Conectarse
Últimos temas
Click en los botones para ir a los respectivos temas
El descubrimiento de las ruinas del Monasterio Draco, tallado en lo alto de una desolada montaña en el valle de los dragones, ha despertado un gran interés por todo el Digimundo. Principalmente porque según los tallados de la pared exterior dentro de las ruinas se encuentra un obre mágico que contiene en su interior la data y poder del treceavo Royal Kinght, la cual sera dada a quien reclame dicho objeto. Según la historia grabada en los murales, el obre fue dejado allí por el mismo Royal Kinght en caso de que su poder sea necesario para derrotar al mal que se alce en el futuro...por desgracia semejante premio también a llamado la atención de quienes usarían el poder para sus propias metas egoístas. Por lo que esta aventura ahora se a vuelto una carrera por ver quien consigue el gran premio.
6 meses despues de la ultima carrera, un BanchoLeomon reune al viejo equipo de organizacion para dar un nuevo espectaculo, pero en esta carrera, el misterioso patrocinador ha enviado a un "Aspirante a Campeon" con un extraño y unico Digivice. ¿Que es lo que sucedera a lo largo del evento y como funciona este nuevo digivice?.
¿Quién está en línea?
En total hay 487 usuarios en línea: 0 Registrados, 0 Ocultos y 487 Invitados :: 1 Motor de búsquedaNinguno
El record de usuarios en línea fue de 487 durante el Jue Nov 21, 2024 1:47 pm
Staff
Los posteadores más activos del mes
No hay usuarios |
Mejores posteadores
Scott Desaster (2239) | ||||
cadejo (2039) | ||||
Roku Ginshô (1249) | ||||
Fuji Raikomaru (1033) | ||||
Sigrun Vinter (1013) | ||||
Kurai (909) | ||||
Diana S. Bennet (844) | ||||
Ed Elric (640) | ||||
Ralian (621) | ||||
Luna Kobayashi (589) |
Creditos
-Skin hecho por Hardrock de The Captain Knows Best.
-Imagenes realizadas por Runari Wildy
y Sigrun Vinter
-Imagenes realizadas por Runari Wildy
y Sigrun Vinter
Primera Canción: Encantada de conocerte, soy Hatsune Miku [Libre, Cupos Llenos]
Página 1 de 2. • Comparte
Página 1 de 2. • 1, 2
Primera Canción: Encantada de conocerte, soy Hatsune Miku [Libre, Cupos Llenos]
Hola, soy Moonmon ¿Y tú?- eran las palabras que salían de la boca de aquella extraña criatura. Era una especie de bola con dos ojos negros y una pequeña boca de la que le salía una especie de extensión o protuberancia hacia arriba, como si de una antena se tratase...
Guau...- eran las palabras que me salían de entre mis finos labios. Estaba realmente asombrada, mientras acariciaba lo que parecía ser la... ¿cabeza? Más bien era su pequeño cuerpo redondo lo que estaba acariciando. Sí, me encontraba ligeramente asustada, pero parecía que no me iba a hacer daño... Además, me encontraba totalmente hipnotizada. Sentía una gran curiosidad por esa extraña forma de vida que jamás había visto anteriormente.
Eoooo, ¿hay alguien ahí?- la pequeña forma de vida intentaba comunicarse conmigo... ¿en japonés? ¿Cómo sabía esa extraña criatura mi idioma natal? Y más preocupante aún, ¿por qué había aparecido de la nada? Bueno, Miku... Cálmate... Lo primero es presentarme... Ya iremos viendo sobre la marcha qué o quién es... ¿Moonmon ha dicho que se llamaba?
Ho... Hola... Me llamo Miku, Miku Hatsune, aunque mi nombre artístico es Hatsune Miku...- me presenté, mientras agarraba a esa forma de vida, antes de darme cuenta de lo que estaba haciendo, sentándome con ella en la cama, colocándola entre mis piernas. No sé porqué, pero ese monstruito me otorgaba una confianza que nunca jamás había sentido hasta ese momento... ¿A qué se debía?
Vamos, quita esa cara de asustada, llevo mucho tiempo esperándote, esperando a mi Tamer, estoy ansiosa...- contestó la pequeña figurita en mis piernas que me sonreía alegremente, intentando alegrar mi cara... Si supieras por todo lo que he pasado y todo lo que tengo que aguantar Moonmon... Estoy segura de que no serías tan comprensiva conmigo...
Oh perdona, no estoy acostumbrada a que lo que sea que seas tú entré en mi cuarto así, por las buenas... Aunque supongo que no me vas a hacer daño... Además, ¿qué es eso de Tamer?- le dije de sopetón mientras jugueteaba con un mechón azulado de mi largo y extenso cabello a la vez que miraba a Moonmon, quien se encontraba entre mis piernas, mientras intentaba analizar fríamente a la "invitada". Espera, había dicho que estaba "ansiosa"... Entonces, ¿era de sexo femenino? Bueno, mejor eso que un chico... Nunca me he relacionado directamente con un hombre, salvo el asqueroso de mi agente... Debería cambiarle cuanto antes
Soy un Digimon, Digital Monster o Monstruo Digital. Pero usamos la abreviación Digimon porque mola más. Y un Tamer es un humano que está unido a su compañero Digimon y ambos utilizan ese dispositivo para hacer cosas chachis. Por cierto, tu eres mi Tamer y yo soy tu compañera Digimon. Y que tengas ese Dispositivo Digital o Digivice lo muestra- me soltó de repente la llamada Moonmon. ¿Digimon? ¿Tamer? ¿Digivice? ¿Monstruos Digitales? ¿Qué es esto? ¿Una novela mala de ciencia ficción o fantasia? No, no podía serlo. Todo era tangente. La extraña criatura, el aparato electrónico de las cartas que se había transformado... Espera, esas cartas eran del juego de cartas Digimon ¿no?
Pero, los Digimons sois creaciones de los humanos, sois simples juguetes, simples cartas, más bien... He aquí la prueba- le contesté enseñándole una carta en la que aparecía un perro de tres cabezas, llamado Cerberusmon, perteneciente a dicha colección de cartas que, previamente, habían "ordenado" que promocionase
Tu posees el modelo D-arc, que te permite potenciarme con esas cartas... Aunque mi cuerpo aún es muy débil para resistir la cantidad de datos digitales que me proporcionarían...- ¿Ahora habla de datos digitales? Esto es de locos... No me sentía incómoda, de hecho me encontraba curiosa ante el hecho de establecer contacto con una forma de vida extraña que pudiese hablar nuestro idioma... Era algo muy raro, la verdad. La lógica me decía que esto no podía estar sucediendo, pero lo tenía delante de mi. La cabeza me daba vueltas...
Última edición por Hatsune Miku el Miér Dic 21, 2016 11:22 pm, editado 1 vez
Re: Primera Canción: Encantada de conocerte, soy Hatsune Miku [Libre, Cupos Llenos]
*Yawm* dentro de la pequeña casa de cierto distrito un bostezo pudo ser escuchado. Hace exactamente dos horas y medias que el muchacho de cabellos oscuros había logrado conciliar el sueño, fueron exactamente esas mismas dos horas y medias las que dormiría hoy debido a unos cuantos asuntos cuya urgencia le impedirían quedarse en el mundo de los sueños.
- ¿Ekaterina…? - llamo a su hermana más como para cerciorar si se encontraba cerca, al no obtener respuesta alguna se levantó de su silla cuyo propósito hace unos segundos fue de una incómoda cama y dirigió sus pasos hacia un espejo cercano para comprobar su apariencia actual: unas leves señales de ojeras se asomaban en sus ojos, aunque eran lo bastante imperceptible a simple vista; su cabello se encontraba alborotado en algunos lados y completamente aplastado en otro por la acción de reposar la cabeza en el escritorio; su ropa estaba desordenada y arrugada por donde quiera que uno la mirase, pero lo más importante es que su cara pedía agrito una buena taza de café.
Llevando lentamente su cuerpo hacia la cocina sus piernas se movieron de forma silenciosa para no alertar a los habitantes de aquel lugar los que, aunque en teoría eran solo ellos dos también incluían el compañero digimon de su hermana y en muy raras ocasiones el amigo digimonesco del muchacho cuyo nombre era kid. El hervidor fue puesto en funcionamiento calentando en cuestión de segundos el valioso liquido revitalizante también conocido como café, junto con el vapor del burbujeante liquido el cuarto se inundó por el inconfundible aroma de los granos. -siete y cuarto…- murmuro mirando su reloj de pulsera, con aquella sentencia se dio cuenta que tan solo tenía veinte minutos de acción para prepararse y salir de la casa.
Lo de forma veloz o lo suficiente que sus pies lo permitían sin hacer ruido subió hasta su cuarto despojándose de su atuendo cambiándose por ropa un tanto más formal: una camisa de franela negra; un pantalón de tela del mismo color y zapatos cómodos. Con el atuendo listo fue solo cuestión de pasar el peine por su cabello unas cuantas veces y ya se encontraba listo para salir.
- ¿Vlaaaad…? ¿Vas a alguna parte? ¿te puedo acompañar? – de entre las cobijas de su cama un pequeño bulto comenzó a moverse al mismo tiempo que se retorcía imita cando casi a la perfección el movimiento de una serpiente. Aunque la verdad estaba más alejada de la realidad, ya que aquel que se retorcía entre la ropa de cama no era ni un animal ni un humano, se trataba de lo que unos pocos conocían como digimon. Este ser parecía ser algo similar a un reptil cuyo cuerpo estaba cubierto por una piel de colores morados y verdes, además que en su cabeza se podía apreciar una especie de cuerno. El digimon conocido como kid era el amigo y compañero de vlad.
- ¿¡!?- Vladimir reacciono un poco sobre saltado al no esperar que nadie estuviera despierto pera rápidamente regreso a la normalidad y respondió a su amigo mientras afinaba los últimos detalles -Ya te dije ayer que hoy tenía una junta laboral, segundo te lo he explicado casi mil veces que acompañarme por el mundo humano solo creara caos...- mirando la cara del psychemon pudo anticiparse a la siguiente pregunta de este y acercándose a él acaricio su cabeza. -Tú debes quedarte aquí y cuidar de mi hermana ¿entendido? - le recordó mientras sus dedos se movían por aquel pelaje.
- ¡Por supuesto! - contesto animadamente el digimon llevando su puño hacia su pecho y dándole un pequeño golpe en señal de que se podía confiar plenamente en él. -Puedes ir tranquilo, ¡Yo! Tu amigo ¡me asegurare que todo esté aquí tranquilo! – con una gran sonrisa reafirmo su promesa.
Vlad le devolvió una cálida sonrisa pensando en el confiable amigo conseguido y despidiéndose del tomo una chaqueta de una esquina dirigiéndose a la planta baja de la casa donde, luego de una rápida inspección abrió la puerta dirigiéndose hacia el lugar de la reunión. Afuera el sol apenas podía entregar el calor debido a la hora y las calles desiertas lo denotaban aún más. Vlad no pudo evitar sentir un pequeño escalofrió al tiempo que el viento lo saludaba cordialmente, procediendo a colocarse su chaqueta comenzó a caminar a paso calmado aprovechando los pocos minutos de sobra.
- ¿Ekaterina…? - llamo a su hermana más como para cerciorar si se encontraba cerca, al no obtener respuesta alguna se levantó de su silla cuyo propósito hace unos segundos fue de una incómoda cama y dirigió sus pasos hacia un espejo cercano para comprobar su apariencia actual: unas leves señales de ojeras se asomaban en sus ojos, aunque eran lo bastante imperceptible a simple vista; su cabello se encontraba alborotado en algunos lados y completamente aplastado en otro por la acción de reposar la cabeza en el escritorio; su ropa estaba desordenada y arrugada por donde quiera que uno la mirase, pero lo más importante es que su cara pedía agrito una buena taza de café.
Llevando lentamente su cuerpo hacia la cocina sus piernas se movieron de forma silenciosa para no alertar a los habitantes de aquel lugar los que, aunque en teoría eran solo ellos dos también incluían el compañero digimon de su hermana y en muy raras ocasiones el amigo digimonesco del muchacho cuyo nombre era kid. El hervidor fue puesto en funcionamiento calentando en cuestión de segundos el valioso liquido revitalizante también conocido como café, junto con el vapor del burbujeante liquido el cuarto se inundó por el inconfundible aroma de los granos. -siete y cuarto…- murmuro mirando su reloj de pulsera, con aquella sentencia se dio cuenta que tan solo tenía veinte minutos de acción para prepararse y salir de la casa.
Lo de forma veloz o lo suficiente que sus pies lo permitían sin hacer ruido subió hasta su cuarto despojándose de su atuendo cambiándose por ropa un tanto más formal: una camisa de franela negra; un pantalón de tela del mismo color y zapatos cómodos. Con el atuendo listo fue solo cuestión de pasar el peine por su cabello unas cuantas veces y ya se encontraba listo para salir.
- ¿Vlaaaad…? ¿Vas a alguna parte? ¿te puedo acompañar? – de entre las cobijas de su cama un pequeño bulto comenzó a moverse al mismo tiempo que se retorcía imita cando casi a la perfección el movimiento de una serpiente. Aunque la verdad estaba más alejada de la realidad, ya que aquel que se retorcía entre la ropa de cama no era ni un animal ni un humano, se trataba de lo que unos pocos conocían como digimon. Este ser parecía ser algo similar a un reptil cuyo cuerpo estaba cubierto por una piel de colores morados y verdes, además que en su cabeza se podía apreciar una especie de cuerno. El digimon conocido como kid era el amigo y compañero de vlad.
- ¿¡!?- Vladimir reacciono un poco sobre saltado al no esperar que nadie estuviera despierto pera rápidamente regreso a la normalidad y respondió a su amigo mientras afinaba los últimos detalles -Ya te dije ayer que hoy tenía una junta laboral, segundo te lo he explicado casi mil veces que acompañarme por el mundo humano solo creara caos...- mirando la cara del psychemon pudo anticiparse a la siguiente pregunta de este y acercándose a él acaricio su cabeza. -Tú debes quedarte aquí y cuidar de mi hermana ¿entendido? - le recordó mientras sus dedos se movían por aquel pelaje.
- ¡Por supuesto! - contesto animadamente el digimon llevando su puño hacia su pecho y dándole un pequeño golpe en señal de que se podía confiar plenamente en él. -Puedes ir tranquilo, ¡Yo! Tu amigo ¡me asegurare que todo esté aquí tranquilo! – con una gran sonrisa reafirmo su promesa.
Vlad le devolvió una cálida sonrisa pensando en el confiable amigo conseguido y despidiéndose del tomo una chaqueta de una esquina dirigiéndose a la planta baja de la casa donde, luego de una rápida inspección abrió la puerta dirigiéndose hacia el lugar de la reunión. Afuera el sol apenas podía entregar el calor debido a la hora y las calles desiertas lo denotaban aún más. Vlad no pudo evitar sentir un pequeño escalofrió al tiempo que el viento lo saludaba cordialmente, procediendo a colocarse su chaqueta comenzó a caminar a paso calmado aprovechando los pocos minutos de sobra.
- Tamer
- Prueba de Rol :ADigi Puntos :239Cuentas :Ficha :NPCs :Nivel On Rol :Double SpiritNivel On Rol de los Digi Aliados :Rookie
Inventario :
Vlad
Re: Primera Canción: Encantada de conocerte, soy Hatsune Miku [Libre, Cupos Llenos]
Inspiré y espiré lentamente mientras cerraba los ojos y volvía abrirlos para después mirar de nuevo a la criatura ovalada que se encontraba entre mis piernas, acariciando suavemente el apéndice que sobresalía notablemente sobre su cabeza. La respuesta de Moonmon me dejó un poco anonadada. Daba a entender claramente que esos seres no eran creaciones de los seres humanos... Eran otra cosa... Entonces, ¿los humanos ya conocían la existencia de los Digimons, o como se llamasen? ¿Y habían basado todos los juguetes, cartas y demás productos en ellos? De momento, si la declaración de Moonmon era cierta, esa era la opción más lógica, desde luego... Pero le extrañaba que nadie se hubiese percatado de ello.
Entonces, estas cartas sirven para potenciarte... ¿Cómo?- pregunté mientras me sentía cómoda al acariciar a esa pequeña forma de vida que se encontraba junto a mí, como si fuese un peluche con vida que servía para hacerme compañía... Lo cierto es que nunca había tenido una compañía tan cercana, puesto que nunca había ido a la escuela. Mi mánager contrató profesores particulares para que me enseñasen lo mismo que en la escuela, dado que mi trabajo como actriz y cantante no podía coincidir, según sus palabras, con los estudios... Tan sólo veía a mis compañeros cuando realizábamos exámenes. ¿Podría llegar a ser amiga de ese ser? Lo cierto es que no sé hacer amigos, así que... No sé, quizás surja solo. Ojalá. Aunque sea con una forma de vida tan particular.
Eso ya no lo sé, tendrás que descubrirlo por ti misma... Pero sí, a fin de cuentas, sirve para otorgarme más poder. Sin embargo, actualmente soy demasiado débil para soportar dicha potenciación- me comentó la pequeña criatura que se hacía llamar mi compañera Digimon. Supongo que, por ahora, le seguiré el juego. Veremos en qué acaba todo esto.
Bueno, entonces si eres mi compañera Digimon, como bien has dicho, no seré yo quien te eche... Así que bienvenida a la residencia Hatsune un hogar tan familiar que no sabrás relacionarte con los demás- dije asqueada, debido al trato que me había dado desde que era una niña mi manager y que me había privado de más de una docena de derechos fundamentales del ser humano... Pero no sabía hacer nada sin él, ya se había encargado de ello el impresentable ese... A ver en qué mundo una adolescente podía llevar a cargo una casa y los gastos que ello conllevaba ella sola... Por muy idol que fuese.
¿Ocurre algo, Miku?- me preguntó Moonmon desde abajo mientras yo acariciaba su esponjoso cuerpo con mis manos, perdida en mis pensamientos y, sin darme cuenta, me abrí a ese monstruito que ya me había tratado mejor que todas las personas que había conocido a lo largo de mi corta existencia.
Veamos, para resumirlo todo con facilidad... Mi vida es una pantomima. Soy una chica famosa, hermosa, inteligente, con una buena voz y grandes dotes de interpretación, lo que muchas niñas desean... Y, paradójicamente, lo único que yo deseo es ser una chica normal y corriente, la fama y los que se han aprovechado de mi supuesto talento para vivir a mi costa como garrapatas que son... No me importaría perderlos en absoluto. En eso se basa mi vida. Soy cantante, soy actriz y soy modelo. Tres de las profesiones que un gran número de niñas desean desde su más tierna infancia y lo único que he recibido son cero amistad y cero cariño. Trabajo componiendo música para gente que dice quererme o amarme, cuando lo único que les interesa es recibir más canciones, más películas, más fotos. La hipocresía de la sociedad llega hasta tales extremos de decir que saben cómo soy o de sentir un "enamoramiento" hacia mi cuando ni siquiera me conocen. Nadie me conoce tal y como yo soy. Quiero sacar mis alas y volar lejos de aquí. Vivir como yo quiera, sin nadie que maneje mi vida. Lo único bueno son los pequeños caprichos que puedo comprarme ocasionalmente. ¿Te ha gustado mi autobiografía? ¿Te firmo el libro? ¿A nombre de quién quieres la dedicación?-- dije sarcásticamente mientras frotaba mis ojos con una de mis manos, cansada de ese estilo de vida.
Vaya... No sé que es ser actriz, qué es ser modelo ni qué es ser cantante... Pero estoy segura de que sólamente has tenido mala suerte... Pero no te preocupes, Miku, ya he llegado y me quedaré junto a ti para siempre, ¿entendido?- sólamente eran palabras lo que salía de la boca de mi compañera... Pero había algo en su voz que me transmitía que lo que decía era verdad, no como las falsas promesas y las palabras vacías que estaba harta de oír... Inconscientemente, sólo pude abrazar a esa pequeña pelotita que tan sólo trataba de animarme...
Entonces, estas cartas sirven para potenciarte... ¿Cómo?- pregunté mientras me sentía cómoda al acariciar a esa pequeña forma de vida que se encontraba junto a mí, como si fuese un peluche con vida que servía para hacerme compañía... Lo cierto es que nunca había tenido una compañía tan cercana, puesto que nunca había ido a la escuela. Mi mánager contrató profesores particulares para que me enseñasen lo mismo que en la escuela, dado que mi trabajo como actriz y cantante no podía coincidir, según sus palabras, con los estudios... Tan sólo veía a mis compañeros cuando realizábamos exámenes. ¿Podría llegar a ser amiga de ese ser? Lo cierto es que no sé hacer amigos, así que... No sé, quizás surja solo. Ojalá. Aunque sea con una forma de vida tan particular.
Eso ya no lo sé, tendrás que descubrirlo por ti misma... Pero sí, a fin de cuentas, sirve para otorgarme más poder. Sin embargo, actualmente soy demasiado débil para soportar dicha potenciación- me comentó la pequeña criatura que se hacía llamar mi compañera Digimon. Supongo que, por ahora, le seguiré el juego. Veremos en qué acaba todo esto.
Bueno, entonces si eres mi compañera Digimon, como bien has dicho, no seré yo quien te eche... Así que bienvenida a la residencia Hatsune un hogar tan familiar que no sabrás relacionarte con los demás- dije asqueada, debido al trato que me había dado desde que era una niña mi manager y que me había privado de más de una docena de derechos fundamentales del ser humano... Pero no sabía hacer nada sin él, ya se había encargado de ello el impresentable ese... A ver en qué mundo una adolescente podía llevar a cargo una casa y los gastos que ello conllevaba ella sola... Por muy idol que fuese.
¿Ocurre algo, Miku?- me preguntó Moonmon desde abajo mientras yo acariciaba su esponjoso cuerpo con mis manos, perdida en mis pensamientos y, sin darme cuenta, me abrí a ese monstruito que ya me había tratado mejor que todas las personas que había conocido a lo largo de mi corta existencia.
Veamos, para resumirlo todo con facilidad... Mi vida es una pantomima. Soy una chica famosa, hermosa, inteligente, con una buena voz y grandes dotes de interpretación, lo que muchas niñas desean... Y, paradójicamente, lo único que yo deseo es ser una chica normal y corriente, la fama y los que se han aprovechado de mi supuesto talento para vivir a mi costa como garrapatas que son... No me importaría perderlos en absoluto. En eso se basa mi vida. Soy cantante, soy actriz y soy modelo. Tres de las profesiones que un gran número de niñas desean desde su más tierna infancia y lo único que he recibido son cero amistad y cero cariño. Trabajo componiendo música para gente que dice quererme o amarme, cuando lo único que les interesa es recibir más canciones, más películas, más fotos. La hipocresía de la sociedad llega hasta tales extremos de decir que saben cómo soy o de sentir un "enamoramiento" hacia mi cuando ni siquiera me conocen. Nadie me conoce tal y como yo soy. Quiero sacar mis alas y volar lejos de aquí. Vivir como yo quiera, sin nadie que maneje mi vida. Lo único bueno son los pequeños caprichos que puedo comprarme ocasionalmente. ¿Te ha gustado mi autobiografía? ¿Te firmo el libro? ¿A nombre de quién quieres la dedicación?-- dije sarcásticamente mientras frotaba mis ojos con una de mis manos, cansada de ese estilo de vida.
Vaya... No sé que es ser actriz, qué es ser modelo ni qué es ser cantante... Pero estoy segura de que sólamente has tenido mala suerte... Pero no te preocupes, Miku, ya he llegado y me quedaré junto a ti para siempre, ¿entendido?- sólamente eran palabras lo que salía de la boca de mi compañera... Pero había algo en su voz que me transmitía que lo que decía era verdad, no como las falsas promesas y las palabras vacías que estaba harta de oír... Inconscientemente, sólo pude abrazar a esa pequeña pelotita que tan sólo trataba de animarme...
Re: Primera Canción: Encantada de conocerte, soy Hatsune Miku [Libre, Cupos Llenos]
Las dos cuadras que lo separaban de la parada del autobús fueron recorridas en casi cuestiones de segundo. El lugar estaba ubicado en una pequeña esquina donde unas señales junto a una pequeña línea de personas indicaban el sitio correcto, Vlad se formó volviéndose la sexta persona en formarse justo detrás de una señora de cabello cano y aspecto que demostraba las experiencias vividas en sus años mozos, detrás de él llego un muchacho en la edad escolar cuyo interés en la música contrarrestaba la apariencia de estudiante aplicado. Cuando la cantidad de gente había llegado a la docena apareció por fin el bus; este era un vehículo cuya mitad superior era de color rojo y la mitad inferior de un blanco tan puro como la nieve, en su parte delantera exhibía un pequeño cartel denotando los recorridos seguidos hasta llegar al final de este.
-Buenos días- saludo al conductor mientras pagaba el boleto de transbordo, antes de buscar en que asiento ubicarse miro rápidamente su reloj de pulsera notando que diez minutos habían transcurrido. El asiento elegido fue el de la segunda fila al lado de la ventana donde el joven muchacho de cabellera oscura se ubicó y sus ojos se clavaron en el paisaje del exterior. Rápidamente y como si se tratara de una cinta en movimiento, los arboles cambiaban contantemente de forma y tamaño; la afluencia de gente aumentaba y disminuía dependiendo del sector de donde el bus transitaba, pero por sobre todo los barrios cambiaban desde los residenciales; pasando por los de diversión; hasta llegar a los lugares empresariales.
Viendo cómo se acercaba a su destino Vlad se levantó de su asiento -permiso- dijo amablemente a la persona sentada a su lado y rápidamente se colocó en la bajada abandonando el vehículo para dirigirse a un edificio. Con más de siete pisos de alturas y recubierto casi complemente por ventanas se erguía aquella estructura, quien pensaría que hace tan solo unos meses podía pasar por un sitio en decadencia y ahora era la filial de las empresas Flower Sinergy cuyo dueño era el mismo.
-!Buenos días señor Vladimir! su socio ya se encuentra en la sala de juntas- tan solo al entrar una mujer que parecía ser la secretaria hablo al muchacho dándole los por menores de los asuntos importantes, entre datos y cosas triviales lo más importante era la visita de aquel socio.
-Entendido, iré de inmediato- contesto cordialmente a su secretaria - ¡ah! Se me olvidaba, cancele todas mis citas para la tarde tengo un compromiso importante por cumplir- la muchacha solo asintió y volvió a su puesto mientras Vlad con un rostro serio se dirigía hacia la sala de reuniones, giro la perilla de la puerta y en vez de encontrar un hombre serio como uno pensaría era otro el que lo esperaba.
- ¡Vlad! - Un joven un poco más alto que Vladimir se movió tan rápido como una pantera aprisionando al muchacho entre sus brazos y debido a la diferencia de alturas lo elevo unos cuantos centímetros - ¡Tanto tiempo sin vernos! ¡incluso creí que no nos veríamos otra vez! – el muchacho de cabellos cafés y ojos verdes era el mejor amigo de la infancia de Vladimir por así decirlo y además su socio.
-jeje… Leo yo también te extrañaba, pero eres demasiado efusivo- aunque no le incomodaba la actitud de su amigo este solía pasarse un poco con su fuerza por lo que Vladimir siempre que la situación se daba cortaba el asunto por lo sano logrando una vez más ser bajado. -Bueno Leo… digo Leonharth ¿cuál es el asunto urgente por el cual hiciste este viaje? – Vladimir lo conocía muy bien y pese a que leo era un muchacho trabajador y comprometido este pecaba de los mismo que Vladimir “escaparse del trabajo” aunque claro nunca antes sin dejar todo solucionado.
-E…- siendo descubierto leo soltó a Vladimir mientras unas gotas de sudor comenzaban a aparecer por su cuerpo. Ante la inquisitiva mirada de su amigo no le quedó otra que rendirse cayendo sus hombros en señal de derrota. -Está bien me descubriste...- involuntariamente llevo su mano a la oreja rascándola -Solo era una visita de amigos… ¡Pero no deje nada sin cubrir! - rápidamente se excusó moviendo sus manos como intentando hacer una barrera entre ambos al ver como las emociones del rostro de Vladimir comenzaban a cambiar.
*fuuu* como si un globo al que hubieran hecho un agujero Vladimir se desinflo metafóricamente hablan. -Bueno... como sea, no soy quien para regañarte por esas actitudes siendo yo igual a ti...- aunque últimamente había evitado aquel comportamiento siempre recaía de vez en cuando.
- ¡JAJAJAJAJA! ¿ves? Por eso eres mi mejor amigo- Leo golpeo tres veces la espalda de Vlad haciendo que el cuerpo de este temblara y luego lo tomo del cuello haciendo una especie de lazo con su brazo - ¡Venga hombre! ¡Este no es sitio para que dos amigos conversen!- sin siquiera pedir la opinión de su amigo leo arrastro a Vladimir fuera del edificio para vagar sin rumbo por unas cuantas horas.
-Buenos días- saludo al conductor mientras pagaba el boleto de transbordo, antes de buscar en que asiento ubicarse miro rápidamente su reloj de pulsera notando que diez minutos habían transcurrido. El asiento elegido fue el de la segunda fila al lado de la ventana donde el joven muchacho de cabellera oscura se ubicó y sus ojos se clavaron en el paisaje del exterior. Rápidamente y como si se tratara de una cinta en movimiento, los arboles cambiaban contantemente de forma y tamaño; la afluencia de gente aumentaba y disminuía dependiendo del sector de donde el bus transitaba, pero por sobre todo los barrios cambiaban desde los residenciales; pasando por los de diversión; hasta llegar a los lugares empresariales.
Viendo cómo se acercaba a su destino Vlad se levantó de su asiento -permiso- dijo amablemente a la persona sentada a su lado y rápidamente se colocó en la bajada abandonando el vehículo para dirigirse a un edificio. Con más de siete pisos de alturas y recubierto casi complemente por ventanas se erguía aquella estructura, quien pensaría que hace tan solo unos meses podía pasar por un sitio en decadencia y ahora era la filial de las empresas Flower Sinergy cuyo dueño era el mismo.
-!Buenos días señor Vladimir! su socio ya se encuentra en la sala de juntas- tan solo al entrar una mujer que parecía ser la secretaria hablo al muchacho dándole los por menores de los asuntos importantes, entre datos y cosas triviales lo más importante era la visita de aquel socio.
-Entendido, iré de inmediato- contesto cordialmente a su secretaria - ¡ah! Se me olvidaba, cancele todas mis citas para la tarde tengo un compromiso importante por cumplir- la muchacha solo asintió y volvió a su puesto mientras Vlad con un rostro serio se dirigía hacia la sala de reuniones, giro la perilla de la puerta y en vez de encontrar un hombre serio como uno pensaría era otro el que lo esperaba.
- ¡Vlad! - Un joven un poco más alto que Vladimir se movió tan rápido como una pantera aprisionando al muchacho entre sus brazos y debido a la diferencia de alturas lo elevo unos cuantos centímetros - ¡Tanto tiempo sin vernos! ¡incluso creí que no nos veríamos otra vez! – el muchacho de cabellos cafés y ojos verdes era el mejor amigo de la infancia de Vladimir por así decirlo y además su socio.
-jeje… Leo yo también te extrañaba, pero eres demasiado efusivo- aunque no le incomodaba la actitud de su amigo este solía pasarse un poco con su fuerza por lo que Vladimir siempre que la situación se daba cortaba el asunto por lo sano logrando una vez más ser bajado. -Bueno Leo… digo Leonharth ¿cuál es el asunto urgente por el cual hiciste este viaje? – Vladimir lo conocía muy bien y pese a que leo era un muchacho trabajador y comprometido este pecaba de los mismo que Vladimir “escaparse del trabajo” aunque claro nunca antes sin dejar todo solucionado.
-E…- siendo descubierto leo soltó a Vladimir mientras unas gotas de sudor comenzaban a aparecer por su cuerpo. Ante la inquisitiva mirada de su amigo no le quedó otra que rendirse cayendo sus hombros en señal de derrota. -Está bien me descubriste...- involuntariamente llevo su mano a la oreja rascándola -Solo era una visita de amigos… ¡Pero no deje nada sin cubrir! - rápidamente se excusó moviendo sus manos como intentando hacer una barrera entre ambos al ver como las emociones del rostro de Vladimir comenzaban a cambiar.
*fuuu* como si un globo al que hubieran hecho un agujero Vladimir se desinflo metafóricamente hablan. -Bueno... como sea, no soy quien para regañarte por esas actitudes siendo yo igual a ti...- aunque últimamente había evitado aquel comportamiento siempre recaía de vez en cuando.
- ¡JAJAJAJAJA! ¿ves? Por eso eres mi mejor amigo- Leo golpeo tres veces la espalda de Vlad haciendo que el cuerpo de este temblara y luego lo tomo del cuello haciendo una especie de lazo con su brazo - ¡Venga hombre! ¡Este no es sitio para que dos amigos conversen!- sin siquiera pedir la opinión de su amigo leo arrastro a Vladimir fuera del edificio para vagar sin rumbo por unas cuantas horas.
- Tamer
- Prueba de Rol :ADigi Puntos :239Cuentas :Ficha :NPCs :Nivel On Rol :Double SpiritNivel On Rol de los Digi Aliados :Rookie
Inventario :
Vlad
Re: Primera Canción: Encantada de conocerte, soy Hatsune Miku [Libre, Cupos Llenos]
-Disculpe, sr...
Aquel tipo había despertado a Roku. El encargo de aquella jornada no es que fuera muy específico. Le convocaron de nuevo, asignándole un destino que no podía ser más mundano: el banco de un parque. Allí debía esperar una nueva consigna para saber cuál sería su misión. Ojeando al individuo, pudo evaluar que, de hecho, no era un vagabundo pidiendo limosna. Al igual que él, iba trajeado, y portaba un maletín cuyo logo permitió saber para quién trabajaba. Digital INC.
-Puede llamarme Seimei -decía, retirando el sombrero que usaba para que los haces del Sol no le dieran en el rostro-. ¿Qué debo hacer esta vez?
No dijo nada. Le sorprendía ver aquel parche que cubría su ojo izquierdo, pues ciertamente, no era algo habitual y, mucho menos, una moda juvenil. Pero era lo más cómodo dada la situación. La piel del párpado había perdido sensibilidad y ganado un oscuro color, perdiendo la facultad de abrirlo. Por ello, y para que no llamara la atención, el parche se había convertido en un buen disfraz. Sí, era exótico y raro, pero más lo era aquella enfermedad que le corroía.
-Bueno...-decía el hombre, atónito- Deduzco que usted es el nuevo Azazel y, como tal, tiene unas responsabilidades para nuestra empresa. ¿Me equivoco?
-No, es el cargo asignado, aunque no entienda el título. Repito, ¿qué he de hacer?
-Uno de nuestros trabajadores ha metido la pata y debemos darle un “correctivo”, no sé si me entiende... No podemos permitirnos errores tan catastróficos como el proferido por este. Si hace el favor de acompañarme...
Juntos subieron a un coche y comenzaron a desplazarse. El hombre del maletín le pasó un expediente, extraído del mismo, y pudo comenzar a ver qué había ocurrido. Cuando cogió el dossier, observó molesto que por su brazo ya comenzaban a extenderse manchas negras similares a la de su ojo. Aunque le perturbara dicho mal, así como el silencio de Bakemono, tenía trabajo que hacer.
Los implicados en el asunto eran un tal “Alatsuma”, mánager de una idol en auge, y la representada, “Hatsune Miku”. No entendí cómo podría relacionarse el mundo de la farándula con una empresa destinada al desarrollo de hardware, software y otros ámbitos más... Ilegales, relacionados ya con el mundo digital. Pero por suerte, venía explicada la situación, y era que esa muchacha servía de publicidad a los productos de la compañía, haciéndolo de una forma discreta por sus redes sociales o sirviendo sus espectáculos para promocionar según qué intereses.
-¿Debo darle una lección por explotarla desde su más tierna infancia? Aquí pone que desde que ese tipo consiguió su tutela, prácticamente destinó su vida a que fuera una artista. Es raro que el gobierno no tome medidas siendo ella una figura mediática -ese tipo señaló un párrafo concreto-. Trabaja en el gobierno, de acuerdo, me faltaba ese detalle... ¿Paliza o que desaparezca?
-Ni lo uno ni lo otro, verá. El “bueno” de Ryoji -decía con cierta amargura- fue sobornado por nuestra compañía. Le pedimos que hiciera de esa encantadora niñita un instrumento publicitario, pero me temo que... Cómo decirlo...
-¿Se ha propasado en sus labores de mánager? ¿La sobre-explota?...¿La maltrata?
-No, no, válgame el cielo, hay límites. Si llegara a esos extremos los fans se le echarían al cuello. Un solo moratón y alguien avisaría a las autoridades, sin duda. No... El problema reside en este producto.
Un digivice. Era fácil reconocerlo. Ya había visto ese modelo antes, en demasiadas ocasiones. D-arc, recordaba, el que permitía traspasar datos al monstruo digital por medio de tarjetas. Nunca entendía el uso de la correa que se conectaba al dispositivo. ¿Digital INC podía reproducir uno? Entonces la “unicidad” asociada al tamer sería pronto una quimera.
-Oh, no, no piense que es como uno de verdad, es solo un juguete, señor mío. Sin embargo, nuestro producto dispone de una función especial... -carraspeó ligeramente- Cuando un “tamer” es elegido, generalmente un dispositivo cercano a él se transmuta en digivice. Nuestro juguete registra la onda y la redirige a sí mismo para “ser” un digivice de verdad. Como el Pinocho del cuento.
-Entiendo... Pero no comprendo qué tiene que ver eso en este problema.
-Los tamers son gente de otra pasta, personas con fuertes emociones. Durante años, la srta. Hatsune ha sido forzada al límite en múltiples actuaciones, grabando discos y filmes pero, a su vez, siendo aislada en su vivienda. La hemos limitado como persona mientras gozaba de una fastuosa vida profesional. ¿Entiende?
-No -era sincero, aquello era demasiado retorcido, a no ser que quisieran crear un confuso amasijo de complejos.
-Dicho conflicto procuraba generar la tensión necesaria para que el Dios digital la eligiera como una tamer más. Pobrecilla, como un ruiseñor enjaulado, sus habilidades únicas acapararían la atención, mientras que sus complejos la convierten en la perfecta compañera de un monstruo digital, aprendiendo ambas un proceso de aprendizaje y...
-Por favor, abrevie. Eso ya viene en el informe -el cual seguía leyendo-, me interesa saber qué ha ocurrido para que tengan que convocarme.
-Bueno, el plan era preparar un festival para anunciar este dispositivo y otros tantos. La presión del escenario y ese sentimiento de soledad pese a estar rodeada de gente atraería un digimon único. Yggdrassil querría proporcionarle un compañero poderoso para que rescatara a la damisela de su monótona vida. Y en ese momento, intervendríamos nosotros. Lo teníamos todo preparado. Un escenario lleno de catalizadores de digisoul artificial para alimentar al digimon en los primeros momentos de su vida, unido al campo de niebla para que ganara masa...-se regocijaba en sus palabras- Habriamos conseguido un verdadero titán, pero aaah, amigo mío. El dichoso mánager le ha entregado ya el dispositivo, claro -su tono ahora pasaba de lo solemne a lo furibundo-. Cuanto antes lo tuviera, antes empezarían los beneficios. Él cobra por la publicidad. Pero aunque haya ganado miles en estas escasas horas donde la chiquilla ya ha dado a conocer el digivice... A nosotros nos ha costado millones de infraestructura que ya no puede utilizarse. Años y años de preparación, para nada...
-Entonces, ¿qué debo hacer yo?-el chico estaba ya preocupado, porque veía que lo más probable era que se produjera una extensa tortura- Dudo que cualquier paliza vaya a reembolsar las pérdidas...
-Primero, enseñarle que no se juega con los intereses de Digital INC, nunca. Y segundo, la chica ya tiene a su digimon, el dispositivo nos avisó. Aunque no podamos influir en su gestación, su desarrollo es diferente... Según la situación, te tocará generar estrés en la idol para que condiciona una pronta evolución... O dejarla fantasear con que será libre.
-Aunque sea un engaño.
-Exacto. Oh, ya hemos llegado, pero antes -el hombre se tomó la libertad de quitarle el parche y, en su lugar, colocarse unas gruesas gafas de sol-, perfecto. Así tiene usted un porte más amenazador sin atraer miradas indiscretas. Y ahora, vayamos a “conversar”.
Bajaron frente a una lujosa mansión. Les abrieron al presentarse como miembros de Digital, con mucho boato y amabilidad. Se reunieron con el sr. Ryoji Akatsuma, el cual adulaba a sus superiores, iniciando una charla llena de pedantería que poco podía interesar al monstruo humano que se hacía llamar Seimei. Roku tapó su boca para ocultar un bostezo. No estaba allí para atender a este despliegue de habilidades sociales, sino a un fin más concreto. Debía esperar una señal.
Finalmente, Akatsuma sacó un puro. Con sus rechonchos dedos, buscaba un cortador para poder prenderlo, pero el directivo del maletín se adelantó. Ofreció a Roku la herramienta, y con un asentimiento, le dejaba ver, de un modo velado, que ya podía actuar.
Mientras Roku se aproximaba para ayudar a aquel hombre con el habano, se hablaba de los contratos y de cómo la última acción de Miku había provocado daños en la economía de la empresa. Ciertamente, los datos aportaban un buen argumento, pero el muchacho habría agradecido un poco de candor humano, aludiendo a los tratos que se le estaban dando a la idol.
-No puede culpar a la muchacha, señor mío...-decía el hombre, tamborileando su maletín- Es usted quien responde por sus fallos, y este en concreto a supuesto millones, ¡millones! Como entenderá, no podemos dejar la cosa así...
Y con un gesto, indicó a Roku que actuara. Presionó con su mano libre la muñeca del mánager, y sin dificultad alguna introdujo uno de sus dedos en el cortador. Un golpe seco, y la falange saltaría limpia, plenamente amputada. Aquel hombrecito gimoteaba, forcejeando con su mano libre, pero sin ganas de tener que soportar ello, Roku soltó la muñeca y, con esa mano, agarró los dedos corazón e índice.
Primero se oyó un “crack”, luego un poderoso grito y, finalmente, silencio.
Su dedo seguía en el cortador. Sabía que otro intento de queja supondría el fin de su integridad física o, peor aún, que pasaran de sus manos a la cara. Con una mirada lastimera, parecía preguntar qué querían de él. El hombre del maletín compartió una mirada cómplice con Roku, que se limitó a decir:
-Que llame a la srta. Hatsune para que se persone aquí. Y nada de excusas.
Aquel tipo había despertado a Roku. El encargo de aquella jornada no es que fuera muy específico. Le convocaron de nuevo, asignándole un destino que no podía ser más mundano: el banco de un parque. Allí debía esperar una nueva consigna para saber cuál sería su misión. Ojeando al individuo, pudo evaluar que, de hecho, no era un vagabundo pidiendo limosna. Al igual que él, iba trajeado, y portaba un maletín cuyo logo permitió saber para quién trabajaba. Digital INC.
-Puede llamarme Seimei -decía, retirando el sombrero que usaba para que los haces del Sol no le dieran en el rostro-. ¿Qué debo hacer esta vez?
No dijo nada. Le sorprendía ver aquel parche que cubría su ojo izquierdo, pues ciertamente, no era algo habitual y, mucho menos, una moda juvenil. Pero era lo más cómodo dada la situación. La piel del párpado había perdido sensibilidad y ganado un oscuro color, perdiendo la facultad de abrirlo. Por ello, y para que no llamara la atención, el parche se había convertido en un buen disfraz. Sí, era exótico y raro, pero más lo era aquella enfermedad que le corroía.
-Bueno...-decía el hombre, atónito- Deduzco que usted es el nuevo Azazel y, como tal, tiene unas responsabilidades para nuestra empresa. ¿Me equivoco?
-No, es el cargo asignado, aunque no entienda el título. Repito, ¿qué he de hacer?
-Uno de nuestros trabajadores ha metido la pata y debemos darle un “correctivo”, no sé si me entiende... No podemos permitirnos errores tan catastróficos como el proferido por este. Si hace el favor de acompañarme...
Juntos subieron a un coche y comenzaron a desplazarse. El hombre del maletín le pasó un expediente, extraído del mismo, y pudo comenzar a ver qué había ocurrido. Cuando cogió el dossier, observó molesto que por su brazo ya comenzaban a extenderse manchas negras similares a la de su ojo. Aunque le perturbara dicho mal, así como el silencio de Bakemono, tenía trabajo que hacer.
Los implicados en el asunto eran un tal “Alatsuma”, mánager de una idol en auge, y la representada, “Hatsune Miku”. No entendí cómo podría relacionarse el mundo de la farándula con una empresa destinada al desarrollo de hardware, software y otros ámbitos más... Ilegales, relacionados ya con el mundo digital. Pero por suerte, venía explicada la situación, y era que esa muchacha servía de publicidad a los productos de la compañía, haciéndolo de una forma discreta por sus redes sociales o sirviendo sus espectáculos para promocionar según qué intereses.
-¿Debo darle una lección por explotarla desde su más tierna infancia? Aquí pone que desde que ese tipo consiguió su tutela, prácticamente destinó su vida a que fuera una artista. Es raro que el gobierno no tome medidas siendo ella una figura mediática -ese tipo señaló un párrafo concreto-. Trabaja en el gobierno, de acuerdo, me faltaba ese detalle... ¿Paliza o que desaparezca?
-Ni lo uno ni lo otro, verá. El “bueno” de Ryoji -decía con cierta amargura- fue sobornado por nuestra compañía. Le pedimos que hiciera de esa encantadora niñita un instrumento publicitario, pero me temo que... Cómo decirlo...
-¿Se ha propasado en sus labores de mánager? ¿La sobre-explota?...¿La maltrata?
-No, no, válgame el cielo, hay límites. Si llegara a esos extremos los fans se le echarían al cuello. Un solo moratón y alguien avisaría a las autoridades, sin duda. No... El problema reside en este producto.
Un digivice. Era fácil reconocerlo. Ya había visto ese modelo antes, en demasiadas ocasiones. D-arc, recordaba, el que permitía traspasar datos al monstruo digital por medio de tarjetas. Nunca entendía el uso de la correa que se conectaba al dispositivo. ¿Digital INC podía reproducir uno? Entonces la “unicidad” asociada al tamer sería pronto una quimera.
-Oh, no, no piense que es como uno de verdad, es solo un juguete, señor mío. Sin embargo, nuestro producto dispone de una función especial... -carraspeó ligeramente- Cuando un “tamer” es elegido, generalmente un dispositivo cercano a él se transmuta en digivice. Nuestro juguete registra la onda y la redirige a sí mismo para “ser” un digivice de verdad. Como el Pinocho del cuento.
-Entiendo... Pero no comprendo qué tiene que ver eso en este problema.
-Los tamers son gente de otra pasta, personas con fuertes emociones. Durante años, la srta. Hatsune ha sido forzada al límite en múltiples actuaciones, grabando discos y filmes pero, a su vez, siendo aislada en su vivienda. La hemos limitado como persona mientras gozaba de una fastuosa vida profesional. ¿Entiende?
-No -era sincero, aquello era demasiado retorcido, a no ser que quisieran crear un confuso amasijo de complejos.
-Dicho conflicto procuraba generar la tensión necesaria para que el Dios digital la eligiera como una tamer más. Pobrecilla, como un ruiseñor enjaulado, sus habilidades únicas acapararían la atención, mientras que sus complejos la convierten en la perfecta compañera de un monstruo digital, aprendiendo ambas un proceso de aprendizaje y...
-Por favor, abrevie. Eso ya viene en el informe -el cual seguía leyendo-, me interesa saber qué ha ocurrido para que tengan que convocarme.
-Bueno, el plan era preparar un festival para anunciar este dispositivo y otros tantos. La presión del escenario y ese sentimiento de soledad pese a estar rodeada de gente atraería un digimon único. Yggdrassil querría proporcionarle un compañero poderoso para que rescatara a la damisela de su monótona vida. Y en ese momento, intervendríamos nosotros. Lo teníamos todo preparado. Un escenario lleno de catalizadores de digisoul artificial para alimentar al digimon en los primeros momentos de su vida, unido al campo de niebla para que ganara masa...-se regocijaba en sus palabras- Habriamos conseguido un verdadero titán, pero aaah, amigo mío. El dichoso mánager le ha entregado ya el dispositivo, claro -su tono ahora pasaba de lo solemne a lo furibundo-. Cuanto antes lo tuviera, antes empezarían los beneficios. Él cobra por la publicidad. Pero aunque haya ganado miles en estas escasas horas donde la chiquilla ya ha dado a conocer el digivice... A nosotros nos ha costado millones de infraestructura que ya no puede utilizarse. Años y años de preparación, para nada...
-Entonces, ¿qué debo hacer yo?-el chico estaba ya preocupado, porque veía que lo más probable era que se produjera una extensa tortura- Dudo que cualquier paliza vaya a reembolsar las pérdidas...
-Primero, enseñarle que no se juega con los intereses de Digital INC, nunca. Y segundo, la chica ya tiene a su digimon, el dispositivo nos avisó. Aunque no podamos influir en su gestación, su desarrollo es diferente... Según la situación, te tocará generar estrés en la idol para que condiciona una pronta evolución... O dejarla fantasear con que será libre.
-Aunque sea un engaño.
-Exacto. Oh, ya hemos llegado, pero antes -el hombre se tomó la libertad de quitarle el parche y, en su lugar, colocarse unas gruesas gafas de sol-, perfecto. Así tiene usted un porte más amenazador sin atraer miradas indiscretas. Y ahora, vayamos a “conversar”.
Bajaron frente a una lujosa mansión. Les abrieron al presentarse como miembros de Digital, con mucho boato y amabilidad. Se reunieron con el sr. Ryoji Akatsuma, el cual adulaba a sus superiores, iniciando una charla llena de pedantería que poco podía interesar al monstruo humano que se hacía llamar Seimei. Roku tapó su boca para ocultar un bostezo. No estaba allí para atender a este despliegue de habilidades sociales, sino a un fin más concreto. Debía esperar una señal.
Finalmente, Akatsuma sacó un puro. Con sus rechonchos dedos, buscaba un cortador para poder prenderlo, pero el directivo del maletín se adelantó. Ofreció a Roku la herramienta, y con un asentimiento, le dejaba ver, de un modo velado, que ya podía actuar.
Mientras Roku se aproximaba para ayudar a aquel hombre con el habano, se hablaba de los contratos y de cómo la última acción de Miku había provocado daños en la economía de la empresa. Ciertamente, los datos aportaban un buen argumento, pero el muchacho habría agradecido un poco de candor humano, aludiendo a los tratos que se le estaban dando a la idol.
-No puede culpar a la muchacha, señor mío...-decía el hombre, tamborileando su maletín- Es usted quien responde por sus fallos, y este en concreto a supuesto millones, ¡millones! Como entenderá, no podemos dejar la cosa así...
Y con un gesto, indicó a Roku que actuara. Presionó con su mano libre la muñeca del mánager, y sin dificultad alguna introdujo uno de sus dedos en el cortador. Un golpe seco, y la falange saltaría limpia, plenamente amputada. Aquel hombrecito gimoteaba, forcejeando con su mano libre, pero sin ganas de tener que soportar ello, Roku soltó la muñeca y, con esa mano, agarró los dedos corazón e índice.
Primero se oyó un “crack”, luego un poderoso grito y, finalmente, silencio.
Su dedo seguía en el cortador. Sabía que otro intento de queja supondría el fin de su integridad física o, peor aún, que pasaran de sus manos a la cara. Con una mirada lastimera, parecía preguntar qué querían de él. El hombre del maletín compartió una mirada cómplice con Roku, que se limitó a decir:
-Que llame a la srta. Hatsune para que se persone aquí. Y nada de excusas.
- Tamer
- Faltas :Una por cada double.Prueba de Rol :ADigi Puntos :1060Ficha :NPCs :Nivel On Rol :Ancient spiritNivel On Rol de los Digi Aliados :Sven-Hyper SpiritIcono :Rango y Unidad :Roku Ginshô (Adam Odysseum)
Rango: Holy General
División: Four Holy Beast
Unidad/Sub-division: North Shield TurtleRango y Unidad Digi Aliado :Sven
Rango: Teniente
División: Four Holy Beast
Unidad/Sub-division: North Shield TurtleInventario :
Roku Ginshô
Re: Primera Canción: Encantada de conocerte, soy Hatsune Miku [Libre, Cupos Llenos]
OFF: Lo primero de todo, disculparme, puesto que acabo de entrar a trabajar en una academia no hace mucho y aún no me he acostumbrado (por eso estuve ausente). Se que debería de haberme conectado y avisar... Os pido disculpas
ON:
Era curioso... Pero las palabras y el mensaje que con ellas me transmitía aquella pequeña forma de vida peluda... Me hacían sentir realmente bien. Seguramente si me las hubiese dicho cualquier otro, como esa foca de Ryoji, hubiese hecho oídos sordos, pues sabía que esas serían palabras vacías.
Lo sé, es extraño. Pero había algo en mi interior que me decía que confiara más en aquella pelotita viviente que se encontraba a escasos centimetros de mi y a la que acariciaba como si fuese mi mascota... O mi mejor amiga de toda la vida. Una amiga de verdad... Era gracioso que mi primera y úniga amiga fuese a ser Moonmon, ese extraño ser que había aparecido de la nada. Entonces, me quedé mirando el Digivice, como lo había denominado el pequeño monstruito digital.
[b]Entonces esto nos ha unido, por decirlo de una forma bastante resumida...- dije mientras lo miraba detenidamente, intercambiando también miradas con Moonmon.
Sí, dicho de una forma básica, así es- me dijo mientras asentía con su... ¿cabeza? ¿cuerpo? ¿cabeza-cuerpo? No sé, la anatomía de la criatura era un tanto extraña... Aunque supongo que para ella yo también le parecería extraña.
Entonces oí la puerta del piso inferior que daba al hall de la lujosa mansión, por lo que supuse que Ryoji, la morsa humanoide que era mi representante y mi, supuestamente, tutor legal, había llegado. ¿Quien sino iba a venir a mi casa? El servicio como el mayordomo y demás residían en esta misma mansión. Me llevaba mejor con ellos que con el "hombre" ese sediento de más y más dinero.
Supongo que tendré que cambiarme y bajar... Tienes que esperarme aquí, ¿de acuerdo? No creo que sea buena idea que esa garrapata sepa de la existencia de los Digimons... Seguramente, querrá sacarte provecho como sea- le dije a Moonmon mientras me dirigía a mi amplio vestidor, que era una habitación contigua a la habitación donde residía recluída normalmente. Era la mitad de grande qie mi habitación... Y eso que mi habitación era bastante grande. En el lado derecho del vestidor, se encontraban varios armarios repletos de vestidos, uniformes y demás que solía utilizar en mis conciertos, galas benéficas y demás eventos típicos a los que solían ir todo tipo de personas famosas. A la izquierda, dentro de más armarios, se encontraba la ropa que era más casual. Y enfrente de mi se encontraban varios armarios más, donde se encontraban mi calzado, los accesorios y los calcetines, guantes, medias y ese tipo de prendas.
Sin más dilación, cogí una camiseta casual de color blanca en la que aparecía yo con uno de mis conjuntos pero en formato "chibi", unos pantalones vaqueros de color azul y unas playeras blanquiazules.
Oye, Moonmon... ¿Te importa que te llame Luna? Moon, la primera parte de tu nombre, significa Luna en inglés, uno de los idiomas de nuestro planeta- esto ocurría mientras hablaba a Moonmon desde el vestidor y ella se encontraba sobre mi cama.
Si claro, ¿por qué no? Moonmon no es mi nombre, es la especie de Digimon a la que pertenezco. Hay otros Moonmon en el mundo aparte de mi- con esa respuesta me aclaró una más de mis dudas.
Terminé de vestirme pronto, por lo que salí inmediatamente del vestidor hacia el cuarto de baño para asearme un poco la cara y echarme el maquillaje justo. Al salir, me despedí de Luna con la mano y una sonrisa mientras le pedía silencio llevando mi dedo índice izquierdo a mis labios... Sonrisa que me devolvió mi amiga con un asentimiento de cabeza. Era la primera vez en mucho tiempo que yo sonreía de verdad...
Mientras bajaba las escaleras, deshacía mis dos largas coletas y juntaba todo mi pelo azulado, atándomelo en lo que se conocía como una cola de caballo, larga, lisa y perfecta. Nada más terminé, pude oír gritar con mucho dolor a Ryoji. No era el típico grito que se hacía cuando se te caía un cubierto o cuando te tropezabas con algo... Era más bien un grito de mucho dolor y angustia, mucho más doloroso que pisar con el pie descalzo una pieza de LEGO. Instintivamente, corrí hacia donde provenía los gritos de Ryoji, a pesar de que no me importaba en absoluto si a ese ser despreciable le ocurría algo malo o no...
Nada más llegar, me encontré a dos hombres trajeados, uno con un maletín y otro con unas gafas de sol, atemorizando a Ryouji. Fijándome más detenidamente, pude ver que, debajo de donde se encontraba mi representante, se encontraba un gran charco de sangre de color carmesí. Asustada, me quedé petrificada al escuchar mi nombre provenir de la boca de uno de los extraños, quedandome inmóvil en el sitio, observando la escena, mientras podía notar cómo mis ojos casi se salían de sus órbitas, impactada ante lo que estaba observando en ese preciso instante y sin darme cuenta si se habían percatado o no de mi presencia...
ON:
Era curioso... Pero las palabras y el mensaje que con ellas me transmitía aquella pequeña forma de vida peluda... Me hacían sentir realmente bien. Seguramente si me las hubiese dicho cualquier otro, como esa foca de Ryoji, hubiese hecho oídos sordos, pues sabía que esas serían palabras vacías.
Lo sé, es extraño. Pero había algo en mi interior que me decía que confiara más en aquella pelotita viviente que se encontraba a escasos centimetros de mi y a la que acariciaba como si fuese mi mascota... O mi mejor amiga de toda la vida. Una amiga de verdad... Era gracioso que mi primera y úniga amiga fuese a ser Moonmon, ese extraño ser que había aparecido de la nada. Entonces, me quedé mirando el Digivice, como lo había denominado el pequeño monstruito digital.
[b]Entonces esto nos ha unido, por decirlo de una forma bastante resumida...- dije mientras lo miraba detenidamente, intercambiando también miradas con Moonmon.
Sí, dicho de una forma básica, así es- me dijo mientras asentía con su... ¿cabeza? ¿cuerpo? ¿cabeza-cuerpo? No sé, la anatomía de la criatura era un tanto extraña... Aunque supongo que para ella yo también le parecería extraña.
Entonces oí la puerta del piso inferior que daba al hall de la lujosa mansión, por lo que supuse que Ryoji, la morsa humanoide que era mi representante y mi, supuestamente, tutor legal, había llegado. ¿Quien sino iba a venir a mi casa? El servicio como el mayordomo y demás residían en esta misma mansión. Me llevaba mejor con ellos que con el "hombre" ese sediento de más y más dinero.
Supongo que tendré que cambiarme y bajar... Tienes que esperarme aquí, ¿de acuerdo? No creo que sea buena idea que esa garrapata sepa de la existencia de los Digimons... Seguramente, querrá sacarte provecho como sea- le dije a Moonmon mientras me dirigía a mi amplio vestidor, que era una habitación contigua a la habitación donde residía recluída normalmente. Era la mitad de grande qie mi habitación... Y eso que mi habitación era bastante grande. En el lado derecho del vestidor, se encontraban varios armarios repletos de vestidos, uniformes y demás que solía utilizar en mis conciertos, galas benéficas y demás eventos típicos a los que solían ir todo tipo de personas famosas. A la izquierda, dentro de más armarios, se encontraba la ropa que era más casual. Y enfrente de mi se encontraban varios armarios más, donde se encontraban mi calzado, los accesorios y los calcetines, guantes, medias y ese tipo de prendas.
Sin más dilación, cogí una camiseta casual de color blanca en la que aparecía yo con uno de mis conjuntos pero en formato "chibi", unos pantalones vaqueros de color azul y unas playeras blanquiazules.
Oye, Moonmon... ¿Te importa que te llame Luna? Moon, la primera parte de tu nombre, significa Luna en inglés, uno de los idiomas de nuestro planeta- esto ocurría mientras hablaba a Moonmon desde el vestidor y ella se encontraba sobre mi cama.
Si claro, ¿por qué no? Moonmon no es mi nombre, es la especie de Digimon a la que pertenezco. Hay otros Moonmon en el mundo aparte de mi- con esa respuesta me aclaró una más de mis dudas.
Terminé de vestirme pronto, por lo que salí inmediatamente del vestidor hacia el cuarto de baño para asearme un poco la cara y echarme el maquillaje justo. Al salir, me despedí de Luna con la mano y una sonrisa mientras le pedía silencio llevando mi dedo índice izquierdo a mis labios... Sonrisa que me devolvió mi amiga con un asentimiento de cabeza. Era la primera vez en mucho tiempo que yo sonreía de verdad...
Mientras bajaba las escaleras, deshacía mis dos largas coletas y juntaba todo mi pelo azulado, atándomelo en lo que se conocía como una cola de caballo, larga, lisa y perfecta. Nada más terminé, pude oír gritar con mucho dolor a Ryoji. No era el típico grito que se hacía cuando se te caía un cubierto o cuando te tropezabas con algo... Era más bien un grito de mucho dolor y angustia, mucho más doloroso que pisar con el pie descalzo una pieza de LEGO. Instintivamente, corrí hacia donde provenía los gritos de Ryoji, a pesar de que no me importaba en absoluto si a ese ser despreciable le ocurría algo malo o no...
Nada más llegar, me encontré a dos hombres trajeados, uno con un maletín y otro con unas gafas de sol, atemorizando a Ryouji. Fijándome más detenidamente, pude ver que, debajo de donde se encontraba mi representante, se encontraba un gran charco de sangre de color carmesí. Asustada, me quedé petrificada al escuchar mi nombre provenir de la boca de uno de los extraños, quedandome inmóvil en el sitio, observando la escena, mientras podía notar cómo mis ojos casi se salían de sus órbitas, impactada ante lo que estaba observando en ese preciso instante y sin darme cuenta si se habían percatado o no de mi presencia...
Re: Primera Canción: Encantada de conocerte, soy Hatsune Miku [Libre, Cupos Llenos]
-Y bueno… Veras yo le dije: ¡quieto ahí o te daré una paliza! – Leo parecía demasiado feliz contando su historia mientras caminaban. -Aquel sujeto me miro lleno de odio y me respondió: ‘tú no eres nadie para interponerte en mi camino’ – aquellas palabras fueron dichas imitando la cara del tipo -entonces el arremetió contra mí y ¡Bam! lo derribe con un golpe a la quijada!!- golpeando con su puño la palma derecha imito aquel ruido.
-En serio esa fue tu reacción ante la situación!!?- en aquel momento Vladimir no sabía si reir, llorar o darle un puñetazo en la cara a su amigo. El muchacho suspiro y sus hombros cayeron al mismo tiempo, entendía perfectamente que Leo era alguien imprudente hasta el punto que otros lo llamaban tonto.
-¡¡Oh Vamos Vlad!!- acompañado con los gestos de sus manos Leo intentaba explicarse, pero eso solo lo hacía hundirse más - ¿qué otra cosa podía hacer? ¡el tipo tenía un arma blanca e intentaba asaltar a unos muchachos! - el problema se iba extendiendo cada vez más.
-Un arma… lo enfrentaste desarmado… no avisaste a la policía…- en la cara de Vladimir se podía reflejar una advertencia ‘si no tienes cuidado para la próxima deberás preocuparte por lo que te haga yo en vez de los bandidos’ aunque eso es algo que él no le diría a su mejor amigo.
Leo instintivamente retrocedió unos pasos deteniendo sus caminata - ¡Ey!… ¡que tu hubieras hecho lo mismo ni se para que te quejas!!- ¿había lanzado un salvavidas o simplemente se amarro una roca a la soga que tenía anudada en su cuello?
- ¿¡Sabes que!? Tienes razón…- aunque le doliera admitirlo tanto el cómo Leo eran de las personas que ayudarían a otros casi sin dudar de lo sucedido, eso no cambiaba el hecho que su amigo necesitaba ser golpeado para corregir aquella actitud. -Bueno como sea… ¿realmente tu motivo para venir es una visita amistosa? - Leo podía afirmar firmemente que el solo estaba aquí para ver a su amigo, pero nadie podía ser tan irresponsable como para abandonar un proyecto a medio camino.
-Si te preguntas por lo del procesador, las negociaciones han sido finalizadas y pronto tendremos la posibilidad de manufacturar rápidamente el producto, aunque por ahora solo está pensado para salir a la venta en donde se ubica la oficina principal- dándose cuenta que no podía ocultar el verdadero motivo de su visita intento cambiar el tema con otro del tipo laboral.
No fue difícil para Vladimir juntar las piezas de un rompecabezas casi inexistente. La visita de su amigo había llegado unas semanas después de avisarle sobre lo de su hermana, también estaba el hecho de que Leo había mostrado interés sobre la noticia. Un rápido puñetazo viajo impactando la boca del estómago de Leo - ¡Aléjate de mi hermana! – ignorando a su amigo que se encontraba casi de rodillas con sus manos sujetando la zona del golpe Vladimir llego avanzando.
-Uggg!! Es…espera… no es lo que piensas…- Luego de casi soltar todo el contenido de su estómago Leo rápidamente alcanzo a su amigo. -Vamos hombre no es lo que piensas, solo quería saber quién es la hermana de mi mejor amigo…- si había a alguien que fuera respetado y temido al mismo tiempo por Leo ese era Vladimir. Desde el inicio de su amistad Leo nunca había sido capaz de derrotarlo en un combate cuerpo a cuerpo.
-Dejemos el asunto de lado, no quiero darte una paliza- aquella última frase era una broma, ni el sería capaz de lastimar al mejor amigo que podía pedir. - ¿Entonces qué tal si damos un tour por la ciudad? - Ambos continuaron su recorrido por la ciudad mientras Vladimir se preocupaba de indicarle los lugares de interés, así como los múltiples paisajes que iban viendo a medida que cambiaban de una a zona a otra.
-En serio esa fue tu reacción ante la situación!!?- en aquel momento Vladimir no sabía si reir, llorar o darle un puñetazo en la cara a su amigo. El muchacho suspiro y sus hombros cayeron al mismo tiempo, entendía perfectamente que Leo era alguien imprudente hasta el punto que otros lo llamaban tonto.
-¡¡Oh Vamos Vlad!!- acompañado con los gestos de sus manos Leo intentaba explicarse, pero eso solo lo hacía hundirse más - ¿qué otra cosa podía hacer? ¡el tipo tenía un arma blanca e intentaba asaltar a unos muchachos! - el problema se iba extendiendo cada vez más.
-Un arma… lo enfrentaste desarmado… no avisaste a la policía…- en la cara de Vladimir se podía reflejar una advertencia ‘si no tienes cuidado para la próxima deberás preocuparte por lo que te haga yo en vez de los bandidos’ aunque eso es algo que él no le diría a su mejor amigo.
Leo instintivamente retrocedió unos pasos deteniendo sus caminata - ¡Ey!… ¡que tu hubieras hecho lo mismo ni se para que te quejas!!- ¿había lanzado un salvavidas o simplemente se amarro una roca a la soga que tenía anudada en su cuello?
- ¿¡Sabes que!? Tienes razón…- aunque le doliera admitirlo tanto el cómo Leo eran de las personas que ayudarían a otros casi sin dudar de lo sucedido, eso no cambiaba el hecho que su amigo necesitaba ser golpeado para corregir aquella actitud. -Bueno como sea… ¿realmente tu motivo para venir es una visita amistosa? - Leo podía afirmar firmemente que el solo estaba aquí para ver a su amigo, pero nadie podía ser tan irresponsable como para abandonar un proyecto a medio camino.
-Si te preguntas por lo del procesador, las negociaciones han sido finalizadas y pronto tendremos la posibilidad de manufacturar rápidamente el producto, aunque por ahora solo está pensado para salir a la venta en donde se ubica la oficina principal- dándose cuenta que no podía ocultar el verdadero motivo de su visita intento cambiar el tema con otro del tipo laboral.
No fue difícil para Vladimir juntar las piezas de un rompecabezas casi inexistente. La visita de su amigo había llegado unas semanas después de avisarle sobre lo de su hermana, también estaba el hecho de que Leo había mostrado interés sobre la noticia. Un rápido puñetazo viajo impactando la boca del estómago de Leo - ¡Aléjate de mi hermana! – ignorando a su amigo que se encontraba casi de rodillas con sus manos sujetando la zona del golpe Vladimir llego avanzando.
-Uggg!! Es…espera… no es lo que piensas…- Luego de casi soltar todo el contenido de su estómago Leo rápidamente alcanzo a su amigo. -Vamos hombre no es lo que piensas, solo quería saber quién es la hermana de mi mejor amigo…- si había a alguien que fuera respetado y temido al mismo tiempo por Leo ese era Vladimir. Desde el inicio de su amistad Leo nunca había sido capaz de derrotarlo en un combate cuerpo a cuerpo.
-Dejemos el asunto de lado, no quiero darte una paliza- aquella última frase era una broma, ni el sería capaz de lastimar al mejor amigo que podía pedir. - ¿Entonces qué tal si damos un tour por la ciudad? - Ambos continuaron su recorrido por la ciudad mientras Vladimir se preocupaba de indicarle los lugares de interés, así como los múltiples paisajes que iban viendo a medida que cambiaban de una a zona a otra.
- Tamer
- Prueba de Rol :ADigi Puntos :239Cuentas :Ficha :NPCs :Nivel On Rol :Double SpiritNivel On Rol de los Digi Aliados :Rookie
Inventario :
Vlad
Re: Primera Canción: Encantada de conocerte, soy Hatsune Miku [Libre, Cupos Llenos]
-Oh, que bien que se encuentra aquí, srta. Hatsune -aquel tipo intentaba rebajar la tensión en el ambiente con gestos cordiales-. Lamentamos haber importunado sus planes para hoy, pero me temo que debemos hablar seriamente de lo que ha ocurrido. Por favor, siéntese, como si estuviera en su casa. Aunque me temo que usted no se debe de encontrar en esa tesitura.
Con tono despectivo y un gesto que dejaba clara su amargura, el hombre acusaba con su mirada al tutor de la muchacha. Sin duda aquella mansión se había ganado con los esfuerzos de la chica, pero quien gestionaba su patrimonio era, evidentemente, aquel hediondo ser. Esperaban la reacción de la joven idol, paralizada por la creciente violencia que estaba presenciando. No había prisa, querían que estuviera tranquila que cooperase.
Tras unos segundos, aquel tipo empezó a hablar de los problemas surgidos por iniciativa del mánager. Asuntos de marketing, propaganda, programación y demás, todos alterados debido a la avaricia de aquel individuo. Hablaba de cifras y fechas que, ciertamente, a Roku no podían importarle menos. Le preocupaba más que todo se hubiera originado por a explotación ilegal de aquella niña, convertida en un símbolo mediático.
-Azazel, por favor... -iniciaba, llamando la atención del que era su brazo ejecutor- Entre tus tareas estaba la obtención de información y la tortura, ¿no?
-Así es -intentaba no darle importancia, pues no era una labor agradable-, uno de los múltiples talentos que poseo es ese.
-Bien, creo que es mejor que vayamos al grano: quiero que le muestres a la srta. Hatsune la trascendencia del evento que a vivido hoy y, a su vez, enseñarle al sr. Ryouji qué pasa con quienes se propasan en sus deberes.
Haciendo balance de los monstruos digitales en los que podía transformarse, descartó a SkullBaluchimon, ya que destrozaría la vivienda por sus dimensiones. Dracumon era demasiado irrisorio, y aunque su aspecto adorable gustaría a la muchacha, no despertaría terror en aquel tipo. Musyamon podría servir, pero la tortura con su espada solía ser larga y tediosa. Se decantó por Asuramon, pues podría cumplir varios objetivos.
-獣と人間ユナイト輪廻を超えたノート ハイブリッド精神 三 頭 (Bestia y humano se unen. Observa más allá de los Seis Mundos. Espíritu híbrido de Tres Cabezas)
Su mano se rodeó de aquellas bandas de energía, que al pasar por su digivice iniciaron la transformación. Remolinos de aquella misma luminiscencia brotaban de su espalda, dando lugar a dos gigantescos brazos. A medida que su cuerpo crecía la piel iba cambiando su tonalidad, y usando sus nuevas extremidades, cubrió sus oídos, mientras sus originales tapaban el rostro. El espectáculo de luces finalizó con la gigantesca bestia digital conocida como “Asuramon”, el cual ahora cubría, con su brazo superior izquierdo, la boca de una de sus cabezas, con la diestra los ojos de la otra, y la cabeza central simulaba taparse los oídos.
El ser cogió la mano herida del hombre, lejos de importarle la sorpresa que despertara. Luego, simplemente prendió su gigantesca palma, cerrando las heridas mientras quemaba la piel del mánager. Aprovechando sus tres cabezas, observaba a su víctima, a la chica de coloridos cabellos y al hombre que allí lo había traído. Intentaba ahondar en sus emociones con la visión especial de aquella forma.
-Como puede observar, srta., el chico puede convertirse en un digimon, en un monstruo digital. No tema, no le hará nada. Solo es para que pueda ver el alcance de estas criaturas en nuestro medio.
Preocupaciones, miedos, alegría. Cada par de ojos procuraba entender qué ocultaba las almas de ese trío. El hombre del maletín era un mar calmo, pese a su histrionismo no estaba preocupado. Aquella bola de sebo, en cambio, era un libro abierto, mostrando un miedo y preocupación por su persona, ignorando el peligro que podría correr su ahijada. Pero, ¿y Miku? ¿qué escondería en su corazón?
Con tono despectivo y un gesto que dejaba clara su amargura, el hombre acusaba con su mirada al tutor de la muchacha. Sin duda aquella mansión se había ganado con los esfuerzos de la chica, pero quien gestionaba su patrimonio era, evidentemente, aquel hediondo ser. Esperaban la reacción de la joven idol, paralizada por la creciente violencia que estaba presenciando. No había prisa, querían que estuviera tranquila que cooperase.
Tras unos segundos, aquel tipo empezó a hablar de los problemas surgidos por iniciativa del mánager. Asuntos de marketing, propaganda, programación y demás, todos alterados debido a la avaricia de aquel individuo. Hablaba de cifras y fechas que, ciertamente, a Roku no podían importarle menos. Le preocupaba más que todo se hubiera originado por a explotación ilegal de aquella niña, convertida en un símbolo mediático.
-Azazel, por favor... -iniciaba, llamando la atención del que era su brazo ejecutor- Entre tus tareas estaba la obtención de información y la tortura, ¿no?
-Así es -intentaba no darle importancia, pues no era una labor agradable-, uno de los múltiples talentos que poseo es ese.
-Bien, creo que es mejor que vayamos al grano: quiero que le muestres a la srta. Hatsune la trascendencia del evento que a vivido hoy y, a su vez, enseñarle al sr. Ryouji qué pasa con quienes se propasan en sus deberes.
Haciendo balance de los monstruos digitales en los que podía transformarse, descartó a SkullBaluchimon, ya que destrozaría la vivienda por sus dimensiones. Dracumon era demasiado irrisorio, y aunque su aspecto adorable gustaría a la muchacha, no despertaría terror en aquel tipo. Musyamon podría servir, pero la tortura con su espada solía ser larga y tediosa. Se decantó por Asuramon, pues podría cumplir varios objetivos.
-獣と人間ユナイト輪廻を超えたノート ハイブリッド精神 三 頭 (Bestia y humano se unen. Observa más allá de los Seis Mundos. Espíritu híbrido de Tres Cabezas)
Su mano se rodeó de aquellas bandas de energía, que al pasar por su digivice iniciaron la transformación. Remolinos de aquella misma luminiscencia brotaban de su espalda, dando lugar a dos gigantescos brazos. A medida que su cuerpo crecía la piel iba cambiando su tonalidad, y usando sus nuevas extremidades, cubrió sus oídos, mientras sus originales tapaban el rostro. El espectáculo de luces finalizó con la gigantesca bestia digital conocida como “Asuramon”, el cual ahora cubría, con su brazo superior izquierdo, la boca de una de sus cabezas, con la diestra los ojos de la otra, y la cabeza central simulaba taparse los oídos.
El ser cogió la mano herida del hombre, lejos de importarle la sorpresa que despertara. Luego, simplemente prendió su gigantesca palma, cerrando las heridas mientras quemaba la piel del mánager. Aprovechando sus tres cabezas, observaba a su víctima, a la chica de coloridos cabellos y al hombre que allí lo había traído. Intentaba ahondar en sus emociones con la visión especial de aquella forma.
-Como puede observar, srta., el chico puede convertirse en un digimon, en un monstruo digital. No tema, no le hará nada. Solo es para que pueda ver el alcance de estas criaturas en nuestro medio.
Preocupaciones, miedos, alegría. Cada par de ojos procuraba entender qué ocultaba las almas de ese trío. El hombre del maletín era un mar calmo, pese a su histrionismo no estaba preocupado. Aquella bola de sebo, en cambio, era un libro abierto, mostrando un miedo y preocupación por su persona, ignorando el peligro que podría correr su ahijada. Pero, ¿y Miku? ¿qué escondería en su corazón?
- Tamer
- Faltas :Una por cada double.Prueba de Rol :ADigi Puntos :1060Ficha :NPCs :Nivel On Rol :Ancient spiritNivel On Rol de los Digi Aliados :Sven-Hyper SpiritIcono :Rango y Unidad :Roku Ginshô (Adam Odysseum)
Rango: Holy General
División: Four Holy Beast
Unidad/Sub-division: North Shield TurtleRango y Unidad Digi Aliado :Sven
Rango: Teniente
División: Four Holy Beast
Unidad/Sub-division: North Shield TurtleInventario :
Roku Ginshô
Re: Primera Canción: Encantada de conocerte, soy Hatsune Miku [Libre, Cupos Llenos]
Al parecer los extraños que allí se hallaban si que se percataron de mi presencia. De hecho, estaban reclamando mi asistencia y que les acompañara... Demonios, hoy había sido un día de locos. Primero, un monstruo digital había aparecido en mi habitación y ahora había dos torturadores maniáticos que acababan de rebanarle y romperle varios dedos a la foca humanoide... ¿¡Qué demonios harían conmigo si no cooperaba?!
Obedientemente, aunque aún con una expresión de terror en mi cara, me acerque con suaves pasos temerosos hasta el salón, sentándome en el sillón más cercano a las escaleras, por si tenía que huir, justo al lado de donde se encontraba mi asqueroso representante retorciéndose de dolor. Los muebles, salvando la moqueta llena de sangre del susodicho, se encontraban en perfecto estado, por lo que no había sido una pelea. Simple y llanamente, se trataba de una tortura o... ¿un castigo? Un poco bestia la verdad...
Té... Técnicamente la casa será mía cuando cumpla la... La mayoría de edad...- dije nerviosamente, intentando quitarle hielo al asunto, asi como intentando parecer lo más tranquila posible... Aunque era imposible, la verdad... Eran dos hombretones contra una dama indefensa... Y una masa de grasa tullida...
Sin embargo, uno de los hombres, el que portaba el maletín, comenzó a hablar acerca de multitud de cosas de las que, normalmente, Ryouji se encargaba gustosamente, pues sacaba una buena tajada de aquello... Pero parecía que estaba disgustado... Y lo demostraba en su habla, aparte de por el hecho de que a mi representante le faltaba al menos una de sus falanges...
¿Ryouji trabajaba para estos tipos? ¿Cómo podía un simple manáger trabajar para dos... Macarras? Una vez escuché que el hombre bola trabajaba también para el gobierno. ¿Eran entonces estos torturadores unos enviados por alguien mucho más poderoso? Ni que fuesen la Yakuza...
Entonces, descubrí el nombre de uno de ellos. Azazel se hacía llamar. Ese nombre era el de muchos personajes históricos y/o fantásticos. Desde un personaje, villano más bien, de una serie de cómics de superhéroes hasta un demonio o ángel caído, variaba según las distintas interpretaciones, aparecido en la Biblia. Escuché que conseguir información y torturar eran dos de sus cualidades más sobresalientes. Ahhhh... ¡Genial! ¡Están mucho más locos de lo que yo pensaba en un principio! ¡Yo sólo quiero una vida normal! ¡Dejadme en paz! Eso es lo que me encantaría gritar, pero... Sencillamente, no me atrevía. Estaba temblando de miedo. El hombre de la maleta entonces dijo algo de que yo tendría que aprender la "trascendencia" del evento que ha ocurrido hoy... ¿¡Qu3 evento!? ¡Si yo no sé nada!
No... Espera... ¿Se refieren a Moonmon? ¿Ella está en peligro? ¿Vienen a por ella? ¿¡Y por qué han castigado a Ryouji?! Acaso... ¿Acaso sabía lo del Digivice y lo de Moonmon? Después de todo fue él quien me lo dió para que lo publicitase... Yo ya me creo cualquier cosa...
Y más aún después de ver arder al tal Azazel, después de que a éste le apareciese una banda extraña en la mano y la pasara por una especie de dispositivo similar al que yo tenía en mi cuarto pero, a la vez, diferente. Ese hombre acabó transformado en un hombre bastante más grande, rodeado de fuego... Y con tres caras, una mirando al centro y otras dos mirando cada una a un lado. La aparición o, mejor dicho, transformación de aquél hombre en uno realmente extraño, hizo que diese un brinco desde mi asiento hasta detrás del mismo, gritando atemorizada.
¡Maldita sea! ¿¡Qué demonios sois vosotros?! ¡Dejadme en paz! ¿¡Quéreis a Ryouji?! ¡Llevároslo, me haréis un favor! ¡Pero que ese monstruo se vayaaa!- grité, atemorizada, mientras señalaba al hombre de las tres caras con uno de mis finos dedos índices, temblando del miedo y casi encontrándome al borde del llanto.
El hombre de las tres cabezas, entonces, agarró la mano de mi agente y, manipulando el fuego que le rodeaba, lo utilizó para, además de para cerrar la herida de Ryouji, para quemarle la piel poco a poco, por lo que comenzó a venirme un olor nauseabundo de carne quemada directamente a mis fosas nasales, comenzando a darme ganas de vomitar, aunque más por el terror que sentía que por el propio olor.
Entonces, el hombre pronunció unas palabras que llamaron mi atención. Dijo que el tal Azazel era capaz de transformarse en un Digimon, un monstruo digital. ¿Cómo es posible que una persona pueda convertirse en uno de ellos...? ¿No se supone que las personas y los Digimons somos dos formas diferentes de vida? O eso es al menos lo que me había dado a entender Moonmon antes... Entonces, intenté recobrar de nuevo mi compostura, aún atemorizada...
¿Qué son exactamente los Digimons?- pregunté, a lo lejos, sin fiarme de ellos mientras seguía temblando de miedo, incontrolablemente
Obedientemente, aunque aún con una expresión de terror en mi cara, me acerque con suaves pasos temerosos hasta el salón, sentándome en el sillón más cercano a las escaleras, por si tenía que huir, justo al lado de donde se encontraba mi asqueroso representante retorciéndose de dolor. Los muebles, salvando la moqueta llena de sangre del susodicho, se encontraban en perfecto estado, por lo que no había sido una pelea. Simple y llanamente, se trataba de una tortura o... ¿un castigo? Un poco bestia la verdad...
Té... Técnicamente la casa será mía cuando cumpla la... La mayoría de edad...- dije nerviosamente, intentando quitarle hielo al asunto, asi como intentando parecer lo más tranquila posible... Aunque era imposible, la verdad... Eran dos hombretones contra una dama indefensa... Y una masa de grasa tullida...
Sin embargo, uno de los hombres, el que portaba el maletín, comenzó a hablar acerca de multitud de cosas de las que, normalmente, Ryouji se encargaba gustosamente, pues sacaba una buena tajada de aquello... Pero parecía que estaba disgustado... Y lo demostraba en su habla, aparte de por el hecho de que a mi representante le faltaba al menos una de sus falanges...
¿Ryouji trabajaba para estos tipos? ¿Cómo podía un simple manáger trabajar para dos... Macarras? Una vez escuché que el hombre bola trabajaba también para el gobierno. ¿Eran entonces estos torturadores unos enviados por alguien mucho más poderoso? Ni que fuesen la Yakuza...
Entonces, descubrí el nombre de uno de ellos. Azazel se hacía llamar. Ese nombre era el de muchos personajes históricos y/o fantásticos. Desde un personaje, villano más bien, de una serie de cómics de superhéroes hasta un demonio o ángel caído, variaba según las distintas interpretaciones, aparecido en la Biblia. Escuché que conseguir información y torturar eran dos de sus cualidades más sobresalientes. Ahhhh... ¡Genial! ¡Están mucho más locos de lo que yo pensaba en un principio! ¡Yo sólo quiero una vida normal! ¡Dejadme en paz! Eso es lo que me encantaría gritar, pero... Sencillamente, no me atrevía. Estaba temblando de miedo. El hombre de la maleta entonces dijo algo de que yo tendría que aprender la "trascendencia" del evento que ha ocurrido hoy... ¿¡Qu3 evento!? ¡Si yo no sé nada!
No... Espera... ¿Se refieren a Moonmon? ¿Ella está en peligro? ¿Vienen a por ella? ¿¡Y por qué han castigado a Ryouji?! Acaso... ¿Acaso sabía lo del Digivice y lo de Moonmon? Después de todo fue él quien me lo dió para que lo publicitase... Yo ya me creo cualquier cosa...
Y más aún después de ver arder al tal Azazel, después de que a éste le apareciese una banda extraña en la mano y la pasara por una especie de dispositivo similar al que yo tenía en mi cuarto pero, a la vez, diferente. Ese hombre acabó transformado en un hombre bastante más grande, rodeado de fuego... Y con tres caras, una mirando al centro y otras dos mirando cada una a un lado. La aparición o, mejor dicho, transformación de aquél hombre en uno realmente extraño, hizo que diese un brinco desde mi asiento hasta detrás del mismo, gritando atemorizada.
¡Maldita sea! ¿¡Qué demonios sois vosotros?! ¡Dejadme en paz! ¿¡Quéreis a Ryouji?! ¡Llevároslo, me haréis un favor! ¡Pero que ese monstruo se vayaaa!- grité, atemorizada, mientras señalaba al hombre de las tres caras con uno de mis finos dedos índices, temblando del miedo y casi encontrándome al borde del llanto.
El hombre de las tres cabezas, entonces, agarró la mano de mi agente y, manipulando el fuego que le rodeaba, lo utilizó para, además de para cerrar la herida de Ryouji, para quemarle la piel poco a poco, por lo que comenzó a venirme un olor nauseabundo de carne quemada directamente a mis fosas nasales, comenzando a darme ganas de vomitar, aunque más por el terror que sentía que por el propio olor.
Entonces, el hombre pronunció unas palabras que llamaron mi atención. Dijo que el tal Azazel era capaz de transformarse en un Digimon, un monstruo digital. ¿Cómo es posible que una persona pueda convertirse en uno de ellos...? ¿No se supone que las personas y los Digimons somos dos formas diferentes de vida? O eso es al menos lo que me había dado a entender Moonmon antes... Entonces, intenté recobrar de nuevo mi compostura, aún atemorizada...
¿Qué son exactamente los Digimons?- pregunté, a lo lejos, sin fiarme de ellos mientras seguía temblando de miedo, incontrolablemente
Re: Primera Canción: Encantada de conocerte, soy Hatsune Miku [Libre, Cupos Llenos]
OFF: Bueno, espero que no os moleste que me una a este tema. He visto que estaba libre así que me he auto-invitado
ON:
Me encontraba aún mirando a esa cosa que se removía en mi mano mientras me miraba con una sonrisita tierna. Se trataba de una especie de culebrilla con cabeza y melena de león... O al menos así intentaría resumir su aspecto, si alguien me preguntase por él...
En serio, ¿qué clase de bicho era este? No soy experto en animales, pero juraría que este tipo de seres vivos no existen. Además, habla, dice que se llama Friimon. ¿Tiene frío o algo? Menudo nombre más estúpido, la verdad... El huevo, bastante grande por cierto, del que había nacido, había desaparecido, se había evaporado en el aire. Sayonara. Ciao. Hasta otra. Hizo caput. Por otro lado, mi teléfono móvil se había convertido en un extraño aparato de color blanco y dorado... En serio, ¿qué está pasando? Agh... Paso de pensar en ello.
Oye tú, no me ignores. Te he dicho que me llamo Friimon. ¿No se supone que después de que uno se presenta ante tí, tu debes hacer lo mismo?- expresó su insatisfacción el bichito, mientras saltaba furiosamente en la palma de mi mano, a la par que sus mofletes estaban hinchados, probablemente porque yo pasaba de él.
¿Aaaah? Habla con más respeto, enano, ¿o quieres que te parta la cara, baka?- le espeté mientras acercaba su pequeño cuerpo a mi cara, poniéndole mala cara, mientras le observaba con la mirada y suspiraba encogiéndome de hombros- en fin, no tiene sentido pegar a un niño. Me llamo Hajime Tenga... Pero para tí, soy Tenga-sama, si no te importa... O Tenga-senpai si lo prefieres...
Tenga a secas está bien- me dijo el pequeño ser, algo que me hizo hervir la sangre, mientras le daba un pequeño golpe con uno de mis dedos, a modo de lección.
Baka yaro, no te tomes tantas confianzas conmigo que nos acabamos de conocer
¡Auch! Oye, ¡¿no crees que eres muy bruto...?! ¡Y muy malhablado también! Además, gracias a ti he nacido, así que me tomo la confianza que ello supone. ¡Y ese Digivice es prueba de ello!- me dijo, mientras mi cara se convertía en un auténtico poema ante la respuesta de Friimon... Algo de razón si que tenía...
¿Digiqué?
Digivice. Un objeto que permite conectar a un Tamer con su compañero Digimon. Por cierto, yo soy un Digimon y, aunque te he dicho antes que soy Friimon, esa tan sólo es mi especie de Digimon. Realmente no tengo nombre aún- me intentó explicar, aunque yo ya me encontrase en la Luna de Valencia, mientras obviaba todo lo que me decía, pues no entendía nada de lo que me decía... Salvo lo de que no tiene nombre.
Entonces, te llamarás Leo a partir de ahora. Esa melena rara que tienes me recuerda a un león. Bueno, eso y que realmente pareces un cruce entre una culebra o una serpiente pequeña y un león. Eres un bicho muy raro, tío.- le dije mientras me reía de su forma física... Y de la razón tan estúpida que le di para ponerle dicho nombre.
Leo... No está mal...
¡Claro que no está mal! ¡He sido yo el que te ha puesto ese nombre! ¡JAAAAJAAAJAAAA!
¿Siempre eres tan payaso?
¿A qué te doy una zurra?- dije enseñándole mi puño, donde sujetaba el cacharro al que Leo había llamado Digivice anteriormente, centrando luego mi vista en el mismo-Entonces, ¿qué se supone que debo hacer con esto?- pregunté mientras lo inspeccionaba.
De momento, llevarlo... Descubriremos sus funciones más adelantEEEEEE!!!!!- mientras hablaba, fue sorprendido por una luz que salía del Digivice y que lo hizo desaparecer.
¿Bichito? ¿Leo? Eoooo, ¿dónde estás?- ciertamente comencé a preocuparme, hasta que oí de nuevo su voz.
¡Eh tú, cabeza buque, que estoy aquí metido!- me gritó el bicho desde el interior del aparato, hacia donde miré y, efectivamente, se encontraba dentro de aquella cosa. ¿Tiene la capacidad de entrar y salir de todos los dispositivos, o solamente de este?
¡Qué bien! ¡Tengo un bicho portatil!
¡Sácame de aquí!- y así lo hice... A base de pulsar botones, claro está. Conseguí sacar a Leo del extraño dispositivo. Así que una de las funciones del cacharro este es que puedo meter a Leo dentro cuando quiera... Juejuejuejue....
ON:
Me encontraba aún mirando a esa cosa que se removía en mi mano mientras me miraba con una sonrisita tierna. Se trataba de una especie de culebrilla con cabeza y melena de león... O al menos así intentaría resumir su aspecto, si alguien me preguntase por él...
En serio, ¿qué clase de bicho era este? No soy experto en animales, pero juraría que este tipo de seres vivos no existen. Además, habla, dice que se llama Friimon. ¿Tiene frío o algo? Menudo nombre más estúpido, la verdad... El huevo, bastante grande por cierto, del que había nacido, había desaparecido, se había evaporado en el aire. Sayonara. Ciao. Hasta otra. Hizo caput. Por otro lado, mi teléfono móvil se había convertido en un extraño aparato de color blanco y dorado... En serio, ¿qué está pasando? Agh... Paso de pensar en ello.
Oye tú, no me ignores. Te he dicho que me llamo Friimon. ¿No se supone que después de que uno se presenta ante tí, tu debes hacer lo mismo?- expresó su insatisfacción el bichito, mientras saltaba furiosamente en la palma de mi mano, a la par que sus mofletes estaban hinchados, probablemente porque yo pasaba de él.
¿Aaaah? Habla con más respeto, enano, ¿o quieres que te parta la cara, baka?- le espeté mientras acercaba su pequeño cuerpo a mi cara, poniéndole mala cara, mientras le observaba con la mirada y suspiraba encogiéndome de hombros- en fin, no tiene sentido pegar a un niño. Me llamo Hajime Tenga... Pero para tí, soy Tenga-sama, si no te importa... O Tenga-senpai si lo prefieres...
Tenga a secas está bien- me dijo el pequeño ser, algo que me hizo hervir la sangre, mientras le daba un pequeño golpe con uno de mis dedos, a modo de lección.
Baka yaro, no te tomes tantas confianzas conmigo que nos acabamos de conocer
¡Auch! Oye, ¡¿no crees que eres muy bruto...?! ¡Y muy malhablado también! Además, gracias a ti he nacido, así que me tomo la confianza que ello supone. ¡Y ese Digivice es prueba de ello!- me dijo, mientras mi cara se convertía en un auténtico poema ante la respuesta de Friimon... Algo de razón si que tenía...
¿Digiqué?
Digivice. Un objeto que permite conectar a un Tamer con su compañero Digimon. Por cierto, yo soy un Digimon y, aunque te he dicho antes que soy Friimon, esa tan sólo es mi especie de Digimon. Realmente no tengo nombre aún- me intentó explicar, aunque yo ya me encontrase en la Luna de Valencia, mientras obviaba todo lo que me decía, pues no entendía nada de lo que me decía... Salvo lo de que no tiene nombre.
Entonces, te llamarás Leo a partir de ahora. Esa melena rara que tienes me recuerda a un león. Bueno, eso y que realmente pareces un cruce entre una culebra o una serpiente pequeña y un león. Eres un bicho muy raro, tío.- le dije mientras me reía de su forma física... Y de la razón tan estúpida que le di para ponerle dicho nombre.
Leo... No está mal...
¡Claro que no está mal! ¡He sido yo el que te ha puesto ese nombre! ¡JAAAAJAAAJAAAA!
¿Siempre eres tan payaso?
¿A qué te doy una zurra?- dije enseñándole mi puño, donde sujetaba el cacharro al que Leo había llamado Digivice anteriormente, centrando luego mi vista en el mismo-Entonces, ¿qué se supone que debo hacer con esto?- pregunté mientras lo inspeccionaba.
De momento, llevarlo... Descubriremos sus funciones más adelantEEEEEE!!!!!- mientras hablaba, fue sorprendido por una luz que salía del Digivice y que lo hizo desaparecer.
¿Bichito? ¿Leo? Eoooo, ¿dónde estás?- ciertamente comencé a preocuparme, hasta que oí de nuevo su voz.
¡Eh tú, cabeza buque, que estoy aquí metido!- me gritó el bicho desde el interior del aparato, hacia donde miré y, efectivamente, se encontraba dentro de aquella cosa. ¿Tiene la capacidad de entrar y salir de todos los dispositivos, o solamente de este?
¡Qué bien! ¡Tengo un bicho portatil!
¡Sácame de aquí!- y así lo hice... A base de pulsar botones, claro está. Conseguí sacar a Leo del extraño dispositivo. Así que una de las funciones del cacharro este es que puedo meter a Leo dentro cuando quiera... Juejuejuejue....
Re: Primera Canción: Encantada de conocerte, soy Hatsune Miku [Libre, Cupos Llenos]
-Entonces por el lugar de allá- señalo Vladimir con su dedo índice en dirección a una pequeña casa la cual uno no podría pensar que ofreciera algún servicio –bueno, justo ahí vive una amable ancianita cuyos alimentos encurtidos te harían babear de gusto- mientras Vlad seguía dándole indicaciones a su compañero pudo notar como este no dejaba de mirar la hora de su reloj y mover su mano dentro del bolsillo como si estuviera en busca de algo. – ¿Estás buscando algo?- pregunto con mirada inquisidora mientras levantaba la ceja izquierda.
Al verse atrapado nuevamente Leo no pudo evitar sentir como un sudor frio recorría su frente, así como una corriente eléctrica bajaba por su espalda –Eeeeh…bueno…sabrás- las palabras se agolpaban en su garganta intentando hallar la indicada para hacerle conocer a su amigo la razón de tales inquietudes. Tragando saliva y luego de pensar con calma decidió hablar –Mi novia antes de que viniera me entrego estas dos entradas, y me dijo que debía venir a este concierto- dijo adoptando una pose como si estuviera proponiendo algo mientras con sus manos extendidas mostraba dos invitaciones sobre cierto concierto que se llevaría a cabo este día.
-¿Me estás diciendo que tu actitud es por ver una idol para adolescentes?- Vlad comprendía que Leo se comportara así cuando era un regalo de su novia, pero esto no impidió que él se llevara la mano a su cara mientras un gran suspiro pudo ser escuchado. –Está bien… comprendo y te acompañare, pero deja de estar en esta posición pareces un rarito- si algo caracterizaba a Vladimir era su poco conocimiento sobre todo lo relacionado con la música de moda y que su hermana tuviera un interés mínimo no ayudaba en aumentar sus conocimientos sobre el tema.
-Ahahaha sabía que podía contar con mi fiel amigo- rio leo mientras le daba palmadas en la espalda a Vladimir –se supone que es alguien famosa, mi novia me conto que sus conciertos eran los mejores y no me podía permitir el perdérmelos- aunque había vuelto a una postura normal sus ojos aun parecían rogar como si pensara que su amigo podría cambiar de idea en cualquier momento.
-Ya sabes que a mí eso no me llama la atención en lo mínimo y te agradecería que no me dieras más información que no olvidare- pese a conocer el nombre de la idol Vladimir no conocía ninguna otra cosa y esperaba que eso se quedara así –bueno según la entrada esto no se llevara a cabo en unas cuantas horas más, por lo tanto tenemos dos opciones: nos quedamos recorriendo un poco o vamos a esperar que inicie ¿que eliges?- estaba claro que perder tanto tiempo no sería lo mejor y gracias a la nueva situación Vladimir tendría que atrasar sus otros planes por el bien de su amigo.
-¿Qué tal si comemos algo? Tengo un hambre que no aguanto- llevándose las manos a su estómago y si como estas fueran un interruptor un ruido surgió de aquella zona exigiendo ser alimentado. Así fue como ambos habiendo llegado a un consenso se dirigieron al restaurante más cercano donde se dispondrían a pasar algunas horas hablando de la vida mientras esperaban que iniciara aquel concierto cuyo interés era mínimo por parte de Vladimir hasta el punto que no tendría problemas en no asistir si no fuera porque su amigo seguía la recomendación de su novia.
Al verse atrapado nuevamente Leo no pudo evitar sentir como un sudor frio recorría su frente, así como una corriente eléctrica bajaba por su espalda –Eeeeh…bueno…sabrás- las palabras se agolpaban en su garganta intentando hallar la indicada para hacerle conocer a su amigo la razón de tales inquietudes. Tragando saliva y luego de pensar con calma decidió hablar –Mi novia antes de que viniera me entrego estas dos entradas, y me dijo que debía venir a este concierto- dijo adoptando una pose como si estuviera proponiendo algo mientras con sus manos extendidas mostraba dos invitaciones sobre cierto concierto que se llevaría a cabo este día.
-¿Me estás diciendo que tu actitud es por ver una idol para adolescentes?- Vlad comprendía que Leo se comportara así cuando era un regalo de su novia, pero esto no impidió que él se llevara la mano a su cara mientras un gran suspiro pudo ser escuchado. –Está bien… comprendo y te acompañare, pero deja de estar en esta posición pareces un rarito- si algo caracterizaba a Vladimir era su poco conocimiento sobre todo lo relacionado con la música de moda y que su hermana tuviera un interés mínimo no ayudaba en aumentar sus conocimientos sobre el tema.
-Ahahaha sabía que podía contar con mi fiel amigo- rio leo mientras le daba palmadas en la espalda a Vladimir –se supone que es alguien famosa, mi novia me conto que sus conciertos eran los mejores y no me podía permitir el perdérmelos- aunque había vuelto a una postura normal sus ojos aun parecían rogar como si pensara que su amigo podría cambiar de idea en cualquier momento.
-Ya sabes que a mí eso no me llama la atención en lo mínimo y te agradecería que no me dieras más información que no olvidare- pese a conocer el nombre de la idol Vladimir no conocía ninguna otra cosa y esperaba que eso se quedara así –bueno según la entrada esto no se llevara a cabo en unas cuantas horas más, por lo tanto tenemos dos opciones: nos quedamos recorriendo un poco o vamos a esperar que inicie ¿que eliges?- estaba claro que perder tanto tiempo no sería lo mejor y gracias a la nueva situación Vladimir tendría que atrasar sus otros planes por el bien de su amigo.
-¿Qué tal si comemos algo? Tengo un hambre que no aguanto- llevándose las manos a su estómago y si como estas fueran un interruptor un ruido surgió de aquella zona exigiendo ser alimentado. Así fue como ambos habiendo llegado a un consenso se dirigieron al restaurante más cercano donde se dispondrían a pasar algunas horas hablando de la vida mientras esperaban que iniciara aquel concierto cuyo interés era mínimo por parte de Vladimir hasta el punto que no tendría problemas en no asistir si no fuera porque su amigo seguía la recomendación de su novia.
- Tamer
- Prueba de Rol :ADigi Puntos :239Cuentas :Ficha :NPCs :Nivel On Rol :Double SpiritNivel On Rol de los Digi Aliados :Rookie
Inventario :
Vlad
Re: Primera Canción: Encantada de conocerte, soy Hatsune Miku [Libre, Cupos Llenos]
La reacción de la idol fue tajante y clara: “monstruo”. El término “digi-mon” lo contenía, ellos mismos se consideraban así, pero él seguía siendo humano en el fondo. O eso quería pensar, de no ser por momentos como este en los que dudaba ciertamente si, a estas alturas, se le podía seguir llamando “humano”. Se miró las manos, gigantescas, y al mínimo pensamiento se rodearían de fuego, con el cual podría calcinar a una persona en cuestión de segundos. De hecho, lo estaba pensando ahora, la presión o la temperatura que harían falta para que el cráneo de ese tipo, Ryouji, reventara. No se lo había ordenado, y en caso de hacerlo no podria dudar...Pero él ya meditaba sobre cómo proceder. Sí, a mayor fuerza, más cerca estaba de convertirse en un monstruo con todas las de la ley.
-Me temo que no puede ser, srta. Hatsune -indicaba el hombre del maletín, relajado viendo como el mánager adoptaba una postura sumisa; había conseguido su objetivo de despertar en él un miedo intenso hacia Digital INC, ahora sería fácil de controlar-. Si estamos aquí es precisamente para que usted esté en condiciones óptimas... Azazel, sé un buen muchacho y ayuda a la señorita. Tiene que prepararse para su concierto, y probablemente tenga muchas dudas acerca de los digimons... O de tus extraordinarias habilidades. Proceded, muchachitos, sin miedo. Dejad a los viejos con sus asuntos -sonreía, como un abuelo que le da una golosina a su nieto y le insta a que salga a jugar- ¡Vamos, vamos, sin miedo!
Por su parte, Roku pensaba que debía seguir demostrando al abusivo mánager qué pasaba al sobrepasar los límites, pero la insistencia de su superior le hizo abandonar esta intentiva. Viendo las obvias señales de pánico que presentaba la chica, optó por acercarse lentamente, como cuando un niño quiere intentar alcanzar un pájaro con su mano.
-Señorita, estamos aquí para servirla -comenzó a hablar por una de sus cabezas-. Habiendo descubierto su situación, nuestro deseo era acabar con esta situación y que usted gozara de una mayor libertad -poco a poco, seguía acercándose-. Y aunque mi aspecto la intimide, no pienso hacerle ningún daño. Pues mi objetivo era, en primer lugar, enseñar a este hombre las consecuencias de sus decisiones, y ahora, en segundo lugar, es explicarle, como buenamente pueda, las dudas que tenga sobre los digimons o su mundo. Si me permite, me gustaría hablar en presencia de su compañero, agilizará las cosas.
Intentaba ser educado, cambiar la idea que ella tendría de él. El daño ya estaba hecho, pues ella lo había dejado claro:
-Me temo que no puede ser, srta. Hatsune -indicaba el hombre del maletín, relajado viendo como el mánager adoptaba una postura sumisa; había conseguido su objetivo de despertar en él un miedo intenso hacia Digital INC, ahora sería fácil de controlar-. Si estamos aquí es precisamente para que usted esté en condiciones óptimas... Azazel, sé un buen muchacho y ayuda a la señorita. Tiene que prepararse para su concierto, y probablemente tenga muchas dudas acerca de los digimons... O de tus extraordinarias habilidades. Proceded, muchachitos, sin miedo. Dejad a los viejos con sus asuntos -sonreía, como un abuelo que le da una golosina a su nieto y le insta a que salga a jugar- ¡Vamos, vamos, sin miedo!
Por su parte, Roku pensaba que debía seguir demostrando al abusivo mánager qué pasaba al sobrepasar los límites, pero la insistencia de su superior le hizo abandonar esta intentiva. Viendo las obvias señales de pánico que presentaba la chica, optó por acercarse lentamente, como cuando un niño quiere intentar alcanzar un pájaro con su mano.
-Señorita, estamos aquí para servirla -comenzó a hablar por una de sus cabezas-. Habiendo descubierto su situación, nuestro deseo era acabar con esta situación y que usted gozara de una mayor libertad -poco a poco, seguía acercándose-. Y aunque mi aspecto la intimide, no pienso hacerle ningún daño. Pues mi objetivo era, en primer lugar, enseñar a este hombre las consecuencias de sus decisiones, y ahora, en segundo lugar, es explicarle, como buenamente pueda, las dudas que tenga sobre los digimons o su mundo. Si me permite, me gustaría hablar en presencia de su compañero, agilizará las cosas.
Intentaba ser educado, cambiar la idea que ella tendría de él. El daño ya estaba hecho, pues ella lo había dejado claro:
Hatsune Miku escribió:¡Que ese monstruo se vaya!
- Tamer
- Faltas :Una por cada double.Prueba de Rol :ADigi Puntos :1060Ficha :NPCs :Nivel On Rol :Ancient spiritNivel On Rol de los Digi Aliados :Sven-Hyper SpiritIcono :Rango y Unidad :Roku Ginshô (Adam Odysseum)
Rango: Holy General
División: Four Holy Beast
Unidad/Sub-division: North Shield TurtleRango y Unidad Digi Aliado :Sven
Rango: Teniente
División: Four Holy Beast
Unidad/Sub-division: North Shield TurtleInventario :
Roku Ginshô
Re: Primera Canción: Encantada de conocerte, soy Hatsune Miku [Libre, Cupos Llenos]
Aún me encontraba en un visible estado de shock ante la presencia de aquél ser en el que se había convertido uno de los dos hombres que habían llegado a mi lujosa mansión hacía escasos minutos.
La pareja, él y el otro hombre, que poseía el misterioso maletín que a saber qué contenía en su interior, intentaban convencerme de que no me harían daño. Pero entonces, ¿qué intentaban sacar de mi? Por otro lado, la extraña figura con cuatro brazos y tres rostros seguía acercándose a mí, intentando relajarme y respirando profundamente a la vez que miraba al tal Azazel, quien solicitaba audiencia conmigo y con mi compañero... Supuse que con compañero se refería a Luna.
Está bien... No me queda otra, supongo...- dije mientras señalaba al robusto humanoide que me siguiera con un movimiento de mi mano derecha hacia mi- Es por aquí err... ¿Azazel?- dije intentando buscar una oportunidad para disculparme por llamarle monstruo. Sí, ciertamente no parecía humano en absoluto... Y su aspecto daba cierto temor para una persona que no estuviese acostumbrada a lo que eran los Digimons... Como yo, por ejemplo. Tímidamente, mientras subía las escaleras, eché la vista hacia atrás para comprobar que el transformista me seguía y comencé a jugar con mi pelo, volviendo la vista al frente- perdón por lo que dije antes... No estoy acostumbrada a esto de los Digimons y claro... Ver que alguien se transforma en un ser con cuatro brazos y tres caras de pronto... Creo que fue una reacción natural. Fue más asombro que terror o miedo... - comencé a decir, llegando al piso superior resoplando, intentando arreglar la situación, aunque aún me encontraba bastante nerviosa... Supongo que es cosa de acostumbrarse...- o quizás es cosa mía y mi casi nula vida social. Si conocíais a Ryouji, supongo que ya lo sabéis...- tras estas palabras, abrí la puerta, entrando en mi cuarto y dirigiéndome hacia Luna, la gran pelotita viviente que tenía un apéndice sobre la cabeza y que nos miraba interrogante.
Miku... ¿Qué ocurre? ¿Quién es el tipo este?- las palabras de Luna no tenían ni un ápice de maldad, ni terror... Era simple curiosidad e inocencia. Aproveché para sentarme en mi cama, con Luna encima de mis piernas, mirando ambas a aquél extraño sujeto.
Bien... te escuchamos...- comencé a juguetear con la pequeña forma de vida que se hallaba encima de mi mientras mirábamos al tal Azazel.
La pareja, él y el otro hombre, que poseía el misterioso maletín que a saber qué contenía en su interior, intentaban convencerme de que no me harían daño. Pero entonces, ¿qué intentaban sacar de mi? Por otro lado, la extraña figura con cuatro brazos y tres rostros seguía acercándose a mí, intentando relajarme y respirando profundamente a la vez que miraba al tal Azazel, quien solicitaba audiencia conmigo y con mi compañero... Supuse que con compañero se refería a Luna.
Está bien... No me queda otra, supongo...- dije mientras señalaba al robusto humanoide que me siguiera con un movimiento de mi mano derecha hacia mi- Es por aquí err... ¿Azazel?- dije intentando buscar una oportunidad para disculparme por llamarle monstruo. Sí, ciertamente no parecía humano en absoluto... Y su aspecto daba cierto temor para una persona que no estuviese acostumbrada a lo que eran los Digimons... Como yo, por ejemplo. Tímidamente, mientras subía las escaleras, eché la vista hacia atrás para comprobar que el transformista me seguía y comencé a jugar con mi pelo, volviendo la vista al frente- perdón por lo que dije antes... No estoy acostumbrada a esto de los Digimons y claro... Ver que alguien se transforma en un ser con cuatro brazos y tres caras de pronto... Creo que fue una reacción natural. Fue más asombro que terror o miedo... - comencé a decir, llegando al piso superior resoplando, intentando arreglar la situación, aunque aún me encontraba bastante nerviosa... Supongo que es cosa de acostumbrarse...- o quizás es cosa mía y mi casi nula vida social. Si conocíais a Ryouji, supongo que ya lo sabéis...- tras estas palabras, abrí la puerta, entrando en mi cuarto y dirigiéndome hacia Luna, la gran pelotita viviente que tenía un apéndice sobre la cabeza y que nos miraba interrogante.
Miku... ¿Qué ocurre? ¿Quién es el tipo este?- las palabras de Luna no tenían ni un ápice de maldad, ni terror... Era simple curiosidad e inocencia. Aproveché para sentarme en mi cama, con Luna encima de mis piernas, mirando ambas a aquél extraño sujeto.
Bien... te escuchamos...- comencé a juguetear con la pequeña forma de vida que se hallaba encima de mi mientras mirábamos al tal Azazel.
Re: Primera Canción: Encantada de conocerte, soy Hatsune Miku [Libre, Cupos Llenos]
Entonces, ¿qué se supone que vamos a hacer ahora?- me preguntó aquél diminuto bichito, quien cabía en la palma de mi mano sin mucha dificultad, mientras daba saltitos hasta situarse en mi hombro derecho.
Pues yo tenía pensado regresar a mi casa, pero... La verdad es que no sé qué voy a decir en casa. ¿He vuelto con una mascota parlante?- pregunté de forma sarcástica mientras me rascaba mi cabeza, mirando después al diminuto ser que se encontraba allí- no es que haya muchos monstruitos como tu en esta ciudad- dije mientras señalaba el aparato que aún sujetaba en mi otra mano- Creo que es mejor que vuelvas a entrar, hazme el favor, anda...
Se siente raro ahí adentro...- me comentó, apenado, mientras ponía una mueca, intentando que yo cambiase de idea.
Es por tu propio bien, Leo. Hay gente muy mala, por desgracia, que se meten con todo aquél que es distinto a él en lo más mínimo.- le advertí mientras soplaba con lentitud, con una cara evidente de enfado.
Parece que lo dices por experiencia- ante las palabras de Leo, asentí en silencio, mientras él se quedaba callado durante un momento- está bien, méteme dentro del Digivice. Confío en tí, plenamente, compañero.- sonreí contento ante las palabras de Leo, introduciéndolo nuevamente dentro del dispositivo después de que volviera a desaparecer el pequeño monstruito.
Bien, pues vayámonos a mi casa...- dije, sonriendo mientras conectaba un auricular al Digivice mediante una clavija y hablaba con el que decía ser mi compañero Digimon. Creo que, a pesar de todo, me voy a llevar bien con este pequeño...
Pues yo tenía pensado regresar a mi casa, pero... La verdad es que no sé qué voy a decir en casa. ¿He vuelto con una mascota parlante?- pregunté de forma sarcástica mientras me rascaba mi cabeza, mirando después al diminuto ser que se encontraba allí- no es que haya muchos monstruitos como tu en esta ciudad- dije mientras señalaba el aparato que aún sujetaba en mi otra mano- Creo que es mejor que vuelvas a entrar, hazme el favor, anda...
Se siente raro ahí adentro...- me comentó, apenado, mientras ponía una mueca, intentando que yo cambiase de idea.
Es por tu propio bien, Leo. Hay gente muy mala, por desgracia, que se meten con todo aquél que es distinto a él en lo más mínimo.- le advertí mientras soplaba con lentitud, con una cara evidente de enfado.
Parece que lo dices por experiencia- ante las palabras de Leo, asentí en silencio, mientras él se quedaba callado durante un momento- está bien, méteme dentro del Digivice. Confío en tí, plenamente, compañero.- sonreí contento ante las palabras de Leo, introduciéndolo nuevamente dentro del dispositivo después de que volviera a desaparecer el pequeño monstruito.
Bien, pues vayámonos a mi casa...- dije, sonriendo mientras conectaba un auricular al Digivice mediante una clavija y hablaba con el que decía ser mi compañero Digimon. Creo que, a pesar de todo, me voy a llevar bien con este pequeño...
Re: Primera Canción: Encantada de conocerte, soy Hatsune Miku [Libre, Cupos Llenos]
Avanzando entre las calles del barrio no tardaron mucho en dar con el lugar indicado donde su hambre seria saciada. Frente a ellos se alzaba un pequeño edificio cuyas paredes estaban cubiertas de una especie de yeso blanco; tenia ventanas adornadas con bonitos cristales de colores, pero lo más llamativo dentro de su simpleza era un gran cartel ubicado en el frontis del restaurante el cual indicaba con letras de color anaranjadas “bufet de comida libre”. La tentativa de comer hasta más no poder fue lo suficiente para que Leo casi obligara a su amigo para que ingresaran.
-¡Aquí es Vlad!- Exclamo Leo indicándole a Vladimir la entrada de aquel restaurante, sus palabras iban acompañadas del incesante rugido de su estómago y su sus papilas gustativas siendo estimuladas por el olor de la comida que allí emanaba.
-¿Aquí es que, Leo? No entiendo a lo que te refieres si solo hablas con mensajes cortos- con un suave movimiento de cabeza de izquierda a derecha Vladimir dio a entender que no sabía que es lo que su amigo hablaba, pero claro solo era en broma ya que conocía perfectamente las intenciones de este.
-¡¡Oooh!! ¡Vamos! Si cabes perfectamente a lo que me refiero- Leo volviendo a sentirse derrotado por su amigo bajo sus hombros adoptando una figura un poco indefensa, lo que contrastaba bastante con su porte y apariencia –no salgas con eso…tu perfectamente sabes que quiero decir con ello- intentando aspirar ante la lastima Leo uso un tono de voz más sumiso.
-Jajajaja tranquilo era una broma- Vladimir rio dándole un fuerte golpe con la palma abierta en la espalda de su amigo. –Tomalo como el final de la venganza por lo sucedido hace unos momentos, pero bueno… no es momento de perder el tiempo charlando, hoy no tenemos todo el día- instando a su amigo para que ingresaran ambos se sumergieron en el interior de aquel local.
-¡Buenos días! ¿Desean ordenar el buffet? – un hombre de cabellos canosos cuya edad debía rondar los cuarenta fue el primero en saludarlos al entrar en el restaurante, por su porte, vestimenta y manera de hablar se podía notar la experiencia que este tenía al tratar con clientes.
-¡Pues claro! Para eso hemos venido hasta este establecimiento- como siempre Leo volviendo a su forma habitual de hablar fue el primero en contestar –Tengo un hambre que casi me hace desfallecer- bromeo Leo, aunque por su tono de voz uno dudaría realmente sino lo decía en serio.
Sutilmente Vladimir profirió un codazo en la zona abdominal de su amigo –perdone la rudeza de sus palabras, y si tomaremos eso- Como un letrero lo indicaba el pago debía hacerse por adelantado así que Vladimir saco una de sus tarjetas bancarias pagando la cuota adecuada para dos personas. Tomando un plato ambos se marcharon rumbo a donde la comida se encontraba y cada uno tomo una porción significativa de comida según sus capacidades para comer.
-Allí hay una mesa desocupada- indico leo con la mano vacía, ya que en la otra una gran cantidad de comida se apilaba casi creando una especie de montaña. Sin esperar la respuesta de su amigo comenzó a devorar sus alimentos.
Vladimir vio cómo su amigo engullía con gusto de su plato sin saber que truco este utilizaba para que desapareciera tan rápido de su boca, luego de contemplarlo unos segundos Vlad se sentó a su lado y comenzó una lenta degustación de lo que él traía –No creo que sea saludable que comas a esa velocidad, podrías atorarte- aunque era un buen consejo, este no era escuchado por leo cuya preocupación estaba en terminar de comer.
-¡Aquí es Vlad!- Exclamo Leo indicándole a Vladimir la entrada de aquel restaurante, sus palabras iban acompañadas del incesante rugido de su estómago y su sus papilas gustativas siendo estimuladas por el olor de la comida que allí emanaba.
-¿Aquí es que, Leo? No entiendo a lo que te refieres si solo hablas con mensajes cortos- con un suave movimiento de cabeza de izquierda a derecha Vladimir dio a entender que no sabía que es lo que su amigo hablaba, pero claro solo era en broma ya que conocía perfectamente las intenciones de este.
-¡¡Oooh!! ¡Vamos! Si cabes perfectamente a lo que me refiero- Leo volviendo a sentirse derrotado por su amigo bajo sus hombros adoptando una figura un poco indefensa, lo que contrastaba bastante con su porte y apariencia –no salgas con eso…tu perfectamente sabes que quiero decir con ello- intentando aspirar ante la lastima Leo uso un tono de voz más sumiso.
-Jajajaja tranquilo era una broma- Vladimir rio dándole un fuerte golpe con la palma abierta en la espalda de su amigo. –Tomalo como el final de la venganza por lo sucedido hace unos momentos, pero bueno… no es momento de perder el tiempo charlando, hoy no tenemos todo el día- instando a su amigo para que ingresaran ambos se sumergieron en el interior de aquel local.
-¡Buenos días! ¿Desean ordenar el buffet? – un hombre de cabellos canosos cuya edad debía rondar los cuarenta fue el primero en saludarlos al entrar en el restaurante, por su porte, vestimenta y manera de hablar se podía notar la experiencia que este tenía al tratar con clientes.
-¡Pues claro! Para eso hemos venido hasta este establecimiento- como siempre Leo volviendo a su forma habitual de hablar fue el primero en contestar –Tengo un hambre que casi me hace desfallecer- bromeo Leo, aunque por su tono de voz uno dudaría realmente sino lo decía en serio.
Sutilmente Vladimir profirió un codazo en la zona abdominal de su amigo –perdone la rudeza de sus palabras, y si tomaremos eso- Como un letrero lo indicaba el pago debía hacerse por adelantado así que Vladimir saco una de sus tarjetas bancarias pagando la cuota adecuada para dos personas. Tomando un plato ambos se marcharon rumbo a donde la comida se encontraba y cada uno tomo una porción significativa de comida según sus capacidades para comer.
-Allí hay una mesa desocupada- indico leo con la mano vacía, ya que en la otra una gran cantidad de comida se apilaba casi creando una especie de montaña. Sin esperar la respuesta de su amigo comenzó a devorar sus alimentos.
Vladimir vio cómo su amigo engullía con gusto de su plato sin saber que truco este utilizaba para que desapareciera tan rápido de su boca, luego de contemplarlo unos segundos Vlad se sentó a su lado y comenzó una lenta degustación de lo que él traía –No creo que sea saludable que comas a esa velocidad, podrías atorarte- aunque era un buen consejo, este no era escuchado por leo cuya preocupación estaba en terminar de comer.
- Tamer
- Prueba de Rol :ADigi Puntos :239Cuentas :Ficha :NPCs :Nivel On Rol :Double SpiritNivel On Rol de los Digi Aliados :Rookie
Inventario :
Vlad
Contenido patrocinado
Página 1 de 2. • 1, 2
Temas similares
» La Amistad no es sólamente un cliché (Libre; Cupos Llenos)
» La Caza del Tesoro [Libre; Cupos Libres: 1]
» Descanso Veraniego [Libre: Cupos Libres: 1]
» ¿Primera vez en el Digimundo? [Libre]
» Primera llegada al Digimundo (libre)
» La Caza del Tesoro [Libre; Cupos Libres: 1]
» Descanso Veraniego [Libre: Cupos Libres: 1]
» ¿Primera vez en el Digimundo? [Libre]
» Primera llegada al Digimundo (libre)
Página 1 de 2.
Permisos de este foro:
No puedes responder a temas en este foro.
Lun Nov 27, 2023 2:03 am por Garrod Ran
» [Gazimon/ Plutomon]
Dom Feb 24, 2019 2:25 pm por Pancho"Gaito"
» Introduccion
Vie Dic 14, 2018 11:32 pm por Milespinas
» [Candlemon/Wizardmon/Mystimon]
Sáb Nov 24, 2018 9:54 pm por Scott Desaster
» La aventura del Apócrifo comienza
Miér Nov 07, 2018 11:12 pm por Guillem Telast
» Danger? (priv. Roku)
Mar Nov 06, 2018 2:48 am por Yuri Matsuoka
» ATLAS DE LOCALIZACIONES REALES DE DIGIMON
Mar Oct 23, 2018 5:35 pm por Pieddark
» Petición de Lineas Evolutivas
Dom Sep 30, 2018 11:59 am por Scott Desaster
» Cuenta Alternativa! [Registro]
Jue Sep 27, 2018 10:57 pm por Koh