Fase de Pruebas [Priv. Silver-chan]

Un Trailmon de color verde avanzaba imparablemente por las vías del Digimundo. El emblema de los Union Savers relucía claro y brillante en ambos laterales del Digimon transporte. Xorem, Minerva y Maxwell iban montados en el mismo. ¿El destino? Mother Earth, un lugar situado en las Zonas Áridas del Mundo Digital. Dicho emplazamiento era un diminuto poblado del que se extraía el Chrome Digizoid para los distintos clanes o particulares que pagaban lo suficiente como para poder fabricar sus armaduras y demás. Sin embargo, había habido varios disturbios en la zona y se habían reportado casos de robos de distintos materiales, no sólo de Chrome Digizoid, sino de otros minerales menos valiosos. Los Union Savers sospechaban que éstos eran robados y, más tardes, revendidos en el mercado negro, por lo que había enviado a los tres integrantes a una misión de supervisión.

No parece una tarea realmente complicada, la verdad- intervino Xorem, el Tsukaimon, mientras miraba a su Tamer de cabello verdoso que sonreía, mientras leía lo que parecía ser un informe. En su mano derecha se encontraba el dispositivo que había inventado: el ARK MK-1, un prototipo de guantes que transportaba y generaba la Data de los distintos Digimon que había escaneado o que se encontrase en su base de datos.

Cierto, pero, en el caso de haber problemas, será una excusa perfecta para poner ésto a prueba- el estudiante de ingeniería levantó la mano enguantada mientras una sonrisa amable a la par que divertida recorría su rostro.

¿Acaso has realizado una comprobación previa? No quiero que te explote el brazo y tenga que entregar tus trocitos a tu chica- era extraño que Minerva, cuyo nombre en clave era Argus, bromease. Normalmente era una Digimon con aspecto de búho bastante serio... Pero quizá había cogido bastante confianza con aquellos que eran sus compañeros de clan.

Eres cruel, Minerva- rió Max mientras giraba su cabeza unos 90 grados y miraba a través de la ventanilla que tenía a su espalda, vislumbrando que ya estaban llegando a su destino, por lo que guardó el documento que se encontraba leyendo en una especie de maletín que llevaba en la mano. Dentro, además de informes, llevaba piezas de repuesto para su guante. Debería crear un dispositivo que le permitiese observar las características de otros Digimon en tiempo real. La información era poder, como decía un antiguo profesor suyo.

Finalmente llegaron al poblado que daba acceso a las minas. El chico iba vestido con una vestimenta apropiada para la zona. Una especie de bufanda le cubría la boca, mientras que unos goggles le cubrían los ojos, protegiéndole del calor. Asimismo, unos ropajes cómodos protegían su cuerpo, sin que éstos le impidiesen realizar maniobras tales como la escalada. Nada más descender del Trailmon, fueron recibidos por un GrappuLeomon, que parecía estar a cargo de esa sección a la que habían llegado.

¿Sois los miembros de los Union Savers?- ante la pregunta del felino bípedo de melena dorada los tres miembros asintieron, provocando que el Digimon, equipado con unos rodillos en sus brazos y piernas, asintiera también, conforme con lo que acababa de ver y, más aún, cuando los tres le enseñaron sus respectivas placas- Seguidme, por favor- y eso hicieron los protectores de la paz, seguir al Digimon con forma de león a lo que parecía ser una tienda de campaña que, muy probablemente, fuese el puesto de mando de aquella sección de las minas.

Después de la batalla en la cual, Kuro necesito digievolucionar para así vencer, se termino. Hinata decidió volver al Mundo Humano, la causa era muy simple, echaba de menos a sus padres y a su querida amiga Rin, la cual se sorprendería mucho al escuchar lo que le había pasado y al presentarle a Kuro. Fue entonces, cuando recordó lo que la anciana Babamon le contó poco después de llegar al Mundo Digital, que los humanos pueden volver a su mundo gracias a unos Digimons que tenían aspecto de tren, llamados Trailmon. Por lo que la joven junto a su querido compañero fueron a la estación que había cerca del poblado para así regresar a su hogar, de ese modo Hinata y Kuro subieron al Trailmon y pusieron marcha al Mundo Humano.

Cuando el Trailmon se detuvo de manera que señala el final del trayecto, la joven bajo del tren con su compañero el cual llevaba en su hombro, se sorprendieron al ver que no era el Mundo Humano en el lugar en el cual se encontraban. Se habían equivocado de tren, ellos ahora se encontraban en un lugar totalmente árido. Hinata y Kuro se encontraban totalmente desconcertados, a lo que se sumo a que el Trailmon salio de vuelta poco después de que ellos bajaran, dejando la posibilidad de volver al poblado bastante difícil de lograrlo, pero para alegría de ellos dos, paso un Digimon con aspecto de can bípedo con el pelaje azul, que llevaba unos guantes de boxeo y una cinta en la cabeza, a lo que ellos se acercaron para preguntar.

¿Perdona, podrías decirme donde nos encontramos?-pregunto Hinata

!Eh¡ claro, el lugar donde te encuentras es Mother Earth.-respondió el can azulado.- Es un poblado minero, extraemos el Chrome Digizoid para los distintos clanes o los que pagan por el. Aparte de  algunos otros minerales.-prodigio informando del lugar.

Conque es aquí donde extraen Chrome Digizoid, es bastante interesante.-dijo Kuro mientras ponia una mirada de quien, maquinaba alguna artimaña.

¿Pero, que es lo que hace un humano aquí? si puedo saberlo claro.-pregunto el perro de pelaje azul

Por cierto, yo soy Hinata y el es mi compañero digimon Kuro y la verdad es que volvíamos al Mundo Humano, pero parece ser que nos equivocamos de tren y no sabemos nada de como volver.-contesto Hinata, presentándose a ella y a su compañero

Verdad, donde están mis modales yo soy Gaomon y trabajo en la mina aunque hoy tengo el día libre.-contesto el que fue nombrado Gaomon.-Aunque antes vi a GrappuLeomon con un humano y un par de digimos a su lado, tal vez aquel humano sepa volver a tu mundo.

¿Podrías decirnos en que dirección se fueron? me gustaría poder encontrarme con el.-le pregunta la joven a la cual, le empezaron a brillar los ojos a causa de la esperanza de volver a su hogar.

Claro, se fueron por allí.-señalo Gaomon

Gracias por todo Gaomon, nosotros iremos por allí, adiós y gracias por todo de nuevo. - dijo Hinata mientras se dirija hacia la dirección señalada.

Por cierto, no me he presentado- mencionó el Digimon con rodillos en sus cuatro extremidades, mientras se acercaban a la tienda de campaña- Me llamo Leónidas y, como os podréis imaginar, pertenezco a la especie de los GrappuLeomon- mencionó el Digimon felino, abriendo la entrada de la tienda de campaña y dejando pasar a sus invitados. Allí dentro pudieron observar a otros Digimon, como un Digmon o un Mamemon.

Yo soy Maxwell Miyamoto, oficial de los Union Savers en la división West White Tigger- se presentó el muchacho mientras sujetaba con firmeza su maletín y hacía un movimiento hacia delante con la cabeza, saludando.

Yo soy Xorem, un Tsukaimon, compañero Digimon de Maxwell y también oficial de los Union Savers en la división West White Tigger- continuó el Digimon de color violeta y grandes orejas, dando paso al único miembro de los allí presentes que faltaba por presentarse.

Mi nombre en clave es Argus, una Falcomon. No veo necesario darte mi nombre real. Sub-oficial de los Union Savers de la misma división que mis compañeros- dijo, secamente, Minerva, mientras se comportaba de manera tranquila, manteniéndole la mirada al león.

Me basta con tener un nombre con el que pueda referirme a ti, pajarito- dijo el GrappuLeomon, con cierta socarronería, mientras se reía y llamaba a los dos Digimon que se encontraban junto a él- Simon, Mameo, tenemos visita- mencionó el GrappuLeomon, a lo que ambos Digimon se dieron la vuelta, saludando, uno con uno de los taladros que poseía en sus manos y el otro con uno de sus guantes rojizos.

Bienvenidos a Mother Earth- dijo el Digimon de color amarillo y que parecía el más adecuado de los que allí se encontraban para dedicarse a las tareas de excavación.

Siempre es una alegría contar con los Union Savers para que te ayuden a echar a los maleantes- dijo sonriente el pequeño Digimon esférico, mientras se acercaba al grupo con pequeños pasos- ¿Ya les has contado nuestro problemilla, Leónidas?- el pequeño Digimon de nivel Perfect miró a su jefe, quien se cruzó de brazos negando.

Bien, resulta que nuestros operarios y mineros están denunciando el robo de una parte de los productos que consiguen. No llegan a robar todo, ni siquiera roban la mitad de cada tanda extraída... De hecho, tampoco roban todas las veces que extraemos Chrome Digizoid o cualquier otro mineral- informó Leónidas, mientras que Max se llevaba una de sus manos a su mentón, acariciándolo brevemente.

Me parece que no estamos ante los Digital INC o los Chaos Empire... Si alguno de ellos lo robase, robarían cantidades mucho mayores...- dijo Maxwell, dando su opinión- Los Royal Knights no tienen ninguna excusa para robar los Chrome Digizoid, pagan por ello, al igual que los Union Savers... Así que supongo que se trata de un grupo mucho menos organizado y con menos recursos que los anteriormente nombrados... ¿Alguna idea?- ante la pregunta de Maxwell, los tres Digimon no hicieron otra cosa que negar con la cabeza, mientras que los tres US se quedaban pensando- De todas formas, siempre podemos quedarnos y echar un vistazo o preparar alguna trampa para que el enemigo caiga y podamos apresarlo

Hinata, que había puesto rumbo hacia donde el amable Gaomon le señalo, ella caminaba por la calle mirando hacia todos lados para ver si así encontraba al joven del que hablo anteriormente Gaomon. Todo lo que la joven veía le fascinaba, Kuro que ahora estaba en la cabeza de Hinata también oteaba. Todo lo que había, todo lo que veían era como si fuera una ciudad del oeste, que vio en alguna película o leido en alguno de sus libros.

Kuro, mira, es como una ciudad del oeste, como si esto fuera una película.-decía Hinata, con unos ojos que parecían brillar, pues lo que veía era como los pueblos de películas y libros que ella tanto amaba.

A que si, esto es fascinante, ahora encontraremos unos malhechores, salvaremos la ciudad y tendremos una fiesta para celebrar la victoria,
como en los libros.-contesto Kuro mientras sonreía.

La verdad, algunas veces pienso que tu fantaseas más que yo Kuro, aunque ahora debemos encontrar al joven para así averiguar como volver a mi mundo.-dijo la joven mientras reía de la fantasía que dijo su compañero.

Es verdad, centrémonos. Aunque no estaría mal tener una aventura así.-respondió Kuro poniéndose serio y mirando para encontrar al joven.

Si, no estaría mal, pero... Por el momento debemos volver a mi mundo.-respondió Hinata.

¿Que haremos cuando estemos en tu mundo Hinata?-pregunto el pequeño ratón rosado.

Pues.. La verdad, seguramente intentaría volver a tener mi vida anterior, aunque con una diferencia claro esta.-respondió la joven mientras cogía a su compañero para ponerlo frente a ella.

¿Y cual es esa diferencia?-pregunto Kuro mirando a los ojos a Hinata.

Tu serias esa diferencia. Aunque volviese a la normalidad, no me divertiría de la misma manera si no estuvieras a mi lado Kuro.-le respondio Hinata, mientras le acariciaba.

Así, prosiguieron con la búsqueda del muchacho, pasaron un largo tiempo caminando, a lo que la joven se canso. Hinata entro en lo que pareció una tienda, que apenas pudo identificar. Cuando entro simplemente quedo aliviada, ahora podría descansar sus adoloridas piernas. La joven quedo sorprendida al ver a un gran león acompañado por lo que parecía un insecto y una bola con guantes rojos, detrás de ellos estaba lo que ella buscaba, el joven humano que tal vez... Tendría la solución a sus problemas.

Bien, es un plan bueno. Sencillo, pero bueno. Con la presencia de tres miembros de los Union Savers, quizá convenzcamos a los ladrones para que dejen de robar- respondió Leónidas mientras se sentaba en una de las sillas metálicas plegables que había allí después de haberse servido una taza de café directamente de la cafetera que se encontraba encima de una de las encimeras.

Ahora que se fijaba Maxwell, además de equipo de extracción, varios ordenadores que mostraban distintos gráficos y datos que, sencillamente, no se detenía a comprobar para no parecer un cotilla, también había una mesa de metal, sobre la que descansaba un mapa y varias figuras, chinchetas y papeles indicando diversa información, como el material que se extraía en un lugar o las dificultades que tenía ese mismo lugar. Esta misma mesa se encontraba al lado de la silla sobre la que descansaba el GrappuLeomon. Asimismo, las ya mencionadas encimeras tenían sobre ellas la susodicha cafetera, así como un horno microondas y varias sartenes que servían para prepararse distintos tipos de comida. Además, al lado de las encimeras, se encontraba un frigorífico de color blanco polar donde, seguramente, guardarían la comida para evitar que ésta se pudriese y más aún en un lugar tan arenoso y caluroso como era Mother Earth.

Pero de nada servirá que estemos aquí para intimidarles si no los atrapamos. Porque cuando nos llamen a filas debido a una misión más urgente y nos vayamos, los ladrones volverán...- mencionó el chico de cabellos verdes, mientras se llevaba su pulgar a la boca y lo mordía levemente, pensando- Me gustaría reconocer el terreno para preparar una trampa- mencionó el muchacho, ante lo que el Mamemon, el GrappuLeomon y el Digmon asintieron, ofreciéndose éste último para acompañar a los recién llegados hasta la entrada de la tienda, topándose con una niña de cabellos dorados, ojos azulados y un vestido de color blanco, acompañado por un Chuumon, un Digimon con aspecto de roedor rosado. El chico recordaba vagamente a esa especie de Digimon, pues el primer enemigo que Xorem y él compartieron fue, precisamente, un Chuumon.

¿Qué haces aquí niña? Este no es lugar para jugar- le espetó Simon, el Digimon excavador, sin animo de ofenderla. Probablemente, esa fuese su manera de expresarse... Aunque pudiese resultar algo borde.

Hinata se quedo perpleja a causa del digimon amarillo que se hallaba en frente de ella, no pronunciaba ninguna palabra a causa de la impresion que le dio aquel Digimon insecto.

!Tu, no le hables de esa manera a Hinata, o te las tendrás que ver conmigo¡.-dijo el pequeño roedor poniendose de pie en la cabeza de la joven y mirando desafiante a aquel digimon.

Kuro, no hace falta que te portes así, no decía nada a causa de la impresión, no por miedo.-comento Hinata, mientras cogía al pequeño ratón y lo colocaba en su hombro de nuevo.- Perdón por la contestación de Kuro, pero el no quiere que me pase nada malo.-dijo la joven para aclarar el comportamiento de su compañero.

No te preocupes. -dijo el imponente león mientras se levantaba de la silla en la que reposaba.- ¿Pero, que es lo que trae a una joven y hermosa señorita como tu por este lugar?, por cierto soy Leonidas, un Grappuleomon.-dijo el león, que se anuncio como Leonidas.

Realmente, mi viaje era al Mundo Humano pero, parece ser que cogí el Trailmon equivocado y acabe en Mother Earth.-contesto Hinata mientras se ruborizaba a causa del comentario de Leonidas.- Un Gaomon me dijo que vio a un Humano, que tal vez el me daría la respuesta de como volver a casa.-prosigio contando la joven.

Pues... Si es por un humano, el único humano aquí en Mother Earth, a parte de ti es este joven, que esta en una misión.-dijo Leonidas, mientras se daba la vuelta y señalaba al joven. -Aunque no creo que pueda ayudarte por el momento ya que, como dije antes, esta en medio de una misión.-comento Leonidas para aclarar un poco.

¿Misión, eres policía o un agente secreto, como los de las películas?.- pregunto Hinata, mientras se acercaba al joven.- ¿Que es ese guante tan extraño que llevas?- seguía preguntando la joven mientras se le iluminaba la cara.

El Digmon llamado Simon parecía mostrarse irrespetuoso con la diminuta jovencita que acababa de llegar. Al mirarla pudo comprobar, haciendo cálculos, que debía ser incluso más joven que su hermano menor. Sin embargo, el Chuumon que la acompañaba, cuyo nombre sería revelado más tarde como Kuro, se encaró contra el Digimon excavador, quien se quedó mirando extrañado al mamífero rosado.

¿Eh? ¿Dije algo malo? ¿No es una niña?- el Digmon parecía estar preocupado, intentando buscarle algún sentido oculto a las palabras que acababan de salir de su boca o... Lo que sea que utilizase para comunicarse con los demás.

Sin embargo, el Digimon felino y la niña que acababa de llegar calmaron los ánimos de ambos Digimon, especialmente los de aquél Digimon de nivel novato. Mientras tanto, Maxwell, Xorem, Minerva y Mameo se quedaron callados, observando la escena, hasta que, mientras el GrappuLeomon y la rubia hablaban, ésta reveló que estaba buscando a un humano, dado que quería volver a su Mundo, el Mundo Humano, mientras que el Digimon de nivel Perfect le dijo que el único humano que había allí era el peliverde, quien, al ser nombrado, levantó la mano en señal de saludo. La chica le preguntó si, debido a que se encontraba en una misión, era un policía o un agente secreto o algo por el estilo.

Niña, eres una irrespetuosa, algo impropio de los japoneses- la Falcomon hembra extendió sus alas, amenazante, mientras miraba con una mirada inquisidora tanto a la chica de cabellos dorados como a su compañero Digimon- Antes de nada, preséntate como es debido... Y ten un poco de educación- espetó el ave, antes de ser golpeada por Maxwell en la cabeza, acción que no le hizo daño, pero si le sirvió como modo de advertencia.

No me molesta, realmente. Además, es casi una cría, no se lo tengas en cuenta. ¿Quién te dice que no ha pasado su vida fuera de Japón y se ha criado en otros ambientes menos estrictos?- mencionó el peliverde mientras su mirada volvía hacia la chica- Discúlpala, es demasiado estricta y seria

Y tú demasiado liberal- espetó la Falcomon, quedándose callada mientras volvía a colocar sus alas en su sitio original, abandonando la postura amenazante.

En fin...- suspiró el Digimon con aspecto de roedor volador, mirando también a la niña de ojos azulados y a su amigo el ratón- Sí, estamos en una misión como miembro de los Union Savers que somos- admitió el Digimon volador, antes de ser interrumpido por Mameo, que se encontraba al lado de la Falcomon.

Por si no lo sabes... Los Union Savers son algo así como la policía que opera entre el Mundo Humano y el Mundo Digital... Dicho de una forma sencilla...- mencionó el Digimon esférico mientras se ajustaba los guantes de color carmesí. Después, la chica le preguntó a Maxwell acerca del guante que poseía en una de sus extremidades superiores.

¿Ésto?- el chico se llevo dicha mano enguantada hacia sus labios y, extendiendo el dedo índice mientras cerraba el resto de los dedos, se dispuso a realizar el signo mundial del silencio, mientras sonreía traviesamente- Es un secreto

La joven de cabellos dorados se quedo un poco perpleja a causa del Digimon con aspecto de Búho, que se replico el hecho de no presentarse. Aunque el joven al que buscaba la defendió, deduciendo que era una niña y excusandola por esa misma razón.

Oh, lo siento, soy Hinata Kawashima y no soy una niña como usted lo dice, tengo 17 años, aunque tengo esta apariencia.-comento Hinata mientras volvía a comportarse de manera normal.- Este pequeño de aquí es Kuro y es mi querido compañero, perdonar su comentario.-dijo mientras hacia una reverencia para pedir perdón.

El Digimon amarillo inclino la cabeza en señal de disculpa por su comentario, a lo cual la joven lo acaricio en respuesta, lo cual significaba que acepto las disculpas de aquel Digimon. Leonidas volvió a sentarse en la silla y señalo una para que así la joven se sentara y pudieran hablar del tema tranquilamente.

Bien, ya dijiste que te perdiste y que le buscas a el para volver al Mundo Humano, pero... ahora esta ocupado y no podrá ayudarte, eso es hasta que termine la misión que comenzó aquí.-comento el león mientras llenaba su taza con café.- Ahora lo que tu podrías hacer es ayudarle a el, así terminaría la misión antes, de manera que recibirías la ayuda mucho mas rápido que si esperas solamente.- dijo Leonidas mirando al joven.

A la joven se le iluminaron los ojos, solamente al pensar en que podría ayudar y ser un policía como en los libros y películas que ella tanto amaba, pero claro estaba que la decisión de que ella participara no era suya, ni de Leonidas, sino del joven peliverde que se encontraba allí sentado. Leonidas reía al ver como se le iluminaron los ojos, se veía que le entusiasmaba la idea.

Bueno... A ella parece gustarle la idea de ayudarte en tu misión, ¿que dices Max, la dejaras ayudarte?.- pregunto Leonidas mientras daba un sorbo a su café.

Claro que me gusta la idea, seria como en los libros y películas, seria un agente de la ley y ayudaría a los débiles.- dijo Hinata, mientras miraba a Leonidas con una sonrisa.

Deberías de comer más, entonces. No pareces más que una niña de 12 años- se rió amablemente Maxwell, claramente bromeando- Yo me llamo Maxwell Miyamoto, y éstos son Xorem y...- sonrió, extendiendo la mano que no se encontraba cubierta por ese guante para estrechársela a la chica, mientras miraba a su acompañante con forma de ave.

Argus- contestó secamente, mientras no quitaba su vista del ratón rosado. No parecía que le cayese muy bien... Aunque realmente miraba así a todo el mundo. No se podía saber lo que pensaba en ningún momento o si sospechaba o confiase en alguien... Debían esperar a que dijese o hiciese algo que demostrase sus pensamientos, aunque, siendo tan silenciosa, era imposible.

Por otra parte, mientras observaba al GrappuLeomon hablar con Hinata, el Union Saver no dejaba de prestar atención. No parecía que aquella muchacha llevase mucho tiempo en el Mundo Digital dado que no sabía cómo volver a su propio mundo, el Mundo Humano. Cualquiera que llevase un tiempo determinado, sabía que un Trailmon era una de las opciones que podían utilizar para ello. De hecho, era una de las formas más utilizadas, obviando los portales, pero éstos eran utilizados por los Royal Knights... O se manifestaban con aleatoriedad.

Entonces, Leónidas tuvo una idea. Una terrible idea en opinión de Minerva. Ofreció a la llamada Hinata que ayudase a Maxwell y compañía a apresar a los responsables de esos sucesos. La muchacha parecía estar de acuerdo, ya que, en sus propias palabras, "sería un agente de la ley como en los libros y películas".

No. Me niego.- la Falcomon cruzó sus alas, mostrándose en desacuerdo de que aquella recién conocida muchacha participase en esa misión.

¿Y se puede saber el motivo?- preguntó Xorem, que solía estar más callado de lo habitual, posándose sobre la cabeza de su Tamer.

Demasiadas variables. Mi trabajo, una parte de él, consiste en sospechar de los demás. Acabamos de conocer a esta niña y a su ratón. ¿Quién nos dice que no está ayudando a esos ladrones? Y si no es así, es una novata... ¿Cómo nos va a ayudar? Y más aún cuando su compañero es un Chuumon- mencionó el ave, negando con su cabeza, para después observar al Digimon roedor- No te ofendas, pero no creo que un Digimon como tu sea realmente útil

Entonces, está decidido- el muchacho suspiró y miró a la muchacha con una sonrisa de oreja a oreja- Vendrás con nosotros- la respuesta de Maxwell pilló por sorpresa a la Falcomon, que lo miró con cara rara.

¿No has oído lo que te he dicho?- preguntó Falcomon, anonadada por la respuesta de su compañero.

Por supuesto que sí. Pero no creo que sea tan buena actriz como para hacernos creer que no sabe siquiera que los Trailmon hablan y puedes preguntarles sobre el destino al que van a ir- sonrió el muchacho, dándole una pista a la chica sobre cómo podría llegar al Mundo Humano- Además, 10 ojos siempre verán mejor que 6 y 10 orejas siempre escucharán mejor y más que 6, ¿no te parece?- dijo, sonriendo por última vez, antes de salir de la tienda de campaña, acompañado por Xorem, Simon el Digmon y una enfadada Falcomon- Además, soy un oficial y tu una sub-oficial... Creo que tengo derecho a darte cualquier orden

Ese cargo también hará que, si algo sale mal, toda la culpa será tuya- advirtió la Falcomon, mientras se ponía a su altura.

Cargaré con ello- le restó importancia el chico, mientras sonreía y se llevaba los bolsillos a las manos, mirando hacia atrás y observando tanto a Hinata como a Kuro- ¿Vienes?- una vez más, volvió a mirar al frente, siguiendo a Simon hasta el principio de la ruta donde comenzaban las excavaciones.

Hinata simplemente se quedo escuchando la presentación del joven que buscaba, que se nombro a si mismo como Maxwell Miyamoto, y a su acompañantes que eran Xorem un pequeño ser de color morado, que tenia dos alas en la cabeza. El otro acompañante era Argus el búho que parecía hipnotizada o algo así pues no le quitaba la vista de encima a Kuro, que se encontraba devolviendo la feroz mirada.

Ya como lo suficiente, ademas aun puedo crecer mas.-dijo la joven inflando los mofletes.

Después de que Maxwell y sus Digimons tuvieran una conversación en la cual Kuro fue etiquetado por Argus como un poco inútil. Argus el búho se negaba a que la joven y su compañero les acompañasen, pues sospechaba de que Hinata ayudase a los ladrones, en medio de todo eso el Digimon de color morado que a su parecer la defendió. Maxwell lo pensó y accedió a que Hinata y Kuro les acompañase en la misión. Salieron de la tienda acompañando al joven peliverde, a sus acompañantes y a Simon el Digmon, hacia los inicios de la ruta de excavación.

¿Cual es la misión, que es lo que debemos hacer?-preguntaba Hinata mientras caminaban.

Eso, ¿cual es nuestra parte de la misión?-dijo el pequeño ratón rosado mientras sonreía mirando al búho que le menosprecio.

La misión es atrapar a unos ladrones, que roban parte del mineral extraído en esta mina. Tenemos que encontrarles o tendremos aun mas perdidas de las que ya hay.- contesto Simon mientras prosegian el camino.

Vale, los atraparemos y les haremos pagar por todo lo que robaron.- dijo la joven de dorados cabellos, mientras le brillaban los ojos.

Así fue que llegaron a su destino la entrada a la mina donde fueron los robos, que sera lo que encontraran o lo que descubrirán sobre la naturaleza de los robos. Todo era nuevo y misterioso pero Hinata y Kuro parecían felices de tener esta pequeña aventura antes de volver al Mundo Humano. La joven y su acompañante seguían a Max, que a la vista de Hinata era como si fuera lo mas parecido a un hermano mayor.

El grupo caminaba mientras Simon explicaba a la joven Hinata y a su compañero Digimon qué era exactamente lo que debían hacer. El chico contemplaba con sus dos ojos de color oliva todo lo que iba viendo. Una excavación bajo una formación rocosa bajo la que se podía vislumbrar un camino de vías ferroviarias, por las que seguramente circulasen vagonetas con las cargas de todo el material que extraían.

Veamos, primera cuestión... ¿Hay alguien que vigile las vagonetas?- preguntó el chico de cabellos verdosos mientras se llevaba su mano hacia la barbilla, pensativo.

Bueno... Más o menos- dijo Digmon, mientras miraba al cielo, pensativo, y se cruzaba de brazos... Si es que a esos taladros se les podían considerar brazos.

¿Cómo que más o menos?- preguntó Xorem, el Tsukaimon, mientras ladeaba su cabeza, inquieto.

Siempre hay uno o dos Digimon vigilando la vagoneta mientras que ésta se llena de los distintos productos y, cuando llega al lugar de recogida, hay otra pareja de Digimon observando mientras se descarga...- respondió el Digmon, mientras se detenía en su camino y miraba a Maxwell y a Xorem.

Creo que ya he encontrado la brecha en vuestra seguridad- afirmó el peliverde mientras retomaba el camino hacia la gruta y le hacía una señal al resto para que los siguiera- ¿Cuánto tarda la vagoneta en ir desde el punto de deposición de los minerales hasta el punto de extracción?- preguntó el muchacho, señalando desde la gruta hasta el final de las vías, que se encontraba varios metros detrás de ellos.

Depende de dónde venga la vagoneta. Si es desde el punto Alfa, tarda unos veinte minutos. Si es desde el punto Bravo, tarda unos treinta, más o menos- confirmó el Digmon, mientras hacía unos cálculos mentales.

Pues es en ese trayecto de veinte y treinta minutos donde perdéis los materiales en ambas vagonetas- respondió el Union Saver, metiéndose dentro de la gruta- Llévanos hasta el punto Alfa, por el camino que recorre la vagoneta- pidió el chico, mientras que Digmon asentía y les daba a todos los presentes unos gorros de minero con una linterna en la cabeza. Esto les servía tanto para ver como para evitar sufrir daños si se desprendía alguna roca.

Mientras Max descubría cual era el fallo de las vagonetas donde transportaban el mineras extraído la joven de cabellos dorados y su querido compañero observaban todo a su alrededor. Simon les proporciono unos cascos de minero que otorgaban visión y protección, para así subirse a la vagoneta e investigar el trayecto del punto Alfa.

Esto sera como montarse en una montaña rusa.-dijo Hinata riendo.

Si, sera divertido.-comento Kuro.

No vinimos a jugar, centraos por favor.-dijo Simon mientras les miraba seriamente

Perdón, pero... es que nos encanta divertirnos.-contestaron la joven y el pequeño ratón al mismo tiempo.

Así durante el trayecto vieron un montón de minerales y Digimons que los extraían para su posterior venta. Cuando llegaron al punto Alfa vieron a un pequeño Digimon amarillo muy parecido a un armadillo acompañado de un Digimon de color morado parecido a un dragón, a los cuales llamo para así presentarlos a nuestro joven investigador y compañía.

Bien, estos son los que vigilan que el material este en la vagoneta antes de enviarla.-comento Simon dándoles la entrada.- El es Armadillomon y el otro es Monodramon.-Presento Simon a los dos pequeños.

Hola, encantado de conoceros yo soy Monodramon, como bien dijo Simon.-el pequeño dragón morado se presento nuevamente.

Yo soy Armadillomon, encantado.-dijo el armadillo mientras sonreía.

Encantada, yo soy Hinata y este de aquí es mi compañero Kuro.-dijo la joven devolviendo la sonrisa.

Encantado.-dijo el pequeño ratón mientras levantaba el brazo como señal de amistad.

Ahora que las presentaciones estaban hechas, tocaba centrarse en la misión e investigar como es que robaban parte del material extraído. Que encontraran los jóvenes y sus compañeros Digimons, ¿encontraran a los ladrones? o ¿encontraran como es que lo roban?.

El grupo avanzó hasta donde se encontraba una vagoneta. Nuestro protagonista intuía que ese medio de transporte metálico era el que utilizarían para llegar hacia el punto Alfa... Pero lo veía demasiado pequeño como para que Digmon, que era un Digimon bastante robusto, pudiese subirse junto a los dos humanos y los tres Digimon, por lo que el ex-jugador de baloncesto negó con la mano.

Id vosotros primero, nosotros os seguiremos caminando a pie o, cuando mandéis nuevamente la vagoneta,
le pediremos a alguien que la pare por nosotros- no sólamente lo hacía por eso, porque no consideraba que todos fuesen a caber en esa diminuta vagoneta. Suponía que las entregas se harían en un grupo de varias vagonetas. Si hubiese habido más de una, probablemente hubiese espacio para todos. Sin embargo, el otro motivo por el que el universitario había decidido seguir el camino de las vías por sus propios pies era otro: Para descubrir algún recoveco en el que se pudiesen esconder los ladrones. Había averiguado, gracias a las palabras de Simon, que los robos se cometían en el transcurso de la vagoneta desde los distintos puntos de recolección hasta el punto de extracción.

¿Estaremos bien yendo nosotros?- preguntó el Digimon de color violáceo que había cambiado su posición hacia los brazos de su Tamer, dado que, de seguir en la cabeza, si hubiese un desprendimiento, él sería el herido, no el casco.

Xorem tiene razón. Si nos encontramos con algún peligro... Nuestras evoluciones son Aquilamon y Devidramon...- recordó la Digimon con forma de búho antes de ser interrumpida por su compañero.

Señor DEBIDORAMON para ti- desde que había sido rescatado del proceso de petrificación, la naturaleza de Xorem había cambiado. Se había vuelto más... ¿Salvaje? ¿O quizás que estaba como una puñetera cabra?

Sí, lo que sea- suspiró el ave, mirando hacia el muchacho, mientras el trío continuaba su camino, siguiendo las vías por las que habían desaparecido los otros tres- El caso es que no sólo somos demasiado grandes para pelear aquí abajo, sino que somos dos luchadores que necesitan espacio para volar y, en un lugar como éste, con tan poco espacio, estamos en desventaja- volvió a mencionar la Falcomon mientras miraba a todos lados con sus dos enormes ojos, fijándose en todas las zonas que había delante de ellos, aprovechando que era un Digimon que veía bien, especialmente de noche, por lo que su trabajo era observar sobretodo las zonas que no estaban iluminadas.

Es posible. Por eso mismo si se combate, tenemos que llevar al enemigo fuera de las excavaciones... O al menos a un lugar mucho más amplio... Pero tal vez podamos hacer algo, ¿verdad Xorem?- una sonrisa de complicidad se dibujó en el rostro del Union Savers mientras miraba a su compañero, que le devolvía la sonrisa. Por otro lado, Minerva no podía hacer otra cosa que sospechar de sus amigos.

Poco después, mientras se encontraban a mitad de camino, pudieron observar lo que parecía ser un pequeño agujero, por el que entraba algo de aire. No era muy grande pero, además de una pequeña y suave corriente de aire, si que entraba un poco de luz, por lo que decidieron acercarse.

Ya hemos encontrado el problema- anunció Maxwell a sus dos camaradas- Seguramente en el punto Bravo haya otra grieta parecida. Hay marcas en el suelo, lo que nos indica que esta roca que tapa la grieta se puede mover- dijo, agachándose y observando las marcas que, efectivamente, había en el suelo, como si algo o alguien hubiese arrastrado esa pesada roca- Si vas en la vagoneta, lo más probable es que no te fijes en esto, pero está claro que los ladrones entran y salen por esta zona. Hemos de informar- los dos Digimon asintieron, mientras que el trío, nuevamente, se ponía en marcha, siguiendo las vías, con el objetivo de llegar hacia donde se encontraban Simon, Hinata y Kuro que, probablemente habían llegado ya a su destino.

Hinata, Kuro y compañía estaban en el punto Alfa teniendo una agradable conversación sobre la misión. Ellos decían sus hipótesis e ideas de cómo es posible que la cargá es robada. Miraban los alrededores para ver si descubrían alguna marca u otra cosa para así poder ayudar a Max en su misión. Todos estuvieron en silencio un rato hasta el momento en el que el joven peliverde y sus compañeros aparecieron para así terminar con su silencio.

¡Max!, mira que has tardado en llegar, ¿acaso esa Búho rechoncha hizo que te tardaras tanto?. -Dijo Kuro mirando disimuladamente a Argus, el acompañante de Max.

¡Kuro! no seas maleducado, discúlpate o no te daré dulces. -Dijo la joven de dorados cabellos mientras cogía a Kuro y lo ponía frente a sus ojos.- Argus, perdónalo pero el comentario de que era débil y no serviría le molestó mucho. -Comento Hinata mientras se inclinaba en señal de perdón hacia Argus.

Lo siento, no volveré a comportarme así. -Se disculpó Kuro.

Por el momento miramos por los alrededores y no descubrimos nada o al menos no vimos nada. -Dijo Hinata mirando a Max.

Bien, ¿Max, descubriste algo de camino aquí o estás como nosotros? -Pregunto Simon, mientras cruzaba lo que serian sus brazos.

Hinata, tengo hambre dame algún dulce. -Dijo el pequeño ratón rosado, mientras se colocaba en el hombro de su compañera.

Vale, ahora te lo doy pero espera un poco, voy a repartiros , tomad uno cada uno. -Dijo Hinata, mientras metía la mano en el Numemon de peluche que llevaba con ella.

¿Qué es ese Numemon que llevas contigo? -Preguntó el pequeño dragoncillo morado mientras cogía el dulce que le ofrecieron.

Esto es un peluche que alteraron para que fuera un bolso. Me lo regaló un amigo al que aprecio mucho. -Contestó la joven mientras miraba el peluche y ponía una mirada melancólica.

Nada más llegar, Maxwell fue reprendido por Kuro levemente al comprobar que llegaba tarde, metiéndole una pequeña puyita a Argus, metiéndose con el peso de ésta, ante lo que el ave observó al roedor con una mirada asesina.

Sabes que en el Mundo Humano los ratones como tú son presa fácil de aves rapaces como yo ¿verdad? Tal vez debería realizar una demostración ahora- sugirió el pájaro mientras, extendía sus alas y preparaba varios de sus shurikens para atacar al pequeño mamífero que la había insultado, siendo detenido por Max con una mirada y por la regañina que la pequeña Hinata le había echado a Chuumon, quien terminó disculpándose.

Momentos después, Hinata, después de regañar a su compañero, mencionó que estuvieron observando pero no vieron nada y preguntó si Maxwell y el resto habían podido vislumbrar algo, ante lo que el chico asintió con su cabeza, cruzándose de brazos y descansando su mentón entre sus dedos de la mano derecha.

Sí, hay una roca obstruyendo el camino, pero existe una entrada secreta en el trayecto que recorre la vagoneta hasta el punto de extracción- mencionó el Union Saver mientras explicaba brevemene lo que había visto, y el tamaño de la roca, más o menos, con señas. Éste era suficiente para que Digimon en etapa Rookie y algunos en etapa Champion pudiesen entrar.

Pudimos verlo por el hecho de que entre esa piedra y la cueva, entraba una ligera corriente de aire- aclaró Xorem, mientras recibía una golosina de Hikari, golosina que rechazaron Maxwell y Minerva educadamente.

Probablemente, esa corriente de aire y la pequeña cortina de luz que entra por esa abertura, no sea perceptible si viajas en vagoneta... Y por esa misma razón, hasta ahora no se ha descubierto. Con toda probabilidad, en el otro punto, en el punto Bravo, seguramente haya otra grieta oculta de la misma forma. Estoy completamente seguro- comunicó el muchacho, martilleando con suavidad su labio inferior con su dedo índice.

Vale, pero, ¿cómo saben los ladrones cuándo robar los materiales?- preguntó Simon, el Digimon armado con taladros, mientras que sus compañeros, Armadillomon y Monodramon, se preguntaban lo mismo.

Es sencillo. Tenéis a alguien que trabaja para ellos- dijo la Falcomon, mientras soltaba lo que pensaba sin ningún tipo de piedad- Eso o que hacen guardias sin que os enteréis y estén atentos a cuando enviéis las cargas. Y, de ser así, se trata de un grupo mucho más grande de lo que pensamos- mencionó el Digimon espía, respirando tranquilamente- Pero yo me decanto por la primera opción