Pesca Marina[privado videl]

por cadejo Lun Jul 15, 2013 8:13 am

Hace 10 años atrás:

-----Actualidad-----

Irguiéndose, en donde antes no había nada, y superando la imaginación de cualquier ser, se encuentra una de la ciudades digitales más sorprendentes y olvidadas por los tamers ya que al principio parecería imposible respirar allí, lo cual seria cierto sino fuera por el hecho de que la misma ciudad se encontraba en unas misteriosas burbujas que permitían la vida de los seres de la superficie, además de ofrecer zonas acuáticas donde cualquier ser es capaz de respirar. Protegida de los males de la superficie durante años, debido a su ubicación, pronto su racha de buena suerte estaría por cambiar, o por lo menos así debería ser, sino fuera porque sus nuevos visitantes tenían otros planes más pacíficos…por el momento.
Aprovechando su nuevo aspecto, por causa de su experimento fallido y su desaparición de la vista pública durante unos meses; el primero de los males en poner un pie sobre esta tierra submarina era un joven de unos 17 años en cuya apariencia solo destacaban sus gafas y sus pelo de dos colores; bajando del trailmon que los trajo, hace su aparición, su compañero digital, un simple Commandramon o al menos eso parecía a plena vista, puesto que en su interior corría un poder y conocimientos que lo destacarían de otros, aun sin su tamer.

-haaaa!!! Se me estaba durmiendo todo por estar tanto tiempo sentado- comenta mientras se estira un poco su cuerpo para despertarlo completamente antes de empezar su aventura. Mientras su compañero Digimon solo miraba con disimulo todo su entorno, buscando como siempre alguna futura amenaza.

- deja de quejarte solo estuviste quieto los últimos 5 minutos del viaje, se supone que tenemos que aprovechar tu nuevo aspecto para pasar desapercibidos, recuerdas?-

-jeje bueno ya me conoces –admitiendo con una sonrisa su propia hiperactividad. Lanzando una mirada a la salida de la estación suelta una pequeña sonrisa – pensé que nunca volveríamos a buscarlo- con un tono de nostalgia en su voz y su mirada, las cuales su camarada también compartió por unos minutos, ya que su carácter serio y su entrenamiento militar, le impedían mostrar esas emociones por mucho tiempo en terreno enemigo o desconocido.

- mejor nos ponemos en marcha- tratando de hacer olvidar los recuerdos que le iban llegando.

- mejor pasemos primero por algún restaurante, ese supuesto almuerzo del trailmon era una miseria ¿crees que alguien sirvan whamon al vapor?- empezando su larga caminata, mientras su digimon le respondía con un tono de regaño y/o burla como siempre.

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Pd: la apariencia de cadejo es mas como el de la firma que el del avatar, ya que todavía no he tenido tiempo de cambiarlo en el avatar.
Perdón sino se entiende ando probando diversos métodos de locución para los post, ya que quiero probar cual sería ms divertido jeje.

por Videl Lun Jul 15, 2013 9:58 pm

Hacía un día soleado, los rayos del sol tenían, al parecer, un sincronía perfecta, eran suficientes para sentir la calidez sobre la piel, pero no tantos como para llegar a sentir un calor abrumador, no hace mucho había encontrado el Human Spirit, pero, aún así no me atrevía a usarlo, lo dejaría para situaciones extremas por ahora, el día era perfecto para un paseo por la playa, casualmente mi suerte empezaba a cambiar, por que, era justo ahí donde me encontraba, desde que encontré el Human Spirit había logrado volver a mi forma humana, mas sin embargo, no había vuelto a pisar el mundo humano por ningún motivo y, para ser sincera, el volver no estaba en mis planes.

Seguía caminando por la playa, sintiendo la arena a mis pies y la delicada brisa que dejaban las olas al detenerse en la arena, algo dentro de mí decía que hoy sería un buen día, y que, solo tal vez, una gran aventura se aproximaba, voltee hacía el mar, todo se veía tranquilo excepto por una cosa, un Submarimon se dirigía con clama hacia la costa, espere hasta que se acercara lo suficiente para ver si podía tener una agradable charla, pero antes que dijera una palabra, Submarimon me habló de forma exaltada.

-Apresurate!, no hay tiempo que perder, tienes que verla, todos tienen que verla!.- dijo mientras abría la compuerta en su cabeza para dejarme entrar.

-Bueno, si tú lo dices.- dije dudando mientras entraba en él.

Rápidamente nos sumergimos en el mar, en el trayecto del viaje a no se donde, noté que muchos digimon vivían felices en su ambiente marino, lo cual hizo que una sonrisa se pintara en mi rostro, al parecer mientras me distraía con los digimon acuáticos habíamos llegado a nuestro destino, era obvio que había una estación de Trailmons puesto que uno de ellos acababa de llegar, todo parecía normal excepto que un chico que tenía el cabello de dos colores se había bajado de él, escuche a mis espaldas que Submarimon iba a ir a buscar mas pasajeros para traerlo hacía acá pero realmente no le presté mucha atención, el chico de cabello bicolor venía acompañado de un Commandramon, o eso parecía, me intrigaba el saber que hacía ahí, me digne a seguirlos discretamente mientras observaba la arquitectura de aquel hermoso lugar rodeado por burbujas que permitían la respiración.

por cadejo Mar Jul 16, 2013 6:51 am

Aunque la belleza, elegancia e ingenio de la estación eran admirables, destacando principalmente sus jeroglíficos y esculturas del estilo Atlantis; no se comparaba a la belleza que se veía en el exterior, ya a primera impresión toda la ciudad parecía ser una única obra de arte. Cada edificio demostraba una belleza inigualable y en varios resaltaban figuras similares a las que estaban en el interior de la estación del tren, demostrando como parte de estas estructuras debió provenir de allí en algún momento de la historia. A medida que nuestros visitantes recorrían las calles, lograban visualizar todo tipo de digimons marinos nunca antes vistos, seres que solo habitaban los lugares más incógnitos del océano digital, y escasamente salían a la superficie. Sabiendo esto el Commandramon lograba relajarse un poco, ya que no importaba si su tamer llamaba mucho la atención por algún desafortunado pero previsto accidente, este chico era muy propenso a causarlos aunque sin quererlo; puesto que la mayoría de estos digimons no conocían los males que afectaban la superficie, después de todo el fondo del océano todavía no era un objetivo en los cuales los Chaos Empire tuvieran en la mira….a cierto me he olvidado de mencionarles que aquellos dos visitantes eran tan peligrosos para la paz de esta ciudad puesto que eran importantes miembros de una maligna organización que a acechado al digimundo por varios años y no planean detenerse ante nada ni nadie, para seguir haciéndolo…bueno regresando a nuestra historia original parece ser que nuestro caminante por fin luego de una larga caminada por las calles de esta hermosa ciudad habían logrado encontrar un lugar donde comer, un pequeño y humilde establecimiento móvil manejado por un Octomon muy carismático.

-jeje seguro aquí tiene buena comida a buen precio!- dice emocionado el joven mientras se lanza al establecimiento, seguido por su digimon que echa una mirada rápida al establecimiento y le sigue sin darle importancia. El sitio, como mencione antes era un desplazamiento móvil, pero lo que me falto decir fue que tenía el aspecto de los restaurare móviles japoneses, con una banca para máximo 7 personas/digimons y una barra que separaba a los comensales de la cocina, y donde les proporcionaba a los clientes un buen lugar donde apoyar su comida; todo aquello detrás de una cortina decorada con imágenes azules de criaturas marinas, en un fondo blanco, el cual demostraba la limpieza del local antes de que los clientes entraran. Corriendo la cortina para asomar su amigable sonrisa, entra primero el joven, siendo recibido al instante por su propietario.

-jojo bienvenidos nuevos amigos, en que puedo servirles- dirigiéndole una sonrisa….bueno no tenia su boca visible por ser un Octomon pero sus ojos lograban demostrar la expresión; mientras sus tentáculos seguía ocupándose de preparar todo en su pequeña cocina, sin perder nada de vista, realmente era una demostración de gran destreza.

- buenos días!! – devolviendo le el saludo con cordialidad, mientras se siente al tiempo que Comandramon entra también a la tienda y saluda al dueño, un soldado debe ser cortes siempre, en especial con quien le da de comer- deme el mejor plato de la casa, quiero llenar mi estomago con lo mejor para hoy jejejje-

- a mi solo algo bien balanceado- dice más tranquilo que su tamer, al tiempo que se sienta a su lado.

- jeje de acuerdo- dice mientras le sirve los platos que solicitaron los otros dos clientes que llegaron antes y estaba en la otra punta de la barra; los cuales eran un grupo de penguinmons, ambos con pañuelos, uno lo llevaba en la cabeza y el otro en el cuello- por cierto que trae a un tamer y su digimon a estas tierras? – tratando de empezar una conversación con su nuevo cliente.

- veo que conocen de los tamers incluso aquí- con tono amigable – pues solo venimos a buscar algo que se nos cayó al mar, nos dijeron que podría estar cerca de aquí- hablando con sinceridad algo normal en el aunque a veces su digimon preferiría que no hiciera, puesto aquello solía meterlos en dilemas y peligros innecesarios, pero por el hecho de no estar en ninguna misión de gran importancia le permitía pasar de largo esa acción; Commandramon realmente estaba disfrutando esta pequeña misión, ya que no había peligro real si alguien descubría lo que andaban haciendo.

- debe ser algo muy importante para que lo anden buscando en este inmenso mar! Jeje y sus fuentes deben ser muy buenas si logran llevarlo al lugar preciso o su objeto muy grande jejejje- comenta el cocinero sin perder de vista los platos que preparaba.

-si es algo muy importante para nosotros, lo andamos buscando hace tiempo así que no creo que nuestras fuentes sean tan buenas como crees jaja… pero si tiene lo suyo jeje-

- ¿siempre hay tanta actividad en esta ciudad?- pregunta el astuto digimon, que había estado viendo durante todo el camino como muchos digimons, y algunos otros tamer, andaban apurado por algún motivo, yendo de un lugar a otro.

-tiene una muy buena percepción amigo mío, la verdad es que en los últimos días se dice que cosas extrañas han estado pasando en la ruinas,. Últimamente se cuentan historias de avistamiento de fantasmas de criaturas marinas, las mismas que en su tiempo fueron dirigidas por un poderoso pirata digimon que surco tanto por arriba como por el fondo de los mares, se dice que se levantaron de la tumba porque alguien encontró el tesoro secreto del capitán, despertando a sus guardianes quienes mataron al usurpador y desde entonces se mantiene vigilantes. Últimamente muchos se dirigen a la zona ya sea para ver a los deformes espectros o para tratar de alcanzar el tesoro, en el cual se dice que se encuentra una data misteriosa que es capaz de otorgar un poder mayor a mega a cualquiera que la posea; por lo que se imaginaran porque hay tanta gente aquí jajaja- contando cada detalle de la historia con un tono de voz y expresiones distintas, además de movimientos de sus tentáculos, cosa de asegurarse de hipnotizar con esta trama a sus clientes, después de todo un cocinero debe proporcionar comida y una buena charla a sus clientes.

Aunque el joven se encontraba atrapado por la historia, expresando notoriamente su fascinación por la historia de aventura, en su rostro; en el fondo sabia al igual que puede que esto involucre un pequeño dilema para su búsqueda, pero nada que no pudieran superar.

-genial! Tendremos que pasarnos por esas ruinas para ver qué sucede, no crees Commandramon? Jeje- dirigiendo le una pequeña mirada a su compañero digimon.

por Videl Jue Ago 01, 2013 5:07 am

La arquitectura de aquel lugar, era tan, tan... indescriptible, la palabra hermosa quedaría demasiado corta, sin embargo cada 3 segundos volteaba a ver al chico con cabello bicolor y a su acompañante, no podía permitir que se me escaparan, ese chico tenía algo que me hacía seguirlo, debía descubrir que era ese algo, lo seguí hasta un pequeño puesto móvil de comida, estaba a punto de acercarme para escuchar lo que decían pero no lo hice, un buen acechador sabe cuanta distancia guardar para no ser detectado, y era momento de que me volviese una experta en el acechamiento, giré un poco mi cabeza hacia el lado derecho y vi en un puesto a un MarineDevimon, era uno de esos puestos donde apostabas, el escondía un dado en uno de sus tres vasos, después de eso giraba velozmente sus brazos y sus tentáculos haciendo imposible el saber donde había quedado el dado con certeza, para mí tan solo parecía una estafa, probablemente para algunos de los digimons que ni siquiera querían acercarse también.

El puesto de apuestas dejaba una excelente visión hacia el modesto puesto de comida, por ahora necesitaba saber más acerca de los clanes, sabía de la existencia de los Royal Knight gracias a Maiki, y sabía que el Chaos Empire tenía algo que ver con la fábrica digimon, nada más y nada menos, tal vez el MarineDevimon me podía ayudar, por lo menos a saber un poco más, tomé los 100,000 bits que discretamente había sacado de Submarimon mientras el se apresuraba a traer más viajeros a ver la ciudad.

Realmente no me importaba haber tomado dinero, el ir así de descuidado podría hacer que incluso pereciera, así que los bits estarían mejor conmigo, o al menos eso creía, tomé la mitad de ellos, guarde la otra mitad para futuras necesidades, llegue como el clásico tipo duro, solo que en mi caso, era una chica y no me veía tan ruda que digamos, aún así golpee fuertemente con mi mano abierta la mesa donde tenía sus vasos y le hablé en un tono serio, lo suficiente como para saber que no bromeaba.

-Bien, no he venido a entretenerme con tu estúpida estafa,es algo obvio, así que te daré 50,000 bits si me dices algo que no sepa sobre los clanes del digimundo y otros 25,000 si en cuanto salga un Commandramon al lado de un chico cuyo cabello es color negro y marrón harás como si hubiese perdido una gran cantidad de dinero en este jueguecito tuyo, no hagas preguntas si estás dispuesto a ayudarme, entonces ¿Hablarás?- dije mientras ponía los 50,000 bits sobre la mesa y ponía mi mano abierta sobre estos.

por cadejo Jue Ago 01, 2013 7:46 pm

-jeje ese es el espíritu, chico!- alagando el deseo de aventura del muchacho- solo tengan cuidado haya, muchos han regresado con grabes heridas – Sin perder el tono amigable, pero adquiriendo un pequeño destello de preocupación, les da esa advertencia y recomendación a sus clientes. Terminando de preparar los platos que se le habían solicitado, se los sirve con cuidado a sus clientes – ¡allí tienen, buen provecho!

-wow ya de si huele delicioso!- exclama el joven, mientras se le hacía agua la boca con solo olfatear la exquisitez que le habían preparado, pero sabiendo que mejor no preguntar que era, puesto los Digimons marinos colocaban muchas cosas raras en sus comidas, pero cuyo sabor era exquisito –muchas gracias!- dicen tanto el Digimon como el tamer siendo respetuosos con quien les proporcionaba su alimento, puesto que a pesar de ser los malos del Digimundo, eran incapaces de ser descorteces con quienes les traían y/o preparaban su comida. Luego de dar los respetos a su cocinero, ambos prueban la comida que solicitaron, Commandramon, como siempre, no expresa ninguna emoción, y come con tranquilidad; mientras que su tamer es toda una historia diferente- wow esta exquisito!! – grita luego de saborear el primer bocado, y sin detenerse a escuchar si hay respuesta de parte del cocinero, devorando su almuerzo, milagrosamente, con más modales que de costumbre, ya que aunque no come tranquilamente como Commandramon, si lo hace sin parecer un animal, esta vez. Terminando con mayor rapidez que su compañero, el joven al instante solicita otras dos órdenes de la misa comida, lo que pone feliz al cocinero, ya que para él es muy grato ver que disfrutan de su trabajo. Sin perder tiempo el chef, empieza cocinar las órdenes mientras, incentivado por la curiosidad del joven, empieza contar más historias emocionantes de altamar. Sin interés en los cuentos de hadas que ahora contaba el cocinero Commandramon se dispone a seguir comiendo con tranquilidad; para distraer sus oídos empieza prestar más atención a la conversación de los Penguinmons que estaba también en el pequeño restaurante, quien sabe puede que tengan algún indicio de lo que pase en las ruinas, ahora cualquiera podría ser una buena fuente.

-te lo digo enserio deberías dejar de colocar esa alfombra en la puerta solo lograras que alguien se mate- mmm…bueno no parecía una conversación muy interesante, pero bueno tal vez luego cambiara un poco – haa no exageres! – sigue poco interesante – exagerar?! Casi me mato cuando piso eso, y más de una vez! Incluso el capitán quiere que la saques -….nada tal vez si seguimos un poco más – el capitán? –…un poco más – si la otra vez el capi fue a tu casa para encargarte algo y por culpa del tapete tuyo se cayó de espaldas, tuvimos que llevarlo al hospital – algo gracioso pero inútil , puede que no sea de utilidad escuchar su conversación, incluso podría ser más aburrido que las historias de fantasías que narraba el cocinero –jaja ¿por eso retrasamos la ida a las ruinas para hoy?- un parece no ser una pérdida de tiempo, escuchar esta conversación – no sé de qué te ríes, el capitán estará furioso con tigo cuando vayamos por “nuestro camino” a buscar el tesoro – hablando en voz más baja al mencionar lo del camino, pero siendo escuchado igual por Commandramon, ya que aquello podría serle de mucha utilidad, aunque si era un camino secreto, ello les llevaría a enfrentarse a este grupo – wow tienes razón creo que mejor no voy, me da más miedo el capitán enojado que los presuntos fantasmas- Demostrando su temor, cuando un escalofrió le recorre, de golpe, por la espalda, haciendo que se sacuda por un rato. En la mente de Commandramon este capitán ya se estaba ganando un espacio como potencial amenaza a superar, puesto que estaría en medio de sus planes si ellos se encontraban en las ruinas, y además su poder todavía era un misterio para él – sino quieres hacerlo enojar mejor no faltes, además seguro solo te hará cargar el equipaje pesado jejejee, después de todo aunque seamos pocos no podemos ir sin más hombres a buscar, lo que sabes – tratando de tranquilizar a su amigo, mientras terminaban su comida. Varias dudas empezaban a surgir en la mente de Commandramon, sobre que estrategia seguir ante esta nueva información, pero algo era seguro no podrían seguirlos cuando los Penguinmon abandonaran el restaurante, debido a que por haber elegido un establecimiento tan chico, ellos eran los únicos clientes que había y serian reconocidos rápidamente si les veían, mas por las vestimenta llamativa de su tamer, con esas gafas. Lo mejor sería dejarlos ir y seguirlos cuando su tamer terminara los dos platos, que recién salían de la cocina, y que ahora empezó a disfrutar con más tranquilidad para que no se le escapara ningún sabor de esas delicias culinarias. Sin dejar que su comida se enfriara, Commandramon comio otro poco, ya le faltaba poco para terminar seguro acabaría antes que su tamer. Los Penguinmons dieron otros indicios poco útiles sobre lo malo que era su jefe y como sufriría él que cuyo tapete le lastimo la espalda a su capitán, antes de dejar el establecimiento, dando una buena propina al cocinero, poner su exquisita comida.

-mi platillo estaba muy exquisito, le agradezco la comida- le dice Commandramon al cocinero, con alago y respeto por el trabajo de su anfitrión. Este simplemente le agradeció el alago con una carismática sonrisa. Mientras seguía degustando el sabor del su tercer plato- haaa!! Estaba delicioso! Quiero otr…- interrumpido rápidamente por su Digimon que le tapa la boca y paga la cuenta al Octomon, dejando también una buena propina. Sus objetivos ya habían tenido una buena ventaja, debían asegurarse de llegar a las ruinas cuando estos aun estuvieran visibles – perdón pero tenemos que irnos – disculpándose con su carismático cocinero, puesto que si no se iban ahora, su tamer hubiera seguido comiendo hasta mas no poder y su misión se complicaría. Tomando a su camarada del brazo, ambos salen del puesto. Aunque algo decepcionado por no poder comer más, el joven sabe bien que si su compañero actuó de esta forma eso se debía a una cosa, tenía un plan en mente y ya estaba en marcha.

por Videl Sáb Sep 21, 2013 11:37 am

La cara desconcertada del MarineDevimon no me convencía del todo, tomé los bits rápidamente ya que no tenía tiempo para eso, no sé el por que pero algo dentro de mí me exigía el conocer más sobre los distintos clanes que regían el digimundo y por alguna extraña razón me seguía sintiendo intrigada con respecto al chico cabello bicolor, lo más probable es que si me acercase a él tendría mis respuestas, era eso o tan solo acercarme a preguntar sin obtener respuesta alguna y mientras estaba a punto de levantarme sentí en mi brazo algo desagradable por un momento, era nada más y nada menos que un tentáculo de MarineDevimon el cual removí velozmente de una manera un poco violenta a como usualmente solía reaccionar antes de venir al mundo digital. Apenas alejé su tentáculo el MarineDevimon habló rápidamente.
-Hey!, ¿A dónde crees que llevas esa cantidad de bits?-
-Probablemente a algún sitio donde realmente me den información que en verdad me sirva.-
-Deja de actuar ridículamente humana, deja los bits en la mesa y hablemos como dos seres civilizados.-
Una leve sonrisa se dibujo en mi rostro y justo después de eso empezó lo que sería una larga plática sobre los clanes del digimundo, eventos de gran importancia que habían sacudido a todas las regiones del mundo digital y demás. Mientras hablábamos me di cuenta que MarineDevimon y su "estafa" eran realmente entretenidas e incluso parecía que el dinero que estaba dispuesta a pagarle se lo estaba ganado de una manera "honesta".

Por desgracia parecía que la ciudad submarina no estaba muy familiarizada con los distintos clanes que regían el digimundo, sin embargo el dinero fue muy bien invertido ya que a pesar de no haber obtenido información de gran relevancia con respecto a los clanes, el MarineDevimon me habló sobre un fuerte rumor que últimamente se estaba escuchando por las cercanías, al parecer muchos viajeros habían llegado a los alrededores en busca de alguna clase de tesoro, pero el tesoro no era la única información llamativa si no que parecía que una clase de guardianes resguardaban el dichoso tesoro que cierto pirata había dejado, probablemente el chico que me mantenía intrigada viniera en busca del tan deseado tesoro o tal vez no tuviera nada que ver, fuese cual fuese la respuesta estaba dispuesta a averiguarla en cuanto saliera de ese puesto de comida. La plática seguía fluyendo y yo había pensado mejor las cosas, el escándalo que tenía planeado tan solo me serviría para llamar la atención y probablemente lograr que me identificaran nada más, le dí nuevas instrucciones al MarineDevimon y al parecer habían quedado muy claras, puesto que éste al ver al chico salir del puesto de comida simplemente hizo un leve movimiento con su cabeza en dirección a éste.

-Gracias por todo MarineDevimon, el dinero te lo tienes ganado, suerte en un futuro.-dije mostrando una gran sonrisa y levantando mi mano despidiéndome. Ya era hora de poner en marcha el plan que había formulado durante la plática, solo tenía que seguir un poco más a ese chico y esperar el momento adecuado...

por cadejo Mar Oct 01, 2013 12:02 am

-Hay porque me sacaste de la tienda!? Quería comer un poco más! – quejándose con su compañero mientras lo sigue casi en contra de su voluntad, expresando sus molestias con un tono de tristeza y decepción, como si fuera un pequeño niño a quien sus padre le sacaron de la calesita antes de esta le dejara de interesar. Acostumbrado a esta personalidad infantil que su tamer tomaba muchas veces solo para molestarlo, su compañero sigue con la mirada fija en sus objetivos, mientras mantienen su distancia para no ser detectados, aunque esto era cada vez más fácil puesto se estaban adentrando al centro de la ciudad donde cada vez había mas Digimons y otros tamers que les servían para camuflarse – lo hice por el bien del clan, seguro te hubieras gastado todo el presupuesto allí – simplemente para continuar su diaria, disputa verbal, para ver quien se molestaba primero, algo muy difícil en una pareja como esta, puesto uno era un soldado entrenado a no dejar que sus emociones se interpongan, y el otro un despreocupado y soñador, que siempre retorcía, en su mente, todo comentario ajeno, aumentando su ego o dándole poca importancia – vamos! Sabes que no soy tan tonto, hubiera contratado al cocinero – respondiendo con tono burlón – además, tengo más control sobre mi estómago, que tú por tu fetiche por las armas y películas de acción, y eso que siempre las criticas – un ataque inesperado, que sorprendió a su compañero por unos minutos, puesto era una de esas cosas que uno sabe que son ciertas pero le cuesta aceptar; aunque la única verdad era sobre sus obsesiones – tu control?! Si claro – con un notorio sarcasmo, resoplido y movimiento circular de sus ojos, al tiempo que no perdían su verdadero objetivo – ajaja el sarcasmo no vale jeje – riéndose por haber visto la expresión en el rostro de su camarada – inventando escusas… que patético Cadejo – aprovechando su inminente victoria para burlarse de su Tamer – claro que no es que haces caras muy raras cuando usas el sarcasmo jeje, va ya de igual ¿a quien estamos siguiendo? – pensando en su propia mente que esto no era una derrota sino una pausa estratégica, para dedicarse un rato a su objetivo – solo acepta que perdiste – dejando una pequeña pausa antes de continuar – esos dos Penguinmons estaban hablando de ir a las ruinas con su grupo, por un camino secreto, podríamos usarlos para encontrar nuestro objetivo e irnos sin ser vistos….- le echa un ojo a su tamer y reflexiona - … bueno… creo que con tigo, sería más un vamos nos descubren peleamos y llamamos la atención de todos, perdiendo el objetivo – con un tono de decepción en su voz, por tener un tamer poco disciplinado en misiones como esta para poder realizar una operación exitosa y limpia – hey! Puede que no me guste ser tan sigiloso como tú en las misiones, pero he logrado tantos éxitos como tú y seguramente podría conseguir cumplir esta misión por mi propia cuenta- soltando algo de enojo por los comentarios de su camarada, no porque en realidad le lastimaran, ya que ene le fondo sabía que era verdad puesto que esta misión no era muy importante o poseía peligros de gran nivel, lo cual hacia que él no le prestara mucha importancia; pero su ego le impedía aceptar esas palabras de su camarada y le había obligado a plantear la apuesta – por favor! Si la gran mayoría de las veces nos has metido en grandes problemas por tus actos impulsivos y yo siempre he tenido que estar cuidándote en cada uno de esos desastres – dejando que también sea su ego el que hable – que?! Tú te pones histérico cuando una simple partícula se mueve y todo tu plan se descarrila, y sabes bien que han sido luego mis planes los que nos llevaron a la victoria – yendo en aumento la furia en la voz de ambos hasta llegar al punto de que ninguno los soporto más – EL QUE LO CONSIGA PRIMERO GANA! – gritan con rabia mientras estrechan sus manos, y , como si fueran cabras, se empujan mutuamente con las frentes – el perdedor deberá limpiar la celda número 66785 del sótano! – agrega el tamer, mientras su compañero solo afirme con la cabeza, antes de que los dos se separen de golpe y cada uno vaya por su camino. Por suerte para ambos los dos Penguinmons se habían separado también y no les había prestado atención a sus gritos. Por lo que al separarse ellos dos también, no debieron tomar el mismo camino.

Yendo tras el Penguinmon que fue en dirección al mercado, salió el joven tamer, riendo entre dientes y con una expresión más de felicidad, puesto por su mente solo pasaban pensamientos de lo divertido que sería humillar a su amigo y lo estúpida que fue la discusión. Mientras el Commandramon siguió al que se dirigía al muelle; y aprovechando que debían pasar por un callejón oscuro, uso su habilidad de camuflaje, volviéndose invisible, para no ser visto por su objetivo, puesto pronto habría menos gente alrededor lo que hacía perder su camuflaje anterior.

Pd: me alegro que haya regresado : D
Ahora serás encadenada a la computadora para que no te vayas nunca (¿)

por Videl Sáb Dic 21, 2013 12:09 pm

Me había alejado del MarineDevimon para seguir con mi objetivo principal : seguir al chico de cabello bicolor, empecé a seguirlo y noté como la gente empezaba a juntarse cada vez más, por una parte eso estaba bien ya que, en caso de que alguno de los dos volteara no había motivo aparente como para que sospechasen que estaban siendo seguidos, pero no todo era de color rosa ya que mientras más gente había, más gente me impedía el paso, sin embargo de alguna manera logré que esto no me retrasará, pero mi buena suerte no comenzaba ni mucho menos ya que al parecer el tamer y su digimon estaban teniendo una pequeña disputa sobre "x" o "y" tema, cosa que no me importaba... tanto, todo hubiese seguido normal, pero se habían dicho algo durante esa disputa que había hecho que ambos se separasen, uno de ellos, el digimon había tomado un camino un poco más despejado, lo cual me daría más visibilidad, pero también a él y eso no me convenía en lo absoluto ya que lo último que quería era a un digimon preguntándome por qué lo seguía, además mi interés no tenía mucho que ver con el digimon si no por el chico de cabello bicolor, por lo cual giré mi cabeza para buscar al chico, no fue muy difícil encontrarlo debido a su particular estilo, sin embargo la distancia entre él y yo era algo significativa.

Comencé a ganar velocidad ya que no quería perderlo de vista, por desgracia y al contrario de su compañero digimon la zona que el humano había elegido estaba mucho más congestionada lo cual hacía mucho más difícil el transitar y también me impedía el aumentar mucho mi velocidad debido a que si lo hacía entre tanta gente definitivamente causaría un pequeño desastre debido a que chocaría con varias personas o inclusive digimons, para mi desgracia me di cuenta de todo esto después de haber chocado con varios de ellos en un desesperado intento de alcanzar al chico y entre choque y choque fui perdiendo poco a poco el equilibrio, sin embargo no me podía permitir una caída ya que eso me haría perder mucho tiempo y fue así como en un intento desesperado por no caer, choqué contra una persona justo en su espalda y probablemente había hecho que este perdiera el equilibrio.

Me encontraba algo confusa debido al golpe que me había dado y probablemente había causado una molestia en la persona con la cual me había estrellado por lo cual me puse de pie y sin dudar un segundo pedí disculpas.
-Lo siento, en realidad venía algo apresurada y......- estaba a punto de terminar la oración cuando me dí cuenta de que la persona con quien había chocado era nada más y nada menos que el chico de cabello bicolor a quien tanto seguía.
-Mi nombre es Videl, ¿hay algo que pueda hacer para enmendar el daño causado?.- dije en un tono apenado esperando la respuesta de aquel misterioso chico.

Off: Cade, lamento haber tardado TAAAAAAAAANTO en responder pero he aquí mi respuesta, espero y te guste (:

por cadejo Vie Dic 27, 2013 7:41 pm

Acostumbrado al desorden de su laboratorio, el joven lograba caminar entre la multitud, que crecía a cada paso, con cierta facilidad, la única gran diferencia era que no había tantos objetos molestando sino seres que se movían junto o en contra de su dirección, el cual se encontraba atado a su objetivo. Desde que se separó de su camarada, su mirada no había dejado de observar por su periferia, reflejo o de reojo, al pequeño Digimon Penguino, o como le decía en su cabeza “pollo deforme”. Debo aceptar que aquella hazaña de concentración por tanto tiempo, es algo asombroso…no, mejor dicho, milagroso; para una persona (si es que se puede clasificar como tal) como nuestro joven Tamer, cuya capacidad de concentración en una misión era algo prácticamente imposible para él; seguramente su Digimon estaría orgulloso de él durante este breve lapso. Desafortunadamente no duraría mucho más tiempo. Para cuando ya el camino se había complicado por el gran aumento de seres caminando en una estrecha calle, rodeada de varios edificios altos, nuestro protagonista tuvo que hacer un giro improvisto para evitar unos Digimons que salieron de la nada y termino enfrente de un pequeño puesto de helado andante, “Frost Sea”, eso decía el pequeño cartel sobre el carrito en forma de Whamon, cuya cola era el manubrio que usaba su vendedor para movilizar con más facilidad su puesto. El pecado de la gula recorrió al instante las entrañas de Cadejo, una tentación irresistible para cualquiera científico demente, con el pelo parcialmente chamuscado. La decisión era obvia, y se notaba en su mirada, la cual detuvo el avance del puesto a penas su vendedor logro divisarla.

-….Helado! – dice con tono estúpido mientras una pequeña gota de baba le sale del costado izquierdo de la boca. Al tiempo que mira el cartel pegado en la espalda del Whamon carro, observando la variedad y precio de los deliciosos helados acuáticos.

-Jeje veo que tienes buen ojo jejeje– se ríe, el Hangyomon; más que nada por la reacción del muchacho, aunque controla su tono para que suene más que nada como una risa amigable y orgullosa en vez de burlona – No me agrada presumir, pero aquí tengo los mejores helados de toda la ciudad jajaja. Solo dime cual prefieres – Con el mismo tono amigable y cordial, invitando, al pasar la mano sobre la tabla con la información de la mercancía, al tamer a elegir el que desee. Aunque estoy en contra de pararse en medio de una zona tan transitada, considerando que la venta podría considerar mucho para un humilde vendedor como este, dejare pasar lo esta vez.

-Hay mucha variedad y sabores diferentes, cual debería elegir?! – mirando con cuidado la tabla de información, y hablando para sí mismo, como si una parte de él aun recordara la misión y le estuviera apurando, aunque digamos que esa parte serían tan pequeña que le era imposible alcanzar su cerebro para advertirle. Luego de unos segundos opto por un helado llamado “Azul Atlante” el cual era un helado de paleta, con la forma de un Marin Devimon. Podría decirse que había parecido una transacción exitosa, el helado había sido pagado y el mismo ya iba a ser entregado a su nuevo dueño…pero el destino suele molestar mucho a nuestro Tamer, haciendo que pierda lo que desea y haga el ridículo. Justo cuando estaba a punto de recoger el helado alguien lo empuja desde atrás, impulsando a nuestro protagonista hacia delante, haciendo le perder el equilibrio, lo que le llevo a que su helado se volviera en su nuevo y refrescante cuerno, antes de acabar sentado en el suelo, puesto que por suerte logro apoyarse en el carro mientras caía cambiando la caída de frente por una más cómoda y menos dolorosa….aunque su helado no tuvo tanta suerte, puesto que luego de unos instantes, el mismo se despegó de su frente y acabo en el suelo, volviéndose totalmente incomestible – haa!!! Mi helado! – Dice en voz baja, agarrándose la cabeza y poniendo una cara de decepción *….haa!!! Perdí al poyo deforme?!* levantándose de golpe y mirando para todos lados, sin éxito al buscarlo. Al parecer ese empujón había ayudado a su parte dispuesta a completar su deber, a llegar hasta su cerebro y recordar le su misión. Estaba a punto de comprar otro helado y salir en la búsqueda de su objetivo, pero la voz de su atacante había evitado que su cuerpo hiciera alguna de esas dos cosas, aunque solo escucho la parte de “Mi nombre es Videl, ¿hay algo que pueda hacer para enmendar el daño causado?” - … - Un pequeño silencio recorrió entre ellos por unos segundos, mientras el cerebro de Cadejo se disponía a empezar la nueva estrategia - jeje un placer Videl – le saluda con una sonrisa algo maliciosa, pero con tono amigable, lo cual creo que aumenta más la desconfianza y duda - ..pues para ser honesto hay algo que puedes hacer por mí – le dice y luego compra otros dos helados al Hangyomon, y le da uno a la chica – esta es tu paga, ahora me ayudaras en mi misión, primero debemos buscar a un Poyo deforme aunque según algunos es un Penguinmon – Luego de la explicación rápida, Cadejo toma del brazo de la chica – vamos!- dice mientras se manda a correr hacia un edificio cercano y luego de subir hasta el tercer piso, va hacia las ventanas más cercanas a ver si puede ver al Digimon.

Mientras tanto el Commandramon, tenía una persecución más tranquila y eficaz. Usando su habilidad de camuflaje y sus habilidades para no ser detectado por el oído u el olfato de su presa, logro seguir le por todo el puerto mientras el mismo saludaba a uno que otro Digimon y se reunía con otros camaradas: Un Seadramon, pequeño para su especie; un Shawujinmon, un Orcamon y un Rukamon, que al parecer era hermano del Orcamon. Todo parecía bien, nada de qué preocuparse, no era un grupo numeroso o poderoso, según se veía. Por lo menos hasta que vio otro Digimon que si podría ser un dilema puesto compartía su misma habilidad para hacerse invisible, un Chamelemon.

*¿Que hace un Digimon como ese en esto lares?* era lo que el lagarto pixelado se preguntaba al ver al nuevo adversario, uno que si podría traerle ciertos dilemas, aunque todavía quedaba ver quien era su famoso capitán.

por Videl Lun Jun 30, 2014 11:07 am

Aquél chico no tomó a mal mi atropellamiento e incluso me ofreció uno de sus helados, sin embargo tomó mi mano para ayudarlo en su búsqueda de un digimon cuya apariencia era similar a la de un pollo o al menos él lo creía así. La velocidad con la que salió corriendo aquél chico fue impresionante tanto que casi pierdo el equilibrio debido a que mi mano y la de él seguían unidas, sin embargo con gran habilidad logré mantenerme con el balance necesario como para no estrellarme con el suelo, sin embargo no podía decir lo mismo del helado que ahora yacía sobre el piso mientras la temperatura se hacía cargo de que su cremoso contenido fuera derritiéndose poco a poco.

Mientras seguía, un poco forzada, a aquél chico podía observar que el ambiente en la ciudad era muy tranquilo con respecto a las otras zonas del mundo digital que había visitado anteriormente. El chico me llevó hacia un alto edificio cuya estructura era algo antigua, sin embargo era fácil decir que su solidez estaba intacta, subimos a gran velocidad por las escaleras para llegar a la planta número tres cuya vista de la ciudad era casi periférica. Cuatro ventanales enormes eran los que permitían la visibilidad hacia el exterior, todos de ellos abiertos para permitir la ventilación e iluminación del lugar.

Asomé la cabeza por uno de aquellos ventanales y debido al gran tamaño pude observar gran parte de la ciudad sin embargo una pequeña silueta resaltaba de todas las demás, no por su tamaño sino por su prisa. Era un Penguimon que corría a toda velocidad hacia un destino que desconocía totalmente, rápidamente hice la conexión con lo que había dicho aquél chico y no dudé en advertirlo sobre la situación. -Hey!, ¿no estabas buscando un Penguimon?- dije en un tono de voz un poco más alto al habitual tan solo para llamar la atención de aquél joven. –Mira allá va uno corriendo- dije mientras apuntaba hacía el Penguimon. –Y bien, ¿Qué hacemos ahora…., cómo dijiste que te llamabas?- dije al enterarme de que desconocía el nombre de me acompañante.

por cadejo Jue Jul 03, 2014 3:22 am

-Sí, ando buscando ese digi poyo – responde a su nueva compañera de búsqueda, aunque creo que él le diría subordinada temporal; cuando ella le pregunta si era ese tipo de Digimon el que buscaban. Sin despegar la mirada de su ventana, al responder la pregunta – he?! Donde, donde?!- pregunta impaciente, al escuchar que su compañera advierte haber divisado a su objetivo, lo que provoca que el joven se lance sobre la ventana para poder localizar a la prófuga presa. En efecto ese era el Digimon que él había estado buscando y persiguiendo anteriormente, pero como remarcaba Videl, el objetivo está corriendo y ellos no lograrían llegar a tiempo para seguirle el paso, puesto en lo que bajaban las escaleras lo habrían perdido…a menos que bajaran como tenía planeado hacerlo el joven desde un principio. Aprovechando que estaban en una especie de supermercado con góndolas con disfraces, el joven toma uno de los gorros de piratas, y luego de abrir una de las pocas ventanas móviles, mira a la chica, al tiempo que está parado al borde de la gran ventana- arggg yo jamás le he dicho mi nombre, damisela de tierra argg- …bueno otra vez se había metido en el papel de una imagen típica de la zona donde se encontraba, la vez anterior era un caballero, la otra un vaquero, realmente o anda mal de la cabeza, o simplemente tiene la mentalidad de un niño… incluso ponía las muecas de marinero mientras hablaba, cerrando un ojo y hablando solo por un costado de la boca, como si uno de los lado hubiera sido cocido. Por desgracia abrir las ventanas estaba prohibido, por lo que junto a la actuación del joven, llamaron la atención de uno de los encargados del loca. Por suerte Cadejo al ver ello decidió apresurarse – Aunque ustedes pueden llamarme Capitan Flint, el famoso barba chamuscada!! – Termina gritando mientras con un pañuelo ( también robado) rodea un cable de acero que conectaba ese edificio con otro, posiblemente usado para colocar carteles festivos en las épocas de fiestas; usando este sistema para escapar y bajar rápidamente, dejando a la joven atrás puesto ya había ayudado en la búsqueda… y creo que además pensaba que si la atrapaban a ella, él no tendría a los del local tras de él para pagar por el gorro y el pañuelo robado. Obviamente una persona normal se hubiera soltado de ese cable antes de golpear la pared, pero bueno estamos frente a una mentalidad inusual, que termino golpeándose con el otro edificio, puesto al lanzarse de espaldas no iba a poder ver bien en que momento soltarse. Afortunadamente el toldo de un negocio instalado ilegalmente en la calle, le sirvió de amortiguador en la caída, dejando solo el dolor del primer impacto contra la pared del edificio –auch auch acuh!- Dice mientras se roza la nuca, aunque no fuera el único lugar donde se golpeó - a es verdad ¿Dónde quedo el poyo? – mirando en todas direcciones rápido, hasta que logra visualizarlo y se apresura para poder seguir le el paso.

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Pesca Marina[privado videl]

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