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El descubrimiento de las ruinas del Monasterio Draco, tallado en lo alto de una desolada montaña en el valle de los dragones, ha despertado un gran interés por todo el Digimundo. Principalmente porque según los tallados de la pared exterior dentro de las ruinas se encuentra un obre mágico que contiene en su interior la data y poder del treceavo Royal Kinght, la cual sera dada a quien reclame dicho objeto. Según la historia grabada en los murales, el obre fue dejado allí por el mismo Royal Kinght en caso de que su poder sea necesario para derrotar al mal que se alce en el futuro...por desgracia semejante premio también a llamado la atención de quienes usarían el poder para sus propias metas egoístas. Por lo que esta aventura ahora se a vuelto una carrera por ver quien consigue el gran premio.
6 meses despues de la ultima carrera, un BanchoLeomon reune al viejo equipo de organizacion para dar un nuevo espectaculo, pero en esta carrera, el misterioso patrocinador ha enviado a un "Aspirante a Campeon" con un extraño y unico Digivice. ¿Que es lo que sucedera a lo largo del evento y como funciona este nuevo digivice?.
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The end of Kotemon's Adventures: el club de pelea [Priv: Roku, Elluka]
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The end of Kotemon's Adventures: el club de pelea [Priv: Roku, Elluka]
~[Narrador… y asistente]~
Nos acercamos a la ultima pagina del libro de aventuras… nos acercamos al final de una leyenda… nos acercamos al final de una hazaña históricamente histórica… nos… - ¡Nos acercamos al final mas épicamente épico posible! ¡Yey! - ¡Deja de interrumpirme mientras trato de narrar! - ¡Oye! ¡Que tengo derecho a participar! - ¡Pero no a interrumpirme tan descaradamente! - ¡Si no puedes leer más rápido un simple guion lo hare por ti! - ¡Tengo que darle suspenso al asunto! ¡Ahora calla y déjame seguir! - ¡Jum! ¡Como digas…! – Egh… me conseguiré un mejor asistente. Como sea, regresando a lo que decía antes de que me interrumpiesen tan descaradamente… nos encontramos en mitad de las zonas Áridas… lugar conocido por tener una fauna salvaje extremadamente peligrosa, así como también ser uno de los lugares menos protegidos por la ley o vigilado por los miembros de los 3 clanes: los Union Savers, los Royal Knights y los Chaos Empire. Pero, ¿Por qué venir a este lugar para el capítulo final del libro?... bueno, nuestro pequeño héroe con traje de kendo decidió dejar de buscar al azar del viento… no, el ya no simplemente buscaría en los lugares que el suponía; el ahora buscaría con lógica. Primero pensó en encontrar a Kyukimon… el asesino… pero entonces pensó que tratar de razonar con alguien como él sería un problema bastante serio… entonces pensó en Dinohumon… una mente más sencilla y fácil de manipular… con solo unas palabras bien colocadas y ofertas de combate podría hacerlo calmarse el tiempo suficiente para noquearlo y que el humano Frederick pudiera recuperar el Digispirit… si, ese era un buen plan. Entonces el pequeño héroe comenzó a pensar y pensar… pasaron los días y seguía pensando… pasaron los años y seguía pensando… pasaron los… los… ¿Cómo se llamaba lo que le seguía a milenio?, volví a olvidarlo – egh… se llaman “cron”, por favor, intenta recordar esas cosas… no fue hace tanto que te lo dije… solo unos… 5 temas creo… - aja, gracias asistente; ahora vuelve a tus cosas – okey, pero intentemos terminar rápido que mi mujer me regaño en el último tema por llegar tarde – mira, aquí la responsabilidad es de los demás narradores; no mía asique no me pidas nada que no puedo prometer – jum… bien, como digas… iré a jugar Criaturas de Bolsillo – okey, diviértete. Como decía… pasaron los años pensando… los crones pensando… pero Kotemon no llego a nada, por lo que se quito la barba falsa y se fue de la tienda de relojes y calendarios; obviamente ese lugar no le ayudaba a pensar correctamente. Pero justamente cuando salió de la tienda, vio un cartel de un club de pelea en la Zona Árida, y justamente en ese cartel aparecía su amigo Dinohumon, golpeando en el rostro a un Ogremon rompiendo un colmillo con bastante definición. Esa fue la llave al razonamiento del niño, quien se puso en camino hacia ese club, con la intención de encontrar al espíritu de Dinohumon para que pudiera acabar su gran aventura heroica… en la cual poco había logrado como héroe según sus estándares pero había mejorado en sus intenciones heroicas; pudiendo reconocer mejor a quien debía asesinar.
Muy bien asistente, ¿quieres narrar un poco? - ¡¿eh?! ¡¿De verdad?! – Claro, tengo que ir al baño y no puedo dejar al publico así… vamos, date prisa - ¡O-okey jefe! ¡Gracias! – si… no agradezcas… solo trabaja *sonido de puerta cerrándose* - ¡Bi-bien! ¡Entonces continuemos! ¡Kotemon…! El… el… ¿Qué hacia él?... haaaa… ¡Ah cierto! Kotemon caminaba p-por la zona árida… bu-buscando a Dinohumon… pe-pero entonces… ¡El llego a…! - *sonido de puerta abriéndose* uff… ya volví… muy bien asistente, yo seguiré desde aquí - ¡Pe-pero apenas comenzaba! – No me interesa, muévete y déjame continuar, ¿quieres? – jo… nunca puedo narrar… y cuando puedo no me avisan y simplemente no puedo hacerlo… - te acostumbraras algún día, ahora largo – Egh… bien, como digas *sonido de puerta cerrándose* - jeje… adoro molestarlo… ejem… como él iba diciendo, pero ahora narrando su fiel servidor: Kotemon llego a la zona árida en busca de su compañero Digispirit, Dinohumon, pero llego un momento en el que el joven intento de héroe, llego a lo que parecía ser una desviación… una desviación que realmente le impedía avanzar; ya que era muy engañosa en cuanto a los caminos que mostraba…
Egh… “club de Pelea espectacular con Dinohumon a la derecha”… “Desierto y mas desierto a la izquierda”… egh… ¡¿por donde se supone que voy ahora?! –Sujeto su cabeza y comenzó a girar constantemente en su lugar- ¡No es justo! ¡Pusieron una trama! ¡Pero la superare! ¡Al desierto y más desierto! –Instintivamente el Kotemon salió corriendo por el lado izquierdo, adentrándose en un inmenso desierto sin fin…-
Al poco tiempo, el digimon fue encontrado por el conductor de un camión en mitad del desierto; inconsciente por un gran golpe de calor. El conductor simplemente cargo al niño y lo lanzo en la zona de carga del camión; luego volvió a subir y puso de nuevo en marcha su ruta, directamente hacia el club de pelea… solo que ahora tenía a un Kotemon inconsciente entre sus cosas.
Última edición por Freddy el Lun Jun 27, 2016 12:58 am, editado 1 vez
- Tamer
- Digi Puntos :505Cuentas :Ficha :Relaciones :Cronologia :NPCs :Nivel On Rol :Ancient SpiritNivel On Rol de los Digi Aliados :Merry: Mega
Marlone: UltimateInventario :
Freddy
Re: The end of Kotemon's Adventures: el club de pelea [Priv: Roku, Elluka]
Desde el baile Roku había empezado a notar esa molestia. Era como el sonido de estática cuando intentas buscar una frecuencia por la radio, un desagradable “ruido blanco” que acudía a su cabeza en diferentes episodios de dolor. Al principio solo era un sonido recurrente que aparecía cada cierto tiempo, pero esto había ido a más. No solo empezaba a experimentar visiones que imitaban fragmentos de sus memorias, sino también manifestaciones de sus miedos e inquietudes.
Los intervalos entre los ataques empezaban a ser cada vez menores, y su cordura empezaba a peligrar. Desde que abandonó aquellas ruinas desérticas había tenido tiempo para pensar en su situación, y cargando con lo que allí encontró (incluida su cantimplora abastecida), se dirigió al poblado donde reunió las provisiones.
En su deambular por el mar de arena había sufrido más episodios de este extraño fenómeno, presentándosele imágenes dantescas que buscaban mermar su ánimo, pero no era así. Cada vez que aparecían Roku se limitaba a responder interiormente por qué no debían darle miedo. Reafirmando su voluntad estas proyecciones no tardaban en desaparecer, pero era agotador que lo único que veías a lo largo del desierto fueran tus miedos.
Llegó finalmente a su destino con paso lento. Estaba agotado, pero no pudo evitar sonreír, aunque poseyera aquella monstruosas fauces. Un detalle que se había dado cuenta desde su conversión en digimon era lo enorme de su nueva boca, la cual solo disponía afilados colmillos. Pero ya le daba igual. A la entrada del pueblo deparó en un pequeño niño humano sentado en el suelo, el cual le miraba con su único ojo, pues la mitad izquierda de su cuerpo estaba vendada.
-Soy yo tras el accidente, y no tiene sentido. En aquel tiempo nunca llegué a verme los vendajes, no me dejaban usar espejos...
Ante esta aclaración el espejismo comenzó a desvanecerse en un haz difuminado. Había cogido cierta práctica en el desierto ante esta especie de “juego mental”, y aunque ya apenas le daba importancia tampoco era un pasatiempo a disfrutar.
Pero el dolor regresó. La estática, con más fuerza que nunca, martilleó la cabeza de Roku desde el interior en un punzante dolor que le obligó a apoyarse en una pared a riesgo de desplomarse contra el suelo.
-A... Aguan... Agunta... Ya hemos llegado, maldita sea, ya hemos llegado- repetía intentando reducir el dolor, sin éxito- Ya buscaremos ayuda, ahora aguanta...
-............Ey.......-le pareció discernir entre el ruido-......Hola....-creyó entender.
¿Se estaba volviendo loco? Cada palabra que discernía en aquel ruido era como un puñetazo en el cerebro. Pero por lo menos ahora tenía con qué entretenerse: descubrir qué le estaba pasando. Con mucho esfuerzo comenzó a reanudar su marcha, pues al menos tendría que buscar dónde pasar la noche, pero una vez más ocurrió algo insólito.
-....CAMIÓN...-gritaba-...Interior...
-¿Pero qué es lo que quieres, voz del demonio?
-...CAMIÓN...Carga...
Roku se aproximó al transporte, no perdía nada complaciendo aquellas palabras sueltas en su cabeza. Cuando empezó a trastear con la carga notó que el ruido se hacía más débil, pero si las dejaba en su sitio regresaba. Mientras experimentaba con este suceso reparó en que había un digimon inconsciente a su lado, recostado sobre los bártulos. Portaba un shinai, el cual generó cierta nostalgia en Roku. Cuando lo tocó el ruido dejó de molestarle.
-Vamos, llévatelo-la voz hablaba más claramente que nunca-, ES NUESTRO.
-Ni hablar-musitó el muchacho, que lo dejó donde estaba-, no es mi estilo.
Y mientras el ruido regresaba en fuertes oleadas simplemente sacó su cantimplora y vació parte de su contenido sobre el digimon insolado, que empezó a despedir vapor al bañarse en las aguas del recipiente. Roku no quería imaginar a cuántos grados estaría ese men incandescente, y para distraer su mente del dolor se fijó en dónde estaban: enfrente de un curioso edificio que estaba decorado con el cartel de dos digimons pegándose.
Los intervalos entre los ataques empezaban a ser cada vez menores, y su cordura empezaba a peligrar. Desde que abandonó aquellas ruinas desérticas había tenido tiempo para pensar en su situación, y cargando con lo que allí encontró (incluida su cantimplora abastecida), se dirigió al poblado donde reunió las provisiones.
En su deambular por el mar de arena había sufrido más episodios de este extraño fenómeno, presentándosele imágenes dantescas que buscaban mermar su ánimo, pero no era así. Cada vez que aparecían Roku se limitaba a responder interiormente por qué no debían darle miedo. Reafirmando su voluntad estas proyecciones no tardaban en desaparecer, pero era agotador que lo único que veías a lo largo del desierto fueran tus miedos.
Llegó finalmente a su destino con paso lento. Estaba agotado, pero no pudo evitar sonreír, aunque poseyera aquella monstruosas fauces. Un detalle que se había dado cuenta desde su conversión en digimon era lo enorme de su nueva boca, la cual solo disponía afilados colmillos. Pero ya le daba igual. A la entrada del pueblo deparó en un pequeño niño humano sentado en el suelo, el cual le miraba con su único ojo, pues la mitad izquierda de su cuerpo estaba vendada.
-Soy yo tras el accidente, y no tiene sentido. En aquel tiempo nunca llegué a verme los vendajes, no me dejaban usar espejos...
Ante esta aclaración el espejismo comenzó a desvanecerse en un haz difuminado. Había cogido cierta práctica en el desierto ante esta especie de “juego mental”, y aunque ya apenas le daba importancia tampoco era un pasatiempo a disfrutar.
Pero el dolor regresó. La estática, con más fuerza que nunca, martilleó la cabeza de Roku desde el interior en un punzante dolor que le obligó a apoyarse en una pared a riesgo de desplomarse contra el suelo.
-A... Aguan... Agunta... Ya hemos llegado, maldita sea, ya hemos llegado- repetía intentando reducir el dolor, sin éxito- Ya buscaremos ayuda, ahora aguanta...
-............Ey.......-le pareció discernir entre el ruido-......Hola....-creyó entender.
¿Se estaba volviendo loco? Cada palabra que discernía en aquel ruido era como un puñetazo en el cerebro. Pero por lo menos ahora tenía con qué entretenerse: descubrir qué le estaba pasando. Con mucho esfuerzo comenzó a reanudar su marcha, pues al menos tendría que buscar dónde pasar la noche, pero una vez más ocurrió algo insólito.
-....CAMIÓN...-gritaba-...Interior...
-¿Pero qué es lo que quieres, voz del demonio?
-...CAMIÓN...Carga...
Roku se aproximó al transporte, no perdía nada complaciendo aquellas palabras sueltas en su cabeza. Cuando empezó a trastear con la carga notó que el ruido se hacía más débil, pero si las dejaba en su sitio regresaba. Mientras experimentaba con este suceso reparó en que había un digimon inconsciente a su lado, recostado sobre los bártulos. Portaba un shinai, el cual generó cierta nostalgia en Roku. Cuando lo tocó el ruido dejó de molestarle.
-Vamos, llévatelo-la voz hablaba más claramente que nunca-, ES NUESTRO.
-Ni hablar-musitó el muchacho, que lo dejó donde estaba-, no es mi estilo.
Y mientras el ruido regresaba en fuertes oleadas simplemente sacó su cantimplora y vació parte de su contenido sobre el digimon insolado, que empezó a despedir vapor al bañarse en las aguas del recipiente. Roku no quería imaginar a cuántos grados estaría ese men incandescente, y para distraer su mente del dolor se fijó en dónde estaban: enfrente de un curioso edificio que estaba decorado con el cartel de dos digimons pegándose.
- Tamer
- Faltas :Una por cada double.Prueba de Rol :ADigi Puntos :1060Ficha :NPCs :Nivel On Rol :Ancient spiritNivel On Rol de los Digi Aliados :Sven-Hyper SpiritIcono :Rango y Unidad :Roku Ginshô (Adam Odysseum)
Rango: Holy General
División: Four Holy Beast
Unidad/Sub-division: North Shield TurtleRango y Unidad Digi Aliado :Sven
Rango: Teniente
División: Four Holy Beast
Unidad/Sub-division: North Shield TurtleInventario :
Roku Ginshô
Re: The end of Kotemon's Adventures: el club de pelea [Priv: Roku, Elluka]
Elluka
En el desierto de nuevo. ¿Por qué tanta necedad de ir a la nada? ¡Bien hecho Luka! Era su pensamiento que denotaba frustración en su rostro de monarca. Una parte de Elluka pedía ir a ese lugar más seguido, aún cuando el sol era insoportable, aún y cuando el clima era fastidioso. Algo la estaba llamando a las arenas, una voz le suplicaba que la encontrara... ¿Pero qué era? No estaba segura. Ese día se había preparado para su viaje a manera que el sol no quemara su piel. Llevaba puesto un suéter ligero de cuello de tortuga, oscuro y de corte abrigo. Había líneas doradas que contorneaban el broche de los dos botones del mismo color oro y contrastaban con el negro de la prenda. El cuello era amplio, dejaba respirar a Elluka y dejaba una sensación fresca. Usaba por igual unos pequeños short de lycra gruesa que le permitían moverse con libertad, y a unos centímetros del borde hacia abajo iniciaban las medias largas de Elluka que finalizaban en un par de zapatos oscuros. Se sentía protegida de los rayos y no demasiado cálida, era un atuendo ideal para su búsqueda a ciegas. No había mucha demanda a su tropa últimamente, y aunque así fuera, Elluka aún necesitaba encontrar dicha voz que la llamaba.
Alzó la mirada, pero la luz era demasiado brillante. Cubrió el sol con la palma de su mano, dejando pequeños espacios entre sus dedos por donde se colaba la luz. Caminar comenzaba a hacerse pesado, no pudo evitar suspirar y beber un poco de su cantimplora.
-¿Te has perdido, linda? -Escuchó desde arriba de una grave voz de acento italiano. Frunció el ceño y chasqueó la lengua. ¿otra vez? Era el décimo de la semana. Muchachos hormonales que no buscaban una buena conversación con ella.
-¡Escucha, estoy harta de...! -Se cortó antes de terminar su reproche cuando hizo contacto visual con el dueño del cumplido. Era una cara conocida, cabello rubio y ojos de colores opuestos, tan fríos como el azulado mar y tan cálidos como el rojo atardecer. -Julio. -Murmuró mientras retrocedía un paso. Ladeó la cabeza y analizó su silueta. Estaba montado en un caballo metálico... ¡Era KnightChessmon!
-Vaya, me siento afortunado ¡La reina de la rosa me ha recordado! -Rió el rubio con una voz melodiosa mientras se bajaba del metálico equino. -Conoces mi nombre, y sin embargo no conozco el tuyo, bella dama. -Elluka tartamudeó un poco y dirigió su mirada al centáurico caballero blanco. Parecía incómodo, como si algo le preocupase.
-Elluka, Elluka Clockworker. -Pronunció con ciertas dudas. Sabía que ese muchacho conocía a Louise, pero no pudo introducirse como tal. No era ella, no sería justo romper sus esperanzas.
-Te propongo algo, Elluka, un paseo montado a cambio de agua. -Julio señaló con la mirada y una radiante sonrisa hacia la cantimplora de la de los cabellos de cerezo. Estaba agotada, Elluka debía admitir. Terminó accediendo y se montó en KnightChessmon con ayuda del príncipe de cabellos de oro. Él subió detrás de la doncella y la protegió con sus brazos, cuyas manos tomaron una cuerda que rodeaba el torso del digimon que cumplía la función de una rienda. KnightChessmon era tan grande como un elefante, de no haber sido por la ayuda de la misma pieza de ajedrez no habría sido posible para los jóvenes el montarse. -Elluka. -La voz de Julio era un tanto sombría, quizás algo triste o deprimida. -Noté que tienes un adorable acento francés, ¿Has vivido mucho tiempo por allá?
La pregunta del muchacho la hizo removerse un poco para verlo con unos ojos sufridos. ¿Debería decirle? Podía decir que su pregunta era un tanto insinuante, tal vez ya la había descubierto y solo buscaba una confirmación. Se encontraba acorralada, él la había visto con Fuji aquella vez y era más que obvio lo que ocurría entre ambos -O por lo menos eso sentía la doncella- ¿Por qué sentía que no debía decir nada? Recordó aquella escena tan tensa y un escalofrío recorrió el centro de su espalda como un vehículo de carreras.
-Mi señor. -Llamó KnightChessmon, cortando el incómodo silencio que se había formado. El caballero centauro señaló un cartel de desviación muy peculiar. Ambos humanos se miraron extrañados. -¿Quiere investigar?
-"club de Pelea espectacular con Dinohumon a la derecha" -Murmuró el rubio mientras hacía un gesto muy familiar. La pelirrosada esbozó una sonrisa melancólica, ella conocía esa expresión.
- Tamer
- Digi Puntos :532Cuentas :Ficha :Relaciones :NPCs :Nivel On Rol :Ancient SpiritNivel On Rol de los Digi Aliados :
Mega
Ultimate
Icono :Rango y Unidad :Elluka Clockworker
Rango: Demi God
División: Olimpo Heros
Unidad/Sub-division: Venus Dove
Rango y Unidad Digi Aliado :Aleron
Rango: Oficial
División: Olimpo Heros
Unidad/Sub-division: Venus Dove
Lion
Rango: Cabo
División: Olimpo Heros
Unidad/Sub-division: Venus DoveInventario :
Elluka Clockworker
Re: The end of Kotemon's Adventures: el club de pelea [Priv: Roku, Elluka]
~[Narrador… y asistente]~
Nuestro pequeño héroe, Kotemon… ¿Qué estaba haciendo? Este lugar lleva tanto abandonado que ni revisando los registros me entero de nada – Inconsciente en un camión de carga frente al club de pelea, jefe – Vale, gracias asistente – Lo que sea para quitarnos esto de encima… mi mujer se puso gruñona – intentaremos terminar esto rápido… mientras tanto, vayamos al lio de una vez, que no me figuro bien lo que dice el guion… lleva tanto tiempo solo que las ratas y otros bichos lo atacaron, sin mencionar el polvo… ¡El sucio polvo! – Creo que esa descripción es… tonta – Me pagan por leerlas, asique calla – Vale – Ejem… volviendo a comenzar…
Nuestro pequeño intento de héroe, Kotemon, había sido cargado cual saco de papas viejo en un camión de cargamento pesado, conducido por un Meramon, el cual tenía una gorra ignifuga en la cabeza con un dibujito de un puño; igual que el dibujito que tenían las puertas de aquel edificio similar a un coliseo moderno donde se celebraban los eventos de lucha libre en el mundo humano. El conductor detuvo el camión en la parte trasera del edificio en mitad de la nada, parte que se centraba en la carga y descarga de los materiales que pudiera tener en el camión. Una vez todo quedo en su posición, el conductor se bajo del vehículo para iniciar la descarga del camión, y grande fue la sorpresa que se llevo al ver que tenía un polizón en su transporte; aunque no le dio gran importancia, después de todo, ahora tenía un segundo saco de boxeo además del pequeño digimon de nivel Rookie allí tirado inconsciente y echando vapor por el contacto del agua con su acalorado cuerpo. Una vez Meramon sujeto a Kotemon de su pierna, lo sacudió un par de veces a ver si reaccionaba, y efectivamente reacciono… aunque no como esperaba el hombre de fuego. El esperaba una reacción de miedo y confusión al no saber donde se encontraría el digimon rookie, pero en cambio el pequeño espadachín comenzó a zarandearse descontroladamente mientras agitaba su espada gritando cosas como “suéltame o te matare lenta y dolorosamente, villano” o “no pueden detener a los héroes como yo con cosas como estas”, entre muchas tonterías mas. Meramon simplemente soltó al digimon y antes de que este pudiera hacer nada, como huir, el hombre de fuego le brindo una patada en la cabeza dejándolo K.O nuevamente, además de pegado a la pared del camión.
Tu, polizón… llévalo dentro –Sacando lo que parecían ser pesas del camión- y si huyen considérense carne fresca para la estrella del club… ese tipo los aplastara sin importar su nivel
Los villanos morirán ante mi espada… -Balbuceaba el pequeño héroe mientras su cabeza daba vueltas-
Espero que lo maten primero…no tengo ganas de ver a un niño así correteando por el lugar
Off: … bueno, continuare el tema ya que estoy respondiendo temas XD
- Tamer
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Freddy
Re: The end of Kotemon's Adventures: el club de pelea [Priv: Roku, Elluka]
-Vamos, roba, roba, roba, ¡roba!¡¡roba!! -repetía el incesante eco de su cabeza- Hazte más fuerte. Más fuerte para sobrevivir.
Aunque era difícil entender aquello, podía intuir algo. Desde su transformación había sido víctima de alucinaciones nacidas de sus recuerdos miedos, pero no tenía respuesta alguna del origen de estas. Puede que la voz respondiera a sus dudas, que le explicara el qué de su situación. O puede que definitivamente estuviera loco y todo aquello fuera un parco producto de su imaginación para poder tener alguna esperanza de saber quién era ahora. ¿Humano o digimon?
Independientemente de esto, se decidió a actuar.
Mas las sugerencias de lo desconocido no iban a ser cumplidas. Roku no era un ladrón. Pero podía entender el mensaje. Necesitaba encontrar algún modo de protegerse en aquel mundo hostil, y para un kendoka aquella espada era la mejor opción. Pero de adquirirla dejaría al inconsciente digimon sin defensa alguna. La clave estaba en conseguir algo de aquel camión que le ayudara a protegerse, ¿no? Y al ver al digimon flamígero darle una orden pudo encontrar algo útil.
Rebuscando entre las pertenencias, lo consiguió. Una gorra que, al igual que la que portaba el otro, debía de ser ignífuga. Una vez colocada cogió al digimon que balbuceaba ko y se dirigió, como le habían dicho, a aquel edificio. Ni quería ni le apetecía discutir. Ni con el conductor ni con la voz.
-Bueno... Es un comienzo -musitaba la presencia-... Fuego malo, gorra buena, sí. Fuego MUY malo. Sobrevive. Es la clave.
Off-rol: Diseño de la gorra (ya que es un tema del club de la lucha...)
Aunque era difícil entender aquello, podía intuir algo. Desde su transformación había sido víctima de alucinaciones nacidas de sus recuerdos miedos, pero no tenía respuesta alguna del origen de estas. Puede que la voz respondiera a sus dudas, que le explicara el qué de su situación. O puede que definitivamente estuviera loco y todo aquello fuera un parco producto de su imaginación para poder tener alguna esperanza de saber quién era ahora. ¿Humano o digimon?
Independientemente de esto, se decidió a actuar.
Mas las sugerencias de lo desconocido no iban a ser cumplidas. Roku no era un ladrón. Pero podía entender el mensaje. Necesitaba encontrar algún modo de protegerse en aquel mundo hostil, y para un kendoka aquella espada era la mejor opción. Pero de adquirirla dejaría al inconsciente digimon sin defensa alguna. La clave estaba en conseguir algo de aquel camión que le ayudara a protegerse, ¿no? Y al ver al digimon flamígero darle una orden pudo encontrar algo útil.
Rebuscando entre las pertenencias, lo consiguió. Una gorra que, al igual que la que portaba el otro, debía de ser ignífuga. Una vez colocada cogió al digimon que balbuceaba ko y se dirigió, como le habían dicho, a aquel edificio. Ni quería ni le apetecía discutir. Ni con el conductor ni con la voz.
-Bueno... Es un comienzo -musitaba la presencia-... Fuego malo, gorra buena, sí. Fuego MUY malo. Sobrevive. Es la clave.
Off-rol: Diseño de la gorra (ya que es un tema del club de la lucha...)
- Spoiler:
- Tamer
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Roku Ginshô
Re: The end of Kotemon's Adventures: el club de pelea [Priv: Roku, Elluka]
Elluka
Julio, su KnightChessmon, y yo, nos acercamos para adentrarnos en el lugar de peleas. Algo me decía ese lugar definitivamente no era legal, pero eran corazonadas. Oculté mi placa de Union Saver en el bolsillo de mi jersey, solo para cuidar que, en dado caso, no entrarán en pánico por ver a una policía.
-Sabia decisión, cuore. -Habló Julio con una voz grave, diferente a como lo había escuchado antes. Estaba haciendo referencia al movimiento que hice para ocultar mi identificación policiaca; desde la posición donde estaba, era muy difícil que él no viera todos mis movimientos. Sin embargo, no me sentía en desconfianza. Era todo lo contrario, a decir verdad.
Julio bajó del lomo de su compañero de un grácil salto, y Cheshire me ayudó al descender cuando llegamos a las puertas del lugar. Miré a todos lados, esperando encontrar alguna actividad ilegal, pero no había nada de lo que pudiese quejarme. Lo único que pude ver fue a humanos y digimon descargando cosas de camiones estacionados.
-¿Entraremos, mi señor? -Cuestionó Cheshire, para después volver a su forma Rookie. Era tal y como lo recordaba de aquella vez, y no me traía buenos recuerdos. No pude evitar mirar de reojo la mejilla del rubio, y preguntarme si se encontraba bien.
-Ah, sí. -Julio también parecía inmerso en sus pensamientos, buscando algún peligro qué evitar. -Lo siento, amigo, pensaba en algo. -Posó su mano sobre la cabeza del peón, y me volteó a ver con una sonrisa ladina. Tragué saliva ante aquello, no sabía él por qué, pero algo en esa sonrisa no me parecía buena noticia. -¿Entramos? -Si bien, era un gesto cortés el preguntarme si quería entrar finalmente o no, podía ver en sus ojos intenciones retadoras. Como si hubiese cometido un pecado y él lo supiera todo, como estuviese como un libro abierto ante sus ojos.
-Quiero saber si mis sospechas son correctas. -Musité sin muchas ganas de ser escuchada, y me adelanté al paso, hacia las puertas. Me sentía un poco intimidada por el porte que estaba llevando el italiano.
-Yo también. -Logré escuchar de Julio a mi espalda, acompañado por una risa muda que parecía declararse la ganadora de un encuentro del que no estaba del todo enterada.
Nos adentramos en el lugar, y mi mueca de disgusto no podría haber sido mejor detonada. Crucé miradas con Julio, y parecía sentir lo mismo respecto al lugar. Parecía uno de esos centros de lucha mexicanos, o de esos clandestinos estadounidenses. El aura que emanaba el lugar tampoco era muy agraciada, era sucia y vulgar... O quizás solo eran mis sentimientos por aquel tipo de entretenimiento los que hablaban. Siempre encontré irrespetuoso el hecho de disfrutar ver criaturas de cualquier tipo golpeándose por paga.
- Tamer
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Rango y Unidad Digi Aliado :Aleron
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División: Olimpo Heros
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Elluka Clockworker
Re: The end of Kotemon's Adventures: el club de pelea [Priv: Roku, Elluka]
~[Narrador]~
Tan pronto como el segundo polizonte llevo a nuestro pequeño y muy torpe héroe; el individuo se encontró con una escena bastante… normal, ciertamente. La parte trasera del lugar, aun siendo una zona de carga y descarga, tenía una conexión sumamente directa con lo que sería el gimnasio del coliseo; donde se encontraban un gran número de digimons de nivel Champion y Rookie; todos entrenando de un modo u otro. Meramon continúo descargando todo tipo de equipo de su camión mientras que varios otros digimons, como Ogremons y Fugamons, se encargaban de mover las cajas y acomodarlas en su respectivo lugar. Aquel sitio podría haber sido del agrado del pequeño héroe, si no fuera porque se encontraba totalmente inconsciente… pero bueno, no se podía hacer nada al respecto; solo esperar a que su nuevo "amigo" lo despertara o llevara a un lugar donde pudieran asegurarse de que, tras recibir la patada del Meramon previamente, no tuviera ningún hueso roto o daño cerebral más fuerte del que ya parecía tener.
Mientras tanto, en la parte delantera del coliseo, justamente en la recepción junto a la boletería; el dúo de humanos que entro, se pudieron llevar una ligera sorpresa al ver aun Delumon hablando con un Agunimon y un par de Kokatorimons seriamente lastimados. El ave digital observo a los visitantes y abandono su conversación con el Agunimon, el cual simplemente se retiro con el dúo de Kokatorimons seriamente heridos. El pájaro digital portaba un sombrero en lugar de la típica corona, el cual se quito e hiso una reverencia ante el dúo de humanos; que al tener ropas tan "lujosas", le hacían saber que poseían dinero. Aunque no lo pareciera a simple vista, aquel Delumon era el dueño de aquella arena, y como todo "magnate", si podía obtener dinero; aunque fuera por parte de humanos, se mostraría completamente amigable y dispuesto a ofrecer todo tipo de servicios para la comodidad de sus clientes.
Bienvenidos humanos, ¿en qué puedo ayudarlos? -Delumon sonrió alegremente, con una gran falsedad por supuesto, pero disimulaba bien- me temo que el próximo torneo se celebrara en unos días… aun tenemos que preparar el escenario y esperar a que varios de nuestros luchadores se recuperen… nuestra estrella es algo inquieta -rio con gracia- pero bueno, ¿Dónde quedaron mis modales? Mi nombre es Delumon y soy el director de este club… ¿desean algo?
Regresando al gimnasio, en un gran ring de boxeo, un grupo de digimons estaban tratando de derribar a uno en especial; un hombre dragón con una pluma indígena en la cabeza y una gran espada en su espalda. Aquel hombre dragón se encontraba derribando a todo aquel que se le aproximara; mientras reía divertido, demostrando que no le importaba ser atacado por muchos más oponentes, aquello no era más que un juego para él.
- Tamer
- Digi Puntos :505Cuentas :Ficha :Relaciones :Cronologia :NPCs :Nivel On Rol :Ancient SpiritNivel On Rol de los Digi Aliados :Merry: Mega
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Freddy
Re: The end of Kotemon's Adventures: el club de pelea [Priv: Roku, Elluka]
-Bueno, está ocupado descargando, y los demás también -susurraba el fantasma-. Nada te impide irte. No es problema nuestro. Marchando, vamos -no estaba impaciente, su voz eran más como órdenes-. Aquí corremos peligro.
-Ni hablar -le imponía-. Si ayudamos no nos harán nada, necesitan mano de obra, y él atención médica. No tengo idea de dónde estamos, lo mejor es quedarse e intentar conseguir información.
-”Mano de obra” es un eufemismo para “esclavitud”. Si te quedas, acabarán prendiéndote, así que ¡¡vámonos!! -le gritaba- ¡¡No podemos perder el tiempo con estas tonterías!!
-¡¡Si necesita ayuda no son tonterías!! -la discusión se producía entre estas voces mentales-¡¡Mientras cumpla los encargos, podré hacer lo que quiera en este mundo!! ¡¡¡Sigue siendo MÍ cuerpo!!!
-¡¡Ahora es MÍO!! ¡¡Debes hacerme caso, chaval!! -ahora sí había cierto nerviosismo-¡¡Lo hago por tu bien!!
-¡¡¡Soy YO quien tiene el control!!! ¡¡¡Aunque ya no sea humano, me niego a comportarme como un monstruo!!!
De pronto, notó una opresión en el pecho, como si el corazón se le parara. Una gigantesca mano, una garra incandescente, se aferraba a su diminuto ser, aplicando una fuerza tal que cada poro de su cuerpo solo sentía dolor. Aquella extremidad emergía de una brecha de oscuridad absoluta, donde solo podía distinguir una luz roja, como una pequeña estrella en el firmamento. Por suerte, esta se desvaneció... ¿Otra ilusión? ¿Otro truco? Lo más seguro, pero el fantasma no volvía a hablar, debía aprovechar, pues, esos minutos lúcidos.
Dejando al kendoka en un rincón, preguntó si debía ayudar con algo más en las cargas, prestándose a esta tarea siempre y cuando pudiera portarla. Quería ser útil, pues deseaba pedir después atención para el inconsciente, ya fuera médica o, qué mínimo, agua. Pese a no saber quién era, no podía ignorar a un necesitado, aunque la presencia que lo invadía le hubiera advertido del peligro que suponía para él.
-Ni hablar -le imponía-. Si ayudamos no nos harán nada, necesitan mano de obra, y él atención médica. No tengo idea de dónde estamos, lo mejor es quedarse e intentar conseguir información.
-”Mano de obra” es un eufemismo para “esclavitud”. Si te quedas, acabarán prendiéndote, así que ¡¡vámonos!! -le gritaba- ¡¡No podemos perder el tiempo con estas tonterías!!
-¡¡Si necesita ayuda no son tonterías!! -la discusión se producía entre estas voces mentales-¡¡Mientras cumpla los encargos, podré hacer lo que quiera en este mundo!! ¡¡¡Sigue siendo MÍ cuerpo!!!
-¡¡Ahora es MÍO!! ¡¡Debes hacerme caso, chaval!! -ahora sí había cierto nerviosismo-¡¡Lo hago por tu bien!!
-¡¡¡Soy YO quien tiene el control!!! ¡¡¡Aunque ya no sea humano, me niego a comportarme como un monstruo!!!
De pronto, notó una opresión en el pecho, como si el corazón se le parara. Una gigantesca mano, una garra incandescente, se aferraba a su diminuto ser, aplicando una fuerza tal que cada poro de su cuerpo solo sentía dolor. Aquella extremidad emergía de una brecha de oscuridad absoluta, donde solo podía distinguir una luz roja, como una pequeña estrella en el firmamento. Por suerte, esta se desvaneció... ¿Otra ilusión? ¿Otro truco? Lo más seguro, pero el fantasma no volvía a hablar, debía aprovechar, pues, esos minutos lúcidos.
Dejando al kendoka en un rincón, preguntó si debía ayudar con algo más en las cargas, prestándose a esta tarea siempre y cuando pudiera portarla. Quería ser útil, pues deseaba pedir después atención para el inconsciente, ya fuera médica o, qué mínimo, agua. Pese a no saber quién era, no podía ignorar a un necesitado, aunque la presencia que lo invadía le hubiera advertido del peligro que suponía para él.
- Tamer
- Faltas :Una por cada double.Prueba de Rol :ADigi Puntos :1060Ficha :NPCs :Nivel On Rol :Ancient spiritNivel On Rol de los Digi Aliados :Sven-Hyper SpiritIcono :Rango y Unidad :Roku Ginshô (Adam Odysseum)
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Unidad/Sub-division: North Shield TurtleRango y Unidad Digi Aliado :Sven
Rango: Teniente
División: Four Holy Beast
Unidad/Sub-division: North Shield TurtleInventario :
Roku Ginshô
Re: The end of Kotemon's Adventures: el club de pelea [Priv: Roku, Elluka]
Elluka
Cuando Delumon apareció, supe de inmediato que era un cabecilla de la instalación. No por su apariencia, sino por su vocabulario y porte. Tenía la impresión de que él buscaba clientes, y Julio y yo éramos el tipo de espectadores que buscaba. Me reí por lo bajo, pensando en que el pobre digimon no se imaginaba la repulsión que teníamos por el lugar. Antes de permitirme hablar, quise dejar que fuese Julio quien se encargase del asunto. Tenía ganas de ver su habilidad.
-¿Cómo está? Soy un representante de Queen Chessmon. -Casi estallo de la risa al escucharle decir eso. Más loco no podía estar, ¿para qué la emperatriz del Metal Empire mandaría a alguien a un club clandestino? Mantuve la calma, por fortuna. -Alexiel, el dorado, es un gusto. -No titubeó un segundo en dar ese nombre, y mis ganas de reír se esfumaron. Realmente era bueno mintiendo, no detectaba una pizca de falsedad en sus ojos bicolores. -Ella es Elluka, una amiga mía. -Sonrió de nuevo al Delumon, y puso ambas manos en los bolsillos, paseándose por el lugar, sin despegar los ojos del digimon que parecía ser el espectáculo principal. -Su Majestad quería saber sobre sus peleadores, ¿es cierto que los digimon más fuertes pelean aquí? Está buscando a la máquina de pelear definitiva. -Prosiguió, y yo le seguí observando tanto a él, como al digimon ave. -Últimamente, Su Majestad ha estado muy interesada en guerreros realmente poderosos.
A los pocos segundos decidí seguirle el juego, y me acerqué a él, con falso interés en el digimon que derribaba a uno tras otro. Me preguntaba cuánto más podría seguir ese tipo, no parecía tener final para su energía, o el tiempo de parar.
-¿Cuál es su nombre? -Pregunté al Delumon, haciendo referencia a aquella máquina de matar en el ring. -Se ve que pelea excepcionalmente. -Proseguí, entrecerrando los ojos al verle. No quería creer que se trataba de un esclavo de las peleas. Se me hacía algo imposible el llegar a tal resistencia por simple gusto. Algo no andaba bien con ese digimon.
- Tamer
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Elluka Clockworker
Re: The end of Kotemon's Adventures: el club de pelea [Priv: Roku, Elluka]
~[Narrador]~
Delumon no mostro ninguna sorpresa o interés al escuchar el nombre "QueenChessmon". Para el ave digital, no existía la realeza, nobleza o ninguna tontería asi; lo único que existía para él, era la alta y baja sociedad; el alto o bajo valor económico, nada más y nada menos. De todas formas, el ave digital seguía buscando dinero e interés; quizás si lograba "interesar" a una reina, por desconocida que le resultara, podría conseguir una buena clientela; además, según tenía entendido, muchas monarquías hacían lo que él: disfrutar de una buena matanza entre digimons que no tenían ningún otro valor para la sociedad. El avecilla estuvo por decir algo, levantando el ala derecha con una pluma muy larga estirada, como si se tratara de un dedo; pero antes de poder decir nada, un digimon atravesó una ventana reforzada, desde la parte trasera de la recepción. El digimon era un Blitzmon, un digimon humanoide especializado en las descargas eléctricas, semejante a un escarabajo; y para la sorpresa de los presentes, o no, el digimon estaba inconsciente y su brazo estaba totalmente dislocado. Delumon sonrió de oreja a oreja, casi con maldad al ver al Blitzmon en tal estado, entonces suspiro y rio, llamando a un equipo médico mientras comenzaba a caminar hacia la puerta que llegaba a las gradas.
Si gustan acompañarme, mis "Nobles" Invitados… creo que es más fácil enseñarles el poder que tienen los peleadores de mi club -El ave abrió la puerta y entro a las gradas de aquel lugar; muy similares al Coliseo Romano, pero con un gran cuadrilátero de lucha o boxeo en el centro del mismo- les presento a nuestra estrella… desgraciadamente, sin nombre… cuando lo encontramos, se negó a hablar a menos que le brindáramos oponentes para pelear -El pájaro se quedo observando como aquel digimon de tipo hombre dragón se enfrentaba a todo oponente que llegara- y aun no se ha tomado el descanso de aquello para decirnos nada
Al decir eso, comenzaron a salir mas digimons de todas las zonas posibles del coliseo, de las gradas, de los distintos canales para llegar a las duchas… de todos los lugares posibles e imaginables; salieron digimons para subir al cuadrilátero contra el digimon. El atacado era un Dinohumon, un digimon bien formado que observo a sus oponentes con una inmensa sonrisa; impropia de cualquier guerrero en su posición. El hombre dragón se puso en posición defensiva y entonces comenzó la pelea. Ogremons que ayudaban en las cargas, Flamedramons, Duskmons, Fugamons, inclusive el propio Meramon que conducía un camión de equipos; todos se unieron al combate con la única intención de derribar al digimon. Dinohumon por otro lado, sujeto el brazo del primero que se acerco lo suficiente, un Flamedramon, y lo acerco hacia el bruscamente, dando un salto corto para darle un rodillazo en la parte baja de las costillas; después tiro y le dio una patada en el rostro, logrando despistar a todos los digimons que estuvieran en esa misma dirección. El próximo en acercarse fue un Fugamon por la espalda, que trato de usar su garrote, pero al golpear al hombre dragón, este se volteo y le proporciono un golpe en la mandíbula inferior; rompiéndole varios dientes y además levantándolo en el aire el tiempo suficiente para que Dinohumon le diera un segundo puñetazo, en el estomago, sacándolo del ring de forma casi instantánea.
Meramon fue el próximo en acercarse, junto a un Duskmon. El guerrero oscuro mostro sus espadas y se dispuso a atacar con ellas, mientras Meramon aplicaba puñetazos ígneos contra el hombre dragón; mientras que este se veía forzado a esquivar, hasta que finalmente actuó. Sujeto el brazo de Meramon que se adelanto al movimiento de su compañero, y lo uso como escudo ante el corte de Duskmon. El hombre de fuego perdió la mano en un segundo, y Duskmon impactado por eso, se detuvo el tiempo suficiente para que Dinohumon lo sujetara del rostro y lo estrellara contra el suelo; después fue a por Meramon, sujetándole la cabeza y bajándola para darle un rodillazo directo al rostro, seguido de una patada al pecho para sacarlo fuera del ring. La pelea continuo y Delumon simplemente rio con "alegría"; dándose la vuelta para ver a los humanos, ignorando la total masacre que estaban sufriendo sus peleadores.
Como verán, ese Dinohumon es una maquina de pelea… siempre está riendo y no siente pena por todos aquellos a quienes lastima o deja hospitalizados… -Delumon sonrió con calma- estoy seguro que él podría proporcionar un gran espectáculo a su Reina, pero claro… siempre y cuando no me hagan responsable de los tratamientos médicos de aquellos que sean sometidos a su violenta sed de violencia -Finalmente se escucho una risa demencial, entonces el ave se volteo para ver al Dinohumon parado sobre los cuerpos inconscientes de todos sus oponentes- ¿no hay mas carne de cañón por aquí? Nuestra estrella aun parece tener ánimos de pelear
¡¡JAJAJAJA!! ¡VAMOS! ¡NO PAREN! ¡AUN NO ESTOY SUDANDO! -Grito el Dinohumon mientras observaba a todos los presentes- ¡Si quieren información mía! ¡Tienen que pelear en serio! ¡SIN PELEA NI VIOLENCIA ESTE DINOHUMON PIERDE LA CABEZA! -Rio nuevamente por su propio chiste, aunque realmente, era una realidad lo que acababa de decir-
Mientras tanto, en la parte trasera del lugar, donde aún quedaban unos pocos empleados para cargar, descargar y acomodar los equipos; una digimon hiso caso a la petición de un nuevo empleado. Una Meikuumon con un gorrito de enfermera se encargo del pequeño héroe, aun inconsciente y seguramente con algunos daños menores. La digimon observo atentamente a Kotemon mientras este balbuceaba cosas sin sentido, aunque una le llamo la atención por desentonar totalmente con todo lo demás que había dicho.
Ya verán… cuando encuentre a Aquiles -Alcanzo a decir totalmente mareado y con humo saliendo de su cabeza-
¿Aquiles…? Mmmm… espero que te recuperes pronto, suena interesante eso que dices -Meikuumon tomo una botella de agua y la vertió sobre el rostro del digimon- espero que esto sea suficiente
- Tamer
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Freddy
Re: The end of Kotemon's Adventures: el club de pelea [Priv: Roku, Elluka]
Atendiendo a su petición, una digimon de apariencia felina trajo una botella del líquido elemento, con la que socorrio la ya evidente necesidad del kendoka, hidratándolo del modo más básico, pues el casco dificultaba el acceso a la boca de este, si es que disponía de una. Mencionó a Aquiles, nombre que Roku no pudo ignorar, pues se trataba del reconocido como el mayor guerrero de la Grecia clásica, aquel que, imbatible, sobrevivió a cientos de batallas gracias a su condición divina, hasta que en la invasión a Troya una flecha impactó en su único punto débil, el conocido talón, matándolo de inmediato.
¿Se trataría de un tamer que usaba dicho pseudónimo? No se podía descartar que fuera un digimon que, atraído por la historia, se agenciara dicho apodo, pero claro... ¿Por qué Aquiles? Un lector versado escogería nombres como Paris o Eneas por el valor, u Odiseo, quizas Héctor, para aludir a su sagacidad. En sí, cada héroe representaba una, o muchas virtudes, pero Aquiles solo exhibía un poder crudo, una fuerza natural, imbatible. Humano o digimon, su físico debía de ser su principal ventaja, o esta era la corriente de pensamiento más lógica para Roku.
Divagando en la posible identidad de dicho nombre, el espectro digital tomo ventaja, pues antes de darse cuenta, de un manotazo, retiró el gorro que portaba la digimon. Horrorizado por este gesto, intentó detener sus acciones pero no pudo, y es más, en su cara se formó un rictus que se asemejaba, de un modo macabro, a una sonrisa.
Las afiladas garras iban rodeando la cabeza de la gata, dejando que los mechones de su pelaje se le escaparan entre los dedos. No podía detenerlo, aunque lo intentaba de verdad. Finalmente, una descarga eléctrica sacudió su brazo, una vez, dos veces, varias. Finalmente, pudo ver qué estaba haciendo aquel espectro. Solo quería acariciar la cabeza de la digimon, repetidas veces, de una forma efusiva, sin duda.
-¡¡Una gatita, es una gatita!! -gritaba, emocionado, en su mente- ¡¡Qué coshita más linda, aíns, qué coshita!!
Con un esfuerzo titánico, agarró el brazo con el restante, y lo separó de la cabeza, disculpándose. Tenía que pensar una forma veraz de justificar aquel comportamiento. No encontraba una solución posible a aquel embrollo, por lo que se limitó a dar un motivo que, al menos le permitiera salir del paso.
-Disculpa, pero en la aridez de este desierto, me ha embelesado el oasis que eres...
Y tras esto, antes de que ella o cualquier otro le atacara (y con razón) se retiró de allí, y en la carrera pudo divisar un espectáculo que le recordó a las palabras del digimon insolado. Un guerrero, inmaculado, sobre un montón de cuerpos derrotados. Sí, sin duda era un Aquiles... Pero no tenía por qué ser el que buscaba el otro. Se lo había encontrado inconsciente, igual su búsqueda se dirigía por otra ciudad o incluso país. Además, solo era una impresión, en ningún caso, una certeza.
¿Se trataría de un tamer que usaba dicho pseudónimo? No se podía descartar que fuera un digimon que, atraído por la historia, se agenciara dicho apodo, pero claro... ¿Por qué Aquiles? Un lector versado escogería nombres como Paris o Eneas por el valor, u Odiseo, quizas Héctor, para aludir a su sagacidad. En sí, cada héroe representaba una, o muchas virtudes, pero Aquiles solo exhibía un poder crudo, una fuerza natural, imbatible. Humano o digimon, su físico debía de ser su principal ventaja, o esta era la corriente de pensamiento más lógica para Roku.
Divagando en la posible identidad de dicho nombre, el espectro digital tomo ventaja, pues antes de darse cuenta, de un manotazo, retiró el gorro que portaba la digimon. Horrorizado por este gesto, intentó detener sus acciones pero no pudo, y es más, en su cara se formó un rictus que se asemejaba, de un modo macabro, a una sonrisa.
Las afiladas garras iban rodeando la cabeza de la gata, dejando que los mechones de su pelaje se le escaparan entre los dedos. No podía detenerlo, aunque lo intentaba de verdad. Finalmente, una descarga eléctrica sacudió su brazo, una vez, dos veces, varias. Finalmente, pudo ver qué estaba haciendo aquel espectro. Solo quería acariciar la cabeza de la digimon, repetidas veces, de una forma efusiva, sin duda.
-¡¡Una gatita, es una gatita!! -gritaba, emocionado, en su mente- ¡¡Qué coshita más linda, aíns, qué coshita!!
- Forma en que se produce la situación:
Con un esfuerzo titánico, agarró el brazo con el restante, y lo separó de la cabeza, disculpándose. Tenía que pensar una forma veraz de justificar aquel comportamiento. No encontraba una solución posible a aquel embrollo, por lo que se limitó a dar un motivo que, al menos le permitiera salir del paso.
-Disculpa, pero en la aridez de este desierto, me ha embelesado el oasis que eres...
Y tras esto, antes de que ella o cualquier otro le atacara (y con razón) se retiró de allí, y en la carrera pudo divisar un espectáculo que le recordó a las palabras del digimon insolado. Un guerrero, inmaculado, sobre un montón de cuerpos derrotados. Sí, sin duda era un Aquiles... Pero no tenía por qué ser el que buscaba el otro. Se lo había encontrado inconsciente, igual su búsqueda se dirigía por otra ciudad o incluso país. Además, solo era una impresión, en ningún caso, una certeza.
- Tamer
- Faltas :Una por cada double.Prueba de Rol :ADigi Puntos :1060Ficha :NPCs :Nivel On Rol :Ancient spiritNivel On Rol de los Digi Aliados :Sven-Hyper SpiritIcono :Rango y Unidad :Roku Ginshô (Adam Odysseum)
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Rango: Teniente
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Roku Ginshô
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