la clave... A pesar de lo que me dijo mi madre de ordenar mi cuarto y colocar los cacharros de las cajas, encendí el ordenador confiando que apareciera de nuevo mi padre y me diera una señal sobre su paradero. Pero no ocurrió nada de eso, la imagen volvió a aparecer y ahora brillaba más que nunca. Parecía un gato... o quizá... ¿un digimon?. Revise mis cartas, en busca de algún digimon que se le pareciera, quizá era muy pequeño... Sin embargo, el digivice parpadeaba sin cesar, algunas cartas fueron expulsadas de su ranura, cogí la primera:
- ¡Gatomon!- me dirigí al ordenador con el digivice y la carta a la mano-- No parece mucho un Gat...- mi voz se vió interrumpida por una fuerza que salía del digivice, lo miré y me envolvió una esfera de luz y de números binarios, el aparato se enfocó al ordenador y no se por qué cada vez vi más cerca la imagen del bichejo que me acosaba hasta que algo me cegó.
Al cabo de un rato abrí los ojos, ya no estaba en mi casa desde luego, era cielo abierto, notaba césped y tierra bajo mi peso además de un extraño dolor de cabeza como si me clavaran afilados dientes. Me incorporé y algo cayó de mi cabeza y el dolor cesó
¡Ay! ¡Jo ya era hora que despertarás, no se me ocurría que más hacer!-dijo una voz cercana tras un ruido sordo de caída.
- ¿Qué? ¿Quién ha hablado? ¿Quién está ahí?-pregunto al aire sin ver de donde procedía la voz, mirando en todas direcciones cuando noto un peso en mis muslos.
¡Hola Ashely!- dijo una extraña pelotita amarilla con vetas moradas y cara de gato, que me miraba con sus ojos rojos desde mi regazo.
- ¡KIIIIAAAAAAAAHHHHH!!! ¿Pero quién narices eres tú?- grito asustada levantandome de un salto
¡Tranquila mujer, que no te voy a comer! Bueno aunque quizá antes lo intentara... ¡Soy Nyaromon!
- ¿Nyaromon? ¿Eres... mi compañero?-la bolita amarilla asintió o al menos eso me pareció-- ¡Oi! ¿Como que has intentado comerme?-pregunto mosqueada
¡Solo para despertarte nada más!- unas pequeñas gotas de sudor asomaron en su enorme cabeza
- Ya claro... ¿Oye no has visto a un hombre asi alto, con pelo oscuro largo y perilla por aquí?
No, de haber visto un hombre así me habría fijado, tengo muy buen gusto para los hombres ¿sabes? jaja, además eres el primer humano que veo- dijo saltando y correteando a mi alrededor
- ¡Oye cuidado que es mi padre! Que raro... Juraría que le vi en el ordenador como a ti...-digo pensativa y mirando alrededor.
- Puedo ayudarte a buscarlo, ¡estoy deseando emprender aventuras contigo!
- ¡Jaja! Está bien, exploraremos este lugar, parece interesante, quizá encontremos algún día a mi padre- digo cogiendo a Nyaromon en brazos
Así las 2 amigas emprendieron su primer viaje por el Mundo Digital, en busca de sus sueños.