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El descubrimiento de las ruinas del Monasterio Draco, tallado en lo alto de una desolada montaña en el valle de los dragones, ha despertado un gran interés por todo el Digimundo. Principalmente porque según los tallados de la pared exterior dentro de las ruinas se encuentra un obre mágico que contiene en su interior la data y poder del treceavo Royal Kinght, la cual sera dada a quien reclame dicho objeto. Según la historia grabada en los murales, el obre fue dejado allí por el mismo Royal Kinght en caso de que su poder sea necesario para derrotar al mal que se alce en el futuro...por desgracia semejante premio también a llamado la atención de quienes usarían el poder para sus propias metas egoístas. Por lo que esta aventura ahora se a vuelto una carrera por ver quien consigue el gran premio.
6 meses despues de la ultima carrera, un BanchoLeomon reune al viejo equipo de organizacion para dar un nuevo espectaculo, pero en esta carrera, el misterioso patrocinador ha enviado a un "Aspirante a Campeon" con un extraño y unico Digivice. ¿Que es lo que sucedera a lo largo del evento y como funciona este nuevo digivice?.
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-Skin hecho por Hardrock de The Captain Knows Best.
-Imagenes realizadas por Runari Wildy
y Sigrun Vinter
-Imagenes realizadas por Runari Wildy
y Sigrun Vinter
El inicio de un propósito (Roku)(Parte 1)
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El inicio de un propósito (Roku)(Parte 1)
Londres 8:00 AM
Un gran ruido embrutecedor inundo mis oídos al escuchar correr a esa especie de animal -¿Que es eso? ¿Quien me llama? Espera! no te vallas!-... Solo quedo así una extraña figura que susurraba en medio de la oscuridad...
Al llegar la mañana, mis ojos se vieron molestos por los primeros rayos de luz que entraban por el gran ventanal. Quitándome la delicada sabana de encima talle mis ojos unos segundos para después mirar a mi alrededor pensando por unos segundos, que habría sido de aquel extraño sueño -No logro entender que significa. Han sido tres días seguidos que sueño con lo mismo- Dije en un tono de voz bajo donde solo yo podía escuchar.
De inmediato me levante de la cama y abrí las cortinas dejando entrar un gran chorro de luz, iluminando toda la habitación. Luego de ello jale el picaporte abriendo las puertas del balcón en donde caminé hasta llegar a sus limites. Recargue mis codos sobre el concreto del barandal para soltar un gran suspiro para mirar como se veían los arboles, pinos y toda exención de verdor alrededor de la mansión de mis padres.
Luego de terminar de despertar por completo me dirigí al baño a lavar mi rostro con un poco de agua fresca, la cual tenía un extraño brillo, al cual no le preste mucha importancia. Tome la toalla que se encontraba colgada en un costado de la pared, para sí comenzar a vestirme y bajar a la realidad que me esperaba...
Mientras bajaba las escaleras en forma circular pude escuchar claramente la voz de mi madre, quien charlaba con la cocinera indicándole que el desayuno debería estar servido en la mesa principal. No entendía por que tanto alboroto, después de todo solo eramos tres viviendo en esa casa, sin contar al personal de servicio... -Madre tan temprano y estas causando lió?- Mencione terminando de sujetar mi cabello en una cola de caballo por medio de un listón rojo... -Veo que ya te levantaste, muy bien, perfecta para desayunar con nosotros- Dijo mi madre mientras me daba la espalda y caminaba hacia la cocina...
Tras terminar ese pequeño encuentro con mi madre, me dirigí hacia la sala donde en una pequeña mesa de cristal se encontraba mi teléfono móvil. Nada fuera de lo común, todo seguía su curso... Lo coloque en uno de mis bolsillos de mi pantalón para así dirigirme hacia el comedor principal, donde mis padres se encontraban ya en sus respectivos asientos. -Muy buenos días padre- Salude antes de sentarme del lado izquierdo del comedor... Mi padre quien normalmente leía el periódico correspondió el saludo enseguida... Los desayunos eran muy silenciosos, puesto que cada uno de ellos se encontraba metido en sus asuntos, mi madre por otro lado no dejaba su teléfono mandando mensajes a las empresas que tenía que administrar... Todo era igual que siempre...
1:00 PM
Como hoy era mi día de descanso del colegio, salí de casa en la camioneta de la familia, pidiéndole a Esteban, un gran amigo que también era el chófer de la familia, que me llevara al único lugar donde me sentía tranquila, la casa de la abuela en la costa. El trayecto duro unas dos horas, sin mencionar la parada que hicimos por unas flores en aquel invernadero de la ciudad, en donde en ese instante, al encontrarme recogiendo las flores que iba a llegar una extraña mirada se sentía sobre mi, pero no había nadie a quien pudiera localizar. Era un escalofrío que recorría mi cuerpo por unos segundos.
4:00 PM
Finalmente, llegando a nuestro destino, al bajar del automóvil esa suave brisa de agua salada lleno mis pulmones en un gran respirar -Estoy en casa- Dije en voz baja mientras con un gesto Esteban se despedía de mi para entonces marcharse.
Una vez dentro lleve aquellas flores que había comprado al lugar donde descansaba mi abuela, se encontraba a unos cuantos pasos del muelle, en donde una gran palmera daba sombra a un pequeño espacio donde se encontraban sus restos... -Hola, he venido a visitarte. Espero te gusten, son tus favoritas, lirios recuerdas?. Eran esas flores que cortábamos juntas cuando íbamos al invernadero- Me senté a un lado de la piedra que grababa el nombre de mi abuela, esperando unos segundos para ver el atardecer caer... En ese preciso momento un viento helado corrió por el lugar -¿Ah? Que ha sido eso?- Me levante de donde me encontraba para caminar hacia el muelle, donde se observaba que el mar no se encontraba tan tranquilo como de costumbre...
Un ruido proveniente de mi bolsillo comenzó a hacerse presente, mi teléfono móvil marcaba en la pantalla unas extrañas letras que no podía entender, y solo las opciones de YES o NO... A lo que por el momento seleccione la opción YES, mientras un leve destello inundaba el teléfono dejando en su lugar un extraño dispositivo -Que es esto?- Me pregunte mientras regresaba a la casa para pasar la noche...
8:00 PM
Sin tener respuestas del dispositivo, lo deje sobre un cajón justo al lado de la cama, para después recostarme y caer en un sueño sumamente profundo...
Lili Bloosom
Re: El inicio de un propósito (Roku)(Parte 1)
-A ver si lo he entendido. ¿”Esto” sirve de teléfono móvil?-sacando el digivice negro que le fue conferido, Roku intentaba que aquel DemiDevimon se lo explicara- Sé que es un aparato tecnológico, pero pensé que lo único que permitía era transformarme en un digimon y hablar con estos.
-No es así exactamente-el digimon dejó escapar una risilla-. Depende del “tipo”, cada uno ofrece sus prestaciones y ventajas. Seguro que en todo este tiempo no has conocido a nadie que tenga un digivice como el tuyo. No hablamos ya de un d-scanner, sino de qué clase de d-scanner tienes.
-No lo entiendo. Si te han mandado a explicarme cómo funciona esto, lo mejor es que te expliques de una forma más clara.
-¿De verdad crees que los tamers compiten con sus digimons por el control del cuerpo? No, ellos reciben la fuerza de sus compañeros, ya estén vivos o relegados a un tótem espiritual. ¿Pero el tuyo? No es legitimo, solo es un cúmulo de almas en pena que literalmente se matan por conseguir escapar de ahí. ¿No oyes sus susurros? ¿No ves las pesadillas? No te voy a mentir, otros en tu situación ya eran cadáveres poseídos, pero es raro que puedas soportar vivir los pecados de estos sin... Ya sabes... Acabar loco.
Roku decidió callar. Ya había experimentado eso cuando se transformó en un Dracumon hace tiempo, y si bien Bakemono al principio intentó acabar con su cordura, tras lo que habían vivido juntos habían establecido un vínculo. El japonés le rendía respetos a este ser con pequeñas ofrendas (tales como dejarle elegir qué comerían ese día, qué lugar visitar, y semejantes) tal como se recogía en su cultura, y el diablillo, lejos de añorar su cuerpo físico parecía disfrutar de tener, tras mucho tiempo, un amigo.
Pese a esto, su segundo spirit, el Musyamon que bautizó como Benkei, no presentaba ninguna hostilidad, y a esto se sumaba el silencio sempiterno que lo rodeaba. No podía adivinar ninguna de sus intenciones, y ese desconocimiento le aterraba. Con estos pensamientos, siguió atendiendo a lo que le debía decir el pequeño digimon.
-Bueno, como podrá deducir esa cabecita, los digivices, como los dispositivos electrónicos, pueden hackearse o “pincharse”. Es muy fácil seguirlos cuando la comunicación es entre ambos mundos, es decir, cuando un digimon le habla a un humano o al revés. Su longitud de onda es inusual y, por tanto, fácil de rastrear. ¿Entiendes lo que te digo?
-Habéis captado una de estas comunicaciones y queréis que vigile la situación, ¿no? Por lo que tengo entendido, quizás ese digimon acabe eligiendo al humano receptor como su tamer, y si podéis adelantaros a cualquiera de los clanes de tamers para aumentar vuestras fuerzas, mejor, ¿no?
-Menudo cerebrito el tuyo. Pero sí, es justo eso. Además, que un digimon contacte con el mundo humano por su cuenta, sin depender de un clan es, por así decirlo, inusual. Queremos saber por qué ha elegido a un humano tan concreto, y es tu trabajo ir a por él.
Tras esto, el digimon batió sus alas y dirigió a Roku a lo que parecía un portal. Ya había cruzado algunos, no era algo desconocido para él la idea de que estos seres supieran la localización de estos agujeros y a dónde conducían despertaba un sentimiento de incomodidad. Si quisieran invadir el mundo humano lo tendrían fácil, pero no podía permitirse el lujo de estas distracciones. Ambos, humano y digimon, andaron al otro lado, y por el lugar donde estaban el chico dedujo que se trataba de una ciudad europea.
-Por la presencia de nubes en el cielo, el hecho de que la temperatura es intermedia -decía al notar el ambiente menos frío que en Hokkaidō-, debe ser una zona cercana al mar, pero lejos del mediterráneo. O estamos por Dinamarca, o por la zona de las islas británicas. Porque esto Chipre no es.
-¡Vale ya con la clase de geografía! ¡Inglaterra, tío! -vociferaba el DemiDevimon- Ahora vamos a prepararnos para el viaje, ¿ves esa casita de allí? Es nuestra. Puedes usarla para asearte y cambiarte la ropa. Te espero aquí.
-No será ropa de mafioso otra vez, ¿verdad?
El digimon solo se rió. Roku se cansaba del recurrente chiste de que la ropa que le proporcionaran estuviera sacada de pelis de yakuzas o del crimen organizado gaijin. Mientras se ocupaba de su higiene notó que Bakemono, el digimon que poseía su cuerpo, estaba intranquilo. Mucho rato en silencio para que el mensajero no sospechara hacía que se retorciera en un torrente de bromas, comentarios jocosos y similares. No le gustaba estar callado, pero entendía la situación.
Tras los preparativos, el digimon le condujo a un coche pilotado por un digimon de aspecto humanoide. “Es un FlaWizardmon con maquillaje, Roku. Al ser humanoide, si lo visten y disimulan puede parecer humano”, le decía su fantasma particular, información que Roku apreciaba. Tras unas horas de viaje, llegaron a un invernadero donde otro DemiDevimon, apostado entre la vegetación, oculto, le llamó la atención sobre una chica que estaba comprando unas flores.
-¿Ella es el blanco? Pero si es una niña... ¿Es necesario tomar medidas contra ella?
-Haz tu trabajo -le decía el digimon, que entendía más por los movimientos de sus labios que por el sonido que emitía-. Tu deber es seguirla, sin preguntas. Y que no se percate de tu presencia.
Era difícil, pues como si lo notara, la muchacha se giró a la posición de estos, a lo que Roku rápidamente se giró, observando las flores de su alrededor, intentando no llamar la atención. Acabó comprando un clavel para el sombrero que portaba (una vez más su indumentaria era un traje negro y un remate para su cabeza, un bombín esta vez), y preguntó por semillas de manzanos, naranjos y limoneros, ya que habiendo visto que vendían flores de azahar quería saber si el lugar también cumplía las funciones de un vivero. Desafortunadamente no era así, y Roku se desilusionó, pues quería probar a plantar estos árboles en el mundo digital.
Siguieron a la muchacha a una zona costera donde ella dejó un ramo a los pies de una palmera. Podría haberla asaltado en ese entonces, pero consideraba que estaría rindiendo sus respetos a alguien, y no quería montar una escena a plena luz del día interrumpiendo además aquel momento íntimo. Cuando esta regresó a lo que parecía su casa, El DemiDevimon original, su compañero y el chófer se despidieron de Roku, recordándole su cometido.
-百年の狂気を反響! (¡Que tu locura reverbere cien años!) 精神の進化木霊! (¡Evolución del espíritu infantil!)化け物! (¡Bakemono!)
Tras este salmo el humano alzó su mano, y una corriente de datos dieron forma al peculiar casco de Dracumon. Colocándose este yelmo, y dejando ver una sonria, los resplandores azules transformaron al humano en su forma rookie. La ceremonia había acabado, y aunque el propio Bakemono se preguntaba el por qué de esta elección (pues Musyamon seguía siendo más fuerte), el chico se lo explicaba.
-Eres más pequeño y ágil que Benkei. Ahora mismo solo tenemos que espiarla hasta que reciba más mensajes del digimon. Además, tu cuerpo oscuro es un buen camuflaje -afirmaba saltando la verja de la propiedad gracias a sus garras-. Sin contar que incluso vigilantes y perros guardianes pueden ser sorteados con “una simple mirada”*.
-Ah, ¿puedo hablar ya?-musitaba mentalmente Bakemono.
-Claro.
-Esos DemiDevimons son unos -el digimon se quedó a gusto soltando todos los insultos que había pensado durante horas- ¡¿Cómo iba a hacerte daño a ti?! ¡Son unos bakas!
-Bueno, bueno, busquemos su habitación...
El muchacho se encaramó con las uñas que disponía en esta forma por el muro, procurando no dejar marcas y aprovechar los huecos existentes para trepar. Le habían explicado que su digivice podía rastrear la señal de la chica, pero siendo un aparato tecnológico que nunca había manejado, y ciertamente no teniendo una mano libre para sostenerlo, prefirió guiarse por su instinto. Sabía que los digivices tenían la costumbre de hacer ruido y emitir luces, así que esconderse no sería una opción para la chica.
*El "ojo de pesadilla" de Dracumon puede paralizar gente, de ahí la afirmación de que, para tareas de infiltración, este digimon es mejor que Musyamon.
-No es así exactamente-el digimon dejó escapar una risilla-. Depende del “tipo”, cada uno ofrece sus prestaciones y ventajas. Seguro que en todo este tiempo no has conocido a nadie que tenga un digivice como el tuyo. No hablamos ya de un d-scanner, sino de qué clase de d-scanner tienes.
-No lo entiendo. Si te han mandado a explicarme cómo funciona esto, lo mejor es que te expliques de una forma más clara.
-¿De verdad crees que los tamers compiten con sus digimons por el control del cuerpo? No, ellos reciben la fuerza de sus compañeros, ya estén vivos o relegados a un tótem espiritual. ¿Pero el tuyo? No es legitimo, solo es un cúmulo de almas en pena que literalmente se matan por conseguir escapar de ahí. ¿No oyes sus susurros? ¿No ves las pesadillas? No te voy a mentir, otros en tu situación ya eran cadáveres poseídos, pero es raro que puedas soportar vivir los pecados de estos sin... Ya sabes... Acabar loco.
Roku decidió callar. Ya había experimentado eso cuando se transformó en un Dracumon hace tiempo, y si bien Bakemono al principio intentó acabar con su cordura, tras lo que habían vivido juntos habían establecido un vínculo. El japonés le rendía respetos a este ser con pequeñas ofrendas (tales como dejarle elegir qué comerían ese día, qué lugar visitar, y semejantes) tal como se recogía en su cultura, y el diablillo, lejos de añorar su cuerpo físico parecía disfrutar de tener, tras mucho tiempo, un amigo.
Pese a esto, su segundo spirit, el Musyamon que bautizó como Benkei, no presentaba ninguna hostilidad, y a esto se sumaba el silencio sempiterno que lo rodeaba. No podía adivinar ninguna de sus intenciones, y ese desconocimiento le aterraba. Con estos pensamientos, siguió atendiendo a lo que le debía decir el pequeño digimon.
-Bueno, como podrá deducir esa cabecita, los digivices, como los dispositivos electrónicos, pueden hackearse o “pincharse”. Es muy fácil seguirlos cuando la comunicación es entre ambos mundos, es decir, cuando un digimon le habla a un humano o al revés. Su longitud de onda es inusual y, por tanto, fácil de rastrear. ¿Entiendes lo que te digo?
-Habéis captado una de estas comunicaciones y queréis que vigile la situación, ¿no? Por lo que tengo entendido, quizás ese digimon acabe eligiendo al humano receptor como su tamer, y si podéis adelantaros a cualquiera de los clanes de tamers para aumentar vuestras fuerzas, mejor, ¿no?
-Menudo cerebrito el tuyo. Pero sí, es justo eso. Además, que un digimon contacte con el mundo humano por su cuenta, sin depender de un clan es, por así decirlo, inusual. Queremos saber por qué ha elegido a un humano tan concreto, y es tu trabajo ir a por él.
Tras esto, el digimon batió sus alas y dirigió a Roku a lo que parecía un portal. Ya había cruzado algunos, no era algo desconocido para él la idea de que estos seres supieran la localización de estos agujeros y a dónde conducían despertaba un sentimiento de incomodidad. Si quisieran invadir el mundo humano lo tendrían fácil, pero no podía permitirse el lujo de estas distracciones. Ambos, humano y digimon, andaron al otro lado, y por el lugar donde estaban el chico dedujo que se trataba de una ciudad europea.
-Por la presencia de nubes en el cielo, el hecho de que la temperatura es intermedia -decía al notar el ambiente menos frío que en Hokkaidō-, debe ser una zona cercana al mar, pero lejos del mediterráneo. O estamos por Dinamarca, o por la zona de las islas británicas. Porque esto Chipre no es.
-¡Vale ya con la clase de geografía! ¡Inglaterra, tío! -vociferaba el DemiDevimon- Ahora vamos a prepararnos para el viaje, ¿ves esa casita de allí? Es nuestra. Puedes usarla para asearte y cambiarte la ropa. Te espero aquí.
-No será ropa de mafioso otra vez, ¿verdad?
El digimon solo se rió. Roku se cansaba del recurrente chiste de que la ropa que le proporcionaran estuviera sacada de pelis de yakuzas o del crimen organizado gaijin. Mientras se ocupaba de su higiene notó que Bakemono, el digimon que poseía su cuerpo, estaba intranquilo. Mucho rato en silencio para que el mensajero no sospechara hacía que se retorciera en un torrente de bromas, comentarios jocosos y similares. No le gustaba estar callado, pero entendía la situación.
Tras los preparativos, el digimon le condujo a un coche pilotado por un digimon de aspecto humanoide. “Es un FlaWizardmon con maquillaje, Roku. Al ser humanoide, si lo visten y disimulan puede parecer humano”, le decía su fantasma particular, información que Roku apreciaba. Tras unas horas de viaje, llegaron a un invernadero donde otro DemiDevimon, apostado entre la vegetación, oculto, le llamó la atención sobre una chica que estaba comprando unas flores.
-¿Ella es el blanco? Pero si es una niña... ¿Es necesario tomar medidas contra ella?
-Haz tu trabajo -le decía el digimon, que entendía más por los movimientos de sus labios que por el sonido que emitía-. Tu deber es seguirla, sin preguntas. Y que no se percate de tu presencia.
Era difícil, pues como si lo notara, la muchacha se giró a la posición de estos, a lo que Roku rápidamente se giró, observando las flores de su alrededor, intentando no llamar la atención. Acabó comprando un clavel para el sombrero que portaba (una vez más su indumentaria era un traje negro y un remate para su cabeza, un bombín esta vez), y preguntó por semillas de manzanos, naranjos y limoneros, ya que habiendo visto que vendían flores de azahar quería saber si el lugar también cumplía las funciones de un vivero. Desafortunadamente no era así, y Roku se desilusionó, pues quería probar a plantar estos árboles en el mundo digital.
Siguieron a la muchacha a una zona costera donde ella dejó un ramo a los pies de una palmera. Podría haberla asaltado en ese entonces, pero consideraba que estaría rindiendo sus respetos a alguien, y no quería montar una escena a plena luz del día interrumpiendo además aquel momento íntimo. Cuando esta regresó a lo que parecía su casa, El DemiDevimon original, su compañero y el chófer se despidieron de Roku, recordándole su cometido.
-百年の狂気を反響! (¡Que tu locura reverbere cien años!) 精神の進化木霊! (¡Evolución del espíritu infantil!)化け物! (¡Bakemono!)
Tras este salmo el humano alzó su mano, y una corriente de datos dieron forma al peculiar casco de Dracumon. Colocándose este yelmo, y dejando ver una sonria, los resplandores azules transformaron al humano en su forma rookie. La ceremonia había acabado, y aunque el propio Bakemono se preguntaba el por qué de esta elección (pues Musyamon seguía siendo más fuerte), el chico se lo explicaba.
-Eres más pequeño y ágil que Benkei. Ahora mismo solo tenemos que espiarla hasta que reciba más mensajes del digimon. Además, tu cuerpo oscuro es un buen camuflaje -afirmaba saltando la verja de la propiedad gracias a sus garras-. Sin contar que incluso vigilantes y perros guardianes pueden ser sorteados con “una simple mirada”*.
-Ah, ¿puedo hablar ya?-musitaba mentalmente Bakemono.
-Claro.
-Esos DemiDevimons son unos -el digimon se quedó a gusto soltando todos los insultos que había pensado durante horas- ¡¿Cómo iba a hacerte daño a ti?! ¡Son unos bakas!
-Bueno, bueno, busquemos su habitación...
El muchacho se encaramó con las uñas que disponía en esta forma por el muro, procurando no dejar marcas y aprovechar los huecos existentes para trepar. Le habían explicado que su digivice podía rastrear la señal de la chica, pero siendo un aparato tecnológico que nunca había manejado, y ciertamente no teniendo una mano libre para sostenerlo, prefirió guiarse por su instinto. Sabía que los digivices tenían la costumbre de hacer ruido y emitir luces, así que esconderse no sería una opción para la chica.
*El "ojo de pesadilla" de Dracumon puede paralizar gente, de ahí la afirmación de que, para tareas de infiltración, este digimon es mejor que Musyamon.
- Tamer
- Faltas :Una por cada double.Prueba de Rol :ADigi Puntos :1060Ficha :NPCs :Nivel On Rol :Ancient spiritNivel On Rol de los Digi Aliados :Sven-Hyper SpiritIcono :Rango y Unidad :Roku Ginshô (Adam Odysseum)
Rango: Holy General
División: Four Holy Beast
Unidad/Sub-division: North Shield TurtleRango y Unidad Digi Aliado :Sven
Rango: Teniente
División: Four Holy Beast
Unidad/Sub-division: North Shield TurtleInventario :
Roku Ginshô
Re: El inicio de un propósito (Roku)(Parte 1)
2:00 AM
De nuevo esa oscuridad, esa figura a la cual seguía sin saber en realidad que era su verdadero objetivo, todo era tan borroso, tan extraño... Alguien parecía llamarme un resplandor en medio de la oscuridad...
3:00 AM
Desperté de inmediato tras ese extraño sueño, dándome cuenta de que era ya muy tarde. La puerta de cristal que daba hacia el muelle se encontraba abierta, las cortinas volaban gracias a la suave brisa húmeda del mar. Me levante de la cama y con lentitud me encamine hacia el muelle, donde la luna tomaba lugar justo en medio del agua, dejando ver su reflejo sobre el cristal del agua. Llegue a un poste recargándome unos segundos meditando un poco aquellos sueños y que era lo que en realidad querían decir...
Cerré mis ojos unos cuantos segundos, a lo que un resplandor de la luna lleno mi figura y mi mente, el reflejo en mi mente de mi abuela se hacia presente, siempre tenía esa forma tan inusual de visitarme desde el mas aya...
''-Sigues igual de hermosa- Dijo para después sonreír levemente. Por lo general en sus visitas me quedaba callada como muestra de respeto ya que estas eran sumamente cortas, y normalmente eran para avisarme de eventos extraordinarios de los cuales debía enterarme -Mi querida niña, estas a punto de recibir noticias que cambiaran tu manera de ver el mundo, debes estar preparada para ese momento, no debes temer; lo que te espera es algo grandioso, cosas que aprender tenemos en esta vida, y tu camino comienza apenas a bifurcarse, tal cual árbol de cerezo con un solo tronco y miles de ramas; cada rama lleva a un conocimiento y experiencia diferente de la cual forma parte de ti... Se como ese tronco, fuerte y firme por el resto de tu viaje...-''
Abrí mis ojos luego de ese pasaje espiritual, para continuar viendo el reflejo de la luna sobre el agua, el cual bailaba al son de las olas. Solté un gran suspiro y ajuste el listón rojo de mi coleta.
4:00 AM
Un gran destello salió de la habitación, lo que parecía ser ese extraño dispositivo flotaba inundado en una cálida luz. Mis labios se quedaron sin habla, solo observaba que este se dirija hacia el agua justo donde se encontraba el reflejo de la luna; un gran rayo de luz salió de este, lo que ocasionó que se abriera un extraño agujero de luz. -Q...ue sucede?- Dije cubriendo mis ojos por tanto destello.
De ese agujero salió una sombra, un animal quizá, debido a sus grandes cuernos... -Quien eres?- Pregunte inmediatamente a lo que este mismo respondía -Mi nombre es Moosemon, un simple mensajero- Dijo mientras caminaba sobre el agua dejando unas huellas de hielo que mientras avanzaba a mi lugar estas se deshacían. -Quiere decir que has traído un mensaje para mi? Dije sin moverme de mi lugar, todo esto parecía un extraño sueño, pero se veía tan real que mis ojos no podían creerlo en su totalidad. -Este espacio humano, tiene un gran nivel de espíritu, lo que es fácil llegar hasta el. He sido mandado aquí para solicitar de tu presencia en mi mundo, el Digimundo- El ciervo llego hasta unos centímetros delante de mi, quedándose parado sobre el agua, su mirada era fija y su aura era un tanto extraña. -Por que razón habría de ir contigo? Pregunte de una manera delicada sin imponer mi autoridad.
Aquella especie de ciervo que respondía al nombre de Moosemon sonrió y bajo un poco la mirada -Si es que es verdad como te describió, amable, imponente y hermosa; dos grandes cualidades, tu parecido con ella es notoriamente verídico. Verás el Digimundo necesita de humanos que estén dispuestos a colaborar con nosotros por el equilibrio de ambos mundos, no pude haber una ruptura entre mundos, lo que provocaría un caos. Es por ello que te eligieron, tienes descendencia de la guerrera que ayudo a sostener el balance- Aquella criatura parecía referirse a alguien que me conocía. No tenía idea de que era lo que estaba hablando pero un poco de recuerdos llegaron a mi mente. Cuando estaba pequeña mi abuela me contaba historia de grandes criaturas las cuales no eran de este mundo, esas criaturas eran amigables y como todo luchaban por sostener la paz en su propio mundo...
-No te referirás a mi abuela? O si?- Camine un poco mas a la orilla para mirar de cerca a aquel extraño ser, quien solo respondía mi pregunta agachando la cabeza y con una sonrisa. Lo que estaba sucediendo era muy extraño, no comprendía en su totalidad el por que de las cosas y en cierto punto me asustaba. -Puedes llamarme cuando estés lista para partir, no es tu obligación venir conmigo, por ahora me retiraré, cuando llegue el momento sabrás como llamarme- El digimon hacia una pequeña reverencia y desaparecía entre la luz de la luna... -Moosemon... Esto era a lo que se refería la abuela?- Me pregunte a mi misma mientras aquel dispositivo regresaba a mis manos y el resplandor desaparecía...
-Digimundo eh...-
Lili Bloosom
Re: El inicio de un propósito (Roku)(Parte 1)
Sin éxito, el Dracumon estuvo explorando el exterior de la mansión durante horas. La tarea era agotadora, pero no podía rendirse ante el sueño. Merodeando sin un rumbo fijo, se encontró con algo que anunciaría el inicio de este encargo. Un súbito resplandor le indicó dónde estaba su objetivo, al cual siguió durante largo rato. La chica, aunque sorprendida, se movia como si la moviera un poder superior. No sabría explicar si esto se debía a una posesión, a un estado de shock o a la necesidad de aferrarse a algo. Roku ya había conocido a otros tamers, y si bien la mayoría eran jóvenes que alternaban su vida rutinaria con las responsabilidades de un defensor del mundo digital, no le sorprendería que hubieran fanáticos que, renegando de sus raíces, apoyaran la supremacía del mundo digital sobre el humano.
Esta posibilidad era la que más temía, pues perfectamente podría ser el propósito de sus superiores. ¿Qué métodos emplearían para manipular a la chica? En el digimundo no había declaración de derechos humanos. Directamente no había derechos humanos. ¿Validaba esto a los digimons para poder hacer lo que quisieran con los humanos? ¿Y él estaba participando en esto? Se daba asco.
Cavilando en estas cuestiones, pudo ver como un digimon ciervo emergía de la nada. Su acto reflejo fue revertir a su forma humana y, recitando mentalmente la fórmula para activar el digispirit humano que poseía, convirtiéndose en un enorme samurai, una forma que obviamente prefería usar para el combate.
“僧兵 の立往生 (”Permanece de pie en la muerte, monje guerrero”), 人間の精神の進化 (“evolución del espíritu humano”): 弁慶¡ (“¡Benkei!”)”
Desenvainando su afilada hoja, Shiratorimaru, ya se disponía saltar a la yugular de aquel digimon y rebanarle el cuello, pero antes de abalanzarse percibió que este no tenía intenciones hostiles. Aunque estaba lejos para poder saber qué le decía a la chica, no hubo ninguna intentiva de ataque. Y sin embargo, sentía que algo iba mal.
Ya le habían dicho que el dispositivo podía rastrearse, también fue testigo de la luz que irradió hace unos momentos, e incluso estaba viendo cómo aquel ciervo sabía dónde iba a estar. ¿Tal espectáculo no atraería la atención de otros digimons? Ya no solo los molestos DemiDevimons que, de un modo más que probable, estuvieran acechando para ver si cumplía su cometido. Más bien le preocupaba la segunda opción.
Digimons que quisieran el vice para poder evolucionar de un modo más eficiente que con entrenamiento. Una vez más, ninguna ley prohibía a un digimon secuestrar a un tamer para aprovecharse de este como fuente de energía.
Pero lo importante ahora era vigilar. Si aparecía de pronto intentando decirle que corría peligro, lo más normal sería que la muchacha intentaría huir, y probablemente aquel ciervo se le lanzaría encima.
Ahora mismo solo podía mirar la escena.
Esta posibilidad era la que más temía, pues perfectamente podría ser el propósito de sus superiores. ¿Qué métodos emplearían para manipular a la chica? En el digimundo no había declaración de derechos humanos. Directamente no había derechos humanos. ¿Validaba esto a los digimons para poder hacer lo que quisieran con los humanos? ¿Y él estaba participando en esto? Se daba asco.
Cavilando en estas cuestiones, pudo ver como un digimon ciervo emergía de la nada. Su acto reflejo fue revertir a su forma humana y, recitando mentalmente la fórmula para activar el digispirit humano que poseía, convirtiéndose en un enorme samurai, una forma que obviamente prefería usar para el combate.
“僧兵 の立往生 (”Permanece de pie en la muerte, monje guerrero”), 人間の精神の進化 (“evolución del espíritu humano”): 弁慶¡ (“¡Benkei!”)”
Desenvainando su afilada hoja, Shiratorimaru, ya se disponía saltar a la yugular de aquel digimon y rebanarle el cuello, pero antes de abalanzarse percibió que este no tenía intenciones hostiles. Aunque estaba lejos para poder saber qué le decía a la chica, no hubo ninguna intentiva de ataque. Y sin embargo, sentía que algo iba mal.
Ya le habían dicho que el dispositivo podía rastrearse, también fue testigo de la luz que irradió hace unos momentos, e incluso estaba viendo cómo aquel ciervo sabía dónde iba a estar. ¿Tal espectáculo no atraería la atención de otros digimons? Ya no solo los molestos DemiDevimons que, de un modo más que probable, estuvieran acechando para ver si cumplía su cometido. Más bien le preocupaba la segunda opción.
Digimons que quisieran el vice para poder evolucionar de un modo más eficiente que con entrenamiento. Una vez más, ninguna ley prohibía a un digimon secuestrar a un tamer para aprovecharse de este como fuente de energía.
Pero lo importante ahora era vigilar. Si aparecía de pronto intentando decirle que corría peligro, lo más normal sería que la muchacha intentaría huir, y probablemente aquel ciervo se le lanzaría encima.
Ahora mismo solo podía mirar la escena.
- Tamer
- Faltas :Una por cada double.Prueba de Rol :ADigi Puntos :1060Ficha :NPCs :Nivel On Rol :Ancient spiritNivel On Rol de los Digi Aliados :Sven-Hyper SpiritIcono :Rango y Unidad :Roku Ginshô (Adam Odysseum)
Rango: Holy General
División: Four Holy Beast
Unidad/Sub-division: North Shield TurtleRango y Unidad Digi Aliado :Sven
Rango: Teniente
División: Four Holy Beast
Unidad/Sub-division: North Shield TurtleInventario :
Roku Ginshô
Re: El inicio de un propósito (Roku)(Parte 1)
5:00 AM
Luego de aquel evento el ser que se hacia llamar Moosemon desapareció con todo y el esplendor dejando atrás la única luz que proporcionaba la luna. En mis manos el dispositivo no se mostraba fuera de lo común, en su pantalla nada inusual, al parecer solo reaccionaba en ciertos momentos. Pude percatarme que era muy tarde debido a la pesadez de la noche, a pesar de ello el extraño acontecimiento había terminado con mi sueño -Debo intentar dormir un poco, mañana va a ser un día muy largo- Me dije a mi misma mientras desataba el listón de mi pelo dejando, dejando así caer mi pelo a mi espalda.
Cerré el gran ventanal que daba hacia el muelle para después de igual manera cerrar las delgadas cortinas que aun así dejaban entrar la luz de la hermosa luna. Nuevamente coloque el dispositivo en el cajón del lado de la cama, para sentarme sobre esta... -Que sera lo correcto por hacer?- Dije en voz baja para terminar recostándome sobre la cama.
7:00 AM
Al día siguiente, una suave brisa húmeda hizo que me despertara, al girar mi cabeza pude ver como el ventanal se encontraba abierto. No pude evitar sentirme algo extraña, ya que recordaba perfectamente que lo había cerrado antes de acostarme a dormir. Voltee a mi alrededor y todo se encontraba tranquilo, quizá y solo era mi imaginación, el viento pudo haberlo abierto sin que me diera cuenta.
Me dirigí al baño para lavar mi cara y comenzar mi día. Una vez fuera me vestí con una camisa de manga larga, una corbata roja; una falda del mismo color rojo un poco corta y finalmente unas botas largas tonalidad café. Como no era de faltar tome mi listón rojo y lo lleve a la parte trasera de mi cabeza recogiendo mi cabello en una sola cola de caballo. Mi primer parada iba a ser el colegio, por lo que era de esperar mis padres no llamaron, por lo general sabían que me encontraba bien, sabía cuidarme sola.
10:00 AM
Al llegar al colegio varios profesores recurrieron a mi, al parecer varios estudiantes habían desaparecido durante unas semanas, el consejo estudiantil tenía que tomar medidas para evitar que los demás alumnos de otros niveles corrieran el mismo riesgo, se sumaban un total de cinco estudiantes que no se localizaban, entre ellos, un chico el cual recordaba haberme topado entre los pasillos. Como miembro del consejo estudiantil me quede en la oficina completamente sola, mientras los demás miembros buscaban mas información que pudiera servir de ayuda para la ubicación de los estudiantes. Escribía unas cuantas medidas de prevención mientras mi cabeza comenzaba a distraerse entre mis pensamientos. No podía dejar a un lado la visita de Moosemon la noche anterior -Venga Lili concéntrate! No me pudo distraer, esto es importante- Me dije a mi misma mientras continuaba escribiendo.
Una visita a la oficina interrupió mi escritura -En que puedo ayudarle?- Lo que parecía ser una madre de familia algo preocupada preguntaba por su hijo que recién había desaparecido... En ese momento tome sus datos y pregunte las relaciones de su hijo... -Veamos, necesito saber que era lo que su hijo hacia después de clases, y cuando fue la ultima vez que tubo conexión con el- Senté a la señora en una de las mesas, mientras que yo me posicionaba frente a ella... -Veraz, mi hijo es un chico muy callado, misterioso algunas veces, siempre se la pasaba jugando una especie de cartas después de la escuela, tenía muy pocos amigos y siempre estaba dibujando muñecos muy extraños, el les decía Digimons, el día de ayer no llego a casa. Lo fui a buscar al parque donde jugaba, pero me dijeron que no lo habían visto en todo el día. Señorita por favor estoy muy preocupada, he acudido a las autoridades pero no veo avances.- La señora se echo en llanto luego de ello. Por lo general siempre evitaba el contacto con las personas afligidas pero tenía el don de calmarlas en momentos como estos. -Señora, no derrame lagrimas, su hijo esta bien, todo va a salir muy bien, nosotros nos vamos a encargar de buscarlo, le prometo que lo vamos a encontrar, solo prométame que tendrá paciencia- Dije de una manera tranquila con una sonrisa cálida intentando darle un poco de aliento a la mujer, la cual asentía y me daba un abrazo para después dar las gracias y retirarse.
-Los Digimons estarán relacionados con estas desapariciones?- No me pude evitar preguntar si Moosemon sabría algo de este tema, o quizá me estaba equivocando...
2:00 PM
Tras el termino del colegio no dejaba de pensar en lo que estaba sucediendo, era una tarde muy tranquila y el cielo pintaba nubes abundantes cubriendo los rayos del sol. Me dirigí a un restaurante con unas sombrillas muy grandes en su parte exterior, sería buena idea hacer una parada antes de continuar con mi día... En las calles podía ver como se encontraban pegados folletos con fotos de los chicos perdidos, todo esto se estaba generando como un lió muy grande, aunque después de todo, cualquier familia se sentiría devastada si algo así le llegara a ocurrir a alguno de sus integrantes. -Me pregunto si mis padres se verían afectados si yo llegara a desaparecer- Me detuve unos segundos sumergiéndome en una gran oscuridad... Una pequeña lagrima rodó sobre mi mejilla para de inmediato secarla.
Tome asiento en una de las mesas con sombrilla del restauran a lo que se me acerco un chico, trabajador del lugar, preguntándome que era lo que iba a ordenar -Me gustaría pedir una limonada de momento, por favor- Me quede sentada meditando un rato las cosas mientras cerraba por un momento mis ojos...
Lili Bloosom
Re: El inicio de un propósito (Roku)(Parte 1)
Cuando ella regresó a su habitación, él se encontraba de nuevo en su forma de Dracumon. Esta vez fue más fácil dirigirse a la ventana correcta, donde se apostó para vigilar. No al interior de la sala, si bien le destinaba algunas miradas fugaces por si algún intruso irrumpía en el interior, sino a los aledaños. Si aquel digimon pudo aparecer desde un portal, nada impedía que otros siguieran el ejemplo de este, pudiendo secuestrar a la muchacha en cualquier momento.
Pasar la noche en vigilia fue duro, pero Roku lo estimó necesario. Estaba cansado, pero al no conocer bien la magnitud de la situación, prefirió pecar de precavido. Cuando ya punteaba el alba, intentó despejar su mente, examinando una vez más los alrededores con la mirada.
-¡Roku, eh, Roku! ¡Mira, una amenaza! -le decía Bakemono, que disponía de la visión procedente de las palmas; el chico, aprovechando la carencia de necesidades vitales del fantasma, le encargó vigilar el interior de la sala al no tener que dormir- ¡Si no lo ves con tus propios ojos nunca creerás qué está pasando!
Súbitamente, el chico contemplo qué pasaba, y, como no podía ser de otro modo, el diablo le había gastado una broma, pues lo único que pasaba en aquella habitación era una rutina diaria: la chiquilla se estaba cambiando. Ante este imprevisto, el muchacho quedó en shock unos segundos, tiempo suficiente para que se desplomara de aquella cornisa al no agarrarse a ningún saliente.
La caída no fue severa, pues el casco absorbió el impacto, pero el daño emocional sí fue grave, pues el chico no podía más que esforzarse en olvidar lo presenciado mientras Bakemono se reía con toda la fuerza que disponía en aquel mundo interior. Saliendo de la propiedad, Roku seguía maldiciendo el sentido del humor de su compañero. Ignorándolo, decidió seguir a la chica hasta el colegio, acechándola, si bien no quería mirarla detenidamente para no volver al momento que se había convertido en un gag recurrente para Bakemono.
Examinaron los horarios del colegio, y el japonés aprovechó estas horas para dormir. Pensó que, a plena luz del día y en un ambiente transitado los digimons no intentarían hacerle nada a la muchacha, pues cualquier movimiento causaría un alboroto importante. El sueño que tuvo Roku fue de lo más desagradable, pues en su mente se mezclaron las experiencias de sus propias operaciones con una especie de tortura efectuada por el líder de aquellos digimons a los que servía, pero él no era el “paciente”, sino ella. Y el haber podido contemplar su cuerpo solo hacía más gráfica la escena.
Cuando despertó lo primero que tuvo que hacer fue vaciar su estómago en el cubo de basura más cercano. El Dracumon interno le perjuraba que él no era el responsable de la pesadilla, y Roku sabía que era verdad, ya no por la confianza existente (pese a las bromas), sino por el hecho de que en sí Bakemono no disfrutaba de la tortura en ninguna de sus manifestaciones.
Decidió que a aquellas horas su forma humana llamaría menos la atención, y abandonando su estado rookie volvió tras los pasos de su objetivo, siguiéndola hasta un restaurante. No pudo evitar fijarse en los carteles donde se notificaba la desaparición de varios jóvenes, pensando inmediatamente en los portales al mundo digital y, por supuesto, en la búsqueda del inminente tamer. Sabía que los Demidevimons habían pinchado la señal, y tanto la luz como el encuentro con el digimon de anoche avalaban a la chica como la futura dueña de un digivice, pero esto no impedía que otros grupos estuvieran intentando localizarla. Las desapariciones podían deberse a daños colaterales, pesquisas o peor aún: carnaza para atraer al tamer legítimo.
Algo tenía que hacer, y se le ocurrió una estrategia que permitiría ganarse la confianza de la muchacha y, a su vez, poder conseguir información acerca de aquellos que ya no estaban. Acercándose a la mesa de esta, y saludando con una pequeña reverencia (acompañada con el además de alzar sus sombrero), tomo asiento frente a esta, colocando uno de los carteles en la mesa.
-Supongo que ya habrás deducido que estas desapariciones no se deben a problemas del día a día, sino que el otro mundo está implicado -había tomado la costumbre de no llamarlo “mundo digital” en lugares públicos-. Estarás confusa ante todo esto, pero tranquila -dijo, mostrándole el digivice negro que guardaba en el bolsillo interno de su chaqueta-, no soy un “tamer legítimo”, pero en esta ocasión puedo ayudarte. Ahora mismo tienes dos opciones: aceptar implicarte en el caso, o darme tu digivice. Sin él dejarán de prestar atención a esta zona, intentaré acaparar su interés y saber qué ha pasado con estos. No creo que tengas experiencia con los poderes que estos dispositivos proporcionan, ¿o me equivoco? ¿Tienes un compañero asignado ya?
Sabía que estaba siendo demasiado directo con la chica, y sin embargo no le importo. Habiendo vidas humanas en juego no podía permitirse el lujo de fruslerías y delicadezas. Mirándola a los ojos quiso transmitir una seguridad que no tenía, pues no podía saber quién estaba detrás de aquello.
-Anda, si tiene ojos, como antes solo nos hemos fijado en... -decía mentalmente Bakemono, a lo cual Roku pensó en aquello que siempre le ponía de mal humor- ¡Deja de llamarme Jack!
Como siempre, “Jack el Destripador” era una expresión que perturbaba al digimon interno.
Pasar la noche en vigilia fue duro, pero Roku lo estimó necesario. Estaba cansado, pero al no conocer bien la magnitud de la situación, prefirió pecar de precavido. Cuando ya punteaba el alba, intentó despejar su mente, examinando una vez más los alrededores con la mirada.
-¡Roku, eh, Roku! ¡Mira, una amenaza! -le decía Bakemono, que disponía de la visión procedente de las palmas; el chico, aprovechando la carencia de necesidades vitales del fantasma, le encargó vigilar el interior de la sala al no tener que dormir- ¡Si no lo ves con tus propios ojos nunca creerás qué está pasando!
Súbitamente, el chico contemplo qué pasaba, y, como no podía ser de otro modo, el diablo le había gastado una broma, pues lo único que pasaba en aquella habitación era una rutina diaria: la chiquilla se estaba cambiando. Ante este imprevisto, el muchacho quedó en shock unos segundos, tiempo suficiente para que se desplomara de aquella cornisa al no agarrarse a ningún saliente.
La caída no fue severa, pues el casco absorbió el impacto, pero el daño emocional sí fue grave, pues el chico no podía más que esforzarse en olvidar lo presenciado mientras Bakemono se reía con toda la fuerza que disponía en aquel mundo interior. Saliendo de la propiedad, Roku seguía maldiciendo el sentido del humor de su compañero. Ignorándolo, decidió seguir a la chica hasta el colegio, acechándola, si bien no quería mirarla detenidamente para no volver al momento que se había convertido en un gag recurrente para Bakemono.
Examinaron los horarios del colegio, y el japonés aprovechó estas horas para dormir. Pensó que, a plena luz del día y en un ambiente transitado los digimons no intentarían hacerle nada a la muchacha, pues cualquier movimiento causaría un alboroto importante. El sueño que tuvo Roku fue de lo más desagradable, pues en su mente se mezclaron las experiencias de sus propias operaciones con una especie de tortura efectuada por el líder de aquellos digimons a los que servía, pero él no era el “paciente”, sino ella. Y el haber podido contemplar su cuerpo solo hacía más gráfica la escena.
Cuando despertó lo primero que tuvo que hacer fue vaciar su estómago en el cubo de basura más cercano. El Dracumon interno le perjuraba que él no era el responsable de la pesadilla, y Roku sabía que era verdad, ya no por la confianza existente (pese a las bromas), sino por el hecho de que en sí Bakemono no disfrutaba de la tortura en ninguna de sus manifestaciones.
Decidió que a aquellas horas su forma humana llamaría menos la atención, y abandonando su estado rookie volvió tras los pasos de su objetivo, siguiéndola hasta un restaurante. No pudo evitar fijarse en los carteles donde se notificaba la desaparición de varios jóvenes, pensando inmediatamente en los portales al mundo digital y, por supuesto, en la búsqueda del inminente tamer. Sabía que los Demidevimons habían pinchado la señal, y tanto la luz como el encuentro con el digimon de anoche avalaban a la chica como la futura dueña de un digivice, pero esto no impedía que otros grupos estuvieran intentando localizarla. Las desapariciones podían deberse a daños colaterales, pesquisas o peor aún: carnaza para atraer al tamer legítimo.
Algo tenía que hacer, y se le ocurrió una estrategia que permitiría ganarse la confianza de la muchacha y, a su vez, poder conseguir información acerca de aquellos que ya no estaban. Acercándose a la mesa de esta, y saludando con una pequeña reverencia (acompañada con el además de alzar sus sombrero), tomo asiento frente a esta, colocando uno de los carteles en la mesa.
-Supongo que ya habrás deducido que estas desapariciones no se deben a problemas del día a día, sino que el otro mundo está implicado -había tomado la costumbre de no llamarlo “mundo digital” en lugares públicos-. Estarás confusa ante todo esto, pero tranquila -dijo, mostrándole el digivice negro que guardaba en el bolsillo interno de su chaqueta-, no soy un “tamer legítimo”, pero en esta ocasión puedo ayudarte. Ahora mismo tienes dos opciones: aceptar implicarte en el caso, o darme tu digivice. Sin él dejarán de prestar atención a esta zona, intentaré acaparar su interés y saber qué ha pasado con estos. No creo que tengas experiencia con los poderes que estos dispositivos proporcionan, ¿o me equivoco? ¿Tienes un compañero asignado ya?
Sabía que estaba siendo demasiado directo con la chica, y sin embargo no le importo. Habiendo vidas humanas en juego no podía permitirse el lujo de fruslerías y delicadezas. Mirándola a los ojos quiso transmitir una seguridad que no tenía, pues no podía saber quién estaba detrás de aquello.
-Anda, si tiene ojos, como antes solo nos hemos fijado en... -decía mentalmente Bakemono, a lo cual Roku pensó en aquello que siempre le ponía de mal humor- ¡Deja de llamarme Jack!
Como siempre, “Jack el Destripador” era una expresión que perturbaba al digimon interno.
Última edición por Roku Ginshô el Jue Mayo 12, 2016 8:57 pm, editado 2 veces
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Roku Ginshô
Re: El inicio de un propósito (Roku)(Parte 1)
Mientras esperaba aquella limonada, me puse a pensar durante unos cuantos segundos la existencia de un universo mas aya al nuestro, del que quizá provenía aquella identidad llamada Moosemon. Todo se comenzaba a enredar, las desapariciones de los chicos, la aparición de Moosemon. Llegue a la conclusión de que el no era el único Digimon en este mundo, así como el podía venir a este mundo humano, otros podrían hacerlo con facilidad.
La limonada llego a mi mesa por cuestión de minutos, el mesero se retiraba enseguida. Tome con mi mano derecha aquel vaso de cristal y lo lleve a mi boca, lentamente sorbí un poco de aquella bebida. -Mmmm esto era lo que me hacía falta- Dije mientras soltaba un gran suspiro y dejaba el vaso de cristal sobre la mesa, aquella bebida era sumamente refrescante. Mientras tanto todo por este momento se quedaba igual que siempre.
Mi tranquilidad fue absolutamente interrumpida por lo que parecía ser un chico llegando a mi mesa, este colocaba sobre la mesa uno de los carteles que anteriormente había visto colgado en postes y establecimientos. Asentí un poco mientras escuchaba las palabras de el contrario. Me quede en silencio total al escuchar sus palabras, acompañadas de gestos un poco directos hacia mi persona. Había algo que no me cuadraba por completo, y era el por que de acercarse a mi tan seguro de que yo tenía idea de lo que sucedía...
Me asombre un poco tras ver sobre la mesa otro dispositivo igual al que traía en mi bolso -Así que tu también tienes uno- Rompí mi silencio para sonreír delicadamente como era costumbre. -Mencionaste la palabra ''Tamer'', siento un poco la interferencia, pero no tengo idea de a que te refieres con esa palabra- Mencionaba sin dejar a un lado la amabilidad de mis palabras y etiqueta. Nuevamente lleve mi mano a aquel vaso que contenía mi bebida para darle otro sorbo -Disculpe mis palabras si son algo groseras, pero no veo la necesidad de otorgarle el dispositivo que cargo, al que extrañamente parece referirse a ''Digivice''- Me encontraba en una extraña situación viéndolo desde un punto de vista retrospectivo.
Solté un gran suspiro mientras cerraba los ojos durante unos segundos -En parte tiene razón, no tengo alguna idea de como utilizar mi digivice, pero por alguna razón se me ha otorgado, por ello, estoy en desacuerdo a entregárselo a alguien, que ni si quiera se presentó- Decía mientras soltaba una pequeña sonrisa al aire para demostrar que no me encontraba presionada o intimidada por aquel sujeto... Aunque en algún momento logro captar mi atención, el también cargaba con un dispositivo, eso quería decir que el también estaba al tanto del otro mundo que existía; pero aun no lograba entender su propósito.
Con otro sorbo mas, saque de mi bolso un billete dejándolo debajo del vaso de cristal que ahora se encontraba vacío -Estoy dispuesta a tomar la responsabilidad que esto lleva. No se de donde vienen aquellas desapariciones pero de algo estoy segura, que no voy a dejar que la gente de este mundo se encuentre en peligro, si hay algo en mis manos que pueda hacer para remediarlo lo haré sin dudarlo- Mi postura cambio un poco de aquella amable, a una seria en totalidad. Me levante de la mesa caminando hacía la puerta -Por cierto mi nombre es Lili- Dije mientras caminaba fuera del restaurante. Estaba segura que debía hablar nuevamente con Moosemon y preguntarle unas cuantas cosas que traía en mente, y quizá aceptar la propuesta de ir con el al otro mundo...
La limonada llego a mi mesa por cuestión de minutos, el mesero se retiraba enseguida. Tome con mi mano derecha aquel vaso de cristal y lo lleve a mi boca, lentamente sorbí un poco de aquella bebida. -Mmmm esto era lo que me hacía falta- Dije mientras soltaba un gran suspiro y dejaba el vaso de cristal sobre la mesa, aquella bebida era sumamente refrescante. Mientras tanto todo por este momento se quedaba igual que siempre.
Mi tranquilidad fue absolutamente interrumpida por lo que parecía ser un chico llegando a mi mesa, este colocaba sobre la mesa uno de los carteles que anteriormente había visto colgado en postes y establecimientos. Asentí un poco mientras escuchaba las palabras de el contrario. Me quede en silencio total al escuchar sus palabras, acompañadas de gestos un poco directos hacia mi persona. Había algo que no me cuadraba por completo, y era el por que de acercarse a mi tan seguro de que yo tenía idea de lo que sucedía...
Me asombre un poco tras ver sobre la mesa otro dispositivo igual al que traía en mi bolso -Así que tu también tienes uno- Rompí mi silencio para sonreír delicadamente como era costumbre. -Mencionaste la palabra ''Tamer'', siento un poco la interferencia, pero no tengo idea de a que te refieres con esa palabra- Mencionaba sin dejar a un lado la amabilidad de mis palabras y etiqueta. Nuevamente lleve mi mano a aquel vaso que contenía mi bebida para darle otro sorbo -Disculpe mis palabras si son algo groseras, pero no veo la necesidad de otorgarle el dispositivo que cargo, al que extrañamente parece referirse a ''Digivice''- Me encontraba en una extraña situación viéndolo desde un punto de vista retrospectivo.
Solté un gran suspiro mientras cerraba los ojos durante unos segundos -En parte tiene razón, no tengo alguna idea de como utilizar mi digivice, pero por alguna razón se me ha otorgado, por ello, estoy en desacuerdo a entregárselo a alguien, que ni si quiera se presentó- Decía mientras soltaba una pequeña sonrisa al aire para demostrar que no me encontraba presionada o intimidada por aquel sujeto... Aunque en algún momento logro captar mi atención, el también cargaba con un dispositivo, eso quería decir que el también estaba al tanto del otro mundo que existía; pero aun no lograba entender su propósito.
Con otro sorbo mas, saque de mi bolso un billete dejándolo debajo del vaso de cristal que ahora se encontraba vacío -Estoy dispuesta a tomar la responsabilidad que esto lleva. No se de donde vienen aquellas desapariciones pero de algo estoy segura, que no voy a dejar que la gente de este mundo se encuentre en peligro, si hay algo en mis manos que pueda hacer para remediarlo lo haré sin dudarlo- Mi postura cambio un poco de aquella amable, a una seria en totalidad. Me levante de la mesa caminando hacía la puerta -Por cierto mi nombre es Lili- Dije mientras caminaba fuera del restaurante. Estaba segura que debía hablar nuevamente con Moosemon y preguntarle unas cuantas cosas que traía en mente, y quizá aceptar la propuesta de ir con el al otro mundo...
Lili Bloosom
Re: El inicio de un propósito (Roku)(Parte 1)
Roku observaba la determinación de la muchacha en cuanto a sus deberes de tamer, aunque por cómo reaccionaba y las expresiones que utilizaba aún no comprendía qué implicaba esto. No dominaba la nomenclatura de aquellos que se movían por el mundo digital, por lo que, probablemente, el encuentro con el digimon de la otra noche fue su primer contacto con el mundo tamer. Este proceso en el joven había sido diferente, pues a él nadie le había elegido, le dejaron el digivice delante y, tras cogerlo, lo soltaron en el mundo digital, donde fue recibido por un digimon conejo. Quizás este fuera el encargado de instruirle sobre los peligros del digimundo, pero tras la aparición de un dragón, dos lobos gigantes y aquellos diablos su acto reflejo fue salir corriendo. No estaba orgulloso de aquello, pero al menos sobrevivió.
Ella decía que no sabía usar el digivice, ni siquiera conocía su nombre. Lo único que le quedaba era el digimon ciervo, pero no se podía descartar la idea de que este se relacionara con las desapariciones. Debía evitar que esta decidiera implicarse sola en el caso, pues ciertamente, si no podía depender de su compañero digital, lo más probable es que acabara muerta.
-¿Te das cuenta que todos los tamers creen que están destinados a algo grande? Como si el resto de la gente solo fueran peones o secundarios...-protestaba mentalmente Bakemono- Luego se disgustan cuando un digimon les parte la cara o se los come. Hablando de comer, ¿pedimos algo? No hemos desayunado.
El japonés le pidió a Bakemono que esperara. La tal “Lili” había confirmado que tenía el digivice, por lo que ella era el objetivo, eso ya estaba más que confirmado, pero los responsables de las desapariciones seguirían buscándola, lo que generaría más desapariciones. Por una parte, sabía que su encargo se limitaba a la muchacha, pero no podía obviar a aquellos daños colaterales. Si se aliaba con esta “tamer” podría ver hasta dónde alcanzaba el poder de un tamer legítimo y contrastarlo con sus propias habilidades.
Así podría ver la diferencia entre un “tamer legal” y él.
-Espera Lili, no puedes hacer esto sola- empezó a decirle mientras se levantaba e iba tras ella-. Aún no tienes asignado a tu digimon, ¿verdad? Tu digivice apareció anoche-continuaba, deduciendo que surgió tras aquel episodio lumínico en la habitación-, es demasiado pronto para que puedas implicarte en un caso así. Esto no es un juego, hay vidas humanas en juego, y si das un paso en falso puedes acabar muerta.
-Braaaaavo, así vas a hacer que confíe en ti, tío -incordiaba Bakemono en su mente-. Venga tío, ahora libera a Benkei y apuñala a alguien para decirle “tal que así” y ya fijo que os hacéis amiguitos.
-Quizás he empezado con mal pie, pero a diferencia de ti yo no soy un tamer, un elegido por el digimundo. Mi digivice perteneció a otra persona que ya no está, no me fue asignado. Pero eso no quita que pueda usarlo. Generalmente se puede usar para llamar a tu compañero digimon, ya sabes, un monstruo digital, el mío funciona de otro modo. Si quería que me lo entregaras era para que no fueran a por ti, estás en tu derecho de querer preservarlo, pero yo estoy en el mío de querer protegerte tanto a ti como al digivice. Déjame acompañarte y, por lo menos, decirte lo que sé de estas máquinas. Juntos podremos solventar mejor esta crisis que separados, ¿no crees?
-Olvidas presentarte Roku- Bakemono estaba conversador ese día.
-Ah, cierto, ¿quieres un nombre? Puedes llamarme Seimei.
-Claro, para qué ser sincero por una vez, ¿eh, muchachote?- protestaba el fantasma digital.
Ella decía que no sabía usar el digivice, ni siquiera conocía su nombre. Lo único que le quedaba era el digimon ciervo, pero no se podía descartar la idea de que este se relacionara con las desapariciones. Debía evitar que esta decidiera implicarse sola en el caso, pues ciertamente, si no podía depender de su compañero digital, lo más probable es que acabara muerta.
-¿Te das cuenta que todos los tamers creen que están destinados a algo grande? Como si el resto de la gente solo fueran peones o secundarios...-protestaba mentalmente Bakemono- Luego se disgustan cuando un digimon les parte la cara o se los come. Hablando de comer, ¿pedimos algo? No hemos desayunado.
El japonés le pidió a Bakemono que esperara. La tal “Lili” había confirmado que tenía el digivice, por lo que ella era el objetivo, eso ya estaba más que confirmado, pero los responsables de las desapariciones seguirían buscándola, lo que generaría más desapariciones. Por una parte, sabía que su encargo se limitaba a la muchacha, pero no podía obviar a aquellos daños colaterales. Si se aliaba con esta “tamer” podría ver hasta dónde alcanzaba el poder de un tamer legítimo y contrastarlo con sus propias habilidades.
Así podría ver la diferencia entre un “tamer legal” y él.
-Espera Lili, no puedes hacer esto sola- empezó a decirle mientras se levantaba e iba tras ella-. Aún no tienes asignado a tu digimon, ¿verdad? Tu digivice apareció anoche-continuaba, deduciendo que surgió tras aquel episodio lumínico en la habitación-, es demasiado pronto para que puedas implicarte en un caso así. Esto no es un juego, hay vidas humanas en juego, y si das un paso en falso puedes acabar muerta.
-Braaaaavo, así vas a hacer que confíe en ti, tío -incordiaba Bakemono en su mente-. Venga tío, ahora libera a Benkei y apuñala a alguien para decirle “tal que así” y ya fijo que os hacéis amiguitos.
-Quizás he empezado con mal pie, pero a diferencia de ti yo no soy un tamer, un elegido por el digimundo. Mi digivice perteneció a otra persona que ya no está, no me fue asignado. Pero eso no quita que pueda usarlo. Generalmente se puede usar para llamar a tu compañero digimon, ya sabes, un monstruo digital, el mío funciona de otro modo. Si quería que me lo entregaras era para que no fueran a por ti, estás en tu derecho de querer preservarlo, pero yo estoy en el mío de querer protegerte tanto a ti como al digivice. Déjame acompañarte y, por lo menos, decirte lo que sé de estas máquinas. Juntos podremos solventar mejor esta crisis que separados, ¿no crees?
-Olvidas presentarte Roku- Bakemono estaba conversador ese día.
-Ah, cierto, ¿quieres un nombre? Puedes llamarme Seimei.
-Claro, para qué ser sincero por una vez, ¿eh, muchachote?- protestaba el fantasma digital.
- Tamer
- Faltas :Una por cada double.Prueba de Rol :ADigi Puntos :1060Ficha :NPCs :Nivel On Rol :Ancient spiritNivel On Rol de los Digi Aliados :Sven-Hyper SpiritIcono :Rango y Unidad :Roku Ginshô (Adam Odysseum)
Rango: Holy General
División: Four Holy Beast
Unidad/Sub-division: North Shield TurtleRango y Unidad Digi Aliado :Sven
Rango: Teniente
División: Four Holy Beast
Unidad/Sub-division: North Shield TurtleInventario :
Roku Ginshô
Re: El inicio de un propósito (Roku)(Parte 1)
Tras salir de aquel restaurante tenía una meta fija, hablar con Moosemon sería la primer parte, pero como debía buscarlo, el había mencionado que cuando en verdad lo necesitase y mi opinión cambiara de ir al Digimundo, el iba a regresar, solo esperaba encontrar la forma para llamarlo nuevamente, como aquella noche... Exacto! la noche sería un buen momento para llamarle, puesto que seguiría el mimo horario en el que apareció en el muelle de mi abuela.
Aquel pensamiento fue roto tras escuchar como el chico que me había topado en el restaurante seguía mis pasos detrás de mi. Me gire para verle de frente y escuchar nuevamente lo que tenía para decir. Sus principales palabras me llamaron la atención, puesto que, como sabía el que mi Digivice había aparecido la anterior anoche, eso me hacía pensar que sabía un poco de mi. Baje la mirada un poco para después interrumpirlo con mis palabras -Se que esto no es un juego, y la vida de los desaparecidos puede que sea ciertamente una causa de la que no estoy muy segura, pero ten por seguro que estaré indagando para llegar al fondo de esto-. Tan pronto termine de hablar comencé a escuchar un resumen de su historia, y el origen de su Digivice... Algo en el me hacía no estar completamente confiada de el, pero en cierto punto tenía razón. Por sus palabras podía ver que el conocía el Digimundo mas de lo que yo podría imaginar, puesto que me daba a entender que el ya se había encontrado en ese lugar.
Al poco tiempo un breve silencio quedo entre ambos para lo que mi continuación fue responderle -Esta bien, dejaré que me acompañes- Dije mientras buscaba en mi bolso una tarjeta con la dirección de la casa en la costa de mi abuela -Te veré ahí al anochecer, te parece bien?- No le formule una hora exacta por lo que pensaba llegar antes para hablar con Moosemon acerca de esto...
Luego de esto y a una hora exacta Esteban, mi chófer, paso por la esquina de la calle esperando para subirme, abrí la puerta del automóvil, pero sin antes despedirme agitando la mano hacia aquel chico que se hacia llamar Seimei. Una vez dentro del carro fui a casa por un par de cosas antes de emprender el viaje, no tenía idea de lo que me esperaba así que lleve únicamente las cosas necesarias para una expedición. En una mochila coloque aquellos utensilios que esperaba me sirvieran para lo desconocido.
Al atardecer le pedí a Esteban de una manera un poco discreta que me llevara a a casa de la abuela, el era el único en que podía confiar ya que desde pequeña el sabía mi situación con mis padres, y era uno de mis cómplices para llevarme a casa de la abuela siempre que lo requería sin ningún jadeo. Al salir de casa y mientras iba sentada en el asiento trasero del automóvil, saque de mi bolso aquel Digivice -Si tan solo pudiera saber de que te tratas todo sería mas fácil- Le hablé como si este tuviera alguna respuesta, pero no pude evitar en caer de sorpresa cuando escuche una extraña voz salir de aquel dispositivo...
''Señorita Lili, este ahora es su Digivice, usted, la portadora, se encuentra en una situación de decisiones que tomar. Debe estar lista para lo siguiente ya que en su camino habrá muchas complicaciones que deberá superar, pero no debe preocuparse que no estará sola, se le ha mandado un mensajero al cual ya debe reconocer, el le encaminara a su primer prueba obteniendo el Digispirit marino, mas solo la guiará, una vez hecho su trabajo el partirá. Tenga en cuenta que al utilizarlo quedara prisionera del poder hasta que sepa como utilizarlo correctamente; una vez sea una con el Digispirit regresara a su verdadera forma. Hasta entonces...''
Aquellas palabras para mi eran tales como un acertijo, aquella extraña voz, me informo de lo que debía hacer mas no estaba del todo convencida. Al llegar a casa de la abuela baje del automóvil, agradeciéndole a Esteban su gran fidelidad y discreción. Una vez dentro de la casa me dirigí al muelle dispuesta a hablar con Moosemon, a lo que espere mientras el Digivice reaccionaba -Por favor, vuelve a hacer lo que has hecho antes- Me quede sentada en el borde de aquel viejo muelle cerrando mis ojos unos segundos...
Tras pocos minutos mi Digivice comenzó a irradiar una luz, muyu parecida a la que había visto antes. Me llene de alegría esperando a aquel Digimon. El rayo de luz volvió a abrir un agujero de luz de donde nuevamente salía Moosemon -Me has llamado?- Preguntaba el Digimon mientras se acercaba a mi lugar -Así es, he venido para tomar responsabilidad de esto, estoy aquí para ir al Digimundo- Dije segura de mi misma mientras este asentía con la mirada -Muy bien entonces partamos en este instante, sube a mi lomo- Dijo mientras hacia una leve reverencia para indicarme que subiera en el...
Aquel pensamiento fue roto tras escuchar como el chico que me había topado en el restaurante seguía mis pasos detrás de mi. Me gire para verle de frente y escuchar nuevamente lo que tenía para decir. Sus principales palabras me llamaron la atención, puesto que, como sabía el que mi Digivice había aparecido la anterior anoche, eso me hacía pensar que sabía un poco de mi. Baje la mirada un poco para después interrumpirlo con mis palabras -Se que esto no es un juego, y la vida de los desaparecidos puede que sea ciertamente una causa de la que no estoy muy segura, pero ten por seguro que estaré indagando para llegar al fondo de esto-. Tan pronto termine de hablar comencé a escuchar un resumen de su historia, y el origen de su Digivice... Algo en el me hacía no estar completamente confiada de el, pero en cierto punto tenía razón. Por sus palabras podía ver que el conocía el Digimundo mas de lo que yo podría imaginar, puesto que me daba a entender que el ya se había encontrado en ese lugar.
Al poco tiempo un breve silencio quedo entre ambos para lo que mi continuación fue responderle -Esta bien, dejaré que me acompañes- Dije mientras buscaba en mi bolso una tarjeta con la dirección de la casa en la costa de mi abuela -Te veré ahí al anochecer, te parece bien?- No le formule una hora exacta por lo que pensaba llegar antes para hablar con Moosemon acerca de esto...
Luego de esto y a una hora exacta Esteban, mi chófer, paso por la esquina de la calle esperando para subirme, abrí la puerta del automóvil, pero sin antes despedirme agitando la mano hacia aquel chico que se hacia llamar Seimei. Una vez dentro del carro fui a casa por un par de cosas antes de emprender el viaje, no tenía idea de lo que me esperaba así que lleve únicamente las cosas necesarias para una expedición. En una mochila coloque aquellos utensilios que esperaba me sirvieran para lo desconocido.
Al atardecer le pedí a Esteban de una manera un poco discreta que me llevara a a casa de la abuela, el era el único en que podía confiar ya que desde pequeña el sabía mi situación con mis padres, y era uno de mis cómplices para llevarme a casa de la abuela siempre que lo requería sin ningún jadeo. Al salir de casa y mientras iba sentada en el asiento trasero del automóvil, saque de mi bolso aquel Digivice -Si tan solo pudiera saber de que te tratas todo sería mas fácil- Le hablé como si este tuviera alguna respuesta, pero no pude evitar en caer de sorpresa cuando escuche una extraña voz salir de aquel dispositivo...
''Señorita Lili, este ahora es su Digivice, usted, la portadora, se encuentra en una situación de decisiones que tomar. Debe estar lista para lo siguiente ya que en su camino habrá muchas complicaciones que deberá superar, pero no debe preocuparse que no estará sola, se le ha mandado un mensajero al cual ya debe reconocer, el le encaminara a su primer prueba obteniendo el Digispirit marino, mas solo la guiará, una vez hecho su trabajo el partirá. Tenga en cuenta que al utilizarlo quedara prisionera del poder hasta que sepa como utilizarlo correctamente; una vez sea una con el Digispirit regresara a su verdadera forma. Hasta entonces...''
Aquellas palabras para mi eran tales como un acertijo, aquella extraña voz, me informo de lo que debía hacer mas no estaba del todo convencida. Al llegar a casa de la abuela baje del automóvil, agradeciéndole a Esteban su gran fidelidad y discreción. Una vez dentro de la casa me dirigí al muelle dispuesta a hablar con Moosemon, a lo que espere mientras el Digivice reaccionaba -Por favor, vuelve a hacer lo que has hecho antes- Me quede sentada en el borde de aquel viejo muelle cerrando mis ojos unos segundos...
Tras pocos minutos mi Digivice comenzó a irradiar una luz, muyu parecida a la que había visto antes. Me llene de alegría esperando a aquel Digimon. El rayo de luz volvió a abrir un agujero de luz de donde nuevamente salía Moosemon -Me has llamado?- Preguntaba el Digimon mientras se acercaba a mi lugar -Así es, he venido para tomar responsabilidad de esto, estoy aquí para ir al Digimundo- Dije segura de mi misma mientras este asentía con la mirada -Muy bien entonces partamos en este instante, sube a mi lomo- Dijo mientras hacia una leve reverencia para indicarme que subiera en el...
Lili Bloosom
Re: El inicio de un propósito (Roku)(Parte 1)
Cogiendo la dirección que le proporcionaba la muchacha, Roku empezó a evaluar la situación. Al menos habían acordado verse una vez más, pero que partiera sola no le agradaba en el sentido de que su vida podía peligrar. Esperaba que las amenazas se resguardaran hasta la noche, evitando atacar a plena luz del día, pero siempre estaba el riesgo de lo inesperado. Pese a esto, Roku tuvo que dejarla partir, despidiéndose con la mano mientras su coche se alejaba.
No podía estar sin hacer nada esperando a la noche. Con el informe de los desaparecidos se dirigió buscando algún lugar donde poder trabajar con ordenadores, ya fuera una cafetería net, una biblioteca o cualquier otro establecimiento. Adentrándose en el lugar comenzó a buscar por internet las informaciones de los desaparecidos, empleando las páginas webs de los periódicos. Fue anotando las zonas y horarios aproximados de las desapariciones, marcándolos en un mapa de la ciudad (que imprimió una vez completada la investigación). Por curiosidad fue bien si las víctimas tenian aficiones comunes o si pertenecían a un club específico. Todo dato le parecía importante.
-Con esto creo que podremos ayudar a Lili a encontrar a los desaparecidos.
-No lo entiendo -le decía Bakemono-. ¿Nuestro encargo no sería simplemente derribarla de un puñetazo, cargarla cual saco de patatas y llevárnosla al mundo digital?
-No puedo dejar suelto a alguien capaz de atacar inocentes por buscar a un tamer. Además, prefiero que ella nos siga por su propia voluntad.
-Sigue siendo secuestro.
-¿Y qué puedo hacer si no, Bakemono?
-¿Negarte? Igual va siendo hora de buscar otro curro, ¿no crees?
-Esa no es una opción...
Aunque quedaran horas para quedar con la futura tamer, Roku se dirigió al lugar acordado. Colocándose delante de la puerta, intentó abrirla, obviamente sin éxito. Observando que nadie estuviera observándole, adquirió su forma de Dracumon e, introduciendo la uña en la cerradura, fue recubriendo su garra de energía (dracu claws) lenta y meticulosamente, pues no quería romper la puerta, sino más bien esperar a que la energía se amoldara a la forma de la llave y luego poder abrir con un solo giro de muñeca. Aunque el proceso fuera más largo, pensaba que Lili agradecería que estuviera evitando dañar la propiedad.
Revirtiendo a su forma humana decidió descansar un poco. Se había dado cuenta de que no había comido nada en todo el día y empezaba a estar muy cansado, por lo que inevitablemente se quedó dormido. Por suerte o por desgracia las pesadillas volvieron, despertando súbitamente. Bakemono mostró preocupación por el estado del chico, ya que no podía dejar de pensar en los rehenes con los que se le obligaba a participar en estos trabajos y su temor de que Lili acabara siendo una más.
-No pasa... Nada... Sigamos con la misión.
Pero antes de que el digimon insistiera en la necesidad del descanso y la alimentación, una luz llamó la atención de ambos. Era similar a la que ya habían visto la noche anterior, pero esta vez nada les impedía aproximarse al origen de este. Con toda la celeridad que podía corrió hacia el muelle, el lugar donde había divisado la luz, y allí la vio. Era ella. Delante de ese digimon de nuevo. Una vez más tuvo que reprimir el instinto de decapitar al digimon con su katana, pero al ver aquella situación pensó que esta vez la chica iría al mundo digital, pues aún podía verse el portal que les llevaría al otro lado.
-¡Lili! ¡Aún tenemos cosas que hacer en el mundo humano!- le recriminaba, mostrándole el mapa donde había recopilado la información del caso- ¿No decías que querías encontrarles a cualquier precio?
Inmóvil, esperaba la decisión de la chica, si bien nada le impedía elegir al ciervo como guía en esta misión.
No podía estar sin hacer nada esperando a la noche. Con el informe de los desaparecidos se dirigió buscando algún lugar donde poder trabajar con ordenadores, ya fuera una cafetería net, una biblioteca o cualquier otro establecimiento. Adentrándose en el lugar comenzó a buscar por internet las informaciones de los desaparecidos, empleando las páginas webs de los periódicos. Fue anotando las zonas y horarios aproximados de las desapariciones, marcándolos en un mapa de la ciudad (que imprimió una vez completada la investigación). Por curiosidad fue bien si las víctimas tenian aficiones comunes o si pertenecían a un club específico. Todo dato le parecía importante.
-Con esto creo que podremos ayudar a Lili a encontrar a los desaparecidos.
-No lo entiendo -le decía Bakemono-. ¿Nuestro encargo no sería simplemente derribarla de un puñetazo, cargarla cual saco de patatas y llevárnosla al mundo digital?
-No puedo dejar suelto a alguien capaz de atacar inocentes por buscar a un tamer. Además, prefiero que ella nos siga por su propia voluntad.
-Sigue siendo secuestro.
-¿Y qué puedo hacer si no, Bakemono?
-¿Negarte? Igual va siendo hora de buscar otro curro, ¿no crees?
-Esa no es una opción...
Aunque quedaran horas para quedar con la futura tamer, Roku se dirigió al lugar acordado. Colocándose delante de la puerta, intentó abrirla, obviamente sin éxito. Observando que nadie estuviera observándole, adquirió su forma de Dracumon e, introduciendo la uña en la cerradura, fue recubriendo su garra de energía (dracu claws) lenta y meticulosamente, pues no quería romper la puerta, sino más bien esperar a que la energía se amoldara a la forma de la llave y luego poder abrir con un solo giro de muñeca. Aunque el proceso fuera más largo, pensaba que Lili agradecería que estuviera evitando dañar la propiedad.
Revirtiendo a su forma humana decidió descansar un poco. Se había dado cuenta de que no había comido nada en todo el día y empezaba a estar muy cansado, por lo que inevitablemente se quedó dormido. Por suerte o por desgracia las pesadillas volvieron, despertando súbitamente. Bakemono mostró preocupación por el estado del chico, ya que no podía dejar de pensar en los rehenes con los que se le obligaba a participar en estos trabajos y su temor de que Lili acabara siendo una más.
-No pasa... Nada... Sigamos con la misión.
Pero antes de que el digimon insistiera en la necesidad del descanso y la alimentación, una luz llamó la atención de ambos. Era similar a la que ya habían visto la noche anterior, pero esta vez nada les impedía aproximarse al origen de este. Con toda la celeridad que podía corrió hacia el muelle, el lugar donde había divisado la luz, y allí la vio. Era ella. Delante de ese digimon de nuevo. Una vez más tuvo que reprimir el instinto de decapitar al digimon con su katana, pero al ver aquella situación pensó que esta vez la chica iría al mundo digital, pues aún podía verse el portal que les llevaría al otro lado.
-¡Lili! ¡Aún tenemos cosas que hacer en el mundo humano!- le recriminaba, mostrándole el mapa donde había recopilado la información del caso- ¿No decías que querías encontrarles a cualquier precio?
Inmóvil, esperaba la decisión de la chica, si bien nada le impedía elegir al ciervo como guía en esta misión.
- Tamer
- Faltas :Una por cada double.Prueba de Rol :ADigi Puntos :1060Ficha :NPCs :Nivel On Rol :Ancient spiritNivel On Rol de los Digi Aliados :Sven-Hyper SpiritIcono :Rango y Unidad :Roku Ginshô (Adam Odysseum)
Rango: Holy General
División: Four Holy Beast
Unidad/Sub-division: North Shield TurtleRango y Unidad Digi Aliado :Sven
Rango: Teniente
División: Four Holy Beast
Unidad/Sub-division: North Shield TurtleInventario :
Roku Ginshô
Re: El inicio de un propósito (Roku)(Parte 1)
Tras la aparición de Moosemon en el mundo humano estaba totalmente dispuesta a ir con el, sabía que di iba aya todo se comenzaría a aclarar y los problemas en el mundo humano nuevamente volverían a la normalidad, o eso era lo que yo quería creer.
Al ver llegar al chico con un grito pidiendo que me detuviera reaccione ante un nulo pensamiento -Es cierto!. Moosemon, sabes algo acerca de humanos en el Digimundo?- Dije un tanto pensativa, pues sabía que esas desapariciones no eran de la nada, algo tenía que estar relacionado con esto. Aquel Digimon asintió con la cabeza -Desde hace unos cuantos días, humanos de todos lados del mundo han estado llegando al Digimundo, no en una gran cantidad, pero si los seleccionados, supongo deben tener un propósito como el tuyo. A decir verdad tambien pienso que algunos han llegado bajo la influencia de Digimons corruptos para así obtener el poder de los Digispirits y así reclamar dicho poder.- Escuche con atención sus palabras para después volver a mirar a Seimei -Debo ir al Digimundo, los niños que han desaparecido puede que se encuentren aya, y si es así no tengo que perder tiempo investigando aquí- Si Moosemon tenía la razón esos chicos deben de estar en cualquier parte del otro mundo, así que no sería muy fácil dar con ellos -Debemos partir- Termine de decir para subir al lomo de Moosemon haciéndole una seña al contrarío para que nos siguiera.
De inmediato aquel Digimon comenzó a correr tal cual corcel y de un gran salto entramos en la luz que radiaba de aquella puerta hacía el Digimundo -Espero no seas friolenta, a la zona que vamos es una muy fría y con nieve- Decía Moosemon mientras corría a través de un largo camino de luz azulada. -No te preocupes, estoy acostumbrada a la humedad y el frío. Espero que Seimei venga detrás, no me gustaría perderle de vista, aun no tengo mucha confianza en el, pero tampoco creo que sea tan mal tipo- Pensaba en voz baja mientras imaginaba como sería del otro lado del camino.
Tras unos minutos de galope llegamos a un lugar donde la ventisca era leve pero la temperatura era muy baja, el frío de inmediato se comenzaba a sentir. Todo alrededor se encontraba lleno de nieve y agua, como en los árticos del norte y sur -Muy bien, hemos llegado, ahora tengo que llevarte a donde se encuentra el Digispirit, estoy seguro de que te pertenece, tal y como lo dijo tu abuela- Dijo aquel Digimon mientras comenzaba a caminar al frente mio. Algo en el me causaba una sensación de tranquilidad y por lo que pude notar, en su cuello, traía un dije similar al que me abuela me había dado cuando era pequeña -Este lugar es muy hermoso, no había imaginado que fuera tan bello- Ciertamente estaba asombrada por el paisaje mientras mis pies se hundían lentamente en la nieve -Ciertamente va a ser muy difícil el caminar por este suele lleno de nieve- Solté un gran suspiro mientras intentaba seguirle el ritmo a Moosemon, quien de inmediato me invito nuevamente a subir a su lomo, me negué ya que había hecho suficiente al traerme hasta aquí. Ahora solo me preguntaba a que hora saldría del portal Seimei...
Al ver llegar al chico con un grito pidiendo que me detuviera reaccione ante un nulo pensamiento -Es cierto!. Moosemon, sabes algo acerca de humanos en el Digimundo?- Dije un tanto pensativa, pues sabía que esas desapariciones no eran de la nada, algo tenía que estar relacionado con esto. Aquel Digimon asintió con la cabeza -Desde hace unos cuantos días, humanos de todos lados del mundo han estado llegando al Digimundo, no en una gran cantidad, pero si los seleccionados, supongo deben tener un propósito como el tuyo. A decir verdad tambien pienso que algunos han llegado bajo la influencia de Digimons corruptos para así obtener el poder de los Digispirits y así reclamar dicho poder.- Escuche con atención sus palabras para después volver a mirar a Seimei -Debo ir al Digimundo, los niños que han desaparecido puede que se encuentren aya, y si es así no tengo que perder tiempo investigando aquí- Si Moosemon tenía la razón esos chicos deben de estar en cualquier parte del otro mundo, así que no sería muy fácil dar con ellos -Debemos partir- Termine de decir para subir al lomo de Moosemon haciéndole una seña al contrarío para que nos siguiera.
De inmediato aquel Digimon comenzó a correr tal cual corcel y de un gran salto entramos en la luz que radiaba de aquella puerta hacía el Digimundo -Espero no seas friolenta, a la zona que vamos es una muy fría y con nieve- Decía Moosemon mientras corría a través de un largo camino de luz azulada. -No te preocupes, estoy acostumbrada a la humedad y el frío. Espero que Seimei venga detrás, no me gustaría perderle de vista, aun no tengo mucha confianza en el, pero tampoco creo que sea tan mal tipo- Pensaba en voz baja mientras imaginaba como sería del otro lado del camino.
Tras unos minutos de galope llegamos a un lugar donde la ventisca era leve pero la temperatura era muy baja, el frío de inmediato se comenzaba a sentir. Todo alrededor se encontraba lleno de nieve y agua, como en los árticos del norte y sur -Muy bien, hemos llegado, ahora tengo que llevarte a donde se encuentra el Digispirit, estoy seguro de que te pertenece, tal y como lo dijo tu abuela- Dijo aquel Digimon mientras comenzaba a caminar al frente mio. Algo en el me causaba una sensación de tranquilidad y por lo que pude notar, en su cuello, traía un dije similar al que me abuela me había dado cuando era pequeña -Este lugar es muy hermoso, no había imaginado que fuera tan bello- Ciertamente estaba asombrada por el paisaje mientras mis pies se hundían lentamente en la nieve -Ciertamente va a ser muy difícil el caminar por este suele lleno de nieve- Solté un gran suspiro mientras intentaba seguirle el ritmo a Moosemon, quien de inmediato me invito nuevamente a subir a su lomo, me negué ya que había hecho suficiente al traerme hasta aquí. Ahora solo me preguntaba a que hora saldría del portal Seimei...
Lili Bloosom
Re: El inicio de un propósito (Roku)(Parte 1)
La chica declaró sus intenciones de buscar a los humanos en el mundo digital. Roku pensó que adentrarse en un entorno desconocido (pues ya sabía que el mundo digital recogía diferentes biomas) sin mayor pista que la intuición. Al menos le habría gustado visitar los lugares frecuentados por las víctimas y buscar alguna pista del digimon perpetrador del crimen, y aunque no supiera su clase al menos deducir a qué clan o arquetipo pertenecía. Esto le habría dado seguridad, pero el ver cómo Lili cabalgaba al digimon ciervo hacia el portal le dejó intranquilo.
-¿Crees que ese es su compañero digimon? Es muy grande para ser un rookie -decía Bakemono-. Bueno, ¿vamos o lo dejamos estar?
-Debo ir, no puedo dejarla pululando por el digimundo sin ninguna clase de vigilancia. Podría pasarle algo, y si muere será un fracaso absoluto.
-Eeeesa es una forma de pensar preocupante, no hables de la vida de una persona de un modo tan frío, que das miedito.
-Hay que barajar todas las opciones. Los secuestrados pueden estar vivos o muertos, mentalizarse sobre el peor panorama es importante. Debo preocuparme por el objetivo.
-¡Ah! Entonces, ¿le quitamos el vice o nos la llevamos?
-Creo que ninguna de las dos, ciertamente no tengo idea de qué debería hacer, Bake -el chico se rascó la nuca-. Si se la llevo a mis superiores probablemente acabe muerta, extorsionada como yo e incluso como un rehén más. Creo que por esta vez voy a pasar.
-Explícate, ¿cómo que pasar?
-El encargo era vigilarla. No me importa seguirla por todo el mundo, pero no dejaré que le hagan nada. Información toda la que quieran, pero me niego a que torturen a alguien de mi propia raza.
-Ooooh, qué bonito. Te has convertido en un caballero de brillante armadura.
-Si así fuera los demás estarían a salvo, Bakemono... Solo puedo intentar que mi situación no se agrave, y si para ello he de agachar la cabeza, suplicarles o sacrificarme es lo que toca. Otra solución no hay.
-No, no te sabría decir. Esta situación es peliaguda... Le preguntaré a Benkei -durante unos segundos, la presencia de desvaneció-. Ya me respondió -dijo a los pocos segundos-, y tiene la solución.
-Pero si Benkei nunca habla, ¿qué te ha dicho?
-Que compres rica tarta.
Sabia que el Dracumon se lo estaba inventando, pues el Musyamon al que llamaban Benkei no había pronunciado palabra alguna desde que se manifestó. De todas formas, antes de cruzar el portal fue a parar a un puesto para poder comer algo. No estaba muy acostumbrado a la gastronomía de allí, pero tenía hambre.
-¡¿Pescado frito y patatas?! ¡Yo quería tarta, algo dulce! ¡Esto es comida de proletario!
-La comida es comida, ¿no? Además, ¿desde cuando usas palabras tan complicadas? ¿Por fin empezaste a ver mis memorias? Buen chico.
-G-gracias senpai... No, ¡no me líes! ¡quiero tarta!
-No hay tiempo -dijo, saltando al portal-, Lili nos espera, y hay gente a la que salvar.
-¡Maldita sea Roku oniichan, me has timado, quiero tarta! ¡Taaarta!
-Ya te la daré cuando cumplamos la misión, si te portas bien. La zona de hielo, ¿eh? -decía ultimando su ración de comida y quitándose la chaqueta- Pues vamos allá.
-Oye, que aquí ya hace rasca, ¿no deberías quedarte con eso puesto? Ya sabes, hipotermia.
-No seas idiota, aunque la llevara seguiría teniendo frío. “Esto” es más efectivo: “僧兵 の立往生 (”Permanece de pie en la muerte, monje guerrero”), 人間の精神の進化 (“evolución del espíritu humano”): 弁慶¡ (“¡Benkei!”)”
-Aaaaah, claro, en tu forma de Musyamon vas tapadito con armadura y todo... Pero, ¿y la chaqueta?
-Lili seguirá teniendo frío, vamos a su encuentro.
Y con su forma de spirit, el chico empezó a caminar por aquel paraje helado.
-¿Crees que ese es su compañero digimon? Es muy grande para ser un rookie -decía Bakemono-. Bueno, ¿vamos o lo dejamos estar?
-Debo ir, no puedo dejarla pululando por el digimundo sin ninguna clase de vigilancia. Podría pasarle algo, y si muere será un fracaso absoluto.
-Eeeesa es una forma de pensar preocupante, no hables de la vida de una persona de un modo tan frío, que das miedito.
-Hay que barajar todas las opciones. Los secuestrados pueden estar vivos o muertos, mentalizarse sobre el peor panorama es importante. Debo preocuparme por el objetivo.
-¡Ah! Entonces, ¿le quitamos el vice o nos la llevamos?
-Creo que ninguna de las dos, ciertamente no tengo idea de qué debería hacer, Bake -el chico se rascó la nuca-. Si se la llevo a mis superiores probablemente acabe muerta, extorsionada como yo e incluso como un rehén más. Creo que por esta vez voy a pasar.
-Explícate, ¿cómo que pasar?
-El encargo era vigilarla. No me importa seguirla por todo el mundo, pero no dejaré que le hagan nada. Información toda la que quieran, pero me niego a que torturen a alguien de mi propia raza.
-Ooooh, qué bonito. Te has convertido en un caballero de brillante armadura.
-Si así fuera los demás estarían a salvo, Bakemono... Solo puedo intentar que mi situación no se agrave, y si para ello he de agachar la cabeza, suplicarles o sacrificarme es lo que toca. Otra solución no hay.
-No, no te sabría decir. Esta situación es peliaguda... Le preguntaré a Benkei -durante unos segundos, la presencia de desvaneció-. Ya me respondió -dijo a los pocos segundos-, y tiene la solución.
-Pero si Benkei nunca habla, ¿qué te ha dicho?
-Que compres rica tarta.
Sabia que el Dracumon se lo estaba inventando, pues el Musyamon al que llamaban Benkei no había pronunciado palabra alguna desde que se manifestó. De todas formas, antes de cruzar el portal fue a parar a un puesto para poder comer algo. No estaba muy acostumbrado a la gastronomía de allí, pero tenía hambre.
-¡¿Pescado frito y patatas?! ¡Yo quería tarta, algo dulce! ¡Esto es comida de proletario!
-La comida es comida, ¿no? Además, ¿desde cuando usas palabras tan complicadas? ¿Por fin empezaste a ver mis memorias? Buen chico.
-G-gracias senpai... No, ¡no me líes! ¡quiero tarta!
-No hay tiempo -dijo, saltando al portal-, Lili nos espera, y hay gente a la que salvar.
-¡Maldita sea Roku oniichan, me has timado, quiero tarta! ¡Taaarta!
-Ya te la daré cuando cumplamos la misión, si te portas bien. La zona de hielo, ¿eh? -decía ultimando su ración de comida y quitándose la chaqueta- Pues vamos allá.
-Oye, que aquí ya hace rasca, ¿no deberías quedarte con eso puesto? Ya sabes, hipotermia.
-No seas idiota, aunque la llevara seguiría teniendo frío. “Esto” es más efectivo: “僧兵 の立往生 (”Permanece de pie en la muerte, monje guerrero”), 人間の精神の進化 (“evolución del espíritu humano”): 弁慶¡ (“¡Benkei!”)”
-Aaaaah, claro, en tu forma de Musyamon vas tapadito con armadura y todo... Pero, ¿y la chaqueta?
-Lili seguirá teniendo frío, vamos a su encuentro.
Y con su forma de spirit, el chico empezó a caminar por aquel paraje helado.
- Tamer
- Faltas :Una por cada double.Prueba de Rol :ADigi Puntos :1060Ficha :NPCs :Nivel On Rol :Ancient spiritNivel On Rol de los Digi Aliados :Sven-Hyper SpiritIcono :Rango y Unidad :Roku Ginshô (Adam Odysseum)
Rango: Holy General
División: Four Holy Beast
Unidad/Sub-division: North Shield TurtleRango y Unidad Digi Aliado :Sven
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Roku Ginshô
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