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El descubrimiento de las ruinas del Monasterio Draco, tallado en lo alto de una desolada montaña en el valle de los dragones, ha despertado un gran interés por todo el Digimundo. Principalmente porque según los tallados de la pared exterior dentro de las ruinas se encuentra un obre mágico que contiene en su interior la data y poder del treceavo Royal Kinght, la cual sera dada a quien reclame dicho objeto. Según la historia grabada en los murales, el obre fue dejado allí por el mismo Royal Kinght en caso de que su poder sea necesario para derrotar al mal que se alce en el futuro...por desgracia semejante premio también a llamado la atención de quienes usarían el poder para sus propias metas egoístas. Por lo que esta aventura ahora se a vuelto una carrera por ver quien consigue el gran premio.
6 meses despues de la ultima carrera, un BanchoLeomon reune al viejo equipo de organizacion para dar un nuevo espectaculo, pero en esta carrera, el misterioso patrocinador ha enviado a un "Aspirante a Campeon" con un extraño y unico Digivice. ¿Que es lo que sucedera a lo largo del evento y como funciona este nuevo digivice?.
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-Skin hecho por Hardrock de The Captain Knows Best.
-Imagenes realizadas por Runari Wildy
y Sigrun Vinter
-Imagenes realizadas por Runari Wildy
y Sigrun Vinter
Un Nuevo Mundo. (Libre)
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Re: Un Nuevo Mundo. (Libre)
Con el agua que tenía Mike fue fácil limpiar las heridas del Tapirmon. Este se recomponía de a poco.
- Gracias, luego te conseguiremos más agua para recargar tu cantimplora.
Dijo Hayate mientras le devolvía la cantimplora a Mike. En eso, Tapirmon se esforzó un poco en decir:
- ¿Por qué me están ayudando?
Hayate se apresuró en dar su versión:
- Porque sospecho que no eres del todo culpable de esto. Dime, ¿Angemon te ha obligado a seguirlo? ¿Te ha amenazado? Si es así, podemos ayudarte...
- No, él no es malo, todo lo contrario, cuando lo conocí me enseñó la forma de purificar el mundo de maldad...
- Pero, ¿no crees que de ese modo "el remedio" es peor que la enfermedad? ¿No te sientes mal al ayudarlo a exterminar digimons a los que ni siquiera has conocido como para saber si son buenos o malos?
Tapirmon parecía débil, por lo que se limitó a decir, para salir de la situación:
- Si quieren ayudarme, llévenme con Angemon. Le he fallado, si me llevan con él, le pediré que nos retiremos de aquí...
Hayate no era Taiga: si fuera ella, no descansaría hasta que Angemon entendiera que lo que hace está mal. Pero Hayate sólo quería que esos dos se retiraran en paz y dejaran de molestarlos. No era la solución definitiva, pero era una solución para ellos, que acababan de llegar al Digimundo y ya estaban envueltos en un gran problema. Miró a Mike y le preguntó:
- ¿Qué dices? ¿Lo llevamos con Angemon?
- ¿Realmente crees que estás haciendo el bien? ¿O sólo eres un sádico que busca una excusa para asesinar sin que nadie te pueda decir que eres maligno? Si sólo eres un tonto confundido, tarde o temprano me obligarás a atacarte, pero no me sentiré bien con eso. Pero si llego a descubrir que eres un farsante, te destruiré y no sentiré culpa alguna...
Artaud seguía creyendo que podría razonar con ese Angemon, pero este respondió:
- Quien me cuestiona a mí, cuestiona a Dios. Yo soy su mensajero, él mismo me encomendó esta misión. Bueno, a través de otro de sus mensajeros...
Esto último lo dijo en voz baja, pero Artaud lo escuchó y creyó entender cómo habían sido las cosas. Rió a carcajadas y dijo:
- Ya entiendo, o sea que es una cadena de mensajeros locos que creen hablar en el nombre de un dios porque otro mensajero les dijo eso... ¿Y tú haces lo mismo con ese pobre Tapirmon, verdad? La pregunta sería, ¿quién fue el primer mensajero loco? ¿Estaría loco, o sería él el sádico que buscaba un ejército para causar caos en el Digimundo? Vaya, ustedes son una plaga...
- ¡¿Cómo te atreves, demonio, a decir esas cosas?!
Angemon se lanzó de lleno contra Artaud y simplemente comenzó a golpearlo con sus puños en la cara...
- Gracias, luego te conseguiremos más agua para recargar tu cantimplora.
Dijo Hayate mientras le devolvía la cantimplora a Mike. En eso, Tapirmon se esforzó un poco en decir:
- ¿Por qué me están ayudando?
Hayate se apresuró en dar su versión:
- Porque sospecho que no eres del todo culpable de esto. Dime, ¿Angemon te ha obligado a seguirlo? ¿Te ha amenazado? Si es así, podemos ayudarte...
- No, él no es malo, todo lo contrario, cuando lo conocí me enseñó la forma de purificar el mundo de maldad...
- Pero, ¿no crees que de ese modo "el remedio" es peor que la enfermedad? ¿No te sientes mal al ayudarlo a exterminar digimons a los que ni siquiera has conocido como para saber si son buenos o malos?
Tapirmon parecía débil, por lo que se limitó a decir, para salir de la situación:
- Si quieren ayudarme, llévenme con Angemon. Le he fallado, si me llevan con él, le pediré que nos retiremos de aquí...
Hayate no era Taiga: si fuera ella, no descansaría hasta que Angemon entendiera que lo que hace está mal. Pero Hayate sólo quería que esos dos se retiraran en paz y dejaran de molestarlos. No era la solución definitiva, pero era una solución para ellos, que acababan de llegar al Digimundo y ya estaban envueltos en un gran problema. Miró a Mike y le preguntó:
- ¿Qué dices? ¿Lo llevamos con Angemon?
- ¿Realmente crees que estás haciendo el bien? ¿O sólo eres un sádico que busca una excusa para asesinar sin que nadie te pueda decir que eres maligno? Si sólo eres un tonto confundido, tarde o temprano me obligarás a atacarte, pero no me sentiré bien con eso. Pero si llego a descubrir que eres un farsante, te destruiré y no sentiré culpa alguna...
Artaud seguía creyendo que podría razonar con ese Angemon, pero este respondió:
- Quien me cuestiona a mí, cuestiona a Dios. Yo soy su mensajero, él mismo me encomendó esta misión. Bueno, a través de otro de sus mensajeros...
Esto último lo dijo en voz baja, pero Artaud lo escuchó y creyó entender cómo habían sido las cosas. Rió a carcajadas y dijo:
- Ya entiendo, o sea que es una cadena de mensajeros locos que creen hablar en el nombre de un dios porque otro mensajero les dijo eso... ¿Y tú haces lo mismo con ese pobre Tapirmon, verdad? La pregunta sería, ¿quién fue el primer mensajero loco? ¿Estaría loco, o sería él el sádico que buscaba un ejército para causar caos en el Digimundo? Vaya, ustedes son una plaga...
- ¡¿Cómo te atreves, demonio, a decir esas cosas?!
Angemon se lanzó de lleno contra Artaud y simplemente comenzó a golpearlo con sus puños en la cara...
- Tamer & Digimon
- Digi Puntos :98Nivel On Rol :ChampionInventario :
Taiga & Artaud
Re: Un Nuevo Mundo. (Libre)
¿Qué estaba sucediendo? ¿Miguel realmente estaba empezando a tomarse todo ésto en serio? ¿Era posible que realmente existieran esos seres catalogados como "digimon"?
Quizás el sueño se estaba extendiendo demasiado y era momento ya de que alguien lo despertase... Pero ¿Era en verdad un sueño?
La mente de Miguel estaba plagada de incógnitas sin respuesta, por lo que se limitaba a seguirle la corriente a las circunstancias y ver qué sucedería después. En cierta forma le entretenía ese ejercicio y le daba mucha curiosidad.
El Señor Hayate y Miguel llevaron a Tapirmon de nuevo al pueblo, como él había sugerido, obviamente que custodiado por el Pagumon y los Koromon, que no le quitaban un ojo de encima durante todo el camino de regreso.
Desde donde ellos se encontraban, se veía claramente que Devimon y Angemon estaban teniendo una especie de conversación, y aunque no se escuchaba qué era lo que estaban diciendo, al parecer el Devimon dijo algo que hizo enojar mucho al Angemon, que se le tiró encima con toda la furia y comenzó a surtirlo a golpes.
El Sr. Hayate, Miguel y los digimon aceleraron el paso y atravesaron rápidamente la entrada del pueblo.
Quizás el sueño se estaba extendiendo demasiado y era momento ya de que alguien lo despertase... Pero ¿Era en verdad un sueño?
La mente de Miguel estaba plagada de incógnitas sin respuesta, por lo que se limitaba a seguirle la corriente a las circunstancias y ver qué sucedería después. En cierta forma le entretenía ese ejercicio y le daba mucha curiosidad.
El Señor Hayate y Miguel llevaron a Tapirmon de nuevo al pueblo, como él había sugerido, obviamente que custodiado por el Pagumon y los Koromon, que no le quitaban un ojo de encima durante todo el camino de regreso.
Desde donde ellos se encontraban, se veía claramente que Devimon y Angemon estaban teniendo una especie de conversación, y aunque no se escuchaba qué era lo que estaban diciendo, al parecer el Devimon dijo algo que hizo enojar mucho al Angemon, que se le tiró encima con toda la furia y comenzó a surtirlo a golpes.
El Sr. Hayate, Miguel y los digimon aceleraron el paso y atravesaron rápidamente la entrada del pueblo.
- Tamer & Digimon
- Digi Puntos :26Nivel On Rol :Bebe II
Mike y Mukalimba
Re: Un Nuevo Mundo. (Libre)
- Suficiente, yo puedo seguir sólo, déjenme aquí, no quiero que Angemon los lastime, ustedes me ayudaron después de todo...
Dijo Tapirmon cuando estuvieron casi debajo de la pelea.
- ¿Estás seguro?
Preguntó Hayate, pero el Tapirmon confirmó:
- Sí, gracias por ayudarme, pero váyanse ahora.
Hayate lo dejó en el suelo, y luego retrocedió, junto con todos los Koromon, un par de metros. Tapirmon se acercó un poco más hasta quedar justo debajo de Angemon, que estaba dándole una buena paliza a Artaud unos cuántos metros por encima de una de las calles de tierra de la pequeña aldea.
- ¡Señor Angemon! ¡Señor Angemon!
Gritó para llamarlo, a lo que este se detuvo, acción que Artaud aprovechó para separarse de él y volar hasta pararse en la punta del tejado de una casa, mirando los resultados de la batalla en su cuerpo. Angemon miró a Tapirmon y le dijo, descendiendo del cielo:
- ¿Pero, qué te han hecho? Vaya, lo siento, es mi culpa por dejarte pelear sólo contra todos ellos... Te juro que me lo pagarán...
Tomó al Tapirmon herido en sus brazos, pero este dijo:
- Señor Angemon, perdóneme, pero ellos se defendieron de mi ataque, y cuando no pude seguir luchando, ellos mismos vinieron a curar mis heridas... Por favor, déjalos en paz, vayámonos de aquí... Ya no quedan Pagumon, y los Koromon me dijeron que los forasteros se irán... Luego podremos buscar sólo a los forasteros y ocuparnos de ellos, pero dejemos este poblado en paz...
Angemon lo pensó un momento, y luego dijo:
- Veo muy justo y piadoso tu pedido, eres un ser misericordioso, por eso te elegí para que me acompañes en mi noble tarea... Cumpliré lo que me pides, pero también juro ante Dios y ante tus heridas, que no dejaré en paz a los digimon virus que han venido a quebrantar la paz en este pueblo... Por ahora, nos iremos a donde puedas recuperarte...
Dicho eso, ambos se retiraron volando y pronto desaparecieron en el horizonte. En silencio, sin dar últimas palabras, ni a los Koromon, ni a los digimon virus y sus tamers.
Entonces, Artaud descendió a la calle y se reunió con Taiga.
- Ese loco, mira lo que te ha hecho...
Le dijo mirándo las heridas de Artaud... Definitivamente ahora se veía más horrible que cuando recién había digievolucionado.
- Estoy bien... No te preocupes por mi...
Dijo Artaud, e inmediatamente comenzó a brillar y regresó a su forma de DemiDevimon, cayendo muy herido en los brazos de Taiga.
- Pero no te ves nada bien... Tendremos que curarte antes de continuar...
Dijo ella. Artaud ni siquiera tenía fuerza para responder. Entonces, Taiga se acercó a Hayate, los Koromon, Mike y el Pagumon, y les preguntó:
- ¿Están bien todos ustedes?
Dijo Tapirmon cuando estuvieron casi debajo de la pelea.
- ¿Estás seguro?
Preguntó Hayate, pero el Tapirmon confirmó:
- Sí, gracias por ayudarme, pero váyanse ahora.
Hayate lo dejó en el suelo, y luego retrocedió, junto con todos los Koromon, un par de metros. Tapirmon se acercó un poco más hasta quedar justo debajo de Angemon, que estaba dándole una buena paliza a Artaud unos cuántos metros por encima de una de las calles de tierra de la pequeña aldea.
- ¡Señor Angemon! ¡Señor Angemon!
Gritó para llamarlo, a lo que este se detuvo, acción que Artaud aprovechó para separarse de él y volar hasta pararse en la punta del tejado de una casa, mirando los resultados de la batalla en su cuerpo. Angemon miró a Tapirmon y le dijo, descendiendo del cielo:
- ¿Pero, qué te han hecho? Vaya, lo siento, es mi culpa por dejarte pelear sólo contra todos ellos... Te juro que me lo pagarán...
Tomó al Tapirmon herido en sus brazos, pero este dijo:
- Señor Angemon, perdóneme, pero ellos se defendieron de mi ataque, y cuando no pude seguir luchando, ellos mismos vinieron a curar mis heridas... Por favor, déjalos en paz, vayámonos de aquí... Ya no quedan Pagumon, y los Koromon me dijeron que los forasteros se irán... Luego podremos buscar sólo a los forasteros y ocuparnos de ellos, pero dejemos este poblado en paz...
Angemon lo pensó un momento, y luego dijo:
- Veo muy justo y piadoso tu pedido, eres un ser misericordioso, por eso te elegí para que me acompañes en mi noble tarea... Cumpliré lo que me pides, pero también juro ante Dios y ante tus heridas, que no dejaré en paz a los digimon virus que han venido a quebrantar la paz en este pueblo... Por ahora, nos iremos a donde puedas recuperarte...
Dicho eso, ambos se retiraron volando y pronto desaparecieron en el horizonte. En silencio, sin dar últimas palabras, ni a los Koromon, ni a los digimon virus y sus tamers.
Entonces, Artaud descendió a la calle y se reunió con Taiga.
- Ese loco, mira lo que te ha hecho...
Le dijo mirándo las heridas de Artaud... Definitivamente ahora se veía más horrible que cuando recién había digievolucionado.
- Estoy bien... No te preocupes por mi...
Dijo Artaud, e inmediatamente comenzó a brillar y regresó a su forma de DemiDevimon, cayendo muy herido en los brazos de Taiga.
- Pero no te ves nada bien... Tendremos que curarte antes de continuar...
Dijo ella. Artaud ni siquiera tenía fuerza para responder. Entonces, Taiga se acercó a Hayate, los Koromon, Mike y el Pagumon, y les preguntó:
- ¿Están bien todos ustedes?
- Tamer & Digimon
- Digi Puntos :98Nivel On Rol :ChampionInventario :
Taiga & Artaud
Re: Un Nuevo Mundo. (Libre)
Afortunadamente ese Tapirmon había logrado convencer al malvado Angemon de desistir de su perversa misión, pero Artaud se encontraba muy herido.
Miguel ya no se estaba preocupando por descubrir si todo aquello se trataba de un sueño o de una extraña realidad sin sentido, simplemente sentía la necesidad de ayudar a un ser vivo que había sido herido injustamente.
-Sí, nosotros estamos bien... pero por lo que veo, tu amigo no lo está. Se ve muy mal.
Tenemos que buscar un hospital o un lugar donde poder conseguir medicamentos y alguien que pueda atender sus heridas.
¿Alguien sabe dónde hay un hospital cerca de aquí?
Dijo Miguel, muy preocupado por la salud de Artaud.
-Mike... no creo que encontremos un hospital tan lejos de la civilización. Me temo que tendremos que ir a una ciudad...
Respondió el Pagumon, que también se veía bastante afectado por el estado de Artaud.
Ambos miraron a la vez a Taiga, que parecía conocer más del Digimundo y podría saber la respuesta a tal duda.
Miguel ya no se estaba preocupando por descubrir si todo aquello se trataba de un sueño o de una extraña realidad sin sentido, simplemente sentía la necesidad de ayudar a un ser vivo que había sido herido injustamente.
-Sí, nosotros estamos bien... pero por lo que veo, tu amigo no lo está. Se ve muy mal.
Tenemos que buscar un hospital o un lugar donde poder conseguir medicamentos y alguien que pueda atender sus heridas.
¿Alguien sabe dónde hay un hospital cerca de aquí?
Dijo Miguel, muy preocupado por la salud de Artaud.
-Mike... no creo que encontremos un hospital tan lejos de la civilización. Me temo que tendremos que ir a una ciudad...
Respondió el Pagumon, que también se veía bastante afectado por el estado de Artaud.
Ambos miraron a la vez a Taiga, que parecía conocer más del Digimundo y podría saber la respuesta a tal duda.
- Tamer & Digimon
- Digi Puntos :26Nivel On Rol :Bebe II
Mike y Mukalimba
Re: Un Nuevo Mundo. (Libre)
Artaud quería decir que estaba bien, que no se preocuparan por él, pero ni siquiera tenía fuerzas para hacer eso, por lo que se resignó y descansó. Taiga se puso a pensar cómo podrían llegar rápido a una ciudad si allí sólo había Koromons y ningún digimon grande que pudiera llevarlos. Sin embargo, el Koromon del digivice (que ahora no lo tenía porque se lo había entregado a Hayate antes de ir a atacar al Tapirmon), dijo:
- No es necesario que se vayan, aquí podemos curarlo, tenemos un pequeño dispensario, síganme...
Como el Koromon se alejó rápidamente rebotando, no les quedó otra que seguirlo a ver si lo que tenía para ofrecer servía para curar las heridas de Artaud. Caminaron hacia la esquina del pueblo y entraron a una pequeña casa que en nada se diferenciaba de las demás, pero dentro, habían armarios con elementos e instrumental para curar heridas, y varias camas. Después de todo, era lógico que en el pueblo tuvieran algo con qué curarse si les pasaba algo. Koromon abrió un armario y dijo:
- Tomen de aquí todo lo que necesiten.
Taiga dejó a Artaud en una cama y se dirigió al armario, donde encontró algodón, desinfectantes y algún que otro frasquito más...
- Muchas gracias.
Dijo y sin perder el tiempo se acercó a su compañero. Mientras tanto, Hayate dijo:
- Gracias por dejarnos quedarnos aquí mientras nos recuperamos...
Con lo que el mismo Koromon respondió:
- Está bien, después de todo, les debemos una, quisimos echarlos del pueblo cuando llegaron y al final terminaron salvándonos...
Entonces, Hayate recordó que nunca les había contado a los demás lo que había ocurrido mientras estaban escondidos, así que tomó el digivice que había guardado en su bolsillo, y extendió su mano abierta con él, para mostrarlo, diciendo:
- Por cierto, no creerán lo que me pasó mientras estábamos escondidos: ¡encontré mi Koromon! ¡Es él!
Señaló al que resultó ser su compañero, y Taiga se volteó a ver con expresión de asombro. Incluso Artaud se levantó para observarlo.
- ¡¿Qué?! ¡¿En serio?! Entonces era cierto: la primera vez que apareces en el digimundo sin tu digimon, apareces cerca de él... Como dije cuando llegamos...
- ¡Sí! Así parece, ¿no es genial? Tantos años buscándolo y al fin lo encontré...
Hayate se veía tan feliz como un niño al que le dan una enorme paleta.
- Pero... Con todo el tiempo que pasó, y aún sigue siendo un Koromon... Es extraño...
Dijo Taiga, pero el Koromon se adelantó, con expresión seria, y dijo:
- Es que no "sigo" siendo un Koromon... Simplemente volví a nacer...
La expresión de todos se quebró: que hubiera vuelto a nacer significaba que había muerto. El silencio se apoderó del lugar, hasta que él decidió que tarde o temprano tendría que contar su historia.
- Originalmente nací en la Zona Inicial, como todos los demás digimon, y me criaron los Elecmon, pero yo era diferente: desde que nací, tuve ese digivice conmigo, por lo que era evidente que yo era un digimon destinado a tener un tamer al que entregarle el digivice... Cuando pasé de Botamon a Koromon decidí salir al digimundo en busca de mi tamer, pero el tiempo pasaba y él no aparecía. Hasta que un día, recibí las primeras señales de mi tamer, pero era extraño, se comunicaba conmigo pero no podía verlo. No sabía si me estaba volviendo loco o qué, pero estaba tan feliz de saber de mi tamer que decidí responderle a todo lo que me decía. Sin embargo, después de tanto tiempo comunicándonos de esa forma, él desapareció, y no volví a saber nada de él... Entonces comencé a vagar sólo y triste por el Digimundo, sin saber si mi tamer me había abandonado, o si algo le había pasado y yo no había estado ahí para protegerlo... Debía digievoucionar en un Agumon, pero como estaba tan deprimido y desolado, mi digievolución se vio afectada por ello y me convertí en un BlackAgumon... Y luego seguí vagando por el Digimundo, con la esperanza de volver a encontrar a mi tamer, pero la tristeza de no conseguirlo... Y así hasta que llegué a mi forma de BlackWargreymon, toda una vida sin sentido y sin mi tamer, por lo que decidí que no tenía sentido seguir viviendo, ya que jamás recuperaría todo el tiempo que perdí esperando a mi tamer. Así que me escondí en una cueva y dormí... Y dormí, y dormí, y dormí... Hasta que morí y volví a nacer en la Zona Inicial... Nuevamente tenía ese digivice conmigo, pero decidí que ya había desperdiciado toda una vida por buscar a alguien que no aparecería, así que esta nueva vida la viviría por mi cuenta, sin depender de un tamer. Luego conocí este pueblo lleno de Koromon y Pagumon, y pensé que sería un buen lugar para quedarme a vivir hasta que volviera a digievolucionar... Y aquí esoy... Justo cuando menos esperaba encontrar a mi tamer, aparece como si nada...
Koromon se veía disconforme al contar su historia, y no parecía tan feliz por haber encontrado a su tamer. Por otro lado, Taiga pensó que su historia era extremadamente triste, jamás se imaginó que pudiera ocurrirle eso a un digimon sin tamer... Hayate, por otro lado, sabía que era la contraparte de esa historia y se sentía muy culpable por haber abandonado a su compañero.
- Lo siento mucho, yo, no sabía todo eso... No fue mi intención abandonarte... Las cosas no fueron fáciles para mí tampoco... Pero ahora que al fin te encontré y sé que existes, te prometo que jamás te abandonaré...
Luego de decir esto, Hayate observó al muchacho que habían conocido ese mismo día, Mike, y le dijo:
- Oye, ya que estamos conociéndonos todos, ¿por qué no nos cuentas un poco de tí y de cómo llegaste al Digimundo?
- No es necesario que se vayan, aquí podemos curarlo, tenemos un pequeño dispensario, síganme...
Como el Koromon se alejó rápidamente rebotando, no les quedó otra que seguirlo a ver si lo que tenía para ofrecer servía para curar las heridas de Artaud. Caminaron hacia la esquina del pueblo y entraron a una pequeña casa que en nada se diferenciaba de las demás, pero dentro, habían armarios con elementos e instrumental para curar heridas, y varias camas. Después de todo, era lógico que en el pueblo tuvieran algo con qué curarse si les pasaba algo. Koromon abrió un armario y dijo:
- Tomen de aquí todo lo que necesiten.
Taiga dejó a Artaud en una cama y se dirigió al armario, donde encontró algodón, desinfectantes y algún que otro frasquito más...
- Muchas gracias.
Dijo y sin perder el tiempo se acercó a su compañero. Mientras tanto, Hayate dijo:
- Gracias por dejarnos quedarnos aquí mientras nos recuperamos...
Con lo que el mismo Koromon respondió:
- Está bien, después de todo, les debemos una, quisimos echarlos del pueblo cuando llegaron y al final terminaron salvándonos...
Entonces, Hayate recordó que nunca les había contado a los demás lo que había ocurrido mientras estaban escondidos, así que tomó el digivice que había guardado en su bolsillo, y extendió su mano abierta con él, para mostrarlo, diciendo:
- Por cierto, no creerán lo que me pasó mientras estábamos escondidos: ¡encontré mi Koromon! ¡Es él!
Señaló al que resultó ser su compañero, y Taiga se volteó a ver con expresión de asombro. Incluso Artaud se levantó para observarlo.
- ¡¿Qué?! ¡¿En serio?! Entonces era cierto: la primera vez que apareces en el digimundo sin tu digimon, apareces cerca de él... Como dije cuando llegamos...
- ¡Sí! Así parece, ¿no es genial? Tantos años buscándolo y al fin lo encontré...
Hayate se veía tan feliz como un niño al que le dan una enorme paleta.
- Pero... Con todo el tiempo que pasó, y aún sigue siendo un Koromon... Es extraño...
Dijo Taiga, pero el Koromon se adelantó, con expresión seria, y dijo:
- Es que no "sigo" siendo un Koromon... Simplemente volví a nacer...
La expresión de todos se quebró: que hubiera vuelto a nacer significaba que había muerto. El silencio se apoderó del lugar, hasta que él decidió que tarde o temprano tendría que contar su historia.
- Originalmente nací en la Zona Inicial, como todos los demás digimon, y me criaron los Elecmon, pero yo era diferente: desde que nací, tuve ese digivice conmigo, por lo que era evidente que yo era un digimon destinado a tener un tamer al que entregarle el digivice... Cuando pasé de Botamon a Koromon decidí salir al digimundo en busca de mi tamer, pero el tiempo pasaba y él no aparecía. Hasta que un día, recibí las primeras señales de mi tamer, pero era extraño, se comunicaba conmigo pero no podía verlo. No sabía si me estaba volviendo loco o qué, pero estaba tan feliz de saber de mi tamer que decidí responderle a todo lo que me decía. Sin embargo, después de tanto tiempo comunicándonos de esa forma, él desapareció, y no volví a saber nada de él... Entonces comencé a vagar sólo y triste por el Digimundo, sin saber si mi tamer me había abandonado, o si algo le había pasado y yo no había estado ahí para protegerlo... Debía digievoucionar en un Agumon, pero como estaba tan deprimido y desolado, mi digievolución se vio afectada por ello y me convertí en un BlackAgumon... Y luego seguí vagando por el Digimundo, con la esperanza de volver a encontrar a mi tamer, pero la tristeza de no conseguirlo... Y así hasta que llegué a mi forma de BlackWargreymon, toda una vida sin sentido y sin mi tamer, por lo que decidí que no tenía sentido seguir viviendo, ya que jamás recuperaría todo el tiempo que perdí esperando a mi tamer. Así que me escondí en una cueva y dormí... Y dormí, y dormí, y dormí... Hasta que morí y volví a nacer en la Zona Inicial... Nuevamente tenía ese digivice conmigo, pero decidí que ya había desperdiciado toda una vida por buscar a alguien que no aparecería, así que esta nueva vida la viviría por mi cuenta, sin depender de un tamer. Luego conocí este pueblo lleno de Koromon y Pagumon, y pensé que sería un buen lugar para quedarme a vivir hasta que volviera a digievolucionar... Y aquí esoy... Justo cuando menos esperaba encontrar a mi tamer, aparece como si nada...
Koromon se veía disconforme al contar su historia, y no parecía tan feliz por haber encontrado a su tamer. Por otro lado, Taiga pensó que su historia era extremadamente triste, jamás se imaginó que pudiera ocurrirle eso a un digimon sin tamer... Hayate, por otro lado, sabía que era la contraparte de esa historia y se sentía muy culpable por haber abandonado a su compañero.
- Lo siento mucho, yo, no sabía todo eso... No fue mi intención abandonarte... Las cosas no fueron fáciles para mí tampoco... Pero ahora que al fin te encontré y sé que existes, te prometo que jamás te abandonaré...
Luego de decir esto, Hayate observó al muchacho que habían conocido ese mismo día, Mike, y le dijo:
- Oye, ya que estamos conociéndonos todos, ¿por qué no nos cuentas un poco de tí y de cómo llegaste al Digimundo?
- Tamer & Digimon
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Taiga & Artaud
Re: Un Nuevo Mundo. (Libre)
Miguel y el Pagumon escucharon toda la historia que contó el Koromon del Sr. Hayate y, aunque Miguel no comprendía mucho del tema y de la situación, se daba cuenta de que no era una historia muy agradable al notar la expresión de tristeza en el rostro del Pagumon. El ambiente nuevamente estaba tenso, y para peor al Sr. Hayate no se le ocurrió mejor (o peor) manera de seguir la conversación que invitando a Miguel a contar su propia historia, que no era mucho mejor.
-Bueno... ehmmm... como ya todos habéis escuchado, mi nombre es Mike. Bueno, soy un estudiante, estudio la carrera de biología. Vivo en Kenia, en una reserva natural, aunque mis padres venían de España y viajaron allí porque ahí trabajaban. Ellos...
Entonces Miguel hizo una pausa para pensar qué diría. Pero creyó que contar qué le había pasado a sus padres no tenía sentido en ese momento.
-Ellos eran buenas personas. A ver... Ehmmm... ¿Que cómo llegué aquí? Pues la verdad es que no lo comprendo mucho, incluso no sé si creer todo ésto que está ocurriendo o pensar que todo se trata de un sueño muy loco. Básicamente volvía ésta tarde de la facultad y encontré en el camino un extraño artefacto, ese mismo que tenéis vosotros, que parece un teléfono móvil. Lo llevé a mi casa, pero comenzó a brillar de repente y la pantalla del ordenador también. Había mucha luz y lo siguiente que recuerdo es estar tirado en ese extraño bosque con éste simpático amiguito encima de mí, llamándome por mi nombre. Todo lo que ha ocurrido después de eso fue luego de conoceros y ya lo habéis visto.
Señaló a Pagumon al decir eso de "pequeño amiguito" y acto seguido se quedó cruzado de brazos esperando que alguno de los presentes se dignara a responder o explicar algo al respecto.
-Bueno... ehmmm... como ya todos habéis escuchado, mi nombre es Mike. Bueno, soy un estudiante, estudio la carrera de biología. Vivo en Kenia, en una reserva natural, aunque mis padres venían de España y viajaron allí porque ahí trabajaban. Ellos...
Entonces Miguel hizo una pausa para pensar qué diría. Pero creyó que contar qué le había pasado a sus padres no tenía sentido en ese momento.
-Ellos eran buenas personas. A ver... Ehmmm... ¿Que cómo llegué aquí? Pues la verdad es que no lo comprendo mucho, incluso no sé si creer todo ésto que está ocurriendo o pensar que todo se trata de un sueño muy loco. Básicamente volvía ésta tarde de la facultad y encontré en el camino un extraño artefacto, ese mismo que tenéis vosotros, que parece un teléfono móvil. Lo llevé a mi casa, pero comenzó a brillar de repente y la pantalla del ordenador también. Había mucha luz y lo siguiente que recuerdo es estar tirado en ese extraño bosque con éste simpático amiguito encima de mí, llamándome por mi nombre. Todo lo que ha ocurrido después de eso fue luego de conoceros y ya lo habéis visto.
Señaló a Pagumon al decir eso de "pequeño amiguito" y acto seguido se quedó cruzado de brazos esperando que alguno de los presentes se dignara a responder o explicar algo al respecto.
- Tamer & Digimon
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Mike y Mukalimba
Re: Un Nuevo Mundo. (Libre)
Taiga escuchó más atentamente que nadie la historia de Mike. La razón era que por fin encontraba en el Digimundo otro humano con el que podría llegar a entenderse. Terminó de realizar las curaciones a las heridas de Artaud, y este le agradeció, con lo que Taiga se volteó hacia Mike y le dijo:
- ¿Pero tú naciste en España o en Kenia? Yo soy Taiga Fukuoka, vivo en Tokio, Japón, pero nací en Londres, Inglaterra. Mi madre era inglesa, mi apellido materno es Graves.
Artaud se sorprendió, ya que ni siquiera él sabía eso. Taiga continuó:
- ¿Así que estudias biología? Eso es genial... Yo todavía estoy en la preparatoria, pero quiero dedicar mi vida a otra cosa... Estudio violonchelo, mi sueño es tocar en la filarmónica de Tokio...
Luego pensó que probablemente a Mike le interesaba más entender su viaje al Digimundo que conocer la vida de Taiga, así que prosiguió:
- Te explicaré sobre el Digimundo. Pero presta atención, será mucha información junta. La primera vez que viajé, lo hice igual que tú. Ese aparato que tienes ahí se llama digivice.
Taiga sacó el suyo de su bolsillo y se lo mostró.
- El Digimundo es un mundo digital. Te sonará muy loco, pero tómate un momento para razonarlo y verás que tiene sentido: el Digimundo se creó desde que el ser humano manipula datos a través de redes virtuales. El mundo virtual es tan desconocido para los humanos como su propia mente. Si estudias biología debes saber que una de las cosas que menos conocemos es la mente humana. Que quiera ser música no significa que no me guste enterarme de otras cosas, soy bastante curiosa. El caso es que en ese mundo digital se creó el Digimundo. Es todo un planeta, en el que estamos, y tiene comunicación directa con el mundo humano a través de varias "puertas", las cuales se abren generalmente mediante computadoras. Mi tío Hayate es programador, él se dio cuenta hace muchos años de la posibilidad de la existencia del Digimundo. Pero la mayoría de los humanos ignoran su existencia, por lo que terminaron por convencer a mi tío de que no existía. Hasta que yo viajé accidentalmente.
Taiga hizo una pausa breve. Es difícil contar toda la historia del Digimundo y pretender que alguien que nunca tuvo contacto con el mismo lo entienda.
- Todo lo que ves aquí está hecho de datos. Somos datos. Te preguntarás cómo es posible. Es que al pasar a través de una puerta al Digimundo, la información de tu cuerpo, cada célula, tu ADN, se transforma en código binario. Es como una traducción... Es algo difícil de imaginar, pero así es como tú, yo, todos nosotros estamos aquí. Eso si, el que seas datos ahora no significa que lo que te ocurra aquí no te ocurrirá en nuestro mundo. Ahora mismo tu cuerpo no existe en el mundo humano, porque tu estás aquí frente a mí, no allá. Si tu te cortas un dedo, los datos de tu cuerpo almacenarán esa información y cuando regreses a tu mundo y se vuelva a traducir tu cuerpo al material físico, el corte seguirá ahí. Así que cuídate por aquí...
Pensó que ya había explicado suficiente de cómo era posible que un humano viajara al digimundo, y ahora le tocaba explicar sobre los digimons:
- Los digimons son criaturas virtuales, digitales, que aquí son tan tangibles como lo eres tú en tu mundo. Algunas las programaron los humanos, pero son una minoría, la mayoría fueron programadas accidentalmente mientras los humanos programaban ciertos artefactos en su mundo. Por ejemplo, puede ocurrir que un programador esté programando un virus, y en el proceso cree accidentalmente un digimon atributo virus, el cual luego vivirá en el Digimundo. El humano nunca se enteró de que lo creó, pero así fue. Y los digimons tienen metamorfosis que llamamos "digievoluciones". Ya te lo había mencionado, normalmente los digimons sin tamer (un humano que los acompañe y que tenga el digivice correspondiente) digievolucionan siempre en forma progresiva desde que nacen hasta que mueren. En cambio los digimons que tienen tamer, no digievolucionan de forma natural, sino que necesitan la ayuda del digivice y de su tamer para hacerlo, y además pueden digievolucionar en forma regresiva. Ya has visto a mi compañero Artaud hacer eso... Ten en cuenta que cada vez que digievolucionan se convierten en un tipo de digimon distinto. Artaud ahora es un DemiDevimon, pero hace un rato era un Devimon. Por eso muchos les ponemos motes, para llamarlos siempre igual, pero eso es a tu elección. Además, dos tipos de digimon distintos pueden digievolucionar en el mismo tipo, o dos digimon del mismo tipo pueden digievolucionar en distintos tipos, por lo que nunca sabras a qué digievolucionará tu Pagumon hasta que lo haga, aunque sí sabes que tiene ciertas opciones posibles. Por ejemplo, puede digievolucionar en un Gazimon o en un DemiDevimon, pero jamás en un Agumon...
Taiga se dio cuenta de que había hablado demasiado, y aunque veía que su tío Hayate se mostraba muy orgulloso de que ella hubiera estado leyendo toda la información que él le dio, decidió que lo mejor sería dejar que el muchacho preguntara.
- Bueno, dime si algo no has entendido, o si tienes alguna pregunta... Te explicaré todo lo que quieras...
- ¿Pero tú naciste en España o en Kenia? Yo soy Taiga Fukuoka, vivo en Tokio, Japón, pero nací en Londres, Inglaterra. Mi madre era inglesa, mi apellido materno es Graves.
Artaud se sorprendió, ya que ni siquiera él sabía eso. Taiga continuó:
- ¿Así que estudias biología? Eso es genial... Yo todavía estoy en la preparatoria, pero quiero dedicar mi vida a otra cosa... Estudio violonchelo, mi sueño es tocar en la filarmónica de Tokio...
Luego pensó que probablemente a Mike le interesaba más entender su viaje al Digimundo que conocer la vida de Taiga, así que prosiguió:
- Te explicaré sobre el Digimundo. Pero presta atención, será mucha información junta. La primera vez que viajé, lo hice igual que tú. Ese aparato que tienes ahí se llama digivice.
Taiga sacó el suyo de su bolsillo y se lo mostró.
- El Digimundo es un mundo digital. Te sonará muy loco, pero tómate un momento para razonarlo y verás que tiene sentido: el Digimundo se creó desde que el ser humano manipula datos a través de redes virtuales. El mundo virtual es tan desconocido para los humanos como su propia mente. Si estudias biología debes saber que una de las cosas que menos conocemos es la mente humana. Que quiera ser música no significa que no me guste enterarme de otras cosas, soy bastante curiosa. El caso es que en ese mundo digital se creó el Digimundo. Es todo un planeta, en el que estamos, y tiene comunicación directa con el mundo humano a través de varias "puertas", las cuales se abren generalmente mediante computadoras. Mi tío Hayate es programador, él se dio cuenta hace muchos años de la posibilidad de la existencia del Digimundo. Pero la mayoría de los humanos ignoran su existencia, por lo que terminaron por convencer a mi tío de que no existía. Hasta que yo viajé accidentalmente.
Taiga hizo una pausa breve. Es difícil contar toda la historia del Digimundo y pretender que alguien que nunca tuvo contacto con el mismo lo entienda.
- Todo lo que ves aquí está hecho de datos. Somos datos. Te preguntarás cómo es posible. Es que al pasar a través de una puerta al Digimundo, la información de tu cuerpo, cada célula, tu ADN, se transforma en código binario. Es como una traducción... Es algo difícil de imaginar, pero así es como tú, yo, todos nosotros estamos aquí. Eso si, el que seas datos ahora no significa que lo que te ocurra aquí no te ocurrirá en nuestro mundo. Ahora mismo tu cuerpo no existe en el mundo humano, porque tu estás aquí frente a mí, no allá. Si tu te cortas un dedo, los datos de tu cuerpo almacenarán esa información y cuando regreses a tu mundo y se vuelva a traducir tu cuerpo al material físico, el corte seguirá ahí. Así que cuídate por aquí...
Pensó que ya había explicado suficiente de cómo era posible que un humano viajara al digimundo, y ahora le tocaba explicar sobre los digimons:
- Los digimons son criaturas virtuales, digitales, que aquí son tan tangibles como lo eres tú en tu mundo. Algunas las programaron los humanos, pero son una minoría, la mayoría fueron programadas accidentalmente mientras los humanos programaban ciertos artefactos en su mundo. Por ejemplo, puede ocurrir que un programador esté programando un virus, y en el proceso cree accidentalmente un digimon atributo virus, el cual luego vivirá en el Digimundo. El humano nunca se enteró de que lo creó, pero así fue. Y los digimons tienen metamorfosis que llamamos "digievoluciones". Ya te lo había mencionado, normalmente los digimons sin tamer (un humano que los acompañe y que tenga el digivice correspondiente) digievolucionan siempre en forma progresiva desde que nacen hasta que mueren. En cambio los digimons que tienen tamer, no digievolucionan de forma natural, sino que necesitan la ayuda del digivice y de su tamer para hacerlo, y además pueden digievolucionar en forma regresiva. Ya has visto a mi compañero Artaud hacer eso... Ten en cuenta que cada vez que digievolucionan se convierten en un tipo de digimon distinto. Artaud ahora es un DemiDevimon, pero hace un rato era un Devimon. Por eso muchos les ponemos motes, para llamarlos siempre igual, pero eso es a tu elección. Además, dos tipos de digimon distintos pueden digievolucionar en el mismo tipo, o dos digimon del mismo tipo pueden digievolucionar en distintos tipos, por lo que nunca sabras a qué digievolucionará tu Pagumon hasta que lo haga, aunque sí sabes que tiene ciertas opciones posibles. Por ejemplo, puede digievolucionar en un Gazimon o en un DemiDevimon, pero jamás en un Agumon...
Taiga se dio cuenta de que había hablado demasiado, y aunque veía que su tío Hayate se mostraba muy orgulloso de que ella hubiera estado leyendo toda la información que él le dio, decidió que lo mejor sería dejar que el muchacho preguntara.
- Bueno, dime si algo no has entendido, o si tienes alguna pregunta... Te explicaré todo lo que quieras...
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Taiga & Artaud
Re: Un Nuevo Mundo. (Libre)
Al parecer, Taiga sabía muchas cosas. Aunque a Miguel le costaba mucho admitir o creer que todo lo que le estaban contando fuese verdadero, él comprendía perfectamente toda la información brindada por esa muchacha. Además, por más disparatado que sonase, por mero sentido común, de igual manera esas explicaciones le resultaban bastante lógicas... Dentro de un mundo de ciencia ficción, un mundo creado por el ser humano. Algo así como una "realidad virtual". Sonaba loco sí, pero era perfectamente posible, la sociedad actual está en proceso de globalización y esa realidad se debe a la informática. Miguel se interesaba más que nada por la Naturaleza y los seres vivos de la Tierra, pero lógicamente estaba al tanto de todo lo concerniente al mundo de internet y la tecnología, ya que es casi imposible hoy en día estar por fuera de todo eso, más aún para personas jóvenes, de la edad de Miguel y de Taiga.
-Comprendo todo lo que me has dicho, ahora me quedan mucho más claras las ideas. Aún me cuesta mucho creérmelo... No, mejor dicho, me cuesta creer que me esté ocurriendo a mí. De todas formas te agradezco mucho por la información.
El cerebro de Miguel iba a mil por hora, tenía tantas dudas, tantas preguntas... Había tanto para averiguar que no sabía por dónde empezar.
-No sé qué preguntar primero... Veamos... Ya sé. Hay algo que no me queda claro sobre los habitantes de éste mundo, los digimons.
¿Son seres vivientes? Es decir ¿Están vivos realmente? Digo, porque al ser seres digitales, algo virtual compuesto por datos informáticos, dentro de una red de computadora... Me refiero a que, es decir, yo no creo en el alma ni nada de eso. No creo en espíritus, pero digo que los seres vivos están formados por ADN. Lo que quiero saber es si los digimons son seres con vida propia, como los perros de la Tierra, o los gatos... O como cualquier animal.
El Pagumon reaccionó ante la pregunta de Miguel y, con una expresión que demostraba que estaba ofendido por las palabras de su tamer, dijo muy enojado:
-¡Mike! ¡Claro que los digimon somos seres vivos! ¡Estamos vivos! Y también podemos morir...
Miguel miró al digimon y, al darse cuenta de que sus palabras habían caído mal, le dijo:
-Es que con todo lo que está ocurriendo tengo las ideas muy mezcladas, no quería insultaros.
Ahora que lo pienso... Tengo otra duda. Si ambos venimos de países con idiomas distintos ¿Cómo es que podemos entender lo que dice el otro? Y los digimon también nos comprenden ¿En qué idioma hablan? No comprendo.
Miguel seguía con un embrollo de dudas e incógnitas sin resolver dentro de su mente, cada segundo que pasaba se le ocurría una nueva pregunta.
-Comprendo todo lo que me has dicho, ahora me quedan mucho más claras las ideas. Aún me cuesta mucho creérmelo... No, mejor dicho, me cuesta creer que me esté ocurriendo a mí. De todas formas te agradezco mucho por la información.
El cerebro de Miguel iba a mil por hora, tenía tantas dudas, tantas preguntas... Había tanto para averiguar que no sabía por dónde empezar.
-No sé qué preguntar primero... Veamos... Ya sé. Hay algo que no me queda claro sobre los habitantes de éste mundo, los digimons.
¿Son seres vivientes? Es decir ¿Están vivos realmente? Digo, porque al ser seres digitales, algo virtual compuesto por datos informáticos, dentro de una red de computadora... Me refiero a que, es decir, yo no creo en el alma ni nada de eso. No creo en espíritus, pero digo que los seres vivos están formados por ADN. Lo que quiero saber es si los digimons son seres con vida propia, como los perros de la Tierra, o los gatos... O como cualquier animal.
El Pagumon reaccionó ante la pregunta de Miguel y, con una expresión que demostraba que estaba ofendido por las palabras de su tamer, dijo muy enojado:
-¡Mike! ¡Claro que los digimon somos seres vivos! ¡Estamos vivos! Y también podemos morir...
Miguel miró al digimon y, al darse cuenta de que sus palabras habían caído mal, le dijo:
-Es que con todo lo que está ocurriendo tengo las ideas muy mezcladas, no quería insultaros.
Ahora que lo pienso... Tengo otra duda. Si ambos venimos de países con idiomas distintos ¿Cómo es que podemos entender lo que dice el otro? Y los digimon también nos comprenden ¿En qué idioma hablan? No comprendo.
Miguel seguía con un embrollo de dudas e incógnitas sin resolver dentro de su mente, cada segundo que pasaba se le ocurría una nueva pregunta.
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Mike y Mukalimba
Re: Un Nuevo Mundo. (Libre)
Taiga rió un poco, no como burla, sino más bien como una risa amistosa. Por alguna razón, se sentía a gusto explicándole cosas al muchacho.
- Te responderé por orden: los digimons son seres vivos, y la mejor forma de darte cuenta de esto es llevando a tu digimon a nuestro mundo. Cuando eso pase, verás que, tal como te dije, sus datos se decodificarán y pasará de ser virtual a ser físico. Tanto en este mundo como en el nuestro, los digimons tienen todas las funciones vitales que cualquier ser vivo. La única diferencia es que en ciertas circunstancias, al morir pueden volver a nacer, ya que sus datos se convierten en un huevo y renacerá el mismo digimon. Esto no ocurre si algo le pasa a esos datos... Pero generalmente sí ocurre... De todos modos, tu digimon es un ser vivo, y siente tanto como tú, con la convivencia te darás cuenta. Así que el hecho de que pueda revivir no significa que se los pueda hacer sufrir como si nada, ¿vale? Y, con respecto al idioma, es que en el Digimundo todo se codifica y se decodifica constantemente, por lo que todos vemos al Digimundo de un modo distinto. Yo te escucho hablar en mi idioma, probablemente tú me escuches hablar en el tuyo... Si nos encontráramos en el mundo humano probablemente no nos entenderíamos. Sé que suena raro, pero si lo razonas un poco es lógico. ¿Sabías que las memorias de las computadoras funcionan exactamente igual que las memorias de las personas?
Luego hizo una pausa y fue a verificar que Artaud estuviera bien. Este dijo:
- Ya me siento mucho mejor, gracias Taiga. Por cierto, eres muy inteligente... ¿Qué vamos a hacer ahora?
Taiga se quedó pensando, para luego mirar a Mike y decir:
- ¿Necesitas ir a algún sitio en especial? De ser así, podemos guiarte un poco, y continuar hablando en el camino, te explicaré todo lo que quieras...
- Te responderé por orden: los digimons son seres vivos, y la mejor forma de darte cuenta de esto es llevando a tu digimon a nuestro mundo. Cuando eso pase, verás que, tal como te dije, sus datos se decodificarán y pasará de ser virtual a ser físico. Tanto en este mundo como en el nuestro, los digimons tienen todas las funciones vitales que cualquier ser vivo. La única diferencia es que en ciertas circunstancias, al morir pueden volver a nacer, ya que sus datos se convierten en un huevo y renacerá el mismo digimon. Esto no ocurre si algo le pasa a esos datos... Pero generalmente sí ocurre... De todos modos, tu digimon es un ser vivo, y siente tanto como tú, con la convivencia te darás cuenta. Así que el hecho de que pueda revivir no significa que se los pueda hacer sufrir como si nada, ¿vale? Y, con respecto al idioma, es que en el Digimundo todo se codifica y se decodifica constantemente, por lo que todos vemos al Digimundo de un modo distinto. Yo te escucho hablar en mi idioma, probablemente tú me escuches hablar en el tuyo... Si nos encontráramos en el mundo humano probablemente no nos entenderíamos. Sé que suena raro, pero si lo razonas un poco es lógico. ¿Sabías que las memorias de las computadoras funcionan exactamente igual que las memorias de las personas?
Luego hizo una pausa y fue a verificar que Artaud estuviera bien. Este dijo:
- Ya me siento mucho mejor, gracias Taiga. Por cierto, eres muy inteligente... ¿Qué vamos a hacer ahora?
Taiga se quedó pensando, para luego mirar a Mike y decir:
- ¿Necesitas ir a algún sitio en especial? De ser así, podemos guiarte un poco, y continuar hablando en el camino, te explicaré todo lo que quieras...
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Taiga & Artaud
Re: Un Nuevo Mundo. (Libre)
Esa chica de nombre Taiga era muy inteligente... O por lo menos era sabia. Sabía muchas cosas sobre ese mundo en el que se encontraban ahora y sabía mucho sobre computadoras. Ciertamente Miguel no sabía tanto sobre computadoras, pero sí sobre seres vivos y, al mirar a los ojos a ese Pagumon podía sentir que era tan real como un perro, un gato o un pájaro del mundo real. Podía notar expresiones en sus ojos y tonos de voz que denotaban sentimientos, como los de una persona... Y eso podía sentirlo tanto en su compañero digimon como en todos los demás digimon que tenía a su alrededor. Era una sensación extraña, era una situación poco convencional y en general era algo poco creíble, pero ya no le quedaban más argumentos para seguir autoconvenciéndose de que todo eso era un sueño y no era real. Era real, tenía que darse cuenta de una vez por todas que realmente él estaba ahí y todo lo que ocurría estaba pasando de verdad.
-Me sigue costando que me caiga la ficha, pero no os preocupéis. Es por culpa de mi naturaleza escéptica, no quiero que os sintáis ofendidos o invadidos por mi poca credulidad, no es nada personal.
Respondió Miguel, intentando que no le malinterpretasen.
-Me alegra mucho saber eso, Mike. Ya verás como con el tiempo nos llevaremos muy bien. Eso espero... Pero yo sí intentaré ser tu amigo y que nos llevemos lo mejor posible.
Añadió Pagumon con una muy tierna sonrisa, a pesar de esa expresión siniestra natural que suele caracterizar a los digimon de su tipo.
-Bueno, a decir verdad... Tengo bastante hambre, no he comido nada en lo que va del día. Me gustaría buscar una ciudad donde pueda haber algún restaurante o un sitio donde pueda comprar algo de comida. ¿Vosotros conocéis algún pueblo o ciudad cerca de aquí?
Preguntó el muchacho, poniendo una expresión tímida, con una leve sonrisa, sus ojos cerrados y una mano detrás de su nuca.
-Me sigue costando que me caiga la ficha, pero no os preocupéis. Es por culpa de mi naturaleza escéptica, no quiero que os sintáis ofendidos o invadidos por mi poca credulidad, no es nada personal.
Respondió Miguel, intentando que no le malinterpretasen.
-Me alegra mucho saber eso, Mike. Ya verás como con el tiempo nos llevaremos muy bien. Eso espero... Pero yo sí intentaré ser tu amigo y que nos llevemos lo mejor posible.
Añadió Pagumon con una muy tierna sonrisa, a pesar de esa expresión siniestra natural que suele caracterizar a los digimon de su tipo.
-Bueno, a decir verdad... Tengo bastante hambre, no he comido nada en lo que va del día. Me gustaría buscar una ciudad donde pueda haber algún restaurante o un sitio donde pueda comprar algo de comida. ¿Vosotros conocéis algún pueblo o ciudad cerca de aquí?
Preguntó el muchacho, poniendo una expresión tímida, con una leve sonrisa, sus ojos cerrados y una mano detrás de su nuca.
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Mike y Mukalimba
Re: Un Nuevo Mundo. (Libre)
Ante las últimas palabras de Mike, todos los Koromon que había allí se alborotaron, saltando y hablando todos a la vez. Parecían muy ansiosos por decir o comentar algo, pero los relatos de todos estaban desfazados y sus voces sonaban todas con el mismo volumen, por lo que no había ninguna que destacara. El murmullo de Koromons era imposible de entender, hasta que el Koromon de Hayate dijo con voz fuerte:
- ¡Silencio todos!
Con lo que los Koromons se callaron repentinamente.
- Lo que quieren decir es que en el pueblo tenemos...
Koromon se dirigió a Mike, y buscaba la palabra correcta para decir lo que quería.
- Una casa de comidas, es decir, un pequeño restaurant, es modesto, pero hay buena comida allí, créeme... Si quieren, podemos llevarlos allí para que coman, y luego les daremos indicaciones para que lleguen a donde tengan que llegar...
Artaud reaccionó inmediatamente:
- ¡Sí! ¡Yo quiero comer! Por favor, Taiga, así recuperaré mi energía...
Taiga lo miró, pero consideró que la prioridad era que el nuevo decidiera qué quería hacer en su primer día en el Digimundo. Recordó la primera vez que ella había aparecido allí, y recordó el restaurante de Digitamamon en el pueblo de los Gekomons... Se dirigió a Mike y le dijo:
- Bueno, es tu primer día en el Digimundo, tu decides...
Hayate, mientras, se había quedado pensando en las palabras del Koromon: "les daremos indicaciones para que lleguen a donde tengan que llegar". Le preocupaba que después de todo lo que había ocurrido, Koromon no quisiera viajar con Hayate al mundo humano. Quiso preguntarle, pero no podría arruinar aquel breve momento de calma que estaban teniendo. Esperaría al momento en el que finalmente fueran a salir de aquel pueblo para preguntarle a Koromon si lo acompañaría o si se quedaría allí...
- ¡Silencio todos!
Con lo que los Koromons se callaron repentinamente.
- Lo que quieren decir es que en el pueblo tenemos...
Koromon se dirigió a Mike, y buscaba la palabra correcta para decir lo que quería.
- Una casa de comidas, es decir, un pequeño restaurant, es modesto, pero hay buena comida allí, créeme... Si quieren, podemos llevarlos allí para que coman, y luego les daremos indicaciones para que lleguen a donde tengan que llegar...
Artaud reaccionó inmediatamente:
- ¡Sí! ¡Yo quiero comer! Por favor, Taiga, así recuperaré mi energía...
Taiga lo miró, pero consideró que la prioridad era que el nuevo decidiera qué quería hacer en su primer día en el Digimundo. Recordó la primera vez que ella había aparecido allí, y recordó el restaurante de Digitamamon en el pueblo de los Gekomons... Se dirigió a Mike y le dijo:
- Bueno, es tu primer día en el Digimundo, tu decides...
Hayate, mientras, se había quedado pensando en las palabras del Koromon: "les daremos indicaciones para que lleguen a donde tengan que llegar". Le preocupaba que después de todo lo que había ocurrido, Koromon no quisiera viajar con Hayate al mundo humano. Quiso preguntarle, pero no podría arruinar aquel breve momento de calma que estaban teniendo. Esperaría al momento en el que finalmente fueran a salir de aquel pueblo para preguntarle a Koromon si lo acompañaría o si se quedaría allí...
- Off Rol:
- Si decides ir al restaurante, puedes inventar y contar lo que quieras acerca del mismo, todo lo que no digas sobre el restaurante lo inventaré yo en el siguiente post.
- Tamer & Digimon
- Digi Puntos :98Nivel On Rol :ChampionInventario :
Taiga & Artaud
Re: Un Nuevo Mundo. (Libre)
En parte, Miguel sentía bastante desconfianza. si era verdad que se encontraban en un mundo de datos, entonces ¿qué tipo de comida se comía allí? Miguel tenía ganas de comer comida real, no digital. ¿Acaso le enchufarían un cable en la boca y le descargarían información como si se tratase de un pendrive? No entendía nada. Quizás la comida estaba representada con la "interfaz" de comida real, pero... ¿Y su sabor? ¿Tendría sabor a comida real?
-Está bien, llevadnos a ese lugar, por favor. Tengo tanta hambre que no me importa si aquí coméis carne con ensalada o datos...
Dijo Miguel muy serio, aunque luego se dio cuenta de la estupidez que había dicho en voz alta.
-Yo también tengo mucha hambre... Aunque desde que apareciste, Mike, me siento con mucha más energía que de costumbre. No sé a qué se deberá.
Agregó el Pagumon, tapando así un poco la tontería que había dicho su compañero humano.
Entonces, el equipo de koromons, liderados por el Koromon más sabio, el de Hayate, se dispusieron a guiar al grupo de visitantes hacia aquel supuesto restaurant. Desde afuera se veía como un lugar algo descuidado, humilde, que más que un restaurant parecía una especie de cabaña antigua o algo por el estilo. Miguel cada vez tenía menos esperanzas en encontrarse con algo medianamente decente, pero los Koromons insistían en que debían entrar, que or fuera se veía peor de lo que era por dentro.
Fue así como los tamers entraron al lugar...
-Está bien, llevadnos a ese lugar, por favor. Tengo tanta hambre que no me importa si aquí coméis carne con ensalada o datos...
Dijo Miguel muy serio, aunque luego se dio cuenta de la estupidez que había dicho en voz alta.
-Yo también tengo mucha hambre... Aunque desde que apareciste, Mike, me siento con mucha más energía que de costumbre. No sé a qué se deberá.
Agregó el Pagumon, tapando así un poco la tontería que había dicho su compañero humano.
Entonces, el equipo de koromons, liderados por el Koromon más sabio, el de Hayate, se dispusieron a guiar al grupo de visitantes hacia aquel supuesto restaurant. Desde afuera se veía como un lugar algo descuidado, humilde, que más que un restaurant parecía una especie de cabaña antigua o algo por el estilo. Miguel cada vez tenía menos esperanzas en encontrarse con algo medianamente decente, pero los Koromons insistían en que debían entrar, que or fuera se veía peor de lo que era por dentro.
Fue así como los tamers entraron al lugar...
- Tamer & Digimon
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Mike y Mukalimba
Re: Un Nuevo Mundo. (Libre)
Tras escuchar las palabras de Mike, la horda de Koromons comenzó a rebotar eufórica y salieron del pequeño dispensario, desapareciendo de la vista de nuestros protagonistas. Del mismo modo, su murmullo se fue haciendo cada vez más tenue para los oídos de quienes aún estaban en el dispensario. Entonces, el Koromon de Hayate dijo:
- Síganme, les enseñaré dónde es… La razón por la que todos salieron eufóricos es porque no hay absolutamente nadie en el pueblo que no adore comer allí.
Hayate siguió a su compañero con entusiasmo. Taiga tomó a Artaud en sus brazos y este se quejó:
- Déjame, Taiga, yo puedo, ya estoy mejor...
Pero Taiga respondió:
- Artaud, por favor, guarda energía para cuando la necesites...
El murciélago azul se resignó y se dejó llevar por su compañera humana.
Mientras caminaban hacia el restaurante, Taiga le explicó a Mike:
- Ya te expliqué que nuestro mundo y el Digimundo no son muy diferentes, exceptuando las habilidades de los digimons… La comida es bastante parecida a la de nuestro mundo, y aunque sean datos, no te enterarás, porque ahora mismo tú también eres datos… Y te llenará, y cuando regreses a tu mundo esa comida seguirá en tu estómago, sólo que se traducirá de datos a elementos físicos. Sé que es difícil de entender, ya te acostumbrarás a la idea...
Taiga ya no sabía cómo explicar las cosas para que el chico nuevo entendiera, así que decidió dejar de esforzarse y esperar a que él probara las cosas por su cuenta. Después de todo, su amabilidad tenía un límite, y ya de por sí era bastante raro que hubiera estado dispuesta a explicar tanto. De hecho, solo lo hacía porque sentía que tenía el deber de hacer con los nuevos lo mismo que habían hecho con ella cuando llegó. Sabía lo desagradable que era estar en un mundo nuevo totalmente perdido.
Finalmente, llegaron al restaurante, y todos los Koromons se amontonaron contra la puerta de entrada. Finalmente, la puerta se abrió misteriosamente y todos entraron rebotando desesperadamente, para acomodarse en las mesas que allí habían. Cuando terminó de entrar la horda de bolas rosadas, Taiga se dispuso a entrar, junto con Hayate y su Koromon. Dentro, los recibió…
- ¡¿Otra vez tú?!
El grito desubicado de Taiga pareció molestar a Artaud, pero el anfitrión se adelantó a explicar la que creía que era la situación:
- Disculpe, pero creo que me confunde con otro Digitamamon.
Taiga se quedó desconcertada: todavía no había aprendido a diferenciar entre dos digimons del mismo tipo.
- Oh, lo siento, disculpe...
Dijo avergonzada.
- No te preocupes, seguramente hayas conocido a alguno de mis primos. En fin, bienvenidos a mi restaurante, es bueno tener extranjeros por aquí, les serviré un platillo especial, a menos que deseen algo en particular…
El Digitamamon parecía extremadamente amigable. El Koromon de Hayate se adelantó unos pasos y le comentó:
- Chef Digitamamon, ellos fueron los que salvaron a nuestro pueblo del Angemon...
A lo que el cocinero, que lucía un delantal y un sombrero blanco típico de su profesión, dijo:
- ¿En serio? Oh, vaya, entonces con más razón, venga, siéntense donde prefieran, hoy estamos de fiesta, la casa invita, traeré comida para todos.
Acto seguido los Koromons parecieron festejar muy alegres, y el chef se dirigió a la cocina, aunque antes de poder entrar, Taiga dijo:
- ¡Espere! Tengo una pregunta… Si Angemon es un digimon champion, y usted es un digimon perfecto, ¿por qué no se encargó usted de todo el asunto?
El Digitamamon se volteó con una sonrisa y dijo:
- ¿Pero cómo podría pensarlo? Yo solo soy un cocinero jojojojo...
Luego se metió en la cocina, y Taiga quedó con una gran expresión de fastidio, diciendo:
- Vaya, todos dicen lo mismo...
Entonces, Hayate apuró al grupo, diciendo:
- No sé ustedes, chicos, pero yo tengo hambre, por allí hay una mesa...
- Síganme, les enseñaré dónde es… La razón por la que todos salieron eufóricos es porque no hay absolutamente nadie en el pueblo que no adore comer allí.
Hayate siguió a su compañero con entusiasmo. Taiga tomó a Artaud en sus brazos y este se quejó:
- Déjame, Taiga, yo puedo, ya estoy mejor...
Pero Taiga respondió:
- Artaud, por favor, guarda energía para cuando la necesites...
El murciélago azul se resignó y se dejó llevar por su compañera humana.
Mientras caminaban hacia el restaurante, Taiga le explicó a Mike:
- Ya te expliqué que nuestro mundo y el Digimundo no son muy diferentes, exceptuando las habilidades de los digimons… La comida es bastante parecida a la de nuestro mundo, y aunque sean datos, no te enterarás, porque ahora mismo tú también eres datos… Y te llenará, y cuando regreses a tu mundo esa comida seguirá en tu estómago, sólo que se traducirá de datos a elementos físicos. Sé que es difícil de entender, ya te acostumbrarás a la idea...
Taiga ya no sabía cómo explicar las cosas para que el chico nuevo entendiera, así que decidió dejar de esforzarse y esperar a que él probara las cosas por su cuenta. Después de todo, su amabilidad tenía un límite, y ya de por sí era bastante raro que hubiera estado dispuesta a explicar tanto. De hecho, solo lo hacía porque sentía que tenía el deber de hacer con los nuevos lo mismo que habían hecho con ella cuando llegó. Sabía lo desagradable que era estar en un mundo nuevo totalmente perdido.
Finalmente, llegaron al restaurante, y todos los Koromons se amontonaron contra la puerta de entrada. Finalmente, la puerta se abrió misteriosamente y todos entraron rebotando desesperadamente, para acomodarse en las mesas que allí habían. Cuando terminó de entrar la horda de bolas rosadas, Taiga se dispuso a entrar, junto con Hayate y su Koromon. Dentro, los recibió…
- ¡¿Otra vez tú?!
El grito desubicado de Taiga pareció molestar a Artaud, pero el anfitrión se adelantó a explicar la que creía que era la situación:
- Disculpe, pero creo que me confunde con otro Digitamamon.
Taiga se quedó desconcertada: todavía no había aprendido a diferenciar entre dos digimons del mismo tipo.
- Oh, lo siento, disculpe...
Dijo avergonzada.
- No te preocupes, seguramente hayas conocido a alguno de mis primos. En fin, bienvenidos a mi restaurante, es bueno tener extranjeros por aquí, les serviré un platillo especial, a menos que deseen algo en particular…
El Digitamamon parecía extremadamente amigable. El Koromon de Hayate se adelantó unos pasos y le comentó:
- Chef Digitamamon, ellos fueron los que salvaron a nuestro pueblo del Angemon...
A lo que el cocinero, que lucía un delantal y un sombrero blanco típico de su profesión, dijo:
- ¿En serio? Oh, vaya, entonces con más razón, venga, siéntense donde prefieran, hoy estamos de fiesta, la casa invita, traeré comida para todos.
Acto seguido los Koromons parecieron festejar muy alegres, y el chef se dirigió a la cocina, aunque antes de poder entrar, Taiga dijo:
- ¡Espere! Tengo una pregunta… Si Angemon es un digimon champion, y usted es un digimon perfecto, ¿por qué no se encargó usted de todo el asunto?
El Digitamamon se volteó con una sonrisa y dijo:
- ¿Pero cómo podría pensarlo? Yo solo soy un cocinero jojojojo...
Luego se metió en la cocina, y Taiga quedó con una gran expresión de fastidio, diciendo:
- Vaya, todos dicen lo mismo...
Entonces, Hayate apuró al grupo, diciendo:
- No sé ustedes, chicos, pero yo tengo hambre, por allí hay una mesa...
- Tamer & Digimon
- Digi Puntos :98Nivel On Rol :ChampionInventario :
Taiga & Artaud
Re: Un Nuevo Mundo. (Libre)
Taiga era muy explicativa con Miguel, como si tuviese alguna especie de obligación de guiar a las personas nuevas en ese mundo. O quizás simplemente lo hacía porque nacía internamente en ella esa necesidad o deber de ayudar a los demás. Sea como sea, a Miguel le servía haberse encontrado justo con alguien tan servicial en ese sentido.
-Jajajajaja. Sí, ya había entendido eso. No me hagas caso, eso que dije antes se me escapó. Es como que estaba pensando en voz alta. De todas formas, te agradezco por la información.
Respondió Miguel, con una risa nerviosa y su mano derecha detrás de su cabeza, en su nuca.
Los Koromon entraron al lugar con gran desesperación, rebotando histéricamente por todos lados, intentando encontrar una silla donde poder acomodarse. Luego entraron el Sr Hayate, Taiga y los demás.
Dentro del sitio, se encontraron con un ser que hizo que Miguel se llevara un gran susto. El sobresalto fue muy notorio.
-Mike ¿estás bien?
Preguntó el Pagumon muy preocupado al ver la reacción de su compañero humano.
Miguel no sabía qué hacer, qué responder, ese ser era muy extraño, algo grotesco. Se trataba de una especie de... Huevo gigante, con ojos y patas. Además llevaba puesto un sombrero de chef y un delantal de cocinero. Antes de poder decir algo al respecto, Taiga se apresuró a indicar que aparentemente conocía a ese individuo. Aunque luego el extraño ser respondió que quizás le estaban confundiendo con otro parecido. ¿Habían más de esas aberraciones? Bueno, eran seres vivos después de todo... O eso le había confirmado Taiga. Además, nadie parecía asustarse o extrañarse con la presencia de ese sujeto, todos se lo tomaban como algo normal.
El huevo gigante, que al parecer se llamaba "Digitamamon", les dio la bienvenida al restaurante. Seguido de eso, se dio lugar a una absurda conversación entre todos esos seres surrealistas que le rodeaban. De a ratos Miguel volvía a considerar la idea de que todo era un sueño, o su imaginación. Es que todo era demasiado irreal comparado a la realidad a la que él estaba acostumbrado.
El Señor Hayate trajo de nuevo el cable a tierra cuando comentó que tenía hambre y que buscasen una mesa. ¿Realmente esa cosa era el cocinero? ¿Eso iba a cocinar el alimento para ellos? De todas formas, Miguel tenía mucha hambre, y seguramente Pagumon también.
-Espero que hayan platillos normales aquí...
Fue lo único que atinó a decir el muchacho, mientras que Pagumon lo miraba con cara de confusión.
-Jajajajaja. Sí, ya había entendido eso. No me hagas caso, eso que dije antes se me escapó. Es como que estaba pensando en voz alta. De todas formas, te agradezco por la información.
Respondió Miguel, con una risa nerviosa y su mano derecha detrás de su cabeza, en su nuca.
Los Koromon entraron al lugar con gran desesperación, rebotando histéricamente por todos lados, intentando encontrar una silla donde poder acomodarse. Luego entraron el Sr Hayate, Taiga y los demás.
Dentro del sitio, se encontraron con un ser que hizo que Miguel se llevara un gran susto. El sobresalto fue muy notorio.
-Mike ¿estás bien?
Preguntó el Pagumon muy preocupado al ver la reacción de su compañero humano.
Miguel no sabía qué hacer, qué responder, ese ser era muy extraño, algo grotesco. Se trataba de una especie de... Huevo gigante, con ojos y patas. Además llevaba puesto un sombrero de chef y un delantal de cocinero. Antes de poder decir algo al respecto, Taiga se apresuró a indicar que aparentemente conocía a ese individuo. Aunque luego el extraño ser respondió que quizás le estaban confundiendo con otro parecido. ¿Habían más de esas aberraciones? Bueno, eran seres vivos después de todo... O eso le había confirmado Taiga. Además, nadie parecía asustarse o extrañarse con la presencia de ese sujeto, todos se lo tomaban como algo normal.
El huevo gigante, que al parecer se llamaba "Digitamamon", les dio la bienvenida al restaurante. Seguido de eso, se dio lugar a una absurda conversación entre todos esos seres surrealistas que le rodeaban. De a ratos Miguel volvía a considerar la idea de que todo era un sueño, o su imaginación. Es que todo era demasiado irreal comparado a la realidad a la que él estaba acostumbrado.
El Señor Hayate trajo de nuevo el cable a tierra cuando comentó que tenía hambre y que buscasen una mesa. ¿Realmente esa cosa era el cocinero? ¿Eso iba a cocinar el alimento para ellos? De todas formas, Miguel tenía mucha hambre, y seguramente Pagumon también.
-Espero que hayan platillos normales aquí...
Fue lo único que atinó a decir el muchacho, mientras que Pagumon lo miraba con cara de confusión.
- Tamer & Digimon
- Digi Puntos :26Nivel On Rol :Bebe II
Mike y Mukalimba
Re: Un Nuevo Mundo. (Libre)
Todos se sentaron en la mesa indicada por Hayate. Que, de hecho, era la única mesa del lugar. Consistía en un tablón rectangular largo con varias sillas a sus lados. Todo parecía indicar que ese pequeño local oficiaba de comedor para todos los del pueblo. Mientras esperaban la comida, Taiga comentó, más que nada para Mike:
- Ese huevo gigante es Digitamamon, es un digimon de nivel ultra, más poderoso que el Angemon que enfrentamos hoy... No puedo ni imaginar qué poderes tiene, pero jamás vi pelear a un Digitamamon, parece que son pacíficos... El que vi antes de este era también cocinero, en un pueblo de Gekomons... Si este cocina como aquel, agradecerás haer comido aquí...
Tras unos minutos, Digitamamon regresó con una bandeja enorme haciendo equilibrio sobre su cabeza, y en ella traía varios platos. Al apoyar la bandeja en la mesa, todos pudieron ver que se trataba de platillos preparados a base de frutas, muy frescos e ideales para el clima del lugar. Eran abundantes, y los Koromons se abalanzaron rápidamente para tomar diversas porciones de tartas, ensaladas, trozos de frutas, brochetas, etcétera. Pronto Digitamamon trajo otra bandeja igual, dejándola en otra parte de la mesa, y diciendo con tono alegre:
- Vamos, coman lo que deseen, la casa invita.
En cuanto Digitamamon se metió de nuevo a la cocina, Taiga observó todo (Artaud tomó de inmediato una brocheta y comenzó a comerla), y dijo:
- Parece que hoy tocó menú vegetariano...
Sus ojos entrecerrados parecían demostrar descontento, y Artaud dijo:
- Mejor, hace calor aquí y estas frutas están muy frescas y deliciosas, pruébalas...
Taiga lo miró sin cambiar su expresión:
- ¿Tú no querías ser un vampiro?
Artaud respondió, sin dejar de masticar:
- Lo soy, pero los vampiros también comen frutas...
Taiga suspiró y tomó una porción de tarta. Esta contenía unas frutas anaranjadas que parecían duraznos, y una especie de crema blanca. En cuanto la probó, notó que esa fruta parecía bastante consistente, por un momento sintió que se llenaría con una sola porción. Su expresión de asombro daba a entender que la tarta era especial.
Mientras, Hayate ya había tomado una porción de esa tarta, y comentó:
- Qué extraño, parecen duraznos, pero tienen un sabor como de zapallo dulce...
Su compañero Koromon dijo:
- Estas frutas las recogemos del bosque que está cerca de aquí... Digitamamon es el mejor cocinándolas...
Hablando de Digitamamon, él permanecía dentro de la cocina... ¿Qué estaría haciendo?
- Ese huevo gigante es Digitamamon, es un digimon de nivel ultra, más poderoso que el Angemon que enfrentamos hoy... No puedo ni imaginar qué poderes tiene, pero jamás vi pelear a un Digitamamon, parece que son pacíficos... El que vi antes de este era también cocinero, en un pueblo de Gekomons... Si este cocina como aquel, agradecerás haer comido aquí...
Tras unos minutos, Digitamamon regresó con una bandeja enorme haciendo equilibrio sobre su cabeza, y en ella traía varios platos. Al apoyar la bandeja en la mesa, todos pudieron ver que se trataba de platillos preparados a base de frutas, muy frescos e ideales para el clima del lugar. Eran abundantes, y los Koromons se abalanzaron rápidamente para tomar diversas porciones de tartas, ensaladas, trozos de frutas, brochetas, etcétera. Pronto Digitamamon trajo otra bandeja igual, dejándola en otra parte de la mesa, y diciendo con tono alegre:
- Vamos, coman lo que deseen, la casa invita.
En cuanto Digitamamon se metió de nuevo a la cocina, Taiga observó todo (Artaud tomó de inmediato una brocheta y comenzó a comerla), y dijo:
- Parece que hoy tocó menú vegetariano...
Sus ojos entrecerrados parecían demostrar descontento, y Artaud dijo:
- Mejor, hace calor aquí y estas frutas están muy frescas y deliciosas, pruébalas...
Taiga lo miró sin cambiar su expresión:
- ¿Tú no querías ser un vampiro?
Artaud respondió, sin dejar de masticar:
- Lo soy, pero los vampiros también comen frutas...
Taiga suspiró y tomó una porción de tarta. Esta contenía unas frutas anaranjadas que parecían duraznos, y una especie de crema blanca. En cuanto la probó, notó que esa fruta parecía bastante consistente, por un momento sintió que se llenaría con una sola porción. Su expresión de asombro daba a entender que la tarta era especial.
Mientras, Hayate ya había tomado una porción de esa tarta, y comentó:
- Qué extraño, parecen duraznos, pero tienen un sabor como de zapallo dulce...
Su compañero Koromon dijo:
- Estas frutas las recogemos del bosque que está cerca de aquí... Digitamamon es el mejor cocinándolas...
Hablando de Digitamamon, él permanecía dentro de la cocina... ¿Qué estaría haciendo?
- Off Rol:
- Corté aquí el comentario por si quieres desarrollar una conversación en la mesa, ya que en mi próximo comentario comenzará la acción de nuevo xD
- Tamer & Digimon
- Digi Puntos :98Nivel On Rol :ChampionInventario :
Taiga & Artaud
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