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El descubrimiento de las ruinas del Monasterio Draco, tallado en lo alto de una desolada montaña en el valle de los dragones, ha despertado un gran interés por todo el Digimundo. Principalmente porque según los tallados de la pared exterior dentro de las ruinas se encuentra un obre mágico que contiene en su interior la data y poder del treceavo Royal Kinght, la cual sera dada a quien reclame dicho objeto. Según la historia grabada en los murales, el obre fue dejado allí por el mismo Royal Kinght en caso de que su poder sea necesario para derrotar al mal que se alce en el futuro...por desgracia semejante premio también a llamado la atención de quienes usarían el poder para sus propias metas egoístas. Por lo que esta aventura ahora se a vuelto una carrera por ver quien consigue el gran premio.
6 meses despues de la ultima carrera, un BanchoLeomon reune al viejo equipo de organizacion para dar un nuevo espectaculo, pero en esta carrera, el misterioso patrocinador ha enviado a un "Aspirante a Campeon" con un extraño y unico Digivice. ¿Que es lo que sucedera a lo largo del evento y como funciona este nuevo digivice?.
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-Skin hecho por Hardrock de The Captain Knows Best.
-Imagenes realizadas por Runari Wildy
y Sigrun Vinter
-Imagenes realizadas por Runari Wildy
y Sigrun Vinter
Tomando un día libre... sin permiso [Priv. YatteAgain; Ed Elric]
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Tomando un día libre... sin permiso [Priv. YatteAgain; Ed Elric]
*Tarareando música caribeña* -Ahh, que bien se siente este día de descanso, no sabes cuanto me alegro de que nos lo hayan dado amigo-
-Ajam, toooda la razón Ed. Aunque en el único punto en el que no la tienes es que no nos dieron este día para descanso, ni siquiera avisaste que nos lo tomaríamos. Pero eso no implica que no podré descansar mi pies de tanto caminar y solo comer, comer, comer y comer. Imagina, veinticuatro horas sin peleas, conflictos, tú, enfadado por cualquier cosa. Además, la playa calma sin nadie alrededor nuestro. Deberíamos hacer esto más seguido-
-Estoy de acuerdo, pero sabes que luego nos matarán si se llegan a enterar de esto- *Cruzando las piernas, colocando mis codos sobre la barra de espaldas a esta y tomando un poco de refresco, con la vista puesta en el océano*
-Mmm, ¿acaso ya pensaste en la laaaaarga excusa que tendrás que inventar para salvarnos?-
-¿Y qué te hace pensar que solo yo pensaré en eso? Tendrás que ayudarme Monodramon... o te llevaré conmigo al infierno-
Aun sin perder la serenidad y la vista en el horizonte, entablaba esta conversación que raramente, a pesar de que el futuro no parecía tan prometedor, no encontraba una razón para preocuparme aún desconociendo la clase de castigo que me podría deparar.
Sería tal vez esos días en los que la despreocupación amanece conmigo y no me importa mucho lo que ocurra. Sinceramente me gustan esos días y por fortuna hoy, en nuestro descanso sin permiso, era uno de ellos.
Al contrario, él sí se veía algo nervioso. Hizo fuerzas para tragar saliva y creí ver una gota de transpiración que rodaba por su cabezota morada... no, no era por el calor. Estábamos en verano y el sol paseaba sobre nosotros, pero clima era agradable, la brisa que llegaba del mar nos golpeaba el rostro y hacía que nuestros... perdón, mis cabellos se movieran en la misma dirección. También la sombra de esos pequeños bares parecidos a los de mundo humano hecha con troncos hojas de palmera nos cubría.
El dueño, un Deramon. Parecía un buen tipo y atendía bastante bien por cierto, sin mencionar el delicioso sabor de sus bebidas. Yo llevaba apenas la primera, pero obviamente iba a probar más y en cuanto a mi compañero... creo que no hace falta que lo diga.
-Está bien Ed, te ayudaré. Pero ahora no, solo quiero distraerme un poco, pensar en la menor cantidad de cosas como tu-
-Ni en estos días descansas con las bromas. Y no te preocupes, planeo quedarme aquí hasta la noche. Según oí por ahí que el cielo estará despejado y que no hará falta luces, las estrellas y la luna se encargaran de eso. Si no quieres quedarte puedes ir por ahí a conocer a algunas Digimon en bikinis, aprovecha que no tienes mis dificultades para hablar con el sexo opuesto-
-¿Digimon? ¿en bikinis?-
Monodramon salió disparado de su silla por un par de chorros de sangre que salieron de su nariz, intentó recomponerse en el aire pero con sus cortas garras no llegó a agarrarse de ningún lado. Eran de esas sillas altas de madera, en las que casi tienes tu altura cuando te encuentra de pie. Quedó tendido en la arena, sonrojado y tapando esos pequeños agujeros en frente de su cabeza con sus dos garras. Deramon soltó una pequeña carcajada, yo con el sorbete aun entre los dientes sonreí hasta que no pude aguantar ni un segundo más hasta que me uní a la alegría del Digimon y no faltó mucho más para que mi amigo también hiciera lo mismo aún estando en el piso.
Sin dudas, este día estaba hecho para disfrutarlo.
-Ajam, toooda la razón Ed. Aunque en el único punto en el que no la tienes es que no nos dieron este día para descanso, ni siquiera avisaste que nos lo tomaríamos. Pero eso no implica que no podré descansar mi pies de tanto caminar y solo comer, comer, comer y comer. Imagina, veinticuatro horas sin peleas, conflictos, tú, enfadado por cualquier cosa. Además, la playa calma sin nadie alrededor nuestro. Deberíamos hacer esto más seguido-
-Estoy de acuerdo, pero sabes que luego nos matarán si se llegan a enterar de esto- *Cruzando las piernas, colocando mis codos sobre la barra de espaldas a esta y tomando un poco de refresco, con la vista puesta en el océano*
-Mmm, ¿acaso ya pensaste en la laaaaarga excusa que tendrás que inventar para salvarnos?-
-¿Y qué te hace pensar que solo yo pensaré en eso? Tendrás que ayudarme Monodramon... o te llevaré conmigo al infierno-
Aun sin perder la serenidad y la vista en el horizonte, entablaba esta conversación que raramente, a pesar de que el futuro no parecía tan prometedor, no encontraba una razón para preocuparme aún desconociendo la clase de castigo que me podría deparar.
Sería tal vez esos días en los que la despreocupación amanece conmigo y no me importa mucho lo que ocurra. Sinceramente me gustan esos días y por fortuna hoy, en nuestro descanso sin permiso, era uno de ellos.
Al contrario, él sí se veía algo nervioso. Hizo fuerzas para tragar saliva y creí ver una gota de transpiración que rodaba por su cabezota morada... no, no era por el calor. Estábamos en verano y el sol paseaba sobre nosotros, pero clima era agradable, la brisa que llegaba del mar nos golpeaba el rostro y hacía que nuestros... perdón, mis cabellos se movieran en la misma dirección. También la sombra de esos pequeños bares parecidos a los de mundo humano hecha con troncos hojas de palmera nos cubría.
El dueño, un Deramon. Parecía un buen tipo y atendía bastante bien por cierto, sin mencionar el delicioso sabor de sus bebidas. Yo llevaba apenas la primera, pero obviamente iba a probar más y en cuanto a mi compañero... creo que no hace falta que lo diga.
-Está bien Ed, te ayudaré. Pero ahora no, solo quiero distraerme un poco, pensar en la menor cantidad de cosas como tu-
-Ni en estos días descansas con las bromas. Y no te preocupes, planeo quedarme aquí hasta la noche. Según oí por ahí que el cielo estará despejado y que no hará falta luces, las estrellas y la luna se encargaran de eso. Si no quieres quedarte puedes ir por ahí a conocer a algunas Digimon en bikinis, aprovecha que no tienes mis dificultades para hablar con el sexo opuesto-
-¿Digimon? ¿en bikinis?-
Monodramon salió disparado de su silla por un par de chorros de sangre que salieron de su nariz, intentó recomponerse en el aire pero con sus cortas garras no llegó a agarrarse de ningún lado. Eran de esas sillas altas de madera, en las que casi tienes tu altura cuando te encuentra de pie. Quedó tendido en la arena, sonrojado y tapando esos pequeños agujeros en frente de su cabeza con sus dos garras. Deramon soltó una pequeña carcajada, yo con el sorbete aun entre los dientes sonreí hasta que no pude aguantar ni un segundo más hasta que me uní a la alegría del Digimon y no faltó mucho más para que mi amigo también hiciera lo mismo aún estando en el piso.
Sin dudas, este día estaba hecho para disfrutarlo.
- Tamer & Digimon
- Prueba de Rol :ADigi Puntos :253Nivel On Rol :UltimateInventario :
Ed Elric
Re: Tomando un día libre... sin permiso [Priv. YatteAgain; Ed Elric]
Floramon parecía muy emocionada al ver aquella playa, puesto que le recordó a esos paisajes paradisíacos que había visto anunciados en revistas. Luna no lo estaba tanto, tenía la sensación de que bajo aquella arena fina como la harina, se escondería algo que la asustaría. Y es que hasta el momento en aquel mundo habían recorrido peligro tras peligro, Pero tenía que reconocer que las playas de Hawaii no tenían nada que envidiarles a éstas y que habría inmobiliarias que se darían bofetadas por construir pisos allí. Luna dijo ésto último en alto, pero Floramon se limitó a reír con rostro desconcertado; y es que a Luna se le olvidaba que Floramon sabía poco más del mundo que se extendía fuera de su casa... se sentía bastante culpable por eso, las salidas a horas tardías cuando nadie recorriera las calles no eran suficiente; las flores necesitaban sol pero obviamente no podía colocar a Floramon en una maceta y dejarla en el balcón, por motivos evidentes.
- Quizás, un lugar seguro en este mundo es mucho mejor hogar para ella - pensó Luna. Sufriría si se iba porque no tenía facilidad para hacer amigos y volvería a estar completamente sola en casa, pero prefería el bienestar de Floramon.
Luna se quitó los zapatos. Cuando se había lanzado al más puro estilo kamikaze a ése portal al mundo digimon para ir en busca de la que era una Yokomon, se había preparado como si fuera una aventura; provisiones que había perdido y ropa adecuada para atravesar una selva amazónica. Ahora se sentía algo ridícula con aquel look estilo explorador y se recordaba a una mala parodia de Indiana Jones. Y aunque no hacía un calor asfixiante esa ropa la hacía pensar que estaba cerca de una estufa... tenía tanto calor, cansancio y sed que no pudo evitar pensar en lo irónico que sería morir de ser o de una insolación delante de tanta agua.
Caminaron por la orilla, para matar la sensación de calor. A pesar de habérselos doblado, el bajo de sus pantalones se habían empapado.
- Luna...¿ese edificio no es una casa?- preguntó Floramon. Luna iba tan absorta que ni se había dado cuenta de que a lo lejos había una especie de bar de playa y hamacas. Floramon jamás había visto ninguno, así que decidió llamarlo así. Floramon, siempre solía hablar de esa manera tan peculiar.
- Sí, podría decirse que sí - fue lo que respondió. A pesar de que no se fiaba (¿en ese mundo hacían falta bares?) lo mejor era acercarse. Se sorprendió al ver a un tamer con su digimon, riendo. Le dio cierta envidia; todos los tamer que había visto parecían congeniar perfectamente con sus digimon, sus personalidades encajaban. Pero aunque Floramon y Luna se querían, no podía decir lo mismo; ninguna de las dos era explosiva, y ambas se comportaban con timidez.
Un digimon ave con un matorral por cola les preguntó qué podía ofrecerles. Luna supuso que era el dueño del local, y luego comenzó a pensar en lo lindas que eran las flores de su cola y la corona que llevaba.
- Si usted fuera tan amable, necesitaríamos comida, ropa, algo de beber, un baño de espuma, una cama - después de su enumeración, añadió- ¡Ah, pero lo más importante, necesitamos una puerta! - evidentemente Floramon no había entendido a qué se se refería el Deramon.
- Es... sólo nos está diciendo que si queremos beber algo del bar - le aclaró Luna con un susurro.
- Ah, ¿sólo nos ofrecía los servicios de su establecimiento?- preguntó inocentemente, y luego dijo educadamente y con una leve reverencia con la cabeza - No disponemos de nada que podamos ofrecerle a cambio de la bebida, señor
Las palabras de Floramon junto con la vestimenta de Luna hicieron que en el rostro de Deramon se dibujase una mueca de extrañeza.
- Sí, ustedes tienen pinta de andar perdidas. ¿Es que no tienes calor, chica? - Luna sólo dijo débilmente que sí, aunque completó la frase en sus pensamiento apuntando al detalle que aunque hacía calor no podía desnudarse y bailar en la playa - Dentro hay algunos bikinis. Luego, podéis daros un baño para quitaros el calor.
Luna miró al tamer y a aquel dinosaurio violeta algo nerviosa antes de seguir a Deramon y Floramon que se sentía tan agradecida que insistía en buscar alguna manera de pagar aquello. Se metió dentro del probador, donde había colgados muchos bikinis. Floramon estaba entusiasmada sin saber cuál escoger... acabó tomando uno de color rosa pastel y un sombrero de playa blanco.
- Sí que te sienta bien. Aunque ¿para qué lo quieres?- Luna sonrió ampliamente, al acordarse de que no estaban solas, de que había un tamer con su digimon, decía Luna mientras se ponía un bikini a rayas escogido aleatoriamente- ¿No me digas que...? Ah, en el fondo eres una picarona.
- Pero el atuendo necesario para disfrutar en la playa es el bikini - respondió ingenuamente como si aquello fuera lo normal en un digimon. Luna recordó entonces que Floramon emulaba su comportamiento... no encontraba la manera de decirle que los humanos y los digimon eran diferentes.
- A todo esto, ¿cómo los habrá conseguido ese digimon?- Luna decidió gastarle una broma a Floramon- Oh, ya sé. Seguro que es un pervertido.
-¿Un... una de esas personas que disfrutan viendo a otras en paños menores?-Luna tuvo que aguantarse la risa ante aquella definición, pero se esforzó por sonreír de manera siniestra y mover los dedos.
-Oh sí...¡seguro que acecha a digimons desprevenidas como tú!
-¡Uah!-Floramon enrojeció, aunque Luna no se esperaba que saliera corriendo como una posesa.
Terminó de ponerse la parte de arriba del bikini y se hizo rápidamente un moño antes de salir tras ella. Luna pensó que quizás se había pasado asustándola.
Al salir corriendo con los ojos cerrados, Floramon se tropezó con Monodramon y chocó con él. Ella cayó al suelo, con un escorzo perfecto, como ésas escenas donde la dama cae de una manera tan elegante que resultaba bonito. Luna quería ser tan elegante como Floramon; cada vez que se caía, Luna siempre lo hacía de cara, se hacía heridas y demás, y era de todo menos armónico. El sombrero volando a unos pasos de ella se alió para crear una escena que Luna hubiera querido retratar en un dibujo paródico para enseñárselo. El detalle final que hizo que Luna se llevase la mano a los labios para reprimir una carcajada fue el hilito de voz de Floramon, como una damisela frágil:
-Siento... siento haber tropezado.
- Quizás, un lugar seguro en este mundo es mucho mejor hogar para ella - pensó Luna. Sufriría si se iba porque no tenía facilidad para hacer amigos y volvería a estar completamente sola en casa, pero prefería el bienestar de Floramon.
Luna se quitó los zapatos. Cuando se había lanzado al más puro estilo kamikaze a ése portal al mundo digimon para ir en busca de la que era una Yokomon, se había preparado como si fuera una aventura; provisiones que había perdido y ropa adecuada para atravesar una selva amazónica. Ahora se sentía algo ridícula con aquel look estilo explorador y se recordaba a una mala parodia de Indiana Jones. Y aunque no hacía un calor asfixiante esa ropa la hacía pensar que estaba cerca de una estufa... tenía tanto calor, cansancio y sed que no pudo evitar pensar en lo irónico que sería morir de ser o de una insolación delante de tanta agua.
Caminaron por la orilla, para matar la sensación de calor. A pesar de habérselos doblado, el bajo de sus pantalones se habían empapado.
- Luna...¿ese edificio no es una casa?- preguntó Floramon. Luna iba tan absorta que ni se había dado cuenta de que a lo lejos había una especie de bar de playa y hamacas. Floramon jamás había visto ninguno, así que decidió llamarlo así. Floramon, siempre solía hablar de esa manera tan peculiar.
- Sí, podría decirse que sí - fue lo que respondió. A pesar de que no se fiaba (¿en ese mundo hacían falta bares?) lo mejor era acercarse. Se sorprendió al ver a un tamer con su digimon, riendo. Le dio cierta envidia; todos los tamer que había visto parecían congeniar perfectamente con sus digimon, sus personalidades encajaban. Pero aunque Floramon y Luna se querían, no podía decir lo mismo; ninguna de las dos era explosiva, y ambas se comportaban con timidez.
Un digimon ave con un matorral por cola les preguntó qué podía ofrecerles. Luna supuso que era el dueño del local, y luego comenzó a pensar en lo lindas que eran las flores de su cola y la corona que llevaba.
- Si usted fuera tan amable, necesitaríamos comida, ropa, algo de beber, un baño de espuma, una cama - después de su enumeración, añadió- ¡Ah, pero lo más importante, necesitamos una puerta! - evidentemente Floramon no había entendido a qué se se refería el Deramon.
- Es... sólo nos está diciendo que si queremos beber algo del bar - le aclaró Luna con un susurro.
- Ah, ¿sólo nos ofrecía los servicios de su establecimiento?- preguntó inocentemente, y luego dijo educadamente y con una leve reverencia con la cabeza - No disponemos de nada que podamos ofrecerle a cambio de la bebida, señor
Las palabras de Floramon junto con la vestimenta de Luna hicieron que en el rostro de Deramon se dibujase una mueca de extrañeza.
- Sí, ustedes tienen pinta de andar perdidas. ¿Es que no tienes calor, chica? - Luna sólo dijo débilmente que sí, aunque completó la frase en sus pensamiento apuntando al detalle que aunque hacía calor no podía desnudarse y bailar en la playa - Dentro hay algunos bikinis. Luego, podéis daros un baño para quitaros el calor.
Luna miró al tamer y a aquel dinosaurio violeta algo nerviosa antes de seguir a Deramon y Floramon que se sentía tan agradecida que insistía en buscar alguna manera de pagar aquello. Se metió dentro del probador, donde había colgados muchos bikinis. Floramon estaba entusiasmada sin saber cuál escoger... acabó tomando uno de color rosa pastel y un sombrero de playa blanco.
- Sí que te sienta bien. Aunque ¿para qué lo quieres?- Luna sonrió ampliamente, al acordarse de que no estaban solas, de que había un tamer con su digimon, decía Luna mientras se ponía un bikini a rayas escogido aleatoriamente- ¿No me digas que...? Ah, en el fondo eres una picarona.
- Pero el atuendo necesario para disfrutar en la playa es el bikini - respondió ingenuamente como si aquello fuera lo normal en un digimon. Luna recordó entonces que Floramon emulaba su comportamiento... no encontraba la manera de decirle que los humanos y los digimon eran diferentes.
- A todo esto, ¿cómo los habrá conseguido ese digimon?- Luna decidió gastarle una broma a Floramon- Oh, ya sé. Seguro que es un pervertido.
-¿Un... una de esas personas que disfrutan viendo a otras en paños menores?-Luna tuvo que aguantarse la risa ante aquella definición, pero se esforzó por sonreír de manera siniestra y mover los dedos.
-Oh sí...¡seguro que acecha a digimons desprevenidas como tú!
-¡Uah!-Floramon enrojeció, aunque Luna no se esperaba que saliera corriendo como una posesa.
Terminó de ponerse la parte de arriba del bikini y se hizo rápidamente un moño antes de salir tras ella. Luna pensó que quizás se había pasado asustándola.
Al salir corriendo con los ojos cerrados, Floramon se tropezó con Monodramon y chocó con él. Ella cayó al suelo, con un escorzo perfecto, como ésas escenas donde la dama cae de una manera tan elegante que resultaba bonito. Luna quería ser tan elegante como Floramon; cada vez que se caía, Luna siempre lo hacía de cara, se hacía heridas y demás, y era de todo menos armónico. El sombrero volando a unos pasos de ella se alió para crear una escena que Luna hubiera querido retratar en un dibujo paródico para enseñárselo. El detalle final que hizo que Luna se llevase la mano a los labios para reprimir una carcajada fue el hilito de voz de Floramon, como una damisela frágil:
-Siento... siento haber tropezado.
- Tamer & Digimon
- Faltas :1Prueba de Rol :ADigi Puntos :402Ficha :Nivel On Rol :RookieNivel On Rol de los Digi Aliados :Leonardo
Champion
Icono :Rango y Unidad :Luna Naitoenjeru
Rango: Soldado
División: Four Holy Beast
Unidad/Sub-division: North Shield Tortule
Flora
Rango: Soldado
División: Four Holy Beast
Unidad/Sub-division: North Shield Tortule
Rango y Unidad Digi Aliado :Leonardo
Rango: Soldado
División: Four Holy Beast
Unidad/Sub-division: North Shield TortuleInventario :
Luna Kobayashi
Re: Tomando un día libre... sin permiso [Priv. YatteAgain; Ed Elric]
Aún quedando vestigios de risa por lo que había ocurrido, el golpe que se había dado Monodramon, pude ver hacia mi derecha dos figuras nuevas sobre la playa. Afortunadamente poseía buena vista por lo que pude reconocer que se acercaban en nuestra dirección. Para ser sincero, solo quería que se queden en ese lugar o que pasaran de largo. No tenía intenciones de compartir el día con alguien más aparte de mi compañero. Y menos en este día de descanso, único que tenemos desde hace mucho tiempo.
No está de más mencionar que generalmente, cuando un Tamer está cerca es muy probable que algo malo ocurra, sin contar que ese Tamer puede representar un peligro en potencia por sí solo.
-Ed, ayúdame a levantarme-
Esto me hizo bajar la vista y al verlo me dí cuenta que, además del golpe, él estaba enredado con las patas de la silla. Por desgracia tenía que hacerlo, y era seguro que también que iba a tener que darle una mano para que se suba de nuevo. Esto me daba a pensar dos cosas; era demasiado flojo y comenzaba a sospechar de que este tipo de cosas era una esas escenas de películas que le gustaba hacer.
Una vez que lo ayudé con lo primero, me llamó la atención que las dos siluetas que había visto a lo lejos ya estaban aquí. Solo levanté la vista un segundo, confirmando de que se trataban de ellas. Una muchacha no más grande que yo que llevaba un atuendo poco relacionado con la playa, no es que yo lo tuviera, pero ella parecía que recién acababa de salir de un bosque o pantano, que se encontraban mucho antes de nuestra locación actual. Y su compañera, una Floramon.
Oí algo sobre un "andar perdidas", no mucho más ya que trataba de obviar la conversación. Solo veía a Monodramon algo curioso, pero no más que de costumbre.
Una vez que ellas entraron en la parte de atrás del local, Deramon soltó unas palabras al aire.
-Mujeres, que raro no verlas preparadas para cada situación-
Sí, también pasé por alto eso y no le pregunté sobre lo que hablaba
-Vamos Ed, súbeme que no llego-
-¿Por qué no lo haces tu? Estoy cansado de el mismo circo siempre-
-Porque hoy es mi día de descanso-
-¡También es mi día de descanso. No tengo porque ayudarte a subir a la silla! Además estás bastante más grande desde que te convertiste en huevo. Solo levanta la pata y sube-
Jeje, gracias Ed, tu también estás más alto desde esa vez. Pero no llego-
Monodramon movía su pata izquierda hacia arriba y hacia abajo tratando de darme una razón para ayudarlo. Creí sentir una de las venas de mi frente bastante marcadas.
Pero lo hice, después de todo eramos un equipo y él me había ayudado incontables veces... aunque no se notara en esta situación. Me acerqué junté mis manos e hice que apoyara una de sus patas ahí, luego lo levantaría hasta que pueda sentarse con comodidad. Cabe aclarar que no es para nada liviano.
Sentí que algo nos golpeó desde un costado, por lo que quedamos tendidos en la arena, yo sentado. Pero mi amigo de espaldas nuevamente, pero la Floramon que vimos hace instantes estaba por encima de él. Ella pidió disculpas, aunque mi amigo estaba algo sorprendido por toda esta escena. Solo comenzó a usar sus garras y patas para salir de la posición, se arrastró hacia atrás.
Como me encontraba atrás de él, me puse de pie y tomándolo por abajo de los brazos lo ayudé a levantarse.
-Ehh... no... no hay porqué preocuparse-
¿Un Digimon con ropa? ¿Desde cuando? Solo vi a uno que otro probándose una camisa, de talles demasiado grandes por cierto, pero solo a modo de broma, no con un bikini. También esperaba que no fuera en serio.
Me acerqué a Floramon y extendí la mano para que hiciera lo mismo mientras sacudía la arena de mi tapado con la otra. En eso vi que su Tamer se tapaba la boca. ¿Estaría sorprendida o solo riéndose?
Yo que solo quería descansar...
No está de más mencionar que generalmente, cuando un Tamer está cerca es muy probable que algo malo ocurra, sin contar que ese Tamer puede representar un peligro en potencia por sí solo.
-Ed, ayúdame a levantarme-
Esto me hizo bajar la vista y al verlo me dí cuenta que, además del golpe, él estaba enredado con las patas de la silla. Por desgracia tenía que hacerlo, y era seguro que también que iba a tener que darle una mano para que se suba de nuevo. Esto me daba a pensar dos cosas; era demasiado flojo y comenzaba a sospechar de que este tipo de cosas era una esas escenas de películas que le gustaba hacer.
Una vez que lo ayudé con lo primero, me llamó la atención que las dos siluetas que había visto a lo lejos ya estaban aquí. Solo levanté la vista un segundo, confirmando de que se trataban de ellas. Una muchacha no más grande que yo que llevaba un atuendo poco relacionado con la playa, no es que yo lo tuviera, pero ella parecía que recién acababa de salir de un bosque o pantano, que se encontraban mucho antes de nuestra locación actual. Y su compañera, una Floramon.
Oí algo sobre un "andar perdidas", no mucho más ya que trataba de obviar la conversación. Solo veía a Monodramon algo curioso, pero no más que de costumbre.
Una vez que ellas entraron en la parte de atrás del local, Deramon soltó unas palabras al aire.
-Mujeres, que raro no verlas preparadas para cada situación-
Sí, también pasé por alto eso y no le pregunté sobre lo que hablaba
-Vamos Ed, súbeme que no llego-
-¿Por qué no lo haces tu? Estoy cansado de el mismo circo siempre-
-Porque hoy es mi día de descanso-
-¡También es mi día de descanso. No tengo porque ayudarte a subir a la silla! Además estás bastante más grande desde que te convertiste en huevo. Solo levanta la pata y sube-
Jeje, gracias Ed, tu también estás más alto desde esa vez. Pero no llego-
Monodramon movía su pata izquierda hacia arriba y hacia abajo tratando de darme una razón para ayudarlo. Creí sentir una de las venas de mi frente bastante marcadas.
Pero lo hice, después de todo eramos un equipo y él me había ayudado incontables veces... aunque no se notara en esta situación. Me acerqué junté mis manos e hice que apoyara una de sus patas ahí, luego lo levantaría hasta que pueda sentarse con comodidad. Cabe aclarar que no es para nada liviano.
Sentí que algo nos golpeó desde un costado, por lo que quedamos tendidos en la arena, yo sentado. Pero mi amigo de espaldas nuevamente, pero la Floramon que vimos hace instantes estaba por encima de él. Ella pidió disculpas, aunque mi amigo estaba algo sorprendido por toda esta escena. Solo comenzó a usar sus garras y patas para salir de la posición, se arrastró hacia atrás.
Como me encontraba atrás de él, me puse de pie y tomándolo por abajo de los brazos lo ayudé a levantarse.
-Ehh... no... no hay porqué preocuparse-
¿Un Digimon con ropa? ¿Desde cuando? Solo vi a uno que otro probándose una camisa, de talles demasiado grandes por cierto, pero solo a modo de broma, no con un bikini. También esperaba que no fuera en serio.
Me acerqué a Floramon y extendí la mano para que hiciera lo mismo mientras sacudía la arena de mi tapado con la otra. En eso vi que su Tamer se tapaba la boca. ¿Estaría sorprendida o solo riéndose?
Yo que solo quería descansar...
- Tamer & Digimon
- Prueba de Rol :ADigi Puntos :253Nivel On Rol :UltimateInventario :
Ed Elric
Re: Tomando un día libre... sin permiso [Priv. YatteAgain; Ed Elric]
"Bien, si eran bañistas en busca de paz y tranquilidad, Floramon acaba de fastidiarles el... oh Dios mío, ¿cómo ha acabado ella encima del dinosaurio morado? ¿Es que tenemos un flechazo y no me percaté?" pensó, con una mezcla entre sorpresa y risa. El tamer cayó a la arena pero se levantó a ayudar tanto a su digimon como a Floramon. Luna sonrió un poco, con gesto tierno, al ver aquella actitud del tamer con ambos digimon... sabía que no era un enamoramiento repentino como el que quería encasquetarle a Floramon. Sabía que ver a alguien con actitud paternal siempre la haría sentirse igual; una mezcla de nostalgia por no haber tenido la figura de un padre cercano... no le importaba no tener madre, pero tener un padre en la distancia, como alguien en las alturas era algo desagradable. Sí, le pasaba todo el dinero que necesitase, pero jamás lo veía.
Luna adoraba a su padre, se esforzaba porque éste estuviera contento y orgulloso de su hija, aunque no lo consiguiera del todo; pero siempre soñaba que un día, en lugar de entrar en casa y ver que no había nadie, su padre estaría allí para preguntarle cómo le habían ido las cosas. Ese día no sucedía. Sólo lo veía lo justo y necesario.
-Seguramente ni siquiera haya notado que no estoy - pensó Luna, con cierta tristeza. A veces se preguntaba quién lloraría por ella si ocurría algo; quizás su padre, si se diera cuenta, pero nadie más. Ni siquiera su madre, no sabía nada de ella. Hasta que llegó Floramon. Entonces, había tenido comida caliente, había sido arropada y había sido escuchada. Era su amiga, y casi, su madre.
Por un momento dejó de reír, pero desechó aquello de su mente, se dijo que al menos, tenía a Floramon y volvió a mirar la escena. Al ver el sonrojo de Floramon cuando Monodramon dijo que no importaba, no pudo evitar reír. "Yo sólo bromeaba... ¡sería extraño llamar papá a un dinosaurio violeta más bajo que yo" fue lo que pensó, riendo.
-Yo... te estoy agradecida por ser tan comprensivo - le dijo a Monodramon mientras recogía el sombrero y se escondía tras él. Luego miró al tamer. Hizo una leve reverencia - A ti también, por ser tan servicial.
Luna se acercó, tratando de controlar la risa. Llevaban días allí perdidas sin saber exactamente cómo volver a casa, de susto en susto, así que se le hizo raro oírse reír y le costó parar. No sólo por la situación, sino por el nerviosismo ante aquel tamer y el digimon. Intentó sonar despreocupada pero oyó cierto temblor en su voz.
-¿Haciendo amigos, Floramon?
-Les ofrecía mis disculpas...
-Es una forma de hablar, Floramon - le explicó Luna, acariciándole los pétalos. Floramon puso ojos de sorprendida y asintió lentamente.
-Gracias, supongo - fue lo único que supo decir Luna en aquel momento al tamer. No lo miró directamente a la cara, estaba muy nerviosa y rectificó lo que había dicho. Aquello de "supongo" no había tenido sentido, claro que no, pero era incapaz de pensar lo que iba a decir. Se quitó las gafas y comenzó a limpiar los cristales con su bikino, para que el tamer no se diera cuenta de que Luna evitaba mirarle a la cara- Sí, claro, gracias, ¿por qué iba a decir supongo, si la has ayudado?
Quiso hacer un agujero en la tierra. Había quedado como una estúpida, haciéndose un lío con las palabras. Lo único que supo hacer para reparar su confusión fue ponerse la mano en la cabeza y reír nerviosamente. "Ugh, mis dotes para hacer amigos son geniales... no les culparía si salieran corriendo, parezco una tonta" pensó irónicamente.
-Luna está un poco nerviosa porque le cuesta hablar con gente nueva, pero está encantada de conocerles - Luna se quedó entre pálida y roja ante aquello que había soltado Floramon. Nunca la había reprendido por ser sincera, Floramon era bastante ingenua como para pensar que eso podía dejarla en evidencia. Pero Luna Llamaba a estos momentos "bofetada de sinceridad". Luna supo que en unos instantes huirían - Yo soy Floramon, y también me siento muy contenta por conocer a dos personas tan serviciales. ¿Podríais decirme vuestros nombres?
-Floramon, creo que no deberías molestarles más - ahora Luna estaba roja como un tomate. Sentía que el corazón le latía a mil por hora.[/color][/color]
Luna adoraba a su padre, se esforzaba porque éste estuviera contento y orgulloso de su hija, aunque no lo consiguiera del todo; pero siempre soñaba que un día, en lugar de entrar en casa y ver que no había nadie, su padre estaría allí para preguntarle cómo le habían ido las cosas. Ese día no sucedía. Sólo lo veía lo justo y necesario.
-Seguramente ni siquiera haya notado que no estoy - pensó Luna, con cierta tristeza. A veces se preguntaba quién lloraría por ella si ocurría algo; quizás su padre, si se diera cuenta, pero nadie más. Ni siquiera su madre, no sabía nada de ella. Hasta que llegó Floramon. Entonces, había tenido comida caliente, había sido arropada y había sido escuchada. Era su amiga, y casi, su madre.
Por un momento dejó de reír, pero desechó aquello de su mente, se dijo que al menos, tenía a Floramon y volvió a mirar la escena. Al ver el sonrojo de Floramon cuando Monodramon dijo que no importaba, no pudo evitar reír. "Yo sólo bromeaba... ¡sería extraño llamar papá a un dinosaurio violeta más bajo que yo" fue lo que pensó, riendo.
-Yo... te estoy agradecida por ser tan comprensivo - le dijo a Monodramon mientras recogía el sombrero y se escondía tras él. Luego miró al tamer. Hizo una leve reverencia - A ti también, por ser tan servicial.
Luna se acercó, tratando de controlar la risa. Llevaban días allí perdidas sin saber exactamente cómo volver a casa, de susto en susto, así que se le hizo raro oírse reír y le costó parar. No sólo por la situación, sino por el nerviosismo ante aquel tamer y el digimon. Intentó sonar despreocupada pero oyó cierto temblor en su voz.
-¿Haciendo amigos, Floramon?
-Les ofrecía mis disculpas...
-Es una forma de hablar, Floramon - le explicó Luna, acariciándole los pétalos. Floramon puso ojos de sorprendida y asintió lentamente.
-Gracias, supongo - fue lo único que supo decir Luna en aquel momento al tamer. No lo miró directamente a la cara, estaba muy nerviosa y rectificó lo que había dicho. Aquello de "supongo" no había tenido sentido, claro que no, pero era incapaz de pensar lo que iba a decir. Se quitó las gafas y comenzó a limpiar los cristales con su bikino, para que el tamer no se diera cuenta de que Luna evitaba mirarle a la cara- Sí, claro, gracias, ¿por qué iba a decir supongo, si la has ayudado?
Quiso hacer un agujero en la tierra. Había quedado como una estúpida, haciéndose un lío con las palabras. Lo único que supo hacer para reparar su confusión fue ponerse la mano en la cabeza y reír nerviosamente. "Ugh, mis dotes para hacer amigos son geniales... no les culparía si salieran corriendo, parezco una tonta" pensó irónicamente.
-Luna está un poco nerviosa porque le cuesta hablar con gente nueva, pero está encantada de conocerles - Luna se quedó entre pálida y roja ante aquello que había soltado Floramon. Nunca la había reprendido por ser sincera, Floramon era bastante ingenua como para pensar que eso podía dejarla en evidencia. Pero Luna Llamaba a estos momentos "bofetada de sinceridad". Luna supo que en unos instantes huirían - Yo soy Floramon, y también me siento muy contenta por conocer a dos personas tan serviciales. ¿Podríais decirme vuestros nombres?
-Floramon, creo que no deberías molestarles más - ahora Luna estaba roja como un tomate. Sentía que el corazón le latía a mil por hora.[/color][/color]
- Tamer & Digimon
- Faltas :1Prueba de Rol :ADigi Puntos :402Ficha :Nivel On Rol :RookieNivel On Rol de los Digi Aliados :Leonardo
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División: Four Holy Beast
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Flora
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Luna Kobayashi
Re: Tomando un día libre... sin permiso [Priv. YatteAgain; Ed Elric]
-Vamos, tampoco es para tanto ¿no?-
Esa Floramon se disculpaba y agradecía demasiado creo, de todos modos había sido un pequeño accidente. Incluso recuerdo haber tenido alguna que otra situación similar durante mi vida, pero de todas formas era normal lo que haga.
A continuación su compañera se acercó sin más mientras se dirigía su Digimon con palabras dominantes pero a a la vez en un tono inseguro. Creí que intentaba aparentar algo que no era, pero aun así era mi día de pasar las cosas por alto y de todos modos era algo que no importaba en lo absoluto para mi. Nos agradeció.
Se trataba de esas personas que solo hablan por hablar y toman todo a la ligera. Evitando el contacto visual y esas palabras lanzadas al aire me lo hacían pensar. Peeero, lo que vino después hizo que quisiera lanzar una irónica risa, aunque a pesar de eso mi cara no expresaba nada. ¿"Luna está un poco nerviosa porque le cuesta hablar con gente nueva, pero está encantada de conocerles"?
Eso era muy de Monodramon, hablar por los demás y hasta a veces decir lo que realmente siento o pienso. La verdad no sé como lo hace, es probable que por alguna conexión rara o tal vez el Digivice es el responsable, y en ese tipo de situaciones me gustaría arrojarlo abajo de un Trailmon.
La cara de mi amigo pasó de extrañado y no comprender bien la situación a una amplia sonrisa cuando Floramon habló. ¿Era porque esa actitud le recordó a él? Y para mi era algo involuntario... Sí, sí, era algo involuntario sin duda.
-Ahh, Monodramon es el mío y él es mi Tamer, que también está en...-
Apoyé mi mano izquierda en la parte de arriba de su cabeza aplicando un poco de presión, no mucha, solo lo suficiente como para que sepa que debía callar. Ese sí era el momento en el que el Digivice tenía que funcionar como un transporte para los pensamientos. De más está decir que veía venir esa respuesta de mi amigo y por suerte pude accionar a tiempo.
-Mi nombre es Edward, y no hay de qué preocuparse. Sólo fue una accidente-
Quería... no, necesitaba sonar serio. Si dejaba hablar a Monodramon lo más probable era que entrarían en confianza y se quedaran por aquí, cosa que trataba de evitar a toda costa.
Así que tomé a mi compañero por un hombro y lo guié nuevamente hasta las sillas donde estábamos sentados anteriormente. Él levantó la suya y se subió si hacer un mínimo de esfuerzo. ¡Lo sabía! Sabía que estaba actuando la primera vez, y lo hacía tan bien. Fruncí mi puño para no estrangularlo y hacía fuerza, mucha fuerza para controlarme... hasta que finalmente pude.
A todo esto Deramon miraba, solo miraba sin decir nada.
-Oye Deramon, ¿podrías preparar otro refresco del mismo? Estamos aquí para descansar-
-Ed, ¿por qué aprietas tanto los dientes?-
Dirigí una fría mirada hacia él, sin mover la cabeza. Le convenía que no me enterara de que estaba actuando nuevamente, porque de lo contrario esta vez no iba a poder contenerme. Hasta que abrió los ojos y movió sus pupilas hacia un costado como si me preguntara si la Tamer y su Digimon, que se encontraban a sus espaldas, eran la causa de mi comportamiento. Mi mirada constante y seria le bastó para conocer la respuesta.
Ohhh, sí, yo también quiero otro refresco. Muy deliciosos por cierto, Deramon-
Esa Floramon se disculpaba y agradecía demasiado creo, de todos modos había sido un pequeño accidente. Incluso recuerdo haber tenido alguna que otra situación similar durante mi vida, pero de todas formas era normal lo que haga.
A continuación su compañera se acercó sin más mientras se dirigía su Digimon con palabras dominantes pero a a la vez en un tono inseguro. Creí que intentaba aparentar algo que no era, pero aun así era mi día de pasar las cosas por alto y de todos modos era algo que no importaba en lo absoluto para mi. Nos agradeció.
Se trataba de esas personas que solo hablan por hablar y toman todo a la ligera. Evitando el contacto visual y esas palabras lanzadas al aire me lo hacían pensar. Peeero, lo que vino después hizo que quisiera lanzar una irónica risa, aunque a pesar de eso mi cara no expresaba nada. ¿"Luna está un poco nerviosa porque le cuesta hablar con gente nueva, pero está encantada de conocerles"?
Eso era muy de Monodramon, hablar por los demás y hasta a veces decir lo que realmente siento o pienso. La verdad no sé como lo hace, es probable que por alguna conexión rara o tal vez el Digivice es el responsable, y en ese tipo de situaciones me gustaría arrojarlo abajo de un Trailmon.
La cara de mi amigo pasó de extrañado y no comprender bien la situación a una amplia sonrisa cuando Floramon habló. ¿Era porque esa actitud le recordó a él? Y para mi era algo involuntario... Sí, sí, era algo involuntario sin duda.
-Ahh, Monodramon es el mío y él es mi Tamer, que también está en...-
Apoyé mi mano izquierda en la parte de arriba de su cabeza aplicando un poco de presión, no mucha, solo lo suficiente como para que sepa que debía callar. Ese sí era el momento en el que el Digivice tenía que funcionar como un transporte para los pensamientos. De más está decir que veía venir esa respuesta de mi amigo y por suerte pude accionar a tiempo.
-Mi nombre es Edward, y no hay de qué preocuparse. Sólo fue una accidente-
Quería... no, necesitaba sonar serio. Si dejaba hablar a Monodramon lo más probable era que entrarían en confianza y se quedaran por aquí, cosa que trataba de evitar a toda costa.
Así que tomé a mi compañero por un hombro y lo guié nuevamente hasta las sillas donde estábamos sentados anteriormente. Él levantó la suya y se subió si hacer un mínimo de esfuerzo. ¡Lo sabía! Sabía que estaba actuando la primera vez, y lo hacía tan bien. Fruncí mi puño para no estrangularlo y hacía fuerza, mucha fuerza para controlarme... hasta que finalmente pude.
A todo esto Deramon miraba, solo miraba sin decir nada.
-Oye Deramon, ¿podrías preparar otro refresco del mismo? Estamos aquí para descansar-
-Ed, ¿por qué aprietas tanto los dientes?-
Dirigí una fría mirada hacia él, sin mover la cabeza. Le convenía que no me enterara de que estaba actuando nuevamente, porque de lo contrario esta vez no iba a poder contenerme. Hasta que abrió los ojos y movió sus pupilas hacia un costado como si me preguntara si la Tamer y su Digimon, que se encontraban a sus espaldas, eran la causa de mi comportamiento. Mi mirada constante y seria le bastó para conocer la respuesta.
Ohhh, sí, yo también quiero otro refresco. Muy deliciosos por cierto, Deramon-
Última edición por Ed Elric el Dom Ago 18, 2013 3:12 pm, editado 1 vez
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Ed Elric
Re: Tomando un día libre... sin permiso [Priv. YatteAgain; Ed Elric]
Luna no pudo evitar pensar; "Vaya, Edward... tiene nombre de caballero o algo así". De todas formas, parecía que él y su digimon estaban en mitad de un día de relajación. Lo que se dice vacaciones en toda regla. Floramon la tocó y señaló el mar pidiéndole que la llevase a nadar.
-Eh, ¿no sabes hacerlo sola?
-Es la primera vez que visito a la playa -dijo con una sonrisa. Luna iba a decirle que a las playas no se las visitaba como a las personas, pero se quedó callada. Era cierto, su Floramon no conocía más mundo que el apartamento de Luna, lo cual la hacía sentir algo culpable. Pero no era lo mismo sacar a pasear a un perro que a una planta gigante- Y pienso que una bañera no es un lugar en el que pueda comprobar la efectividad de mis habilidades de nado.
-Llevas razón-caminaron hasta la orilla, y una ola pasajera hizo que se estremecieran al notar el frío contacto del agua-¿Te gusta la playa, entonces?
-Sí. La sensación del agua salada, los rayos del sol y la arena son gratificantes... - Luna se metió hasta que el nivel del agua le llegó al ombligo e hizo un gesto como si se estuviera congelando - Aunque quizás es agua esté fría, ¿no podríamos resfriarnos?
-Déjalo y ven. Con este calor, lo dudo. Mira, para nadar lo único que tienes que hacer es mover los pies y las manos cuando ya no toques fondo - Luna hizo esta explicación rápida de cómo nada mientras salpicaba a Floramon, que comenzó a caminar muy poco a poco. Cuando no notó pie hizo lo que Luna comentó, y al principio, iba bien. Pero entonces una ola la cubrió completamente y le dio un buen revolcón hacia delante. Cuando sacó la cabeza, nadó hacia la orilla, bastante asustada - ¡Pero Floramon, no te asustes! ¡Sólo ha sido una ola!
Se quedó sentada en la orilla, mirando el mar. Se pregutnaba como algo tan bonito podía haberla arrastrado así. Aún sentía sal en la boca de algún buche de agua que había tragado. ¡En la bañera de casa, nunca había ocurrido eso!
-El mar es peligroso. Mejor me quedo en la orilla - dijo. Luna rió nerviosamente, quizás debía haber tenido más cuidado... pero no se esperaba una ola justo en ese momento. Sí que era desafortunado.
Mientras esto sucediía, Deramon trajo los refrescos para Ed y Monodramon.
-¡Sí que estoy viendo cosas raras hoy! Esa Floramon es muy extraña... es el primer digimon que veo en bikini - cogió los vasos, que goteaban por lo fría que estaba la bebida, y se las dio en la mano a sus clientes -Aquí tenéis, y gracias, ¡mis bebidas están preparadas con lo mejor, así que siempre salen al gusto del querido cliente!
Deramon miró a la orilla y vio cómo Floramon salía del agua espantada, tras haber sido arrastrada por una ola. Suspiró.
-Creo que un flotador no le vendría mal. Se ve a leguas que no sabe nadar, pero, ¿de dónde viene ése digimon, de Marte, o qué? Bueno, quizás más bien de Venus...
-Eh, ¿no sabes hacerlo sola?
-Es la primera vez que visito a la playa -dijo con una sonrisa. Luna iba a decirle que a las playas no se las visitaba como a las personas, pero se quedó callada. Era cierto, su Floramon no conocía más mundo que el apartamento de Luna, lo cual la hacía sentir algo culpable. Pero no era lo mismo sacar a pasear a un perro que a una planta gigante- Y pienso que una bañera no es un lugar en el que pueda comprobar la efectividad de mis habilidades de nado.
-Llevas razón-caminaron hasta la orilla, y una ola pasajera hizo que se estremecieran al notar el frío contacto del agua-¿Te gusta la playa, entonces?
-Sí. La sensación del agua salada, los rayos del sol y la arena son gratificantes... - Luna se metió hasta que el nivel del agua le llegó al ombligo e hizo un gesto como si se estuviera congelando - Aunque quizás es agua esté fría, ¿no podríamos resfriarnos?
-Déjalo y ven. Con este calor, lo dudo. Mira, para nadar lo único que tienes que hacer es mover los pies y las manos cuando ya no toques fondo - Luna hizo esta explicación rápida de cómo nada mientras salpicaba a Floramon, que comenzó a caminar muy poco a poco. Cuando no notó pie hizo lo que Luna comentó, y al principio, iba bien. Pero entonces una ola la cubrió completamente y le dio un buen revolcón hacia delante. Cuando sacó la cabeza, nadó hacia la orilla, bastante asustada - ¡Pero Floramon, no te asustes! ¡Sólo ha sido una ola!
Se quedó sentada en la orilla, mirando el mar. Se pregutnaba como algo tan bonito podía haberla arrastrado así. Aún sentía sal en la boca de algún buche de agua que había tragado. ¡En la bañera de casa, nunca había ocurrido eso!
-El mar es peligroso. Mejor me quedo en la orilla - dijo. Luna rió nerviosamente, quizás debía haber tenido más cuidado... pero no se esperaba una ola justo en ese momento. Sí que era desafortunado.
Mientras esto sucediía, Deramon trajo los refrescos para Ed y Monodramon.
-¡Sí que estoy viendo cosas raras hoy! Esa Floramon es muy extraña... es el primer digimon que veo en bikini - cogió los vasos, que goteaban por lo fría que estaba la bebida, y se las dio en la mano a sus clientes -Aquí tenéis, y gracias, ¡mis bebidas están preparadas con lo mejor, así que siempre salen al gusto del querido cliente!
Deramon miró a la orilla y vio cómo Floramon salía del agua espantada, tras haber sido arrastrada por una ola. Suspiró.
-Creo que un flotador no le vendría mal. Se ve a leguas que no sabe nadar, pero, ¿de dónde viene ése digimon, de Marte, o qué? Bueno, quizás más bien de Venus...
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Luna Kobayashi
Re: Tomando un día libre... sin permiso [Priv. YatteAgain; Ed Elric]
Esa extraña pareja comenzó a hablar entre sí luego de que nos sentáramos. A pesar de que trataba de ignorarlos, no podía dejar de estar en constante alerta. No sabía realmente si ellas eran así de... peculiares, o si se trataba de una actitud para confundirme. Lo cierto es que podían atacarme por la espalda en cualquier momento, sólo debía escuchar con atención.
-¿Huh?-
¿Se fueron? ¿Así como llegaron? Esto era cada vez más raro, cada vez entendía menos lo que ocurría. Pero siendo sincero, prefería que así fuera, que se mantuvieran algo alejadas.
A continuación, Deramon trajo nuestras bebidas acompañadas de un nuevo tema de conversación. Se refería a la Tamer y a su Digimon.
-Creo que raro es poco, Deramon. Lo que más me extraña es que esa Digimon no sabe... eso, no sabe ser Digimon, o algo por el estilo-
-Ed, tenía otra cosa en mente cuando te referías a una Digimon con bikini-
Monodramon se puso pálido, se le notaba mareado y descompuesto. Vaya, se habrá imaginado algo desagradable de seguro, y no estaba dispuesto a saber lo que era. Debía relajarse y ponerse bien, tendría que ayudarlo.
-Vamos amigo, no pienses en eso, deberías relajarte y no imaginarte nada. Toma bebe un poco de refresco. Deberías mirar al vasto océano y olvidarte de tus problemas-
Le acerqué su vaso y luego le dí unas palmadas en la espalda, mientras que con la mano que me quedaba libre tomé el mío. Giré nuevamente en mi asiento mirando hacia el mar una vez más, apoyando el codo en la barra y cruzando las piernas para sentirme cómodo, Monodramon me siguió... y ahí estaban, Floramon y la Tamer, jugando en el agua. Y yo pensaba que se habían marchado lejos.
Nos acercamos los refrescos a nuestras bocas lentamente al mismo tiempo y seguíamos con la vista a la pareja. De repente una gran ola se aproximaba con rapidez por detrás de ellas y todo lo que pasó luego fue demasiado... gracioso.
-PFFF, JAJAJAJAJAJA-
-Aaajajajajaja-
No pudimos contenernos, el jugo comenzó a salir por nuestras narices al unísono y caímos al suelo nuevamente. Mientras nos revolcábamos en la arena no nos importó si tiramos el refresco o no, sólo nos reíamos, entre lagrimas y dolor de estómago.
-¿Huh?-
¿Se fueron? ¿Así como llegaron? Esto era cada vez más raro, cada vez entendía menos lo que ocurría. Pero siendo sincero, prefería que así fuera, que se mantuvieran algo alejadas.
A continuación, Deramon trajo nuestras bebidas acompañadas de un nuevo tema de conversación. Se refería a la Tamer y a su Digimon.
-Creo que raro es poco, Deramon. Lo que más me extraña es que esa Digimon no sabe... eso, no sabe ser Digimon, o algo por el estilo-
-Ed, tenía otra cosa en mente cuando te referías a una Digimon con bikini-
Monodramon se puso pálido, se le notaba mareado y descompuesto. Vaya, se habrá imaginado algo desagradable de seguro, y no estaba dispuesto a saber lo que era. Debía relajarse y ponerse bien, tendría que ayudarlo.
-Vamos amigo, no pienses en eso, deberías relajarte y no imaginarte nada. Toma bebe un poco de refresco. Deberías mirar al vasto océano y olvidarte de tus problemas-
Le acerqué su vaso y luego le dí unas palmadas en la espalda, mientras que con la mano que me quedaba libre tomé el mío. Giré nuevamente en mi asiento mirando hacia el mar una vez más, apoyando el codo en la barra y cruzando las piernas para sentirme cómodo, Monodramon me siguió... y ahí estaban, Floramon y la Tamer, jugando en el agua. Y yo pensaba que se habían marchado lejos.
Nos acercamos los refrescos a nuestras bocas lentamente al mismo tiempo y seguíamos con la vista a la pareja. De repente una gran ola se aproximaba con rapidez por detrás de ellas y todo lo que pasó luego fue demasiado... gracioso.
-PFFF, JAJAJAJAJAJA-
-Aaajajajajaja-
No pudimos contenernos, el jugo comenzó a salir por nuestras narices al unísono y caímos al suelo nuevamente. Mientras nos revolcábamos en la arena no nos importó si tiramos el refresco o no, sólo nos reíamos, entre lagrimas y dolor de estómago.
Última edición por Ed Elric el Lun Sep 23, 2013 8:54 pm, editado 1 vez
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Ed Elric
Re: Tomando un día libre... sin permiso [Priv. YatteAgain; Ed Elric]
Floramon rió tapándose los labios, algo sonrojada por su torpeza. Luna sonrió, realmente su digimon era muy afable... estaba segura de que, aunque no tenía sentido, Luna lo habría tomado como una burla.
Luna agarró el sombrero, que estaba flotando a unos metros y se lo volvió a colocar a su digimon.
-¿Seguro que estás bien aquí tú sola?-Luna se sentó a su lado, y Floramon le sonrió-No quiero que te sientas sola, ni triste, ni abandonada, ni nada por el estilo...
Sabía lo mal que se pasaba cuando ocurría eso, sobre todo si era su propio padre quien lo hacía. Ella se había sentido así muchas veces, porque jamás había tenido mucha gente que se preocupase por ella y que pudiera ver a través de su máscara diaria. Pero desde que llegó Floramon, había sido diferente, y sólo quería que su apreciada amiga estuviera bien.
-Tu compañía, incluso si no es física, siempre va conmigo-le respondió Floramon con una sonrisa. Luego miró a Ed y Monodramon-Deberías tomarte unos instantes e intentar simpatizar con ellos, Luna, aunque no sea lo que más hábilmente sabes hacer. Mi intuición me dice que no son personas malintencionadas.
-No digas tonterías-musitó Luna-Sólo te necesito a ti. No... quiero decir, no soy una persona a la que entren ganas de conocer cuando se me habla...
Floramon hizo un rictus de preocupación e iba a decir algo, pero en ese momento vino una fuerte racha de viento que arrastró el sombrero hasta la zona honda de la playa. Floramon se levantó, muy apurada:
-¡Oh no, el sombrero de Deramon!-se lanzó hacia el agua. Luna salió tras ella, ¿es que acaso pretendía ir hasta la zona honda cuando apenas sabía nadar?¿¡Y por un sombrero!? Por desgracia sabía que Floramon era capaz de eso y más. Lo peor es que no habría palabras para convercerla de lo contrario, incluso si el propio Deramon se las decía.
-¡Espera, Floramon!¡Eso está hondo incluso para mí!-dijo Luna, observando cómo el sombrero cada vez se adentraba más y más. Floramon nadaba torpemente, al estilo de un perrito en dirección al sombrero que acercaba peligrosamente a una zona rocosa. A Luna aterrorizaba que ella sola se aventurase allí...¡a saber qué peligro podría habitar en aquella zona! No sabía qué hacer. Su mirada se posó en el tamer y el digimon-¡Espera, Floramon, les pediré ayuda!
-No quiero importunarles...-se lamentó la digimon entre jadeos por el esfuerzo de hacer ése intento de nado. Luna no sabía qué hacer para disuadir a Floramon, que nadaba cada vez más y más adentro.
-¡Tú quédate ahí!-le ordenó Luna. Aún recordaba que si estaban en aquel mundo, era porque Floramon había decidido desobedecerla. Luna se regañó a sí misma por pensar eso: "¿¡Cómo se me ocurre hacer eso a la única amiga que tengo!?¡Incluso si estoy aquí ahora es por ella!"
Aunque quiso disculparse, no había tiempo. Salió corriendo en dirección a la barra donde estaban tanto el tamer como el digimon, después de haber reído. Luna iba bajando la marcha a medida que se acercaba a ellos y mirando fijamente al suelo así que no sabía con qué cara la estaban mirando... no se le daba para nada bien hacer amigos... ni hablar con desconocidos. Éso era cosa de Floramon, que parecía una princesa encargada de recibir a todos en un salón de té. Los modales los tenía. Y los gustos también; a Floramon le gustaba además de tomar el te, el ikebana, es decir, el arte de decoración floral. Pero Luna era mucho más introvertida, tenía miedo a que se burlasen de ella.
-Ahem, disculpad... emmm quería...en realidad me preguntaba si...-Luna se estaba trastabillando con sus propias palabras, y se sentía que sonaba estúpida, pero no le importaba tener que pasar ese gran momento de vergüenza si era para que a Floramon no le ocurriese nada-yo... quería pediros... veréis... mi...mi digimon...ella ha perdido...-Luna, al quedarse sin palabras, señaló su cabeza mientras seguía tartamudeando y poniéndose más y más colorada-su sombrero...
Cerró los ojos, y decidió decirlo todo de una vez, sin pararse, nada, no quería tardar más... a saber dónde podía arrastrar el mar el sombrero. Si las palabras pudieran atropellarse ahí se acababa de producir una colisión múltiple como poco.
-¡Mi amiga Floramon ha perdido su sombrero en el agua se niega a dejarlo ir porque quiere devolvérselo a Deramon y me preguntaba si ustedes nos podían ayudar a alcanzarlo, por favor!-Luna dijo esto tan rápido que acabó teniendo que tomar aire.
Luna agarró el sombrero, que estaba flotando a unos metros y se lo volvió a colocar a su digimon.
-¿Seguro que estás bien aquí tú sola?-Luna se sentó a su lado, y Floramon le sonrió-No quiero que te sientas sola, ni triste, ni abandonada, ni nada por el estilo...
Sabía lo mal que se pasaba cuando ocurría eso, sobre todo si era su propio padre quien lo hacía. Ella se había sentido así muchas veces, porque jamás había tenido mucha gente que se preocupase por ella y que pudiera ver a través de su máscara diaria. Pero desde que llegó Floramon, había sido diferente, y sólo quería que su apreciada amiga estuviera bien.
-Tu compañía, incluso si no es física, siempre va conmigo-le respondió Floramon con una sonrisa. Luego miró a Ed y Monodramon-Deberías tomarte unos instantes e intentar simpatizar con ellos, Luna, aunque no sea lo que más hábilmente sabes hacer. Mi intuición me dice que no son personas malintencionadas.
-No digas tonterías-musitó Luna-Sólo te necesito a ti. No... quiero decir, no soy una persona a la que entren ganas de conocer cuando se me habla...
Floramon hizo un rictus de preocupación e iba a decir algo, pero en ese momento vino una fuerte racha de viento que arrastró el sombrero hasta la zona honda de la playa. Floramon se levantó, muy apurada:
-¡Oh no, el sombrero de Deramon!-se lanzó hacia el agua. Luna salió tras ella, ¿es que acaso pretendía ir hasta la zona honda cuando apenas sabía nadar?¿¡Y por un sombrero!? Por desgracia sabía que Floramon era capaz de eso y más. Lo peor es que no habría palabras para convercerla de lo contrario, incluso si el propio Deramon se las decía.
-¡Espera, Floramon!¡Eso está hondo incluso para mí!-dijo Luna, observando cómo el sombrero cada vez se adentraba más y más. Floramon nadaba torpemente, al estilo de un perrito en dirección al sombrero que acercaba peligrosamente a una zona rocosa. A Luna aterrorizaba que ella sola se aventurase allí...¡a saber qué peligro podría habitar en aquella zona! No sabía qué hacer. Su mirada se posó en el tamer y el digimon-¡Espera, Floramon, les pediré ayuda!
-No quiero importunarles...-se lamentó la digimon entre jadeos por el esfuerzo de hacer ése intento de nado. Luna no sabía qué hacer para disuadir a Floramon, que nadaba cada vez más y más adentro.
-¡Tú quédate ahí!-le ordenó Luna. Aún recordaba que si estaban en aquel mundo, era porque Floramon había decidido desobedecerla. Luna se regañó a sí misma por pensar eso: "¿¡Cómo se me ocurre hacer eso a la única amiga que tengo!?¡Incluso si estoy aquí ahora es por ella!"
Aunque quiso disculparse, no había tiempo. Salió corriendo en dirección a la barra donde estaban tanto el tamer como el digimon, después de haber reído. Luna iba bajando la marcha a medida que se acercaba a ellos y mirando fijamente al suelo así que no sabía con qué cara la estaban mirando... no se le daba para nada bien hacer amigos... ni hablar con desconocidos. Éso era cosa de Floramon, que parecía una princesa encargada de recibir a todos en un salón de té. Los modales los tenía. Y los gustos también; a Floramon le gustaba además de tomar el te, el ikebana, es decir, el arte de decoración floral. Pero Luna era mucho más introvertida, tenía miedo a que se burlasen de ella.
-Ahem, disculpad... emmm quería...en realidad me preguntaba si...-Luna se estaba trastabillando con sus propias palabras, y se sentía que sonaba estúpida, pero no le importaba tener que pasar ese gran momento de vergüenza si era para que a Floramon no le ocurriese nada-yo... quería pediros... veréis... mi...mi digimon...ella ha perdido...-Luna, al quedarse sin palabras, señaló su cabeza mientras seguía tartamudeando y poniéndose más y más colorada-su sombrero...
Cerró los ojos, y decidió decirlo todo de una vez, sin pararse, nada, no quería tardar más... a saber dónde podía arrastrar el mar el sombrero. Si las palabras pudieran atropellarse ahí se acababa de producir una colisión múltiple como poco.
-¡Mi amiga Floramon ha perdido su sombrero en el agua se niega a dejarlo ir porque quiere devolvérselo a Deramon y me preguntaba si ustedes nos podían ayudar a alcanzarlo, por favor!-Luna dijo esto tan rápido que acabó teniendo que tomar aire.
- Tamer & Digimon
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Rango y Unidad Digi Aliado :Leonardo
Rango: Soldado
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Luna Kobayashi
Re: Tomando un día libre... sin permiso [Priv. YatteAgain; Ed Elric]
Aún continuábamos rodando en el piso con los brazos cruzados sobre nuestros abdominales, que ya empezaban a doler demasiado, pero las risas seguían y seguían. Incluso cuando parecían que por fin iban a terminar, resurgían nuevamente con más intensidad. Podría parecer muy tonta la causa de esto, pero la situación tenía algo que nos imposibilitaba resistirnos, así que sólo nos dejamos llevar.
Sentí que algo estaba cerca nuestro, pero no estuve completamente seguro hasta que escuché que la chica de hace unos instantes estaba gritándonos. Se encontraba parada en frente nuestro tapando el sol en lo alto y la sombra que producía, cubría en parte nuestros rostros. Al oír su voz más fuerte, las carcajadas se detuvieron en seco. Estando de espaldas en el suelo con la cabeza tirada hacia atrás, tuve que abrir un ojo mientras mantenía el ceño fruncido para lograr divisar con un poco más con claridad ya que el contraste entre luz y sombras hacía difícil el trabajo.
Monodramon, por su parte, se encontraba de costado poniéndose en cuatro... garras segundos después de ver a la Tamer. A continuación se puso de pie.
-¿Ocurre algo malo? ¿Y Floramon? Oh, allá está, está nadando y nos saluda. ¡Hola Floramon!
Giré sobre mi cuerpo quedando con el pecho en la arena y estiré mi cuello como si sirviera para ver más de cerca. Vaya, si a eso le llaman nadar, debo decir que le enseñaron bastante mal, pensé.
-Un momento... ella no parece saber nadar. Mmm, con que quieres que ayudemos ¿no? Muy bien-poniéndome de pie mientras sacudía la arena de mis ropas-, supongo que no queda otra opción.
Por más que la muchacha luciera algo desesperada, por mi parte no hacía el más mínimo esfuerzo en apurarme o en hacer las cosas lo más rápido posible. Así que una vez puesto de pie, comencé a sacarme el abrigo primero, pero cuando me lo había descolgado de mis hombros sentí algo que me frenaba. Monodramon puso sus garras en mi espalda para detenerme.
-Déjamelo a mi, Ed. Además, nadie tiene porque verte desnudo ahora.
-¡No iba a desnudarme! Sólo que no quería mojar la mayor parte de mi ropa.
Otra vez con esa actitud de héroe ridículo que salía a flote en momentos menos indicados. Con el tiempo supuse que esa era su faceta "seria", y la verdad que no sabía si odiaba más eso o su actitud cotidiana... creo que me quedaba con el Monodramon del día a día, ya estaba más que acostumbrado a ello.
-Muy bien, si es que quieres ser el héroe... al menos dime qué tienes planeado.
-Fácil, nuestro movimiento especial. Lo haremos justo en la orilla, para que pueda caer lo más cercano a Floramon posible.
-Como digas ¿listo?
-Siempre lo estoy, Ed.
Ahí estaba otra vez, esa ridícula mirada en su rostro, los ojos soberbios y caídos, algo entrecerrados. Como si estuviera despreocupado... y claro que no lo estaba.
Comenzamos a correr hacia donde la arena se fusionaba con el agua. Como parte de nuestro movimiento distintivo, aumenté la velocidad hasta llegar a la orilla, me arrodille de cara a mi compañero y cuando hicimos contacto, pisó mis manos, las cuales estaban juntas y lo impulsé con todas mis fuerzas hacia el cielo.
Una vez en lo más alto, Monodramon extendió sus brazos y junto con ellos las membranas que estaban abajo de estos, que hacían de planeadores mientras se acercaba a Floramon. Esta se encontraba un poco más lejos ahora, ya que seguía nadando en busca del sombrero sumado a esto, la marea que la alejaba lentamente de la costa.
Pero mi compañero no contaba con algo, sus pequeñas alas no eran lo suficientemente grandes como para aguantar su cuerpo un poco excedido de peso, no por mucho tiempo. Comenzó a caer en picada, no sin antes luchar contra la gravedad, moviendo las piernas y brazos frenéticamente como si tratara de aletear y poder volar como un ave... pero sólo lograba caer. Tocó el agua a un distancia muy corta de Floramon generando una ola en todas las direcciones, probablemente salpicando a la Digimon que luchaba por mantenerse a flote.
¿Qué decir? ¿Ese... era... el plan? Todo había salido desastroso.
-Agh... ¡Ed! ¡No puedo pisar el fondo aquí!
-¡No te preocupes amigo! ¡Concéntrate en recuperar el sombrero! Recuerda que te respaldo desde aquí.
-¡S...sí! Flora...mon, no te preocupes, vine a ayudarte.
Las olas no dejaban que mi amigo pudiera moverse con facilidad, y desde su posición tampoco veía el sombrero que pertenecía a Deramon, así que tomó una gran bocanada de aire y se sumergió unos metros y abrió los ojos bajo el agua para poder observar a donde se encontraba su objetivo. Había una roca más adelante y con un poco de esfuerzo era posible subirse en ella aunque si fallaban sólo por un poco, la fuerza de las olas podrían golpearlos gravemente y resultar heridos de gravedad. Monodramon salió a la superficie.
-Vamos, Floramon. Toma el sombrero y nada, sé que puedes hacerlo. Trataremos de llegar a la orilla... si la marea no nos deja, deberíamos tratar de subir a esas rocas de ahí... Aunque es peligroso- decía mientras el agua cubría su boca en ocasiones, viéndose imposibilitado para hablar-.
En mi cabeza pensaba, Vamos amigo, no quiero hacer que evoluciones. Debes salir de esta.
Sentí que algo estaba cerca nuestro, pero no estuve completamente seguro hasta que escuché que la chica de hace unos instantes estaba gritándonos. Se encontraba parada en frente nuestro tapando el sol en lo alto y la sombra que producía, cubría en parte nuestros rostros. Al oír su voz más fuerte, las carcajadas se detuvieron en seco. Estando de espaldas en el suelo con la cabeza tirada hacia atrás, tuve que abrir un ojo mientras mantenía el ceño fruncido para lograr divisar con un poco más con claridad ya que el contraste entre luz y sombras hacía difícil el trabajo.
Monodramon, por su parte, se encontraba de costado poniéndose en cuatro... garras segundos después de ver a la Tamer. A continuación se puso de pie.
-¿Ocurre algo malo? ¿Y Floramon? Oh, allá está, está nadando y nos saluda. ¡Hola Floramon!
Giré sobre mi cuerpo quedando con el pecho en la arena y estiré mi cuello como si sirviera para ver más de cerca. Vaya, si a eso le llaman nadar, debo decir que le enseñaron bastante mal, pensé.
-Un momento... ella no parece saber nadar. Mmm, con que quieres que ayudemos ¿no? Muy bien-poniéndome de pie mientras sacudía la arena de mis ropas-, supongo que no queda otra opción.
Por más que la muchacha luciera algo desesperada, por mi parte no hacía el más mínimo esfuerzo en apurarme o en hacer las cosas lo más rápido posible. Así que una vez puesto de pie, comencé a sacarme el abrigo primero, pero cuando me lo había descolgado de mis hombros sentí algo que me frenaba. Monodramon puso sus garras en mi espalda para detenerme.
-Déjamelo a mi, Ed. Además, nadie tiene porque verte desnudo ahora.
-¡No iba a desnudarme! Sólo que no quería mojar la mayor parte de mi ropa.
Otra vez con esa actitud de héroe ridículo que salía a flote en momentos menos indicados. Con el tiempo supuse que esa era su faceta "seria", y la verdad que no sabía si odiaba más eso o su actitud cotidiana... creo que me quedaba con el Monodramon del día a día, ya estaba más que acostumbrado a ello.
-Muy bien, si es que quieres ser el héroe... al menos dime qué tienes planeado.
-Fácil, nuestro movimiento especial. Lo haremos justo en la orilla, para que pueda caer lo más cercano a Floramon posible.
-Como digas ¿listo?
-Siempre lo estoy, Ed.
Ahí estaba otra vez, esa ridícula mirada en su rostro, los ojos soberbios y caídos, algo entrecerrados. Como si estuviera despreocupado... y claro que no lo estaba.
Comenzamos a correr hacia donde la arena se fusionaba con el agua. Como parte de nuestro movimiento distintivo, aumenté la velocidad hasta llegar a la orilla, me arrodille de cara a mi compañero y cuando hicimos contacto, pisó mis manos, las cuales estaban juntas y lo impulsé con todas mis fuerzas hacia el cielo.
Una vez en lo más alto, Monodramon extendió sus brazos y junto con ellos las membranas que estaban abajo de estos, que hacían de planeadores mientras se acercaba a Floramon. Esta se encontraba un poco más lejos ahora, ya que seguía nadando en busca del sombrero sumado a esto, la marea que la alejaba lentamente de la costa.
Pero mi compañero no contaba con algo, sus pequeñas alas no eran lo suficientemente grandes como para aguantar su cuerpo un poco excedido de peso, no por mucho tiempo. Comenzó a caer en picada, no sin antes luchar contra la gravedad, moviendo las piernas y brazos frenéticamente como si tratara de aletear y poder volar como un ave... pero sólo lograba caer. Tocó el agua a un distancia muy corta de Floramon generando una ola en todas las direcciones, probablemente salpicando a la Digimon que luchaba por mantenerse a flote.
¿Qué decir? ¿Ese... era... el plan? Todo había salido desastroso.
-Agh... ¡Ed! ¡No puedo pisar el fondo aquí!
-¡No te preocupes amigo! ¡Concéntrate en recuperar el sombrero! Recuerda que te respaldo desde aquí.
-¡S...sí! Flora...mon, no te preocupes, vine a ayudarte.
Las olas no dejaban que mi amigo pudiera moverse con facilidad, y desde su posición tampoco veía el sombrero que pertenecía a Deramon, así que tomó una gran bocanada de aire y se sumergió unos metros y abrió los ojos bajo el agua para poder observar a donde se encontraba su objetivo. Había una roca más adelante y con un poco de esfuerzo era posible subirse en ella aunque si fallaban sólo por un poco, la fuerza de las olas podrían golpearlos gravemente y resultar heridos de gravedad. Monodramon salió a la superficie.
-Vamos, Floramon. Toma el sombrero y nada, sé que puedes hacerlo. Trataremos de llegar a la orilla... si la marea no nos deja, deberíamos tratar de subir a esas rocas de ahí... Aunque es peligroso- decía mientras el agua cubría su boca en ocasiones, viéndose imposibilitado para hablar-.
En mi cabeza pensaba, Vamos amigo, no quiero hacer que evoluciones. Debes salir de esta.
- Tamer & Digimon
- Prueba de Rol :ADigi Puntos :253Nivel On Rol :UltimateInventario :
Ed Elric
Re: Tomando un día libre... sin permiso [Priv. YatteAgain; Ed Elric]
Luna se preguntó cómo el tamer estaba tan tranquilo... ella estaba desesperada, si cualquier situación la hacía sentir pánico y miedo, por mínima que fuera, así que eso, la hacía sentir como si se estuviera subiendo por las paredes. El tamer, se sacudió la arena de la ropa, y empezó a quitarse el abrigo, parecía que iba a lanzarse al agua. Si Luna hubiera estado de humor, habría añadido para sus adentros “a lo vigilante de la playa”... su digimon lo detuvo porque pretendía evitar que su tamer hiciera exhibicionismo, aunque por supuesto, lo que pretendía era simplemente no mojarse toda la ropa. Pero Monodramon parecía dispuesto a ayudar, a lo cual Luna le pareció muy lindo.
“¿Movimiento especial?Quizás el digimon cambie de forma y...¡y derrita todo el agua! ¿E...es posible eso? Me da miedo imaginarlo... y tendría miedo de estar enfrente pero...” pensó Luna. Luego sacudió la cabeza “¡No importa cómo lo hagan, si Floramon está a salvo, entonces está bien!”
Pero era algo más sencillo, y que implicaba más colaboración. ¡Monodramon salió disparado gracias a la ayuda de su tamer! “¡Y está volando!” dijo Luna al ver cómo planeaba “Sí que son geniales... ellos sí que saben trabajar bien y no como nosotras...”
Sin embargo, Monodramon acabó cayendo al agua por su peso a pesar de resistirse. Floramon cerró los ojos y sintió cómo el agua se estremecía cuando la caída del digimon provocó una ola... se preguntaba si podía usar sus estambres para agarrar el sombrero, aunque no sabía exactamente cómo hacerlo, llevaba poco tiempo en aquella forma. En realidad hacía tiempo que la digimon comenzaba a jadear porque por mucho que se movía, a cada ondulación del mar, tragaba algo de agua. Había agarrado el sombrero alargando un poco sus estambres, pero era incapaz de moverse, ya le costaba manteerse a flote.
Realmente no sabía qué hacer. En todas las situaciones anteriores era Floramon quien se había encargado de aconsejar y decir qué hacer a Luna, porque ella solía asustarse y no era capaz de pensar claro. Pero en ese momento Floramon no se sentía capaz de pensar, sólo esperaba que Monodramon pudiera decirle qué hacer para salir de todo aquello, y esperaba no tener que poner en más peligro al digimon. “Soy tan tonta... no debí hacerlo, ahora, estamos en peligro...y he involucrado a otras personas” pensó
“Yo... no sabía que el mar fuera... tan peligroso. ¿Qué me pasará si acabo sumergida y sin poder flotar?”
Se alegró mucho de escuchar la voz de Monodramon... pero se sintió culpable de que el digimon estuviera en una situación así por su culpa. Floramon asintió cuando dijo que confiaba en que podía, aunque se preocupaba de no poder mantener sus expectativas. Floramon pensó que ojalá pudiera ayudar de alguna manera a que el plan de Monodramon saliera bien, y se miró los estambres dubitativamente.
-Creo... -consiguió decir entre bocanadas de agua-Creo que mis estambres pueden alargarse servir de sogas... para ayudarnos a aferrarnos a las rocas...pero no... tengo manera de saber... su longitud...¿qué...qué haremos? ¿Crees que podamos conseguir nadar...?
Desde la orilla, Luna apretaba los puños y se mordía el labio, muy nerviosa, mirando a Edward que parecía estar al menos, no histérico como Luna. “Pero... ¿¡cómo está así de tranquilo!? ¿Y si Monodramon no puede encargarse? ¡Saldrá herido!”
Finalmente fue ella quien no pudo más y exclamó:
-¿Y si nos lanzamos a por ellos...? ¡Podría pasarles algo! ¡Quizás sea peligroso pe...pero no... podemos.... dejarles ahí-le dijo Luna, al ver que Monodramon también estaba en problemas-¿Ed...Edward? ¿¡Qué hacemos!? ¡Hay que...!
- Tamer & Digimon
- Faltas :1Prueba de Rol :ADigi Puntos :402Ficha :Nivel On Rol :RookieNivel On Rol de los Digi Aliados :Leonardo
Champion
Icono :Rango y Unidad :Luna Naitoenjeru
Rango: Soldado
División: Four Holy Beast
Unidad/Sub-division: North Shield Tortule
Flora
Rango: Soldado
División: Four Holy Beast
Unidad/Sub-division: North Shield Tortule
Rango y Unidad Digi Aliado :Leonardo
Rango: Soldado
División: Four Holy Beast
Unidad/Sub-division: North Shield TortuleInventario :
Luna Kobayashi
Re: Tomando un día libre... sin permiso [Priv. YatteAgain; Ed Elric]
-Claro, claro que puedes... ahg, sólo... son una extensión más de tu cuer-po, son como una extremidad más, puedes utilizarlos cuando quieras. Tu decides, puedes llevarnos hacia la costa... o hacia la roca, pe-pero, decide rápido.
-No pierdas la calma, debes dejar que ellos controlen la situación. Y ni se te ocurra lanzarte de lleno al agua, te verás en problemas tu también y preocuparás a tu compañera.
Nuestra intención no era ayudarlas directamente, más bien a que confíen en sí mismas y entre ellas. Monodramon había entrado al agua para que Floramon no se sintiera sola y para tranquilizarla, en cuanto a mi tenía que hacer lo mismo con la Tamer, pero aún así me preocupaba aquel afilado grupo de rocas y las olas que servían como transporte hacia ellas. Y más allá de que contaba con el recurso de la evolución, no iba a usarlo a menos que fuera como último recurso.
-No te queda otra opción más que probar, si nunca intentas nunca lo sabrás. Ahora... ¡toma el sombrero y salgamos de aquí!
-Transmítele calma. Tienes tu Digivice ahí ¿no? Ese aparato es básicamente un medio de comunicación entre tu y tu Digimon, claro que puede tener otras funciones, pero ese es su objetivo principal, para eso existe. Sé que puede sonar raro, pero es cierto, y es la parte más difícil de formar un equipo, controlar los sentimientos para que ambas partes estén en en la misma sintonía. Es lo que a muchos como tu y yo les toma años en forjarlo, si es que alguna vez se dan cuenta de ello siquiera. No olvides que la base de una relación es que los componentes funcionen en conjunto, como uno mismo para llegar al objetivo que quieren. Así que trata de ponerte en su situación...
-...y ella se pondrá en la tuya, sólo de ese modo serán capaces de llegar lejos como amigos. No pienses en el miedo, piensa en la forma de superar el problema, y confía en que tu Tamer sienta lo mismo. Sean sus propios cimientos y constrúyanse a sí mismas una sobre la otra. Ahora dime ¿qué significa ella para ti?
-Toma tu Digivice y respira, cierra los ojos. Trata de encontrar aquello que despierte confianza, busca un sentimiento en común.
En ese momento vi a Monodramon que me miraba y sentí su seguridad, parecía estar bien dentro de todo, sin contar la turbulencia del agua y las olas que golpeaban su rostro, sabía que si algo le ocurría a esa Floramon, él estaría dispuesto a ayudarla.
-¿Ya lo encontraste?
-¿Estás lista, Floramon?
Parecían sólo palabras, pero detrás de todo eso, estaba la verdad, la verdad que pocos sabían. Se dice que sólo los sabios son capaces de formar la unión pura y perfecta. Nuestro mentor de aquella isla nos lo dijo, logró transmitir cierto conocimiento y enseñarnos lo básico de este principio. Digo sólo lo básico, porque él cree que cada uno tiene que descubrir por cuenta propia cuál ese ese sentimiento en común, es un camino distinto para cada pareja.
Había pasado mucho tiempo de aquella vez, y aún no hemos avanzado mucho en esa búsqueda. Es tal y como nos lo había dicho él "No es algo fácil, toma tiempo y mucho esfuerzo, incluso hay quienes perecen ante la paciencia de la muerte y no son capaces de conocer la verdad". Pero aún así, sentí que debía transmitir aquel mensaje, que este era el momento justo.
-No pierdas la calma, debes dejar que ellos controlen la situación. Y ni se te ocurra lanzarte de lleno al agua, te verás en problemas tu también y preocuparás a tu compañera.
Nuestra intención no era ayudarlas directamente, más bien a que confíen en sí mismas y entre ellas. Monodramon había entrado al agua para que Floramon no se sintiera sola y para tranquilizarla, en cuanto a mi tenía que hacer lo mismo con la Tamer, pero aún así me preocupaba aquel afilado grupo de rocas y las olas que servían como transporte hacia ellas. Y más allá de que contaba con el recurso de la evolución, no iba a usarlo a menos que fuera como último recurso.
-No te queda otra opción más que probar, si nunca intentas nunca lo sabrás. Ahora... ¡toma el sombrero y salgamos de aquí!
-Transmítele calma. Tienes tu Digivice ahí ¿no? Ese aparato es básicamente un medio de comunicación entre tu y tu Digimon, claro que puede tener otras funciones, pero ese es su objetivo principal, para eso existe. Sé que puede sonar raro, pero es cierto, y es la parte más difícil de formar un equipo, controlar los sentimientos para que ambas partes estén en en la misma sintonía. Es lo que a muchos como tu y yo les toma años en forjarlo, si es que alguna vez se dan cuenta de ello siquiera. No olvides que la base de una relación es que los componentes funcionen en conjunto, como uno mismo para llegar al objetivo que quieren. Así que trata de ponerte en su situación...
-...y ella se pondrá en la tuya, sólo de ese modo serán capaces de llegar lejos como amigos. No pienses en el miedo, piensa en la forma de superar el problema, y confía en que tu Tamer sienta lo mismo. Sean sus propios cimientos y constrúyanse a sí mismas una sobre la otra. Ahora dime ¿qué significa ella para ti?
-Toma tu Digivice y respira, cierra los ojos. Trata de encontrar aquello que despierte confianza, busca un sentimiento en común.
En ese momento vi a Monodramon que me miraba y sentí su seguridad, parecía estar bien dentro de todo, sin contar la turbulencia del agua y las olas que golpeaban su rostro, sabía que si algo le ocurría a esa Floramon, él estaría dispuesto a ayudarla.
-¿Ya lo encontraste?
-¿Estás lista, Floramon?
Parecían sólo palabras, pero detrás de todo eso, estaba la verdad, la verdad que pocos sabían. Se dice que sólo los sabios son capaces de formar la unión pura y perfecta. Nuestro mentor de aquella isla nos lo dijo, logró transmitir cierto conocimiento y enseñarnos lo básico de este principio. Digo sólo lo básico, porque él cree que cada uno tiene que descubrir por cuenta propia cuál ese ese sentimiento en común, es un camino distinto para cada pareja.
Había pasado mucho tiempo de aquella vez, y aún no hemos avanzado mucho en esa búsqueda. Es tal y como nos lo había dicho él "No es algo fácil, toma tiempo y mucho esfuerzo, incluso hay quienes perecen ante la paciencia de la muerte y no son capaces de conocer la verdad". Pero aún así, sentí que debía transmitir aquel mensaje, que este era el momento justo.
- Tamer & Digimon
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Ed Elric
Re: Tomando un día libre... sin permiso [Priv. YatteAgain; Ed Elric]
Las palabras de Edward hicieron que Luna se parase, realmente ella había pensado en lanzarse al agua de cabeza y sacarles, aunque fuera a rastras. Luna miró el digivice cuando Edward le explicó esa función...probablemente, ése era el secreto. Probablemente les llevaría mucho tiempo controlarlo.
-Va...vale-le dijo al tamer, mirándolo con una mezcla de admiración y nerviosismo. Intentó sonreír, pero no pudo y luego añadió-Estoy asustada, pero no debo dejar que eso nos bloquee, porque Floramon estará calmada, como siempre y mi miedo puede contagiarse hacia ella...
Agarró el dispositivo, preguntándose cómo aquel pequeño aparato podía llegar a ser un corazón conjunto entre tamer y la digimon, así que Luna intentó al menos, no transmitir miedo.
A pesar de la situación, Floramon consiguió articular una sonrisa y responder a la pregunta de Monodramon sin dudar.
-Todo-luego asintió levemente y añadió-Estoy lista.
Floramon aferró el cuerpo de Monodramon y el sombrero con uno de los estambres. Intentó nadar arrastrándolos pero la marea, el peso y el hecho de que era una digimon débil en términos físicos hizo que fuera imposible, apenas había avanzado unos metros. Floramon intentó calmarse, y entonces, miró hasta las rocas.
"Es peligroso subirnos a ellas, pero... pero si las utilizo de punto de apoyo para no hundirme hasta que llegue a una zona donde mis pies puedan llegar a tocar el suelo...¡Lo...lo haré! Y repararé la insensatez que hice...si Luna está asustada por mi salud, tengo el deber de remediarlo. Todo irá bien."
Flora alargó todo lo que pudo el estambre que tenía libre hasta aferrarlo a las rocas. Al ser puntiagudas la digimon emitió un leve gesto de dolor, puesto que le arañaron un poco, pero aún así, comenzó a mover las piernas y a nadar. Al ver que al principio apenas avanzaba, emitió un suspiro, pensando en lo inútil de su plan, y en el lío que había metido a su tamer...
-¡Ánimo, Floramon!¡Mueve las piernas con calma y poco a poco!-oyó gritar a Luna desde lejos. La tamer sabía que, como en el footing, un sprint repentino no serviría, era más efectivo seguir un ritmo constante y regular.
Floramon se sorprendió al ver que habían avanzado gracias a esto. Estaban avanzando hacia al orilla. Floramon no se lo podía creer apenas...pero el poder ver la orilla más de cerca no mentía. A veces sentía que se iba a hundir, pero el estar agarrada a la roca, por filosa que fuera, le permitía salir a flote de nuevo y seguir nadando.
-Siento... que mis piernas estarán agotadas después de este arduo ejercicio-pensó la digimon, mientras resollaba. Finalmente ya estaban cerca de la orilla y aunque ella no hacía pie, el agua tenía una profundidad de apenas un metro.
-Es...están muy cerca-a esa altura, ella hacía pie, así que Luna se metió en el agua para ayudar a Floramon y Monodramon. El estambre de Floramon aferrado a la roca se acabó soltando, y la digimon hizo un gesto de dolor. El estambre al soltarse volvió a esconderse en las manos de Floramon, aunque lentamente. Luna observó que el que se había aferrado a la roca estaba con arañazos y de él salía un poco de savia-¿Floramon, estás bien? No... no tiene buena pinta, lo siento mucho.
El estambre que había rodeado a Monodramon y el sombrero soltó al dinosaurio morado con delicadeza. La digimon se puso el sombrero con calma, a pesar de que tenía el gesto cansado.
-Sanará prontamente. Y no has de disculparte Luna, yo fui demasiado boba lanzándome al agua sin pararme a meditar sobre las consecuencias, pero tus ánimos me dieron fuerza, así que debería agradecértelo yo. Por suerte ha sido un susto, y tengo el sombrero-la digimon se dirigió hacia Edward y Monodramon-Vaya, por vuestra manera de comportaros parece ser que os habéis enfrentado a trances difíciles en vuestro periplo, y que durante éstos habéis aprendido y forjado una sólida relación. Gracias por ofrecernos no sólo vuestra ayuda, sino también vuestro consejo.
A éste punto Floramon hizo una formal reverencia.
-Tiene razón. Intentaremos formar tan buen equipo como vosotros. ¿Cuánto lleváis por aquí?- después de preguntar esto Luna se entrecortó, se enrojeció y comenzó a hablar rápido y nerviosamente, cada vez más bajito-Bueno, no pasa nada si no lo queréis contar después de haberos metido en esto, seguro que pensaréis que somos unas simples novatas tontas porque nos hemos metido en un lío muy tonto.
Luego emitió una carcajada muy nerviosa.
-Va...vale-le dijo al tamer, mirándolo con una mezcla de admiración y nerviosismo. Intentó sonreír, pero no pudo y luego añadió-Estoy asustada, pero no debo dejar que eso nos bloquee, porque Floramon estará calmada, como siempre y mi miedo puede contagiarse hacia ella...
Agarró el dispositivo, preguntándose cómo aquel pequeño aparato podía llegar a ser un corazón conjunto entre tamer y la digimon, así que Luna intentó al menos, no transmitir miedo.
A pesar de la situación, Floramon consiguió articular una sonrisa y responder a la pregunta de Monodramon sin dudar.
-Todo-luego asintió levemente y añadió-Estoy lista.
Floramon aferró el cuerpo de Monodramon y el sombrero con uno de los estambres. Intentó nadar arrastrándolos pero la marea, el peso y el hecho de que era una digimon débil en términos físicos hizo que fuera imposible, apenas había avanzado unos metros. Floramon intentó calmarse, y entonces, miró hasta las rocas.
"Es peligroso subirnos a ellas, pero... pero si las utilizo de punto de apoyo para no hundirme hasta que llegue a una zona donde mis pies puedan llegar a tocar el suelo...¡Lo...lo haré! Y repararé la insensatez que hice...si Luna está asustada por mi salud, tengo el deber de remediarlo. Todo irá bien."
Flora alargó todo lo que pudo el estambre que tenía libre hasta aferrarlo a las rocas. Al ser puntiagudas la digimon emitió un leve gesto de dolor, puesto que le arañaron un poco, pero aún así, comenzó a mover las piernas y a nadar. Al ver que al principio apenas avanzaba, emitió un suspiro, pensando en lo inútil de su plan, y en el lío que había metido a su tamer...
-¡Ánimo, Floramon!¡Mueve las piernas con calma y poco a poco!-oyó gritar a Luna desde lejos. La tamer sabía que, como en el footing, un sprint repentino no serviría, era más efectivo seguir un ritmo constante y regular.
Floramon se sorprendió al ver que habían avanzado gracias a esto. Estaban avanzando hacia al orilla. Floramon no se lo podía creer apenas...pero el poder ver la orilla más de cerca no mentía. A veces sentía que se iba a hundir, pero el estar agarrada a la roca, por filosa que fuera, le permitía salir a flote de nuevo y seguir nadando.
-Siento... que mis piernas estarán agotadas después de este arduo ejercicio-pensó la digimon, mientras resollaba. Finalmente ya estaban cerca de la orilla y aunque ella no hacía pie, el agua tenía una profundidad de apenas un metro.
-Es...están muy cerca-a esa altura, ella hacía pie, así que Luna se metió en el agua para ayudar a Floramon y Monodramon. El estambre de Floramon aferrado a la roca se acabó soltando, y la digimon hizo un gesto de dolor. El estambre al soltarse volvió a esconderse en las manos de Floramon, aunque lentamente. Luna observó que el que se había aferrado a la roca estaba con arañazos y de él salía un poco de savia-¿Floramon, estás bien? No... no tiene buena pinta, lo siento mucho.
El estambre que había rodeado a Monodramon y el sombrero soltó al dinosaurio morado con delicadeza. La digimon se puso el sombrero con calma, a pesar de que tenía el gesto cansado.
-Sanará prontamente. Y no has de disculparte Luna, yo fui demasiado boba lanzándome al agua sin pararme a meditar sobre las consecuencias, pero tus ánimos me dieron fuerza, así que debería agradecértelo yo. Por suerte ha sido un susto, y tengo el sombrero-la digimon se dirigió hacia Edward y Monodramon-Vaya, por vuestra manera de comportaros parece ser que os habéis enfrentado a trances difíciles en vuestro periplo, y que durante éstos habéis aprendido y forjado una sólida relación. Gracias por ofrecernos no sólo vuestra ayuda, sino también vuestro consejo.
A éste punto Floramon hizo una formal reverencia.
-Tiene razón. Intentaremos formar tan buen equipo como vosotros. ¿Cuánto lleváis por aquí?- después de preguntar esto Luna se entrecortó, se enrojeció y comenzó a hablar rápido y nerviosamente, cada vez más bajito-Bueno, no pasa nada si no lo queréis contar después de haberos metido en esto, seguro que pensaréis que somos unas simples novatas tontas porque nos hemos metido en un lío muy tonto.
Luego emitió una carcajada muy nerviosa.
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Luna Kobayashi
Re: Tomando un día libre... sin permiso [Priv. YatteAgain; Ed Elric]
Vi como la muchacha se puso de pié de inmediato con mirada algo confundida, lo noté cuando me miró de una forma bastante particular. No supe en realidad lo que pasaba por su mente, ¿me creía o no? ¿me haría caso o sólo seguiría aferrándose a los instintos básicos del humano? Hacer lo primero que se le ocurra y actuar sin pensar, hasta que la oí decir las primeras palabras luego de mi corto y no sé si aún efectivo discurso.
-Eso es. Es completamente normal tener miedo, pero debes saber controlarlo, no digo suprimirlo porque creo que es algo imposible, pero al menos tratar de no te domine utilizando la adrenalina que te genera, a tu favor.
Monodramon sintió como uno de las lianas de Floramon se enroscaban al rededor de su cuerpo dando un par de vueltas y luego apretándolo con fuerza, esto de seguro lo hizo sentir algo incómodo al punto que desde donde estaba mirándolo, noté como su cara se sonrojaba con cierta incomodidad. Ahora que lo pienso ¿no estaba acostumbrado al contacto con otro Digimon? Eso era cierto, nunca había pasado suficiente tiempo con otro Digimon, siempre fueron sólo momentos en los que convivía un tiempo y luego no los volvíamos a ver más, así que eso supone que no fue suficiente como para formar una amistad. No tenía a otros amigos Digimon... y ahora que lo pienso... yo tampoco tenía amigos humanos en el correcto sentido de la palabra. Sólo nos valíamos de nosotros mismos apoyándonos siempre entre los dos.
A continuación, aquella Floramon se sujetó a las piedras de más adelante y comenzó a arrastrarlos hacia ella, pero sin mucho resultado. Era algo obvio sabiendo que tenía que arrastrar su cuerpo, el cuerpo de mi amigo que sin duda era algo más grande y bastante más pesado que ella, sumando a todo esto las olas que los hacían avanzar un paso, pero al mismo tiempo retroceder dos. Pero aunque las fuerzas físicas faltasen, ahí estaba su Tamer brindándole el apoyo que necesitaba a la distancia. Ése era el vínculo del que hablaba, con sólo un poco de ánimos, los Digimon eran criaturas capaces de elevar su espíritu de una manera inimaginable, llevándolos a hacer cosas increíbles, cosas que nos parecerían imposibles a nosotros los humanos. Lentamente, luego de otro esfuerzo, los dos Digimon que se encontraban en el agua comenzaron a acercarse lentamente pero a paso seguro, ya que Floramon parecía no tener otro problema aparte del gran peso extra, pero más allá de eso estaba realizando un muy buen trabajo. Era como si su alma se hubiera encendido en llamas de la nada misma y estuviera decidida a llegar a la orilla de una vez por todas. A todo esto, mi compañero la ayudaba a nadar moviendo sus pies, pero de manera discreta, como si la ayudara a que no exceda su límite de fuerza pero que al mismo tiempo sea capaz de llegar al máximo.
Por fin, luego de un momento de angustia se encontraban tan cerca que era seguro para nosotros meternos al agua, aquella Tamer se fue a ayudarlos a salir de ahí, yo me acerqué también, aunque manteniendo cierta distancia con las olas que se fusionaban con la arena.
-¿Está todo en orden?
-Yo estoy bien, pero creo que ella está algo lastimada.
-Ohh, ¿en serio?
No hizo falta que me respondieran, pude ver a simple vista como la liana que salía de uno de los brazos de aquella Digimon, tenían ciertos raspones. Habrá sido por sujetar tan fuerte aquella roca de seguro.
-Mmm, ya veo. Pero no te preocupes, sanará muy rápido ¿no es cierto? -mirando a mi compañero al mismo tiempo que sonreía.
-Es verdad, los Digimon tenemos un nivel de regeneración muy rápido, más rápido que los humanos e incluso que los animales de su mundo, al ser datos tenemos esa capacidad. Verás que en pocos minutos quedarás como nueva.
-¿Eh? Bueno, sí, enfrentamos problemas como todos pienso yo -riendo nerviosamente-. En eso supongo que tendré que darte la razón, pero de todas formas, no creas que lo hicimos todo por nuestra cuenta, también recibimos ayuda de otros.
-Así es, eso nos sirvió mucho -guiñándome el ojo.
-¿Cuánto tiempo llevamos aquí? Mmm, déjame ver...
-¡Chicos, chicos! ¿Se encuentran bien? Estaba ocupado trayendo la mercadería y no pude ver en lo que se metieron.
-¿Deramon? No te preocupes, nos encontramos en perfecto estado, sólo que uno de tus sombreros se cayó al agua y los muchachos los trajeron de vuelta
-¿Mi sombrero?
-Tu sombrero -señalando al sombrero que Floramon tenía puesto.
-Ese no es mi sombrero ¿de donde lo sacaron? Alguien debió habérselo olvidado en los vestidores. Pueden quedárselo, no es mi sombrero, no me interesa.
Junto con Monodramon abrimos grande los ojos por la sorpresa y nos apoyamos sobre nuestras rodillas flexionadas exhalando agitados.
-No puede ser...
-No puede ser...
Al unísono.
¿No era... su... sombrero? ¡AAAAHHH! ¡¿Y todo por un algo que ni siquiera se sabe de quién es?! Fue demasiado arriesgado para ese Digimon sólo por un sombrero, maldición. Bueno, al menos no pasó nada grave.
-Hablando de sombreros ¿me darían una mano a traer los cajones con fruta del camión, es que son demasiados y ustedes parecen fuertes y dispuestos a ayudar. Por aquí, síganme por favor.
-¿Y eso qué tiene que ver con sombreros?
-¿Y eso qué tiene que ver con sombreros?
Respondimos con tono sombrío.
-Eso es. Es completamente normal tener miedo, pero debes saber controlarlo, no digo suprimirlo porque creo que es algo imposible, pero al menos tratar de no te domine utilizando la adrenalina que te genera, a tu favor.
Monodramon sintió como uno de las lianas de Floramon se enroscaban al rededor de su cuerpo dando un par de vueltas y luego apretándolo con fuerza, esto de seguro lo hizo sentir algo incómodo al punto que desde donde estaba mirándolo, noté como su cara se sonrojaba con cierta incomodidad. Ahora que lo pienso ¿no estaba acostumbrado al contacto con otro Digimon? Eso era cierto, nunca había pasado suficiente tiempo con otro Digimon, siempre fueron sólo momentos en los que convivía un tiempo y luego no los volvíamos a ver más, así que eso supone que no fue suficiente como para formar una amistad. No tenía a otros amigos Digimon... y ahora que lo pienso... yo tampoco tenía amigos humanos en el correcto sentido de la palabra. Sólo nos valíamos de nosotros mismos apoyándonos siempre entre los dos.
A continuación, aquella Floramon se sujetó a las piedras de más adelante y comenzó a arrastrarlos hacia ella, pero sin mucho resultado. Era algo obvio sabiendo que tenía que arrastrar su cuerpo, el cuerpo de mi amigo que sin duda era algo más grande y bastante más pesado que ella, sumando a todo esto las olas que los hacían avanzar un paso, pero al mismo tiempo retroceder dos. Pero aunque las fuerzas físicas faltasen, ahí estaba su Tamer brindándole el apoyo que necesitaba a la distancia. Ése era el vínculo del que hablaba, con sólo un poco de ánimos, los Digimon eran criaturas capaces de elevar su espíritu de una manera inimaginable, llevándolos a hacer cosas increíbles, cosas que nos parecerían imposibles a nosotros los humanos. Lentamente, luego de otro esfuerzo, los dos Digimon que se encontraban en el agua comenzaron a acercarse lentamente pero a paso seguro, ya que Floramon parecía no tener otro problema aparte del gran peso extra, pero más allá de eso estaba realizando un muy buen trabajo. Era como si su alma se hubiera encendido en llamas de la nada misma y estuviera decidida a llegar a la orilla de una vez por todas. A todo esto, mi compañero la ayudaba a nadar moviendo sus pies, pero de manera discreta, como si la ayudara a que no exceda su límite de fuerza pero que al mismo tiempo sea capaz de llegar al máximo.
Por fin, luego de un momento de angustia se encontraban tan cerca que era seguro para nosotros meternos al agua, aquella Tamer se fue a ayudarlos a salir de ahí, yo me acerqué también, aunque manteniendo cierta distancia con las olas que se fusionaban con la arena.
-¿Está todo en orden?
-Yo estoy bien, pero creo que ella está algo lastimada.
-Ohh, ¿en serio?
No hizo falta que me respondieran, pude ver a simple vista como la liana que salía de uno de los brazos de aquella Digimon, tenían ciertos raspones. Habrá sido por sujetar tan fuerte aquella roca de seguro.
-Mmm, ya veo. Pero no te preocupes, sanará muy rápido ¿no es cierto? -mirando a mi compañero al mismo tiempo que sonreía.
-Es verdad, los Digimon tenemos un nivel de regeneración muy rápido, más rápido que los humanos e incluso que los animales de su mundo, al ser datos tenemos esa capacidad. Verás que en pocos minutos quedarás como nueva.
-¿Eh? Bueno, sí, enfrentamos problemas como todos pienso yo -riendo nerviosamente-. En eso supongo que tendré que darte la razón, pero de todas formas, no creas que lo hicimos todo por nuestra cuenta, también recibimos ayuda de otros.
-Así es, eso nos sirvió mucho -guiñándome el ojo.
-¿Cuánto tiempo llevamos aquí? Mmm, déjame ver...
-¡Chicos, chicos! ¿Se encuentran bien? Estaba ocupado trayendo la mercadería y no pude ver en lo que se metieron.
-¿Deramon? No te preocupes, nos encontramos en perfecto estado, sólo que uno de tus sombreros se cayó al agua y los muchachos los trajeron de vuelta
-¿Mi sombrero?
-Tu sombrero -señalando al sombrero que Floramon tenía puesto.
-Ese no es mi sombrero ¿de donde lo sacaron? Alguien debió habérselo olvidado en los vestidores. Pueden quedárselo, no es mi sombrero, no me interesa.
Junto con Monodramon abrimos grande los ojos por la sorpresa y nos apoyamos sobre nuestras rodillas flexionadas exhalando agitados.
-No puede ser...
-No puede ser...
Al unísono.
¿No era... su... sombrero? ¡AAAAHHH! ¡¿Y todo por un algo que ni siquiera se sabe de quién es?! Fue demasiado arriesgado para ese Digimon sólo por un sombrero, maldición. Bueno, al menos no pasó nada grave.
-Hablando de sombreros ¿me darían una mano a traer los cajones con fruta del camión, es que son demasiados y ustedes parecen fuertes y dispuestos a ayudar. Por aquí, síganme por favor.
-¿Y eso qué tiene que ver con sombreros?
-¿Y eso qué tiene que ver con sombreros?
Respondimos con tono sombrío.
- Tamer & Digimon
- Prueba de Rol :ADigi Puntos :253Nivel On Rol :UltimateInventario :
Ed Elric
Re: Tomando un día libre... sin permiso [Priv. YatteAgain; Ed Elric]
Floramon sonrió aliviada al oír que se regeneraría. Se preocupó un poco al pensar en lo poco que sabía de sí misma como su naturaleza de digimon, e incluso se miró. Esas costumbres humanas... las había tomado como suyas y sentía que probablemente algún digimon podría pensar que era algo más que ridículo...incluso malo...¿es que pretendía ser algo que no era? Abrumada por estos pensamientos, se colocó el sombrero, temblando ligeramente para evitar que nadie viera que sus ojos aguamarina se habían teñido de preocupación.
Luna se preparó para oír una narración de aventuras por el mundo digital, pero Deramon llegó bastante preocupado por ellos. Una parte de Luna pensaba que era una lástima, querría haber oído la historia de aquel tamer con nombre de caballero. ¡Seguro que la forma de Monodramon evolucionada era increíble, también! “Aunque... seguro que también da miedo... realmente los digimon evolucionan a seres que parecen mosntruos de pelis” pensaba Luna. Luego miró hacia Floramon, que ahora aferraba el sombrero como si fuera a echar a andar.“¿En qué cosa evolucionará Flora...? ¿En digimon terroríficos como los que vimos en la playa? ¡La idea me da pavor! ¿Y si no me reconoce...?
Deramon parecía no saber nada del sombrero. Floramon bajó la cabeza, con cierto sentimiento de culpabilidad al haber dado tantos problemas por un sombrero que ni siquiera era de Deramon. Edward y Monodramon hicieron un gesto de sorpresa, sin duda algo decepcionados de haber pasado todo aquello por un sombrero olvidado. Luego, Deramon les pidió ayuda para transportar unas cajas, enlazádolo con el tema del sombrero. Edward y Monodramon dijeron justo lo que Luna pensaba, pero Floramon, respondió con tono inocente y tímido:
-Quizás la forma del sombrero se asemeje a una variedad de fruta que no conozcamos, y dicha variedad es la que contienen las cajas.
Luna se paró a pensarlo por unos instantes. Bueno, si en el mundo digital habían visto monstruos gigantes... ¿porqué no una fruta con forma de sombrero? “Probablemente, sea tropical u algo así” Tantas vueltas le dio en un instante que la pregunta le salió por puro impulso ya que, si la hubiera pensado, no la habría dicho en alto porque sonaba realmente estúpida:
-¿Una fruta con forma de sombrero? ¿En verdad podría existir algo así aquí?-una vez lo oyó en alto, se dio cuenta de que como sospechaba sonaba tremendamente tonto, por lo que se sonrojó mucho y se quedó dudando.
Floramon asintió ante la petición de Deramon, como siempre muy solícita y dijo que ayudaría con las cajas.
-Luna y yo podremos ayudar. Mis lianas podrían ser útiles para que el peso no sea tan grande para estos amables chicos. Y Luna es realmente vigorosa.
Luna se quedó algo paralizada al oírlo, y se imaginó una caricatura de sí misma alzando una caja y escupiendo fuego por la boca. Creía que no podía sentirse más avergonzada por su pregunta filosófica, pero sí, en ese momento se sentía más ridícula... al fin de al cabo eso de ser vigorosa sonaba tan poco femenino...
Deramon comenzó a llevar a Edward y Monodramon, probablemente al lugar donde tenía las cajas. Luna y Floramon se quedaron atrás unos instantes.
-Luna...-dijo la digimon, sin duda con preocupación.
-Dime
-Creo que hicimos bien en rescatar el sombrero-dijo, tratando de sonar animada. No había mentido del todo, porque durante todo el proceso, se había percatado de algo importante. No debía preocupar a Luna; su tamer estaba asustada, así que tenía que tomar las riendas de la situación y el miedo para que Luna no se angustiase. "Aunque...yo también tengo miedo... este lugar es tan extraño. Quienes lo habitan también; y yo soy uno de esos seres extraños..."
Luna, por supuesto, no entendió nada de la nueva determinación de su digimon, así que simplemente creyó que en verdad le gustaba aquella prenda.
-Vaya, en verdad te gusta ese sombrero. Y ya oíste a Deramon; puedes quedártelo. Probablemente ya nadie venga a por él...-Luna se paró a pensar en si alguien se habría dado cuenta de su ausencia. Probablemente nadie, ni siquiera su padre. Por unos instantes se sintió como el sombrero-Lo han abandonado...supongo...
Floramon tocó la cintura de Luna, ya que su altura no daba para más, pero la miró con una sonrisa cálida y valiente. Era de las primeras veces que Luna veía que Floramon se hacía así de valiente.
-No sientas angustia; todo irá bien.
Floramon comenzó a caminar antes de perder de vista a Deramon, tomando la mano de Luna para que no se quedase atrás. Luna la siguió unos instantes y luego se animó a correr tras Edward y Monodramon hasta alcanzarlos. "¿Puedo alcanzarlos también como tamer?"
Luna se preparó para oír una narración de aventuras por el mundo digital, pero Deramon llegó bastante preocupado por ellos. Una parte de Luna pensaba que era una lástima, querría haber oído la historia de aquel tamer con nombre de caballero. ¡Seguro que la forma de Monodramon evolucionada era increíble, también! “Aunque... seguro que también da miedo... realmente los digimon evolucionan a seres que parecen mosntruos de pelis” pensaba Luna. Luego miró hacia Floramon, que ahora aferraba el sombrero como si fuera a echar a andar.“¿En qué cosa evolucionará Flora...? ¿En digimon terroríficos como los que vimos en la playa? ¡La idea me da pavor! ¿Y si no me reconoce...?
Deramon parecía no saber nada del sombrero. Floramon bajó la cabeza, con cierto sentimiento de culpabilidad al haber dado tantos problemas por un sombrero que ni siquiera era de Deramon. Edward y Monodramon hicieron un gesto de sorpresa, sin duda algo decepcionados de haber pasado todo aquello por un sombrero olvidado. Luego, Deramon les pidió ayuda para transportar unas cajas, enlazádolo con el tema del sombrero. Edward y Monodramon dijeron justo lo que Luna pensaba, pero Floramon, respondió con tono inocente y tímido:
-Quizás la forma del sombrero se asemeje a una variedad de fruta que no conozcamos, y dicha variedad es la que contienen las cajas.
Luna se paró a pensarlo por unos instantes. Bueno, si en el mundo digital habían visto monstruos gigantes... ¿porqué no una fruta con forma de sombrero? “Probablemente, sea tropical u algo así” Tantas vueltas le dio en un instante que la pregunta le salió por puro impulso ya que, si la hubiera pensado, no la habría dicho en alto porque sonaba realmente estúpida:
-¿Una fruta con forma de sombrero? ¿En verdad podría existir algo así aquí?-una vez lo oyó en alto, se dio cuenta de que como sospechaba sonaba tremendamente tonto, por lo que se sonrojó mucho y se quedó dudando.
Floramon asintió ante la petición de Deramon, como siempre muy solícita y dijo que ayudaría con las cajas.
-Luna y yo podremos ayudar. Mis lianas podrían ser útiles para que el peso no sea tan grande para estos amables chicos. Y Luna es realmente vigorosa.
Luna se quedó algo paralizada al oírlo, y se imaginó una caricatura de sí misma alzando una caja y escupiendo fuego por la boca. Creía que no podía sentirse más avergonzada por su pregunta filosófica, pero sí, en ese momento se sentía más ridícula... al fin de al cabo eso de ser vigorosa sonaba tan poco femenino...
Deramon comenzó a llevar a Edward y Monodramon, probablemente al lugar donde tenía las cajas. Luna y Floramon se quedaron atrás unos instantes.
-Luna...-dijo la digimon, sin duda con preocupación.
-Dime
-Creo que hicimos bien en rescatar el sombrero-dijo, tratando de sonar animada. No había mentido del todo, porque durante todo el proceso, se había percatado de algo importante. No debía preocupar a Luna; su tamer estaba asustada, así que tenía que tomar las riendas de la situación y el miedo para que Luna no se angustiase. "Aunque...yo también tengo miedo... este lugar es tan extraño. Quienes lo habitan también; y yo soy uno de esos seres extraños..."
Luna, por supuesto, no entendió nada de la nueva determinación de su digimon, así que simplemente creyó que en verdad le gustaba aquella prenda.
-Vaya, en verdad te gusta ese sombrero. Y ya oíste a Deramon; puedes quedártelo. Probablemente ya nadie venga a por él...-Luna se paró a pensar en si alguien se habría dado cuenta de su ausencia. Probablemente nadie, ni siquiera su padre. Por unos instantes se sintió como el sombrero-Lo han abandonado...supongo...
Floramon tocó la cintura de Luna, ya que su altura no daba para más, pero la miró con una sonrisa cálida y valiente. Era de las primeras veces que Luna veía que Floramon se hacía así de valiente.
-No sientas angustia; todo irá bien.
Floramon comenzó a caminar antes de perder de vista a Deramon, tomando la mano de Luna para que no se quedase atrás. Luna la siguió unos instantes y luego se animó a correr tras Edward y Monodramon hasta alcanzarlos. "¿Puedo alcanzarlos también como tamer?"
- Tamer & Digimon
- Faltas :1Prueba de Rol :ADigi Puntos :402Ficha :Nivel On Rol :RookieNivel On Rol de los Digi Aliados :Leonardo
Champion
Icono :Rango y Unidad :Luna Naitoenjeru
Rango: Soldado
División: Four Holy Beast
Unidad/Sub-division: North Shield Tortule
Flora
Rango: Soldado
División: Four Holy Beast
Unidad/Sub-division: North Shield Tortule
Rango y Unidad Digi Aliado :Leonardo
Rango: Soldado
División: Four Holy Beast
Unidad/Sub-division: North Shield TortuleInventario :
Luna Kobayashi
Re: Tomando un día libre... sin permiso [Priv. YatteAgain; Ed Elric]
-Ed, ¿crees que hicimos lo correcto?
-¿Lo correcto? ¿A qué te refieres con eso, amigo? -pregunté, mirándolo y notando que Monodramon tenía la vista puesta al frente, la cual se dirigió hacia mi luego de que le respondí con otra pregunta.
-A lo que hicimos allí abajo, en la playa. Ya sabes, ayudarlas diciéndoles esas cosas que nos dijo el maestro hace un tiempo.
-¡¿Qué?! ¿Tú también le dijiste eso...? Já -soltando una sonrisa con los ojos cerrados y volviendo mi cabeza al frente. Con pensar sólo un poco me di cuenta de que no era nada extraño que mi compañero hubiera usado el mismo método que yo al tratar de ayudar a Floramon en el agua y tampoco debía serlo en ningún momento. Era precisamente de eso, de la relación entre un Digimon y su Tamer, de lo que tratábamos de explicar-. Por supuesto que hicimos bien. A pesar de que aún no logramos desarrollarla por completo, creo que al enseñarle lo básico de como funcionan las cosas a aquellos que lo necesitan, es algo positivo. Además, si ellas logran descubrir de qué se trata todo ese asunto, dudo que lo usen para el mal. Ya ves como son, creo que no serían capaz de matar ni a una mosca jaja.
El camión que proveía de frutas a Deramon para sus jugos, se encontraba subiendo una pequeña ladera que separaba la playa de la carretera que corría por arriba. El vehículo, al no poder bajar, tenía que quedarse allí y esperar a que nosotros subiéramos por una escalera que se cortaba en dos secciones para poder descargar la entrega. Una vez que llegamos y que Luna y Floramon nos alcanzaran tras correr, un Andromon se encontraba parado al lado de la puerta trasera del camión.
-Gracias por esperar, Andromon.
-No es nada. Por cierto, ¿quiénes son estos jóvenes, Deramon?
-Ohh, son amigos míos, me ayudarán a llevar los cajones hacia la tienda. ¿Verdad, niños?
-¿Desde cuándo somos sus amigos? -dije, regañando en voz baja.
-Hola, Andromon -saludando con su mano en alto y una sonrisa en el rostro.
-Bien, si es así, entonces mientras más rápido comencemos, más rápido acabaremos.
Al decir esto, Andromon abrió la compuerta de la parte trasera revelando un contenedor repleto de cajones con miles de frutas, de distinto tamaño y color, tantos que si alguien quisiera cargar uno más, no hubiera sido posible. Era demasiado excesiva la cantidad comparando a lo modesto que parecía ser el puesto de Deramon. En el tiempo que llevábamos aquí, no habíamos visto a más de dos o tres clientes, además de nosotros, en busca de un refresco para beber, y eso no concordaba con la cantidad de jugo que podía llegar a hacer con ese cargamento.
-¿T-todo... todo eso tenemos que llevar hacia abajo? -pregunté sorprendido, con los ojos bien abiertos.
-Bueno, en realidad sólo es la mitad. Además, Andromon también nos ayudará un poco -dijo, mirando al Digimon el cual respondió asintiendo con la cabeza.
Aunque no era tanto como en un principio había creído, llevar la mitad del cargamento hacia la tienda de Deramon nos llevó bastante esfuerzo y tiempo. El sol ya se comenzaba a ocultar tiñendo parte del cielo de naranja y más a lo lejos, cerca del horizonte, de un azul oscuro que ya mostraba algunas estrellas titilando. Subimos por última vez las escaleras para continuar con la tarea, pero allí nos esperaban ambos Digimon para decirnos que ya habíamos terminado por completo para mi alivio.
-En un par de días comienzan las festividades, así que es mejor estar preparados para esa ocasión. Pero con esa última, terminamos.
-Con que esos eran todos, ¿eh? -secándome el sudor de la frente con el dorso del guante en mi mano.
-Buenas tardes, estoy buscando al señor Edward Elric y a su compañero Monodramon. ¿Es alguno de ustedes?
-Sí, aquí, somos nosotros.
-Traigo una carta para ustedes. Aquí tienen -entregándole el sobre a Monodramon-. Hasta luego.
-Gracias. Vaya... qué Digimon más extraño, nunca antes lo había visto... Toma, Ed, es una carta de "ya sabes quién".
-¡¿Q-qué?! ¿De... de ellos? ¿Justo ahora?
Tomé el sobre y comencé a abrirlo mirándolo de reojo hasta que saqué por completo la hoja que llevaba dentro. Leía con detenimiento una por una las líneas de la carta mientras me informaba de la misión que me había sido entregada. En esta ocasión nos enviaban a un lugar conocido como Zona Imperial, allí debíamos encontrar a nuestro objetivo y entregarle una nota que se encontraba también dentro del mismo sobre. En un apartado, nos decían que nuestro descanso en la playa ya se había acabado. Debíamos partir inmediatamente. Tragué saliva fuertemente.
-¿Cómo diablos saben que estábamos aquí? Agh, muy bien, si nos disculpan, debemos irnos.
-¿Qué dice la carta, Ed?
-¡Que debemos irnos! ¡Ahora! Lo sentimos, es una situación urgente.
-No se preocupen, lo entendemos, pero al menos lleven esto -ofreciéndonos un par de frutas extrañas, las cuales Monodramon recibió con gusto-. Y gracias por ayudarnos con las cajas.
-No tiene por qué, no fue nada. Ahora sí, hasta luego a todos -saludamos a los allí presentes y comenzamos nuestro camino por la carretera que se encontraba arriba de la playa, deteniéndome unos cuantos metros después y girando un poco mi cuerpo para mirar hacia atrás-. Por cierto, Luna, Floramon, si de verdad les interesa ayudar a los demás y están dispuestas avanzar y a ser cada día más fuertes haciéndolo, les recomiendo que busquen a la Union Saver en Ciudad Central. Ellos sabrán qué hacer -dije, para luego continuar caminando.
-¿Les dijiste sobre Union Saver?
-Claro que sí. A pesar de que no las conozco en profundidad, algo me hace pensar que se sentirían muy bien entrando ahí y les darán una buena mano para que mejoren. Me arriesgo a decir que sus intenciones son buenas.
-Ya veo... Por cierto, Ed, ¿a dónde debemos ir ahora?
-A Zona Imperial, más precisamente a la ciudad. Nos queda algo lejos de aquí, así que espero que tus pies hayan descansado lo suficiente porque tenemos un largo camino hasta allí.
-Ohh... ¿Ed, no puedes cargarme en tu espalda como la otra vez? -dijo, con tono triste.
-¡NO!
-Oww...[/color]
-¿Lo correcto? ¿A qué te refieres con eso, amigo? -pregunté, mirándolo y notando que Monodramon tenía la vista puesta al frente, la cual se dirigió hacia mi luego de que le respondí con otra pregunta.
-A lo que hicimos allí abajo, en la playa. Ya sabes, ayudarlas diciéndoles esas cosas que nos dijo el maestro hace un tiempo.
-¡¿Qué?! ¿Tú también le dijiste eso...? Já -soltando una sonrisa con los ojos cerrados y volviendo mi cabeza al frente. Con pensar sólo un poco me di cuenta de que no era nada extraño que mi compañero hubiera usado el mismo método que yo al tratar de ayudar a Floramon en el agua y tampoco debía serlo en ningún momento. Era precisamente de eso, de la relación entre un Digimon y su Tamer, de lo que tratábamos de explicar-. Por supuesto que hicimos bien. A pesar de que aún no logramos desarrollarla por completo, creo que al enseñarle lo básico de como funcionan las cosas a aquellos que lo necesitan, es algo positivo. Además, si ellas logran descubrir de qué se trata todo ese asunto, dudo que lo usen para el mal. Ya ves como son, creo que no serían capaz de matar ni a una mosca jaja.
El camión que proveía de frutas a Deramon para sus jugos, se encontraba subiendo una pequeña ladera que separaba la playa de la carretera que corría por arriba. El vehículo, al no poder bajar, tenía que quedarse allí y esperar a que nosotros subiéramos por una escalera que se cortaba en dos secciones para poder descargar la entrega. Una vez que llegamos y que Luna y Floramon nos alcanzaran tras correr, un Andromon se encontraba parado al lado de la puerta trasera del camión.
-Gracias por esperar, Andromon.
-No es nada. Por cierto, ¿quiénes son estos jóvenes, Deramon?
-Ohh, son amigos míos, me ayudarán a llevar los cajones hacia la tienda. ¿Verdad, niños?
-¿Desde cuándo somos sus amigos? -dije, regañando en voz baja.
-Hola, Andromon -saludando con su mano en alto y una sonrisa en el rostro.
-Bien, si es así, entonces mientras más rápido comencemos, más rápido acabaremos.
Al decir esto, Andromon abrió la compuerta de la parte trasera revelando un contenedor repleto de cajones con miles de frutas, de distinto tamaño y color, tantos que si alguien quisiera cargar uno más, no hubiera sido posible. Era demasiado excesiva la cantidad comparando a lo modesto que parecía ser el puesto de Deramon. En el tiempo que llevábamos aquí, no habíamos visto a más de dos o tres clientes, además de nosotros, en busca de un refresco para beber, y eso no concordaba con la cantidad de jugo que podía llegar a hacer con ese cargamento.
-¿T-todo... todo eso tenemos que llevar hacia abajo? -pregunté sorprendido, con los ojos bien abiertos.
-Bueno, en realidad sólo es la mitad. Además, Andromon también nos ayudará un poco -dijo, mirando al Digimon el cual respondió asintiendo con la cabeza.
Aunque no era tanto como en un principio había creído, llevar la mitad del cargamento hacia la tienda de Deramon nos llevó bastante esfuerzo y tiempo. El sol ya se comenzaba a ocultar tiñendo parte del cielo de naranja y más a lo lejos, cerca del horizonte, de un azul oscuro que ya mostraba algunas estrellas titilando. Subimos por última vez las escaleras para continuar con la tarea, pero allí nos esperaban ambos Digimon para decirnos que ya habíamos terminado por completo para mi alivio.
-En un par de días comienzan las festividades, así que es mejor estar preparados para esa ocasión. Pero con esa última, terminamos.
-Con que esos eran todos, ¿eh? -secándome el sudor de la frente con el dorso del guante en mi mano.
-Buenas tardes, estoy buscando al señor Edward Elric y a su compañero Monodramon. ¿Es alguno de ustedes?
-Sí, aquí, somos nosotros.
-Traigo una carta para ustedes. Aquí tienen -entregándole el sobre a Monodramon-. Hasta luego.
-Gracias. Vaya... qué Digimon más extraño, nunca antes lo había visto... Toma, Ed, es una carta de "ya sabes quién".
-¡¿Q-qué?! ¿De... de ellos? ¿Justo ahora?
Tomé el sobre y comencé a abrirlo mirándolo de reojo hasta que saqué por completo la hoja que llevaba dentro. Leía con detenimiento una por una las líneas de la carta mientras me informaba de la misión que me había sido entregada. En esta ocasión nos enviaban a un lugar conocido como Zona Imperial, allí debíamos encontrar a nuestro objetivo y entregarle una nota que se encontraba también dentro del mismo sobre. En un apartado, nos decían que nuestro descanso en la playa ya se había acabado. Debíamos partir inmediatamente. Tragué saliva fuertemente.
-¿Cómo diablos saben que estábamos aquí? Agh, muy bien, si nos disculpan, debemos irnos.
-¿Qué dice la carta, Ed?
-¡Que debemos irnos! ¡Ahora! Lo sentimos, es una situación urgente.
-No se preocupen, lo entendemos, pero al menos lleven esto -ofreciéndonos un par de frutas extrañas, las cuales Monodramon recibió con gusto-. Y gracias por ayudarnos con las cajas.
-No tiene por qué, no fue nada. Ahora sí, hasta luego a todos -saludamos a los allí presentes y comenzamos nuestro camino por la carretera que se encontraba arriba de la playa, deteniéndome unos cuantos metros después y girando un poco mi cuerpo para mirar hacia atrás-. Por cierto, Luna, Floramon, si de verdad les interesa ayudar a los demás y están dispuestas avanzar y a ser cada día más fuertes haciéndolo, les recomiendo que busquen a la Union Saver en Ciudad Central. Ellos sabrán qué hacer -dije, para luego continuar caminando.
-¿Les dijiste sobre Union Saver?
-Claro que sí. A pesar de que no las conozco en profundidad, algo me hace pensar que se sentirían muy bien entrando ahí y les darán una buena mano para que mejoren. Me arriesgo a decir que sus intenciones son buenas.
-Ya veo... Por cierto, Ed, ¿a dónde debemos ir ahora?
-A Zona Imperial, más precisamente a la ciudad. Nos queda algo lejos de aquí, así que espero que tus pies hayan descansado lo suficiente porque tenemos un largo camino hasta allí.
-Ohh... ¿Ed, no puedes cargarme en tu espalda como la otra vez? -dijo, con tono triste.
-¡NO!
-Oww...[/color]
- Tamer & Digimon
- Prueba de Rol :ADigi Puntos :253Nivel On Rol :UltimateInventario :
Ed Elric
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