¡En la escuela a la hora de clases! [Priv.Max]

Max Ueki, a quien sus amigos le conocían como Kenku debido al colgante que solía llevar, apuraba sus pasos hacia el gran edificio ya que debía de ayudar al Profesor de Informática de aquel Instituto con sus... modestos ordenadores, ya que Kenku era un gran manitas a la hora de reparar ordenadores o idear programas para esos grandes aparatos. Además de ser el técnico de reparaciones, ya que el Profesor de Informática era su tío Kabuto Ueki, fue también, cuando se encontraba en los estudios de secundaria, el jugador de baloncesto de aquél Instituto, lo que le llevo a jugar en la liga japonesa de Baloncesto con tan sólo 17 años de edad en el equipo de los Shibuya Basket Club, por lo que en ese instituto era bastante conocido y bien recibido, especialmente entre el público femenino, algo que él no comprendía, ya que no se encontraba atractivo.

¡Max no vayas tan rápido! ¡Me voy a marear!- dijo una vocecita en la mochila de aquél muchacho, ya que la mochila de Max, debido al ritmo de su dueño, se movía bastante.

Sss, cállate o sospecharán de ti- dijo Max quitándole importancia mientras se quedaba mirando un árbol que se encontraba cerca de la entrada del Instituto, ya que le había parecido ver algo moverse- será solamente mi imaginación...- susurraba Max encogiéndose de hombros y caminando aceleradamente hacia el gran edificio blanco que recibía intensos rayos de luz proveniente de aquél gran objeto esférico que habitaba en el cielo llamado Sol.

No, no ha sido tu imaginación, yo también lo he sentido... hay un Digimon aquí cerca- dijo Tsukaimon susurrando de tal forma que tan sólo su Tamer pudiese oirle.

¿Puedes saber si es un Digimon malvado?- preguntó Max susurrando también intentando que las demás personas no escuchasen su conversación.

No, no puedo saberlo pero... este Digimon es diferente... no sé cómo explicarlo, huele a Humano y a Digimon a la vez- Tsukaimon parecía no saber a que se debía ese extraño olor, pese a tener un sentido del olfato tremendamente desarrollado.

Entonces, ¿es otro Digimon con su Tamer?- preguntó Max viendo cómo todos los muchachos jugaban o charlaban en las afueras del Instituto.

Puede ser, pero... no estoy seguro- Tsukaimon terminó de hablar esperando a que su Tamer hablase, pero parecía pensativo- bueno yo dormiré un rato, cuando termines de arreglar los ordenadores de tu tío, despiertame- estas palabras salieron de la boca del pequeño Digimon con forma de hámster volador de color violeta, seguido de un corto bostezo.

Está bien Tsukaimon- dijo Max asintiendo viendo cómo tres muchachas se acercaban a él sonrientes.

¡Tú eres Max ``Kenku´´ Ueki ¿verdad?! ¡El alero de los Shibuya Basket Club!- dijo la primera chica con unos bonitos ojos mirándole y con su pelo de color rubio cayéndole por los hombros, la verdad es que Max la encontraba atractiva.

En efecto, soy yo- dijo Max sintiéndose un poco incómodo, ya que no le gustaba mucho la fama, pero era lo que acarreaba ser uno de los aleros más jóvenes del país y encima con habilidad para jugar, de hecho sus rivales le habían apodado también ``sombra´´, debido a la rapidez con la que se movía, incluso, había gente que decía que su colgante le daba poderes, aunque, claro está, eso era falso.

¡Bien! ¡Os lo dije!- dijo otra chica que era pelirroja volviéndose hacia sus amigas sintiéndose triunfante mientras sonreía.

¿Te importaría sacarte una foto con cada una de nosotras?- le dijo otra chica con el pelo azul sacando un teléfono móvil de su bolsillo y dándoselo a sus amigas como si supiese la respuesta.

¡Claro! ¿Por qué no?- dijo Max dedicándoles una sonrisa, algo que hizo gritar a las chicas. Parecía que las estrellas de los deportes estaban de moda entre las jóvenes. Entonces, aquella chica del pelo azul le puso su pequeño brazo en la cintura de Max, una mano muy suave por cierto, y, saludando, miró hacia la cámara del teléfono esperando la foto que llegó a los pocos instantes.

¡Ahora me toca a mi!- dijo la joven rubia abrazándose a Max y mirando a la cámara intentando dar envidia a sus amigas. A cualquiera le hubiese parecido que en cinco minutos, aquella chica se hubiese enamorado de Max. Al pensar en eso, a Max le vino una sonrisa divertida a la cara, justo en el momento en el que las otras dos chicas sacaban la foto.

¡Y por último, me toca a mi!- la última joven, la del pelo rojo, le dio un beso en la mejilla a Max mientras le sacaba la foto. Por supuesto, Max le restaba importancia, ya que sabía por experiencia lo que podía hacer un fan por su ídolo. Lo había contemplado con sus propios ojos, ya que una desconocida había subido al escenario de un concierto y había besado a un cantante hace unos años. Esa chica se había convertido en pocos meses en la novia, y posteriormente la esposa, de aquél cantante.

¿Cómo os llamáis?- dijo Max sonriendo, ya que aquellas muchachas le parecían simpáticas.

Yo me llamo Natsuki- dijo la joven rubia sonriendo mirando algo tímida al joven Max.

Yo soy Aoi- dijo la joven del pelo azul, el cual brillaba intensamente con la luz del Sol.

Y yo me llamo Mizuki- dijo la joven pelirroja sonriendo a su ídolo, parecía que era la que más le apreciaba de las tres.

Natsuki, Aoi y Mizuki:

Bueno, pues, casualmente, tengo tres entradas para el partido de baloncesto de éste sábado y no sabía qué hacer con ellas, así que, Natsuki, Aoi y Mizuki, son para vosotras- dijo Max sacándose de su bolsillo tres entradas que se las dio a las tres chicas una para cada una.

¡Muchas gracias Max!- dijeron las tres chicas al unísono sosteniendo con fuerza las entradas mientras el joven miraba su reloj digital de muñeca y veía la hora.

Chicas, lo siento por no quedarme con vosotras más tiempo, pero debo reparar un ordenador que tenéis roto aquí, en el instituto. Ya nos veremos el sábado- dijo Max sonriendo despidiéndose de aquellas chicas que le despidieron con la mano y... con algunas palabras cariñosas.

Parece ser que tienes público entre el género femenino de los humanos...- susurro Tsukaimon riendo que había estado oyendo toda la conversación con aquellas chicas.

No me lo recuerdes...- Max también reía mientras comenzaba a subir las escaleras del instituto hasta el primer piso, girando a la derecha, que era donde estaba el aula de los ordenadores.

Max... ese Digimon de antes está aqui...- dijo Tsukaimon olfateando el aroma que alli se respiraba.

Aparenta normalidad...- susurró Max entrando en el aula de ordenadores y saludando a su tío, empezando a reparar el ordenador...

PD: Creo que me excedí en la longitud xD

Max sentía cómo su Digimon Tsukaimon se movía en la mochila que llevaba en la espalda, por lo d, disimuladamente, le propinó un suave puñetazo a la mochila, la cuál dejó poco tiempo después en la mesa en la que se encontraba el ordenador estropeado y comenzó a trabajar en aquél aparato eléctrico.

Max, debo irme a atender una clase, ya que el profesor Kobayashi no ha venido y debo cuidar de su clase- dijo el tío Kabuto mirando su teléfono celular yéndose sin percatase de la presencia de Tentomon, saliendo por la puerta por la que Natsuki no estaba expiando sin que Max y Tsukaimon se percatara de ello, ya que aquella aula poseía dos puertas de entrada y salida.

Está bien Tío Kabuto, yo terminaré de arreglar el ordenador, no me falta mucho para terminar- dijo Max sonriendo terminando a los pocos minutos de reparar el ordenador encendiéndolo viendo que funcionaba perfectamente- esto marcha bien- entonces escuchó un ruido y una chica se cayó, una chica que le parecía familiar y, entonces la vio, era Natsuki, quien, al caerse al suelo, se había hecho una herida en la rodilla.

A-auch...-dijo Natsuki mientras permanecía en el suelo doliéndose de la rodilla sujetándola con ambas manos- ¡O-Oh... Y-Yo no estaba haciendo nada!- se excusó la joven mientras sonreía inocentemente sin dejar de sentir un dolor en las rodillas- Y-Yo sólo quería un autógrafo...- dijo la joven mirando hacia abajo mientras Max se acercaba hacia ella sonriendo y posaba una rodilla en el suelo situándose a pocos metros de la joven observando la rodilla dañada de la joven sin dejar de sonreír.

¿Te has echo daño?- Max estaba realmente preocupado por ella, pues, después de todo, había sido su culpa que aquella muchacha se hubiese lastimado las rodillas.

N-No, solamente quería un autógrafo...- la joven Natsuki se sentía algo avergonzada al tener a Max tan cerca de ella, preocupándose por ella.

Aún así, es mi culpa que te hayas hecho daño en la rodilla, así que te compensaré- dijo Max sonriendo levantándose para poder coger su mochila y buscar una venda que tenía allí, cuando sintió el tacto de una de las pequeñas patas de Tsukaimon rozando su mano llamándole.

Ese Digimon que he sentido antes está aquí, en este aula- Tsukaimon hablaba en voz baja para que ni el Digimon ni la chica que allí se encontraba se diesen cuenta de su conversación.

Tengamos cuidado, entonces- dijo Max susurrando cogiendo uno de los vendajes que tenía en la mochila por si se dañaba en alguna pelea con un Digimon malvado y unas tijeras para cortar la venda volviendo hacia donde estaba Natsuki volviéndose a arrodillar junto a ella comenzando a vendar la rodilla de aquella joven- No te muevas Natsuki- dijo Max mientras le sonreía a la chica haciendo que ésta también esbozase una pequeña sonrisa.

Muchas gracias, Max... Eres una buena persona, mejor aún de lo que dicen en la televisión de ti- dijo Natsuki notando cómo su corazón se aceleraba notando las suaves manos acariciando su pierna cada vez que vendaba su rodilla notando como se le coloreaban las mejillas.

No hay de que Natsuki, siempre estoy dispuesto a ayudar a una fan tan guapa como tú- dijo Max haciendo que su fan rubia de preciosos ojos riese- la verdad es que, no me gusta nada la fama, no me muestra tal y como soy en realidad- dijo el joven peliverde un poco apenado mostrando aun así una sonrisa.

Eres mejor persona de lo que pareces- dijo Natsuki viendo cómo Max terminaba con el vendaje de su rodilla y se levantaba ayudándola a levantarse dándole la mano.

Supongo que eso es un cumplido- Max sonreía a Natsuki que se acercó a él para darle un beso en la mejilla.

Lo es- dijo Natsuki sonriendo después de darle el beso en la mejilla.

Bu-bueno, debes irte a-a clase, no creo que se enfaden con-contigo si ven la venda en la rodilla- dijo Max sonrojándose después de aquél beso recibido- ¿Qué demonios me pasa?- se preguntó Max mirando a la chica que aún sonreía.

Si, debo irme... ¿estarás aquí, en el Instituto cuando termine las clases?- dijo tímidamente Natsuki mirando al que desde ahora no era solamente su ídolo, sino también su amigo.

No creo, tengo que irme a entrenar a la cancha- dijo Max sonriendo- pero podemos vernos en el Festival de las Flores de éste Jueves- dijo Max sonriendo despidiéndose de aquella hermosa joven.

Allí estaré- sonrió la joven despidiéndose de nuevo del joven peliverde, pero éste corrió detrás de ella y, agarrándola de la mano, cogió una postal con su cara y el trofeo de baloncesto y un rotulador negro firmó la postal entregándosela a la joven.

Tu autógrafo, se te olvidaba- dijo Max sonriendo al ver que su nueva amiga cogía la postal firmada, mientras ambos volvían a despedirse y Max volvía a entrar en la sala de ordenadores.

Max, sientes algo por esa chica- dijo Tsukaimon riendo saliendo de la mochila volando hacia su Tamer, deteniéndose en el aire observando a su Tamer.

No digas tonterías- Max esbozó una sonrisa observando el aula y comprobando que allí no se encontraba nadie más que ellos dos... y el misterioso Digimon- y ahora... ¡Sal de ahí Digimon!- dijo Max cambiando su actitud por una más seria escrutando con la mirada, intentando adivinar dónde estaba el Digimon desconocido.

¡Sabemos que estás aquí!- Tsukaimon volaba por el aula con sus pequeñas orejas-alas intentando averiguar dónde se encontraba aquél Digimon que habían notado anteriormente- puedo olerte...

Tsukaimon, al ver a aquél Digimon llamado Tentomon, se relajó y aterrizó en la cabeza de su Tamer suspirando.

Pues no parece gran cosa...- Tsukaimon miraba sonriendo a aquél insecto rojizo que parecía una mariquita robótica gigante.

No juzgues a los demás por su apariencia, Tsukaimon- dijo Max resoplando y tomando asiento al ver que Tentomon comenzaba a hablarles, mientras el joven peliverde escuchaba atentamente, sabía o, mejor dicho, intuía, que ese Digimon no parecía malvado y, mucho menos, un enviado de Devimon, por lo que intercambió su actitud seria por una más normal.

en realidad no soy un digimon.. O eso creo... Soy un humano que se transformo en un digimon..- dijo aquél Tentomon que parecía ser un humano, la verdad es que tenía sentido, ya que Tsukaimon había olido a un Digimon y un Humano a la vez, en el mismo cuerpo- Si no me crees... Te muestro esto... -Tentomon parecía sacarse algo de su cuerpo, hasta que vio que agarraba un extraño artefacto con una de sus patitas ocultas con la que guardaba un Digivice distinto al que él tenía- ¿Seguro tienes uno, no?.. Seguro no es parecido... Pero se llama, digivice... ¿No? - preguntó Tentomon mientras Max lo extraía poco a poco de su bolsillo- No entiendo como me transforme en este digimon... Su nombre es Tentomon... 

Conozco a varios humanos que estuvieron en tu caso... creo que necesitaban un digispirit o algo así para poder volver a ser un humano, ¿no es cierto?- a Max, curiosamente, le parecía interesante aquél Digimon Insecto que decía ser en realidad un humano transformado, mientras Max sacó su Digivice D-arc- yo poseo éste Digivice, si que son distintos, el mio por ejemplo tiene un lector de cartas para hacer más fuerte a Tsukaimon gracias a diversas cartas- dijo Max señalando el lector de cartas que tenía su dispositivo digital a los costados y mientras apuntaba a Tentomon con el pequeño aparato- Tentomon, Digimon de Nivel Rookie con atributo Vacuna. Mientras que muchos otros tipos de Digimon Insecto en su mismo nivel de evolución solo poseen el espíritu de lucha, Tentomon aún conserva sus sentimientos naturalmente amigables y muestra su manera despreocupada de la vida haciendo cosas como olfatear el aroma de las flores y dormitar la a la sombra de un árbol. Su movimiento especial, que posee por si acaso, es lanzando una electricidad estática que se amplifica con sus alas. Dicho ataque se llama Mini Trueno- decía Max mientras leía la información que le daba su Digivice sobre aquél curioso Digimon.

Imagen del Digivice de Tentomon:

Bueno, si quieres, podemos ayudarte a encontrar ese digispirit- dijo Tsukaimon mientras escuchaba atentamente la conversación entre Tentomon y su Tamer- aunque parezca un Digimon de Tipo Demonio y de Atributo Virus, somos del bando de los buenos- dijo Tsukaimon levantando su pequeño pulgar hacia arriba como si estuviese afirmando lo que acababa de decir.

Eso es cierto, además no tenemos nada mejor que hacer...- dijo Max sonriendo al pequeño Digimon Insecto.

¡DemiDardo!- dijo una pequeña vocecita que lanzó unos dardos envenenados desde la ventana hacia Tentomon, pero Max, con buenos reflejos, cogió una silla y la puso entre Tentomon y los dardos que hicieron que la silla se deshiciese como si fuese mantequilla- ¡Maldición, he fallado!- entonces lo vieron claro, era un DemiDevimon enviado, seguramente, por Devimon, el enemigo de Max y Tsukaimon.

¡DemiDevimon!- dijo Tsukaimon volando mientras le golpeaba al pequeño Digimon murciélago malvado con su cabeza- ¡Vamos a darles un poco de acción a ests DemiDevimons, Max!- Tsukaimon sonreía mirando de reojo a su Tamer sin perder de vista a DemiDevimon que se había recuperado del golpe y había llamado a otros dos DemiDevimons.

Canción de carta leída:

¡Eso está hecho Tsukaimon!- dijo Max abriendo rápidamente su baraja de cartas que poseía y que estaba colgada en su pantalón, sacando la primera carta y viendo qué carta le había tocado- ¡Carta leída!- dijo a la vez que pasaba esa carta por el lector de cartas de su D-arc- ¡Stingmon!- dijo al terminar de pasar su carta por el lector de cartas del Digivice mientras que unos aguijones rosas aparecieron en las manitas de Tsukaimon, lo que le permitieron atacar con más fuerza a los DemiDevimon.

¡Ataque Punzante!- dijo Tsukaimon utilizando sus aguijones nuevos de sus manos eliminando a uno de los DemiDevimons mientras que otro de ellos entró al aula y atacó de nuevo a Tentomon.

Maldita sea...- pensaba Max mientras apretaba su puño izquierdo, el cual sostenía su Digivice que fue guardando en su bolsillo- Tsukaimon... deja de atacar a los DemiDevimons...- el joven observaba fijamente a aquella muchacha retenida contra su fuerza por los DemiDevimons y los Kunemons, pero entonces se le ocurrió algo... un plan arriesgado, era el más rápido de su equipo de baloncesto, pero... una muchacha no pesaba lo mismo que una pelota de basketball, aunque, debido a su figura, no debía de pesar más de 50 kilogramos, por lo que tenía una idea... arriesgada eso sí, pero no permitiría que nadie saliese herido por su culpa y mucho menos, alguien inocente, entonces, miró a la pizarra y...- perfecto, hay un borrador de tiza- pensó Max sin ni siquiera esbozar una sonrisa de satisfacción, haciendo una rápida mirada hacia Tsukaimon que parecía entender cúal era su plan, mirando luego fijamente a Tentomon- ¿Qué queréis de nosotros?- dijo Max mirando al instante desafiante al DemiDevimon mientras rodeaba la mesa y se ponía detrás de esta, agarrando disimuladamente el borrador mientras esperaba la respuesta de sus enemigos.

Sólamente queremos que te rindas... y que Tsukaimon y tú os unáis al ejército de nuestro señor Devimon- DemiDevimon acercó aún más su jeringuilla a la cara de la joven Natsuki- después de todo... Tsukaimon tú eres un Digimon de Atributo Virus, no eres bondadoso por naturaleza, eres malvado y el señor Devimon ha visto una profunda oscuridad en vuestro corazón- DemiDevimon reía al decir éstas palabras, viendo cómo Max y Tsukaimon empezaban a doblegarse, pero una sonrisa se dibujó en el rostro del joven.

Sin oscuridad no hay luz y, sin luz, tampoco hay oscuridad, es el equilibrio de la vida y es por esa misma razón, por la que vosotros nunca nos atraparéis y un día... Devimon caerá- Max no perdía la sonrisa de su rostro y, de vez en cuando miraba a la joven Natsuki comprobando que se encontraba bien, aunque la joven parecía aterrorizada a pesar de las vendas echas de seda que le tapaban la boca, las manos y los pies, además de ciertas partes del cuerpo.

¡Cállate Niñato! ¡Devimon se convertirá en el Amo y Señor del Mundo Humano y el Mundo Digital!- dijo uno de los Kunemons sintiéndose orgulloso de su maestro, pero descuidando rapto de la joven rubia.

¡Eso es lo que tu te crees!- dijo Tsukaimon mirando a su Tamer y asintiéndo con la cabeza, como si dijese que estaba listo para el plan- ¡Tentomon vuela!- gritó Tsukaimon empezando a llenarse de aire y su Tamer lanzaba hacia donde se encontraba los enemigos el borrador de tiza lleno del polvo aquél material blanquecino que servía para escribir y Tsukaimon soltaba el aire transformado en una onda de energía morada- ¡Mal Mensaje!- gritó Tsukaimon haciendo estallar en pedazos el borrador de tiza salpicando restos del polvillo blanco, cegando momentáneamente a los enemigos, mientras que Max, a toda velocidad, le quitaba el DemiDardo de DemiDevimon a su dueño y se lo clavaba en uno de los Kunemons captores destruyéndolo, ya que le inyectó todo el veneno y notando como el Kunemon se convertía en Digitama o Digihuevo, que era lo mismo. A los pocos segundos, Max le propinó una fuerte patada al DemiDevimon y agarró a Natsuki con sus brazos, llevándosela en brazos y huyendo del Instituto hacia las afueras de aquél edificio blanquecino seguido por Tsukaimon y Tentomon, mientras que los enemigos permanecían cegados temporalmente por el polvillo de aquella tiza.

¡Qué no escapen!- gritó el DemiDevimon que había recibido la patada en la cara notandose su enfurecimiento.

Los dos jóvenes, junto a Tentomon y a Tsukaimon se escondieron en un cobertizo cercano, donde Max depositó a la joven Natsuki en el suelo y comenzó a quitarle las sedosas ataduras.

¡Max!- dijo la joven aún aterrorizada mientras abrazaba al joven llorando- ¿Qué son esas cosas? ¿Por qué me han atacado?- dijo Natsuki mirando con ojos vidriosos al joven peliverde, mirando después atemorizada al insecto gigante que revoloteaba en el sitio y al hámster volador de color violeta que estaba ahora posado en la cabeza de Max.

Es una historia difícil y larga de explicar... pero ellos son Tsukaimon y Tentomon, son dos Digimons buenos- dijo Max volviéndose hacia Tentomon y acariciando a su Digimon, prefería no decirle que Tentomon era en realidad un humano, sino la joven se asustaría más aún de lo que ya estaba.

¿Digi... Digimons? ¿Qué son los Digimons?- la joven parecía anonadada al observar aquellas complejas formas de vida.

Somos Monstruos Digitales, algunos son malos, pero la mayoría somos buenos. En eso nos parecemos mucho a las personas- Tsukaimon intentó poner la voz más dulce que pudo, para que la joven no se asustase

Ya veo... ¿Max estos dos son tus Digi-comosellamen?- preguntó Natsuki limpiándose los ojos de lágrimas, mirando ahora curiosa al joven.

Soy el Tamer o Entrenador Digimon de Tsukaimon, Tentomon es tan sólo un amigo nuestro- dijo Max acariciando la cabeza de la joven intentando despreocuparla

¡Mirad por allí deben de estar cerca!- dijo uno de los DemiDevimon oyendo cómo se acercaban los Digimons malvados a los jóvenes y Tsukaimon y Tentomon haciendo Max un gesto para que se callasen.

Debemos salir ahi fuera y derrotarles, han venido a por nosotros, vosotros no tenéis nada que ver con ésto. En cuanto nos encuentren, les distraeré y vosotros debéis escapar ¿entendido?- le dijo Max a Natsuki y a Tentomon mirándoles seriamente

¿Así que ésta chica era la debilidad de Max?... Pensé que éste chico, por su apariencia, era difícil de hacer caer... Aunque no lo conozco, por como ha actuado hasta ahora puedo saber como es. No dejaba de mirarlo, pues no iba a atacar... Aunque quisiese huir de aquí... No podía dejar a alguien que me ofreció su ayuda. ¿Que querían de Max?... Porque meter en esto a alguien que no tiene nada que ver con los digimon's, o al menos eso creo, fue cuando las palabras de DemiDevimon hizo que abriera los ojos de par en par... Aunque era de esperarse que querían algo del peliverde, además... ¿En que estaba metido alguien como él..?, pero bueno... Cuando uno se involucra con estos monstruos digitales... Cualquier cosa podía pasar. No decía nada, no quería ser un entrometido... Pero no dejaba de mirar a Max, que ahora se encontraba un poco alejado... Seguro tendrá un plan, no haría nada que dañase a esa chica... No por él, fue cuando la actitud de Max me hizo cambiar mi posición y empezaba a mover mis alas más rápido... Y escuchando a Tsukaimon... Eleve mi vuelo... Y al poco tiempo vi como el lugar se llenaba de blanco... Aunque no sabía que hacer, simplemente salí del lugar, viendo lo que hacía Tsukaimon y Max para salvar a la chica... Mi cuerpo se había cubierto de todo blanco, cambiando el color rojizo que tenía... Al poco tiempo, vi como Max escapaba junto a Tsukaimon y esa chica... Por lo que los seguí... Perdiendo de vista a aquella banda de digimon's malvados.

Suspiré relajado... Pues habíamos escapado y todos se encontraban bien... Menos mal todo se encargo Max y Tsukaimon... Que eran lo que estaban preocupado por esa chica... O eso creo, tal vez sólo sea Max. Lo que me preocupaba era lo que iba a decir esa chica... Se cuan impresionante llega ser el conocer estas criaturas tan peculiares... Y pues comenzaba aquella chica a llorar... Y a preguntarle cosas a Max.. Me enfureció el se dirigiera hacía a mi como una "cosa" quería gritarle... Y decirle que era tan humano como ella... pero al ver como Max no le decía lo que era, me calme y pensé mejor las cosas... Así que permanecí callado, dejando que ellos dos se hicieran a cargo de ésta situación... - Así es.. Yo sólo buscaba información cuando aquellos digimon's nos ataco.. - había dicho luego de que Max decía que era el entrenador de Tsukaimon, observaba por una pequeña ventanilla... Viendo que esa banda no se encontraba en ningún lugar... O al menos eso creía pues al poco tiempo se escucho aquella voz chillona que reflejaba a DemiDevimon... Lo mejor era que Natsuki se quedará acá y que Max, su compañero y yo nos encargáramos... Pero aquello que pensaba era frustrado por el plan que tenía Max... Plan que me disgustaba.

- ¿De que hablas..?... Max, no te puedo dejar sólo.. - decía de igual manera que él, serio.. Como había dicho antes, no podía dejar a alguien me ofreció su ayuda en ésta situación en la que estoy, sólo... - Soy un digimon tipo Vacuna.. Esos DemiDevimon no son nada... Ya he lidiado una vez con uno de ellos... En el mundo digital.. - él no había hablado sobre aquel mundo... Pero tenía que decirlo... - Esa rubia, ¿Es tú chica, no?... - decía mientras me acercaba a la puerta del cobertizo... - cuídala mientras Tsukaimon y yo, no encargamos de ellos... Ponla en un lugar seguro y luego tienes que apoyar a Tsukaimon.. - no tenía que dejar que aquel par le pasase algo... No debía - Mis ataques son de un rango alto.. No será difícil aturdirlos... - me preparaba para aquella batalla... Cuando salí por la puerta, pues ya veía la sombra de los DemiDevimon... - ¡No piensen que van a ganar! - les grité mientras que por la sorpresa de aparecer tan repentinamente los DemiDevimon's que eran tres se quedaban quietos... Preparaba en mis antenas electricidad que aumentaba la intensidad por el movimiento de mis alas... - ¡Petit Thunder! - disparé aquel rayo, viendo como afectaba a los tres murcielagos... - ¡Vamos Max! ¡Tsukaimon! - no me había percatado de otra silueta que estaba alejado del rango de mi ataque y de los DemiDevimon's, que permanecía atrás siguiéndoles.

Off-rol:

La otra silueta es otro digimon.

Max intentó tranquilizar a aquella muchacha. La conocía de ese mismo día, gracias a que ella y sus dos amigas habían ido a sacarse una foto con él... y ella fue a pedirle un autógrafo. Si no estuviese él allí, Natsuki no tendría que huir de aquellos malvados Digimons, ni tampoco se sabría que él, Max Ueki, joven deportista, era en realidad un ``Niño Elegido´´ como había dicho ese extraño Digimon de nivel Hipercampeón llamado Jijimon, quien le había ayudado en sus primeras aventuras junto a Tsukaimon.

¡Claro, eso es! ¡Jijimon!- dijo Max pensando a la vez que sonreía escribiendo un mensaje con su PDA modificada gracias por Jijimon, para enviar señales a quienes poseían una PDA personalizada también, como, por ejemplo, Jijimon, entonces escribió en la PDA un mensaje- S.O.S. Jijimon- junto a unas coordenadas específicas que se había aprendido días antes y que señalaban su posición actual.

Entonces Tentomon dijo unas palabras que extrañaron a Max. Tentomon no conocía para nada a Max ni a Tsukaimon y, mucho menos, a Natsuki, pero claro, él le había ayudado a escapar antes, quizás el Digimon Insecto que, en realidad, era un humano estaba en deuda con ellos.

- ¿De que hablas..?... Max, no te puedo dejar sólo.. - dijo Tentomon seriamente-  Soy un digimon tipo Vacuna.. Esos DemiDevimon no son nada... Ya he lidiado una vez con uno de ellos... En el mundo digital.. , Esa rubia, ¿Es tú chica, no?... -decía mientras se acercaba a la puerta del cobertizo.

En realidad es más bien una fan mía y una amiga- dijo Max mirando sonriente a Natsuki para que no estuviese triste- pero no quiero que nadie sufra por mi culpa, ella es inocente- volvió a mirar a Tentomon sonriente, esperando a que hiciese algo, y lo hizo-  


Cuídala mientras Tsukaimon y yo, no encargamos de ellos... Ponla en un lugar seguro y luego tienes que apoyar a Tsukaimon... Mis ataques son de un rango alto.. No será difícil aturdirlos... ¡MiniTrueno!-dijo saliendo del cobertizo atacando a los enemigos e hiriendo en el acto a tres DemiDevimons.

¡Mal Mensaje!- dijo Tsukaimon lanzando una esfera de energía negativa hacia uno de los Kunemons que acababan de llegar, hiriéndolo también.

Debo irme, Natsuki, debes esconderte, pero por si te encuentran...- dijo Max rebuscando en su mochila sacando de ella un bastón de metal que parecía que podía extenderse y encojerse a placer- usa ésto para defenderte, es eficaz contra esos Digimons malvados.

Max... Gracias por salvarme- la muchacha, pese a todo, le dirigió una sonrisa antes de esconderse detrás de un montón de cosas inservibles en ése momento.

Entonces, Max volvió a sacar una carta, dispuesto a darle más potencia a los ataques de su Digimon.

Canción Carta Leída:

¡Carta Leída!- dijo el joven peliverde pasando la carta que tenía en primer lugar que contenía la imagen de un Digimon perro con tres cabezas- ¡Cerberusmon!- dijo al terminar de pasar aquella carta por la ranura lectora de cartas de su Digivice D-arc.

¡Fuego del Infierno!- dijo Tsukaimon notando cómo sus pulmones comenzaban a calentarse y, al llegar al máximo punto de calor, lanzó una intensa llamarada verde que rodeó a Tentomon, pues él no era malvado, y terminó calcinando a los DemiDevimons y Kunemons volviéndolos Digitamas morados y blancos con lunares verdes que volaron por el cielo desapareciendo cuando estuvieron a una cierta distancia.

Entonces, vieron a una figura que se acercaba velozmente hacia ellos.

¡Veneno de Aguijón!- dijo la figura oscura que comenzaba a tomar forma de araña gigante.

Max y Tsukaimon esquivaron por poco el ataque mortal de la araña y Max apuntó con su Digivice D-arc a aquél Digimon enorme, en comparación a sus anteriores camaradas.

Dokugumon, Digimon Araña de Nivel Campeón y Aributo Virus. Se dice que tiene un virus informático corriendo por su cuerpo. Sus ataques son Veneno de Aguijón y Polución Letal- dijo Max leyendo la información que su Digivice obtenía de aquél Digimon.

Imagen de Dokugumon en el Analizador de Digimons:

Conque un Campeón ¿eh? Esto se pone interesante...- dijo Tsukaimon sonriendo desafiante hacia Dokugumon mientras buscaba con su mirada a Tentomon, esperando que el ataque Veneno de Aguijón no le hubiese afectado

`color=white]Todo salía según había pensado... El que Max me haya dejado luchar, y que dejará aquella idea de que huyera de ese lugar y lo dejará sólo... Me hacía sentir tranquilo, además que la batalla se tornaba bastante fácil... Dos digimon's que uno había ya lidiado con él, y con otro que de por si, su apariencia no era tan temible... Además que con ayuda de Tsukaimon esos enemigos... No fueron nada. Me gustaba la forma en que Max usaba sus cartas, de alguna manera era interesante... Así su compañero y él, se sienten juntos en pelea... Yo sólo tengo el conocimiento de éste digimon.. Que ha decir verdad, es mucho... Y la forma de pelear de Tentomon... Quizás mi arma más poderosa es el conocimiento, y el saber usar cada uno de los ataques que éste digimon sabe... Veía como luego de aquel abrumador ataque de Tsukaimon y yo, los digimon's se volvían datos... ¿Será que algún día, que me distraiga acabé así?... Algo así no quiero, incluso me da un leve temor... En ello un grito desconocido hizo que mis ojos se abrieran como platos... Al ver como unas clases de espinas salían de aquel humo.. Pero ya era un poco, casi no tuve tiempo de reaccionar si no.. De hacerme bolita... Y sentir como aquellas espinas chocaban con el caparazón duro que protege mis alas... Permanecí así por unos segundos, incluso cayendo al suelo... Cuando volví a la normalidad... Pude ver un insecto gigante... Que hizo que sintiera un escalofrío que recorrió mi cuerpo... - Un Dokugamon.. en mi mente empezaba a salir información la cual era dicha por Max que se encontraba a salvo... Suspiré por la tranquilidad.

Volvía alado de Tsukaimon... Ese digimon se veía más fuertes... Mucho más fuerte que algún otro digimon que me había enfrentado... Por lo que Tsukaimon hizo que unas dudas, que se mantenía en mi mente fueran resueltas... Y era eso, de las etapas de los digimon's... Por lo que sabía, los digimon's evolucionan y se hacen más fuertes, ahorita mismo, estoy en una etapa "Rookie" que significa infantil... O bueno, algo así quiere decir, y ese digimon... ésta en una etapa mayor, "Champion"... Por lo que se puede decir una etapa adulta... En mis adentros sonreí de lado... Ya que no podía sonreír físicamente por éste digimon... - Que digimon's tan malvados los persigue Tsukaimon.. - al decir ésto, aquella araña gigante empezaba a reírse... - ¡Oh!... ¿Con que acabaron con facilidad a mis subordinados, eh?... - aquel digimon se empezaba acercar a nosotros... - pero no tendrán tanta suerte ésta vez... ¡Se enfrentarán a unos de los guerreros más fuertes del señor Devimon! Huahua! - aquel digimon no esperaba más y con una telaraña empezaba a subir por la pared... Me puse en posición combate... - ¡Eso lo veremos!... Somos dos contra uno... No será tan difícil.. - aquella Araña sonreía de manera traviesa... Sus ojos empezaban a brillar, todos los ojos que cargaba en su rostro, haciendo un movimiento que parecía un baile.. - ¡Eso lo veremos! Arachno Batoto! - levantaba su cuerpo y disparaba una gran red de su pecho... La red era demasiada grande como para esquivarla, pero aún así traté de esquivarla... Usando mi Rolling guard, yendo hacía la tierra y girando sobre mi cuerpo, tratando de que aquel ataque no me alcance.[/color]

Max, gracias a sus buenos reflejos, esquivó la pegajosa red que había lanzado aquél Dokugumon, aunque por poco. Sin embargo, Tsukaimon no tuvo tanta suerte, ya que aquella red lo atrapó con su pegajosa y potente atadura.

¡Max huye!- dijo Tsukaimon intentando liberarse de las ataduras- ¡Mal Mensaje!- su ataque que concentraba ondas de energía negativa no pudo con las telarañas de su enemigo.

¡No voy a dejarte aquí Tsukaimon! ¡Eso nunca! ¡Eres mi amigo y mi compañero!- dijo Max intentando arrancar las redes que envolvían el pequeño cuerpo de su amigo demostrando la gran amistad que ambos poseían.

¡Vuestra amistad será vuestra tumba! ¡Veneno de Aguijón!- dijo Dokugumon olvidándose completamente de Tentomon que se había liberado de la red y disparando de nuevo la niebla venenosa, invocando además unos KoDokugumons, versiones en miniatura de Dokugumons, pero que en grandes cantidades podían ser mortales.

KoDokugumon, Digimon Insecto de Nivel Bebé y Atributo Virus. A pesar de ser de un nivel bebé, su poder se equipara con un Digimon de nivel Novato. Atacan en grupos, especialmente si son invocados por Dokugumon. Tiene los mismos ataques que Dokugumon- dijo el D-arc de Max, ya que éste no podía leer los datos de aquellas pequeñas arañas digimon al ver que éstos se acercaban y él intentaba liberar a su compañero Digimon, pero entonces...

¡Puño Real!- dijo una voz que lanzó una onda de fuego en forma de cabeza de león, quien se encargó del Dokugumon de un solo golpe.

¡Tormenta del Rey!- un rayo láser de color naranja salió despedido de la misma dirección, eliminando en el acto a los KoDokugumon y la telaraña de Dokugumon, liberando así a Tsukaimon.

Entonces Max los vio. Eran dos leones Digimon. Uno de ellos era un Digimon león algo humanizado, ya que caminaba con dos piernas humanoides y que portaba una espada. El otro era un león Digimon más real, ya que iba a cuatro patas. Debían de ser los ayudantes de Jijimon que éste había enviado para ayudar a Max y a Tsukaimon.

Leomon, Digimon Hombre Bestia con forma de León de Nivel Campeón y Atributo Vacuna. Es un Digimon que lucha por la justicia y ataca a todos los Digimons malvados. Defiende a todo aquél Digimon débil. Es un gran espadachín. Sus ataques son el Puño Real y la Espada Real- dijo Max analizando con su Digivice los datos del león humanoide- Liamon Digimon Bestia Sagrada de Nivel Campéon y Atributo Vacuna. Es también un Digimon justo. Las especies de Leomon y Liamon son familiares desde el inicio del Mundo Digital. Sus ataques son la Tormenta del Rey y el Golpe Crítico- dijo Max analizando los datos de Liamon, mientras que ambos Digimons leones se acercaban a ellos.

¿Estáis bien, muchachos?- preguntó interesado Liamon ayudando a Tsukaimon a librarse de las telas de araña pegajosas que aún tenía pegadas a su pequeño cuerpo.

Si, estamos bien- dijo Tsukaimon agradecido al mirar a sus nuevos amigos.

¿Sois la ayuda enviada por Jijimon?- dijo Max dirigiéndose hacia Leomon, que parecía ser el más fuerte.

Sí y tu debes de ser Max ¿es cierto?- preguntó Leomon al mirar al joven peliverde.

En efecto- dijo Max mirando que Liamon miraba curioso a Tentomon.

Tranquilos, está con nosotros. Tentomon en realidad es un humano que está buscando su digispirit- dijo Tsukaimon sonriendo.

Debo ir a por Natsuki- dijo Max sonriendo entrando en el cobertizo de nuevo sin mirar atrás seguido por Tsukaimon, Leomon y Liamon, aunque no sabía si Tentomon le seguía- ¿Natsuki? ¡Soy yo Max!- dijo Max llamando a su amiga rubia.

La voz del joven fue como un resorte para la chica, pues nada más oir su voz, la chica corrió a abrazarle.

¿Estás bien? ¿Te han herido? ¡AHHHHHHH!- dijo Natsuki al ver a los dos grandes leones al lado de su amigo, mientras la muchacha les señalaba

Tranquila, son Leomon y Liamon. Nos han ayudado- dijo Tsukaimon sonriendo mirando a la joven. Ella miró al joven peliverde que asentía, por lo que la joven se tranquilizó un poco.

Max, los humanos normales no deben saber de nuestra presencia- dijo Liamon advirtiendo al joven Tamer.

Lo sé, pero se enteró por culpa de los malditos secuaces de Devimon, que la raptaron momentáneamente- dijo Max disculpándose, pero alegre de haberla salvado.

Entonces no había más opciones- Leomon parecía comprender la situación, pero Max se volvió hacia la bella muchacha.

Natsuki, lo que acabas de ver aquí, todo lo relacionado con los Digimons... no puedes contarselo a nadie, ni a Aoi ni a Mizuki, ni siquiera a los policías o a tus padres ¿entendido?- el joven, con un gesto tranquilizador, apoyó sus manos en los hombros de la joven.

Nos pondrías en peligro a todos los Digimons, además de a los Tamers, incluso a vosotros mismos, a los humanos que no poseéis un Digimon, ya que muchos señores de la guerra, dictadores y demás querrán usar Digimons para sus ejércitos y ya has visto que hay muchos Digimons malvados- porsiguió Tsukaimon revoloteando entre los dos jóvenes.

Está bien... no diré nada, ¡lo juro!- dijo Natsuki sonriendo mientras asentía

Debemos irnos de aquí, esto se llenará pronto de seguridad y, posiblemente, vendrán los refuerzos de los aliados de Devimon. ¡Subid a mi espalda!- dijo Liamon mientras Natsuki y Max se subían a la espalda de Liamon y Tsukaimon se apoyaba en la cabeza de su Tamer preparándose para que Liamon comenzase a correr.

No dejaba de ver a aquella araña gigante que casi hacía que una red me atrapará... Se que ahora soy un insecto, pero esto se pasa... Estaba enojado por esa araña que quisiera electrocutarlo usando mi "Petit thunder".. Pero, Tsukaimon aún estaba atrapado.... ¿Como podrá salir..? Lo único que podía hacer era protegerlo de que nos los ataques... Y fue cuando aquellos mini-Dokugamon's, aparecieron.. Son débiles.. Pero si se vienen en grupo, pueden derrotarme en cuestión de segundos, pero no contaba que otros aliados... De Max, vinieran.. Sí, creo que son sus aliados... Un par de leones aparecieron cuando todo parecía acabado... Un Leomon y un Liamon... Que apenas pude reconocer con la información que tenía Tentomon en su cabeza... No pude ni siquiera ayudarlo, ya que ese par acabo con aquella araña en unos segundos... Incluso desapareciendo del lugar... Yo sólo me quedé cerca de Max mientras hablaba con él.. Sólo me quedaba callado, sin decir nada.. No era mi intención darle información a ellos, menos sobre mi..

De nuevo aquella chica aparecía... Confundida.. Era de esperarse... Creo que era momento de marcharme, Max tenía sus asuntos y no podía ayudarme a buscar aquel digispirit... Quizás, deba volver al mundo digital... Sí, eso es... Hasta que no lo encuentre no volveré al mundo humano... Aunque me dejo intrigado aquel digimon llamado Devimon... Una vez me llegue a enfrentar con él, pero... No, no creo que sea el mismo... Lo ultimo que recuerdo es que murió.. Quizás renació.. Tal vez... Cuando aquel grupo se fue.. Yo salí por la ventana del edificio... Volviendo a los árboles a esperar que todo aquello se calmara... Para luego en la noche volver al mundo digital.

Off-rol: Perdón lo corto D: y la tardanza, se que estas ausente.. Pero bueno, si quieres postea y acaba el tema.

OFF-rol: siento mi ausencia aunque no hay problema, ahora acabo el tema.

ON-rol:

Liamon entonces comenzó a avanzar hacia fuera de la escuela, veloz, parecía casi un rayo anaranjado surcando la acera haciendo que el cabello verdoso de Max y el dorado de Natsuki ondease al viento levemente.

Oye... ¿dónde está ese Digimon león tan grande de antes...? ¿Leomon se llamaba?- preguntó Natsuki agarrándose al abdomen de Max fuertemente.

¡No te preocupes, pequeña! ¡Estoy detrás vuestro!- dijo Leomon que se había puesto a cuatro patas y perseguía a Liamon, aunque no alcanzaba su velocidad, si que podía seguirles perfectamente.

Oye Max, ¿y Tentomon dónde está?- dijo Tsukaimon preguntándoselo a su Tamer percatándose de que su amigo Insecto había desaparecido.

Seguramente estará buscando su espíritu digital, espero que lo encuentre, es un gran aliado y un amigo- dijo Max sonriendo mientras cabalgaba encima de Liamon.

Lo encontrará, tengo entendido que aquí cerca hay un espíritu Digital esperando a ser conseguido por un elegido, aunque no sé si será él- dijo Liamon sonriendo mientras llegaba a un callejón.

Aqui nos separamos Max, Tsukaimon y Natsuki, ya estáis a salvo- dijo Leomon volviendo a erguirse sobre sus dos piernas pareciendo mucho más alto

¿Seguros? ¿No vendrán a por nosotros?- dijo Natsuki algo preocupada agarrada al brazo de Max, aún algo temerosa, aunque era algo normal, ya que había vivido en un solo día varias experiencias sobrenaturales.

A por ti estoy seguro de que no, solo te relacionaron conmigo esos Digimons malvados que vencimos- dijo Tsukaimon sonriendo posándose sobre la cabeza de Natsuki.

Pero a por Tsukaimon, Leomon, Liamon y a por mi si que irán- dijo Max suspirando encogiendose de hombros- es el precio que tenemos que pagar por haber desafiado a Devimon- dijo Max sonriendo haciendo un gesto con la mano, restándole importancia.

Pero, si los Digimons de antes eran poderosos y eran lacayos de ese tal Devimon... Devimon debe de tener un poder terrible...- dijo Natsuki asustada apretando sus manos en el brazo de Max.

No te preocupes, hay una profecía- dijo Liamon sonriendo estando alerta por si aparecía un Digimon malvado.

Cuando el ángel destruya al demonio, la paz reinará en los dos Mundos. Pero el ángel no luchará sólo, dos guerreros de la oscuridad resurgirán del mismísimo infierno y ayudarán al ángel a destruir al demonio maligno-  Dijo Leomon recitándo la profecía de memoria.

Tenemos razones para pensar que Tsukaimon y yo, somos esos guerreros, ya que Tsukaimon es un Digimon de Atributo Virus y fijate en sus colores. El morado es un color oscuro y sus diversas formas digievolucionadas están relacionadas con la oscuridad- dijo Max sonriendo, aunque algo inseguro.

Si, bueno, eso es lo que dice Jijimon, nuestro maestro. Aún no estamos seguros del todo- dijo Tsukaimon asintiendo con su pequeña cabeza al mirar a su Tamer.

Yo debo irme- Natsuki, quien asentía mientras Max y los tres Digimons contaban la historia- estad tranquilos, no le contaré nada a nadie- Natsuki, sonriente, se separó del brazo de Max, pero éste le agarró de la mano, deteniéndola unos instantes.

Toma este teléfono- le dijo Max entregándole un celular negro, aunque bastante distinto a los demás- tiene un símbolo extraño, como de un dispositivo digital como el mío. Siempre que lo pulses, Tsukaimon y yo o cualquier Digimon que sea alumno o amigo de Jijimon vendremos en tu rescate- dijo Max sonriendo a su nueva amiga soltándole luego la mano

Muchas gracias por salvarme antes, Max- dijo Natsuki dandole un beso en la mejilla al joven Tamer y jugador de baloncesto y despidiéndose luego de ellos, volviendo hacia su casa que se encontraba a tan solo una manzana de allí.

Vaya, el elegido de la oscuridad tiene un amor secreto- dijo Leomon riendo al ver la cara de Max tras recibir el beso de Natsuki.

No digas tonterías, Leomon -dijo Max riendo mientras se dirigía junto a Tsukaimon hacia la derecha del camino por el que llegaban ahora, al mismo tiempo que Leomon y Liamon iban hacia la izquierda, hacia la guarida de Jijimon.

¿Qué haremos ahora, Max?- dijo Tsukaimon sonriendo mientras se posaba entre los brazos de su Tamer.

Lo de siempre, acabar con los malos y mantener a salvo Shibuya- dijo Max sonriendo mientras se alejaba junto a su Digimon a lo lejos.