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El descubrimiento de las ruinas del Monasterio Draco, tallado en lo alto de una desolada montaña en el valle de los dragones, ha despertado un gran interés por todo el Digimundo. Principalmente porque según los tallados de la pared exterior dentro de las ruinas se encuentra un obre mágico que contiene en su interior la data y poder del treceavo Royal Kinght, la cual sera dada a quien reclame dicho objeto. Según la historia grabada en los murales, el obre fue dejado allí por el mismo Royal Kinght en caso de que su poder sea necesario para derrotar al mal que se alce en el futuro...por desgracia semejante premio también a llamado la atención de quienes usarían el poder para sus propias metas egoístas. Por lo que esta aventura ahora se a vuelto una carrera por ver quien consigue el gran premio.
6 meses despues de la ultima carrera, un BanchoLeomon reune al viejo equipo de organizacion para dar un nuevo espectaculo, pero en esta carrera, el misterioso patrocinador ha enviado a un "Aspirante a Campeon" con un extraño y unico Digivice. ¿Que es lo que sucedera a lo largo del evento y como funciona este nuevo digivice?.
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-Imagenes realizadas por Runari Wildy
y Sigrun Vinter
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¡Eclosión masiva! (Misión: Hyoga Uzuke)
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¡Eclosión masiva! (Misión: Hyoga Uzuke)
Mirar por la ventana durante de un viaje es una costumbre común para muchas personas, a veces por curiosidad de ver las cosas que pasan a gran velocidad por la misma, otras veces para reflexionar sobre algo o simplemente buscando algo para despejar su mente. Se podría decir que Hyoga opto por la primera opción, después de todo, al viajar en un digimon con forma de tren, que recorría por vías que desafiaban las leyes de la física por todo el mundo digital, la curiosidad por saber que podría pasar por la ventana no era poca.
Había abordado aquel Trailmon con el objetivo de conocer un poco más del mundo digital, y no vagar como un turista al que se le olvido el mapa, además Kai había insisto en abordar precisamente ese Trailmon, ya que según los llevaría a un lugar muy especial, él solo acepto, aunque ni idea de en qué lugar terminaría, pero confiaba en su pequeño compañero. Ya llevaban un rato viajando, parecía que quedaba un poco lejos, pero de todas formas la espera había terminado.
-Ya llegamos a nuestra estación, por favor abandonar los vagones-
-¡Sii! Ya llegamos!-
Kai daba salto de felicidad al saber que ya habían llegado a su destino, en cuanto la puerta se abrió Kai no tardo en lanzarse fuera de ella con mucha ansia y prisa.
-¡Vamos! Hyoga apresúrate –
-Al menos espérame –
Hyoga lo siguió mientras la puerta del vagón se cerraba detrás suya, el Trailmon hizo sonar su silbato y luego se escucho el rechino de los engranajes de sus ruedas mientras iba tomando velocidad para al final alejarse hasta donde alcanzaba la vista.
-¿Qué es este lugar Kai? –
-Sígueme –
Sin si quiera dar explicaciones la pequeña bolita naranja comenzó a rebotar hacia un camino de tierra cercano, Hyoga tuvo que seguirlo sin opción, esperando ver aquel lugar que tanto emocionaba a Kai y por el cual habían viajado tanto. Tras avanzar por el camino de tierra, entre los árboles, llegaron a una ciudad, pero no cualquier ciudad, todo parecía colorido y agradable, le recordaba a una guardería o un lugar para niños.
-Llegamos-
- ¿Ahora me dirás donde estamos? –
-Estamos en la Ciudad del Inicio, aquí fue donde yo nací, bueno donde nacen todos los digimons-
Hyoga solo lo escuchaba observando todo el lugar mientras caminaba, incluso el suelo era diferente, parecía acolchonado en cierta forma. Con tan solo caminar unos minutos, llegaron a la zona donde estaban los digitamas, había muchos hasta donde alcanzaba la vista, todos de diversos colores y diseños diferentes.
A lo lejos había lo que parecía un hombre mayor, se le veía un tanto alterado, pero de inmediato Kai lo reconoció, y fue botando rápidamente hacia él.
-¡Hola! Jijimon-
Kai se veía muy alegre de encontrarse con ese digimon, aunque Hyoga se fue acercando con un poco mas de cautela- Buenas, ¿se encuentra bien?-
Había abordado aquel Trailmon con el objetivo de conocer un poco más del mundo digital, y no vagar como un turista al que se le olvido el mapa, además Kai había insisto en abordar precisamente ese Trailmon, ya que según los llevaría a un lugar muy especial, él solo acepto, aunque ni idea de en qué lugar terminaría, pero confiaba en su pequeño compañero. Ya llevaban un rato viajando, parecía que quedaba un poco lejos, pero de todas formas la espera había terminado.
-Ya llegamos a nuestra estación, por favor abandonar los vagones-
-¡Sii! Ya llegamos!-
Kai daba salto de felicidad al saber que ya habían llegado a su destino, en cuanto la puerta se abrió Kai no tardo en lanzarse fuera de ella con mucha ansia y prisa.
-¡Vamos! Hyoga apresúrate –
-Al menos espérame –
Hyoga lo siguió mientras la puerta del vagón se cerraba detrás suya, el Trailmon hizo sonar su silbato y luego se escucho el rechino de los engranajes de sus ruedas mientras iba tomando velocidad para al final alejarse hasta donde alcanzaba la vista.
-¿Qué es este lugar Kai? –
-Sígueme –
Sin si quiera dar explicaciones la pequeña bolita naranja comenzó a rebotar hacia un camino de tierra cercano, Hyoga tuvo que seguirlo sin opción, esperando ver aquel lugar que tanto emocionaba a Kai y por el cual habían viajado tanto. Tras avanzar por el camino de tierra, entre los árboles, llegaron a una ciudad, pero no cualquier ciudad, todo parecía colorido y agradable, le recordaba a una guardería o un lugar para niños.
-Llegamos-
- ¿Ahora me dirás donde estamos? –
-Estamos en la Ciudad del Inicio, aquí fue donde yo nací, bueno donde nacen todos los digimons-
Hyoga solo lo escuchaba observando todo el lugar mientras caminaba, incluso el suelo era diferente, parecía acolchonado en cierta forma. Con tan solo caminar unos minutos, llegaron a la zona donde estaban los digitamas, había muchos hasta donde alcanzaba la vista, todos de diversos colores y diseños diferentes.
A lo lejos había lo que parecía un hombre mayor, se le veía un tanto alterado, pero de inmediato Kai lo reconoció, y fue botando rápidamente hacia él.
-¡Hola! Jijimon-
Kai se veía muy alegre de encontrarse con ese digimon, aunque Hyoga se fue acercando con un poco mas de cautela- Buenas, ¿se encuentra bien?-
Re: ¡Eclosión masiva! (Misión: Hyoga Uzuke)
¡Oh no!, realmente era terrible lo que sucedía, pues aleatoriamente cuatro nacimientos se producirían fuera del plan que el anciano Digimon mantenía usualmente, ¿qué es lo que haría?, pero primero, ¿de quién hablamos exactamente?. El encargado de la Ciudad del inicio, Jijimon, un amigable, tierno y cariñoso Digimon que cuida de los pequeños hasta que estos son capaces de cuidarse solos.
Jijimon, acostumbrado a mantener en paz la zona jamás tomó en cuenta el que curiosamente el último tiempo habría una tanda exagerada de Digimon que emergerían de sus DigiTamas, por lo que, al ser el único encargado de la zona no podía estar exactamente al corriente de absolutamente todos los nacimientos, además de tener un ojo en estos al ser en esta ocasión un número tan amplio de nacimientos. El encargado de la Ciudad estaba preocupado, mas no podía permitirse perder el control y dejarse dominar por los nervios en una situación tan crítica como aquella, después de todo los demás pequeños podían llegar a verse afectados en demasía por el estado de su cuidado al ser su única figura paterna y de cuidado al tratarse de Digimon en su etapa primaria de vida tras la resurrección en el juicio de Anubismon.
El Ultimate observó a la criatura que a rebotes se acercaba por su espalda con un cálido saludo, Jijimon atendió a su llamado y se volteó para observarle, primero divisó a un Tsunomon y luego a un rubio, claramente su tamer.
—Bienvenidos, humano y joven Tsunomon.— Exclamó cortésmente el Digimon mientras se mantenía con la cabeza gacha, era notoria su preocupación. —Esta es la ciudad del Inicio, apogeo de los Digimon recién nacidos, mi nombre es Jijimon, el guardián de este lugar.— Se presentó sin mayor problema, mas de la nada sus esperanzas volvieron al notar cierta luminosidad que cubría al tamer junto a su compañero, ¿serían acaso ellos la solución al problema que tanto le acomplejaba?. —Espero no ser atrevido, pero en ustedes noto gran potencial y desbordante esperanza. ¿Serían tan amables de hacer un favor a este anciano?.— Golpeó su bastón al piso y dio un par de pasos hacia el par. —Cuatro bebés recién nacidos se han perdido por los alrededores, yo debo de mantenerme al margen de los nuevos bebés y cuidar de los demás, ¿podrían por favor ir en busca de ellos?.— El pelo tapaba su rostro, pero era notoria la preocupación que debía mantener en su expresión.
Jijimon, acostumbrado a mantener en paz la zona jamás tomó en cuenta el que curiosamente el último tiempo habría una tanda exagerada de Digimon que emergerían de sus DigiTamas, por lo que, al ser el único encargado de la zona no podía estar exactamente al corriente de absolutamente todos los nacimientos, además de tener un ojo en estos al ser en esta ocasión un número tan amplio de nacimientos. El encargado de la Ciudad estaba preocupado, mas no podía permitirse perder el control y dejarse dominar por los nervios en una situación tan crítica como aquella, después de todo los demás pequeños podían llegar a verse afectados en demasía por el estado de su cuidado al ser su única figura paterna y de cuidado al tratarse de Digimon en su etapa primaria de vida tras la resurrección en el juicio de Anubismon.
El Ultimate observó a la criatura que a rebotes se acercaba por su espalda con un cálido saludo, Jijimon atendió a su llamado y se volteó para observarle, primero divisó a un Tsunomon y luego a un rubio, claramente su tamer.
—Bienvenidos, humano y joven Tsunomon.— Exclamó cortésmente el Digimon mientras se mantenía con la cabeza gacha, era notoria su preocupación. —Esta es la ciudad del Inicio, apogeo de los Digimon recién nacidos, mi nombre es Jijimon, el guardián de este lugar.— Se presentó sin mayor problema, mas de la nada sus esperanzas volvieron al notar cierta luminosidad que cubría al tamer junto a su compañero, ¿serían acaso ellos la solución al problema que tanto le acomplejaba?. —Espero no ser atrevido, pero en ustedes noto gran potencial y desbordante esperanza. ¿Serían tan amables de hacer un favor a este anciano?.— Golpeó su bastón al piso y dio un par de pasos hacia el par. —Cuatro bebés recién nacidos se han perdido por los alrededores, yo debo de mantenerme al margen de los nuevos bebés y cuidar de los demás, ¿podrían por favor ir en busca de ellos?.— El pelo tapaba su rostro, pero era notoria la preocupación que debía mantener en su expresión.
- Tamer & Digimon
- Faltas :Tener ojos rojosPrueba de Rol :¿Pa' qué?Digi Puntos :398Ficha :NPCs :Nivel On Rol :MegaNivel On Rol de los Digi Aliados :Yumi: Beast Spirit
Jōkā: ChampionIcono :Rango y Unidad :Hibiki Sanjō Y Seiryū
Rango: Sub Oficial
División: Olimpo Heros
Unidad/Sub-division: Swords WisdomRango y Unidad Digi Aliado :Yumi Niimura
Rango: Soldado
División: Olimpo Heros
Unidad/Sub-division: Swords WisdomInventario :
Hibiki Sanjō
Re: ¡Eclosión masiva! (Misión: Hyoga Uzuke)
Era un lugar interesante aquel donde nacían todos los digimons, un lugar lleno de digitamas de diversos colores repartidos por toda la zona, aunque igual él conocía por así decirlo lo básico de los digimons debido al juego de cartas, así que sabía que la etapa bebe I correspondía a digimons recién nacido y que no pueden defenderse por si solos, son literalmente como su nombre lo dice, bebés, así que necesitaban varios cuidados.
Al acercarse un poco, se podía notar con más claridad la preocupación de aquel digimon anciano, aunque Kai parecía estar más concentrado en su emoción por reencontrarse con Jijimon, no sabía con exactitud cuánto tiempo había pasado desde que evoluciono a Tsunomon y abandono la ciudad del inicio, pero bueno, eso no venia al caso en este momento.
Kai sonreía feliz mientras rebotaba cerca de Jijimon, hasta que lo noto un tanto preocupado, así que dejo de rebotar y se le quedo mirando -¿Ocurre algo malo?, por cierto él es Hyoga -.
-Mucho gusto Jijimon-A Hyoga le surgía la curiosidad sobre Jijimon, así que, tomo su digivice para observar la información del mismo. Tras leerla, lo que más le resalto fue la etapa de aquel digimon, a pesar de su apariencia de un anciano frágil, que requería de su bastón para apoyarse y mantener el equilibrio, resultaba ser un digimon de etapa Ultimate, la etapa máxima de crecimiento en un digimon, asi que Jijimon era un digimon con un gran poder, pero se notaba que era bastante amable y pacifico así que no había de que preocuparse.
Mientras miraba el digivice, noto que Jijimon le miraba, a pesar de que el cabello cubría su rostro podía sentir que le estaba mirando -¿Qué favor? – pregunto Hyoga mientras dejaba su digivice en su lugar. Luego de escuchar la explicación de Jijimon sobre el origen de su preocupación, ni siquiera se lo pensó 2 veces – Esta bien, pero ¿tiene alguna idea de donde podamos empezar a buscar?- Una pista serivira para empezar la búsqueda de los pequeñines, además era preciso encontrarlos rápido ya que siendo tan pequeños son muy vulnerables.
Al acercarse un poco, se podía notar con más claridad la preocupación de aquel digimon anciano, aunque Kai parecía estar más concentrado en su emoción por reencontrarse con Jijimon, no sabía con exactitud cuánto tiempo había pasado desde que evoluciono a Tsunomon y abandono la ciudad del inicio, pero bueno, eso no venia al caso en este momento.
Kai sonreía feliz mientras rebotaba cerca de Jijimon, hasta que lo noto un tanto preocupado, así que dejo de rebotar y se le quedo mirando -¿Ocurre algo malo?, por cierto él es Hyoga -.
-Mucho gusto Jijimon-A Hyoga le surgía la curiosidad sobre Jijimon, así que, tomo su digivice para observar la información del mismo. Tras leerla, lo que más le resalto fue la etapa de aquel digimon, a pesar de su apariencia de un anciano frágil, que requería de su bastón para apoyarse y mantener el equilibrio, resultaba ser un digimon de etapa Ultimate, la etapa máxima de crecimiento en un digimon, asi que Jijimon era un digimon con un gran poder, pero se notaba que era bastante amable y pacifico así que no había de que preocuparse.
Mientras miraba el digivice, noto que Jijimon le miraba, a pesar de que el cabello cubría su rostro podía sentir que le estaba mirando -¿Qué favor? – pregunto Hyoga mientras dejaba su digivice en su lugar. Luego de escuchar la explicación de Jijimon sobre el origen de su preocupación, ni siquiera se lo pensó 2 veces – Esta bien, pero ¿tiene alguna idea de donde podamos empezar a buscar?- Una pista serivira para empezar la búsqueda de los pequeñines, además era preciso encontrarlos rápido ya que siendo tan pequeños son muy vulnerables.
Re: ¡Eclosión masiva! (Misión: Hyoga Uzuke)
El Digimon anciano observó en todo momento a aquel pequeño amiguito que se había aparecido con su tamer, mas en parte no tenía sus pensamientos precisamente en aquel mismo lugar, pues además de escuchar la respuesta que el rubio le acabaría por dar también intentaba hacer memoria de los típicos patrones que los mismos pequeñines solían tener al nacer, los más inquietos se iban simplemente por los bosques, algunos volvían directamente a la ciudad, sin embargo otros, al no ser poseedores de un libre albedrio al ser tan pequeñines, solo se aventuraban y a lo que venía sin saber nisiquiera donde estaban parados, pues salir de allí sin ser por lo menos In-Training II era practicamente un suicidio al ser los más débiles en cualquier tipo de escala que podría llegar a inventarse.
—Alrededores de la ciudad, el Bosque del Inicio.— Apuntó con su bastón al gran árbol en el cual algunos Digitamas se encontraban colgados mas por la distancia entre su posición y el objetivo en cuestión solo podían divisarse algunos colores pertenecientes a la variedad de Digitamas existentes, pues en los bosques de las zonas iniciales la vegetación estaba plagada de estos huevos, por lo que la posición de los infantes no debía ser exageradamente lejana a la ya mencionada.
Jijimon volvió a golpear al piso con su bastón y dirigió su mirada una vez más hacia el tamer y su compañero.
—Bienaventurados sean, valiente tamer y valeroso Tsunomon, cuidense en el camino, y por favor, traigan a los pequeñines de regreso.— Vociferó un pequeño suspiro. —Por favor, tengan cuidado, pues aunque sea una zona por lo regular segura, también existen ríos y aberturas donde los pequeños pueden esconderse o caer por error, por lo que deben de estar muy atentos.— Y de la nada pequeños Digimon rodearon al anciano con bastante júbilo. —Sus hermanos llegarán aquí a salvo, pequeñines.— Respondió con seguridad en sus palabras.
—Alrededores de la ciudad, el Bosque del Inicio.— Apuntó con su bastón al gran árbol en el cual algunos Digitamas se encontraban colgados mas por la distancia entre su posición y el objetivo en cuestión solo podían divisarse algunos colores pertenecientes a la variedad de Digitamas existentes, pues en los bosques de las zonas iniciales la vegetación estaba plagada de estos huevos, por lo que la posición de los infantes no debía ser exageradamente lejana a la ya mencionada.
Jijimon volvió a golpear al piso con su bastón y dirigió su mirada una vez más hacia el tamer y su compañero.
—Bienaventurados sean, valiente tamer y valeroso Tsunomon, cuidense en el camino, y por favor, traigan a los pequeñines de regreso.— Vociferó un pequeño suspiro. —Por favor, tengan cuidado, pues aunque sea una zona por lo regular segura, también existen ríos y aberturas donde los pequeños pueden esconderse o caer por error, por lo que deben de estar muy atentos.— Y de la nada pequeños Digimon rodearon al anciano con bastante júbilo. —Sus hermanos llegarán aquí a salvo, pequeñines.— Respondió con seguridad en sus palabras.
- Off:
- Bueno, Hyoga, al ser una misión aluminio es literalmente un Walk Simulator, por lo que puedes hacer lo que te plazca siempre y cuando no te desvies del tema y completes los objetivos, sin embargo, ahora debes narrar tu camino hacia el bosque, mas no tu llegada al ser un camino extenso.
¡Suerte!
- Tamer & Digimon
- Faltas :Tener ojos rojosPrueba de Rol :¿Pa' qué?Digi Puntos :398Ficha :NPCs :Nivel On Rol :MegaNivel On Rol de los Digi Aliados :Yumi: Beast Spirit
Jōkā: ChampionIcono :Rango y Unidad :Hibiki Sanjō Y Seiryū
Rango: Sub Oficial
División: Olimpo Heros
Unidad/Sub-division: Swords WisdomRango y Unidad Digi Aliado :Yumi Niimura
Rango: Soldado
División: Olimpo Heros
Unidad/Sub-division: Swords WisdomInventario :
Hibiki Sanjō
Re: ¡Eclosión masiva! (Misión: Hyoga Uzuke)
Era entendible lo que decía el digimon con aspecto de anciano conocido como Jijimon, con tal cantidad de digitamas eclosionando a la vez, ciertamente, es un desafío cuidar a tantos bebés inquietos, curiosos y con ganas de explorar el nuevo mundo que se muestra ante sus pequeños ojos, los primeros rayos de luz fuera de su digitama los invita a salir a conocer lo que los rodea, pero también su curiosidad los puede llevar a encontrarse con muchos peligros que desconocen.
Así que, lo mejor era encontrarlos lo más rápido posible, antes de que pudieran hacerse daño o tener un accidente. Observo hacia donde Jijimon señalaba con su bastón en forma de guante de gato, en la dirección que señalaba se lograba observar un gran árbol que se alzaba en la lejanía, con algunos tonos de colores que al parecer era digitamas colgando del mismo, parecía que realmente había una cantidad inmensa de digitamas en aquel lugar, capaz eran tantos que sería imposible contarlos en una sola vida.
-No te preocupes Jijimon, nos encargaremos de encontrarlos-
- Los encontraremos lo más rápido posible-
De pronto varios bebés rodearon a Jijimon, parecía que también estaban preocupados por sus hermanos, Hyoga se agacho para estar a la altura de los pequeños – Tranquilos, encontraremos a sus hermanos, sean buenos ¿sí?- sonrió levemente y sin mas ambos se despidieron para ir lo más rápido posible antes de que oscureciera, dudaba que la oscuridad de la noche fuera agradable para unos pequeños digimons bebés perdidos.
Tras cruzar el valle cubiertos de digitamas sin abrir y algunos otro que ya estaban abiertos, su camino hacia el Bosque del Inicio poco a poco se hacía más corto, mientras más se acercaban mas inmenso se veía aquel árbol, que se alzaba por sobre los demás pero no solo ese árbol estaba cubierto de digi tamas, sino que también en la entrada del bosque se podría apreciar que tanto en los arboles, como en los arbustos y suelo habían digitamas.
-Bueno Kai, Hay que buscar bien para encontrarlo-
-¡Ok! Vamos-
Así se adentraron en el bouqe, en busca de aquellos pequeños perdidos, en cierta forma era como jugar al escondite, había que revisar incluso bajo las piedras si era necesario, no podía dejar pasar ningún rincón sin revisar.
Así que, lo mejor era encontrarlos lo más rápido posible, antes de que pudieran hacerse daño o tener un accidente. Observo hacia donde Jijimon señalaba con su bastón en forma de guante de gato, en la dirección que señalaba se lograba observar un gran árbol que se alzaba en la lejanía, con algunos tonos de colores que al parecer era digitamas colgando del mismo, parecía que realmente había una cantidad inmensa de digitamas en aquel lugar, capaz eran tantos que sería imposible contarlos en una sola vida.
-No te preocupes Jijimon, nos encargaremos de encontrarlos-
- Los encontraremos lo más rápido posible-
De pronto varios bebés rodearon a Jijimon, parecía que también estaban preocupados por sus hermanos, Hyoga se agacho para estar a la altura de los pequeños – Tranquilos, encontraremos a sus hermanos, sean buenos ¿sí?- sonrió levemente y sin mas ambos se despidieron para ir lo más rápido posible antes de que oscureciera, dudaba que la oscuridad de la noche fuera agradable para unos pequeños digimons bebés perdidos.
Tras cruzar el valle cubiertos de digitamas sin abrir y algunos otro que ya estaban abiertos, su camino hacia el Bosque del Inicio poco a poco se hacía más corto, mientras más se acercaban mas inmenso se veía aquel árbol, que se alzaba por sobre los demás pero no solo ese árbol estaba cubierto de digi tamas, sino que también en la entrada del bosque se podría apreciar que tanto en los arboles, como en los arbustos y suelo habían digitamas.
-Bueno Kai, Hay que buscar bien para encontrarlo-
-¡Ok! Vamos-
Así se adentraron en el bouqe, en busca de aquellos pequeños perdidos, en cierta forma era como jugar al escondite, había que revisar incluso bajo las piedras si era necesario, no podía dejar pasar ningún rincón sin revisar.
Re: ¡Eclosión masiva! (Misión: Hyoga Uzuke)
- OFF:
- Bueno... a pesar de haber dicho que aún no roleases tu llegada al bosque lo hiciste de todos modos, recuerda que una cantidad elevada de errores puede hacer que tu misión falle.
Jijimon desde la lejanía se despidió del humano y el Digimon que le acompañaba, ¿pero era en realidad una despedida?, no era lo mejor llamarlo de aquella manera, pues lo ideal era que volviesen a verse en unas cuantas horas, pues la misión que le había encomendado al tamer y su compañero era el rescate de los susodichos recién nacidos en el gran bosque repleto de Digitamas, cosa que también podría servir a Hyoga de lección de vida, ¿por qué no?, tendría que además de encontrar a los pequeños, cuidarlos y luego escoltarlos hasta los confiables brazos del Digimon anciano que era el guardián de la zona en sí.
En el transcurso Hyoga divisaba muchas cosas que podrian ser similares a un campo en el Mundo Humano, en sí todo era verde por el lado que se viese, sin embargo la clara diferencia entre el Mundo Humano y el Digimundo era que practicamente en el Mundo Digital no parecía existir la contaminación que sí yacía en el mundo del tamer.
En la entrada del inmenso bosque el cual estaba realmente rodeado de Digitamas se mantenía uno de los pequeñines, este era un Botamon que lloraba, lloraba y lloraba, este observó al humano y al digimon el cuerno y echó a botar, con la máxima velocidad se alejó de aquel par en dirección al terreno plano y vacío que significaba aquella zona fuera del gran bosque, y como era obvio, Hyoga no podía permitirse el dejar escapar a tal pequeño, ¿o sí?, para ser tan solo un Digimon en su etapa Bebé I realmente era veloz, siendo que se había alejado ya bastante para cuando el joven de ojos azules y su optimista compañero se diesen cuenta.
Sí, al parecer el trabajo de Jijimon no era del todo simple.
- OFF:
- Ahora, lo ideal para extender nuestra misión a las tres páginas (que vamos, es Aluminio, en sí lo que más tendría que costarte es encontrarlos y en eso nos hacemos solo 3 post cada uno) es que no logres atrapar a Botamon en el post que sigue.
- Tamer & Digimon
- Faltas :Tener ojos rojosPrueba de Rol :¿Pa' qué?Digi Puntos :398Ficha :NPCs :Nivel On Rol :MegaNivel On Rol de los Digi Aliados :Yumi: Beast Spirit
Jōkā: ChampionIcono :Rango y Unidad :Hibiki Sanjō Y Seiryū
Rango: Sub Oficial
División: Olimpo Heros
Unidad/Sub-division: Swords WisdomRango y Unidad Digi Aliado :Yumi Niimura
Rango: Soldado
División: Olimpo Heros
Unidad/Sub-division: Swords WisdomInventario :
Hibiki Sanjō
Re: ¡Eclosión masiva! (Misión: Hyoga Uzuke)
Ciertamente, aunque el verde que los rodeaba, era por así decirlo, un recordatorio de aquellos paisajes verdes de su mundo, aunque no eran del todo iguales, se notaba que era vegetación libre de cualquier rastro de secarse o desaparecer, pareciera como si aquel bosque recién hacia poco había surgido, un lugar sin explorar, uno que nunca envejecerá o morirá. En cierta forma esto era relajante, era como estar conectado con la naturaleza, aunque si se piensa bien no tendría mucha lógica, ya que estaba en un mundo digital.
Tras la caminaba hasta llegar a la entrada de aquel imponente bosque, cubierto de diversos colores por doquier, que resultaron ser mas digitamas, a donde iba la vista se podían apreciar mas y mas de estos, no había ni un solo rincón donde mirada en aquel bosque, donde no hubiera digitamas. Ahí con tan solo dar unos leves pasos pudo escuchar y más tarde observar frente a él, una pequeña bolita de pelo oscura, con dos orejitas que era el origen del llanto, era un Botamon, en cuanto esté los vio, se asusto huyendo a toda velocidad, sin ambos lograran decir una sola palabra.
-¡Hey!¡ Botamon espera!- Realmente ese Botamon era rápido a pesar de ser un recién nacido, en tan solo unos instante había cubierto una gran distancia, quien diría que un simple bebé digimon, sería capaz de correr incluso más rápido que los atletas más entrenados del mundo, esto no sería nada sencillo.
Kai estaba más que dispuesto a intentar seguirle el paso a Botamon, para intentar alcanzarlo, sin embargo Hyoga se dio cuenta de que si lo perseguían, este se asustaría mas y nunca lo atraparían, lo mejor era pensar en otro plan ¿Cómo podían atrapar a un bebé?- Kai lo mejor es seguirlo pero sin asustarlo, hay que ir con calma-Tras esto, lo siguieron sin embargo no iban a toda velocidad, iban a un ritmo rápido, suficiente como para ver a donde se dirigía el pequeño con el objetivo de acercarse con cuidado, era lo mejor, si lograba acercarse con cuidado sin asustarlo sería más fácil que participar en una persecución que solo terminaría agotándolos y no tenían garantía que lo atraparan, además perseguirlo solo haría que el pequeño se adentrara mas en el bosque lo cual podría ponerlo en peligro.
-Kai hay que encontrarlo, pero recuerda, no lo asustes, se amable y habla despacio, es un bebé así que debe estar muy asustado-
-Okey, ¡¡hare mi mejor esfuerzo!!!-
-Esta bien, solo baja un poco la voz o asustaras a todo digimon que haya por aquí-
-Ops, perdon, dare mi mejor esfuerzo-
Y así el plan estaba marcado, solo quedaba seguirle el rastro a ese Botamon, y esperar encontrarlo lo más rápido posible, ya que el tiempo corre y la luz del sol poco a poco se va a acabando, además aun faltan varios bebés por encontrar.
Tras la caminaba hasta llegar a la entrada de aquel imponente bosque, cubierto de diversos colores por doquier, que resultaron ser mas digitamas, a donde iba la vista se podían apreciar mas y mas de estos, no había ni un solo rincón donde mirada en aquel bosque, donde no hubiera digitamas. Ahí con tan solo dar unos leves pasos pudo escuchar y más tarde observar frente a él, una pequeña bolita de pelo oscura, con dos orejitas que era el origen del llanto, era un Botamon, en cuanto esté los vio, se asusto huyendo a toda velocidad, sin ambos lograran decir una sola palabra.
-¡Hey!¡ Botamon espera!- Realmente ese Botamon era rápido a pesar de ser un recién nacido, en tan solo unos instante había cubierto una gran distancia, quien diría que un simple bebé digimon, sería capaz de correr incluso más rápido que los atletas más entrenados del mundo, esto no sería nada sencillo.
Kai estaba más que dispuesto a intentar seguirle el paso a Botamon, para intentar alcanzarlo, sin embargo Hyoga se dio cuenta de que si lo perseguían, este se asustaría mas y nunca lo atraparían, lo mejor era pensar en otro plan ¿Cómo podían atrapar a un bebé?- Kai lo mejor es seguirlo pero sin asustarlo, hay que ir con calma-Tras esto, lo siguieron sin embargo no iban a toda velocidad, iban a un ritmo rápido, suficiente como para ver a donde se dirigía el pequeño con el objetivo de acercarse con cuidado, era lo mejor, si lograba acercarse con cuidado sin asustarlo sería más fácil que participar en una persecución que solo terminaría agotándolos y no tenían garantía que lo atraparan, además perseguirlo solo haría que el pequeño se adentrara mas en el bosque lo cual podría ponerlo en peligro.
-Kai hay que encontrarlo, pero recuerda, no lo asustes, se amable y habla despacio, es un bebé así que debe estar muy asustado-
-Okey, ¡¡hare mi mejor esfuerzo!!!-
-Esta bien, solo baja un poco la voz o asustaras a todo digimon que haya por aquí-
-Ops, perdon, dare mi mejor esfuerzo-
Y así el plan estaba marcado, solo quedaba seguirle el rastro a ese Botamon, y esperar encontrarlo lo más rápido posible, ya que el tiempo corre y la luz del sol poco a poco se va a acabando, además aun faltan varios bebés por encontrar.
- OFF:
- Perdoname la vida pwp, cuando respondi el post, en esa oportunidad no lei el spoiler, por eso cometi ese error, lo hubiera sabido antes y lo corrijo, perdón por eso uwu, pero no cometer mas fallos en este o en los siguientes post
Re: ¡Eclosión masiva! (Misión: Hyoga Uzuke)
Finalmente Hyoga parecía haber encontrado la fórmula del éxito, aquel modus operandis que practicamente tendría que ser el único que tuviese que utilizar tomando en cuenta que debía de recuperar a únicamente Digimon bebés, y claro, los bebés al ser fáciles de asustar y sumamente llorones... pues no sería para nada fácil hacerles entrar en razón y que mantuviesen una confianza ciega con el rubio y su cornudo compañero.
La verdad... aún era bastante temprano, faltaban por lo menos unas dos o tres horas para que el sol se escondiese, sin embargo eso no aseguraba la victoria del tamer en conjunto a su Digimon compañero, los bebés podían ser muy escurridizos o simplemente podrían ser no capaces de encontrarles entre tanta maleza y Digiegg en la zona. ¿Qué sucedía si se encontraban con un huevo del cual apenas emergía un bebé?, tendrían que hacerse cargo de él y llevarlo hasta Jijimon, sin embargo para su suerte no parecía ser así.
A la distancia Hyoga, en aquel terreno en el cual todo tan solo era césped y uno que otro arbusto del cual colgaban tan solo un par de Digitamas debido que prácticamente no estaba dentro del bosque, después de todo el pequeño Botamon había escapado a botes hasta fuera del mismo simplemente por nerviosismo, el estar tan rodeado de árboles le asfixiaba, por lo que no tuvo más opción que esconderse entre las ramas de un par de arbustos que se mantenían unidos haciendo que este tuviese una gran área.
Solo lágrimas, sollozos eran lo que dejaba salir el pequeño In-Training, no quería hacer ruido, estaba tan asustado que simplemente se conformaba con quedarse allí toda la noche, ¿era el mejor plan?, seguramente no, pero de igual manera no tenía la completa capacidad de razonar debido a su infantil actitud. Debido a su nerviosismo botaba por propia inercia en aquel arbusto de gran tamaño imaginando que de todos modos no serían capaz de encontrarle, mas lo que este no sabía era que debido al movimiento del mismo era que hojas caían desde el mismo arbusto, era reconocible y sospechoso a kilómetros.
La verdad... aún era bastante temprano, faltaban por lo menos unas dos o tres horas para que el sol se escondiese, sin embargo eso no aseguraba la victoria del tamer en conjunto a su Digimon compañero, los bebés podían ser muy escurridizos o simplemente podrían ser no capaces de encontrarles entre tanta maleza y Digiegg en la zona. ¿Qué sucedía si se encontraban con un huevo del cual apenas emergía un bebé?, tendrían que hacerse cargo de él y llevarlo hasta Jijimon, sin embargo para su suerte no parecía ser así.
A la distancia Hyoga, en aquel terreno en el cual todo tan solo era césped y uno que otro arbusto del cual colgaban tan solo un par de Digitamas debido que prácticamente no estaba dentro del bosque, después de todo el pequeño Botamon había escapado a botes hasta fuera del mismo simplemente por nerviosismo, el estar tan rodeado de árboles le asfixiaba, por lo que no tuvo más opción que esconderse entre las ramas de un par de arbustos que se mantenían unidos haciendo que este tuviese una gran área.
Solo lágrimas, sollozos eran lo que dejaba salir el pequeño In-Training, no quería hacer ruido, estaba tan asustado que simplemente se conformaba con quedarse allí toda la noche, ¿era el mejor plan?, seguramente no, pero de igual manera no tenía la completa capacidad de razonar debido a su infantil actitud. Debido a su nerviosismo botaba por propia inercia en aquel arbusto de gran tamaño imaginando que de todos modos no serían capaz de encontrarle, mas lo que este no sabía era que debido al movimiento del mismo era que hojas caían desde el mismo arbusto, era reconocible y sospechoso a kilómetros.
- Tamer & Digimon
- Faltas :Tener ojos rojosPrueba de Rol :¿Pa' qué?Digi Puntos :398Ficha :NPCs :Nivel On Rol :MegaNivel On Rol de los Digi Aliados :Yumi: Beast Spirit
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Re: ¡Eclosión masiva! (Misión: Hyoga Uzuke)
Esta encomienda, le hacía recordar aquellos programas sobre animales, donde el depredador asecha a su presa en silencio para no asustarla y lograr su cometido de atraparla y devorarla, aunque bueno, no tenia que devorarlo, solo atraparlo y lograr que se calmara un poco. No fue difícil seguirle el rastro, después de todo había ido a una zona libre de arboles, ya que iban a un ritmo de caminata no tan apresurado, no se dieron cuenta en principio en qué dirección se había ido, pero tenía la sensación de que no había ido muy lejos.
-Kai, busquemos por aquí, recuerda, se silencioso y si lo ves, no lo asustes solo, aproxímate despacio hacia él, he intenta calmarlo-
-Está bien, yo iré por aquí-
Así ambos, se separaron para cubrir mas zona de búsqueda, ambos tenían cuidado de que tanto sus pisadas como rebotes fueran lo más silencioso posible, tenían que estar atento a cualquier sonido que alertara la ubicación del pequeño.
De momento no parecía haber señales, sin embargo mientras Hyoga caminaba, gracias a la visión del rabillo de su ojo izquierdo, se dio cuenta que algo ubicado a unos cuantos metros de su posición, se había movido, tras voltearse, vio un conjuntos de arbustos que a su alrededor tenían un par de hojas sueltas, y se le iban sumando mas a la vez que este se volvía a mover. Parece que había dado con su escondite, pero no podía acercarse a sí sin más, de hacerlo nuevamente volvería la persecución y no había tiempo que perder en ello.
Lentamente, mientras se acercaba, iba agachándose despacio, pisando lo mas livianamente posible, siguió así hasta que estuvo a la altura del arbusto, despacio acerco sus manos, observando el lugar preciso de donde surgía el movimiento, ya ubicado el lugar, hizo espacio con sus manos entre las ramas del arbusto, logrando observar al pequeño Botamon, antes de que este se asustara y huyera, con una voz suave y una sonrisa amigable le dirigió unas palabras.
-Tranquilo, no te hare daño, solo quiero llevarte a casa-
Entonces metió sus manos dentro del arbusto, ofreciéndole sus manos para que este , si aceptaba ir con él, se subiera en sus manos y este lo sacaría de ahí, solo quedaba esperar la decisión del pequeño.
-Kai, busquemos por aquí, recuerda, se silencioso y si lo ves, no lo asustes solo, aproxímate despacio hacia él, he intenta calmarlo-
-Está bien, yo iré por aquí-
Así ambos, se separaron para cubrir mas zona de búsqueda, ambos tenían cuidado de que tanto sus pisadas como rebotes fueran lo más silencioso posible, tenían que estar atento a cualquier sonido que alertara la ubicación del pequeño.
De momento no parecía haber señales, sin embargo mientras Hyoga caminaba, gracias a la visión del rabillo de su ojo izquierdo, se dio cuenta que algo ubicado a unos cuantos metros de su posición, se había movido, tras voltearse, vio un conjuntos de arbustos que a su alrededor tenían un par de hojas sueltas, y se le iban sumando mas a la vez que este se volvía a mover. Parece que había dado con su escondite, pero no podía acercarse a sí sin más, de hacerlo nuevamente volvería la persecución y no había tiempo que perder en ello.
Lentamente, mientras se acercaba, iba agachándose despacio, pisando lo mas livianamente posible, siguió así hasta que estuvo a la altura del arbusto, despacio acerco sus manos, observando el lugar preciso de donde surgía el movimiento, ya ubicado el lugar, hizo espacio con sus manos entre las ramas del arbusto, logrando observar al pequeño Botamon, antes de que este se asustara y huyera, con una voz suave y una sonrisa amigable le dirigió unas palabras.
-Tranquilo, no te hare daño, solo quiero llevarte a casa-
Entonces metió sus manos dentro del arbusto, ofreciéndole sus manos para que este , si aceptaba ir con él, se subiera en sus manos y este lo sacaría de ahí, solo quedaba esperar la decisión del pequeño.
Re: ¡Eclosión masiva! (Misión: Hyoga Uzuke)
La bola de pelos escuchó la voz del humano, ante lo mismo fue que se erizó, se compactó incluso un poco más encerrándose en su propio mundo dentro de aquel arbusto. Hyoga parecía ser claro en sus intenciones, solo quería sacarle de allí, Botamon lo entendía a medias, pues el miedo que sentía no le permitía razonar con claridad tomando en cuenta las capacidades que un recién nacido podía tener. Daño, que no lo he hiciese daño, realmente no entendía a qué era lo que se refería, él solo quería e que el hombre malo (o por lo menos así lo veía él) se fuese de allí, sin embargo tras unos momentos finalmente logró razonar un poco mejor, era la madurez, cada segundo su intelecto se hacía mayor, y aunque aún no tuviese la capacidad de hablar ahora sí podía pensar con mayor claridad.
Botó, botó, rebotó, tras pensarlo un par de minutos finalmente llegó a un concenso, ¡tenía que ir con él!, y había planeado en saltar a las manos del contrario pues su pequeño tamaño le permitía caer en estas sin caerse, pero hubo un desafortunado cambio en la situación que alarmaría a cualquiera.
¡Boom!, espinas aparecerían en torno al arbusto en el cual Hyoga había introducido sus manos, sin embargo aún así ninguna de estas logró dar con la piel del humano, estaba a salvo, pero desgraciadamente no se podría llegar a decir lo mismo de la bola de pelos que estaba dentro del montón de hojas y ramas. Botamon, volvió a sollozar, ahora quería salir, realmente quería salir y saltar a los brazos del que podía no ser más un hombre malo, estaba desesperado, pues a pesar de volverse minimamente más maduro aún así era tan temeroso como cualquier bebé, pero ahora estaba rodeado de un montón de espinas, ¡las espinas eran feas!, parecían peligrosas, su muy leve razonamiento le dejaba llegar a esa conclusión. Perfecto, Hyoga tendría que hacer algo ahora para que pudiese sacar al pequeñín de ese infierno sin que él mismo ni el pequeñín sufriese ningún daño, pues a pesar de ser espinas, las ramas que las sostenían parecían muy débiles.
Botó, botó, rebotó, tras pensarlo un par de minutos finalmente llegó a un concenso, ¡tenía que ir con él!, y había planeado en saltar a las manos del contrario pues su pequeño tamaño le permitía caer en estas sin caerse, pero hubo un desafortunado cambio en la situación que alarmaría a cualquiera.
¡Boom!, espinas aparecerían en torno al arbusto en el cual Hyoga había introducido sus manos, sin embargo aún así ninguna de estas logró dar con la piel del humano, estaba a salvo, pero desgraciadamente no se podría llegar a decir lo mismo de la bola de pelos que estaba dentro del montón de hojas y ramas. Botamon, volvió a sollozar, ahora quería salir, realmente quería salir y saltar a los brazos del que podía no ser más un hombre malo, estaba desesperado, pues a pesar de volverse minimamente más maduro aún así era tan temeroso como cualquier bebé, pero ahora estaba rodeado de un montón de espinas, ¡las espinas eran feas!, parecían peligrosas, su muy leve razonamiento le dejaba llegar a esa conclusión. Perfecto, Hyoga tendría que hacer algo ahora para que pudiese sacar al pequeñín de ese infierno sin que él mismo ni el pequeñín sufriese ningún daño, pues a pesar de ser espinas, las ramas que las sostenían parecían muy débiles.
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Re: ¡Eclosión masiva! (Misión: Hyoga Uzuke)
Parecía que las cosas iban bien, el pequeño botamon parecía tomarse su tiempo para decidir si ir con él, o huir nuevamente, no lo iban a presionar, solo espero en silencio con las manos extendidas. Tras unos minutos, parecía que ya se había decidido, Hyoga ya pensaba, que todo había salido de acuerdo al plan, sin embargo antes de poder sacarlo de ahí, extrañamente comenzaron a brotar diversas espinar alrededor del arbusto, recubriendo todas las ramas de este, este era realmente un suceso extraño, pero por suerte Hyoga logro apartar las manos antes de resultar herido, pero el pequeño no corría la misma suerte, estaba atrapado en una trampa mortal, sería complicado salir de esta nueva contrariedad .
-Está bien, no llores, te sacare de aquí- Intentaba calmarlo al escucharlo llorar, para evitar que entrara en pánico y se lastimara, en ese momento Kai se acerco y se percato de la situación.
-Yo lo salvare – Kai estaba dispuesto a lanzarse contra el arbusto para salvar a botamon, pero Hyoga lo sostuvo evitando que este saltara hacia las espinas.
-Te harás daño, si haces eso…debe haber otra forma-
Hyoga bajo a Kai quien se quedo observando, debía haber una forma de sacarlo de ahí sin que se lastimara, pero ¿Cómo? Lo mejor era evaluar la situación, Hyoga separo un poco las hojas del arbusto para poder ver al pequeño, realmente era como un cárcel ella de ramas con espinas afiladas, la que cubría al Bebé, lo primero seria despejar un poco, así que aprovechando que solía llevar guantes similares a los de un motociclista, aunque no disponían de cubierta para los dedos, le permitió meter las manos lo suficiente para romper un par de ramas y dejar un espacio libre para poder sacarlo, pero aun había muchas espinas.
Podía alcanzarlo, pero sacarlo no sería fácil sin lastimarlo. En ese momento una idea cruzo su mente, era algo simple, su chaqueta, aquella chaqueta de color verde de mangas largas que traía consigo. Rápidamente se la quito y para evitar daños en sus ante brazos, la coloco de tal forma que los cubría de un espacio.
Despacio, metió sus brazos evitando lo más posible las espinas, una vez cuando llega al lugar del pequeño, como pudo, uso la chaqueta para envolverlo, similar a como envolvía su madre, los almuerzos que le dejaba, esto sin dejar de cubrir sus ante brazos, así, con cuidado, fue sacando los brazos junto con el botamon cubierto por la chaqueta. Una vez afuera, separo los pliegues de la chaqueta para descubrir al pequeño.
-Ya estas a salvo pequeño- Lo tomo con cuidado acariciándolo, para que estuviera calmado.
-Bien, ya tenemos uno- Kai estaba muy feliz de que todo había resultado bien al final.
-Está bien, no llores, te sacare de aquí- Intentaba calmarlo al escucharlo llorar, para evitar que entrara en pánico y se lastimara, en ese momento Kai se acerco y se percato de la situación.
-Yo lo salvare – Kai estaba dispuesto a lanzarse contra el arbusto para salvar a botamon, pero Hyoga lo sostuvo evitando que este saltara hacia las espinas.
-Te harás daño, si haces eso…debe haber otra forma-
Hyoga bajo a Kai quien se quedo observando, debía haber una forma de sacarlo de ahí sin que se lastimara, pero ¿Cómo? Lo mejor era evaluar la situación, Hyoga separo un poco las hojas del arbusto para poder ver al pequeño, realmente era como un cárcel ella de ramas con espinas afiladas, la que cubría al Bebé, lo primero seria despejar un poco, así que aprovechando que solía llevar guantes similares a los de un motociclista, aunque no disponían de cubierta para los dedos, le permitió meter las manos lo suficiente para romper un par de ramas y dejar un espacio libre para poder sacarlo, pero aun había muchas espinas.
Podía alcanzarlo, pero sacarlo no sería fácil sin lastimarlo. En ese momento una idea cruzo su mente, era algo simple, su chaqueta, aquella chaqueta de color verde de mangas largas que traía consigo. Rápidamente se la quito y para evitar daños en sus ante brazos, la coloco de tal forma que los cubría de un espacio.
Despacio, metió sus brazos evitando lo más posible las espinas, una vez cuando llega al lugar del pequeño, como pudo, uso la chaqueta para envolverlo, similar a como envolvía su madre, los almuerzos que le dejaba, esto sin dejar de cubrir sus ante brazos, así, con cuidado, fue sacando los brazos junto con el botamon cubierto por la chaqueta. Una vez afuera, separo los pliegues de la chaqueta para descubrir al pequeño.
-Ya estas a salvo pequeño- Lo tomo con cuidado acariciándolo, para que estuviera calmado.
-Bien, ya tenemos uno- Kai estaba muy feliz de que todo había resultado bien al final.
Re: ¡Eclosión masiva! (Misión: Hyoga Uzuke)
Primera fase completa, ¿no?, quizás se le podía llamar así, pues el ingenio del rumbo al parecer triunfaría ante la adversidad tras recuperar a uno de los indefensos bebés que se encontraban repartidos por todos los alrededores, llevaba uno, aún quedaban tres, sin embargo el ahora tenerle entre sus brazos no aseguraba que las cosas se mantuviesen así, pues era un niño recién nacido, curioso, podía escaparsele de las manos en cualquier momento, ¿no?, tendría que atenderle en sus caprichos, era obvio, después de todo no querría viajar con un Botamon que llorase todo el camino mientras seguía buscando al resto de sus hermanitos, sin embargo ahora el ser peludito no lloró, solo acalló acomodándose en la cobija que le había salvado de aquel antro de dolor, aquellas espinas que para su fortuna no tendría que rozar, pues Hyoga le había salvado a pesar de sufrir las consecuencias pinchándose de todos modos con alguna que otra espina que había en el gran arbusto.
Los alrededores eran silencioso, alegres, aún quedaban algunas hora de sol por lo que no parecía que tuviera que preocuparse demasiado del tiempo que tardaría, después de todo no habría tardado demasiado en encontrar al primero, ¿no?, pero eso no cambiaba que aún quedaban tres, podían estar separados por su cuenta, quizás juntos, resguardados, ¿pero y si habrían sufrido de algún accidente?, no, claramente nadie quería eso, ¿verdad?.
En la lejanía se oyó un gran grito, venía desde el bosque, aquel lugar donde la espesura recubría y mantenía a salvo los Digitamas para así no estar al alcance de los Digimon malvados u otros temibles depredadores, ahora, ¿qué es lo que haría el campeón de Jijimon?, ¿seguiría en su búsqueda de los bebés perdidos o iría en búsqueda de aquel que exhalaría el grito de socorro?, era decisión de él, solo de él y de nadie más que él.
—¡AAAAAAAAAH!.— Replicó una vez más la voz, sin embargo en esta ocasión no se oía como un grito desesperado, simplemente un grito, la elevación en el volumen de una voz, sin embargo eso no volvía menos sospechosa la procedencia de la misma.
Los alrededores eran silencioso, alegres, aún quedaban algunas hora de sol por lo que no parecía que tuviera que preocuparse demasiado del tiempo que tardaría, después de todo no habría tardado demasiado en encontrar al primero, ¿no?, pero eso no cambiaba que aún quedaban tres, podían estar separados por su cuenta, quizás juntos, resguardados, ¿pero y si habrían sufrido de algún accidente?, no, claramente nadie quería eso, ¿verdad?.
En la lejanía se oyó un gran grito, venía desde el bosque, aquel lugar donde la espesura recubría y mantenía a salvo los Digitamas para así no estar al alcance de los Digimon malvados u otros temibles depredadores, ahora, ¿qué es lo que haría el campeón de Jijimon?, ¿seguiría en su búsqueda de los bebés perdidos o iría en búsqueda de aquel que exhalaría el grito de socorro?, era decisión de él, solo de él y de nadie más que él.
—¡AAAAAAAAAH!.— Replicó una vez más la voz, sin embargo en esta ocasión no se oía como un grito desesperado, simplemente un grito, la elevación en el volumen de una voz, sin embargo eso no volvía menos sospechosa la procedencia de la misma.
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Re: ¡Eclosión masiva! (Misión: Hyoga Uzuke)
Ya con el pequeño a salvo, la operación de rescate había sido un éxito, este ultimo parecía tranquilo y había dejado de llorar, así que todo parecía estar bien, aunque de igual manera Hyoga termina con unas leves heridas de donde brotaba unas gotas de sangre debido a las espinas filosas de aquel arbusto.
-Oye Hyoga, ¿qué es eso rojo que sale de tus brazos?-
-Es sangre, cuando los humanos nos lastimamos, puede salir un poco de sangre, pero tranquilo no es nada serio- Tras la explicación se limpio las gotas de sangre, de igual forma eran heridas leves así que no eran un problema serio. Ahora la prioridad era encontrar a los otros 3 bebés, aun quedaba tiempo, pero eso no significaba que debía vagar o tardarse, debía aprovechar el tiempo.
Pero, ¿Cómo haría para transportar al pequeño Botamon?, fácil, tuvo una idea que haría su traslado más cómodo para ambos, tomo su chaqueta que previamente había usado para realizar el rescate. Amarro las mangas de manera lateral desde su hombro izquierdo hacia abajo, de manera que quedara un espacio a modo de cangurera, ahí colocaría al bebé, tendría espacio para estar cómodo, incluso había espacio para los demás bebés, así que era un transporte óptimo.
Una vez hecha la improvisada cangurera para bebés, coloco a Botamon dentro, asegurándose de que estuviera tranquilo y cómodo. En ese momento todo estaba muy silencioso, tanto, que se podía escuchar los susurros del viento al pasar, sin embargo, este silencio fue solo momentáneo, ya que, se escucho un fuerte grito proveniente del bosque.
-¿Que fue eso? – Kai en su intento de comunicarse vagamente, también grito. – ¡AAAAAAAHHH!-
-Kai no grites, asustaras a Botamon-
-Perdón botamon- Dijo Kai hacia Botamon por si lo había asustado, mientras Hyoga cuidaba que estuviera tranquilo y feliz.
-Vale, vamos a ver quien grita tanto, tal vez sea otro digimon-
Y así tomaron camino hacia el bosque, en busca de aquello que soltara aquel grito, no parecía un grito de ayuda o uno de miedo, sino un simple grito, prácticamente quien lo estuviera haciendo, estaba levantando la voz porque así lo quería no porque fuera necesario,
-Oye Hyoga, ¿qué es eso rojo que sale de tus brazos?-
-Es sangre, cuando los humanos nos lastimamos, puede salir un poco de sangre, pero tranquilo no es nada serio- Tras la explicación se limpio las gotas de sangre, de igual forma eran heridas leves así que no eran un problema serio. Ahora la prioridad era encontrar a los otros 3 bebés, aun quedaba tiempo, pero eso no significaba que debía vagar o tardarse, debía aprovechar el tiempo.
Pero, ¿Cómo haría para transportar al pequeño Botamon?, fácil, tuvo una idea que haría su traslado más cómodo para ambos, tomo su chaqueta que previamente había usado para realizar el rescate. Amarro las mangas de manera lateral desde su hombro izquierdo hacia abajo, de manera que quedara un espacio a modo de cangurera, ahí colocaría al bebé, tendría espacio para estar cómodo, incluso había espacio para los demás bebés, así que era un transporte óptimo.
Una vez hecha la improvisada cangurera para bebés, coloco a Botamon dentro, asegurándose de que estuviera tranquilo y cómodo. En ese momento todo estaba muy silencioso, tanto, que se podía escuchar los susurros del viento al pasar, sin embargo, este silencio fue solo momentáneo, ya que, se escucho un fuerte grito proveniente del bosque.
-¿Que fue eso? – Kai en su intento de comunicarse vagamente, también grito. – ¡AAAAAAAHHH!-
-Kai no grites, asustaras a Botamon-
-Perdón botamon- Dijo Kai hacia Botamon por si lo había asustado, mientras Hyoga cuidaba que estuviera tranquilo y feliz.
-Vale, vamos a ver quien grita tanto, tal vez sea otro digimon-
Y así tomaron camino hacia el bosque, en busca de aquello que soltara aquel grito, no parecía un grito de ayuda o uno de miedo, sino un simple grito, prácticamente quien lo estuviera haciendo, estaba levantando la voz porque así lo quería no porque fuera necesario,
Re: ¡Eclosión masiva! (Misión: Hyoga Uzuke)
El extraño, aunque divertido accionar del digimon bebé en el intento de imitar aquel grito estremecedor para cualquiera provocó que el Botamon comenzace a rebotar con gracia en su lugar, riendo no tan sonoramente, pues aparentemente aún yacía algo intimidado por la aparición de sus salvadores, sin embargo aún así dejándose hacer con la esperanza, aunque de igual manera ignorancia en el hecho de que aún tendría que encontrar otros digimon bebés como él que yacía desaparecidos, conclusión a la cual había llegado tras la declaración del humano, "tal vez sea otro digimon", lo entendía, no a la perfección, pero como un recién nacido se mostraba curioso de aprender y conocer todo lo que decían o hacian lo demás.
—¡AAAAAAAAAAAH!— Replicó la voz tan solo unos segundos después de la repetición del digimon cornudo, ¿y es que sería que acaso le había oído en su grito de desesperación y lo había repetido para así llamar la atención de alguien que podría ayudarlo?, era posible, bastante posible, si no fuese porque en un pequeño temblor aparentemente con epicentro el centro del bosque producto de la caida de un árbol, obviamente no tan grande como el árbol principal que recubría todos los Digitamas que ahí estaba, sino uno de estatura media que aún así provocaría un bullicio lo suficientemente alto como para llamar la atención ed cualquiera.
—¡BRAAAAAAAAAAAAAH!— Esta vez una voz distinta, sin embargo más aguda e incluso más amenazante provino desde la misma ubicación en la cual el primer grito desesperado venía, tal parecía que al parecer estaba siendo asesiado o algo por el estilo, ¿o sería que acaso acabaría siendo enterrado bajo el gran árbol que había caído?, habían muchas posibilidades, y es que por lo menos el humano y los digimon que le acompañaban seguian completamente a salvo, ¿pero qué sería de aquel que provenía en su grito desesperado en compañia del que parecía ser un captor?.
Otro árbol cayó, la situación parecía no mejorar en lo absoluto, eso era malo para cualquiera, pues con tan escándalo fue que Botamon se encogió de forma literal en su lugar escondiendo la mirada y temblando sin fin, tenía miedo, después de todo gritos terroríficos como aquellos helarían la sangre de cualquier recién nacido, y quién sabe, quizás de algún humano que a la distancia lo escuchase.
—¡AAAAAAAAAAAH!— Replicó la voz tan solo unos segundos después de la repetición del digimon cornudo, ¿y es que sería que acaso le había oído en su grito de desesperación y lo había repetido para así llamar la atención de alguien que podría ayudarlo?, era posible, bastante posible, si no fuese porque en un pequeño temblor aparentemente con epicentro el centro del bosque producto de la caida de un árbol, obviamente no tan grande como el árbol principal que recubría todos los Digitamas que ahí estaba, sino uno de estatura media que aún así provocaría un bullicio lo suficientemente alto como para llamar la atención ed cualquiera.
—¡BRAAAAAAAAAAAAAH!— Esta vez una voz distinta, sin embargo más aguda e incluso más amenazante provino desde la misma ubicación en la cual el primer grito desesperado venía, tal parecía que al parecer estaba siendo asesiado o algo por el estilo, ¿o sería que acaso acabaría siendo enterrado bajo el gran árbol que había caído?, habían muchas posibilidades, y es que por lo menos el humano y los digimon que le acompañaban seguian completamente a salvo, ¿pero qué sería de aquel que provenía en su grito desesperado en compañia del que parecía ser un captor?.
Otro árbol cayó, la situación parecía no mejorar en lo absoluto, eso era malo para cualquiera, pues con tan escándalo fue que Botamon se encogió de forma literal en su lugar escondiendo la mirada y temblando sin fin, tenía miedo, después de todo gritos terroríficos como aquellos helarían la sangre de cualquier recién nacido, y quién sabe, quizás de algún humano que a la distancia lo escuchase.
- Tamer & Digimon
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Rango: Soldado
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Re: ¡Eclosión masiva! (Misión: Hyoga Uzuke)
Al parecer Hyoga, se equivoco, a Botamon le pareció gracioso el acto infantil de Kai de comunicarse por medio de gritos, bueno eso era mejor, a que se hubiera asustado y empezado a llorar de nuevo. Pero no había tiempo se quedarse ahí parado, aún estaba le hecho de aquel extraño grito que nuevamente se volvió a repetir.
-¡Funciono!-Exclamo Kai al escuchar que logro comunicarse. Hyoga solo lo mirada incrédulo, ¿enserio eso fue un grito de respuesta? Pero tu atención se desvió hacia un fuerte estruendo seguido de un temblor -¿Qué fue eso?- En la dirección de dónde provino el grito original había un gran alboroto, incluso se llego a escuchar otro grito, pero este no parecía de ayuda, sino mas amenazante, como el rugido de una bestia.
Hyoga sabía que había digimons con suficiente fuerza como para derribar arboles con facilidad, ya que cuando termino en el digimundo se topo con un Monochromon y casi término aplasto por este, así que no descartaba que ese otro grito fuera de un digimon peligroso. Observo a Botomon, el pobre estaba muy asustado, tanto que no paraba de templar, intento calmarlo acariciándolo suavemente.
-Tranquilo Botamon, no te pasara nada. Kai tenemos que ir a ver qué sucede, es posible que un bebé este en peligro, tal vez sea lo esté persiguiendo un digimon peligroso-
-E-está bien- Kai se notaba un tanto asustado.
-Kai, se que tienes miedo, yo también, pero tenemos que ser valientes por estos pequeños, piensa que eres como su hermano mayor, debes ser un hermano mayor muy valiente – Aquellas palabras eran para alentarlo, Kai seguía siendo un Bebé a pesar de todo, así que era normal que tuviera miedo, pero había que ser valientes.
Kai observo lo asustado que estaba Botamon, y se dio cuenta que debía ser valiente por Botamon y por los demás digimons Bebés perdidos – No te asuste Botamon, yo te protege como tu hermano mayor-. Hyoga sonrió ante el gesto de Kai.
Sin más Kai salto a los brazos de Hyoga quedándose cerca de Botamon para calmarlo, mientras él corría hacía el epicentro del bosque, aunque tenía que estar atento no quería que terminar aplastado por un árbol, esperaban poder llegar a tiempo.
-¡Funciono!-Exclamo Kai al escuchar que logro comunicarse. Hyoga solo lo mirada incrédulo, ¿enserio eso fue un grito de respuesta? Pero tu atención se desvió hacia un fuerte estruendo seguido de un temblor -¿Qué fue eso?- En la dirección de dónde provino el grito original había un gran alboroto, incluso se llego a escuchar otro grito, pero este no parecía de ayuda, sino mas amenazante, como el rugido de una bestia.
Hyoga sabía que había digimons con suficiente fuerza como para derribar arboles con facilidad, ya que cuando termino en el digimundo se topo con un Monochromon y casi término aplasto por este, así que no descartaba que ese otro grito fuera de un digimon peligroso. Observo a Botomon, el pobre estaba muy asustado, tanto que no paraba de templar, intento calmarlo acariciándolo suavemente.
-Tranquilo Botamon, no te pasara nada. Kai tenemos que ir a ver qué sucede, es posible que un bebé este en peligro, tal vez sea lo esté persiguiendo un digimon peligroso-
-E-está bien- Kai se notaba un tanto asustado.
-Kai, se que tienes miedo, yo también, pero tenemos que ser valientes por estos pequeños, piensa que eres como su hermano mayor, debes ser un hermano mayor muy valiente – Aquellas palabras eran para alentarlo, Kai seguía siendo un Bebé a pesar de todo, así que era normal que tuviera miedo, pero había que ser valientes.
Kai observo lo asustado que estaba Botamon, y se dio cuenta que debía ser valiente por Botamon y por los demás digimons Bebés perdidos – No te asuste Botamon, yo te protege como tu hermano mayor-. Hyoga sonrió ante el gesto de Kai.
Sin más Kai salto a los brazos de Hyoga quedándose cerca de Botamon para calmarlo, mientras él corría hacía el epicentro del bosque, aunque tenía que estar atento no quería que terminar aplastado por un árbol, esperaban poder llegar a tiempo.
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