Un bosque lleno de sorpresas (privado con Horo Horo)

Aquél lugar era mucho mejor que la zona prehistorica. No hacia tanto calor y la brisa que soplaba a través de los árboles era muy agradable, lo que agradecí ya que no soporto el calor. Miré a mi compañero Veemon que caminaba a mi lado, él también parecía satisfecho con ese cambio de temperatura. A nuestro alrededor todo era vida, se podían ver pequeños digimon entre las ramas o corretear entre los árboles. Ninguno de ellos parecía agresivo y no parecían que nos prestasen mucha atención.

- Tal vez ya estén acostumbrados a ver humanos por aquí- pensé.
- Este lugar me gusta más- dijo Veemon mientras saltaba por encima de un pequeño tronco caído- Es más divertido y no tan agobiante.
- Tienes razón- le contesté- Pero ya sabes que no debemos bajar la guardia. No conocemos este bosque ni si pueden haber digimon peligrosos por aquí.

Veemon asintió y se subió encima de una roca como si intentase ver más allá de lo que le permitían ver los árboles. Me detuve para esperar a mi compañero que ahora parecía un autentico explorador en una tierra desconocida. Bueno, en parte ambos lo eramos. Veemon no se habia adentrado tanto y yo directamente era la primera vez que veía ese lugar, pero como caminabamos sin rumbo por todo el Mundo Digital tendríamos que acostubrarnos a descubrir nuevas y misteriosas tierras.

- Creo que veo algo- dijo Veemon señalando una dirección en particular.

Por culpa de la densidad del bosque no pude ver de quien se trataba, podría ser un digimon o un humano. Lo que si que estaba claro era que sólo habia uno, por lo menos eso era lo que parecía.

Era un día tranquilo en los bosques y me movía de forma muy relajada, me encantaba el ambiente que había la brisa que soplaba a través de los árboles era muy agradable, era fresca pero tampoco hacía frío dado que el sol estaba dando un calor muy agradable. Había pequeños digimon entre las ramas, correteando entre los árboles o jugando por los caminos de tierra. No había ningún otro lugar en el que quisiese estar. Empecé a correr y jugar con alguno de los digimon de por ahí, (dado que soy un YukiAgumon me aceptaron de muy buena gana). Después de haber estado jugando con los digimon, me tumbé bajo la sombra de un gran árbol a descansar. en cuanto desperté seguí mi camino. Me detuve un momento y olfateé el aire: *(Un humano y un digimon a su lado. Igual son un tamer y un digimon amistosos, pero de todas formas iré corriendo no vaya a ser que el humano esté en peligro). Me acerqué para ver quienes eran pero la densidad del bosque lo dificultaba mucho. Pude identificar que el humano era una chica pero no pude definir que digimon le acompañaba. Me pregunto quienes serán.

Vi a un digimon acercarse corriendo y al principio pensé que lo perseguía alguien pero no habia nadie que lo estubiese persigiendo. Era un digimon muy raro, nunca habia visto ninguno similar, era muy parecido a un Agumon pero de color blanco. ¿Y si nos iba a atacar? Di un paso atrás pensando por un momento en salir corriendo de allí y en evitar una pelea pero fue un poco tarde. Veemon debió de pensar también que ese digimon nos iba a tacar porque se puso delante de mí dispuesto a luchar contra aquél extraño digimon.

- ¡No dejaré que ataques a mi compañera!- dijo lanzando una mirada de desafío al YukiAgumon.

Yo no quería que mi compañero luchase y se arriesgase a salir herido, pero ya habia salido de situaciones peores y sabia que era capaz de enfrentarse a YukiAgumon. ¿De verdad Veemon quería eso? Aún no acababa de comprender bien lo que significaba ser compañeros. Trataba a Veemon como a un amigo pero no confiaba del todo en sus habilidades y seguía teniendo un poco de miedo cada vez que Veemon luchaba. No queria que se hiciese daño y menos por defenderme a mi.

Al acercarme pude distinguir perfectamente a los dos individuos. El primero era una chia, parecía tener 18 años, era rubia, tenía la piel clara y unos ojos de color azul muy claro que me recordaban al cielo. Y a su lado había un digimon de color azul, la parte inferior de su cara y su estómago eran de color blanco, era bajito y tenía los ojos de color rojo. -Digivice, analizar. -Nombre Veemon. Es un pequeño Digimon bípedo con rasgos de dragón y piel azul. Sus manos son parecidas a las de los humanos, mientras que sus pies tan solo tienen tres garras. Su cabeza es bastante grande comparada con su cuerpo, y tiene largas orejas. Tiene una pequeña "V" amarilla tatuada en la frente y un pequeño cuerno en la nariz. La chica dio un paso atrás,( espero que no pensase que le iba a atacar). Veemon se puso delante de la chica dispuesto a luchar. Entonces Veemon dijo: - ¡No dejaré que ataques a mi compañera! Mientra me lanzaba un mirada de desafío. Entonces disminuí mi velocidad y me acerqué caminando lentamente y dije: -Tranquilos los dos, pido perdón si os he asustado creyendo que os iba a atacar. Me presentaré, me llamo Horo Horo y aunque no lo creáis soy un humano. Un día me encontré con un objeto llamado Digispirit y me quedé con esta forma y ahora voy por el mundo digital buscando un remedio para volver a la normalidad.

Al ver a ese digimon, que sería mas o menos del mismo tamaño que Veemon, dismunir la velocidad y presentarse me tranquilizé un poco. Aquél digimon que se hacia llamar Horo Horo, dijo que era humano lo que me sorprendió bastante.

- ¿Los humanos pueden convertirse en digimons? -le pregunté- No sabía nada de eso.

Mi compañero se quedó tan impresionado como yo, o puede que más. Era la primera vez que oia algo parecido ¿Humanos que se convierten en digimons? ¿A quien se le habria ocurrido algo parecido? Siempre le habien dicho que los digimons estaban echos de datos, pero nadie le dijo que un humano también podía convertirse en datos.

- ¿No nos estarás engañando?- preguntó mi compañero con desconfianza- Porque no me gustan que me engañen.