Desenlaces inesperados [Prueba Utau]

por Ed Elric Sáb Jul 26, 2014 12:36 pm

Escuela - Mundo Real

Un sonido retumbaba entre las cuatro paredes de la habitación, era como una especie de timbre que parecía no cesar por nada en el mundo. La joven Utau Hoshina esperaba que parase, que alguien se tomara la molestia de acabar con ese ruido molesto que no la dejaba seguir durmiendo, pero incluso luego de que pasaron varios y largos segundos nada ocurrió, el mismo timbre seguía sonando. No le quedó más remedio que sentarse al borde de su cama, en donde estaba acostada, y estirar la mano hacia la mesa de noche donde estaba el despertador, el causante de aquel sonido que a esas horas parecía mucho peor de lo que era, y apagarlo.
Era temprano por la mañana de un viernes, el último día de clases de la semana. Seguramente, una jornada muy esperada por la mayoría de los niños y adolescentes que iban a la escuela, pero mucho más para Utau, ya que estos días eran los asignados para música, una materia en la que siempre ponía gran esfuerzo y dedicación además del talento natural que tenía para ello. No por nada era su asignatura favorita. Aquel día, era incluso más especial, ya que le tocaba demostrar al frente de la clase, la composición que debía hacer como tarea, ya sea de canto o de cualquier otro instrumento a elección, aunque para eso, primero debía prepararse para esta gran ocasión.
Luego de haberse vestido con el uniforme impecable que ella había cuidado hasta el más mínimo detalle, se dirigió a la cocina en donde su abuela ya estaba esperándola con un desayuno algo ostentoso sobre la mesa. Al ver a Utau, la anciana no tardó en darle los buenos días y aconsejarle que comiera todo lo que había preparado para ella, lo cual era bastante variado y nutritivo, incluyendo cereales, frutas y jugo.
Una vez satisfecha, la joven de cabellos rubios, se levantó de la mesa y no tardó en tomar su bolso más todo aquello que le era necesario para su día en la escuela. Se dirigía rápidamente a la puerta principal de su casa, cuando se detuvo repentinamente a sólo un par de pasos de esta. Sentía esa sensación de que algo se olvidaba, pero por más que pensaba en ello y hacía lista mental de cada una de las cosas que había preparado ese día, no lograba recordar absolutamente nada. Y no fue hasta que su abuela se paró detrás de ella para hablarle.
-¿Acaso te olvidas de saludarme? Buena suerte en tu presentación, niña, hazme sentir orgullosa -rodeando a la joven con ambos brazos y colocando un beso en su frente.
Ahora sí, ese sentimiento que tenía en el cuerpo, se había desvanecido, eso era lo que realmente no había hecho y no podía recordar. Ya estaba lista para salir de casa y partir rumbo a su escuela, y el Sol que ya había empezado a salir, le decía que ese día, sería un gran día.

por Hoshina Utau Sáb Jul 26, 2014 9:00 pm

Ya parada en la puerta, se encontraba un camino que debía seguir, este camino era el que siempre seguía todas las mañanas a la hora de despertarme... Pero tenía el presentimiento de que algo pasaría hoy, algo inesperado, quizá algo nuevo comenzaría, no lo sabía en su totalidad, solo no podía quitarme de la mente ese presentimiento. -Que podrá ser?...- Mencione mientras elevaba mi mano a mi pecho algo desconcertada.
Las palabras de mi abuela rondaban en mi cabeza, sabía que la prueba no sería tan difícil, pero no por ser algo fácil le debía restar importancia así que solo me mentalice que llegaría a esas puertas, las abriría y les demostraría a todos de lo que estaba echa. El cantar era mi sueño, mi hobby favorito era de lo que comenzaba a vivir, era, tan solo... Un sueño...
Caminaba entre la cera de la calle mirando la gente pasar, la suave brisa que se impactaba en las ramas de los arboles causando un movimiento de las hojas de cerezo caer poco a poco, tal cual lluvia de pétalos, era algo hermoso, a mi parecer. Recorrí gran parte del camino hacia la escuela y observé la casa de mi vieja amiga Sara, siempre que pasaba por ahí saludaba a su madre desde la puerta principal, pero esta vez no fue así, al parecer estaba todo cerrado, lo cual me era muy poco familiar ya que su casa siempre estaba abierta, las ventanas, la puerta, incluso una suave presencia se sentía todos los días al pasar por ahí. Pero esta vez era diferente, un aura seca y fría se podía sentir alrededor de esa casa, me preocupe un poco pero seguí caminando, sabía que debería de ver a Sara en el colegio.
Pasado el tiempo llegue a las puertas principales del instituto, todo era normal, como de costumbre el portero me abrió la puerta y me dio los buenos días como acostumbraba. Los pasillos se notaban vacíos, lo que me hizo pensar en que todos los alumnos estarían en clase, pero era demasiado temprano para dar la primer clase. No preste mucha atención a ello pero continué con el camino hacia mi salón de clases, subí las escaleras ya que el aula se encontraba en el tercer piso. Al llegar al primer piso, pude notar al pasar por las ventanas que los salones se encontraban completamente vacíos, lo cual se me hacia muy extraño, en verdad esto comenzaba a perturbarme, no creía que fuera tan temprano para que los alumnos no estuvieran presentes, hasta se me hacia raro el no ver a ninguna autoridad como los maestros... Solo, aquel portero que abrió las puertas de la institución.
Continúe subiendo las escaleras hasta el segundo piso, y lo mismo, los salones se encontraban vacíos en su totalidad, no encontraba ni una persona rondando por ahí, los salones cerrados pero las ventanas se encontraban abiertas. Continúe subiendo hasta llegar al tercer piso, en donde se encontraba mi salón de clases. Me detuve unos instantes y mire mi teléfono celular, lo cual mostraba que eran las 7:30 AM lo cual se me hacia muy extraño, las clases comenzaban a las siete en punto, me extrañaba que hasta tarde había llegado y no encontraba a ninguna persona.
Finalmente llegue al salón de clases mirando por las ventanas y este, al igual que los otros de las demás plantas se encontraba vacío. Un perturbador escalofrío rodó sobre mis brazos y me dirigí hacia el balcón que se encontraba muy cerca de ahí para mirar el patio en su totalidad.
La brisa continuaba azotando las ramas de los arboles haciendo caer las hojas de cerezo y el sol no era tan fuerte como de costumbre, y muy pocas nubes se encontraban en el cielo. -Valla que es raro todo esto- Me cruce de brazos dejando salir un gran suspiro y me decidí por ir nuevamente a la entrada principal, quizá y el portero sabría darme alguna explicación a dicho echo.
Baje hasta llegar a la primer planta caminando hasta las puertas principales observando que la entrada se encontraba abierta, pero la silla en donde se encontraba el portero estaba vacía lo cual me hizo nuevamente sentir un gran escalofrío que recorrió todo mi cuerpo. Esta vez me sentía ya asustada, no lograba ver a nadie, estaba completamente sola en la institución así que corrí a la cafetería y también estaba vacía, la dirección igual, la sala de maestros, los baños, la biblioteca, la zona de computo... Todo estaba deshabitado...
Termine quedándome justo en medio del patio principal. Opte por llamar a mi abuela y explicarle que regresaría a casa, pero el móvil no tenía señal. Este día de ser especial comenzó a ponerse algo extraño...
El estar en ese lugar provocaba cierto nerviosismo en mi, ya que era como una ciudad embrujada, no había logrado ver a ninguna persona, y al policía que una vez mire en la entrada ya no estaba mas. Así que me dispuse a salir al frente del colegio a ver las tiendas y casas de por ahí, pero al parecer esto era como una cuarentena, no se encontraba nadie cerca de los 5 kilómetros a la redonda, lo que me hacia ponerme algo agitada y nerviosa.
El estrés paso, y regrese al colegio con cierta duda, ya antes estando ahí. Me adentre nuevamente a la institución vagando por los pasillos por un largo rato. El sol comenzaba a caer y dejarle paso al atardecer. Ya vencida, me recargué sobre la pared de junto a las escaleras dejando caer mi cuerpo al suelo de senton, el día de hoy era muy entraño pero eso no paro hasta que mi teléfono celular comenzó a destellar de una forma algo extraña, lo saque de mi bolsillo y lo mire, este mostraba una imagen algo extraña que al poco tiempo se comenzó a escuchar una extraña voz proveniente del aparato.
Esta voz me hacia saber cual era la salida al terrorífico momento al que estaba pasando, mencionaba que era una obra para darme paso a tomar la decisión mas importante de mi vida, ya que esta se veía muy repleta de ellas. Como el dedicarme a ser cantante, escoger escuelas, y detalles de ese tipo. Mencionaba también la existencia de otro mundo dimensional al cual podría llevar una nueva historia la cual se vería reflejada en el paso del tiempo y me llevaría a saber que es lo que necesito para crecer mas, como lo mencionaba en muchas ocasiones mi vieja abuela. -Una decisión que cambiara para siempre mi vida?- lleve mi mano hasta mi pecho y cerré mis ojos un momento meditando con calma mientras el atardecer comenzaba a caer, dejando atrás un cielo despejado y rojo.
Asentí y comencé a caminar hasta el ultimo piso, del edificio mas alto de la institución en una extraña bodega donde se guardaban los utensilios de artes. -Esto no es como yo lo recordaba- Tome el picaporte de la puerta, pero antes de abrirla, una vez mas la extraña voz me hacia recordatorio de que mi vida cambiaría, la decisión que estaba apunto de tomar era algo de lo que no podría volver. Lo tenía muy en mente pero aun así sentía que mi corazón anhelaba ese trayecto. -Si es verdad lo que dices y esto es algo de lo que no puedo retractarme, he decidido avanzar con ello, se que llegara el tiempo en el que me arrepienta o quiera volver atrás, pero es así como se aprende a subir la montaña mas grande...- Al parecer mis palabras provocaron algo que hizo resplandecer la puerta y esta se abrió llenando el lugar de luz, una luz que brindaba tantos destellos que era imposible ver, mi teléfono sufrió una deformación y fue así como mis pies pisaron un mundo nuevo, un mundo extraño y mi llegada causo el nacimiento de una nueva leyenda en ese mundo. Una ultima vez escuche la voz de mi móvil, pero esta vez no era mi teléfono, era una especie de aparato tecnológico, no sabía que era solo escuche... ''Señorita Hosina, este es el Digimundo, aquí demostrara el poder del que es capaz una guerrera, suerte y nunca se olvide de no retroceder...''
Y fue así como mi aventura comenzó...