Buscando un nombre[Priv. Runari]

- ¿No crees es peligroso?

Preguntaba la mascota virtual, como considerabas; mientras trasteabas con el dispositivo en tu habitación, sentado tranquilamente en tu cama jugando, por así decirlo, con ese raro artefacto. Un desarmador para tratar de abrirla, no había uso más allá de usarlo de palanca con el fin de retirar la carcasa del dispositivo. Nunca habías visto uno así de todas maneras. Intentabas ignorar su señal de advertencia, pero difícilmente conseguiste algo. Era cansado, mirabas a la criatura en plan - Tu IA es muy buena...

- Te dije que no es una IA, soy real, solo... me encerraron dentro.

Escuchaste eso pero parecía una programación absurda en parte. Presionando alrededor, intentabas darte una idea del funcionamiento del dispositivo, y sorpresivamente hubo un buen resultado el día de hoy. Con un Flash, una luz salió del dispositivo manifestando una bola con ojos de pequeño tamaño. Observaste eso en primer lugar, ni siquiera dijiste nada, ni siquiera dijo esa cosa nada, solo..., parpadeaba al verte, y tenía una expresión ligeramente molesta en su cara.

- ¡Ja, te dije que era real!

Ni siquiera respondiste, solo te recostaste en tu cama y comenzaste a cubrirte - Creo comí algo en mal estado..., estoy viendo cosas...

- ¡Me estás viendo a mi! Hey, soy yo, te dije que era real..., mirame, aquí estoy en toda mi grandiosidad...

- Genial, ahora escucho voces - Dices aun recostado cubriéndote con una sábana. El digimon liberado iba dando pequeños brincos para dirigirse a ti y comenzaba a morder la sábana para tirar de ella. Parecía hacerlo con fuerza y tu repetías lo mismo sosteniendola para que no te la quitaran - Qué alucinación más vívida...

- ¡Deja de fingir que no soy real!

Suspiraste mientras soltabas la sábana siendo esta apartada con fuerza y haciendo que el Digimon cayera y quedara cubierta con la misma.

- Ok, vale..., eres real y de algún modo estabas dentro de este teléfono cutre. Ok, ¿Ahora qué?

El digimon quedó en silencio unos momentos mientras se retiraba la sábana con esas cosas como orejas.

- No lo sé, simplemente salí. No es como si supiera exactamente que pasa aquí, ni siquiera se quien eres tu, o quien soy yo más allá de mi nombre; siento que olvide algunas cosas...

- ¿Quieres que te golpee para recordarlas?

- Si haces eso te muerdo...

- Lo soportaré...

- Te arrojaré veneno...

- ¿Puedes hacer eso?

- Creo que si. A veces escupo burbujas que enferman.

- Eh... hmm... cool... - Mencionas acercándote para levantar esa cosa. Viéndola de cerca igual podría ser un juguete supermoderno, pero no hay lugar para cargar o para que lleve baterías.

- ¡Hey, deja de darme vueltas!

- Te quejabas menos cuando estabas en el teléfono..., en primera, ¿Qué eres en si?

- ¡Ya te dije que no se, solo se que me llamo Pagumon!

- Qué nombre más estúpido. Tus papás no te querían, ¿Verdad?

- ¿Qué son papás?

- Probablemente quienes te pusieron así. No importa demasiado, no te llamaré de ese modo. Suena estúpido. Elige otro.

- ¿Yo?

- Si por mi fuera te llamaría como le pongo al héroe en mis juegos rpg, pero es tonto; simplemente elige un apodo o algo.

- Yo... no se me ocurre..., mejor elige uno tu.

- No quiero.

Hubo un ligero silencio incómodo luego de ello mientras recogías una mochila que acostumbras llevar en la espalda - Ahora entra...

- ¿Eh?

- Te llevaré con el veterinario o algo, la verdad no se muy bien que eres pero si puedes morderme, lo mejor será ver si no tienes rabia.

El digimon le vio con su continua expresión de mevalemadre, pero realmente no había salido desde hace tiempo y no le parecía tan mala idea.

- No creo debamos solo salir a la calle así.

- Si alguien dice algo solo quedate quieto y diremos que eres un peluche muy feo.

La expresión del digimon era como, una ligera sonrisa algo torcida por la poca confianza, pero al final solo entró y se apoyó hacia atrás teniendo esta ligeramente abierta para mirar mientras se recostaba un poco.

- Es cómodo - Fue lo único que dijo de más mientras Ezequiel solo optaba por tomar sus llaves, teléfono y su billetera para salir.

Observando con esa misma expresión, algo más oscura de lo normal. Estabas allí, mirando fijamente esa entrada, nada más y nada menos que... una puerta cerrada. Un anuncio de vuelvo a las 4 siendo todavía temprano en comparación. El Digimon se giraba para observar, preguntando que dice allí y recibiendo una respuesta de ello, aunque con un tono bastante cortante.

- ¿Ahora que harás?

- Supongo que... regresar...; o que, ¿Quieres caminar de aquí para allá sin un objetivo aparente?

- Cuando lo dices así suena tonto. Pero..., no lo sé, solo soy un peluche gigante en tu mochila.

- Supongo que es cierto. Igual mejor solo podríamos regresar y buscar en internet... - Mencionas de forma algo cortante mientras notas de camino de vuelta a cierta persona. No es como si fuera alguien fácil de reconocer, era... ¿Asiento 28? ¿Asiento 32? Argh, asiento vacío..., si, era ese. Pocas veces se le ha visto, recuerdas que los profesores dijeron que tenía mala salud o algo similar.

- ¿Por qué te detuviste, Ez? - Preguntó el Digimon al notar que estabas parado frente a la dulcería - ¿Qué es este lugar?

- Acabo de ver a un fantasma...

- ¿¡Cómo!?

- Es una expresión. Acabo de ver a una persona que rara vez llega a aparecer cuando estoy en el colegio. Simplemente es raro, la información que tenía era que estaba en un hospital, pero aquí le veo tranquilamente ingresando a este lugar. Es como... una mentira.

- ¿Mentir es malo?

- Mentir es un acto natural en mi mundo, solo es no decir las cosas; por mi parte opto por solo no dar toda la información necesaria para que no sea considerado mentir. Simplemente es poco común mentir a una gran cantidad de personas, pero con experiencia es más posible.

- ¿Qué es este lugar?

- Una tienda de dulces.

- ¿Qué son los dulces?

- Comida.

- Me gusta la comida.

- A mi también pero esta en exceso puede ser dañina.

- ¿Es comida mala?

- No, simplemente es comida que debe ser limitada. Porque..., acaso... ¿Quieres...?

- Suena bien. ¿Podría? 


- Supongo que podemos... hurtarla...

- Creí tenías eso que llamas dinero.

- Lo tengo, pero también tengo manos para tomar.

- Oh, entonces, robar es bueno.

- No lo es.

- Si no es bueno, ¿Eres malo?

- No lo se.

- ¿Por qué robas?

- Así crecí..., lo necesitaba hacer..., y es, bueno, divertido.

- ¿Te divierte robar?

- Algo. Deberías intentarlo...

- Uh... ¡Quiero intentarlo!

- Paso 1. Cierra la boca - Mencionas de forma cortante al entrar. El sonido de la campana se escucha mientras ingresas al local y comienzas a observar el establecimiento mientras notas en su mayoría, estantes con bolsas. Y algunos de ellos en canastos libres para vender por peso. El cabello de color peculiar acompañado de un uniforme escolar hacía reconocible a la persona aun vista desde atrás. Al entrar habías subido tu capucha mientras tomabas unas cosas, cosas "visibles" debido a que pagarías por ellas. Para robar en estos establecimientos hay un sistema, bueno, hay varios, pero este es bueno de cierta manera.

Lentamente tomando dos cajas de chocolates las observas con cuidado para verificar sus precios. Y con esa oreja-mano que tiene el digimon, lentamente la mueve para tomar una bolsa del estante a la espalda de Ezequiel. Algo sencillo y un movimiento rápido para evitar que el dueño lo notase.

De algún modo solo tendrías que hacer esto, aparentemente la pequeña criatura lo estaba haciendo bastante bien. Debería sentirse orgulloso de si mismo, pero ahora, el problema era lo que ocurrió a continuación. No sabes si solo fue un despiste por tu parte, quiero decir, la habías visto, notaste cuantas cosas llevaba. Tal vez solo pasaste de ella hasta que de la nada cayó hacia ti y su peso combinado con lo que llevara te derribó...; nah, esas cosas no pasan.

Obviamente chocó contigo. Pero esa no es razón para dejarse dominar por el peso de la misma, igual, esta pesada pero no para tanto. Con el pie hacia adelante pues admites perdiste levemente el equilibrio, te mantuviste quieto tras aquel choque hasta que ella recuperara su equilibrio; escuchaste un ligero ruido que tal vez podría venir por cajas que cayeron, no volteaste a mirar, ni siquiera eres de disfrutar mirar a la gente a la cara, si, mal asunto con el espacio personal; da igual de todos modos. Ni siquiera valdría la pena responder eso pero...

- ¡¿Cómo voy a estar bien si de la nada me cae encima una vaca?!

No respondiste a ello pero sin duda lo escuchaste. Ni siquiera te volteaste y tu solo te habías limitado a caminar en dirección contraria ignorando aquella oración, ni siquiera sabías que conocía a las vacas, aunque la otra vez hiciste un trabajo de granjas y se lo mencionaste, tal vez de allí sacó la idea, es difícil saber lo que sabe y lo que no ya que desconocías que fuera un ser vivo real en primer lugar.

No volteaste a ver a la chica, solo dijiste un - Ten más cuidado la próxima vez - y diste unos pasos ligeramente más extendidos debido a que probablemente no sea agradable cuando a una mujer le dicen sus verdades, igual no es tan pesada, creo, no es como si tuvieras algo para poder comprobar los pesos. Tu único camino ahora sería solo pagar lo que "visiblemente tienes", desgraciadamente llamaste la atención, probablemente.

Que bueno que lo tomó con humor. Digo, se está riendo, eso significa que no fue tan malo como pudo haber sido. Te habías limitado a pagar lo que "visualmente compraste" mientras el dueño parecía preocupado por esa risa. Por tu parte todo iría bien hasta que una caja te golpeó la espalda. De nuevo, es una caja, tampoco es doloroso ni nada; no eres un debilucho ni nada, aun así, te dio en la mochila en tu espalda y solo quedó decir algo, aunque no hubo tanta falta pues el dueño dio un grito de que no volviera a hacer eso, obvio, es su mercancía.

De entre todas las cosas que pudo gritarte, empezó a hablar sobre su cuerpo. Realmente no te habías fijado pero una vez lo dijo, mientras te dabas la vuelta con la simple intención de salir sabiendo que no sería posible con ella a medio camino, tuviste que darle la razón - Ahora que lo dices tu cuerpo es físicamente deseable si lo comparo con lo de otras personas..., no me había fijado... - Dijiste recalcando lo obvio, y esperando que dandole la razón fuera suficiente.

Caminando ligeramente hablaste de forma baja como un susurro a la criatura en la mochila.

"¿Estás bien?"
"Los dulces robados amortiguaron el golpe que te dio esa p**ra"
"¿Donde aprendiste a insultar?"
"La película de Deadpool de hace 2 días"
"Ah, ¿Ahora que?"
"Dejamela a mi, yo me encargo"

Estabas por decir algo despreciativo a dejar una bola con ojos hablar en público cuando la chica simplemente comenzó a derramar sangre de su boca.

"Oh, no sabía que podías hacer eso"
"Ahhh... s-si..., es cansado, tal vez no lo vuelva a hacer"

Conversación corta que deberá silenciarse, sacaste información suficiente para saber que eso no fue propiciado por la pelota parlante en tu mochila. Te quedaste de pie frente a ella, ignorando la sangre, es fascinante en parte, pero tienes una expresión vacia como si no te importara sencillamente.

- Primero tropiezas conmigo..., luego me golpeas con una caja..., si, estoy seguro que te escuché... - Estabas frente a ella, va a golpearte o algo, ok, da igual, mientras no sea en las partes bajas no lo bloquearas de todos modos. ¡Como si fueras solo a hacer eso! No eres un maldito debilucho, si ella busca problemas adelante, da igual; no sabes si vas a llegar a tanto para alzar tu mano contra una mujer, pero no vas a disculparte por algo que no hiciste, aun si llevas al causante en primer lugar - Está bien... te perdono. ¿Ahora vas a dejarme pasar?... - Era dificil ignorar lo que tenía asi que moviste tu mano hacia aquella parte de tu boca en reflejo de la que aun tiene con sangre en la suya para que se lo limpiara.

Una respuesta ligeramente tranquilizante debido a que al decirlo de alguna manera dice que no lo hará. Tranquilizador, sin duda. Ahora, el porque llegará a esto, podría ser un problema el que respondieras sinceramente por ello - Generalmente ocurre, por eso me acostumbre a entrenar mi velocidad más que otra cosa... - Mencionas con una seca honestidad, debido a que no ibas a que no había nada malo en decir algo como esto. Aun así ella solo comenzó a reir luego de decirle que le perdonabas, fue una risa algo exigente, al menos no parecía en una obviedad falsa, era casi sincera, no lo sabes, la sinceridad no es lo tuyo.

El problema radicó, en lo que dijo, justo antes de detenerse. Lo que menciono era importante, ella solo comenzó a irse como si su misión hubiera terminado; tu por tu parte, deberías salir también. Simplemente sería caminar, saliendo de la nada, el pequeño digimon asomó su cabeza al ver que todo parecía bien pero sabían ambos lo que se diría a continuación.

- Ella sabe algo.
- Ella sabe algo.


Si, ella lo sabe. Sabe algo sobre el, o al menos lo que podría ser el. Tal vez sea alguna clase de nuevo juguete japones en fase beta, no lo sé, todo es posible de todos modos. Ahora, el cómo proceder podría ser problemático. Por tu parte guardaste lo que llevaste en la mochila pasandoselo a aquel digimon mientras este sacaba lo que parecían ser unos malvaviscos con relleno líquido, aunque ya no tanto relleno porque estaban por fuera al haber sido aplastados - Hmm, es bueno. Ahora, ¿Consideras necesario el hacer esto, apenas nos libramos de la loca?


- Yo creo que si. Tal vez sepa algo que nosotros no, y nosotros NO sabemos nada.

- ¿Seguro? Yo creo que tu sabes algo y simplemente no quieres decirmelo.

- Si supiera algo sería algo personal que no hace falta compartirlo.

- De acuerdo, de acuerdo. Supongo puedo, eh, hacer algo...; ya lo había hecho antes, pero generalmente les noqueaba al hacerlo, siento que probablemente me acabarán golpeando por dejarle consciente.

- ¡Está bien! Lei una frase en un programa en internet para evitar que pase.

- ¿Qué tantas tonterías has usado del internet mientras estoy en la escuela?

- Relajate, lo vi en una caricatura.

- Me cuesta creerte, pero supongo que no hay mucho que perder.

Suspirando por la estupidez que fueses a cometer, realmente no era algo que no pudiera solo evitar al notar que tal vez se metió en una cosa demasiado molesta y que ya era demasiado tarde para salir de ella. Es un alivio que sea una chica de una edad cercana, si fuera más joven probablemente todo sería más fácil, da igual, ODIAS ESTO..., buf, esperas que esta cosa en tu mochila no empeore las cosas.

La capucha en tu cabeza seguía allí, notando la dirección de la chica tomaste otra y corriste para adelantar el paso y poder tomarle en la ruta próxima, tenía cajas que realmente limitaban de paso un poco su rango de visión, una vez estubo al alcance te colocaste cerca de su rango ciego a las 5 de su cuerpo con su vista al norte, con una mano sobre su boca la cual inmediatamente debió haber manchado tus guantes, el otro brazo por la cintura para tirar de la misma hacia atrás y hacer que retomases tu ubicación hasta apoyarte en la pared. Estás tomando en cuenta una patada en los bajos, costado, cabezazo, arañazo, que muerdan tu mano, ok, ese no te preocupa tanto por los guantes de cuero, pero ignorando que puedes golpear golpes de la zona baja y algún golpe a la cabeza, probablemente lo más sensato de ella es deshacerse de sus dulces para golpear alguna parte de tu cuerpo, que obviamente deberías resistir, necesitarías hacer algo rápido pero realmente las cosas solo empeoran con este sujeto.

- Mueve un solo músculo y te violo...

- ¡¿Qué clase de caricaturas estás viendo?! - Comentas con un ligero grito observando a la bola peluda colocarse en tu cabeza para hablar...

No fue suficiente la distracción por suerte, atento a ello la chica solo levantó su pie para aplastarte, pero no fue tan difícil, solo tuviste que mover tu pie para que no te aplastara; el asunto fue cuando tiró las cajas, alejaste tu brazo de su cintura para defenderte del codazo. Realmente fue bueno que pudiera defenderse en parte, inspirador, aunque en el fondo más que herir lo que más se te daría sería el poder proteger tu propio cuerpo, porque vamos, es lo que más debes hacer a veces.

Tomando aquel golpe facilmente le fue posible el retirar tu otro brazo; no pudo evitar el tomarlo para apartarlo pero de entre todas sus elecciones, eligió gritar. Un grito muy fuerte, usaste tus dos manos para tapar tus oídos y el digimon hizo lo mismo.

- ¡Qué pulmones, ¿No se andaba muriendo?!

- ¿Eso es lo mejor que puedes decir?

- ¿Qué tal vamonos a la v...?

- ¡Solo vamonos, luego trataré con ella!

Le dijiste mientras decidiste alejarte dejandole en paz... si como no, acabas de darle un puñetazo a la cara por el susto, ok, ahora si a correr; solo vas tomando otra dirección contraria a la ruta que ella tomase, ahora, tu rostro no es visible, eso es un alivio, pero debías comenzar a correr debido a que era lo mejor, igual luego te acusarán de que toda la sangre que tiene encima es obra tuya. Aun así, el golpe te dejo bastante aliviado en cierta escala.

- Bueno, no salió tan bien como lo hubiera hecho. Espero que mejores tu labia y...

Tu paso ligeramente fue debilitandose al notar que realmente había algo más leve en el peso que llevabas - Oh..., debio agarrarse mejor.

Dice para si mismo mientras piensa mejor en volver a casa. Fue un evento impresionante pero podrías solo dejarlo pasar.

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Si, debiste agarrarte bien de la mochila. Ahora estás en el suelo y simplemente te encuentras junto a la loca. Estás quieto, tal vez si estás lo suficientemente quieto crea que eres un peluche como dijo Ezequiel, no lo sé, es la mejor solución por ahora probablemente.

Quieto... quieto... quie... to...

Vale, estuviste manteniendolo cuanto pudiste, tiene la cara embarrada, si no es de risa, no puedes mantenerte quieto intentando una expresión de seriedad teniendo esa cara, simplemente no puede. Das un suspiro ligeramente pesado por ello - Está bien..., si quieres llevame. Dudo que el regrese por mi en primer lugar; solo he sido un fastidio y la primera vez que salgo y quiero impresionarlo acabo metiendolo en problemas. Lo más seguro es que no regrese por mi...

Ligeramente te deprimes, se notó como caíste hacia atrás, o rodaste hacia atrás, cubriste tu cara, o tus ojos con esas orejas-patas tuyas y ligeramente te recostaste mirando hacia la pared; estaba bien, no es como si tuvieras chance de llevarte bien con alguien aunque lo intentaras.

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De acuerdo, no hubo problemas, regresaste tranquilamente a tu hogar. Lo primero fue quitarte esa sudadera, esta manchada, la arrojaste a un pequeño recipiente y lo cubriste con agua, blegh, sangre seca, una molestia. Entraste a tu habitación, no te gusta estar tan... vistoso, es odioso ver tus propias quemaduras alrededor de tus brazos con esa ropa sin mangas, te diriges y tomas una sudadera roja en su lugar. Te vistes con ella y te relajas cayendo en tu cama, probablemente deberías recapacitar, buf, ni siquiera querías dulces, revisas el extraño dispositivo, esta vació, no hay nada allí, es como..., hmm, si, es nostálgico aun si solo fueron unos días.

Deberías comenzar a recordar como era estar solo de nuevo. Quiero decir, el siempre se quejaba de ti, probablemente esté feliz de separarse, igual, no puede ser tan malo.

Nada puede ser peor que estar contigo.

Estabas, ligeramente deprimido, de algún modo no querías hacer nada, solo te mantuviste quieto, curiosamente esta mujer tenía mejor tacto hasta para levantarte. Ezequiel solo te levantaba como si fueras, no se, a veces incluso solo usaba una mano como si no importara si cayeras rodando. Estuviste en silencio mientras mirabas la cantidad de gente que pasaba, ligeramente giraste para ver la cara de la chica, decir si te sentías mal por ver la expresión en su rostro, bueno, no lo sabrías decir, es como, deberías sentirte mal, deberías disculparte, pero de algún modo tiene una expresión en su rostro que te da... algo de emoción.

¿Sientes felicidad por verla lastimada?

Es eso..., tu..., por alguna razón no te gusta la idea, la idea de sentirlo, pero no puedes evitar manifestar eso, está mal, tu... tu estás mal, ¿No?

- No tengo nombre...

Estuviste en silencio pensando sobre ello, deberías ser más explicito - Bueno, si lo tengo; pero mi tamer dijo que era un nombre estúpido y que no me llamaría así, le dije que me pusiera un nombre entonces, pero se negó..., asi que... no tengo nombre. Jeje... ni siquiera tengo eso.

Rodando en tu misma ubicación te mantuviste hasta mirar hacia arriba - El siempre piensa con claridad, probablemente en 12 horas si milagrosamente quiere recuperarme tal vez note que lo mejor será mantenerme encerrado en el IC. Incluso golpeo a una mujer rara por mi culpa; probablemente esté enfadado también.

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Bueno, creo va siendo hora de que vayas a por el digimon, deberías solo levantarte de la cama e ir.

Si, exactamente, y... espera, esa no es la puerta, es la cocina. Ya, irás a por una bebida para el camino, si, es lo...; oye, regresa, ¿Y el digimon? ¿Cereal? ¿Vas a comer cereal? Deberías regresar por el digimon..., ya sabes, digo, no es como si no fueras a hacerlo... eh, eh, hey, ¡HEY! tu..., tu en serio solo te pondrás a comer cereal, ¿No piensas ir por el digimon?

Ah, da igual, solo estás allí, sentado, comiendo cereal, por alguna razón observas el digivice, ahora que lo dices..., ¿Qué tan seguro es que siga allí en ese callejón? Probablemente igual ya se quitó de allí, ahora estará perdido, si, ya, gasto innecesario de energía, deberías pensar sobre ello, espero que estés pensando sobre ello, esa expresión tranquila a veces puede ser algo complicada.