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El descubrimiento de las ruinas del Monasterio Draco, tallado en lo alto de una desolada montaña en el valle de los dragones, ha despertado un gran interés por todo el Digimundo. Principalmente porque según los tallados de la pared exterior dentro de las ruinas se encuentra un obre mágico que contiene en su interior la data y poder del treceavo Royal Kinght, la cual sera dada a quien reclame dicho objeto. Según la historia grabada en los murales, el obre fue dejado allí por el mismo Royal Kinght en caso de que su poder sea necesario para derrotar al mal que se alce en el futuro...por desgracia semejante premio también a llamado la atención de quienes usarían el poder para sus propias metas egoístas. Por lo que esta aventura ahora se a vuelto una carrera por ver quien consigue el gran premio.
6 meses despues de la ultima carrera, un BanchoLeomon reune al viejo equipo de organizacion para dar un nuevo espectaculo, pero en esta carrera, el misterioso patrocinador ha enviado a un "Aspirante a Campeon" con un extraño y unico Digivice. ¿Que es lo que sucedera a lo largo del evento y como funciona este nuevo digivice?.
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-Skin hecho por Hardrock de The Captain Knows Best.
-Imagenes realizadas por Runari Wildy
y Sigrun Vinter
-Imagenes realizadas por Runari Wildy
y Sigrun Vinter
Runari Wildly y el robo de las calabazas [Misión]
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Runari Wildly y el robo de las calabazas [Misión]
¿Era por la izquierda o por la derecha? Estaba casi segura que tenía que ir por la derecha , justo pasando por el árbol que parecía estar embarazado, bueno estaría segura que tenía que ir por ahí, si no fuera por el pequeño detalle de que esta era la quinta vez que veía ese árbol. Vale, quizás debería comenzar a preocuparse un poco de que tanto ella como Haku se hubieran completamente perdido, lo cual no sería ninguna sorpresa, vamos, la orientación de este par no era exactamente la mejor, si a eso sumamos la extraña suerte que rodeaba a Runari, era algo que se veía venir desde hace rato ¡Pero Hey! No era todo culpa de la nena con extraña suerte en la vida, el digimon blanco tenía también su gran parte de culpa en que estuvieran perdidos. Resulta, que el pequeño dragón tomo el rol de guía por el bosque para llegar al lugar acordado, completamente confiado de que al crecer en un bosque ya podía conocer todos, si, no era ninguna sorpresa que terminaran sin menor idea de donde estaban parados a los cinco minutos de adentrarse. Si, al parecer iban a estar así por un buen rato, por lo que mejor apurar el paso un poco.
-Supongo que vamos por buen camino.-Comento Runari al ver el árbol con panza, otra vez.
-¿Qué te hace creer eso?.-Decir que se encontraba escéptico ante ese modo de pensar era decir poco.
-Que para encontrar un lugar perdido hay que perderse también.
-Runari, no está perdido, solo es un poco difícil de llegar ahí.-Comento el dragón tratando de bajarla un poco a la tierra.
-No hay mucha diferencia, a ninguno puedes llegar siguiendo indicaciones o medios normales.-Sin mencionar que no habría mucha diferencia si se salían de su ruta.
-Espero que tengas razón, porque a este ritmo llegaremos cuando el juicio haya terminado.-¿El dragón estaba pesimista? Cuando no y no era pesimista, más bien era mucho más realista que su compañera.
Comenzaron nuevamente a caminar, pero esta vez Runari opto por tomar el frente y lo primero que hizo fue alejarse de aquel condenado árbol. Pero apenas caminaron un metro lejos del árbol, escucharon un sonido que jamás imaginarían escuchar en medio del bosque, primero pensaron que era su imaginación, pero a los tres segundos ahí estaba de nuevo.
-Runari ¿Tienes dulces en tus bolsillos?
-Siempre.
-Dame uno, creo que estoy alucinando cosas.-Si esto era una alucinación, era cosa que dos, ya que Runari estaba completamente segura de ambos estaban escuchando los mismo. Y de nuevo ahí estaban, pero esta vez mucho más insistente, no era ni más ni menos que sonidos de la bocina de un auto, pero la cuestión obvia era ¿Qué demonios hacia un auto aquí? Bueno al parecer lo averiguarían pronto ya que los sonidos se hacían cada vez más fuerte y claramente venia justo detrás de ellos. Se miraron entre si unos segundos antes de darse la vuelta con curiosidad ante lo que se acercaba, terminado con encontrarse con un auto saliendo a toda prisa de las copas de los árboles y que claramente le estaba fallando los frenos, bien, recapitulemos, era un auto, que claramente desafiaba las leyes de la gravedad, por la velocidad se notaba que no le funcionaban los frenos e iba directo hacia ellos….¡Oh F*ck!
Benditos sean los reflejos de Haku, que salto empujando a Runari antes de la cosa terminara en tragedia y una humana hecha puré.
-¿¡Como demonios conseguiste tu licencia Fantoche!?.-No podían culparla por estar molesta, casi la atropella un auto cuyo conductor ponía en duda si su licencia era legitima.
Tanto la chica como el dragón optaron por permanecer en el suelo un poco más de tiempo tratando de averiguar qué pasaría a continuación, pero la puerta del acompañante y la trasera solo se abrieron, aparte de eso el auto no hizo ningún movimiento extraño.
-Supongo que es nuestro transporte.-Comento como si nada.
-¿¡Nos iban a mandar a buscar!?
-Si, Witchmonme aviso ¿No te lo dije?
-¡Claramente no!.-Esto no tenia caso tratar de discutir con Runari respecto a la importante información que decidió omitir, se aparto dejando que su compañera se pusiera de pie, la cual inmediatamente comenzó a sacudir las hojas secas de su ropa.
Ambos, con el mayor cuidado del mundo se fueron acercando al auto, casi los atropellaban no querían saber qué tipo de personalidad tenía el conductor, pero para sorpresa, no había conductor en el auto. En situaciones así, solo había una cosa que hacer.-¡Pido el asiento del conductor!.-Sin más, Runari solo abrió la puerta y de un salto se lanzo dentro del auto, claro que la seguridad es primero, por lo que apenas se acomodo se coloco el cinturón de seguridad. Con las manos al volante estaba más que lista…Pero el auto no arranco ¿Qué pasaba? ¿Se quedo sin gasolina mágica? Genial ¿Dónde estaban las malditas gasolineras mágicas cuando se les necesitaba? Un poco más tarde que nunca noto que Haku no se había subido al auto.-¡Haku, sube de una vez! ¡¡Llegaremos tarde!.-Apretó la bocina un par de veces tratando de apresurar al dragón, que no se movía de su lugar.
-No soy fanático de viajar en esas cosas, lo seguire a pie.-Claramente haría cualquier cosa por evitar subirse al auto, de por si no le gustaban los normales ¿Y ahora esperaban que subiera a uno volador? No, no lo haría.
-¡Súbete al Ford modelo Anglia volador!.-Runari no se iba a sentar a esperar, por lo que se quito el cinturón y bajo del auto, en resumen de lo que paso, ella solo agarro de la cola al digimon y lo obligo a meterse en la parte trasera del auto junto con ella, aunque este clavaba las garras en el suelo, pero ni él podía contra una chica terca.
En fin, ambos estaban en el auto a puertas cerradas, no tuvieron ni tiempo a ponerse cómodos cuando el auto encendió el motor, y el auto comenzó a andar directo para arriba, llevándose unas cuantas ramas de árbol y chocando con varias copas de estos durante varios segundos.-¡Eso es todo! ¡Yo manejo!.-Declaro yendo de nuevo al asiento del conductor.
-¡No creo que esa sea buena idea!.-Declaro aterrado el digimon mientras clavaba las garras en el asiento.
-No puedo ser peor que el conductor automático.-Coloco una mano en el volante y otra en la palanca de cambios.-¡Total inexperiencia al volante guíame!
-¡No Runari! ¡Espe-.El pobre no tuvo tiempo ni de gritar cuando el pie de la chica fue directo al acelerador pisándolo sin piedad alguna.
El viaje era tal cual se esperaba, una maldita montaña rusa, Runari estaba forzando demasiado el motor mientras trataba de esquivar a los arboles, mientras el pobre digimon clavaba con todas sus fuerzas las garras en el asiento tratando de contener el almuerzo dentro de su estomago.-¿¡Por qué hacemos esto!?
-¡Por que somos unos idiotas buenechores que no pueden negar la petición de alguien que llora!
-¡Eso no! ¡Me refiero al porque subimos a esta co-¡Ugh!.-Se cubrió la boca con la pata al sentir como su comida iba contra corriente.
-¡Mira! ¡Ese es el lugar! Ahora solo tengo que averiguar cómo estacionar esta cosa.-La chica comenzó a moverse en el asiento del conductor buscando algo que ayudara a estacionar el auto, ignorando por completo el pueblo que se veía por las ventanas y también la pared que se iba acercando peligrosamente al frente del auto. Antes que cualquiera de los dos se dieran cuenta, habían atravesado una pared y el auto paro lentamente hasta quedar en medio del lugar donde el juicio estaba siendo llevado. Runari pateo la atorada puerta del conductor y bajo soltando un suspiro.-¡Bien! Parece que llegamos justo a tiempo.-Declaro con las manos en las caderas y con una gran sonrisa en la cara mientras observaba el lugar, por su parte Haku solo saco su cabeza por una de las ventanas y….-¡BLUGH!
-Supongo que vamos por buen camino.-Comento Runari al ver el árbol con panza, otra vez.
-¿Qué te hace creer eso?.-Decir que se encontraba escéptico ante ese modo de pensar era decir poco.
-Que para encontrar un lugar perdido hay que perderse también.
-Runari, no está perdido, solo es un poco difícil de llegar ahí.-Comento el dragón tratando de bajarla un poco a la tierra.
-No hay mucha diferencia, a ninguno puedes llegar siguiendo indicaciones o medios normales.-Sin mencionar que no habría mucha diferencia si se salían de su ruta.
-Espero que tengas razón, porque a este ritmo llegaremos cuando el juicio haya terminado.-¿El dragón estaba pesimista? Cuando no y no era pesimista, más bien era mucho más realista que su compañera.
Comenzaron nuevamente a caminar, pero esta vez Runari opto por tomar el frente y lo primero que hizo fue alejarse de aquel condenado árbol. Pero apenas caminaron un metro lejos del árbol, escucharon un sonido que jamás imaginarían escuchar en medio del bosque, primero pensaron que era su imaginación, pero a los tres segundos ahí estaba de nuevo.
-Runari ¿Tienes dulces en tus bolsillos?
-Siempre.
-Dame uno, creo que estoy alucinando cosas.-Si esto era una alucinación, era cosa que dos, ya que Runari estaba completamente segura de ambos estaban escuchando los mismo. Y de nuevo ahí estaban, pero esta vez mucho más insistente, no era ni más ni menos que sonidos de la bocina de un auto, pero la cuestión obvia era ¿Qué demonios hacia un auto aquí? Bueno al parecer lo averiguarían pronto ya que los sonidos se hacían cada vez más fuerte y claramente venia justo detrás de ellos. Se miraron entre si unos segundos antes de darse la vuelta con curiosidad ante lo que se acercaba, terminado con encontrarse con un auto saliendo a toda prisa de las copas de los árboles y que claramente le estaba fallando los frenos, bien, recapitulemos, era un auto, que claramente desafiaba las leyes de la gravedad, por la velocidad se notaba que no le funcionaban los frenos e iba directo hacia ellos….¡Oh F*ck!
Benditos sean los reflejos de Haku, que salto empujando a Runari antes de la cosa terminara en tragedia y una humana hecha puré.
-¿¡Como demonios conseguiste tu licencia Fantoche!?.-No podían culparla por estar molesta, casi la atropella un auto cuyo conductor ponía en duda si su licencia era legitima.
Tanto la chica como el dragón optaron por permanecer en el suelo un poco más de tiempo tratando de averiguar qué pasaría a continuación, pero la puerta del acompañante y la trasera solo se abrieron, aparte de eso el auto no hizo ningún movimiento extraño.
-Supongo que es nuestro transporte.-Comento como si nada.
-¿¡Nos iban a mandar a buscar!?
-Si, Witchmonme aviso ¿No te lo dije?
-¡Claramente no!.-Esto no tenia caso tratar de discutir con Runari respecto a la importante información que decidió omitir, se aparto dejando que su compañera se pusiera de pie, la cual inmediatamente comenzó a sacudir las hojas secas de su ropa.
Ambos, con el mayor cuidado del mundo se fueron acercando al auto, casi los atropellaban no querían saber qué tipo de personalidad tenía el conductor, pero para sorpresa, no había conductor en el auto. En situaciones así, solo había una cosa que hacer.-¡Pido el asiento del conductor!.-Sin más, Runari solo abrió la puerta y de un salto se lanzo dentro del auto, claro que la seguridad es primero, por lo que apenas se acomodo se coloco el cinturón de seguridad. Con las manos al volante estaba más que lista…Pero el auto no arranco ¿Qué pasaba? ¿Se quedo sin gasolina mágica? Genial ¿Dónde estaban las malditas gasolineras mágicas cuando se les necesitaba? Un poco más tarde que nunca noto que Haku no se había subido al auto.-¡Haku, sube de una vez! ¡¡Llegaremos tarde!.-Apretó la bocina un par de veces tratando de apresurar al dragón, que no se movía de su lugar.
-No soy fanático de viajar en esas cosas, lo seguire a pie.-Claramente haría cualquier cosa por evitar subirse al auto, de por si no le gustaban los normales ¿Y ahora esperaban que subiera a uno volador? No, no lo haría.
-¡Súbete al Ford modelo Anglia volador!.-Runari no se iba a sentar a esperar, por lo que se quito el cinturón y bajo del auto, en resumen de lo que paso, ella solo agarro de la cola al digimon y lo obligo a meterse en la parte trasera del auto junto con ella, aunque este clavaba las garras en el suelo, pero ni él podía contra una chica terca.
En fin, ambos estaban en el auto a puertas cerradas, no tuvieron ni tiempo a ponerse cómodos cuando el auto encendió el motor, y el auto comenzó a andar directo para arriba, llevándose unas cuantas ramas de árbol y chocando con varias copas de estos durante varios segundos.-¡Eso es todo! ¡Yo manejo!.-Declaro yendo de nuevo al asiento del conductor.
-¡No creo que esa sea buena idea!.-Declaro aterrado el digimon mientras clavaba las garras en el asiento.
-No puedo ser peor que el conductor automático.-Coloco una mano en el volante y otra en la palanca de cambios.-¡Total inexperiencia al volante guíame!
-¡No Runari! ¡Espe-.El pobre no tuvo tiempo ni de gritar cuando el pie de la chica fue directo al acelerador pisándolo sin piedad alguna.
El viaje era tal cual se esperaba, una maldita montaña rusa, Runari estaba forzando demasiado el motor mientras trataba de esquivar a los arboles, mientras el pobre digimon clavaba con todas sus fuerzas las garras en el asiento tratando de contener el almuerzo dentro de su estomago.-¿¡Por qué hacemos esto!?
-¡Por que somos unos idiotas buenechores que no pueden negar la petición de alguien que llora!
-¡Eso no! ¡Me refiero al porque subimos a esta co-¡Ugh!.-Se cubrió la boca con la pata al sentir como su comida iba contra corriente.
-¡Mira! ¡Ese es el lugar! Ahora solo tengo que averiguar cómo estacionar esta cosa.-La chica comenzó a moverse en el asiento del conductor buscando algo que ayudara a estacionar el auto, ignorando por completo el pueblo que se veía por las ventanas y también la pared que se iba acercando peligrosamente al frente del auto. Antes que cualquiera de los dos se dieran cuenta, habían atravesado una pared y el auto paro lentamente hasta quedar en medio del lugar donde el juicio estaba siendo llevado. Runari pateo la atorada puerta del conductor y bajo soltando un suspiro.-¡Bien! Parece que llegamos justo a tiempo.-Declaro con las manos en las caderas y con una gran sonrisa en la cara mientras observaba el lugar, por su parte Haku solo saco su cabeza por una de las ventanas y….-¡BLUGH!
Runari Wildly
Re: Runari Wildly y el robo de las calabazas [Misión]
—¡Existen pruebas irrefutables de la culpabilidad de aquel extraño Digimon que ha estado robando nuestros cultivos!, ¡claramente es aquel Griffo...!— Sin embargo el dueño de la voz no logró terminar con su comunicado, aquella declaración de ataque, pues en medio del escenario un suceso cuanto menos inesperado retumbó, pues un extraño vehículo impactaría sin mayor aviso, una puerta que voló como si nada y una fémina humana que se aparecería con claro vigor como si nada, ¿qué demonios era lo que acababa de suceder?.
De la nada todos en los alrededores comenzaron a especular, hablaban entre ellos e ignoraban por completo el verdadero punto de la reunión, ¿cómo se explicaría algo como aquello?. Un golpe en la mesa de una maza volvió a llamar la atención de todos.
—¡Orden en la sala!.— Replicó en lo que golpeaba una vez más aquella mesa de madera reclamando la atención de todos los que habían asistido al juicio del Griffomon que aún deambulaba como si nada en los alrededores de la ciudad en búsqueda de alimento. El juez era un Fla Wizardmon, el de personas estaba compuesto por diferentes Digimon, como Wizardmon, Sorcerimon e incluso Witchmon, sin embargo aquel que incriminaba antes de la interrupción de la humana era un DemiDevimon, curioso, ¿no?. —Ignorando la extraña interrupción, proseguiremos con el caso. Juzgamos a un Griffomon que es acusado de robar las calabazas de nuestro cultivo, y por consecuencia no hemos sido capaces de elaborar importantes brebajes. A continuación, el testigo proseguirá con su declaración.— Y un último golpe en la mesa volvió a llamar la atención de todos los presentes.
—Gracias, su señoría.— Y tosió buscando recuperar la compostura. —¡Ayer en la noche pude sacar fotos de esta criatura robando los cultivos de esta famosa ciudad!, no las tengo aquí... ¡pero juro que las tengo!.— Una declaración fácil de refutar, pero que sin embargo Fla Wizardmon debía de tomar en cuenta de todos modos. DemiDevimon sonrió burlón a escondidas, sin embargo no se había percatado de lo sospechosa y vigorosa que parecía ser la recién llegada, y a pesar de que dudaba que se volviese una molestia, le tendría un ojo encima, bastante sospechoso, ¿no?.
Ante la declaración del demonio volador una vez más todos allí comenzaron a especular, y como correspondía a todo juicio se crearon bandos, siendo uno de estos los que defendian la inocencia de la bestia mítica y los que se mantenían seguros de su culpabilidad, ¿cuál sería la postura que tomaría la tamer con su compañero?, era obvio.
—¡ORDEN!.— La voz imponente de un indignado juez retumbó en los oídos de todos, y a pesar de estar al aire libre eso no volvía menos intimidante su voz y su postura, pues manteniendo pequeñas llamas en su zurda era clara la amenaza a aquellos que decidiesen no hacer caso a su indicación. —Se levanta la sesión. El testigo tendrá que ir en búsqueda de dichas fotos y de vuelta se decidirá el destino de susodicho Digimon.— Hizo un silencio dramático... al parecer aún todos se mantenían callados, bien. —Si dejar libre de sospechas a Griffomon, o en su defecto acabar con su vida.— Hizo claro énfasis en aquello último, pues siendo el juez debía de mantenerse neutral ante todo. Demidevimon se alejaría de la zona, riendo entre dientes por la controversía que había creado tras su última declaración.
Ya era tiempo de buscar pistas, descubrir al verdadero culpable, ¿qué era lo que haría ahora la tamer junto a su mareado Digimon?.
De la nada todos en los alrededores comenzaron a especular, hablaban entre ellos e ignoraban por completo el verdadero punto de la reunión, ¿cómo se explicaría algo como aquello?. Un golpe en la mesa de una maza volvió a llamar la atención de todos.
—¡Orden en la sala!.— Replicó en lo que golpeaba una vez más aquella mesa de madera reclamando la atención de todos los que habían asistido al juicio del Griffomon que aún deambulaba como si nada en los alrededores de la ciudad en búsqueda de alimento. El juez era un Fla Wizardmon, el de personas estaba compuesto por diferentes Digimon, como Wizardmon, Sorcerimon e incluso Witchmon, sin embargo aquel que incriminaba antes de la interrupción de la humana era un DemiDevimon, curioso, ¿no?. —Ignorando la extraña interrupción, proseguiremos con el caso. Juzgamos a un Griffomon que es acusado de robar las calabazas de nuestro cultivo, y por consecuencia no hemos sido capaces de elaborar importantes brebajes. A continuación, el testigo proseguirá con su declaración.— Y un último golpe en la mesa volvió a llamar la atención de todos los presentes.
—Gracias, su señoría.— Y tosió buscando recuperar la compostura. —¡Ayer en la noche pude sacar fotos de esta criatura robando los cultivos de esta famosa ciudad!, no las tengo aquí... ¡pero juro que las tengo!.— Una declaración fácil de refutar, pero que sin embargo Fla Wizardmon debía de tomar en cuenta de todos modos. DemiDevimon sonrió burlón a escondidas, sin embargo no se había percatado de lo sospechosa y vigorosa que parecía ser la recién llegada, y a pesar de que dudaba que se volviese una molestia, le tendría un ojo encima, bastante sospechoso, ¿no?.
Ante la declaración del demonio volador una vez más todos allí comenzaron a especular, y como correspondía a todo juicio se crearon bandos, siendo uno de estos los que defendian la inocencia de la bestia mítica y los que se mantenían seguros de su culpabilidad, ¿cuál sería la postura que tomaría la tamer con su compañero?, era obvio.
—¡ORDEN!.— La voz imponente de un indignado juez retumbó en los oídos de todos, y a pesar de estar al aire libre eso no volvía menos intimidante su voz y su postura, pues manteniendo pequeñas llamas en su zurda era clara la amenaza a aquellos que decidiesen no hacer caso a su indicación. —Se levanta la sesión. El testigo tendrá que ir en búsqueda de dichas fotos y de vuelta se decidirá el destino de susodicho Digimon.— Hizo un silencio dramático... al parecer aún todos se mantenían callados, bien. —Si dejar libre de sospechas a Griffomon, o en su defecto acabar con su vida.— Hizo claro énfasis en aquello último, pues siendo el juez debía de mantenerse neutral ante todo. Demidevimon se alejaría de la zona, riendo entre dientes por la controversía que había creado tras su última declaración.
Ya era tiempo de buscar pistas, descubrir al verdadero culpable, ¿qué era lo que haría ahora la tamer junto a su mareado Digimon?.
- Tamer & Digimon
- Faltas :Tener ojos rojosPrueba de Rol :¿Pa' qué?Digi Puntos :398Ficha :NPCs :Nivel On Rol :MegaNivel On Rol de los Digi Aliados :Yumi: Beast Spirit
Jōkā: ChampionIcono :Rango y Unidad :Hibiki Sanjō Y Seiryū
Rango: Sub Oficial
División: Olimpo Heros
Unidad/Sub-division: Swords WisdomRango y Unidad Digi Aliado :Yumi Niimura
Rango: Soldado
División: Olimpo Heros
Unidad/Sub-division: Swords WisdomInventario :
Hibiki Sanjō
Re: Runari Wildly y el robo de las calabazas [Misión]
Increíble, aquí sí que sabían tomarse en serio los juicios, debían hacerlo ya que el aparecer ni un auto estrellándose en el lugar bastaba para frenar uno, estos tipos sí que tomaban bastante enserio su trabajo, aunque también está la posibilidad de que quisieran terminar con esto lo más rápido posible y por eso se optó por ignorarla a ella y a su gran entrada.
Mientras Haku limpiaba los restos de su comida de la boca con la pata, Runari opto por apoyarse contra el auto y escuchar como proseguía el juicio, no era realmente su punto fuerte sentarse y escuchar, pero a veces una chica debe salir fuera de su zona de confort. Pero no tardó en llegar a una simple conclusión: aquí de verdad importaban las calabazas, vale, no podía evitar creer que esto no era más que una exageración, a pesar de que las calabazas, según lo dicho el juez, eran importantes para los brebajes, a lo cual la chica no pudo imaginar nada mejor que un batido de calabaza o pasteles de estas, si hacían tanto escándalo por esto, le daba un poco de gracia imaginar cómo reaccionarían ellos al enterarse lo que se hace con calabazas en su país natal.
Escucho atentamente la declaración de la criatura voladora, y apenas menciono lo de las fotos que eran una fuerte evidencia y las cuales no estaban ahí, bueno, a Runari solo se le escapo.-¡JA!.-Claro que inmediatamente cubrió su boca antes de rodar en carcajadas, pero no estaba haciendo ningún esfuerzo para cubrir la sonrisa divertida en sus labios. Este digimon ¿Era idiota o le gustaba arriesgarse? Nadie en su sano juicio olvidaría traer evidencia acusatoria a una corte, el por qué nadie refuto aquello, bueno, cada quien en lo suyo.
No era sorpresa escuchar todas las especulaciones que tenían los presentes, claro que tratar de mantener el oído atento a todas estas era un poco más difícil de lo esperado, todos hablaban a la vez y no lograba oír algo que pudiera darle alguna pista buena para ayudar al acusado, ¡Maldición! ¿Por qué todos deben murmurar a la vez? Al menos entre tanto ajetreo podía escuchar algunos defendiendo al acusado, bueno no estaba sola en esto.
Pero fue un gran error tratar de mantener el oído agudo, sobre todo con semejante grito que dio el juez, ¿Cómo no quedo sorda de un oído? Era un misterio que no estaba dispuesta a investigar, aunque si tuvo que frotarse los oídos para recuperarse un poco del golpe, al menos recupero su audición al 100% solo para escuchar la pena de muerte del pobre digimon si llegaban a declararlo culpable, eso solo reafirmaba su conclusión anterior, aquí de verdad importaban las calabazas.
El Hackmon finalmente se acercó a su humana, claramente algo mejor del mareo ya que podía moverse sin tambalearse de un lado al otro, Runari solo le dedico una pequeña mirada antes de poder volver su atención al entorno.-¿Escuchaste todo?.-Hablo mientras sacaba un paquete de mentas del bolsillo.
-Sabes que presto más atención a mi entorno que tú.-Contesto, antes de abrir el hocico y recibir de lleno el interior de todo el paquete de mentas.
-¿Y qué opinas?.-Agito el paquete de mentas tratando de sacar todo el contenido de este dentro de la boca del dragón, cuando estuvo vacío, solo guardo el envoltorio vacío dentro de su bolsillo. El digimon estuvo un rato masticando las mentas que apenas duraron unos segundos entre sus colmillos antes de ser tragadas.
-Que aquí algo anda mal.
-¡Al fin concordamos en algo! ¡Debe ser la magia del lugar!
-Deja de molestar y toma esto en serio, ¿Ahora qué haremos?
-Yo lo tomo muy enserio.-Llevo su mano al pecho fingiendo que el comentario del digimon la había herido.-¿Y no es obvio? Iremos a la escena del crimen, pero antes de eso hablemos con los que estaban aquí.-Muy bien experiencia en los juegos de Dangaronpa y Ace Attorney, no nos fallen ahora, aunque contando que tenía días de experiencia con estos juegos, posiblemente no dormiría hasta que esto estuviera completamente resuelto. La expresión alegre de Runari, pasó a una más seria.-Pero sobretodo, mantengamos un ojo sobre aquel demidevimon, algo aquí no me cuadra.-Comento antes de apoyar las manos sobre el auto y empujarse hacia delante.-Bien, hora de comenzar.
Mientras Haku limpiaba los restos de su comida de la boca con la pata, Runari opto por apoyarse contra el auto y escuchar como proseguía el juicio, no era realmente su punto fuerte sentarse y escuchar, pero a veces una chica debe salir fuera de su zona de confort. Pero no tardó en llegar a una simple conclusión: aquí de verdad importaban las calabazas, vale, no podía evitar creer que esto no era más que una exageración, a pesar de que las calabazas, según lo dicho el juez, eran importantes para los brebajes, a lo cual la chica no pudo imaginar nada mejor que un batido de calabaza o pasteles de estas, si hacían tanto escándalo por esto, le daba un poco de gracia imaginar cómo reaccionarían ellos al enterarse lo que se hace con calabazas en su país natal.
Escucho atentamente la declaración de la criatura voladora, y apenas menciono lo de las fotos que eran una fuerte evidencia y las cuales no estaban ahí, bueno, a Runari solo se le escapo.-¡JA!.-Claro que inmediatamente cubrió su boca antes de rodar en carcajadas, pero no estaba haciendo ningún esfuerzo para cubrir la sonrisa divertida en sus labios. Este digimon ¿Era idiota o le gustaba arriesgarse? Nadie en su sano juicio olvidaría traer evidencia acusatoria a una corte, el por qué nadie refuto aquello, bueno, cada quien en lo suyo.
No era sorpresa escuchar todas las especulaciones que tenían los presentes, claro que tratar de mantener el oído atento a todas estas era un poco más difícil de lo esperado, todos hablaban a la vez y no lograba oír algo que pudiera darle alguna pista buena para ayudar al acusado, ¡Maldición! ¿Por qué todos deben murmurar a la vez? Al menos entre tanto ajetreo podía escuchar algunos defendiendo al acusado, bueno no estaba sola en esto.
Pero fue un gran error tratar de mantener el oído agudo, sobre todo con semejante grito que dio el juez, ¿Cómo no quedo sorda de un oído? Era un misterio que no estaba dispuesta a investigar, aunque si tuvo que frotarse los oídos para recuperarse un poco del golpe, al menos recupero su audición al 100% solo para escuchar la pena de muerte del pobre digimon si llegaban a declararlo culpable, eso solo reafirmaba su conclusión anterior, aquí de verdad importaban las calabazas.
El Hackmon finalmente se acercó a su humana, claramente algo mejor del mareo ya que podía moverse sin tambalearse de un lado al otro, Runari solo le dedico una pequeña mirada antes de poder volver su atención al entorno.-¿Escuchaste todo?.-Hablo mientras sacaba un paquete de mentas del bolsillo.
-Sabes que presto más atención a mi entorno que tú.-Contesto, antes de abrir el hocico y recibir de lleno el interior de todo el paquete de mentas.
-¿Y qué opinas?.-Agito el paquete de mentas tratando de sacar todo el contenido de este dentro de la boca del dragón, cuando estuvo vacío, solo guardo el envoltorio vacío dentro de su bolsillo. El digimon estuvo un rato masticando las mentas que apenas duraron unos segundos entre sus colmillos antes de ser tragadas.
-Que aquí algo anda mal.
-¡Al fin concordamos en algo! ¡Debe ser la magia del lugar!
-Deja de molestar y toma esto en serio, ¿Ahora qué haremos?
-Yo lo tomo muy enserio.-Llevo su mano al pecho fingiendo que el comentario del digimon la había herido.-¿Y no es obvio? Iremos a la escena del crimen, pero antes de eso hablemos con los que estaban aquí.-Muy bien experiencia en los juegos de Dangaronpa y Ace Attorney, no nos fallen ahora, aunque contando que tenía días de experiencia con estos juegos, posiblemente no dormiría hasta que esto estuviera completamente resuelto. La expresión alegre de Runari, pasó a una más seria.-Pero sobretodo, mantengamos un ojo sobre aquel demidevimon, algo aquí no me cuadra.-Comento antes de apoyar las manos sobre el auto y empujarse hacia delante.-Bien, hora de comenzar.
Runari Wildly
Re: Runari Wildly y el robo de las calabazas [Misión]
Y ahora con el fin del caso y habiendo decidido lo que harían aparentemente tamer y digimon se embarcarían en lo que sería en la investigación correspondiente para así salvar al digimon que supuestamente era culpable del juicio y posterior derramamiento de sangre que según aquel Bakumon que había solicitado su ayuda era más que innecesario, después de todo, y aún con miembros del consejo de hechiceros que se encargaban del caso que pensaban que el Griffomon era libre de todo cargo lo que significaba que la culpabilidad de un externo podía ser más que posible, ¿y cómo no? no es como si aquel Digimon alado de apariencia malvada fuese de lo menos sospechoso con sus supuestas fotos y sus risillas malévolas ocasionales, ¿no?, por desgracia le habrían perdido de vista rapidamente pues este se retiraría supuestamente a sus aposentos temporales en lo que iría en búsqueda de las supuestas fotografías que había prometido al jurado que mantenía guardadas, pero si aquel era el juicio en cuestión... ¿por qué no llevarlas en el mismo instante?, aquel había sido un golpe de suerte para el rookie, pues de otra forma no tendría oportunidad para presentar la evidencia que podía mandar al Griffomon diréctamente al garete.
—Oye— Dijo un Sorcerimon mientras picaba con la punta de su dedo índice a una Witchmon que estaba de lo más entretenida recogiendo hongos de una de las esquinas de los frondosos y algo espantosos árboles que crecian alrededor de la ciudad y que claramente gracias a la humedad solían funcionar para hacer crecer los ingredientes para pociones y demás cosas que solían hacer los magos. —Aún confío en que es imposible que ese Griffomon sea culpable— Su tono era claramente uno preocupado. Sin embargo Witchmon parecía ignorarle con todo su esfuerzo. —¿Me estás oyendo?— Y sin mayor consideración invocó una nube sobre la bruja, nube de la cual comenzarían a caer algunos copos de nieve y un poco de escarcha.
—¡Sí!— Reaccionó Witchmon rápidamente en lo que un copo de nieve recorrió su espalda y comenzaba a tiritar por el frío. Witchmon satisfecho acabó deshaciendo la nube ya que finalmente pareció haber captado la atención de la fémina. —Pero no podemos hacer nada mientras no tengamos pruebas, ¿entiendes?, ahora déjame seguir recoletando ingredientes— Witchmon parecía un tanto desinteresada para ser parte del jurado que estaba deacuerdo en salvar la vida del Digimon, y la bruja parecía que volvería a su actividad anterior, pero Sorcerimon le tomó del brazo buscando su atención una vez más.
—Pero sí tengo algo— Una mirada confidente, decía todo tan solo con la mirada, y sin decir mucho más Witchmon asintió, parecía entender lo que decía.
La conversación en cuestión no se llevaba a cabo muy lejos de la humana y su Digimon, y como bien podían actuar al respecto también podían retirarse en búsqueda de pistas de otro tipo, eran libres de hacerlo de todos modos.
—Oye— Dijo un Sorcerimon mientras picaba con la punta de su dedo índice a una Witchmon que estaba de lo más entretenida recogiendo hongos de una de las esquinas de los frondosos y algo espantosos árboles que crecian alrededor de la ciudad y que claramente gracias a la humedad solían funcionar para hacer crecer los ingredientes para pociones y demás cosas que solían hacer los magos. —Aún confío en que es imposible que ese Griffomon sea culpable— Su tono era claramente uno preocupado. Sin embargo Witchmon parecía ignorarle con todo su esfuerzo. —¿Me estás oyendo?— Y sin mayor consideración invocó una nube sobre la bruja, nube de la cual comenzarían a caer algunos copos de nieve y un poco de escarcha.
—¡Sí!— Reaccionó Witchmon rápidamente en lo que un copo de nieve recorrió su espalda y comenzaba a tiritar por el frío. Witchmon satisfecho acabó deshaciendo la nube ya que finalmente pareció haber captado la atención de la fémina. —Pero no podemos hacer nada mientras no tengamos pruebas, ¿entiendes?, ahora déjame seguir recoletando ingredientes— Witchmon parecía un tanto desinteresada para ser parte del jurado que estaba deacuerdo en salvar la vida del Digimon, y la bruja parecía que volvería a su actividad anterior, pero Sorcerimon le tomó del brazo buscando su atención una vez más.
—Pero sí tengo algo— Una mirada confidente, decía todo tan solo con la mirada, y sin decir mucho más Witchmon asintió, parecía entender lo que decía.
La conversación en cuestión no se llevaba a cabo muy lejos de la humana y su Digimon, y como bien podían actuar al respecto también podían retirarse en búsqueda de pistas de otro tipo, eran libres de hacerlo de todos modos.
- Tamer & Digimon
- Faltas :Tener ojos rojosPrueba de Rol :¿Pa' qué?Digi Puntos :398Ficha :NPCs :Nivel On Rol :MegaNivel On Rol de los Digi Aliados :Yumi: Beast Spirit
Jōkā: ChampionIcono :Rango y Unidad :Hibiki Sanjō Y Seiryū
Rango: Sub Oficial
División: Olimpo Heros
Unidad/Sub-division: Swords WisdomRango y Unidad Digi Aliado :Yumi Niimura
Rango: Soldado
División: Olimpo Heros
Unidad/Sub-division: Swords WisdomInventario :
Hibiki Sanjō
Re: Runari Wildly y el robo de las calabazas [Misión]
Ese pequeño bicho alado sí que sabía moverse rápido cuando la situación lo ameritaba, de haber sabido que este tipo de cosas pasarían hubiera traído la correa de Haku, solo para ponérsela a aquel pajarraco para evitar que se saliera de su vista, aunque estaba la duda si era legal ponerle una correa a alguien solo por mera sospecha, aunque contando que estaba en un lugar donde se enjuiciaba a alguien y daban pena de muerte a causa de unas calabazas, todo era posible.
Runari siguió caminando por el lugar yendo hacia la salida estando acompañada por el Hackmon, pero ambos frenaron de repente al oír voces que hablaban sobre el tema de la inocencia del digimon acusado, por lo que corrió el mechón de su cabello que cubría su oído para tratar de escuchar más atentamente, la conversación sonaba interesante, pero en si no llevo a nada, no quería ir a preguntarle en qué consistía ese plan ya que luego de su pequeña entrada, sería extraño si no llegaban a desconfiar de ella, por lo que opto por seguir adelante.
-Bien, ¿dónde exactamente queda ese campo de calabazas?.-Le pregunto al digimon dragón que caminaba a su lado, sin tener la menor idea de dónde ir. El dragón solo soltó un suspiro, se estaba dando cuenta que esto no iba a ser fácil, aunque quizás debió percatarse en el momento que estrello el auto.
-Tú eras la que tenía toda la información ¿Por qué sabría donde esta?.-De ahora en adelante el seria quien recibiría la información para este tipo de situaciones, ya que Runari olvidada mencionar o pedir los detalles importantes.
-Oh vamos eres un dragón, ¿Acaso no tienes los sentidos agudos?.-Pregunto poniendo las esperanzas en el sentido del olfato del digimon, el cual solo suspiro y negó con la cabeza, para solo comenzar a caminar y acercarse al Sorcerimon.
-Disculpe ¿Dónde queda el cultivo de calabazas? Mi…amiga y yo, buscamos pruebas de la inocencia de Griffmon.-No tenía caso mencionar mas detalles de cómo llevaban la cosa, aunque no podía evitar preguntarse dónde estaba el digimon que los había convocado.
Runari siguió caminando por el lugar yendo hacia la salida estando acompañada por el Hackmon, pero ambos frenaron de repente al oír voces que hablaban sobre el tema de la inocencia del digimon acusado, por lo que corrió el mechón de su cabello que cubría su oído para tratar de escuchar más atentamente, la conversación sonaba interesante, pero en si no llevo a nada, no quería ir a preguntarle en qué consistía ese plan ya que luego de su pequeña entrada, sería extraño si no llegaban a desconfiar de ella, por lo que opto por seguir adelante.
-Bien, ¿dónde exactamente queda ese campo de calabazas?.-Le pregunto al digimon dragón que caminaba a su lado, sin tener la menor idea de dónde ir. El dragón solo soltó un suspiro, se estaba dando cuenta que esto no iba a ser fácil, aunque quizás debió percatarse en el momento que estrello el auto.
-Tú eras la que tenía toda la información ¿Por qué sabría donde esta?.-De ahora en adelante el seria quien recibiría la información para este tipo de situaciones, ya que Runari olvidada mencionar o pedir los detalles importantes.
-Oh vamos eres un dragón, ¿Acaso no tienes los sentidos agudos?.-Pregunto poniendo las esperanzas en el sentido del olfato del digimon, el cual solo suspiro y negó con la cabeza, para solo comenzar a caminar y acercarse al Sorcerimon.
-Disculpe ¿Dónde queda el cultivo de calabazas? Mi…amiga y yo, buscamos pruebas de la inocencia de Griffmon.-No tenía caso mencionar mas detalles de cómo llevaban la cosa, aunque no podía evitar preguntarse dónde estaba el digimon que los había convocado.
Runari Wildly
Re: Runari Wildly y el robo de las calabazas [Misión]
—Sabes que de todos no sería algo para nada fácil, ¿por qué tienes que ser tan insistente?— Dio un largo suspiro en lo que se recargaba hacia adelante y permanecía la mirada gacha al no querer observar al hechicero blanco directamente a los ojos. —Está bien, está bien, pero no podemos hacerlo nosotros, sabes lo sospechoso que sería, ¿verdad?— Colocó ambas manos en su propia cintura como si estuviese regañándolo, además de la típica mirada acusante y haciendo incluso un leve puchero.
Sorcerimon estuvo a punto de responder a Witchmon, pero se vio interrumpido por la intervención de lo que parecía... sí, era un pequeño dragón blanco, un Hackmon, un digimon que a pesar de ser poco usual aún así les daba el privilegio de mostrarse frente a ellos. ¡Un momento!, pues claro, los magos observaron al pequeño dragón y luego a la humana que le acompañaba, aquellos eran los que se habían aparecido hace practicamente nada de forma fugaz en el juicio, y vamos, que ahora ofrecían ayuda en el campo de calabazas. Una mirada confidente entre ambos magos acabó por pactar una idea que ambos tendrían casi de forma simultánea, porque claro, no eran para nada idiotas. Por lo que llamó a la humana con una señal para que se acercase.
—Bienaveturados sean, extranjeros, bienvenidos a la Aldea de los Magos— Introdujo el mago blanco seguido de una reverencia sin quitar en ningún momento la mirada de aquellos que pedían instrucciones. —Mi nombre es Sorcerimon, y ella es Witchmon— Hizo una pequeña pausa buscando una excusa, sin embargo no tardaría más que un par de segundos, siendo nada sospechoso. —Oh, el cultivo de calabazas... podemos llevarles hasta allí—
—Pero necesitamos un pequeño favor— Witchmon interrumpió el hablar del educado hechicero, el cual le dedicaría una mirada asesina.
—Lamento la instrospección de mi amiga. En realidad antes necesitabamos saber si podían brindarnos un poco de su tiempo, ¡pero no teman!, en realidad también es para dar con la inocencia de Griffomon, ¿qué dicen?— Se mantuvo cordial en todo momento, después de todo debía serlo si quería captar su atención.
Sorcerimon estuvo a punto de responder a Witchmon, pero se vio interrumpido por la intervención de lo que parecía... sí, era un pequeño dragón blanco, un Hackmon, un digimon que a pesar de ser poco usual aún así les daba el privilegio de mostrarse frente a ellos. ¡Un momento!, pues claro, los magos observaron al pequeño dragón y luego a la humana que le acompañaba, aquellos eran los que se habían aparecido hace practicamente nada de forma fugaz en el juicio, y vamos, que ahora ofrecían ayuda en el campo de calabazas. Una mirada confidente entre ambos magos acabó por pactar una idea que ambos tendrían casi de forma simultánea, porque claro, no eran para nada idiotas. Por lo que llamó a la humana con una señal para que se acercase.
—Bienaveturados sean, extranjeros, bienvenidos a la Aldea de los Magos— Introdujo el mago blanco seguido de una reverencia sin quitar en ningún momento la mirada de aquellos que pedían instrucciones. —Mi nombre es Sorcerimon, y ella es Witchmon— Hizo una pequeña pausa buscando una excusa, sin embargo no tardaría más que un par de segundos, siendo nada sospechoso. —Oh, el cultivo de calabazas... podemos llevarles hasta allí—
—Pero necesitamos un pequeño favor— Witchmon interrumpió el hablar del educado hechicero, el cual le dedicaría una mirada asesina.
—Lamento la instrospección de mi amiga. En realidad antes necesitabamos saber si podían brindarnos un poco de su tiempo, ¡pero no teman!, en realidad también es para dar con la inocencia de Griffomon, ¿qué dicen?— Se mantuvo cordial en todo momento, después de todo debía serlo si quería captar su atención.
- Tamer & Digimon
- Faltas :Tener ojos rojosPrueba de Rol :¿Pa' qué?Digi Puntos :398Ficha :NPCs :Nivel On Rol :MegaNivel On Rol de los Digi Aliados :Yumi: Beast Spirit
Jōkā: ChampionIcono :Rango y Unidad :Hibiki Sanjō Y Seiryū
Rango: Sub Oficial
División: Olimpo Heros
Unidad/Sub-division: Swords WisdomRango y Unidad Digi Aliado :Yumi Niimura
Rango: Soldado
División: Olimpo Heros
Unidad/Sub-division: Swords WisdomInventario :
Hibiki Sanjō
Re: Runari Wildly y el robo de las calabazas [Misión]
Apenas si le había dirigido la palabra y ya estaba comenzando a sentirse incomodo por las miradas encima de él, bien podía comprender que los de su especie no eran exactamente digimon que se veían todos los días paseándose por ahí, incluso podía admitir que no había estado cara a cara frente a otro, pero bueno, dejando eso de lado, ahora era un poco tarde para subirse la capucha y tratar de pasar desapercibido. Muy distinto del tímido Haku, Runari solo sonrió y saludo con la mano cuando sintió como las miradas se posaron en ella, claramente, no le importaba ni mucho menos le molestaba ser el centro de atención.
Runari no dudo en acercarse al par de magos, mientras Haku estaba comenzando a ponerse con la guardia en alta a pesar de que solo parecía algo incómodo con que lo miraran, no podían culpar al chiquitín, creció en un bosque alejado de todos y ahora estaba obligado a cuidar de una chica propensa al peligro y la mala suerte, si con ese tipo de vida era normal en el andar con la guardia siempre en alto.
Mientras el Hackmon se mantenía atento a ver si no había entrado a la boca del lobo, la chica se notaba bastante entusiasmada por hablar con el par, bueno no con lo fan que era de cierta serie de libros, no sería sorpresa que en cualquier momento saltara sobre aquellos dos tratando de probarse los sombreros, pero la única razón por la que no lo hacía era que por que el dragón blanco andaba jalando de las ropas de está manteniéndola firmemente en su sitio.
El dragón tenía toda la razón del mundo por sospechar, y ahora esas sospechas se habían confirmado con la interrupción de la Witchmon y la mirada que había dado el Sorcerymon, no importaba cuan cordial fuera el digimon, él no era tan ingenuo como para que su atención fuera de lleno hacia el.-¡Por supuesto!.-Claro que Runari era otro tema aparte.
El Hackmon se golpeó la frente con la pata libre, simplemente, no podía creer, claro que no se estaba refiriendo al comportamiento de la chica, sino por seguir creyendo que ella se comportaría.-Runari, no puedes aceptar si no tienes idea de que se trata todo esto…
-Haku…tengo Hype y una sobredosis de azúcar, así que tienes dos opciones. Aceptar y gastar mis energías o aguantarme todo el día en casa.-A pesar de la sonrisa en el rostro de la chica, sus ojos se notaba que había sido poseída por el demonio del azúcar.
-Ya tienen mi atención.-Claro temía poner su vida en peligro al no saber en qué se metía, pero temía aún más a Runari cuando estaba bajo el control del azúcar.
Runari no dudo en acercarse al par de magos, mientras Haku estaba comenzando a ponerse con la guardia en alta a pesar de que solo parecía algo incómodo con que lo miraran, no podían culpar al chiquitín, creció en un bosque alejado de todos y ahora estaba obligado a cuidar de una chica propensa al peligro y la mala suerte, si con ese tipo de vida era normal en el andar con la guardia siempre en alto.
Mientras el Hackmon se mantenía atento a ver si no había entrado a la boca del lobo, la chica se notaba bastante entusiasmada por hablar con el par, bueno no con lo fan que era de cierta serie de libros, no sería sorpresa que en cualquier momento saltara sobre aquellos dos tratando de probarse los sombreros, pero la única razón por la que no lo hacía era que por que el dragón blanco andaba jalando de las ropas de está manteniéndola firmemente en su sitio.
El dragón tenía toda la razón del mundo por sospechar, y ahora esas sospechas se habían confirmado con la interrupción de la Witchmon y la mirada que había dado el Sorcerymon, no importaba cuan cordial fuera el digimon, él no era tan ingenuo como para que su atención fuera de lleno hacia el.-¡Por supuesto!.-Claro que Runari era otro tema aparte.
El Hackmon se golpeó la frente con la pata libre, simplemente, no podía creer, claro que no se estaba refiriendo al comportamiento de la chica, sino por seguir creyendo que ella se comportaría.-Runari, no puedes aceptar si no tienes idea de que se trata todo esto…
-Haku…tengo Hype y una sobredosis de azúcar, así que tienes dos opciones. Aceptar y gastar mis energías o aguantarme todo el día en casa.-A pesar de la sonrisa en el rostro de la chica, sus ojos se notaba que había sido poseída por el demonio del azúcar.
-Ya tienen mi atención.-Claro temía poner su vida en peligro al no saber en qué se metía, pero temía aún más a Runari cuando estaba bajo el control del azúcar.
Runari Wildly
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