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El descubrimiento de las ruinas del Monasterio Draco, tallado en lo alto de una desolada montaña en el valle de los dragones, ha despertado un gran interés por todo el Digimundo. Principalmente porque según los tallados de la pared exterior dentro de las ruinas se encuentra un obre mágico que contiene en su interior la data y poder del treceavo Royal Kinght, la cual sera dada a quien reclame dicho objeto. Según la historia grabada en los murales, el obre fue dejado allí por el mismo Royal Kinght en caso de que su poder sea necesario para derrotar al mal que se alce en el futuro...por desgracia semejante premio también a llamado la atención de quienes usarían el poder para sus propias metas egoístas. Por lo que esta aventura ahora se a vuelto una carrera por ver quien consigue el gran premio.
6 meses despues de la ultima carrera, un BanchoLeomon reune al viejo equipo de organizacion para dar un nuevo espectaculo, pero en esta carrera, el misterioso patrocinador ha enviado a un "Aspirante a Campeon" con un extraño y unico Digivice. ¿Que es lo que sucedera a lo largo del evento y como funciona este nuevo digivice?.
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-Skin hecho por Hardrock de The Captain Knows Best.
-Imagenes realizadas por Runari Wildy
y Sigrun Vinter
-Imagenes realizadas por Runari Wildy
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Secretos revelados, descubriendo verdades [Priv. YatteAgain; Sig]
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Re: Secretos revelados, descubriendo verdades [Priv. YatteAgain; Sig]
Mientras oía cómo Hawkmon les contaba las cosas horribles que ocurrían allí, Luna se preguntó hasta qué punto estaban inmiscuidos los trabajadores. Podía haber científicos que simplemente, no supieran lo que estaban haciendo a los digimos. "Sí, debe ser eso" pensó Luna. Su mente trataba desesperadamente de exculpar a su padre. Pero era demasiado obvio para cualquiera al ver a los digimon así que esa investigación no les hacía ningún daño. "¿Hasta qué punto mi padre está metido en esto?"
-Gracias. Yo también haré lo posible para acompañarle en la lucha contra aquellos que hacen sufrir a digimon inocentes, sólo para atentar contra la naturaleza-dijo Floramon con una sonrisa. Luna se limitó a asentir, dándole vueltas a las preguntas. Al menos, tenían la tarjeta llave. Probablemente eso les permitiría abrir alguna puerta de emergencia, ya que probablemente en esa situación los ascensores estarían bloqueados-Debemos apresurarnos a encontrar una salida. Luna... probablemente tu papá no es consciente de esas cosas malas que ocurren aquí.
Luna asintió. No era posible. Su padre era frío, pero no malo. Luna sentía certeza sobre esto.
-¿Podemos irnos? En verdad no me gusta pensar en que hay un incendio en alguna parte y que nosotros seguimos deambulando por aquí...-sugirió Luna con cierta urgencia en la voz-Tiene que haber alguna salida de emergencia.
Apenas comenzaron a caminar, un hombre vestido de blanco les cortó el paso. Mantenía las manos a la espalda con una sonrisa amplia y con los cristales de las gafas reflejando los pequeños puntos de luz que había tras su espalda.
-No iréis a ninguna parte. Él volverá a donde debe estar-miró hacia Hawkmon- y vosotras dos... -dijo refiriendose a Luna y Floramon.
-Eres... eres esa persona horrible que mandó apalizar a Luna...-susurró Floramon.
-Podéis llamarme Shiro-se presentó, dando un par de pasos hacia delante. Luna oyó un sonido metálico acompañando a los pasos-Tendré que ver cómo os castigo. No deberíais meter las narices en asuntos ajenos.
Tanto Luna como Floramon se quedaron calladas, con gesto preocupado. Aunque al principio Luna se limitó a mirar hacia abajo con miedo debido a que recordaba que aquel sujeto había mandado a un par de matones a apalizarla debido a que se habían involucrado con Gaomon. Pero súbitamente sintió un gran enfado. El único que podía castigarla era su padre.
-¡No eres nadie para castigarme!-exclamó Luna, finalmente. Esto sorprendió a Floramon y desató una risita en el hombre de blanco-¿¡De qué te ries!?
-Qué patético. Tu padre al menos, en su cautiverio tiene algo más de dignidad. Y pensar que soporta todo eso para que alguien tan patético como tú viva... una persona cuyo primer reflejo cuando un desconocido le quiere inflingir un castigo es simplemente bajar la mirada y acatarlo no vale nada. Patético. Apuesto a que es la primera vez que reaccionas. Hasta tu digimon se sorprende.
Luna se sintió tan enojada que quería llorar. En gran parte era así. Siempre había soportado todo de todo el mundo. La única razón que la hizo seguir estando enfadada era lo que acababa de oír sobre su padre.
-¿¡Qué le habéis hecho a mi padre!?
-Nada malo, de momento. Es un trabajador excelente. En Digital INC cumplimos nuestros tratos. Él se comprometió a seguir trabajando con nosotros a cambio de que te dejásemos en paz. No te mataremos, pero como esa vez...-Luna se echó hacia atrás al ver que movía levemente el brazo y dejaba ver una vara de hierro-tendremos que advertirte de que te mantengas alejada. Es por tu bien. Para no tener que eliminaros a ti y a tu padre. En el fondo, te estoy haciendo un favor.
Floramon iba moverse para interponerse, pero entonces se percataron de que los puntos rojos a la espalda del hombre eran Gizumon, al parecer mucho más modernos.
-Se llaman Gizumon XT. Es la primera decena que hemos hecho de ellos, aunque sólo traje cinco-había, en efecto, cinco de ellos. Eran más altos y gruesos cables verdes hacían de venas para aquellas extremidades. Se encendieron y se adelantaron- Cada uno, equivale a un ultimate, por lo que no tenéis oportunidad. Luchar no es una opción para vosotros, no si queréis seguir viviendo.
Luna se echó aún más hacia atrás. Incluso se encorvó un poco por miedo al ver que Floramon no se echaba hacia atrás.
-En esta situación...-continuó Shiro, con una sonrisa filosa-sólo puedes aguantarte. No puedes pedir a tu digimon que luche. Nadie te va a salvar. Peor aún; ni siquiera puedes salvar a tu padre. No está aquí. No importa cuanto busques. No importa cuánto luches. Ahora mismo, no tienes más remedio que tragarte mi castigo, porque tú y tu digimon sois débiles. Sólo sois un par de niñas tontas y malas jugando a los espías, pero está bien por hoy.
Luna comenzó a temblar. A pesar de que los Gizmon avanzaban y Shiro también, Floramon no se movió el sitio.
-La última vez no pude hacer nada por mí misma para ayudar a Luna. Esta vez la socorreré.
Shiro susurró algo así como que ella lo había querido y alzó la vara de hierro contra Floramon. Mientras que Floramon había dicho aquellas palabras, Luna sólo podía pensar en que ella en casi todas las ocasiones de peligro, no había sabido hacer nada.
-XT, atacad a Hawkmon. No lo matéis -ordenó Shiro, mirando a Floramon fríamente antes de comenzar él mismo a encargarse de Floramon.
Luna observaba esto con los ojos muy abiertos. ¿De nuevo no podría hacer nada? Si Floramon esta vez la socorrería..."¡Tengo que hacer algo! ¡Se trata de mi padre! ¡Mi adorado padre...! ¡Ellos le están obligando a hacer cosas horribles!" pensó, con algo de duda, pero corriendo hacia Shiro antes de que descargase el golpe hacia Floramon. Luna no supo en qué momento perdió el control de sí misma, porque tras golpear a Shiro, comenzó a tirarse encima y a descargar los puños contra él mientras gritaba. Le dio un varazo, pero Luna estaba tan histérica que ni lo sintió. Clavaba las uñas en cualquier centímetro de piel que no estuvera protegido y con la mano libre descargaba el puño contra Shiro.
-¡Devuélveme a mi padre!-chillaba Luna. Floramon se quedó paralizada por unos instantes, pero al mirar hacia atrás vio que las máquinas se acercaban a Hawkmon. Lo que la hizo reaccionar fue ver que las gafas de Luna caían a sus pies y la tamer le dirigió una mirada y exclamó-¡Sálvale! ¡No pueden salirse con la suya! ¡No van a hacer más lo que quieran! ¡No harán más lo que quieran con nadie! ¡Y mucho menos con MI PAPÁ!
Era la primera vez que Luna la miraba así. Era una mezcla de furia y decisión, así que la digimon asintió y se giró hacia Hawkmon. Floramon lanzó sus lianas, intentando retener a dos Gizumon XT, pero tenían tanta fuerza que con un leve giro se deshicieron de ellas.
Luna apenas podía ver nada. Forcejeaba a ciegas, pero fue lo suficientemente lista para de un manotazo despojar a Shiro de sus gafas, y luego hacerle un arañazo en la cara.
-¡Maldito gusano!-Shiro hizo lo más inteligente que podía hacer para quitarse a Luna de encima. Se movió hacia las paredes y comenzó a golpear a Luna contra la pared. Fue lo suficientemente efectivo para que Luna se quedase tirada en el suelo mareada y con el mundo dando vueltas.
* * *
El Sr.Naitoenjeru hizo un gesto. Lo cual, era un acontecimiento muy poco común. Sólo levantó levemente la ceja, de la misma manera que lo hacía su hija. Puede que él fuera castaño y tuviera rasgos más afilados que Luna, pero aunque no se parecían en el físico realmente en la forma de gesticular eran idénticos. Sin embargo, el Sr.Naitoenjeru, nunca gesticulaba. El motivo de provocarle el gesto fue cómo el intruso se comportaba de manera bastante profesional; de hecho, iba a destrozar años de investigación. Aunque el padre de Luna tecleó un par de comandos para intentar detener todos esos virus, sólo consiguió relentizarlos.
-Que conveniente para mí-sacó un pendrive personal y comenzó a copiar las investigaciones, mientras que seguía activando escudos para relentizar al virus y así tener tiempo para salvar algo. Aunque probablemente mucho se perdería. No le daría tiempo a guardarse toda la información, pero sí una parte. De todas formas, el Sr. Naitoenjeru no pensaba devolverlo. La excusa de que todo había sido eliminado era muy conveniente. "La información es poder. Y mucho más si es información exclusiva" pensaba, mientras los datos se copiaban en su pen drive personal. Sabía que sus superiores no tenían reparos en deshacerse de aquellos que se volvían demasiado peligrosos y al fin de al cabo, un asesor de imagen pública no era algo difícil de encontrar, pero con eso, se cubriría las espaldas.
Era hora de evacuar. Esperaba que su plan funcionase con Luna: no le convenía tenerla metiendo las narices donde no la llamaban. Además, era mucho mejor tenerla en casa, con esa digimon. Cuando la necesitasen, podrían simplemente, entrar en la casa pistola en mano, matar a todos los que estuvieran allí y coger a la Digimon. Atrapar a la digimon en ese momento no sería rentable; los sistemas tardarían tiempo en recuperarse del ataque informático y mientras tanto, no podrían hacer nada con ella. Tenerla dentro sólo aumentaría la probabilidad de que los amigos de la digimon fueran a rescatarla. Y tras aquel ataque informático, estarían un tiempo más vulnerables. Ya le había enviado a Luna un "aviso" para que dejase de codearse con enemigos de Digital INC como el Gaomon, pero Luna parecía haber decidido ignorarlo.
-Gracias. Yo también haré lo posible para acompañarle en la lucha contra aquellos que hacen sufrir a digimon inocentes, sólo para atentar contra la naturaleza-dijo Floramon con una sonrisa. Luna se limitó a asentir, dándole vueltas a las preguntas. Al menos, tenían la tarjeta llave. Probablemente eso les permitiría abrir alguna puerta de emergencia, ya que probablemente en esa situación los ascensores estarían bloqueados-Debemos apresurarnos a encontrar una salida. Luna... probablemente tu papá no es consciente de esas cosas malas que ocurren aquí.
Luna asintió. No era posible. Su padre era frío, pero no malo. Luna sentía certeza sobre esto.
-¿Podemos irnos? En verdad no me gusta pensar en que hay un incendio en alguna parte y que nosotros seguimos deambulando por aquí...-sugirió Luna con cierta urgencia en la voz-Tiene que haber alguna salida de emergencia.
Apenas comenzaron a caminar, un hombre vestido de blanco les cortó el paso. Mantenía las manos a la espalda con una sonrisa amplia y con los cristales de las gafas reflejando los pequeños puntos de luz que había tras su espalda.
-No iréis a ninguna parte. Él volverá a donde debe estar-miró hacia Hawkmon- y vosotras dos... -dijo refiriendose a Luna y Floramon.
-Eres... eres esa persona horrible que mandó apalizar a Luna...-susurró Floramon.
-Podéis llamarme Shiro-se presentó, dando un par de pasos hacia delante. Luna oyó un sonido metálico acompañando a los pasos-Tendré que ver cómo os castigo. No deberíais meter las narices en asuntos ajenos.
Tanto Luna como Floramon se quedaron calladas, con gesto preocupado. Aunque al principio Luna se limitó a mirar hacia abajo con miedo debido a que recordaba que aquel sujeto había mandado a un par de matones a apalizarla debido a que se habían involucrado con Gaomon. Pero súbitamente sintió un gran enfado. El único que podía castigarla era su padre.
-¡No eres nadie para castigarme!-exclamó Luna, finalmente. Esto sorprendió a Floramon y desató una risita en el hombre de blanco-¿¡De qué te ries!?
-Qué patético. Tu padre al menos, en su cautiverio tiene algo más de dignidad. Y pensar que soporta todo eso para que alguien tan patético como tú viva... una persona cuyo primer reflejo cuando un desconocido le quiere inflingir un castigo es simplemente bajar la mirada y acatarlo no vale nada. Patético. Apuesto a que es la primera vez que reaccionas. Hasta tu digimon se sorprende.
Luna se sintió tan enojada que quería llorar. En gran parte era así. Siempre había soportado todo de todo el mundo. La única razón que la hizo seguir estando enfadada era lo que acababa de oír sobre su padre.
-¿¡Qué le habéis hecho a mi padre!?
-Nada malo, de momento. Es un trabajador excelente. En Digital INC cumplimos nuestros tratos. Él se comprometió a seguir trabajando con nosotros a cambio de que te dejásemos en paz. No te mataremos, pero como esa vez...-Luna se echó hacia atrás al ver que movía levemente el brazo y dejaba ver una vara de hierro-tendremos que advertirte de que te mantengas alejada. Es por tu bien. Para no tener que eliminaros a ti y a tu padre. En el fondo, te estoy haciendo un favor.
Floramon iba moverse para interponerse, pero entonces se percataron de que los puntos rojos a la espalda del hombre eran Gizumon, al parecer mucho más modernos.
-Se llaman Gizumon XT. Es la primera decena que hemos hecho de ellos, aunque sólo traje cinco-había, en efecto, cinco de ellos. Eran más altos y gruesos cables verdes hacían de venas para aquellas extremidades. Se encendieron y se adelantaron- Cada uno, equivale a un ultimate, por lo que no tenéis oportunidad. Luchar no es una opción para vosotros, no si queréis seguir viviendo.
Luna se echó aún más hacia atrás. Incluso se encorvó un poco por miedo al ver que Floramon no se echaba hacia atrás.
-En esta situación...-continuó Shiro, con una sonrisa filosa-sólo puedes aguantarte. No puedes pedir a tu digimon que luche. Nadie te va a salvar. Peor aún; ni siquiera puedes salvar a tu padre. No está aquí. No importa cuanto busques. No importa cuánto luches. Ahora mismo, no tienes más remedio que tragarte mi castigo, porque tú y tu digimon sois débiles. Sólo sois un par de niñas tontas y malas jugando a los espías, pero está bien por hoy.
Luna comenzó a temblar. A pesar de que los Gizmon avanzaban y Shiro también, Floramon no se movió el sitio.
-La última vez no pude hacer nada por mí misma para ayudar a Luna. Esta vez la socorreré.
Shiro susurró algo así como que ella lo había querido y alzó la vara de hierro contra Floramon. Mientras que Floramon había dicho aquellas palabras, Luna sólo podía pensar en que ella en casi todas las ocasiones de peligro, no había sabido hacer nada.
-XT, atacad a Hawkmon. No lo matéis -ordenó Shiro, mirando a Floramon fríamente antes de comenzar él mismo a encargarse de Floramon.
Luna observaba esto con los ojos muy abiertos. ¿De nuevo no podría hacer nada? Si Floramon esta vez la socorrería..."¡Tengo que hacer algo! ¡Se trata de mi padre! ¡Mi adorado padre...! ¡Ellos le están obligando a hacer cosas horribles!" pensó, con algo de duda, pero corriendo hacia Shiro antes de que descargase el golpe hacia Floramon. Luna no supo en qué momento perdió el control de sí misma, porque tras golpear a Shiro, comenzó a tirarse encima y a descargar los puños contra él mientras gritaba. Le dio un varazo, pero Luna estaba tan histérica que ni lo sintió. Clavaba las uñas en cualquier centímetro de piel que no estuvera protegido y con la mano libre descargaba el puño contra Shiro.
-¡Devuélveme a mi padre!-chillaba Luna. Floramon se quedó paralizada por unos instantes, pero al mirar hacia atrás vio que las máquinas se acercaban a Hawkmon. Lo que la hizo reaccionar fue ver que las gafas de Luna caían a sus pies y la tamer le dirigió una mirada y exclamó-¡Sálvale! ¡No pueden salirse con la suya! ¡No van a hacer más lo que quieran! ¡No harán más lo que quieran con nadie! ¡Y mucho menos con MI PAPÁ!
Era la primera vez que Luna la miraba así. Era una mezcla de furia y decisión, así que la digimon asintió y se giró hacia Hawkmon. Floramon lanzó sus lianas, intentando retener a dos Gizumon XT, pero tenían tanta fuerza que con un leve giro se deshicieron de ellas.
Luna apenas podía ver nada. Forcejeaba a ciegas, pero fue lo suficientemente lista para de un manotazo despojar a Shiro de sus gafas, y luego hacerle un arañazo en la cara.
-¡Maldito gusano!-Shiro hizo lo más inteligente que podía hacer para quitarse a Luna de encima. Se movió hacia las paredes y comenzó a golpear a Luna contra la pared. Fue lo suficientemente efectivo para que Luna se quedase tirada en el suelo mareada y con el mundo dando vueltas.
* * *
El Sr.Naitoenjeru hizo un gesto. Lo cual, era un acontecimiento muy poco común. Sólo levantó levemente la ceja, de la misma manera que lo hacía su hija. Puede que él fuera castaño y tuviera rasgos más afilados que Luna, pero aunque no se parecían en el físico realmente en la forma de gesticular eran idénticos. Sin embargo, el Sr.Naitoenjeru, nunca gesticulaba. El motivo de provocarle el gesto fue cómo el intruso se comportaba de manera bastante profesional; de hecho, iba a destrozar años de investigación. Aunque el padre de Luna tecleó un par de comandos para intentar detener todos esos virus, sólo consiguió relentizarlos.
-Que conveniente para mí-sacó un pendrive personal y comenzó a copiar las investigaciones, mientras que seguía activando escudos para relentizar al virus y así tener tiempo para salvar algo. Aunque probablemente mucho se perdería. No le daría tiempo a guardarse toda la información, pero sí una parte. De todas formas, el Sr. Naitoenjeru no pensaba devolverlo. La excusa de que todo había sido eliminado era muy conveniente. "La información es poder. Y mucho más si es información exclusiva" pensaba, mientras los datos se copiaban en su pen drive personal. Sabía que sus superiores no tenían reparos en deshacerse de aquellos que se volvían demasiado peligrosos y al fin de al cabo, un asesor de imagen pública no era algo difícil de encontrar, pero con eso, se cubriría las espaldas.
Era hora de evacuar. Esperaba que su plan funcionase con Luna: no le convenía tenerla metiendo las narices donde no la llamaban. Además, era mucho mejor tenerla en casa, con esa digimon. Cuando la necesitasen, podrían simplemente, entrar en la casa pistola en mano, matar a todos los que estuvieran allí y coger a la Digimon. Atrapar a la digimon en ese momento no sería rentable; los sistemas tardarían tiempo en recuperarse del ataque informático y mientras tanto, no podrían hacer nada con ella. Tenerla dentro sólo aumentaría la probabilidad de que los amigos de la digimon fueran a rescatarla. Y tras aquel ataque informático, estarían un tiempo más vulnerables. Ya le había enviado a Luna un "aviso" para que dejase de codearse con enemigos de Digital INC como el Gaomon, pero Luna parecía haber decidido ignorarlo.
- Tamer & Digimon
- Faltas :1Prueba de Rol :ADigi Puntos :402Ficha :Nivel On Rol :RookieNivel On Rol de los Digi Aliados :Leonardo
Champion
Icono :Rango y Unidad :Luna Naitoenjeru
Rango: Soldado
División: Four Holy Beast
Unidad/Sub-division: North Shield Tortule
Flora
Rango: Soldado
División: Four Holy Beast
Unidad/Sub-division: North Shield Tortule
Rango y Unidad Digi Aliado :Leonardo
Rango: Soldado
División: Four Holy Beast
Unidad/Sub-division: North Shield TortuleInventario :
Luna Kobayashi
Re: Secretos revelados, descubriendo verdades [Priv. YatteAgain; Sig]
Hawkmon
Me extrañé un poco al escuchar a Floramon. ¿El padre de Luna trabaja aquí? No pude evitar sentir algo de odio hacia esa persona, y el que trabajase aquí sin saber lo que hacían realmente era muy sospechoso. No me lo creo. ¿Qué clase de humano puede estar en un sitio como este sin saber las torturas que sufrimos los digimons? Aún así no dije nada de esto. Luna y Floramon me habían salvado, y por mucho que sospechase de su padre no podía hacerle eso. Por lo que parece le tiene alta estima.
- Será lo mejor- dije cuando Luna pregunta que si ya podíamos irnos.
Pero apenas avanzamos cuando alguien nos cerró el paso. Debía de ser un científico por la ropa blanca que llevaba y eso hizo que se me erizasen las plumas. Aunque no estoy seguro si fue por eso o por las luces que había detrás del humano.
Cuando escuché a Floramon sentí aún más odio hacia el humano. ¿Mandó que le dieran una paliza a alguien como Luna? Luna reaccionó con ira pero el humano sólo se rió y empezó a decirle que su padre estaba preso y obligado a trabajar para ellos. ¿Sería verdad? ¿De verdad el padre de Luna estaba obligado a estar allí? Seguramente se deba al tiempo y lo que sufrí estando allí, pero no me fió ni una palabra de ese tipo. Seguramente nos esté engañando pero es sólo un presentimiento, no tengo pruebas sobre ello.
El humano, llamado Shiro, amenazó a Luna y fue entonces cuando los puntos de luz tras él avanzaron y vimos que eran. Gizmons… odio esas cosas. Pude ver el poder que pueden desplegar hace un tiempo, pero ahora tenemos cinco de ellos y estos parecen más fuerte que el de aquella vez.
- Cada uno a un ultimate…- murmuré.
¿Qué podíamos hacer? No parecía que Floramon pudiese llegar a ultímate o mega y yo llevo sin evolucionar mucho tiempo. ¿Seré capaz de lograrlo después de que esos humanos hayan experimentado con mi DigiCore? Shiro ordenó que los Gizmons XT se encargasen de mí mientras él se encargaba de Floramon. Retrocedí al tiempo que esas cosas artificiales se acercaban a mí. Miserable cobarde. Se cree valiente por tener cinco guardaespaldas como estos.
Uno de los Gizmons trató de agarrarme pero salté a un lado para esquivar su gran mano. Luego tuve que volver a saltar y levantar el vuelo para esquivar a otro Gizmon que trató de atraparme. Volé hacia uno de los Gizmon y lo ataqué con varios picotazos pero no le hice ni cosquillas. En respuesta, ese Gizmon me golpeó y caí al suelo.
Levanté la mirada. Me dolía todo por el tremendo golpe que había recibido. Fue entonces cuando vi a Floramon tratar de sujetar a dos de los Gizmons con sus lianas.
- ¡No! ¡Vete! ¡Son demasiado fuertes!
Apartaron a Floramon con brusquedad, temía que se hubiese roto algo. Luego escuché los quejidos de Luna y vi como el otro humano la golpeaba. Me sentí impotente, ellas se arriesgaron mucho por ayudarme y ahora estaban sufriendo por ello. Si tuviese más poder… si pudiese enfrentarme a los Gizmons…
Seguí escuchando los golpes que Luna recibía, cada uno era como un golpe a mi alma.
- Basta… basta ya…-
Sentí rabia por no poder hacer nada ¿Es que sólo podía mirar sin poder ayudar? Golpe tras golpe que escuchaba, mi furia iba en aumento y en ese momento mis plumas empezaron a desprender pequeñas llamas. Al final ya no pude aguantar más y mi ira estalló.
- ¡¡¡DETENTE!!!
Las pequeñas llamas que habían estado apareciendo en mis plumas estallaron, aumentaron de tamaño y en milésimas acabaron por envolverme por completo. Sentí un poder increíble dentro de mí que luchaba por salir al exterior. No me resistí. Simplemente dejé que se manifestara.
- ¡¡Hawkmon ultradigievoluciona en…!!
La llama que me envolvía aumentó de tamaño hasta superar el de los Gizmons y empezó a tomar forma. Aparecieron cuatro gigantescas alas en mi cuerpo y dos más pequeñas bajo ellas. Mis patas desarrollaron garras afiladas y plumas que incluso las hacía parecer dos pares de alas más. Mi pico se volvió más largo y afilado, aparecieron dos pares de ojos más en mi cara y misteriosos orbes empezaron a levitar alrededor de mi cuelo y mi cola.
Lancé un chillido como el de las rapaces al tiempo que el fuego que me había envuelto desaparecía y dejaba a la vista mi nuevo aspecto.
- Spoiler:
- ¡¡ … Zhuqiaomon!!
Uno de los Gizmon se lanzó contra mí, pero abrí mi pico y le lancé una llamarada que le dio de lleno y lo mando contra la pared. El digimon artificial cayó al suelo, con los circuitos fundidos y echando humo. Me sentía poderoso bajo esta forma pero había algo extraño. Mi mega era Phoenixmon, y sin embargo había digievolucionado de manera distinta. ¿Sería por la ira? No, no podía ser. Habría sido una evolución corrupta y tengo total control sobre mis acciones. La respuesta vino sola. Los experimentos. Habían estado experimentando con mi DigiCore y seguro que debieron de alterar mi línea evolutiva.
Vi a otro Gizmon que seguía el mismo curso que el primero. Pero este prefirió atacarme desde la distancia con un rayo, una versión mejorada del rayo que acabó con mi vida hace un tiempo. Batí mis alas y me elevé unos metros, no mucho porque el techo me limitaba mucho pero si lo suficiente como para esquivar el ataque de Gizmon.
- ¡No sois más que seres egoístas que juegan a ser dioses con las vidas de los demás!
Batí mis cuatro alas con fuerza generando una potente ráfaga de aire que embistió contra el Gizmon que me había atacado. Aquello lo dañó gravemente pero no lo destruí del todo, al fin y al cabo no quise usar toda mi fuerza debido a que Floramon y Luna no estaban muy lejos. A la distancia a la que estaban ellas sólo les llegó una fuerte ráfaga de viento pero nada que pueda hacerles daño. Para rematar la faena aterricé sobre el Gizmon, ejerciendo fuerza con todo mi peso sobre él al tiempo que le clavaba mis afiladas garras. Luego miré al humano que había golpeado a Luna, al tiempo que me mantenía alerta por si los tres Gizmons que quedaban intentaban algo.
- Apártate de Luna si no quieres que tu vida termine aquí- le advertí.
A pesar de estar de pie en el suelo, mantuve mis alas abiertas por lo que aún parecía más grande. No estaba dispuesto a rendirme, no permitiría que Luna y Floramon sufriesen ningún daño.
Sigrun
Una vez me aseguré de que el virus estaba cumpliendo con su función retiré el pendrive y lo guardé de nuevo en mi bolsillo. Cuantas menos pruebas dejase de mi estancia allí mucho mejor. Ahora lo más sensato sería retirarme aprovechando la confusión por la falsa alarma de incendios, pero no podía hacerlo. Al igual que Aquilamon aquél día, es probable que hubiesen más digimons prisioneros y sufriendo un tormento similar. No podía marcharme sin liberar a cuántos de ellos pudiera. Aunque eso signifique permanecer más tiempo aquí y arriesgarme a que descubran que no soy una de sus científicas.
- ¿A dónde nos dirigimos ahora? – me dijo Veemon desde el digivice.
- Buscaremos la sala donde mantuvieron encerrado a Aquilamon aquél día- le dije mientras sala de aquella sala- Tal vez nos encontremos otros digimons atrapados.
- Pero es posible que hayan tomado medidas desde la última vez, tal vez los hayan cambiado de sitio- me dijo- Este lugar debe de tener más de un laboratorio de pruebas.
- Cierto. ¿Pero dónde podemos buscar?- me pregunté.
El edificio era enorme y no tenía tiempo de estar revisando todos los laboratorios y salas, cada segundo que pasaba aquí ponía en riesgo mi identidad y no me gustaba eso. Me acerqué a un plano en la pared de la planta del edificio, había un punto dónde decía “Usted está aquí”.
- ¿Por dónde…
Mis ojos se pasaron por los nombres de las diferentes salas, era evidente que no iban a poner allí “Sala de experimentación digimon” pero tenía que haber algo que me ayudara a saber por dónde buscar.
Por fin lo encontré, había un lugar llamado “Sala de retención”. El nombre me pareció algo sospechoso y decidí probar suerte.
- Probaremos en este lugar- murmuré para que Veemon me escuchara- Liberaremos a todos los que podamos y nos marcharemos de aquí.
- De acuerdo- me contestó mi compañero decidido.
Ambos nos dirigimos hacia allí corriendo, antes de que las cosas emporaran aún más.
- Tamer & Digimon
- Prueba de Rol :ADigi Puntos :642Cuentas :Ficha :Relaciones :Cronologia :NPCs :Nivel On Rol :Burst Mode/Future ModeNivel On Rol de los Digi Aliados :Draco: Ultimate [BlackMetalGreymon]
Kara: Rookie [Dorumon]Icono :Rango y Unidad :Sigrun Vinter
Rango: Hand of the King y Holy Knight
Unidad: Todo el clan (Blue Thunder Dragons)
Ulforce
Rango: Hand of the King y Holy Knight
Unidad: Todo el clan (Blue Thunder Dragons)Rango y Unidad Digi Aliado :Draco
Rango: Knight
Unidad: Dragons DestroyersInventario :
Sigrun Vinter
Re: Secretos revelados, descubriendo verdades [Priv. YatteAgain; Sig]
Me exalté de inmediato al oír otra voz a mis espaldas. Por un momento creí que por suerte de ellos o por desgracia nuestra, nos habían descubierto de una vez por todas. Nos habíamos escabullido perfectamente hasta aquí, pero una vez que llegamos, esa misma fortuna nos dio la espalda.
Bueno, sólo quedaba solucionar los problemas. Una vez que se te presentan, hay que hacerlo sin importar el costo que tenga.
-Mmm, supongo que me atrapaste, creo que me rendiré -mantuve mi vista hacia las jaulas desactivadas y mis manos en los bolsillos de mi pantalón. Apenas giré mi cabeza unos pocos centímetros hacia atrás para darme cuenta de que ese tipo, se encontraba con otros dos más vistiendo uniformes de guardias, como aquellos que habíamos visto en la entrada del edificio y que, ahora, estaban durmiendo como troncos.
-Muy inteligente de tu parte. Aunque a pesar de que tomas la decisión correcta, sigues siendo muy ingenuo, tanto como para cometer errores tan estúpidos. Es un poco contradictorio, ¿no crees?
-Vaya, pero que tonto fui. Por cierto... -dije sacando mi mano izquierda rápidamente del bolsillo y la levanté hasta mi rostro para rascarme la mejilla.
-¡Quédate quieto! No intentes hacer nada o saldrás lastimado -el tipo se alteró al verme mover tan bruscamente, tanto que los guardias levantaron sus armas y me apuntaron sin pensarlo dos veces.
-...¿cómo supieron que estaba aquí? Dudo que me hayan encontrado de casualidad en éste edificio tan grande y mucho menos si está incendiándose en éste mismo momento. ¿No deberían haber evacuado como el resto de los empleados?
La suave luz celeste que cubría la habitación y que teñía todo de ese color, titilaba en repetidas ocasiones, como si estuviera siendo afectada por un golpe de baja tensión eléctrica. Se prendía y apagaba en intervalos que apenas eran imperceptibles, pero que aún así se hacía notar. La sirena seguía sonando a la distancia, se la escuchaba lejos como si ese pequeño cuarto en donde estábamos, estuviera a muchos metros de distancia o fuera a prueba de sonidos externos. Ninguno de nosotros se movía, la situación no parecía menos que tensa.
¿Incendio? ¿De qué estás hablando? Es obvio que ese incendio no es real, fue causado por uno de nuestros científicos a propósito, aunque... es muy extraño que un Digimon la acompañe. Pero no te preocupes, ya estamos encargándonos de ella, así que eso es otro tema. ¿Acaso piensas que no tenemos cámaras de seguridad? ¡Están instaladas en todas partes! Tenemos ojos vigilando celosamente lo que cada uno de nuestros empleados hacen, desde que entran hasta que se van, e incluso más allá, sabemos incluso los jugosos detalles de sus vidas privadas. No dejamos que nada ni nadie se nos escape. Así que en cuanto a ti, te estuvimos siguiendo desde el momento en el que cruzaste esa valla de entrada. Por más que te escabulliste, pudimos encontrarte fácilmente, niño.
Debí suponerlo. Fue mi error subestimarlos, y mucho menos sin saber a lo que me enfrentaba. Pero... teniendo tanta tecnología y poder para hacer lo que hacen, dejaron que un "niño" entrara en su edificio y descubriera su secreto. Es un poco contradictorio... ¿no crees? -imité sarcásticamente las palabras de quien me había estado siguiendo hasta ese momento.
-¡¿Te crees muy gracioso repitiendo lo que digo?! Ahora dime, ¿donde están los Digimon que se encontraban en las jaulas? ¿Y donde está tu amiguito?
Los guardias tomaron la delantera y se acercaron hacia mí acortando la distancia, quedando en el punto intermedio entre su superior y donde yo me encontraba.
-¿Por qué no especificas? No sé a cuál te refieres, es que acabo de hacer muchos otros amigos...
-¡Ataqueeeen!
De inmediato, cada uno de los Digimon que habían estado encerrados momentos antes, salieron desde atrás de la primera pared conformada por las celdas, rodeando a éstas o simplemente pasándolas por encima. Su objetivo era neutralizar a los agentes de seguridad y trataron de hacerlo dirigiéndose rápidamente hacia ellos. Avanzaron a penas unos pocos metros y entonces cada uno de ellos, aproximadamente treinta entre etapas Baby y Rookie, comenzaron a caer débiles en el suelo, desplomándose como si fueran máquinas siendo desconectadas. Ni siquiera uno solo quedó en pie.
En cuanto a los hombres sólo llegaron a llevarse nada más que un pequeño susto, pero al ver a los Digimon debilitados, recuperaron su postura apuntándome nuevamente con sus armas.
-Lo sentimos... -dijo Hawkmon completamente exhausto, parecía deshecho. Ni siquiera trataba de ponerse de pie.
-No tenemos la suficiente energía para pelear aún, necesitamos algo de comida.
De verdad creí que aún les quedaba al menos un poco de fuerza para pelear, o al menos para desconcertar a esos tres tipos, pero habían llegado a su límite y quién sabe hace cuánto tiempo que llevaban en esas condiciones. Supongo que mostraron que su determinación era más grande que su hambre, pero en realidad no era tan así y no fue su culpa.
Me mantuve de espaldas a ellos en todo momento, lamentaba no haber sabido que los Digimon no podrían luchar. Era cierto que con lamentarme no solucionaría nada, así que supe que no había otra opción...
[color:bb6e=009999]-¿Eh? Jajaja -rió burlonamente luego de que su expresión de preocupación se esfumara-. Fue bastante valiente de ustedes, pero ahora ves que no los mantenemos hambrientos sólo por gusto, aunque claro, si bien es una de las razones, también lo hacemos para evitar que los bastardos se revelen contra nosotros. Si me lo preguntas, me parece una excelente metodología. Ahora, dime donde está tu amigo, el que te acompañaba, ese Digimon obeso.
-Oh, ese amigo -suspiré-. Antes que nada, debo decirte que no le agrada que lo llamen así, aunque es cierto que debería adelgazar un poco.
-No te atrevas a jugar conmigo o te dispararé y te encerraré con todas éstas escorias de todas formas. Estás atrapado, no puedes escapar de aquí. ¡Dijiste que te rendías!
Bueno... mentí.
Giré mi cabeza noventa grados para mirarlo con una sonrisa amplia al tiempo que levanté mi mano derecha, que hasta el momento estaba oculta, por sobre mi hombro mostrando mis dedos índice y mayor, cruzados uno sobre el otro. Y desde donde mi guante empezaba, se extendía hacia arriba una brillante llama de DigiSoul.
Desde su escondite, Strikedramon saltó sobre la primera pared de jaulas apoyándose en sus cuatro garras y soltando un rugido que sonó tan fuerte que no pudiera haber oído siquiera mis propias palabras. Despegó nuevamente con otro salto y cayó sobre los hombres armados tomándolos de la cabeza y haciéndoles estrellar contra el suelo. Éstos dispararon como reacción, pero no lograron darle a ningún objetivo en particular antes de quedar inconscientes.
Mi compañero se notaba completamente furioso y entendía el por qué. Se quedó en esa posición, agachado mirando directamente al tipo que restaba. Sólo se limitaba a mirarlo y gruñir ferozmente, intimidándolo cada vez más por cada instante que pasaba.
-Creo que el que debería rendirse, eres tú -dije, dando media vuelta y notando por completo que su vestimenta, además de que la primera impresión lo hacía distinto a los guardias, era mucho más extraño. Parecía casi un uniforme militar, su chaqueta con solapas y algunas insignias o medallas daban esa impresión.
-Pe-pero... ¡¿qué acabas de hacer?! -dando pasos hacia atrás con el rostro cubierto de terror.
-Hice lo que creo que es correcto y eso es comenzar a ponerle fin a ésta locura y liberar a estos Digimon. Regresarlos a donde pertenecen-clavé mis ojos en los suyos.
-¿Y... acaso crees lo que estas miserables criaturas te dicen? Eres inteligente, sabes que podrían estar engañándote con sus sucias pala...
-¡Respóndeme! ¿Quienes fueron los que apuntaron con sus armas a alguien pesar de estar de espaldas? -dejé un momento de silencio en el que él no dijo ni una sola palabra-. Creo que eres capaz de saber la respuesta a tu pregunta por tus propios medios.
-Tch... iluso, ¡¿piensas que no tengo escapatoria?! ¡Psychemon, enséñales el poder de Digital Inc.!
Un Digivice salió de su cintura y tras apuntarlo al frente, comenzó a materializarse un Digimon. Se parecía por completo a un Gabumon, pero sus colores no eran los habituales. Al igual que el dispositivo, tenía las mismas características que el mío, pero algo en el lucía diferente.
Ese Gabumon, o Psychemon como era llamado miraba fijamente a Strikedramon con una mirada agresiva pero a la vez perdida. Confundía aún más la situación.
-¡¿Un Digimon?! ¿Tienes un compañero Digimon? Entonces cómo es posible que estés en un lugar como éste torturando a criaturas que vienen del mismo lugar que él -dije, señalando al frente.
-Ed, siento algo extraño en éste Digimon, no parece ser como los demás, deberíamos tener cuidado.
-Dime de qué se trata todo esto, maldita sea.
-Pff, ja... jajajaja... oh, no, muchacho, ya sabes... ya sabes demasiado. ¿Lo digo? Pensaba capturarte y usarte para nuestros experimentos, nos sería de mucha ayuda un verdadero Tamer experimentado como tú para nuestros propósitos. Además, tu Digimon, es un espécimen único e interesante, nunca había visto uno igual. Podríamos sacarles mucho jugo a ambos. Pero esto ya es personal, creo los mataré... sí... ahora mismo. Espero que lo último que vean sea de su agrado. Psychemon, orden...
Todo se silenció por milésimas de segundo, hasta el tiempo pareció hacerse más lento. Creía escuchar mis latidos a un ritmo bajo a pesar de que estaba consciente de que el instante anterior lo hacía con mucha más rapidez.
Un pitido comenzó a hacerse oír desde el silencio mismo, cada vez más y más fuerte, pero no parecía estar en el aire, sino en mi cabeza. Abrí por completo mis ojos.
-...evoluciona a Mur...
-¡Strikedramon cúbrete!
Me incliné apoyando una rodilla en el suelo cubriendo mi cabeza y cerrando los ojos.
Una enorme explosión del otro lado del edificio provocó que todo temblara haciendo parecer que iba a venirse abajo. Me mantuve en esa posición un par de segundos hasta que el movimiento se detuvo. Temí por los pequeños Digimon que estaban conmigo, así que levanté la cabeza y me aseguré de que todos estaban a salvo, aunque asustados. Cuando miré hacia el frente, vi que el tipo con uniforme militar ya no estaba más, tampoco el Digimon que lo acompañaba.
-Ed, tenemos que irnos, no sé qué debe estar pasando, pero nuestra prioridad ahora es rescatarlos a ellos -dirigiendo su cabeza.
Inmediatamente asentí.
-Muy bien, atentos todos, ésta es nuestra oportunidad. Strikedramon y yo cargaremos a los más débiles, los que puedan caminar sígannos, los guiaremos hacia la salida. No pierdan la calma.
-Nosotros los cuidaremos. Ni Hawkmon ni yo podemos volar, pero al menos sacaremos fuerzas para que todos sean libres.
-¡Eso es!
Tomé a unos cuántos Digimon pequeños entre mis brazos, mientras que otros se metieron en mi abrigo y uno se colgó de mi cuello. Strikedramon pudo cargar a otros, a los más grandes. Mientras que cerca de la tercera parte estaba dispuesta a huir por sus propios medios.
Salimos de la sala de retención y el edificio parecía completamente distinto. Estaba completamente oscuro a excepción de las luces rojas de emergencia y el fuego extendiéndose en varias partes que mostraban partes del edificio destruido, hojas de papel y cristales esparcidos por todos lados. Hacia el frente, había una gran abertura sobre la pared que daba a la calle, se podía ver el cielo y parte de la ciudad. Lo extraño de esto es que tenía una forma inusual, la forma de un corte, como si alguien hubiera hecho un tajo con algo filoso, pero atravesando acero y concreto.
¿Qué diablos ocurre aquí?, pensé. Parecía que la situación no podía ponerse más extraña de lo que ya era. En ese momento me hubiera gustado ir tras ese sujeto, tenía demasiadas cosas que preguntarle, pero ni siquiera tenía una mínima pista de donde podría haber escapado. Lo importante era salir de ahí, tendría otra oportunidad de obtener más información sobre ese edificio y todo lo que se llevaba a cabo, lo sabía, así fuera por una misión o por mis propios medios.
Otra vez el mismo chirrido. Ésta vez llegó rápidamente y sin nada de anticipación, al contrario de la primera vez. Nuevamente se oyó otra explosión pero parecía venir de los pisos inferiores, aunque eso no quiere decir que no haya temblado todo como la primera vez.
-¡Por aquí!
Strikedramon fue adelante por si algo llegara a ocurrir, los demás Digimon al medio y yo por detrás formando una fila algo extensa. Por suerte sólo teníamos que bajar y segur el camino de las escaleras... siete pisos.
Escalón por escalón nos acercábamos de a poco a la salida. En un momento me detuve y retrocedí para mirar por uno de los pasillos, debió haber sido en la cuarta o quinta planta. Doblé para seguir por las escaleras, pero creí ver algo a mi izquierda. En esos mismos corredores, también a oscuras y destruidos en parte, vi la silueta de un hombre vistiendo una gran chaqueta que le cubría hasta las rodillas. Además de eso, no vi que llevara ninguna otra prenda, ni calzado. No pude verle el rostro, fue imposible con la poca luz y con esos cabellos que lo cubrían por completo al caer. Caminaba arrastrándose, pero extrañamente, con paso firme en el mismo sentido que nosotros. Al momento en el que regresé unos pasos, sólo llegué a verle cruzar un muro de fuego y lo perdí completamente de vista.
-¡Ed, no te detengas!
Mi compañero hizo que volviera en mí nuevamente.
-¡Con permiso, con permiso! -dije rápidamente pasando al lado de una empleada del edificio, iba hacia el lado contrario que nosotros, subiendo las escaleras en vez de bajar. No quise detenerme por obvias razones.
Cruzamos todo el edificio, desde el fondo hasta la puerta de entrada la cual Strikedramon destrozó embistiéndola con su hombro. Por fin ya nos encontrábamos afuera, lugar que era mucho más seguro para todos nosotros, pero no nos detuvimos hasta cruzar la avenida y escondernos entre los arbustos en el lugar más oscuro que encontramos de momento en Plaza Central.
Nos arrojamos al suelo agotados de tanto correr, hasta se podía oír la respiración agitada de todos nosotros. Mi amigo cayó de espaldas y volvió a su forma de Monodramon.
-Eso... estuvo cerca.
-S-sí... pero no podemos quedarnos mucho tiempo aquí -desde nuestro escondite se podían oír ya las sirenas de los bomberos y de la policía, también se veían las luces rebotando en las calles y en los árboles-. ¿Qué demonios fue lo que pasó? Parece como si hubiese sido cortado por cuchillas gigantes, una simple explosión no deja ese tipo de daños -observaba hacia los lados tratando de ver si encontraba algo sospechoso, pero todo se encontraba demasiado tranquilo afuera, no había ni automóviles.
-¿Será eso? -dijo Monodramon acercándose a gatas hacia mí, señalando la punta del edificio, en la terraza.[/color]
-¿Donde? -pregunté.
-Ahí... Oh, no, olvídalo, ya no está.
-¿Pero qué era? ¿Qué forma tenía?
-Bueno, era un... y tenía la forma de... que le salía algo de atrás -moviendo las manos como si eso ayudara a entender algo más lo que decía.
-¿Estás bromeando? -lo miré con una expresión seria. De verdad tenía ganas de golpearlo. Había visto algo sospechoso, pero era incapaz de describirlo-. Bien, ¿ya se recuperaron todos?
Cada uno de los Digimon me miró y asintió con la cabeza. Ahora debía encontrar un lugar para mantenerlos a salvo por el resto de la noche.
Bueno, sólo quedaba solucionar los problemas. Una vez que se te presentan, hay que hacerlo sin importar el costo que tenga.
-Mmm, supongo que me atrapaste, creo que me rendiré -mantuve mi vista hacia las jaulas desactivadas y mis manos en los bolsillos de mi pantalón. Apenas giré mi cabeza unos pocos centímetros hacia atrás para darme cuenta de que ese tipo, se encontraba con otros dos más vistiendo uniformes de guardias, como aquellos que habíamos visto en la entrada del edificio y que, ahora, estaban durmiendo como troncos.
-Muy inteligente de tu parte. Aunque a pesar de que tomas la decisión correcta, sigues siendo muy ingenuo, tanto como para cometer errores tan estúpidos. Es un poco contradictorio, ¿no crees?
-Vaya, pero que tonto fui. Por cierto... -dije sacando mi mano izquierda rápidamente del bolsillo y la levanté hasta mi rostro para rascarme la mejilla.
-¡Quédate quieto! No intentes hacer nada o saldrás lastimado -el tipo se alteró al verme mover tan bruscamente, tanto que los guardias levantaron sus armas y me apuntaron sin pensarlo dos veces.
-...¿cómo supieron que estaba aquí? Dudo que me hayan encontrado de casualidad en éste edificio tan grande y mucho menos si está incendiándose en éste mismo momento. ¿No deberían haber evacuado como el resto de los empleados?
La suave luz celeste que cubría la habitación y que teñía todo de ese color, titilaba en repetidas ocasiones, como si estuviera siendo afectada por un golpe de baja tensión eléctrica. Se prendía y apagaba en intervalos que apenas eran imperceptibles, pero que aún así se hacía notar. La sirena seguía sonando a la distancia, se la escuchaba lejos como si ese pequeño cuarto en donde estábamos, estuviera a muchos metros de distancia o fuera a prueba de sonidos externos. Ninguno de nosotros se movía, la situación no parecía menos que tensa.
¿Incendio? ¿De qué estás hablando? Es obvio que ese incendio no es real, fue causado por uno de nuestros científicos a propósito, aunque... es muy extraño que un Digimon la acompañe. Pero no te preocupes, ya estamos encargándonos de ella, así que eso es otro tema. ¿Acaso piensas que no tenemos cámaras de seguridad? ¡Están instaladas en todas partes! Tenemos ojos vigilando celosamente lo que cada uno de nuestros empleados hacen, desde que entran hasta que se van, e incluso más allá, sabemos incluso los jugosos detalles de sus vidas privadas. No dejamos que nada ni nadie se nos escape. Así que en cuanto a ti, te estuvimos siguiendo desde el momento en el que cruzaste esa valla de entrada. Por más que te escabulliste, pudimos encontrarte fácilmente, niño.
Debí suponerlo. Fue mi error subestimarlos, y mucho menos sin saber a lo que me enfrentaba. Pero... teniendo tanta tecnología y poder para hacer lo que hacen, dejaron que un "niño" entrara en su edificio y descubriera su secreto. Es un poco contradictorio... ¿no crees? -imité sarcásticamente las palabras de quien me había estado siguiendo hasta ese momento.
-¡¿Te crees muy gracioso repitiendo lo que digo?! Ahora dime, ¿donde están los Digimon que se encontraban en las jaulas? ¿Y donde está tu amiguito?
Los guardias tomaron la delantera y se acercaron hacia mí acortando la distancia, quedando en el punto intermedio entre su superior y donde yo me encontraba.
-¿Por qué no especificas? No sé a cuál te refieres, es que acabo de hacer muchos otros amigos...
-¡Ataqueeeen!
De inmediato, cada uno de los Digimon que habían estado encerrados momentos antes, salieron desde atrás de la primera pared conformada por las celdas, rodeando a éstas o simplemente pasándolas por encima. Su objetivo era neutralizar a los agentes de seguridad y trataron de hacerlo dirigiéndose rápidamente hacia ellos. Avanzaron a penas unos pocos metros y entonces cada uno de ellos, aproximadamente treinta entre etapas Baby y Rookie, comenzaron a caer débiles en el suelo, desplomándose como si fueran máquinas siendo desconectadas. Ni siquiera uno solo quedó en pie.
En cuanto a los hombres sólo llegaron a llevarse nada más que un pequeño susto, pero al ver a los Digimon debilitados, recuperaron su postura apuntándome nuevamente con sus armas.
-Lo sentimos... -dijo Hawkmon completamente exhausto, parecía deshecho. Ni siquiera trataba de ponerse de pie.
-No tenemos la suficiente energía para pelear aún, necesitamos algo de comida.
De verdad creí que aún les quedaba al menos un poco de fuerza para pelear, o al menos para desconcertar a esos tres tipos, pero habían llegado a su límite y quién sabe hace cuánto tiempo que llevaban en esas condiciones. Supongo que mostraron que su determinación era más grande que su hambre, pero en realidad no era tan así y no fue su culpa.
Me mantuve de espaldas a ellos en todo momento, lamentaba no haber sabido que los Digimon no podrían luchar. Era cierto que con lamentarme no solucionaría nada, así que supe que no había otra opción...
[color:bb6e=009999]-¿Eh? Jajaja -rió burlonamente luego de que su expresión de preocupación se esfumara-. Fue bastante valiente de ustedes, pero ahora ves que no los mantenemos hambrientos sólo por gusto, aunque claro, si bien es una de las razones, también lo hacemos para evitar que los bastardos se revelen contra nosotros. Si me lo preguntas, me parece una excelente metodología. Ahora, dime donde está tu amigo, el que te acompañaba, ese Digimon obeso.
-Oh, ese amigo -suspiré-. Antes que nada, debo decirte que no le agrada que lo llamen así, aunque es cierto que debería adelgazar un poco.
-No te atrevas a jugar conmigo o te dispararé y te encerraré con todas éstas escorias de todas formas. Estás atrapado, no puedes escapar de aquí. ¡Dijiste que te rendías!
Bueno... mentí.
Giré mi cabeza noventa grados para mirarlo con una sonrisa amplia al tiempo que levanté mi mano derecha, que hasta el momento estaba oculta, por sobre mi hombro mostrando mis dedos índice y mayor, cruzados uno sobre el otro. Y desde donde mi guante empezaba, se extendía hacia arriba una brillante llama de DigiSoul.
Desde su escondite, Strikedramon saltó sobre la primera pared de jaulas apoyándose en sus cuatro garras y soltando un rugido que sonó tan fuerte que no pudiera haber oído siquiera mis propias palabras. Despegó nuevamente con otro salto y cayó sobre los hombres armados tomándolos de la cabeza y haciéndoles estrellar contra el suelo. Éstos dispararon como reacción, pero no lograron darle a ningún objetivo en particular antes de quedar inconscientes.
Mi compañero se notaba completamente furioso y entendía el por qué. Se quedó en esa posición, agachado mirando directamente al tipo que restaba. Sólo se limitaba a mirarlo y gruñir ferozmente, intimidándolo cada vez más por cada instante que pasaba.
-Creo que el que debería rendirse, eres tú -dije, dando media vuelta y notando por completo que su vestimenta, además de que la primera impresión lo hacía distinto a los guardias, era mucho más extraño. Parecía casi un uniforme militar, su chaqueta con solapas y algunas insignias o medallas daban esa impresión.
-Pe-pero... ¡¿qué acabas de hacer?! -dando pasos hacia atrás con el rostro cubierto de terror.
-Hice lo que creo que es correcto y eso es comenzar a ponerle fin a ésta locura y liberar a estos Digimon. Regresarlos a donde pertenecen-clavé mis ojos en los suyos.
-¿Y... acaso crees lo que estas miserables criaturas te dicen? Eres inteligente, sabes que podrían estar engañándote con sus sucias pala...
-¡Respóndeme! ¿Quienes fueron los que apuntaron con sus armas a alguien pesar de estar de espaldas? -dejé un momento de silencio en el que él no dijo ni una sola palabra-. Creo que eres capaz de saber la respuesta a tu pregunta por tus propios medios.
-Tch... iluso, ¡¿piensas que no tengo escapatoria?! ¡Psychemon, enséñales el poder de Digital Inc.!
Un Digivice salió de su cintura y tras apuntarlo al frente, comenzó a materializarse un Digimon. Se parecía por completo a un Gabumon, pero sus colores no eran los habituales. Al igual que el dispositivo, tenía las mismas características que el mío, pero algo en el lucía diferente.
Ese Gabumon, o Psychemon como era llamado miraba fijamente a Strikedramon con una mirada agresiva pero a la vez perdida. Confundía aún más la situación.
-¡¿Un Digimon?! ¿Tienes un compañero Digimon? Entonces cómo es posible que estés en un lugar como éste torturando a criaturas que vienen del mismo lugar que él -dije, señalando al frente.
-Ed, siento algo extraño en éste Digimon, no parece ser como los demás, deberíamos tener cuidado.
-Dime de qué se trata todo esto, maldita sea.
-Pff, ja... jajajaja... oh, no, muchacho, ya sabes... ya sabes demasiado. ¿Lo digo? Pensaba capturarte y usarte para nuestros experimentos, nos sería de mucha ayuda un verdadero Tamer experimentado como tú para nuestros propósitos. Además, tu Digimon, es un espécimen único e interesante, nunca había visto uno igual. Podríamos sacarles mucho jugo a ambos. Pero esto ya es personal, creo los mataré... sí... ahora mismo. Espero que lo último que vean sea de su agrado. Psychemon, orden...
Todo se silenció por milésimas de segundo, hasta el tiempo pareció hacerse más lento. Creía escuchar mis latidos a un ritmo bajo a pesar de que estaba consciente de que el instante anterior lo hacía con mucha más rapidez.
Un pitido comenzó a hacerse oír desde el silencio mismo, cada vez más y más fuerte, pero no parecía estar en el aire, sino en mi cabeza. Abrí por completo mis ojos.
-...evoluciona a Mur...
-¡Strikedramon cúbrete!
Me incliné apoyando una rodilla en el suelo cubriendo mi cabeza y cerrando los ojos.
Una enorme explosión del otro lado del edificio provocó que todo temblara haciendo parecer que iba a venirse abajo. Me mantuve en esa posición un par de segundos hasta que el movimiento se detuvo. Temí por los pequeños Digimon que estaban conmigo, así que levanté la cabeza y me aseguré de que todos estaban a salvo, aunque asustados. Cuando miré hacia el frente, vi que el tipo con uniforme militar ya no estaba más, tampoco el Digimon que lo acompañaba.
-Ed, tenemos que irnos, no sé qué debe estar pasando, pero nuestra prioridad ahora es rescatarlos a ellos -dirigiendo su cabeza.
Inmediatamente asentí.
-Muy bien, atentos todos, ésta es nuestra oportunidad. Strikedramon y yo cargaremos a los más débiles, los que puedan caminar sígannos, los guiaremos hacia la salida. No pierdan la calma.
-Nosotros los cuidaremos. Ni Hawkmon ni yo podemos volar, pero al menos sacaremos fuerzas para que todos sean libres.
-¡Eso es!
Tomé a unos cuántos Digimon pequeños entre mis brazos, mientras que otros se metieron en mi abrigo y uno se colgó de mi cuello. Strikedramon pudo cargar a otros, a los más grandes. Mientras que cerca de la tercera parte estaba dispuesta a huir por sus propios medios.
Salimos de la sala de retención y el edificio parecía completamente distinto. Estaba completamente oscuro a excepción de las luces rojas de emergencia y el fuego extendiéndose en varias partes que mostraban partes del edificio destruido, hojas de papel y cristales esparcidos por todos lados. Hacia el frente, había una gran abertura sobre la pared que daba a la calle, se podía ver el cielo y parte de la ciudad. Lo extraño de esto es que tenía una forma inusual, la forma de un corte, como si alguien hubiera hecho un tajo con algo filoso, pero atravesando acero y concreto.
¿Qué diablos ocurre aquí?, pensé. Parecía que la situación no podía ponerse más extraña de lo que ya era. En ese momento me hubiera gustado ir tras ese sujeto, tenía demasiadas cosas que preguntarle, pero ni siquiera tenía una mínima pista de donde podría haber escapado. Lo importante era salir de ahí, tendría otra oportunidad de obtener más información sobre ese edificio y todo lo que se llevaba a cabo, lo sabía, así fuera por una misión o por mis propios medios.
Otra vez el mismo chirrido. Ésta vez llegó rápidamente y sin nada de anticipación, al contrario de la primera vez. Nuevamente se oyó otra explosión pero parecía venir de los pisos inferiores, aunque eso no quiere decir que no haya temblado todo como la primera vez.
-¡Por aquí!
Strikedramon fue adelante por si algo llegara a ocurrir, los demás Digimon al medio y yo por detrás formando una fila algo extensa. Por suerte sólo teníamos que bajar y segur el camino de las escaleras... siete pisos.
Escalón por escalón nos acercábamos de a poco a la salida. En un momento me detuve y retrocedí para mirar por uno de los pasillos, debió haber sido en la cuarta o quinta planta. Doblé para seguir por las escaleras, pero creí ver algo a mi izquierda. En esos mismos corredores, también a oscuras y destruidos en parte, vi la silueta de un hombre vistiendo una gran chaqueta que le cubría hasta las rodillas. Además de eso, no vi que llevara ninguna otra prenda, ni calzado. No pude verle el rostro, fue imposible con la poca luz y con esos cabellos que lo cubrían por completo al caer. Caminaba arrastrándose, pero extrañamente, con paso firme en el mismo sentido que nosotros. Al momento en el que regresé unos pasos, sólo llegué a verle cruzar un muro de fuego y lo perdí completamente de vista.
-¡Ed, no te detengas!
Mi compañero hizo que volviera en mí nuevamente.
-¡Con permiso, con permiso! -dije rápidamente pasando al lado de una empleada del edificio, iba hacia el lado contrario que nosotros, subiendo las escaleras en vez de bajar. No quise detenerme por obvias razones.
Cruzamos todo el edificio, desde el fondo hasta la puerta de entrada la cual Strikedramon destrozó embistiéndola con su hombro. Por fin ya nos encontrábamos afuera, lugar que era mucho más seguro para todos nosotros, pero no nos detuvimos hasta cruzar la avenida y escondernos entre los arbustos en el lugar más oscuro que encontramos de momento en Plaza Central.
Nos arrojamos al suelo agotados de tanto correr, hasta se podía oír la respiración agitada de todos nosotros. Mi amigo cayó de espaldas y volvió a su forma de Monodramon.
-Eso... estuvo cerca.
-S-sí... pero no podemos quedarnos mucho tiempo aquí -desde nuestro escondite se podían oír ya las sirenas de los bomberos y de la policía, también se veían las luces rebotando en las calles y en los árboles-. ¿Qué demonios fue lo que pasó? Parece como si hubiese sido cortado por cuchillas gigantes, una simple explosión no deja ese tipo de daños -observaba hacia los lados tratando de ver si encontraba algo sospechoso, pero todo se encontraba demasiado tranquilo afuera, no había ni automóviles.
-¿Será eso? -dijo Monodramon acercándose a gatas hacia mí, señalando la punta del edificio, en la terraza.[/color]
-¿Donde? -pregunté.
-Ahí... Oh, no, olvídalo, ya no está.
-¿Pero qué era? ¿Qué forma tenía?
-Bueno, era un... y tenía la forma de... que le salía algo de atrás -moviendo las manos como si eso ayudara a entender algo más lo que decía.
-¿Estás bromeando? -lo miré con una expresión seria. De verdad tenía ganas de golpearlo. Había visto algo sospechoso, pero era incapaz de describirlo-. Bien, ¿ya se recuperaron todos?
Cada uno de los Digimon me miró y asintió con la cabeza. Ahora debía encontrar un lugar para mantenerlos a salvo por el resto de la noche.
- Tamer & Digimon
- Prueba de Rol :ADigi Puntos :253Nivel On Rol :UltimateInventario :
Ed Elric
Re: Secretos revelados, descubriendo verdades [Priv. YatteAgain; Sig]
Notó que Floramon se acercaba a su lado y la zarandeaba. Cuando Luna oyó el grito de ave rapaz, pensó que se trataba de una alucinación por el golpe que le habían dado, sin embargo cuando vio aquellas cuatro alas supo que no era ninguna alucinación.
-¡Hawkmon ha alcanzado la digievolución!-exclamó Floramon, igual de sorprendida que su tamer. Al ver a aquel gran fénix, Luna alzó el digivice, al cual tanto digimon como entrenadora miraron atentamente para saber el nombre de aquel digimon. Era impresionante.
Fuera como fuese, parecía un digimon tremendamente poderoso. La tentativa del Gizmon lo llevó a ser un amasijo de metal chamuscado ya que un chorro de fuego salió de su pico. Y aunque debido a su tamaño la movilidad no era la mejor, le bastó para evitar uno de esos peligrosos rayos y acabar con el Gizmon que lo atacó desde la distanca. Floramon no pudo evitar agarrarse a las caderas de Luna, algo asustada por el fuego. Luna sólo podía abrir los ojos de la sorpresa al ver que las salvación les había llegado en forma de fénix primigenio.
Shiro se mordía el dedo, nervioso al ver cómo los Gizmons eran apenas juguetes para Zhuquiamon. No sabía si sentirse afortunado por el avance que habían conseguido hacer al ser capaces de alterar los DigiCores de los digimon, o desafortunado porque perderían aquel espécimen. Hasta el momento, sólo eran capaces de llevarlo a cabo con digimon muy reducidos, aquellos que descendían de una especie especial que florecieron en la antigüedad y los cuales por lo general, eran compatibles con las evoluciones armor.
-Tsk, qué oportuno-musitó con fastidio. Luego, ordenó a los Gizmon con un grito-¡Restringid el área!
Sabía que no podrían contenerlo, pero así los Gizmon ganarían tiempo, y él podría escapar. Tras decir esto, echó a correr, como si no hubiera un mañana. Los Gizmon extendieron los brazos, creando así una especie de barrera para cortarles el paso.
-¿Deberíamos perseguirle?-preguntó Floramon, mirando a Luna, que negó con la cabeza.
-Es mejor que nos centremos en salir de aquí. Puede que no tengamos otra oportunidad.
-¡Hawkmon ha alcanzado la digievolución!-exclamó Floramon, igual de sorprendida que su tamer. Al ver a aquel gran fénix, Luna alzó el digivice, al cual tanto digimon como entrenadora miraron atentamente para saber el nombre de aquel digimon. Era impresionante.
- Zhuqiamon:
Es un digimon ave sagrada. Se dice que un Zhuqiamon reinó la edad del mito en el mundo digital junto con otros tres digimon bestias sagradas. Su existencia se ha convertido en leyenda, y es algo muy difícil localizarlo.
Fuera como fuese, parecía un digimon tremendamente poderoso. La tentativa del Gizmon lo llevó a ser un amasijo de metal chamuscado ya que un chorro de fuego salió de su pico. Y aunque debido a su tamaño la movilidad no era la mejor, le bastó para evitar uno de esos peligrosos rayos y acabar con el Gizmon que lo atacó desde la distanca. Floramon no pudo evitar agarrarse a las caderas de Luna, algo asustada por el fuego. Luna sólo podía abrir los ojos de la sorpresa al ver que las salvación les había llegado en forma de fénix primigenio.
Shiro se mordía el dedo, nervioso al ver cómo los Gizmons eran apenas juguetes para Zhuquiamon. No sabía si sentirse afortunado por el avance que habían conseguido hacer al ser capaces de alterar los DigiCores de los digimon, o desafortunado porque perderían aquel espécimen. Hasta el momento, sólo eran capaces de llevarlo a cabo con digimon muy reducidos, aquellos que descendían de una especie especial que florecieron en la antigüedad y los cuales por lo general, eran compatibles con las evoluciones armor.
-Tsk, qué oportuno-musitó con fastidio. Luego, ordenó a los Gizmon con un grito-¡Restringid el área!
Sabía que no podrían contenerlo, pero así los Gizmon ganarían tiempo, y él podría escapar. Tras decir esto, echó a correr, como si no hubiera un mañana. Los Gizmon extendieron los brazos, creando así una especie de barrera para cortarles el paso.
-¿Deberíamos perseguirle?-preguntó Floramon, mirando a Luna, que negó con la cabeza.
-Es mejor que nos centremos en salir de aquí. Puede que no tengamos otra oportunidad.
- Tamer & Digimon
- Faltas :1Prueba de Rol :ADigi Puntos :402Ficha :Nivel On Rol :RookieNivel On Rol de los Digi Aliados :Leonardo
Champion
Icono :Rango y Unidad :Luna Naitoenjeru
Rango: Soldado
División: Four Holy Beast
Unidad/Sub-division: North Shield Tortule
Flora
Rango: Soldado
División: Four Holy Beast
Unidad/Sub-division: North Shield Tortule
Rango y Unidad Digi Aliado :Leonardo
Rango: Soldado
División: Four Holy Beast
Unidad/Sub-division: North Shield TortuleInventario :
Luna Kobayashi
Re: Secretos revelados, descubriendo verdades [Priv. YatteAgain; Sig]
Zhuqiaomon
Ese humano es un cobarde, tan pronto como lo amenacé salió huyendo mientras ordenaba a los Gizmons que le cubriesen la retirada. Esos digimons artificiales se pusieron en la puerta con los brazos extendidos.
- ¡Desapareced de mi vista! – les grité al tiempo que les atacaba con una llamarada de mi pico.
Como los Gizmons restantes estaban juntos, una sola llamarada bastó para destruirlos y reducirlos a un montón de hierro y circuitos humeantes. Realmente odio esas cosas y no sólo porque una de ellas me matara, si no porque sé el sufrimiento y las torturas que fueron necesarias para su construcción.
Me quedé unos instantes viéndolos arder, luego plegué mis alas y me acerqué a Luna y Floramon. No parecían estar heridas de gravedad, pero después de aquellos golpes seguro que Luna tenía algún que otro moratón. Juro que si algún día vuelvo a ver a ese humano lo volveré cenizas.
- ¿Estáis bien? – les pregunté mientras bajaba mi cabeza para ponerla a la altura de Luna.
La idea de perseguir a ese tipo resultaba tentadora, pero me resultaría imposible pasar por la puerta con este tamaño. Era mejor pensar en una manera de escapar de allí. Aunque eso también supondría un reto ¿Cómo salgo con el tamaño que tengo ahora? Si me tranquilizo tal vez pueda volver a ser un Hawkmon, pero ahora mismo eso parecía una tarea imposible. Además de que, si pudiese salir manteniendo mi nivel mega, podríamos alejarnos volando rápidamente.
Esa sala no tenía ventanas, y si los humanos del exterior no sabían lo que hacían aquí era obvio que no las tuviera. Miré la pared más próxima y hubo algo que me llamó la atención. Era una pequeña rejilla, no más grande que Floramon. Debía de ser parte del sistema de ventilación pero esta parecía diferente.
Me aproximé a la pared con un par de pasos y acerqué mi pico a la rejilla.
- Aire- murmuré.
No había duda, era aire limpio del exterior. Eso significaba que lo único que se interponía entre mi libertad y yo era aquella pared. Desconozco el grosos que tendrá, pero ahora mi poder es mayor y destruirla no debería ser un problema.
- Si destruyo la pared podremos huir volando, a través de esa rejilla llega aire limpio del exterior- les dije con cierta impaciencia en mi tono de voz.
Había pasado mucho tiempo encerrado, siendo torturado y sin posibilidad de escapar. Pero ahora me había librado de esos experimentos, había logrado evolucionar y tenía una posible vía de escape justo delante. Ya podía acariciar de nuevo mi libertad, y esta vez no permitiría que nadie me la arrebatase.
Me agaché hasta que mi barriga tocó el suelo, luego miré a Luna y Floramon.
- Subid a mi lomo. En cuanto haya destruido la pared saldré volando, y quiero que salgamos los tres juntos de este horrible lugar.
Sigrun
Corrí por los pasillos sin descanso hacia la cámara de retención. Durante el camino el suelo tembló y las luces empezaron a fallar, no me detuve a averiguar que estaba ocurriendo tenía otros asuntos más importantes en mente.
Por fin llegué a la cámara de retención pero la puerta estaba abierta, y no había nadie dentro. Allí había un montón de jaulas, por lo que debía haber habido digimons pero parece que escaparon o que alguien los liberó. Los científicos no dejarían la puerta abierta de un lugar donde retienen digimons.
- ¿Significa esto que hay alguien más aquí que vino a ayudar a los prisioneros? – dijo Veemon desde el digivice.
- Si lo hubo es probable que ya se marchara aprovechando la situación- le contesté- El tiempo se agota, deberíamos marcharnos antes de que descubran que estamos aquí.
- Tamer & Digimon
- Prueba de Rol :ADigi Puntos :642Cuentas :Ficha :Relaciones :Cronologia :NPCs :Nivel On Rol :Burst Mode/Future ModeNivel On Rol de los Digi Aliados :Draco: Ultimate [BlackMetalGreymon]
Kara: Rookie [Dorumon]Icono :Rango y Unidad :Sigrun Vinter
Rango: Hand of the King y Holy Knight
Unidad: Todo el clan (Blue Thunder Dragons)
Ulforce
Rango: Hand of the King y Holy Knight
Unidad: Todo el clan (Blue Thunder Dragons)Rango y Unidad Digi Aliado :Draco
Rango: Knight
Unidad: Dragons DestroyersInventario :
Sigrun Vinter
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