Un lugar extraño.

Hacía poco tiempo, Regi y Zobyrel habían conseguido volver al mundo humano tras encontrarse con un portal dimensional. Regi deseaba volver a casa pero le apenaba despedirse de su compañero, pero para su sorpresa él había vuelto con ella, el único problema esq la gente se les quedaba mirando como si hubieran visto un fantasma pues no es muy normal, ver a una chica con un niño vestido solo con una sábana, extraños tatuajes y lo más llamativo: 8 ALAS A SU ESPALDA!! Regi corrió rápidamente al apartamento donde vivía con su familia, y para su sorpresa, Zoby fue aceptado muy bien, sus padres decían que parecía suplir el vacío que dejo su hermana mayor mucho tiempo atrás pues misteriosamente, el pequeño Lucemon les recordaba a ella y su hermana menor Sunny, le encantaba jugar con Zoby pues ambos parecían de la misma edad.

- Así que este es tu mundo, Regi?- preguntó Zoby, mientras paseaban, estaba adorable, como tenía la apariencia de un niño pequeño, Regi había tenido fácil disimularle sus alas y sus características de digimon. Llevaba una gorra marrón moderna, camisa roja y pantalones vaqueros además de playeras, para cubrir sus alas Regi le había puesto un viejo abrigo largo que cubría su retaguardia completamente. A ojos de humanos parecía un niño de lo más normal y era otoño así que su indumentaria estaba justificada y no le daba demasiado calor.

-Así es, Zoby. Estás cómodo?-le preguntó

-Si bueno... me siento algo raro, nunca había llevado tanta ropa jaja, pero estoy bien, gracias-dijo

-Estás adorable, no sabía que la ropa humana te quedaría tan bien jaja-le comentó

Zobyrel sonrió y se ruborizó ligeramente, no le gustaban mucho los halagos pero si venían de Regi le parecía bien.

De pronto un estruendo pareció partir el cielo en 2, miramos asustados hacia arriba y había franjas de otro mundo en el cielo.

-Se ha abierto otra puerta al Mundo Digital!- exclamó Zoby alarmado

-No es posible....!-exclamé

-Mira están cayendo varios rayos de datos-señaló a unos haces de luz que venían de las franjas digitales

-No creo que eso sea bueno..-dije

-Seguro que los digimon están viniendo a este mundo... tenemos que detenerlos!-dijo Zoby intentando quitarse la ropa para poder volar

-Aguarda Zoby!- le llamé volviendo a abrocharle la ropa-Mira, la gente parece no darse cuenta de lo que ocurre en el cielo, será mejor disimular nosotros también, miraremos por aqui a ver si hay algo anormal, para luchar siempre habrá tiempo-digo como siempre con esa prudencia que me caracteriza

-Ay Regi! Jo! creo que nunca me acostumbraré a tu afán por no querer dar palizas a los digimon malos!-protestó Zobyrel colocándose el cuello del abrigo hacia arriba en actitud chulesca

-Eres demasiado impetuoso, Zobyrel! primero hay que observar el terreno antes de actuar, hay más maneras de arreglar las cosas que repartiendo tortazos!-protesté mientras el pequeño digimon realizaba una mueca de disgusto, aunque protestara siempre acababa obedeciendome porque en el fondo sabía que lo que yo decía era lo más correcto.

Juntos llegamos a un parque, miramos a mi alrededor, no parecía que hubiese nada raro y las personas que había por ahi, haciendo deporte o con sus niños parecían estar ajenos a la brecha en los cielos, hasta que Zoby vio algo...

-Regi! mira alli!-señaló hacia un banco del parque

-Es un banco Zoby, no veo nada raro en él..-dije temiendo que mi compañero viera fantasmas

-En el banco no! debajo! Mira esa bola de ahi! no se parece mucho a ninguna de las pelotas de tu hermana Sunny...-dijo

Y por fín lo vi, bajo el banco había una especie de pelotita morada, parecía una pelota normal de no ser por sus ojos y una especie de antenitas que le salian de la cabeza

-Es un digimon! Parece asustado... vamos Zobyrel!- corrimos hacia el banco y tomé en mis manos al digimon, por su aspecto parecía un digimon en etapa bebé, muy pequeño como para que nos pudieramos preocupar Zoby y yo.

-Hola pequeño, estás bien? Como te llamas? no había visto antes un digimon como tú...Yo soy Regi y el es mi amigo Zobyrel, te ayudaremos- le dije en tono amistoso, aunque por dentro me preguntaba cómo había llegado hasta aquí un digimon tan pequeño y cómo le podríamos devolver Zoby y yo a su mundo....

Notó como algo lo cogía con cuidado y lo alzaba. Pareció tranquilizarse durante un momento al notar el gesto cariñoso, hasta que se giró y miró a las dos personas que tenía en frente. Al no reconocer el tipo de Digimon que eran se asustó aún más y se revolvió, intentando zafarse de las manos. Estuvo a punto de escaparse cuando escuchó que le iban a ayudar, eso le tranquilizó de sobremanera. Miró de nuevo a esos extraños "Digimon's", no parecían malos y estar con ellos parecía mejor idea que quedarse solo.
- Me llamo Yaamon. - Se presentó tímidamente, acurrucándose en las manos de la extraña. ¿Dónde estoy? ¿Y mi casa?
Parecían llenársele los ojos de lágrimas al pensar que estaba en un sitio tan extraño. Como era otoño, el cielo no tardó en nublarse. Los que se habían presentado como Regi y Zobyrel le miraban más con preocupación que con curiosidad. A Yaamon le llamó la atención el aspecto de Zobyrel, era algo distinto a su compañera, tenía algo así como un aura... o quizá solo eran imaginaciones suyas. De todos modos no se preocupó demasiado por ello. Simplemente se hizo un ovillo en las manos de la muchacha esperando que todo se arreglase por sí solo.

-Encantada Yaamon! No temas no te haremos daño, mi amigo Zobyrel también es un digimon como tú-le animé señalando a Zoby

-Si, soy un Lucemon, pero desde que estoy con mi tamer, me llamo Zobyrel. Quisiera saber que hace un digimon como tú aquí en el mundo humano? y Esa visión extraña que ha cubierto el cielo me inquieta Regi...- dijo Zobyrel

- No creo que el tenga esas respuestas, Zoby... Parece muy asustado y me apena pues solo es un bebé... Quizá eso del cielo es un agujero dimensional por el que cayó...- digo observando el cielo.

-Esto... no es por alarmar Regi, pero nuestro nuevo amigo está llamando demasiado la atención...- dijo Zoby tirandome de la manga de la trenka que llevaba mientras señalaba con la cabeza a la multitud entre extrañada y curiosa que se había agolpado a nuestro alrededor.

-Vaya... parece que no verán las lfranjas en el cielo pero si pueden ver los digimon... menos mal que estás camuflado Zobyrel..- lo digo a Zoby casi al oído mientras apreto a Yaamon contra mi cuerpo para que solo pareciera un peluche y no le vieran la cara, mientras empezaba a andar rápidamente.

-Ustedes perdonen...- dijo Zoby abriendose paso entre la multitud que seguía mirandonos y cuchicheando a nuestro paso.

Al andar me percaté que entre la muchedumbre unos ojos rojos me miraban y brillaban más que el resto. Me alteré un poco pero seguí caminando hacia un lugar seguro tras Zobyrel que encabezaba la marcha tan decidido como siempre.

Al poco llegamos a una plaza, parecía antigua, con una fuente vacía, apagada como si no se hubiera usado en años, con bancos de piedra y frondosos árboles. Parecía un lugar abandonado que sin darnos apenas cuenta, se había cubierto de una niebla espesa como aislándonos del resto.

-Es un campo digital! Parece Yaamon, que no eres el único digimon que vino con las franjas digitales del cielo...- dijo Zobyrel poniéndose alerta

- Un campo digital?- me extrañé, miré a mi alrededor y el mismo tipo de los ojos rojos que me pareció ver antes estaba ahora ante nosotros.

-Trueno mágico!- gritó  el digimon quitándose sus ropajes de camuflaje y comenzando a atacarnos

-Cuidado Regi!!!- Zobyrel también abandonó sus ropas de camuflaje y me tiró al suelo, haciendo un escudo para protegerme con sus 8 alas.

-Zoby!!- le grité mientras él aguantaba el ataque

-Maldito, bastardo! eso ha dolido!!-dijo incorporándose momento que aproveché para mirar los datos de nuestro enemigo en mi digivice:

WIZARDMON:

-Está en nivel champion, Regi. con mi poder actual no podré hacer mucho... confio en tus cartas!!- me dijo Zoby

-Está bien! Veamos... Ah! esta servira!-tomé la carta y la pasé por la ranura de mi D-power--CARD SLASH!! Carta objeto!! EXCALIBUR!!-grité

Tras ello, en la mano derecha de Zobyrel, apareció la legendaria espada Excalibur de MagnaAngemon, adosada a su anillo dorado.

-Guay!!- Tras esto Zobyrel comenzó el ataque