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El descubrimiento de las ruinas del Monasterio Draco, tallado en lo alto de una desolada montaña en el valle de los dragones, ha despertado un gran interés por todo el Digimundo. Principalmente porque según los tallados de la pared exterior dentro de las ruinas se encuentra un obre mágico que contiene en su interior la data y poder del treceavo Royal Kinght, la cual sera dada a quien reclame dicho objeto. Según la historia grabada en los murales, el obre fue dejado allí por el mismo Royal Kinght en caso de que su poder sea necesario para derrotar al mal que se alce en el futuro...por desgracia semejante premio también a llamado la atención de quienes usarían el poder para sus propias metas egoístas. Por lo que esta aventura ahora se a vuelto una carrera por ver quien consigue el gran premio.
6 meses despues de la ultima carrera, un BanchoLeomon reune al viejo equipo de organizacion para dar un nuevo espectaculo, pero en esta carrera, el misterioso patrocinador ha enviado a un "Aspirante a Campeon" con un extraño y unico Digivice. ¿Que es lo que sucedera a lo largo del evento y como funciona este nuevo digivice?.
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-Skin hecho por Hardrock de The Captain Knows Best.
-Imagenes realizadas por Runari Wildy
y Sigrun Vinter
-Imagenes realizadas por Runari Wildy
y Sigrun Vinter
La Amistad no es sólamente un cliché (Libre; Cupos Llenos)
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La Amistad no es sólamente un cliché (Libre; Cupos Llenos)
OFF: Un cupo queda reservado para Seiichiro Sano.
OFF 2: Otro cupo queda reservado para Mitsuki Sosuke
ON: Hepokomaru se encontraba esperando en la estación. Su aventura en la Zona de los Volcanes había dado sus frutos: Shin, su compañero Digimon, había conseguido su primer Digihuevo, el cual le permitía llegar al nivel Armadura, más específicamente, a Flamedramon. El Digihuevo que había conseguido era el perteneciente al Valor que se activaba en cuanto el Tamer demostraba dicha propiedad.
Y no sólo eso, habían hecho un nuevo amigo. Se llamaba Seiichiro Sano y tenía el poder de controlar los Espíritus Digitales. Hasta ahora sólo habían podido presenciar sus evoluciones de Rookie Spirit y Human Spirit, pero era un buen sujeto de investigación... No iba a hacerle nada, pero estaba realmente interesado en los Espíritus Digitales.
¿Qué hacemos ahora, Hepo?- preguntó Shin mientras permanecía sentado en uno de los asientos del andén, permaneciendo aún en las zonas volcánicas.
He recibido antes una pequeña misión desde la sede. Debemos ir a solucionar un pequeño problema en la zona Isleña. Y de paso, que investiguemos las formas de vida que hay allí, por si hay alguna nueva especie de Digimon.- explicó Hepokomaru sonriendo al ver el Trailmon que estaban esperando llegar- Vaya... Pues ya está aquí... ¿Lleváis bañador?- preguntó el muchacho de cabello plateado subiendo al Trailmon que les llevaría hacia su objetivo. Ya dentro del mismo, tanto Shin como Hepokomaru se sentaron. El muchacho hizo lo que hacía siempre en los viajes que realizaba a bordo de los Trailmons: retocar los bocetos de los Digimons con los que se encontraba y añadir toda la información que había recabado. Ese era su papel en el clan Royal Knights: investigar y analizar todo lo que tuviese que ver con los Digimons en busca de nuevos ataques, nuevas especies, variaciones, alimentación, hábitat... Aunque había prometido no desvelar la situación del templo donde Shin y él habían descubierto el Digihuevo del Valor y Sano su Espíritu Digital Humano. Era cuestión de principios y una promesa no debía romperse.
OFF 2: Otro cupo queda reservado para Mitsuki Sosuke
ON: Hepokomaru se encontraba esperando en la estación. Su aventura en la Zona de los Volcanes había dado sus frutos: Shin, su compañero Digimon, había conseguido su primer Digihuevo, el cual le permitía llegar al nivel Armadura, más específicamente, a Flamedramon. El Digihuevo que había conseguido era el perteneciente al Valor que se activaba en cuanto el Tamer demostraba dicha propiedad.
Y no sólo eso, habían hecho un nuevo amigo. Se llamaba Seiichiro Sano y tenía el poder de controlar los Espíritus Digitales. Hasta ahora sólo habían podido presenciar sus evoluciones de Rookie Spirit y Human Spirit, pero era un buen sujeto de investigación... No iba a hacerle nada, pero estaba realmente interesado en los Espíritus Digitales.
¿Qué hacemos ahora, Hepo?- preguntó Shin mientras permanecía sentado en uno de los asientos del andén, permaneciendo aún en las zonas volcánicas.
He recibido antes una pequeña misión desde la sede. Debemos ir a solucionar un pequeño problema en la zona Isleña. Y de paso, que investiguemos las formas de vida que hay allí, por si hay alguna nueva especie de Digimon.- explicó Hepokomaru sonriendo al ver el Trailmon que estaban esperando llegar- Vaya... Pues ya está aquí... ¿Lleváis bañador?- preguntó el muchacho de cabello plateado subiendo al Trailmon que les llevaría hacia su objetivo. Ya dentro del mismo, tanto Shin como Hepokomaru se sentaron. El muchacho hizo lo que hacía siempre en los viajes que realizaba a bordo de los Trailmons: retocar los bocetos de los Digimons con los que se encontraba y añadir toda la información que había recabado. Ese era su papel en el clan Royal Knights: investigar y analizar todo lo que tuviese que ver con los Digimons en busca de nuevos ataques, nuevas especies, variaciones, alimentación, hábitat... Aunque había prometido no desvelar la situación del templo donde Shin y él habían descubierto el Digihuevo del Valor y Sano su Espíritu Digital Humano. Era cuestión de principios y una promesa no debía romperse.
- Invitado
Invitado
Re: La Amistad no es sólamente un cliché (Libre; Cupos Llenos)
Ya había descubierto cómo viajar a quél extraño lugar: el Mundo Digital, donde nacían los Digimons. Nos encontrábamos en el Mundo Humano, a punto de coger uno de los Digimons trenes llamados Trailmons. Había logrado dar esquinazo a los dos gorilas que habían ordenado que me acompañasen a todas partes y que me protegiesen... Pero eso ya lo podía hacer Luna, quien se encontraba a mi lado, sonriendome. El pequeño Digimon parecía un conejito muy mono con un vestidito. Su símbolo característico era un cuarto de luna.
Por otro lado, yo iba vestida con un vestido veraniego de color blanco. En mi cabeza, a juego, llevaba un sombrero veraniego tambien de color blanco. Por último, portaba en mi brazo una bolsa con todo lo que me hacía falta, como, por ejemplo, las toallas, el amuerzo y esas cosas. Por cierto, el bikini, de color celeste, lo llevaba ya puesto, para ahorra tiempo. Nos dirigíamos obviamente a la playa del Mundo Digital. Debido a mi fama, era practicamente imposible que pudiese tomar un relajado día en el Mundo Humano... Era algo normal, después de todo.
¿Lista para unas merecidas vacaciones?-le mencioné a mi querida amiga que asentía de forma elegante. No me importaba que Luna se comportase como lo que era, un Digimon. Al menos no en esa zona. Después de todo, veíamos Tamers con sus Digimons ir de un lado a otro.
En absoluto. Te seguiré a todas partes, Miku. Eres mi mejor amiga y eso no cambiará nunca. Y como amigas, ¡disfrutemos de estas vacaciones juntas!- me decía dulcemente. Su cara, su voz, sus palabras... Todo me hacía querer achucharla con fuerza. Era irresistible incluso para mi. La quería con todo mi corazón... Era casi como mi hermana pequeña.
Una vez que el Trailmon llegó, Luna y yo entramos en él antes de que los dos matones trajeados nos encontrasen y nos llevasen a mi mansión... Aunque Luna podía fácilmente con ambos, a pesar de su tamaño y apariencia.
Pues ya estamos aquí...- dije sentándome en uno de los asientos libres, reservando otro a Lunamon, quien se subió de un salto y se sentó a mi lado.
¿Tardaremos mucho en llegar, Miku?- mencionó la pequeña forma de vida mientras se acariciaba una de sus orejotas con sus pequeñas manitas.
No lo sé. Pero ya verás como se nos hace corto el viaje...- realmente no sabía cuánto iba a durar... Pero no me importaba si estaba con Luna. Desde que la conocía, no tenía tanto miedo a relacionarme con la gente. Estaba creciendo como se suponía que debía crecer... Y todo gracias a ella... Le debía mucho a mi querida Luna...
Por otro lado, yo iba vestida con un vestido veraniego de color blanco. En mi cabeza, a juego, llevaba un sombrero veraniego tambien de color blanco. Por último, portaba en mi brazo una bolsa con todo lo que me hacía falta, como, por ejemplo, las toallas, el amuerzo y esas cosas. Por cierto, el bikini, de color celeste, lo llevaba ya puesto, para ahorra tiempo. Nos dirigíamos obviamente a la playa del Mundo Digital. Debido a mi fama, era practicamente imposible que pudiese tomar un relajado día en el Mundo Humano... Era algo normal, después de todo.
¿Lista para unas merecidas vacaciones?-le mencioné a mi querida amiga que asentía de forma elegante. No me importaba que Luna se comportase como lo que era, un Digimon. Al menos no en esa zona. Después de todo, veíamos Tamers con sus Digimons ir de un lado a otro.
En absoluto. Te seguiré a todas partes, Miku. Eres mi mejor amiga y eso no cambiará nunca. Y como amigas, ¡disfrutemos de estas vacaciones juntas!- me decía dulcemente. Su cara, su voz, sus palabras... Todo me hacía querer achucharla con fuerza. Era irresistible incluso para mi. La quería con todo mi corazón... Era casi como mi hermana pequeña.
Una vez que el Trailmon llegó, Luna y yo entramos en él antes de que los dos matones trajeados nos encontrasen y nos llevasen a mi mansión... Aunque Luna podía fácilmente con ambos, a pesar de su tamaño y apariencia.
Pues ya estamos aquí...- dije sentándome en uno de los asientos libres, reservando otro a Lunamon, quien se subió de un salto y se sentó a mi lado.
¿Tardaremos mucho en llegar, Miku?- mencionó la pequeña forma de vida mientras se acariciaba una de sus orejotas con sus pequeñas manitas.
No lo sé. Pero ya verás como se nos hace corto el viaje...- realmente no sabía cuánto iba a durar... Pero no me importaba si estaba con Luna. Desde que la conocía, no tenía tanto miedo a relacionarme con la gente. Estaba creciendo como se suponía que debía crecer... Y todo gracias a ella... Le debía mucho a mi querida Luna...
Re: La Amistad no es sólamente un cliché (Libre; Cupos Llenos)
En el digimundo no existen los tullidos. Es así. Yggdrassil permite a los humanos ser heraldos de su voluntad y, si no es él, son sus emisarios quienes permiten la existencia de los “tamers”. Estos, a su
vez, podían entrar en su mundo, luchar por él y, en contadas y raras ocasiones, morir por él. ¿Por qué esto? Muy sencillo. Muy pocas veces se ha registrado la muerte de un tamer. Al menos, en contraste con las cientos de muertes que ocurren al otro lado. Yggdrassil, y la medicina del mundo digital, permitían restaurar la salud de quienes lo necesitaran, incluso enfermedades crónicas que, de ser sanadas en el mundo humano, solo podrían ser tildadas de “milagro”.
-¿Y vosotros qué estáis mirando?
La silla de ruedas. Los ojos se clavaban en ese ingenio que, aunque se conociera, no tenía que usarse. ¿Unos datos que no pueden restaurados? ¿En la sencilla configuración de un humano? Inconcebible. Pero era justo su caso. Unas piernas que ya no pueden moverse. Una vida reducido a ese soporte, que lastimosamente se iba moviendo por la arena de la playa. La gente cuchicheaba, buscando una explicación a ese suceso. No le gustaba, no soportaba esas miradas de compasión y lástima. Con un gesto de la mano, el león que lo acompañaba rugió con fuerza, inspirando un miedo que obligaba a alejarse, a dejar de mirar. Era un aviso, el único que se tomaría la molestia de proyectar.
-¿Mejor? -preguntaba Sven- Tú... ¿Ayuda? -el pequeño señalaba a la dificultad con la que se desplazaba- Azazel, yo ayudo, ¿quieres?
-Como toques la silla me enfadaré -la declaración de intenciones era clara-. Y recordemos qué pasa cuando me enfado.
Sven tembló. Ya sabía qué pasaba, lo sabía muy bien. Y eso sí que daba miedo, un miedo inefable, que con su parco vocabulario no podía describir... Solo sentir. Y no le gustaba. Por ello se horrorizó al ver que alguien se acercaba, e incluso osó tocar la silla. Agarrando firmemente, fue arrastrando a Roku fuera de la arena.
-¿Se puede saber qué hace? -preguntaba, en un tono neutro- Yo no he pedido su ayuda...
-No hace falta, amigo. No soy de quedarme mirando como los demás –respondía el hombre con una sonrisa-. Dígame a dónde quiere ir, y le daré una mano.
-¿De verdad? No sabe qué soy -no dijo quién-, y perfectamente podría matarle aquí y ahora -Sven sabía que la amenaza era real.
-No pensé en ello, la verdad...-se rascó la nuca- Pero si ignoro a quien necesita ayuda... No me sentiría bien conmigo mismo.
-Pero es que yo no necesito ayuda, no la he pedido y...
-No puedo ignorar a alguien que necesita ayuda -interrumpió brusco-. Simplemente, acepte la ayuda, por favor...
Notó que el desconocido aumentó la fuerza con la que apretaba las agarraderas de la silla. Había algo detrás de esa bondad, pero lo que le sorprendió fue que se sobrepusiera al aura que podía despedir Sven, que atemorizaba a sus enemigos (lo que él consideraba enemigo). Roku soltó el digivice que resguardaba. No iba a matar a ese tipo, pues le interesaba saber quién era, y de dónde nacía esa... Voluntad.
-Tengo que hacer tiempo, ¿algún sitio donde no dé el Sol, “amigo”?
-Entonces la estación. Yo... Tengo que esperar a alguien -¿timidez? Curioso-. Y creo que vendrá por esa zona.
-¿Crees? ¿Acaso no es una certeza? -el león les acompañaba con un trote temeroso, no entendía a Azazel- Es extraño.
-No tanto... La puse en peligro, y pensé que un día en la playa le vendría bien pero... Pero entendería que no quisiera venir -sonrió, con dificultad-. No puedo culparla, solo que me gustaría garantizarle que puedo protegerla, en lugar de... Ponerla en peligro, ¿sabe?
-Sé cómo se siente -demasiado bien-, desafortunadamente, no tengo una respuesta.
-Me imagino. Perdón por recordar eso, amigo...-ya llegaron a la estación- Por cierto, me llamo Garfield, pero puedes decirme Gar.
-Hace mucho que perdí mi nombre...-eso era cierto- La mayoría me llaman Azazel.
-Pues yo te llamaré “amigo”, si no te molesta.
Ambos se apretaron la mano en esta presentación, mientras que Sven seguía temeroso del supuesto tullido. Él sabía qué hacían ahí, y le costaba entender que su superior estuviera tan... Afable. Quiso indicárselo, pero una mirada de Roku hizo que las palabras murieran en su garganta. Simplemente, le daba miedo. Demasiado miedo.
vez, podían entrar en su mundo, luchar por él y, en contadas y raras ocasiones, morir por él. ¿Por qué esto? Muy sencillo. Muy pocas veces se ha registrado la muerte de un tamer. Al menos, en contraste con las cientos de muertes que ocurren al otro lado. Yggdrassil, y la medicina del mundo digital, permitían restaurar la salud de quienes lo necesitaran, incluso enfermedades crónicas que, de ser sanadas en el mundo humano, solo podrían ser tildadas de “milagro”.
-¿Y vosotros qué estáis mirando?
La silla de ruedas. Los ojos se clavaban en ese ingenio que, aunque se conociera, no tenía que usarse. ¿Unos datos que no pueden restaurados? ¿En la sencilla configuración de un humano? Inconcebible. Pero era justo su caso. Unas piernas que ya no pueden moverse. Una vida reducido a ese soporte, que lastimosamente se iba moviendo por la arena de la playa. La gente cuchicheaba, buscando una explicación a ese suceso. No le gustaba, no soportaba esas miradas de compasión y lástima. Con un gesto de la mano, el león que lo acompañaba rugió con fuerza, inspirando un miedo que obligaba a alejarse, a dejar de mirar. Era un aviso, el único que se tomaría la molestia de proyectar.
-¿Mejor? -preguntaba Sven- Tú... ¿Ayuda? -el pequeño señalaba a la dificultad con la que se desplazaba- Azazel, yo ayudo, ¿quieres?
-Como toques la silla me enfadaré -la declaración de intenciones era clara-. Y recordemos qué pasa cuando me enfado.
Sven tembló. Ya sabía qué pasaba, lo sabía muy bien. Y eso sí que daba miedo, un miedo inefable, que con su parco vocabulario no podía describir... Solo sentir. Y no le gustaba. Por ello se horrorizó al ver que alguien se acercaba, e incluso osó tocar la silla. Agarrando firmemente, fue arrastrando a Roku fuera de la arena.
-¿Se puede saber qué hace? -preguntaba, en un tono neutro- Yo no he pedido su ayuda...
-No hace falta, amigo. No soy de quedarme mirando como los demás –respondía el hombre con una sonrisa-. Dígame a dónde quiere ir, y le daré una mano.
-¿De verdad? No sabe qué soy -no dijo quién-, y perfectamente podría matarle aquí y ahora -Sven sabía que la amenaza era real.
-No pensé en ello, la verdad...-se rascó la nuca- Pero si ignoro a quien necesita ayuda... No me sentiría bien conmigo mismo.
-Pero es que yo no necesito ayuda, no la he pedido y...
-No puedo ignorar a alguien que necesita ayuda -interrumpió brusco-. Simplemente, acepte la ayuda, por favor...
Notó que el desconocido aumentó la fuerza con la que apretaba las agarraderas de la silla. Había algo detrás de esa bondad, pero lo que le sorprendió fue que se sobrepusiera al aura que podía despedir Sven, que atemorizaba a sus enemigos (lo que él consideraba enemigo). Roku soltó el digivice que resguardaba. No iba a matar a ese tipo, pues le interesaba saber quién era, y de dónde nacía esa... Voluntad.
-Tengo que hacer tiempo, ¿algún sitio donde no dé el Sol, “amigo”?
-Entonces la estación. Yo... Tengo que esperar a alguien -¿timidez? Curioso-. Y creo que vendrá por esa zona.
-¿Crees? ¿Acaso no es una certeza? -el león les acompañaba con un trote temeroso, no entendía a Azazel- Es extraño.
-No tanto... La puse en peligro, y pensé que un día en la playa le vendría bien pero... Pero entendería que no quisiera venir -sonrió, con dificultad-. No puedo culparla, solo que me gustaría garantizarle que puedo protegerla, en lugar de... Ponerla en peligro, ¿sabe?
-Sé cómo se siente -demasiado bien-, desafortunadamente, no tengo una respuesta.
-Me imagino. Perdón por recordar eso, amigo...-ya llegaron a la estación- Por cierto, me llamo Garfield, pero puedes decirme Gar.
-Hace mucho que perdí mi nombre...-eso era cierto- La mayoría me llaman Azazel.
-Pues yo te llamaré “amigo”, si no te molesta.
Ambos se apretaron la mano en esta presentación, mientras que Sven seguía temeroso del supuesto tullido. Él sabía qué hacían ahí, y le costaba entender que su superior estuviera tan... Afable. Quiso indicárselo, pero una mirada de Roku hizo que las palabras murieran en su garganta. Simplemente, le daba miedo. Demasiado miedo.
- Tamer
- Faltas :Una por cada double.Prueba de Rol :ADigi Puntos :1060Ficha :NPCs :Nivel On Rol :Ancient spiritNivel On Rol de los Digi Aliados :Sven-Hyper SpiritIcono :Rango y Unidad :Roku Ginshô (Adam Odysseum)
Rango: Holy General
División: Four Holy Beast
Unidad/Sub-division: North Shield TurtleRango y Unidad Digi Aliado :Sven
Rango: Teniente
División: Four Holy Beast
Unidad/Sub-division: North Shield TurtleInventario :
Roku Ginshô
Re: La Amistad no es sólamente un cliché (Libre; Cupos Llenos)
Sano: Entonces, ¿vamos a una isla?
Esa fue la pregunta que hizo Seiichiro Sano a sus dos acompañantes, Shin y Hepokomaru, mientras se internaban en el Traillmon que acababa de llegar. Era la primera vez que se montaría en uno de esos Digimons mecánicos con forma de trenes y cuya función era, básicamente, transportar a la gente a lo largo y ancho del Digimundo. La sede de los Royal Knights había llamado a Hepokomaru, quien era un miembro de dicho clan. Le habían encomendado la misión de localizar y solucionar un problema presente en la Zona de las Islas, por lo que Sano le acompañaría. No sabía qué era eso de los clanes... Pero tenía curiosidad, cuanto menos...
Sano: Si acabamos pronto, tenemos que quedarnos a pasar el día en la playa ¿eh? No pienso aceptar un no por respuesta...
El chico iba ataviado con una túnica típica de un balneario, algo normal puesto que ayudaba en el negocio familiar, que consistía en un balneario japonés. El chico de cabello azabache se sentó en uno de los asientos y, tras cruzar sus brazos y cerrar sus ojos, se quedó completamente dormido. Era una costumbre que tenía... Dormirse en los Trailmons. Desde siempre, los viajes en tren le habían aburrido mucho y le habían dado una pizca de somnolencia... Era una de las pequeñas características del muchacho.
Un balneario volvió a aparecer en sus sueños. Dentro, se encontraban Betamon, su Espíritu Rookie, y Meramon, su Espíritu Humano, además del propio Seiichiro Sano. Los tres se estaban dando un buen baño mientras hablaban jocosamente.
Betamon: Creo que por aquí hay algo...
Meramon: Yo también lo siento... Voy sintiendo algo poderoso a medida que vamos acercándonos a nuestro destino.
Sano: ¿Qué queréis decir?
Meramon: Es una intuición más bien.
Betamon: Hay ocasiones en las que conectamos con un ser digital más que con otro... Puede que consigamos algún que otro aliado, ¿no?
Sano: Eso sería una muy buena idea...
El chico y sus dos Espíritus Digitales continuaban hablando alegremente. Eran un solo ente, pero, en ese tipo de momentos, actuaban como tres individuos totalmente distintos. Eran compañeros de aventuras.
Esa fue la pregunta que hizo Seiichiro Sano a sus dos acompañantes, Shin y Hepokomaru, mientras se internaban en el Traillmon que acababa de llegar. Era la primera vez que se montaría en uno de esos Digimons mecánicos con forma de trenes y cuya función era, básicamente, transportar a la gente a lo largo y ancho del Digimundo. La sede de los Royal Knights había llamado a Hepokomaru, quien era un miembro de dicho clan. Le habían encomendado la misión de localizar y solucionar un problema presente en la Zona de las Islas, por lo que Sano le acompañaría. No sabía qué era eso de los clanes... Pero tenía curiosidad, cuanto menos...
Sano: Si acabamos pronto, tenemos que quedarnos a pasar el día en la playa ¿eh? No pienso aceptar un no por respuesta...
El chico iba ataviado con una túnica típica de un balneario, algo normal puesto que ayudaba en el negocio familiar, que consistía en un balneario japonés. El chico de cabello azabache se sentó en uno de los asientos y, tras cruzar sus brazos y cerrar sus ojos, se quedó completamente dormido. Era una costumbre que tenía... Dormirse en los Trailmons. Desde siempre, los viajes en tren le habían aburrido mucho y le habían dado una pizca de somnolencia... Era una de las pequeñas características del muchacho.
Un balneario volvió a aparecer en sus sueños. Dentro, se encontraban Betamon, su Espíritu Rookie, y Meramon, su Espíritu Humano, además del propio Seiichiro Sano. Los tres se estaban dando un buen baño mientras hablaban jocosamente.
Betamon: Creo que por aquí hay algo...
Meramon: Yo también lo siento... Voy sintiendo algo poderoso a medida que vamos acercándonos a nuestro destino.
Sano: ¿Qué queréis decir?
Meramon: Es una intuición más bien.
Betamon: Hay ocasiones en las que conectamos con un ser digital más que con otro... Puede que consigamos algún que otro aliado, ¿no?
Sano: Eso sería una muy buena idea...
El chico y sus dos Espíritus Digitales continuaban hablando alegremente. Eran un solo ente, pero, en ese tipo de momentos, actuaban como tres individuos totalmente distintos. Eran compañeros de aventuras.
Seiichiro Sano
Re: La Amistad no es sólamente un cliché (Libre; Cupos Llenos)
Bien, de acuerdo, nos quedaremos en la playa en cuanto acabemos nuestro trabajo- asintió el muchacho de cabellos grisáceos.
Más te vale- susurró con una sonrisa el saurio bípedo de color azul, mientras se encontraba sentado en su asiento, observando los dibujos que retocaba en su cuaderno- Tienes buena mano con los bocetos y los dibujos, ¿no has pensado en ser mangaka o algo?- el chico de cabellos plateados se quedó pensativo mientras escuchaba las palabras de su amigo, mientras apoyaba su lápicero en sus labios.
La verdad... Es que nunca lo he pensado. Además podría crear historias sobre nuestras aventuras y las de otros Tamers. ¿Te imaginas? Digimon: Las Aventuras Tamers-- el muchacho se rió de si mismo mientras se encogía de hombros, aunque la idea no le desagradaba, realmente. Entonces, pudo observar que Sano estaba durmiendo o, quizás meditando. Aunque a esto último lo llamaba, "hablar con sus Espíritus Digitales". Parecía que cada uno tenía conciencia propia, algo que le interesaba muchísimo al chico de ojos dorados. Sin embargo, se mantuvo en silencio, siguiendo con sus bocetos.
Minutos más tarde, el Trailmon llegó a su destino. Al bajar un fogonazo de luz les dio la bienvenida. No muy lejos de la estación, se podía ver la arena, clara y brillante, que combatía incansable contra las olas del mar, que la golpeaban sin cesar, como si la lucha de dos titanes o dioses peleasen entre sí. La tierra contra el mar. Gaia contra Poseidón en una lucha de titanes que duraba miles de años. Un rapido vistazo a los alrededores también les permitió ver a un chico junto a otro que se encontraba en silla de ruedas. Ambos miraban la estación de Trailmons, como si esperasen a alguien.
¿Serán esos nuestros contactos?- preguntó Hepokomaru al Digimon azulado que se encogía de hombros, indicando que no sabía nada sobre ello.
¿Qué hace un lisiado en el Mundo Digital?- fueron las únicas palabras de Shin que dijo por el momento.
Más te vale- susurró con una sonrisa el saurio bípedo de color azul, mientras se encontraba sentado en su asiento, observando los dibujos que retocaba en su cuaderno- Tienes buena mano con los bocetos y los dibujos, ¿no has pensado en ser mangaka o algo?- el chico de cabellos plateados se quedó pensativo mientras escuchaba las palabras de su amigo, mientras apoyaba su lápicero en sus labios.
La verdad... Es que nunca lo he pensado. Además podría crear historias sobre nuestras aventuras y las de otros Tamers. ¿Te imaginas? Digimon: Las Aventuras Tamers-- el muchacho se rió de si mismo mientras se encogía de hombros, aunque la idea no le desagradaba, realmente. Entonces, pudo observar que Sano estaba durmiendo o, quizás meditando. Aunque a esto último lo llamaba, "hablar con sus Espíritus Digitales". Parecía que cada uno tenía conciencia propia, algo que le interesaba muchísimo al chico de ojos dorados. Sin embargo, se mantuvo en silencio, siguiendo con sus bocetos.
Minutos más tarde, el Trailmon llegó a su destino. Al bajar un fogonazo de luz les dio la bienvenida. No muy lejos de la estación, se podía ver la arena, clara y brillante, que combatía incansable contra las olas del mar, que la golpeaban sin cesar, como si la lucha de dos titanes o dioses peleasen entre sí. La tierra contra el mar. Gaia contra Poseidón en una lucha de titanes que duraba miles de años. Un rapido vistazo a los alrededores también les permitió ver a un chico junto a otro que se encontraba en silla de ruedas. Ambos miraban la estación de Trailmons, como si esperasen a alguien.
¿Serán esos nuestros contactos?- preguntó Hepokomaru al Digimon azulado que se encogía de hombros, indicando que no sabía nada sobre ello.
¿Qué hace un lisiado en el Mundo Digital?- fueron las únicas palabras de Shin que dijo por el momento.
- Invitado
Invitado
Re: La Amistad no es sólamente un cliché (Libre; Cupos Llenos)
No tardamos mucho en llegar a nuestro destino. Era sorprendente, pero los Trailmom eran bastante rápidos... O eso o es que las distintas zonas del Mundo Digital estaban mucho más cerca entre sí de lo que pensaba. El Mundo Digital, sin embargo, de había convertido en mi refugio personal. Aunque Luna me estaba ayudando sin tan siquiera saberlo, a veces necesitaba escaparme al Mundo Digital puesto que mi trabajo en el Mundo Humano era... Agotador.
!Miku! ¡Mira, mira! ¡Estamos llegando!- sonrió mi compañera, dando saltitos en el Digimon tren mientras observaba a través de una de las ventanas cómo era una playa. La arena dorada contrastaba con las aguas cristalinas que reflejaban los intensos rayos solares que caían sobre ella. El paraje era precioso, no me cabía ninguna duda y creo que podríamos pasar un buen rato en la zona...
En cuanto el tren se detuvo, ambas salimos. Sin embargo, y como era normal, pudimos ver a dos chicos, acompañados también de un Digimon. Uno de los chicos tenía el pelo grisáceo y vestía de forma simple, mientras que el otro chico tenía el cabello oscuro y parecía ser el dueño de un onsen... O al menos eso daba a entender si vestimenta. El compañero Digimon de uno de los dos parecía un dinosaurio de color azulado con su panza de color blanco. Parecían amigables, desde luego... Aunque no me atrevía a hablarles... ¿Me reconocerían...?
!Miku! ¡Mira, mira! ¡Estamos llegando!- sonrió mi compañera, dando saltitos en el Digimon tren mientras observaba a través de una de las ventanas cómo era una playa. La arena dorada contrastaba con las aguas cristalinas que reflejaban los intensos rayos solares que caían sobre ella. El paraje era precioso, no me cabía ninguna duda y creo que podríamos pasar un buen rato en la zona...
En cuanto el tren se detuvo, ambas salimos. Sin embargo, y como era normal, pudimos ver a dos chicos, acompañados también de un Digimon. Uno de los chicos tenía el pelo grisáceo y vestía de forma simple, mientras que el otro chico tenía el cabello oscuro y parecía ser el dueño de un onsen... O al menos eso daba a entender si vestimenta. El compañero Digimon de uno de los dos parecía un dinosaurio de color azulado con su panza de color blanco. Parecían amigables, desde luego... Aunque no me atrevía a hablarles... ¿Me reconocerían...?
Re: La Amistad no es sólamente un cliché (Libre; Cupos Llenos)
-¿Cómo es a quien esperamos? -con el ojo sano, evaluaba el lugar y los diferentes andenes- ¿Sabes por lo menos en qué tren llega? Si no, tal vez deberías llamarla o algo, ¿no? -dejó escapar un bostezo- Por lo menos para confirmar cuándo y dónde llegará.
-Soy algo torpe planificando -pensó en sus palabras-. BASTANTE torpe, le mandé un mensaje y aún espero su respuesta, pero espero que venga -el Azazel se llevó la mano a la cara, mostrando irritación-. E-en cuanto a cómo es, pues es una chica pequeña, con la carita redonda y un pelo azul cielo precioso. Muy mona, toda ella.
-¿Pelo azul cielo? -realizó una pausa, meditando en cómo podía tener así el cabello- ¿Natural? ¿Es humana o digimon?
-Humana, humana, y sí, es natural -el chico se rió-. Es algo que me gusta de ella, que va sin edulcorar, tal como es. Natural como una flor silvestre.
-Muy poético todo. Al menos llamativo es. Sven anda, vete fijando tú -deparó en que un tamer y su digimon le estaban mirando-. Anda, un par de aspirantes a cadáver -no le gustaba que la gente se fijara en la silla-. Hum, no, autocontrol. Destrozar el recinto sería lo fácil, caaalma.
-Al igual que el pelo azul, la silla es llamativa, no creo que quieran ofenderte, Azazel. ¿Te puedo decir Azzy?
-Deja que me lo piense -fue solo unos segundos-. No. Y sí, será eso, cansa igualmente, pero no es motivo para despertar mi ira, creo.
-Gar -informaba el pequeño león, intentando hacer que Roku atendiera a otra cosa en vez de a su enojo-. Pelo azul, ¿es esa?
-¿Eh? -se fijó en una muchachita cuyo extenso pelo se recogía en dos coletas- No, no lo es... Lástima.
-Pelo azul, no es común, debe ser ella, con peinado nuevo -deducía orgulloso Sven.
-No, esa es -pudo identificarla sin problemas, pues aunque fuera con ropa más casual, solo un sombrero le servía de disfraz-. Gar, amigo, dime, ¿esperabas a Hatsune Miku?
-¿Hatsuké? Ni la conozco, ¿debería? -levantó su ceja, curioso.
-Es una idol japonesa, creo que también es actriz. Si está aquí, o bien vino de incógnito, o va a grabar algo, que no creo por eso de digimundo y tal -sacó sus gafas de sol-. Anda, pequeño, dale estas y dile que se cambie el peinado, que disimule un poco -el otro chico se fijó en el estado de su ojo, con la piel del párpado completamente negra-. Necrosado, es una larga historia. ¿Te molesta?
-Llama más la atención que la silla de ruedas -consiguió articular-. ¿Necesitas que te consiga unas gafas nuevas o algo?
Negaba con la cabeza, indiferente ante la situación, mientras que el Spadamon, armado con los cristales ahumados, se acercó a la cantante, intentando esconder su desagrado hacia los humanos. Tomo aire, y cuando estuvo lo suficientemente cerca, dijo:
-Ey -alzó sus zarpas ofreciendo las gafas-. Azazel dice que las uses y que te cambies el pelo, que llamas la atención, y como eres aidol, eso es malo, creo.
-Soy algo torpe planificando -pensó en sus palabras-. BASTANTE torpe, le mandé un mensaje y aún espero su respuesta, pero espero que venga -el Azazel se llevó la mano a la cara, mostrando irritación-. E-en cuanto a cómo es, pues es una chica pequeña, con la carita redonda y un pelo azul cielo precioso. Muy mona, toda ella.
-¿Pelo azul cielo? -realizó una pausa, meditando en cómo podía tener así el cabello- ¿Natural? ¿Es humana o digimon?
-Humana, humana, y sí, es natural -el chico se rió-. Es algo que me gusta de ella, que va sin edulcorar, tal como es. Natural como una flor silvestre.
-Muy poético todo. Al menos llamativo es. Sven anda, vete fijando tú -deparó en que un tamer y su digimon le estaban mirando-. Anda, un par de aspirantes a cadáver -no le gustaba que la gente se fijara en la silla-. Hum, no, autocontrol. Destrozar el recinto sería lo fácil, caaalma.
-Al igual que el pelo azul, la silla es llamativa, no creo que quieran ofenderte, Azazel. ¿Te puedo decir Azzy?
-Deja que me lo piense -fue solo unos segundos-. No. Y sí, será eso, cansa igualmente, pero no es motivo para despertar mi ira, creo.
-Gar -informaba el pequeño león, intentando hacer que Roku atendiera a otra cosa en vez de a su enojo-. Pelo azul, ¿es esa?
-¿Eh? -se fijó en una muchachita cuyo extenso pelo se recogía en dos coletas- No, no lo es... Lástima.
-Pelo azul, no es común, debe ser ella, con peinado nuevo -deducía orgulloso Sven.
-No, esa es -pudo identificarla sin problemas, pues aunque fuera con ropa más casual, solo un sombrero le servía de disfraz-. Gar, amigo, dime, ¿esperabas a Hatsune Miku?
-¿Hatsuké? Ni la conozco, ¿debería? -levantó su ceja, curioso.
-Es una idol japonesa, creo que también es actriz. Si está aquí, o bien vino de incógnito, o va a grabar algo, que no creo por eso de digimundo y tal -sacó sus gafas de sol-. Anda, pequeño, dale estas y dile que se cambie el peinado, que disimule un poco -el otro chico se fijó en el estado de su ojo, con la piel del párpado completamente negra-. Necrosado, es una larga historia. ¿Te molesta?
-Llama más la atención que la silla de ruedas -consiguió articular-. ¿Necesitas que te consiga unas gafas nuevas o algo?
Negaba con la cabeza, indiferente ante la situación, mientras que el Spadamon, armado con los cristales ahumados, se acercó a la cantante, intentando esconder su desagrado hacia los humanos. Tomo aire, y cuando estuvo lo suficientemente cerca, dijo:
-Ey -alzó sus zarpas ofreciendo las gafas-. Azazel dice que las uses y que te cambies el pelo, que llamas la atención, y como eres aidol, eso es malo, creo.
- Tamer
- Faltas :Una por cada double.Prueba de Rol :ADigi Puntos :1060Ficha :NPCs :Nivel On Rol :Ancient spiritNivel On Rol de los Digi Aliados :Sven-Hyper SpiritIcono :Rango y Unidad :Roku Ginshô (Adam Odysseum)
Rango: Holy General
División: Four Holy Beast
Unidad/Sub-division: North Shield TurtleRango y Unidad Digi Aliado :Sven
Rango: Teniente
División: Four Holy Beast
Unidad/Sub-division: North Shield TurtleInventario :
Roku Ginshô
Re: La Amistad no es sólamente un cliché (Libre; Cupos Llenos)
El muchacho ataviado con las tunicas blancas, características del onsen que regentaba su familia, despertó de su "conexión telepática" con sus dos Espíritus Digitales: Betamon, su Espíritu Digital Novato, y, por otro lado, Meramon, su Espíritu Digital Humano.
La llegada a la playa fue tranquila, sin mucho retraso en cuanto a la hora de llegada. Una vez que bajó del tren, Sano recibió por completo los rayos solares en plena cara, teniendo que taparse esta misma con su mano, proyectando así la sombra de su extremidad en su rostro.
Sano: Qué calentito es este lugar... Parece una playa del Mundo Humano...
Realmente, salvo la convivencia entre humanos y Tamers, esa playa no se diferenciaba mucho de una del Mundo Humano. Entonces se percató de que Shin y Hepokomaru observaban hacia un punto, un punto al que miró también el chico de cabellos oscuros. Resulta que se trataba de dos muchachos, uno de ellos en silla de ruedas, acompañados de un pequeño Digimon con forma de león plateado que se acercaba hacia la posición de los muchachos, aunque, antes de llegar hacia el grupo de Sano, se encaminó hacia su derecha, justo donde se encontraba una chica peculiar con cabellos de color celeste y su Digimon, un conejo con el símbolo de la luna decorando su cuerpo. Seiichiro Sano se cruzó de brazos, pensativo, mientras observaba a la mujer de arriba a abajo y el león le entregaba unas gafas de sol.
Hummm... A esa chica la conozco de algo...
La llegada a la playa fue tranquila, sin mucho retraso en cuanto a la hora de llegada. Una vez que bajó del tren, Sano recibió por completo los rayos solares en plena cara, teniendo que taparse esta misma con su mano, proyectando así la sombra de su extremidad en su rostro.
Sano: Qué calentito es este lugar... Parece una playa del Mundo Humano...
Realmente, salvo la convivencia entre humanos y Tamers, esa playa no se diferenciaba mucho de una del Mundo Humano. Entonces se percató de que Shin y Hepokomaru observaban hacia un punto, un punto al que miró también el chico de cabellos oscuros. Resulta que se trataba de dos muchachos, uno de ellos en silla de ruedas, acompañados de un pequeño Digimon con forma de león plateado que se acercaba hacia la posición de los muchachos, aunque, antes de llegar hacia el grupo de Sano, se encaminó hacia su derecha, justo donde se encontraba una chica peculiar con cabellos de color celeste y su Digimon, un conejo con el símbolo de la luna decorando su cuerpo. Seiichiro Sano se cruzó de brazos, pensativo, mientras observaba a la mujer de arriba a abajo y el león le entregaba unas gafas de sol.
Hummm... A esa chica la conozco de algo...
Seiichiro Sano
Re: La Amistad no es sólamente un cliché (Libre; Cupos Llenos)
Hepokomaru pudo observar cómo, una pequeña figura que se encontraba al lado del lisiado y que tenía un aspecto similar al de un cachorro de león de pelaje plateado, se acercaba hasta su posición. Aunque, finalmente, éste giró hacia otra dirección, dirigiéndose hacia una atractiva muchacha que se encontraba en una posición cercana. Tenía los cabellos de color celeste, de tonalidades más claras que Shin. Entonces, Sano, quien se encontraba al lado del Tamer de cabellos grisáceos y de su compañero, mencionó que la conocía de algo.
¿No es Hatsune Miku, una idol de Japón? Cuando me marché al Mundo Digital, había un montón de pósters y anuncios sobre una estrella emergente. Prometían que sería la mejor idol de la historia, tanto por su música como por sus actuaciones en distintos filmes- mencionó Hepokomaru a sus acompañantes mientras sus pies se desplazaban desde la estación hasta la arena, justo donde se encontraban los dos chicos.
Pero ¿tú cómo sabes eso? No te tomaba por alguien que siguiese a las idols tan de cerca.- ante la pregunta de Shin, el chico de cabellos grisáceos no hizo otra cosa que encogerse de hombros.
Y no lo soy, pero la chica canta bien, me gusta su música. Aunque tampoco soy un fan obsesivo y no voy a ir con ella a incordiarla con autógrafos y demás parafernalia. Si está aquí es porque quiere relajarse... O porque también es una Royal Knight y viene a acompañarnos en esta misión- sentenció Hepokomaru para después llegar enfrente del chico que se encontraba en silla de ruedas y acompañado por otro muchacho- Probablemente me equivoque, pero sois los únicos que estáis esperando aquí. ¿Sois los enviados por la base como enlace?- el chico se llevó las manos a los bolsillos y se dispuso a toquetear la goma que se encontraba en el extremo superior de su lapicero mientras esperaba la respuesta de ambos. Estaba claro que Hepokomaru representaba a un clan, por la pregunta que había realizado. Sin embargo, no quiso mencionar al clan de los Royal Knights por si resultaba que esos dos individuos no pertenecían a dicho grupo. De esta forma no implicaría al clan y no comprometería su misión.
¿No es Hatsune Miku, una idol de Japón? Cuando me marché al Mundo Digital, había un montón de pósters y anuncios sobre una estrella emergente. Prometían que sería la mejor idol de la historia, tanto por su música como por sus actuaciones en distintos filmes- mencionó Hepokomaru a sus acompañantes mientras sus pies se desplazaban desde la estación hasta la arena, justo donde se encontraban los dos chicos.
Pero ¿tú cómo sabes eso? No te tomaba por alguien que siguiese a las idols tan de cerca.- ante la pregunta de Shin, el chico de cabellos grisáceos no hizo otra cosa que encogerse de hombros.
Y no lo soy, pero la chica canta bien, me gusta su música. Aunque tampoco soy un fan obsesivo y no voy a ir con ella a incordiarla con autógrafos y demás parafernalia. Si está aquí es porque quiere relajarse... O porque también es una Royal Knight y viene a acompañarnos en esta misión- sentenció Hepokomaru para después llegar enfrente del chico que se encontraba en silla de ruedas y acompañado por otro muchacho- Probablemente me equivoque, pero sois los únicos que estáis esperando aquí. ¿Sois los enviados por la base como enlace?- el chico se llevó las manos a los bolsillos y se dispuso a toquetear la goma que se encontraba en el extremo superior de su lapicero mientras esperaba la respuesta de ambos. Estaba claro que Hepokomaru representaba a un clan, por la pregunta que había realizado. Sin embargo, no quiso mencionar al clan de los Royal Knights por si resultaba que esos dos individuos no pertenecían a dicho grupo. De esta forma no implicaría al clan y no comprometería su misión.
- Invitado
Invitado
Re: La Amistad no es sólamente un cliché (Libre; Cupos Llenos)
Nada cuanto llegamos a "tierra firme", por llamarlo de alguna manera, no pude evitar estirarme, mientras disfrutaba de las vistas. Entonces, pude apreciar que todo el mundo me miraba: el chico de pelo grisaceo, acompañado de un Digimon azul y otro chico de pelo negro, por un lado, y, por el otro, el grupo formado por un leoncito, un chico en silla de ruedas y otro chico con un aspecto mas... Llamativo.
Parecía que este grupo era el que más se fijaba en mí, puesto que el otro grupo se fue directamente a hablar con ellos. Por otro lado, el Digimon con aspecto de león se acercó a mi y me tendió unas gafas de sol, nombrando a Azazel de por medio. Supuestamente, él había mandado al león a darme esas gafas de sol, las cuales cogí y me las puse, tapando parte de mi rostro, para después mirar a mi compañera.
¿Qué tal me quedan?- sonreí, divertida, mientras hacía una pose para fardar de las gafas de sol nuevas, ante lo que recibí el asentimiento de Luna.
Estás preciosa con y sin ellas, Miku- Luna era monísima, no me cabía duda. Me daban ganas de achucharla constantemente, cosa que ella siempre se dejaba hacer, puesto que también le gustaba sentirse querida.
Mientras avanzaba, yendo hacia el grupo de donde había venido el felino bípedo, pude presenciar que el chico de la silla de ruedas era realmente Azazel. Se encontraba en un estado totalmente demacrado, tenía numerosas heridas, como un ojo necrosado. No pude evitar mostrar una mueca. No era asco, era más bien sorpresa...
Dios mío Azazel... ¿Qué te ha pasado? ¿Estás bien?- me daban ganas de tratar sus heridas. Nuestro primer encuentro fue... Accidentado, estaba aterrada. Pero había logrado convertir a ese hombre en una persona que, si bien no cercana, me preocupaba por él. Mientras examinaba a Azazel, me olvidé por completo del resto del grupo, al que también se habían unido los chicos acompañados del dinosaurio de color azul...[/color]
Parecía que este grupo era el que más se fijaba en mí, puesto que el otro grupo se fue directamente a hablar con ellos. Por otro lado, el Digimon con aspecto de león se acercó a mi y me tendió unas gafas de sol, nombrando a Azazel de por medio. Supuestamente, él había mandado al león a darme esas gafas de sol, las cuales cogí y me las puse, tapando parte de mi rostro, para después mirar a mi compañera.
¿Qué tal me quedan?- sonreí, divertida, mientras hacía una pose para fardar de las gafas de sol nuevas, ante lo que recibí el asentimiento de Luna.
Estás preciosa con y sin ellas, Miku- Luna era monísima, no me cabía duda. Me daban ganas de achucharla constantemente, cosa que ella siempre se dejaba hacer, puesto que también le gustaba sentirse querida.
Mientras avanzaba, yendo hacia el grupo de donde había venido el felino bípedo, pude presenciar que el chico de la silla de ruedas era realmente Azazel. Se encontraba en un estado totalmente demacrado, tenía numerosas heridas, como un ojo necrosado. No pude evitar mostrar una mueca. No era asco, era más bien sorpresa...
Dios mío Azazel... ¿Qué te ha pasado? ¿Estás bien?- me daban ganas de tratar sus heridas. Nuestro primer encuentro fue... Accidentado, estaba aterrada. Pero había logrado convertir a ese hombre en una persona que, si bien no cercana, me preocupaba por él. Mientras examinaba a Azazel, me olvidé por completo del resto del grupo, al que también se habían unido los chicos acompañados del dinosaurio de color azul...[/color]
Re: La Amistad no es sólamente un cliché (Libre; Cupos Llenos)
-Te quedan horrendas -dijo, sin inmutarse, Sven, clavando sus dorados ojos en la chiquilla-. Azazel las usa para taparse las heridas, pero tú solo tapas tu cara. Si eres “preciosa” -citaba a la digimon-, ¿por qué cubres tu rostro?
Al mismo tiempo que efectuaba esta pregunta, Gar y Roku respondían al chico el cual, sin que ellos lo supieran, era miembro de los RK y, por tanto, se encontraba allí no por motivos de ocio, sino por motivos de trabajo. De todas formas, el Azazel tampoco fue allí por motivos placenteros, pero no iba a decir sus verdaderos fines allí.
-¿Eh? No, no, disculpa -decía el más alto, moviendo las manos-. Yo espero a una amiga y él, bueno, me hace compañía mientras espero.
-¿Y no has pensado que igual yo sí lo soy, Gar? -se encogía de hombros- No me has preguntado.
-¿Lo eres? Perdona el malentendido, la espera me está matando y ando espero -reía, nervioso-. Entonces, ¿os dejo a solas?
-No, no soy su contacto. Solo indicaba que podría serlo, y he dicho lo obvio: que no me has dejado decir quién soy. Es -hizo una breve pausa- es una broma.
-¡Jajajajajaja! -tuvo que cerrar los ojos, sonriendo ampliamente- ¡Me has tomado el pelo, muy buena! Pero es cierto, perdón, perdón, no debería haber hablado por ti.
-No pasa nada, era solo una broma -la idol llegó, preguntando por su estado-. No es nada, srta. Hatsune, gafes del oficio.
-¿Y a qué te dedicas? Porque si te ha hecho acabar así, no debe ser algo sencillo, ¿no?
-Cazo digimons, y tamers. Y muchas de las peleas son a muerte, por lo que es normal que ahora vaya así -apuntó con la mano a la chica-. Por suerte, cuando conocí a la srta. Hatsune, era un trabajo para guiarla en sus primeros pasos, y no hubo mayor problema.
-Sven le dio las gafas, Sven ha sido buen chico -indicaba, llegando-. “Gracias Sven”.
-¡Buen chico Sven! -decía Gar, aupándolo- ¡Has sido muy, muy bueno! -decía, poniéndose a jugar con él.
-Bueno, atendiendo a lo importante -procuraba ignorarlos-. Srta. Hatsune, debería procurar discrección en estos viajes si quiere estar tranquila, y debería buscarse un pseudónimo para que no la refiramos como quien es en realidad. ¿Me explico?
Al mismo tiempo que efectuaba esta pregunta, Gar y Roku respondían al chico el cual, sin que ellos lo supieran, era miembro de los RK y, por tanto, se encontraba allí no por motivos de ocio, sino por motivos de trabajo. De todas formas, el Azazel tampoco fue allí por motivos placenteros, pero no iba a decir sus verdaderos fines allí.
-¿Eh? No, no, disculpa -decía el más alto, moviendo las manos-. Yo espero a una amiga y él, bueno, me hace compañía mientras espero.
-¿Y no has pensado que igual yo sí lo soy, Gar? -se encogía de hombros- No me has preguntado.
-¿Lo eres? Perdona el malentendido, la espera me está matando y ando espero -reía, nervioso-. Entonces, ¿os dejo a solas?
-No, no soy su contacto. Solo indicaba que podría serlo, y he dicho lo obvio: que no me has dejado decir quién soy. Es -hizo una breve pausa- es una broma.
-¡Jajajajajaja! -tuvo que cerrar los ojos, sonriendo ampliamente- ¡Me has tomado el pelo, muy buena! Pero es cierto, perdón, perdón, no debería haber hablado por ti.
-No pasa nada, era solo una broma -la idol llegó, preguntando por su estado-. No es nada, srta. Hatsune, gafes del oficio.
-¿Y a qué te dedicas? Porque si te ha hecho acabar así, no debe ser algo sencillo, ¿no?
-Cazo digimons, y tamers. Y muchas de las peleas son a muerte, por lo que es normal que ahora vaya así -apuntó con la mano a la chica-. Por suerte, cuando conocí a la srta. Hatsune, era un trabajo para guiarla en sus primeros pasos, y no hubo mayor problema.
-Sven le dio las gafas, Sven ha sido buen chico -indicaba, llegando-. “Gracias Sven”.
-¡Buen chico Sven! -decía Gar, aupándolo- ¡Has sido muy, muy bueno! -decía, poniéndose a jugar con él.
-Bueno, atendiendo a lo importante -procuraba ignorarlos-. Srta. Hatsune, debería procurar discrección en estos viajes si quiere estar tranquila, y debería buscarse un pseudónimo para que no la refiramos como quien es en realidad. ¿Me explico?
- Tamer
- Faltas :Una por cada double.Prueba de Rol :ADigi Puntos :1060Ficha :NPCs :Nivel On Rol :Ancient spiritNivel On Rol de los Digi Aliados :Sven-Hyper SpiritIcono :Rango y Unidad :Roku Ginshô (Adam Odysseum)
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Roku Ginshô
Re: La Amistad no es sólamente un cliché (Libre; Cupos Llenos)
De pronto, Shin y Hepokomaru se pusieron a hablar de la chica de coletas celestes, mientras Sano llevaba sus manos a su nuca estirándose. A él seguía sonándole el aspecto de la chica pero el nombre "Hatsune Miku" que acababa de mencionar su compañero plateado no hizo más que permitir que Sano siguiera mostrando una actitud indiferente.
Sano: No, sigue sin sonarme el nombre
Sin embargo, Hepokomaru mencionó que se trataba de una cantante, de una idol del Mundo Humano. Debido a que Seiichiro Sano llevaba meses en el Mundo Digital, probablemente no reconociese todos los detalles concernientes a su propio mundo, así que, si conocía de algo la música de la tal Miku, se debía principalmente a que, cuando Sano ingresó en el Digimundo, la carrera de la chica estaba aún despegando.
Sin ton ni son, Hepokomaru, tras hablar brevemente con su amigo, se dirigió hacia el chico en silla de ruedas y el otro que le acompañaba y cuya apariencia no transmitía demasiada seguridad o confianza. El chico de cabellos grisáceos les preguntó, sin dar demasiados detalles, si ellos eran los enlaces que los Royal Knights habían enviado para informar de la misión. Sin embargo, ambos negaron, por lo que el grupo se apartó del lugar, dejando que éstos hablasen con la idol.
Sano: Bien, ¿qué hacemos ahora? ¿Esperamos aquí? ¿Vamos a buscar problemas y les decimos nuestro lema? ¿O cómo va la cosa? ¿Cómo actuáis los Royal Knights en este tipo de situaciones?
Entonces, a lo lejos, pudieron ver a una pareja de Digimon acercarse. Uno era de color blanco y parecía tener un cinturón rosa hecho de lana con un libro encajado en el mismo, mientras que el otro era una especie de conejo con ojos achinados y color de piel amarillento, además que portaba unos pantalones rojizos. Éste último se encontraba hurgándose la nariz con uno de sus dedos, mientras el otro le echaba la bronca por lo que parecía ser que se había comido la comida de ambos.
¿?: Eh Bokomon, hay ahí gente...
[b]Bokomon: ¡Neemon, cacho idiota! ¡Se dice "ahí hay gente"! ¿¡Por qué me acompaña un inútil que ni siquiera sabe hablar?!
Neemon: Are?
El ser amarillento llamado Neemon ni siquiera se inmutó cuando su compañero le golpeó con el libro. El golpe se oyó en toda la playa, pero Neemon no hizo ningún movimiento salvo tirar el moco que se estaba sacando con el dedo momentos antes. ¿Era insensible al dolor? ¿O es que ya estaba acostumbrado? Con lo idiota que parecía, lo más probable es que fuese lo primero... La pareja de extravagantes Digimon se acercó al grupo formado por Hepokomaru, Shin y Sano.
Bokomon: Disculpad a mi compañero... ¿Sois los miembros de los Royal Knights?
Sano: No, sigue sin sonarme el nombre
Sin embargo, Hepokomaru mencionó que se trataba de una cantante, de una idol del Mundo Humano. Debido a que Seiichiro Sano llevaba meses en el Mundo Digital, probablemente no reconociese todos los detalles concernientes a su propio mundo, así que, si conocía de algo la música de la tal Miku, se debía principalmente a que, cuando Sano ingresó en el Digimundo, la carrera de la chica estaba aún despegando.
Sin ton ni son, Hepokomaru, tras hablar brevemente con su amigo, se dirigió hacia el chico en silla de ruedas y el otro que le acompañaba y cuya apariencia no transmitía demasiada seguridad o confianza. El chico de cabellos grisáceos les preguntó, sin dar demasiados detalles, si ellos eran los enlaces que los Royal Knights habían enviado para informar de la misión. Sin embargo, ambos negaron, por lo que el grupo se apartó del lugar, dejando que éstos hablasen con la idol.
Sano: Bien, ¿qué hacemos ahora? ¿Esperamos aquí? ¿Vamos a buscar problemas y les decimos nuestro lema? ¿O cómo va la cosa? ¿Cómo actuáis los Royal Knights en este tipo de situaciones?
Entonces, a lo lejos, pudieron ver a una pareja de Digimon acercarse. Uno era de color blanco y parecía tener un cinturón rosa hecho de lana con un libro encajado en el mismo, mientras que el otro era una especie de conejo con ojos achinados y color de piel amarillento, además que portaba unos pantalones rojizos. Éste último se encontraba hurgándose la nariz con uno de sus dedos, mientras el otro le echaba la bronca por lo que parecía ser que se había comido la comida de ambos.
¿?: Eh Bokomon, hay ahí gente...
[b]Bokomon: ¡Neemon, cacho idiota! ¡Se dice "ahí hay gente"! ¿¡Por qué me acompaña un inútil que ni siquiera sabe hablar?!
Neemon: Are?
El ser amarillento llamado Neemon ni siquiera se inmutó cuando su compañero le golpeó con el libro. El golpe se oyó en toda la playa, pero Neemon no hizo ningún movimiento salvo tirar el moco que se estaba sacando con el dedo momentos antes. ¿Era insensible al dolor? ¿O es que ya estaba acostumbrado? Con lo idiota que parecía, lo más probable es que fuese lo primero... La pareja de extravagantes Digimon se acercó al grupo formado por Hepokomaru, Shin y Sano.
Bokomon: Disculpad a mi compañero... ¿Sois los miembros de los Royal Knights?
Seiichiro Sano
Re: La Amistad no es sólamente un cliché (Libre; Cupos Llenos)
Al recibir la negativa de aquél malparado hombre, Hepokomaru hizo una reverencia disculpándose por la molestia y comenzó a caminar por la playa, siendo seguido por Seiichiro Sano y, como era de esperar, por su propio compañero: Shin. Allí, el muchacho ataviado con túnicas comenzó a preguntar qué es lo que harían a continuación, ante lo que el Digimon de color azulado alzó uno de sus dedos, así como su voz suavemente.
Pues probablemente nos tocará esperar... No queda otra- opinó el saurio azulado, no sin antes sentarse al lado de una butaca que se encontraba en una sombrilla, apareciendo de pronto un Digimon de color anaranjado y forma esférica. Según los datos se trataba de un Citramon, un Digimon que parecía una naranja parlante. Parecía ser un vendedor ambulante, pues llevaba un carrito con numerosos refrescos, ante lo que Shin pidió uno.
Tome, un refresco de naranja. Son 200 bits, por favor- mencionó el Citramon antes de entregarle el refresco y recibir el dinero que pagó Hepokomaru de su propio bolsillo.
Al volverse, mientras tomaban su refrigerio, pudieron ver a dos pequeños Digimon discutiendo. Mejor dicho, uno de ellos, el de color blanco, intentaba discutir con el otro, más alto y de color amarillo, con pantalones rojos o naranjas, quien simplemente le ignoraba, parecía más concentrado en sacarse "entradas" de la nariz. Sin embargo, cuando la pareja les miró, éstos se acercaron a ellos, preguntando si se trataban de los miembros de los Royal Knights.
Efectivamente, somos nosotros quienes los asignados por el clan para realizar el trabajo que se nos ha asignado. Yo me llamo Hepokomaru, mi compañero es Shin y ese de ahí es Seiichiro Sano- mencionó el muchacho de cabello plateado mientras sorbía su refresco y observaba a esos Digimon. Bokomon y Neemon se llamaban. Nunca había visto Digimon de esa especie, si era sincero.
Bueno y exactamente, ¿de qué se trata?- preguntó Shin imitando a su Tamer y bebiendo de la lata de refresco. Sin embargo, a diferencia de Hepokomaru, él ya había acabado con el refresco, con lo cual miró a su amigo, pidiendo que le comprara otro, a lo que éste se negó en rotundo.
PD: Te toca pensar, Sano xD
Pues probablemente nos tocará esperar... No queda otra- opinó el saurio azulado, no sin antes sentarse al lado de una butaca que se encontraba en una sombrilla, apareciendo de pronto un Digimon de color anaranjado y forma esférica. Según los datos se trataba de un Citramon, un Digimon que parecía una naranja parlante. Parecía ser un vendedor ambulante, pues llevaba un carrito con numerosos refrescos, ante lo que Shin pidió uno.
Tome, un refresco de naranja. Son 200 bits, por favor- mencionó el Citramon antes de entregarle el refresco y recibir el dinero que pagó Hepokomaru de su propio bolsillo.
Al volverse, mientras tomaban su refrigerio, pudieron ver a dos pequeños Digimon discutiendo. Mejor dicho, uno de ellos, el de color blanco, intentaba discutir con el otro, más alto y de color amarillo, con pantalones rojos o naranjas, quien simplemente le ignoraba, parecía más concentrado en sacarse "entradas" de la nariz. Sin embargo, cuando la pareja les miró, éstos se acercaron a ellos, preguntando si se trataban de los miembros de los Royal Knights.
Efectivamente, somos nosotros quienes los asignados por el clan para realizar el trabajo que se nos ha asignado. Yo me llamo Hepokomaru, mi compañero es Shin y ese de ahí es Seiichiro Sano- mencionó el muchacho de cabello plateado mientras sorbía su refresco y observaba a esos Digimon. Bokomon y Neemon se llamaban. Nunca había visto Digimon de esa especie, si era sincero.
Bueno y exactamente, ¿de qué se trata?- preguntó Shin imitando a su Tamer y bebiendo de la lata de refresco. Sin embargo, a diferencia de Hepokomaru, él ya había acabado con el refresco, con lo cual miró a su amigo, pidiendo que le comprara otro, a lo que éste se negó en rotundo.
PD: Te toca pensar, Sano xD
- Invitado
Invitado
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