Visita inesperada a la playa ¿Hora de relajarse? [Ichiro ´JR´ Tanaka]

No se cuanto tiempo llevaba caminando, mis piernas me dolían y sentía que en cualquier momento iba a desfallecer- ¿Hace cuanto que no como algo?... -lo unico que había hecho ahora era beber agua que creo que era lo unico que me mantenía con vida ahora, pero incluso sentía como si mi estómago estuviera más delgado que antes. La ultima vez que me comí fue en la Ciudad del Inicio cuando Jijimon nos dio de sus deliciosas manzanas, tambien antes de partir me regaló unas cuantas en un cesto, pero a las pocas horas de iniciar mi viaje hacia lo que me ayudaría a volver a mi forma humana fui atacada por un digimon de pelaje gris que, por suerte no me hizo daño, pero logró paralizarme mientras veía como se robaba la cesta de comida- En verdad soy un desastre... ¿No? -caí rendida en el suelo, cerrando mis ojos que ya yacían pesados por no haber dormido bien en ningun momento- Me he convertido un un digimon y aún así no sé como defenderme bien... no conozco mis ataques ni mis habilidades, me siento como un perro común y corriente... o.. algo así -sentía mis parpados realmente pesados, tanto así que me era imposible abrir los ojos... quería dormir, pero no podía dormir- No lo hagas -escuché de nuevo esa voz dentro de mi cabeza, que me hizo abrir los ojos levemente algo exhaustos- Que... ¿Que no haga qué?... -nuevamente la voz resonó..- No dejes de avanzar, pronto llegaras a un lugar que te permitirá reestablecer tus energías, si duermes ahora... no volveras a despertar -mis orejas se levantaron y mis ojos se abrieron a la par al escuchar esto.

- Tengo... que levantarme... -hice un esfuerzo para que mis pequeñas piernas, o patas, cargaran nuevamente el peso de mi cuerpo sin energías y seguí caminando a pasos lentos. Levanté la mirada y avisté a unos digimon rondando por los cielos, eran aves, parecían buitres...- Era verdad que si no me movía moriría... -dije en voz baja para mi misma, tragué saliva y agité la cabeza intentando no pensar en eso- Si era cierto eso... entonces es probable que la voz tenga razón y mas adelante haya un buen lugar donde descansar... -mi mirada, aunque exhausta, se llenó de determinación y mi paso no cesó.

A los pocos minutos de haber caminado aún con el potente sol sobre mi cabeza, sentí que el viento dejaba de ser áspero- Se siente... una brisa marina... -olfateé el aire- Si... puedo olerlo... ¡Huele a agua! -mis ojos se abrieron a la par y corrí con las fuerzas que tenía hacia delante, acercandome más y más hacia mi destino- ¡Veo algo...! ¿Que es? -di un mal paso y comencé a rodar en el suelo hasta caer de espaldas.

- Ugh... duele... -dejé de esforzarme y me quedé en el suelo, inmóvil- Debo... descansar -mis ojos se cerraron y fui noqueada por el sueño y cansancio.

Era otro día más en el Digimundo, estábamos yo y Veemon caminando por la playa, creo que no fue gran avance el pasar por un desierto y ahora llegar a una playa, pero peor es que nunca hubiéramos salido. Yo no tengo problemas en este momento, aunque tengo algo de hambre, pero al parecer Veemon no está soportando esto, creo que debería hacer algo para subirle el ánimo. Veemon está jadeando y creo que lo que debería hacer es… -Oye hermano, ¿Quieres entrar al agua un momento?- Le digo a Veemon sonriendo –Pero amigo, ¿No creo que sea momento de jugar en el agua?- me dice Veemon –Oye, ahora que no hay nadie que nos mande podemos hacer lo que queramos- agarro a Veemon de la nuca y de la cola arrojándolo al agua, entonces Veemon saca la cabeza del agua –Bien, con que esas tenemos- Veemon me salpica desde lejos entonces yo entro y comienzo a salpicarlo y a meter su cabeza en el agua, entonces Veemon usa –Boom Boom Punch- y comienza a salpicarme a gran velocidad, entonces comienzo a perseguir a Veemon y al correr salimos del agua y el chico tropieza con una Salamon tendida en el suelo que al parecer estaba muy cansada y noqueada, entonces Veemon se levanta y la mira –Oh, es una Salamon- dice Veemon –Pobre pequeña- la levanto –Debió ser insolación, o algo parecido- le digo a Veemon –Amigo, debemos ayudarla, revisarla, tal vez hasta este muerta- me dice mi compañero, entonces llevamos a la sombra de una palmera que estaba cerca de allí, Veemon comenzó a mojarla trayendo agua con sus manos, y yo lo que hice fue usar una hoja que Veemon bajo con un cabezazo para abanicarla y hacerla sentir fresca. –Oye, ¿Se murió?- me dice Veemon mientras la mira –No creo, parece que aun respira- le digo mientras

Por un momento sentía como si abriese los ojos y me encontrara, ya no en ese lugar insólito al que había llegado, si no a...- Mi habitación... -no entendía nada en este momento, ¿No estaba en el ''nuevo mundo'' hace tan solo unso minutos? ¿Cómo había llegado a mi cuarto?- ¿Solo fue... un sueño? -me quité las sabanas de encima y me comencé a estirar- ¡Si, creo que fue un sueño! Aunque se sentía tan real... pero bueno, todos los sueños son así ¿No? -sonreí contenta y escuché una voz por detrás de la puerta.

- ¡Onee-chaan! Mamá dice que bajes a desayunar, rápido que se hará tarde para ir al colegio -¡Era la voz de mi hermano! ¡En verdad estaba en casa!
- ¡Hiro, te dije que fueras a avisarle, no que le gritaras -Y esa era la voz de mi mamá... tenía ganas de llorar, es más, creo que si lo estaba haciendo.
- Si, si, ¡Ya voy!

Abría la puerta como de costumbre y corrí debajo de las escaleras dirigiendome hacia la cocina. Cuando llegué todo parecía estar en su lugar. Mi plato de desayuno, los tipicos huevos revueltos sobre un plato acompañado de dos tiras de tocino, un vaso de jugo de naranja recién exprimido y una rebanada de pan. En la mesa yacía un botesito de mantequilla para el pan, Hiro se encontraba en este momento untando la mantequilla a su pan pero cuando estaba a punto de comerlo me miró con una expresión tan... extraña.

- Ma-Mamá... -sin dejar de verme llamó a mi mamá, quien se encontraba de espaldas lavando el sartén que uso para cocinar.
- ¿Que pasa Hiro? -sin voltearse respondió.
- ¡Un perro se metió a la casa! -se bajó de la silla y me miró con curiosidad.
- ¿Un perro?... -miré hacia los lados- No lo veo, ¿Y porque me miras tan extraño, bobo? -le miré algo angustiada, quería actuar normal pero sus palabras me dejaban intranquila. Mi mamá se dio la vuelta y me miró sorprendida.
- ¿Hm? ¿Cómo se metió ese perro a la casa? ¿Mato volvió a meter animales sin mi permiso?
- ¡No, te juro que yo no hice eso mamá! ¿Pero que está pasando?
- No sé como entró pero... ¿Podemos quedarnoslo? ¡Por favor mamá, por favor!
- Ni hablar, no tenemos comida que darle, además... nadie se va a querer hacer responsable de sus desperdicios, la casa se va a apestar toda.
- ¡Pero mamá...!
- Sin peros, llevalo afuera -Hiro suspiró.
- Está bien... -se acercó a mi, triste.
- ¡O-Oye, alejate! ¿¡Que piensas hacer!? -parecía que no me estaban escuchando, aunque ahora que lo pienso... ¿Desde cuando Hiro es mas alto que yo? Cuando me cargó pude ver en el reflejo de sus ojos mi forma...- Soy... ¿¡Salamon!?

...

- No... no lo soy... yo no soy un digimon... ¡Mamá... Mamá! -estaba moviendome y hablando entre sueños hasta que me levanté cuando sentí que agua entraba en mi boca- ¡AGH! -empecé a toser repetidas veces hasta sacar toda esa agua salada de mi garganta- Ugh... Donde... ¿Donde estoy? -miré hacia mis lados, mi visión aun yacía algo borrosa pero poco a poco se fue recuperando... hasta que pude reconocer las dos siluetas que yacían a mi alrededor- ¿Quienes... son ustedes? -uno de ellos sin duda era un humano, y otro me imagino que se trataba de un digimon... pero... me siento tan confundida en estos momentos, no sé como reaccionar- ¿No me harán daño, verdad?... -después de encontrarme con tantos digimon malvados en lo que he llegado aquí, ya no sé en qué confiar.

Vi a la Salamon despertarse –Oh, ya te despertaste- dice Veemon feliz. Miramos a la rara Salamon, asustada, triste y preocupada preguntándonos si le íbamos a hacer daño –No, no, No te vamos a hacer daño- le digo a la pequeña Digimon asustada –Parece que nos vio cara de malos ¿No?- dice Veemon mientras sonríe levemente –Descuida amiga no te haremos nada, somos amistosos- sonrío a la Salamon –Dejame presentarme, Mi nombre es Ichiro… Ichiro Tanaka, pero puedes decirme JR- me levanto y hago una reverencia –Y él es mi compañero Veemon- le digo y señalo a mi compañero –Buenas tardes, señorita Salamon- le dice Veemon a la Salamon –Nosotros fuimos quienes te ayudamos, te encontramos acosta en el piso y te trajimos aquí, a la sombra de esta palmera, no tienes nada de qué preocuparte amiga- le digo sonriendo –No somos peligrosos ¿Lo ves?- le dice Veemon –Ah claro, ¿cómo se llama señorita?- le digo a la chica felizmente

Mire con atención a los dos presentes frente a mi, sentía mi ceño algo caído, dandome cuenta de que me estaba expresando como alguien asustada cuando en realidad no me gustaría que los demás se percataran de eso. Bajé la mirada y suspiré tranquilamente para calmar mis nervios, después regresé mi mirada ya mas tranquila hacia ellos y escuché lo que me decían- Bueno... viendolo de mejor forma no parecen ser malvados... incluso se les ve tranquilos y sonrientes -negué lentamente con la cabeza- ..Esto me ha vuelto demasiado paranoíca, quizás sea por el cansancio y el hambre, y de paso la pesadilla reciente... -suspiré.

- Lo... lo siento si me muestro algo nerviosa, no es que sea así pero... han ocurrido muchas cosas de forma tan repentina que ya no sé ni cómo reaccionar o que pensar -reí leve, no porque causara gracia, si no porque, como ya dije, no sabía como reaccionar de tanta confusión- ...Aunque me hace muy feliz conocer a dos personas amables como ustedes -les sonreí- En verdad... ¡Me hace muy feliz! -creo que poco a poco lograba restaurarme... o quizas lo estaba forzando un poco, no me gusta verme decaída frente a alguien- ¿Mi nombre? Bueno... yo soy Kuroi Mato. Gracias por haberme traído hasta aquí, en verdad necesitaba algo de sombra -sonreí, esta vez, con más naturalidad. Intenté levantarme, pero resentí el peso de mi cuerpo sobre mis pies que yacían sin energías y tropecé de inmediato- Uggh... no tengo energías ni siquiera para sostenerme... -los miré y me sonrojé un poco, no sabía como decir esto, me daba algo de pena pedirle algo a dos personas que parecían de buen corazón y que apenas voy conociendo- E..Esto... De casualidad ¿No tendrán algo de comida? ¿O de agua? ...O aunque sea decirme donde hay un poco, entonces iré yo misma a conseguirla... Perdonen, pero necesito energías, y mi estómago me duele por no tener nada de que abastecerse...