¡Entre la demencia y la muerte! !Cazeria demente! [Misión: YatterwaAgain]

por Luna Kobayashi Mar Sep 10, 2013 5:53 pm

Apenas consiguió descolgar a Floramon del árbol, Luna oyó un gritito. Ugh, eso le recordaba a la primera vez que había llegado al mundo digital, lo había hecho a través de un portal en su casa y la había llevado también a la playa. “Y con unos digimon muy cabreados, eso también” pensó, tratando de controlar el mareo por la caída del portal. El gritito, probablemente no indicaba nada bueno y que Scott no estuviera con ellas tampoco. Su presencia le permitía a Luna estar más centrada, ahora sentía que todo lo que le había enseñado se le había ido de un plumazo. Y tenía razón, las cosas no tintaban bien; lo corroboró al ver a una pequeña digimon con apariencia de cachorrita perseguida por tres moluscos rosados que pretendían aplastarla. Pidió al digivice información saobre ellos. Shellmon, se llamaban. Ya había visto a uno antes, pero no sabía que su vice podía darle información si lo pedía.

Shellmon:

“Absolutamente genial...” pensó.

-¡Luna, hay que ayudarla!

-Lo que sea...-respondió con cierta resignación; no habían salido de una y ya se habían metido en otra. Y para colmo, lejos de casa. Pero Luna no sabía cómo, a Floramon le costaba mucho evolucionar por una razón bastante tonta; tal y como dijo Scott, no parecía poder sacar poder de la ira, sino de sentimientos más puros. Floramon no era malintencionada, pero que eso se diera en una batalla era bastante difícil. Por no hablar del gasto de energía anterior. El parque de atracciones había sido extenuante para Floramon-Pero no tengo idea de cómo vamos a hacerlo... estamos condenadas. Ya sabía yo que el final nos llegaría pronto metiéndonos en este tipo de cosas...

En ese momento llegó un digimon. Luna exclamó para sí misma; ¡Hurra! ¡Caballería!

Aunque era sólo un digimon. Lo de sólo era relativo por supuesto. De la manera en que las “invitó” a ayudarle ya parecía tener más voz que diez, y de la manera en la que se abalanzó con esa espada a combate, valía por otros diez. Luna se encogió de hombros; total, ya estaban metidas en aquello y no se iban a negar. Se abalanzó sobre uno, así que los otros dos, quedaban para Luna y Floramon. “Bien, ya me lamentaré luego, ahora tengo una responsabilidad que cumplir...”pensó, bastante asustada “Pero, ¿¡qué hago!?”

Floramon fue la primera en reaccionar; alzó las flores de sus manos y emitió dos chorros de polen, apuntando a la cara de aquellos seres, como si fuera una manguera. Sin embargo, el polen de Floramon tenía el problema de ser muy poco fiable y predecible, así que Luna supo que eso no bastaría. Con mucha suerte, les quitaría las ganas de pelear y con menos suerte, los haría moverse más lento.

De hecho, uno de ellos, para quitarse de encima aquella manguera de polen, lanzó un chorro de agua por aquella especie de pelambreras de su cabeza, aunque no apuntó bien y fue directo a Salamon. “Podía ir directo a cualquier punto, y va para Salamon. Esto es realmente desesperanzador” pensó Luna. Al menos el otro movía la cara, agobiado por el chorro de polen.

-¡Floramon, cógela!-Floramon utilizó sus estambres para tomar a Salamon y llevarla en brazos. Los dos Shellmon, ahora sin una insistente lluvia de polen sobre sus caras, parecían bastante enfadados al ver que alguien les había quitado su presa, así que enfocaron su ira hacia Floramon.

Luna sabía que incluso si Floramon evolucionase, sería difícil derribar a dos enemigos. La fuerza bruta no era una opción, pero tenía que pararles los pies, y quizás pudiera aprovechar el efecto del polen de Floramon. Tenía que quitarles la oportunidad de luchar, pero no a tortazos... básicamente porque no era lo suficientemente fuerte como para eso.

“Piensa, Luna, piensa...” se dijo, revisando mentalmente todas sus cartas. Trató de relajarse, Scott le había enseñado algo muy importante; si tenía que ceder a la histeria o al llanto, era después de ocuparse del asunto. Encontró la respuesta, recordando una táctica a la que recurría en cierto videojuego. Sin embargo, esas conchas podría protegerlos. “No puedo relajarme, podría no funcionar. Aún así, si le sumamos el polen de Floramon, la probabilidad de que no funcione es muchísimo menor. Sólo espero que esa concha no venga con paredes insonorizadas, lo cual sería pintoresco... recuerdo que en las paredes de mi instituto se filtraba el sonido y dar clase cerca del aula de música era horrible”

Uno de ellos, se metió dentro de su concha y comenzó a girar, levantando arena, lo cual empeoraba la situación. Floramon no sabía por dónde le vendrían los golpes del otro, y tuvo que agarrarse con una de sus lianas a un piedra para impulsarse y evitar ser aplastada a tiempo.

-Lu...¿Luna...?-aunque no estaba presa de la histeria Floramon se sentía desubicada y asustada por no ver nada, así que su voz tuvo un matiz temeroso-Espero tus órdenes...

Al ver que había sido suerte que Floramon encontrase un punto de agarre y que para la próxima el resultado podía ser diferente, Luna se decidió.

“¡Bien, menos pensar y más luchar!¡Sólo espero tener suerte!”

-¡Floramon, atenta! Hora de dormir, chicos. Una cabezadita os aclarará las ideas-Luna sacó una de sus cartas y la pasó por el digivice-¡Carta leída!¡Phascomon,comando A!¡Evil Snore!

Floramon emitió una leve y clara nota musical bastante agrade de escuchar. El sonido del canto formó una onda expansiva de energía que al impactar con los Shellmon los hizo caer dormidos profundamente. Esperaba que eso, con el efecto del polen de Floramon les durmiera durante un buen rato y les quitase las ganas de combatir.

Floramon corrió hacia Luna, con Salamon en brazos, y exclamó muy feliz.

-¡Eso ha sido espectacular, Luna! Les has parado sin hacerles daño, Luna-Floramon sonrió ampliamente, y con una mirada de admiración hacia su tamer. Luna estaba segura de que si no estuviera sosteniendo a la Salamon, la habría abrazado- Me siento tan orgullosa de ti...

-En realidad, creo que era la única manera-Luna usó un tono despreocupado;realmente su prioridad no había sido dejarles fuera de combate sin hacerles daño, simplemente, aquello había sido lo primero que se le había ocurrido...sólo había tenido suerte, así que no se sentía cómoda con aquella felicitación- Quiero decir, incluso si lograba hacerte evolucionar habría sido difícil enfrentarse a ellos directamente. Además, tú has sido quien ha hecho lo peligroso, y has reaccionado primero, no yo. Sólo ha sido casualidad... -se dirigió a la digimon perrita-¿Estás bien?

-De todas formas, debemos agradecerle a ése digimon. Tenía una gran preocupación por salvar a Salamon, ¿le conoces, Salamon?- preguntó Floramon. Luna buscó con la mirada al digimon dinosaurio, y su D-Arc le dio un poco de información sobre el digimon – Oh, mi nombre es Floramon y mi tamer se llama Luna. ¿Cuál es tu nombre? ¿Y qué hacías envuelta en tal aprieto?¿Te encuentras en perfectas condiciones?

Dinohumon:

-Menos mal que ese digimon estaba aquí también... ha actuado de manera... -Floramon buscó la palabra-... impetuosa. Pero se parece a alguien que conozcemos, Luna, así que no creo que debas tenerle miedo.

-¿Impetuosa? Más bien...-se guardó el comentario, al mirar la sonrisa del digimon. ¡Era cierto! Esa sonrisa... era igualita a la de Scott cuando liberaba su energía demoníaca... y aunque Scott le había dado miedo en un principio, había resultado ser un grandísimo tamer que le había enseñado a defenderse como dios manda, además de que le había salvado la vida. Torció el gesto, hubiera querido despedirse de Scott. Había entablado bastante confianza con él.

“Claro. Cuando uno va con un amigo a un parque de atracciones, se hacen buenas migas... aunque el parque esté abandonado, sea tétrico y halla una fiesta de demonios dentro” pensó Luna irónicamente. Miró al Dinohumon y se encogió de hombros “ Su sonrisa se parece mucho a la de Scott. Eso me tranquiliza un poco; más que impetuoso éste digimon está tarado. De todas formas me agrada puede que esté como una cabra...pero intentaba salvar a Salamon... prefiero un loco amable a un cuerdo cruel, puestos a elegir”

Se parecía mucho. Aunque a Luna le pareció que a éste digimon esbozar esa mueca no le era difícil. Luna quiso averiguar porqué... además, el digimon había mencionado algo sobre cómo volver a casa. Estaba harta de portales que la llevasen sorpresivamente a través de dimensiones.

“Eh, suena a esa ciencia ficción” pensó Luna, esbozando una sonrisa cansada.

-Por aquí todo en orden-gritó Luna, para que el digimon no se preocupase por los otros dos Shelmon-Les obligué una siesta, pero no sé cuánto durará así que será mejor que nos vayamos a un lugar tranquilo cuando termines con lo que quieras que estés haciendo.

Se pregunto si tan siquiera la estaba escuchando. Parecía del tipo de personas que cuando se metía en algo, se concentraba bastante en ello hasta que lo terminaba.

por **Scott Desaster** Mar Sep 10, 2013 7:23 pm

Cuando le avisaste lo que tenias que avisarle al digimon de nombre “Dinohumon”, notaste como la Salamon temblaba de pánico, algo andaba mal, ¿Por qué temblaría de miedo si los Shellmons ya no la perseguían?, ¿sería por miedo a que algo le pasara a ese Dinohumon?, si, debía ser eso, era lo más probable porque ese digimon era superado en tamaño por el crustáceo gigante que intentaba aplastarlo con tanto empeño. Luego de hacerte esa conclusión, le dijiste a la Salamon que no se preocupara, seguramente huiría si se presentaban problemas.

Haaa… m… mi nombre e… es Sa… Salamon… -dijo completamente nerviosa y temblando- es… estoy bien… so… solo asustada… y… y gracias… -hiso algo de fuerza para zafarse de tus brazos y bajar, lo cual le permitiste- te… tenemos que irnos pronto… e… el señor… es… está enojado y… nada es peor q… que verlo enojado… -observo al Dinohumon- lo conozco… y ahora estoy muy enojado… por favor… señorita Luna… señorita Floramon… tenemos que irnos antes de que… ¿ah?... hay no… -viste como sus ojos se volvían completamente vacios, perdidos en la nada- y… ya empezó… n… no miren…

Al escuchar eso te confundiste mucho, y al darte vuelta, viste como el Dinohumon hacia fuerza para evitar ser aplastado por la gigantesca mano de Shellmon, en ese momento te preocupaste e incluso quisiste correr hacia el lugar para tratar de ayudar de alguna forma, pero antes de que pudieras articular una sola palabra o movimiento, viste algo totalmente sorprendente. El Dinohumon se había quitado la mano de Shellmon de encima como si nada, realmente era algo impactante, para ser un digimon “loco”, tenía una fuerza brutal, aunque lo próximo que viste te dejo fría como la nieve.
El Shellmon estaba caparazón abajo sin poder levantarse, observando al Dinohumon que se acercaba lentamente, suplicando piedad, gritando que se rendía, aunque para el digimon hombre dragón, no parecía serle suficiente, ya que en un momento, preparo las cuchillas que tenia y al observar al Shellmon, dio un salto y le piso la cabeza encerrándosela en la arena. Cuando viste eso sentiste un gran escalofrió, después viste como se dio la vuelta para verte, y cuando lo viste, su sonrisa era la de un maniaco completo, todo rastro de locura que se notaba mínimamente, ahora estaba completamente marcado en su rostro.
Después de ver esa sonrisa demencial, el digimon se dio vuelta y comenzó a darle una serie de cortes rápidos al Shellmon aun con su cabeza enterrada en la arena, para después volverlo puros datos que se fueron al cielo. Realmente era una escena horrible, pensar que un digimon que había llegado para salvar a la pequeña Salamon, ahora había acabado con la vida de otro que estaba suplicando piedad justo después de haberse rendido. Por un segundo pensaste en voz alta “¿Por qué?” y después viste como Dinohumon abría la boca.

Simple bella dama de lentes de cristal puro… estos digimons no me agradan… y no merecen vivir si no me agradan… -volvió a formar esa sonrisa maniaca en su rostro- persiguieron a Salamon… ¡ESOS IMBECILES DESGRACIADOS BUENOS PARA NADA PERSIGUIERON A SALAMON! ¡NO MERECEN VIVIR! ¡NO MERECEN SEGUIR EN ESTE MUNDO! ¡JAJAJAJA! ¡AKINAKESU! –Viste como corría hacia los Shellmons dormidos empuñando la gran espada-cuchilla de su espalda- ¡MUERAN BASTARDOS INCOMPETENTES! ¡ESTO SE GANAN POR PERSEGUIR A SALAMON Y POR NO AGRADARME! ¡JAJAJA!
Haaa… ¡Señor! –Viste como observaba hacia todos lados y después a ti- por favor perdóneme por esto señorita Luna, pero no tengo otra opción –salto hasta tus brazos y se subió a tu cabeza dejándote confundida- ¡Señor! ¡Esta chica dice que quiere conocerlo! ¡Quiere ser su amiga!

Al momento en que Salamon dijo eso, sentiste un gran escalofrió recorrer todo tu cuerpo, ¡¿Por qué había dicho eso?! ¡¿Qué no podía ser que estabas aterrorizada por la manera de actuar del digimon completamente demente?! Fuera como fuera, ya era tarde, cuando Dinohumon impacto contra uno de los Shellmons dormidos, el otro despertó y huyo espantado, mientras el digimon hombre dragón se acercaba hacia ti guardando su cuchilla en la espalda y después observándote detenidamente con Salamon aun en tu cabeza. Cuando finalmente el hombre dragón llego hasta a ti, te observo fijamente y se arrodillo levemente para estar a tu altura y verte aun más fijamente a los ojos, y al verlo, sentiste como ese escalofrió aumentaba más y más.

Je… ¿entonces es verdad?... –sonrió cálidamente y cargo a Salamon en su cabeza- entonces vamos… cuando me ayudes con mis cosas te diré como regresar a tu casa… amiga
Haaa… re… recuerde señor q… que debe cum… cumplirlo –dijo la Salamon completamente nerviosa mientras te observaba- vamos… ve… vengan co… con nosotros por… por favor

Al momento en que Salamon dijo eso, le hiciste caso ya que este digimon, parecía tener los tornillos más que flojos, y parecía que hacerlo enojar era cosa fácil, y realmente, rogabas en tu interior que no se enojara contigo de ninguna forma posible.

por Luna Kobayashi Miér Sep 11, 2013 1:23 am

La Salamon parecía asustada y Luna supuso que era por su amigo Dinohumon... en parte tenía razón. Pero no era por miedo a que Dinohumon saliera herido sino más bien al revés; su amigo dinohumon había cogido a un Shellmon y lo había matado a pesar de que éste suplicó piedad. Floramon se escondió asustada, detrás de Luna esperando a que el espectáculo acabase y comprendiendo porqué salamon sentía miedo de que su amigo se enfadase.

-Está como... -Luna hizo un gesto a Floramon para que callase. Lo que menos debía gustarle a un loco era que se lo recordasen y sabía que Floramon diría algo así como “enfermo de la mente” lo cual sonaba ofensivo. “Genial, simple y absolutamente genial, este digimon parece tan inestable como una tonelada de dinamita... de mi depende que no explote” pensó Luna. Luna se preguntó cómo había acabado así aquel Dinohumon y cómo ellas habían acabado así. Floramon se imaginó que probablemente estaba enfermo de la cabeza, así que en cierto modo no lo culpó cuando comenzó a atacar a los enemigos dormidos a pesar del miedo que sentía-Sus actos son para proteger a su amiga, ¿no es cierto?

-Sí-dijo Luna. Pero... ¿es que no había otra manera de proteger a los seres queridos que esa? Porque entonces, el mundo estaba condenado a volverse demente así que de sus labios salió un "¿Por qué?"De todas formas, él mismo les respondió.

-¿Bella dama...cristal puro?-Luna se enrojeció mucho al oírlo. Siempre solía llevar las gafas llenas de vaho, y nunca había tenido éxito con el género masculino así que suponía que era poco bella. No estaba acostumbrada a que nadie la tratase así, como a una dama. Luna comprendía que era porque no tenía la delicadeza de una; era torpe y desastre.

Pero era todo un caballero. Un caballero muy loco, pero con los modales de uno. Parece ser que se olvidó de los Shellmon cuando Salamon le dijo que ellas querían ser sus amigas y Floramon deseó que el superviviente fuera sabio y se fuera de allí para no evitar un destino peor. Luna se sentía como si estuviera manejando a una caja de petardos. Muy caballerosa, por suspuesto; incluso se agachó, tal y como hacía ella con Floramon cuando tenía que decirle algo importante. Aunque sus ojos le daban escalofríos, y se alegro mucho de ver que había guardado la espada. A pesar de la carnicería que había montado a Luna le dio un sentimiento de ternura verlo sonreír cálidamente cuando la Salamon le dijo que ellas querían ser sus amigas. Ella tampoco había tenido mucha facilidad de hacer amigos y suponía que mucha gente se negaría en rotundo a tratar con alguien que estaba algo desequilibrado. En cierto modo también entendía que odiase que lo acusasen de estar loco.

-Mi nombre es Luna. Ella es Floramon -dijo Luna, presentándose con total normalidad– Dinohumon, ¿cierto...? Supongo que gracias por aparecerte... nos habrían matado entre tres. ¡Ya me parece increíble haberme podido manejar con dos!-esto último lo añadió en voz baja, más para sí que para él. Lo bueno es que con todo el asunto, Luna no estaba teniendo tiempo para lamentarse y quejarse cosa a la que era muy dada.

Se guardó para sí el comentario de: "Y gracias por no matarnos, de paso".

-¿Qué ayuda podríamos prestarte nosotras?-preguntó Floramon sorprendida. Aquel digimon había demostrado saber defenderse solo, así que le sorprendía que unas chicas desvalidas como ellas pudieran ayudarle.

Mientras tanto, iban siguiéndole tal y como Salamon les había indicado.

por **Scott Desaster** Miér Sep 11, 2013 7:12 am

Luego de seguir un rato al digimon “demente pero caballeroso” de Dinohumon y a Salamon en su cabeza, tu estomago comenzó a gruñir, la batalla en el mundo real te había dejado agotada, entonces también sonó el de floramon, haciendo que se sonrojada de vergüenza, evidentemente para ella y para ti, el simple hecho de que sus estómagos sonaran, era algo vergonzoso, mas estando con un digimon como Dinohumon.
Luego de escuchar esos gruñidos, Dinohumon se detuvo lentamente, y rápidamente, sin que pudieras decir nada, se arrodillo y comenzó a escuchar tus gruñidos estomacales, lo que en cierto modo te incomodo pero preferiste no decir nada por temor a hacerlo enojar. Luego de un momento, Dinohumon se aparto de ti y corto un árbol con sus cuchillos y después creó una chispa golpeando sus armas generando una fogata.

Bien… Salamon… prepárate para cocinar, iré por los ingredientes –se rio tranquilamente mientras cortaba un árbol a la mitad para usarlo como asientos- damas, las invito a sentarse tranquilamente en ese tronco recién cortado con mis cuchillas mientras me preparo para cazar la comida que consumiremos esta noche antes de algo de diversión –te quedaste callada completamente al escuchar “diversión” de parte de Dinohumon, quien a cada momento afirmaba tu pensamiento de que estaba loco-
S… si… so… solo… re… regrese a… a su forma normal… por… por favor señor… da… da algo de miedo así… -viste como la Salamon se escondía totalmente aterrada, incluso te preguntaste si en verdad quería estar con ese Dinohumon- re… recuerde que usted es… em… mas… más peligroso co… como… esta a... ahora
¡JA! Ya lo sé… apenas termine de cazar –sonrió de forma macabra- espero comer mucho… hace semanas que no le clavo el diente a algo… y estoy muerto de hambre asique –se rio tranquilamente- ¡A CAZAR LA CENA DE ESTE ESPADACHIN Y DE LAS DAMAS! –se fue corriendo rápidamente cortando arboles y palmeras-
Haaa… bueno… creo que… estaremos bien… -dio un gran suspiro y te observo arrepentida- lamento haber dicho eso… es que… no soy una digimon muy… esto… no suelo recurrir a la violencia… aunque mi señor… el siempre lo hace… casi nunca escucha a la razón… tiene algunos problemas… de lógica –parecía que se esforzaba para no decir “está loco”- aunque… les agradeceré con toda mi fe si lo hacen feliz… el señor… el sufre mucho… cada muerte que causa… le da un profundo dolor… aunque pueda esconderlo con sus sonrisas perversas… le debe doler…

Al escuchar eso, te sentiste confundida, aparentemente Salamon no estaba obligada a estar con ese digimon, pero tampoco parecía muy feliz de estarlo, aunque eso no importo mucho, ya que antes de poder preguntarle algo, comenzó a reunir cualquier cosa que pudiera ayudarle a cocinar algo o al menos a preparar algo decente para mantener feliz a Dinohumon y a la vez para que comieras a gusto junto con floramon, quien parecía sentirse rara al no poder ayudar en la cocina, conociendo su forma de ser, debía ser realmente raro no poder ayudar a cocinar nada.
Después de un rato, las tres escucharon pasos, entonces viste como Salamon observaba atentamente los arbustos, seguramente esperaba a Dinohumon en su forma “normal”, entonces también quisiste prestar atención extra, y al ver, todas vieron a Dinohumon con un montón de pescados en las manos y todo su cuerpo mojado, ¿los habrá pescado nadando o usando sus cuchillas como arpones?, fuera cual fuera el método que haya usado, ahora tenían comida suficiente para sobrevivir un día.

¡Señor! ¡Prometió que tomaría su forma normal cuando la caza de pescado terminara! –Grito la pequeña Salamon molesta, quien anteriormente, estaba temblando de pánico-
¿Ah?... ah sí… es verdad… lo prometí… bueno, trato es trato como trapo de piso es soga de suicidio –se rio tranquilamente mientras sacaba un extraño aparato de su bolsillo- oye… artefacto… déjame volver a mi cuerpo humano, me estoy aburriendo de siempre rebanar y rebanar sin algo de sangre

Al escuchar eso, viste como el digimon hombre dragón se volvía un joven humano de cabello castaño con una sonrisa tranquila en el rostro, de ojos rojizos y expresión tranquila. Usaba un pantalón rojo oscuro, una camisa blanca y una chamarra negra y sostenía una gigantesca hoz en la espalda, aunque no parecía real. Al ver al joven te quedaste sorprendida totalmente, después viste su aparato, y notaste que parecía un digivice, pero era totalmente diferente al que tenías aunque no le diste tanta importancia, ya que el joven se acerco lentamente.

Disculpe bella dama de ojos cubiertos por el cristal puro que aumenta su capacidad visual –tomo tu mano y la olfateo para después dar un pequeño pero notable beso de cortesía- mi compañera Salamon preparara la cena con la ayuda de mis manos, espero que no le moleste… tener que… esperar para saciar el habito alimenticio que seguramente usted y su linda y tierna compañera deben sentir en estos instantes –al decir, lanzo un pescado al aire y lo rebano como si nada de un movimiento-
¡Lo tengo! –viste como la Salamon saltaba y clavaba el pescado en una vara para clavarlo cerca de la fogata- lo siento… es lo menos que podemos hacer sin mi energías recargadas…

Imagen del Humano:

por Luna Kobayashi Miér Sep 11, 2013 4:59 pm

Luna lo primero que hizo al oír a su estómago rugir fue ponerse las manos delante, como queriendo ahogar los gruñiditos. Pero la bestia había despertado después de la agotadora excursión. Estaban lejos de ser tan bajitos como los de Floramon.

-Parece que se despertó mi león int...-Luna no pudo continuar porque el digimon se había acercado a ella, como queriendo oírlos más de cerca. Se puso algo roja. Y antes de que pudiera hacer nada más, Floramon se apartó con un pasito al ver que el digimon taló un árbol. Luna se apartó trastabillando hacia atrás. Antes de recuperar el equilibrio el digimon había creado una fogata.

"Ríete tú del superviviente extremo que echan por la tele" pensó, recordando ése programa en el que un señor se iba a las partes más recónditas del mundo para dar lecciones de supervivencia. Apostaba que ni con las mismas herramientas podría hacerlo tan rápido como éste digimon. Incluso derribó otro árbol para usarlo de asiento. Todo con una risa tranquila, como si tal cosa.

"Oh, oh, miedo me da..." se dijo al oírle decir diversión. Ella era muy cobarde de por sí, y estaba segura de que las aficiones de éste digimon no era sentarse a leer un librito precisamente. Se lo imaginó saltando de liana en liana y gritando al más puro estilo tarzán y sonrió. Sería divertido, aunque en principio ella dijera que no. Sabía que muchas veces, aunque de entrada pensaba que era un fastidio, acababa divirtiéndose con cosas como esa; sólo era cuestión de desinhibirse.

Luna estaba de acuerdo con Salamon en eso de que volviera a su forma normal. Tenía curiosidad por saber cuál sería su forma de principiante y se imaginó que sería o bien Agumon o un digimon con aspecto de dinosaurio. De todas formas, fuera cual fuera sería menos peligroso... incluso el digimon más fiero que había visto en su etapa principiante, Gaomon, era bastante achuchable. "Si me hubiera dejado abrazarlo, ahora mismo no me sentiría mal porque hubiera sido como despedirse. ¡Pero es tan cabezota! Seguro que está bien. ¡Es cabezota hasta para eso de morir" se lamentó Luna en sus pensamientos.

Aquel Dinohumon alternaba lo macabro y despreocupado a cada instante. Antes de que pudiera preguntarle qué tipo de diversión era esa, ya había salido a cazar la cena... Floramon no pudo evitar reír y decir en alto lo que Luna estaba diciendo, aunque seguía confundida por el comportamiento de ése digimon.

-¡Sí que es enérgico! -se sentó en el tronco del árbol, y Luna más que sentarse se dejó caer. Las piernas le estaban temblando, con una mezcla rara de emoción y miedo. En seguida Salamon se disculpó en nombre del Dinohumon - Oh, no es necesario que te sientas apenada por ello, Salamon. Aunque su forma de proceder haya sido un poco extremada, sólo estaba protegiendo a una persona importante para él. Creo que lo entiendo. No es del todo su culpa si realmente tiene problemas para seguir la voz de su razón. Además... tengo la intuición de que lo que es hoy es el resultado de una buena persona llevada al extremo de alguna u otra manera.

Luna se alegró de que Floramon lo entendiera, le hubiera sido difícil explicarle. Luna también lo creía. De todas formas sentía cierta empatía por él, y estaba segura de que ése tipo de problemas no se trataban con pastillas sino con apoyo afectivo. Luna había pasado por depresiones, y realmente lo que le había quitado esa tendencia era Floramon y no las pastillas que le recetaron. Y el problema de su actuación demente, singular o lo que fuera es que probablemente pocas personas se decidirían a acercarse a él. Salamon incluso les aseguró que en los resquicios de cordura que le quedasen había sitio para el remordimiento.

-Probablemente. De todas formas, se ha portado muy bien con nosotras, así que no creo que sea justo prejuzgarle por que sea algo... singular. En realidad hay quien dice que todos los estamos. Que sólo hay que tocar las fibras correctas para que a una persona se le crucen los cables... así que trataré de hacerlo feliz, en la medida que pueda, como haría con cualquier otra persona que se porte bien conmigo, por muy aterradora o demente que esté -acabó añadiendo con una amplia sonrisa - Además, me recuerda a alguien que es un buen amigo mío.

-Espero que Scott esté bien. Y Labramon -Luna sabía que Floramon iba a añadir a Gaomon, o que al menos lo añadió en su pensamiento.

-Estamos hablando de Scott y Labramon. Y Gaomon -añadió Luna, encogiéndose de hombros-Y los tres son mercenarios... la gente más ruda y difícil de matar que hay. Así que van a estar bien-luego, suspiró-No estoy tan segura de que nosotras tengamos el mismo destino...

Floramon asintió y desvió el tema de conversación. Le preguntó a Salamon que cómo lo había conocido, sin embargo en ése momento llegó Dinohumon, cargado de peces... con ello podían comer un día entero. El estómago de Luna, le dio la bienvenida. A Luna le sorprendió que a pesar de tener un instinto de supervivencia tan bien asentado, no hubiera olvidado los modales. Se dirigía a ella como si fuera una princesa. Aparentemente, también cumplía su palabra si se lo recordaban o al menos, lo hizo aquella vez porque accedió a volver a su forma normal.

Y cuando lo hizo, Luna saltó de sorpresa. ¡Se había vuelto humano! ¡Hasta el momento ni ella ni Floramon habían visto nada así! Era cierto que Luna había visto dispositivos diferentes al D-Arc, pero nunca había visto en acción a uno que permitiera al propietario transformarse en un digimon.

-¿¡Eres humano!?¿Tu dispositivo... es capaz de hacer que puedas transformarte en digimon?¡Es la primera vez que veo algo como eso!-preguntó completamente sorprendida. La apariencia de aquel ser humano era muy calmada, y nadie diría que era el mismo digimon que se había cruzado antes. Luna tuvo que admitir que vestía bien, pero no pudo evitar fijarse en la guadaña que llevaba en la espalda.

Se acercó lentamente a ella, y le tomó la mano, dándole un beso en la mano muy cortés, y llamándola dama de nuevo. Esperaba que se lo hicieran a Floramon, que sí hablaba y se comprotaba como una princesa pero no a ella.

"¡Pero a mí! ¡Sólo soy lo que parezco, una cría asustadiza con muy poca clase! ¡Seguro que en este momento llevo las gafas torcidas!" pensó, ruborizándose más a cada segundo que pasaba y ajustándose unas gafas que llevaba, efectivamente, torcidas. Floramon hizo que la situación se volviera aún más vergonzosa para Luna.

-Luna, tu rostro parece una rosa roja-Luna miró a Floramon, que le hizo un gesto con la cabeza, para que le dijera algo.

-Eh...¿gracias?-tartamudeó, sin saber qué decir exactamente. Luego comenzó a hablar bastante rápido y bajito como hacía cuando estaba nerviosa; hablar mucho y sin sentido-Quiero decir, gracias... por esto y lo de antes y darnos de comer, no es tu responsabilidad realmente, pero has sido amable, llevábamos tiempo sin probar bocado... bueno, no tiempo sino que hemos tenido una pelea difícil últimamente...

Luna decidió parar su parloteo para tomar aire y de paso, tranquilizarse. Él cortó el pescado y Salamon comenzó a cocinarlo.

-Tranquila, Salamon, en realidad debemos sentirnos afortunadas de tener algo que poder comer. ¡Comamos todos juntos! Te ayudaré a preparar el pescado si me lo permites. Al fin de al cabo, Dinohumon lo ha cazado y nosotras no hemos hecho nada de utilidad-la tranquilizó Floramon con una sonrisa, cogiendo otro palo para ir pinchando más pescado y servir raciones. Luna sabía que Floramon sufría si no era de ayuda en ese tipo de cosas.

Una vez terminado de preparar, se sentaron alrededor de la fogata, a comerlos juntos. Luna se acabó quitando las gafas porque estaban llenas del humo de la fogata, y mientras las limpiaba comenzó a hablar. Así evitaba el contacto visual; se sentía incapaz de mirar al desconocido a los ojos.

-Supongo que...entonces tu nombre no es Dinohumon. ¿Cómo te llamas? ¿Y cual es ése asunto en el que debemos ayudarte? ¿Vives aquí, o sólo estás de paso? Perdón por no saber agradecerte como debía... -al ver que, como siempre, era demasiado insistente con las preguntas, se cortó. ¡Sólo le había faltado pedirle el teléfono!- Pu...puedes preguntarme tanto tu también... quiero decir, sólo es curiosidad, así que no te sientas obligado a responderlo todo...

por **Scott Desaster** Miér Sep 11, 2013 6:49 pm

Luego de hacerle tantas preguntas al humano, la Salamon lo observo detenidamente, entonces se levanto del tronco y camino hasta su hoz, lo que te dio un gran escalofrió y miedo profundo, ya que creías que lo habías hecho enojar. Cuando el humano empuño la hoz, comenzó a hacer cortes en un árbol escribiendo letras, lo que en cierto modo te alivio ya que no estaba dispuesto a matarte, solo estaba… ¿escribiendo?
“F… R… E… D… E… R… I… C… K” fueron las letras escritas, después de eso, el humano agarro un pescado aun cocinándose y se lo comió medio crudo sin importarle nada, realmente parecía tener algún problema de concentración, o realmente tenía hambre y por la misma no podía esperar para comer algo. Luego de terminar su pescado, el humano se sentó tranquilamente en el tronco y se recostó para ver las estrellas del cielo de la playa.

Ese es mi nombre… aunque me gustaría otro… el mío es muy feo –se rio abiertamente y después clavo su hoz a unos centímetros del rostro de Salamon quien estaba por levantarse- no, no, no Salamon… hay que dejar espacio para el postre… je… además tenemos que guardar la cena como el almuerzo de mañana… después de todo… tenemos demasiado por hacer… y aunque seguramente estas damas no estén preparadas para el combate… -se rio de forma extraña, como si estuviera por enloquecer- ayudaran con su presencia… jeje… después de todo si yo aun pienso en la suerte que tengo por tener a dos damas aquí… je… seguramente todos los digimons de mañana se quedaran embobados como animales estúpidos que caminan hacia su muerte con esperanzas de obtener algo lindo que jamás tendrán por su inutilidad…
Haaa… señor… por favor… no las asuste… y menos a mi… -retrocedió lentamente para después ser cargada y abrazada con algo de violencia- ¡AH! ¡Basta señor! ¡Por favor! ¡Recuerde que a veces me duele! ¡Por favor!
Bah, tonterías, eres una muy bonita chica, deberías estar acostumbrada a los abrazos, mas a los rudos porque seguramente muchos se peleaban por ti cuando estabas en tu forma Ultimate –se rio y la dejo en el suelo- pero ahora… tengo otro objetivo para enfocar mi cariño… tú tienes mucho y seguramente nuestras bellas invitadas y nuevas amigas deben estar celosas asique –se levanto y cargo a floramon primero- tu primero flor del desierto en una tormenta de arena

Al decir eso viste un sonrojo en el rostro de floramon, seguramente era un trato algo rudo y repentino, a lo cual ella no estaba acostumbrada, menos cuando se trataba de un humano, y aun menos si ese humano tenía problemas… mentales. Luego de abrazar a floramon, la dejo en el tronco y el humano, de nombre “Frederick”, como decían todas las letras del árbol juntas, se acerco a ti, por un momento te sonrojaste aun mas ya que suficiente había sido con sus actos de caballerosidad de antes, ¿pero un abrazo repentino de alguien tan estable como un puente sin soporte?, sin duda era demasiado para ti.
Antes de que Frederick siquiera te tocara, un grupo de digimons se acercaron y observaron a Frederick, lo que hiso que se diera vuelta completamente, y al verlo dado vuelta, observaste al frente y que era una especie de anfibio gigante con un tanque de oxigeno en la espalda y también un arpón en la mano, junto con 3 digimons que parecían cangrejos. Cuando Frederick observo a los digimons, comenzó a reírse lentamente hasta llegar a una risa demencial, su “lado explosivo” estaba saliendo con solo ver a esos digimons.

Vaya, pero si es el bastardo sin cerebro que vimos meterse al agua y salir con un montón de pescados… ¡DE NUESTRA ZONA Y TERRITORIO! ¡BASTARDO! ¡NADIE SE LLEVA COSAS DE NUESTRO TERRITORIO SIN PAGARNOS! –grito el digimon anfibio mostrando sus colmillos- ¡TU Y TUS AMIGUITAS NO DURARAN MAS DE ESTA NOCHE!
Je… jeje… pfs… Jajaja… ¡JAJAJAJA! ¡CREES QUE UN RENACUAJO CON PATAS EXTRAS RESPIRADOR DE AIRE CON ARPON DE JUGUETE ME ASUSTA! ¡SOY UN BASTARDO MALNACIADO QUE! –Sujeto su hoz y la lanzo haciéndole perder el arpón a digimon- … hermosa dama de nombre tan bello como el cielo… Luna… voy a pedirte que me ayudes en mi casería… no espero que mates… pero más te vale darme una mano para noquear digimons inútiles como estos o te juro –se volvió y formo su sonrisa de asesino psicópata serial- que me enojare mucho… y eso nunca es bonito… -observo a Salamon- Salamon, ayuda a las damas contra los cangrejos debiluchos, yo me iré contra el sapo vomitado por la basura del excremento del ShogunGekomon mas feo
S… si señor… solo… -observo a los digimons- prometa no enojarse mucho… a menos que sea necesario… por favor…
Muy bien… como diga la linda cachorrita que me acompaña desde que mi memoria alcanza, cosa que no es mucho que digamos –se rio y saco el aparato mientras de su mano salía una especie de código- ¡SPIRIT EVOLUTION! –Escaneo el código con el aparato mientras comenzaba a cambiar de forma a la del hombre dragón- ¡DINOHUMON! –Su sonrisa se volvió aun mas demente- ¡LOS REBANARE HASTA HACERLOS PICADILLO! ¡JAJAJA!

Bueno, segunda pelea, y en esta tendrás que usar a Salamon para apoyarte contra los 3 Crabmons –por ahora no te daré oponentes tan rudos, y si lo hago, tendrás que controlar a Freddy- bueno, eso es todo.

por Luna Kobayashi Miér Sep 11, 2013 10:35 pm

Luna sintió que su corazón bailaba la macarena cuando se levantó. Grabó su nombre en la madera con la guadaña y Luna pensó "Ugh, corta de verdad". Frederick. A Luna no le pareció un mal nombre pero rió al oírle decir que no le gustaba... observó las estrellas. Luna también lo hizo, encarnando una ceja. Vio que Floramon también lo hacía aunque con aire melancólico.

-A mi me parece muy bonito. Aunque es cierto que la mayoría de personas, no suelen estar contentas con su propio nombre, entre las que me incluyo. Luna. Siento que no debería ser mío algo tan bonito-bromeó Luna.

Luna se sorprendió. Dudaba que pudiera hacer parar con sus presencia a los digimon. Lo máximo que había hecho para en su vida era a un niño para reírse en su cara cuando se chocó contra una farola. Floramon quizás. Después de pensar en belleza y no belleza se dio cuenta de que las iba a usar de cebo, o eso había entendido. Bueno, al menos también las veía como objetivos donde enfocar su cariño y eso a Luna no le importaba tanto, siempre era de las que decían que le guataría ir repartiendo abrazos por ahí... sonrió alegremente, aunque no pudo evitar sonrojarse cuando vio a Frederick venir a abrazarla. A Floramon le pilló muy de improvisto el abrazo, pero aún así, no se enfadó no mucho menos.

Algo aguó la fiesta y el humor de Frederick. Y Luna sabía lo peligroso que era eso.
Había tres digimon con apariencia de cangrejo y otro con pinta de submarinista muy enfadados porque Frederick había entrado en su "coto de caza". Consultó sus datos en el D-Arc.
Divermom:

Crabmon:
Luna trató de calmar la situación:

-Ehm, ¿en serio vamos a pelear por un par de pescados...?No teníamos más opción...-el digimon con aspecto de buzo obvió lo dicho por Luna, y ella se encogió de hombros. Quizás si no se hubiera puesto así, Frederick no se hubiera vuelto a enfadar. Bueno, lo cierto es que había empezado a reírse desde que los vio venir, pero ahora, cualquier posibilidad de que se calmase se había esfumado. La guadaña se encargó de quitarle el arpón al buzo, y les pidió que le ayudasen a noquear a los Crabmon junto a Salamon. Luego añadió algo interesante sobre su memoria y Luna se preguntó si al día o al rato siguiente se acordaría de ellas.

Los crabmon se pusieron en acción al ver que Frederick peleaba contra su líder. Un rayo triple rayo de burbujas alcanzó a Floramon que intentó protegerse con sus brazos. Un aullidito agudo de Salamon hizo que tuvieran que parar (Puppy Howling), e incluso hizo que Floramon se agachase para taparse los oídos y la pequeña perrita aprovechó para placar a uno de ellos. El resto comenzaron a rodearla.

-¡Partámosla en dos con nuestras tenazas!-gritaron lanzándose hacia ella-¡Sólo tenemos que acabarla!

-Obviar mi presencia en el combate es de mala educación-dijo Floramon, apuntando con las dos flores hacia los Crabmon, que se giraron. Se rieron en la cara de Floramon, al ver con qué cosas tan "peligrosas" les estaba apuntando. "Estoy segura de que nunca han visto a una Floramon. De ser así, no se reirían" pensó Luna. Salamon aprovechó el momento de risa de ambos para placar darle un cabezazo al que había placado antes, esta vez con más fuerza. Pero no funcionó.

-¡Sus... conchas!-el crabmon al que había golpeado aprovechó para atrapar una de las orejas de Salamon con su tenaza. Floramon lanzó un chorro de polen hacia los otros dos, que se retiraron hacia atrás y tosieron, por lo que Floramon ganó unos momentos para agarrar al que tenía atrapada a Salamon, y marearlo hasta que soltó a la perrita que cayó con un suave salto. Luego, Floramon lo dejó caer desde una altura de dos metros contra el suelo y Crabmon sintió como todo le temblaba.

-Podemos seguir golpeando hasta que te canses-advirtió Luna. El crabmon huyó corriendo. No quería más golpes.

-¡Idiota cobarde!-dijo uno, al que el polen no le había afectado demasiado. El otro estaba dando saltos y bailando, bastante atontado, retirándose al mar de nuevo. Sólo quedaba ése. Cuando Floramon iba a hacer que se rindiera con la mismo técnica, agarró uno de los estambres con las tenaazas y Floramon emitió un chillido de dolor.

-¡Ugh!¡Por favor, suéltame!-Floramon extendió su otro brazo hacia delante y le echó un chorro de polen en la cara, lo cual hizo que la tenaza le soltase el estambre. Aprovechó para lanzarlo lejos cuan disco. Luna se llevó la mano a los ojos, observando cómo caía al agua, a lo lejos. Se oyó un gritito que se iba alejando a medida que el Crabmon salía volando.

-¡Buen lanzamiento, Floramon!-felicitó Luna, aplaudiéndole. Floramon hizo una leve reverencia, y tanto Salamon como Floramon se sonrieron con complicidad. Ambas se acercaron a Luna-¡Ha sido genial!

por **Scott Desaster** Jue Sep 12, 2013 2:41 am

Luego de vencer a los cangrejos con algo de facilidad, dirigiste tu mirada hacia Frederick, que tenía una batalla a arma blanca con el digimon submarinista, que según tu D-arc, se llamaba “Divermon” aunque realmente no te importaba tanto su nombre, solo esperabas que Frederick estuviera bien ya que Divermon era un digimon nivel Ultimate, lo que sería difícil de vencer, ya que según los datos de Dinohumon, es nivel Champion, lo que dejaba en desventaja a Frederick por un nivel. Luego de un momento, Divermon golpeo a Frederick en el estomago después lo embistió contra un árbol, y antes de poder hacer nada, le quito las cuchillas a Frederick para tener mayor ventaja aun de la situación.

Jeje… que harás sin tus cuchillas dragón inútil… -sonrió confiadamente y preparo su arpón- ¡GOLPE DE ARPON! –Lanzo su arpón directo hacia el rostro de Frederick- ¡Jajaja! ¡Muere basura!
Hack… no soy una basura –detuvo el arpón como si nada y después se lo lanzo de vuelta clavándoselo en el pie- soy un demente de poca mente que se siente un vidente viendo tu futura muerte –sonrió maniáticamente y después le dio una poderosa patada en la cara a Divermon lanzándolo de nuevo al agua- jeje…
¡Bien hecho señor! ¡Ahora no regresara para molestarnos de nuevo! –la Salamon se veía muy feliz y sonriente, aunque esa felicidad se le fue cuando vio a Frederick tomar sus armas y caminar hacia el mar- señor… ¿Qué haces?... ¿señor?... –abrió los ojos impactada al ver un rostro dominico puro, igual que un asesino muerto sin emociones humanas- no… no señor… ¡No lo haga! ¡Es peligroso!
Querida y bella Salamon… la vida es un peligro mismo… el solo hecho de respirar es peligroso… asique no me digas estupideces tan grandes como la que acabas de decir –al decir esto, Salamon se quedo callada y quieta como una estatua, entonces viste a Frederick acercarse al agua- este renacuajo bastardo no nos dejara en paz aun si lo devuelvo al agua… es cuestión de tiempo para que regre… -viste que no terminar de hablar porque al hacer contacto con el agua, Divermon salió de esta y sujeto a Frederick sumergiéndolo-

Luego de ver como Frederick era sumergido por Divermon, corriste al agua junto con Floramon y Salamon, quienes se mantenían calladas, realmente no podías ver nada en lo absoluto, pero pronto comenzaste a ver muchas burbujas, después de unos segundos, las tres gritaron de impresión al ver a Divermon salir volando del agua hacia la playa sin su arpón y con el tanque de oxigeno abierto por lo que parecía… ¿las cuchillas de Frederick? ¡SI! ¡Eran sus cuchillas!
Después de esperar unos segundos, salió Frederick de un salto y aterrizo justo sobre Divermon para después dar otro salto hacia atrás, era algo realmente sorprendente, aunque cuando quisiste decírselo, el comenzó a temblar, lo que te preocupo.

Mmm… … -se sujeto el estomago y se arrodillo abriendo la boca dejando salir una gran cantidad de agua, incluso algas y uno que otro pez- ¡Hay dios santo! ¡Sabe horrible! ¡Cómo es que los peces pueden nadar en esa agua y comer esas plantas raras! ¡Sabe feo!
Si… el señor está bien… solo… hay que darle unos segundos –viste como Salamon sonría ligeramente mientras tenía los ojos cerrados como si estuviera avergonzada por la actitud de Frederick-
Hack… desgraciado… hack… te voy a matar –dijo el Divermon levantándose y tomando las cuchillas que tenia clavadas en su tanque de oxigeno- jeje… gracias por las armas… te matare con ellas… jeje… vas a morirte
¿Ah?... bah… ¿qué importa si no tengo mis espadas, cuchillas ni tengo acceso a mi hoz siendo un digimon…?... jeje… tengo algo mejor que unas simples cuchillas –saco el aparato de antes y este comenzó a brillar- ¡DINOHUMON CAMBIO DE SPIRIT A…! –Comenzó a cambiar de formar a la de una especie de comadreja de color rosado con una larga cola, una especie de cuchillo en la boca y en lugar de manos tenía guadañas- ¡KYUKIMON! –Extendió sus brazos guadaña y observo a Divermon- ¿ves?... tenía algo mejor que unas simples cuchillas que pueden perderse…
¡¿Pero qué demonios?! –Comenzó a temblar de pánico mientras retrocedía lentamente- ¡Aléjate! ¡Por favor ten piedad!
¿Piedad?... ¿Por qué tendría que tenerla con una basura incompetente como tú?... –se acerco lentamente y preparo sus brazos- quisiste matar a una hermosa dama… quisiste destruir la belleza de una flor del desierto… y también quisiste asesinar a mi compañera… dime… ¿Por qué tendría que tener piedad de ti?... –se paro frente a Divermon y le dio una patada dejándolo contra el suelo- vamos… dime…
Haaa… per… perdón –dijo temblando de pánico-
No es suficiente… -cruzo sus cuchillas en forma de X- ¡SANRENSEI! –Creo 3 ondas de energía que al hacer contacto contra Divermon, lo volvieron puros datos que se fueron al cielo- basura… -se dio vuelva y camino hasta ti para poner una de sus cuchillas en tu rostro- ¿te encuentras bien doncella protectora de la flor del desierto?... esos bastardos malnacidos de pacotilla no te hicieron nada malo… ¿verdad?

por Luna Kobayashi Sáb Sep 14, 2013 10:50 pm

Las cosas parecían ponerse serias. Aquel digimon era más poderoso que Frederick, al menos en esa forma, así que Luna pensó "Estoy segura que si Salamon, Floramon y yo nivelaríamos las cosas...". Al ver que iba a lanzar el arpón hacia la cara de Frederick Luna le gritó a Floramon que se preparase, pero Salamon la detuvo:

-¡Cálmense...! ¡Frederick aún no está acabado!

-¡Le va a clavar esa cosa en la cara!

-¡Créanme señoritas Luna y Floramon...Frederick puede hacerlo! -Luna se cruzó de brazos, con gesto preocupado. Las palabras de Salamon se cumplieron cuando Frederick clavó la lanza del submarinista en su pie.

-Buen juego de palabras, Frederick-pensó Luna. Floramon le tiró de la pierna con gesto de urgencia, y Luna volvió al mundo real exclamando, "¡Ah, si!". Y cuando volvió, Salamon estaba asustadísima y Frederick tenía esa expresión en la cara que presagiaba una carnicería. Luna iba a decirle algo, pero la manera en la que respondió a Salamon la hizo pensar que si quería conservar la lengua, mejor controlarla, o al menos, encontrar un momento más propicio... sin embargo, el Divermon, en lugar de irse, agarró a Frederick y lo intentó sumergir en el agua. Y lo consiguió.

-¡Suéltale!-gritó Luna-¡Frederick!¡Nghn, maldita sea, debo hacer algo!

Floramon y Salamon estaban paralizadas y calladas, sin saber que hacer. Luna no estaba callada, pero sí paralizada lo cual no la hacía demasiado útil. Pero al ver cómo Divermon salía repentinamente del agua, las tres gritaron... y salió bastante malparado. Frederick más que malparado salió incómodo; a Luna le preocupó un poco cuando se puso a temblar por el chapuzón repentino en la noche y además, a escupir una porción de mar que se había tragado, con peces y todo. Floramon le palmeó suvamente la espalda, para que no le quedase agua salada, ni algas ni nada dentro porque tenía que saber, como mínimo, bastante mal. Salamon se disculpó como avergonzada, pero Luna aunque lo hizo nerviosamente, sonrió.

-No pasa nada, el pobre ha tenido un chapuzón horrible-Luna se agachó un poco, porque él se había arrodillado para escupir todo aquello y trató de animarlo- Frederick, no te preocupes que eso no puede con alguien que es capaz de transformarse en un digimon.

Divermon volvió a la carga. "¿¡Qué"?¡Pensé que con el sabotaje de su equipo submarino había aprendido la lección"¡Pero ahora, hasta nos amenaza con las cuchillas de Frderick... esto no le va a gustar. Nada" De hecho le gustó tan poco que consiguió provocarlo para que se transformase en un digimon... que aunque era rosa, como Floramon cuando era Yokomon, no era ni mucho menos poco peligroso. Tenía cuchillas con manos. Y ésa no se las podría quitar. Luna pidió algo de información a su D-Arc... aunque por su aspecto, le parecía un digimon capaz de hacer frente a un maltrecho divermon.

Spoiler:

La clemencia no llegó para Divermon. Floramon se ocultó tras Luna. Tras acabar con las existencia de Divermon, Fredrick se acercó a Luna y le puso una cuchilla en la cara mientras le preguntaba si estaba bien... hubiera dicho que sí incluso si se estuviera desangrando evidentemente, no estaba segura de qué haría Frederick. Quizás un cataclismo.

-S...Sí...-dijo Luna, con una gota de sudor frío, a juego con un temblor esporádico en la pierna derecha. Luna iba a sugerirle que tuviera piedad, pero para Frederick aquel digimon no la merecía por haber intentado matarles... aunque él había sido más poético en el cómo decirlo. "Aunque no mata poéticamente, eso seguro" pensó-Gr...gracias...¿p...puedo preguntarte algo...?¿Qué hubiera sido suficiente para que ése digimon hubiera...ahem... vuelto a casa con únicamente una paliza?

Floramon se quedó sorprendida por la pregunta de Luna. Luna pensaba que, aunque tuviera miedo, tenía que intentar algo. "Sí, ¿crees que vas a poder convertir a un demente en un ángel?" se dijo una voz de sí misma, esa voz que parecía hablar sólo para hundirla cuando su cobarde ser se decidía a algo.

"Igual que Floramon, realmente quisiera pensar que es buena persona pero... este chico me confunde, de veras. No sé si decir que es un loco despiadado o es un loquillo amable" pensó, apartándole despreocupadamente una alga que se le había quedado en el pelo. Luna la miró y añadió bromeando:

-Hay quien se come el arroz con algas... ya sé qué no darte si alguna vez comemos juntos.

por **Scott Desaster** Dom Sep 15, 2013 12:18 am

Frederick te observo levemente, parecía confundido, aunque no era algo tan extraño, después de todo tenia… como había dicho Salamon, “problemas de… lógica”… o en español común, estaba loco y seguramente tenía más de una docena de tornillos flojos o directamente no los tenía fijados a la cabeza. En fin, después de unos minutos de silencio, Salamon te observo preocupada, seguramente temía por que Frederick se lo tomara de mala manera, aunque realmente, sentías que era así, mas por la forma en que la vida desapareció de sus ojos. Aunque sea cuando… entraba en su lado “inestable”, solo parecía tener muerte en los ojos, pero ahora no tenía ni siquiera una pisca de emoción humana, ni digimon, ni nada parecido.

¿Señor?... ¿se siente bien señor?... –pregunto Salamon moviéndole la pierna confundida y preocupada- señor… vamos señor… no me asuste así… por favor… ¿Qué le ocurre?... por favor respóndame… no me deje así…
… haaa… haaa… hack… -viste como sonreía forzadamente, realmente parecía costarle forzar esa sonrisa tan perturbadora, que después de unos segundos, pareció volverse todo lo contraria a una sonrisa, parecía mas una horrible, dolorosa y espantosa mueca de dolor que en un segundo lo hiso gritar a todo pulmón- ¡AAAAAAHHHHHH! ¡CALLENSE! ¡CALLENSE! ¡NO LA MATARE! ¡NO LA MUTILARE! ¡CALLENSE! ¡CIERREN SUS MALDITAS Y ESTUPIDAS BOCAS MONSTRUOS MALNACIADOS DEL ABISMO QUE SOLO PIENSAN EN SU SED DE SANGRE! ¡NO MATARE A MI AMIGA! ¡NO MATARE A SU COMPAÑERA NI A LA MIA! –Viste como comenzaba a llorar, aunque parecían más lágrimas de dolor que de tristeza- ¡NO ME OBLIGARAN A MATARLA! ¡CIERREN SUS ESTUPIDAS BOCAS DEMONIOS!

Al momento en que escuchaste esos gritos, Frederick se dio vuelta y comenzó a correr hacia un árbol, y en unos segundos, lo despedazo completamente, aunque no pareció suficiente ya que volvió a rebanar totalmente otro árbol y todo en unos segundos, realmente era un digimon que se movía a la velocidad del viento, incluso parecía moverse más rápido que eso.
Luego de desquitarse con los arboles, Frederick volvió a su forma humana, la cual no pudiste correr a ver que no tuviera ninguna herida, y solo lo viste respirando agitado, como si le faltara oxigeno, y aunque el miedo te invadía al ver como había reaccionado, intentaste llamar su atención, pero antes de siquiera sacudirlo un poco para llamar su atención, el se levanto y te observo, después sonrió leve y tranquilamente para darse la vuelta y caminar hacia la fogata con el pretexto “tengo hambre, terminemos de cenar”.
Finalmente al estar todos sentados en el tronco de antes, observaste como todos menos Frederick comían normalmente, entonces te volvió a la cabeza todas las palabras que había gritado a la nada, como si alguien le hubiera estado gritando o hablando para persuadirlo de algo malo, aunque no estabas segura, entonces para evitarte un problema le preguntaste delicadamente para intentar no hacerlo enojar.

Me hablaban mis Digispirits… mis espíritus digitales… -saco el aparato- esta cosa se llama “D-scanner”… y sirve para contener a los Digispirits… claro que esos espíritus… antes eran digimons vivos complejos… je… a mi me tocaron unos digimons que bueno… fueron malos… o mejor dicho… poco entendidos… al igual que yo –observo el aparato unos segundos- estos digimons fueron engañados… y cuando me preguntaste eso de antes… ellos me comenzaron a gritar… me decían cosas como “esta humana no te quiere, solo te teme”, “ella no quiere estar contigo pero se queda para evitar que la mates”, “mátala, solo busca cambiarte para evitar salir herida”… y muchas cosas más… -te observo levemente mientras sus ojos cambiaban lentamente a su lado “inestable”- tú no quieres eso… ¿verdad?... ¿no quieres que cambie?... ¿o sí?... respóndeme…

Off:

por Luna Kobayashi Dom Sep 15, 2013 2:43 am

Hubo un largo silencio por parte de él. Salamon se asustó y Luna supo que de una forma u otra, aunque se lo hubiera tomado mal no lo iba a pagar con ella. Si fuera así ya estarían muertas. Y de hecho, Frederick comenzó a sentirse muy mal. Esa mueca volvió, pero con matices de dolor. Luna abrió los ojos, asustada y alarmada por los gritos de Frederick: Luna lo agarró, temía que se cayese al suelo fulminado, pero él salió corriendo como el viento hacia los árboles. Y no era una expresión poética. La respiración agitada de Luna hizo que se formase una nube en su vision y en sus gafas.

Floramon se quedó completamente sorprendida y asustada al ver cómo habían quedado esos árboles. No quería ni pensar en qué hubiera ocurrido si hubieran sido personas. Volvió a su forma humana, y ésa forma de trance le recordó a Scott en la mesa. Pero de esto sacó una conclusió más importante que explicaba su ferocidad con el enemigo. Frederick parecía dirigir su violencia, era capaz de poner en una dirección toda la violencia y el daño que le ocasionaba tener una mente enferma. Si no la enfocaba al enemigo, simplemente se dispersaría hacia todo lo que le rodease, incluso hacia sí mismo.
O al menos, eso creía Floramon. Ella siempre intentaba otorgar a las personas el beneficio de la duda, quería que el resto del mundo fuera bienintencionado. Pero realmente lo creía así, sobre todo porque había dirigido toda su fustración, fustración que debía haber caído sobre ellas hacia los árboles.

-¡Frederick! ¡FREDERICK!-Luna lo zarandeó, pero no reaccionaba. Luego, pareció tranquilizarse, volvió a ser la persona calma que aparentaba y les dijo que quería terminarse la cena interrumpida. Luna se limitó a asentir y se sentó junto a Floramon al otro lado de la fogata. Ambas se miraron preocupadas.

Una vez sentados frente al fuego, Luna miró hacia abajo, y le preguntó con tacto:

-¿Qué... te ha pasado antes?

Él les explicó todo. Cada uno de esos digi-spirit eran digimon que habían vivido en un pasado y por tanto, cada uno tenía su personalidad y vivencias. Todo eso se concentraba en la ya de por sí inestable mente de Frederick y la presionaba... incluso alguien con los tornillos bien puestos habría lelgado a sentirse colapsado. Quizás la locura, era la única manera de evitar el dolor se sentirse colapsado para luego tener que recomponerse. Luna lo entendía perfectamente. "Colapso" cerró los ojos. A su mente vino aquellas horas gastadas en llorar de cansancio por el peso de la responsabilidad.

No tuvo tiempo para pensarlo, porque Frederick había perdido de nuevo los nervios. Miedo e inseguridad. Tenía miedo de que su compañía, que su amistad fuera falsa. O que lo juzgase... las acertadas preguntas de Frederick le hicieron saber que él, en algún momento, había estado cuerdo.

-Frederick, en ciertas ocasiones hay muchas cosas que nos tapa la voz de lo que realmente queremos. Voces nuestras, ajenas o voces de algún sentimiento venenoso. Es por eso que mucha gente no dice lo que piensa tampoco piensa lo que dice y lo que siente, queda desdibujado-Floramon dijo esto con la voz calmada y serena, pero firme porque quería transmitirle seguridad a Frederick-Esas voces que residen en tu cabeza. Pueden gritar. Pueden patalear. Pero tú te perteneces a ti mismo y nada ni nadie puede quitártelo.

Luna ladeó la cabeza. Se quedó impresionada por las palabras de Floramon... ella jamás las habría encontrado. Le costaba más dar consejos, ella se limitaba a estar ahí en las malas, simplemente.

-Anda... ven-ella estaba sentada justo frente a Frederick junto a Floramon. Sin embargo, ladeó de nuevo la cabeza y se levantó.

Luna se acercó a Frederick y le dió un abrazo. Se preguntaba cómo había acabado así. Las personas solían nacer con los tornillos puestos y algo se lo afolajaba, o bien, si nacían más débiles de lo normal la familia se encargaba de hacerlo.
Eso era en el mundo de la teoría claro; Luna sabía que no se cumplía. Scott había sido recluido en una habitación por su propia familia. Su caso era menos extremo, pero su padre no le hizo ningún caso, ni siquiera cuando estuvo en el hospital después de haberse atiborrado de pastillas antidepresivas. Y aunque no hablara de ello, lo pensase y guardase recuerdos muy difusos, eso había pasado le gustara o no.

-Sólo quiero que estés bien. Incluso si alguna vez te parece que no, es lo que quiero. Supongo que el resto, no importa...-fue lo que dijo Luna. No dijo más porque realmente, no entendía más cosas y no quería mentir. Era igual que cualquiera otro de sus amigos, como Gaomon, Scott o Labramon. Sólo quería que estuvieran bien; si su corazón los había escogido para ser sus amigos, era por algo y era algo inquebrantable. Era el deber más prioritario que no podía fallar. Luna se apartó y le revolvió el pelo-Aunque es verdad que soy una cobardica y muchas cosas me dan miedo. Nosotras no estamos acostumbradas a nada de esto...ni de luchar, ni de ver muertes. En verdad no nos gusta que la gente muera, incluso si lo merece -luego, intentó sonar despreocupada-¿Mejor?¡No te preocupes tanto!¡Te saldrán canas y aún eres un joven caballerete como para tener que teñirte el pelo! Ahora dime, ¿qué clase de diversión era esa de que hablabas?

Floramon sonrió. Hacía mucho que no veía a Luna tan predispuesta a bromear. Probablemente, Frederick le daba empatía. Y Floramon sentía que Luna era ella. Esa chica que le gustaba sonreír... pero que de una manera u otra, se encargaron de esconderla bajo piedras. Cuando salió, jamás quiso volver a caer, así que dejó a aquella Luna atrás por miedo a que la juzgasen y la condenasen de nuevo.

"Pero ella piensa que Frederick no la va a juzgar. Por eso se permite comportarse así" pensó Floramon, muy contenta por ella.

por **Scott Desaster** Dom Sep 15, 2013 8:15 am

Mientras abrazabas a Frederick, sentiste algo raro en el, parecía que estaba respirando tranquilo, y cuando lo viste, viste que sus ojos no tenían vida de nuevo, lo que te preocupo mucho, parecía que estaba en “discusión” con sus “Digispirits” de nuevo… lo que podía ser realmente peligroso… antes había despedazado a unos árboles mientras gritaba tratando de desquitarse, pero ahora que tenía su hoz a mano y estabas aun más cerca, te sentías más nerviosa, pero confiabas en que Frederick tomaría el control y los callaría.
Luego de unos segundos, Frederick pareció volver a la normalidad, aunque había algo raro… y cuando quisiste tocarlo para saber que era, este cayó al suelo desganado, era como si esa discusión le hubiera quitado totalmente los ánimos, aunque realmente no querías verlo así, ya te habías acostumbrado un poco a su… peculiar forma de ser.

Señor… ¿se encuentra bien?... ¿otra vez discutió con su digispirit bestia?... –pregunto Salamon algo confundida pero desanimada- ¿los hiso enojar de nuevo?...
Si… pero bueno… -se rio tranquilamente y se levanto- ¡Ellos se pierden de un gran humano! ¡Se pierden de un gran cuerpo y se pierden de una noche llena de casería y diversión! ¡JAJAJA! ¡JAJAJA! ¡ELLOS SE LAMENTARAN! ¡HARE QUE SE LAMENTEN POR ENOJARSE CONMIGO! ¡ESOS BASTARDOS SUPLICARAN QUE LES TENGA PIEDAD! ¡JAJAJA!
Señor… comienza a asustarme… y sabe que es difícil… -viste como Salamon temblaba levemente mientras observaba fijamente a Frederick reírse- esto… ¿podría bajar un poco sus niveles de emoción?... recuerde que la señorita Luna no es tan activa como usted… y yo mucho menos en esta forma…
¡¿Ah?!... oh claro, no hay por qué pedirlo tan… tan así –se rio tranquilamente y te abrazo con mucha fuerza- no eres cobardica bella dama… eres la persona más valiente del mundo… todo el que este conmigo es la persona más valiente que existe… ¿sabes?... estoy consciente de todo… -al escuchar eso te confundiste, pero esa confusión se fue cuando Frederick te beso en la mejilla y después continuo el abrazo- sé que tengo problemas mentales… sé que estoy loco… chiflado… que mis tornillos están realmente flojos… y no te preocupes… crecí en una correccional psiquiátrica… -te susurro al oído- ¿Cómo crees que eh controlado mis impulsos violentos?...

Al escuchar eso te sorprendiste, ¿realmente un humano normal podía crecer en una correccional psiquiátrica?, ¿en serio tuvo que aguantar miles de pruebas, exámenes y posiblemente tratamientos dolorosos para quitarle “sanar su mente”?, eso te daba pena en muchos sentidos, además por lo que habías escuchado de esos lugares, usaban muchos tipos diferentes de medicamentos para aliviar a todo el que estuviera dentro de sus impulsos, y evidentemente, por el comportamiento inestable y violento de Frederick, seguramente habían usado dosis extras en él para “curarlo”, aunque en verdad, parecía que habían hecho lo contrario y lo habían empeorado completamente.
Después de imaginarte los miles de tratamientos que debieron aplicar en Frederick, comenzaste a pensar en cómo podrías ayudarlo a sentirse bien, seguramente tantos tratamientos, medicinas y demás le habían hecho mucho daño, daño que aumento con los años, haciendo que todos se alejaran de él dañándolo mas y mas en el interior, causándole seguramente todos esos impulsos violentos que tenia y que milagrosamente podía controlar y re direccionar para evitar lastimar a cualquiera que llegara a importarle. Finalmente llego la solución, y ya la estabas cumpliendo, ser su amiga, mostrarle que alguien podía estar con él sin tenerle miedo alguno, aunque algo de miedo si te daba cuando él se enojaba.

Bueno… ¡ES HORA DE JUGAR Y DIVERTIRNOS! –se rio con un toque de su locura, aunque no parecía entrar en su lado inestable- ¡PRIMERO DIVIRTAMONOS CON ALGO CLASICO! ¿Qué les parecería algo como "el busca objetos"? –dijo tranquilamente mientras subía a la rama de un árbol y sentaba en una rama- el juego consiste en encontrar los objetos que queden marcados en el árbol, y la primera que encuentre lo que busca y lo traiga aquí, gana
Es un juego clásico del mundo humano por lo que me ah contado el señor… y el señor es muy bueno, aunque si estuviera en mi etapa Ultimate ganaría –se rio tranquilamente mientras observaba a Frederick- ¿Qué nos tocara buscar hoy señor?, estoy emocionada por encontrar las cosas que me indiques –te observo a ti y a Floramon- el señor me dirá que buscar, yo le diré al señor que buscar y ustedes harán lo mismo entre ustedes
¡Sí! ¡Y yo digo que Salamon busque un coco! ¡Escuche que el agua de coco es deliciosa! –se rio tranquilamente mientras observaba a Salamon- ¡Dime que buscar! –Escuchaste como Salamon decía “perla” y después viste a Frederick irse saltando de árbol en árbol- ¡LAS VERE CUANDO ENCUENTRE UNA PERLA! ¡JAJAJA!

Off:

por Luna Kobayashi Dom Sep 15, 2013 6:53 pm

Luna se sonrojó un poco cuando Frederick le dio un beso en la mejilla.Se alegró mucho que volviera a ser la persona enérgica de siempre; le dolía verlo así, desanimado.Aunque se enorgulleció bastante de que él pudiera controlarlos, y que realmente Frederick fuera Frederick y no una simple mezcla de digimon que pugnaban por un nuevo cuerpo. Él además estaba conciente del todo así que Luna se convenció de que no estaba del todo perdido...aún había esperanza. Luna miró a Floramon, ella siempre decía que la había. Luna era más propensa a pensar que no pero esta vez veía que había poca, pero la había. Y sentía que, aunque como siempre por su pesimismo no esperaba nada propicio de la situación, tenía que dar lo mejor de sí. Por la fuerza en la que la abrazaba estaba segura de que no era demasiado habitual que alguien se atreviese a abrazarlo.
Luna no pudo decir siquiera "Lo siento" cuando le dijo que había estado en un centro pisquiátrico. Siempre le tenía miedo a esos lugares más que por los internos en sí sino por los abusos que podían cometerse bajo la etiqueta de "terapia".

Sin embargo Frederick era muy maduro, se recompuso enseguida y Luna sonrió con ternura al ver la predisposición de él de querer ser feliz con un juego simple con sus amigos.Frederick salió corriendo como una exhalación, en busca de una perla. Vaya, eso sería difícil de encontrar.

-Salamon, ¿no es algo difícil de encontrar una perla?

-¡Tranquila, señorita Luna!¡Frederik tiene muchos recursos!¡Estaré ansiosa de ver los objetos que han traído!-la pequeña perrita se preparó para salir a la carrera-¡Yo debo buscar un coco!

-Creo que crecen en primera línea de playa, o bien sobre acantilados. Siempre orientados al mar, ¿sabían que esto es para que sus frutos caigan y sean llevados por las corrientes marinas?-dijo Floramon.

-¿Cómo sabes tanto de cocoteros?

-Luna, la jardinería es uno de mis más agradables pasatiempos. He leído mucho sobre distintos tipos de plantas para cultivarlas y cuidarlas como merecen.

-Realmente es un hobbie que concuerda con la señorita Floramon...

-Lo sé-Luna era quien solía darle los libros. A Floramon le encantaban, los de cocina y los de jardinería. Y tenía buena mano con las plantas, lo cual no era una sorpresa. De hecho la había enseñado a leer expresamente para ello, puesto que Floramon se lo pidió al ser incapaz de guiarse por las recetas si no lo hacía-¡Espera!¿¡Es que piensas plantar un cocotero en la terraza!?

Floramon se sonrojó y se llevó las manos a las mejillas. Luna se quedó sorprendida; lo había pensado en serio. Una cosa eran macetas con flores y otra distinta era una selva tropical en su terraza...aunque le atraía la idea de tomar el jugo de coco para desayunar.

-Es una lástima pero los cocoteros necesitan unas temperaturas de quince grados, o mejor dicho, un clima tropical con el que nuestra terraza no cuenta...

-Por no hablar de que es pequeña y de que los vecinos me matarían si un coco maduro les cae sobre las cabezas...-completó Luna, como siempre, poniéndose en lo peor. Aunque con la suerte que tenía el coco caería sobre su cabeza un día al volver de la universidad o algo así.

-¡Seguiré su consejo, señorita Floramon!¡Ahora, iré a buscarlo!

Salamon salió corriendo también, tras desearles suerte a ambas. Se notaba que se divertía mucho jugando con Frederick. Luna se preguntó cuál sería la forma evolucionada de aquella cachorrita tan simpática. Se imaginó a Salamon tamaño gigante, y no pudo evitar reír un poco. La de Floramon había resultado ser bonita también aunque algo pintoresca. Un girasol perpetuamente sonriente.

-Debo pensar una petición, según dijo Salamon que estipulaban las reglas del juego...

-Apuesto a que lo que realmente quieres que busque, es cierto lobo azulado-dijo Luna, canturreando y sonriendo. Había notado a Floramon un poco distante de vez en cuando.

-Me gustaría tenerlo aquí con nosotras. Que se divirtiera jugando a un simple, pero a la vez hermoso juego-Floramon tenía la sensación de que era algo que jamás se había permitido.

-Ja,ja,ja, apuesto a que él diría de esto-Luna imitó la voz seria de Gaomon y se cruzó de brazos, entrecerrando los ojos como cierto vaquero de las películas. Lo cierto es que se acercaba mucho a la expresión de Gaomon-"No podemos permitirnos perder el tiempo jugando, así que procuren buscar cosas útiles por si tenemos que pasar una temporada aquí"

Floramon rió con Luna.

-Y yo apuesto a que si supiera que le imitas él se enojaría..pero realmente tu imitación guarda un gran parecido con su comportamiento usual-Floramon miró hacia el horizonte, insegura-¿Estará bien, Luna? Me siento intranquila... de no saber nada de nuestros amigos. Gaomon, Scott, Labramon... no estamos seguras de dónde puedan estar ni de cómo.

-Están bien, segurísimo. Mira, mira..."¿Cómo voy a morir ahora, teniendo aún tanto que leer? Ah, a ustedes sí que les gusta decir tonterías, niñas"-Floramon volvió a reír...Luna no había estado delante, pero Gaomon había usado unas palabras tremendamente parecidas- Bien, dejémonos de imitaciones. ¡Dime qué buscar!¡Venga, dime, qué te hace ilusión!-se puso de rodillas e imitó la voz de un chico-¡Te bajaría las estrellas, si me pides!

-Esto...es una tontería pero siempre quise saber si es verdad-dijo, con gesto tímido-Dicen que en las caracolas se puede oír cómo habla el mar. Quisiera que me consiguieras una, por favor...¿o acaso es muy...?

-¡Claro que no, Floramon!-Luna rió-Je, sí que tienes deseos de dama cándida...-Floramon ladeó la cabeza-Yo sólo quiero que me hagas un collar hawaiano. Ya sabes, una guirnalda de flores tropicales con lo que poder bailar hula...

Luna imitó el baile hawaiano mientras tarareaba y luego rió nerviosamente, por hacer el ridículo, aunque Floramon sólo la miraba, sin juzgarla y sonriendo. Aunque Luna pudo ver una sombra de preocupación. Floramon asintió.

-Me temo que tendremos que ir por senderos distintos. En la playa no crecen flores, y en el bosque no se pueden encontrar caracolas.

-Vale, sólo ten cuidado-pidió Luna. Ambas se separaron, una hacia la parte más interior de la isla y la otra hacia la playa. Luna pensó que si eso fuera una película de terror, acababan de comerter el error más común y peligroso.

***

-Veamos... -Luna se había recorrido ya media playa. Había encontrado caracolas, sin embargo ella estaba buscando uno de un color especial. Azulada. Seguro que Floramon se pondría muy contenta, después de que la rosa que le había regalado Gaomon hubiera sido destruida en el parque de atracciones. Luna no sabía cómo ayudarla con palabras, no sabía aconsejar a las personas... sólo se le ocurría aquello. Esperaba que sirviera, aunque fuera un poco.

Levantó la cabeza al oír una gaviota pasándole por encima. Siguió caminando, escrutando cada centímetro de arena. Caminando por la línea de playa, acabó encontrando una cueva bajo un acantilado.

-¡Seguro que en este lugar hay conchas realmente hermosas!-pensó, entrando en el agua y subiendo a las resbaladizas rocas, llenas de algas.

-¡Señorita Luna!-Luna dio un bote, y cuando se giró, vio a Salamon con un coco en la cabeza-¿Por qué ha venido a un lugar tan recóndito? ¿Necesita ayuda con su búsqueda?

-En realidad podría haber vuelto antes, no es difícil encontrar mi objeto. Floramon me pidió una caracola, pero quería encontrarla de un tono azulado...¿y qué haces por aquí? Veo que ya tienes tu objeto...

-Oh, la vi buscando algo en la orilla mientras hacía caer el coco...-explicó-En cuanto al color de la caracola...¿se lo especificó ella?¿Acaso es su color favorito?

-No me lo pidió concretamente, pero está pasando por un mal momento porque ha perdido al mejor amigo digimon que ha tenido recientemente. No sólo a él, sino a un recuerdo preciado que le dejó-le explicó Luna, luego hizo un gesto de silencio-Pero guárdame el secreto. Floramon no me lo quiere decir para no preocuparme, y aunque yo no soy tan intuitiva como ella, soy una chica.

-Oh... claro, le guardaré el secreto, y le ayudaré con su búsqueda si ése pequeño detalle hace que la señorita Floramon se sienta mejor.

Luna se adentró dentro de la cueva. No podía evitar mirar nerviosamente hacia atrás y sentía algo de miedo al ver cómo las olas que rompían en las rocas eran tan altas como ella.

-Hay que vigilar la marea...-dijo, apresurándose. Comenzaba a arrepentirse y quiso dar la vuelta, pero pensó en Floramon y en que, definitivamente, quería recuperar su rostro sonriente y calmado, por lo que trató de echar al miedo atrás. Caminaron unos minutos, y Salamon señaló.

-¡Mire Luna!¡He encontrado algo!

***

Floramon suspiró, una vez terminado la tercera diadema de flores, puesto que decidió que no quería dejar a Frederick y a Salamon sin una. Había encontrado muchas entre la espesura y había seleccionado las más bonitas. Después de eso, arrancó varias lianas para engarzarlas allí. Decidió retirarse a un rincón aparentemente tranquilo para el proceso.

Seguía preocupada. Y triste. El único recuerdo de Gaomon al que sentía que no iba a ver más, había sido destruido. Era cierto que eso la impulsó a digievolucionar, pero aún así, se sentía algo triste y desalenteda por ello. Era de los pocos digimon con los que había trabado una amistad más cercana, así que sabía que sería algo difícil de superar... sobre todo sabiendo que Gaomon no estaba tranquilo espiritualmente.

Lo cierto es que había pedido la caracola con la esperanza de que, si era capaz de guardar el sonido del mar dentro, incluso si no estaban cerca, era para intentar que si cualquiera de sus amigos pasase por cerca del mar, pudieran al menos oírles.

Era un pensamiento ingenuo, a pesar de que Floramon estaba convencida de ello.

Tras unos segundos, se levantó para dirigirse al punto de reunión, con las tres guirnaldas en las manos.

por **Scott Desaster** Dom Sep 15, 2013 8:44 pm

Del lado de Luna

Mientras observabas el lugar donde Salamon te había señalado, no pudiste evitar preguntarle algo que te daba curiosidad con anterioridad, y eso era su “nivel Ultimate”, el nivel que tanto mencionaba la pequeña cachorrita al igual que Frederick en varias ocasiones, y ahora que tenias a Salamon “para ti sola”, quisiste aprovechar para preguntarle, aunque fuiste algo delicada porque se notaba que algo había pasado que no podía regresar a esa etapa que tanto parecía serle cómoda o al menos, más útil para estar con Frederick y tal. Luego de un momento, se lo preguntaste mientras excavaba para encontrar el objeto que había encontrado.

¿Ah?... ¿Mi etapa Ultimate?... mmmh… nunca me puse a pensar en que me lo preguntarían… realmente pensé que ignoraban esos comentarios de mi parte señorita Luna –eso te dio algo de gracia, siempre con “señorita”, se notaba que Salamon era muy educada- igualmente mi etapa Ultimate es una “gata” que sabe bailar –se rio tranquilamente y desenterró una concha de color azulado brillante- Aaaahhhh, que bonita, seguramente a la señorita Floramon le encantara, eh escuchado pocos encuentran conchas azuladas de esta tonalidad… recuerdo que el señor una vez se paso semanas buscándome una… je… el señor es muy cariñoso… pero… no me gusta temerle… sentir que me mataría si hago algo mal… pero aun así lo quiero… después de todo… soy la única familia que tiene y que le habla… -dio un suspiro y te dio la concha mientras cargaba el coco- vamos, seguramente el señor y la señorita Floramon están esperando a que regresemos, o no, quiero ganarle al señor –se rio y sonrió alegremente-

Luego ver el entusiasmo de Salamon, la seguiste aunque al llegar a la salida de la cueva, viste que la marea era mucho más alta y por lo tanto dificultaba la salida de la cueva, aunque aun había muchas rocas para salir, y quedarse no era una opción, por que de ser así, la marea te sumergiría junto con Salamon y era más que seguro que de ser así las dos morirían ahogadas, asique era mejor caminar y sujetarse a las rocas para salir y evitar los problemas de ser sumergidas vivas.

Del lado de Floramon

Mientras caminabas hacia el punto de reunión, sentiste muchos gritos y comenzaste a correr hacia el lugar para averiguar que ocurría, y al llegar, viste a Frederick con su hoz en mano frente a varios Syakomon, los cuales temblaban de pánico mientras retrocedían en todo momento, después observaste hacia todos lados y viste a 3 Octomons noqueados completamente, por lo que temiste lo peor para los Syakomons que estaban retrocediendo, aunque esa preocupación se te fue cuando un Shellmon salió del agua, y lo reconociste, era uno de los Shellmon de esta misma tarde, uno de los que perseguían a Salamon y el único que sobrevivió a la brutalidad de Frederick, aunque Frederick pareció reconocerlo cuando viste como sonreía como psicópata demente, aunque ya esperabas algo así de Frederick, aunque te parecía sorprendente igualmente… después de todo… poca gente con problemas mentales es capaz de controlar sus impulsos violentos e inestables, y Frederick siendo una persona inestable con espíritus de digimons inestables en su cabeza, era el ejemplo a seguir para cualquier demente, era la prueba viviente de que es posible controlar los impulsos de violencia hacia otros seres u objetos, aunque Frederick no los re direccionaba de la mejor forma posible.

Jeje… te recuerdo… tu eres uno de esos animales que buscaba lastimar a mi querida Salamon… dime… ¿tengo que tenerte piedad por tratar de matarla?... –viste como de su cuerpo salía una especie de aura marrón oxido- vamos… dime… ¡¿TENGO QUE TENERTE PIEDAD POR LO QUE TRATASTE DE HACERLE A LA UNICA PERSONA QUE ME CONSIDERA COMO UNA FAMILIA A PESAR DE TODAS LAS MUERTES QUE EH CAUSADO!? –Saco su D-scanner- ¡KYUKI ESTARA ENOJADO PERO DINO SIGUE LISTO PARA MATAR! ¡SPIRIT EVOLUTION!
¡AQUA BLASTER! –viste como Shellmon disparaba una gran cantidad de agua desde su cabeza hacia Frederick que estaba en medio de su transformación- ¡GOLPE MARINO! –Intento golpearlo con sus puños pero lo detuvo sin problemas- ¡¿AH?!
¡JAJAJA! ¡DEBISTE SER MAS RAPIDO CARACOL ESTUPIDO! ¡AHORA SI VERAS LA FUERZA QUE SOY CAPAZ DE USAR! ¡POR ALGO TENGO ESTOS MUSCULOS! –viste como Frederick sujetaba a Shellmon del puño y comenzaba a girar sobre sí mismo para después lanzarlo contra una gran roca- jeje… ¡NADA ME IMPEDIRA CONSEGUIR LO QUE QUIERO! ¡JAJAJAJA! –se dio vuelta y te observo- jeje… parece que ganaras el juego… apresúrate antes de que… no se… -sonrió macabramente- me den más ganas de matar y matar… y eso no puedo re direccionarlo… jeje… corre pequeña flor de desierto…

por Luna Kobayashi Dom Sep 15, 2013 11:59 pm

Floramon no supo qué hacer. No podía correr sin más como le había dicho Frederick en un último aferro a la cordura, no si había unos digimon indefensos de por medio. Pero no sabía cómo solucionar aquello...atrapar a Frederick con sus lianas sería inútil y su polen también... tenía que pararlo para que no matase a nadie. Los pequeños estaban muy asustados, y Floramon quería salvarles a toda costa.

-Debemos huir... pero Frederick nos alcanzará...-pensó. Tenía que reunirse con Luna y Salamon para intentar luchar contra Frederick y contenerlo hasta que se calmase... Luna debía estar por la playa, así que llevaría a los Syakomon con ella... pero el único y gran problema era que le perseguiría a menos que se entretuviese con algo. Y por desgracia sólo se le ocurría que se entretuviese con el Shellmon. No encontraba la manera de salvarlos a todos-Pero...yo...¡no quiero que se pierda ninguna vida!Quiero salvarlos a todos... ¡las vidas no son algo que se deba sacrificar, no si hay opciones...!¡Yo...!¿Qué debo hacer en esta situación...?¿¡Qué debo hacer...!?

Pero algo le decía que si no se decidía en ese instante, no salvaría ninguna.

Eso hubiera dicho Gaomon en aquel momento. Pero era difícil para ella marcharse sin más. Otro vistazo hacia los Syakomon la hizo entrar en razón. Corrió hacia ellos, y sin esperar a que ellos dijeran nada, se montó a uno de ellos en la espalda, y llevó a los otros dos en brazos. Aunque pesaban Floramon se dijo que no importaba, sólo tenían que llegar a la playa, y ahora, ellos eran su responsabilidad.

-Tranquilos, os sacaré de este lugar-les dijo, haciendo acopio de sus fuerzas y saliendo corriendo. Luego murmuró -Lo siento, lo siento tanto...

***
-Así que una gata que sabe bailar...¡me encantaría verlo!¡Y que me enseñases a bailar, soy un desas...!- las palabras quedaron interrumpidas. Luna se resbaló y cayó por tercera vez al agua. Tenía la caracola bien guardada, pero se estaba poniendo perdida de agua que le llegaba a la cintura...

-¡Señorita Luna!-se subió como pudo de nuevo a la roca, pero decidió cruzar a gatas... no se quería ni imaginar que se doblase el tobillo o algo así ahí dentro.

-Ugh, quizás fui idiota al venir hasta aquí-dijo en alto, mientras cruzaba a gatas. Las rocas eran resbaladizas y estaban afiladas, por lo que ya se había hecho rozaduras en las rodillas y no quería hacerse ningún corte profundo. Sus medias eran apenas harapos negros y sus piernas estaban al descubierto, recibiendo rozaduras.

-Sólo la quiere mucho.

-Es normal, es mi más antigua y casi única amiga...no he tenido fortuna haciendo amigos. Aunque eso cambió cuando llegué al mundo digital, me he cruzado con tamers amables e incluso me hice amiga de algunos...-dijo, suspirando y entornando los ojos hacia arriba-Ella siempre me ha cuidado, y además, me ayudó a salir de una época... difícil. Siempre se preocupa por mi bienestar; ella no me hubiera dejado correr éste peligro, por mucho que le animase la caracola... es muy buena. Cierto digimon me dijo que demasiado para su bien, y eso me preocupa...

-Oh, ¿se refiere a ése que hecha de menos...?

-Era gruñón, y le dijo un par de cosas fuertes a Floramon, pero se que sólo se preocupaba mucho por su bienestar...je, incluso alguien super serio lo consideró fuerte y le dio un puñetazo. Pero a la hora de la verdad, cuando Floramon estuvo en peligro, él se abalanzó el primero a salvarla sin importarle nada más-rió al recordarlo un poco. Ya iban quedando menos y veían la salida. Aunque el agua había vuelto a subir de nivel...Luna procuró no tropezar, perdían mucho tiempo teniendo que aferrarse de nuevo a las rocas.

-Frederick también se preocupa mucho por mi bien, y el de sus amigos también... solo que se preocupa a su manera. Ya le dije que es muy cariñoso...-Salamon mordió la manga de Luna para ayudarla a seguir.

-No lo pongo en duda...

-¡Señorita Luna, rápido!¡La salida ya está cerca...!-Salamon miró cómo el mar estaba ondulado por las olas, que chocaban y las salpicaban.Luna empezó a temblar-¡Señorita Luna, concéntrese... aunque estamos cerca, esas olas son grandes y si cae...!

-Estoy... mareada-dijo, sujetándose con una mano las gafas y con la otra ayudándose por las rocas. Tenía las manos llenas de arañazos, pero lo prefería antes que morir ahogada.

-Ya casi estamos. No se preocupe, beberemos algo y se pondrá mejor.

***
Floramon corría todo lo que podía a través del bosque, con los pequeños en brazos, y jadeando. Llevaba con dificultad a los pequeños digimon concha como podía, tratando de ignorar el dolor de su cuerpo, concentrándose sólo en llegar junto a Luna y Salamon.

Pero llevando tal peso su carrera dio a su fin pronto; a los pocos minutos de correr, Floramon se tropezó, y cayó de bruces hacia delante. Los Syakomon cayeron con ella. Floramon miró hacia atrás, escrutando la espesura del bosque, buscando alguna señal de Frederick. No sabía si desear que estuviera allí; si se demoraba, significaría que se estaba divirtiendo con el Shellmon y los Octomon, pero si no y esos digimon habían escapado, no estaba segura de cómo proteger a los pequeños Syakomon. Se sentía incapaz de evolucionar sin Luna, y en esa forma no podría resistir lo suficiente como para que los pequeños Syakomon pudieran huir.

-Siento... haber dejado a los otros atrás... pero... pero...-Floramon sollozó, sin embargo, se levantó del suelo y volvió a cargar con ellos, preparada para seguir la carrera hacia la playa-No se preocupen... les protegeré lo mejor que pueda... sólo huyan si ven que el problema toma un cariz que yo no pueda controlar.

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¡Entre la demencia y la muerte! !Cazeria demente! [Misión: YatterwaAgain]

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