La vida no es tan tranquila como uno lo cree[Minitrama (1ª Parte) "Equipo 3": Vlad, Yatterwa y Yuichi Matsuya]

todo era muy tranquilo en la ciudad, sobre todo el ambiente nocturno las luces del lugar daban un aspecto apacible, era lo mas idoneo como para disfrutar de una buena comida en algun lugar que no fuera mi casa y asi fue como recorde un viejo restaurant el cual no debia quedar a mas de unos cuantos metros de mi hogar, tome mi abrigo y sali rumbo a aquel lugar el cual habia visitado en tiempos remotos, camine atravezando cada una de las calles que me separaban de mi destino, a medida que mis pasos me iban llevando a la zona por asi decirlo con mas vida del lugar se veia como en numero de personas iban incrementando, se podia ver a los niños corriendo y jugando, como solo ellos sabian hacerlo dentro de su inocencia, las parejas que estaban juntos celebrando o simplemente pasando momentos de compañia, las familias que una vez cada cierto tiempo organizaban sus salidas, todo esto me traia mucha nostalgia de tiempos aquellos en los que yo lo disfrutaba por igual, mientras me sumergia en aquellos recuerdos sin darme cuenta llegue a la zona de los restaurantes, lugares lujosos y atractivos a la vista, edificios grandes,algunos parecian castillos otros casi compañias, habian otros que enteramente estaban para atraer al publico infantil, pero por supuesto ninguno de esos era el que yo buscaba, entre en uno de los tantos callejones, que casi nadie notaba en aquellos lugares, se podria decir que casi era un camino fantasma que solo se revelaba ante los ojos de los que conocian su ubicacion, camine unos pocos minutos por aquel callejon hasta dar con una tienda, que mas que tienda parecia una simple casa no tenia nada lujoso solo un letrero el cual tenia un nombre pero era casi imposible leerlo ya que el tiempo y el viento se habian encargado de borrar poco a poco sus letras, empuje la puerta la cual emitio un pequeño crujido, al entrar inmediatamente fui atentido por un señor de edad, bienvenido lo cual fue pronunciada con una sonrisa seca, claro ese era la frase tipica que obtenias al llegar aqui le devolvi el saludo y me sente en una mesa, la cual se encontraba casi en la parte mas lejana del lugar, ahi fue que ordene un cafe, lo bebi lentamente, esperando que llegara lo que habia venido a comer en aquel lugar, mientras lo hacia encontre un diario el cual comence a leer en el se enunciaban una serie de casos extraños que estaban ocurriendo ultimamente alrrededor de la cuidad, quizas eran historias paranoicas esa que son creadas para controlar a las masas segui leyendo aunque el resto de los articulos no presentaban casi ninguna fuente de interes para mi....

Mion se quedó paralizada al ver a un Digimon zampándose toda la sopa. Pero comencemos desde el principio; Mion, había buscado un trabajo a tiempo parcial con el objetivo de seguir ahorrando para irse de su casa -no le importaba vivir en un piso modesto, si era lejos de la atenta mirada de sus padres-. Ya no sólo por querer cumplir el sueño de ser policía sino porque había descubierto que ella era algo más que una simple humana normal y corriente. Gracias a ese D-Scanner que tenía, podía transformarse en Candlemon. Desde entonces vivía en el mismo cuerpo con dos personas; ese tal Candlemon y ella misma. A veces hablaba con él en sus pensamientos, pero no le decía gran cosa sobre lo que ocurría, sólo había alcanzado a hablarle de que él era un digimon y de que existía un mundo paralelo donde ellos vivían. Mion no había estado allí aún. Pero para no divagar más este era el caso; trabajaba en aquel restaurante como fregaplatos y un digimon se estaba comiendo la sopa que le servirían a los clientes... y probablemente, pensarían que había sido ella. No se extrañó por el aspecto del digimon puesto que ella era uno, sino más bien se alarmó por la bronca que le caería.

- ¡Eh! ¿¡Qué haces!? ¡No puedes comerte eso!

Por la manera en la que estaba comiendo se diría que tenía mucha hambre. Abrió la mochila donde llevaba el delantal y un bento que su hermana Shion le había preparado por si le daba hambre. Lo cierto es que tenía una pinta deliciosa, Shion siempre había tenido buena mano con la cocina, además de que no era egoísta con la cantidad. El olor del pollo al curry y el arroz era bastante apetecible.

- ¡Cómete esto, pero deja en paz esta olla!

comenzaron a pasar los minutos y mi orden no llegaba, ya habia visto todos los articulos del periodico noticias sobre los actores las cuales pase casi sin leerlas no es que me interesaran mucho, las noticias policiales para mi siempre eran lo mismo que incidentes raros, que niños eran atacados cosas asi, me comenzaba a impacientar, ya habia pasado casi media hora de que me habian atendido, llame al dueño del restaurante, el cual se acerco a mi que es lo que ocurre lo dijo con su tipico tono de voz, el cual era algo como un brisa, de la que casi no tenias constancia de que estaba ahi aunque claro yo ya estaba acostumbrado lo que sucede es que ya ha pasado un buen tiempo y mi orden todavia no llega se lo dije con un tono tranquilo ya que no era la gran cosa, pero la verdad es que nunca el servicio se habia tardado tanto y eso se me hacia muy raro, aunque claro habia pasado algunos meses desde la ultima vez que habia visitado aquel lugar y las cosas podian haber cambiado un poco perdon por las molestias dijo a modo de disculpas aunque yo no esperaba que se disculpara de nada ya que realmente disfrutaba estar en ese lugar tan tranquilo, esta apunto de decirle que no se preocupara cuando siguio hablando bueno a decir verdad nuestro camarero no vino a trabajar y la que lo remplaza es otra trabajadora que tenemos que normalmente no se dedica a esto, aunque es muy raro ella suele ser muy rapida en estas cosas luego de decir eso se acerco a la cocina, al ver esto pense que entraria en ella y tendria que esperar aun mas pero se detuvo antes de abrir la puerta Mion que ocurre con las ordenes, hay algunos clientes que estan esperando hace algunos minutos claro que su tono de voz no habia cambiado en nada era muy raro que aquel señor se enojara de echo en las muchas veces que visite, bueno deje que las cosas siguieran como estaban y volvi a mirar el diario por alguna razon me comenzo a interesar los casos de ataques hacia niñps y jovenes que podia ser lo que ocurria aunque claro no era de mi importancia

- Yo soy Mion. ¡Encantada de conocerte! - estaba emocionada, lo cierto era que aquel Digimon era el primero que se encontraba... que no quisiera calcinarla, claro. Era una historia larga, relacionada sobre cómo consiguió su Digispirit, pero en resumen, aún no se había encontrado con un digimon pacífico - Y no tienes que disculparte, yo hubiera hecho lo mismo si tuviera hambre, ¡ja,ja,ja! ¡Me alegro de que te haya gustado el bento!

El jefe comenzaba a impacientarse. Mion cogió rápidamente un plato y una cuchara sopera y tras llenarlo, se apresuró a salir. Antes, le susurró a Yuichi;

- ¡Vuelvo en un segundo!
Evitó dejar la puerta abierta para que nadie descubriera a Yuichi y se acercó hasta el cliente con cierta prisa.

- Perdón por la tardanza, je,je,je - dijo Mion al cliente con una risita nerviosa. Se apresuró a volver a la cocina, pero por el camino, algo cayó de su bolsillo. Era el D-Scanner.

- Mion, se te ha caído esto. Aunque tengas más trabajo que otros días, procura no tardar tanto la próxima vez - se limitó a decirle su jefe antes de darle el D-Scanner. Mion se alivió al ver que su jefe no parecía importarle saber qué era aquello.

- ¡Cla...claro! - Mion asintió enérgicamente antes de volver a la cocina. Cerró la puerta y se echó sobre ella, suspirando. Luego alzó el pulgar hacia arriba, y guiñó el ojo - ¡Todo controlado, Yuichi!

que suerte luego de algunos minutos al fin llego la chica, supongo que era la camarera porque traia la comida.
Camino hacia mi mesa y dijo:"Perdón por la tardanza, je,je,je", al parecer algo le habia ocurrido porque se notaba un poco nerviosa, aunque, claro podria ser que preparo la comida con prisa o le paso algo en la cocina la verdad que sabia yo sobre el asunto ella dejo el plato sobre la mesa y luego se retiro de la misma forma en la que habia llegado.

mire aquel plato y apesar de que se habian demorado mas de lo habitual tenia que admitir que se veia realmente delicioso valio la pena esperar tanto tiempo a lo mejor seria una muy buena idea llevarle un poco a gabumon pero eso lo veria en otro momento.Mientras admiraba la comida pude notar como a aquella chica se la habia caido un objeto, al parecer el dueño lo recogio y se lo entrego sin darse cuenta de lo que era pero yo alcanze a notar que el objeto era un D-Scanner ya que lo habia visto antes. Bueno empece a comer de aquel platillo no iba a dejar que se desperdiciara por estar pendiente de otros cosa que en realidad me traia sin cuidado.

pasaron unos minutos en los cuales acabe mi comida y si realmente estaba muy deliciosa fue ahi cuando vi que el dueño entro a la cocina, a lo mejor tenia algo que buscar pero era raro que el entrara ya que siempre se quedaba recibiendo a los clientes....

Mion no pudo evitar enrojecerse.El jefe empujaba la puerta para entrar.


- Un... un segundo... la cocina... está demasiado...¡no debe ver la cocina!

Cogió una cacerola y la puso sobre Yuichi para ocultarle. Al dejar de empujar la puerta, el jefe entró, por tanto, alcanzó a ver cómo Mion colocaba una cacerola boca abajo, pero no a quien estaba dentro.

- ¿Qué ocurre? ¿Necesita algo? No, a mi no me ocurre nada, sólo me avergonzaba que viera todo tan... desordenado

- Oh, esto es malo. Ojalá mi turno se termine pronto para poder salir de aquí y evitar que nadie vea a Yuichi...

lentamente las horas pasaban, mientras terminaba con los ultimos restos de comida, al parecer algo habia ocurrido en la cocina..
Los clientes lentamente se retiraban del restaurante, quedando solamente alguno que otro tipo con la mirada melancolica perdido en sus pensamientos ya que el lugar era propicio para esto.
La mayoria se quedaba solo hasta el atardecer, aunque el lugar cerraba ya casi a media noche, decidi quedarme un poco mas ya que ese dia no tenia nada que hacer.
Desde la cocina se escuchaban las voces de los que debian ser la chica que trajo la comida y el dueño, parecia la tipica conversacion entre empleado y empleador, es decir conversaciones sin sentido para mi.
todo estaba tranquilo, todo salvo mi digivice que sonaba de forma constante, ya habia sentido aquel ruido.
Claro como podria confundir un ruido asi era la tipica señal de la presencia de un digimon, aprovechando que no habia nadie y si lo habia estaba en una posicion que era dificil ver que es lo que hacia. Bueno el punto era que al ver mi digivice note que aquel digimon fuera el que fuera se encontraba por los alrrededores.

- Ah...ah - Mion se llevó la mano a la cabeza, riendo nerviosamente cuando su jefe enmudeció al ver al pequeño digimon -
¿Me creería si le dijera que en una dimensión paralelas existen monstruos digitales?

El jefe de Mion no cabía en su asombro. Al ver lo pálido que estaba, sabía que no la iba a creer.

- ¿Y si le dijera que es un peluche parlante...con claustrofobia?

- Mejor poner los pies en polvorosa...

-Ehm, jefe, lo cierto es que allí sólo hay una olla - se puso lo más seria posible. Tanto que parecía verdad - No sé de lo que habla, de hecho creía que estaba bromeando. ¿Por qué no cierra hoy un poco antes, o me deja aquí al cargo? Creo que está cansado y necesita dormir...

-No, no es necesario. Cre...creo que saldré a tomar el aire y beber agua un momento... supongo que como dices es el cansancio...

- ¡Claro! Será lo mejor, jefe. ¡Usted relájese!
Mion suspiró.

- Parece que se ha conformado por ahora. En fin, acabaré con estos platos y nos iremos de aquí, Yuichi... - comenzó a enjabonar los platos. Sabía que mirar tendría que ser aburrido, así qe puso una pequeña televisión que había en la cocina. En el noticiero estaban dando la noticia sobre extrañas apariciones. Mion se sorprendió - Oh. ¿Serán ovnis o puede que se trate de digimons? ¿Qué opinas Yuichi? ¿Sabías algo de esto?

EL jefe de Mion salió con una mano en la cabeza, musitando algo así como que últimamente trabajaba demasiado, y se sirvió un trago a sí mismo en su propia barra.

Al parecer algo habia ocurrido en la cocina ya que cuando el dueño salio, estaba palido, las facciones de su cara demostraban desconcierto, temblaba un poco, se dirigio a la barra y se sirvio un trago
-Que raro nunca habia visto al dueño asi musite en voz baja. En las muchas ocaciones que habia visitado el lugar él siempre habia mostrado la misma actitud tranquila de siempre.
Me levante del asiento y me dirigi al lugar donde el se encontraba, debia conocer el motivo que habia causado el extraño comportamiento del dueño.
-Ha ocurrido algo señor? pregunte aun sabiendo si me responderia o no por mucha confianza que tuviera con aquel señor siempre habian cosas que no se podian decir.
-n..n..no lo se tartamudeo, parecia que no podia conectar las palabras, como si cada una estuviera sujeta a un largo hilo y este tuviera que esperar a que llegara la otra para continuar.bueno luego de eso el hiso una pausa para poder ordenar sus ideas.
-Bueno lo que ocurre es que al entrar en la cocina acabo de ver una criatura que nunca antes habia visto, no parecia de este mundo, pero...je je je a lo mejor estoy trabajando demasiado al parecer el dueño no creia lo que veia, pero claro quien lo haria si de pronto se encontrara con algo desconocido
Me dejaria ver la cocina asi yo podria asegurarle que solo ha sido su imaginacion la verdad yo ya estaba pensando que el dueño habia visto algo extraño. Al pasar mucho tiempo en el digimundo uno se acostumbra a ver cosas extrañas
-De acuerdo pero solo porque eres tu vlad, ademas asi me ayudas a saber que no he visto nada.
Ya que tenia el concentimiento del dueño me acerque a la puerta de la cocina -permiso!! dije y a continuacion abri la puerta entrando en la cocina, quien diria lo que encontraria ahi...

- Me pregunto qué harán aquí...espero que no estén en problemas, pero aún así, están asustando bastante a todo el mundo...alguien debería hablar con ellos.

No pudo seguir hablando porque alguien entró en la cocina. Mion se quedó callada, demonios, no sabía qué iba a convencer a aquel chico de que el digimon al que estaba viendo no existía. Se quedó callada porque realmente no lo esperaba.