Primeros pasos [Privado:Togata,Hepokomaru y Silver-chan]

Habian pasado unos cuantos dias desde que los jovenes habian llegado al mundo digital y se habian encontrado con sus compañeros digimon, el pequeño Tsubumon tan solo habia necesitado una buena comilona y una larga noche de descanso para evolucionar en Upamon, el cual rebosaba de energia incluso despues de llevar caminando durante varias horas seguidas sin descanso alguno.

Togata hacia donde estamos viajando? pregunto el pequeño digimon de color amarillento mientras que se movia en torno a las piernas del joven.

Estamos buscando algun pueblo en el cual recopilar informacion sobre las zonas cercanas a esta para poder establecer un sitio en el cual quedarnos durante unos dias sin estar en peligro.digo el joven mientras se quitaba el pelo de la frente debido al calor que estaba sufriendo aun estando  debajo de los arboles del limite de aquel gran bosque el cual se expandia hasta el horizonte

Andaron duranto varias horas hasta que divisaron a lo lejos un pequeño poblado al este de donde se encontraban ellos por lo se apresuraron a moverse en aquella direccion, a pocos metros de la entrada al poblado un digimon con aspecto de pajaro rosado fue a recibirles.

Bienvenidos viajeros, me llamo Piyomon y en este momento me encuentro al cargo de este pueblo,por favor seguidme, os acompañare a la plaza, justamente hoy estamos de celebracion por la buena cosecha de este año

Cuando llegaron a la plaza se encontraron a un monton de digimon en etapa bebe 1 y bebe 2 en torno a un gran banquete mientras que un digimon al cual llamaban gomamon se encontraba subido encima de un barril mientras reia de forma exajerada a la vez que los bebes mas cercanos a el le animaban energicamente, tras un largo rato en la fiesta y de que Piyomon les indicase la direccion hacia el siguiente poblado los chicos decidieron marcharse dejando el aun muy animado lugar.

Cuando se disponian a marcharse Togata y Upamon se dieron giraron debido a que habian visto a lo lejos a un chico montado en un gran animal azulado, el cual fastino a Upamon de sobremanera.

El viento golpeaba en la cara del joven de cabello plateado. Aún no se había acostumbrado a cabalgar sobre su compañero armodigievolucionado. Se trataba de Shin, que había adoptado la forma de Raidramon gracias al Digihuevo de la Amistad que habían logrado obtener recientemente, hacía poco tiempo, en las zonas isleñas del Mundo Digital, mientras perseguían a dos desertores de los Royal Knights. Nadie traicionaba a su clan y se iba de rositas, eso lo tenía claro. A pesar de ser un investigador, había conseguido detenerlos, no sin recibir ayuda. Miku y el otro muchacho, el que se encontraba en la silla de ruedas, se habían ido por su lado, mientras que Sano había vuelto al Mundo Humano, pues echaba de menos a sus padres, a su familia y al negocio familiar, las termas Sano, medianamente famosas en su lugar de residencia. Aunque, siendo japonés, que unas termas fuesen famosas no era difícil. Una gran parte de la población japonesa adoraba bañarse en un onsen de vez en cuando, entre los que Hepokomaru se encontraban.

Así que Raidramon de la amistad atronadora, ¿eh?- sonrió mientras su cabello bailaba a altas velocidades y sus manos se sujetaban a las púas que salían del cuerpo de su compañero.

Es una armodigievolución realmente útil, admítelo. Con ExVeemon puedo volar y lanzar un láser en forma de X, con Flamedramon resisto altas temperaturas y puedo utilizar el fuego como arma o como escudo y con Raidramon domino la electricidad y grandes velocidades, además que puedo cargar con varias personas o Digimon siempre que no sobrepasen un mínimo de peso... Estoy contento. Y todo te lo debo a ti, amigo mío- sonrió Shin mientras su forma lupina avanzaba a grandes velocidades, utilizando sus cuatro extremidades, mientras su cuerno en forma de relámpago brillaba bajo los rayos del sol abrasador.

No debes agradecerme nada, Shin. Somos amigos y compañeros, además de caballeros de los Royal Knights. Nos hemos jurado fidelidad y compromiso y no pienso defraudar a mi mejor amigo, eso tenlo por seguro- sonrió felizmente el muchacho mientras acariciaba la armadura afilada de color azabache que recubría el ligero cuerpo blanquiazulado de su compañero.

Bien, ¿y qué hacemos dirigiéndonos hacia ésta aldea?- preguntó Shin, mientras saltaba una roca, acortando camino y pudiendo visualizar una pequeña aglomeración de cabañas sencillas que se encontraban amontonadas y varios pequeños Digimon saltando y riendo.

Están celebrando una especie de celebración. Este pequeño poblado se encuentra bajo la protección de los Royal Knights, por lo que tendremos que estar atentos de que no venga ningún bandido hasta que vuelva su protector, Shoutmon, que ha ido a la base a informar sobre unos bandidos que andan pululando por aquí- mencionó mientras que, con un par de palmas en el costado de Raidramon, le ordenó que fuese disminuyendo la velocidad, hasta acercase al poblado caminando. Una vez allí, el chico descendió del lomo de su compañero, se colocó su cabello de la forma en la que solía encontrarse y se llevó las manos a sus caderas, respirando el aire fresco y oyendo a los pequeños divertirse- Me parece que nos lo pasaremos mejor de lo que pensaba- sonrió el muchacho, adentrándose en el poblado con su compañero cuadrúpedo y saludando a todos los pequeños, mencionando que hasta que Shoutmon volviese, ellos dos les protegerían. Los Digimon bebé, inmediatamente se subieron a la cabeza de Hepokomaru y, lo que era más sorprendente, encima del lomo de Shin, sin ningún temor a pesar de su tamaño y su aspecto feroz.

Así que... Nos toca hacer de niñeras...- suspiró el Raidramon mientras seguía a su Tamer, tragándose su orgullo como caballero real.

Sí, básicamente- se rió Hepokomaru de su compañero Digimon mientras sostenía entre sus brazos un Tokomon, que intentaba morder su dedo índice de la mano derecha.

Al volver al pueblo a causa del alborotado Upamon. Kuro que era el Botamon el cual evoluciono durando los días anteriores a la llegada al pueblo, estaba muy feliz porque podría comer de nuevo toda la comida de los puestos que había en la plaza. Hinata estaba animada por el ambiente y su querido compañero que estaba eufórico por ponerse a comer. Un digimon en forma de moneda llamo a la joven, Hinata se acerco y pregunto al digimon que es lo que queria.

¿Si, que quieres? pregunto la joven mientras miraba con curiosidad al digimon.

Hola pequeña, ¿eres nueva en el mundo digimon? dijo el digimon moneda

Si, ¿como lo sabes? respondio Hinata

Se nota en tu curiosidad, por cierto soy Gamemon y cambio el dinero de tu mundo por el dinero que se permite en este mundo, deberias cambiar la divisa si quieres comprar en este festival y en cualquier parte del mundo digital respondió Gamemon.

Lo haré si así podemos comer Kuro y yo dijo Hinata mientras esperaba que le dijera como hacerlo.

Bueno, debes introducir el dinero de tu mundo en esta maquina, y así podrás comprar todo lo que quieras dijo Gamemon mientras señalaba una maquina que se estacionaba a su derecha.

Así haciendo caso a Gamemon y introduciendo algunas de las monedas que conservaba aún en la cartera que llevaba fue como si por arte de magia la maquina, que parecía una tragaperras de color azulada, absorbió completamente kas monedas para que tras unos segundos después, expulsase su equivalente en bits, la que parecía ser la moneda del mundo real, cuya divisa se basaba en billetes de color amarillo.

Hinata vamos a ese puesto su comida parece deliciosa y tengo mucha hambre pidió el pequeño Kuro babeando mientras iba hacia el puesto.

Joe, Kuro eres un glotón no deberías comer tanto que si no, no podrás ir al baño, aunque yo también quiero comer lo que hay en los puestos que parecen muy rico dijo la joven mientras seguía a su compañero al puesto de comida.

Kuro y Hinata siguieron llendo de puesto en puesto probando toda la comida que había en el festival, luego Kuro necesito ir al baño y Hinata lo acompaño.

Joe, Hinata con lo que he comido debería hacer mucha caca dijo el compañero intentando terminar lo que empezó.

Al terminar, Hinata y Kuro siguieron visitando los puestos de comida y divirtiéndose, mientras comían y jugaban con los digimons bebes del pueblo.

Deberíais venir a mi puesto tengo dulces tradicional de este pueblo dijo el Gomamon que estaba encima del barril cuando llegamos.

Dulces, dijiste dulces si claro que vamos a ir dijeron Hinata y Kuro con los ojos brillando, porque simplemente adoraban los dulces.

Después de comer los postres del puesto de Gomamon, fueron hacia donde al parecer había un poco de alboroto, a causa de un baile tradicional del pueblo , Piyomon que estaba en medio de aquel raro baile hizo una seña para que así Hinata y Kuro se les uniera y bailaran. Kuro acepto y salto a la pista, pero la joven no fue pues no sabia bailar y tenia vergüenza.

Vamos Hinata, esto es divertido dijo Kuro queriendo que Hinata bailara con el y los bebes del pueblo.

Hinata simplemente suspiro y salio a la pista a bailar, aunque no fuera su punto fuerte. Después de un rato bailando, si es que, se puede llamar así a lo que hacían.

Mientras que Hinata y Koromon bailaban alegremente algo estaba molestando a Togata de una manera que ni el mismo podia entender, porque la fiesta habia seguido con mas fuerza despues de que ellos se fuesen si los habian acojido tan amablemente, y quien era el joven montado en el can azul, esas dudas hicieron que Togata, seguido de Upamon fueran a preguntar a los aldeanos sobre el joven y el porque de continuar la fiesta con mas fuerza que antes.

disculpa joven,mi nombre es patamon, te puedo ayudar en algo? dijo un pequeño hamster con alas.

Si,vera me gustaria saber el porque la fiesta a aumentado su intensidad de manera tan brutal una vez que nosotros nos fuimos. Le dijo Togata al digimon el cual se poso en una mecedora colocada entre 2 arboles.

Es que acaso los aldeanos se han alegrado de que nos fueramos tan repentinamente? Pregunto el pequeño Upamon casi al borde del llanto pensando que la gente del poblado los repudiaba o algo por el estilo.

Ni lo mas minimo pequeño, no te preocupes, nadie de este pueblo os repudia. Digo el patamon alegrando al bebe el cual se puso a saltar entre las piernas de su tamer.El motivo por el cual la fiesta a aumentado su magnitud a sido por la llegada de uno de los bravos tamers al servicio de los royal knights, los protectores de este pueblo. Si quieres encontrarte con el tan solo debes seguirpor esa calle.

Muchisimas gracias, vamos Upamon. Se despidio el joven Togata tras hacer una reverencia con la cabeza en señal de respeto hacia el digimon el cual les acababa de ayudar tantisimo.

El chico y su compañero siguieron calle abajo hasta dar con un tumulto de de bebes y de digimon rockies, tras lograr avanzar Togata se dio cuenta de que habia perdido a su compañero por lo cual se dio media vuelta y comenzo a buscarlo, debido a que  el poblado no era demasiado grande solo tardo 10 minutos en encontral al pequeño, el cual se encontraba comiendo un paquete de diginoir el cual le habia entregado  un comerciante el cual se encontraba ausente en ese momento.

Upamon porque te has separado de mi, me tenias muy preocupado. Dijo Togata con cara seria lo cual hizo que Upamon retrocediese unos centimetros hacia atras de con cara de arrepentimiento. Veo que tenias hambre eh, siento no haberme dado cuenta pero ahora tenemos que darnos prisa no vaya a ser que el chico se vaya del pueblo. Los animos de Togata hicieron que Upamon se alegrase y se subiese a su hombro de un gran salto tras el cual continuaron su busqueda.

El Tamer y su compañero eran acompañados por los pequeños al centro del poblado habitado por esas pequeñas formas de vida. Como investigador de los gloriosos Royal Knights era su deber, además de cumplir la misión que le habían asignado, investigar todas las formas de vida digitales conocidas como Digimon: sus comportamientos, sus patrones, su alimentación, sus posibles líneas evolutivas, etc. Y ese era un momento perfecto, teniendo a tantos Digimon en los niveles más básicos de evolución, encontrándose también algún que otro Digimon de cuerpo Infantil entre ellos, lo cual resultaba perfecto: entrevistas, análisis de datos, crianza, alimentación... Todo ello formaba parte de los procesos de investigación que el chico de cabellos plateados seguía para sus investigaciones. Ah sí y dibujos. En su libreta particular dibujaba y escribía todas las anotaciones que podía, anotaciones que tan sólo él y Shin entendían. Este método era realmente útil si alguien intentase robar su investigación, algo que no hace gracia a ningún investigador.

Odio hacer de niñera- refunfuñó el lupino ser con adornos relampagueantes recorriendo lo ancho y largo de su cuerpo, mientras los pequeños Digimon bebés se divertían a su costa.

Vamos niños, no molestéis a los caballeros. ¡Divertíos!- sonrió lo que parecía ser una flor humanoide que desprendía una fragancia encantadora, como si se tratase de una perfumería andante. Había oído hablar de esa clase de Digimon, Floramon. La sonrisa se alivio de Shin se hizo presente en su rostro, por lo que agradeció, ladeando su cabeza hacia delante, a la que parecía ser la cuidadora de los bebés por librarle de la pesada carga.

Por favor, eres malvado tan sólo son críos...- sonrió con picardía el humano dirigiéndose hacia lo que parecía ser un árbol con grandes y firmes ramas, escalando hacia la copa del mismo, aunque mostrándose visible. Allí se recostó entre dos ramas y extendió una mano hacia su bolsillo, extrayendo su amada libreta y su lapicero.

Mira quién habla, el que busca "sujetos de investigación"- dijo el Digimon devolviéndole la burla, estirándose en el sitio y colocando su cabeza entre sus patas, descansando su cabeza sobre sus extremidades delanteras, cerrando después los ojos. El muchacho, por su parte, sonrió, sin dar contestación alguna. Era cierto, era un investigador. Y le encantaban todas esas peculiares formas de vida. Suponía que era por eso por lo que había decidido unirse al clan de los Royal Knights, porque le permitían investigar a esas fantásticas criaturas que tanto le fascinaban. Y se aseguraría que ningún ser interrumpiese esa paz que se respiraba en aquél pequeño poblado. Tenía unas buenas vistas desde donde podía vigilar en todas direcciones, por lo que no suponía ningún problema. Así que, aunque estuviese atento, por lo pronto comenzaría a dibujar a esa hermosa Floramon que acababa de observar hacía escasos minutos...

Después de estar bailando con Biyomon y los bebes del pueblo durante un largo tiempo, Hinata y Kuro decidieron parar pues estaban cansados y fueron a unos de los puestos a por algunas bebidas y comida para así reponer energías.

Puf, que cansancio aunque me he divertido mucho dijo Hinata dirigiéndose a su compañero de baile que se encontraba encima de un barril a su lado derecho.

Te lo dije Hinata tienes que empezar a dejar la vergüenza a un lado, si la dejas podrás divertirte mas como lo acabas de hacer ahora mientras bailabas conmigo, los bebes y Biyomon dijo Kuro mirando a Hinata, mientras comía y bebía.

Cuando terminaron de tomar ese pequeño refrigerio después del baile Hinata se dio cuenta que su amigo ya no se encontraba cerca y se levanto poniendo en marcha su búsqueda. Mientras buscaba termino encontrando a lo que a su parecer era una rata naranja con alas que resulto ser un Patamon que descansaba en una mecedora entre dos arboles.

Perdona por molestarte mientras estas descansando pero estoy buscando a mi amigo, tiene a un pequeño Upamon con el, ¿lo has visto? le dijo al Patamon que se incorporaba un poco.

No es molestia tranquila jovencita y a la pregunta de si lo vi la respuesta es un si se fue calle abajo en busca de algo a mi parecer le respondió el Patamon a Hinata.

Gracias por la información, ahora debo ir a buscar a mi amigo adiós dijo Hinata mientras Kuro y ella se daban la vuelta para ir hacia donde dijo Patamon.

Mientras caminaban en busca de su amigo se quedaron asombrados por un puesto que al parecer aun no habían estado, el puesto tenia muchos tipos de dulces de diferentes tamaños, formas y colores a lo que Kuro y Hinata se pararon porque no pudieron resistir su amor los dulces. Después de comer los dulces del puesto Kuro se percato que dejaron la búsqueda de su amigo y le aviso a Hinata.

Hinata no crees que deberíamos seguir buscando? pregunto Kuro mientras se terminaba sus dulces.

Es verdad, no deberíamos haber parado a probar estos dulces aunque por otro lado no me arrepiento que están muy ricos respondió Hinata mientras se ponía otra vez en marcha.

Eso es verdad estaban muy ricos deberíamos volver cuando les encontremos dijo Kuro mientras sonreía, pues quería que probaran esos dulces tan ricos.

Mientras se dirigian calle abajo Togata se fijo en los multiples puestos de comida y recuerdos que habia en el poblado y a los que anteriormente no habia prestado la mas minimo atencion. Habia puestos con dulces de tradicionales hechos a mano, o eso era lo que decia el vendedor a todo aquel que se hacercase, en frente de ellos habia un puesto el cual comerciaba con unos muñecos hechos de paja con forma de algunos digimon del poblado, tales como piyomon o patamon.

Unos metros mas adelante se encontraron un puesto que hizo que se frenaran en seco, unos digimon portaban un gorro en forma de pan de hamburgesa llamaron su atencion , junto con un fuerte y apetitoso olor a carne recien hecha el cual consiguio que tanto tamer como digimon comenzasen a babear de manera desmedida. Al hacercarse al puesto los digimon se identificaron como burgermon y les invitaron a comer de manera gratuita gracias a ser el cliente numero 200 del dia. Sin pensarselo 2 veces Togata y Upamon pidieron lo menos de 10 hamburgesas y fueron a sentarse encima de un tronco el cual estaba vacio en ese momento.

Togata que es ese dibujo que tienes en el brazo izquierdo? pregunto el pequeño mientras deboraba una hamburgesa de 1 solo bocado.

Es un dragon Fuku Riu, el cual se dice que atrae la buena fortuna al que tenia la suerte de verlo, pense que si me lo tatuaba tendria mucha suerte, y asi a sido, despues de todo pude conocerte. Dijo el chico mientras acaraciaba la cabeza de su pequeño compañero.

Tras zamparse la mitad de las hamburgesas y guardar algunas para Hinata y Kuro, el duo decidio iniciar su busqueda del joven del can azulado a traves de la calle por la cual el Patamon les habia indicado anteriormente,tardaron un par de minutos en llegar a la plaza principal del pueblo, la cual se encontaba abarrotada de digimon bebes,en medio de la plaza se encontraba un gran arbol. En el cual se encontraba el chico que tanto habian buscado por lo que decidieron ir hacia el.

El lapicero de punta fina bailaba en el papel de la libreta que reposaba en las manos de Hepokomaru, mientras éste manipulaba el objeto como si un titiritero manejase una marioneta. La figura de la Floramon, como si un reptil se hubiese fusionado con una flor, estaba siendo plasmada a la perfección por el caballero de pelo plateado, mientras que, a su lado, una tabla con distintos datos se encontraba a su lado, mostrando las características que, a simple vista , Hepokomaru y Shin habían podido apreciar.

Es un pueblo realmente tranquilo, lo admito. No está tan mal...- sonrió Shin, quien se encontraba en su forma de Raidramon, reposando sobre sus patas delanteras. Con el rabillo del ojo pudo ver que uno de los bebés no se había ido con Floramon. Se trataba de un Kuramon, un Digimon con aspecto de medusa pequeña con un gran ojo en el centro de su cuerpo.

Mira, tienes un nuebo amigo- el chico de cabello en punta sonrió, limpiándose las hojas que habían caído sobre su camisa de color negro con una calavera blanca dibujada.

Niño, ve a jugar con tus amigos- ordenó Shin al pequeño que flotaba alrededor suyo, escudriñando al can con su gran ojo, curioso, como si fuese la primera vez que viese a un Digimon como aquél Raidramon.

Se ha encariñado contigo... ¡Qué mono!- sonrió, divertido, el Tamer del cuadrúpedo quien se burlaba de su mejor amigo.

Venga, vete o te echo de aquí...- el Digimon comenzó a generar electricidad de color azul en forma de chispas que salían de todos los filos puntiagudos del cuerpo de la armadura azabache del Digimon. Esta acción la realizaba con intención de asustar al pequeño Bebé, sin éxito.

Ambos sabemos que no vas a hacer daño a un pequeño como él...- suspiró el muchacho, mirando en la dirección opuesta a la que se encontraban Shin y el Kuramon. Acercándose a su posición, se encontraban un chico con un dragón tatuado en uno de sus brazos y un Digimon bebé de color amarillo que, según los datos que había observado en la guarida de los Royal Knights, se trataba de un Upamon. Parecían un Tamer y su Digimon.

No serán estos los bandidos ¿no? Menuda decepción si es así- sonrió Shin sin levantarse, pues sabía que un Upamon no era un gran oponente para él. Por otro lado, Hepokomaru descendió después de realizar varios saltos y saludó con su mano.

Saludos. Me llamo Hepokomaru y soy uno de los orgullosos caballeros de los Royal Knights y protector temporal de la aldea. ¿Qué os trae por este pequeño pueblo?- sonrió amigablemente aunque sin ocultar su curiosidad, mientras guardaba su libreta y su lapicero en el bolsillo trasero de su pantalón- Ah sí, y ése que está ahí tumbado a la bartola se llama Shin, se encuentra en el nivel Armadura, siendo un Raidramon en estos momentos

Hinata y Kuro después de comer se pusieron en marcha para buscar a sus amigos, que por otra parte se separaron a causa del baile que tanto llamo la atención de Kuro y Hinata. Siguiendo caminando por aquellas calles llenas de casas decoradas con flores de distintos colores y con olores tan profundos y maravillosos que hacían que la nariz de la joven se estremeciera.

Caminaron durante un rato y encontraron un puesto de hamburguesas que tenían unos digimon que portaban un gorro en forma de pan de hamburguesa, se sorprendieron por ello. Se acercaron y preguntaron que tipo de digimon eran.

Perdona, pero ¿podrías decirme que tipo de digimon sois? es que sois los primeros que veo. dijo Hinata deseando saber que eran.

Oh claro que te lo diremos querida, somos Burguermons hacemos hamburguesas tan ricas que la saliva brotase como una fuente. respondieron los digimons de gorro de hamburguesas.

Por cierto un chico con un Upamon que fue hacia esa dirección no si sera amigo tuyo. dijo la camarera mientras señalaba el camino por el que fue Togata.

Hinata y Kuro dieron las gracias con una reverencia y se pusieron en marcha para encontrar a Togata y Upamon. Llegando a lo que parecía la plaza, vio a un digimon que parecía la unión de una flor y un lagarto con un montón de bebes. La flor se paro para ver si los bebes no se habían separado y se sorprendió al ver que uno de los bebes no estaba.

¿Perdona hay algún problema? pregunto Hinata al ver el asombro de la flor.

Si, uno de los bebes no esta, aunque tengo una pequeña idea de donde puede estar. Tendré que volver a la plaza y mirar si esta hay. respondió la flor.

Yo también voy en busca de un amigo, te acompañare a la plaza a ver si le encuentro hay. Por cierto me llamo Hinata y mi compañero Kuro. dijo la joven.

Encantada yo soy Floramon. respondió Floramon.

Al llegar a la plaza, para sorpresa de Hinata vio a Togata y al tamer con su digimon con forma de can azulado uno frente a otro.

Mientras Togata se acercaba al arbol no pudo evitar sentir curiosidad sobre porque el can azulado estaba sonriendo cuando habia intentado sin exito que el pequeño bebe de 1 solo ojo se fuese del lugar generando descargas hacia unos segundos. Tan poco le gustarian los bebes?
Togata decidio quitarse esos pensamientos de la cabeza y acercarse al muchacho que acaba de bajar del arbol y les saludaba con la mano, aunque sabia que no debia juzgar un libro por su portada el joven le producia una especie de confianza la cual no habia sentido nunca, aun asi decidio ser cauteloso por lo que pudiese pasar por lo que Togata prefirio cojer a Upamon entre sus brazos, con lo cual tendria una manera mas rapida de escapar en caso de que el el chico fuese hostil.

Cuando Togata se acerco a el este se presento como Hepokomaru, uno de los orgullosos caballeros de los Royal Knights y protector temporal de la aldea en la cual se encontraban en ese momento.

Buenas, mi nombre es Togata y este pequeño de aqui es Upamon, mi compañero digimon. Hace un par de dias que llegamos al mundo digital y no sabemos ni donde nos encontramos ni como podemos regresar al mundo real y vinimos a este pueblo junto con una amiga y su compañero digimon para intentar encontrar algo de ayuda para lograr volver. Si pudiese darnos algo de informacion nos seria de gran ayuda. Dijo el joven mientras dejaba en el suelo a Upamon, el cual fue rapidamente donde el can azulado debido a la fascinacion que sentia hacia tan majestuoso digimon.

Antes de que pudiesen continuar la informacion un gran tumulto de bebes llego corriendo por la calle mas al este de donde se encontraban debido al ruido de una explosion la cual se habia generado, por lo que decian los infantes, en las puestas del poblado por lo que Togata y Upamon decidieron sin perder un solo apice de tiempo el ir corriendo para ver que sucedia y ayudar en lo que pudiese.

Mientras corria hacia la puerta vio a Hinata junto con su koromon por lo que la grito que se quedase en la plaza ayudando a floramon a tranquilizar a la poblacion y continuo corriendo sin esperar a la respuesta de la joven, al llegar al lugar del ataque el excenario le sorprendio enormemente, un hombre que rondaria los 30 años estaba encima de una gran bomba con patas a la cual llamaba bomber nanimon, la cual estaba lanzando bombas hacia las casa mas cercanas a la salida mientras el hombre raptaba a los digimon que pasaban cerca de el. Togata al no soportar la escena fue corriendo hacia el hombre gritandole que se detuviese pero lo unico que consiguio es que el digimon explosivo lanzase una bomba a escasos metros de el haciendo que Togata apenas tuviese tiempo de agarrar a Upamon en brazos mientras que era lanzado contra la valla del poblado de manera violenta recibiendo bastantes heridas en el proceso.

El chico que tenía entre sus brazos a un Upamon se hacía llamar Togata. No parecía ser alguien experimentado en lo relacionado con el Mundo Digital o los Digimon, puesto que ni siquiera había reaccionado, ya fuese de una manera positiva o negativa, a la información que le había ofrecido el de cabello plateado sobre el afamado clan o su relevancia en el mismo. Cualquiera sabría que no ostentaba un rango demasiado alto, siempre que tuviese algo de información sobre los distintos clanes que cohabitaban en el Digimundo. Si supiese algo acerca de los clanes, habría mostrado un gesto, aunque fuese de indiferencia. Pero en el rostro del tal Togata no se dibujaba nada, ni una sonrisa, ni una mueca de desprescio o terror... Eso le delataba como un novato, desconocer siquiera lo que era el nivel Armadura de su Digimon o el clan al que pertenecía. Normalmente, por lógica, cualquiera evitaría un enfrentamiento contra un miembro de cualquier clan, al menos, un enfrentamiento en solitario, ya fuese verbal o físico. Y las palabras de Togata dieron validez a los pensamientos que Hepokomaru tenía sobre la experiencia del chico que acababa de conocer.

Veo que hace poco que acabas de recibir a tu Digimon, ¿podrías enseñarme qué tipo de Digivice tienes?- sonrió el caballero investigador mientras que el Upamon se dirigía hacia Shin, dando saltitos, uniéndose a la tarea de Kuramon de "molestar" al can azulado.

Genial, otro criajo...- suspiró el Raidramon, viendo que tendría que cuidar de otro Digmon bebé además del Kuramon que revoloteaba a su alrededor.

Así que has venido aquí con tu amiga ¿eh? Y también tiene un Digimon... Me pregunto qué clase de Digimon tendrá...- mencionó el muchacho, haciendo caso omiso a las palabras de su compañero, continuando con la charla que estaba teniendo con aquél muchacho tatuado- ¿Dónde está tu amiga, por cierto? ¿Se ha perdido? Ah sí, en cuanto a lo de marcharos hacia vuestro hogar, podéis hacerlo siempre que queráis. Tan sólo debéis...- preguntó una vez más, antes de que el chico pudiese responderle. Estaba a punto de comentarle sobre los Trailmon, Digimon con forma de tren con la capacidad de viajar entre el Mundo Humano y el Digital, cuando, de repente, escucharon una explosión, no muy lejos de allí. El ruido hizo que Raidramon, con una sonrisa desafiante, se irguiera sobre sus cuatro extremidades, comenzando a olfatear el ambiente.

Esos sí que son bandidos. Explosiones, ¿eh?- el propio Digimon realizó un ataque eléctrico sobre si mismo, mostrando que estaba listo para combatir, mientras asentía a su Tamer, quien lo miraba y le devolvía el gesto.

¡Espera! Togata!- gritó Hepokomaru, viendo que el muchacho no le hacía ni el más mínimo caso y se dirigía corriendo hacia el lugar del incidente.

¿Qué demonios piensa hacer con un Digimon Bebé como compañero?- mencionó Shin, mientras que Hepokomaru iba hacia su posición, saltaba y cogía al Kuramon entre sus brazos, para después montarse sobre el lomo del Raidramon, quien comenzó a correr a velocidades de vértigo, persiguiendo a Togata.

Por el camino se encontraron a la Floramon, quien se había reunido con una chica de estatura baja y cabello dorado, acompañada de un Koromon y los bebés que habían estado molestando previamente a Shin. Durante un momento, mientras el chico que acababan de conocer, obcecado, seguía adentrándose de lleno en la boca del lobo, dirigiéndose hacia el origen de la explosión.

Creo que éste es uno de tus "niños"- dijo el joven, entregándole la pequeña medusa con el enorme ojo a la Floramon, quien lo recogió y le dio las gracias por encontrarlo. Entonces, Hepokomaru se dirigió hacia la chica humana que se encontraba a su lado- Me imagino que tu eres la amiga de Togata... ¿Tu amigo siempre es tan terco? De verdad...- suspiró el chico, señalando a Floramon y a la muchacha, así como al Koromon que la acompañaba- Vosotras quedaros con los bebés, id a reunir al resto de Digimon de nivel Rookie o superior y que se preparen para luchar. Me parece que los bandidos han venido- ordenó para, después, darle varias palmadas en la cabeza a Raidramon, quien se volvió a poner en marcha.

Llegaron a la zona donde se encontraba el escenario, completamente destruido. Los bebés corrían por aquí y por allá, presas del pánico. La razón era simple: Un enorme Digimon con aspecto de bomba esférica se encontraba lanzando bombas a diestro y siniestro. Sobre él, se encontraba un hombre cuya edad rondaba la treintena.

¿Qué dices? No es normal que un humano se alíe con simples bandidos y ataquen una ciudad como ésta- preguntó el Digimon al investigador mientras la pareja se acercaban a la escena con rapidez, buscando a Togata y a Upamon por todos lados.

Es obra de los Chaos Empire o de Digital INC, de eso estoy seguro...- dijo, furioso, al ver que había personas capaces de atacar a bebés inocentes. Pero no parecía que tuviesen un objetivo claro, sino que más bien... Estaban buscando algo o a alguien...

Entonces, allí vieron a Togata, hacer frente junto a su Digimon Bebé a un BomberNanimon gigantesco. El muchacho le gritaba al hombre que cesase su actividad delictiva, pero éste, después de reírse y escupir hacia un lado, en señal de desprecio e irrespetuosidad, el Digimon explosivo le lanzó varios proyectiles al muchacho. Éstas armas arrojadizas no fueron directas hacia el chico, sino que estallaron cerca suyo, lo suficiente como para no matarle. Parecía que el hombre no era un asesino... Al menos no uno que hiciese daño a los humanos. O, simplemente, no quería ensuciarse las manos más de lo necesario. De cualquier forma, Togata y Upamon salieron despedidos en dirección opuesta, justamente hacia donde se encontraban parte de las vallas que rodeaban el poblado.

¡Tú y tú! ¡Venid conmigo!- mencionó a una Palmon y una Aruraumon que huían de la zona, dos Digimon muy parecidos y que se asemejaban a mitad bestia, mitad planta también, al igual que Floramon, quien esperaba que se hubiese quedado con la amiga de Togata. Ambas Digimon, a pesar de no estar muy de acuerdo, se subieron a lomos de Shin, quien se dirigió hacia donde se encontraban los caídos- Utilizad vuestras hiedras para transportarlos y llevadlos donde los curanderos. Según el informe había varios Cutemon en este poblado ¿no?- ante la pregunta de Hepokomaru, las dos Digimon Planta se miraron extrañadas y asintieron, con lo que Hepokomaru sonrió y colocó una mano encima de cada una de sus cabezas flor, acariciando ambas- Sé que tenéis miedo, pero confiad en nosotros. Nos ocuparemos de ese BomberNanimon, confiad en nosotros, al igual que nosotros confiamos en vosotras- el muchacho sonrió y ayudó a las dos Digimon a cargar a la pareja. Aruraumon y Palmon entrelazaron las hiedras que salían de sus garras, creando una camilla improvisada. Por último, Shin subió sin mucho esfuerzo a Togata y a Upamon a bordo de la camilla improvisada y las dos Digimon se fueron de allí, trasladando a los heridos- ¡No volváis a hacer una locura como esa!- les regañó Hepokomaru a los dos heridos, mientras se volvía a montar en Shin- Bien, volvamos a por ese canalla

Yeah baby! - rugió el Raidramon, acercándose de nuevo a la posición del BomberNanimon. El Digimon de Hepokomaru, raudamente, saltó sobre la cara de BomberNanimon, mientras que el caballero, antes de que su compañero hubiese apresado al gigante, se había soltado- Blue Thunder!- desde los picos azabache presente en su espalda, Shin generó tres esferas perfectas compuestas única y exclusivamente de electricidad, éstas esferas se dirigieron hacia uno de los laterales de BomberNanimon, lejos de la mecha, justo a los pies del hombre. Éste, para esquivarlo, dio un par de pasos hacia atrás, resbalándose en el proceso y cayendo al suelo. Hepokomaru, con rapidez, se acercó a él y le propinó un fuerte puñetazo, dejándole KO al instante, para después llevárselo de allí. Shin, al ver ésto, asintió y se despegó de la cara de BomberNanimon, proyectándose hacia atrás con un salto y emitiendo relámpagos desde su boca- Thunderbolt!- una nueva esfera, más poderosa, se dirigió hacia donde se encontraba la boca del enorme Digimon- ¡Venga! ¡Sígeme si puedes, lentorro!- tanto el Tamer como el Digimon habían visto en los planos que cerca de allí se encontraba un lago junto a una elevación de terreno.

El plan era llevarlo hacia allí, donde no había posibles víctimas, algo que habían hablado mientras volvían de socorrer a Togata. Allí, mojarían a BomberNanimon, haciendo sus bombas inservibles al tener las mechas mojadas, puesto que éstas no se podrían prender. Y como el agua es buen conductor de la electricidad, y el Digimon enemigo estaría calado hasta los huesos, acabaría chamuscado. Y, parecía que la primera parte del plan había resultado eficaz, puesto que BomberNanimon ya no tenía a nadie que le dirigía y, por lo tanto, estaba persiguiendo, furioso, a un Digimon mucho más rápido que él, quien esquivaba sus armas arrojadizas con asombrosa facilidad. De hecho, era como un videojuego, puesto que BomberNanimon seguía un patrón: dos bombas hacia la derecha, una al centro, dos a la izquierda y dos al centro, para así luego volver a empezar.

Por otro lado, Hepokomaru encontró unas cuerdas en la casa más cercana, con las que ató al hombre de la treintena de edad a un árbol, impidiendo que éste pudiera moverse si conseguía despertarse. Inmediatamente después, el chico de cabellos plateados corrió como alma que llevaba el diablo, hacia el lago. Una vez allí, el BomberNanimon observaba en todas direcciones, pues había perdido el rastro de su presa, quien se encontraba agazapado, encima de la elevación del terreno, a salvo de la vista de su enemigo. Entonces, desde detrás de los árboles, surgió Hepokomaru con una sonrisa. El Digimon activó unas bombas, esperando el momento adecuado para actuar. Sin embargo, el chico, sin perder su sonrisa desafiante, comenzó a caminar hacia atrás, atrayendo al Digimon malvado hacia la trampa. Justo cuando se encontraba en el centro del pequeño lago, Hepokomaru gritó "¡¡¡AHORA!!!", con lo que el chico corrió todo lo que pudo hacia atrás, para salvarse del resultado de su plan, mientras que Raidramon saltó y generó nuevamente, tres esferas eléctricas desde sus púas.

Blue Thunder!- las esferas impactaron en el lago, produciéndose varias pequeñas explosiones de agua, que salpicaron al BomberNanimon, mojando las mechas de las bombas que tenía activadas, así como la suya propia, previniendo un posible ataque suicida. Entonces, el cuerno en forma de relámpago de Shin comenzó a iluminarse. El Digimon, que caía, se había vuelto a propulsar hacia atrás con el cuerpo de BomberNanimon al utilizar sus cuatro patas, utilizándolo como muelle gracias al ligero peso de Raidramon- Lightning Blade!- lo que parecía ser una espada generada a través del cuerno del Raidramon, "cortó" el cuerpo de BomberNanimon, así como el agua que rodeaba los pies del Digimon y que, con el ataque anterior, se había impregnado al resto de su cuerpo. Una enorme descarga sacudió el cuerpo del gigantesco enemigo, causando que éste explotara debido al gran poder conductor que tenía el agua sobre la electricidad. Las sacudidas eléctricas fueron las que detonaron el volátil cuerpo del Digimon, cuya explosión, a pesar de su tamaño, no fue tan grande como cabría esperar, llevándose parte de los árboles que había en un metro a la redonda. Shin se alejó todo lo que pudo para no ser dañado por la explosión, consiguiéndolo sin problemas, para después volver y recoger el DigiHuevo negruzco que había aparecido en el centro de la explosión- Misión cumplida- sonrió el Digimon cargando con el Digitama en su lomo al volver con Hepokomaru.

Volvamos al pueblo y asegurémonos de que todos están bien... Me preocupan Togata y su Digimon- mencionó mientras su Digimon revertía su forma a un Veemon, su forma original, quien transportaba el Digihuevo entre sus brazos.

Haremos hablar ahora a ese tipo, ¿no?- mencionó Shin, con una voz mucho más aguda, a lo que su compañero asintió.

Por supuesto... Y tenemos que explicar que el lago ahora, se ha hecho "más grande"- no pudo evitar emitir una sonrisa traviesa, al echar la vista atrás y comprobar que el agua que se había adherido a BomberNanimon antes de la explosión, estaba precipitándose una vez más hacia el lago, ahora algo más grande y amplio de lo que era antes...

Al llegar a la plaza, se escucharon explosiones cerca del lugar a lo que Togata salio corriendo en su dirección, junto con Upamon que estaba entre sus brazos mirando sin saber que hacer el tamer de pelos plateados se acerco con el pequeño que al parecer decidió quedarse con el que era el compañero de aquel tamer. Devolvió al bebe y se fue a donde se hicieron las explosiones.

¿Deberíamos tranquilizar a los bebes y luego ir a buscar a los digimons rockies y superiores como a dicho el chico no? dijo Hinata sujetando a Kuro, estando mas preocupada por Togata y los demás digimons del pueblo.

Eh, claro vamos debemos cuidar de estos pequeños y de nuestro querido pueblo, aunque teniendo a un guerrero de los royal knight no me preocuparía tanto. respondió Floramon intentando tranquilizar a los bebes y a la joven.

Hinata y floramon junto a los bebes fueron buscando a los bebes y digimons que estuvieran perdidos para llevarlos a una casa donde estaban lo que parecian unos conejos de color rosa curando a los pocos heridos que hubo por el momento.

¿Que son esos conejos? pregunto Hinata.

Son Cutemons son los médicos del pueblo respondió Floramon.

Después de llegar a la casa y de tranquilizar a todos Hinata y Floramon empezaron a ayudar a los Cutemons para acelerar el tratamiento de algunos. Cuando terminaron de tratar a los heridos descansaron un poco, pero para sorpresa de todos llego un herido mas acompañado de dos plantas que se asemejaban en aspecto. El herido que llego era nada mas y nada menos que Togata y Upamon. Mirando a Upamon que estaba menos herido se entendía que Togata le protegió para que no recibiera daño alguno, pero aun siendo protegido si recibió daño.

¡Togata, que te ha pasado, que has hecho! dijo Hinata tan alarmada que parecía que le podía dar un ataque al corazón.

Tranquilízate Hinata, los Cutemons le curaran ahora mismo dijo Kuro ahora siendo el quien intentaba tranquilizar a Hinata.

Los Cutemons emperezo el tratamiento para curar a los dos según los dejaron en una camilla del lugar. Hinata que ahora empezó a tranquilizarse gracias a Kuro espero hasta que terminara el tratamiento para así ir a ver como se encontraba.

Mientras esperaba y se tranquilizaba un digimon parecido a un ángel de melena dorada que portaba un bastón entro por la puerta mirando a los lados como si buscara algo o alguien. A lo que al mirar a Hinata y a Togata sonrió y se dirijo hacia ellos.

¿Quiénes sois vosotros?- preguntó el Digimon angelical mientras cargaba su bastón dorada sobre su fornido hombro.

Uhm... Yo me llamo Hinata y este es mi amigo Kuro... Ah sí y esos dos de allí son Togata y su compañero Digimon... Parece que han sido heridos- mencionó la chica totalmente preocupada mientras abrazaba a su compañero.

Oh, ya veo. Veréis, yo me llamo Uriel y soy un Angemon que vive en un templo no muy lejos de esta ciudad. Soy el guardián de ese templo, donde se encuentra encerrada la estatua de nuestra diosa- explicó el tal Uriel, mientras observaba a la pequeña muchacha y al herido, así como a sus dos Digimon- Bien, estaba estudiando unos manuscritos cuando, de pronto oí una explosión y vine a comprobar qué sucedía... Sin embargo, cuando vine tan sólo vi a un muchacho de cabello plateado y a su compañero Veemon, portando un Digihuevo y no encontré rastro de ningún Digimon malvado, así que supuse que ellos habían acabado con él...- mencionó el Digimon de aspecto angelical mientras su cabello dorado resplandecía con fuerza- Entonces vine a ver si había heridos. Por cierto, ¿quién es el hombre ese que está atado a un árbol y se encuentra inconsciente?

Dolor, era lo unico que Togata habia sentido durante los ultimos 20 minutos ahora se habia transformado en una calidez la cual reconfortaba al joven de una manera la cual no habia sentido durante mucho tiempo por lo que decidio dejarse llevar por los brazos de morfeo.

Togata despierta, un digimon con aspecto de angel que a venido desde las montañas dice que va a entrenarnos. Grito el pequeño digimon mientras saltaba encima de una silla al lado derecho de la cama en la cual descansaba el antes herido Togata.

Un digimon con aspecto de angel? dijo tamer mientras daba un gran bostezo y se rascaba el culo perezosamente. Espera un momento, no habiamos sido heridos por aquel digimon gigante con aspecto de bomba, como es que no estamos heridos? pregunto el tamer a su compañero, el cual se encontraba tan perplejo como el, por lo que decidio levantarse para vestirse eh ir al encuentro del angel antes mencionado.

Al salir de la cama Togata comprobo con asombro como su pierna estaba fuertemente vendada, por lo que el ataque debia haber sucedido realmente. Aunque seguia sin entender el porque no sentia ningun dolor, habria pasado tanto tiempo desde que se haba desmayado? Lo unico que estaba claro era que quedandose alli no podria descubrir lo que habia sucedido por lo que decidio salir de la casa, a escasos metros de la puerta se encontraba piyomon junto con un hombre alto, con el pelo dorado y 6 grandes alas, las cuales salian de su espalda pero lo que mas llamo la atencion del joven fue el yelmo metalico que cubria la mitad superior de su rostro, por lo que dedujo que era el angel del que le habia hablado Upamon asi que decidio acercarse a saludarle.

Al acercarse para saludar el angel se adelanto y hizo una reverencia en forma de saludo forma, al cual Togata respondio de la misma manera.

Tu debes ser el famoso Togata del que tanto me ah contado Hinata, mi nombre es Uriel, soy el protector de el templo a las afueras de la ciudad, en la cual se encuentra la estatua sagrada de nuestra diosa, Venusmon.
cambiando de tema, piyomon me ah dicho que acabais de llegar al mundo digital y que no teneis experiencia en combate.
A si que eh decidido,siempre que no sea molestia, el entrenaros para que podais desenvolveros en los combates que se avecinan. Dijo el angel con una sonrisa la cual desprendia seguridad por lo que Togata acepto el ofrecimiento para ser entrenado y se dirigio hacia la llanura al noroeste de la ciudad , en la cual tendrian espacio suficiente para entrenar sin ningun problema.

La pareja conformada por el muchacho de cabellos plateados en forma de punta y su amigo, Shin, quien se encontraba en su forma Rookie, Veemon, volvían al poblado, cargando con el Digihuevo en el que se había convertido el Digimon con forma de bomba gigante después de que éste explotara.

De no ser por tu plan, creo que habríamos tenido más dificultades para derrotar a BomberNanimon- mencionó el Digimon, mientras acariciaba el DigiTama del que había sido su explosivo enemigo hacía escasos minutos.

No te creas- negó con la cabeza el muchacho, mientras se cruzaba de brazos a la par que sus piernas iban avanzando casi instintivamente- Al fin de cuentas, tienes otra Armodigievolución, Flamedramon. Y el atributo del mismo es el Fuego- mencionó, nombrando otra de las posibles digievoluciones de su compañero mientras éste asentía, recordando el poder flamígero de su Digiarmadura del Valor- De hecho, con él, podríamos haber derrotado al Digimon mucho antes, puesto que, con un ataque de fuego, podríamos haber hecho que se inmolase al prender su mecha... Aunque, probablemente los daños hubiesen sido mucho mayores, así como la explosión- el chico levantó uno de sus dedos índices, finalizando con la explicación- Además, que tardaríamos mucho en revertir tu forma de Raidramon para que, después, volvieses a armodigievolucionar, esta vez en Flamedramon... Sin obviar que gastarías mucha más energía de la que has gastado- finalizó Hepokomaru mientras se encogía de hombros para darle matiz a la última frase que iba a realizar a continuación- Simplemente opté por el plan más óptimo y seguro para todos

Tienes un superordenador trabajando ahí ¿verdad? Estás hueco por dentro, que yo lo sé. En realidad, eres un androide o algo- se burló el repil azulado dándose golpecitos en su propia cabeza con una de sus uñas, mientras sonreía feliz.

Efectivamente, soy un Terminator y vengo a salvar a Sarah y John Connor- bromeó el muchacho, mientras continuaban su travesía hasta el pueblo. Entonces pudieron observar a un gusano de color verde, cuya especie respondía al nombre de Wormmon- Perdona, ¿puedes vigilar a ese hombre humano que hay allí? Ah sí, y si puedes utiliza tus redes para que no escape, aunque ya está atado, hice un nudo chapucero y a todo correr. Sospecho que es el Tamer de ese BomberNanimon que ha atacado antes a la aldea y me gustaría interrogarle- mencionó el chico mientras el Digimon oruga de color verde asentía y se dirigía hacia el hombre que se encontraba atado al árbol y aún inconsciente.

Confiando en el Digimon que, nada más llegar, utilizó la seda que generaba a partir de su boca de color violeta, se dirigió hacia la zona donde se encontraba el encargado de los Digihuevos, los Digimon que aún no habían nacido. Se trataba de una especie de erizo bicolor, de colores rojos y verde llamado Elecmon. Nada más llegar, éste los saludó, reconociendo a los caballeros de los Royal Knights gracias a los rumores. Además, antes de la llegada de ambos, se habían repartido papeletas con las fotos de ambos, de Hepokomaru y Shin, a modo de correo. Esta medida se utilizaba para evitar conflictos con alguien que intentase hacerse pasar por ellos. Shin dispuso el DigiHuevo de BomberNanimon en una de las cunas, volviendo con su Tamer, quien había extraído lo que parecía ser un aparato circular del que salía un holograma en tres dimensiones, con el que se encontraba hablando. La imagen parecía la de un Digimon con aspecto de caballero medieval regordete con varios estoques a modo de arma que, en ese momento, se encontraban envainadas.

Hepokomaru y Shin reportándose. Caballero Tristán, hemos capturado a un hombre cuya edad rondaba la treintena de edad. Estaba acompañado por un enorme BomberNanimon del que nos hemos encargado ya. Sospechamos que éste hombre puede tener tratos con el Chaos Empire o el Digital INC, puesto que no vemos ningún motivo por el que un humano, y mucho menos uno de edad tan avanzada, pudiese atacar una ciudad como ésta, donde los pequeños Digimon vuelven a renacer- informó el muchacho al Digimon que ejercía las veces como su contacto con los Royal Knights, siendo él quien le había dado la misión.

Recibido. ¿Ha hablado ese hombre?- preguntó el caballero rechoncho mientras se engatusaba su peculiar bigote de color negro, algo que no compartía con la mayoría de su especie pero que, según él, le otorgaba prestigio.

Negativo, íbamos a interrogarle después de dar nuestro informe- mencionó el Digmon azulado mientras negaba con su cabeza.

Bien, pues esa es vuestra tarea. Informad cuando hayáis logrado sacarle toda la información. Os doy carta blanca para proceder como veáis oportuno. Cambio y corto.- mencionó el Digimon cortando la comunicación con la pareja, ante lo que ambos se miraron.

¿Crees que hablará?- preguntó Shin con una sonrisa traviesa en su rostro, sabiendo la respuesta de su Tamer.

Lo más probable es que no...- el muchacho, al igual que su amigo, sonrió de una manera traviesa, casi diabólica, comenzando a volver hacia el árbol donde se encontraba el preso, mientras ambos pensaban qué método utilizarían para hacerle hablar- Aunque no perdemos nada por pedirlo por las buenas...

Después de hablar un rato con Uriel, el ángel decidió llevar a la joven y a su compañero al templo blanco construido de marmol donde el vivía para así enseñarle a la estatua de su diosa Venusmon y la biblioteca donde habían tantos libros que le costarían años leer todos.

Esta es nuestra diosa, Venusmon la mas hermosa y amable de todos. dijo Uriel mientras señalaba una estatua de mármol con un esbelto cuerpo, un hermoso y angelical rostro y siendo ella acompañada por una paloma y una concha.

Es muy hermosa la verdad, me gusta mucho este lugar es muy bonito dijo Hinata mientras miraba la estatua y a su alrededor.

Hinata se acerco a la perfectamente esculpida estatua de Venusmon e hizo una reverencia en señal de respeto hacia Uriel, la estatua empezó a soltar un halo de luz a lo que simplemente Uriel soltó un pequeño por la sorpresa.

¿Que es lo que pasa, porque resplandece la estatua es por culpa de mi reverencio o algo? pregunto Hinata asustada a causa de la luz de la estatua.

No, no es culpa tuya es solo que Venusmon te acepta como un ser puro e inocente, a causa de eso empezó a brillar le respondió Uriel a Hinata mientras le ponía una mano en el hombro para tranquilizarla.

Uriel la llevo donde estaba su biblioteca para así empezar a entrenar a la joven dándole así conocimientos del mundo digital y conociera la historia. Hinata estaba perpleja por la vista de todos aquellos libros.

Puedes leer todo aquello que desees de esta biblioteca, este sera tu primera etapa de entrenamiento conseguir conocimiento de este mundo dijo Uriel sonriendo a la joven que tenia una cara que reflejaba felicidad a causa de los libros.

¿En serio puedo leer todos estos libros? dijo Hinata deseando que Uriel lo dijera de nuevo.

Si, puedes leer todos y cada uno de los libros, de momento empieza a leer, yo me voy al pueblo en busca de tu amigo para traerlo cuando se recupere dijo Uriel mientras se daba la vuelta y comenzaba a caminar hacia la salida del templo.

Hinata comenzó a leer los libros que Uriel tenia preparados, Kuro simplemente sentado a su lado escuchaba a su compañera contar los libros mientras los leía en voz alta, para que así el pequeño los escuchase. Kuro escuchaba a Hinata como un lobo escucha el aullido de alguien de su propia clan, como si eso fuera necesario para el.