• El Comienzo de una Aventura • {Priv.}

por Shilouh Yagami Lun Dic 07, 2015 1:16 am

— Great Forest —
— Priv. Fuji Raikomaru

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Sí, algo había pasado, estaba completamente segura de ello. Antes siquiera de darse cuenta de lo que estaba sucediendo, aquella cegadora luz proveniente de aquél aparato que nunca antes había visto se apoderó del paisaje ¿Lo último que recordó? La exclamación de sorpresa de aquél ser que se hacía llamar Digimon, después de aquello: nada. Despertó sin saber realmente en qué momento, pero, sí sabía que lo que estaba bajo su cuerpo no era el suelo de la ciudad. Palpó la hierba con sus manos hasta que se fue incorporando hasta quedar sentada. Su verde cabellera se balanceó a un lado y otro en cuanto su mirada, frenética, buscó desesperadamente una explicación de lo sucedido... Estaba... Sí, en un bosque... ¿Qué hacía ahí? Pero más importante aún ¿Era eso posible?— ¿Cómo? ¿Cómo llegué aquí? ¿Estamos en un parque de atracción? ¿Es una broma? —Habló en voz alta, firme y clara... Era la única explicación lógica ¿No? Ladeó a un costado su cabeza ¿Cómo decirlo? Esa chica no era alguien que se asustara así, porque sí, de las situaciones que se le aparecían delante. Además, había vivido en una ciudad en la que la lógica gobernaba ¿Teletransportación? ¿Abducción? ¡Imposible! ¡Alguien seguramente jugaba con su mente! Seguramente de un momento a otro alguien aparecería diciendo que era uno de esos muchos shows de bromas... Pero... ¡Entonces cayó en la cuenta! ¡Aquél ángel no era ninguna imaginación suya!— ¡Lucemon! ¿Estás por aquí? ¡Lucemon! —Mientras gritaba aquél nombre tomó el objeto que en algún momento descubriría tratarse de un Digivice y se incorporó. Con hábiles saltos logró pasar de la zona más desnivelada a la más planas y, con total ingenuidad fue mirando a un lado y otro de los arbustos.— Lucemon... ¿Estás aquí? —Volvió a preguntar levantando una pequeña piedra del suelo. Si no hacía alguna tontería, se podía decir que no era Shila.

Repentinamente, el sonido de una ramita al romperse causó que abriera de par en par sus ojos... No era un oso ¿Verdad?— Realmente no puedes dejar de hacer cosas raras ¿Cierto, Shilouh? —La nominada volteó bruscamente, causando que la piedra cayera de nuevo en un sonido sordo y, sus ojos verdosos no pudieron hacer más que fijarse en la extraña criatura que tenía no muy lejos de ella... Era... ¿Un oso de peluche hablante? Claro, tierno, pero un oso de peluche hablante al fin y al cabo. En un silencioso grito se levantó... ¡Había escuchado de fantasmas! ¡Pero nunca había querido creer en ellos! No, no, no ¡Espera, Shila! ¡Estaba en una emisión televisiva, eso era la respuesta!— ¡Ya! ¡Eso fue suficiente! ¡Se que me están grabando! —¡Eso no era para nada entretenido! Miró a un lado y otro, antes de volver a escuchar la repentina y curiosa voz del osito de peluche.— No es una grabación, Shilouh. Estamos en el mundo Digital, el Digivice tuvo que llevarnos aquí —Vale... ¿Cómo sabía aquella criaturilla su nombre? Se apresuró a acercarse al pequeño ser y se arrodilló ante él, con sus manos pegadas contra la hierba.— ¿El mundo Digital? —Parpadeó, vagamente desconcertada.— Espera, ¿como sabes tú mi nombre?—Eso sonaba altamente sospechoso. El blanco ser levantó una de sus patitas hasta sus labios, inclinando a un costado su rostro.— Soy yo, Lucemon. Sólo que, volví a mi etapa anterior. Ahora soy Cupimon. —Claro ¿Y cómo pretendía él que ella lo supiera?— Te lo demostraré: Estábamos de camino al hospital de tu abuelo —Entonces bajó su mano y de sus labios se fue formando una sonrisa. Shila parpadeó, de nuevo con puro desconcierto y, estirando sus brazos tomó en brazos al Digimon.

¡Haberlo dicho antes! ¿Cupimon decías? ¿Cuál es la diferencia si sigues siendo Lucemon? Bueno, no importa. ¿Sabes? Eres más tierno así —Guardando el Digivice en uno de sus bolsillos se levantó con el albino ser en sus brazos y miró a su alrededor. Cierto... ¡Su abuelo estaría preocupado por ella! Cupimon no se rebeló, simplemente dejó que lo abrazara suavemente a ella y observó atento los alrededores antes de levantar la cabeza hacia ella, observándola.— Diría que tus palabras me ofenden... —Murmuró, pero, debido a su usual tono chistoso, Shila con dificultad lo tomó en serio. En cambio, comenzó a caminar hacia el frente decidiendo que, no valía la pena quedarse quietos en un mismo sitio.— ¿Me estás diciendo que este lugar es tú "casa"? ¿El mundo Digital? ¿Y qué puedes evolucionar a antojo? Entonces, también sabrás como volver —¡Al menos no estaba sola!— No. No tengo idea. —Ya, claro, eso significaba que estaban terriblemente perdidos y en peligro. Sí, el crujido de una rama detrás de ellos de cierta forma se lo confirmaba... ¡Ops! ¡Se habían metido en problemas serios!

Cupimon:

por Fuji Raikomaru Lun Dic 07, 2015 3:16 pm

Un temblor parecía acontecer en esa zona boscosa, cuando las copas de los árboles se sacudían ante el intempestivo andar de aquel escuadrón de caballeros, quienes firmes en su misión avanzaban sin vacilar ondeando sus capas que los distinguian de entre los demas digimon. Cuatro Knightmon con emblemas de los Royal Knight mantenían una formación en forma de flecha mientras en la punta, una figura mucho mas esbelta y hasta majestuosa se alzaba guiandolos, con una armadura con el color de las rodocrositas, rosada y brillante, adornada de detalles dorados, un Crusadermon, que se diferenciaba de los demas de su especie por la majestuosa capa que portaba sobre sus hombros. Avanzaba en la delantera sin decir una palabra. - Señor, no creo que se encuentre por aquí, permitame dirigirme a Ragunaraisu -Pidió uno de los caballeros tras postrarse en el suelo con una rodilla contra el mismo y la mirada baja. El caballero rosado detuvo su andar, lo observó por unos segundos y negó con la cabeza. - Vayan, los cuatro, yo me encargaré de esta zona... Si lo localizan, contactenme, o los usaré de piedras de afilar para las garras de Lilithmon -dijo la figura a sus caballeros, quienes tras un sentido saludo militar, se retiraron en direcciòn contraria a gran velocidad.

Ahora, solo en el bosque, no hizo mas que andar con atención. Buscaba algun ruido en particular, algo que no encaje, ya sea el crujir de las hojas, el salpicar de algun río, cualquier detalle puntual que no concuerde con lo cotidiano saltaría hacia la criatura. Y así fue, sintió un olor fuera de lo común, un aroma que reconocía con cierta dificultad. - Humano... -susurró para sus adentros, creando una rosa en su palma y lanzandola al aire. La misma se suspendió por unos segundos, y los pétalos comenzaron a volar en dirección al aroma en cuestión.

Crusadermon los siguió, y cuando estos giraban arremolinados alrededor de una joven peliverde, se detuvo frente a ellos. - No se asusten, soy uno de los Royal Knight, estoy aquí debido a que sentí una alteración en los codigos de este area... no creo que sea nada grave, pero así sea un problema menor como un humano perdido en el Digital World, debo preguntarles si saben algo al respecto -explicó el galante caballero, antes de cubrirse de un destello de luz, y retornar a su forma humana. Portaba casi casi dos metros de altura, sus ojos eran como el ambar, cabellos color verde esmeralda y una piel blanca de la misma tez que la nieve. Debajo de una capa oscura con detalles violaceos que cubría su espalda, vestía una camisa blanca impoluta, acompañada de un chaleco gris oscuro, pantalones del mismo color, zapatos de cuero y un sombrero que casi ocultaba toda su particular cabellera. - Mi nombre es Fuji Pierre Raikomaru Roseworth, es un placer -Se presentó el Santo Caballero.

Crusadermon / LordKnightmon:

Knightmon:

por Shilouh Yagami Lun Dic 07, 2015 8:21 pm

Repentinamente se volteó hacia aquella repentina voz que había sonado a sus espaldas. Lo primero que vieron, tanto Cupimon como ella, fue un caballero en rosada armadura que lo primero que despertó en mente de la muchacha fue las antiguas historias de caballeros de brillante armadura que salvaban a damiselas en peligro. Espera ¿Era ella la damisela en peligro?— Dime, Cupimon ¿Este "Mundo Digital" es algo así como un mundo de cuentos? ¿Me encontraré a sirenas y hadas? ¿A caballeros que salvan princesas? —Claro, había llegado a una edad que comenzaba seriamente a dudar de todo aquello. El Digimon levantó su mirada hacia su Tamer y parpadeó durante unos escasos segundos, como si pretendiera entender si ella realmente estaba convencida de sus palabras o fuera el temor a hablar. Finalmente descubrió que no había temor en ella.— No. El mundo Digital es, como su nombre indica, un mundo virtual. ¿De donde sacaste esas ideas? —Sí, sin lugar a dudas Cupimon era más tierno que Lucemon. Pero, Shila no pudo seguir, pues la voz de aquél... ¿Caballero? ¿Se podía llamar así? Fue quién la interrumpió, preguntándole aquello tan complicado mientras el Digimon en sus brazos parecía dispuesto a hacer algo si las cosas se ponían peor de lo que aparentaban.

Pero, a diferencia del pequeño y albino Digimon en sus brazos, que parecía levemente receloso a acercarse a aquél sujeto, Shila sonreía con calma y despreocupación, sobretodo tras ver que aquél hombre era en realidad un ser humano, o al menos, eso aparentaba. Parpadeó con cierta sorpresa antes de dejar escapar una pequeña exclamación de sorpresa.— Royal Knight... ¿Caímos en su dominio? —Murmuró Cupimon. Pero, la muchacha no pareció prestarle demasiada atención.— ¿Alteración de códigos? ¿Qué es eso? No se como alterarlos, así que no fuimos nosotros... O al menos no queriendo... —Pronunció, totalmente honesta mientras se iba acercando a aquél hombre de verde, bueno, al menos su color de cabello no era el único extraño ahí.— ¡Ah! Que nombre tan largo~ Será simplemente "El señor Fuji" Así acabamos antes. —Ella no tenía problemas con hablarle a desconocidos, además, el otro había comenzado a hablar.— Shilouh, no te conviene ser tan amistosa en este mundo. Es completamente diferente al humano... —Claro, él debía estar acostumbrado a la complicación que significaba todo aquello, al bélico mundo que era el Digital. Los humanos, no podían ni imaginárselo.— Hum... —Miró al ser entre sus brazos con un ligero puchero antes de parar y mirar al frente hacia el misterioso hombre.— Mi nombre es Shilouh, Shilouh Yagami. Puede llamarme simplemente Shila... Él... Él es Cupimon. —Sí, un niño con alas que se convirtió en un osito de peluche y que se hacía llamar Cupimon.

El ser calló, a pesar de que parecía estaba a punto de añadir algo, pero, se decantó por dejar caer sus pequeños brazos y fijar sus enormes ojos en el verdoso ser frente a ellos.— Verá, estábamos en el mundo humano cuando algo sorprendente pasó... Un pequeño objeto realizó una cegadora luz... Y cuando quise darme cuenta desperté en esta... ¿Jungla? ¿Bosque? Bueno, pensé que sería uno de esos espectáculos en los que hacen bromas... Pero... —Su mirada bajó hacia el serecillo con alas que, aparentemente no se dio cuenta que lo estaban observando.— ¡Ah! Pero usted... Digo, antes era una especie de caballero cruzado con armadura dorada... ¿Es un...? ¿Cómo lo llamaste? ¿Digimon? —Sí, su mente estaba hecho un remolino que ni ella misma podía dominar... ¡La adrenalina era la que la hacía hablar! ¡Eso era demasiado desconcertante! ¡Cierto! ¡Seguramente no era más que un sueño! De un momento a otro despertaría y se encontraría de nuevo en su cama, debía ser así.

por Fuji Raikomaru Lun Dic 07, 2015 9:07 pm

Ante la personalidad, curiosamente activa de la joven de cabellos verdaceos, simplemente dejó escapar una risa de ternura sin dejar oirla, tanto a ella como a su digimon acompañante cuando dejaba oirse. Con solo observarlos pudo notar la diferencia entre las personalidad de ambos, eso en el digimundo podía ser tanto un problema, como una ventaja, todo dependía de la compenetración que consigan en su travesía. - Entiendo, entiendo... -murmuró cruzado de brazos el peliverde, mientras desde su sobre un par de ojos brillantes, y rojos como la sangre, se hicieron presentes. Desde aquella entidad surgió una mujer de apariencia demoniaca, aunque hermosa, podría confundirse fácilmente con una bruja o una vampiresa por su físico, y por la particularidad que representaba el estar treinta centimetros sobre el suelo, levitando. - Es un placer conocerlos, señorita Yagami, Cupimon... y Bienvenidos al mundo digital, o digimundo -exclamó risueño, el mayor acomodando con la diestra su sombrero. La digimon observó de reojo a Shilouh y Cupimon, antes de entregarles una sonrisa a modo de saludo, mientras que Fuji llevó la zurda a su mentón pensativo.

- Si acaban de llegar aquí eso explicaría la anomalía en el area, no es nada grave claro... y no te preocupes, te explicaré lo que necesites saber de este lugar, aunque muchos tamer recien llegados consideran que mucha información es increible, este lugar es tan real como el mundo humano -Afirmó, tomando asiento en el suelo sin reservas, se podía escuchar los rugidos a la distancia de los digimon salvajes, pero la presencia de Lilithmon, una digimon de nivel mega, los mantenía alejados en caso de querer acercarse. Suspiró, cuando Lily le trajo una rosa que habìa recogido de las cercanìas, y la acercó a su nariz para poder olfatearla antes de seguir con la charla. - Este lugar está habitado por digimon, como Lilithmon, mi servidora, o Cupimon, tu acompañante... es el Digital World, o Digimundo, tiene muchos nombres -Antes de seguir hablando, tomó con su mano libre desde el bolsillo de su chaleco, su D-scanner dorado, y se lo mostró a la joven.- Los tamer son humanos que con ayuda de aparatos de este tipo, digivice, controlan digimon y forman lazos con ellos... Algunos como tú, al parecer, tienen digimon acompañantes que viajan con ellos; otros, como yo, comandamos espiritus de digimon caídos para convertirnos en ellos, el caballero rosado era Crusadermon, un digimon de nivel Mega -Cuando se detuvo para que la joven no se sobrecargue de información, la silenciosa Lilithmon se acercó a su espalda y comenzó a masajearla para descargar la tensión del peliverde.

Lilithmon:

por Shilouh Yagami Mar Dic 08, 2015 12:54 pm

Un escalofrío recorrió a Digimon y Tamer al notar como unos ojos rojizos iban dando forma a una mujer con aspecto vampiresco. Pero, mientras la humana se sorprendía de estar frente a frente con uno de los vampiros que aparecían en sus libros, Cupimon comenzaba a pensar que, esos sujetos, debían de ser realmente peligrosos y que quizás, les convenía más ser amigos que enemigos. No podía culpar a Shila por no conocer lo peligroso que podía ser el mundo digital y confiar ciegamente en las personas y demás Digimons, pero, como en el mundo humano, habían amigos y enemigos. Cupimon le dirigió una rápida mirada de reojo antes de voltear hacia la Digimon que, aparentemente solo poseía ojos para su señor. Shila por su parte sonrió también ante el saludo de la vampiresa y, al ver como se sentaba, también hizo lo mismo. Se sentó en el suelo, completamente despreocupada... Ahí las advertencias de su abuelo de no sentarse en el suelo no funcionaban ¿Cierto? Así que, mientras suavizaba un poco el agarre del albino Digimon que llevaba en brazos para que se pudiera mover libremente, aunque por el momento permaneció sentado en su regazo, escuchando también las palabras del misterioso sujeto de verdosa cabellera y porte cortés. — Mundo Digital... ¿Significa que los Digimon están formados por información cibernetica? —Ladeó a un costado su rostro, algo dudosa. Ella muchas veces había entrado en la red de internet, pero nunca había pensado que algo así existiera.— Entonces estamos... ¿En internet? —Aquello le pareció gracioso.

Tú también tienes uno de esos, Shilouh —Cupimon señaló con uno de sus bracitos hacia el Digivice en las manos del misterioso suujeto, Shila parpadeó y no tardó en llevar la mano a su bolsillo y sacar aquél Digivice que hasta el momento no supo el nombre específico. Se lo enseñó, extendiéndolo hacia el otro antes de acercarlo a su rostro y observarlo fijamente.— Es por culpa de este aparato que llegamos aquí... Se iluminó de golpe mientras en el mundo humano pareció comenzar un problema... Y cuando abrimos los ojos, estábamos aquí —Fue entonces que recordó algo bastante curioso y volvió a fijar su mirada hacia Fuji, mientras Cupimon atrapaba el Digivice y, observándolo comenzó a darle vueltas entre sus "manos"— Pero Cupimon cambió... Cuando lo conocí en el mundo humano, era Lucemon y tenía una forma más bien humana —Pero, su compañero se le adelantó— Era mi Digievolución, lo que no entiendo es porque tienes tú un Digivice... —Claro, ese serecillo parecía entender mucho más que ella, como también ese asunto de los Digivice... Cupimon se había vuelto su Digimon compañero, cuando realmente no entendía el motivo, hasta el momento siempre había estado solo... Pero en ese momento...— ¿Espíritus caídos? Entonces... ¿Eres algo así como un Médium que trabaja con fantasmas? —Ejemplos raros, pero ella se entendía con ellos y, aparentemente causaron una pequeña risa en el pequeño Digimon.— ¿Médium? —Repitió, levantando su cabeza para verla. Sí, eso comenzaba a ser complicado.

por Fuji Raikomaru Miér Dic 09, 2015 6:58 am

- La evolución es una etapa que todos los seres digitales pasan en algun momento, hay quien dice que su nacimiento ya es una evolución, el ciclo de la vida de un digimon pasa por diversas etapas; cuando se nace, son digimon de etapa bebe, como lo es Cupimon en este momento... despues se vuelven rookies, o infantes, como lo fue Lucemon cuando mantenía su poder original -elevó los dedos de la diestra a medida que enumeraba las fases de aquel digimon. - Despues los digimon se vuelven Champion, o Adultos; antes de llegar a su cumbre alcanzan la etapa Perfect, y al final, el nivel Mega, o Ultimate... sin embargo, hay digimon que bajo ciertas condiciones pueden sobrepasar ese nivel permanentemente, o temporalmente -explicó cruzandose de brazos el peliverde, llevando la mirada a Lilithmon.

Lilithmon se acercó a ellos, convirtiendose en LadyDevimon, tras un ligero destello. - Lilithmon usualmente ostenta la etapa mega, ahora se ha convertido en LadyDevimon, una digimon de nivel Perfect.

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