En busca de algo... [libre]

Johan había salido con un saco negro y una camisa blanca, junto con unos pantalones negros y zapatos…pero no iba a una reunión importante de moda a las que solía acompañar a su madre, sino estaba allí, en la noche de la calles con su extraña criatura acompañante a lo que se autodenominaba Digimon. Este iba adelante, era pequeño, con cuatro patas chicas, con una gran cola y algo que sobresalía por los costados de su cabeza, simulando ser orejas…ni siquiera Johan sabía bien que eran realmente. Iba adelante la criatura, usando su pequeña nariz para olfatear el suelo.
-¿Y bien? –preguntó en un momento dado Johan con su particular tono, con las manos en los bolsillos y viendo a su Digimon a la distancia. La criatura se dio media vuelta al escuchar la voz de su Tamer. -Pues nada –dijo como si no importara mucho, mientras continuaba olfateando el sitio y avanzaba. El joven de cabellera revoltosa se llevó una mano a su frente y dejo escapar un suspiro, no podía creer que estuviera a esas horas de la noche por capricho de su Digimon por no querer dormir. -Tienes suerte que no tengo que asistir a la academia mañana, igualmente ¡Busca lo que querías y vámonos! –alzó un poco la voz en lo último que dijo y se mostró un poco imperativo, pero el Digimon no hizo mucho caso a eso o más bien actuó como si no lo hubiera escuchado, su Tamer volvió a caminar al ver que la pequeña bola roja se alejaba de su posición.

La razón porque salió de su lujoso apartamento en el centro fue por el Digimon, que no dejaba de ser una molestia para Johan desde que apareció adentro del huevo aquella noche, siempre mostraba una actitud de querer jugar y resultaba molesto para el joven. Pero aquella noche había despertado en una ocasión a la madre de Johan y terminó decidiendo que lo mejor era darle el gusto a su Digimon y salir por la noche. Por suerte para ambos, el clima era agradable con una leve ventisca que solía soplar de vez en cuando. Los ojos verdes de Johan seguían los movimientos de Gigimon, que olfateaba en un árbol cercano, ahora se encontraban en una plaza común y corriente que solían haber por las calles de la ciudad, lo que no advirtieron fue la llegada de un no tan amistoso hombre. -Hey niño…¡Dame lo que tengas! –amenazó el hombre de mediana edad, vestido con una campera y una remera debajo de esto.
-¿No escuchaste? ¡Dame lo que tengas! –volvió a insistir tomando del cuello de la camisa a Johan, como si hubiera perdido el control. En el tiempo que se la pasó amenazando el ladrón, Gigimon llegó hasta donde estaba los dos y dio un salto hábil, alcanzando la muñeca de la mano que sostenía a Johan y comenzó a hacer presión con su boca, generando brazas en el interior, quemando rápidamente la tela de la ropa hasta llegar a la piel. -¡¡Ahhh!! –gritó el ladrón que inmediatamente soltó al muchacho al sentir como su piel era quemada, la criatura dejo la muñeca en paz y dejo escapar un pequeño gruñido al caer al suelo. –Que perro extraño tienes niño –dijo el ladrón mientras se alejaba de ambos corriendo. -¿De verdad piensas que es un perro? Que estúpido… -comentó en voz baja solamente para que Gigimon escuchara, era obvio que la criatura esa no se parecía en nada a un perro, ni siquiera tenía las características de uno.
-¿No era lo que buscabas verdad? –preguntó Johan una vez pasada la situación, como si nunca hubiera sucedido, Gigimon negó con su cabeza y continuó la búsqueda en aquella plaza.

Me encontraba dando un paseo nocturno, tratando de despejarme de aquel dia tan ajetreado, el colegio especializado mas la reunion en la tarde con los socios de mi padre me habia dejado fastidiada y agotada en la misma proporcion, no tarde mucho en salir de donde habia sido la reunion hacia la cafeteria mas cercana, donde pedi un cafe para llevar, decidi irme en transporte el tramo que faltaba para mi casa, ya tenia suficiente por este dia de protocolos como para querer volver con mis padres en el coche

asi que ahora me encontraba caminando por una de las muchas plazas, hacia la direccion en la que vivia, decidi recorrerlo por el sendero que estaba hecho de piedra, tomandome lo mas tranquilamente posible mi cafe, las luces nocturnas iluminaban bien el camino, y aunque no habia casi nadie por aquellos rumbos no era algo que me preocupara en absoluto

llevaba un bolso negro, con un conjunto de ropa formal de color azul oscuro y blusa blanca, uno de los que acostumbraba llevar a las reuniones, cabello suelto y zapatos negros con algo de tacon

mire mi reloj de muñeca dandome cuenta que era tarde, muy tarde, suspire un tanto cansada, seguramente al llegar a mi casa recibiria una reprimenda por el tiempo tardado, habia apagado mi celular para evitar llamadas indeseables

- Creo que es hora de regresar - me dije a mi misma en voz alta, mientras veia a lo lejos una silueta caminando hacia otra, llamó un poco mi atencion la manera en la que aquel sujeto caminaba, asi que decidi seguirlo sigilosamente, por suerte debido a la distancia no podia prestarme la mas minima atencion

presencie un intento de robo, aquel sujeto se acerco a un chico que se encontraba caminando antes de gritarle, de manera instintiva lleve mi mano hacia mi bolsa tomando el digivice entre esta, esperando que el ladron hiciera su movimiento, aunque lo unico que pude ver era como gritaba despues de que una pequeña bolita lo atacara en su brazo, no habia sido consciente de su presencia hasta ahora, quiza debido a lo pequeño que era

- Digimon - confirme en voz baja al oir el grito de aquel tipo que se alejo corriendo hacia mi direccion, me hice a un lado dejandolo pasar y viendo su rostro asustado, creo que no se buscaria mas problemas en la zona durante un tiempo, preste mas atencion hacia aquellos dos, pudiendo distinguirlos bajo una de las luces de la plaza

un chico vestido formalmente cabello rojo, mismo color que su digimon, un gigimon si mi memoria no me fallaba, él cual estaba olfateando el pasto y suelo como buscando algo, me quede en mi lugar, a varios metros de ellos, dandole otro sorbo a mi cafe que ya estaba un poco frio, esperando descubrir que era lo que estaban haciendo ahi ese par

Después del intento de hurto ambos volvieron a la actitud normal, Gigimon se metía entre las zonas de hierba que generalmente estaban cerca de algunos árboles, Johan se limitaba a verlo desde unos centímetros, la criatura roja comenzó a rodar entre la hierba como si estuviera jugando. El muchacho perdió los estribos y tomó de la “oreja” al Digimon, tirando de esta lo suficiente como para que le causara dolor.
-Dijiste que encontrarías a un Digimon para poder pelear ¿Por qué tardas tanto? –dijo el muchacho de cabello rojizo, moviendo con su mano la extremidad que sostenía entre sus dedos, la escena parecía como si fuera una especie de regaño. Gigimon se movía como podía con su pequeño cuerpo en un intento zafarse del agarre. -S-si me tiras así tardaré más… -respondió la criatura con un tonó burlón aunque en cierta parte de sus palabras tenía razón. Sin querer admitirlo, Johan soltó a su Digimon dejándolo libre, cayendo a la hierba dando un golpe hueco contra el suelo. Gigimon le había dicho a su Tamer, que si lograba vencer a otros de su tipo, él se volvería más fuerte y así alcanzar la evolución, eso era el propósito por lo que estaba allí, pero como Johan no había visto a otro Digimon además del suyo propio, no creía demasiado en que encontraran a otro, ya la llegada de este fue bastante extraña. Como sea, Johan se lo tomaba como un juego que de alguna manera había entrado en la realidad de él, y como en todo en lo que se desempeñaba debía ser el mejor, como aquel jugador de cartas Digimon que vio ya hace un tiempo en un evento.

Pero claro, si no encontraban a alguien así ¿Cómo su Gigimon iba a volverse más fuerte? Mientras la bola roja con patas y cola continuaba su búsqueda con ayuda de su olfato, Johan miraba a su alrededor, viendo que no había muchas personas por no decir nadie, pero teniendo en cuenta la hora era algo evidente, era bastante tarde ya. -Tamer, ven –avisó Gigimon en un momento dado. “Por fin ¿Eh?...” se dijo a sí mismo el muchacho que siguió a su Digimon, mientras este seguía a su olfato. Después de algunos minutos cortos, la bola roja empezó a encaminarse hacia donde estaba una muchacha, como si fuera un perro, la criatura roja se quedó a los pies de esta y movía su cola de un lado a otro, aunque en realidad no la veía a ella, sino a lo que sostenía entre sus manos. Johan llegó al sitio moviendo un poco rápido sus piernas. -Esto es un error –comentó, aunque era más bien hacia su Digimon, el muchacho hecho un vistazo rápido a la chica, tenía el cabello negro suelto y estaba vestida de manera formal, aunque para los ojos verdes del joven no era tan “esplendido” Gigimon no decía nada, solamente se quedó mirándola moviendo su cola, como si estuviera esperando algo. Johan hecho un suspiro de decepción y tomó a su Digimon entre los brazos. –Adiós –comentó el joven a la muchacha, mientras en su interior quería decirle un montón de cosas a Gigimon, principalmente por no encontrar a alguien con quién pelear. -¡Suéltame! ¡Ella tiene un Digimon! –gritó la criatura en el silencio, logró zafarse de los brazos de su Tamer y corrió nuevamente hacia la muchacha. -¿Dónde? No lo veo, al menos que sea invisible… -comentó mordazmente Johan que volvía hacía donde estaba, alzó su mano y señalo a su Digimon. -Entonces…¿Tienes algo como él? –preguntó, esperando a una respuesta afirmativa por parte de la joven de cabello negro.

supuse por la forma de caminar de aquel chico que se encontraban aqui mas que nada por aquel pequeño digimon, y despues de aquella reprimenda pude confirmarlo, no podia oir nada pero sus acciones dejaban en claro lo que estaba pasando, un tiron de orejas y una pequeña charla entre ambos, al parecer aquel chico no estaba del mejor humor esta noche, aunque tampoco es que yo lo estuviera

despues de soltarlo aquel pequeño digimon siguio olfateando, hasta centrar su atencion en mi, su actitud me extraño un poco, aunque no me movi en absoluto, aquel gigimon termino parado justo frente mio, mientras sus ojos apuntaban a mi digivice que se encontraba en mi mano, lo aprete un poco al darme cuenta, por suerte su tamer se acerco justo a tiempo para llevarselo, diciendo un seco "Adios" a manera de disculpa - vaya modales - pense sin decir alguna palabra, no era de mi incumbencia socializar con un digimon de otra persona

-¡Suéltame! ¡Ella tiene un Digimon! – oí el grito de su pequeño gigimon, para despues verlo corriendo quedando nuevamente frente a mi, su tamer tambien hablo diciendo que quiza tenia un compañero invisible, señalo a esa pequeña criatura roja preguntandome directa y secamente si tenia algo como eso, sonrei con altaneria antes de responderle

- ¿Quien eres tú para venir a preguntarle algo asi a una completa extraña? - si habia algo de lo que estaba harta este dia era de esa actitud de confianza que empleaban todos los socios de mi padre, y poco me importaba desquitarme con aquel chico que parecia tener menos modales que muchos de mis conocidos

- Primero ten la amabilidad de presentarte por lo menos - comence a caminar pasando de largo por donde estaban, hacia un bote de basura donde tire mi vaso que aun contenia un poco de cafe, guarde mi digivice en mi bolso para evitar que aquel digimon siguiera molestando, despues camine a paso lento antes de detenerme y añadir - Y deberias cuidar esa cosa, si va por ahi buscando meterse en problemas no lo tendras por mucho tiempo mas - volvi a retomar mi camino, sin girar a verlos, no pensaba explicarles nada con tan malos modales, suspire discretamente, tratando de tranquilizarme un poco, sabia que no era la mejor forma de contestar pero ya lo habia hecho...

“¿Qué rayos estoy haciendo” se decía a sí mismo en ese corto lapso de tiempo entre la pregunta de Johan hacía la muchacha y la respuesta de esta, ciertamente seguir el instinto de su criatura roja no le había traído buena suerte, primero el intento de robo y ahora esto, una charla con una joven en medio de la noche. Entonces la respuesta de la pelinegra se hizo escuchar en el silencio, mostrando cierta altanería, algo que el joven de cabello rojizo revuelto no iba a soportar de otro ser. -Cierto, alguien de mi clase social no debería rebajarse hasta tal punto –contestó de manera burlona sin mostrar molestia en sus palabras, mirándola de pies a cabeza de forma despectiva,  no debía mostrar tal cosa, ponerse al nivel de una persona como la que tenía enfrente, para Johan era algo denigrante, debía mantener una raya que dividiera a las personas como él y a los demás. Pero pareciera que la joven muchacha tenía intenciones de mantener esa actitud, volviendo a hablar, esta vez diciéndole que se presentará ante todo. Johan no pudo evitar escapar una pequeña risa despectiva. -Generalmente las chicas me dicen primero su nombre…en fin –comentó el joven mientras veía alejarse a la joven a un cesto lanzando algo a su interior, pero poco le prestó atención, por otra parte, Gigimon insistía en ir hacia donde estaba la pelinegra, sin importarle lo que había dicho. –Ya vámonos, por hoy es suficiente –dijo su Tamer que volvía a prender marcha hacia su hogar, esperando a que su Digimon volviera con él y dejará a la muchacha en paz. En eso se escuchó un gruñido que Johan reconoció fácilmente, se dio la media vuelta y había otro que parecía ser lo mismo que era su criatura, pero con la diferencia de que era un poco más grande que el suyo, combinaba los colores rojo y azul, además parecía tener una cola con plumas o algo así. Se quedó mirándolo a Gigimon, mientras este gruñía y sin pensarlo dos veces se lanzo hacia este mordiéndolo. Inevitablemente el Elecmon dejo escapar un grito de dolor y con fuerza se zafó del ataque del pequeño rojo, generando electricidad en su cuerpo y atacándolo con un rayo, impactando cerca de Gigimon, la onda provocó que se alejara y cayera a los pies de su Tamer. -Bien, encontraste a uno y parece ser más fuerte que tú –comentó con las manos en la cintura, su mirada esperaba a ver cómo reaccionaría su Digimon ¿Seguiría o no? Pero las cosas se complicaron cuando salieron más Elecmon de un arbusto, siendo cuatro en total, habían lastimado a su amigo y ahora buscaban venganza…

Aquel muchacho realmente tenia facilidad para sacarme de mis casillas, no crei encontrarme con un tipo asi de altanero a mitad de la nada y con un digimon, ¿Que acaso todos los niños ricos eran igual de creidos?, aunque admito que me parecia gracioso que se sintiera la gran cosa para que las mujeres tuvieran que hablarle, pensaba en todo esto sin prestarle mas atencion a sus palabras hasta que escuche un gruñido - No aqui - pense girando mi vista, un elecmon salio de pronto entre los arbustos a lo cual aquel gigimon se lanzo encima, era una actitud demasiado agresiva para un pequeño digimon, y como esperaba fue derrotado facilmente por su oponente, termine girando mi cuerpo por completo, quiza asi aprenderia a no entrometerse con cualquiera que se cruzara en su camino

Aunque al parecer aquella pelea se habia vuelto desigual de un momento a otro, cuatro contra uno no era algo que aquel digimon pudiera soportar, rode mis ojos con fastidio, pensando en si ir a ayudarle a ese digimon o dejarlo a merced de su tamer y sus malas decisiones, suspire para despues caminar de regreso a donde aquel par se encontraban, saque mi digivice y con un rapido movimiento de manos me transforme en darcmon, no sin antes verificar que no hubiera nadie a los alrededores, los elecmon se acercaban amenazadoramente hacia el tamer y digimon frente a mi, los estaban a punto de atacar

con ayuda de mis alas me di un impulso pasando en cuestion de segundos al lado del chico y su digimon y quedando frente a ellos, los elecmon retrocedieron un paso sin dejar de gruñir, saque mi espada amenazandolos a lo que uno de ellos respondio con un ataque electrico, pronto todos hicieron lo mismo, use la espada como pararayos soportando el ataque, aunque no era algo realmente amenazador

- ¿En verdad van a atacar a un digimon bebe? - les pregunte una vez hubieron terminado

- Nuestro territorio... el ataco primero - dijo entre gruñidos uno de ellos, los elecmon eran territoriales en su mundo pero generalmente eran tranquilos

- Ya no estan en el digimundo, si tanto quieren vengarse de él sera solo uno - el que habian atacado primero dio un paso al frente un tanto dudoso

- Tú - dije refiriendome al tamer de gigimon quedando entre ambos grupos - Deja de creerte superior a los demas, quiza en este mundo funcione, pero ese digimon va a ser destruido si le enseñas a atacar sin pensar - dudaba que escuchara mis palabras, desafortunadamente mi moral no me dejaba ignorar aquella situacion

- Si gustan probar lo que es una pelea elecmon esta de acuerdo, aunque nadie mas puede meterse - dije refiriendome a sus compañeros - Una pelea justa, hasta que uno de los dos caiga - quiza de esa forma podia enseñarle una leccion a ese pequeño gigimon - ¿Estan de acuerdo? - Elecmon asintio poniendose a la defensiva mientras sus 3 compañeros mantenian su distancia, espere la respuesta de aquel chico y su digimon, un rato mas fuera de casa no me haria daño, y quiza las cosas se pusieran algo interesantes

-Ya, déjame pelear –dijo Gigimon que se movía en los brazos de su Tamer con fuerza, queriendo luchar contra el nuevo Digimon que se presentó, pero era obvio que no podía vencer y menos contra sus amigos que salieron en su defensa, eso Johan lo entendía pero su Digimon no. Era imposible que los venciera al menos que Gigimon fuera más fuerte, pero por algo se comenzaba, aunque a Johan le parecía extraño que tantos de esas criaturas estuvieran en su mundo. Los Elecmon al ver la actitud prepotente del pequeño rojo querían atacar hasta que algo se interpuso en el camino, separando a ambas partes. Era una mujer aunque estaba vestida de forma rara, poseía unas alas en su espalda y entre sus manos una espada ¿De dónde había llegado? Eso no importaba, pero su llegada fue oportuna, ya que los Elecmon atacaron sin verse atemorizados por la nueva presencia, la mujer pudo contener el ataque en conjunto de rayo con su espada, demostrando así que era más fuerte que todos esos Digimons juntos. En ese momento Johan comprendió lo fuerte que era esta mujer, miró de reojo a su Gigimon, comprendiendo que le faltaba para poder alcanzar ese nivel de poder pero aun así…

La fémina habló, preguntándoles a los Digimons si atacarían a uno bebe, uno respondió que sí, justamente era aquel que Gigimon había mordido, lo cual estaba en todo su derecho de estar enojado. De un momento a otro, la mujer con alas le habló directamente al Tamer y a su Digimon, el tonó que usaba era parecido al de la joven muchacha que se cruzó antes, por una extraña casualidad dijo lo mismo que aquella y eso Johan lo noto, afilando su mirada por unos segundos.
-Ya le he dicho mil veces que piense antes de atacar pero no me escucha…¿Verdad? –respondió Johan sin darle mucha importancia a lo que decía la mujer, alzando en lo alto a su Digimon para poder verlo mejor, este solamente desvió los ojos a un costado. La fémina propuso seguir con la pelea, pero solo sería de uno contra uno, sin que los demás se interpusiesen, y ahora entraba el dilema del Tamer, era obvio que tenía muchas chances de perder su Gigimon contra el enojado Digimon, pero por otra parte también quería ver que tanto podía llegar su criatura, la arrogancia en Johan era más en ese momento.

-Bien, si tanto quieres pelear, ¡Ve! –dijo el joven y lanzó a su Digimon a la hierba de la plaza, Gigimon cayó perfectamente al suelo y mantenía su actitud de peleador a pesar de todo. El Elecmon quiso volver a lanzar su rayo pero se adelanto el pequeño ser rojo nuevamente, mordiendo un costado de su cuerpo y provocando brasas en la zona afectada, técnica que poseía Gigimon pero no fue suficiente para vencerlo, a pesar del grito de dolor de la víctima, pudo sacárselo de encima como la primera vez y contraataco con su rayo. Johan se mantenía inmutable ante el daño que recibía su Digimon, pensaba que si tanto quería ser de él, debía demostrar que podía aguantar pelear contra alguien más fuerte que él, sino no serviría de nada. Llevo sus manos a los bolsillos de su saco y sin despegar la mirada del combate, habló hacia la mujer con alas. -¿Cómo lo haces? Me refiero a transformarte... –el cerebro del joven de cabellera rojiza había unido las pistas sobre la persona que se mantenía como especie de árbitro de la pelea, él estaba casi seguro que se trataba de la misma jovencita a la que Gigimon se le acercó anteriormente, pues se guiaba principalmente por la forma de hablar y dirigirse a él, ya había dejado en claro que no le caía bien del todo.

vi un poco la pelea que estaban teniendo aquellos dos digimons, y tenia que admitirlo, estaba usando una buena tactica aquel pequeño digimon, mantenia la vista tambien en los acompañantes del elecmon, que reaccionaron cuando el gigimon mordio a su compañero, aunque se mantuvieron en su lugar respetando el trato, a pesar de no estar en el digimundo mantenian cierto codigo entre digimons

Oí la voz del tamer quien me hablo cuando estaba vigilando la pelea, al menos su tono de voz no era el tono despectivo usado anteriormente, le di un rapido vistazo dandome cuenta que él tambien estaba al pendiente de su digimon, sin girar a verlo directamente respondi confirmandole sus sospechas

- Soy un tipo diferente de tamer, en lugar de un acompañante se me entregan los datos de los digimons, pudiendo fusionar mi cuerpo con el de ellos - el elecmon volvio a caer en el pasto cubriendo su cuerpo con electricidad para evitar otra mordida del gigimon, para abalanzarse sobre él al estar de pie - Embestida electrica - menciono mientras su cuerpo se cubria por completo de lo que parecian ser rayos azules

Me quede concentrada un momento, antes de acercarme a los otros elecmons diciendole al tamer que tenia que hacer algo
- No nos hemos movido - menciono uno de ellos a la defensiva, negue con la cabeza

- ¿Como vinieron aqui? -

- Estabamos enfrentando a un grupo de gazimon que habian entrado en nuestro territorio, pero de un momento a otro terminamos en este lugar - explicó uno de ellos - Probablemente ya tomaron el control de nuestra aldea - su mirada se entristecio un poco, asi que su agresividad era producto de no saber donde estaban y lo que les habia pasado

- No deberian desquitarse con digimons mas pequeños, terminando esto puedo acompañarlos a resolver ese problema - los tres sonrieron agradecidos, volviendo a centrar su mirada en la pelea, hice lo mismo esperando que terminaran pronto, la respiracion del elecmon se notaba forzada, aquel digimon bebe le estaba dando una muy buena batalla, si esto seguia asi gigimon ganaria

- ¿Cual es tu nombre, tamer? - le pregunte a aquel chico directamente, intentando relajar el animo entre nosotros, aun asi no me sentia muy comoda cerca de personas como él

La batalla entre el pequeño rojo y él que tenía cola con plumas continuaba, a pesar de que Gigimon estaba dando una buena pelea dada su condición, Elecmon se envolvió en rayos azules y embistió a su oponente, lazándolo contra un árbol cercano. La mirada de Johan no era de preocupación, sino atenta a ver si su criatura digital tenía la capacidad de levantarse de aquel ataque, le costó pero volvió a la batalla, mordiendo nuevamente al Elecmon, mostrándose algo enojado por el golpe anterior.
El joven desvió su mirada al escuchar la explicación de la joven mujer con alas, entonces si estaba en lo cierto, era la muchacha transformada, Gigimon no le había dicho que había esa clase de Tamer, quizá no sabía demasiado de su propio mundo…
En ese momento Johan recordó el aparato que le dio aquel jugador de cartas Digimon después de que ganará la final, reviso en los bolsillos de su pantalón y sacó lo que buscaba, extendiendo su mano hacia la mujer.

-¿Tú no tienes uno como este verdad? –preguntó, dejando la palma abierta de su mano para que pudiera observar bien el aparato pequeño. El joven desvió por un momento sus ojos hacia la batalla que su Gigimon todavía disputaba, de alguna manera se las había arreglado y estaba ganando aunque con dificultad, su oponente todavía se mantenía de pie pero parecía agotado también. En el rostro del muchacho figuro una sonrisa de complacencia, aunque todavía su Digimon no había ganado, este estaba cumpliendo con sus expectativas. Continuó mirando cómo se desarrollaba el final de combate, Gigimon seguía utilizando su único ataque resistiendo la ofensiva de Elecmon, si seguía así el pequeño rojo tendría posibilidad de ganar.

Mientras eso sucedía, los oídos de Johan captaron el intercambio de palabras de la mujer Digimon y los compañeros del Elecmon, preguntándose cuáles eran los Gizamon que mencionaban. Seguido de eso la vista del muchacho se dirigió a la mujer, que le preguntaba cómo se llamaba. -¿No deberías presentarte primero? Creo que le llamaste amabilidad, supongo –comentó de manera sarcástica dejando escapar una pequeña risa, para después dejar escapar un leve suspiro. -Soy Johan ¿Y tú? –respondió a secas mirando por momento a su compañero pelear.

Aquel chico se presento como Johan, no sin antes dar otro comentario mordaz sobre la amabilidad que anteriormente le habia mencionado, sonrei burlonamente, no estaba en la mejor posicion de quejarse de eso, aunque tampoco caeria en su juego facilmente

- Mi nombre es Yuuki - mire el digivice en sus manos - Y mi dispositivo es diferente a ese que tienes - al ver que la pelea estaba a punto de acabar deshice la transformacion volviendo a mi forma humana, sosteniendo en mi mano mi digivice - ¿Ves? - se lo mostre un momento antes de guardarlo en mi bolso, cruzandome de brazos ante la pelea

Elecmon habia estado resistiendo los multiples ataques de su oponente, él cual tambien estaba agotado, se habian quedado frente a frente, el digimon mas grande lo observaba con determinacion, con lo que formaba su cola completamente en alto, señalando que aun estaba alerta, mas de un momento a otro una de sus piernas delanteras fallo cayendo al piso agotado

- Creo que tenemos un ganador - dije sorprendida por el resultado, me agache para levantar a elecmon que habia dejado de producir electricidad debido al cansancio, sus compañeros se mostraron igual de sorprendidos - Felicidades gigimon - le hable al pequeño digimon rojo con una sonrisa sincera, despues vi a los otros elecmon

- ¿Vamos? - preguntó uno de ellos, parecia que estaban mas preocupados por su hogar que por el resultado de este encuentro, asenti a su peticion girando a ver a johan

- Tengo que ir al digimundo ahora, si gustan acompañarnos son bienvenidos, iremos a exterminar una plaga de digimons - los elecmon produjeron un poco de electricidad debido al comentario, estaban listos para dar pelea, despues de escuchar la respuesta dirigi mi atencion a los elecmon - ¿Por donde han venido? - inmediatamente empezaron a avanzar adentrandose en la plaza, en una zona con arboles, los segui con el elecmon lastimado en mis brazos, mientras caminabamos saque mi celular enviando unos mensajes de texto, asegurandome de tener una coartada por llegar mas tarde

- Deberia estar... ¡ahi! - el elecmon que iba adelante encontro un arbol con una extraña abertura en su tronco, parecia que un rayo le habia caido formando lo que parecia ser la entrada a una cueva - ¿listos? - el elecmon se detuvo justo en la entrada, y al verme asentir nuevamente se adentro en la cueva, un pequeño destello azul se pudo observar antes de verlo desaparecer, dejando una estela de datos volando alrededor de donde estaba su figura, sus dos compañeros lo siguieron, repitiendose el evento cuando atravesaron el portal, despues de mirar alrededor, asegurandose de que no habia nadie aparte de nosotros en la zona fue mi turno para pasar, atravese el portal cruzando nuevamente al digimundo

Johan asintió levemente con la cabeza al escuchar el nombre de la chica Digimon, diciendo llamarse Yuuki. Los orbes verdes se movieron ligeramente para poder observar el dispositivo que poseía esta, siendo diferente al suyo como bien decía, entonces Johan pensaba que podían tener capacidades distintas, aunque todavía desconocía para que funcionara realmente. Volviendo a su forma normal, justo cuando el combate había terminado. Ambos habían aguantado bien los ataques del otro, y aunque el Elecmon se mostraba con ganas de seguir, sus patas delanteras desfallecieron provocando que cayera agotado, a pesar de que Gigimon ganó, tampoco se veía en buen estado, agotado y lastimado. –Hm… -exclamó solamente Johan al ver el final del combate, estaba satisfecho pero su mirada no detonaba tal cosa. –Je je je –se rio ante la felicitación de la muchacha que por un momento se mostró algo más…suave quizá ante el digimon, parecía que tenía esa actitud de rechazo solamente hacia su Tamer. Gigimon a duras volvió hasta los pies de Johan, que sin decir nada y con un rostro de satisfacción levantó en brazos a su criatura, ahora podía descansar un poco.

La propuesta de Yuuki fue tentadora, no tenía apuro en volver a su departamento lujoso y ver el sitio del que provenía Gigimon no era una mala idea para aprender más. –Está bien –fue la respuesta de Johan que podía traducirse como un “sí”. Ambos se mantuvieron al margen del grupo de Elecmon y Yuuki que avanzaban entre los árboles frondosos de la plaza. Se encontraron con un árbol dañado por lo que parecía ser un rayo y daba la extraña sensación de formar una especie de cueva, contemplo al resto, uno de los Elecmon preguntó si estaban listos, a lo que Tamer y Digimon asintieron con la cabeza, dejando a los demás hacer lo que debían para imitarlos después. Un destello azul se apareció antes que los Digimon desaparecieran, eso parecía ser la entrada. –Las damas primero –dijo Johan detonando algo de respeto hacia Yuuki aunque también iba con cierta burla, hasta hizo una sonrisa ladina, vio como ella desapareció en el destello y por último Johan avanzo sin vacilar con Gigimon en brazos, el cual se veía bastante emocionado, seguramente por volver a su lugar de origen.