Conectarse
Últimos temas
Click en los botones para ir a los respectivos temas
El descubrimiento de las ruinas del Monasterio Draco, tallado en lo alto de una desolada montaña en el valle de los dragones, ha despertado un gran interés por todo el Digimundo. Principalmente porque según los tallados de la pared exterior dentro de las ruinas se encuentra un obre mágico que contiene en su interior la data y poder del treceavo Royal Kinght, la cual sera dada a quien reclame dicho objeto. Según la historia grabada en los murales, el obre fue dejado allí por el mismo Royal Kinght en caso de que su poder sea necesario para derrotar al mal que se alce en el futuro...por desgracia semejante premio también a llamado la atención de quienes usarían el poder para sus propias metas egoístas. Por lo que esta aventura ahora se a vuelto una carrera por ver quien consigue el gran premio.
6 meses despues de la ultima carrera, un BanchoLeomon reune al viejo equipo de organizacion para dar un nuevo espectaculo, pero en esta carrera, el misterioso patrocinador ha enviado a un "Aspirante a Campeon" con un extraño y unico Digivice. ¿Que es lo que sucedera a lo largo del evento y como funciona este nuevo digivice?.
¿Quién está en línea?
En total hay 530 usuarios en línea: 0 Registrados, 0 Ocultos y 530 Invitados Ninguno
El record de usuarios en línea fue de 553 durante el Jue Nov 21, 2024 1:55 pm
Staff
Los posteadores más activos del mes
No hay usuarios |
Mejores posteadores
Scott Desaster (2239) | ||||
cadejo (2039) | ||||
Roku Ginshô (1249) | ||||
Fuji Raikomaru (1033) | ||||
Sigrun Vinter (1013) | ||||
Kurai (909) | ||||
Diana S. Bennet (844) | ||||
Ed Elric (640) | ||||
Ralian (621) | ||||
Luna Kobayashi (589) |
Creditos
-Skin hecho por Hardrock de The Captain Knows Best.
-Imagenes realizadas por Runari Wildy
y Sigrun Vinter
-Imagenes realizadas por Runari Wildy
y Sigrun Vinter
Ojala me quieras libre {Misión Lena}
Página 1 de 1. • Comparte
Ojala me quieras libre {Misión Lena}
El mar. Vida, muerte, calma y tempestad, cualquiera puede ver las dos vertientes del océano y eso, es algo que sucede también con las gentes que surcan sus aguas y, cada cierto tiempo, atracan en cualquier lugar que les de un día lejos de ese sitio que consideraban hogar y que odiaban y amaban a partes iguales.
Esa madrugada el puerto estaba lleno de vida, algo que, dependía del día, podía resultar bastante extraño, los pescadores habían llegado con las bodegas más repletas que nunca y preparaban la captura para vender en los mercados con ruidos de cajas golpeando el suelo y risas de ánimo para aguantar la noche sin dormir. Las tabernas seguían abiertas a las cinco de la mañana cuando empezaban a despuntar los primeros rayos de sol y un barco atracaba en el último sitio libre de amarre.
El sonido de canciones aun hacía eco cuando unas botas taconearon al bajar de la tabla y pisar tierra firme. El hombre contempló el lugar observando las banderas plegadas, como si hubiera un acuerdo tácito de que, no importaba quien estuviera allí, todos eran iguales, no había piratas forajidos ni marines cautos, no había simples pescadores ni hombres de mar y, tal vez por eso, los camareros aun seguían abriendo a pesar de las peleas; por el intento de mantener la paz en el puerto a base de alcohol, por admiración a quienes pisaban allí habiendo estado surcando las olas durante no sabían cuanto tiempo, por poder escuchar más y más historias de aventuras que, tal vez, vivieron de jóvenes o soñaron vivir.
No obstante, aun con las personas que, como siempre, iban y venían, y a pesar, o tal vez por, la fiesta que aun seguía en pie, ese hombre que acababa de atracar vio algo que lo preocupó. Se adentraba en una taberna, en busca de la primera pinta del día, o la primera de la noche cuando el sonido de un quejido lo hizo retroceder un paso volviendo a cerrar la puerta frente a sus propias narices.
Ciertamente, no era un hombre de justicia, pero le habían enseñado desde niño que no se podía tratar mal a una mujer, por muy malhechor que fuera, ante todo, se consideraba un caballero que siempre acudía al rescate de las señoritas. En un callejón, un número considerable de bommon guiaban a pequeñas digimon atadas con cadenas hasta un barco situado en la parte trasera del muelle.
El Beelzebumon, descontento, comenzó el ataque con todo el silencio del que fue capaz, llevándose consigo, al final de este, a tres de las digimon, justo a tiempo de ver aparecer una sombra que hizo temblar a las muchachas. La voz profunda lo hizo prestar más atención.
— ¿Todo bien?— Preguntó la sombra.
— Un par de problemas, pero no creemos que vuelva a molestar, parece haber huido asustado.— Se rió el boomon.
— Que no haya más contratiempos, o nos costará la cabeza.— Advirtió la sombra. — nos queda un cargamento, no la fastidiéis.— amenazó la voz sin cara.
El Beelzebumon se retiró con las chicas a su barco, quería dejarlas a salvo y preguntar un par de cosas, además, aun con su tripulación, que no era precisamente grande, necesitaría ayuda, tal vez, algún infiltrado, quien sabía, cualquiera valdría para enfrentar el contrabando de esclavos.
Bueno bueno bueno... Parece que finalmente damos inicio. Espero que te guste la misión, ¡vamos a por ella!
Esa madrugada el puerto estaba lleno de vida, algo que, dependía del día, podía resultar bastante extraño, los pescadores habían llegado con las bodegas más repletas que nunca y preparaban la captura para vender en los mercados con ruidos de cajas golpeando el suelo y risas de ánimo para aguantar la noche sin dormir. Las tabernas seguían abiertas a las cinco de la mañana cuando empezaban a despuntar los primeros rayos de sol y un barco atracaba en el último sitio libre de amarre.
El sonido de canciones aun hacía eco cuando unas botas taconearon al bajar de la tabla y pisar tierra firme. El hombre contempló el lugar observando las banderas plegadas, como si hubiera un acuerdo tácito de que, no importaba quien estuviera allí, todos eran iguales, no había piratas forajidos ni marines cautos, no había simples pescadores ni hombres de mar y, tal vez por eso, los camareros aun seguían abriendo a pesar de las peleas; por el intento de mantener la paz en el puerto a base de alcohol, por admiración a quienes pisaban allí habiendo estado surcando las olas durante no sabían cuanto tiempo, por poder escuchar más y más historias de aventuras que, tal vez, vivieron de jóvenes o soñaron vivir.
No obstante, aun con las personas que, como siempre, iban y venían, y a pesar, o tal vez por, la fiesta que aun seguía en pie, ese hombre que acababa de atracar vio algo que lo preocupó. Se adentraba en una taberna, en busca de la primera pinta del día, o la primera de la noche cuando el sonido de un quejido lo hizo retroceder un paso volviendo a cerrar la puerta frente a sus propias narices.
Ciertamente, no era un hombre de justicia, pero le habían enseñado desde niño que no se podía tratar mal a una mujer, por muy malhechor que fuera, ante todo, se consideraba un caballero que siempre acudía al rescate de las señoritas. En un callejón, un número considerable de bommon guiaban a pequeñas digimon atadas con cadenas hasta un barco situado en la parte trasera del muelle.
El Beelzebumon, descontento, comenzó el ataque con todo el silencio del que fue capaz, llevándose consigo, al final de este, a tres de las digimon, justo a tiempo de ver aparecer una sombra que hizo temblar a las muchachas. La voz profunda lo hizo prestar más atención.
— ¿Todo bien?— Preguntó la sombra.
— Un par de problemas, pero no creemos que vuelva a molestar, parece haber huido asustado.— Se rió el boomon.
— Que no haya más contratiempos, o nos costará la cabeza.— Advirtió la sombra. — nos queda un cargamento, no la fastidiéis.— amenazó la voz sin cara.
El Beelzebumon se retiró con las chicas a su barco, quería dejarlas a salvo y preguntar un par de cosas, además, aun con su tripulación, que no era precisamente grande, necesitaría ayuda, tal vez, algún infiltrado, quien sabía, cualquiera valdría para enfrentar el contrabando de esclavos.
***************************
Bueno bueno bueno... Parece que finalmente damos inicio. Espero que te guste la misión, ¡vamos a por ella!
Normas
- Buena ortografía, gramática, etc., etc.
- Puedes hacer e investigar lo que te salga de las narices, pero pasame antes las preguntas que vayas a formular.
- Tendrás, además de tu digi, la compañía de nuestro villano caballeroso, pero solo yo puedo usarlo.
No me maltrates a las lolisVe con cuidado con las chicas, te serán de ayuda, pero tienen miedo de todo.
Objetivos
- Rescata a las digimon (no vamos a dejar que las pobres se pudran)
- Descubre al culpable
- Parale los pies
- Destruye el barco del malo. ¡Solo el del malo! no me vale que te cargues el puerto.
Primer post
- Narra como llegas al puerto y encuentras a Beelzebumon.
- hazle preguntas, aprovecha.
- dirigete al barco con nuestro caballero de armadura oxidada.
Y dicho esto... ¡EMPEZAMOS!
- Tamer & Digimon
- Digi Puntos :41Ficha :Cronologia :Nivel On Rol :Rookie Spirit
Alanna Tale
Temas similares
» Por un poco de Chrome [Misión Lena]
» El relicario [Misión Lena Stevens]
» ¡Al fin, un día libre! ... O eso creo [Libre]
» Lena Water
» Las flores del mal {Lena - Alanna}
» El relicario [Misión Lena Stevens]
» ¡Al fin, un día libre! ... O eso creo [Libre]
» Lena Water
» Las flores del mal {Lena - Alanna}
Página 1 de 1.
Permisos de este foro:
No puedes responder a temas en este foro.
Lun Nov 27, 2023 2:03 am por Garrod Ran
» [Gazimon/ Plutomon]
Dom Feb 24, 2019 2:25 pm por Pancho"Gaito"
» Introduccion
Vie Dic 14, 2018 11:32 pm por Milespinas
» [Candlemon/Wizardmon/Mystimon]
Sáb Nov 24, 2018 9:54 pm por Scott Desaster
» La aventura del Apócrifo comienza
Miér Nov 07, 2018 11:12 pm por Guillem Telast
» Danger? (priv. Roku)
Mar Nov 06, 2018 2:48 am por Yuri Matsuoka
» ATLAS DE LOCALIZACIONES REALES DE DIGIMON
Mar Oct 23, 2018 5:35 pm por Pieddark
» Petición de Lineas Evolutivas
Dom Sep 30, 2018 11:59 am por Scott Desaster
» Cuenta Alternativa! [Registro]
Jue Sep 27, 2018 10:57 pm por Koh