From Venus |Eros ID|

Tamer

-Nombre: Eros Ishtari
-Sexo: Masculino
-Edad: 35 años
-Digivice: Digivice IC

-Apariencia:  Cuando ves a Eros por primera vez, lo más probable es que pienses "vaya, es enorme", su tamaño es su característica más notoria, un esculpido cuerpo oscuro que ronda los dos metros de altura, incluso tal vez los alcance. Cada centímetro del cuerpo de Eros esta cubierto por una trabajada capa de músculos que se dibuja a través de su ropa: Hombros anchos y masculinos, pectorales sólidos como el concreto bien desarrollados, brazos poderosos con biceps de acero, espalda amplia perfectamente musculada y piernas fuertes como columnas de mármol.

La tez de Eros es oscura, tostada por generaciones de sol, canela, chocolate, una piel firme que cubre los pesados músculos del gigante de ébano. En cuanto al cabello, digamos que peinarse no es preocupación para el caballero, su cabeza esta minuciosamente rasurada con hojilla, verificando que hasta el mas insignificante cabello haya desparecido. Por el contrario su rostro es enmarcado por una barba bien cuidada, negra como la noche oscura, que se dirige hacia arriba como una perilla, pero no consigue bigote. Labios gruesos y carnosos cubren dientes blancos y perlados. Ojos pequeños, tristes de un color claro, amarillento, miel, ámbar, oro, son ocultos por unas gafas de cristales oscuros, pequeñas, que apenas cubren el globo ocultar.

Su vestimenta es principalmente utilitaria, poco del atuendo está por decoración, sin embargo todo combina de forma magistral. Un par de botas pesadas, con punta de metal envuelven sus pies, haciéndolo capaz de caminar por los terrenos más accidentados. Un pantalón de tela gruesa, metido en las botas, cubre sus piernas. Una camisa oscura por dentro se ajusta a su torso, dejando ver esos mencionados pectorales, sobre ella una chaqueta negra, larga que protege el resto del cuerpo del frio y los elementos. En ocasiones rodeando su cuello una bufanda que sirve para cubrir el rostro en áreas heladas o en tormentas de arena.

En sus orejas juegos de aretes dorados, en sus dedos anillos del mismo color y sobre su poderoso cuello una cadena gruesa que cae hasta el pecho. Sin ropa, se puede ver como ese cuerpo musculado está cubierto por tatuajes tribales, intrincados diseños en tinta negra que van con las lineas del cuerpo y dan a Eros una apariencia completamente intimidante.



-Personalidad: Pese a esa apariencia intimidante, Eros es un hombre sumamente pacifico, meritabundo y tranquilo, su cabeza pocas veces se calienta y sus emociones pocas veces lo abruman. A pesar de que las ofensas, los insultos y los retos no generan reacción en Eros, él no es una especie de monje, todo lo contrario es un hombre que pone los placeres por encima de los conflictos. Su rostro puede ser interpretado como severo, pero usualmente lleva una sonrisa comprensiva y amorosa. Cercano a una buena comida caliente, un buen trago o a admirar la belleza en alguna de sus formas, Eros es un alma sensible en el cuerpo de un cúlturista.

Aunque sus musculos son asociados con peleas Eros es un hombre que detesta el conflicto, rechaza la violencia en todas sus formas intentando usarla solo cuando es estrictamente necesaria y la vida de alguien depende de ello. Cree firmemente que todo se puede resolver de maneras pacificas, sin que nadie salga herido. Para él una buena botella de vino será siempre mejor que cualquier batalla, la compañía de un ser querido será mejor que cualquier victoria. Para su visión, en el Digimundo es difícil separar el bien del mal, ambos lados portan armas destructoras que llevan dolor, la eterna lucha entre el bien y el mal, es una lucha inutil que se lleva por delante a muchos.

Sin embargo, Eros no es inocente, conoces los horrores y esta consciente de los peligros que amenazan al Digimundo y al mundo humano por igual, sabe de la existencia de entidades que solo tienen sed de destrucción. Pero cree firmemente que ya hay demasiados guerreros, ya hay demasiados héroes para luchar contra esas amenazas, lo que hace inutil la existencia de otro luchador, para Eros hacen falta sanadores. Esa es su labor, vagar por el Digimundo ayudando a todo aquel que lo necesite, un viajero que da palabras de aliento, una palmada o que se presta a una larga conversación acompañada de buena comida a orillas de una fogata. Ayudar a los débiles, consolar a los dolidos, tender la mano a un amor perdido, ese es su camino.

La verdad, es que el viaje de Eros no solo es un viaje exterior por planicies, pantanos, desiertos y montañas, sino que es un viaje interior, en realidad lo que Eros busca con cada paso es a si mismo, lo que busca con cada historia es respuestas a sus preguntas y lo que busca en cada antigua ruina es un trozo de su propio ser. Por mucho tiempo se dedicó a llevar dolor, a abusar del débil, a amasar fortuna, pero la llegada al Digimundo, representa para él un nuevo comienzo, una segunda oportunidad, la posibilidad de enmendar todos sus errores. Un nuevo punto de partida, pero, ¿estará realmente listo para dejar todo atras?

-Historia: Luces de colores, un brillo dorado que se cuela en cada rincón del casino, pisos de piedra negra, pulidos hasta transformarse en un espejo oscuro, atravesado por alfombras rojas que marcan el camino. Cientos de personas jugando, el sonido de las tragamonedas, algunos celebran sus suerte en las mesas de blackjack, mientras unos seguridad vestidos con traje negro corren hacia una mesa de poker para separar a dos jugadores que pelean. El escenario parece brillar como el diamante y sobre este unas bailarinas con plumas rosas en sus cabezas bailan llevando poca ropa. Por donde mires veras a mujeres esculturales al lado de hombres poderosos, una pelinegra encendiendo el habano a un obeso jefe mafioso, una pelirroja con un vestido azul sentada en las piernas de un italiano que apuesta.

Todos los apostadores hipnotizados por los colores, cegados por el girar de la ruleta o ensordecidos por el saltar de los dados y la música de cabaret. Ni siquiera el sentido del gusto se salva, adormecido por el amargo del vodka o el dulzor afrutado del vino. De pronto un hombre llama la atención, más de dos metros, de piel oscura, con collares de oro y un abrigo blanco de piel, Eros había llegado. En sus gafas se reflejan las luces del lugar, de pronto una llama azulada danza frente a su rostro, proviene del encendedor en la mano de una de sus dos compañeras, rubias preciosas, de figura exuberante y cabellos largos. Los dedos de Eros, llenos de anillos dorados sacan el cigarrillo de su boca, luego los labios liberan una columna de humo gris. Paso tras paso atraviesan el casino, estaba seguro de que planeaban algo.

Un turista en las maquinas tragamonedas encuentra desgracia, perdió su ultima moneda y con esto salio del embrujo del casino para entrar en depresión. Pero esa sensación de impotencia lo hizo ver algo que nadie más pudo ver, entre todo el brillo, el hombre de piel oscura hacia evidentes señas con su cabeza a muchas de las acompañantes del casino, la pelirroja, la pelinegro, incluso algunas en el escenario. Fue menos de un segundo, pero pudo ver en varios ligeros fierros negros, listos para matar.

Al tiempo, el crupier de la séptima mesa de blackjack pudo divisar a Eros, uno de los lideres criminales de la ciudad, subir al ascensor ejecutivo con un rostro de pesar que no podia ser contenido por gafa oscuras. Los minutos fueron pasando con normalidad, el lugar estaba lleno de gritos de alegría, los minutos siguieron pasando y el gordo pelirrojo en la mesa de dados tenia una racha ganadora. Los segundos pasaron y el tiroteo empezó, los segundos pasaron y los gritos de desesperación solo eran comparables al sonido de la estampida de gente huyendo del casino, los minutos pasaron y el piso estaba tapizado de cadáveres, un mar de sangre y la ropa blanca de Eros manchada de rojo.

Pobre Eros, sentado en su limusina con el rostro de los jefes criminales muertos aun en sus pupilas, con el peso de sus chicas muertas sobre su corazón, las gafas oscuras no pueden frenar las lagrimas. Otro golpe, otro homicidio, otro niño quedaba huérfano por los errores de su padre ¿cuando acabará todo?. Un mar de pensamientos pasan por la mente de Eros con la mirada perdida sobre la copa de vino rosado. "Hay que celebrar el final de un enemigo", dicen los mensajes de su celular, él no abrió ninguno. Llega al burdel, abre las puertas y es recibido por sus chica, aplausos, licor y fiesta. Pero Eros no celebra, bebe intentando olvidar el nauseabundo sonido de las balas penetrando en los cuerpos.

Las horas pasaron, la fiesta estaba en su punto máximo, pero Eros estaba en su oficina, mirando las calles desde la ventana panorámica, oscuras, silenciosas. Eros lloraba casi en silencio, esta vida era vacía. Ningún diamante vale tantas muertes, ninguna cifra vale tanto dolor. En silencio el proxeneta pedía un nuevo inicio, volver a empezar, reparar todo el sufrimiento. Sus deseos pasaban con un trago de vino, de ron o de lo que fuera que estaba en esa botella cuadrada de cristal. Esta no era la primera vez que Eros arrebataba una vida, pero estaba decidido con que fuera la última. El cuerpo de Eros yació casi inconsciente sobre la cama de seda negra, cuerpos femeninos lo rodeaban y cada trago lo embriagaba aun más, el licor cerró sus ojos, lo último que alcanzó a ver, fue ese candelabro de cristal... De pronto, todo fue negro.

¿Cuanto tiempo paso?, ¿una hora?, ¿un día?, ¿dos?... Eros se levantaba con un terrible dolor de cabeza y una sed infernal. ¿Qué pasó?, se preguntó Eros al verse vestido, botas en sus pies, un sobretodo oscuro, una bufanda rosa en su cuello. ¿Qué pasó?, su lujosa habitación se había transformado en un gigantesco bosque, con arboles colmados de frutas desconocidas y un aire fresco que penetraba los pulmones. ¿Acaso he muerto?, ¿me secuestraron y me lanzaron a morir en una isla desierta?, esas preguntas acaparaban el pensamiento de Eros. Sus pies solo caminaron, adentrándose en la foresta, abriéndose paso entre el verdor. Siempre con la extraña sensación de que alguien lo seguía.

El tupido bosque se transformaba en un claro y a su vez el claro comenzaba a tener trozos de pilares blancos diseminados por el suelo, los pies de Eros lo situaron en frente a unas ruinas blancas, una especie de templo antiguo. Uno a uno subió los escalones, para encontrarse frente a un enorme portal. Con miedo se asomó, para ver un oscuro sitio, abandonado tal vez hace miles de años. El lugar daba escalofríos y algo había dejado a Eros en shock, él reconocía el lugar, había estado allí tantas veces antes. Desesperado intentó entrar, poniendo su mano en la roca para sentir la calidez familiar. Antes de dar un paso en medio del deja vú escucho una voz que lo llamaba. La voz era de mujer, pero aniñada, sonaba alegre, pero algo enfadada. Ansioso por respuestas Eros giró su cabeza para encontrar a unos seres extraños, una especie de conejo rosa, regordete llevando un dispositivo electrónico en su boca, ocultándose con vergüenza detrás de otro muy similar.

El rostro de Eros no pudo contener la sorpresa, estaba atónito, no tenia idea de como responder a lo que pasaba, ¿quienes eran estos pequeños seres? antes de preguntar cualquier cosa, el pequeño ser volvió a hablar, con una voz alegre dijo:
Señor... ¿Donde estaba?, mi hermana tiene mucho tiempo esperándolo... Bueno, no importa, lo importante es que ya llegó. Por cierto, señor, no camine tan rápido que nuestras pequeñas patitas no pueden seguirlo...

-Mi señor Eros, ¿sucede algo? Preguntó preocupada la pequeña Sisermon Blanc observando los ojos de su señor, perdidos en la pantalla de su digivice
-Nada, no debes preocuparte... Dijo Eros tras unos segundos de silencio... Solo estaba recordando... Allí, se levanto, guardando el digivice en su bolsillo para seguir caminando mientras sacudía el pasto de su ropa
-¿Puedo saber que recordaba mi señor? Preguntó ella con un rostro impregnado en curiosidad
-Nada, nada... Dijo el musculoso hombre, mientras seguía su camino, dejando a la pequeña preguntona detrás... Solo estaba recordando algo que paso hace más o menos tres años... ¿Lo recuerdas?... Dijo aun caminando, esbozando una pequeña sonrisa

Sistermon quien ve como la espalda de su señor se aleja con una sonrisa, se pregunta a si misma ¿qué será tan gracioso? Duró unos segundos pensando, los pasos de su señor lo alejaban de ella, quien seguía pensando en silencio, para de golpe recordar:

-Espere un momento mi señor.... Hace ese tiempo llegó usted a este mundo... ¿Es eso? Dijo con un rostro esperanzado, mientras corría alegre detrás de él. Eros, solo dejó escapar una breve risa para decir:

-Apúrate, tu hermana nos está esperando en la siguiente aldea y está bastante lejos...

Digimon

-Tipo de Digimon: Sistermon Blanc
-Personalidad: Sistermon usualmente recuerda a una maid tradicional, con una personalidad dulce, tierna, atenta y servicial, siempre se refiere a su compañero de manera formal. Ella ve a Eros como su señor y se toma bastante en serio el compromiso de servirle, al punto, que puede romper en llanto cuando siente que no le ha servido de la mejor manera. Se ve a si misma como sirvienta y guardiana de su señor.

Por otro lado, Sistermon es bastante tímida e introvertida, suele hablar poco y no es quien inicia las conversaciones frente a un desconocido, incapaz de comunicar lo que siente por vergüenza, prefiere expresarse a través de pequeños gestos por donde drena sus emociones. Es tan introvertida que suele ocultarse detrás de su hermana, dejando que ella interactue por las dos. Otro aspecto de su personalidad es su miedo, Sistermon es bastante temerosa, muchas situaciones le aterran, pero el pavor no impide que ponga siempre a su compañero por sobre si misma, si su señor está en peligro, ella es capaz de enfrentarse a lo que sea.

Pese a su timidez, en confianza, Sistermon es alegre, risueña y de carácter infantil, adora divertirse y comer cosas dulces, pero detesta ensuciarse. Por ello usualmente disfrutará tomando distancia y siendo espectadora con una sonrisa, de como los demás se divierten. Sistermon adora cocinar y cantar, adornando el viaje de su señor con dulces canciones. En realidad Sistermon es una compañera fácil de llevar, si se tiene suficiente paciencia, ya que su necesidad constante de atender y cuidar a su señor la puede hacer insoportable para algunos.

-Apariencia:

NPC

-Tipo de Digimon: Sistermon Noir
-Personalidad: Sistermon Noir tiene una personalidad alegre, risueña y extrovertida. Para ella todo tiene que ser divertido, cada paso es una aventura y el mundo un lugar mágico el que conocer. Su visión optimista del mundo anima a todo aquel que se cruza en su camino, siempre animando al necesitado. Para ella no existe una razón para dejar de sonreír, no importa si todo parece salir mal, Sistermon mantendrá su sonrisa pase lo que pase.

Ademas de su alegría, la inocencia es otro rasgo característico de Sistermon, ella es sumamente fácil de engañar, ya que siempre confía en todo el mundo. Gracias a esa inocencia Sistermon tiene una visión optimista del mundo, donde pase lo que pase todo saldrá bien al final. Ella se toma muy en serio animar a quien lo necesite, pero principalmente disfruta animar a su señor, motivandolo constantemente para que alcance sus metas. Cabe destacar que Eros no es propiamente su señor, pero Sistermon Noir lo acepta como tal para hacer feliz a su hermana. Pero no por ello es descuidada, Sistermon Noir es tan dedicada al servicio de su señor como lo es su hermana menor y se lo toma tan en serio como ella. Al punto que se llena de frustración cuando siente que no ha servido correctamente.

A diferencia de Sistermon Blanc, Noir es sumamente extrovertida, ante alguien nuevo es la primera en romper el hielo para presentarse a si misma, a su hermana y a su señor. Esto no siempre es útil, ya que su inocencia le hace imposible de ver cuando está siendo insultada o cuando ha sido victima de un desplante. Pese a su actitud, Sistermon es bastante sobreprotectora con su hermana, para ella su vida gira en torno a cuidar correctamente de Eros y hacer feliz a su hermana.

-Apariencia: