El ladron de las cordilleras (libre)

Me encontraba sobrevolando la formacion de montañas de la zona boscosa con mi forma de Darcmon, las imponentes montañas variaban de tamaños, algunas casi tocando las nubes de aquel cielo digital, sin embargo, mi viaje a este lugar no era para admirar ese bello paisaje, esta vez habia un motivo mas personal, estaba buscando cualquier saliente o formacion que pareciera propicia para esconderse en esas alturas

En los pueblos aledaños a ambos lados de aquellas formaciones montañosas se habian reportado multiples robos de gran variedad de objetos, todos ellos sin saber a quien atribuir la culpa, inclusive habia aldeas donde todos los habitantes se habian puesto unos contra otros protegiendo sus pertenencias, los digimons generalmente eran muy compartidos, pero este incidente habia cambiado el comportamiento en una de las zonas mas tranquilas del digimundo, mas aun cuando se habian perdido grandes cantidades de comida lo cual complicaba aun mas las cosas, mi estancia en ese lugar me habia llevado a numerosas peticiones por distintos digimons para que diera con el culpable, prometiendome muchas y variadas recompensas de lograrlo, la verdad poco me importaban aquellos regalos, el unico motivo por el que estaba haciendo esto era porque aquel humano o digimon, - que en realidad desconocia que era - habia osado robarse una de mis pertenencias, quiza no le hubiera dado la debida importancia si no se tratara de uno de los regalos mas preciados para mi, un pequeño llavero dado por mi mejor amiga como regalo de cumpleaños, y claro, ademas de las llaves de mi casa y del trabajo, pero estas eran reemplazables

- Nada - dije cansada de estar rebuscando entre aquel amplio lugar, despues de estar investigando por unos dias habia dado con un babamon que vivia solitario en una de las cabañas de una zona pantanosa, me habia dicho que tambien habia sufrido de aquellos robos, pero por suerte habia logrado ver al ladron, o por lo menos la silueta de este correr hacia las montañas sin detenerse, junto con el botin, ese mismo dia supe que no era el unico digimon que lo habia logrado ver, aunque algunos decian haber visto un gatomon, un impmon, un bearmon, hasta un agumon y un demidevimon, quiza habian confundido la silueta, o habia mas de un digimon actuando en estos robos, yo no corri con la misma suerte, no logre darme cuenta del momento en el que me habia sido arrebatado aquel objeto, pero no podia rendirme, segui avanzando hasta quedarme sin energias para mantener esa forma, tenia ya varias horas sobrevolando aquellas montañas, cambien a mi forma gatuna para seguir con la busqueda, quiza tendria mas suerte por tierra, aunque eran mas de 10 montañas en las que buscar

- esta sera una larga semana - dije antes de empezar a correr cuesta arriba entre las rocas y arboles, manteniendo mis sentidos afinados, sabia que no era la primera persona o digimon en tratar de encontrar al culpable, pero la mayoria de ellos se habian dado por vencidos, y algunos mas aún trataban de dar con su paradero, los mas persistentes llevaban 2 o 3 semanas buscando, los robos habian comenzado un mes atras, y si alguien no paraba con esto no queria saber como terminaria toda esta zona

Hepokomaru y su fiel compañero DemiVeemon habían llegado al Digimundo a través del PC del muchacho y gracias al Digivice que poseía el mismo. La verdad es que ninguno de los dos estaban enterados de los problemas que había en las Zonas Montañosas, ellos tan solo iban a hacer algo de alpinismo para descansar de tantas luchas contra Digimons que invadían su mundo, el Mundo Humano. Después del viaje Digital a través de su ordenador, tanto el Tamer de ojos dorados y cabello plateado y su compañero, quién se había convertido en Veemon, un Digimon con aspecto de dinosaurio bípedo de color azul con un gran espíritu de pelea.

Las zonas montañosas se ven bien y tranquilas- dijo Veemon contemplando el paisaje de un día soleado a través de varias montañas altas que se erigían alrededor del poblado donde habían aparecido, un poblado lleno de Digimons que cualquiera se esperaría encontrar en esa zona, Digimons fuertes, robustos y tranquilos. Todo esto lo iban observando ambos mientras caminaban.

¿Tú crees? Yo noto un ambiente tenso en el lugar- respondió Hepokomaru observando que, aunque no todos, si que había varios Digimons que miraban con desconfianza al resto de Digimons, es más, incluso un Gotsumon, al que señaló Hepokomaru momentos después para que también mirase Veemon, se puso en posición defensiva cuando vio aparecer a otro Gotsumon, desatándose una pelea entre ambos, primero verbal y, más tarde, física, siendo separados por algunos Digimons del lugar al poco tiempo de empezar con la refriega.

¿Qué pasará aquí?- Veemon parecía sorprendido tras contemplar la escena, mientras que Hepokomaru y él se decidían a ir hacia un restaurante de fideos regentado por un Tapirmon, un Digimon con forma de Tapir, un elefante enano, por así decirlo.

No lo sé Veemon- se encogió de hombros el peligris sin comprender, dirigiéndose luego al Tapirmon que servía y preparaba la comida él mismo, después de sentarse en los característicos taburetes circulares, dispuestos a almorzar un buen plato de los fideos- Pónganos dos cuencos de fideos, por favor- anunció Hepokomaru, haciendo la señal con sus dedos de que quería dos cuencos, pagando la cantidad exacta que valían, según un cartel que había a la entrada del restaurante.

¡Marchando dos raciones de fideos!- dijo el Tapirmon de manera alegre mientras se disponía a cocinarlos en una cacerola que tenía allí mismo, después de haber recogido el dinero del Tamer y haberlo guardado.

Disculpe, Tapirmon, ¿tiene alguna idea de por qué esos dos Gotsumons casi se pelean?- recordó la pelea de los dos Gotsumons mientras recordaba a los presentes el suceso acontecido hace escasos minutos. Los Digimons a los lados del Tamer y Veemon, les miraron también: se trataban de un Coronamon y una Lunamon, dos Digimons mamíferos: uno parecía un león de fuego con símbolos de soles en las aberturas de su cuerpo por el que manaba un intenso fuego. Era de color naranja y poseía garras de color amarillo. Lunamon, por otra parte, parecía una especie de pequeña hada-conejo con un vestido y con el símbolo de una luna en su frente.

Parece ser que hay unos ladrones por esta zona- comentó el Coronamon mientras saboreaba su cuenco de fideos, pidiendo otra razón, disfrutando de esa excelente comida hecha por Tapirmon.

Gracias Tapirmon- dijo Lunamon viendo que Tapirmon le servía su propio cuenco- cierto, a mi ayer me robaron un collar de perlas de Syakomon, el cual era un regalo familiar transmitido de generación en generación- dijo tristemente Lunamon mientras suspiraba- supongo que no merecía llevarlo...`

A mi me robaron varios utensilios de cocina... sin ellos, no puedo cocinar tan bien como antes- sentenció Tapirmon echando un bufido de frustración mientras miraba a los recién llegados Hepokomaru y Veemon y les servía sus dos cuencos de fideos- Que aproveche...

Oh vamos, ¡no necesitas ningún utensilio más para cocinarlos! ¡Te han quedado de miedo!- sonreía Veemon mientras disfrutaba del sabor de dichos fideos y veía que su Tamer y sus dos compañeros de barra también disfrutaban de los fideos.

Veemon tiene razón- Hepokomaru asintió sonriendo, también disfrutando de dicha comida- ¿y alguien sabe algo acerca de la identidad del sujeto?- no obtuvo respuesta verbal, pero los tres Digimons, Coronamon, Lunamon y Tapirmon, negaron con la cabeza al únisono.

Continue mi busqueda hasta por lo menos haber recorrido una de las montañas, me tomo varias horas debido a mi velocidad y sentidos gatunos, quiza en lugar de estar en alguna cueva habian creado una base secreta, con esto en mente segui avanzando al pendiente de cualquier cosa que no encajara con el lugar alrededor

desafortunadamente en aquella montaña no habia nada malo en particular, quiza algunos digimons no muy amigables a los que tuve que burlar para poder seguir avanzando en algunos tramos, como un fugamon y un Jyureimon, pero no podia entretenerme con ellos, las descripciones del ladron siempre hacian referencia a un digimon pequeño, y todos los que habia logrado toparme eran realmente tranquilos, algunos ni estaban enterados de los robos

- Deberia descansar por hoy - dije sentandome en una roca al pie de la montaña, habia dejado mis pertenencias en el pueblo donde estaba anteriormente, encargandoselas a uno de los dueños del lugar donde estaba pasando las noches, volvi a tomar mi forma humana y camine el corto tramo que me separaba del pueblo

Al llegar el ambiente seguia igual de tenso que cuando me fui, pase sin cuidado por las calles hasta llegar a la posada y despues de pedir mis cosas entre a mi habitacion, esta noche la pasaria vigilando os alrededores, asi que sali con mi bolsa y me dirigi a algun lugar donde sirvieran comida, tenia que tener el estomago lleno si queria soportar toda la noche, me mantuve revisando los mapas que habia conseguido mientras pedia un plato de fideos, la tarde se estaba acabando al igual que aquella luz que iluminaba, los digimons habian empezado a encender las antorchas del local para tener mas luz, yo me concentre en el mapa marcando las zonas que habia visto y la ruta a seguir el dia siguiente si es que no encontraba nada

- Gracias - le conteste al tapirmon dejando mis documentos de lado y empezando a disfrutar de mi comida de manera silenciosa, parecia una noche tranquila, pero cuando los ladrones se presentaban eran precisamente estas noches en que el ambiente los hacia bajar la guardia

Veemon y Hepokomaru seguían conversando con Tapirmon, Coronamon y Lunamon. Al poco tiempo de que estos dos últimos Digimons terminasen de cenar, se marcharon con paso firme, al ver que caía la noche, pues debían refugiarse en sus casas y vigilar sus más preciadas pertenencias. Sin embargo, Veemon aún seguía pidiendo boles de fideos, los cuales, aunque Hepokomaru ya se había llenado con tres de ellos, seguía pagándole la comida al Tapirmon que los servía encantado.

¿Aún sigues con hambre, Veemon?- con una sonrisa vio acercarse a una chica de largos cabellos oscuros con un mapa que pidió uno de los boles de fideos, mientras se lo comía en silencio.

¿Para qué te voy a engañar Hepo? ¡Claro que sí!- dijo el pequeño pero hambriento Digimon dinosaurio de color azul que devoraba los fideos sin percatarse de la presencia de la chica, mientras Tapirmon comenzaba a recoger sus utensilios- ¿ya estás recogiendo, Tapirmon?- preguntó Veemon incrédulo al ver que Tapirmon guardaba todos sus utensilios e ingredientes de cocina en un lugar seguro.

Si, ya es muy tarde y además... No quiero que el ladrón ande rondando por aquí- dijo Tapirmon con un asentimiento de cabeza mientras se despedía de los muchachos, apunto de cerrar su restaurante y llevándose todas sus cosas importantes, cuando... de repente... un fuerte ruido se oyó a lo lejos.

¡¿Qué es eso?!- se sobresaltó Hepokomaru intentando descubrir el origen de ese ruido, mientras Veemon se comía con rapidez el bol de fideos, para que Tapirmon lo guardase con posterioridad.

un fuerte ruido se escucho a lo lejos, eso era indicativo de que me quedaria sin comer lo suficiente, por suerte llevaba la mitad del plato, ya buscaria donde mas comer mas adelante, deje la comida en ese momento y sin pensarlo meti los documentos de golpe y sali corriendo a buscar el causante del ruido

se oian algunas quejas a lo lejos, y antes de llegar a perder a los ladrones me transforme en Darcmon y sali volando en aquella direccion, lo que habia sucedido estaba a 3 calles de donde me encontraba, al parecer habian atacado una de las casas de la zona, la puerta de la casa estaba por completo destruida, como si alguien la hubiera derribado con un ataque, inclusive parte de esta estaba estampada contra la pared de la casa al frente de aquella entrada, baje con rapidez para buscar si algun digimon habia salido herido

- Darcmon, ¿eres la tamer que esta tras estos casos cierto? - me pregunto un terriermon que habia corrido al verme aterrizar

- Algo asi - dije no muy convencida

- nos atacaron varios digimons, acaban de salir corriendo en esa direccion - señalo el noroeste, no pregunte mas, encontrando a los ladrones obtendria detalles de como habian logrado hacer eso y quienes habian sido, ahora la prioridad era encontrarlos

- Gracias - dije emprendiendo vuelo nuevamente, segui la misma direccion hasta la salida del pueblo y aun mas alla, quiza habian cambiado de rumbo... o eso pensaba hasta que vi una sombra entre los arboles, me mantuve sobrevolando alto siguiendola, pronto aparecio otra a aproximadamente un metro de la anterior, despues de estarlas siguiendo por unos minutos, conte 5 en total, ambas moviendose entre la oscuridad de manera rapida y muy sigilosa

llegaron a un punto entre dos de las montañas cerca del pueblo donde de pronto las 5 sombras desaparecieron haciendo un mismo movimiento, baje rapidamente quedando como Mikemon y explorando la zona, por suerte con este digimon el sigilo era algo realmente facil "bien, por lo menos he reducido la zona de busqueda" pense mientras avanzaba con total calma cuidando no hacer el menor ruido al caminar

despues de estar dando vueltas sin salir de la zona por mas de media hora me di por vencida, decidi esperar en las ramas de un arbol que elegi, un poco mas alto que los demas que me dejaba ver perfectamente toda la zona, me sente en aquella rama y me mantuve completamente alerta, los ladrones generalmente atacaban mas de una vez si tenian suerte de haber salido victoriosos, asi que quiza era cuestion de esperar

Tras escuchar el potente ruido, Veemon comenzó a correr hacia la dirección de donde provenía el ruido. Sin embargo, Hepokomaru miró hacia atrás y vio que Tapirmon ya se había, ido y que aquella muchacha se había levantado corriendo de su asiento y comenzaba a correr también de forma rápida, adelantando en poco tiempo al Digimon azulado de Hepokomaru. Sin pensárselo dos veces, el Tamer de cabello plateado siguió a su Digimon que le esperaba impaciente.

¡Vamos Hepo! ¡¿Qué haces ahí parado?!- Veemon parecía enfadado, pero luego emitió una sonrisa al ver que su compañero se aventuraba junto a él para descubrir el origen de aquél potente ruido.

Tras correr durante un tiempo, se detuvieron en un lugar, mientras veían volar a un Digimon ángel después de hablar con un pequeño Digimon conejo de color verde llamado Terriermon. Detrás de él había una casa con la puerta destrozada, cuyos restos estaban desperdigados por todas partes.

¿Qué ha pasado aquí, Terriermon?- preguntó Hepokomaru asombrado al ver la puerta totalmente hecha añicos, era imposible de reparar los desperfectos, tendrían que poner otra puerta.

Nos atacaron varios Digimons, querían robar ciertos objetos valiosos en nuestra casa, por favor, detenedlos, una D'arcmon se fue volando detrás de ellos, ayudadla y recuperad nuestros objetos- decía el pequeño Terriermon llorando, más que de tristeza, de rabia y de furia. Parecía como si quisiera atacar y destruir a esos Digimons por si mismo.

Lo haremos, tranquilo- dijo el Tamer de ojos dorados al asentir, dirigiéndose después con paso firme y acompañado de Veemon por el camino que les había marcado Terriermon con anterioridad. La verdad es que no sabían cuántos ladrones eran, pero sabían una cosa: eran más de uno, por lo que había que extremar las precauciones.

Se habían internado de cabeza en una especie de bosque allí arriba, en la cordillera. Se suponía que por allí debían andar cerca los Digimons ladrones, por lo que Veemon se dispuso a olfatear el aire, intentando distinguir algún que otro olor característico, similar al que había olfateado anteriormente en la casa derruida cuando Hepokomaru y Terriermon estaban hablando.

¿Hueles algo Veemon?- preguntó ilusionado Hepokomaru mientras continuaban caminando de manera rápida, pero su Digimon se encogió de hombros.

Es posible, pero el olor de esos Digimons se confunde con el resto de los Digimons que viven por aquí, no estoy seguro de hacia dónde se han podido dirigir- negó con la cabeza Veemon mientras observaba decepcionado a su Tamer.

Oh, bueno, ¡no pasa nada!- una sonrisa del Tamer hizo que su Digimon se alegrase- los buscaremos de la manera tradicional.

estaba comenzando a aburrirme en aquella rama, solo habia movimientos leves algunos causados por el viento y algunos mas por otros digimons grandes en la zona, al menos habia descartado que fueran de otro nivel aparte de rookie, ninguno de ellos tenia tanto tamaño

de pronto pude ver una silueta muy peculiar a la distancia, deje que se acercara, despues de todo mi objetivo era saber donde se escondian, no podia atacarlo antes de que me revelara eso, tenia el tamaño de aquellos digimons, asi que agudice mis sentidos conforme se aproximaba, al parecer venia charlando con alguien o algo

al estar a una distancia favorable pude darme cuenta que se trataba de un veemon, aunque para mi infortunio venia acompañado de un tamer, asi que descarte que fuera parte de todo el problema, a pesar de eso no iba a bajar a saludar despues de mantener mi presencia oculta, termine por quedarme en aquel sitio observandolos, quiza ellos tuvieran mas suerte que yo encontrando la guarida, despues de todo tenian el olfato de aquel digimon el cual era mas sensible que el de mikemon, me mantuve a una distancia prudente para no revelar mi posicion, y a la vez para atacar en caso de que las cosas se complicaran

de pronto una sombra paso justo enfrente de ellos, un agumon, lo pude ver con claridad, salio de entre un arbusto y se perdio entre la maleza del lugar, trate de seguirlo con la mirada pero desaparecio casi tan rapido como habia llegado, quiza esos dos podian seguir mejor el rastro, asi que espere a ver como actuaban en esa situacion

Mientras caminaban, una sombra apareció corriendo delante de ellos. Parecía ser bastante parecida a la descripción que había dado el Terriermon sobre uno de los ladrones. De hecho, esa figura les resultaba muy familiar: era un Agumon, similar al Digimon compañero de su amigo Demyx. Sin embargo, no era cien por cien igual, pues, a diferencia del Agumon amarillo que conocían, éste era más bien de color negro. Era un BlackAgumon y, si no se habían fijado mal, llevaban una especie de pañuelo en la boca con el que se cubría el rostro, algo muy utilizado en el Mundo Real para que los ladrones no fuesen reconocidos.

Deberíamos perseguirle- dijo urgente Hepokomaru a su Digimon azulado que asentía, pero luego intentaba averiguar con la vista dónde podría esconderse ese BlackAgumon. Sin éxito, entonces el Digimon dinosaurio comenzó a olfatear tal y como lo había hecho momentos antes, señalando luego con uno de sus delgados dedos un matojo de hierbas y arbustos a unos 10 metros delante suyo.

¡Está huyendo por ahí!- gritó Veemon, como si quisiera que el BlackAgumon se diese cuenta de que iban tras él, comenzando luego a perseguirle tanto Hepokomaru como Veemon. Lo perseguían incansablemente, es más, Veemon, poco a poco lo estaba alcanzando, por lo que decidió coger fuerzas y propulsarse como si de un misil se tratase hasta el BlackAgumon- ¡Vee Cabezazo!- sin embargo, el BlackAgumon consiguió esquivar el ataque del Digimon, pero el Tamer de cabellos grisáceos logró llegar hasta donde se encontraba Veemon, ayudando a que éste se levantase.

¡A la próxima le cogeremos!- le animó Hepokomaru, como si no le importase que Veemon hubiese fallado, cuando en realidad era así, no le había fallado, tendrían más ocasiones- ¡No pierdas el rastro Veemon! ¡Debemos capturar a ese BlackAgumon! ¡Sabe algo, estoy seguro!.

¡Recibido, Hepokomaru!- volvió a adelantarse a su Tamer el Digimon Dinosaurio azulado para intentar perseguir a esa mancha negruzca que huía de ellos.

Aquel par en verdad habian sido de utilidad para perseguir aquel digimon, sali corriendo entre las ramas de los arboles, aunque llego un momento en que tuve que bajar por falta de camino, e ir corriendo paralelamente sin perderlos de vista, aquel digimon seguia delante de ellos e inclusive habian tratado de alcanzarlo con un resultado en parte gracioso, el veemon era realmente rapido si se lo proponia, aquel ataque por suerte habia echo que el digmon cambiara su rumbo, quiza para perderse de vista, por fortuna habia girado a la direccion donde yo me encontraba asi que ahora era mi turno para detenerlo, por lo visto iba hacia la aldea, asi que no servia de nada seguirlo

El digimon ladron atraveso otros arbustos, me coloque justo al frente de donde saldria, y al momento de verlo lo detuve - !Alto! - le grite viendolo fijamente y sacando mis garras, no pensaba dejar que pasara de aquel sitio, pero aquel Blackagumon me miro desafiante y trato de huir por uno de los costados, fui un poco mas rapida que él, saltandole encima, por suerte mi apariencia como digimon era especialmente buena en este sentido, asi que pronto quedo bajo mis garras - Te tengo - dije haciendo presion sobre sus garras con las mias, pero antes de hacerle alguna cosa o preguntarle algo, el digimon se defendio

- Flama... - apenas pude oir esto salte hacia un lado, cuando completo su ataque una pequeña flama salio disparada hacia arriba, tuvo suerte de ser tan pequeña que no ocasiono mas que unas hojas quemadas sin resultados graves, el digimon aprovecho que me habia retirado para huir nuevamente, yo me levante y me sacudi un poco la tierra que se habia pegado en mi pelaje, al parecer estaban bien entrenados, no cualquier digimon atacaba de esa forma tan directa, comence a correr detras de él, a sabiendas que en cualquier instante aquel par me alcanzarian, pero al menos podria ahora servirles de distractor manteniendo su atencion sobre mi

Un grito del BlackAgumon puso tanto a Hepokomaru como a Veemon sobre la pista del mismo. Parecía que había otras personas o Digimons persiguiendo a aquél Digimon reptilíneo, pues el grito del mismo provocó un ataque en forma de bola de fuego. Tanto el Tamer como el Digimon intentaron tenderle una emboscada, aunque deberían de confiar en su suerte, pues no sabían de dónde provenía el ataque. De todas formas, intentaron orientarse por la zona en la que había un par de hojas quemadas hace unos escasos 30 segundos. Ambos aguardaron quietos y callados en unos matorrales, cuando, de repente una mancha negruzca salió corriendo, como huyendo de algo. Preparando una buena emboscada, Hepokomaru agarró de las azuladas patas a su Digimon compañero lanzandolo contra el Digimon negro que, al ver un destello azul ir contra él, se asustó, quedando inmóvil.

¡Vee Puñetazo!- como si de un cohete a reacción o de un superhéroe se tratase, Veemon dispuso sus dos brazos hacia delante, para impactar con ambos hacia la cara del Black Agumon. Rápidamente y recuperándose del golpe, Veemon se puso encima del BlackAgumon y, para que éste no escapase, con sus manos le cerró la boca al BlackAgumon impidiéndole atacar, mientras que con sus pies terminados en garras, inmovilizaron los brazos del BlackAgumon- ¡Hepokomaru! ¡Traéme una cuerda o algo para atarle la boca y los brazos!

[b]Entendido- asintió el Tamer de cabellos plateados mientras buscaba varias raíces y lianas de los árboles caídos, improvisando así unas esposas y una mordaza, ayudando a su compañero Digimon a inmovilizarle tanto sus extremidades superiores e inferiores como la boca del Digimon bandido. La verdad es que el Tamer estaba sorprendido al contemplar lo resistentes que eran esas raíces y lianas, pues el BlackAgumon se resistía, incapaz de poder quitarse las mismas ataduras caseras- Bien, BlackAgumon, y ahora no te vas a escapar- comenzó a buscar Hepokomaru en la bolsa que llevaba el BlackAgumon y encontrando los objetos que le habían robado tanto a Lunamon como parte de los que le habían robado a Tapirmon. Pero estaba seguro de que él no podía ser el único Digimon ladrón, pues no había encontrado ni rastro de los objetos que le faltaban al Terriermon.

me habia detenido abruptamente al haber visto como aquel blackagumon era atacado por aquellos dos, su estrategia no era mala, y consiguieron movilizarlo ayudandose el uno al otro, me mantuve escondida hasta que lo tenian completamente atado y habian recuperado una bolsa que al parecer el digimon llevaba encima, no me percate de ese detalle antes, o quiza la habia tomado en la persecusion, puse atencion a cuantas cosas salieron de aquella bolsa echa de un material parecido al cuero, echo rusticamente como acostumbraban en algunos pueblos, aunque ninguna de las cosas eran la que habia estado buscando, eso me decepciono un poco, probablemente tenian algun almacen donde los saqueos a otros lugares se encontraban ocultos, aunque no me dieron oportunidad de pensar en otra cosa, senti una leve presencia que hasta ahora no habia notado pasando a unos metros cerca mio, no era solo una, y supuse que aquel veemon tambien se daria cuenta, ya que su olfato los delataria, aun asi eran increiblemente rapidos comparados con otros digimons que habia conocido

pronto estaban rodeados de 5 digimons mas, pude ver un bearmon con gorra y aditamentos negros en lugar del acostumbrado azul, un Black Guilmon, un black tailmon, un gabumon tambien de color negruzco y un impmon conformando el equipo, todos con mirada furiosa, tenia demasiada suerte de que no repararan en mi, aunque por la mirada leve que el tailmon me habia dado sabia que ellos ya me habian visto, supuse que no tenia caso seguir escondiendome asi que de un salto quede cerca de donde estaba el chico y su digimon

- Entregalo - dijeron de la manera mas macabra posible, todos al unisono, me coloque en posicion defensiva sin perder de vista al digimon que habian capturado esos dos, les hable dejando las presentaciones para otra ocasion

- supongo que les ayudare ¿tienen alguna idea? - mi plan de ofrecer llevarlos yo misma no estaba disponible, quiza podria cargar al chico o a ambos digimons en mi siguiente etapa pero a todos al mismo tiempo era casi imposible, y ya que no conocia nada sobre ellos no sabia si V-mon tenia la energia y fuerza suficiente para digievolucionar - quiza pueda con dos si me esfuerzo, aunque tendrian que encargarse del resto y no pienso dejar a ese black agumon sin supervision - les dije sin mirarlos, esperando obtener alguna respuesta, aunque tambien podia lanzarme a los enemigos sin preguntar pero sabia que de no hacer algun plan fracasariamos y no pensaba seguir esperando otro golpe de suerte como este

iba a evitar revelar mi siguiente nivel a toda costa, ya que eso solo haria que los digimons se dispersaran y mis alas no me permitirian seguirlos de cerca, por el momento el parecer mas debiles nos favorecia y si V-mon tenia una digievolucion que nos ayudara mas seria mas conveniente, aquellos digimons no se movieron, como a espera de algun movimiento en falso por nuestra cuenta o quiza estaban siguiendo alguna orden impuesta por algun otro digimon, eso tendriamos que descubrirlo nosotros mismos