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El descubrimiento de las ruinas del Monasterio Draco, tallado en lo alto de una desolada montaña en el valle de los dragones, ha despertado un gran interés por todo el Digimundo. Principalmente porque según los tallados de la pared exterior dentro de las ruinas se encuentra un obre mágico que contiene en su interior la data y poder del treceavo Royal Kinght, la cual sera dada a quien reclame dicho objeto. Según la historia grabada en los murales, el obre fue dejado allí por el mismo Royal Kinght en caso de que su poder sea necesario para derrotar al mal que se alce en el futuro...por desgracia semejante premio también a llamado la atención de quienes usarían el poder para sus propias metas egoístas. Por lo que esta aventura ahora se a vuelto una carrera por ver quien consigue el gran premio.
6 meses despues de la ultima carrera, un BanchoLeomon reune al viejo equipo de organizacion para dar un nuevo espectaculo, pero en esta carrera, el misterioso patrocinador ha enviado a un "Aspirante a Campeon" con un extraño y unico Digivice. ¿Que es lo que sucedera a lo largo del evento y como funciona este nuevo digivice?.
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-Skin hecho por Hardrock de The Captain Knows Best.
-Imagenes realizadas por Runari Wildy
y Sigrun Vinter
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魔王透明帯子供の子守唄で破損?(Corrupción en la zona infantil ¿La nana de los señores demonio?) [Privado: Ethrios y Elith]
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魔王透明帯子供の子守唄で破損?(Corrupción en la zona infantil ¿La nana de los señores demonio?) [Privado: Ethrios y Elith]
Los bosques del digimundo parecen, a simple vista, una foresta normal. Disponen de su vegetación, semejante a la del mundo humano, y algunos toques de color en las hojas que ya comienzan a distanciarse de lo que conocen los habitantes del mundo real. Esto se debe a que el propio entorno digital se adapta a las necesidades de los digimons de la zona. Abundante comida para los gigantescos digimons, ramas más bajas para que los más pequeños alcancen los frutos, y una brisa olorosa dispuesta a relajar incluso a los más agresivos.
Así son los bosques del digimundo, únicos. Pero el que hoy ocupa esta historia alberga dos, quizás tres, elementos que incrementan su rareza. En primer lugar, el colorido arco iris de las hojas, sumado al brillo plástico de los árboles y las rocas, informan de que la zona ha suprimido cualquier elemento dañino presente en la naturaleza. Situado cerca de una zona inicial, este se amolda a las necesidades de los digimons más débiles, procurando no causar daño alguno.
El segundo elemento extraño de este bosque se encuentra en el viajero que, caminando por el inofensivo lugar, suspiraba pesadamente. Le habían encargado explorar la zona, asegurando que una amenaza había aparecido en ese sitio, expandiéndose como una enfermedad y deteriorando la hermosa zona. Pasando de este problema, solo quería llegar, recoger las muestras y regresar.¿Ayudar al mundo digital? Carecía de la fuerza y las habilidades para poder hacer esto, no siendo un tamer, ni un digimon.
Roku Ginshô era una extraña presencia en el mundo digital.
Pero la tercera rareza es el problema en sí mismo. Un foco dañino, sin saber muy bien su origen, había surgido de pronto, extendiéndose por el lugar. Poco más se sabía, pues de momento solo se podía observar desde los cielos, siendo de momento una zona muy selectiva, pero que a cada minuto crecía más. La misión, en esta ocasión, era coger muestras de la zona dañada e irse para que pudiera investigarse.
Una vez llegó no pudo evitar sentirse asqueado. ¿Que nadie más se había dado cuenta de ello? Era difícil de creer. La tierra en sí estaba negra, emponzoñada, muerta. Los árboles, secos y retorcidos, habían perdido todo rastro de color. Y el olor, mezcla de acre y muerte, inundaba el lugar.
-¿A qué huele?-se lamentaba la voz interior de Bakemono-Es asqueroso...
-Claro, según me has dicho, cuando un digimon muere se descompone en datos y regresa a una zona de inicio, por lo que nunca has podido oler un cuerpo muerto-decía el muchacho, convertido en su forma rookie, un Dracumon-. En mi mundo se usan los restos que dejan los animales para refinar petróleo y alquitrán, y más o menos huele así.
-¿Eso no es lo de las carreteras y las ciudades?
-Sí, Bakemono, ahí has estado agudo.
-¡¿Pavimentáis los suelos con cadáveres?! ¡Estáis locos, tíos!
-Es un lúgubre pensamiento... Y una dura realidad, pero es así. Al menos, solo usamos los restos animales y vegetales de hace millones de años, y no es que usemos a nuestras familias para ello.
Mientras el debate sobre la moral humana y el diferente progreso de ambos mundos seguía en desarrollo, se toparon con un grupo de digimons en fase “bebé” que, gimoteando no sabían muy bien qué hacer. No disponían de la fuerza ni la madured para sobreponerse al problema que les asaltaba. Lo extraño era que, según le había contado Bakemono, a estos pequeños los cría un digimon adulto hasta que pasan a la etapa rookie. No podía entender qué hacían, pues, solos. Antes de poder preguntar, y con sus viscosos cuerpos, ya habían saltado sobre él, cubriendo su cuerpo de lágrimas y una especie de mucosa. Sin poder entender sus llantos, inquirió:
-Escuchad, dónde está vuestro criador. Tenéis uno, ¿no? ¿Quién es, dónde está?
-Angemon, pero cuando lo negro empezó a brotar se puso malo y...Y ahora es Tokomon.
La respuesta que recibió fue siniestra, pues señalaron a un digimon en etapa baby que, debilitado , se encontraba en un charco de la sustancia negra, luchando por respirar. Parecía terriblemente enfermo, a lo que Roku se acercó, confirmando que aquel sertenía fiebre. Guardó las muestras de la sustancia en un tarro, y reanudó su marcha.
-Espera, espera, ¡no puede dejarnos solos!-decían los bebés-¡Tenemos miedo, no nos abandones!
-No es problema mío-un dolor punzante asaltó al que fue humano, pues Bakemono no toleraba que Roku dañara, física o verbalmente, a los bebés-. Dejad de llorar, si os asaltara una amenaza le ocurriría como a vuestro cuidador, apenas tendría fuerzas para moverse. Por lo que se deduce, esta zona debilita a los digimons, contra más fuerte, más débil se vuelve. Solo es que no hay comida cerca, pero yo no puedo solucionar eso. O rebotáis hasta llegar fuera de la zona u os quedáis aquí con vuestro cuidador.
Y alimentado únicamente por su propia curiosidad, Roku decidió seguir su camino. Ya había cumplido su misión, pero quería ver el origen de este mal. Ya fuera por su escaso nivel, o por su pertenencia a la raza de los digimons muertos, el ambiente no le debilitaba tanto. Era una oportunidad única para curiosear.
Off-rol: La neblina del lugar debilita a los digimons hasta su nivel rookie-baby (según su fuerza; los más poderosos pueden mantener su rookie), teniendo los del alineamiento oscuro cierta tolerancia que retrasa su deterioro, si bien una vez llegan a su estado infantil ya no pueden retroceder más. A los humanos no les pasa nada, salvo el espantoso olor que produce el terreno muerto.
Así son los bosques del digimundo, únicos. Pero el que hoy ocupa esta historia alberga dos, quizás tres, elementos que incrementan su rareza. En primer lugar, el colorido arco iris de las hojas, sumado al brillo plástico de los árboles y las rocas, informan de que la zona ha suprimido cualquier elemento dañino presente en la naturaleza. Situado cerca de una zona inicial, este se amolda a las necesidades de los digimons más débiles, procurando no causar daño alguno.
El segundo elemento extraño de este bosque se encuentra en el viajero que, caminando por el inofensivo lugar, suspiraba pesadamente. Le habían encargado explorar la zona, asegurando que una amenaza había aparecido en ese sitio, expandiéndose como una enfermedad y deteriorando la hermosa zona. Pasando de este problema, solo quería llegar, recoger las muestras y regresar.¿Ayudar al mundo digital? Carecía de la fuerza y las habilidades para poder hacer esto, no siendo un tamer, ni un digimon.
Roku Ginshô era una extraña presencia en el mundo digital.
Pero la tercera rareza es el problema en sí mismo. Un foco dañino, sin saber muy bien su origen, había surgido de pronto, extendiéndose por el lugar. Poco más se sabía, pues de momento solo se podía observar desde los cielos, siendo de momento una zona muy selectiva, pero que a cada minuto crecía más. La misión, en esta ocasión, era coger muestras de la zona dañada e irse para que pudiera investigarse.
Una vez llegó no pudo evitar sentirse asqueado. ¿Que nadie más se había dado cuenta de ello? Era difícil de creer. La tierra en sí estaba negra, emponzoñada, muerta. Los árboles, secos y retorcidos, habían perdido todo rastro de color. Y el olor, mezcla de acre y muerte, inundaba el lugar.
-¿A qué huele?-se lamentaba la voz interior de Bakemono-Es asqueroso...
-Claro, según me has dicho, cuando un digimon muere se descompone en datos y regresa a una zona de inicio, por lo que nunca has podido oler un cuerpo muerto-decía el muchacho, convertido en su forma rookie, un Dracumon-. En mi mundo se usan los restos que dejan los animales para refinar petróleo y alquitrán, y más o menos huele así.
-¿Eso no es lo de las carreteras y las ciudades?
-Sí, Bakemono, ahí has estado agudo.
-¡¿Pavimentáis los suelos con cadáveres?! ¡Estáis locos, tíos!
-Es un lúgubre pensamiento... Y una dura realidad, pero es así. Al menos, solo usamos los restos animales y vegetales de hace millones de años, y no es que usemos a nuestras familias para ello.
Mientras el debate sobre la moral humana y el diferente progreso de ambos mundos seguía en desarrollo, se toparon con un grupo de digimons en fase “bebé” que, gimoteando no sabían muy bien qué hacer. No disponían de la fuerza ni la madured para sobreponerse al problema que les asaltaba. Lo extraño era que, según le había contado Bakemono, a estos pequeños los cría un digimon adulto hasta que pasan a la etapa rookie. No podía entender qué hacían, pues, solos. Antes de poder preguntar, y con sus viscosos cuerpos, ya habían saltado sobre él, cubriendo su cuerpo de lágrimas y una especie de mucosa. Sin poder entender sus llantos, inquirió:
-Escuchad, dónde está vuestro criador. Tenéis uno, ¿no? ¿Quién es, dónde está?
-Angemon, pero cuando lo negro empezó a brotar se puso malo y...Y ahora es Tokomon.
La respuesta que recibió fue siniestra, pues señalaron a un digimon en etapa baby que, debilitado , se encontraba en un charco de la sustancia negra, luchando por respirar. Parecía terriblemente enfermo, a lo que Roku se acercó, confirmando que aquel sertenía fiebre. Guardó las muestras de la sustancia en un tarro, y reanudó su marcha.
-Espera, espera, ¡no puede dejarnos solos!-decían los bebés-¡Tenemos miedo, no nos abandones!
-No es problema mío-un dolor punzante asaltó al que fue humano, pues Bakemono no toleraba que Roku dañara, física o verbalmente, a los bebés-. Dejad de llorar, si os asaltara una amenaza le ocurriría como a vuestro cuidador, apenas tendría fuerzas para moverse. Por lo que se deduce, esta zona debilita a los digimons, contra más fuerte, más débil se vuelve. Solo es que no hay comida cerca, pero yo no puedo solucionar eso. O rebotáis hasta llegar fuera de la zona u os quedáis aquí con vuestro cuidador.
Y alimentado únicamente por su propia curiosidad, Roku decidió seguir su camino. Ya había cumplido su misión, pero quería ver el origen de este mal. Ya fuera por su escaso nivel, o por su pertenencia a la raza de los digimons muertos, el ambiente no le debilitaba tanto. Era una oportunidad única para curiosear.
Off-rol: La neblina del lugar debilita a los digimons hasta su nivel rookie-baby (según su fuerza; los más poderosos pueden mantener su rookie), teniendo los del alineamiento oscuro cierta tolerancia que retrasa su deterioro, si bien una vez llegan a su estado infantil ya no pueden retroceder más. A los humanos no les pasa nada, salvo el espantoso olor que produce el terreno muerto.
- Tamer
- Faltas :Una por cada double.Prueba de Rol :ADigi Puntos :1060Ficha :NPCs :Nivel On Rol :Ancient spiritNivel On Rol de los Digi Aliados :Sven-Hyper SpiritIcono :Rango y Unidad :Roku Ginshô (Adam Odysseum)
Rango: Holy General
División: Four Holy Beast
Unidad/Sub-division: North Shield TurtleRango y Unidad Digi Aliado :Sven
Rango: Teniente
División: Four Holy Beast
Unidad/Sub-division: North Shield TurtleInventario :
Roku Ginshô
Re: 魔王透明帯子供の子守唄で破損?(Corrupción en la zona infantil ¿La nana de los señores demonio?) [Privado: Ethrios y Elith]
- ¡¿¿Que??! ¡Esto lo han hecho adrede! - fue lo que nuestro grupo pudo oir en cuanto entramos a aquella zona cuyo reporte era algo perturbador en cierta medida, las palabras salieron de la boca de belle quien habia gritado exasperada al notar como apenas nos adentramos unos metros haciendo que cambiara a su etapa de impmon, lo cual a ella no le gustaba en absoluto
- Te advertimos de la zona, fue tu decision venir con nosotros - vaal quien ahora estaba en su etapa de kotemon fue quien intento calmarla o razonar con ella, a sabiendas que alguien como nuestra compañera no se quedaria callada facilmente
- Si pero soy virus, este lugar no deberia afectarme - continuaba farfullando cruzada de brazos y avanzando a nuestro paso de mala gana, por suerte gracias a nuestro nivel mis 3 digimons habian retrocedido a su etapa rookie, siendo esta vez acompañada de 2 impmons y un kotemon
- Si no te interesa puedes retirarte cuando lo desees - aquella actitud me exasperaba un poco, mas aun al tener que soportar este olor tan penetrante, me encontraba caminando con un pañuelo intentando disminuir de alguna manera aquel olor putrido que inundaba el lugar, sin conseguirlo realmente - Este cambio no es normal, y si podemos saber que lo origina quiza pueda servirnos mas adelante -
- Si, como bomba de olor para que nadie pueda entrar a la zona sin vomitar - belle continuo con su parloteo ahora intentando ser comica, estaba a punto de reclamarle cuando cerca de nuestra posicion vi un monton de digimons en etapa bebe que parecian correr hacia donde nos encontrabamos
- Ayuda! - grito uno de ellos, el que parecia liderar al grupo, un tierno botamon o al menos para la mayoria de las personas era tierno
- No te acerques - lanzando una pequeña bola de fuego al suelo freno aquella estampida de pequeños digimons logrando que todos se detuvieran con lagrimas en los ojos y una actitud asustadiza - ¿Que es lo que quieren? - les pregunto a la defensiva
- angemon quedo atrapado, por favor necesitamos que nos ayuden - pidio un tanemon de forma desesperada, haciendo que kotemon se sintiera un poco culpable
- Elith, hay que acompañarlos -
- Sabes que no es nuestro pro... -
- ¿Angemon es el que cuida la zona? - pregunto a los bebes digimons interrumpiendome y obteniendo un movimiento de cabeza afirmativo por parte de ellos
- En todo caso él nos puede ayudar a conseguir informacion mas exacta de lo que pasa, vamos - comenzo a caminar indicandoles a los bebes que nos guiaran hacia donde aquel digimon se encontraba, lo segui a regañadientes pensando en que mi digimon se habia vuelto realmente una molestia
- Vamos Eth, belle - los apure a ambos, aquel aroma solo nublaba mis otros sentidos, y aunque mis digimons no parecian darle la suficiente importancia olia a muerte, una cosa dificil de comprender si no habias estado demasiado en contacto con el mundo humano, y este paisaje junto con este olor espantarian a cualquiera, o a casi cualquiera
mientras continuabamos avanzando a lo lejos divisamos una silueta que no parecia un digimon bebe, se encontraba caminando hacia el centro de la zona e inevitablemente se toparia con nosotros, su presencia me causo curiosidad, y aporto un punto a lo que veniamos a investigar, acortando nuestra distancia logre distinguir a aquel digimon virus, volteando a ver por un momento a todos mis digimons me di cuenta que quiza la zona los afectaba menos debido a su naturaleza, aunque vaal en si no era del mismo tipo sus ultimas etapas entraban en aquella excepcion, ese dracumon ya nos habia visto seguramente, asi que solo quedaba interrogarlo en caso de que supiera algo de valor sobre la zona, pero lo mas seguro es que fuera solo un afectado mas
- No parece estarse aprovechando de la situacion - menciono vaal cuando aun nos quedaban metros para toparnos - y creo que les ayudo a esos digimons - señalo unos metros detras del camino que seguia ese digimon, donde habia otro grupo de digimons bebes que se habian quedado quietos en su lugar
- ¿Angemon? - pregunto uno de los digimons que nos guiaban y acto seguido todos corrieron a juntarse con el otro grupo, dejandonos solos momentaneamente, a escazos metros de juntarnos con el dracumon y pasando rebotando al lado de él
- Te advertimos de la zona, fue tu decision venir con nosotros - vaal quien ahora estaba en su etapa de kotemon fue quien intento calmarla o razonar con ella, a sabiendas que alguien como nuestra compañera no se quedaria callada facilmente
- Si pero soy virus, este lugar no deberia afectarme - continuaba farfullando cruzada de brazos y avanzando a nuestro paso de mala gana, por suerte gracias a nuestro nivel mis 3 digimons habian retrocedido a su etapa rookie, siendo esta vez acompañada de 2 impmons y un kotemon
- Si no te interesa puedes retirarte cuando lo desees - aquella actitud me exasperaba un poco, mas aun al tener que soportar este olor tan penetrante, me encontraba caminando con un pañuelo intentando disminuir de alguna manera aquel olor putrido que inundaba el lugar, sin conseguirlo realmente - Este cambio no es normal, y si podemos saber que lo origina quiza pueda servirnos mas adelante -
- Si, como bomba de olor para que nadie pueda entrar a la zona sin vomitar - belle continuo con su parloteo ahora intentando ser comica, estaba a punto de reclamarle cuando cerca de nuestra posicion vi un monton de digimons en etapa bebe que parecian correr hacia donde nos encontrabamos
- Ayuda! - grito uno de ellos, el que parecia liderar al grupo, un tierno botamon o al menos para la mayoria de las personas era tierno
- No te acerques - lanzando una pequeña bola de fuego al suelo freno aquella estampida de pequeños digimons logrando que todos se detuvieran con lagrimas en los ojos y una actitud asustadiza - ¿Que es lo que quieren? - les pregunto a la defensiva
- angemon quedo atrapado, por favor necesitamos que nos ayuden - pidio un tanemon de forma desesperada, haciendo que kotemon se sintiera un poco culpable
- Elith, hay que acompañarlos -
- Sabes que no es nuestro pro... -
- ¿Angemon es el que cuida la zona? - pregunto a los bebes digimons interrumpiendome y obteniendo un movimiento de cabeza afirmativo por parte de ellos
- En todo caso él nos puede ayudar a conseguir informacion mas exacta de lo que pasa, vamos - comenzo a caminar indicandoles a los bebes que nos guiaran hacia donde aquel digimon se encontraba, lo segui a regañadientes pensando en que mi digimon se habia vuelto realmente una molestia
- Vamos Eth, belle - los apure a ambos, aquel aroma solo nublaba mis otros sentidos, y aunque mis digimons no parecian darle la suficiente importancia olia a muerte, una cosa dificil de comprender si no habias estado demasiado en contacto con el mundo humano, y este paisaje junto con este olor espantarian a cualquiera, o a casi cualquiera
mientras continuabamos avanzando a lo lejos divisamos una silueta que no parecia un digimon bebe, se encontraba caminando hacia el centro de la zona e inevitablemente se toparia con nosotros, su presencia me causo curiosidad, y aporto un punto a lo que veniamos a investigar, acortando nuestra distancia logre distinguir a aquel digimon virus, volteando a ver por un momento a todos mis digimons me di cuenta que quiza la zona los afectaba menos debido a su naturaleza, aunque vaal en si no era del mismo tipo sus ultimas etapas entraban en aquella excepcion, ese dracumon ya nos habia visto seguramente, asi que solo quedaba interrogarlo en caso de que supiera algo de valor sobre la zona, pero lo mas seguro es que fuera solo un afectado mas
- No parece estarse aprovechando de la situacion - menciono vaal cuando aun nos quedaban metros para toparnos - y creo que les ayudo a esos digimons - señalo unos metros detras del camino que seguia ese digimon, donde habia otro grupo de digimons bebes que se habian quedado quietos en su lugar
- ¿Angemon? - pregunto uno de los digimons que nos guiaban y acto seguido todos corrieron a juntarse con el otro grupo, dejandonos solos momentaneamente, a escazos metros de juntarnos con el dracumon y pasando rebotando al lado de él
- Tamer & Digimon
- Prueba de Rol :ADigi Puntos :513Nivel On Rol :MegaIcono :Rango y Unidad :Elith
Rango: Chaos general
División: D-brigade
Unidad/Sub-division: Blue Demons
Vaal
Rango: Chaos general
División: D-brigade
Unidad/Sub-division: Blue Demons
Rango y Unidad Digi Aliado :
Elith
Re: 魔王透明帯子供の子守唄で破損?(Corrupción en la zona infantil ¿La nana de los señores demonio?) [Privado: Ethrios y Elith]
Un lugar lúgubre cuya vida parecía estar extinguiéndose como si toda la vida fuera carcomida por alguna especie de ser el cual solo dejaba degradación y un inusual hedor, este sitio se podría considerar desagradable para algunos menos para mí. Habiendo crecido en las zonas oscuras cerca de la mansión de myotismon este bosque en su estado actual era lo más cercano que podría existir a lo que fue mi lugar de nacimiento, en estos momentos no podría encontrarme más cómodo en ningún otro sitio salvo por un pequeño detalle un tanto molesto no por su efecto sino por encontrarlo poco original. Este bosque parecía tener una especie de maldición por darle un nombre al azar cuyo efecto impedía la evolución a niveles superiores de rookie cosa que ya viví en una situación anterior.
–“Tal parece que a los que provocan desastres se les acaban las ideas”- pensé al notar aquella pequeña similitud con un evento anterior, esto realmente me desanimaba en gran medida pero uno debía seguir adelante y llevar a cabo la misión de forma eficiente era eso o acabar con todo el sitio lo que conllevaría un gasto de energía desmedido o en otras palabras mucho esfuerzo para tan pocas ganancias.
Otro de los inconvenientes de este sitio no era autóctono del lugar pues a no ser que belle naciera aquí lo veía muy poco probable. Entre sus quejas y las palabras de Vaal -que ganas con quejarte de esto, estas demasiado acostumbrada a tus otras formas y ya cuando vuelves a la original solo sabes refunfuñar- claro como ellos siempre estaban una etapa por delante de mi debían estar un poco incomodos en la forma rookie excepto kotemon que el en cualquier nivel seguiría siendo el mismo tipo con intenciones de ayudar cuyo resultado sería meternos en situaciones incomodas o problemas un tanto engorrosos de resolver.
-Este olor no es tan molesto…- no pude terminar mis palabras porque un grito de ayuda interrumpió nuestra fascinante conversación, de quien era el grito realmente eso a nadie le importaba puesto que un grupo de digimon se acercaban corriendo entre lágrimas, si estaban realmente en peligro o realmente lo hacían para que bajáramos nuestra guardia eran cosas que en ese momento no me importaban ya que usando memorias del pasado podía casi vaticinar lo que sucedería a continuación seguramente Vaal se apiadaría de ellos y le diría a Elith que debemos ayudarlos porque son digimon en peligro y bla bla bla sus típicas palabras de seudo héroe.
Como siempre acerté salvo por el detalle de belle intentando mantenerlos alejados. -Cuantas veces tendremos que pasar por situaciones parecidas para que este idiota entienda que no somos una ONG, mira que ahora hasta resulta que vamos por ahí salvando a cualquiera que pide por ayuda- si algo no podía soportar de Vaal era su molesta actitud. -Como sea cuando el capitán buen samaritano se pone en acción no nos queda más que seguirlo aunque eso nos arrastre al infierno- comente molesto mientras me cruzaba de brazos y comenzaba a caminar para no separarme de Elith.
-Acaso importa que esté haciendo un digimon en este sitio- no me interesaba que haría un fulanito mucho menos si este atacaba o ayudaba a estos pobres debiles e indefensos seres –ve y háblale Vaal puede que encontraras un amigo que le gusta ayudar a otros como tu así podrías largarte con él y ahorrarnos los problemas de siempre- bufe si hasta yo dudaba que hacíamos realmente aquí no tenía ganas de conocer sobre los asuntos de otros.
-¿Elith realmente es buena idea seguir avanzando por este sitio?- le pregunte a Elith ante de estar a una distancia en la cual el otro digimon pudiera notarnos, quería evitar encuentros molestos todo lo posible.
–“Tal parece que a los que provocan desastres se les acaban las ideas”- pensé al notar aquella pequeña similitud con un evento anterior, esto realmente me desanimaba en gran medida pero uno debía seguir adelante y llevar a cabo la misión de forma eficiente era eso o acabar con todo el sitio lo que conllevaría un gasto de energía desmedido o en otras palabras mucho esfuerzo para tan pocas ganancias.
Otro de los inconvenientes de este sitio no era autóctono del lugar pues a no ser que belle naciera aquí lo veía muy poco probable. Entre sus quejas y las palabras de Vaal -que ganas con quejarte de esto, estas demasiado acostumbrada a tus otras formas y ya cuando vuelves a la original solo sabes refunfuñar- claro como ellos siempre estaban una etapa por delante de mi debían estar un poco incomodos en la forma rookie excepto kotemon que el en cualquier nivel seguiría siendo el mismo tipo con intenciones de ayudar cuyo resultado sería meternos en situaciones incomodas o problemas un tanto engorrosos de resolver.
-Este olor no es tan molesto…- no pude terminar mis palabras porque un grito de ayuda interrumpió nuestra fascinante conversación, de quien era el grito realmente eso a nadie le importaba puesto que un grupo de digimon se acercaban corriendo entre lágrimas, si estaban realmente en peligro o realmente lo hacían para que bajáramos nuestra guardia eran cosas que en ese momento no me importaban ya que usando memorias del pasado podía casi vaticinar lo que sucedería a continuación seguramente Vaal se apiadaría de ellos y le diría a Elith que debemos ayudarlos porque son digimon en peligro y bla bla bla sus típicas palabras de seudo héroe.
Como siempre acerté salvo por el detalle de belle intentando mantenerlos alejados. -Cuantas veces tendremos que pasar por situaciones parecidas para que este idiota entienda que no somos una ONG, mira que ahora hasta resulta que vamos por ahí salvando a cualquiera que pide por ayuda- si algo no podía soportar de Vaal era su molesta actitud. -Como sea cuando el capitán buen samaritano se pone en acción no nos queda más que seguirlo aunque eso nos arrastre al infierno- comente molesto mientras me cruzaba de brazos y comenzaba a caminar para no separarme de Elith.
-Acaso importa que esté haciendo un digimon en este sitio- no me interesaba que haría un fulanito mucho menos si este atacaba o ayudaba a estos pobres debiles e indefensos seres –ve y háblale Vaal puede que encontraras un amigo que le gusta ayudar a otros como tu así podrías largarte con él y ahorrarnos los problemas de siempre- bufe si hasta yo dudaba que hacíamos realmente aquí no tenía ganas de conocer sobre los asuntos de otros.
-¿Elith realmente es buena idea seguir avanzando por este sitio?- le pregunte a Elith ante de estar a una distancia en la cual el otro digimon pudiera notarnos, quería evitar encuentros molestos todo lo posible.
Ethrios
Re: 魔王透明帯子供の子守唄で破損?(Corrupción en la zona infantil ¿La nana de los señores demonio?) [Privado: Ethrios y Elith]
Una de las ventajas de tener ojos en las palmas es que uno podía, en caso de concentrarse, poder ver qué ocurría a sus espaldas. La visión de un Dracumon era algo realmente extraño, pues podía “ver” por su casco, como si los ojos pintados fueran reales, y con sus ojos adicionales disponía de una visión más difusa e inexacta, pero útil para evitar emboscadas. Cansaba, y llegaba el punto en que estos se cerraban por el agotamiento, pero en un bosque donde todo se muere era necesario mantener esta vigilancia aunque fuera en intervalos.
-Oye, gente a las 6, nos siguen-avisaba Bakemono, que podía ver lo mismo que Roku-. Son muchos, ¿vas a correr?
-No nos siguen, si lo hicieran aprovecharían las coberturas de los árboles y nos intentarían rodear.
-Pueden ser un cebo.
-¿Y quién querría preparar una estrategia en una zona donde a lo sumo hay digimons enfermos?
Bakemono no supo responder, por lo que el silencio regresó a la situación de este singular dúo, que, dándose la vuelta, decidió acercarse al grupo. Puede que estuvieran investigando la zona para buscar muestras, como él, o estuvieran simplemente de paso. Presentarse y ofrecer una sana cooperación no podría suponer riesgo alguno. Caminando unos pasos, se presentó ante la chica humana, que en la situación actual era la más alta y, deduciendo que era una tamer, decidió presentarse.
-Saludos, soy Bakemono, un digimon errante que está buscando la fuente de este mal. No por nada en especial, solo es curiosidad por saber qué elemento puede corromper una zona en tan poco tiempo con este efecto tan curioso de limitar la evolución a la etapa rookie.
-¡Por el amor de Yggdrassiel todopoderoso!¿Has visto qué jaca?-gritaba Bakemono en la cabeza de Roku- Esa, la Impmon, menuda belleza, ¡es perfecta! Tienes que hablar con ella Roku.
El humano no entendía esto cuando ya se había demostrado que, en duelos de voluntad, siempre acababa ganando él el dominio del propio cuerpo, pero Bakemono esta vez insistía, sin saber uy bien por qué. Obviamente esta no era la verdadera forma de la digimon, una vez finalizada la enfermedad regresaría a su ser, y a saber cómo sería.
-No sé si están al corriente, pero el ambiente limita el poder de los digimons y los debilita, como el Tokomon de ahí-afirmaba señalando al digimon que chapoteaba en el fango, enfermo-. No sé qué efecto tiene en los humanos, pero si se van a adentrar más convendría usar un filtro para el gas que expele la tierra. Por ejemplo, la Impmon de allí...
-Podría ir cogida de mi poderosa mano, ¿no?-seguía insistiendo Bakemono.
-... puede usar su pañuelo para protegerse del gas, el digimon kendoka dispone de ese curioso casco, y la humana no dispongo de tela ni nada para ayudar, y obviamente no voy a amputarme una de mis alas para que la use para respirar. Si al igual que yo buscan el epicentro de esta enfermedad, creo que podríamos cooperar-dijo extendiendo su mano hacia el digimon que estaba al lado de la muchacha, pensando que ofrecer la mano al tamer igual se interpretaba como un insulto.
Luego ocurrió algo que Roku no pudo controlar, y es que de su boca salió, de forma descontrolada, las palabras de Bakemono.
-Y bueno, yo ya me he presentado, sería cortés que respondieran también-al parecer intentaba imitar el estilo de Roku-. ¿Y qué hace una digimon tan encantadora en un páramo como este?
Tras esto Roku quiso enmendar la descortesía. No le gustaba sobreponer una figura sobre el resto del grupo, esta clase de favoritismo le hacía ver como un idiota, una amenaza a la unidad del grupo, pero no se le ocurría nada. El efecto de la neblina en él, lejos de debilitarle “en cuanto a nivel”, mermaba la voluntad del chico. Parece que esta vez Bakemono ganaba.
-Oye, gente a las 6, nos siguen-avisaba Bakemono, que podía ver lo mismo que Roku-. Son muchos, ¿vas a correr?
-No nos siguen, si lo hicieran aprovecharían las coberturas de los árboles y nos intentarían rodear.
-Pueden ser un cebo.
-¿Y quién querría preparar una estrategia en una zona donde a lo sumo hay digimons enfermos?
Bakemono no supo responder, por lo que el silencio regresó a la situación de este singular dúo, que, dándose la vuelta, decidió acercarse al grupo. Puede que estuvieran investigando la zona para buscar muestras, como él, o estuvieran simplemente de paso. Presentarse y ofrecer una sana cooperación no podría suponer riesgo alguno. Caminando unos pasos, se presentó ante la chica humana, que en la situación actual era la más alta y, deduciendo que era una tamer, decidió presentarse.
-Saludos, soy Bakemono, un digimon errante que está buscando la fuente de este mal. No por nada en especial, solo es curiosidad por saber qué elemento puede corromper una zona en tan poco tiempo con este efecto tan curioso de limitar la evolución a la etapa rookie.
-¡Por el amor de Yggdrassiel todopoderoso!¿Has visto qué jaca?-gritaba Bakemono en la cabeza de Roku- Esa, la Impmon, menuda belleza, ¡es perfecta! Tienes que hablar con ella Roku.
El humano no entendía esto cuando ya se había demostrado que, en duelos de voluntad, siempre acababa ganando él el dominio del propio cuerpo, pero Bakemono esta vez insistía, sin saber uy bien por qué. Obviamente esta no era la verdadera forma de la digimon, una vez finalizada la enfermedad regresaría a su ser, y a saber cómo sería.
-No sé si están al corriente, pero el ambiente limita el poder de los digimons y los debilita, como el Tokomon de ahí-afirmaba señalando al digimon que chapoteaba en el fango, enfermo-. No sé qué efecto tiene en los humanos, pero si se van a adentrar más convendría usar un filtro para el gas que expele la tierra. Por ejemplo, la Impmon de allí...
-Podría ir cogida de mi poderosa mano, ¿no?-seguía insistiendo Bakemono.
-... puede usar su pañuelo para protegerse del gas, el digimon kendoka dispone de ese curioso casco, y la humana no dispongo de tela ni nada para ayudar, y obviamente no voy a amputarme una de mis alas para que la use para respirar. Si al igual que yo buscan el epicentro de esta enfermedad, creo que podríamos cooperar-dijo extendiendo su mano hacia el digimon que estaba al lado de la muchacha, pensando que ofrecer la mano al tamer igual se interpretaba como un insulto.
Luego ocurrió algo que Roku no pudo controlar, y es que de su boca salió, de forma descontrolada, las palabras de Bakemono.
-Y bueno, yo ya me he presentado, sería cortés que respondieran también-al parecer intentaba imitar el estilo de Roku-. ¿Y qué hace una digimon tan encantadora en un páramo como este?
Tras esto Roku quiso enmendar la descortesía. No le gustaba sobreponer una figura sobre el resto del grupo, esta clase de favoritismo le hacía ver como un idiota, una amenaza a la unidad del grupo, pero no se le ocurría nada. El efecto de la neblina en él, lejos de debilitarle “en cuanto a nivel”, mermaba la voluntad del chico. Parece que esta vez Bakemono ganaba.
- Tamer
- Faltas :Una por cada double.Prueba de Rol :ADigi Puntos :1060Ficha :NPCs :Nivel On Rol :Ancient spiritNivel On Rol de los Digi Aliados :Sven-Hyper SpiritIcono :Rango y Unidad :Roku Ginshô (Adam Odysseum)
Rango: Holy General
División: Four Holy Beast
Unidad/Sub-division: North Shield TurtleRango y Unidad Digi Aliado :Sven
Rango: Teniente
División: Four Holy Beast
Unidad/Sub-division: North Shield TurtleInventario :
Roku Ginshô
Re: 魔王透明帯子供の子守唄で破損?(Corrupción en la zona infantil ¿La nana de los señores demonio?) [Privado: Ethrios y Elith]
- Quiza si, quiza no, por eso hemos venido, que tal si encontramos algo bueno - le respondi a mi digimon antes de llegar frente a aquel dracumon
Aquel digimon llego presentandose de una manera "normal" al menos normal en cuanto estaba acostumbrada con ciertas personas, mas no digimons, esa presentacion tan formal me daba algo de curiosidad, sin embargo, segui escuchando sus palabras, parecia estar al tanto de la situacion, probablemente por lo que habia descubierto con aquella manada de digimons bebes, teniamos el reporte, el imperio del caos estaba al tanto y simplemente habiamos partido sin decirle a nadie, no es como si lo necesitaramos, y tampoco es que hubiera muchos voluntarios de ir tan expuestos en una zona donde tu nivel disminuia, pero tal deduccion y actitud de ese pequeño digimon me hizo alzar una ceja y emitir una pequeña sonrisa complacida, era arrogante en cierto modo, y seguro de lo que venia a buscar, o lo que creia buscar en realidad, eso me recordo un poco a mi impmon
- Podemos tener algo de compañia momentanea - viendo como aquel ser le extendia la mano a Eth le hice una seña afirmativa con la cabeza, de que podia cerrar el trato, un trabajo gratis era algo beneficioso, pero mantendriamos la informacion al minimo como siempre, eso era algo que no debia mencionarle a ninguno de mis digimons, ya lo tenian suficientemente en claro, esperaba que mi impmon actuara cuando parecio agregar una ultima cosa
Nos casi exigio nuestros nombres, cambiando ligeramente la actitud tan tranquila que tenia, para luego - y en un acto que nos dejo sorprendidos a la mayoria- coquetear con la digimon femenina del grupo, la cual estaba a mi derecha, junto con vaal
Belle, a diferencia de mis otros digimons, sobreprotegia a sus compañeros, su actitud era como si fuera una hermana mayor para ambos, lo cual solo dificultaba su actual posicion, ya que si bien habia tenido roces como este en alguna de sus etapas lo mas comun era que ella tuviera que defender a eth o a Vaal y no ser la victima de tales palabras, al menos no tan directamente, trago en seco al oir la pregunta de aquel dracumon y girando levemente la cabeza en direccion contraria a donde este se encontraba cerro su mano y tosio sobre ella, o sobre el guante mas bien
- Ejem - se aclaro la garganta un poco, intentando mantener la compostura mientras Vaal la observaba curioso, nunca la habia visto en esa situacion y ciertamente parecia en apuros
- Mi nombre es Vaal - se apresuro en presentarse para intentar desviar el tema, para luego mirarme a mi pidiendome que ayudara, suspire casi imperceptiblemente
- Soy Elith - señale al impmon a mi lado - Eth - y al final fui con nuestra aliada - y Belle - no agregue nada mas, y no fue necesario porque parecio que eso desperto a nuestra acompañante
- Soy Belle, lamento mis malos modales, y simplemente estoy acompañando a mis hermanitos a una mision importante que es desentrañar que hay detras de todo esto - al decir hermanitos abrazo a Vaal con total familiaridad por unos segundos, para luego soltarlo y sonreirle de manera natural al dracumon, sin esperar mas, colocandose frente a bakemono, tomo su mano y dio el apreton que cerraba el trato, ignorando los deseos o quejas de Eth
- Creo que esa tamer ya ha decidido, asi que puedes ayudarnos con la busqueda, y no te preocupes por ella, no es cualquier humana si soporta a esos dos - solto una risita burlona haciendo que kotemon se cruzara de brazos, a pesar de haberla ayudado parecia no tenerles consideracion alguna, aunque esa era la belle que todos conociamos, la misma que no tenia un trato tan amistoso conmigo
- Gracias por el cumplido, supongo - conteste a sus palabras, quitandome la pequeña mochila que llevaba en la espalda, y abriendo uno de los cierres saque un cubrebocas grueso y me lo coloque, volvi a colocarla en su lugar antes de hablar - Estamos aqui por una mision personal, quiza algo parecido a lo que tu estas haciendo, y si deseas acompañarnos no te detendre - sin esperar quejas o miramientos entre ellos tome la mano de Eth y comence a caminar hacia dentro de aquella neblina, dejando a los demas atras, vaal camino un poco despues sin perder de vista aquellos dos ultimos digimons, mas que por celos, por curiosidad de como se comportaba belle ante ese tipo de acercamientos, era realmente gracioso verla dudar a momentos de que decir o hacer
- En unos metros mas colocate la pañoleta - susurre a Eth antes de subir la voz para que todos me escucharan - Si la neblina tiene algun otro efecto saldremos de inmediato - avise sin detenerme, faltaban pocos metros para la parte donde se veia mas densa, tanto que se perdia casi totalmente la visibilidad, solo esperaba que no fuera nada tan grave
Aquel digimon llego presentandose de una manera "normal" al menos normal en cuanto estaba acostumbrada con ciertas personas, mas no digimons, esa presentacion tan formal me daba algo de curiosidad, sin embargo, segui escuchando sus palabras, parecia estar al tanto de la situacion, probablemente por lo que habia descubierto con aquella manada de digimons bebes, teniamos el reporte, el imperio del caos estaba al tanto y simplemente habiamos partido sin decirle a nadie, no es como si lo necesitaramos, y tampoco es que hubiera muchos voluntarios de ir tan expuestos en una zona donde tu nivel disminuia, pero tal deduccion y actitud de ese pequeño digimon me hizo alzar una ceja y emitir una pequeña sonrisa complacida, era arrogante en cierto modo, y seguro de lo que venia a buscar, o lo que creia buscar en realidad, eso me recordo un poco a mi impmon
- Podemos tener algo de compañia momentanea - viendo como aquel ser le extendia la mano a Eth le hice una seña afirmativa con la cabeza, de que podia cerrar el trato, un trabajo gratis era algo beneficioso, pero mantendriamos la informacion al minimo como siempre, eso era algo que no debia mencionarle a ninguno de mis digimons, ya lo tenian suficientemente en claro, esperaba que mi impmon actuara cuando parecio agregar una ultima cosa
Nos casi exigio nuestros nombres, cambiando ligeramente la actitud tan tranquila que tenia, para luego - y en un acto que nos dejo sorprendidos a la mayoria- coquetear con la digimon femenina del grupo, la cual estaba a mi derecha, junto con vaal
Belle, a diferencia de mis otros digimons, sobreprotegia a sus compañeros, su actitud era como si fuera una hermana mayor para ambos, lo cual solo dificultaba su actual posicion, ya que si bien habia tenido roces como este en alguna de sus etapas lo mas comun era que ella tuviera que defender a eth o a Vaal y no ser la victima de tales palabras, al menos no tan directamente, trago en seco al oir la pregunta de aquel dracumon y girando levemente la cabeza en direccion contraria a donde este se encontraba cerro su mano y tosio sobre ella, o sobre el guante mas bien
- Ejem - se aclaro la garganta un poco, intentando mantener la compostura mientras Vaal la observaba curioso, nunca la habia visto en esa situacion y ciertamente parecia en apuros
- Mi nombre es Vaal - se apresuro en presentarse para intentar desviar el tema, para luego mirarme a mi pidiendome que ayudara, suspire casi imperceptiblemente
- Soy Elith - señale al impmon a mi lado - Eth - y al final fui con nuestra aliada - y Belle - no agregue nada mas, y no fue necesario porque parecio que eso desperto a nuestra acompañante
- Soy Belle, lamento mis malos modales, y simplemente estoy acompañando a mis hermanitos a una mision importante que es desentrañar que hay detras de todo esto - al decir hermanitos abrazo a Vaal con total familiaridad por unos segundos, para luego soltarlo y sonreirle de manera natural al dracumon, sin esperar mas, colocandose frente a bakemono, tomo su mano y dio el apreton que cerraba el trato, ignorando los deseos o quejas de Eth
- Creo que esa tamer ya ha decidido, asi que puedes ayudarnos con la busqueda, y no te preocupes por ella, no es cualquier humana si soporta a esos dos - solto una risita burlona haciendo que kotemon se cruzara de brazos, a pesar de haberla ayudado parecia no tenerles consideracion alguna, aunque esa era la belle que todos conociamos, la misma que no tenia un trato tan amistoso conmigo
- Gracias por el cumplido, supongo - conteste a sus palabras, quitandome la pequeña mochila que llevaba en la espalda, y abriendo uno de los cierres saque un cubrebocas grueso y me lo coloque, volvi a colocarla en su lugar antes de hablar - Estamos aqui por una mision personal, quiza algo parecido a lo que tu estas haciendo, y si deseas acompañarnos no te detendre - sin esperar quejas o miramientos entre ellos tome la mano de Eth y comence a caminar hacia dentro de aquella neblina, dejando a los demas atras, vaal camino un poco despues sin perder de vista aquellos dos ultimos digimons, mas que por celos, por curiosidad de como se comportaba belle ante ese tipo de acercamientos, era realmente gracioso verla dudar a momentos de que decir o hacer
- En unos metros mas colocate la pañoleta - susurre a Eth antes de subir la voz para que todos me escucharan - Si la neblina tiene algun otro efecto saldremos de inmediato - avise sin detenerme, faltaban pocos metros para la parte donde se veia mas densa, tanto que se perdia casi totalmente la visibilidad, solo esperaba que no fuera nada tan grave
- Tamer & Digimon
- Prueba de Rol :ADigi Puntos :513Nivel On Rol :MegaIcono :Rango y Unidad :Elith
Rango: Chaos general
División: D-brigade
Unidad/Sub-division: Blue Demons
Vaal
Rango: Chaos general
División: D-brigade
Unidad/Sub-division: Blue Demons
Rango y Unidad Digi Aliado :
Elith
Re: 魔王透明帯子供の子守唄で破損?(Corrupción en la zona infantil ¿La nana de los señores demonio?) [Privado: Ethrios y Elith]
Así sucedían las cosas normalmente, uno intentando alejarse todo lo posible de cualquier molestia que pudiera surgir pero no, estas se encontraban empecinadas en saltarnos hacia nuestros rostros directamente como si alli estuviera ubicado una especie de imán cuyas funciones eran atraer molestias y a la querida diosa del infortunio.
Nadie lo llamo ni tampoco preguntamos cosa alguna sobre el pero ahí estaba este digimon presentándose ante nosotros con un nombre un tanto ridículo –“bakemono quien en su sano juicio usaría tales palabras para llamarse”- Sinceramente poco y nada me importaba la razón para que él se encontrara en este lugar, ya fuera mera curiosidad o se tratara del autor material de los hechos sus palabras para mí no presentaban valor alguno nosotros solo habíamos llegado a resolver el asunto si era posible aunque claro en realidad el motivo para que me encontrara en este sitio era simplemente porque Elith había venido en caso contrario ni en mis sueños más locos pensaría ayudar a otros sin beneficio alguno pero claro siempre existía lo dicho por Elith de poder encontrar algo de utilidad.
-“¡Señoras y señores otro genio a aparecido!”- con su brillante observación de lo que sucedía en los alrededores nos hizo ver lo que ya conocíamos. –“Muchas gracias don obvio con tu ayuda y datos que conocíamos nos has ahorrado un millón de problemas, así como algunas dificultades. Ahora dinos que podemos respirar y habremos descubierto la solución de todos los males”- una y mil veces habíamos estado en situaciones así o más difíciles para que de la nada llegue alguien a molestar –“Otro idiota ha llegado…”- junto con sus recomendaciones salió de su boca las palabras que siempre odiaba escuchar independiente de quien las pronunciara… él quería acompañarnos y conociendo a mi compañera sabia de antemano su respuesta a la proposición de este dracumon.
Pese a que Elith los aceptara yo no lo haría así como tampoco le daría mi mano a un digimon sospechoso, simplemente golpee con el dorso de mi mano su palma –Jum!- fue el único sonido que pronuncie. El dracumon de pronto tuvo un leve cambio como si aquella cortesía mostrada anteriormente no hubiera existido pero claro que se podía esperar de un ser tan raro el cual a mi parecer casi nos exigía presentarnos –no te pedimos tu nombre…- pronuncie en voz baja cruzando mis brazos, aquellas palabras solo estaban dirigidas a mí por lo que sería imposible para los demás escucharlas por el volumen utilizado.
Como siempre el primero en presentarse fue Vaal de seguro se debía a su necesidad de hacer amigos inútiles por donde fuera que estuviéramos, seguido de Elith que aparte de presentarse a ellos nos introdujo a belle y a mi habiendo concluido otro ritual inútil de cortesía belle que parecía afectada por las palabras de aquel digimon se excusó por su comportamiento como si fuera necesario tener que explicarle algo a alguien cuyo encuentro no se realizaría nuevamente.
Luego de las pertinentes explicaciones de Elith retomamos la marcha siendo tomado de la mano y guiado al interior del lugar. – ¿Realmente piensas que es buena idea tener a este digimon acompañándonos?- susurre a mi compañera –se nota que su ayuda no será necesaria (ni siquiera como un escudo de carne) incluso pienso que nos estorbaría más que nada y no sabemos cuáles serán realmente sus intenciones- en cuanto a asegurar la seguridad de Elith uno no podía dejar de ser cuidadoso con los extraños y no solo porque me molestara –además tampoco creo que los efectos puedan empeorar si no los digimon que habitan en este lugar se encontrarían en un estado más deplorable del actual, pero si cubrirme te da seguridad con gusto lo hare- le comente abriéndome de brazos y encogiendo mis hombros esperando pacientemente hasta alcanzar algunos cuantos metros momento en el cual obedientemente cubrí mi boca con mi pañoleta.
Si aquel bosque ya de por si le resultaba desagradable a Elith no quería saber lo que pensaba en este momento a medida que no internábamos cada vez más, el olor comenzaba a volverse intenso hasta casi hacerse palpable con la lengua era raro decidirlo pero no me podía quedar callado –este lugar debe ser un festín para maniáticos se puede hasta saborear la muerte- si claro que era una broma de mal gusto hecha en el lugar equivocado pero entre eso y como se podían ver algunos manchones los cuales me recordaban a una especie de gelatina negra algo debía hacer para animar a mi compañera. Mientras observaba que eran esas cosas una pequeña duda surgía en mi mente –“¿si algún digimon cayera en ella que pasaría?”- quizás si lo intentaba podría usar al dracumon para comprobarlo pero por supuesto que no lo haría, mi curiosidad no era lo suficiente como para dejarme llevar.
-¡¡Oye Babosomono!!- me voltee para hablarle al dracumon que iba detrás de nosotros -¿realmente estas aquí por curiosidad?- personalmente no creía que su historia era cierta pese a existir la probabilidad de que lo fuera -no creo que eso te lleve a cooperar con alguien desconocido cuyas intenciones no estés al tanto- en mi mente solo dos tipos de ser harían algo así, no pensándolo bien eran tres: alguien con motivos ocultos, un tonto y por ultimo Vaal el siempre niño bueno. Al haber terminado mi interrogatorio y sin esperar sus respuestas simplemente me voltee para seguir caminando con Elith siempre manteniendo mi atención sobre el entorno.
Nadie lo llamo ni tampoco preguntamos cosa alguna sobre el pero ahí estaba este digimon presentándose ante nosotros con un nombre un tanto ridículo –“bakemono quien en su sano juicio usaría tales palabras para llamarse”- Sinceramente poco y nada me importaba la razón para que él se encontrara en este lugar, ya fuera mera curiosidad o se tratara del autor material de los hechos sus palabras para mí no presentaban valor alguno nosotros solo habíamos llegado a resolver el asunto si era posible aunque claro en realidad el motivo para que me encontrara en este sitio era simplemente porque Elith había venido en caso contrario ni en mis sueños más locos pensaría ayudar a otros sin beneficio alguno pero claro siempre existía lo dicho por Elith de poder encontrar algo de utilidad.
-“¡Señoras y señores otro genio a aparecido!”- con su brillante observación de lo que sucedía en los alrededores nos hizo ver lo que ya conocíamos. –“Muchas gracias don obvio con tu ayuda y datos que conocíamos nos has ahorrado un millón de problemas, así como algunas dificultades. Ahora dinos que podemos respirar y habremos descubierto la solución de todos los males”- una y mil veces habíamos estado en situaciones así o más difíciles para que de la nada llegue alguien a molestar –“Otro idiota ha llegado…”- junto con sus recomendaciones salió de su boca las palabras que siempre odiaba escuchar independiente de quien las pronunciara… él quería acompañarnos y conociendo a mi compañera sabia de antemano su respuesta a la proposición de este dracumon.
Pese a que Elith los aceptara yo no lo haría así como tampoco le daría mi mano a un digimon sospechoso, simplemente golpee con el dorso de mi mano su palma –Jum!- fue el único sonido que pronuncie. El dracumon de pronto tuvo un leve cambio como si aquella cortesía mostrada anteriormente no hubiera existido pero claro que se podía esperar de un ser tan raro el cual a mi parecer casi nos exigía presentarnos –no te pedimos tu nombre…- pronuncie en voz baja cruzando mis brazos, aquellas palabras solo estaban dirigidas a mí por lo que sería imposible para los demás escucharlas por el volumen utilizado.
Como siempre el primero en presentarse fue Vaal de seguro se debía a su necesidad de hacer amigos inútiles por donde fuera que estuviéramos, seguido de Elith que aparte de presentarse a ellos nos introdujo a belle y a mi habiendo concluido otro ritual inútil de cortesía belle que parecía afectada por las palabras de aquel digimon se excusó por su comportamiento como si fuera necesario tener que explicarle algo a alguien cuyo encuentro no se realizaría nuevamente.
Luego de las pertinentes explicaciones de Elith retomamos la marcha siendo tomado de la mano y guiado al interior del lugar. – ¿Realmente piensas que es buena idea tener a este digimon acompañándonos?- susurre a mi compañera –se nota que su ayuda no será necesaria (ni siquiera como un escudo de carne) incluso pienso que nos estorbaría más que nada y no sabemos cuáles serán realmente sus intenciones- en cuanto a asegurar la seguridad de Elith uno no podía dejar de ser cuidadoso con los extraños y no solo porque me molestara –además tampoco creo que los efectos puedan empeorar si no los digimon que habitan en este lugar se encontrarían en un estado más deplorable del actual, pero si cubrirme te da seguridad con gusto lo hare- le comente abriéndome de brazos y encogiendo mis hombros esperando pacientemente hasta alcanzar algunos cuantos metros momento en el cual obedientemente cubrí mi boca con mi pañoleta.
Si aquel bosque ya de por si le resultaba desagradable a Elith no quería saber lo que pensaba en este momento a medida que no internábamos cada vez más, el olor comenzaba a volverse intenso hasta casi hacerse palpable con la lengua era raro decidirlo pero no me podía quedar callado –este lugar debe ser un festín para maniáticos se puede hasta saborear la muerte- si claro que era una broma de mal gusto hecha en el lugar equivocado pero entre eso y como se podían ver algunos manchones los cuales me recordaban a una especie de gelatina negra algo debía hacer para animar a mi compañera. Mientras observaba que eran esas cosas una pequeña duda surgía en mi mente –“¿si algún digimon cayera en ella que pasaría?”- quizás si lo intentaba podría usar al dracumon para comprobarlo pero por supuesto que no lo haría, mi curiosidad no era lo suficiente como para dejarme llevar.
-¡¡Oye Babosomono!!- me voltee para hablarle al dracumon que iba detrás de nosotros -¿realmente estas aquí por curiosidad?- personalmente no creía que su historia era cierta pese a existir la probabilidad de que lo fuera -no creo que eso te lleve a cooperar con alguien desconocido cuyas intenciones no estés al tanto- en mi mente solo dos tipos de ser harían algo así, no pensándolo bien eran tres: alguien con motivos ocultos, un tonto y por ultimo Vaal el siempre niño bueno. Al haber terminado mi interrogatorio y sin esperar sus respuestas simplemente me voltee para seguir caminando con Elith siempre manteniendo mi atención sobre el entorno.
Ethrios
Re: 魔王透明帯子供の子守唄で破損?(Corrupción en la zona infantil ¿La nana de los señores demonio?) [Privado: Ethrios y Elith]
Bakemono estaba simplemente feliz. No porque la presencia de Roku casi se había desvanecido del cuerpo, sino por el detalle de que, aunque la mano se la ofrecía al macho (expresión extraña pues en los digimons el género solo era una cuestión de comportamiento) la que acabo sosteniendo su garra fue ella. “Ains, es tan mona...” pensaba el digimon, que como acto reflejo se aferró fuertemente a ella, como si una especie de fuerza le impidiera soltarla, aunque se trataba más de un deseo personal que ciertamente de algún efecto secundario de la niebla.
-Disculpa, es solo que no estoy acostumbrado a tratar con digimons tan...-decía acordándose ya de las múltiples experiencias que tuvo en el desierto con Gatomon- ... -ciertamente le costaba encontrar adjetivos, pensando solamente en apelativos negativos de aquel digimon que solo le denigraba y golpeaba- Perfectas. Si no te molesta, me gustaría sostener tu mano solo unos segundos más...
Con un leve suspiro dejó que aquella mano se fuera. Bakemono ahora estaba triste, pues cuando acabaran aquel encargo, o simplemente cuando aquel lugar se purificase o algo, probablemente Roku volvería a tomar el control, así que pasar tiempo con aquella digimon era un pensamiento alocado.
-Pídele su número, por mí no te cortes -afirmaba la voz mental que ahora era Roku-. Total, nada te obliga a cumplir el trato.
-No tendríamos un sitio al que ir, y si ella sale de aquí, lo más obvio, volveremos a cambiar papeles, así que mejor hacer el trabajo -le respondía Bakemono en una conversación que solo ellos podían atender-. Además, creo que uno de estos dos será más su tipo que una “plumilla” como yo...
-Dos cosas, Bakemono: la primera es que no hagas casos de los insultos del pasado, estaba nerviosa por la situación con su amiga y era su forma de desahogo, no eres una plumilla, eres una castaña. Y segundo, si te hubieras negado, ahora que estoy “dentro” he ido a tus recuerdos.
-¡Eso es una violación de mi intimi...!-recordó que eso fue lo que él hizo- ¿Y bien?
-No he podido acceder a mucho en este tiempo, casi todo son interferencias, pero en vez de luchar por el control te encargas tú del trabajo. Que indague o no en tu cabeza depende de cómo te portes-finalizaba la amenaza-. Por cierto, de momento solo tengo un nombre, “Jack el Destripador”, ¿así te llamabas antes?
-... Eso no es un nombre...
Aparentemente en las nubes, el gesto de Bakemono se torció, pareciendo que la distancia tomada por su ideal de mujer le turbaba más de lo esperado. Pero no era así. Aunque aquel fuera su nombre, odiaba aquella nomenclatura. Era una historia desagradable y que Roku acabara accediendo a ella no le hacía ninguna gracia. Estaba cabreado.
“Babosomono” fue lo que definitivamente lo atrajo. No le agradaba que derivaran así su nuevo nombre. Su actitud le parecía ofensiva y, por su estado de ánimo, tenía ganas de paralizarlo con su mirada, agarrarle del cuello y ahogarlo en el primer charco que encontrara. Claro que seguro que ese es el tipo de actitudes que Roku reprendería. Oyo las preguntas de aquel digimon que, al no ser su querida Belle, ni Elith, ni Kendoka nº4 (ya que el primero que conoció fue Roku, el segundo era en un circo y el tercero en el desierto) no recordaba muy bien.
-¡Eth! ¡Es una sílaba, por las Fortunas, es imposible olvidarse!- gritaba el humano interior
-Eeeehm...
-Y el kendoka es Vaal... ¿En serio, Bakamono, en serio?
-Vale, vale -dijo, casi susurrando- ya está. Sí Eth -le respondía ya en un tono audible-, aunque llegué aquí casi por casualidad, siempre llevo cosas para recoger muestras -alegaba sacando el bote ya repleto de aquel mancillo negro-, por si encuentro nuevas especies para alimentarme, minerales para trabajar o, alguien no lo quiera, restos de algún digimon. A veces dejan cosas divertidas con las que trabajar, investigar y eso. En esta ocasión, al ser un paseo poco más que rutinario, solo tengo un bote, generalmente voy mejor equipado -”cuando soy Roku y sabemos que vamos a un sitio, por ejemplo, desértico”, pensó-, pero ya que este ambiente no me afecta en lo más mínimo, decidí explorar un poco más. Al estar con vuestro grupo -aseguraba, deteniendo su mirada en Belle- puedo adentrarme más, y quizás poder encontrar muestras más interesantes o incluso la fuente. En caso de no haberme topado con ustedes habría regresado -imitar a Roku le dolía en el cerebro-. Continuaré con vosotros hasta que mi curiosidad esté satisfecha, ayudándolos en todo lo que sea posible. No tengo ojos ni nariz en la cabeza -decía señalándosela-, así que pocas atenciones requiero, intentaré no molestar.
“Cuídame bien, onii-chan” pensó en decirle, pero seguro que Roku se cabrearía. Tras esto, y como muestra de implicación, se ofreció a ir en la vanguardia. “Por si hay algún peligro”, le aclaró a Belle. Aunque pudiera parecer valiente, esto solo se debía a que Bakemono esperaba que, al estar todo aquel ambiente “así”, la mayor amenaza fuera un rookie debilitado al cual poder inmovilizar sin mayor peligro, pero al rato de caminar se topó con algo inesperado.
Un Seadramon. Un maldito Seadramon (Bakemono empleó otro término, pero en las inmediaciones seguía habiendo bebés y no era cuestión de escandalizarlos) emergió, súbitamente gritando. Bakemono, por acto reflejo, y aunque sabía que la diferencia abismal de nivel no serviría para nada, le pegó un zarpazo cargado de energía (dracu's claws), pero el resultado fue sorprendente, pues el digimon se derrumbó sin problemas.
-¿En serio? -dijo- ¿Esto es de verdad, o ahora la niebla provoca alucinaciones? ¿Vosotros veis a la serpiente como la veo yo? -preguntaba, señalándola- Vale... Veamos qué pasa aquí.
Bakemono pensó que esto es lo que haría Roku, investigar por qué el digimon permanecía en forma champion, pero debilitado. Tocó la supercie donde se movía, y era obvio que no tenía la textura gelatinosa de la tierra, sino que era completamente líquida. Lo comparó con la tierra, y decidió experimentar, escarvando un poco en la tierra, comprobando su teoría. Empleando su técnica para incrementar la velocidad, y a bastantes unos metros del suelo, había algo similar a sirope que iba manando hasta la superficie, intoxicándola.
Esta sustancia, al evaporarse, conformaba aquel ambiente oscuro y lógrevo. Ahora, por el agua se diluía, extendiéndose más lentamente. Esto explicaba la situación de Seadramon, enfermo, pero no al punto de revertir a su forma anterior. Sin los planteamientos éticos de Roku, el digimon agarró a la serpiente marina, y, con un gran esfuerzo... Colocó la cabeza en el agujero, sumergiéndola en aquella negrura tóxica.
-Supongo que a mí ya no puede debilitarme más -reía el diablillo- pero veamos qué pasa contigo.
Moviendo la cola, luchando con sus escasas fuerzas, el Seadramon acabó rebertiendo a su estado de rookie, Gomamon, pero estaba prácticamente inconsciente. Bakemono abrió su bote y lo vació, recogiendo aquella sustancia subterránea que, al ser más pura, estimaba como mejor muestra.
-Bueno, no creo que sea seguro cruzar este... Lago. Aunque debilitados, no sabemos el número de digimons ni su nivel, a ver si puedo ver su extensión -decía, encaramándose a un árbol-... Veamos.
Imposible de bordear, y no atinaba a ver el otro lado. ¿Pero qué diablos era ese lago? Aunque sus dimensiones no pudieran medirse, si se usaba para pescar o algo, debería haber alguna barca por allí, o en el peor de los casos, improvisar una tallando con sus manos. Por curiosidad, giró la cabeza, y pudo ver en otra dirección un pequeño grupo de casas.
-¡Dos opciones hay! -gritaba desde lo alto- ¡O bien se construye algo para cruzar esto, o bien vamos al poblado de allá! -apuntaba con su garra-¡¿Qué os es más cómodo?!
Aunque ciertamente quería preguntar “¿Qué prefieres, Belle?”.
-Disculpa, es solo que no estoy acostumbrado a tratar con digimons tan...-decía acordándose ya de las múltiples experiencias que tuvo en el desierto con Gatomon- ... -ciertamente le costaba encontrar adjetivos, pensando solamente en apelativos negativos de aquel digimon que solo le denigraba y golpeaba- Perfectas. Si no te molesta, me gustaría sostener tu mano solo unos segundos más...
Con un leve suspiro dejó que aquella mano se fuera. Bakemono ahora estaba triste, pues cuando acabaran aquel encargo, o simplemente cuando aquel lugar se purificase o algo, probablemente Roku volvería a tomar el control, así que pasar tiempo con aquella digimon era un pensamiento alocado.
-Pídele su número, por mí no te cortes -afirmaba la voz mental que ahora era Roku-. Total, nada te obliga a cumplir el trato.
-No tendríamos un sitio al que ir, y si ella sale de aquí, lo más obvio, volveremos a cambiar papeles, así que mejor hacer el trabajo -le respondía Bakemono en una conversación que solo ellos podían atender-. Además, creo que uno de estos dos será más su tipo que una “plumilla” como yo...
-Dos cosas, Bakemono: la primera es que no hagas casos de los insultos del pasado, estaba nerviosa por la situación con su amiga y era su forma de desahogo, no eres una plumilla, eres una castaña. Y segundo, si te hubieras negado, ahora que estoy “dentro” he ido a tus recuerdos.
-¡Eso es una violación de mi intimi...!-recordó que eso fue lo que él hizo- ¿Y bien?
-No he podido acceder a mucho en este tiempo, casi todo son interferencias, pero en vez de luchar por el control te encargas tú del trabajo. Que indague o no en tu cabeza depende de cómo te portes-finalizaba la amenaza-. Por cierto, de momento solo tengo un nombre, “Jack el Destripador”, ¿así te llamabas antes?
-... Eso no es un nombre...
Aparentemente en las nubes, el gesto de Bakemono se torció, pareciendo que la distancia tomada por su ideal de mujer le turbaba más de lo esperado. Pero no era así. Aunque aquel fuera su nombre, odiaba aquella nomenclatura. Era una historia desagradable y que Roku acabara accediendo a ella no le hacía ninguna gracia. Estaba cabreado.
“Babosomono” fue lo que definitivamente lo atrajo. No le agradaba que derivaran así su nuevo nombre. Su actitud le parecía ofensiva y, por su estado de ánimo, tenía ganas de paralizarlo con su mirada, agarrarle del cuello y ahogarlo en el primer charco que encontrara. Claro que seguro que ese es el tipo de actitudes que Roku reprendería. Oyo las preguntas de aquel digimon que, al no ser su querida Belle, ni Elith, ni Kendoka nº4 (ya que el primero que conoció fue Roku, el segundo era en un circo y el tercero en el desierto) no recordaba muy bien.
-¡Eth! ¡Es una sílaba, por las Fortunas, es imposible olvidarse!- gritaba el humano interior
-Eeeehm...
-Y el kendoka es Vaal... ¿En serio, Bakamono, en serio?
-Vale, vale -dijo, casi susurrando- ya está. Sí Eth -le respondía ya en un tono audible-, aunque llegué aquí casi por casualidad, siempre llevo cosas para recoger muestras -alegaba sacando el bote ya repleto de aquel mancillo negro-, por si encuentro nuevas especies para alimentarme, minerales para trabajar o, alguien no lo quiera, restos de algún digimon. A veces dejan cosas divertidas con las que trabajar, investigar y eso. En esta ocasión, al ser un paseo poco más que rutinario, solo tengo un bote, generalmente voy mejor equipado -”cuando soy Roku y sabemos que vamos a un sitio, por ejemplo, desértico”, pensó-, pero ya que este ambiente no me afecta en lo más mínimo, decidí explorar un poco más. Al estar con vuestro grupo -aseguraba, deteniendo su mirada en Belle- puedo adentrarme más, y quizás poder encontrar muestras más interesantes o incluso la fuente. En caso de no haberme topado con ustedes habría regresado -imitar a Roku le dolía en el cerebro-. Continuaré con vosotros hasta que mi curiosidad esté satisfecha, ayudándolos en todo lo que sea posible. No tengo ojos ni nariz en la cabeza -decía señalándosela-, así que pocas atenciones requiero, intentaré no molestar.
“Cuídame bien, onii-chan” pensó en decirle, pero seguro que Roku se cabrearía. Tras esto, y como muestra de implicación, se ofreció a ir en la vanguardia. “Por si hay algún peligro”, le aclaró a Belle. Aunque pudiera parecer valiente, esto solo se debía a que Bakemono esperaba que, al estar todo aquel ambiente “así”, la mayor amenaza fuera un rookie debilitado al cual poder inmovilizar sin mayor peligro, pero al rato de caminar se topó con algo inesperado.
Un Seadramon. Un maldito Seadramon (Bakemono empleó otro término, pero en las inmediaciones seguía habiendo bebés y no era cuestión de escandalizarlos) emergió, súbitamente gritando. Bakemono, por acto reflejo, y aunque sabía que la diferencia abismal de nivel no serviría para nada, le pegó un zarpazo cargado de energía (dracu's claws), pero el resultado fue sorprendente, pues el digimon se derrumbó sin problemas.
-¿En serio? -dijo- ¿Esto es de verdad, o ahora la niebla provoca alucinaciones? ¿Vosotros veis a la serpiente como la veo yo? -preguntaba, señalándola- Vale... Veamos qué pasa aquí.
Bakemono pensó que esto es lo que haría Roku, investigar por qué el digimon permanecía en forma champion, pero debilitado. Tocó la supercie donde se movía, y era obvio que no tenía la textura gelatinosa de la tierra, sino que era completamente líquida. Lo comparó con la tierra, y decidió experimentar, escarvando un poco en la tierra, comprobando su teoría. Empleando su técnica para incrementar la velocidad, y a bastantes unos metros del suelo, había algo similar a sirope que iba manando hasta la superficie, intoxicándola.
Esta sustancia, al evaporarse, conformaba aquel ambiente oscuro y lógrevo. Ahora, por el agua se diluía, extendiéndose más lentamente. Esto explicaba la situación de Seadramon, enfermo, pero no al punto de revertir a su forma anterior. Sin los planteamientos éticos de Roku, el digimon agarró a la serpiente marina, y, con un gran esfuerzo... Colocó la cabeza en el agujero, sumergiéndola en aquella negrura tóxica.
-Supongo que a mí ya no puede debilitarme más -reía el diablillo- pero veamos qué pasa contigo.
Moviendo la cola, luchando con sus escasas fuerzas, el Seadramon acabó rebertiendo a su estado de rookie, Gomamon, pero estaba prácticamente inconsciente. Bakemono abrió su bote y lo vació, recogiendo aquella sustancia subterránea que, al ser más pura, estimaba como mejor muestra.
-Bueno, no creo que sea seguro cruzar este... Lago. Aunque debilitados, no sabemos el número de digimons ni su nivel, a ver si puedo ver su extensión -decía, encaramándose a un árbol-... Veamos.
Imposible de bordear, y no atinaba a ver el otro lado. ¿Pero qué diablos era ese lago? Aunque sus dimensiones no pudieran medirse, si se usaba para pescar o algo, debería haber alguna barca por allí, o en el peor de los casos, improvisar una tallando con sus manos. Por curiosidad, giró la cabeza, y pudo ver en otra dirección un pequeño grupo de casas.
-¡Dos opciones hay! -gritaba desde lo alto- ¡O bien se construye algo para cruzar esto, o bien vamos al poblado de allá! -apuntaba con su garra-¡¿Qué os es más cómodo?!
Aunque ciertamente quería preguntar “¿Qué prefieres, Belle?”.
- Tamer
- Faltas :Una por cada double.Prueba de Rol :ADigi Puntos :1060Ficha :NPCs :Nivel On Rol :Ancient spiritNivel On Rol de los Digi Aliados :Sven-Hyper SpiritIcono :Rango y Unidad :Roku Ginshô (Adam Odysseum)
Rango: Holy General
División: Four Holy Beast
Unidad/Sub-division: North Shield TurtleRango y Unidad Digi Aliado :Sven
Rango: Teniente
División: Four Holy Beast
Unidad/Sub-division: North Shield TurtleInventario :
Roku Ginshô
Re: 魔王透明帯子供の子守唄で破損?(Corrupción en la zona infantil ¿La nana de los señores demonio?) [Privado: Ethrios y Elith]
- No se que es lo que te preocupa - le respondi a mi digimon de igua, manera en un susurro - Sabes bien que en el peor de los casos seriamos 3 contra uno y saliendo de la zona pueden volver a sus etapas, dudo que ese digimon tenga una etapa mas fuerte que la de ustedes... y gracias por hacer caso -
Belle por su parte seguia anonadada por aquel comportamiento tan extraño de parte de aquel digimon, sin saber como responder a sus palabras solo atino a decir un - oh - que salio de su boca sin realmente quererlo, y ante la peticion dejo que sostuviera su mano sin quejarse, lo cual duro solo algunos segundos, antes de ver como su otro compañero digimon la observaba y salir de aquel trance
- Camina Vaal - le dijo algo molesta empujando su hombro y haciendole una seña con la mano al dracumon de que avanzaran
Nosotros seguiamos caminando, ganandoles por unos pocos metros, escuchaba las palabras de Eth sin prestarle realmente mucha atencion, saborear la muerte, intentaba quitarme esa frase de la cabeza pero alrededor solo podia observar el paisaje deprimente, aquellos charcos que parecian de alquitran solo terminaban por empeorar todo, y el olor que se sentia justo como mi digimon habia descrito era la cereza en el pastel
Contrario a lo que intentaba aparentar esta sensacion realmente era sobrecogedora, pero no en el sentido de causarme miedo, aquel olor putrido se habia tornado a mis sentidos como olor a carne fresca - Si... realmente es de maniaticos - oculte aquella leve sensacion familiar de cosas que no queria recordar realmente, por suerte mi propio digimon me saco de mis pensamientos al gritarle a nuestro acompañante temporal sus motivos
aquel ser llamado bakemono nos dio una explicacion de manera tranquila, desconocia si eso calmaria un poco a Eth, pero no detuvimos la marcha - Al menos se quedara con los demas, no creo que se torne molestia - hice aquel comentario por seguir la conversacion con mi digimon
Vaal se encontraba completamente entretenido con aquella escena, belle habia asentido ante las palabras del dracumon de quedarse atras y ahora avanzaban de esa forma, en primer lugar su tamer y digimon principal, seguidos de él y belle y al final bakemono
- ¿Estas bien belle? - pregunto el kotemon con cierto tono de burla
- Oh no empieces maguito, el volver una etapa te afecta -
- jajaja solo digo, es nuevo verte asi - belle en un movimiento rapido digno de ella tomo la espada de kotemon y la lanzo lejos haciendo que vaal tuviera que desviar su camino para ir por ella
pocos minutos pasaron antes de oir un ruido que hizo que todos giraramos a buscar de donde provenia, el lugar habia perdido su calma cuando un seadramon emergio de un lago color negruzco, siendo atacado casi de forma inmediata por el dracumon que parecio vencerlo con extrema facilidad para luego pedirnos explicaciones que segun su criterio eran ilusiones
- La vemos - respondio kotemon tranquilo, fuimos testigos de como aquel digimon obligaba al seadramon a sumergirse en uno de los charcos negros que parecian mas afectados, volviendo a su etapa rookie para caer rendido, a lo cual no le di demasiada importancia, no era como si pudieramos hacer algo mas, con una seña les indique a mis digimons que no se acercaran al afectado y siguieran caminando
frente a nosotros un lago extenso se apreciaba, aunque el dracumon se ofrecio para intentar ver algo mas desde las alturas subiendo a un arbol y solo confirmandonos que no habia muchas opciones para cruzar, logre divisar un tronco de arbol caido pero apenas y recorria unos metros en el agua para despues sumergirse, realizo una sugerencia señalando desde las alturas la direccion en la cual una aldea se encontraba
- Hay que rodear de todos modos, no perdere el tiempo buscando un modo de cruzar - avance primero, sin soltar la mano de mi digimon - Esten alerta - les avise a todos y como siempre sin esperarlos lideramos el grupo
- Ire con Elith - comento a belle dejandola con el dracumon y dandonos alcance, ella por su parte de su pequeño guante saco un tubo de cristal con tapa e hizo lo mismo que aquel digimon, obteniendo una pequeña muestra que termino nuevamente en su guante
- ¿Te encuentras bien? - me pregunto Vaal preocupado, solo asenti ante sus palabras mientras esperaba a que se retirara, pero se mantuvo a mi lado sin decir ni una palabra mas
- vaya desastre - hablo Belle cuando sintio al dracumon junto a ella - ¿Que crees que lo haya causado? - observo de reojo al pequeño digimon esperando una respuesta, aunque ni ella misma habia visto tal deterioro en tan poco tiempo
la tierra que pisabamos parecia cada vez mas inestable conforme avanzabamos, en algunas zonas comenzaban a formarse grietas de donde aquel liquido que habiamos visto segundos antes emanaba, pero no pensaba detenerme llegados a este punto, nos acercamos al pueblo, o lo que quedaba de él, donde vimos casas destruidas, algunas pequeñas para nuestro tamaño, construidas con hierbas y madera, algo comun en la zona del inicio, estabamos a pocos metros de llegar a ellas, cuando de pronto el piso a nuestros pies desaparecio... o en otras palabras se desmorono, dando lugar a otro de esos charcos de alquitran donde al menos yo cai sin poder evitarlo, solte la mano de mi digimon de forma rapida en un intento de que él saltara o evitara hundirse mientras vaal retrocedia un paso quedando justo en la orilla de aquel charco, que por suerte no era profundo, logre aferrarme de la orilla para no caer por completo, dandome cuenta de que podia sentir el piso debajo, mas habia quedado hundida de la cintura hacia abajo - ¡¿Es enserio?! - grite haciendo que belle que venia detras de nosotros soltara una carcajada
- Jajajaja pero Elith, ya habia reunido suficiente muestra - dijo bromista sacando aquel pequeño tubo y meciendolo en su mano, recibiendo una mirada fulminante de mi parte que no le importo en lo mas minimo
Vaal me tendio su espada de la cual me aferre despues de darme cuenta que de esa digimon no podia esperar mucho mas, y con algo de impulso logre sentarme en la orilla, maravillandome de que apenas sali de aquel charco mis ropajes se encontraban casi secos, puse mi mano en mi falda para luego separarla y observar como aquella mancha negra que cubria mis dedos iba desapareciendo de forma casi inmediata
- Supongo que el contacto con otras superficies acelera la evaporacion - menciono el kotemon a mi lado
- Aunque no en espacios cerrados - agrego belle haciendo alusion a su muestra, el liquido en el tubo de cristal habia bajado minimamente y se habia mantenido asi, un momento despues señalo al frente nuestro - Hay digimons ahi - giramos la vista hacia donde ella estaba apuntando, viendo algunas pequeñas siluetas al lado de las casas que al percatarse de esto se escondieron
- Consigamos algo de informacion - les dije levantandome de mi lugar y sacudiendo mi ropa que aun se sentia levemente humeda
Belle por su parte seguia anonadada por aquel comportamiento tan extraño de parte de aquel digimon, sin saber como responder a sus palabras solo atino a decir un - oh - que salio de su boca sin realmente quererlo, y ante la peticion dejo que sostuviera su mano sin quejarse, lo cual duro solo algunos segundos, antes de ver como su otro compañero digimon la observaba y salir de aquel trance
- Camina Vaal - le dijo algo molesta empujando su hombro y haciendole una seña con la mano al dracumon de que avanzaran
Nosotros seguiamos caminando, ganandoles por unos pocos metros, escuchaba las palabras de Eth sin prestarle realmente mucha atencion, saborear la muerte, intentaba quitarme esa frase de la cabeza pero alrededor solo podia observar el paisaje deprimente, aquellos charcos que parecian de alquitran solo terminaban por empeorar todo, y el olor que se sentia justo como mi digimon habia descrito era la cereza en el pastel
Contrario a lo que intentaba aparentar esta sensacion realmente era sobrecogedora, pero no en el sentido de causarme miedo, aquel olor putrido se habia tornado a mis sentidos como olor a carne fresca - Si... realmente es de maniaticos - oculte aquella leve sensacion familiar de cosas que no queria recordar realmente, por suerte mi propio digimon me saco de mis pensamientos al gritarle a nuestro acompañante temporal sus motivos
aquel ser llamado bakemono nos dio una explicacion de manera tranquila, desconocia si eso calmaria un poco a Eth, pero no detuvimos la marcha - Al menos se quedara con los demas, no creo que se torne molestia - hice aquel comentario por seguir la conversacion con mi digimon
Vaal se encontraba completamente entretenido con aquella escena, belle habia asentido ante las palabras del dracumon de quedarse atras y ahora avanzaban de esa forma, en primer lugar su tamer y digimon principal, seguidos de él y belle y al final bakemono
- ¿Estas bien belle? - pregunto el kotemon con cierto tono de burla
- Oh no empieces maguito, el volver una etapa te afecta -
- jajaja solo digo, es nuevo verte asi - belle en un movimiento rapido digno de ella tomo la espada de kotemon y la lanzo lejos haciendo que vaal tuviera que desviar su camino para ir por ella
pocos minutos pasaron antes de oir un ruido que hizo que todos giraramos a buscar de donde provenia, el lugar habia perdido su calma cuando un seadramon emergio de un lago color negruzco, siendo atacado casi de forma inmediata por el dracumon que parecio vencerlo con extrema facilidad para luego pedirnos explicaciones que segun su criterio eran ilusiones
- La vemos - respondio kotemon tranquilo, fuimos testigos de como aquel digimon obligaba al seadramon a sumergirse en uno de los charcos negros que parecian mas afectados, volviendo a su etapa rookie para caer rendido, a lo cual no le di demasiada importancia, no era como si pudieramos hacer algo mas, con una seña les indique a mis digimons que no se acercaran al afectado y siguieran caminando
frente a nosotros un lago extenso se apreciaba, aunque el dracumon se ofrecio para intentar ver algo mas desde las alturas subiendo a un arbol y solo confirmandonos que no habia muchas opciones para cruzar, logre divisar un tronco de arbol caido pero apenas y recorria unos metros en el agua para despues sumergirse, realizo una sugerencia señalando desde las alturas la direccion en la cual una aldea se encontraba
- Hay que rodear de todos modos, no perdere el tiempo buscando un modo de cruzar - avance primero, sin soltar la mano de mi digimon - Esten alerta - les avise a todos y como siempre sin esperarlos lideramos el grupo
- Ire con Elith - comento a belle dejandola con el dracumon y dandonos alcance, ella por su parte de su pequeño guante saco un tubo de cristal con tapa e hizo lo mismo que aquel digimon, obteniendo una pequeña muestra que termino nuevamente en su guante
- ¿Te encuentras bien? - me pregunto Vaal preocupado, solo asenti ante sus palabras mientras esperaba a que se retirara, pero se mantuvo a mi lado sin decir ni una palabra mas
- vaya desastre - hablo Belle cuando sintio al dracumon junto a ella - ¿Que crees que lo haya causado? - observo de reojo al pequeño digimon esperando una respuesta, aunque ni ella misma habia visto tal deterioro en tan poco tiempo
la tierra que pisabamos parecia cada vez mas inestable conforme avanzabamos, en algunas zonas comenzaban a formarse grietas de donde aquel liquido que habiamos visto segundos antes emanaba, pero no pensaba detenerme llegados a este punto, nos acercamos al pueblo, o lo que quedaba de él, donde vimos casas destruidas, algunas pequeñas para nuestro tamaño, construidas con hierbas y madera, algo comun en la zona del inicio, estabamos a pocos metros de llegar a ellas, cuando de pronto el piso a nuestros pies desaparecio... o en otras palabras se desmorono, dando lugar a otro de esos charcos de alquitran donde al menos yo cai sin poder evitarlo, solte la mano de mi digimon de forma rapida en un intento de que él saltara o evitara hundirse mientras vaal retrocedia un paso quedando justo en la orilla de aquel charco, que por suerte no era profundo, logre aferrarme de la orilla para no caer por completo, dandome cuenta de que podia sentir el piso debajo, mas habia quedado hundida de la cintura hacia abajo - ¡¿Es enserio?! - grite haciendo que belle que venia detras de nosotros soltara una carcajada
- Jajajaja pero Elith, ya habia reunido suficiente muestra - dijo bromista sacando aquel pequeño tubo y meciendolo en su mano, recibiendo una mirada fulminante de mi parte que no le importo en lo mas minimo
Vaal me tendio su espada de la cual me aferre despues de darme cuenta que de esa digimon no podia esperar mucho mas, y con algo de impulso logre sentarme en la orilla, maravillandome de que apenas sali de aquel charco mis ropajes se encontraban casi secos, puse mi mano en mi falda para luego separarla y observar como aquella mancha negra que cubria mis dedos iba desapareciendo de forma casi inmediata
- Supongo que el contacto con otras superficies acelera la evaporacion - menciono el kotemon a mi lado
- Aunque no en espacios cerrados - agrego belle haciendo alusion a su muestra, el liquido en el tubo de cristal habia bajado minimamente y se habia mantenido asi, un momento despues señalo al frente nuestro - Hay digimons ahi - giramos la vista hacia donde ella estaba apuntando, viendo algunas pequeñas siluetas al lado de las casas que al percatarse de esto se escondieron
- Consigamos algo de informacion - les dije levantandome de mi lugar y sacudiendo mi ropa que aun se sentia levemente humeda
- Tamer & Digimon
- Prueba de Rol :ADigi Puntos :513Nivel On Rol :MegaIcono :Rango y Unidad :Elith
Rango: Chaos general
División: D-brigade
Unidad/Sub-division: Blue Demons
Vaal
Rango: Chaos general
División: D-brigade
Unidad/Sub-division: Blue Demons
Rango y Unidad Digi Aliado :
Elith
Re: 魔王透明帯子供の子守唄で破損?(Corrupción en la zona infantil ¿La nana de los señores demonio?) [Privado: Ethrios y Elith]
A la mitad de sus palabras (más bien desde el principio) perdí completo interés en lo que aquel dudoso digimon podía decirme transformando toda su plática en ruidos de fondos, algo así como el molesto zumbido de un insecto revoloteando por tus orejas el cual no puedes alejar. Era algo molesto que dentro de mi mente comenzó a perder volumen e intensidad hasta prácticamente olvidar por completo aquel ser. –“Bueno en que estaba”- simplemente pase página sobre aquel digimon que me provocada demasiada desconfianza hasta el punto de que si obtenía alguna prueba que las reafirmara no dudaría en acabar con su existencia, pero claro no podía dejarle saber eso Elith sobre todo estando Vaal presente –“a vece suele ser una completa molestia”- estaba claro que el interferiría en mis planes como siempre ocurría y luego terminaría lamentándolo -“lo de siempre”- por el momento habían asuntos más molestos así que solo me encogí de hombros y continúe al lado de Elith sin detenerme.
Como siempre las conversaciones entre mis compañeros poco y nada me importaban a excepción de las palabras de mi compañera. Escuchar las pláticas de belle y Vaal poseían la misma diversión que sentarse por horas frente a un muro para contemplar como la pintura de este se secaba lentamente; en otras palabras, era algo aburrido hasta el punto de decir basta –“si tan solo algo ocurriera…”- este deseo era casi una plegaria que milagrosamente no se hizo esperar y frente a nosotros de forma fortuita apareció un seadramon. Al ver la escena solo una pregunta podía surgir en mi ¿Qué hacía en este sitio? La cual rápidamente me respondí con un qué importa, ya fuera cualquier otro digimon fuerte ´poco y nada me interesaba pues mi misión era solo investigar el motivo de la enfermedad en el bosque.
-Si seguro es una ilusión “y tu un dolor de cabeza”- respondí en voz baja al Babosomono cuando este intento buscar respuesta a la situación insólita que ocurría. Si hubieran sido otros tiempos yo también me encontraría atónito al ver como un digimon de nivel inferior vencía a otro más fuerte, pero claro reuniendo un poco de pistas uno podía concluir algunas cosas: el lugar obviamente debilitaba a los digimon, aquel seadramon a pesar de ser campeón no se veía en perfectas condiciones y tener el cuerpo sobre esa cosa negra no ayudaba.
- “¿Qué espera ganar haciendo esto? ¿es estúpido? ¿intenta impresionar a alguien? No sin duda es la segunda opción”- que lograba alguien torturando a los débiles, realmente debía alguien perder su dignidad de tal forma para hacer un acto sin sentido. No pensaba juzgarlo ya que, aunque quisiera mi posición era todo lo contrario a la bondad. ¡El seadramon no reportaba ningún beneficio como para preocuparme por él! –bah! Qué más da…- traspase mi atención sobre otro punto hasta que el molesto digimon terminara su faena.
A unos pocos metros más adelante estaba frente especie de lago cuyas aguas eran de un color que nadie pensaría cruzar directamente. El dracumon cual quiera fuera su nombre propuso la opción de bordear o cruzarlo, Elith por su cuenta opto por lo primero tomando mi mano y guiándome hacia lo que parecía ser un pueblo y digo parecía por su lamentable estado. Las casas en ese lugar se encontraban derruidas, algunas hasta ni techo tenían –“podrían edificar con mejores materiales”- puede que fuera a causa de algún digimon o desastre natural, pero claro hechas de hierbas y maderas hasta un simple viento sería capaz de acabar con ellas. Ella debía estar demasiado concentrada para no darse cuenta de lo que pasaba a nuestros pies –Elith...- susurre intentando advertirle, pero no fue a tiempo ya que en tan solo unos pocos segundos la mitad de su cuerpo ya se encontraba atrapado en aquel liquido -si tenías calor solo podías haber tomado un poco de agua para refrescarte- bromee al cerciorarme que su estado era optimo, aparte de la suciedad nada raro le había pasado y mientras kotemon la ayudaba a salir belle noto la presencia de otros digimon. Habíamos encontrado una fuente de información a la que exprimir cualquier dato del lugar.
Amablemente fui el que se ofreció para entrar en contacto con los digimon de este pueblo. De manera calmada me acerque donde se escondían para hablarles de forma amable. –¡¡Salgan de ahí!! No me hagan destruir todo lo que queda de este sitio- aquello ultimo lo dije en voz baja para que solo ellos lo pudieran escuchar.
-N…n…no…queremos…señor…ustedes deben ser amigos de ellos- contestaron todos al unísono agazapando sus cuerpos en el lugar donde se ocultaban. Al parecer el causante de todo esto tenia nombre y quizá apellido. Siempre era mejor tener a alguien para golpear en vez de lanzar puñetazo al aire.
-Vamos no se de quienes hablan, nosotros arribamos hace poco a este sitio- intente gesticular de forma calmada para darles a entender que no éramos sus enemigos en esta ocasión, pero claro estaban tan aterrados que mis palabras solo serían llevadas al viento. Sus oídos y ojos se negaban a la verdad.
-No…caeremos…en…eso…- sus cuerpos no paraban de temblar y lágrimas comenzaban a asomarse de sus ojos cualquiera que fuera el enemigo los había aterrado hasta tal punto para no confiar en nadie más.
- “¡No tengo tiempo para esto!”- mira que iba a perder el tiempo conversando con estos digimon. Estire mi mano tomando un pequeño con fuerza y lanzándolo a los pies de Elith. –¡Este pequeño se ha ofrecido a relatarnos todo lo acontecido en este pueblo, el muy amablemente a pedido que lo ayudemos a hacer memoria si es necesario!- luego de eso me voltee hacia los otros escondidos. –¡Ustedes no se muevan de aquí!- les advertí volviendo al lado de Elith esperando que los otros pudieran obtener información.
Como siempre las conversaciones entre mis compañeros poco y nada me importaban a excepción de las palabras de mi compañera. Escuchar las pláticas de belle y Vaal poseían la misma diversión que sentarse por horas frente a un muro para contemplar como la pintura de este se secaba lentamente; en otras palabras, era algo aburrido hasta el punto de decir basta –“si tan solo algo ocurriera…”- este deseo era casi una plegaria que milagrosamente no se hizo esperar y frente a nosotros de forma fortuita apareció un seadramon. Al ver la escena solo una pregunta podía surgir en mi ¿Qué hacía en este sitio? La cual rápidamente me respondí con un qué importa, ya fuera cualquier otro digimon fuerte ´poco y nada me interesaba pues mi misión era solo investigar el motivo de la enfermedad en el bosque.
-Si seguro es una ilusión “y tu un dolor de cabeza”- respondí en voz baja al Babosomono cuando este intento buscar respuesta a la situación insólita que ocurría. Si hubieran sido otros tiempos yo también me encontraría atónito al ver como un digimon de nivel inferior vencía a otro más fuerte, pero claro reuniendo un poco de pistas uno podía concluir algunas cosas: el lugar obviamente debilitaba a los digimon, aquel seadramon a pesar de ser campeón no se veía en perfectas condiciones y tener el cuerpo sobre esa cosa negra no ayudaba.
- “¿Qué espera ganar haciendo esto? ¿es estúpido? ¿intenta impresionar a alguien? No sin duda es la segunda opción”- que lograba alguien torturando a los débiles, realmente debía alguien perder su dignidad de tal forma para hacer un acto sin sentido. No pensaba juzgarlo ya que, aunque quisiera mi posición era todo lo contrario a la bondad. ¡El seadramon no reportaba ningún beneficio como para preocuparme por él! –bah! Qué más da…- traspase mi atención sobre otro punto hasta que el molesto digimon terminara su faena.
A unos pocos metros más adelante estaba frente especie de lago cuyas aguas eran de un color que nadie pensaría cruzar directamente. El dracumon cual quiera fuera su nombre propuso la opción de bordear o cruzarlo, Elith por su cuenta opto por lo primero tomando mi mano y guiándome hacia lo que parecía ser un pueblo y digo parecía por su lamentable estado. Las casas en ese lugar se encontraban derruidas, algunas hasta ni techo tenían –“podrían edificar con mejores materiales”- puede que fuera a causa de algún digimon o desastre natural, pero claro hechas de hierbas y maderas hasta un simple viento sería capaz de acabar con ellas. Ella debía estar demasiado concentrada para no darse cuenta de lo que pasaba a nuestros pies –Elith...- susurre intentando advertirle, pero no fue a tiempo ya que en tan solo unos pocos segundos la mitad de su cuerpo ya se encontraba atrapado en aquel liquido -si tenías calor solo podías haber tomado un poco de agua para refrescarte- bromee al cerciorarme que su estado era optimo, aparte de la suciedad nada raro le había pasado y mientras kotemon la ayudaba a salir belle noto la presencia de otros digimon. Habíamos encontrado una fuente de información a la que exprimir cualquier dato del lugar.
Amablemente fui el que se ofreció para entrar en contacto con los digimon de este pueblo. De manera calmada me acerque donde se escondían para hablarles de forma amable. –¡¡Salgan de ahí!! No me hagan destruir todo lo que queda de este sitio- aquello ultimo lo dije en voz baja para que solo ellos lo pudieran escuchar.
-N…n…no…queremos…señor…ustedes deben ser amigos de ellos- contestaron todos al unísono agazapando sus cuerpos en el lugar donde se ocultaban. Al parecer el causante de todo esto tenia nombre y quizá apellido. Siempre era mejor tener a alguien para golpear en vez de lanzar puñetazo al aire.
-Vamos no se de quienes hablan, nosotros arribamos hace poco a este sitio- intente gesticular de forma calmada para darles a entender que no éramos sus enemigos en esta ocasión, pero claro estaban tan aterrados que mis palabras solo serían llevadas al viento. Sus oídos y ojos se negaban a la verdad.
-No…caeremos…en…eso…- sus cuerpos no paraban de temblar y lágrimas comenzaban a asomarse de sus ojos cualquiera que fuera el enemigo los había aterrado hasta tal punto para no confiar en nadie más.
- “¡No tengo tiempo para esto!”- mira que iba a perder el tiempo conversando con estos digimon. Estire mi mano tomando un pequeño con fuerza y lanzándolo a los pies de Elith. –¡Este pequeño se ha ofrecido a relatarnos todo lo acontecido en este pueblo, el muy amablemente a pedido que lo ayudemos a hacer memoria si es necesario!- luego de eso me voltee hacia los otros escondidos. –¡Ustedes no se muevan de aquí!- les advertí volviendo al lado de Elith esperando que los otros pudieran obtener información.
Ethrios
Re: 魔王透明帯子供の子守唄で破損?(Corrupción en la zona infantil ¿La nana de los señores demonio?) [Privado: Ethrios y Elith]
Sentía que incomodaba, pero de verdad había pasado mucho tiempo desde que pudo hacer eso. Sostener la mano de alguien y dejar pasar el tiempo.¿Cuántos años haría? ¿Cuál fue la última mano que pudo aferrar antes de aquello? Le costaba recordar, pues ciertamente la noción del tiempo encerrado no es que fuera precisa. Pero pudo recordarla. Aquella mano, blanca, suave, sí, aquella memoria aún era accesible, pero luego vinieron recuerdos más dolorosos. Soltándose de golpe, como si Belle quemara, se quedó mirando sus propias palmas como si hubiera algo raro en ellas.
-Ah, disculpa de nuevo, y gracias... -de verdad estaba agradecido, pero ahora solo podía pensar en que, de todos los digimons, él era el menos indicado para ir pidiendo cosas así-... De veras que lo siento... -dijo en voz baja, más por la persona a la que falló que por Belle.
Pudo ver como ella y su compañero hablaban, mas la conversación que mantuvieran le importaba bien poco. Solo podía pensar en las manos que, a lo largo de su existencia, fueron oprimiendo la suya. Vio como la digimon le indicaba que podía seguirles, y así lo hizo, pero su mente estaba en otra parte.
Aquellos pequeños digimons, sin hogar ni familia, llorosos, agarrándose a él bajo la promesa de darles lo que el digimundo no les pudo proporcionar. Las risas, esos ojos llenos de ilusión, el sentimiento de estar haciendo lo correcto. Todo se desvaneció en un solo día.
El crepitar de las llamas, los gritos de dolor y las súplicas eran acalladas por una única risa. La suya.
Ciertamente, tras aquello perdió la posibilidad de ser feliz, y más de ir pidiendo favores a otros. Estaba donde tenía que estar, encerrado y sin poder reencarnarse. Deseaba acabar pronto con aquello y poder volver delegar en Roku el control del cuerpo.
-Lo siento... De verdad, lo siento...-repetía una y otra vez casi susurrando mientras las imágenes iban sucediéndose en su mente- Yo no quería...
Por suerte, algo le hizo salir de este trance, y fue una risa que opacó la que resonaba cada vez mas fuerte en sus memorias. La de Belle. Al percatarse de cómo la humana había caído en una especie de cenagal, ciertamente le preocupaba conocer de ese modo si la sustancia podía afectar a los humanos, pero viendo que su estado no empeoraba, decidió dejar todas sus preocupaciones para centrarse en aquella digimon.
-Tienes una risa muy bonita -dijo, aunque pensando que cualquiera serviría para acallar la “otra”- ¿Te lo han dicho alguna vez?
Viendo que ya ayudaban a la tamer no se ofreció a hacer nada, puesto que con sus garras probablemente solo entorpecería las cosas o, peor aún, podría lastimar a alguien sin querer. Viendo como hablaban de las muestras y su composición se dio cuenta de esos detalles, pero le seguia importando más que cómo preservarlo algún modo de depurar o eliminarlo, y aunque parecía que el mismo ambiente se encargaba de ello era una solución terriblemente lenta y aburrida para él.
Después Belle percibió algunos digimons, siendo su contraparte masculina (o al menos así los consideraba Bakemono) el que fue a ver si servirían de algo. Aprovechando que no estaba dicho digimon, el Dracumon pensaba que sería una buena ocasión para conocer mejor ya no solo a la Impmon, sino a todo el grupo en general.
-Bueno, si no es mucha indiscreción...-le costaba aún sonar amable con el vocabulario que solía usar Roku- ¿Son todos ustedes compañeros de la misma tamer? Es decir, si todos van al mismo digivice o si la señorita porta tres diferentes...
Antes de que esta conversación llegara a más, un pequeñín cayó a los pies de Elith, temblando y balbuceando. El digimon demonio aseguraba que había decidido cooperar, pero obviamente estaba mudo por el miedo. A Bakemono no le gustaba esto, el hecho de ver a un digimon tan pequeño en esa situación, pero, y sin poder hacer mucho más, decidió intentar tranquilizarlo.
-¡Eh, peque! -le dijo- Varios niveles campeón del tipo bestia están echando una carrera. Si te digo que va ganando Garurumon, ¿sabrías decirme quién va el último?
Esperando unos segundos a ver si respondía algo, decidió dar la respuesta.
-Obviamente Gururumon, ¿lo pillas? ¡Por el orden de las vocales! -viendo que el chiste era pésimo, decidió volver a intertarlo- B-bueno, a ver este... Van un Gabumon y un Psychemon, dos digimons muy parecidos, y el primero le suelta “Sabes que eres un recolor de mi raza, ¿verdad?”, a lo cual le respondió “Sí-y-qué” (que suena como “Psy-y-ché”), ¡y por eso se llaman así!
Eran bromas improvisadas, y aunque no tuvieran éxito, Bakemono lo hacía de corazón para evitar que el bebé empezara a llorar.
-Ah, disculpa de nuevo, y gracias... -de verdad estaba agradecido, pero ahora solo podía pensar en que, de todos los digimons, él era el menos indicado para ir pidiendo cosas así-... De veras que lo siento... -dijo en voz baja, más por la persona a la que falló que por Belle.
Pudo ver como ella y su compañero hablaban, mas la conversación que mantuvieran le importaba bien poco. Solo podía pensar en las manos que, a lo largo de su existencia, fueron oprimiendo la suya. Vio como la digimon le indicaba que podía seguirles, y así lo hizo, pero su mente estaba en otra parte.
Aquellos pequeños digimons, sin hogar ni familia, llorosos, agarrándose a él bajo la promesa de darles lo que el digimundo no les pudo proporcionar. Las risas, esos ojos llenos de ilusión, el sentimiento de estar haciendo lo correcto. Todo se desvaneció en un solo día.
El crepitar de las llamas, los gritos de dolor y las súplicas eran acalladas por una única risa. La suya.
Ciertamente, tras aquello perdió la posibilidad de ser feliz, y más de ir pidiendo favores a otros. Estaba donde tenía que estar, encerrado y sin poder reencarnarse. Deseaba acabar pronto con aquello y poder volver delegar en Roku el control del cuerpo.
-Lo siento... De verdad, lo siento...-repetía una y otra vez casi susurrando mientras las imágenes iban sucediéndose en su mente- Yo no quería...
Por suerte, algo le hizo salir de este trance, y fue una risa que opacó la que resonaba cada vez mas fuerte en sus memorias. La de Belle. Al percatarse de cómo la humana había caído en una especie de cenagal, ciertamente le preocupaba conocer de ese modo si la sustancia podía afectar a los humanos, pero viendo que su estado no empeoraba, decidió dejar todas sus preocupaciones para centrarse en aquella digimon.
-Tienes una risa muy bonita -dijo, aunque pensando que cualquiera serviría para acallar la “otra”- ¿Te lo han dicho alguna vez?
Viendo que ya ayudaban a la tamer no se ofreció a hacer nada, puesto que con sus garras probablemente solo entorpecería las cosas o, peor aún, podría lastimar a alguien sin querer. Viendo como hablaban de las muestras y su composición se dio cuenta de esos detalles, pero le seguia importando más que cómo preservarlo algún modo de depurar o eliminarlo, y aunque parecía que el mismo ambiente se encargaba de ello era una solución terriblemente lenta y aburrida para él.
Después Belle percibió algunos digimons, siendo su contraparte masculina (o al menos así los consideraba Bakemono) el que fue a ver si servirían de algo. Aprovechando que no estaba dicho digimon, el Dracumon pensaba que sería una buena ocasión para conocer mejor ya no solo a la Impmon, sino a todo el grupo en general.
-Bueno, si no es mucha indiscreción...-le costaba aún sonar amable con el vocabulario que solía usar Roku- ¿Son todos ustedes compañeros de la misma tamer? Es decir, si todos van al mismo digivice o si la señorita porta tres diferentes...
Antes de que esta conversación llegara a más, un pequeñín cayó a los pies de Elith, temblando y balbuceando. El digimon demonio aseguraba que había decidido cooperar, pero obviamente estaba mudo por el miedo. A Bakemono no le gustaba esto, el hecho de ver a un digimon tan pequeño en esa situación, pero, y sin poder hacer mucho más, decidió intentar tranquilizarlo.
-¡Eh, peque! -le dijo- Varios niveles campeón del tipo bestia están echando una carrera. Si te digo que va ganando Garurumon, ¿sabrías decirme quién va el último?
Esperando unos segundos a ver si respondía algo, decidió dar la respuesta.
-Obviamente Gururumon, ¿lo pillas? ¡Por el orden de las vocales! -viendo que el chiste era pésimo, decidió volver a intertarlo- B-bueno, a ver este... Van un Gabumon y un Psychemon, dos digimons muy parecidos, y el primero le suelta “Sabes que eres un recolor de mi raza, ¿verdad?”, a lo cual le respondió “Sí-y-qué” (que suena como “Psy-y-ché”), ¡y por eso se llaman así!
Eran bromas improvisadas, y aunque no tuvieran éxito, Bakemono lo hacía de corazón para evitar que el bebé empezara a llorar.
- Tamer
- Faltas :Una por cada double.Prueba de Rol :ADigi Puntos :1060Ficha :NPCs :Nivel On Rol :Ancient spiritNivel On Rol de los Digi Aliados :Sven-Hyper SpiritIcono :Rango y Unidad :Roku Ginshô (Adam Odysseum)
Rango: Holy General
División: Four Holy Beast
Unidad/Sub-division: North Shield TurtleRango y Unidad Digi Aliado :Sven
Rango: Teniente
División: Four Holy Beast
Unidad/Sub-division: North Shield TurtleInventario :
Roku Ginshô
Re: 魔王透明帯子供の子守唄で破損?(Corrupción en la zona infantil ¿La nana de los señores demonio?) [Privado: Ethrios y Elith]
el primero de mis digimons en avanzar como casi siempre lo hacia era Eth, el cual se acerco a platicar de manera "amable" con aquellos digimons en etapas tempranas, me quede observando la manera en la que comenzaba a hablar con ellos cuando la pregunta de aquel digimon a nuestro lado llamo la atencion, Vaal estaba por contestarle pero antes de poder hablar un digimon bebe llego volando hacia mis pies mientras mi impmon les advertia a los demas que no se movieran, provocando que solo se quedaran temblando en su lugar, suspire volteando a ver al pequeño upamon que tenia los ojos llorosos, e intente hablarle siendo interrumpida por el dracumon quien solto un acertijo que no tenia ningun sentido
Belle y Vaal se quedaron observando sin comprender a aquel digimon que parecia intentar animar los animos de ese pequeño, girando a verse entre ellos de forma momentanea como preguntandole el uno al otro si sabia a que se referian las "bromas" de ese digimon llamado bakemono, mas los dos negaron generandose un silencio incomodo como respuesta, el bebe solo atino a ver con miedo al dracumon, y antes de que estallara en llanto tuve que atreverme a interrumpir
me acerque a su posicion dando un paso y me sente en cuclillas para quedar un poco mas cerca de aquel pequeño
- Tranquilo, solo son malas bromas, no te haran nada - intente calmarlo mas volvio a ver a los demas digimons acompañandolo y no soporto mas, un llanto debil salio de la boca de aquel upamon, bufe al darme cuenta que mi compañia no se veia del todo la mas amigable, asi que sin decir mas lo cargue en mis brazos abrazandolo de manera delicada - solo queremos saber quien fue el causante de esto, no hay necesidad de llorar - le dije con un tono tranquilo sin dejar de abrazarlo, despues de algunos segundos el llanto fue disminuyendo
- No... n.. nos hagan.... daño - hipó entre sus palabras
- Mi digimon no es del todo amabilidad, mas no es malo - el pequeño tuvo un debil escalofrio - Vinimos a ayudarlos, por eso estamos intentando hablarles primero, hasta el dracumon a mi lado trato de animarte - siguio hipando por algunos segundos mas antes de volver a hablar
- Ellos... -
- Oye pequeño, debes ser mas especifico, si no este dulce impmon se enojara - señalo levemente a Eth provocando que el upamon se quedara estatico por un momento
- Vinieron y contaminaron el lago... soltaron algo por lo que oi... y pronto todos los digimons mas grandes volvieron a sus etapas bebes... luego nos atacaron... destruyeron las casas que ven aqui y nos amenazaron - parecia que la advertencia de Belle habia ayudado
- ¿Saben donde se encuentran? - nego de manera inmediata
- Solo nos advirtieron que no salieramos de nuestro pueblo -
- ¿Que digimons? -
- Un baromon, dobermon, DarkLizardmon - se acurruco mas en mis brazos al pronunciar sus nombres
- Bien, es todo lo que necesitabamos - acaricie su cabeza y lo baje al piso nuevamente - Ahora puedes irte con los demas, nosotros nos encargaremos de ellos - le sonrei y sin estar muy convencido el pequeño digimon comenzo a saltar rumbo a donde lo habian encontrado
- Por cierto ¿que camino tomaron? - le pregunte estando a pocos metros
- Por alla - con un pequeño salto y con ayuda de sus alas señalo el camino a nuestra derecha, rodeando aquel lago
- Tenemos nuestra pista, al menos sabemos que todo esto tiene un culpable - me levante y sin esperarlos empece a caminar por donde aquel upamon habia señalado, Belle me siguio curiosa por saber que nos encontrariamos adelante mientras Vaal se acerco momentaneamente al dracumon
- Respondiendo tu pregunta, su digivice tiene nuestros datos, excepto el de belle, aun no sabemos como funciono ese mecanismo pero el digisoul esta ligado a ambos - se encogio de hombros brevemente y adelanto un poco a aquel digimon
Belle y Vaal se quedaron observando sin comprender a aquel digimon que parecia intentar animar los animos de ese pequeño, girando a verse entre ellos de forma momentanea como preguntandole el uno al otro si sabia a que se referian las "bromas" de ese digimon llamado bakemono, mas los dos negaron generandose un silencio incomodo como respuesta, el bebe solo atino a ver con miedo al dracumon, y antes de que estallara en llanto tuve que atreverme a interrumpir
me acerque a su posicion dando un paso y me sente en cuclillas para quedar un poco mas cerca de aquel pequeño
- Tranquilo, solo son malas bromas, no te haran nada - intente calmarlo mas volvio a ver a los demas digimons acompañandolo y no soporto mas, un llanto debil salio de la boca de aquel upamon, bufe al darme cuenta que mi compañia no se veia del todo la mas amigable, asi que sin decir mas lo cargue en mis brazos abrazandolo de manera delicada - solo queremos saber quien fue el causante de esto, no hay necesidad de llorar - le dije con un tono tranquilo sin dejar de abrazarlo, despues de algunos segundos el llanto fue disminuyendo
- No... n.. nos hagan.... daño - hipó entre sus palabras
- Mi digimon no es del todo amabilidad, mas no es malo - el pequeño tuvo un debil escalofrio - Vinimos a ayudarlos, por eso estamos intentando hablarles primero, hasta el dracumon a mi lado trato de animarte - siguio hipando por algunos segundos mas antes de volver a hablar
- Ellos... -
- Oye pequeño, debes ser mas especifico, si no este dulce impmon se enojara - señalo levemente a Eth provocando que el upamon se quedara estatico por un momento
- Vinieron y contaminaron el lago... soltaron algo por lo que oi... y pronto todos los digimons mas grandes volvieron a sus etapas bebes... luego nos atacaron... destruyeron las casas que ven aqui y nos amenazaron - parecia que la advertencia de Belle habia ayudado
- ¿Saben donde se encuentran? - nego de manera inmediata
- Solo nos advirtieron que no salieramos de nuestro pueblo -
- ¿Que digimons? -
- Un baromon, dobermon, DarkLizardmon - se acurruco mas en mis brazos al pronunciar sus nombres
- Bien, es todo lo que necesitabamos - acaricie su cabeza y lo baje al piso nuevamente - Ahora puedes irte con los demas, nosotros nos encargaremos de ellos - le sonrei y sin estar muy convencido el pequeño digimon comenzo a saltar rumbo a donde lo habian encontrado
- Por cierto ¿que camino tomaron? - le pregunte estando a pocos metros
- Por alla - con un pequeño salto y con ayuda de sus alas señalo el camino a nuestra derecha, rodeando aquel lago
- Tenemos nuestra pista, al menos sabemos que todo esto tiene un culpable - me levante y sin esperarlos empece a caminar por donde aquel upamon habia señalado, Belle me siguio curiosa por saber que nos encontrariamos adelante mientras Vaal se acerco momentaneamente al dracumon
- Respondiendo tu pregunta, su digivice tiene nuestros datos, excepto el de belle, aun no sabemos como funciono ese mecanismo pero el digisoul esta ligado a ambos - se encogio de hombros brevemente y adelanto un poco a aquel digimon
- Tamer & Digimon
- Prueba de Rol :ADigi Puntos :513Nivel On Rol :MegaIcono :Rango y Unidad :Elith
Rango: Chaos general
División: D-brigade
Unidad/Sub-division: Blue Demons
Vaal
Rango: Chaos general
División: D-brigade
Unidad/Sub-division: Blue Demons
Rango y Unidad Digi Aliado :
Elith
Re: 魔王透明帯子供の子守唄で破損?(Corrupción en la zona infantil ¿La nana de los señores demonio?) [Privado: Ethrios y Elith]
-Que idiota…- solo fue un susurro no me molestaba si aquel digimon lo escuchara. Su actitud de intentar contentar a otro digimon solo logro que el pequeño se pusiera a llorar –“si solo quieres hacerlo sufrir no tienes por qué contarle tales bromas tan malas”- si su objetivo era la tortura o simplemente su gracia era demasiado pobre como para provocar una mínima sonrisa una cosa estaba clara. Babosomono era un sujeto cuya expresiones y gestos me causaban cierta repulsión.
Luego de la obvia reflexión dirigí mi vista hacia belle la cual en ese momento capto mi atención al usar la palabra amable. Involuntariamente levante una de mis cejas para luego mirarla de forma retadora –“¡atrévete a decirme dulce impmon nuevamente y ya verás!”- replique con fuerza en mi mente, pero claro aquello solo se quedaría ahí, no podía llegar y soltar todo lo que pensaba ante ella porque era seguro que lo usaría para burlarse como ya había ocurrido en otras ocasione.
- ¡Tcht! - masculle cruzándome de brazos y volteando mi rostro hacia los pequeño digimon cuyas caras asustadas no hicieron más que incrementar mi mal humor. - ¡No es como si les fuera a hacer algo!- les comenté enojado -en vez de estar temblando de miedo deberían hacer algo con lo que sucede en este lugar sin esperar que otros lo hagan en su lugar...- no sé hasta qué punto me encontraba irritado para de repente ponerme a dar un discurso sobre aquello, este trabajo no lo estaba haciendo gratis y gracias a que ellos eran incapaces de hacerlos por sí mismo es que podría obtener un beneficio de ello.
En el punto de mis palabras “motivacionales” el upamon comenzó a revelar todo lo acontecido. Contó como desde algún lugar desconocido y vaciaron una rara sustancia en el sitio. Hasta el momento solo me encontraba repitiendo palabra por palabra lo que este decía para memorizarme la información. –“Entonces fueron un baromon, dobermon, DarkLizardmon interesante…”- la verdad es que no lo era, poco importaba sus apariencias o sus objetivos, desde mi punto de vista si el digimon se metía en mi camino entorpeciendo mis deseos este era erradicado independiente de sus acciones o deseos.
Viendo como Elith retomaba la marcha decidí abandonar el “cuidado” de los pequeños en pos de continuar con nuestra misión, al hacerlo pudo escuchar como Vaal revelaba cierta información al Babosomono. –“¡Si será un boca suelta ese boy scout!”- parecía que el todavía no entendía el sentido de la información por como fácilmente entablaba comunicación primordial con otros.
- “¡Ya vera ese tonto!”- acelerando mis pasos pude alcanzar y adelantar a Vaal no sin antes justo en el momento de pasar delante de él hice un ligero movimiento de caderas proyectando mi cola como si de un látigo se tratase impactándola en su espalda. -Aprende a cuidar lo que dices seudomago- le comenté sacándole la lengua para luego llegar al lado de Elith.
Luego de la obvia reflexión dirigí mi vista hacia belle la cual en ese momento capto mi atención al usar la palabra amable. Involuntariamente levante una de mis cejas para luego mirarla de forma retadora –“¡atrévete a decirme dulce impmon nuevamente y ya verás!”- replique con fuerza en mi mente, pero claro aquello solo se quedaría ahí, no podía llegar y soltar todo lo que pensaba ante ella porque era seguro que lo usaría para burlarse como ya había ocurrido en otras ocasione.
- ¡Tcht! - masculle cruzándome de brazos y volteando mi rostro hacia los pequeño digimon cuyas caras asustadas no hicieron más que incrementar mi mal humor. - ¡No es como si les fuera a hacer algo!- les comenté enojado -en vez de estar temblando de miedo deberían hacer algo con lo que sucede en este lugar sin esperar que otros lo hagan en su lugar...- no sé hasta qué punto me encontraba irritado para de repente ponerme a dar un discurso sobre aquello, este trabajo no lo estaba haciendo gratis y gracias a que ellos eran incapaces de hacerlos por sí mismo es que podría obtener un beneficio de ello.
En el punto de mis palabras “motivacionales” el upamon comenzó a revelar todo lo acontecido. Contó como desde algún lugar desconocido y vaciaron una rara sustancia en el sitio. Hasta el momento solo me encontraba repitiendo palabra por palabra lo que este decía para memorizarme la información. –“Entonces fueron un baromon, dobermon, DarkLizardmon interesante…”- la verdad es que no lo era, poco importaba sus apariencias o sus objetivos, desde mi punto de vista si el digimon se metía en mi camino entorpeciendo mis deseos este era erradicado independiente de sus acciones o deseos.
Viendo como Elith retomaba la marcha decidí abandonar el “cuidado” de los pequeños en pos de continuar con nuestra misión, al hacerlo pudo escuchar como Vaal revelaba cierta información al Babosomono. –“¡Si será un boca suelta ese boy scout!”- parecía que el todavía no entendía el sentido de la información por como fácilmente entablaba comunicación primordial con otros.
- “¡Ya vera ese tonto!”- acelerando mis pasos pude alcanzar y adelantar a Vaal no sin antes justo en el momento de pasar delante de él hice un ligero movimiento de caderas proyectando mi cola como si de un látigo se tratase impactándola en su espalda. -Aprende a cuidar lo que dices seudomago- le comenté sacándole la lengua para luego llegar al lado de Elith.
Ethrios
Re: 魔王透明帯子供の子守唄で破損?(Corrupción en la zona infantil ¿La nana de los señores demonio?) [Privado: Ethrios y Elith]
-P-pero si son chistes muy graciosos... -el digimon se rascaba nervioso la nuca- Bueno, llevo mucho sin “actualizar” el repertorio pero... ¿Tan malos son? -ver la ausencia de reacción en Belle y su compañero hizo que el ánimo del Dracumon decayera, a punto de llorar como el digimon bebé- ¡B-bueno, no es tan fácil hacer chistes de digimons! ¡Si no piensen alguno!
No le gustó alzar la voz, pero era la única forma de esconder ese atisbo de inseguridad que le desagradaba. Más que por la ausencia de un éxito, por el recuerdo de épocas pasadas. Quería animar al bebé, como tantas otras veces hizo en el pasado. Pero todo ello solo le traia peores recuerdos. No le era agradable, le crispaba, se odiaba, pero nada podía hacer, pues ya no tenía un “Roku” en el que fijarse para olvidar quién era. Por suerte, unas pocas palabras amables bastaron para centrarse en otras cosas, “hasta el dracumon a mi lado trató de animarte”. Al oir eso, recortó un poco de las telas que le vestían y se lo pasó por el filo del casco donde quedarían sus ojos.
-Para estar cerca del lago hace calor, ¿no? -decía, fingiendo que se limpiaba el sudor, pero en realidad intentaba secar unas lágrimas que ya brotaban- Menudo día...
Después de esta inocente mentira oyó lo que el pequeño debía contar. Tenía miedo, mas el estar tranquilamente en los brazos de la chica pareció animarle a hablar. Aunque a esto se le sumó una muestra de enojo del Impmon que, al parecer, no toleraba que Belle le hubiera llamado “lindo”. Se quejó de la inutilidad de los pequeños, un pensamiento que Bakemono, en parte, compartía.
-B-bueno, nadie les ha enseñado nada -le respondía pese a que ni le había preguntado-, y por no tener no tienen ni brazos, pero sí, llorando no van a hacer nada...
El resto de la conversación estuvo callado pensando en lo que había dicho el llamado Ethrios. El bebé mencionó a los culpables, una información que no le importaba mucho, ya que no tenía ningún deseo de toparse con los responsables, no deseando la posibilidad de pegarse con otros. En cambio, sí le interesaba saber qué era esa sustancia negra y, más importante, por qué esa zona. Mientras cavilaba en esto, recordó que los damnificados estaban siendo los bebés, y entonces cambió de parecer. Esos digimons debían de tener un escarmiento por molestar a unos pequeños monstruitos.
Al finalizar esto, el Dracumon ya había pensado en algo, por lo que se acercó al pequeño para decirle algo que, aparte de ayudar, procuraba agradar en parte al digimon demonio. No sabía qué resultado tendría, pero era mejor que no hacer nada.
-Escucha, peque -decía-, ahora debéis mirar si la reserva de comida está bien y empezar a moveros. Esta zona no es segura para vosotros. Coged lo que podáis y buscar la ayuda de un adulto confiable. Podéis usar un teléfono, seguro que el supervisor de la zona tiene alguno en su casa, y poneros en contacto con otra zona inicial cercana para que os recojan, ¿vale? -cuando dijo esto, recordó la peor opción posible- P-pero no aviséis a los US, tienen otros asuntos que tratar y que vengan solo complicará las cosas. Para investigar ya estamos nosotros, y cuando sepamos el origen del mal, llamaremos a los RK's, a los US o a quien sea necesario, ¿vale? Si tenéis que salir de la zona, por esa ruta no nos ha atacado nada, así que es segura -indicaba el camino por el que vinieron, ignorando el lago y el antaño Seadramon-. Ahora sé un niño valiente y ayuda a tus hermanitos, ¿sí?
Cuando el digimon fue botando hacio los suyos, y ya se había alejado lo suficiente, Bakemono dejó de sonreír. Aunque era una mentira piadosa, no le gustaba mentir a los bebés. Suspiró pesadamente y se dirigió a los otros, queriendo dejar claras sus intenciones. En esta pausa, el digimon kendoka le resolvió la duda acerca del digivice, pero al poco recibió un escarmiento de su compañero en forma de latigazo, el cual dolió hasta Bakemono, por empatía. Ante esta escena, quiso explicar su mentira al grupo, para evitar malos entendidos.
-No voy a avisar a nadie: los RK's son unos idiotas que pensarían que por destrozar el lugar ya se arreglaría solo y los US tienen tanta burocracia de por medio que los responsables se escaparían andando. Pero tampoco era plan de decirle que los avisara y que se personen los dos clanes aquí. Paso de estar en una discusión entre esos dos, prefiero investigar a mi aire.
Una vez aclarado esto, se alegró de que Belle no estuviera conectada a la tamer. Para él, eso implicaba peligro, pues la relación entre un tamer y un digimon se reducía a que el rimero alimentaba el ego del segundo, permitiéndole evolucionar e iniciando una espiral de violencia cuyo único sentido era una presunta “evolución” de la raza digital. Y no le agradaba.
Finalizado este pensamiento, quiso ganar terreno para acercarse a la humana, no solo porque Belle estaba a su lado, sino también para realizar una observación que, aunque no es que fuera la panacea al problema, pensó que sería útil.
-Ya que estamos siguiendo un rastro...-comenzaba- Habría que buscar las huellas de estos digimons. Dobermon es un cuadrúpedo, y aquí los digimons no tienen pies, y DarkLizardmon siempre está en llamas, así que sus pisadas habrán dejado tierra seca y calcinada. Pero Baromon hacía algo que no recuerdo muy bien... -no le gustaba quedar de tonto delante de Belle- Pero seguro que luego me acuerdo...
No le gustó alzar la voz, pero era la única forma de esconder ese atisbo de inseguridad que le desagradaba. Más que por la ausencia de un éxito, por el recuerdo de épocas pasadas. Quería animar al bebé, como tantas otras veces hizo en el pasado. Pero todo ello solo le traia peores recuerdos. No le era agradable, le crispaba, se odiaba, pero nada podía hacer, pues ya no tenía un “Roku” en el que fijarse para olvidar quién era. Por suerte, unas pocas palabras amables bastaron para centrarse en otras cosas, “hasta el dracumon a mi lado trató de animarte”. Al oir eso, recortó un poco de las telas que le vestían y se lo pasó por el filo del casco donde quedarían sus ojos.
-Para estar cerca del lago hace calor, ¿no? -decía, fingiendo que se limpiaba el sudor, pero en realidad intentaba secar unas lágrimas que ya brotaban- Menudo día...
Después de esta inocente mentira oyó lo que el pequeño debía contar. Tenía miedo, mas el estar tranquilamente en los brazos de la chica pareció animarle a hablar. Aunque a esto se le sumó una muestra de enojo del Impmon que, al parecer, no toleraba que Belle le hubiera llamado “lindo”. Se quejó de la inutilidad de los pequeños, un pensamiento que Bakemono, en parte, compartía.
-B-bueno, nadie les ha enseñado nada -le respondía pese a que ni le había preguntado-, y por no tener no tienen ni brazos, pero sí, llorando no van a hacer nada...
El resto de la conversación estuvo callado pensando en lo que había dicho el llamado Ethrios. El bebé mencionó a los culpables, una información que no le importaba mucho, ya que no tenía ningún deseo de toparse con los responsables, no deseando la posibilidad de pegarse con otros. En cambio, sí le interesaba saber qué era esa sustancia negra y, más importante, por qué esa zona. Mientras cavilaba en esto, recordó que los damnificados estaban siendo los bebés, y entonces cambió de parecer. Esos digimons debían de tener un escarmiento por molestar a unos pequeños monstruitos.
Al finalizar esto, el Dracumon ya había pensado en algo, por lo que se acercó al pequeño para decirle algo que, aparte de ayudar, procuraba agradar en parte al digimon demonio. No sabía qué resultado tendría, pero era mejor que no hacer nada.
-Escucha, peque -decía-, ahora debéis mirar si la reserva de comida está bien y empezar a moveros. Esta zona no es segura para vosotros. Coged lo que podáis y buscar la ayuda de un adulto confiable. Podéis usar un teléfono, seguro que el supervisor de la zona tiene alguno en su casa, y poneros en contacto con otra zona inicial cercana para que os recojan, ¿vale? -cuando dijo esto, recordó la peor opción posible- P-pero no aviséis a los US, tienen otros asuntos que tratar y que vengan solo complicará las cosas. Para investigar ya estamos nosotros, y cuando sepamos el origen del mal, llamaremos a los RK's, a los US o a quien sea necesario, ¿vale? Si tenéis que salir de la zona, por esa ruta no nos ha atacado nada, así que es segura -indicaba el camino por el que vinieron, ignorando el lago y el antaño Seadramon-. Ahora sé un niño valiente y ayuda a tus hermanitos, ¿sí?
Cuando el digimon fue botando hacio los suyos, y ya se había alejado lo suficiente, Bakemono dejó de sonreír. Aunque era una mentira piadosa, no le gustaba mentir a los bebés. Suspiró pesadamente y se dirigió a los otros, queriendo dejar claras sus intenciones. En esta pausa, el digimon kendoka le resolvió la duda acerca del digivice, pero al poco recibió un escarmiento de su compañero en forma de latigazo, el cual dolió hasta Bakemono, por empatía. Ante esta escena, quiso explicar su mentira al grupo, para evitar malos entendidos.
-No voy a avisar a nadie: los RK's son unos idiotas que pensarían que por destrozar el lugar ya se arreglaría solo y los US tienen tanta burocracia de por medio que los responsables se escaparían andando. Pero tampoco era plan de decirle que los avisara y que se personen los dos clanes aquí. Paso de estar en una discusión entre esos dos, prefiero investigar a mi aire.
Una vez aclarado esto, se alegró de que Belle no estuviera conectada a la tamer. Para él, eso implicaba peligro, pues la relación entre un tamer y un digimon se reducía a que el rimero alimentaba el ego del segundo, permitiéndole evolucionar e iniciando una espiral de violencia cuyo único sentido era una presunta “evolución” de la raza digital. Y no le agradaba.
Finalizado este pensamiento, quiso ganar terreno para acercarse a la humana, no solo porque Belle estaba a su lado, sino también para realizar una observación que, aunque no es que fuera la panacea al problema, pensó que sería útil.
-Ya que estamos siguiendo un rastro...-comenzaba- Habría que buscar las huellas de estos digimons. Dobermon es un cuadrúpedo, y aquí los digimons no tienen pies, y DarkLizardmon siempre está en llamas, así que sus pisadas habrán dejado tierra seca y calcinada. Pero Baromon hacía algo que no recuerdo muy bien... -no le gustaba quedar de tonto delante de Belle- Pero seguro que luego me acuerdo...
- Tamer
- Faltas :Una por cada double.Prueba de Rol :ADigi Puntos :1060Ficha :NPCs :Nivel On Rol :Ancient spiritNivel On Rol de los Digi Aliados :Sven-Hyper SpiritIcono :Rango y Unidad :Roku Ginshô (Adam Odysseum)
Rango: Holy General
División: Four Holy Beast
Unidad/Sub-division: North Shield TurtleRango y Unidad Digi Aliado :Sven
Rango: Teniente
División: Four Holy Beast
Unidad/Sub-division: North Shield TurtleInventario :
Roku Ginshô
Re: 魔王透明帯子供の子守唄で破損?(Corrupción en la zona infantil ¿La nana de los señores demonio?) [Privado: Ethrios y Elith]
- ¡Oye! - Vaal se quejo ante aquella accion de su compañero, si bien le habia dolido aquel golpe no lo demostro tan abiertamente, solo lo observo con mirada retadora mientras aquel impmon le sacaba la lengua antes de correr con la tamer de ambos
Antes de que pudiera reclamar algo mas escucho como aquel Dracumon intentaba darles una explicacion de sus intenciones, parecia no estar del lado de ninguno de aquellos dos bandos del "bien" aunque eso no era suficiente para sus compañeros y él lo sabia
- Tambien vamos a nuestro ritmo, pero te recomiendo no intentar convencerlos, generalmente no confian en nadie - dijo en voz baja y solo para aquel dracumon, refiriendose a aquella tamer y digimon que los acompañaban, pronto lo dejo para darles alcance a sus compañeros
- Pero que tenemos aqui, parece ser todo un explorador - halago belle a su manera aquel comentario antes de rezagarse del grupo y palmear la cabeza de aquel digimon, aunque sonaba mas a burla era la manera que tenia ella de expresarse - Baromon hace que todo sea ¡Boom! aqui y alla - le trato de explicar aunque no encontraba las palabras exactas, se detuvo unos segundos meditando esto - Ataques en area, con explosiones vistosas, eso es - una vez aclaro las cosas siguio avanzando - Elith, igual tu puedes ir nadando al otro lado ya que te gusta tanto mojarte en esa sustancia rara -
- Si sigues molestando la que probara los efectos seras tú - le adverti al escucharla
- Vamos, no deberian ser tan amargados, despues de todo su rastro esta casi al frente - señalo lo que en algun punto habia sido una especie de puerto muy pequeño reducido a casi cenizas, solo quedaban algunas de sus bases principales calcinadas hasta darles un tono negruzco por completo - Seguramente obra de Darklizardmon - apuramos levemente el paso para llegar a aquel sitio que estaba a varios metros de distancia
- No hay huellas cercanas, quiza se nos este pasando algo - Vaal inspeccionaba los alrededores en busca de algun indicio que confirmara su presencia en la zona, mas en el pasto y tierra no encontraba nada
- ¡Lo tengo! - sin decir mas Belle se apresuro a formar una bola de fuego en su mano y lanzarla al lago, lo que causo que una considerable cantidad de vapor se levantara - Si tenian ataques tipo fuego seguramente se encargaron de crear lluvia en la zona para cubrir rastros -
- Probablemente, pero eso implica el que debian tener un refugio -
- Entonces seguramente estaban aqui desde mucho antes de que esos digimons se dieran cuenta, todo esto fue planeado demasiado meticulosamente, solo me da mala espina -
- Estan intentando llamar la atencion de alguien, creo que les arruinaremos su sorpresa - sonrei avanzando nuevamente - Belle, busca mas huellas - la aludida asintio contenta
- Bake, si ves algo avisanos, nunca esta de mas un par de ojos extra - levanto sus guantes como burlandose de la posicion de los ojos de este mientras le sonreia sinceramente antes de correr y adelantar el grupo, señalaba levemente las pequeñas pistas o huellas encontradas en el camino, porciones muy escazas de pasto quemado, parte de los troncos color negruzco, ramas pisadas recientemente, cosas que pasarian desapercibidas a simple vista, mientras se acercaban cada vez mas a su objetivo
Antes de que pudiera reclamar algo mas escucho como aquel Dracumon intentaba darles una explicacion de sus intenciones, parecia no estar del lado de ninguno de aquellos dos bandos del "bien" aunque eso no era suficiente para sus compañeros y él lo sabia
- Tambien vamos a nuestro ritmo, pero te recomiendo no intentar convencerlos, generalmente no confian en nadie - dijo en voz baja y solo para aquel dracumon, refiriendose a aquella tamer y digimon que los acompañaban, pronto lo dejo para darles alcance a sus compañeros
- Pero que tenemos aqui, parece ser todo un explorador - halago belle a su manera aquel comentario antes de rezagarse del grupo y palmear la cabeza de aquel digimon, aunque sonaba mas a burla era la manera que tenia ella de expresarse - Baromon hace que todo sea ¡Boom! aqui y alla - le trato de explicar aunque no encontraba las palabras exactas, se detuvo unos segundos meditando esto - Ataques en area, con explosiones vistosas, eso es - una vez aclaro las cosas siguio avanzando - Elith, igual tu puedes ir nadando al otro lado ya que te gusta tanto mojarte en esa sustancia rara -
- Si sigues molestando la que probara los efectos seras tú - le adverti al escucharla
- Vamos, no deberian ser tan amargados, despues de todo su rastro esta casi al frente - señalo lo que en algun punto habia sido una especie de puerto muy pequeño reducido a casi cenizas, solo quedaban algunas de sus bases principales calcinadas hasta darles un tono negruzco por completo - Seguramente obra de Darklizardmon - apuramos levemente el paso para llegar a aquel sitio que estaba a varios metros de distancia
- No hay huellas cercanas, quiza se nos este pasando algo - Vaal inspeccionaba los alrededores en busca de algun indicio que confirmara su presencia en la zona, mas en el pasto y tierra no encontraba nada
- ¡Lo tengo! - sin decir mas Belle se apresuro a formar una bola de fuego en su mano y lanzarla al lago, lo que causo que una considerable cantidad de vapor se levantara - Si tenian ataques tipo fuego seguramente se encargaron de crear lluvia en la zona para cubrir rastros -
- Probablemente, pero eso implica el que debian tener un refugio -
- Entonces seguramente estaban aqui desde mucho antes de que esos digimons se dieran cuenta, todo esto fue planeado demasiado meticulosamente, solo me da mala espina -
- Estan intentando llamar la atencion de alguien, creo que les arruinaremos su sorpresa - sonrei avanzando nuevamente - Belle, busca mas huellas - la aludida asintio contenta
- Bake, si ves algo avisanos, nunca esta de mas un par de ojos extra - levanto sus guantes como burlandose de la posicion de los ojos de este mientras le sonreia sinceramente antes de correr y adelantar el grupo, señalaba levemente las pequeñas pistas o huellas encontradas en el camino, porciones muy escazas de pasto quemado, parte de los troncos color negruzco, ramas pisadas recientemente, cosas que pasarian desapercibidas a simple vista, mientras se acercaban cada vez mas a su objetivo
- Tamer & Digimon
- Prueba de Rol :ADigi Puntos :513Nivel On Rol :MegaIcono :Rango y Unidad :Elith
Rango: Chaos general
División: D-brigade
Unidad/Sub-division: Blue Demons
Vaal
Rango: Chaos general
División: D-brigade
Unidad/Sub-division: Blue Demons
Rango y Unidad Digi Aliado :
Elith
Re: 魔王透明帯子供の子守唄で破損?(Corrupción en la zona infantil ¿La nana de los señores demonio?) [Privado: Ethrios y Elith]
Poco y nada me podía importar lo que aquel digimon cuya “opinión” no había solicitado, aunque claro era lo que hacía desde un principio. Eso si algo en sus palabras de consolación hacia el digimon bebe llamo mi atención, pero no fue el contenido sino el pequeño tartamudeo que hizo al nombrar a los Us; si bien podría haber tratado de que se le daba mal reconfortar a otros el punto de que fuera justo cuando nombro a aquel grupo de inútiles hacedores del bien solo hizo aumentar mi desconfianza sobre él, claro eso y el hecho anterior con el seadramon.
Porque tenía que contarnos sus intenciones, porque no simplemente permanecía con la boca cerrada y de bajaba su palabrería en otro momento como por ejemplo ¿cuándo se hubiera ido? Si algo que podía compartir con él era que me desagradaban ambos clanes, pero por el momento no había problema si estos se implicaran en este asunto, es más hasta podía ser provechando siendo que nosotros poseíamos la ventaja de no ser conocidos ni usar algún uniforme que gritara a todo pulmón “¡MIRENME SOY DE TAL CLAN!”
Elith parecía demasiado ocupada con su típica pelea con belle –“y así se quejan cuando discuto con Vaal y ellas son iguales”- yo al final discutía con Vaal por sus tendencias de ser el que ayuda a todos sin siquiera tomar en cuenta que con ello nos perjudicaba a nosotros. Siendo un digimon con tamer su obligación era con Elith no con el primer debilucho que se cruzara en el camino, pero… ellas en cambio tan solo lo hacían como si lo disfrutaran –“sinceramente…no las entiendo…”- solo podía suspirar de resignación cada vez que empezaban y esta vez no era la excepción.
- ¡Bah! ¿Cuándo esto se convirtió en el club del detective? – de un momento a otro todos parecían haber adquirido el poder deductivo para entender a nuestros oponentes en un nivel casi místico, al principio no teníamos pista alguna y ahora ya hasta suponían que poseían un refugio, además del método utilizado para ocultar las huellas. Ya a este punto solo faltaba que dijeran cuales eran los gustos de estos digimon, su peso y tamaño; francamente no sabía si felicitarlos por volverse unos aces de la investigación o simplemente aportar algún dato. Estaba más tentado por dejarles hacer todo a ellos y yo simplemente dedicarme a mirar o mejor dicho a vigilar al Babosomono cuya confianza era la misma que le tendría a un tomate en tiempos de guerra, en otras palabras, no me fiaba de él ni por lo más mínimo.
Mientras belle encontraba los rastros de su paso: pasto quemado, arboles carbonizados, todas esas cosas que el fuego había tocado un extraño olor llego a mi nariz, inmediatamente de forma instintiva lleve mi mano a ella para en un vano intento quitármelo. Conocía perfectamente que significaba aquel olor, ya lo había experimentado muchas veces de primera mano. - ¿¡Fuego!? ¡Un incendio! - más rápido que lo dije me aleje corriendo en dirección donde el olor y el humo podía ser visto, si mis cálculos no me fallaban en aquel sitio donde se veía la cortina negra emergiendo se hallaba ubicado otro pueblo. Avance esquivando piedras, rocas, troncos caídos y alguno que bache; mi paso era veloz y ni siquiera sabía si seguían detrás mío o simplemente los había dejado atrás.
No tenía apuro por ayudar a la gente del pueblo, no, yo no era un ser cuya preocupación fueran otros ya que mi única y verdadera intención era llegar antes que los causantes del fuego pudieran desaparecer. Tal vez se tratará de los tres que perseguíamos o quizás fuera un foco completamente diferente pero solo lo averiguaría llegando a la escena del crimen.
Pese a lo rápido de mis pasos las distancias junto a la condición del terreno no me permitieron llegar antes -¡Tch! ¡Rayos no lo logre! – frente a mi lo que antes había sido un pueblo pacífico, ahora parecía una fogata gigante. Todas las casas al ser hechas completamente de madera se encontraban ardiendo con una facilidad casi mágica, estaba claro que en cuestión de pocos segundos todo sería consumido hasta volverse cenizas haciendo inútil el esfuerzo de los habitantes por apagarlo, estos solo se estaban exponiendo a morir por el fuego y el humo.
-¡¡¡AYUDA!!!- -¡¡POR FAVOR SALVENOS!! - -¡¡MI HERMANO ESTA ATRAPADO!!- -¡¡NUESTRO PRECIOSO PUEBLO!!- estos y otros gritos parecidos se podían escuchar de los digimon que desesperadamente luchaban contra el calor de las llamas y su constante expansión.
- ¡Night of Blizzard!- en la palma de mi mano se formó una pequeña bola de nieve la cual hice impactar contra el suelo circundante a mí -Ahora solo debo esperar que arriben mis compañeros...- me senté en una roca cercana mientras todo a mi alrededor se encontraba congelado excepto por las casas que seguían ardiendo, las cuales no intente apagar.
Porque tenía que contarnos sus intenciones, porque no simplemente permanecía con la boca cerrada y de bajaba su palabrería en otro momento como por ejemplo ¿cuándo se hubiera ido? Si algo que podía compartir con él era que me desagradaban ambos clanes, pero por el momento no había problema si estos se implicaran en este asunto, es más hasta podía ser provechando siendo que nosotros poseíamos la ventaja de no ser conocidos ni usar algún uniforme que gritara a todo pulmón “¡MIRENME SOY DE TAL CLAN!”
Elith parecía demasiado ocupada con su típica pelea con belle –“y así se quejan cuando discuto con Vaal y ellas son iguales”- yo al final discutía con Vaal por sus tendencias de ser el que ayuda a todos sin siquiera tomar en cuenta que con ello nos perjudicaba a nosotros. Siendo un digimon con tamer su obligación era con Elith no con el primer debilucho que se cruzara en el camino, pero… ellas en cambio tan solo lo hacían como si lo disfrutaran –“sinceramente…no las entiendo…”- solo podía suspirar de resignación cada vez que empezaban y esta vez no era la excepción.
- ¡Bah! ¿Cuándo esto se convirtió en el club del detective? – de un momento a otro todos parecían haber adquirido el poder deductivo para entender a nuestros oponentes en un nivel casi místico, al principio no teníamos pista alguna y ahora ya hasta suponían que poseían un refugio, además del método utilizado para ocultar las huellas. Ya a este punto solo faltaba que dijeran cuales eran los gustos de estos digimon, su peso y tamaño; francamente no sabía si felicitarlos por volverse unos aces de la investigación o simplemente aportar algún dato. Estaba más tentado por dejarles hacer todo a ellos y yo simplemente dedicarme a mirar o mejor dicho a vigilar al Babosomono cuya confianza era la misma que le tendría a un tomate en tiempos de guerra, en otras palabras, no me fiaba de él ni por lo más mínimo.
Mientras belle encontraba los rastros de su paso: pasto quemado, arboles carbonizados, todas esas cosas que el fuego había tocado un extraño olor llego a mi nariz, inmediatamente de forma instintiva lleve mi mano a ella para en un vano intento quitármelo. Conocía perfectamente que significaba aquel olor, ya lo había experimentado muchas veces de primera mano. - ¿¡Fuego!? ¡Un incendio! - más rápido que lo dije me aleje corriendo en dirección donde el olor y el humo podía ser visto, si mis cálculos no me fallaban en aquel sitio donde se veía la cortina negra emergiendo se hallaba ubicado otro pueblo. Avance esquivando piedras, rocas, troncos caídos y alguno que bache; mi paso era veloz y ni siquiera sabía si seguían detrás mío o simplemente los había dejado atrás.
No tenía apuro por ayudar a la gente del pueblo, no, yo no era un ser cuya preocupación fueran otros ya que mi única y verdadera intención era llegar antes que los causantes del fuego pudieran desaparecer. Tal vez se tratará de los tres que perseguíamos o quizás fuera un foco completamente diferente pero solo lo averiguaría llegando a la escena del crimen.
Pese a lo rápido de mis pasos las distancias junto a la condición del terreno no me permitieron llegar antes -¡Tch! ¡Rayos no lo logre! – frente a mi lo que antes había sido un pueblo pacífico, ahora parecía una fogata gigante. Todas las casas al ser hechas completamente de madera se encontraban ardiendo con una facilidad casi mágica, estaba claro que en cuestión de pocos segundos todo sería consumido hasta volverse cenizas haciendo inútil el esfuerzo de los habitantes por apagarlo, estos solo se estaban exponiendo a morir por el fuego y el humo.
-¡¡¡AYUDA!!!- -¡¡POR FAVOR SALVENOS!! - -¡¡MI HERMANO ESTA ATRAPADO!!- -¡¡NUESTRO PRECIOSO PUEBLO!!- estos y otros gritos parecidos se podían escuchar de los digimon que desesperadamente luchaban contra el calor de las llamas y su constante expansión.
- ¡Night of Blizzard!- en la palma de mi mano se formó una pequeña bola de nieve la cual hice impactar contra el suelo circundante a mí -Ahora solo debo esperar que arriben mis compañeros...- me senté en una roca cercana mientras todo a mi alrededor se encontraba congelado excepto por las casas que seguían ardiendo, las cuales no intente apagar.
Ethrios
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