Chinatsu Imamura ID ☆

por **Chinatsu Imamura** Miér Sep 12, 2018 2:33 am

Tamer

-Nombre: Chinatsu Imamura

-Sexo: Femenino - Heterosexual

-Edad: 18 años

-Digivice: D-01 (color rosa)

-Apariencia: Chinatsu es una chica realmente guapa. La envidia de las chicas y el deseo oculto de muchos de sus compañeros de instituto, es una joven alta en comparación a la media de las mujeres niponas de su edad, alcanza 1,70 m. de estatura y sus ojos parecieran nunca descender de aquella altura para mirar a nadie. Es de contextura más bien delgada, una chica que cuida su alimentación y ejercita lo necesario para mantenerse con una buena y muy bien proporcionada figura. Destacan en ella sus pechos y caderas, acentuados por una cintura pronunciada.
Su cabello es de un tono dorado exquisito, algo ondulado y largo, alcanzando sus caderas. Realmente no es mucho de mantener su cabello atado en una coleta o algo parecido, siempre lo lleva suelto y bien cepillado.
Sus ojos son más bien de forma almendrada, como destacando aún más esa herencia noruega por parte de su familia paterna (sí, su abuela paterna es noruega), sus iris son azules, de un tono que pudiese calificarse como… melancólico. Sus pestañas son largas, a menudo pintadas de negro para acentuar el color de sus ojos; ojos enmarcados por cejas finas y tan doradas como el resto de su cabello.
Sus rasgos son tan bellos, que a veces su padre duda de si esa mujer que toca el violonchelo de manera tan apasionada es su hija o una muñeca, por lo aterciopelado de su piel, por su mandíbula suavemente moldeada, su nariz pequeña y respingada, sus labios que emulan pétalos de alguna flor desconocida. A menudo pinta sus uñas de tonos rosados, las que siempre mantiene largas pero recortadas de manera perfecta. Sí, va a hacerse manicure cada semana. Un cuello largo y níveo como el resto de su piel adecuadamente cuidada y suave al tacto. ¡Tener la piel tan clara da bastante trabajo!
Algo que por lo general oculta, destacando sus uñas, son las pequeñas durezas en los dedos de su mano izquierda, producto de tocar el violonchelo y apretar las cuerdas con las yemas de los dedos.
Respecto a su vestimenta, generalmente se le ve utilizar el uniforme de su instituto, aunque con ciertos retoques de su parte: mantiene su falda más corta de lo permitido, utiliza numerosos anillos y pulseras que en realidad son innecesarios. Siempre pareciera aparentar más edad de la que tiene por el uso de maquillaje y esa forma algo rebelde de vestir. Fuera de la escuela, sigue prefiriendo faldas y vestidos, aunque se va más por el estilo rebelde que por el inocente.

Spoiler:

-Personalidad: Chinatsu es una chica rebelde con todas las de la ley. Fría con la mayoría de la gente con la que trata y bastante sarcástica, la joven no se detiene demasiado a pensar antes de hablar. Es dueña de una lengua mordaz y afilada que es su principal arma. A menudo se le ve coquetear con hombres, a veces mucho mayores que ella, algo que hace por entretención. Sin embargo, no ha logrado encontrar algo bello en todo ese romance falso, no se ha cruzado aún con la persona ideal para ella. Porque sí, en el fondo, es una chica noble y honesta que ansía conocer el amor real y puro. Su forma de hablar suele ser refinada, algo clásico de una chica adinerada como ella, pero no se puede dejar de mencionar que sí, a veces puede ser bastante grosera y mal educada si se lo propone. En sí, es dueña de una voz más bien dulce, con la que arrulla constantemente a Ryohei, su hermanito menor de cinco años. Adora la música clásica, aunque prefiere dentro de esta, la contemporánea; que según ella le permite expresarse más salvajemente en el violonchelo. Su propósito en la vida es componer e interpretar música en su violonchelo y ser famosa en ello. Piensa que con ello podrá ser libre de decidir por sí misma, que se sacará a sus padres de encima, que la música será su escape.
Es rebelde y le gusta llevarle la contraria a sus padres sólo porque en serio, detesta que estén siempre tan encima de ella, tan sobreprotectores. En la escuela da la apariencia de chica ruda, algo que se acentúa por su año de repetición allí; trata a todos de manera fría y como si fuesen menos que ella. Es más cariñosa con su hermanito, pero... a veces el niño la saca un poco de quicio. Le gusta tener autoridad sobre otros, pero nah, no es mala en realidad.
Es algo distraída y prefiere hablar sobre chicos que sobre la tarea. Pero si ella así lo decidiese, podría mejorar mucho en sus estudios.
La única persona con la que se muestra algo más tímida es su madre, Kyoko, una violinista que en sus mejores tiempos fue considerada una de las mejores, y que no es del todo autoritaria, es más... una madre bastante relajada. Tal vez excesivamente relajada (aunque de todos modos la sobreprotege). Lo contrario a su esposo, en realidad, que aunque suela estar ausente es... mucho más autoritario.

-Historia: Nació en Tokyo, en un día extremadamente lluvioso. La hija de un japonés/noruego, empresario, y de una violinista japonesa. Desde muy pequeña, fue mimada y educada en la música por su madre y otros tutores. El primer instrumento que tuvo fue, como era de esperar, un violín. Y Chinatsu por mucho tiempo amó ese violín. ¿Que cómo acabó por tocar violonchelo? En cierto modo, fue culpa de su madre. Kyoko comenzó a exigirle demasiado a su pequeña hija de seis años y la niña explotó. Tanto que lanzó el carísimo instrumento a la piscina y desde entonces... nunca más tomó un violín. Sólo el sonido del violonchelo, grave y lleno de lamentos, le ayudó a calmar toda esa ansiedad, toda esa presión que sentía desde su madre. Se sentía más libre usando un instrumento que su madre no manejaba del todo: No podían decirle qué hacer o cómo hacerlo. Sólo su maestro podía.
Con el tiempo, pasó de ser una niña adorable, a una jovencita rebelde y malhumorada; sus calificaciones comenzaron a empeorar a medida que crecía, casi como protesta hacia un padre ausente que no parecía tener más relevancia en su vida que ser una eventual figura de autoridad odiosa y que en ocasiones era anulado por el carácter más relajado de su madre (que sí, después del incidente del violín nunca volvió a exigirle nada a su hija, sólo que pasara al curso siguiente cada año, aunque fuese con la nota mínima para aprobar). Pasaron años en que la niña adoptó un comportamiento tendiente a aislarse y a ostentar cierto poder sobre los demás, como si ella los mandara. A veces tenía problemas en la escuela por ello, y más de alguna vez llamaron a Kyoko porque Chinatsu había golpeado a alguna otra niña. Era incorregible, y Kyoko no se sentía capaz de corregirla. Estaba fuera de todo límite. Claro, con las visitas de su padre, la cosa pareció mejorar... pero todo era pasajero y apenas su padre volvía a salir de viaje, Chinatsu volvía a provocar conflictos.
Chinatsu tenía trece años cuando nació su hermanito y si bien nunca estuvo celosa del todo de él, odiaba tener un bebé llorando en casa. Además, Ryohei era un bebé terrible, que cada vez que lo cargaba en sus brazos parecía que vomitaría o que por lo menos le tiraría el cabello. De todos modos, Chinatsu ayudó bastante en la crianza de ese dulce pero realmente terrible niño.
Pero de ahí en adelante, Chinatsu pareció empeorar en su carácter en la escuela, recibiendo de parte de sus compañeros el apodo de "Reina Enfadada". Claro, a sus espaldas, porque si llegaba a enterarse...
En casa, era amorosa con su hermanito, hasta cierto punto irrespetuosa con su madre y... Bueno, tampoco era que viese mucho a su padre, siempre había cierta distancia en la relación de ambos y... El hombre se lo pasaba en el extranjero.
Entró a la escuela secundaria a los quince años, como era lo esperable; su habilidad en el violonchelo la hizo ganar un asiento en una orquesta juvenil en la que participaba casi todos los días, ensayando piezas y trabajando duro. Kyoko estaba orgullosa de su hija y la acompañaba a cada presentación, con el pequeño Ryohei en brazos.
Chinatsu gozaba de aquellos momentos en la orquesta juvenil, había hecho bastantes amigos que desconocían cómo era realmente en la escuela y... Bueno, también comenzó a incursionar en el amor. Con un chico que tocaba el clarinete y que era de otra escuela. No duró mucho, en cualquier caso. Tampoco duró con el flautista.
Un día que regresaba de la práctica en la orquesta, vio que a alguien en la calle se le cayó algo. Se apresuró a recogerlo para devolverlo a su dueño y cuando levantó la vista, la calle estaba desierta. Sólo estaba ella, cargando su violonchelo en el estuche y un pequeño aparato extraño en su mano. Sin saber qué hacer con él, lo llevó a casa y lo dejó olvidado en un rincón de su cuarto.
Pasó bastante tiempo, Chinatsu se había hecho popular a sus diecisiete años por su belleza y frialdad, y al mismo tiempo por ser una gran rompecorazones. El capitán del club de tenis, uno de los chicos del club de baloncesto, un chico del equipo de fútbol de otra escuela y... bastantes chicos más, hacían crecer la lista de pretendientes rechazados por la muchacha, y ella parecía incansable. Conseguía todo lo que quería y nadie podía quejarse de ella más que por el sufrimiento de la ruptura amorosa. Era atractiva y sus compañeras la envidiaban. Pero fue tanta la distracción en cosas tan poco importantes, que perdió su puesto en la orquesta juvenil y... Perdió uno de sus años en la escuela. Y su madre la obligó prácticamente a participar de distintos concursos de violonchelo, donde pueda demostrar su talento y acceder a alguna beca para estudiar en la universidad. Aunque claro, también debe seguir con sus estudios hasta acabar el año... y esta vez sin repetir.
Es en este crucial momento de su vida, en el cual se ve ahogada por sus responsabilidades, cuando durante una noche, una fuerte luz en su cuarto la despertó de un delicioso sueño (¿o en realidad ese era el sueño que estaba teniendo?). Una luz que venía de ese aparato que había recogido años atrás... Y se vio transportada a un lugar extraño, donde un ser extraño la saludó de forma amistosa. Un ser que parecía una esfera con alas y grandes ojos oscuros y brillantes. Chinatsu estaba extrañada, pero se acercó a él y se inclinó para verle mejor.
- ¿Un... ángel obeso?
- ¡Eso es cruel!
Sí, Chinatsu estaba en un sueño que no comprendía y... sí, ese era Puttimon. Y muy pronto conocería su nombre real.
Actualmente continúa estudiando (no tan duro) para terminar la escuela y poder entrar a la universidad sin problemas. Además, está practicando habitualmente para los diferentes concursos en los que su madre la ha inscrito; ahora, acompañada de Puttimon, una pequeña bolita digimon que de alguna forma tras ese sueño, apareció a su lado en la cama; que adora dormirse allí, entre sus sábanas. ¿Que por qué está con Puttimon? Ni idea, aún no hay nada claro al respecto. Lo que sí está claro es que Ryohei sólo da más y más quehacer. Peor ahora que Kyoko quiere que el niño aprenda a tocar el piano, ¡si es imposible estudiar con ese ruido!
Por otro lado, parece que pronto su padre volverá a Japón una vez más y Chinatsu odia la idea... ¿No están mejor sin él?

Digimon

-Tipo de Digimon: Terriermon

-Personalidad: Es un pequeño impulsivo que aunque no siempre busca pelear, siempre se está metiendo en aprietos. Como su tamer, es... distraído. Pero busca ayudar en todo lo que puede a Chinatsu en su camino. Le gusta mucho descansar y vaguear. No es del todo sarcástico pero... Digamos que es bastante gracioso. Más que su joven tamer. En general recibe los comentarios sarcásticos y algo crueles de la muchacha con buen ánimo y un "¡Eso es cruel!". No le gusta ser comparado con animales o cosas del mundo humano, definitivamente no, y mucho menos con un algo obeso. A pesar de todo, adora a Chinatsu y dará todo de sí para ayudarla y protegerla. Es... algo cobarde cuando no se trata de la chica.

-Apariencia:

Spoiler:

por **Diana S. Bennet** Jue Sep 13, 2018 1:19 am

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