Investigando el fenómeno en el lago

Era un nuevo día y el sol digital se había vuelto a poner en pie. Estoy seguro de que soy de los pocos digimon a los que les gusta madrugar cuando no hay necesidad para hacerlo, ¡Es algo de lo que me siento orgulloso! Ni siquiera mis amigos se despiertan a estas horas, muchas veces me miran raro y piensan que estoy loco, pero creo que solamente soy un incomprendido.

- ¡Mamá, saldré de paseo! -dije encontrándome ya situado en la puerta a solo un paso de salir. Quise seguir caminando antes de escuchar lo que era obvio que sucedería después, pero no tuve dicha suerte.
- Recuerda no alejarte demasiado, Ryuki -se escuchó desde otra habitación.
- ¡Si!

Sin ningún pendiente más salí de la casa. Nuestro hogar era un enorme árbol cuyo interior estaba completamente hueco. A pesar de eso, sigue manteniendo la resistencia de cualquier otro buen roble. Creo que es un buen lugar para esconderse de los malos espíritus que buscan hacer daño a todo lo que ven.

Seguía el camino de todos los días hacia el lago donde, según mamá Puchiemon, había sido encontrado mi huevo. No es que vaya ahí solo por lindos recuerdos ni nada por el estilo, no hay ningún valor sentimental con ese lago, pero hace unas semanas en ese mismo lugar ocurrió algo que juraba solo ocurría en los cuentos de hadas. He ido a investigar desde entonces, esperando poder volver a ver lo que ocurrió ese día, pero parece que no he estado con la misma suerte.

No tardé mucho en llegar, el lago no está tan lejos de casa, y aunque no sea muy rápido fui lo más aprisa que pude. Me detuve para poder recuperar el aliento y después fijé mi vista hacia mi alrededor.

- Huh... Nada, nada raro por el momento.

No esperaba que ''eso'' sucediera justo al llegar, de hecho es muy probable que tampoco suceda todo el día de hoy, pero por mas mínima que sea la probabilidad, esta siempre puede estar presente en cualquier momento. Solo hay que tener paciencia, y esperar.

¡¡Tch..!! Avanzaba por las zonas molesto, era la primera vez en mucho tiempo que recorría el mundo digital sin la compañía de mi "tamer" curiosa palabra, mas que nada porque yo la veía mas como una socia ya que mas que nada lo que nos unía era un trato. Había vuelto al digimundo para obtener  un poco mas de información realizar unas pequeñas investigaciones en solitario y volver lo mas pronto posible.

Pasado unos minutos llegue a un pequeño pueblo donde nada importante cosa que solo provoco que mi molestia aumentara - "Nada nuevo otra vez" - sin duda el pensamiento de pesimismo por haber vagado tanto sin obtener ninguna información provocaba un leve dolor de cabeza, lleve mi mano a mi rostro posandola en mi frente, - a donde debería ir ahora? - no era recomendable que me quedara en un mismo sitio por mucho tiempo.

Me acerque a un digimon cualquiera que pasaba por ahí -  Hey tu!!!! - le grite a aquel  pequeño que resulto ser un tsunomon y tomandolo de su cuerno para que no pudiera escapar le hable - Donde hay algún lugar extraño? - pregunte con un tono un tanto amenazante.

- Es...esto..ehhh unos cuantos metros mas allá hay un lago... -contesto con nerviosismo quizás miedo quien sabe solo pedí indicaciones e información y el la entrego nada del otro mundo - gracias!! - mi tono al parecer sonó mas como una orden que otra cosa ya que al momento de soltarlo corrió hasta perderse mi vista cosa que no importo total, ya había cumplido su cometido.

- Así que un lago... - murmure en voz baja, bien ya que no tenia otra cosa camine lentamente hacia ese lugar, ya podría volver y hacerle pagar a aquel digimon si las cosas no resultaban ser ciertas, paso a paso acorte las distancias hasta al fin encontrarme en el deposito de agua al cual llamaban lago - Y a esto le llaman lago tch!!! dije enojado mientras tomaba una piedra y la lanzaba haciendo que esta diera 3 rebotes antes de hundirse en el, como iba a suceder algo en un lugar tan pequeño..

Me encontraba inerte, mirando fijamente hacia las aguas acumuladas en esa fosa. Como cuaquier otro lago, el agua hacía movimientos no demasiado notables si no prestas mucha atención a ello, son movimientos lentos y ondulados. Siempre me da curiosidad poder tocarla, pero no soy muy tolerante a ella, además de que puedo ser algo torpe y caerme. No quiero arriesgarme tanto si no hay necesidad de hacerlo.

- ...Aún lo recuerdo. Esas luces...

Un recuerdo fugaz pasó por mi mente en cuestión de segundos. La noche era oscura, siendo solo iluminada por las pocas estrellas que podían verse en el cielo; ese día había sido el primero en el que mamá Puchiemon me había dejado salir a pasear ''sin alejarme mucho'', pero en ese entonces no comprendía lo temible que puede ser un bosque cuando el sol se esconde. En ese entonces no le presté mucha atención a su advertencia y seguí el camino pintado en el suelo por la tierra hasta llegar a un sitio que desconocía por completo. A mi alrededor solo se encontraban árboles, incluso había perdido el camino que hasta entonces había estado siguiendo; tenía miedo y no sabía que hacer, la noche era acompañadas por ruidos escalofriantes que hacía que mis escamas se sintiesen de papel. Finalmente terminé llegando al lago en el que me encuentro ahora, fue en ese instante en el que deseé poder volver a casa cuando unas extrañas luces surgieron desde el océano. Todas parecían comunicarse con un hermoso canto que hacía que mis lagrimas parasen de brotar, y como si entendiera ese extraño idioma, me pidieron que las siguiera.

- ...Ellas cumplieron mi deseo de volver a casa -fruncí el ceño- ¡Estoy seguro de que eso no fue ningún sueño! ¡Ellas siguen aquí, lo sé! -miré hacia el lago, con determinación- ¡¿Porque no salen?! ¿Acaso ya no se acuerdan de mi?


El silencio inundó el lugar...

- ...Yo sé que están ahí... -me sentía algo decepcionado, pero no quería rendirme en mi exploración diaria. Finalmente algo hizo que alzara la mirada, un sonido que me decía que no estaba solo en esos momentos. Estaba emocionado, ¡Quizá eran esas luces!- ¿Están ahí? ¡¿De verdad están ahí?! -la emoción me impulsaba a querer saltar- ¿Donde están? ¡Quiero verlos! -grité, esperando que me escucharan y me hicieran caso.

- "Nada interesante, nada que hacer" - repetía en mi mente una y otra vez mientras me encontraba en ese lugar cuando de pronto se escucho una voz, una molesta voz que parecía llamar algo que no estaba ahí, no debía prestarle atención a aquella voz ya que lo único que traería era -  problemas... - murmure en voz baja, aunque de donde fuera que viniese seguía hablando con algo que no existía; llamandos; pidiendo que aparecieran frente a el, cosa que poco  a poco comenzó a irritarme hasta el punto de no poder ignorarlo mas.

Guiado por el ruido llegue hasta el lugar de donde este provenia para solo encontrarme a un pequeño digimon, el cual era la causa de esa voz tan molesta. - Calla!!! - le grite para que sesara de hacer ruido - Aqui no hay nadie mas que tu y yo - me extrañaba un poco ver a un digimon tan pequeño solo por estos lugares aunque se sabia que la mayoría eran inquietos en esa etapa así como yo también lo fui alguna vez.

Aunque solo juzgaba a los digimons por su nivel de utilidad aquellos que todavía se encontraban en su forma de bebe no resultaban ser los mas útiles - "quizás podría entretenerme un poco" - pensé mientras me acercaba a aquel pequeño para tomarlo del cuello claro intentando no lastimarlo ya que tampoco veía bueno el hacerle daño a otros sin motivo aparente.

Una vez atrapado le pregunte que hacia aquí - Di me pequeño, que hace aquí un caballito de mar acaso te perdiste camino a tu casa - si bien sabia que era una etapa no tan de desarrollada de un dragón se parecía bastante a la criatura del mundo humano con la que lo comparaba - ¿Acaso no sabes que a los digimons pequeños se los comen digimon oscuros como yo? - intente asustarlo usando un tono malvado y lúgubre, tan solo para ver como reaccionaba

Mis llamados no cesaron en ningún momento, aún a pesar de que parecería que pronto quedaría afónico de tanto gritar, nadie me respondía. Nadie hacía ninguna señal, incluso pensé que ese sonido que había escuchado con anterioridad había sido alguna mala broma de mi imaginación. Sin embargo, antes de que mi corto suspiro terminara, una voz gritando en un tono bastante alto resonó de tal forma que las pocas aves que se encontraban por los alrededores huyeran. Me giré confundido por tal exclamación, dudaba mucho que se tratara de las luces que buscaba, pero tampoco pude imaginar de que se trataba.

Un digimon completamente desconocido para mi se encontraba ahora a poca distancia mirándome con una obvia expresión de fastidio y enojo, ¿Habré hecho algo que lo pusiera de esa manera? Pensé antes de que él me tomara del cuello sin aplicar la suficiente fuerza para herirme, aunque debo decir que tampoco es que la forma en que me tomó fuese demasiado cómoda que digamos.

- Ugh ¿Eres... un digimon oscuro? -pregunté después de haber escuchado su ultimo comentario. En cuanto recuperé el aliento que perdí ante la sorpresa, proseguí, mirándolo con más curiosidad y sorpresa que miedo- No había visto antes a ningún digimon como usted, ¿No será usted el que se haya perdido en el camino? -le pregunté con ingenuidad- No sé quien sea, señor digimon oscuro, ¡Pero no diga que solo nos encontramos nosotros dos! Estoy aquí para comprobar que los digimon que piensan como usted están equivocados, ¡Este lago es el hogar de ''las luces''! -contesté ligeramente molesto, de inmediato pensé que trataba de convencerme de que las luces que tanto busco no existen, no me gusta que existan digimon con mentes tan cerradas.

Mientras le contestaba, movía mis pequeñas alas y retorcía mi cuerpo en el intento de soltarme de su agarre.

A pesar de tenerlo en tal situación el pequeño no reacciono como lo esperaba de echo parecía tener una extraña pasividad como si solo le interesaran esas extrañas "luces" que tanto mencionaba, mas que temor o miedo en sus ojos podía ver el brillo de la curiosidad cosa que podía reconocer fácilmente debido a que yo poseía ese mismo deseo, además estaba ese asunto de sus luces quizás podría obtener algo de información sobre ello, - "acaso había encontrado a alguien útil en el lugar" - pensé sin soltar al pequeño que luchaba por salir de mi agarre.

No veía el caso de seguir oprimiendo su cuello así que simplemente lo deje caer al suelo tanto  por mi altura como por la de el no sufriría daño alguno al tocar nuevamente el suelo, me senté cruzando mis piernas y apoyando mi cara en mis manos suspire - Si, yo soy un digimon oscuro - afirme claro por mi procedencia podía ser clasificado así, seguí respondiendo a las preguntas que el formulo anteriormente, pero no sabia si realmente quería que yo le respondiera - me dijeron que aquí encontraría algo interesante, pero... hasta el momento lo mas interesante eres tu - y eso era decir poco, baje mi cabeza en señal de resignación, a mi parecer no había nada en el lago pero algo me intrigaba.

- ¡que son esas "luces", las cuales afirman que viven en este lugar? - el pequeño "caballito de mar" quizás podría llevarme a obtener algo mas preciado que el oro y los diamantes algo que para mi poseía un gran valor, no era nada mas ni nada menos que información. Mientras esperaba su respuesta mi vista se perdía entre la lejanía de aquel lago.

Por más que hacía el intento de soltarme mis esfuerzos eran más que vanos. No lograba ni siquiera moverme un centímetro, tampoco se me ocurría que es lo que podría hacer ese digimon conmigo, ¿Quizás herirme? No sé a que se atribuye ese nombre que se dio como ''Digimon oscuro'', sé que la oscuridad es algo que puede dar mucho miedo, pero aunque este digimon haga este tipo de cosas que asustaría a cualquiera, incluyéndome, tampoco es que me dé tanto miedo como la oscuridad misma. De cualquier forma, no puedo quedarme con la duda, así que si me lo permite mas tarde pienso preguntárselo. También creo que utilizó una palabra como ''caballito de mar'', ¿Qué es eso? ¿Se referirá a mi con eso? ¿Por qué?

Era difícil evitar que tantas preguntas pasaran por mi mente en cuestión de segundos poco después de haber escuchado o visto algo que desconozco.

Finalmente, como si el mismo digimon hubiese tenido piedad conmigo, me dejó caer de nuevo a la seguridad del suelo. La caída no fue dolorosa, aunque mi cuerpo es frágil como cualquiera de mi etapa, las escamas sirven bien de protección para esta clase de situaciones leves. Escuché sus palabras y la primera imagen que pasó por mi mente fue el lago. Él tenía razón, este lago tiene algo que supera muchas otras cosas interesantes y es la razón por la que vengo aquí cada día en búsqueda de alguna novedad, pero tampoco es cierto que sea lo único que hay interesante en este lugar. ¿Será un digimon extranjero? Me pregunté, era lo más lógico, considerando que no conocía la existencia de digimon como él en este sitio.

- ¡Sabía que había que debía haber alguien que no niegue este tema o intente evadirlo! -exclamé con obvia emoción, olvidándome rápidamente de nuestro no muy buen encuentro- Hace un par de semanas ocurrió algo en este lago, algo que por más que lo intente no puedo explicarlo bien a nadie, pero... -intenté buscar las palabras correctas para seguir- ...¡Estoy seguro de que vi unas luces salir de la profundidad de este lago! -no me sentí muy convencido con lo dicho, siempre que decía eso los digimon me miraban como si solo hubiese tenido un sueño extraño- Eh... -sonreí nervioso, intentando hallar una forma de seguir con el relato- ...Esas luces no eran como cualquier otra. Juraría que eran seres vivos, como nosotros, incluso... podría decir que esas luces tenían verdadera magia; no hablo de esa magia que suelen utilizar digimon como Wizardmon y similares... ¡Hablo de la magia que puede conceder tus deseos! -dirigí mi mirada hacia el lago- Una vez lo hicieron, escucharon mi llanto y me ayudaron... pero desde entonces no los he vuelto a ver -concluí con algo de decepción. Giré mi mirada hacia él- Tengo la esperanza de que si vengo a este lago cada día, algún día ellos saldrán y podré comprobar lo que eran.

Mi interés por sus luces pareció emocionarlo de sobre manera, su tono de voz era inquieto como si no pudiera explicar lo que tenia en mente, quizás no encontraba las palabras exactas para dar a conocer sus ideas, me comento como esas luces realmente eran seres vivos, que poseían "magia" totalmente diferente a la que usaban algunos digimon clasificados como magos, también me hablo sobre la vez que lo ayudaron cuando el estuvo en problemas y al parecer lo que mas le hacia ilusión era el echo de querer volverlos a encontrar ya que si no fuera así no vendría al lago todos los días como decía hacerlo. Escuche atentamente todo mientras mi mente intentaba darle sentido o mas bien asociar con alguna criatura que hubiera conocido en mis viajes tanto por el mundo digital como por el humano.

Me levante de mi posición y sin dejar de mirar al lago comencé a hablar mientras sacudía de mi cuerpo alguno que otro resto de pasto - Quizás tengas razón... - tome una pequeña pausa para respirar y continuar con lo que decía - Puede que las luces que buscas no solo se encuentren aquí, sino en muchos otros lugares... - sin duda era una posibilidad este mundo era inmenso como para que algo así existiera en múltiples sitios - lo mas probable es que la razón por la que no los hayas vuelto a ver es que se encuentren en otro lugar... - intente hablar lo mas lento posible para así darle la oportunidad de entender mis palabras y cuidando mi tono para no parecer que me burlara de él.

No sabia si era buena idea darle a conocer información tan valiosa a alguien tan pequeño pero no perdía nada con hacerlo, algún día podría devolverme el favor revelandome mas datos sobre aquellas luces - Mas allá de este mundo existe uno habitado por otro tipos de criaturas muy diferente a nosotros... - claro que me refería al mundo de los humanos - En ese mundo hay muchas cosas desconocidas para seres como nosotros, si te sientes con confianza cuando seas mas grande deberías explorar ambos mundos - sin duda era una tarea de tamaño astronómica y puede que le resultara difícil.

No dejaba de ver las reacciones de ese digimon ante mi historia, normalmente los demás al escucharla suelen mirarle con algo de pena o incredulidad, pero él parecía estarse tomando su tiempo analizando todo lo dicho, hasta que finalmente me dijo lo que pensaba.

- De... ¡¿De verdad?! -era el primer digimon que me decía que tenía razón, o que lo dejara en un ''tal vez'' aunque sea. Sin embargo, él no dejó eso con un ''Quizá'' pues prosiguió a decir su opinión, una opinión que me hizo ladear la cabeza- ¿Qué tratas de decir?

Me agradaba escuchar las opiniones de los demás siempre y cuando lo aceptaran o en su defecto lo dejaran en una incognita como lo había dicho él, cuando lo niegan exhaustivamente sin dar razones más que ''Es imposible que algo así suceda'' hace que me enfade. Él opinaba que las luces no aparecían porque este no era su unico hogar, sino que ellas iban por todo el digimundo. Ciertamente nunca me había detenido a pensar de esa manera, ¡Este digimon era muy listo y analítico!

- Lo que dices tiene sentido... -respondí. Desviaba mi mirada hacia el suelo con algo de desilusión por que ahora era poco probable que las encontrara, dudo que a mi edad me dejen salir a aventurarme por el digimundo en busqueda de esas luces. ¡Y yo que tenía tanto afán por verlas!

Mi mirada se alzó nuevamente pues él no había terminado, todo lo contrario, me estaba contando algo que me sonaba muy familiar. Una nueva chispa de curiosidad nacía en mi interior.

- ¿Criatura distintas a nosotros? -lo miraba estupefacto- ¿Qué clases de criaturas son esas? ... ¡E-Espera, no me digas! ¡Yo lo sé! No son los... los... -cerraba los ojos y hacía un esfuerzo por intentar recordar su nombre- ¡Ughhh! No recuerdo. Mamá Puchiemon me ha contado varias historias sobre mundos alternos a este, y había uno sobre unas criaturas que podían venir a nuestro digimundo y que combatían a lado de digimon que se unían a ellos y... y...! -poco a poco comenzaba a recordar más de esas historias- ¡Humanos! Así se llamaban, ¿No es así? ¿Esas son las criaturas de las que hablas?

El pequeño digimon parecía estar sorprendido con mis palabras al parecer sus ideas sobre esas "luces" no eran bien recibidas por el resto, quizás si no hubiera nacido con esta sed de conocimiento pensaría igual que mis congeneres, pero había vivido tantas cosas que sin dudarlo podría asegurar que este mundo poseía muchos secretos que solo los que se divisaban a primera vista.

Al contarle sobre el mundo humano la boca del pequeño comenzó a soltar algunas preguntas, las cuales intento responder por si mismo aunque todo parecía ser en vano por unos minutos ya que no lograba dar con su respuesta,también me contó que su madre le relataba historias sobre aquellas criaturas, me pareció un poco raro el saber que habían otros digimon que cuidaban de los pequeños como si se tratase de su familia mas que nada porque nunca tuve la oportunidad de vivir algo así.

Estaba apunto de decirle el nombre de aquellos seres cuando él al fin pudo recordarlos, humanos exclamo triunfalmente para luego buscar mi aprobación ante aquella respuesta - exacto, se llaman humanos y son criaturas capaces de otorgar un gran poder a los digimon - eso lo sabia perfectamente ya que yo mismo era compañero de uno de ellos -  "Elith..." - su nombre vino a mi mente, en estos momentos ella debía encontrarse en el hogar allá en el mundo humano, el babydmon era un ser interesante; lleno de curiosidad parecía ser un digimon dispuesto a buscar respuestas hasta conseguir lo deseado.

Intente averiguar un poco mas de aquella criatura. - Y dime, ¿tu casa esta cerca de aquí ? - sin duda alguna su hogar debía quedar a unos cuantos metros o a lo mucho algunos kilometros no podía ser posible que un digimon tan pequeño se arriesgara tanto por estos lares, - ¿ vives solo con el Puchiemon? - mas que nada aquel babydmon no parecía ser de una zona como esta

La información que tenía de esas criaturas de otro mundo era tan poca que por poco pensaba que también era considerado ''solo un mito'', pero ahora el hecho de que él corrobore con esa información tan segura por la forma en que lo ha dicho me hace pensar que esos ''humanos'' realmente existen. Me sentía muy feliz por eso, y ahora también tenía unas intensas ganas de conocer a uno, ¿Cómo serán los humanos? ¿Serán todos ellos buenos, o malos? O quizás hayan dos tipos de humanos, ¡Hay muchas teorías! ¿Pero cuál de todas podría ser la que mas encaje en su perfil?

- ¿Hm? Bueno... Si, podría decirse que está cerca, aunque a mi me cuesta algo de tiempo llegar de aquí a la casa o viceversa, es muy sencillo dar con ella ya que el camino que se sigue es completamente recto -dije sin dudas, le tenía confianza a ese digimon- Mamá Puchiemon y yo vivimos solos en esa casa, pero no corremos ningún peligro, nuestro hogar se mimetiza muy bien con el ambiente y es difícil que algún digimon malvado venga a atacarnos -hice girar mis ojos un momento, recordando algunos sermones que he logrado escuchar a lo largo de mi vida- Aunque dicen que en esta zona no existen muchos digimon que causen desastre alguno... -miré a Impmon- Personalmente, creo que solo están intentando ocultarme la verdad. Es cierto que no he visto ni oído sobre ningún accidente, pero por mi edad siempre intentan hacer que no me preocupe por cosas externas -después de pensarlo un poco reaccioné ante mis palabras y sonreí nervioso- Quiero decir, no creas que soy un digimon negativo o pesimista en lo absoluto, solo que no me gusta descartar cosas que no conozco con seguridad.

Poniéndome a pensar un poco, seguía sin conocer el nombre de este digimon. Esperaba algún momento que pudiera ser mas oportuno para preguntárselo, pero tampoco sé cuando podría ser ese momento, no creo que le moleste mi duda...

- Por cierto, no me he presentado -le sonreí- Me llamo Ryuki, y soy un Babydmon. ¿Tú como te llamas, digimon oscuro? La verdad es que nunca había visto antes a un digimon como tú, ¿Eres un extranjero?

Babydmon respondió a cada una de mis preguntas con total sinceridad, a pesar de como había sucedido nuestro encuentro este no pareció haberle causado una desconfianza con respecto a mi ser. Al terminar de hablar parecía dubitativo, si bien sus palabras podían interpretarse de forma pesimista en el momento que uno lo conocia sabia perfectamente que no era así. -  No debes preocuparte por esas cosas - dije intentando animarlo - muchas veces se intenta ocultar lo que podría preocupar o lastimar a otros -  - "aunque al final esto termine haciéndolo de igual manera" -  pensé mientras decía aquella frase.

Habían pasado unas cuantas horas desde que nuestra conversación se inicio y aun ninguno conocia el nombre del otro, fue dabydmon el primero en presentarse como Ryuki, para luego preguntarme el mio refiriéndose a mi como digamos oscuro -  jajajajaja - reí ante aquel titulo, si bien me había presentado así no es como si fuera realmente alguien que podría ser encasillado en esa categoría - me llamo Ethrios... - dije arreglando mis guantes y en voz baja, no es que fuera especialmente hábil para presentarme ante otros.

- Se podría decir que si,en el lugar donde nací puedes encontrar a muchos de a los que llaman digimon oscuros, algunos tan malvados que causar problemas es su forma de vivir - sin dudas las llamadas zonas oscuras no eran sitios agradables a pesar que no todos los habitantes fueran malvados. - Deberías tener cuidado, ya se esta haciendo tarde y por lo que se han habido ataques por estas zonas - uno de los tantos motivos que me había echo viajar a esta zona era los problemas que causaban otros digimon, no es que fuera un justiciero ni nada por el estilo, de echo poco y nada me importaba lo que sucediera a los habitantes del lugar pero podría ser que aquellos que causaran poblemos tuvieran algo de información u objetos, los cuales al arrebatarselos sirvieran para mi propio beneficio.