metiendose en problemas (LIBRE)

De las baldías e inhóspitas tierras de la zona árida en la que prácticamente no había flora alguna, Koga llego a una frondosa y fértil zona verde, anduvo durante horas por un largo y sinuoso camino que le parecía no tener fin, escucho moverse a los arbustos de su alrededor, no sabía de donde salió una misteriosa voz
-un humano, no es muy común ver uno por estos lares-
-¿Quién es?-pregunto Koga mirando a su alrededor posando su mirada en todo lo que le pareciera sospechoso.
-no parece llevar encima nada que merezca la pena, marchémonos a buscar a otra presa-los arbustos se movieron de nuevo, algunas ramas crujieron y esos ruidos en apenas unos segundos todo volvió a ser silencioso, Koga se pudo relajar y continuar su camino por el bosque una vez recorrido alzo la vista y ante él se extendían hectáreas enteras de plantaciones de arroz
-¡guau!, es increíble-dijo Koga impresionado contemplando las plantaciones de arroz que se extendían hasta donde su vista alcanzaba, al fijarse mejor observo como los campos estaban a medio plantar, siguió andando entre los pequeños caminos de los lados con la mirada puesta en los campos de arroz siendo los primeros que veía en toda su vida. En poco menos de un cuarto de hora con los pies cansados avisto una pequeña aldea con un diseño cercano a la de las poblaciones rurales de Japón o china. Llego a la aldea, los Digimon que lo habitaban enseguida pusieron su atención en él, entre todos ellos no había ningún Digimon que superara el nivel adulto. Comenzó a sentirse inseguro con la mayor parte de los aldeanos mirándole como si no fuera bien recibido volviendo la mayoría de los Digimon a su respectiva tarea pendiente. Con el cansancio y la sed del viaje paro en el pozo de piedra que suministraba agua a la aldea, cogió la cuerda y ascendió el cubo lleno de agua posándolo sobre la piedra, lo alzo tomando un largo trago, metió las manos y se lanzó el agua a la cara para refrescarse un poco.
Escucho un gran alboroto procedente de la enfermería de la aldea en el que media docena de Digimon estaba amontonados en la entrada con aire de preocupación  
-¿Qué pasara ahí?-pregunto Koga, se arrimó mirando todo lo que podía con los Digimon que no le dejaban pasar pero puro mirar a su interior. Dentro había una palman tendida en el suelo con muy mal aspecto
-hace poco atacaron de nuevo-dijo una Floramon. Ya es la cuarta vez de lo que va de mes-. Esa Floramon se marchó corriendo. Koga dio un último vistazo a la Palmon y se alejó de la enfermería. Koga se preguntaba lo que habría podido suceder y siguió a esa Floramon hacia las afueras de la aldea, la pequeña Digimon se sento y comenzó a llorar. Koga sin dudarlo se acercó a ella y se arrodillo  
-¿estás bien?-pregunto Koga
-no, no lo estoy, esos atacaron y no han hecho nada para detenerles-dijo la Floramon
-¿a quienes te refieres?-
-a una banda de malvados Mushroomon que llevan atormentando esta aldea desde hace dos meses y robando nuestras cosechas de grano de arroz-respondió la Floramon. Ellos atacaron a mi hermano y le dieron una paliza, y encima le envenenaron, pereció al veneno que esos desgraciados le pusieron. Koga puso cara de enfurecimiento y apretó fuertemente sus puños
-no te preocupes, yo me asegurare de que esa banda page por lo que ha hecho lo prometo-dijo Koga poniendo su mano sobre el hombro de Floramon
-no podrás, por suerte acabaras como Palmon, tendido en el suelo de la enfermería, paralizado y sufriendo los efectos del veneno por todo tu cuerpo-Floramon se tapó la cara para seguir llorando. Koga se levantó furioso y corrió hacia el bosque “seguro que eran ellos, los que me estuvieron espiando en el camino del bosque”. En una hora llego a donde escucho a los Mushroomon, cogió aire y lanzo un grito furioso
-¡¡Mushroomon, aquí estoy, no permitiré que sigáis con vuestras fechorías, salid si sois valientes!!-su enorme grito recorrió el bosque y continuo repitiendo lo mismo en diferentes sitios, en media hora estaba agotado y casi afónico, tras el salto un Mushroomon, otro frente a él y un tercero a su derecha
-¿osas enfrentarte tu solo a nosotros?-pregunto el Mushroomon de detrás sonriente. Los humanos sois realmente estúpidos-.
-¡déjate de cháchara, me he enterado de lo que hacéis y os pienso detener aunque me deis una paliza y me envenenéis!-grito Koga
-veamos si eres tan valiente como dices ser-dijo el Mushroomon de detrás. ¡Venga chicos, divirtámonos dándole una paliza para que aprenda!-. los tres se abalanzaron sobre el a la vez golpeándole cada uno en un lugar distinto, el primero que venía de frente le dio un puñetazo en el estómago, el segundo que le llego desde la derecha le dio una patada en la pierna y el de atrás le dio un cabezazo lanzándole contra el suelo
-¡esto todavía no ha acabado!-grito Koga tratando de alzarse dolorido. Al abrir los ojos su visión estaba borrosa sin poder lograr ver con más claridad notando como su cuerpo se debilitaba a un ritmo acelerado
-¿pero qué… me pasa?-murmuro Koga con su voz desvaneciéndose
-que te diviertas con el veneno que te hemos puesto en el cuerpo-dijo un Mushroomon, los tres Digimon se alejaron riéndose a carcajadas

Era un caluroso día en el digimundo -Cuanto calor hace aquí, ojala pudiera descansar pero necesito encontrar algún lugar donde quedarme, sigo siendo un digimon pero eso no quiere decir que pueda quedarme por hay a descansar.-, eran las palabras que me dije a mi mismo antes de seguir caminando por este bosque que parecia no tener fin.

-Ya quiero ser otra vez un humano, esta bien ser un digimon pero ya llevo demasiado tiempo siendo un digimon., pero este pensamiento fue cambia rápidamente cuando encuentro un arrozal y entonces me dije a mi mismo, -Si hay un arrozal tan perfectamente ordenado significa que hay un pueblo cerca, debo saber ahora en que dirección caminar.-, entonces me puse a caminar atravesando el campo de arroz esperando a encontrar el pueblo y así fue, era un pueblo lleno de floramon, los cuales parecían un poco alterados y preocupados.

-Aquella persona necesitaría ayuda para lidiar con los Mushroomon pueden llegar a ser muy violentos.-, dijo un floramon, yo me sorprendí al escuchar que había otra persona y que fue a enfrentarse sola a los Mushroomon que al parecer aterrorizaban al pueblo y a los floramon.

-Hacia donde se fue esa persona?-, pregunte sin siquiera presentarme, ya sabia que un humano normal le seria muy difícil enfrentarse a un digimon solo, los floramon señalaron una dirección y corrí rápidamente en busca de aquella persona.

Mientras corría escuchaba unos gritos, sabia que era el enfrentándose a los Mushroomon, pero cuando llego al lugar donde provenían los gritos encuentro a una persona tirada en el suelo y sin rastro de los Mushroomon, -Este debe ser aquella persona que mencionaron los floramon, espero no haber llegado tarde.-, ese fue el primer pensamiento que se me cruzo por la mente en ese momento.

Corrí a ayudarlo esperando a que no fuese demasiado tarde y para su suerte aun tenia respiración y parecía estar un poco consciente aunque muy débil, parece que había sido envenenado, -No te preocupes amigo, yo te llevare con los floramon a que te recuperes.-, le dije mientras lo levanta para ir de camino al poblado y que se recuperara antes de ir a por los Mushroomon que atacan al pueblo.

Koga estaba en el suelo con el veneno de los Mushroomon expandiéndose hasta el último centímetro de su cuerpo, debilitándolo a un nivel extremo siendo incapaz de moverse por mucho que quisiera sin ni siquiera ser capaz de sacar la fuerza suficiente para poder arrastrase por el suelo como un simple gusano, los efectos del veneno causaron que sus sentidos comenzaron a desvanecerse uno tras otro, con el ojo derecho únicamente abierto solo veía la más absoluta oscuridad, su sentido del habla había quedado totalmente silenciada siendo totalmente incapaz de gritar para pedir ayuda y su sentido del oído estaba siendo el siguiente en caer al sentir como dejaba de escuchar el sonido del viento agitando las copas de los árboles “este no puede ser el lugar en el que yo muera, no a causa de un veneno” pensó Koga, una voz llego a sus oídos casi inhabilitados “¿Qué voz será la que estoy escuchando?, ¿acaso estoy comenzando a sufrir alucinaciones por culpa del veneno que está corriendo por las venas de mi cuerpo hecho de datos?” pensó Koga. Sintió como fue cogido y levantado, por el sentido del tacto todavía funcionando pudo sentir que tenía una piel llana, su mano paso por casualidad por la cola “un Digimon” pensó Koga. Por la cercanía de sus brazos al suelo pudo deducir que el Digimon que lo estaba cargando tendría aproximadamente algo más de la mitad de su estatura. Siendo cargado por ese desconocido Digimon Koga perdió el conocimiento. No llego a recuperarlo hasta cierto tiempo después. Sus ojos se abrieron viendo como había recuperado el sentido de la vista que cada vez estaba menos borrosa. A su olfato llegaba el suave olor de un incienso encendido a su derecha vio su camisa y los pantalones perfectamente plegados con los zapatos al lado
-una aguja más por aquí-murmuro una voz, Koga miro a un Floramon clavándole una aguja más en su joven cuerpo que estaba con agujas clavadas desde los brazos y el cuerpo hasta llegar a los pies
-¿Dónde… estoy?-pregunto Koga con todavía algunas dificultades al hablar
-has logrado despertar, nos habíamos preocupado mucho cuando supimos que alocadamente te fuiste a enfrentarte solo a esos Mushroomon-respondió la Floramon. Gracias al destino que un Veemon te encontró y amablemente trago a tiempo para que con nuestro antídoto hecho a base de hierbas te pudiera expulsar la mayor parte del veneno de tu cuerpo-.
-¿y qué pasa con esas agujas que me estas clavando?-pregunto Koga
-te estoy realizando acupuntura, es una milenaria técnica con la que me asegurare de que el veneno deje de afectarte a los músculos y puedas moverlos con más efectividad además de que te disminuyan el dolor de esos feos golpes que te dieron esos Mushroomon y que se nota por los distintos moratones que tienes por distintas partes de tu cuerpo, además como eres un humano y nunca se la he practicado a ninguno me ha costado mucho adivinar donde tenía que clavártelas-dijo la Floramon. El lado bueno es que seguramente tú serás el primer humano al que se le ha realizado la acupuntura en el Digimundo por un Digimon, siéntete orgulloso de ello-.
-si tú lo dices-dijo Koga. Minutos después, la Floramon le quito las agujas para que pudiera levantarse, Koga se puso de nuevo la camisa, los pantalones y los zapatos. Aun le resultaba un poco difícil mantenerse de pie
-cuidado, el antídoto te habrá eliminado gran parte del veneno pero no todo, tu cuerpo todavía tardara un tiempo en poder volver a estar en plena forma-dijo la Floramon
-gracias Floramon-dijo Koga con una reverencia
-no me las des a mí, dáselas al Veemon que te trajo-dijo la Floramon
-¿y donde esta?-pregunto Koga. Me gustaría conocerle y darle mi agradecimiento por haberme salvado la vida-.

Después de llevar al muchacho con los floramon a que lo sanaran me quede sentado fuera del "hospital" donde el se encontraba, en lo que espero se me acerca un Floramon y comienza a contarme el porque ese muchacho fue a combatir a los Mushroomon, me sorprendió un poco su tenacidad, ya que según el Floramon que me estaba hablando el fue en la búsqueda de los Mushroomon sin dudarlo un segundo, -Es un buen chico al parecer, ojala y le lleguen a sacar todo el veneno de su organismo para así ir ambos a derrotar a los Mushroomon que causan estragos en el pueblo.- , le comente al Floramon mientras detrás nuestro se escuchaban pasos, era el que ya estaba apunto de salir.

Me levante para presentarme con el muchacho, -Hola, mucho gusto, mi nombres es Azashiro Starrk pero puedes llamarme Starrk-, le dije con una pequeña sonrisa en el rostro tratando de mostrarme amigable; el ya parecía estar un  poco mejor a como lo había encontrado antes, -Ya veo que estas mejor, pero debes aprender que en este mundo casi cualquier criatura es mas fuerte que un humano así que cuidado para la próxima.-

En una pequeña pausa que hice recordé que aun era un digimon y me presente como si aun fuese humano así que continué diciéndole, -Soy un humano como tu pero ahora mismo estoy atrapado en este cuerpo de digimon, pero solo hasta que encuentre como liberar al guerrero legendario del DigiSpirit o al menos eso es lo que me dice mi Digivice.-, diciéndole esto materializo mi Digivice en mi mano y se lo muestro.

Para acabar ya de hablar de dije, -Tenemos que ir a por los Mushroomon juntos, puede que un humano solo no pueda pero con el poder de un digimon la cosa cambia y mas si se combinan ambas cosas en un solo cuerpo, así que dices, unimos fuerzas?-, me quede viéndolo con una leve sonrisa y extendiendo mi mano hacia el esperando escucharlo hablar.

Estirándose un poco, Koga salió de la enfermería viendo al azulado Veemon acercándose a él. Koga se sorprendió bastante cuando el conto que en realidad era un humano atrapado en el cuerpo de un Digimon. Cuando el termino de hablar le toco a él.
-te agradezco de vedas por salvar mi vida trayéndome hasta aquí-dijo Koga estrechándole la mano al tamer. Me llamo Koga Savarin y vengo de España. Si me preguntaras si soy un Tamer o estoy destinado a tener un compañero Digimon no sería capaz de responderte, la Mervamon que me trajo hasta este mundo el día de mi cumpleaños no me dijo que me tocaba tener ni me dio un Digivice que me diese una pista-. Koga termino de estrecharle la mano al tamer Starrk
-cierto que me arriesgo yendo solo a enfrentarme a esa banda de Mushroomon, pero no podía llegar a soportar que hubiesen Digimon inocentes sufriendo sus fechorías, y cuando esa Floramon que tienes detrás me dijo que su hermano pereció por culpa de ellos no pude aguantar el impulso de ir a enfrentarme a ellos, la verdad que fue una auténtica locura por la paliza que me llegaron a dar-dijo Koga. y creo que si sería lo mejor que uniéramos fuerzas para hacerles frente y derrotarles para acabar con todos los problemas que les están causando a estas amables Floramon y sobre todo para vengarme por el veneno que me metieron dentro y que todavía no tengo completamente expulsado de mi organismo, venga vámonos a por esos Mushroomon-. Koga avanzo hacia la salida de la aldea, de repente sintiendo las piernas débiles cayo arrodillado al suelo, la Floramon enfermera corrió junto a el
-se me olvido decirte que hasta que el antídoto no haya terminado por completo su tarea, no debes de moverte mucho o el veneno de tu cuerpo se expandirá de nuevo por tus venas y tardaras mucho más en recuperarte-le explico la Floramon
-no te preocupes-dijo Koga difícilmente levantándose
-que terco eres-dijo la Floramon
-ya, tanto amigos como mi difunta madre me lo decían muy a menudo-dijo Koga
-¿Difunta Madre?-pregunto Floramon
-prefiero no hablar del tema-dijo Koga. Vamos Starrk, no perdamos tiempo y marchemos a por esos Mushroomon canallas antes de que ataquen de nuevo-.  
-no tan rápido-dijo la Floramon. Si tú vas yo te acompañare-. La Floramon corrió a la enfermería volviendo con una pequeña botella de cristas con un líquido verdoso
-¿y eso?-pregunto Koga
-este es el antídoto, si en algún momento el veneno se le hace a tu cuerpo muy difícil de seguir aguantando, te lo daré para que puedas seguir resistiendo sim problema hasta que vuelvas a la aldea y te quedes unos días a recuperarte-respondió la Floramon
-está bien-dijo Koga. Ahora sí, no perdamos ni un segundo más y marchemos a por esos tres Mushroomon

Al terminar de hablar el chico me da las gracias por salvarle la vida y mientras me estrecha la mano este se presenta diciéndome que se llama Koga. Un floramon que estaba con nosotros comenzó a explicar que el veneno de los Mushroomon no estaba totalmente fuera de su cuerpo, el debía moverse mucho para que el veneno no se extienda por todo su cuerpo, Koga me dice que no perdamos el tiempo y fuéramos en busca de los Mushroomon, pero el floramon con quien hablábamos le entrega un antídoto a Koga por si acaso llegase a necesitarlo.

-Ahora si vamos a por los Mushroomon.-, Dije mientras nos poníamos en marcha hacia el bosque para intentar atrapar a los Mushroomon que atormentaban al pueblo de los floramon.

Yo tenia la duda de que fuese raro que haya llegado al digimundo sin un Digivice, no pensaba que fuese imposible pero con esa determinación en proteger a los demás tenia seguro que el fue elegido para llegar a este mundo, -Hey Koga, como fue que llegaste al digimundo? Ya que no tienes Digivice y para sobrevivir necesitas un compañero digimon o ser uno directamente, aunque es cierto que casi no te dicen nada cuando te traen a este mundo., Le dije ya que tenia un poco de curiosidad de saber como fue su llegada. -No te preocupes, yo te ayudare a encontrar tu Digivice y a capturar a los Mushroomon tenlo por seguro.-, le dije con un gesto amigable mientras caminábamos por el frondoso bosque.

Ambos Tamers salieron de la aldea marchando hacia el bosque, “al menos ahora tengo algo para evitar que el veneno de los Mushroomon me afecte de nuevo, al menos no hasta un punto que resulte letal” pensó Koga con la botella que contenía el verdoso antídoto, abrió unos breves segundos la tapa y acerco la nariz sintiendo el intenso y nauseabundo olor de la fuerte medicina que casi le hace vomitar con tan solo respirarlo un corto segundo, rápidamente tapo la botella y se la guardo metiéndola en el bolsillo derecho de su pantalón vaquero haciendo muecas de asco. Starrk le pregunto por su llegada al Digimundo
-ya hace días que vine al Digimundo, antes de ello la persona más importante para mi murió de repente y me quede completamente solo en el mundo humano sin saber qué hacer con mi corazón completamente destrozado, el mismo día del entierro de esa persona fue cuando yo cumplí los 15 años, estaba desesperado pero una Mervamon me llamo al móvil diciendo que sentía mi profundo dolor-explico Koga. como veía que ya nada podía hacer en mi mundo natal sin que nadie me quisiera, acepte su propuesta de venir al mundo digital para que forjara mi propio destino, de la nada una grieta digital se abrió bajo mis pies y una enorme serpiente me trago escupiéndome en un fantasmal pueblo del oeste, esa Mervamon me dijo que yo debía de descubrir cuál será mi papel en este mundo ni siquiera se molestó en darme un consejo o pista que me dijera por dónde empezar o donde encontrar mi Digivice, pero nunca lamentare la decisión de venir al mundo digital, prefiero quedarme toda la vida en el Digimundo que volver a la tierra-. Koga termino de hablar
Sintiendo los disminuidos pero todavía fuertes los efectos del veneno en su sistema circulatorio estimo la necesidad de apoyarse en un árbol a respirar un poco de aire “espero que el veneno me deje de causar tantos problemas cuando nos topemos de nuevo con los Mushroomon” pensó Koga
-Starrk te agradezo en que me ayudes en capturar a los Mushroomon de seguro que los dos juntos podremos enviarles a prisión por sus actos delictivos pero en encontrar mi Digivice me parece que llegara a ser algo tendré que conseguir por mí mismo, dentro de mí me dice que pasara muchísimo tiempo antes de poder tenerlo por fin entre mis manos-dijo Koga. Pero a pesar de ello yo siempre mantendré la esperanza y seguiré los dictados de mi corazón siguiendo lo que yo crea correcto tales fueron las últimas palabras de esa persona-. Koga se separó del árbol queriendo proseguir su camino
-ve tu delante Starrk, yo aún tardare un rato en marchar más rápido-dijo Koga

El comenzó a contarme un poco sobre su pasado y como un digimon le ofreció venir al digimundo, aun fue raro para mi que no tenga digivice, pero que se le podía hacer. De un momento a otro se tambalea y se apoya en un árbol que estaba a su lado, pero antes de que pudiera decir algo el me agradeció por que lo ayudara y que me adelantara ya que su paso se iba a disminuir un poco, -Esta bien, me adelantare pero cualquier cosa grita que llegare lo mas rápido posible.- le dije. -Igualmente no estaré muy lejos de donde estés, no es muy seguro estar separados en el bosque.-, Después de decirle eso me adelante un poco, seguía preocupado por si aparecían los Mushroomon.

Mientras mas avanzaba mas extraño me parecía el ambiente, era una tranquilidad que inquietaba, -Algo no debe estar bien por aquí, debería asegurarme de que Koga este bien.-, pensé mientras decidía ir a ver como estaba Koga, comencé a gritar su nombre para que me respondiera y así estar un poco menos preocupado de que le haya pasado algo mientras yo no estaba cerca. -Koga es fuerte, pero aun necesita ayuda para enfrentar a otros digimon y mas con el veneno corriendo por sus venas.-, fue lo que pensé antes de que detrás mio se estremeciera un árbol, pero al parecer fue simplemente un árbol viejo que se había caído, o al menos eso quería pensar, luego del tremendo sus que pase con el árbol seguí en busca de Koga esperando que no le haya pasado nada.

OFF:

Koga con algún que otro tumbo seguía andando detrás de Starrk con alguna ocasión con la visión volviéndose borrosa durante unos instantes “me parece que el veneno que tengo dentro de mi está contraatacando al antídoto” pensó Koga sintiendo al veneno fortaleciéndose levemente “tengo que aguantar más”. Se paró unos segundos para sacar el antidoto queriendo disminuir el poder del veneno, a su oído llego el crujir del tronco de un gran abeto de su izquierda, su madera se rompió y se abalanzo justo sobre donde él estaba. A pesar del fuerte veneno, Koga pudo apartarse justo a tiempo, una gran cantidad de polvo se levantó cejando a Koga, el joven dio unos pasos atrás sin tener idea donde ponía los pies y su botella de antidoto se habia caido y no sabia donde estaba
-¿todavía con vida?, eres más duro de lo que esperábamos-comento una voz. Tras quitarse el polvo de los ojos Koga pudo ver a los tres Mushroomon que una vez más le habían rodeado del mismo modo que la anterior vez y que parecía que eran los que derribaron el árbol
-esta vez no saldréis exitosos-dijo Koga
-pues esta vez te daremos una mayor paliza y te romperemos todos los huesos que hagan falta para que no vuelvas a moverte en mucho tiempo-dijo el Mushroomon con siniestra sonrisa
-¡atacad si os atrevéis!-grito Koga alzando su puño apretado con ganas de vengarse por todo lo que le hicieron en el encuentro anterior. Los tres Mushroomon se abalanzaron sobre el al mismo tiempo “!esquívales en el último momento¡” grito una voz en su interior, haciendo caso a su interior se agacho y dio una voltereta justo cuando los tres estuvieron a punto de golpearle, los Mushroomon se golpearon sin querer entre ellos haciéndose daño
-¿Qué ha sido eso?-pregunto Koga mirándose las manos
-¡esto no acabara así!, ¡choque de veneno!-grito un Mushroomon arrojando todas sus mini setas bombas contra Koga explotando a su alrededor. El veneno salido de eso se introdujo por las vías respiratorias y poros de Koga potenciando la fuerza del veneno que andaba por su sistema circulatorio volviéndolo a debilitar enormemente cayendo al suelo
-otra vez no-mascullo Koga intentando levantarse
-prepárate a recibir-dijo riendo un Mushroomon crujiendo sus músculos. Cada Mushroomon se puso en su sitio y se ensayaron a golpes con el pobre e indefenso Koga que todo lo que podía trataba de soportar los golpes que le caían encima sin llegar a perder las ganas de seguir queriendo levantarse para enfrentarse a ellos