La niña que nació del alma [Ficha]

Datos Generales
Nombre: Louise Françoise Le Blanc De la Vallière

Sexo: Femenino
Orientación sexual: Heterosexual

Nacionalidad: Francesa

Edad: 16 años

Digivice: IC


Apariencia
Es una niña de baja estatura, alcanzando apenas los 155 centímetros de altura. Es de complexión delgada y frágil, pesando 40 kilogramos. A pesar de lo anterior, es bastante energética y es hábil en los deportes. Aun cuando carece de músculos prominentes, es atlética y posee más fuerza de la que aparenta. Siempre anda con espalda firme y es de paso fuerte.

Sus brazos y piernas son largos, al igual que sus dedos, que, a su vez, son bastante delgados. Es de manos suaves y bien cuidadas, ya que se trata de una niña que no ha conocido el trabajo duro. No es de piernas muy carnosas, pero tampoco tiene mala figura.

Su cabello es oscuro, liso, sedoso al tacto, y le llega hasta la espalda media. Suele arreglarlo suelto, y a veces en una pequeña cebolla del lado izquierdo para adornar. Lleva un flequillo cortado justo a la altura donde termina su frente, con los extremos un poco más largos, terminando en el mismo de su rostro.

Es de cejas y facciones finas, pero eso no quita el hecho de que sea muy intensa a la hora de expresarse. Sus ojos son grandes y rosados como el atardecer temprano, consecuencia de los vestigios de los experimentos con digisoul de la familia de su "otro yo". Es de pestañas largas y rizadas.

Suele vestir de manera elegante, y tiene buen gusto en cuanto a la ropa y el color respecta. Casi nunca se le verá utilizando pantalones, es más fanática de utilizar faldas y vestidos, así como zapatos de corcho y bailarinas. Sus vestidos suelen ser cortos, pomposos y llenos de adornos.

Su voz es aguda y dulce, melodiosa y siempre está afinada. Es versátil, así que también cambia dramáticamente de tono dependiendo de su humor. Le gustan los colores pasteles en el día, y por las noches optaría por los oscuros, y hasta tal vez por un par de lentejuelas.

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Personalidad
En el exterior es una jovencita que rebosa de soberbia y orgullo por su nombre. Su rostro se mostrará pedante al estar en reposo, porque así fue educada. Piensa que la elegancia y el honor son las dos cosas que deben ser atesoradas hasta el último aliento.

Sin embargo, está llena de inseguridades que la van a atormentar y serán visibles cuando la situación la sobrepase. Esto se refleja de muchas maneras; puede ser que se ponga a llorar, o que se termine desmayando ante la presión, pero la más común es que se termina revelando su faceta más agresiva.

Cuando está molesta u ofendida, se vuelve agresiva y no dudará en golpear o patear al motivo de su malestar. Suele gritar con su voz más chillona, y también tiende a balbucear en francés. No obstante, es pésima para insultar a los demás.

Es de pocos amigos al ser víctima de una pésima personalidad y carecer de muchas habilidades sociales. Prefiere pasar el tiempo tocando el piano o leyendo a muchas cosas, y dirá que es mejor compañía una partitura que cualquier persona, pero su deseo más íntimo siempre será tener una mejor amiga a quién pueda compartirle sus intimidades.

A pesar de sus tendencias altaneras y solitarias, no es imposible que Louise llegue a admirar a alguien. De llegar el caso, su trato será siempre cordial y dulce.

Es mala para enamorarse. Si llega a tener sentimientos por alguien, se sentirá frágil y amenazada. Esto detonará su agresivo ser, y lo más seguro es que termine criticando cada parte de esa persona especial en un fallido intento por hacerse creer que no puede ser tan bueno como para que esté enamorada.

Le teme a los anfibios y a los arácnidos, y le disgusta mucho la gente inculta. Y, por otro lado, adora la música en toda presentación, cabalgar, y la comida en general.

Cuando se trata de comida, tiene una habilidad innata de distinguir los ingredientes y toques en el platillo. Le avergüenza admitir que come demasiado, pero no se propone cambiarlo, en especial al recordar que existen los pasteles.



Historia
Louise Françoise nació en una familia bien acomodada de Francia, siendo la tercera hija de el último duque del país. Nunca tuvo necesidad de sentir hambre o de conocer la suciedad, puesto todo lo tenía al alcance.

A pesar de que el estudiar en casa se estaba poniendo de moda entre las familias acaudaladas, los padres de Louise optaron por llevar a escuelas privadas a sus hijas con la esperanza de que aprendieran a entablar relaciones.

Cattleya y Éléonore, las hermanas mayores de la chica, eran recordadas en el prestigioso instituto como alumnas ejemplares y se graduaron con honores. Sin embargo, Louise era completamente diferente a sus hermanas.

Cuando la muchacha ingresó al dichoso colegio, sus hermanas acababan de graduarse. La mayoría de los maestros esperaba tener a otra prodigiosa y dulce niña, pero no fue el caso.

Louise era pésima en todas las materias. No poseía talento alguno para el estudio, y se distraía fácilmente en las clases. Sin embargo, destacaba mucho. Ella era de rostro fino y amanerada, era la viva imagen de una misteriosa princesa, y eso no agradaba a algunas compañeras.

Tras los resultados del primer periodo, en los pasillos se comenzaba a escuchar hablar de ella como "Louise la cero", cero curvas, cero en los exámenes, cero amigos. El aislamiento social le provocó sentirse insegura y, por ende, despreciar a sus compañeros.

Un día, alumnos apostaron a que podían robar un beso de la cero. Sin embargo, el desafortunado que lo intentó se convirtió en víctima de la pesada mano de Louise. Tras aquello, Louise explotó y comenzó a maldecir a todos y cada uno de sus compañeros, tachandolos de proletarios, inútiles, y que sería difícil que en su vida lograran algo.

Sus padres, avergonzados por el escándalo que su hija había provocado, decidieron prepararla en casa de ahí en adelante. El señor, convencido de que su hija no podría mantener un negocio, optó por educarla para convertirla en una esposa, y la ofrecería al hijo de uno de sus amigos.

Para su desgracia, Louise tampoco era talentosa en las labores de una novia. Poco faltó para que la cocina explotara cuando trató de preparar un soufflé, y se enredó cuando trató de tejer. El único arte que dominaba era el musical, pero eso no encantaría lo suficiente a los Chesaré, los amigos de la familia que ofrecerían a su hijo, Julio, como pretendiente.

Por giros del destino, Louise y Julio se volvieron buenos amigos. No obstante, Louise seguía sin estar de acuerdo con forzar un matrimonio entre ellos. Al tratar de hablarlo con su padre, fue regañada y se le dijo que si no podía ser inteligente, lo único que podía hacer era dejar que su futuro esposo pensara por ella.

Ofendida, se encerró en la biblioteca familiar y decidió que aprendería de todos y cada uno de los libros en la habitación, y a la tercera hora de estudio, se encontró con un manuscrito. El susodicho estaba escondido, estaba colocado en la esquina de la repisa más alta del lugar. Louise había buscado ahí por mera novedad, no contaba con que el contenido fuera tan preocupante.

En él, se hablaba de los experimentos con digimon para crear súper fuerzas, de insuflar digisoul a embriones para asegurar que tendrán la capacidad de ser tamers, y sobre el financiamiento a prototipos de portales al mundo digital. Añadiendo, se hablaba también de un antiguo linaje de otra dimensión, denominada ahí como el lugar de la magia, Witchelny, de donde se hallaba una conexión con la sangre De la Valliére.

Estaba confundida, y no entendía ni la mitad de lo que quería decir lo que leyó, pero estaba segura de que no podía ser nada bueno. Terminó escapando de casa al instante que su padre de dio cuenta de lo que Louise había aprendido.

Al llegar a un muelle, se encontró con un caballero de avanzada edad que le tendió su digivice. Agotada y estresada, terminó desvaneciendo. Cuando despertó, se encontraba en un mundo completamente nuevo, y comenzó a comprender poco a poco a qué se refería el manuscrito en la biblioteca.

En el mundo digital hizo amistades, se enamoró, admiró. Sin embargo, siguió sin conocer lo que era necesitar. Fue mimada por sus conocidos, y adorada tal como ella adoraba.

El giro llegó un día que decidió salir por su cuenta al mundo digital, un desconocido enemigo le envió al Dark Area. Si era enviado de su padre, o un oponente de su maestro, o de su novio, no importaba. Ella ya no estaba en casa.

En un momento frente a un Beelzemon, todo se apagó. Lo siguiente que supo fue que se encontraba junto a un Culumon que proclamaba ser su compañero.

Su cabello ya no era rosado, e incluso su figura era ligeramente distinta. Había cambiado de alguna forma, pero no comprendía qué había pasado.



Digimon


Tipo de Digimon: Meicoomon

Personalidad: Siempre de sonrisa amplia, está llena de energía que no teme demostrar al mundo. Se le puede encontrar canturreando o bailando por ahí, si no es que socializando con cualquier ser que se le pase por el frente.

La lealtad es la cosa que más valora, contrastante con su espíritu que no quiere quedarse quieto, y su adoración a más de una persona. A pesar de su factor social, considera que el bien justifica los medios, y es capaz de arrancar los ojos de su persona más especial si se ve traicionada.

Cuando se siente atacada o amenazada, tiende a reírse y a pretender que se trata de un juego más. Sin embargo, cuando el juego deja de ser divertido, su sonrisa desaparece, al igual que el brillo de sus ojos.

Odia que la gente pregunte por su pasado, y va a fingir que no escuchó nada para no tener que responder.

En cuanto a su relación con Louise, le gusta molestarla porque conoce bien que es enojona. Sabe que si Louise le suelta que la odia, no será cierto, y le pondrá un rostro de cachorrito para que vuelva a mimarla. Conoce su fragilidad, y como compañeras considera que es su deber protegerla y enseñarle a no tener miedo.

Historia: Fue criada en un pequeño clan de digimon que creían en la existencia de una dimensión paralela, de nombre Witchelny. El patriarca, Jijimon, decía venir de ese lugar, y contaba todo sobre que la magia de programación existía.

Uno de los propósitos del clan era poder invocar a su legítimo tamer, y así no volvería a haber un caso de digimon que nunca conoció a su compañero. Se apoyarían en un libro del patriarca, que contenía hechizos que servirían de base, y en el clan formarían el que daría el resultado esperado.

Salamon no pudo esperar en cuanto supo de la idea, y por la noche se coló y tomó el libro de Witchelny. Con lo que supo interpretar, trató de programar la llegada de su tamer ideal. Con ello, accidentalmente invocó el digisoul que Louise había dejado en el Dark Area hacía tiempo, y frente a sus ojos comenzó a tomar la forma de Louise en aquel entonces.

Sin embargo, sin el exceso de digisoul en su cuerpo, su cabello no se entintó de rosado. Su cuerpo había tomado la forma que correspondía a su edad, y su rostro se había ovalado un poco más. Sin la influencia del digisoul, Louise tenía la apariencia que naturalmente debía poseer. El único rasgo de ese otro yo que conservó fueron sus grandes ojos del color del alba.

Siendo que se estaba formando tan bella como esperaba, Salamon no dudó ni un poco que se trataba de su tamer de ensueño. Sin embargo, al usar tanta energía para hacer la invocación, terminó regresando una etapa.