La aventura del Apócrifo comienza

La aventura del Apócrifo comienza

Se ha quedado en shock después de escuchar la voz de su madre muerta desde hacía años —¿Mamá?, ¿qué?, ¿qué significa esto?, mamá murió hace años pero ¿porqué me dejó un mensaje en esta cosa? — no puede evitar soltar algunas lagrimas, lagrimas que tienen un tinto alegre por recordar los buenos momentos que vivió con su madre pero igualmente amargas por saber que esos días ya pasaron y nunca volverá a ellos, son lagrimas de melancolía— y ¿se supone que debo creerme que esté en un mundo de fantasía o algo así?, necesito hablar con Nick sobre esto.— se limpia las lagrimas que tenía, con la manga de su chaqueta, y se levanta del suelo — veamos lo primero es saber donde estoy para saber cómo llegar hasta Nick; No recuerdo cómo llegue a este lugar— se rasca la cabeza y observa los alrededores para comprobar si reconocía algo — ni siquiera mi motocicleta está cerca, ¿cómo rayos terminé aquí?— empieza a caminar sin saber muy bien a dónde ir, en cierto momento encuentra una cabina telefónica en medio del bosque y se empieza a escuchar el sonido del mar —¿pero qué cojo...?— se detiene en medio de la frase al percatarse de una gran sombra que le había cubierto, dirige su mirada hacia arriba de su cabeza y ahí muy claramente, entre las copas de los arboles, se encontraba un insecto gigante de color rojo  —esa cosa es...—baja la voz y continua— un insecto gigante , eso no es normal, ¿dónde rayos estoy?— se escabulle adentro de la cabina telefónica, pues parece que el insecto no se dio cuenta de su presencia, saca el dispositivo de su bolsillo y se escucha —Kuwagamon es un Digimon Tipo Insecto, Con un cuerpo duro, y con alta energía defensiva, es un Digimon terrible, de mal carácter y agresivo. No parará de atacar al enemigo con sus tijeras gigantes hasta que lo derrote.—

Kuwagamon:

Guillem se dedicaba a recoger madera para el fuego mientras esperaba a su compañera la cual, ansiosa por poner a prueba su fuerza, se habia adentrado en la isla con la intención de entablar batalla con lo primero que se le cruzara por delante, y ya de paso buscar comida pero el adolescente ya suponia que eso era secundario para ella.
El humano habia oido hablar no hace mucho de aquella isla, según lo que habia oido de Leonardo disponia de una increible cantidad de biomas, lo que la convertia en el lugar ideal para adaptarse a cualquier tipo de terreno de combate. No es que supiese mucho más, habia escuchado la conversación desde fuera y no habia querido inmiscuirse. En todo caso después de oir hablar de ella, no ir no era una opción para él, y si algo implicaba pelear Tina daba el visto bueno sin pensarselo.
Tampoco se habian adentrado demasiado en el mar, no estaban tan locos, de hecho oteando el horizonte aun se podia ver con cierto esfuerzo el pueblo playero. Ahora que lo pensaba... Quizá habria sido mejor pedir a alguien de allí que les llevara en lugar de de invertir varios dias en vaciar un tronco de arbol que casí se unde en el trayecto. 
El chico se quitó rapidamente esos pensamientos de la cabeza, habian perdido el tiempo y se habian jugado la vida, pero ya lo habian hecho, no valia la pena torturarse por algo que ya no podian cambiar. En lugar de eso, dejó la leña que habia recogido al lado de lo que quedaba de... "¿canoa?", ya inutilizable, y se adentró en el bosque, porqué si esperaba que Tina trajera algo para comer iva listo. 
No habia dejado atrás la playa cuando pensó en algo, retrocedió hasta volver a llegar junto a las ramas y las apiló formando una flecha hacia la dirección que pensaba tomar por si la digimon regresaba antes que él, para volver a adentrarse en la vegetación en busca de frutas, raices o algún arbusto de filetes.

Off-rol: Cronologicamente Tina ya se encuentraen etapa Champion, como aún me faltan puntos ella no aparecerá hasta que la desbloquee.

OFF: En este tema, encuentra y desbloquea el HumanSpirit, tengo los puntos por lo que es valido :3



Me encontraba en la Isla File, Impmon me dijo que viniera aquí, que encontraría a mi siguiente DigiSpirit, el HumanSpirit. Ya habían pasado muchos días desde que me transforme en mi RockieSpirit, aun no podía volver a mi forma humana, pero podría tras obtener mi HumanSpirit por lo que anduve buscando durante varios días, hasta que al fin lo encontré y lo vincule con mi digivice. El spirit era un Devimon, una especie de demonio, por lo que pensé que todos mis spirit terminarían siendo demonios o algo, puesto que Impmon es uno y ahora mi HumanSpirit también lo era. Tras pensar todo eso, me transforme en mi HumanSpirit y después conseguí volver a mi forma humana.

Apariencia humana.:

Bien, ya tengo mi HumanSpirit, ¿estas feliz Impmon? ahora tienes compañía.-dije mientras caminaba por el bosque.

Si, claro que estoy feliz por tener a Devimon conmigo, pero nunca estuve solo, porque siempre estuviste conmigo.-respondió el pequeño demonio.

Impmon... Eres demasiado adorable.-dije durante mi andada por el bosque, hasta ver lo que era una cabina telefónica donde un joven se escondía de un Kuwagamon.

Parece que esta en problemas, deberíamos ayudarle.-dijo Impmon con preocupación hacia el joven.

Si, pero tu no eres lo suficientemente fuerte para vencerlo.-respondí rápidamente.

El no, pero yo si lo soy, ¿por que no me dejas libre y nos divertimos un poco?-dijo el recién obtenido Devimon.

Me parece bien, derrotemos a ese maldito insecto.-dije mientras hacía la pose de evolución.

Pose de evolución:

Tras pasar el código digital por el digivice, mi cuerpo comenzó a transformarse hasta llegar a la forma de Devimon, el cual recién obtuve.

Tu maldito insecto mas te vale no hacer nada al joven.-dije mientras posaba.

Pose Devimon:

Rápidamente me abalance sobre el Kuwagamon y comencé la lucha, el hizo el primer movimiento usando Power Guillotine para así producirme un gran daño, el cual evite fácilmente.

¿Eso es todo lo que tienes? después de todo solo eres un insecto.-dije mientras miraba con superioridad a Kuwagamon.

Bueno, va siendo hora de que acabes con el, no quiero que se alargue la pelea mas de lo necesario, recuerda que estas peleando para ''salvar'' al joven.-dijo Devimon dentro de mi cabeza.

Si, lo se, ahora termino, deberías ser un poco mas relajado.-respondí con una sonrisa.-Toma esto Death Claw.-dije mientras me abalanzaba y atravesaba el cuerpo de Kuwagamon, el cual se disperso en datos, los cuales irían a la ciudad de los comienzos.

Bueno, ya se termino la pelea, ahora solo queda mirar si el joven esta bien.-dijo impmon aliviado.

Me acerque a la cabina telefónica y me agache para así ver al joven dentro de ella, di unos pequeños toques en el cristal para así obtener la atención de dicho joven.

Joven, ¿estas bien, tienes alguna herida?-pregunte mirándolo para asegurar que no sufrió ninguna herida.

No podía hacer nada más que escuchar el sonido de las alas de ese insecto, un zumbido enorme, se asemejaba al de un helicóptero aterrizando, desde mi posición podía ver cómo las copas de los arboles se alborotaban con el viento que este "Kuwagamon", o al menos así lo nombró el dispositivo, producía.
En un arrebato de desespero tomé el teléfono de la cabina y marqué al novecientos once más sin embargo no recibí respuesta ni de ese número ni de ningún otro al que intenté llamar. Antes de caer en desespero logré visualizar una figura humana en la lejanía, estaba usando un dispositivo cómo el mío —¿podría esa persona ayudarme en esta situación?— en cuanto dije esto la persona se acercó un poco más y me percate que parecía ser una chica joven, pero antes de poder apreciar bien su rostro ella se transformo en un demonio gigante; no podía creer lo —¿un insecto gigante y ahora un ser de inframundo? , no sé si existe un Dios pero si existe estoy seguro que se burla de mí en este momento— el demonio se lanzó contra el insecto, el insecto intentó reaccionar pero el demonio lo esquivo sin ningún problema consecutivamente con su garra atravesó el pecho del insecto y este último desapareció en una nube que parecían listones. Sin aún poder procesar lo que había ocurrido el demonio se acercó a la cabina donde me encontraba, tocó el cristal y me dijo —Joven, ¿estas bien, tienes alguna herida? — No sabía cómo reaccionar, me quedé pasmado un momento y después salí de la cabina con algo de miedo y conteste —no, ninguna, gracias por preguntar— lo observé detenidamente y le dije —¿de casualidad no eres uno de esos Súcubos de los que Nick me contó que había en las historias antiguas?—

Esperaba a que el joven saliera de la cabina telefónica y así pudiera responder a mi pregunta, lo cual hizo minutos después. El chico de cabello rizado con un poco de miedo respondió y tras ello, me hizo una pregunta muy divertida que me sorprendió, pregunto si era un Súcubos, uno de los seres de leyendas e historias fantásticas.

Me temo que no soy un súcubos, soy un ser humano como tu, aunque con esta apariencia no sea muy creíble.-respondí riendo de la pregunta del chico.-Solamente tome prestado el poder de un digimon para transformarme en el y así luchar.-dije mientras me sentaba a su lado.-Este es el Mundo Digital, los humanos no son algo ''raro'' pero si estas en este mundo significa que eres un niño elegido o bien llegaste a este mundo por accidente.-dije mientras miraba al joven.-Si bien ya has visto lo que puedo hacer, es gracias a que yo soy un niño elegido o como quieras decirlo, mi digivice es la prueba de que soy uno y es gracias a este D-Scanner que puedo transformarme en un Digimon, pero hay mas tipos de digivice por lo que aun tengo que investigar sobre ellos.-explique mientras miraba al cielo con una mirada profunda.

Poco después de la explicación, desde la maleza un joven de cabello azabache emergió y levantando ligeramente la mano nos dio los buenos días.

Buenas, ¿necesitas ayuda con tu carga?-respondí mientras me ponía en pie y caminaba hacía el joven de cabellera negra.

El demonio me había contestado que también era un ser humano; gracias a la ayuda de su dispositivo , al que él llamó digivice, y el poder de un digimon se había convertido en ese demonio.  , solo podía pensar en que si era posible tal cosa ¿una persona puede conseguir tal poder?, ¿Es fácil conseguirlo?, esta y mil dudas más surgieron. él empezó explicarme que había personas llamadas "niños elegidos" que utilizaban dispositivos similares para conseguir poder y que había diferentes tipos de digivice.
Cuando terminó de explicarme esto un joven de negros cabellos salió de entre unos arbustos, el joven dijo —Buenos días— mientras cargaba unas raíces en sus brazos, el demonio no tardó en responderle —Buenas, ¿necesitas ayuda con tu carga? — no pude más que contestar —Buenos días, ¿tú también eres uno de esos "niños elegidos"?—  sin esperar una respuesta real  proseguí a mostrar mi dispositivo y dije —¿me podrían enseñar a conseguir ese poder también? y ¿hay alguna forma de regresar a mi ciudad?—

Quizá no estaba tan equivocado sobre meterse en la boca del lobo; tan buen punto saludó, el Devimon y el humano se echaron prácticamente encima de él. El demonio le preguntó si necesitaba ayuda con su carga mientras que el humano lo bombardeó a preguntas.
Mientras los nervios del chico iban en aumento el aura oscura de su digivice se incrementó y empezó a temblar a mayor velocidad.
- No… No… E… Estoy bien, gra…Gracias. - ¿Asaltar a la gente y pedirle si necesitan ayuda con sus cosas? Eso parecía una estrategia típica de ladrones.
El aura seguía incrementando y temblando.
Las preguntas del joven cayeron una tras otra sobre el pobre chico que, entre que no podia saber las respuestas y que no le dejaba responder se iba poniendo cada vez más nervioso.
- Yo… Yo… No lo sé…
Incrementando y temblando.
El adolescente empezó a retroceder con los nervios de punta bajo la mirada inquisidora de los dos asaltantes, eso fue suficiente para desencadenar el desastre.
- Dejadme en paz… ¡Dejadme en paz!
El aura del digivice rodeó por completo a Guillem y se levantó hacia el cielo como una gigantesca pira de fuego negro capaz de verse desde el mismo continente. Los ojos del humano ya no expresaban miedo, en su lugar ahora brillaban de ira, una ira totalmente animal.
- He dicho… ¡QUE ME DEJEIS EN PAZ!


En el otro lado de la isla, Tina dirigió su mirada hacia la gigantesca torre de aura negra.
- ¿Qué rayos…? ¿No puedo irme ni una hora?

Estaba intentando ayudar al joven de cabello azabache, mientras que el chico de pelo rizado al que salve de ser atacado, se lanzo haciendo una gran cantidad de preguntas sobre si era un niño elegido, si el digivice que el portaba le daría el mismo poder y como podía volver a su casa. El joven tartamudeaba, temblaba, parecía totalmente un pequeño cordero yendo al matadero.

El joven grito que le dejáramos en paz y comenzó a brotar un aura negra que le recubrió e hizo un pilar, lo que me sorprendió mucho.

He, tranquilo, no te haré daño, solo quiero ayudarte.-dije intentando tranquilizarle.-Soy un ser humano como tu, solo que use mi digivice para transformarme en Devimon y salvar a este chico de un Kuwagamon que parecía querer atacarlo, por favor tranquilízate, no queremos que haya ningún accidente a causa de tu aura.-explique alejándome un poco de el.-Mira si así te calmas, volveré a ser humano, pero por favor, relájate un poco.-dije mientras me sentaba.

El joven empezó a tartamudear a las respuestas de las preguntas mientras un aura obscura surgía y empezaba a cubrir lo y de un momento a otro dio un grito diciendo —¡QUE ME DEJEIS EN PAZ! — en ese momento el aura se elevó al cielo cómo un torrente.

El demonio trataba de razonar con él, explicando lo que me había dicho a mí, que era un humano y que con el dispositivo se había convertido en un "Digimon", se alejó un poco y se sentó diciendo que iba a regresar a ser un humano.

Francisco ya no podía más, no hace mucho que se había despertado escuchando la voz de su difunta madre, había visto un insecto gigante para posteriormente ser destrozado por un demonio que hacía poses. Tal vez el insecto gigante o el demonio de gran tamaño eran de una liga completamente para él y lo comprendía, pero esto era diferente, un chico que gritando y que empieza ser rodeado por un aura se vea raro pero nada comparado con lo que acaba de ver, los instintos de Francisco salieron a flote en ese momento, con aura o no, ese chico seguía siendo un humano; Cuando vio que el demonio trataba  dialogar, y con ese aspecto  pareciera que el chico no iba a entender razones, Francisco se lanzó hacía él lo más rápido que pudo para asestarle un golpe, un solido, seco y contundente golpe en el estomago; el chico hizo unos sonidos extraños y se desplomó sobre el puño de Francisco, parecía noqueado.

Francisco volteó la mirada a donde estaba el demonio y dijo —No pareciera que iba a escuchar en ese estado— abrazó al chico para que no cayera y con él pie limpió una zona del suelo para posteriormente colocar al chico en ella, se quitó su chaqueta y la colocó como almohada para después sentarse a un lado de él. Mirando al chico en el suelo le dirigió unas palabras al demonio —No parece mal chico, si no fuera hoy posiblemente lo hubiera dejado pasar pero ese no fue el caso— volvió su mirada al demonio y siguió — ¿Te parece esperar a que despierte para poder hablar con él?, no quiero dejarlo solo en un lugar tan peligroso—

Me encontraba sentado observando al joven rodeado de aura, el cual parecía estar relajándose, pero todo fue interrumpido a causa del chico de cabello rizado el cual asesto un golpe en el estomago, el joven de cabello azabache hizo unos ruidos extraños y fue noqueado.

El joven de cabello rizado abrazo al otro chico, comento que el otro no parecía escuchar y lo poso en el suelo, tras eso dijo que parecía buen chico y que si no fuera por ser hoy lo hubiera dejado ir, yo simplemente no dije nada, puesto que fue su decisión atacarlo, también pregunto si me importaba quedarme con el, puesto que no quería dejarlo solo en un lugar tan peligroso.

Bueno, no me importa, pero ten claro que tendrás que responsabilizarte por golpearlo cuando despierte.-dije mientras soltaba un suspiro.

Poco después desde la maleza surgió un digimon con aspecto de bruja, la cual golpeo con la escoba al chico de cabellos rizados, tras eso puso su sombrero en mi cabeza y amenazo que si me movía saldría su amigo a arrancarme los ojos.

Eh, tranquilizate, no hice nada malo, solo estoy esperando a que se despierte y que ese chico se responsabilice por sus actos.-dije mientras permanecía inmóvil y señalaba al joven de pelo rizado y cicatrices en el rostro.

La bruja digimon cogió al humano y con intenciones de atacarnos, fue interrumpida por el chico, diciendo que no lo hiciera, puesto que la muerte para los humanos es permanente, con un silbido, el familiar de ella salio del sombrero, un gato negro, el cual ronroneaba mientras frotaba su cabeza contra mi pecho.

Puede que esto no sea la mejor primera impresión que se pueda dar, el golpeo a tu compañero puesto que estaba recubierto de aura y el no sabia si eso sería peligroso para el, yo simplemente me senté puesto que no quiero problema alguno.-dije mientras acariciaba al gato. -Y aunque no lo parezca yo soy como ese joven que tienes en tus brazos, un simple humano y ten cuidado con esto, es mejor que lo lleve una mujer hermosa como tu, señorita Tina.-comente mientras me ponía de pie y le ponía el sombrero de nuevo a la bruja.

Y bien, ahora que esta todo mas o menos aclarado recojamos estas raíces que llevaba tu compañero y las llevamos donde sea que necesitéis.-dije mientras recogía todo y miraba al joven con cicatrices.

El demonio había observado lo ocurrido y cuando Francisco le hizo aquella pregunta su respuesta fue  —Bueno, no me importa, pero ten claro que tendrás que responsabilizarte por golpearlo cuando despierte.— Al escuchar esto Francisco dio un suspiro y dijo —Sí, no te preocupes, le explicaré y le pediré perd...—  en ese momento lo que pareciera una bruja con vestimentas rojas montada en una escoba salió de entre los arbustos, la escoba impacto directo en el rostro de Francisco dejando lo en el suelo por el golpe, escuchó una voz femenina que le habló al demonio y seguidamente la bruja lo tomó de la camiseta con sus grandes manos y lo elevó del suelo y le colocó lo que el joven interpretó cómo "cuchillas " en su pecho, pues no podía ver que eran. En ese momento el joven por fin pudo ver a su atacante, una joven de rasgos felinos y ojos agresivos, su cabello era rubio y corto, y su dentadura era la de un depredador, el corazón de Francisco no dejaba de latir por la adrenalina y al observarla sus pensamientos divagaron, el tiempo parecía que corría  más lento, el chico no podía mover su cuerpo y solo podía ver cómo la chica le hablaba y lo amenazaba además de hablar con el joven que hace poco francisco había colocado en el suelo, no entendía muy bien que decía pero comprendía que estaba molesta con él, mientras pasaba esto Francisco pensaba en que por fin se sentía vivo, en su cabeza dijo —Es un sentimiento parecido al que había sentido cuando sucedió el accidente del taller de Nick pero sin odio, no importaba cuantas peleas clandestinas tuviera, de cuantos acantilados saltase o qué tantas veces pusiera su vida en riesgo, nunca llegué a tener esa sensación de nuevo, hasta hoy.  ese sentimiento... ¿es impotencia? no, no lo era pues no sentía desesperación, ¿será miedo? en cierta parte lo era pero no completamente, ¿o será lo que todos llaman a...?. —
Antes de completar su línea de pensamiento la bruja lo soltó haciéndolo salir del trance en el que se encontraba. cayó con la punta de sus pies cómo cuando se cae después de dar un gran salto, se pone de pié y sin saber muy bien que hacer Francisco voltea su mirada al demonio y observa como este le intenta explicar lo que había ocurrido, después pasa a mirar al chico que había golpeado y por último a la bruja.
El demonio le colocó el sombrero a la bruja y  empezaba a recoger los tubérculos que el chico golpeado traía antes del incidente mientras que el demonio mira a Francisco.
Francisco nota la mirada del ser infernal y vuelve a ver a la bruja, se ruboriza un poco  y baja la mirada. — Lo... lo siento, no ha sido mi día, ni siquiera sé qué es este lugar ni cómo llegué aquí—  apunta al demonio y continua— si no fuera por él posiblemente ya hubiera muerto. y en el momento que golpee a tu amigo solo reaccioné por instinto—  ve al chico en el suelo y se le acerca estirando  la mano para ayudarlo a pararse y le dice —Lo siento de verdad, este es mi segundo peor cumpleaños — y le da una sonrisa amistosa.

Mientras Guillem trataba de ponerse de pie, el humano con cuerpo de Devimon resumió la situación a la bruja escarlata, aunque las palabras que eligió para referirse a ella provocaron que el adolescente volviera a caer al suelo, aunque esta vez por la risa; al humano se le ocurrian muchas formas de referirse a su compañera, pero "mujer hermosa" y "señorita" no eran precisamente los primeros terminos que le venian a la cabeza.


Ignorando el pitorreo, Tina se colocó bien su sombrero que le habia devuelto el demonio mientras emitia un gruñido que recordaba remotamente a un "Gracias", la ayuda de la criatura negra no terminó allí, sino que además empezó a recoger los alimentos del suelo, ofreciendose a llevarlos a dondé quisieran. Más confiada que su compañero, la rubia aceptó con sumo gusto el ofrecimiento.
- Hombre, gracias. Pero dejame a mi tambien cargar con algo.
En aquel momento, el chico de la cara cicatrizada, que ya se habia levantado, dirigió una mirada a la hechicera, que inmediatamente respondió con otra assesina que le hizo agachar la cabeza, aunque Guillem hubiera jurado que al bajar los ojos se habia sonrojado, también presentó sus excusas pero Tina no le prestó la menor atención.
Viendo que le estaba hablando practicamente a la pared, el joven se acercó a Guillem y se disculpó mientras le ofrecia la mano, la cual el adolescente aceptó.
- No importa, todo olvidado. Al fin y al cabo... - Ya de pie, señaló quatro pequeñas insiciones en la camiseta de su interlocutor - Podrias haberte llevado una parte mucho peor que la mia. Porfabor, te agradeceria que no se lo tuvieras en cuenta, normalmente es un sol pero no deja de ser bastante best... ¡Impulsiva! Cambiando de tema... - El moreno le pusó la chaqueta en las manos - Esto es tuyo ¿No?


Mientras ambos jovenes hacian las paces, los digimon humanoides terminaban de recoger las ultimas raices, Guillem habia tenido que hacer equilibrios para recoger y transportae la comida, pero para dos monstruos digitales de manos tan grandes como las suyas, una era suficiente para que cada uno llevara su parte sin el menor problema.
-Bueno... Creo que ya está todo. Gracias por tu ayuda... Eh... Creo que no sé tu nombre. ¡Ah! Antes de que se me olvide. Ese es mi humano, se llama Guillem.


Casualmente la conversación de los  humanos desencadenó en el mismo tema:
- Yo soy Guillem, la que casi te mata es mi asociada; Tina. Diria que es un placer, pero tu puñetazo aún me duele. En fin... Feliz cumpleaños.

Ahora que le había devuelto el gorro a la señorita, hizo un gruñido, me hizo bastante gracia, tras eso comencé a recoger las raíces que ahora se encontraban tiradas, a lo que la bruja se ofreció a llevar parte de la carga también.

Oh, no hay problema, agradezco la ayuda.-dije mientras cogía las primeras raíces con la mano izquierda y las ponía en mi mano derecha.

Cuando ya termine de coger mi parte, la bruja agradeció por la ayuda y termino presentandose como Tina y también presentando a ''su'' humano Guillem.

Oh, con que tu humano... Yo me llamo Ren, aunque me llaman Astolfo.-dije mientras reía por el comentario de Tina.

Tras eso, los jovenes tenían una ''bonita'' conversación, donde descubrimos que el joven con cicatrices, hoy era su cumpleaños, por lo que se me ocurrió una idea.

Ah, conque tu cumpleaños... Bien, como regalo, te llevare en mi hombro y veras todo desde las alturas.-dije mientras cogía al joven y lo sentaba en mi hombro izquierdo. -Asegúrate de agarrarte y espero que disfrutes este regalo, feliz cumpleaños.-dije mientras sonreía al joven.