El propósito de estar aquí (Privado: Travis O'Donnell)

por Sasha Endernt Jue Ene 08, 2015 3:04 am

Ya habían pasado unos días desde lo ocurrido con Kugawamon y su encuentro con Plasma, todavía le era difícil a Sasha aceptar lo que sucedía a su alrededor, por unos momentos deseaba poder ver lo que había de un mundo desconocido para ella. Caminaron y caminaron ambas, tamer y digimon por el bosque, buscando una forma de volver al mundo de Sasha pero no había forma por el momento. Entonces sucedió algo, un sueño bastante peculiar por parte de la humana, pudo visualizar una figura humana pero con alas en la espalda, diciéndole que la encontrara.
—¿Hay Ángeles aquí? —preguntó Sasha a Viximon mientras avanzaban por lo que quedaba del bosque, el terreno iba cambiando a medida que caminaban.
—¿Ángeles? Puede ser…no conozco más allá del bosque donde me encontraste —respondió el digimon, a veces Sasha olvidaba eso, un ruido empezó a sonar cercano a ellas. La humana intentaba saber de dónde venía el ruido, sonaba cercana a ella, entonces pensó en el digivice que poseía, lo buscó en sus bolsillos y lo sacó, como pensaba era ese artefacto lo que hacía ruido. Ninguna de las dos entendía el porqué de ese sonido, era como un “pip” continuó pero lento, Sasha lo movía en direcciones y en una parte sonaba más fuerte.
—Parece que nos quiere guiar ¿Tú qué dices?
—Vamos, quiero conocer otros lugares aparte de este —continuaron caminando, Viximon guiaba a Sasha a través de lo último que quedaba del bosque, sin que nada las preocupara, había algunos digimon cercanos, que observaban curiosos a la humana, Viximon los miraba de reojo y atenta, con cierta desconfianza, pero para suerte de ambas nadie quería hacerles daño. Por momentos el ruido se volvía más intenso si Sasha apuntaba a una dirección, por lo que seguían el sonido. Se preguntaba si tenía relación con el sueño que tuvo, la figura a lo que ella llamaba “Ángel” ¿Era buena o mala? Puede que sea una trampa pero Sasha no lo creía así, no se lo había dicho a Viximon pero cuando soñó con la figura sintió cierta calidez en su interior.
—Deberías ver esto Tamer —dijo en un momento el digimon acompañante, sin ánimos de ofenderla pero ciertamente era algo que se debía ver con los ojos. Era una ciudad en medio del agua, parecía que se elevaba desde la profundidad, sostenida por una isla. El sonido proveniente del Digivice era más fuerte.
—Es aquí —mencionó Sasha, y ambas emprendieron camino para ingresar en la ciudad. Viximon miraba para todos lados, sus ojos no podían creer lo que veían y se daba cuenta que todavía había cosas del Digimundo que desconocía por completo. La ciudad en forma de torre tenía distintos niveles, había digimon de distintos tipos conviviendo pacíficamente, y aquellas dos no dejaban de ser el centro de atención. Sasha sentía que era observada y ciertamente la ponía incomoda.
—Vamos a sentarnos, estoy algo cansada —dijo la humana, Viximon la guió a lo que parecía ser una tienda para comer, con mesas y sillas en la calle. Inmediatamente un digimon se les acercó al verlas que se sentaron.
—Mi nombre es Deramon ¿Qué desean comer? —dijo de manera muy animada, alzando sus pequeños brazos, se parecía a una ave, de tamaño pequeño pero con hojas en la parte de la espalda, más bien era un arbusto.
—Yo estoy bien, pide lo que quieras Viximon —la tamer le daba permiso a su digimon para elegir, terminó decidiéndose por una simple sopa de verduras, eso llamó la atención de la humana, ya que pensaba que no servirían ese tipo de comidas en ese mundo. Sintió como algo era apoyado en la mesa, era el plato que pidió su digimon, liberó a Viximon de sus brazos y esta se subió a la mesa, acercando su cara al líquido y tomándolo como si fuera un perro. Sasha sacó su Digivice, analizándolo a través del tacto de sus manos, tenía una forma rara para ella, y misteriosamente había dejado de sonar. Sabía que la figura de su sueño estaba en esa ciudad, pero ¿Qué haría cuando la encontrará? Era algo que ella también se preguntaba.

por Travis O'Donnell Mar Ene 20, 2015 10:57 am

Ya había pasado casi una semana desde el encuentro con Tanemon, Plasma, y la llegada de Travis al mundo digital. El joven estaba cansado de tanto caminar y obtener tan pocas respuestas, pero al menos iba forjando una buena amistad con su compañero digital. Tanemon, que era una especie de planta de poco menos de un metro, le daba bastante conversación y le guiaba de forma eficaz por un mundo que el irlandés desconocía por completo. A menudo sus viajes se veían ilustrados por alguna aventura insólita -incluso para lo que estaba ocurriendo- contada por Tanemon, en la que ella realizaba hazañas heroicas y derrotaba a Digimon con nombres complejos, de los que Travis nunca había oído hablar y que ni siquiera llegaba a imaginarse bien.

El dúo se detuvo al adentrar Atlantis, una ciudad cuya parte estaba sumergida bajo el agua. Maravillados con la visión del lugar, se quedaron embobados observando todo, desde los varios Digimon que paseaban por la metrópolis hasta las complejas estructuras en forma de torre que formaban y sostenían todo.

Tanemon decía algo, pero Travis no le oía. Estaba demasiado en shock para reaccionar. Lo que le habían dicho Plasma y Tanemon era verdad: Había centenas de digimon en ese mundo, criaturas de todo tipo. Travis había alcanzado a ver lo que parecía un oso polar regordete hecho de nieve, una especie de zorro de color rojizo, y una mezcla entre gallo y arbusto que...¿atendía a una chica humana en la terraza de un restaurente? Nada más verla, echó a correr en su dirección, desviando de diversos tipos de digimon que le miraban confusos, enojados, o sorpreendidos por ver a un humano sin Digimon.

-¡Espera, Travis! -Tanemon corría varíos metros por detrás, debido a sus cortas piernas.

Travis se detuvo delante de la mesa de la chica, acompañada por un adorable y peludo digimon amarillo, con cierto parecido a los zorros del mundo real. Supuso que sería su compañero digimon. Tanemon le alcanzó, eventualmente. Ahora, no estaba muy seguro de como seguir.

-Ahm, hola. Perdonad que interrumpa vuestro almuerzo, pero... -miró de reojo el aparato que la chica sostenía entre las manos. Sin dudas, un Digivice. -Me llamo Travis. Aún no estoy muy seguro de que hago aquí, o siquiera de que tipo de sitio es este. El único humano con el que me encontré hasta ahora se fue tan rápido como apareció, y... No lo sé. Esperaba que pudieráis guiarme de alguna forma. Estoy buscando a alguien. Otra humana.

por Sasha Endernt Vie Ene 23, 2015 5:39 am

Viximon disfrutaba de su almuerzo, callada, se concentraba solamente en eso, parece que después de la evolución había perdido bastante energía, era bueno para ella descansar por si algo más sucedía, aunque esa ciudad parecía bastante pacifica y ruidosa. Tanto que Sasha no alertó la llegada de alguien, claramente ella no podía verla, solo supo de este cuando habló, Viximon se llevó una sorpresa y salto a los brazos de su Tamer. La niña giró su cabeza en la dirección donde creía escuchar la voz, Sasha se levantó de la silla con cuidado.
—Oh, un gusto Travis, me llamó Sasha y ella es Viximon — dijo presentándose ella y a su digimon, Viximon miró al acompañante del llamado Travis.
—Hola Tanemon — mencionó el digimon amarillo en los brazos de la Tamer, lo que daba a entender que el humano también tenía un digimon acompañante como ella. Sasha se tocó ligeramente la mejilla derecha, pues ella tampoco sabía demasiado del Digimundo. —Estamos igual, yo tampoco sé demasiado de este mundo — dijo la niña que guardaba con cuidado el Digivice en uno de los bolsillos de su pantalón. —Trato de volver al mundo real pero hasta el momento no tuve éxito, pero podríamos ayudarnos — terminó por hablar Sasha, que extendía la mano enfrente suyo, con la intención de que el llamado Travis la estrechara. Viximon por su parte salto hacía la mesa para terminar con su plato, lo que no le tomo demasiado tiempo. Deramon volvió para pedir la cuenta, eso no se le había cruzado por la cabeza de Sasha, pagar por el pedido. Buscó en sus bolsillos con rapidez, Deramon veía a la humana y se mostraba impaciente.
—No tenemos bits — dijo Viximon en voz baja, Sasha pensó que así le llamaban al dinero. No podían pagar por el plato y Daremon se había dado cuenta de eso.
—Si no pagan, deberán estar todo el día en el restaurante — dijo con voz imperativa, ambas o mejor dicho Sasha no podía darse ese lujo, tenía otra cosa más importante en mente, por lo que pensó en una manera de solucionar el problema. —Me gusta la bufanda que llevas — mencionó el Daremon, Sasha lo pensó con cuidado, pues era un regalo de su hermana mayor y tenía bastante afecto a esa bufanda. Pero si era la única manera de salir de ese embrollo…Viximon quiso detenerla pero ya era tarde. Desenrollo la bufanda y la extendió hacia el digimon, el cual la tomo con rapidez, seguidamente se retiró. —Esta bien Viximon…¿En que estábamos? — preguntó, tratando de recordar pero también era una manera de hacer ver a los demás que no le importaba lo sucedido, tratando de esconderlo. —¡Cierto! ¿Saben de un Angel por este sitio? — acordándose del sueño que tuvo en la zona del bosque, la razón por la cual había venido a la ciudad sumergida.

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